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5 Orientaciones de la empresa
El marketing empresarial nos aporta una forma distinta de plantear y realizar la función
comercial o relación de intercambio entre dos o más partes. Este marketing desarrollado en
las empresas nace de las necesidades y deseos del consumidor que necesitan ser satisfechas
de la forma más beneficiosa, tanto para el propio consumidor como para el vendedor.
El marketing empresarial ayudará a estar alerta ante posibles cambios en las decisiones de
los consumidores, cada día son más exigentes y la producción debe de acomodarse a las
nuevas peticiones y a las nuevas tendencias utilizando las últimas tecnologías. La
satisfacción del cliente debe de ser completa y la relación lo más estrecha posible,
generando una confianza total.
Hoy en día, las empresas, tanto grandes como pymes, requieren un conjunto amplio de
capacidades para desarrollar su negocio de forma adecuada. Fuerte competencia, baja
demanda interna o escasez de crédito procedente de entidades financieras, son algunos de
los rasgos que definen el complicado mercado español. Esta situación obliga a las empresas
a buscar soluciones eficientes y replantearse su modelo de negocio.
No es de extrañar que las empresas cada vez demanden más servicios de consultoría, sobre
todo pymes, que carecen de capital para formar sus propios departamentos específicos.
Ante dicha situación, las pymes requieren de un servicio de gestión integral que abarque
diversos aspectos del negocio y que les permita afrontar con garantías los desafíos del
mercado. Por este motivo, los profesionales de la consultoría deben ofrecer a su clientes un
servicio lo más completo posible, que ayude a gestionar e invertir adecuadamente los
escasos recursos de los que dispone. Servicios que pueden ser administrativos, fiscales,
contables, de marketing tradicional, estratégicos o de marketing y comunicación digital.
En concreto, los propietarios de las pequeñas empresas son un grupo diverso de personas
entre los que se encuentran más mujeres, inmigrantes y jóvenes que en las grandes
corporaciones, que, en muchos casos, cuentan con un nivel de experiencia en marketing
bastante bajo.
Mientras medios tradicionales como el correo directo siguen teniendo un rol muy
importante en las estrategias de las pequeñas empresas, el gasto digital empieza a cobrar
importancia. Según los últimos datos, en Estados Unidos, las pequeñas y medianas
empresas han dedicado de media un 29 % de sus presupuestos de marketing a los medios
digitales. Un gasto que se dedica principalmente a Facebook y banners online.
2) CONSULTORÍA DE MARKETING
Como en todos los sectores, el cliente es el que manda, y el que solicita lo que quiere
conseguir con la contratación de una consultora. Los clientes señalan como las
características de la consultora de marketing ideal la creatividad, el conocimiento del
mercado y el buen servicio, aunque también valoran, cada vez más, aspectos como el
planteamiento estratégico, la proactividad o la integración. En el caso de las consultoras
especializadas en los medios digitales se busca, sobre todo, dominio de las nuevas
tecnologías, creatividad y el conocimiento del mercado y del sector.
Utilizar el marketing como herramienta en los negocios era poco usual en décadas pasadas,
actualmente esto ha cambiado, las empresas han descubierto con el paso de los años que su
aplicación genera beneficios a corto o largo plazo, ahora las empresas modernas ven al
marketing no como un lujo sino como una necesidad, por los beneficios y ventajas que les
generan.
Pero, ¿cuáles son estos beneficios que nos brinda el marketing?, a continuación
presentamos los principales beneficios que se generan tras la contratación de una consultora
de marketing que apoye a la empresa en el desarrollo de su estrategia:
2. Ganar y fidelizar clientes. No hay que confundir este beneficio con el anterior, puesto
que aquel solo asegura una compra, mas no asegura que el cliente vuelva a elegir tus
productos. Es por ello que el beneficio de fidelizar clientes nos proporciona la seguridad de
la intención de compra por parte de los clientes, se entiende por esto el retorno del cliente a
comprar una misma marca frecuentemente.
4. Identificar a los clientes reales. Esto implica conocer e interactuar con los clientes
potenciales, es decir, los posibles compradores, y, así evitar llegar a personas que jamás
comprarían nuestro producto.
2.4.1.1. Introducción.
Otras interpretaciones también con cierto carácter filosófico pero desde una perspectiva de
comportamiento son las de Harris,62 y Turner y Spencer63 que hacen énfasis en el tema de
la “cultura organizativa”. Así, Harris sintetiza los conceptos de orientación al mercado y de
cultura organizativa obteniendo conclusiones teóricas sobre culturas y organizaciones
orientadas al mercado y en especial, sobre la capacidad de la subcultura de marketing para
dominar a la cultura organizativa general de la empresa. Por su parte, Turner y Spencer
presentan una visión de la filosofía de marketing desde el punto de vista de la cultura
empresarial formulando un método de análisis para la implantación de la filosofía de
marketing, que denominan “paradigma del símbolo organizativo”.
En un momento determinado al tener una cantidad para invertir en un negocio, algo que se
puede venir a la mente es… invierto en tal, ya que en la zona donde pienso abrirlo, no
existe, o no hay competencia, o, he notado que solicitan este servicio, etc. por lo que el
empresario se ve tentado a invertir en determinado negocio. La otra opción, el clásico…
porqué no abres un negocio de… ya que tu tienes facilidad para tal o cual cosa.
Es por esto que es importante identificar en cuál de estos sectores están nuestros clientes,
para entender qué es lo que quieren, cómo lo usan, porqué lo compran, para poder ajustar
todas las actividades de la empresa en satisfacer estas genuinas demandas. Esto sí es estar
orientado al mercado.
Un aspecto que resulta de especial interés en relación con el estudio del concepto de
orientación al mercado, es por qué unas organizaciones están más orientadas al mercado
que otras. Así, en los últimos estudios sobre esta materia (Jaworski y Kohli, 1993; Hulland,
1995; Pelham y Wilson, 1996; Gounaris y Avlonitis, 1997; Bhuian, 1998; Varela y Calvo,
1998; Avlonitis y Gounaris, 1999; Cadogan y Paul, 1999) se profundiza en cómo un
conjunto de variables internas a las organizaciones, denominadas antecedentes, pueden
afectar a su grado de orientación al mercado. En concreto, los antecedentes se definen como
“el conjunto de factores organizativos que favorecen o impiden la puesta en marcha o
ejecución de la filosofía de negocios que representa el concepto de marketing” (Kohli y
Jaworski, 1990). En palabras de Varela y Calvo (1998), “estos antecedentes son de especial
importancia dado su potencial para orientar un programa de cambio organizativo tendente a
incrementar el Comportamiento Orientado al Mercado (COM)”, hasta el punto de tener la
consideración de “aspectos críticos en la puesta en práctica del marketing” (Meldrum,
1996).
De todos ellos nos vamos a centrar en el estudio de aquellos antecedentes que son objeto de
una mayor discusión en la literatura especializada: 1) el grado de aversión al riesgo del
equipo directivo, 2) el nivel de formalización y 3) el nivel de centralización que definen
estructuralmente a la organización. La primera variable considerada se trata de un
antecedente relacionado con las características del equipo directivo, mientras que las dos
últimas reflejan el tipo de estructura organizativa de las empresas industriales objeto de
estudio.
paginas
http://www.revistaasturianadeeconomia.org/raepdf/25/P215-244.pdf
http://www.eumed.net/tesis-doctorales/2006/apfh/1f.htm