Está en la página 1de 10

ARTIGO ARTICLE S41

Globalización y enfermedades infecciosas en las


poblaciones indígenas de México

Globalization and infectious diseases in Mexico’s


indigenous population

Roberto Castro 1
Joaquina Erviti 1
René Leyva 2

Abstract Globalización

1 Centro Regional
This paper discusses the health status of indig- El tema de la “globalización” es a la vez fami-
de Investigaciones
Multidisciplinarias,
enous populations in Mexico. The first section liar y complejo. El uso frecuente de la expre-
Universidad Nacional characterizes the concept of globalization and sión – en los medios de comunicación, en los
Autónoma de México, its links to the population’s health. Based on discursos políticos, en el espacio académico,
Cuernavaca, México.
2 Centro de Investigación en available statistical data, the second section por mencionar sólo algunos – ha generado una
Sistemas de Salud, Instituto documents the current indigenous populations’ suerte de certeza colectiva, por lo menos entre
Nacional de Salud Pública, health status in the country. The article then las capas medias y altas de la sociedad, respecto
Cuernavaca, México.
argues that the presupposition of equity, cru- a la vigencia del fenómeno. El concepto alude
Correspondencia cial to globalization theory, does not apply to simultáneamente a por lo menos tres dimen-
R. Castro
this case. Using the Mexican National Health siones de la experiencia cotidiana: primero, la
Centro Regional
de Investigaciones Survey (2000), the third section further analyz- globalización “explica” la creciente sensación
Multidisciplinarias, es the health status of indigenous populations de que el mundo se ha reducido de tamaño,
Universidad Nacional
and identifies important inconsistencies in the sensación que a su vez se deriva, entre otras
Autónoma de México.
Apartado Postal 4-106, data. The discussion section contends that these cosas, del desarrollo de los medios de comu-
C.P. 62431, Cuernavaca, inconsistencies derive from the fact that such nicación y en particular de Internet; segundo,
Morelia, México.
health surveys fail to contemplate the cultural el concepto también “explica” que muchas de
rcastro@servidor.unam.mx
specificities of indigenous peoples, thus lead- nuestras acciones políticas, económicas, y de
ing to erroneous interpretations of the data. The otros tipos, otrora locales, tengan ahora un
article concludes that statistics on indigenous carácter de mucho más amplio alcance, más
peoples’ health must be interpreted with extreme allá de nuestras propias fronteras; y tercero, el
caution and always with the support of social concepto de “globalización” también hace re-
science theories and research methods. ferencia a una “tendencia mundial” – de corte
fundamentalmente económico, pero también
Communicable Diseases; Indigenous Health; político, social, ambiental, y de salud – frente a
Equity la que aparentemente no hay nada que hacer,
ante la que los individuos tienen escaso o nulo
control, y a la que más vale sumarse. En este
sentido, globalización se refiere “no a lo que no-
sotros queremos hacer, sino a lo que nos sucede
a todos” (cursivas en el original) 1 (p. 81).

Cad. Saúde Pública, Rio de Janeiro, 23 Sup 1:S41-S50, 2007


S42 Castro R et al.

El tema de la globalización es objeto de un entre los pobres, consecuencia del aumento de


intenso debate internacional en el que se escu- la desigualdad entre pobres y ricos 5.
chan posiciones que destacan tanto los bene- Este último aspecto, el de las enfermedades
ficios como las desventajas del fenómeno. La infecciosas, es el que nos interesa destacar en es-
dificultad en seguir este debate estriba, entre te trabajo, en relación con la población indígena
otras cosas, en que hay por lo menos seis te- de México. La globalización, como han sugeri-
mas que habitualmente se asocian con la glo- do diversos autores, implica mucho más que la
balización, a saber: (a) la cuestión tecnológica, mera apertura de los mercados y la desregula-
referida al desarrollo de los medios y sistemas ción financiera internacional. La globalización
de comunicación; (b) la cuestión económica, entraña una radicalización del capitalismo, con
referida a la expansión global del capitalismo una consecuente exacerbación de sus efectos.
(aumento del volumen y frecuencia de los flu- Permite a las clases medias y altas incrementar
jos de capital, bienes y divisas, privatizaciones, tanto su nivel como su velocidad de consumo.
etc.); (c) la cuestión socio-cultural, referida al Pero refuerza, por la propia lógica del mercado, la
fortalecimiento de la sociedad civil, al flujo e in- cultura de lo efímero (primacía de lo desechable
tercambio de ideas, y a la occidentalización del y de lo reemplazable), de lo superfluo (primacía
conocimiento de los pueblos indígenas; (d) la de productos innecesarios), y de lo precario (pri-
cuestión demográfica, referida al incremento en macía de la inestabilidad laboral, cancelación del
los desplazamientos de personas por el mundo; concepto tradicional de “carrera laboral”, etc.) 6.
(e) la cuestión política, referida a la creciente La teoría de la globalización supone condi-
preocupación mundial por la democracia, los ciones de inicio eficientes y equitativas entre los
derechos humanos, y a la necesidad de impulsar diversos países (mercados nacionales competi-
un mayor número de acuerdos multilaterales; tivos, baja concentración de la riqueza, acceso
y (f ) la cuestión medioambiental, referida a la universal a los servicios de salud, etc.) con el fin
creciente preocupación mundial por la degra- de asegurar una distribución relativamente equi-
dación del medio ambiente, el cambio climático tativa de sus beneficios. Los resultados a que ha
global, y el interés por preservar los bienes pú- dado lugar la globalización en los diversos países
blicos globales 2. están claramente asociados a las condiciones eco-
A los efectos de este artículo, suscribimos el nómicas, sociales y ambientales pre-existentes,
concepto de globalización que hace referencia al así como al tipo de políticas (de salud, educación
creciente proceso de desregulación económica y y bienestar) que se han adoptado para fortalecer
financiera que está teniendo lugar en el mundo las capacidades ciudadanas 7,8. Existen estudios
y cuya consecuencia inmediata es un creciente que muestran que, en términos macroeconómi-
“flujo de información, bienes, capital y personas cos al menos, la globalización ha sido benéfica
a través de las fronteras económicas y políticas” 3 para algunos países, particularmente del sudeste
(p. 22). El proceso de globalización de cada país asiático, que pudieron impulsar su participación
va acompañado de un conjunto de reformas ta- en el comercio mundial replicando en buena
les como privatizaciones, liberalización del co- medida el patrón de desarrollo que siguieron las
mercio, desregulación financiera interna, des- economías más ricas del mundo 9, a través de
regulación financiera internacional, reforma en medidas políticas y económicas que hoy prohíbe
materia fiscal y de transferencias, y reforma del la Organización Mundial del Comercio.
mercado laboral. Por ello, la experiencia de la globalización
Walt 4 ha identificado diversas consecuencias económica ha resultado enteramente diferente
en el ámbito de la salud que se derivan del pro- para otros países donde existen condiciones de
ceso de globalización. Por ejemplo, se está dando menor desigualdad social. Las desventajas, como
un impulso a los mercados de salud (hospitales, cabe esperar, se han concentrado sobretodo en
seguros) con inversiones “seguras” y abandono los grupos más desfavorecidos, particularmen-
de los sectores más pobres; la industria farmacéu- te las poblaciones indígenas, que han vivido en
tica se está desarrollando con un nuevo impulso, buena medida excluidas de los modelos de desa-
con frecuencia bajo prioridades de producción rrollo económico y social impulsados durante las
según la demanda del mercado y no según nece- últimas décadas.
sidades reales; una nueva forma de relación entre En lo que sigue caracterizaremos brevemente
los sectores público y privado en salud, donde la las condiciones sociales en las que la globaliza-
participación de este último se ha visto fortaleci- ción encuentra a las poblaciones indígenas de
da por la mercantilización y/o privatización de México; después discutiremos la situación de sa-
bienes y servicios en salud, otrora reservados pa- lud de los indígenas de este país, particularmente
ra el sector público; y finalmente un incremento en relación a las enfermedades infecciosas, y lo
en las enfermedades infecciosas particularmente haremos en comparación con la población no

Cad. Saúde Pública, Rio de Janeiro, 23 Sup 1:S41-S50, 2007


GLOBALIZACIÓN Y ENFERMEDADES INFECCIOSAS EN LAS POBLACIONES INDÍGENAS S43

indígena. Ello nos permitirá, en primer lugar, ar- dígenas (municipios con 70% o más de población
gumentar que existen datos concretos que docu- hablante de alguna lengua indígena) del país se
mentan el rezago en el que la globalización en- encuentran en condiciones de alta y muy alta
cuentra a los indígenas de este país, incumplién- marginación. Casi un tercio (32%) de la pobla-
dose, por lo tanto, el presupuesto fundamental ción hablante de alguna lengua indígena de es-
de la teoría de los beneficios de la globalización; te país se concentra en los estados de Chiapas,
pero en segundo lugar, argumentaremos que la Oaxaca y Guerrero, estados en los que a su vez
calidad misma de los datos sobre salud de los in- sólo vive alrededor del 11% de la población to-
dígenas estará en entredicho siempre que no se tal del país 16. Menos del 5% de las localidades
atienda a otras consideraciones, de carácter so- indígenas de México cuentan con los servicios
ciocultural, que son indispensables en el estudio urbanos básicos 17. En 1995, alrededor del 86%
de la salud de estos pueblos; y que, consecuen- de las viviendas mexicanas disponían de agua;
temente, la capacidad de analizar y de intervenir entre los hablantes de alguna lengua indígena,
en los procesos de salud de los pueblos indígenas este porcentaje no llegaba a 63%; de igual forma,
en el marco de la globalización requiere de un en ese mismo año el 93% de las viviendas del país
sistemático proceso de evaluación de la infor- contaba con energía eléctrica, y 75% disponía de
mación y de la generación de nuevos indicadores drenaje; entre los hablantes de alguna lengua in-
con sensibilidad cultural que expresen más fide- dígena estos porcentajes eran de sólo 75% y 34%
dignamente la realidad. respectivamente. Por otra parte, mientras que en
el país sólo el 22% de la fuerza laboral se dedica
a la agricultura, entre las comunidades indígenas
Indígenas en México: condiciones de este porcentaje asciende al 70% 18.
vida y salud según los datos disponibles Los estados de Oaxaca y Chiapas, localizados
en el sureste del país, concentran al 25% de la
La marginalidad de los indígenas en este país se población hablante de alguna lengua indígena
expresa incluso en la dificultad metodológica de este país, y presentan un alto grado de mar-
que presentan los censos y las encuestas nacio- ginación. En contraste, el estado de Nuevo León,
nales en lo que se refiere a la diferenciación de localizado en la zona fronteriza con los Esta-
la población indígena de la no-indígena (el pro- dos Unidos, no reúne ni el 1% de la población
blema de la calidad de los datos para estudiar hablante de alguna lengua indígena del país, y
a las poblaciones indígenas ha sido reportado presenta uno de los niveles más avanzados de
en diversos ámbitos 10). Lo cual a su vez reper- desarrollo económico y social 19. No sorprende,
cute en la estimación que se puede hacer sobre por ello, que mientras en Oaxaca y Chiapas sólo
el tamaño real de la población indígena. Existe el 13% de la población hablante de alguna lengua
en la actualidad un debate en México acerca de indígena tiene más de seis años de escolaridad,
los criterios que deben considerarse para defi- en Nuevo León este porcentaje llega al 66% (entre
nir esta población. Las posibilidades van desde población no-hablante de alguna lengua indíge-
considerar únicamente a la población que habla na). Mientras que en Oaxaca y Chiapas el 44% de
alguna lengua indígena (6,3 millones, equiva- la población hablante de alguna lengua indígena
lentes al 6,5% del total de los mexicanos), hasta mayor de 25 años tiene más tres hijos, en Nuevo
considerar como indígenas a estos más todos León este porcentaje sólo llega al 27% 16.
los habitantes de los hogares donde vive al me- En términos de salud, cabe destacar que en
nos una persona hablante de lengua indígena, 1998 la esperanza de vida al nacer de la población
y “corrigiendo” por diversas variables. En este nacional era de 74 años, mientras que entre la
último caso el total oscila entre los 12 y 13 millo- población hablante de alguna lengua indígena
nes de mexicanos (entre 12% y 13% de la pobla- era de sólo 69 años. De igual forma, los datos dis-
ción total) 11,12,13. La Encuesta Nacional de Salud ponibles indican que la mortalidad infantil en la
2000 14, realizada en el año 2000, identificó una población hablante de alguna lengua indígena es
proporción de 8% de población indígena a partir 58% superior a la media nacional 20. Otros datos
de la pregunta de si la persona entrevistada habla que ilustran el rezago de la población hablante de
alguna lengua indígena, dato que coincide con el alguna lengua indígena son aún más dramáticos:
reportado en el último Censo de Población 15. Por en el estado de Guerrero, la tasa de mortalidad in-
lo tanto, en lugar de hablar de población indíge- fantil es de 52 por 1.000, mientras que en Nuevo
na, hablaremos de población hablante de alguna León la tasa es de 14 por 1.000. Si contrastamos
lengua indígena. los municipios más diferenciados tenemos que
La condición de pobreza de la población ha- mientras que en San Nicolás de los Garza (Nuevo
blante de alguna lengua indígena en este país es León) la tasa de mortalidad infantil es de 9 por
bien conocida. El 88% de los 803 municipios in- 1.000, en San Martín Huamelulpan (Oaxaca) la

Cad. Saúde Pública, Rio de Janeiro, 23 Sup 1:S41-S50, 2007


S44 Castro R et al.

cifra llega a 103 21. Por otra parte, el número de blantes de alguna lengua indígena se caracteriza
muertes maternas entre mujeres hablantes de por un enorme rezago y por la presencia de enfer-
alguna lengua indígena es casi del triple, en com- medades evitables. Pero la “información disponi-
paración con las mujeres no-hablantes de alguna ble” también puede ser problemática, y sobre sus
lengua indígena 17. implicaciones queremos reflexionar ahora.
Como señala con toda claridad el Programa
Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indí-
genas 2001-2005: “tres de las principales causas Las estadísticas desconcertantes
de muerte entre la población indígena son las
infecciones intestinales, la gripe y la neumonía, La Tabla 2 presenta una comparación entre la
enfermedades cuyos condicionantes básicos son población hablante de alguna lengua indígena
el saneamiento, la calidad de la vivienda, y los y la no-hablante de alguna lengua indígena de
condicionantes microambientales de éstas…” 17 México, en función de ciertos indicadores bási-
(p. 43). La Tabla 1 permite comparar las tasas cos de salud recogidos por la Encuesta Nacional
de mortalidad estandarizadas por edad de las de Salud 2000 14. Se aprecia ahí que, según los da-
enfermedades infecciosas intestinales, las in- tos de esta fuente, una mayor proporción de per-
fecciones respiratorias agudas y la tuberculosis sonas (13,6%) entre la población no-hablante de
pulmonar entre los estados de Chiapas y Oaxaca alguna lengua indígena de México reportó haber
(cuya población hablante de alguna lengua indí- padecido alguna enfermedad en las dos semanas
gena constituye el 38% del total de la población previas a la encuesta, en comparación con la pro-
de esos estados), y Nuevo León (cuya población porción de personas hablante de alguna lengua
no-hablante de alguna lengua indígena consti- indígena (9,57%) que reportó lo mismo (p = 0,00).
tuye el 99,2% de la población de esa entidad). En ambos grupos de población, la proporción de
Se aprecia ahí que existe un marcado contraste personas que habiendo enfermado en las últimas
entre la mortalidad por estas causas en Chiapas dos semanas utilizó algún servicio médico mo-
y Oaxaca, por un lado, y Nuevo León por otro. derno fue semejante (58%). Entre aquellos que
En todos los casos, Chiapas representa el estado reportaron haber sufrido alguna enfermedad en
con la más alta tasa de mortalidad (excepto en esas dos semanas, la proporción de infecciones
el caso de las IRAs entre hombres, donde ocu- en comparación con padecimientos crónicos y
pa el segundo lugar entre 32). Le sigue Oaxaca de otro tipo, fue también significativamente ma-
que tiende a ocupar el segundo lugar, salvo en yor (p = 0,00) entre la población no-hablante de
el caso de las IRAs entre hombres (octavo lugar) alguna lengua indígena (53%), en comparación
y la tuberculosis pulmonar entre mujeres (22). con la población hablante de alguna lengua indí-
El estado de Nuevo León, en contraste, presenta gena (43%). Estos datos reflejan un sub-registro,
consistentemente tasas comparativamente ba- debido a que la pregunta sobre si habla o no al-
jas de mortalidad por estas causas. guna lengua indígena no se aplicó a menores de
En síntesis, la información disponible mues- 5 años. Cualquier tabulación que controle por
tra con contundencia lo que bien sabemos: que condición indígena, por lo tanto, necesariamen-
la condición social y de salud de los pueblos ha- te excluye a ese grupo de población. Tratándose

Tabla 1

Tasa de mortalidad (estandarizada por edad) por tres tipos de enfermedades transmisibles en Chiapas, Oaxaca,
Nuevo León, México, y a nivel nacional por sexo, 2001.

Entidad Federativa Enfermedades infecciosas Infecciones respiratorias Tuberculosis pulmonar


intestinales agudas
Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres

Chiapas 18,8 (1) * 18,9 (1) 25,1 (1) 29,9 (2) 10,1 (1) 14,8 (1)
Oaxaca 13,1 (2) 13,9 (2) 21,4 (2) 22,9 (8) 1,8 (22) 10,3 (2)
Nuevo León 2,7 (26) 2,5 (28) 10,5 (26) 16,5 (17) 2,8 (12) 6,1 (18)
Nacional 5,5 5,8 13,4 19,8 4,8 5,9

* El número entre paréntesis indica el lugar que ocupa la entidad federativa en el conjunto de los 32 estados del país.
Fuente: Sistema Nacional de Salud 23.

Cad. Saúde Pública, Rio de Janeiro, 23 Sup 1:S41-S50, 2007


GLOBALIZACIÓN Y ENFERMEDADES INFECCIOSAS EN LAS POBLACIONES INDÍGENAS S45

Tabla 2

Comparación entre la población hablante de lengua indígena y la no-hablante de lengua indígena de México en general, de Oaxaca y Chiapas, de Hidalgo y
San Luis Potosí, y de Chiapas-Oaxaca y Nuevo León, a partir de los datos de la Encuesta Nacional de Salud 2000.

A B A-B * D E D-E ** G H G-H *** J D-J #


Población Población (p) Población Población (p) Población Población (p) Población (p)
hablante no hablante hablante no-hablante hablante no-hablante no-hablante
de lengua de lengua de lengua de lengua de lengua de lengua de lengua
indígena * indígena de indígena de indígena de indígena indígena indígena
de México México Chiapas y Chiapas y de Hidalgo de Hidalgo de Nuevo
Oaxaca Oaxaca y San Luis y San Luis León
Potosí Potosí

Población 9,57 13,6 (0,00) 8,71 11,24 17,8493 9,29 12,82 30 12,78 40,5
que declaró (1.277/ (20.920/ (379/ (690/ (0,00) (170/ (1.282/ (0,00) (670/ (0,00)
haber pade- 12.060) 132.943) 3.973) 5.448) 1.659) 7.840) 4.572)
cido de alguna
enfermedad
en las últimas
dos semanas

Proporción 43,3 52,7 42,3 51,72 47,.82 1,4854 34,12 53,24 21,97 40,06 13,3
de infecciones (552/ (10.991/ (0,00) (195/182) (329/359) (0,22) (58/112) (681/598) (0,00) (268/401) (0,00)
(vs. otros pa- 722) 9.863)
decimientos)

Población 56,8 40,9 27,3 60,9 53,77 52,89 55,5 56,43 0,51 71,5 119,8
que percibe (7.573/ (90.708/ (0,00) (2.648/ (3.284/ (0,00) (1.019/ (5.140/ (0,48) (3.743/ (0,00)
su estado de 5.772) 62.854) 1.699) 2.824) 816) 3.968) 1.492)
salud como
“bueno” o
“muy bueno”

Proporción 16,7 43,9 3,47 5,26 26,07 766,26 10,19 33,13 386,47 67,48 3974,7
de derecho- (2.225/ (65.945/ (0,00) (229/ (16.03/ (0,00) (186/1.640) (3.015/ (0,00) (3.536/ (0,00)
habientes de 11.095) 8.951) 4.123) 4.545) 6.086) 1.604)
seguridad
social (vs.
usuarios de
servicios pri-
vados u otros
y población
no cubierta)

Población 58,4 57,7 0,23 49,47 51,09 0,26 58,58 58,8 0,003 63,92 20,8
que reportó (744/530) (12.012/ (-0,63) (187/191) (350/335) (0,61) (99/70) (745/522) (0,96) (427/241) (0,00)
algún pade- 8.801)
cimiento en
las últimas
dos semanas
y que utilizó
servicios de
salud (vs.
autoatención
u otros servi-
cios)

* Comparación entre población hablante de lengua indígena de México y población no-hablante de lengua indígena de México;
** Comparación entre población hablante de lengua indígena de Chiapas y Oaxaca y población no-hablante de lengua indígena de Chiapas y Oaxaca;
*** Comparación entre población hablante de lengua indígena de Hidalgo y San Luis Potosí y población no-hablante de lengua indígena de Hidalgo y San
Luis Potosí;
# Comparación entre población hablante de lengua indígena de Chiapas y Oaxaca y población no-hablante de lengua indígena de Nuevo León.
Fuente: Encuesta Nacional de Salud 2000, Secretaría de Salud.

Cad. Saúde Pública, Rio de Janeiro, 23 Sup 1:S41-S50, 2007


S46 Castro R et al.

de enfermedades infecciosas, dicha exclusión re- go de la tabla, que declararon haber padecido
sulta de suma trascendencia, pues es bien sabido alguna enfermedad en las últimas dos semanas:
que la mayor parte de las infecciones se presen- alrededor de 9% en el primer caso, y alrededor de
tan en menores de cinco años de edad. En el año 12% en el segundo caso (siempre con p = 0,00),
2000, el 73% de los casos nuevos atendidos en dato que parece confirmar que, según la Encues-
consulta externa de la población menor de un ta Nacional de Salud 2000, la población hablante
año residente en municipios con predominio de de alguna lengua indígena de este país reporta
habla indígena fue debido a enfermedades infec- menores índices de morbilidad que la población
ciosas respiratorias. Dicha proporción fue de 64% no-hablante de alguna lengua indígena.
para población de entre 1 a 4 años en los mismos Un dato particularmente importante para es-
municipios, y de 58% para la población de todos clarecer esta cuestión se refiere a la proporción
los grupos de edad también en los mismos mu- de derechohabientes de la seguridad social exis-
nicipios 22. Congruente con este dato, un mayor tente en ambos tipos de población (hablante de
porcentaje (57%) de integrantes de la población alguna lengua indígena y no-hablante de alguna
hablante de alguna lengua indígena reportó per- lengua indígena): la proporción de población no-
cibir su estado de salud como “bueno” o “muy hablante de alguna lengua indígena asegurada
bueno” en comparación con los no-hablantes de es 2,6 veces mayor que la población hablante de
alguna lengua indígena del país (41%) (p = 0,00). alguna lengua indígena a nivel nacional; pero di-
Por tanto, los datos parecen contradecir lo que de cha razón crece a 3,25 veces en los estados de
otra manera sabemos: que la situación de los ha- Hidalgo y San Luis Potosí, y a 4,9 en los estados de
blantes de alguna lengua indígena de este país Oaxaca y Chiapas. La razón se incrementa hasta
es, en general, peor que la de la población no-ha- 12,83 ahí donde la comparación se efectúa en-
blante de alguna lengua indígena. Más aún cuan- tre dos tipos de población ubicados en extremos
do, de acuerdo a la misma Tabla 2, la proporción opuestos: la población hablante de alguna len-
de población hablante de alguna lengua indíge- gua indígena de Chiapas y Oaxaca, y la población
na cubierta por la seguridad social es de apenas no-hablante de alguna lengua indígena de Nuevo
cerca del 17%, mientras que a nivel nacional esta León (sólo poco más del 5% de la población ha-
proporción es de casi 44% (p = 0,00). ¿A qué po- blante de alguna lengua indígena en Chiapas y
demos atribuir la disparidad encontrada en los Oaxaca, dato que contrasta severamente con el
datos de la Encuesta Nacional de Salud 2000 14, 67% de la población de Nuevo León). Estas pro-
según la cual la morbilidad entre los hablantes porciones son sólo la expresión radicalizada de la
de alguna lengua indígena de México en general misma tendencia que ya habíamos apreciado en
es menor que la de la población no-hablante de relación a la muestra nacional.
alguna lengua indígena del país? Un dato adicional se refiere a la proporción
Una estrategia en busca de respuesta a esta de población que efectivamente utilizó algún
pregunta es el examen de los datos en submues- servicio de salud una vez que se enfermó (en las
tras, que permitan replicar el análisis anterior últimas dos semanas). Tanto a nivel nacional, co-
pero a partir de los datos de poblaciones más es- mo al interior de los estados de Chiapas/Oaxaca
pecíficas. La Tabla 2 permite comparar a las po- e Hidalgo/San Luis Potosí, el porcentaje de uti-
blaciones hablantes de alguna lengua indígena y lización de servicios entre hablantes de alguna
no-hablantes de alguna lengua indígena, tanto lengua indígena y no-hablantes de alguna len-
de los estados de Chiapas y Oaxaca, como de los gua indígena en cada uno de estos escenarios
estados de Hidalgo y San Luis Potosí; así como fue prácticamente idéntico. Sólo al comparar a
a dos poblaciones que se ubican en extremos poblaciones extremas aparece una diferencia
opuestos en términos de indicadores de desarro- importante: la utilización de servicios fue mu-
llo: la población hablante de alguna lengua indí- cho más alta en Nuevo León (casi 64%), en com-
gena de los estados de Oaxaca y Chiapas, y la po- paración con la población hablante de alguna
blación no-hablante de alguna lengua indígena lengua indígena de Chiapas y Oaxaca (sólo 50%;
del estado de Nuevo León. Como argumentare- p = 0,000).
mos en seguida, sugerimos que estos datos – los La utilización de servicios, naturalmente, es-
que comparan dos extremos de nuestra realidad tá determinada en primer lugar por la disponi-
– reflejan mejor la condición de los hablantes de bilidad de los mismos. De acuerdo al Programa
alguna lengua indígena que los datos agregados Nacional de Salud 2001-2006, en las zonas indí-
de la encuesta nacional en su conjunto. genas de Oaxaca el número de médicos por 1.000
El primer dato que llama la atención es la re- habitantes hablante de alguna lengua indígena
lativa semejanza que existe en los porcentajes de es de 0,13, frente a 0,94 en el estado en su conjun-
población hablante de alguna lengua indígena y to, y 1,38 a nivel nacional; en Chiapas el número
no-hablante de alguna lengua indígena, a lo lar- de médicos por 1.000 habitantes es de 1,05 a nivel

Cad. Saúde Pública, Rio de Janeiro, 23 Sup 1:S41-S50, 2007


GLOBALIZACIÓN Y ENFERMEDADES INFECCIOSAS EN LAS POBLACIONES INDÍGENAS S47

estatal, y en Nuevo León es de 1,54 20,23. Lo mis- indígena, en el segundo dicha razón se reduce a
mo ocurre con las camas censables: en las zonas 1,13. En el tercer caso (Hidalgo/San Luis Potosí),
indígenas de Oaxaca la cifra es de 0,07, a nivel en cambio, la diferencia entre ambas poblacio-
estatal es de 4,91, mientras que a nivel nacional nes desaparece del todo. Y en el cuarto, ahí donde
es de 7,91 por 10.000 habitantes; en Chiapas la comparamos a dos poblaciones extremas, la ten-
cifra estatal es de 4,67, mientras que en Nuevo dencia se ha revertido: el porcentaje de pobla-
León es de 9,56 20,23. ción no-hablante de alguna lengua indígena de
Nuevo León que percibe su salud positivamente
es 1,17 veces mayor que el porcentaje de la po-
Discusión blación hablante de alguna lengua indígena de
Chiapas y Oaxaca.
Como ha sido documentado en la literatura sobre Proponemos que así se explica que a la pre-
medicalización 24,25,26 la presencia de servicios gunta de cómo perciben su propia salud, la pro-
de salud contribuye decisivamente a la propaga- porción de individuos que la consideran “buena”
ción de un modo específico de entender la salud o “muy buena” sea menor entre los indígenas de
y la enfermedad. La expansión de la medicina Chiapas y Oaxaca (61%) que entre los habitantes
moderna no sólo supone la presencia de servi- de Nuevo León (a pesar de haber reportado una
cios de salud en zonas cada vez más amplias, sino menor morbilidad en las dos semanas previas)
que incluye también la socialización de concep- (casi 72%; p = 0,000). Pues una cosa es disponer
tos y categorías de conocimiento, de códigos es- en el propio acervo de cognoscitivo de las cate-
pecíficos, que permiten identificar y nombrar a gorías de salud/enfermedad occidentales para
la enfermedad. La hipótesis que proponemos es poder dar cuenta de ellas en una estrategia de
que la medicalización occidental le da sentido a investigación – la encuesta – también occiden-
los de otra manera extraños datos de la Encuesta tal; y otra muy diferente es saber que se vive en
Nacional de Salud 2000 14: los hablantes de algu- desventaja, que se tiene una mala salud, inde-
na lengua indígena reportan haberse enfermado pendientemente de las categorías culturalmen-
menos en las dos semanas previas a la encuesta te específicas que se usen para nombrar esta
que los habitantes no-hablantes de alguna lengua experiencia.
indígena en todo el país, porque las categorías y Por otra parte, desde la antropología y otras
conceptos usados en dicha encuesta les son cul- disciplinas afines, se ha documentado que la
turalmente ajenos; y por la misma razón – porque condición de pobreza y marginación – como la
la distancia de la medicina moderna con respecto que caracteriza a los indígenas de este país – im-
a los pueblos indios se manifiesta también en la pone umbrales de tolerancia frente al dolor y la
escasa presencia de servicios adecuados de salud enfermedad que son superiores a los de las capas
en sus comunidades – los hablantes de alguna medias urbanas 27. Se trata, en buena medida, de
lengua indígena de Chiapas y Oaxaca reportan una tolerancia impuesta por las propias condi-
haber utilizado menos los servicios de salud en ciones de restricción y de dificultad de acceso a
comparación con los habitantes no-hablantes de los servicios de salud.
alguna lengua indígena de Nuevo León. El efecto Una fuente adicional de información de que
de contraste entre extremos se pierde al utilizar disponemos, que muestra que las estrategias oc-
la muestra nacional en su conjunto, o submues- cidentalizadas de investigación en salud no siem-
tras relativamente homogeneizadas (como las de pre funcionan en contextos indígenas, se refiere
Chiapas/Oaxaca e Hidalgo/San Luis Potosí). De a la reciente evaluación que se hizo en México
ahí que en estos otros escenarios la utilización sobre la calidad de los servicios de salud en el
aparece como equivalente entre indígenas y no país. Utilizando indicadores de calidad fundados
indígenas. en la perspectiva de la medicina moderna (opor-
En este marco, entonces, es posible explicar tunidad de la atención, accesibilidad de los ser-
el comportamiento de la variable “percepción vicios, calidad del trato humano recibido, grado
del propio estado de salud como bueno o muy de satisfacción con la atención recibida, etc.), un
bueno” en los diferentes escenarios. Obsérvese estudio realizado por la Secretaría de Salud mos-
que tanto a nivel nacional, como en el interior de tró que los niveles de calidad de los servicios de
los estados de Chiapas y Oaxaca, es mayor la pro- salud en zonas indígenas eran por lo menos equi-
porción de hablantes de alguna lengua indígena valentes, o más altos que los de otras zonas del
que perciben su estado de salud positivamente, país 20. Los datos, por supuesto, sólo mostraban
en comparación con los no-hablantes de alguna lo obvio: que los instrumentos de recolección de
lengua indígena. Pero mientras que en el primer la información no servían. En otro trabajo 28 he-
caso la razón entre ambas proporciones es de mos argumentado que una de las razones de la
1,39 a favor de los hablantes de alguna lengua inoperancia de las estrategias occidentales de in-

Cad. Saúde Pública, Rio de Janeiro, 23 Sup 1:S41-S50, 2007


S48 Castro R et al.

vestigación en comunidades indígenas pasa por que la salud de los indígenas de México presenta
la discordancia de orientaciones cognoscitivas: mejores condiciones que la de los habitantes no
la encuesta es un instrumento individualizado, indígenas. No solamente no afirmamos tal co-
que se contrapone a la práctica comunitaria de sa, sino que además, con base en dicho acervo
discusión típica de las comunidades indígenas. de conocimientos, podemos formular hipótesis
Lo que estamos proponiendo aquí es que las en- sobre la naturaleza de algunos de los datos de
cuestas nacionales de salud, tal como han sido la Encuesta Nacional de Salud 2000, y sobre su
hechas hasta ahora, son sólo un instrumento correcta interpretación.
muy limitado para conocer las condiciones de
salud de las poblaciones indígenas. En la medida
en que las encuestas de salud aplicadas en co- Conclusiones
munidades indígenas no se formulen tomando
como referencia la manera en que dichas comu- El proceso de globalización no beneficia de ma-
nidades comprenden y elaboran sus procesos de nera homogénea a todos los países ni a todos
salud-enfermedad, estaremos limitando nuestra los sectores de la sociedad. En el ámbito de la
capacidad real de medir tales procesos en esce- salud, y en particular con relación a los grupos
narios de ese tipo. más desfavorecidos como los indígenas, la globa-
La falta de atención a estas cuestiones, y la lización no es ajena a la permanencia y, en algu-
suposición de que los datos proporcionados por nos casos, al resurgimiento de las enfermedades
una encuesta son válidos per se, ha llevado a al- infecciosas. Ello es debido no sólo a factores ya
gunos autores a realizar análisis con base en la bien identificados en la literatura, como el au-
Encuesta Nacional de Salud 2000 14 realmente mento del flujo en el comercio internacional, así
sorprendentes. Un estudio reciente del Banco como el aumento del movimiento de personas a
Mundial 29, por ejemplo, pone en duda que exis- través de las fronteras, fenómenos que crean las
tan barreras culturales entre la medicina mo- condiciones necesarias para la propagación de
derna y las poblaciones indígenas de este país. enfermedades infecciosas 2. La permanencia y el
Utilizando únicamente métodos estadísticos, los resurgimiento de las enfermedades infecciosas,
autores encuentran que vivir en ciudades repre- particularmente en poblaciones indígenas como
senta una desventaja en comparación con vivir las de México, también es resultado de la poca
en comunidades indígenas, en lo que se refiere presencia política y del poco “peso epidemio-
a la utilización de servicios preventivos de salud lógico” de dichos padecimientos. La carga de la
modernos – contrariamente a lo encontrado en deuda externa ha obligado a una permanente re-
otras investigaciones sobre la situación de los ducción del gasto social, el de salud incluido. Los
indígenas en zonas urbanas 30; pues dicha utili- limitados presupuestos, y la presencia de otros
zación parece ser significativamente más alta en padecimientos también importantes, pero que
las comunidades que en las ciudades. Los auto- además se acompañan de un creciente activismo
res incluso aventuran, como una explicación de político por parte de grupos sociales específicos,
este inesperado hallazgo, el probable éxito de colocan el problema de las enfermedades infec-
programas oficiales de atención a los margina- ciosas entre poblaciones indígenas en un lugar
dos, como los llamados Instituto Mexicano del relativamente secundario dentro de las priorida-
Seguro Social (IMSS-Solidaridad), Programa de des de política pública.
Educación Salud Y Alimentación (PROGRESA) Esta “relativa invisibilidad” de la problemá-
y otros. Los autores afirman categóricamente: tica de salud de los indígenas se asocia, además,
“cualesquiera que sean las razones de los ante- con la falta de instrumentos de medición con
riores hallazgos, la implicación es que sea cual sensibilidad cultural que se basen en las formas
fuere la desventaja cultural que pudo haber esta- específicas en que las poblaciones indígenas dan
do asociada con el hecho de ser rural e indígena, cuenta de sus procesos de salud-enfermedad
[dicha desventaja] ha sido largamente superada y que permitan medir, con mayor precisión, la
al menos en lo que se refiere a la atención preven- prevalencia y los determinantes de sus padeci-
tiva moderna” 29 (p. 10). mientos. Al respecto cabe señalar que desde 1996
El principal error de este tipo de análisis ra- se acordó en México que toda unidad de salud
dica en su decisión de ignorar el conocimiento de primer nivel identificaría a los indígenas que
que sobre esta materia se ha acumulado dentro asistan a recibir consulta. Esta medida tan ele-
de las ciencias sociales, y en confiar ciegamente mental y relativamente sencilla de implementar,
en el procesamiento estadístico de los datos. Si y que permitiría introducir la dimensión de et-
esa fuera nuestra postura, estaríamos obligados nicidad en las estadísticas de salud de este país,
aquí a argumentar que, con base en la Encues- no ha sido aún puesta en práctica. Por ello, las
ta Nacional de Salud 2000 14, podemos presumir estimaciones sobre la salud de la población indí-

Cad. Saúde Pública, Rio de Janeiro, 23 Sup 1:S41-S50, 2007


GLOBALIZACIÓN Y ENFERMEDADES INFECCIOSAS EN LAS POBLACIONES INDÍGENAS S49

gena deben seguir haciéndose – como lo hemos México es un ejemplo. La cuestión aquí es moni-
mostrado aquí – a partir de estimaciones indirec- torear si junto a tales estrategias se están imple-
tas e inexactas. mentando otras de reducción de riesgos no indi-
Pero no basta con afinar técnicamente los ins- viduales, sino de grupo; estrategias que apunten
trumentos de recolección de la información. He- a mejorar las oportunidades y las condiciones de
mos argumentado que una de las limitantes de la vida de los grupos indígenas.
Encuesta Nacional de Salud 2000 – de su metodo- En consecuencia, el problema de la perma-
logía, de su instrumentación – es que presupone nencia de las enfermedades infecciosas en po-
una comprensión universal de los conceptos y de blaciones indígenas se da en un marco carac-
los padecimientos que investiga. Lo que hace fal- terizado por: (a) una política globalizadora que
ta, entonces, es nutrir este tipo de estrategias de presupone condiciones de equidad que no se
investigación con el conocimiento acumulado cumplen para el caso de los indígenas; (b) una
en las ciencias sociales a lo largo de varias déca- política pública que no necesariamente tiene a
das. Es significativo lo que sabemos desde la so- los indígenas como su prioridad fundamental,
ciología y la antropología sobre el horizonte cul- y que es influida por otros grupos sociales que,
tural de muchas de las comunidades indígenas con más poder, han sido más exitosos en su ac-
de nuestros países. Mucho de ese conocimiento tivismo en torno a cuestiones de salud; y (c) un
(por ejemplo, sobre el significado de conceptos pobre monitoreo de sus condiciones de salud,
como “bienestar”, “salud” y “enfermedad”; sobre resultado de estrategias de investigación pobres
la alienante experiencia de muchos indígenas al o inadecuadamente orientadas.
ser atendidos en una clínica de salud, etc.) podría Se trata de tres condiciones – presupuestos
potenciar de manera significativa nuestra capa- de equidad no satisfechos, política pública que
cidad de monitorear la evolución de los padeci- no prioriza a los más desfavorecidos, y prevalen-
mientos infecciosos en esas poblaciones. cia de diseños de investigación limitados – que,
En la misma dirección, hay que señalar que juntos, colocan el problema de los padecimien-
en el marco de la globalización las políticas socia- tos infecciosos en poblaciones indígenas en un
les se asientan en la individualización de riesgos espacio muy definido: el espacio de la ética en
y de alternativas: el caso del seguro popular en salud.

Resumen Colaboradores

Se presenta un análisis sobre la salud de los indíge- R. Castro planeó el estudio, elaboró la parte concep-
nas de México. La primera parte analiza el concepto tual sobre globalización, y participó en la elabora-
de globalización y busca identificar sus principales ción de la discusión y las conclusiones del artículo.
vínculos con la salud de las poblaciones. La segunda J. Erviti elaboró el apartado sobre “Las Estadísticas
muestra, con base en datos estadísticos, el grado de re- Desconcertantes”, participó en la elaboración de la dis-
zago en que se encuentran las poblaciones indígenas cusión y las conclusiones del artículo, y sistematizó las
y el incumplimiento del presupuesto de equidad, cen- referencias bibliográficas. R. Leyva generó y analizó la
tral en la teoría de los beneficios de la globalización. información sobre las condiciones de vida y salud de los
La tercera parte presenta un análisis de la salud de los indígenas en México, y participó en la elaboración de la
indígenas en México basado en los datos de la Encues- discusión y las conclusiones del artículo.
ta Nacional de Salud 2000 y muestra la existencia de
importantes inconsistencias de esta información. En
la sección de discusión se propone que tales inconsis-
tencias derivan del hecho de que las mediciones esta-
dísticas no contemplan las particularidades culturales
de los pueblos indígenas, lo que lleva a interpretacio-
nes erróneas. Se concluye que las estadísticas de salud
de los indígenas deben ser valoradas con precaución y
atendiendo a los desarrollos alcanzados en las ciencias
sociales.

Enfermedades Transmisibles; Salud de la Población


Indígena; Equidad

Cad. Saúde Pública, Rio de Janeiro, 23 Sup 1:S41-S50, 2007


S50 Castro R et al.

Referencias

1. Bauman Z. La globalización. consecuencias hu- 17. Instituto Nacional Indigenista. Programa Nacional
manas. México DF: Fondo de Cultura Económica; para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas 2001-
2003. 2006. México DF: Instituto Nacional Indigenista;
2. Maclean H, Labonte R, Glynn K, Sicchia SR. Glo- 2001.
balization, gender and health: research to policy 18. Instituto Nacional Indigenista/Programa de las
interface. Oklahoma City: Center for Research in Naciones Unidas para el Desarrollo/Instituto Na-
Women’s Health; 2003. cional de Estadística, Geografía e Informática/Se-
3. Daulaire N. Globalization and health. Develop- cretaría del Trabajo y Previsión Social/Secretaría
ment 1999; 42 (4 Suppl):22-4. de Desarrollo Social/Organización Internacional
4. Walt, G. Globalization and health. http://www. del Trabajo. Encuesta nacional de empleo en zo-
phmovement.org/pubs/issuepapers/walt.html nas indígenas 1997. México DF: Instituto Nacional
(accedido el 23/Mar/2006). de Estadística, Geografía e Informática; 1997.
5. Programa de las Naciones Unidas para el Desarro- 19. Consejo Nacional de Población. Indicadores so-
llo. Informe sobre el desarrollo humano. New York: cioeconómicos e índices de marginación munici-
Programa de las Naciones Unidas para el Desarro- pal 1990. México: Consejo Nacional de Población;
llo; 1995. 1993.
6. Sennet R. La corrosión del carácter. Las conse- 20. Secretaría de Salud. Programa nacional de salud
cuencias personales del trabajo en el nuevo capi- 2001-2006. México DF: Secretaría de Salud; 2001.
talismo. Barcelona: Editorial Anagrama; 2000. 21. Coordinación Nacional para los Pueblos Indíge-
7. Cornia GA. Globalization and health: results and nas. Programa nacional para el desarrollo de los
options. Bull World Health Organ 2001; 79 Suppl pueblos indígenas 2001-2006. México DF: Coordi-
9:834-41. nación Nacional para los Pueblos Indígenas; 2001.
8. Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo. 22. Investigación en Salud y Demografía. Diagnósti-
Human development report 1999. New York: Pro- co sobre la salud de la población indígena, 2000.
grama de Naciones Unidas para el Desarrollo; México DF: Investigación en Salud y Demografía;
1999. 2003.
9. Rodriguez F, Rodrik D. Trade policy and economic 23. Sistema Nacional de Salud. Recursos por entidad
growth: a skeptic’s guide to the cross-national evi- federativa. http://www.ssa.gob.mx/ (accedido el
dence. Boston: Harvard University Press; 2000. 01/Oct/2003).
10. McPherson KM, Harwood M, McNaughton HK. 24. Turner BS. Medical power and social knowledge.
Ethnicity, equity, and quality: lessons from New London: Sage Publications; 1987.
Zealand. BMJ 2003; 327:443-4. 25. Conrad P, Schneider JW. Deviance and medical-
11. Corona R, Tuiran R. Tamaño de la población indí- ization. From badness to sickness. Philadelphia:
gena mexicana. In: Consejo Nacional de Población, Temple University Press; 1992.
editores. La población de México en el nuevo siglo. 26. Lupton D. The social construction of medicine and
México DF: Consejo Nacional de Población; 2001. the body. In: Albrecht GL, Fitzpatrick R, Scrimshaw
p. 165-79. SC, editors. The handbook of social studies in
12. Corona R. Indicadores censales a escala de hogares health and medicine. Thousand Oaks: Sage Publi-
sobre población indígena. In: Taller Internacional cations; 2000. p. 50-63.
Dinámica de la Población Indígena: Problemáticas 27. Castro R. La vida en la adversidad. El significado
Contemporáneas. México DF: Centro de Investiga- de la salud y la reproducción en la pobreza. Cuer-
ciones y Estudios Superiores en Antropología So- navaca: Centro Regional de Investigaciones Multi-
cial; 2000. disciplinarias, Universidad Nacional Autónoma de
13. Chávez A, Hernández H. La definición de la po- México; 2000.
blación indígena en México en el Censo de Po- 28. Castro R, Erviti J. Desarrollo de indicadores de cali-
blación del año 2000. In: Encuentro sobre la Po- dad de la atención con sensibilidad intercultural.
blación en el Sureste de México. Tapachula: Socie- México DF: Secretaría de Salud; 2003. (Informe Téc-
dad Mexicana de Demografía; 2002. nico).
14. Secretaría de Salud. Encuesta nacional de salud 29. Paqueo VB, Gonzalez CY. Economic analysis of
2000. México DF: Secretaría de Salud/Instituto Na- health care utilization and perceived illness: eth-
cional de Salud Pública; 2000. nicity and other factors. Policy Research Working
15. Instituto Nacional de Estadística, Geografía e In- Paper, 3125. http://econ.worldbank.org/files/
formática. XII censo general de población y vivi- 29361_wps3125.pdf (accedido el 02/Abr/2006).
enda 2000. Aguascalientes: Instituto Nacional de 30. Vargas PN, Flores JI. Los indígenas en ciudades de
Estadística, Geografía e Informática; 2001. México: el caso de los mazahuas, otomíes, triques,
16. Carreto E, Embriz A, Fernández P, organizadores. zapotecos y mayas. Papeles de Población 2002;
Indicadores socioeconómicos de los pueblos in- 34:235-57.
dígenas de México, 2002. México DF: Instituto
Nacional Indigenista/Programa de las Naciones Recibido el 09/Nov/2005
Unidas para el Desarrollo en México/Consejo Na- Versión final presentada el 11/May/2006
cional de Población; 2002. Aprobado el 15/May/2006

Cad. Saúde Pública, Rio de Janeiro, 23 Sup 1:S41-S50, 2007

También podría gustarte