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Tres Paradigmas - Nuevo Urbanismo
Tres Paradigmas - Nuevo Urbanismo
El Nuevo Urbanismo no es el único juego en la ciudad. De hecho, los desarrollos urbanos convencionales
envuelven al campo norteamericano a una tasa creciente. Y el Nuevo Urbanismo disfruta de poco, -y con
frecuencia renuente- respeto en las academias, especialmente en las escuelas de arquitectura, donde
teorías más sexys y vanguardistas dominan la pedagogía. Además del desarrollo inmobiliario
convencional e inconsciente en el milenio en los Estados Unidos, hay en este momento al menos tres
escuelas de urbanismo: El Nuevo Urbanismo, el Urbanismo Cotidiano, y lo que yo denomino Post
Urbanismo. Los tres corren paralelos a los paradigmas arquitectónicos contemporáneos, aunque habrá
paradigmas adicionales guiados y definidos por la tectónica, el simbolismo, el regionalismo, el
historicismo, etc. Hay otros urbanismos y arquitecturas tanto emergiendo como disolviéndose,
especialmente fuera de los Estado Unidos, en los países en desarrollo, pero esos tres cubren la mayoría
del territorio teórico de vanguardia y de actividad profesionales los dos campos.
Las diferencias entre esos tres estilos de Urbanismo y Arquitectura son consistentes y profundas. La
divergencia probablemente comienza con la sensibilidad estética del diseñador, que es
argumentablemente más básica que los criterios de diseño. La sensibilidad con frecuencia proviene de
experiencias tempranas y recuerdos tan primitivos como los juegos infantiles y el entrenamiento de los
esfínteres. Estos criterios son menos conscientes y más difíciles de cambiar que el conocimiento cognitivo
y los valores adquiridos. Lo enredado y complejo del mundo que es capaz de tolerar un diseñador, está
más afianzado que la cantidad de injusticia que el o ella pueden tolerar, o cuantos de los problemas que
enfrenta, puede él justificadamente delegar a la “séptima generación”. En dónde encaja el diseñador en el
espectro de esos tres paradigmas, puede en última instancia tener que ver con que el o ella prefieran
visceralmente pasar el tiempo en los grandes monumentos y boulevards del París del siglo XIX, en las
callejuelas medievales del Distrito de Marais, o en el rascacielos de La Défénse, su complejo de oficinas
del siglo XX.
El discurso teórico, por supuesto, templa esos sentimientos. Por ejemplo, los mismos sistemas políticos,
regímenes y filosofías diferentes que hicieron surgir cada uno de los urbanismos parisinos, colorearán sin
duda toda sensibilidad visceral al igual que muchos criterios cerebrales de diseño.
En adición a las varias sensibilidades, los diseñadores utilizan diferentes metodologías. El Nuevo
Urbanismo es el más basado en precedentes de los tres. Trata de aprender y extrapolar de los tipos
1
“destabilized” en el original. N d T.
arquitectónicos más duraderos, al igual de los mejores ejemplos históricos y tradiciones, a medida que se
intersectan con las prácticas ambientales, tecnológicas, sociales, económicas y culturales contemporáneas.
Es además, el más normativo, adoptando más códigos prescriptivos que zonificaciones prohibitivas. La
coherencia global, la legibilidad y la escala humana son altamente valoradas. Los nuevos urbanistas se
ven a si mismos, como “expertos” en diseño que dirigen el debate público y tratan de modelar el diálogo
(con frecuencia a través de encuentros comunitarios) en diseño y planificación holísticos.
El Urbanismo Cotidiano es el más populista, con el diseñador visto como un estudiante empírico de lo
común y lo popular, opuesto al diseñador idealizado o cultivado. El diseñador profesional es más un co-
participante igualitario que tiene el privilegio de ingresar al diálogo público, el cual es relativamente
abierto y democrático. Es menos normativo y doctrinario que le Nuevo Urbanismo, porque se trata más
de re-ensamblar e intensificar lo existente, las condiciones cotidianas que de cambiarlas y comenzar con
un modelo diferente. Es también más modesto y compasivo que cualquiera de los otros dos paradigmas.
Si el nuevo urbanista romantiza un pasado mítico, el urbanista cotidiano sobreestima el aspecto mítico de
lo ordinario y feo, tal como Robert Venturi y Denise Scott Brown tienden a sobrevaluar las arterias y
distritos de entretenimiento de lugares como Las Vegas.
El Post Urbanismo acepta y expresa el tecno-flujo del mundo globalizado, tanto real como virtual. Es
exploratorio, más que normativo y le gusta revertir códigos y convenciones. Quizás los Post urbanistas no
tienden a vincular al público tan directamente en el diálogo, porque sienten que la ciudad tradicional es
obsoleta y sus instituciones están demasiado calcificadas para promover posibilidades liberadoras. Así
tienden a operar como “genios solitarios” que contribuyen a un monólogo -usualmente egoísta desde el
punto de vista urbanístico- dirigido al mercado mediático. Koolhas afirma que ya no hay esperanza de
lograr coherencia o unidad urbanística. Su propia arquitectura, como la de Libeskind y otros, es
internamente consistente –y bastante elegante en la mayoría de los casos- pero tiene poco interés en tejer
o re-entramar un tejido ecológico o urbano consistente y continuo en el espacio y tiempo. Los proyectos
son con frecuencia extra grandes, desnaturalizados, osados y compiten con el contexto. Si el nuevo
urbanista sobreestima el presente prosaico, el post urbanista se sobre entrega a un futuro excitante
interminable.
Los tres paradigmas conducen a muy diferentes resultados físicos. Estos resultados pueden variar, aunque
poco, de acuerdo a si el cliente es público o privado. El Nuevo Urbanismo con su claridad y orden
latinizados, alcanza una mayor unidad estética y mayor comunidad social, mientras mezcla diferentes
usos a escala humana en estilos y tipos arquitectónicos. Su trama conectiva de calles peatonalmente
amigables, se ven mucho mejor a nivel del suelo que desde el aire, desde donde pueden lucir formulada y
asimétrica en exceso. El Urbanismo Cotidiano, que es el menos estéticamente dirigido, rara vez logra
belleza y coherencia, de día o de noche, en micro o en macro, aunque es igualitario y vivo en las calles.
Los planes de desarrollo Post Urbanista se ven muy excitantes, con sus vectores tipo láser, fractales, arcos
y sistemas dinámicos de circulación. Sin embargo pueden ser exagerados en escala y vacíos para los
peatones. Los turistas en autos alquilados que experimentan la arquitectura y el urbanismo a través de sus
parabrisas, son una audiencia mejor atendida que los residentes, para quienes hay pocos atractivos a
escala humana o detalles arquitectónicos que perduren con los años.
Los tres valores fundamentales descritos en la introducción como línea base de este libro: comunidad,
orden sustentable y espíritu humano, pueden ser asignados libremente a estos tres paradigmas. El Nuevo
Urbanismo, con su énfasis en valores ambientales y diseño ecológico es el que más se apega al orden
sustentable. El Urbanismo Cotidiano está más alineado con la comunidad; y el Post Urbanismo con el
espíritu humano, especialmente en lo que se refiere a la libertad. El Urbanismo Cotidiano está más
empujado por la compasión del ágape y el Post Urbanismo por la libertad de la excelencia 2, mientras que
el Nuevo Urbanismo busca un balance entre estos dos valores humanos fundamentales. Todos ellos tienen
valores intrínsecos y sus virtudes son necesarias e incluso liberadoras en el tiempo y el lugar correctos.
Pero el Urbanismo Cotidiano es con demasiada frecuencia, urbanismo por defecto, más que urbanismo
por diseño y el Post Urbanismo es con demasiada frecuencia un urbanismo de lo sensacional, edificios
trofeos en un dominio público atrofiado. Podemos construir espacios más sustentablemente ordenados, y
más emancipatorios que lo que prometen estos dos modelos. Lo que el balance de este libro argumenta es
que el todo tipo de planes urbanísticos, sociales, económicos, culturales, históricos y arquitectónicos, el
Nuevo Urbanismo es lo que nos beneficiaría más de ahora en adelante.
2
En el original “arête” (del griego arete). N d T.
Bibliografía:
Fuente: Three Paradigms: New Urbanism, Everyday Urbanism, Post Urbanism—Extracto de “The Essential Common Place”. D
Kelbaugh - Bulletin of Science, Technology & Society, 2000 – NASTS. Traducción Reinaldo Martínez.