Darwin, un niño de 10 años, asistió a un campamento de boy scouts por su cumpleaños donde conoció muchos amigos. Mientras exploraba el bosque con su grupo, vio a un conejo saltarín y lo siguió, perdiéndose del grupo. El conejo le habló y lo ayudó a encontrar el camino de regreso, presentándole también a otros animales del bosque que podían hablar. El león le enseñó sobre el bosque y le aconsejó no separarse de las personas que lo cuidan. Los animales ayudaron a Darwin a
Darwin, un niño de 10 años, asistió a un campamento de boy scouts por su cumpleaños donde conoció muchos amigos. Mientras exploraba el bosque con su grupo, vio a un conejo saltarín y lo siguió, perdiéndose del grupo. El conejo le habló y lo ayudó a encontrar el camino de regreso, presentándole también a otros animales del bosque que podían hablar. El león le enseñó sobre el bosque y le aconsejó no separarse de las personas que lo cuidan. Los animales ayudaron a Darwin a
Darwin, un niño de 10 años, asistió a un campamento de boy scouts por su cumpleaños donde conoció muchos amigos. Mientras exploraba el bosque con su grupo, vio a un conejo saltarín y lo siguió, perdiéndose del grupo. El conejo le habló y lo ayudó a encontrar el camino de regreso, presentándole también a otros animales del bosque que podían hablar. El león le enseñó sobre el bosque y le aconsejó no separarse de las personas que lo cuidan. Los animales ayudaron a Darwin a
campamento de boy scouts. Él estaba tan emocionado que salto de alegría porque iba a conocer nuevos amigos y de tanta emoción no podía dormir. Al día siguiente se levantó muy temprano para arreglar sus cosas, se bañó, se cepillo los dientes, desayuno y luego corrió a ver su maleta para irse de campamento. Al llegar conoció muchos amigos. Cuando llego al campamento se dio cuenta que iban a ir al bosque estaba tan feliz porque su sueño era conocer muchos animalitos. Al llegar al lugar el líder del grupo los llevo a recorrer el bosque, pero Darwin estaba tan inquieto que cuando fueron por el camino del río, vio a un conejito muy saltarín y lo siguió. De un momento a otro se dio cuenta que se encontraba muy lejos del grupo y de sus amigos, se susto y corrió de regreso para ver si los encontraba, pero no lo logro. De pronto apareció el conejo blanco al que había seguido y le habló. Darwin estaba asustado porque era la primera vez que escuchaba hablar a un animalito. El conejito le dijo amiguito no te asustes, estás conmigo y si quieres ser mi amigo te puedo ayudar a encontrar el camino de regreso y Darwin le dijo ¿sabes hablar? Y el conejo le contesto que sí. Luego le presento a todos los demás amigos del bosque. El conejo y Darwin se adentraron a aventurar por todo el bosque. El león, la serpiente, el mono, el elefante, entre otros animales. Todos hablaban y el ambiente se puso divertido, compartían, no peleaban y jugaban todo el tiempo. Para Darwin era todo mágico ya que nunca había experimentado algo así. El león era el líder de la casa, él le enseño la mayor parte del bosque. Antes de que se termine el recorrido el león le aconsejo a Darwin que nunca debe separarse de las personas que lo quieren y lo cuidan porque eso puede traer consecuencias. El león y los otros animales le ayudaron a volver con las demás personas de su grupo. Darwin prometió guardar todo ese día mágico en su corazón, pero nunca le diría nada de lo que paso en el bosque a nadie para así cuidarlo de que nadie entre ni corran peligro. Se despidieron con la esperanza de volverse a ver algún día. Darwin paso el mejor cumpleaños de su vida y los animalitos estuvieron contentos de poder hacer un gran amigo. Moraleja: Aprende a guardar secretos que son importantes para otras personas.