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GUÍA DE ESTUDIO

LOS DECRETOS DE DIOS

El decreto de Dios puede definirse con el Catecismo Menor de Westminster, como "su propósito eterno,
según el consejo de su propia voluntad, en virtud del cual ha pre ordenado para su propia gloria todo lo que
sucede.”

1. CARACTERISTICAS DEL DECRETO DIVINO

a) El decreto divino es uno

- El decreto divino es un acto singular de Dios.


- No hay, pues, series de decretos en Dios, sino simplemente un plan que abarca todo lo que sucede.

b) El decreto se relaciona con el conocimiento de Dios

- Del conocimiento de todas las cosas posibles y mediantes un acto de su perfecta voluntad dirigida por sabias
consideraciones seleccionó lo que quería ejecutar, y de este modo formó su propósito eterno.
- En Dios no hay ningún decreto ciego, antes únicamente un propósito inteligente y deliberado.

c) El decreto se fundamenta en la sabiduría divina

- El plan de Dios consiste en hacer todas las cosas «conforme al designio de su voluntad» (Ef. 1:11). Esta
declaración expresa en forma implícita que el decreto de Dios se fundamenta en su sabiduría. Si bien es cierto
que no comprendemos gran parte del plan de Dios, es indudable que Dios concibió su plan con sabiduría.

d) El decreto relaciona a Dios y al hombre

- El decreto abarca todas las obras de Dios en la creación y en la redención, y también incluye las acciones de
sus seres morales libres, sin excluir sus acciones pecaminosas.
- Aunque es cierto que la entrada del pecado en el mundo y sus diversas manifestaciones en la vida de ángeles y
seres humanos fueron incluidas en su decreto, esto no significa que Dios mismo decidió llevarlas a cabo. El
decreto de Dios con relación al pecado es un decreto permisivo.
- Este nombre no implica que el futuro de estos actos no sea seguro para Dios, sino simplemente que El permita
que tales actos acontezcan por medio de la libre agencia de sus criaturas racionales. Dios no se hace responsable
en forma alguna de tales actos pecaminosos.

e) El decreto para actuar no es el acto mismo

- Los decretos son manifestaciones y ejercicios internos de los atributos divinos, que convierten en seguro el
futuro de las cosas; pero esto no debe confundirse con la realización de sus objetos en la creación, providencia
y redención. El decreto para crear, no es la creación misma, ni el decreto para Justificar es la justificación misma.
f) El decreto es eterno

- Esta característica no significa sencillamente que el decreto fue concebido antes del origen del tiempo, sino
que también, aunque se relaciona a cosas que suceden en la historia, su formación es y permanece como un acto
interno del ser divino, y es por lo tanto eterno en el sentido más estricto de la palabra.

g) El decreto es eficaz

- El hecho de que Dios haya producido un plan divino no significa que él mismo haya decidido llevar a cabo todo
lo que está incluido en su plan; más bien significa que lo que ha decidido hacer ciertamente sucederá, y que nada
puede impedir su propósito (Sal. 33:11; Pr. 19:21; Is. 46:10).

h) El decreto es inmutable

- Él no cambia de planes debido a que es fiel y verdadero (Job 23:13, 14; Is. 46:10; Le. 22:22; Hch. 2:23).

i) El decreto es incondicional

- El decreto no depende en lo absoluto de ninguna cosa externa, como por ejemplo, de los actos libres de las
criaturas morales y racionales de Dios.
- Tampoco depende de la desobediencia o de la fe que de antemano Dios ve que los seres humanos ejercerán. -
- Dios ha determinado no sólo lo que ha de suceder, sino también las condiciones bajo las cuales se ha de realizar
(Hch. 2:23; Ef. 2:8; 1 P. 1:2).

j) El decreto lo abarca todo

- Incluye las buenas obras de los seres humanos (Ef. 2:10), sus malas obras (Pr. 16:4; Hch. 2:23; 4:27, 28), sucesos
condicionados a las circunstancias (Gn. 45:8; 50:20; Pr. 16:33), el fin y los medios (2 Ts. 2:13; Ef. 1:4), la longevidad
del ser humano (Job 14:5; Sal. 39:4), y el lugar donde éste habita (Hch. 17:26).

k) El decreto permite que el pecado ocurra

- El decreto asegura el acaecimiento de los futuros actos pecaminosos, pero esto no significa que Dios mismo
realizará dichos actos.
- Dios decretó no impedir los actos pecaminosos que se producen por la autodeterminación de las criaturas; más
bien decretó controlar y regular sus resultados (Sal. 78:29; 106:15; Hch. 14:16; 17:30).

2. OBJECIONES CONTRA LA DOCTRINA

a) Se afirma que no concuerda con la libertad moral del ser humano.


b) Se dice que priva al ser humano de toda motivación para buscar la salvación.
c) Se dice que hace a Dios autor del pecado.

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