Está en la página 1de 3

HISTORIA UNIVERSAL CONTEMPORÁNEA.

LA SEGUNDA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL Y SUS CONSECUENCIAS.


(Reseña).
Francisco de Luis Martín
Profesor titular de Historia contemporánea
Universidad de Salamanca.

La segunda Revolución Industrial comienza para el periodo de 1850, 1870-1914


finalizando con el estallido de la Primera Guerra Mundial. Para ese momento
Inglaterra ya había alcanzado su industrialización, Alemania y Estados Unidos están
iniciando la suya (lo que se podría llamar cómo una “primera globalización”). Al no
existir una ruptura con la primera Revolución industrial, se suele considerar a esta
segunda cómo una fase de la anterior; este es uno de los principales tema que
presenta este capítulo con el uso de la terminología. Muchos utilizan el término de
“revolución” cómo si se tratase de una ruptura brusca y de vencimiento ideológicos,
en vez de sustituir el término por el de “evolución” que en realidad lo que viene
marcando es una continuidad de los procesos que se habían iniciado anteriormente.
El autor se inclina al decir que este fenómeno participó de ambas cosas. Primero
porque las causas que la hicieron posible se fueron desarrollando lentamente en el
tiempo y segundo, estas causas o variables presentaron una irrupción en tiempo y
espacios determinados, lo que claramente puede notarse cómo una ruptura de
cambios radicales que separan a este del anterior. Por este motivo, el autor señala
que podría hablarse de ruptura o de emergencia de un sistema de producción
diferenciado de lo que se conocía hasta aquel momento.
El segundo tema de interés tiene que ver con la periodización o el uso del tiempo
cronológico preciso. En vista de que establecer un tiempo preciso puede causar
ciertas dificultades y que ninguna periodización puede concluirse cómo definitiva, el
autor sigue el criterio de historiadores económicos escogiendo las fechas que van
desde 1870 a 1914 cómo marco cronológico de la segunda Revolución Industrial.
Para el periodo de 1870 ya se da por concluida la primera gran etapa del desarrollo
industrial con Gran Bretaña cómo primer país industrializado del mundo. Estando en
el momento de la llamada “crisis de 1873”, se van a presentar una serie de
transformaciones tanto en las fuentes de energía (electricidad y petróleo
desplazando al carbón) cómo en el transporte y la comunicación que claramente
permiten hablar de una nueva etapa que es evidenciada en las sociedades
industrializadas adelantadas. Por otra parte Gran Bretaña es desplazada por
Estados Unidos y Alemania en producción industrial total haciendo que muchos
países disminuyeran sus relaciones con el país pionero. Entonces ya no había un
centro “fundador” y “emisor” de grandes tecnologías, esto dio cómo resultado una
situación compleja y diversa con distintas fuentes de innovación e ingreso. El marco
cronológico finaliza en 1914 con la Primera Guerra Mundial ya que muchos de los
grandes avances tecnológicos habían traspasado las fronteras del mundo
permitiendo la industrialización de un gran número de países.
Un tercer y último tema o problema tiene que ver con los marcos geográficos en los
cuales se sitúa el análisis económico. El autor al igual que otros investigadores,
advierten que el crecimiento económico presenta inconformidades dentro del mismo
Estado-nación lo que los lleva a tener un análisis mas riguroso a nivel nacional y
hacer un estudio a nivel regional. Hay pocas fuentes documentales para lograr
hacer este estudio, lo que genera que haya cierta sospecha por parte de los
investigadores y además porque los pocos documentos que hay se organizan con
referencia a un determinado país. El autor sugiere que se estudien estos desarrollos
desde una perspectiva continental para el caso europeo y de ahí trascender a
identificar las diferencias nacionales e internacionales del proceso industrializador.

Los grandes logros y avances tecnológicos son los que destacan esa “ruptura” de
tiempo y espacio de la primera revolución industrial con la segunda. En la primera,
cómo es sabido, el protagonismo lo tuvo el algodón produciendo grandes ganancias
para las compañías hileras y ocasionando un gran crecimiento demográfico de las
principales ciudades exportadoras del material. En esta segunda etapa de la
revolución industrial encontraremos un desarrollo de la industria siderúrgica (Acero,
hierro, petróleo, carbón). Con la producción de acero a bajo costo se llegó hablar de
una “era del acero”, siendo Alemania, Italia, Francia y Bélgica los principales países
productores de acero. Las características que componen a este material
(elasticidad, dureza y resistencia) hacen de él un excelente material de construcción
ya que, hizo posible maquinas y motores mas ligeros y pequeños. Con la aparición
de la electricidad y el petróleo cómo nuevas fuentes de energía, los cambios que
supusieron afectaron a toda la sociedad, desde la industria hasta los transportes. La
industria petrolera alcanzó grandes tasas de inversión y crecimiento. Con la
implementación del petróleo a los barcos se pudo ahorrar tripulación cómo el caso
de los fogoneros que ocupaban la mitad de ella. En su inicio, el precio del petróleo
era tan alto que a muchos se les hacía mas asequible trabajar con el carbón pero,
cabe resaltar que poco a poco los precios fueron bajando a medida que la industria
iba perfeccionando sus métodos de refinado y técnicas de distribución. Por otro
lado, la electricidad aparte de ser una fuente también es una forma de energia que
cambio los modos de producción y vida de trabajo de la población. Ya resueltos los
problemas teóricos y la perfección de la lámpara de filamento incandescente, pudo
aprovecharse esta nueva fuente de energía cómo luz, calor o fuerza motriz
dependiendo del usuario y de las instalaciones de las empresas.
Otros aspecto fundamental en esta etapa es lo que se denomina “el invento de la
invención” donde se condecora al al inventor o descubridor. Los inventores de esa
época procedían de todos los niveles de la escala social: desde aquellos con
estudios universitarios finalizados hasta personas con poca instrucción formal.
Con el estallido de la Revolución Industrial empiezan a crearse institutos que tienen
la especialización de la ingeniería. Con la instalación de estos institutos empieza a
consolidarse cada vez más esta profesión y comienzan a aparecer nuevas
especializaciones de ingeniería o nuevas sociedades de ingenieros: cómo son los
ingenieros mecánicos, los ingenieros de minas, los de electricidad o automoción.

También podría gustarte