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Las relaciones de la unión soviética con Estados Unidos se habían regularizado con el tratado
SALT 1 sobre la base del principio de igualdad estratégica y los vínculos que mantenía con la
mayor potencia europea, Alemania, también lo habían hecho con el tratado que se estipulo en
Moscú en agosto de 1970. Preveía el reconocimiento de los límites establecidos al término de
la segunda guerra mundial incluidos los de Polonia con la cual la RFA en diciembre de 1970
firmo un tratado y los de la RDA con la cual en diciembre de 1972 esta estipulo otro acuerdo.
En septiembre de 1971 entre las potencias ocupantes se estipulo un acuerdo cuatripartito
sobre la ciudad de Berlín. El tratado germano soviético de 1970 previa el compromiso de las
dos partes de trabajar para la convocatoria de una conferencia para la seguridad y la
cooperación en Europa. Esta última comenzó en noviembre de 1972 y concluyó en 1975 en
Helsinki con la aprobación de tres cestas, la política: reafirmaba el principio de la
intangibilidad de los límites europeos, la segunda una serie de medidas entre ellas la de
máxima extensión del principio de la nación más favorecida en beneficio de la cooperación
económica europea, y la tercera, confirmaba el compromiso de respetar los derechos
humanos.
A pesar de que la meta del comunismo parecía cada vez más inalcanzable, el objetivo de
socialismo desarrollado o maduro se había conseguido, y en esto se apoyaban la doctrina y
propaganda oficial.
La falta de innovación tecnológica se paliaba con una explotación intensiva de los recursos y
de las maquinarias disponibles hasta límites irracionales. El fenómeno del desacuerdo
adquiria mayor consistencia e incidencia. Su manifestación es la emigración masiva de
soviéticos judíos. Se calcula que 250.000 judios abandonaron el país para ir a Israel o
America por la aceptación soviética de la enmienda Jackson.
La evolución política del exponente mas inminente del desacuerdo soviético, Andrei Sajarob,
es significativo. En su opúsculo de 1968 proponía la institución de un concilio internacional
de expertos en problemas de paz, del desarme, de la ayuda económica a países necesitados, de
los derechos humanos y la protección del medio ambiente. La reacción del establishmente a
las iniciativas de los disidentes fue a lo largo de la década un crescendo de las medidas
represivas.
La composición étnica de la URSS y las modificaciones que tuvieron lugar a favor de las
nacionalidades no rusas. Entre 1959 y 1979 la población rusa bajo del 55% al 52% de la
población total. La composición de los grupos dirigentes en las distintas repúblicas de las
URSS se modifico a favor de la etnia local. Si los cargos de comandante de las guarniciones
locales, de responsable de la seguridad y de segundo secretario del partido continuaban
siendo prerrogativa de los ciudadanos rusos.
Los altos cargos del partido y del estado lo ocupaban rusos o ucranianos, la única
nacionalidad admitida para direcciones del estado. El sentimiento de pertenecer a una
identidad común soviética que había existido y había sido motivo de orgullo, se iba
debilitando gradualmente y eran más numerosos los que descubrían una nueva identidad,
lituana, ucraniana, georgiana, uzbeja. Eran cada vez más numerosos los que reivindicaban y
hacían alarde su identidad “gran rusa”; El nacionalismo volvía a levantar cabeza. Esto
sucedía en las repúblicas en relación no solo a los rusos que Vivian en ellas, sino en las
minorías presentes en cada una de ellas, abjazos en Georgia, armenios en Azerbaiyán. El
resentimiento hacia los chinos era general. El contagio de este recrudecimiento nacionalista y
“gran ruso” acabo por investir al propio Partido Comunista. Los valores de la tradición rusa
se contraponían a los valores negativos del consumismo occidental. En este contexto aparee
la rehabilitación de la figura de Stalin, el redescubrimiento de los valores y rituales de la
religión ortodoxa en Rusia y de la musulmana en las repúblicas de Asia Central, el retorno a
la tierra y el mundo campesino que es el leitmotiv del grupo de escritores derevensciki.
A finales de los años 70 los efectos de esta crisis profunda ya eran visibles: la zastoja se había
convertido en recesión y por primera vez los índices de producción industrial y de las
inversiones registraban un signo negativo. La Unión soviética era una superpotencia militar,
que instalo misiles SS20 en Asia, con la invasión de Afganistán en 1979.
Además del deterioro de las relaciones con USA, el proceso de distensión y de integración
puesto en curso tras la conferencia de Helsinki sufrió un parón. El 8-11-1982 moría Breznev.
Su sucesor, Yuri Andropov era el responsable de la KGB. Se rodeo de colaboradores más
jóvenes con propensiones reformadoeas como Gorbachov, Ligachov y Rizhkov. Andropov
aumento el incremento del consumo por aumento de productividad y refiuerzo de la disciplina
de trabajo, En 1983 la producción industrial aumentó el 5%. Murió el 9-2-1984 y había
designado como sucesor a Gorbachov, pero la elección del politburó fue unánime en designar
a Gorbachov como secretario general del partido. Su ascenso al poder, marco el final del
estancamiento de 20 años y el comienzo de una aceleración convulsa.
La distensión en las relaciones entre las dos superpotencias que tuvo lugar a principios de los
años 70 produjo sus efectos en las relaciones intereuropeas, apartando grandes obstáculos que
se interponían en la normalización de las relaciones entre los estados, entre las dos alemanias.
No solo se derogaron algunas de las normas establecidas en los años de la guerra fría con el
objetivo de limitar al máximo las exportaciones en los países comunistas, sino que estos
últimos tuvieron un acceso más rápido al crédito internacional. Para los países del bloque
soviético, se imponía si querían tener éxito en el proceso de integración, la tarea de hacer más
eficaz y competitivo su sistema económico. Ello requería una reestructuración no solo de los
mecanismos económicos sino de una cierta dosis de liberación política y la aplicación
efectiva de la cláusula de los derechos humanos prevista en el acuerdo de Helsinki.
El caso más contradictorio es el de la RDA. Su líder Walter Ullbricht se había mostrado poco
dispuesto la política de apertura hacia los países del bloque soviético, la RDA incluida. La
firma del tratado soviético-alemán de 1970 hacia insostenible su postura.
Fue sustituido por Ereich Honecker. Los intercambios comerciales con la RFA fueron
intensificándose gracias a la decisión de Bonn de abolir los aranceles aduaneros para las
mercancías exportadas de la RDA.
El país en el que se desarrolló esta transición de forma más dramática en los años 70 fue
Polonia. Los obreros que habían asistido sin reaccionar a la oleada de represión de que habían
sido objeto estudiantes e intelectuales, respondieron ante la amenaza de reducción salarial
asistiendo en masa a las huelgas. La respuesta del gobierno fue la más brutal de las
represiones. Edward Gierek negocio un acuerdo con los obreros del Baltico y puso en marcha
un programa de activación de la economía para edificar “la segunda polonia”. se recurrió a
muchos préstamos extranjeros. Para lograr aprobación de la opinión pública el gobierno
movio unas exenciones en beneficio de los bienes eclesiástico y puesta en marcha reanudar
relaciones con el vaticano, en 1977 se da el encuentro entre el pontífice y Gierek.
La situación económica había vuelto a deteriorarse, Polonia era el país más endeudado con
diferencia de los países del bloque soviético. Se produjeron manifestaciones obreras por la
subida de precios. En septiembre de 1976, un comité el kor, del cual formaban parte algunos
intelectuales prestigiosos estarán que entre los dirigentes del movimiento Solidarnosc. En el
vaticano, asumió cardenal polaco Karol Wojtyla, que visito el país un viaje a su patria.
En agosto de 1980, los obreros de Danzig volvían de nuevo a la huelga. Tuvieron que
reconocer el principio de la independencia sindical. Asi nacia el sindicato solidaridad al que
se adherieron 10 millones de trabajadores. En febrero de 1981 Gierik se vio obligado a
dimitir,su sucesor, Stanislaw Kania tuvo que enfrentarse a una nueva oleada de huelgas y una
demanda cada vez más insistente de elecciones libres. La asunción de los poderes del general
Jaruzelski y la proclamación del estado de sitio en diciembre 1981 pusieron temporalmente
fin a esta situación.
Entre las reformas económicas que se llevaron a cabo en los países de Europa Central y
oriental, la yugoslava de 1965 fue la que provoco la descentralización más radical del aparato
productivo. La inflación y la desocupación crecían y la drástica reestructuración de la
planificación centralizada favorecía una serie de fuerzas centrifugas por parte de las distintas
nacionalidades y etnias del país. La primera señal de alarma llego desde Kosovo, en
noviembre de 1968 estallo la protesta de la población albanesa, fue duramente reprimida.
En 1971 fue Croacia quien tomó el relevo con el apoyo de una parte de la liga de los
comunistas, presento un proyecto de constitución, que preveía una declaración de soberanía,
una moneda propia y la disponibilidad de las entradas del turismo de la costa dálmata. Un
grupo de intelectuales defendía la revisión de una historia croata en clave nacionalista y la
pureza de la lengua croata. En Eslovenia, se quejaban de que las autoridades federales se
opusieran a la construcción de una autopista entre Lubiana y la frontera italiana. Todos
eslovenos, croatas serbios toleraban la utilización de los recursos federales a favor de las
zonas deprimidas del país como Macedonia y Kosovo. Tras la muerte de tito en 1980, las
tensiones interétnicas habían alcanzado un nivel de peligro. Tras la caída del muro de Berlín,
a estas tensiones se le añadían las presiones y los estímulos ejercidos desde el exterior por
parte de Alemania unificada y el vaticano, se dará un conflicto sanguinario cuya salida final
será la disgregación del país.
El proceso de integración entre la parte central y oriental europea iniciado por los acuerdos de
Helsinki había ido demasiado lejos. Había contribuido a profundizar la crisis económica de
los países satélites, encontrándose expuestos y faltos de preparación para el impacto con la
estructura más fuerte de laCEE: El paragua de los derechos humanos fue una función
protectora según los casos en relación al fenómeno del desacuerdo. En Polonia, Hungría y
Checoslovaquia eran visibles las fuerzas que asegurarían la transición a la democracia.