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Psicología general - teórico “A”

• UNIDAD 2. La psicología cognitiva: objeto, método y problemas.

• F. GONZÁLEZ.

Psicología cognitiva: definiciones centradas en el objeto de estudio

» Rama de la psicología enfocada al estudio de procesos cognitivos vinculados con el conocimiento.


Incluyen: atención, percepción, memoria, pensamiento, toma de decisiones, lenguaje y aprendizaje.

» Rama de la psicología que estudia las estructuras y los mecanismos funcionales de la mente humana,
es decir, cómo está organizada y cómo funciona la mente humana.
» Rama de la psicología que estudia las estructuras y los mecanismos de la mente que permiten
registrar, codificar, almacenar, organizar, transformar, recuperar y usar la información recibida a través
de los receptores sensoriales y de procesos mentales internos.

Psicología cognitiva: definiciones centradas en el enfoque epistemológico

» La mente como un sistema de procesamiento de información o como un sistema computo. Pretende


abarcar la totalidad de fenómenos mentales, incluyendo emociones, motivación y actividad intencional.
» Es un enfoque sobre la naturaleza de la mente humana basado en la metáfora mente - ordenador. 
» Es un enfoque filosófico, epistemológico y científico sobre la naturaleza humana que la caracteriza  
como un sistema de representaciones simbólicas sujeto a mecanismos computacionales y la reivindica
como el objeto de estudio de la psicología. 
» Es un paradigma que concibe la psicología como una ciencia objetiva de la mente y a ésta como un
sistema de representaciones  y cómputos. Las operaciones deben estudiarse desde afuera,
hipotetizando estructuras y mecanismos funcionales a partir de inferencias basadas en la conducta
observable. 
» Es un enfoque epistemológico sobre la naturaleza de la mente humana. Sostiene que la naturaleza de
lo mental es el conjunto de estructuras y operaciones cognitivas subyacentes de carácter inconsciente
que constituyen el nivel causal determinante de la fenomenología consciente. 

Tres paradigmas en psicología

» La psicología de conciencia corresponde a la tesis, sosteniendo que el objeto de estudio de la


psicología es la mente y que la mente es igual a la conciencia.
» El conductivismo corresponde a la antítesis. Sostiene que el objeto de estudio es la conducta
observable y que la mente no existe.
» El cognitivismo supone una síntesis entre la naturaleza representacional de la mente (conciencia) y el
intento de estudiarla a través de métodos objetivos (conductismo).

La mente desde afuera en tercera persona invocando constructos hipotéticos

La psicología cognitiva pretende estudiar a la mente desde afuera, es una cuestión que está relacionada
con el enfoque de abordaje hipotético deductivo. La psicología cognitiva pretende estudiar los
fenómenos internos que incluyen a las estructuras de la mente y a los procesos o mecanismos que
operan sobre las estructuras. El investigador en psicología, en tanto observador externo, mira los
estímulos y las respuestas, es decir, observa, sea por observación simple (método observacional) o a
través de experimentos controlados (método experimental), y en base a lo que mira, hipotetiza, supone
como son esas estructuras y esos procesos; lo cual nos lleva al concepto de constructo hipotético, el cual
es una construcción teórica, que tiene dos características: es inobservable en primera instancia, y es
explicativo. La idea es observar la conducta, y para interpretarla, entenderla, suponemos que en el
interior de la mente existen determinadas estructuras y procesos que aunque no podamos ver existen, y
eso resulta explicativo en el sentido de que nos permite hacer comprensible porque la conducta ocurre
de la manera que ocurre, y porque a partir de determinados estímulos surgen las respuestas que
observamos a través de los métodos más básicos que son la observación y la experimentación.
El conflicto hipotético viene a ser la teoría, es decir, lo que deducimos mediante lo que observamos. En
primera instancia, eso que vamos a construir es algo inobservable porque la mente es inobservable,
pero en segunda instancia, cuando ya pasa a mayores, empieza a ser explicativa, ya que no podemos
verla pero si podemos explicarla a través de palabras.

Paradigma C-R

Son computos que actúan sobre representaciones, es decir, la mente humana realiza operaciones sobre
representaciones.

Refiere a que los mecanismos o funciones mentales constituyen programas de tipo computacional que
se aplican a representaciones o símbolos mentales para almacenarlos, categorizarlos, juntarlos con
otros símbolos-representaciones, o activar patrones conductuales. La mente humana puede entenderse
como un sistema informacional dirigido por reglas computacionales que se aplican sobre símbolos
mentales.

Funcionalismo

El funcionalismo sostiene que la mente es un sistema informacional que posee una legalidad propia y
que, aunque necesite del soporte físico del cerebro para existir, no debe confundirse con éste a la hora
de estudiar cómo funciona.
Al postular un sistema informacional central e interno el funcionalismo permite una explicación
mentalista de la conducta (lo que negaba el conductivismo). Al destacar el carácter informacional en
contraposición al físico-neutral propio del fisicalismo, el funcionalismo evitaría el reduccionismo
neurofisiologgico.
Para el dualismo funcional la mente es uno de los dos niveles en que puede estudiarse al sistema
cerebro-mente. Cuando el sistema es observado a nivel de las representaciones mentales, se está
dentro del dominio de la psicología; cuando se lo observa a nivel de la estructura cerebral subyacente,
se está bajo el dominio de la neurofisiología. El dualismo funcional indica que aunque la mente no pueda
existir sin el cerebro, su lógica funcional no debe confundirse con el funcionamiento cerebral.

• El esquema ilustra:
» La mente guarda con el cerebro similares
relaciones que el software con el hardware de la
computadora.
» La mente se encuentra realizada o materializada
en el cerebro, del mismo modo en que el software
está implementando en el hardware. La
implicancia es sencilla: sin cerebro no hay mente,
del mismo modo en que sin hardware no hay
software.
» Asimismo, en un nivel puede decirse que el cerebro causa la mente del mismo modo en que los
procesos del hardware son los que determinan, momento a momento, lo que en otro nivel es leído
como software.
» Sin embargo, la anterior no invalida al hecho de que, en un nivel simbólico emergente la mente tenga
sus propias leyes distintas a las del nivel subyacente del cerebro; de modo análogo que la dependencia
causal con el hardware no invalida el carácter epistémicamente autónomo de las leyes lógicas del
software.
» IMPLICANCIA FINAL: en el marco del funcionalismo conocer cómo funciona el cerebro resulta
insuficiente para conocer cómo funciona la mente, aun cuando esta dependa de aquel. De igual modo
en que resultaría impropio estudiar el software en el plano del hardware, en lugar de hacerlo en el plano
logico que lo defina como tal.
Críticas de Bruner

Las críticas de Bruner tienen que ver con que se perdió lo que era la mente en el cognitivismo. Bruner
quiere recuperar ese concepto de mente, dice que al usar la metáfora del computador estamos
deshumanizando la mente humana, es decir, se están olvidando del sujeto en sí. Para Bruner la
recuperación de la mente implicaba elevar el estudio del significado al estatus de concepto central,
decía que al sustituir el significado subjetivo por los estados informacionales de un sistema concebido de
modo abstracta, era incorrecto, era alejarse de la mente, no daban lugar a estados subjetivos como
reflexionar, desear o intercambiar significados. Lo que Bruner va a hacer es recuperar la mente y meter
a la cultura y lo social en su estudio.
Bruner expresa su malestar con la evolución de la corriente que contribuyó a crear.
» Bruner sostiene que el objetivo fundamental de la "revolución cognitiva" era recuperar a la mente
como legítimo objeto de estudio de la psicología. Para Bruner la recuperación de la mente implicaba
construir el estudio del significado a la posición de concepto central.
» Según este autor, aquella fallida revolución habría extraviado el propósito, al remplazar el significado
subjetivo por los estados informacionales de un sistema concebido de modo abstracto.
»Bruner consideraba que esa concepción de la mente no dejaba una adecuada capacidad a estados
subjetivos como reflexionar, desear o intercambiar significados. Consideraba que la concepción clásica
del cognitivismo estaba basada en un sujeto más focalizado en los intercambios con el mundo físico que
en los sociales y culturales.
»Bruner considera realizar una revolución que permita comprender cómo los seres humanos son
capaces de construir y compartir significados en tanto seres sociales moldeados por la cultura. Entiende
que las relaciones significativas con los otros no solo cuentan en tanto actos reales, sino que poseen una
dimensión internalizada omnipresente en los actos mentales más íntimos.
» Bruner destaca la dimensión narrativa de la mente humana, que refiere al hecho de que vivimos la
vida desde la perspectiva de las historias que forjamos acerca de nosotros mismos.

Tres críticas de Searle

» El cognitivismo supone una especie de conductismo residual: el funcionalismo cae en una especie de
“conductivismo residual”, donde el carácter mental de un sistema se define de acuerdo de lo que éste es
capaz de producir (output) a partir de una información entrante (input), antes que en lo que se
experimenta realmente en ese nivel interno.
» El cognitivismo supone una especie de dualismo residual: el funcionalismo cae en un “dualismo
residual”, en la medida en que si el nivel mental no fuera esencialmente consciente ni neural, sino
lógico-simbólico-informacional-funcional, no habría impedimento teórico para que la mente pudiera
unirse de un soporte a otro, como ocurre con los programas respecto de las computadoras.
» Postular el nivel de la mente computacional es innecesario: somete a critica la idea de un inconsciente
computacional. Sostiene que esa noción surge debido al carácter elusivo de las relaciones entre la
mente y el cerebro. Sugiere que cuando no se comprende bien el modo en que se relacionan dos cosas,
se cae en la tentación de postular una tercera que actué como ensamblador. Sostiene que esa es la
razón que explica la postulación de un nivel que resulta innecesario y engañoso. Para demostrar dicha
falacia argumenta que la idea de un sistema mental inconsciente resulta comprensible si al mismo
tiempo se considerara que tal nivel inconsciente podría ser potencialmente consciente. En caso
contrario, no existe razón para poder considerar que el supuesto sistema inconsciente sea de naturaleza
mental antes que cerebral. El autor sostiene que el nivel de computos inconscientes que postula el
cognitivismo, de existir, se corresponde mejor a una actividad neural subyacente que a un nivel
intermedio que operaria entre la mente consciente y el cerebro.
• UNIDAD 2. La mirada mental.

• RIVIÈRE, A. & NÚÑEZ, M

¿Qué es la teoría de la mente?

La teoría de la mente es un subsistema cognitivo, que se compone de un soporte conceptual y unos


mecanismos de inferencia, es la capacidad humana de atribuir estados mentales (tales como creencias,
emociones, deseos e intenciones) a los demás. Se trata del fundamento cognitivo tanto de las destrezas
maquiavélicas del hombre como de sus habilidades de cooperación comunicativa mas especificas y
complejas.

Teoría de la mente y engaño táctico

En ciertas situaciones de engaño se pone de manifiesto cómo un individuo “sabe” que otro tiene una
representación errónea de una situación (cuando no es él mismo quien la induce), y se aprovecha de la
situación en beneficio propio, gracias a que predice correctamente la conducta del otro en función de la
representación errónea que éste posee, y que el individuo engañoso distingue de la propia.
Un ejemplo es el de una especie de hormigas que esclavizan a otras usando un procedimiento muy
maquiavélico para capturarlas: algunas de ellas entran en el hormiguero de las esclavas potenciales y
emiten feromonas de alarma (sustancias semioquímicas que “significan peligro”), lo cual provoca que
salgan del hormiguero esas hormigas “alarmadas” y terminan siendo capturadas por las “astutas”
hormigas esclavistas. Entonces, estas hormigas astutas utilizan las feromonas como forma de engaño
(estrategia) para hacer que las hormigas esclavas trabajen para ellas y obtener un beneficio propio.

Implicancias de las teorías de la mente: altruismo, engaño, maquiavelismo, etc

La teoría de la mente es el fundamento tanto de las destrezas maquiavélicas del hombre como de sus
habilidades de cooperación comunicativa más específicas y complejas. Sin teoría de la mente no
existirían las habilidades sociales, ni el altruismo, ni la cooperación, ni la manipulación ni la psicopatía;
tampoco existirían sentimientos como el amor, la compasión, el odio, los celos, la envidia, la vergüenza
o la culpa. Sin la ToM careceríamos de virtud y la dimensión moral no tendría significado. Las nociones
de bien y de al solo son posibles cuando se atribuye mente a otros. Mentir, engañar, cooperar o hacer el
bien solo tienen significado si creemos que existen otros capaces de pensar, sentir y querer.

Experimento de la falsa creencia

Heinz Wimmer y Joseph Perner idearon una tarea que, sirviéndose del lenguaje, permitía determinar el
momento de desarrollo de la Teoría de la Mente. Se trata de la tarea o el “paradigma de la falsa
creencia”, y consiste en una historia que se va contando al niño, al tiempo que se representa mediante
muñecas y maquetas.
La historia es la siguiente: (figura 1): dos personajes (Pedro y Juan), están en una habitación. Uno de
ellos, Pedro, posee un objeto atractivo (por ejemplo, una bolita), que el otro no tiene. Pedro guarda el
objeto en un lugar o lo esconde en un recipiente, y a continuación se marcha de la habitación. En su
ausencia, Juan cambia el objeto de lugar. Ahora llega el momento culminante: Pedro va a volver a la
habitación, y se hace al niño la pregunta critica: “¿Dónde va a buscar Pedro la bolita?” Para poder
responder correctamente, el niño tiene que darse cuenta de que Pedro posee una creencia falsa con
respecto a la situación, distinguiéndola de su propia creencia (verdadera) acerca de la localización real
del objeto. Es decir, el niño tiene que representarse mentalmente no solo un estado de hechos, sino
también la capacidad en Pedro de representarse, a su vez la situación en función de su acceso
informativo a ella. A esa capacidad de “representarse una representación, en su calidad de
representación” - y sobre todo una creencia, una representación que suele ser falsa o verdadera- se ha
considerado como el supuesto básico de la Teoría de la Mente.
Los niños menores de 4 años y medio se muestran capaces de predecir bien la acción "equivocada" del
personaje objetivamente engañado en la tarea de la falsa creencia, es decir, a pesar de de que estos
niños saben bien todos los elementos de la historia (dónde está el objeto escondido actualmente y
dónde estaba al principio, etc) tienden a cometer un error realista o un error egocéntrico: el niño cree
que su punto de vista es único al suponer que lo que él sabe es lo que saben los demás. No tienen en
cuenta el estado de creencia del personaje y predicen que buscará el objeto donde realmente está,
sabiendo que éste no se había enterado del cambio de lugar de dicho objeto. En cambio, los niños
mayores de 4 años y medio responden acertadamente que Pedro buscará la bolita en la cesta, dado que
es allí donde Pedro la vio por última vez y, además, que él no pudo ver el cambio realizado por Juan.
El procedimiento experimental inventado por fulano y fulanito era un ingenioso test para determinar la
presencia o no de una teoría de la mente en el niño y su uso ha sido muy frecuente e influyente en el
estudio de esta capacidad.

Experimento de la ventana y actividad mentalista de segundo orden

• Experimento de la ventana:
Teniendo en cuenta el experimento de la falsa creencia, supongamos que ahora se introducen una
variable en la historia: Pedro, quién fue el que guardó el objeto y luego después de la habitación, mira
por una ventana y ve lo que hace Juan. Ahora no tiene una falsa creencia sino una verdadera acerca de
la situación. Pero Juan, que no sabe que Pedro había visto todo, tiene una creencia falsa acerca de la
creencia de Pedro.
• Pregunta de segundo orden: ¿Dónde te parece a vos que Juan supone que Pedro va a buscar el objeto?
¿Que pensas vos que piensa Juan respecto a lo que pensaría Pedro?
Juan cree que Pedro creerá que la bola está en dónde él la dejó (pero no), ahora la falsa creencia la tiene
Juan respecto a la experiencia de Pedro ya que él en realidad vio todo por la ventana, entonces él no
tiene la falsa creencia. Pedro vio que Juan cambió el objeto de lugar.

Intencionalidad recursiva

La “teoría de la mente” es la capacidad humana de atribuir estados mentales como creencias,


emociones, deseos e intenciones a los demás, la “recursividad” refiere a la capacidad mental que nos
permite juntar pensamientos dentro de otros pensamientos.
Al combinar ambas capacidades surge el fenómeno de la intencionalidad recursiva, el cual es el proceso
de unir cadenas de pensamientos sobre pensamientos atribuidos a los demás. A su vez, la
intencionalidad recursiva puede combinar secuencias representacionales propias y de los otros.
• Ejemplos:
» “Yo sabía que no él no lo sabía. En realidad el no podía saberlo”.
» “Creo que está actuando así porque está celoso”.
» “No creo que sean celos; diría más bien que apenas es una cuestión de resentimiento”.
» “Decidí no hacerle ese regalo porque supuse que ella le daría otro significado”.
» “Yo sabía que él no podía saberlo, porque yo sabía que él creía que yo no había estado el día en que lo
supe”.
» “El creía que ella pensaba que (él) estaba triste porque ella le había ocultado algo que pensaba que (él)
no debería saber (…) (!)”.

Dos experimentos con niños autistas: falsa creencia y ordenamiento de historias

• Experimento de falsa creencia:


Simon Baron-Cohen, Alan Leslie y Uta Frith utilizaron el paradigma de la falsa creencia para someter a
prueba la hipótesis de un déficit cognitivo, en autistas, en Teoría de la Mente. Aplicaron una forma de la
tarea clásica a una muestra de niños autistas, y compararon sus respuestas con las que daban los niños
normales y con síndrome de Down.
» Descubrieron que a pesar de su mayor edad mental, los niños autistas tenían un déficit específico en la
resolución de la tarea: un 80% de ellos cometió el “error realista” de decir que la muñeca
“objetivamente engañada” buscaría el objeto donde realmente estaba. Parecían incapaces de
representarse la creencia falsa del personaje, a diferencia de lo que sucedía con los niños normales de
cuatro años y medio de edad mental y cronológica (que daban la respuesta correcta de predicción en un
85% de los casos) y de los niños con síndrome de Down (86% de respuestas correctas).

• Experimento de ordenamiento de historias:


Baron-Cohen, Leslie y Frith, en una investigación, se sirvieron de una tarea que exigía ordenar
historietas. En este caso, las historietas podían ser de tres tipos: historietas mecánicas,
comportamentales e intencionales. Las primeras exigían establecer un vinculo solamente físico entre
sucesos (por ejemplo, en la primera viñeta un hombre se acerca a una piedra. Luego la golpea y la piedra
rueda por un precipicio). Las segundas, rutinas comportamentales (por ejemplo, un panadero prepara la
masa para un pastel; la lleva al horno y luego saca el pastel). Las últimas obligan a comprender vínculos
intencionales: a entender la conducta de alguien en función de su estado mental (por ejemplo, un
personaje deja un osito en el suelo para cortar una flor, otro personaje se lleva el osito y el primero “se
sorprende” por no encontrar el osito que “creía” que estaba a su lado).
» Los autistas resolvían mejor que los niños normales o con síndrome de Down las historietas mecánicas
(lo cual es lógico, teniendo en cuenta su mayor edad mental), e igual que los normales (ambos mejor
que los Down) las comportamentales. Sin embargo, su rendimiento en la ordenación de las historietas
intencionales era muy inferior al de los otros grupos. Los datos indican que, cuándo ésta exige una
actividad "mentalista", los autistas muestran una especial incapacidad que no parece deberse a otros
aspectos de la actividad exigida, sino a la exigencia de inferir estados mentales. Por otra parte, los niños
normales están "cognitivamente primados" para la interacción, dicho de otro modo, la complejidad y la
elaboración que alcanza el subsistema cognitivo y conceptual de la teoría de la mente de los niños
normales hacia los cuatro años y medio no se corresponden con los que tienen otros subsistemas
conceptuales, propios de otros dominios, para esa misma edad.
• UNIDAD 3. La mente consciente.

• CHALMERS, D.J & ALVAREZ J.A

¿Qué es la consciencia? - Catalogo de las experiencias conscientes

La consciencia es tener percepciones, pensamientos y sentimientos, percatación. Para ser conciente solo
es necesario percatarse del mundo externo, es imposible explicar bien que es la conciencia, que hace y
porque evolucionó. Lo que es central para la conciencia es la experiencia.
Cuando percibimos, pensamos y actuamos, existe un ruido de fondo de causalidad y procesamiento de
información, es decir, existe también un aspecto interno, hay algo que se siente como ser un agente
cognitivo, este aspecto es la experiencia conciente.

• Catalogo de las experiencias conscientes:


» Experiencias visuales: las sensaciones de color se destacan como ejemplos paradigmáticos de la
experiencia conciente debido a su pura y aparentemente inefable naturaleza cualitativa. Y nos
preguntamos, ¿Por qué debería experimentarse de esta forma y no de otra? ¿Cómo podría transmitir
esta experiencia tan particular?
Otros aspectos de la experiencia visual incluyen la experiencia de la forma, el tamaño, el brillo, la
oscuridad y la experiencia de la profundidad.
» Experiencias auditivas: los sonidos pueden ser bastante independientes. Por ejemplo, entra una
llamada a mi teléfono, dispositivo interno vibra, inicia una ronda compleja en el aire y luego llega a mis
tímpanos, y yo escucho un campanilleo. La experiencia musical es el aspecto más rico de la experiencia
auditiva.
» Experiencias táctiles: las texturas proporcionan otros de los espacios más ricos en cualidades
experimentales. Por ejemplo: el agua, el algodón de azúcar, los labios de otra persona; los cuales tienen
su propia y única cualidad.
» Experiencias olfativas: su frecuencia está libre de cualquier objeto por lo que resulta una presencia
primitiva de nuestra variedad sensorial. Por ejemplo: la fragancia del césped recién cortado, el tibio
aroma del pan recién horneado, etc.
» Experiencias gustativas: hay cuatro dimensiones independientes de la percepción del gusto: dulce,
ácido, amargo y salado, los cuales se combinan con nuestro sentido olfativo para producir una gran
variedad de experiencias posibles: el sabor de la delicia turca, una pastilla de menta, etc.
» Experiencias de frio calor: son por ejemplo las sensaciones de calor sobre la piel cuando estamos cerca
de un fuego y en la sensación de frio quemante que obtenemos al tocar hielo seco.
» Dolor: los dolores forman una clase muy distintiva de experiencias cualitativas, son mas subjetivos que
cualquier otra experiencia sensorial. Por ejemplo: punzadas, quemaduras, etc.
» Otras sensaciones corporales: son por ejemplo las cefaleas, los retorcijones, la picazón, etc; muchas de
ellas tienen una cualidad única.
» Imaginería mental: son las imágenes mentales que se generan internamente.
» Pensamiento consiente: se aplica a nuestros pensamientos explícitos y a pensamientos que afectan al
propio flujo de la conciencia. Por ejemplo cuando pienso en un león, hay un valor de cualidad leonina en
mi fenomenología: pensar en un león es diferente de pensar en la torre Eiffel.
» Emociones: suelen estar asociadas con experiencias distintivas, las mismas pueden afectar la
experiencia consciente. Por ejemplo: un estado de ánimo alegre, una profunda depresión, etc, todas
ellas pueden afectar mucho la experiencia conciente.
» El sentido de sí mismo: a veces sentimos que hay algo en la experiencia consciente que trasciende a
todos estos elementos específicos, una especie de “ruido de fondo”.

Concepto fenoménico y psicológico de la mente

La ciencia cognitiva intenta explicar la conducta y se ocupa de la mente como la base interna de la
conducta y de los estados mentales en tanto los interpreta como aquellos estados relevantes a la
causalidad y la explicación de la conducta. En el origen de esto se encuentran dos conceptos distintos de
la mente: el fenomenológico y el psicológico.
•Concepto fenomenológico: es el concepto de la mente como experiencia consciente y el de un estado
mental como estado mental conscientemente experimentado, es el aspecto más desconcertante de la
mente. En este, la mente se caracteriza por el modo como se la experimenta.

• Concepto psicológico: es el concepto de la mente como base causal o explicativa de la conducta. Según
el concepto psicológico, importa poco si un estado mental tiene una cualidad consciente o no, lo que
importa es el papel que desempeña en una economía cognitiva. En este, la mente se caracteriza por lo
que hace.
» No hay ninguna cuestión de competencia entre estos dos conceptos, un concepto mental especifico
puede analizarse como fenoménico, psicológico o una combinación de ambos.
» Los conceptos fenoménicos tratan de los aspectos de primera persona de la mente y los conceptos
psicológicos de los aspectos de tercera persona.

Una propiedad fenoménica de la mente se caracteriza por cómo es para un sujeto experimentar esa
propiedad, mientras que una propiedad psicológica se caracteriza por su papel asociado en la causalidad
y/o explicación de la conducta.

• La doble vida de los términos mentales: 


Parece razonable decir que en un conjunto lo psicológico y lo fenoménico agotan lo mental, o sea, toda
propiedad mental es una o la otra o una combinación de las dos. Muchos conceptos mentales se
encuentran en el medio, tienen componentes de ambos conceptos como por ejemplo: el dolor,
obviamente es fenoménico pero tiene un componente psicológico asociado al tipo de estado que se
produce por un daño al organismo y reacciones de aversión. 

Los dos problemas mente - cuerpo

La división de las propiedades mentales en propiedades fenoménicas y psicológicas tiene el efecto de


dividir el problema mente-cuerpo en dos partes: una fácil y otra difícil.
» Así el problema fácil correspondería más a poder descifrar el puzzle que vincula a los diferentes tipos
de funcione mentales (memoria, aprendizaje, atención, emoción, etc.) con los diferentes tipos de
estructuras y procesos neurales; o, en otros términos, a poder determinar cómo el cerebro es capaz de
integrar la información proveniente del mundo físico a efectos de dirigir la conducta de los organismos.
» En cambio, el problema difícil atañería mejor a la dificultad de comprender el salto ontológico entre la
física del cerebro y la subjetividad fenoménica de la consciencia. En términos simplistas y/o metafóricos
“cómo una porción de carne es capaz de determinar toda nuestra vida mental” o “cómo el agua del
cerebro puede transformarse en el vino de la consciencia”.
• UNIDAD 3. La mente consciente.

• SEARLE, JOHN R

• Doce rasgos sobre la consciencia:


» Modalidades finitas.
» Unidad.
» Intencionalidad.
» Sentimiento subjetivo.
» Conexión entre consciencia e intencionalidad.
» Estructura gestáltica.
» Familiaridad.
» Desbordamiento.
» Centro y periferia.
» Condiciones limite.
» Estados de ánimo.
» Placer/displacer.
Modalidades finitas

La conciencia humana se manifiesta en un número limitado de modalidades. Además de los cinco


sentidos de la vista, el tacto, el olfato, el gusto y el oído, y el sexto (el sentido del equilibrio), hay
sensaciones corporales (la percepción propia, es decir, sensaciones físicas como los dolores) y el flujo del
pensamiento, el cual contiene palabras e imágenes, y elementos visuales que no son ni verbales ni
tienen forma de imágenes. No hay ninguna razón por la que la conciencia deba limitarse a estas formas.
Otro rasgo general de cada modalidad es que puede ocurrir bajo el aspecto de agradable o
desagradable, el aspecto placer/displacer de las modalidades conscientes se asocia con una forma de
intencionalidad. Encontramos desagradable ver por ejemplo, un hombre vomitando; y encontramos
agradable por ejemplo, las estrellas en una noche clara. En cada caso es mucho más que los aspectos
visuales de la escena lo que constituye la fuente del carácter agradable o desagradable.

Estos matices están sostenidos por bases biológicas que las determinan.

Sensaciones + emociones + pensamiento + sentimiento subjetivo

Unidad

Los estados conscientes se nos presentan como experiencias unificadas. La consciencia parece ser un
punto de llegada donde se integra información proveniente de múltiples vías.
Hay una integración vertical (fragmentos experienciales diversos se integran en un único momento en
una unidad global consciente y subjetiva. La memoria vertical, que es dar cuenta simultáneamente de
todos los diversos rasgos de cualquier estado consciente) y una integración horizontal (las experiencias
conscientes se integran a través del tiempo, por ejemplo, memoria a largo plazo, corto plazo).

Intencionalidad

La mayor parte de conciencia es intencional. Puedo, por ejemplo, estar con el ánimo deprimido o alegre
sin estar deprimido o alegre sobre nada en particular. En estos casos, mi estado de ánimo no es
intencional.
En general, en cualquier estado consciente, el estado se dirige hacia una u otra cosa, incluso si aquello a
lo que se dirige no existe, y en este sentido tiene intencionalidad. Para una clase de casos muy extensa,
la conciencia es, efectivamente, conciencia de algo y el «de» en «conciencia de» es el «de» de
intencionalidad.
• Brentano y la intencionalidad de la consciencia:
» En su distinción entre lo mental y lo físico, Brentano propone que los estados mentales poseen una
propiedad de la que carece lo físico: la intencionalidad.
» Los procesos mentales en su totalidad, se caracterizan por la propiedad de ser sobre, apuntar o versar
acerca de algo.
» El concepto de intencionalidad está íntimamente ligado al de representación, en la medida en que
toda representación referiría a algo.

Sentimiento subjetivo

La subjetividad es responsable del problema filosófico que tiene que ver con la conciencia.

La subjetividad involucra necesariamente el aspecto a-qué-se-parece-lo-que-se-siente de los estados


conscientes. Así, por ejemplo, puedo razonablemente preguntar a qué se parece el sentirse un delfín y
estar nadando todo el día, porque suponemos que los delfines tienen experiencias conscientes. Pero no
tiene sentido preguntarse a qué se parece sentirse una ripia clavada al techo año tras año, porque en el
sentido en que usamos esta expresión no hay nada a lo que se parezca sentirse una ripia dado que las
ripias no son conscientes.

Estructura gestáltica

Las experiencias perceptivas nos llegan corno una figura sobre un trasfondo. Por ejemplo, si veo el
jersey que está encima de la mesa que hay delante de mí, veo el jersey sobre el trasfondo de la mesa. Si
veo la mesa, la veo sobre el trasfondo del suelo. Y si veo el suelo, lo veo sobre el trasfondo de toda la
habitación; y así hasta que alcanzamos los límites de mi campo visual. Cualquier cosa en la que
concentro mi atención está sobre un trasfondo que no es el centro de atención.
El hecho de que nuestras percepciones normales estén siempre estructuradas está relacionado con la
estructura de base figurativa de las experiencias conscientes; el que yo no perciba pura y simplemente
contornos indiferenciados, sino que mis percepciones estén organizadas en objetos y rasgos de objetos.
Esto tiene como consecuencia el que todo ver (normal) es ver cómo, todo percibir (normal) es percibir
como, y de hecho, toda conciencia es conciencia de algo como tal y tal.
Hay dos rasgos diferentes, aunque relacionados: uno es la estructura de base figurativa de la
percepción, y el segundo es la organización de nuestras experiencias perceptivas (y de otras clases)
conscientes.

Familiaridad

Uno de los rasgos más extendidos de los estados ordinarios y no patológicos en los que alguien se da
cuenta conscientemente de algo es «el aspecto de la familiaridad». Como toda intencionalidad
consciente tiene un aspecto, y puesto que las formas no patológicas de la conciencia están
estructuradas u organizadas, la posesión previa de un aparato suficiente para generar conciencia
organizada y dotada de aspecto garantiza automáticamente que los rasgos de aspecto de la experiencia
consciente y las estructuras y la organización de la conciencia serán más o menos familiares. Por
ejemplo, cuando entro en mi habitación ésta me parece familiar; esto puede verse si nos imaginamos
que hubiese algo radicalmente no familiar, por ejemplo, un enorme elefante en medio de la habitación,
si el techo se hubiese desplomado o si alguien hubiera cambiado completamente los muebles. Pero en
el caso normal, la habitación me parece familiar. El aspecto de la familiaridad es lo que hace posible gran
parte de la organización y el orden de mis experiencias conscientes. Incluso si encuentro un elefante en
mi habitación o me topo con el techo derrumbado, el objeto me es todavía familiar como elefante o
como techo derrumbado y la habitación como mi habitación.
El aspecto de la familiaridad tiene grados diversos; es un fenómeno escalonado. En la parte superior de
la escala de familiaridad están los objetos, los escenarios, la gente y las visiones de mi vida cotidiana.
Más abajo están las escenas extrañas en las que los objetos y la gente me son fácilmente reconocibles y
categorizables. Más abajo aún están las escenas en las que encuentro poco que sea reconocible o
categorizable. Estas son las clases de escenas pintadas por los pintores surrealistas. Es posible imaginar
un caso límite en el que no se perciba nada como familiar, en el que no haya nada reconocible y
categorizable, ni siquiera como objeto, donde incluso mi propio cuerpo ya no fuera categorizable como
mío y ni siquiera como un cuerpo. Tal caso sería patológico en extremo. Ocurren formas menos
extremas de patología cuando, por ejemplo, en los estados de desesperación neurótica uno se fija en la
textura de la madera de una mesa y se encuentra totalmente perdido en ella, como si nunca hubiera
visto antes semejante cosa.

Desbordamiento

Los estados conscientes se refieren, en general, a algo que está más allá de su contenido inmediato. El
contenido inmediato tiende a rebosar, a conectar con otros pensamientos que en algún sentido eran
parte del contenido pero en otro no lo eran. Por ejemplo, a la vez que miro por la ventana los arboles y
el lago, se me pide que describa lo que veo, la respuesta tendría una amplitud indefinida. No veo solo
esos árboles como arboles, sino como pinos, como semejantes a los pinos de California, pero diferentes
en algunos aspectos, como semejantes en estos aspectos pero desemejantes en aquellos.
Centro y periferia

Dentro del campo de la conciencia, necesitamos distinguir entre aquellas cosas que están en el centro
de nuestra atención y las que están en la periferia. Somos conscientes de un extenso número de cosas a
las que no estamos prestando atención o sobre las que no nos estamos concentrando.
» En cada momento de consciencia podemos distinguir un foco donde nuestra atención está centrada.
Por ejemplo: esto que estoy viendo, escuchando, sintiendo, queriendo, diciendo, imaginando o
pensando.
» Fuera de ese centro atencional también tenemos una consciencia pasiva del contexto. Ejemplo: donde
estoy, la temperatura, cómo está desplegado mi cuerpo sobre el espacio, cuál es el trasfondo de la
escena, etc.
» Por último, en la franja externa de la experiencia se encuentran los límites de aquello que aunque
podríamos focalizar, se nos aparece contra el límite de lo casi advertido o inadvertido.

Estados de ánimo

Tenemos estados de ánimo que no son intencionales, aunque sean conscientes. Puedo estar en un
estado deprimido, alegre, y estos no necesitan estar conscientemente dirigidos a ninguna condición de
satisfacción intencional.

En todo estado de consciencia existe siempre una dimensión de placer y displacer. Los estados de ánimo
no constituyen por sí mismos el contenido total de un estado consciente pero, sin embargo,
proporcionan el tono o el color que caracteriza a la totalidad de un estado consciente o de una
secuencia de estados conscientes. Los estados de ánimo lo invaden todo, son más bien simples porque
no tienen intencionalidad esencial y parece que debería haber una explicación bioquímica de algunos
estados de ánimo.

Placer/displacer

Hay muchas subdimensiones en la dimensión placer/displacer.

En cada fragmento temporal de consciencia existe una dimensión de placer y displacer. Uno puede
siempre plantear alguna de las preguntas de un inventario que incluye: ¿Era divertido o no?, ¿Te gustó o
no?, ¿Cuando tenías dolor estabas desesperado, molesto, divertido, aburrido, etc.?

El placer y el dolor representan dos rasgos básicas de la consciencia y, asimismo, constituyen dos
poderosas fuerzas motivacionales.
El inconsciente y su relación con la consciencia

Searle sostiene que la consciencia existe. Dice que lo que llamamos estados inconscientes en realidad
usamos la terminología mal, en situaciones que en realidad no acontecen al icc sino a la misma
consciencia. Igual Searle directamente no cree en estados inconscientes, el siempre hace referencia a la
consciencia, no le cierra que algo vaya a un estado mental inconsciente, porque ESTADO MENTAL es la
consciencia, no el icc. El icc no sería un estado mental, no se le atribuye estado mental sino sería la cc.

Metáfora: Por ej el pez a veces está en la pecera pero el mismo pez puede estar sumergido o emerger.  
Pero es el mismo pez, el que salta o el que está sumergido.
Otro ej: Los objetos que yacen en un sótano oscuro continúan siendo tales, aunque no podamos verlos.
Verlos equivale a hacerlos cc pero mientras no los veamos continúan siendo lo que son. Solo
permanecen invisibles. (Hace referencia a lo icc).

Searle sostendría la tesis de que lo icc en sí mismo es actividad neural cosificada que potencialmente
podría dar emergencia a estados mentales cc. Hablar de estados mentales inconscientes es un
contrasentido para él.

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