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La enseñanza de la música tiene un impacto enorme en todas las personas involucradas, como

profesores o como estudiantes. La interacción y el vínculo que se genera es clave para avanzar y
obtener la satisfacción de hacer música sea cual sea el objetivo personal planteado.

En muchas ocasiones el instrumentista se ve enfrentado al reto de transmitir su conocimiento,


pero no tiene la formación para desempeñarse como docente. En el caso de las clases particulares,
es normal que no se planteen currículas ni planes de estudio, simplemente el profesor indica cómo
hacer alguna técnica o enseña los acordes de una canción, a la espera de que el estudiante avance
gracias a la repetición.

Sin embargo en las Instituciones de Educación Artística (Conservatorios de Música, Escuelas de


Arte) donde la opción es el aprendizaje que se encuentra organizado mediante planes de estudio,
contenidos, objetivos y metas de enseñanza que otorgan al final de la formación títulos
profesionalizantes, se hace necesario prepararse pedagógica y didácticamente para resolver
situaciones de enseñanza aprendizaje, analizar y pensar que alternativas tenemos para cada
situación con los estudiantes, que por naturaleza no son todos iguales ni tienen los mismos
problemas o desempeños.

Es necesario plantear objetivos, analizando las características de los alumnos, el nivel en el que
se encuentran, las edades de los mismos y si la clase es individual o grupal.

Cuando se trata de definir los contenidos a trabajar en las clases debemos concentrarnos en un
contenido o dos centrales por clase aunque haya algunos más periféricos que se puedan abordar.
Esto nos ordena el objetivo al cuál tenemos que llegar para lograr los aprendizajes.

En cuanto a los objetivos éstos pueden ser planteados a largo, mediano o corto plazo, sencillos o
complejos, de sacrificio en tiempo y esfuerzo o fáciles de alcanzar. Lo importante es tratar de ser
específicos y detallados, para que se pueda tener cada vez más precisión y control sobre lo que se
hace en cada sesión de trabajo.

A la hora de pensar los objetivos tenemos que tener en cuenta que sean:

1. Específicos

Deben definir con detalle lo que se quiere lograr, usualmente incluyen medidas de frecuencia,
cantidad de repeticiones, velocidad final y porcentajes como una guía para saber cuándo se llega
al punto clave.

2. Medibles

O al menos comparable con un patrón, para poder decidir si el resultado final es aceptable,
necesita más trabajo o se ha superado y es una meta alcanzada.
3. Alcanzables

Los objetivos deben ser diseñados para llevar al límite al estudiante y ayudarle a vencer esos
límites. El error o fallo es parte importante porque enseña y construye, pero si el objetivo es
demasiado alto en dificultad, tal vez sea necesario plantear antes otros objetivos que preparen
mejor al estudiante.

4. Con resultados

Es importante centrarse tanto en los resultados como en los medios para alcanzarlos. El ejercicio
puede ser abordado desde diferentes técnicas, lo importante es que el resultado refleje el trabajo
y sea sustentable, no una interpretación libre y sin parámetros.

5. Con una Fecha de entrega

Es indispensable pactar con cada estudiante y en cada caso el tiempo de entrega sobre los temas.
Si son ejercicios dentro de la clase o son tareas, el momento de entrega es importante para
delimitar una rutina de estudio, sentir que se está trabajando por algo y que si no se cumple, los
objetivos más grandes no se cumplirán tampoco.

Planificar las clases requiere tiempo y dedicación, pero la experiencia hace que sea un proceso
cada vez más fácil y rápido. Los estudiantes saben cuando el profesor se preocupa y prepara una
clase y de la misma manera, perciben que el profesor solo está haciendo el mínimo esfuerzo.
Cuando las clases no avanzan y el estudiante demuestra poco interés, un factor que puede ser el
centro del problema es la planificación de la clase, y eso es responsabilidad del profesor.

Desde el comienzo de las clases se deben dar unas pautas para que ésta funcione, es un contrato
que implica que se tienen deberes y beneficios, obligaciones con un horario y un desempeño, si
estas condiciones se incumplen, la clase no funciona y seguramente es una pérdida para ambos,
por lo que como profesores debemos mejorar y controlar lo que está en nuestro poder, además
de ser un buen músico es necesario ser un buen profesor.  

Al momento de pensar una clase debemos tener en cuenta no descuidar los siguientes aspectos a
trabajar:

-Lenguaje Musical (lectura, canto, análisis mínimo de la partitura, etc)

-Escucha (es importante presentar al alumno en ciertas ocasiones diversas versiones grabadas de
las obras, o mostrar una interpretación nuestra para que conozcan la obra a trabajar)
- Contextualización (es importante introducir al alumno en el contexto histórico, género, estilo,
biografía del autor de las obras que les presentamos)

-Interpretación (Aunque las obras sean muy sencillas siempre es muy importante no descuidar la
interpretación porque ahí es donde se da la musicalidad. También es muy gratificante para el
estudiante tener la experiencia de tocar con otros, por eso es muy bueno pensar en obras o
realizar arreglos para que los alumnos puedan tocar entre sí o acompañarlos nosotros en sus
interpretaciones, sobre todo si éstas son muy sencillas, ya que de esa manera le aportamos
musicalidad y logramos mayor entusiasmo)

Recordemos siempre que aprender es un derecho de los estudiantes. Enseñar es una


responsabilidad y somos nosotros, los docentes, los garantes de ese derecho.

UNIDAD DIDÁCTICA N° 1

INSTRUMENTO:

OBJETIVOS:

EXPECTATIVAS DE LOGRO:

NÚMERO DE CLASES:

ACCIONES:

Clase 1

Contenidos:

Actividades:

Clase 2

Contenidos:

Actividades:

…….

RECURSOS Y BIBLIOGRAFÍA:
 

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