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TALLER:

Experimento de Thompson:
Los rayos catódicos: Thompson realizó sus experimentos usando rayos
catódicos, la investigación sobre estos rayos se inició a finales del siglo
XIX y consistía en la creación de un tubo vacío con dos electrodos en su
interior, los electrodos se conectan a un circuito, de forma que uno de
los electrodos queda cargado negativamente (cátodo) y otro
positivamente (ánodo).
Cuando el cátodo se calienta, un flujo eléctrico pasa de éste al ánodo, lo
que indica que está cargado negativamente y además se puede producir
iluminación si se coloca una sustancia fluorescente al final del tubo.
Estos rayos se emiten siguiendo una línea recta entre cátodo y ánodo y
siguen así si no encuentran interferencias.
Se sabía que estos rayos podían ser desviados por un campo magnético,
pero los intentos de desviarlos con un campo eléctrico habian
infructuosos. Thompson pensaba que esto podía ser un problema de
insuficiente vacío en el tubo, así que construyó su propia versión para
conseguir el vacío más perfecto dentro de él.
Thompson preparó su tubo con un cuidado extremo, consiguiendo el
mejor vacío del que fue capaz e incluyendo dos placas dentro que
servirían para generar un campo eléctrico.

Los rayos salían del cátodo, atravesaban el ánodo, cruzaban la región en


la que podían activarse tanto el campo eléctrico como el magnético y
terminaban en lado opuesto del tubo. En esta parte final, Thompson
dibujo una serie de señales para medir la desviación de los rayos. El
campo magnético era generado por unos electroimanes exteriores al
tubo. Gracias al vacío conseguido por Thompson en su tubo, pudo ver
cómo los rayos catódicos se desviaban por la acción del campo eléctrico.
Además, en un experimento anterior, ya había demostrado que la carga
negativa y la luminosidad eran indivisibles, al contrario de lo que
pensaban algunos investigadores
Cómo calculó la velocidad:

1. Cuándo los campos magnético y eléctrico están desactivados, el


rayo catódico mantiene su dirección original en línes recta.

2. Con el campo eléctrico activado, el rayo catódico es atraído por la


carga positiva del mismo doblándose hacia “arriba”
3. Con el campo magnético activado, el rayo catódico sufre una
fuerza que le hace girar hacia “abajo”. La orientación del campo
magnético en este caso sigue la línea de un lápiz que atravesara la
pantalla.

4. Con los campos magnético y eléctrico activados, Thompson fue


probando con la intensidad de ambos hasta que el rayo catódico
siguió en línea recta, es decir Thompson configuró ambos campos
para que las fuerzas ejercidas sobre el rayo catódico se anularan
entre sí.
Carga y masa del electrón:
Una vez conocida la velocidad, Thompson desactivó el campo
magnético, de forma que el rayo quedaba desviado únicamente
por el campo eléctrico. Con estas condiciones y conociendo la
velocidad, pudo obtener la relación entre carga y masa del
electrón.
El experimento de Thompson determinó la relación carga/masa del
electrón, un conjunto de partículas que poseen masa y carga se desvían
en presencia de un campo eléctrico o magnético, aplicando campos
eléctricos y magnéticos a los rayos catódicos.
Experimento de Rutherford:
En 1911 se realizó en Manchester una experiencia encaminada a
corroborar el modelo atómico de Thompson. Fue llevada a cabo por
Geiger, Mardsen y Rutherford, y consistía en bombardear con partículas
alfas (núcleos de gas helio) una fina lámina de metal. El resultado
esperado era que las partículas alfa atravesasen la fina lámina sin
apenas desviarse. Para observar el lugar de choque de la partícula
ubicaron, detrás y a los lados de la lámina metálica, una pantalla
fosforescente.
Las partículas alfa tienen carga eléctrica positiva, y serían atraídas por
las cargas negativas y repelidas por las cargas positivas. Sin embargo,
como en el modelo atómico de Thompson las cargas positivas y
negativas estaban distribuidas uniformemente, la esfera debía ser
eléctricamente neutra, y las partículas alfa pasarían a través de la
lámina sin desviarse.
Sin embargo, los resultados fueron sorprendentes. Tal y como
esperaban, la mayor parte de las partículas atravesó la lámina sin
desviarse. Pero algunas sufrieron desviaciones grandes y, lo más
importante, un pequeño número de partículas rebotó hacia atrás.
Rutherford hizo una serie de experimentos históricos mediante los
cuales, los científicos descubrieron que cada átomo tiene un núcleo
donde tiene las cargas positivas y la mayor parte de su masa se
concentra, ellos dedujeron el experimento de la lámina de oro: el cuál
consistió en hacer inducir un haz de partículas alfa sobre una lámina de
oro y observar cómo la lámina afectaba la trayectoria de los rayos.
Estructura del átomo:
Los átomos están formados por unas partículas más pequeñas:
protones, electrones y neutrones. Un átomo se diferenciará de otro
según estén dispuestas estas partículas.
Los electrones tienen carga negativa, es la partícula más ligera de las
tres.
Los protones tienen carga positiva y es mucho más pesada que los
electrones.
Los neutrones no tienen carga, pero son aproximadamente igual de
pesados que los protones.
Dentro del átomo los protones y los neutrones se concentran en el
centro, formando lo que se denomina núcleo del átomo o núcleo
atómico. Los electrones, sin embargo, se encuentran girando alrededor
del núcleo del átomo, en lo que se ha llamado corteza.
Como en el núcleo del átomo sólo está compuesto por los protones y
neutrones, y hemos dicho que los neutrones no tienen carga, el núcleo
del átomo tendrá, por lo tanto, carga positiva, la del protón.
Para que la carga sea neutra, se tendrán que equilibrar el núcleo
positivo del átomo, donde se encuentra la mayor parte de su masa, con
los electrones que rodean al núcleo atómico, donde la carga positiva del
núcleo del átomo sea igual que la carga negativa de los electrones que
rodean al núcleo.

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