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Universidad Externado de Colombia

Facultad de Ciencias Sociales y Humana


Laboratorio de Futuro

Área de Salud y Conocimiento Médico

Integrantes:

Angela María Caita - Antropología

Natalie Canon Urzola - Antropología

Laura Camila Beltran - Antropología

Karen Tatiana Chaves - Antropología

Nicol Lorena Granados - Antropología

Luis Fernando Méndez – Psicología

Lina Paola Molina - Antropología

Laura Sofia Parra – Trabajo Social

Taller final: Prospectiva de la verdad y el aporte de las áreas de investigación


en Ciencias sociales

En el siguiente documento encontraremos la actividad de escenarios futuros o


probables en el área de investigación: salud, conocimiento médico y sociedad, la
cual abarca los procesos de Salud y Enfermedad de una forma holística e integral.
Partiendo de lo anterior este documento pretende través de las reflexiones y análisis
de estudiantes de la siguientes líneas: Construcciones Socioculturales, Salud
Mental, Aflicción, Conflicto y Violencia, Cerebro Social, Ecología y Convivencia, dar
cuenta de las cavilaciones que giran en torno al tema de la salud y los procesos
enmarcados en esta con respecto a la comisión de la verdad.

Los estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad


Externado de Colombia, que participan en estas líneas son de las disciplinas de
Antropología, Sociología,Historia, Filosofía, Trabajo Social y Psicología. Además la
facultad desde sus inicios ha sido de vital importancia en el análisis y
acompañamiento en los diversos procesos en las últimas décadas para el país,
como el asesoramiento en política pública.

En el siguiente taller expondremos los aportes previos del área y de las líneas de
Salud en el conflicto armado y en la construcción de la verdad, así como la
construcción de escenarios posibles.

1. Aportes previos del área al tema de conflicto armado y construcción de la verdad


(de profesores y alumnos)
Lo primero a señalar al hablar acerca de la comisión de la verdad y con esta la
verdad desde la salud, es poner en perspectiva los impactos del conflicto armado
frente a las víctimas y con esto sus resistencias, partiendo de esta manera de las
responsabilidades tanto individuales, como colectivas y de esta forma hablar de la
no repetición, lo anterior lo exponemos a partir de la siguiente cita:

“La Comisión de la Verdad, a través del especial «La Verdad desde la Salud», busca
reconocer los impactos del conflicto armado interno en las víctimas y sus
resistencias, así como promover el reconocimiento de responsabilidades individuales
y colectivas”. Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No
Repetición. 2020)

Lo anterior se puede relacionar la línea de salud mental, aflicción, conflicto y


violencia, pues en esta se busca dar cuenta de los procesos salud-enfermedad
desde el sentir, el vivir y el experimentar las aflicciones, lo anterior al poner en
tensión los elementos espacio-temporales que encarnan las vivencias de los
afligidos. En este orden de ideas, es clave poner en el centro de la salud al
afectado, dando espacio a la escucha y a la comprensión del padecimiento, y así
comprender de manera holística los múltiples procesos que intervienen en las
esferas: políticas, económicas, sociales, culturales, organizativas, tecnológicas,
ambiental-territorial, ya que estas esferas trastocan las vidas de las personas en el
día a día, y con esto tienen incidencia en la salud como proceso integral de la vida.

En relación a la discusión anterior Marcela Agudelo nos propone en el texto, la


importancia de reconocer otros conocimientos a la hora de hablar de salud, lo que
implica que a la discusión sobre la aflicción se nutra con las discusiones sobre la
biomedicina:

“Lo que valida el saber biomédico es la institucionalidad de su saber, la acreditación


del saber es otorgada por las instituciones formativas, y prueba de ello son los
diplomas y certificados que están a la vista para el paciente en cualquier consultorio.
Sin embargo. En el caso de la medicina indigena, la evaluación del saber tiene que
ver con su concepción como don. entendido como un conocimiento articulado a un
poder que ha sido conferido al taita por un scr superior; es, entonces. un
conocimiento que garantiza un saber hacer atravesado por un poder espiritual”.
(Agudelo, 2013, p 157)

Otro análisis como área que se debe presentar es la tensión entre lo posicionado
históricamente como superior, es decir la biomedicina como “conocimiento científico
moderno” y otros conocimientos como la medicina indigena que como señala
Agudelo:

“La pérdida de confianza en un modelo biomédico , representa, en ese sentido, la


ganancia de esta en otro de la medicina indigena. A pesar de que el primero ha sido
posicionado históricamente como superior frente a este último, apoyado en el
desarrollo del conocimiento científico moderno”. (Agudelo, 2013, p 158)

Otro elemento a tener en cuenta que será articulador de las próximas líneas es, “el
fuego que hemos vivido durante décadas y cómo esto se relaciona al sistema de
salud, y a la salud misma, pues la salud ha estado bajo fuego durante décadas. La
guerra ha afectado profundamente la vida de la ciudadanía y la organización del
sistema de salud y del trabajo en este sector” (Comisión para el Esclarecimiento de
la Verdad, la Convivencia y la No Repetición, 2020).

Debe ponerse en perspectiva a la hora de hablar sobre salud, que el proceso salud-
enfermedad está enmarcado por medio de un serie de configuraciones que van
desde lo político, lo económico, lo social, lo cultural, lo organizacional, lo tecnológico
y lo territorial, en este sentido entender la salud desde la presencia del fuego, nos
invita a hacer reflexiones en donde la aflicción sea un eje nodal, para entender la
enfermedad más allá de los síntomas poniendo así como centro al paciente, por eso
es clave hacer mención del sistema de salud, como sistema que permite o no que
se desarrollan los procesos de una manera que vincule los elementos contextuales
espacio-temporales en la discusión del derecho a la salud.

Teniendo en cuenta lo dicho en el párrafo anterior, es clave hacer alusión a el


derecho a la salud y las afectaciones a los procesos colectivos, a los saberes
ancestrales, la medicina tradicional y de salud rural que quedaron bajo el fuego
cruzado, así como la estigmatización causada por las acusaciones de pertenecer a
alguno bando, para profundizar lo dicho se plantea la siguiente cita:

“La Comisión de la Verdad tiene en cuenta las afectaciones a la democracia y la


negación del derecho a la salud y otros derechos, así como a la salud mental y física
de poblaciones violentadas; la violación de los derechos humanos de las personas
trabajadoras de la salud y que quedaron en medio del fuego cruzado entre grupos
armados legales e ilegales, así como la estigmatización por acusaciones de
colaborar con algún bando; las afectaciones a los procesos colectivos y a la salud
rural y la violencia ejercida contra sabedores y sabedoras ancestrales y la medicina
tradicional.(Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No
Repetición. 2020)

En este punto es esencial mencionar que la salud no solo se queda enmarcada solo
a los procesos de la biomedicina, por ello es importante mencionar los saberes
ancestrales, la medicina tradicional y otros conocimientos que no se limitan a la
biomedicina. Por eso, como área que investiga sobre salud, no podemos limitar
estas a un único conocimiento, sino que en la búsqueda de lo holístico, de cuenta
de las múltiples concepciones de salud que se tienen. Teniendo en cuenta lo
anterior en el texto “Salud, normalización y capitalismo en Colombia, en el capítulo
“Yaje y curación entre foráneos imaginados: religiosidad, verticalidad y tensión
itinerante”, Diana Marcela Agudelo nos propone:

“En el marco de la búsqueda de alternativas para la salud distintas de las ofrecidas


por el servicio biomedico, en los últimas años en Colombia hemos venido
experimentando una creciente demanda por la llamada medicina tradicional indigena
por parte de personas ajenas a estas comunidades, lo que han venido configurando
espacios de encuentro intercultural alrededor de los procesos de salud y
enfermedad”. (Agudelo, 2013, p 147)

Otra discusión que cabe poner sobre la mesa acerca de las alternativas que
podemos dilucidar en salud es lo siguiente:

“Sin embargo, es necesario anotar que la capacidad adaptativa de! sistema de


medicina indigena ha permitido que lo que se de en la actualidad sea una tensión
entre sistemas médicos. por los cuales las personas transitan frecuentemente en
busca de una alternativa para su bienestar, a los que otorgan la misma credibilidad a
pesar de diferenciar modos de validación como las recomendaciones de las redes
de pacientes”. (Agudelo, 2013, p 171)

Para finalizar la discusión acerca de que la biomedicina no es la única forma de


“racionalidad humana”, proponemos la siguiente cita del texto “construcción de
diálogos en torno a los saberes médicos: un campo de tensiones y oportunidades”,
escrito por Diego Mauricio Aponte y Diana Marcela Agudelo:

“El modelo crítico surge posteriormente de una tarea deconstructiva de estas


oposiciones ciencia-creencia y biomedicina-cultura y, sobre todo, de una posición
política y autocrítica de la relación de dominación (colonial) que comportaba la
antropología académica desde sus inicios. Este modelo se permite observar que
tanto la biomedicina como las medicinas o los saberes médicos ancestrales son
construcciones sociales y de alguna manera –por vías distintas– son productos de la
“imaginación” humana; por esta vía postula el componente de creencia que existe en
la ciencia occidental y en sus prácticas médicas. En este contexto reflexivo la ciencia
occidental ya no es concebida como verdad absoluta, ni la única forma de expresión
de la racionalidad humana; se abre el espectro a otras formas de conocimiento
dando validez a otros saberes, conocimientos y prácticas médicas distintas de la
biomédica”. (Agudelo & Aponte, 2016, pp 27-28)

En este punto es clave en aras de hablar sobre el derecho fundamental a la salud


de todos los colombianos hacer mención del siguiente artículo del 2017 “El artículo
11 de la Ley 1751 de 2017 establece que el Estado desarrollará el programa de
atención especial y salud integral a las víctimas, reiterando la salud como derecho
fundamental para todos los colombianos y colombianas”. (Comisión para el
Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición. 2020). Siguiendo
la línea de lo anterior, es clave señalar la relación entre la reforma rural integral y el
derecho a la salud “el Acuerdo de Paz firmado entre el Estado colombiano y las
FARC-EP contempla el derecho a la salud de la población rural en el marco de la
Reforma Rural Integral”. Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la
Convivencia y la No Repetición. 2020).

Ahora en términos de jurisprudencia como plantean en la siguiente cita Aponte y


Agudelo, hablar sobre los reconocimientos de la constitución de 1991 sobre lo
pluriétnico y lo multicultural en donde se pinta la oportunidad de nuevas formas de
discurso:

“Los reconocimientos de la condición pluriétnica y multicultural en 1991, que


sustentan la última versión de nuestra constitución, generan estructuras legislativas,
sociales e institucionales en el marco renovado de un Estado Social de Derecho, en
el que al parecer, se pinta la oportunidad para entrar en nuevas formas del discurso.
Un nuevo marco epistémico sobre lo étnico que necesariamente deviene en la
construcción activa de un proyecto ético y político de nuevas relaciones entre las
culturas y entre los sujetos culturales”. (Agudelo & Aponte, 2016, p. 22)

“Ahora, en este horizonte, la producción de conocimiento exige una discusión


adicional, una crítica implícita sobre “lo que se dice”, “desde dónde se dice”, “quién
lo dice”, “para que se dice”; se llega paulatinamente a un nuevo escenario, el de la
denominada interculturalidad. Un momento en el que las imágenes del mundo
requieren ser construidas de otra manera, momento de nuevas tensiones, esta vez,
declaradas y hechas públicas” (p. 23)
Comprender la importancia de la atención y tratamiento a la salud mental de las
víctimas como a su vez la comprensión no solo del contexto de conflicto sino a su
vez el impacto en la salud física y emocional que recae en el desplazamiento y
adaptación a los lugares de destino y sus dinámicas.Por otro lado, también es clave
tener en cuenta los testimonios de las víctimas y victimarios; todo ello con el fin de
determinar tendencias y establecer datos numéricos. Para así establecer modelos
de acompañamiento y salud, de espacios de comunicación, reflexión y relevancia
ante los efectos del conflicto armado en el bienestar psíquico y físico en contextos
de desplazamiento, las consecuencias de esta en el núcleo familiar y pérdida
cultural.

En Colombia la CEV, creada como una entidad del Estado para el esclarecimiento
de hechos generados por el conflicto armado, entre sus objetivos se encuentra el:

1.Contribuir al esclarecimiento de lo ocurrido, de acuerdo con los elementos


del Mandato y ofrecer una explicación amplia de la complejidad del conflicto
armado, de tal forma que se promueva un entendimiento compartido en la
sociedad, en especial de los aspectos menos conocidos del conflicto, como
el impacto del conflicto en los niños, niñas y adolescentes y la violencia
basada en género, entre otros.

2. Promover y contribuir al reconocimiento. Eso significa el reconocimiento de


las víctimas como ciudadanos y ciudadanas que vieron sus derechos
vulnerados y como sujetos políticos de importancia para la transformación del
país; el reconocimiento voluntario de responsabilidades individuales y
colectivas por parte de todos quienes de manera directa o indirecta
participaron en el conflicto como una contribución a la verdad, a la justicia, a
la reparación y a la no repetición; y en general el reconocimiento por parte de
toda la sociedad de ese legado de violaciones e infracciones como algo que
merece el rechazo de todos y que no se debe ni se puede repetir.

3. Promover la convivencia en los territorios, en el entendido de que la


convivencia no consiste en el simple compartir de un mismo espacio social y
político, sino en la creación de un ambiente transformador que permita la
resolución pacífica de los conflictos y la construcción de la más amplia
cultura de respeto y tolerancia en democracia.

(Decreto 588, 2017)

Frente a lo anterior, y en concordancia con los intereses del área, se han trabajado
de forma conjunta con estudiantes y profesores, investigaciones en torno a los
impactos generados del conflicto armado en la salud de niños, niñas, adolescentes y
de la violencia basada en género; reconocimiento de víctimas del conflicto y de
responsabilidades individuales o colectivas frente a la participación en el conflicto; y
finalmente se han trabajado investigaciones alrededor de transformaciones del
territorio, de creación de espacios de socialización para la resolución de conflictos y
además de divulgación y reconocimiento histórico y socioculturales frente a los
hechos que quedan capturados en la memoria y el recuerdo de las personas
víctimas.
Todo lo anterior con la intención de privilegiar una construcción de sentido, dando
paso a un diálogo amplio frente al conflicto y la resolución de los mismos. Uno de
estos trabajos realizados entorno a los temas tratados en el área de investigación
plantea una discusión frente a las relaciones entre memoria histórica, identidad y
salud mental, en: “Salud mental,identidad, memoria histórica y post-conflicto
armado: una aproximación fenomenológica a la resolución de los conflictos”
(Carlos Molina, 2016). En esta investigación realizada a niñas y niños del colegio
Jorge Soto, parte de entender la memoria como agente transformador desde la
salud mental, pero a la vez en un trayecto prospectivo; entendiendo que la memoria,
las experiencias y las convicciones de los actores sobre el presente permiten una
mirada hacía el futuro. De esta manera estas investigaciones aportan conocimiento
sobre los procesos de conflicto armado en niños, niñas y adolescente, a la vez de
relacionarlo con uno de los temas principales del área de investigación como lo es la
salud mental; pues a través de este se discute el impacto del conflicto en la salud
mental y por tanto, la necesidad de acción y detección oportuna de enfermedades.
Por otra parte, entre otro de sus aportes, la investigación a través de su análisis
prospectivo de la salud mental en niños, niñas y adolescentes, contempla esta
población como la más vulnerable a futuro en cuanto a la salud mental.

En el espacio de las comunidades receptoras es fundamental, en el postconflicto


armado, abordar el manejo de los conflictos emocionales y relacionales, los
problemas y trastornos mentales, y el manejo de la incertidumbre en el campo de la
salud mental, desde una perspectiva tanto individual como colectiva, pues toda la
sociedad, de una u otra manera, está involucrada y hace parte del postconflicto.
(Carlos Molina, 2016)

2. Escenarios: Futuribles de las áreas frente a la construcción de verdad , incluido


el rescate del trabajo de la Comisión de la Verdad.

Escenario tendencial

En este escenario se trata de mostrar lo que sucederá si las cosas siguen como
van en un rango de tiempo de 20 años, con respecto a la labor e impacto de la
Comisión de la verdad en Colombia y el trabajo del área de Salud y Conocimiento
Médico. En un primer momento es importante reconocer que:

En los últimos sesenta años diversas Comisiones de la Verdad se han establecido


en Colombia, las cuales se clasifican así: Comisiones sobre violencia y conflicto
armado, Comisiones para el análisis y resolución de casos concretos, Comisión con
carácter asesor: Comisión Nacional de Reparación y reconciliación – CNRR,
Comisión fruto de un acuerdo de paz definitivo entre el Gobierno y las FARC-EP: La
Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición
(Kalach, 2016, p. 110)

A pesar de que estas entidades se han creado de acuerdo a las necesidades que
surgen de las consecuencias del conflicto en Colombia, también estas comisiones
se han establecido con alta participación del Gobierno y con poca participación de
los miembros de la sociedad civil. Esto es contrario a los principios de la creación de
una comisión cuando el éxito, la legitimidad, la independencia y la autonomía de una
comisión dependen en gran medida de la participación plena e igualitaria de las
distintas fuerzas sociales, nacionales e internacionales (Kalach, 2016).
Sin embargo, haciéndole frente a esta situación y con relación a la labor del área de
investigación esta puede permitir que a largo plazo se logre una incidencia de tanto
profesores y estudiantes de la misma, para que haya un reconocimiento y labor
conjunta entre investigadores académicos y la población a la cual la comisión de la
verdad desea ayudar. Por tanto, a partir del objetivo principal de la línea que
consiste en generar conocimientos, teorías y metodologías en los campos de
intersección, confrontación y confluencia de las ciencias sociales y humanas, las
ciencias de la salud y las ciencias naturales y tomando en cuenta la labor de la
comisión de la verdad, a 20 años se pueden establecer mecanismos y rutas de
atención en salud que sean enfocadas hacia los contextos y la población que la
necesita, por tanto la salud tanto física como mental podrá tener un enfoque más
amplio en donde participen todos los actores involucrados promoviendo así un
ambiente de diálogo con enfoque territorial y diferencial.

Escenario pesimista

Desde este escenario se analizan los deterioros de la situación actual, esto


brindando una visión crítica tanto del contexto como diversos factores externos que
afectan a este; como el gobierno de turno y las diversas intervenciones y acciones
que se ligan dentro de este, planteando diversos escenarios los cuales se acerquen
a la realidad derivada sin dar un acercamiento a un escenario caótico,
comprendiendo las dinámicas ligadas a la guerra,política, economía y cultural.

En este sentido, ubicándose en un escenario pesimista en donde a pesar de que la


comisión de la verdad trabaje para garantizar el derecho a la verdad de las víctimas
del conflicto armado y de toda la sociedad colombiana y tenga total apoyo del
gobierno sino hay colaboración por parte de la sociedad civil, organizaciones
sociales, fundaciones y científicos sociales su labor no podría alcanzar los objetivos
e impacto social donde se noten los efectos duraderos y a largo plazo del trabajo
que la comisión podría realizar. En este sentido es necesario de personal que
escuche a la víctimas para realizar reparaciones y una orientación efectiva, pues
todas las víctimas del conflicto armado merecen y necesitan ser escuchadas. Sus
reflexiones, sus versiones, así como las de sus familiares merecen ser conocidas.
Los Espacios de Escucha buscan precisamente eso, compartir los dolores de
quienes han sufrido la violencia en primera persona con los demás colombianos (De
Roux, 2021)

Por lo tanto, el área de salud tiene una función de vital importancia al ser parte del
personal que puede ayudar y escuchar a las víctimas del conflicto armado en
colombia, sobre todo para atender las problemáticas que se den con respecto a la
atención médica y salud de las comunidades afectadas sobre todo las de carácter
etnico como comunidades indígenas y afro y sus saberes tradicionales y afecciones
con respecto a las consecuencias de la guerra y la violencia que se desató en sus
territorios.

Escenario optimista
En el caso del escenario optimista, este sería un escenario deseable, sin embargo
menos probable que el escenario tendencial, aún así, factible. A partir de este
escenario entonces se podría elaborar una proyección de futuro a partir de análisis
de coyunturas, este escenario podría utilizarse a partir de un conocimiento histórico
y presente suficiente. En el caso de la comisión de la verdad, es entonces de
fundamental importancia, lograr esclarecer y conocer a profundidad las dinámicas y
relaciones entretejidas en el conflicto. Ya que, es a partir de estos conocimientos
que la elaboración de un escenario optimista es factible.

De tal manera, la labor misma de la comisión de la verdad respecto a la gestión del


conocimiento, el reconocimiento de la verdad y los procesos estratégicos
propuestos por la comisión de la verdad, incluyendo la divulgación de estos
conocimientos, la pedagogía y la participación entre otros. En este escenario, la
participación de los actores del conflicto, los agentes gubernamentales, las víctimas
y la sociedad civil se hace necesaria para lograr cumplir con los objetivos que tiene
la comisión de la verdad como organización.

Respecto al rol del área de salud y de la contribución posible a la labor de la


Comisión de la Verdad, desde las investigaciones de las diferentes líneas se podría
en este escenario no solo contribuir con investigaciones que promuevan el
esclarecimiento de lo ocurrido y el reconocimiento a las víctimas, sino, también
contribuir con la divulgación y la pedagogía alrededor del conflicto y los procesos de
salud asociados a este..

Escenario utópico

Para responder al escenario utópico habría que preguntarse, ¿Qué pasaría si todo
sale bien?, En el caso de las comisiones de verdad, que todo saliera bien, sería
cumplir con la misión y planteadas en la organización de la misma, es decir que en
los próximos 20 años, la comisión logre “...el esclarecimiento de los patrones y
causas explicativas del conflicto armado interno que satisfaga el derecho de las
víctimas y de la sociedad a la verdad, promueva el reconocimiento de lo sucedido, la
convivencia en los territorios y contribuya a sentar las bases para la no repetición,
mediante un proceso de participación amplio y plural para la construcción de una
paz estable y duradera”. (Comisión de la verdad, s.f) De tal manera, en el escenario
utópico los actores del conflicto armado deberían estar en plena disposición para así
contribuir al cumplimiento de los objetivos de la comisión de la verdad, como
establecido en el Decreto 588 de 2017, artículo 2º:

1. Contribuir al esclarecimiento de lo ocurrido, de acuerdo con los elementos


del Mandato y ofrecer una explicación amplia de la complejidad del conflicto
armado, de tal forma que se promueva un entendimiento compartido en la
sociedad, en especial de los aspectos menos conocidos del conflicto, como el
impacto del conflicto en los niños, niñas y adolescentes y la violencia basada
en género, entre otros.

2. Promover y contribuir al reconocimiento. Eso significa el reconocimiento de


las víctimas como ciudadanos y ciudadanas que vieron sus derechos
vulnerados y como sujetos políticos de importancia para la transformación del
país; el reconocimiento voluntario de responsabilidades individuales y
colectivas por parte de todos quienes de manera directa o indirecta
participaron en el conflicto como una contribución a la verdad, a la justicia, a
la reparación y a la no repetición; y en general el reconocimiento por parte de
toda la sociedad de ese legado de violaciones e infracciones como algo que
merece el rechazo de todos y que no se debe ni se puede repetir.

3. Promover la convivencia en los territorios, en el entendido de que la


convivencia no consiste en el simple compartir de un mismo espacio social y
político, sino en la creación de un ambiente transformador que permita la
resolución pacífica de los conflictos y la construcción de la más amplia cultura
de respeto y tolerancia en democracia. (Comisión de la verdad, s.f)

Así como como el precedente del informe final presentado por la Comisión de a
Verdad como un cierre simbólico del pasado y la apertura de una Colombia
reconciliada, logrando dar cuenta de la estructura desigual de la tenencia de la tierra
generando una conciencia para reformar las instituciones militares, los aparatos de
inteligencia del Estado, así como una reforma agraria que permitió dar cuenta del
problema por el acceso a la tierra en Colombia; así como entender que no se debe
hacer uso de las armas para acceder al poder y reconocer las vías constitucionales
legales para ello (Comisión de la Verdad, 2020).

Desde el área de salud en un escenario utópico, estudiantes y profesores podrían


proveer de mecanismos para apoyar las investigaciones respecto a los impactos del
conflicto en niños, niñas, adolescentes y violencias basadas en género apoyando a
la vez procesos para la reparación a comunidades de la mano de agentes del
gobierno, organizaciones no gubernamentales y otros agentes que cumplen un rol
en el esclarecimiento del conflicto y la construcción de una paz duradera garante de
la no repetición, partiendo de los insumos realizados por el Centro de Memoria
Histórica desde el 2011 (Comisión de la Verdad) con sus 80 volúmenes para dar
cuenta en cómo el país vivió dicho período de violencia durante 50 años y tomarlo
como punto de referencia para posibles soluciones tanto políticas como sociales
para resolver conflictos en dicho momento y de igual forma aprender no sólo de la
verdad judicial, sino también la histórica para la construcción de un país con
conciencia de su trasegar histórico.

Escenario crisis(--):

¿Qué factores incidieron a 20 años en los futuribles construidos en relación a la


comisión de la verdad y su relación con la salud?. Debemos partir del siguiente
planteamiento, con el fin de dimensionar a grandes rasgos los impactos del conflicto
en la salud: “El encuentro #LaVerdadDesdeLaSalud reconoce los graves impactos
del conflicto armado interno en la salud de las poblaciones, el personal de salud, y
los hombres y mujeres que cuidaron de la vida en las comunidades y en los
territorios” (Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No
Repetición, 2021)

Comisión de la verdad frente a la pandemia:

Siguiendo el comunicado de la comisión de la verdad del 13 de mayo de 2020, de


Roux: Ninguna institución y ninguna persona se puede considerar al margen del
contexto general de la pandemia del Covid-19. Siendo consecuentes con lo anterior,
las tareas y responsabilidades de la comisión de la verdad, deben prestar especial
atención a los siguientes aspectos, considerándolos de especial interés, en la
coyuntura actual de emergencia humanitaria y sanitaria.

“La persistencia de la confrontación armada en varias regiones del país durante la


epidemia hace mucho más crítica la situación de la población, en especial del
campesinado, los pueblos étnicos y los líderes sociales. Hasta ahora, 11
excombatientes de las Farc y 32 líderes sociales han sido asesinados durante la
emergencia. Algunas comunidades, en especial en el norte del Cauca, el
Catatumbo, el Pacífico, el Bajo Cauca Antioqueño y Arauca han estado bajo
amenazas, viven el confinamiento sanitario bajo el miedo de ser víctimas de actos
violentos, o han tenido que huir de sus territorios y recluirse en condiciones de
hacinamiento y lejos de servicios de salud, lo que las hace más vulnerables al
COVID-19”. (De Roux, 2020)

“Desde el comienzo de la epidemia en Colombia, a principios de marzo, la Comisión


hizo un llamado a todos los actores armados que han persistido, pidiéndoles un
cese en sus hostilidades, al menos mientras dure el grave problema de salud. Solo
el ELN respondió al llamado de distintas organizaciones y personalidades, cesando
sus acciones armadas durante el mes de abril, pero las reinició a partir del 1 de
mayo sin que se lograra ningún acercamiento con el gobierno para explorar el
reinicio de la negociación política, y ya se registra casi un ataque diario a la
infraestructura petrolera”. (De Roux, 2020)

“La Comisión vuelve a hacer un llamado urgente a todos los actores armados para
que, por razones estrictamente humanitarias, detengan temporalmente su accionar
y permitan que la sociedad concentre su atención y sus recursos en prevenir y
cuidarse de la enfermedad, sin los apremios y riesgos de la confrontación armada”.
(De Roux, 2020)

“La pandemia ha evidenciado también las inequidades y deficiencias en los servicios


de salud, las precarias condiciones en que trabaja gran parte del personal de salud
y el mayor riesgo que tienen los pueblos étnicos, la población desplazada por el
conflicto, los desempleados y trabajadores informales y los demás sectores que
padecen pésimas condiciones de higiene, nutrición, vivienda y hacinamiento, tales
como la población carcelaria, de inquilinatos y “pagadiario”” (De Roux, 2020).

“El departamento de Amazonas está reflejando de manera dramática la gravedad de


la situación y la crudeza de las inequidades y las exclusiones acumuladas. En la
amazonia colombiana vive el 76% de los pueblos indígenas del país y allí, sin un
solo hospital con capacidad de respuesta y con enormes dificultades de acceso a
servicios básicos, la pandemia tiene una incidencia once veces mayor al promedio
del país, un número de casos y una mortalidad desproporcionadamente altas, con
un impacto devastador sobre la población, la cultura y el entorno. Van ya más de
700 casos y de 30 muertos, entre ellos algunos Taitas y el diputado a la Asamblea
Departamental Camilo Suárez, quien había solicitado con urgencia la presencia
estatal”. (De Roux, 2020)

“La Comisión quiere llamar la atención de toda la sociedad y de los distintos órganos
del Estado sobre la urgencia de priorizar efectivamente la respuesta a las
necesidades de estos sectores. Dicha respuesta implica tanto acceso a servicios
asistenciales de diagnóstico oportuno y tratamiento adecuado y la dotación del
personal de salud y de la red hospitalaria, en especial los hospitales públicos y
universitarios, como el suministro básico de agua potable, alimentación y
condiciones de vivienda, movilidad y comunicación”. (De Roux, 2020)

“La gran prioridad de la sociedad es la vida en condiciones dignas. El dilema actual


no es entre la salud y la producción económica. Ni la emergencia sanitaria puede
opacar la emergencia humanitaria, ni la atención directa a la enfermedad puede
desviar la atención de los demás problemas y del empeño en la construcción de la
paz que el país viene buscando. La paz es condición necesaria para la salud y
viceversa. Ambas son prioridades sociales e imperativos ético- políticos
permanentes”. (De Roux, 2020)

“Más allá del aprovechamiento de la epidemia para fines o intereses particulares, es


necesario concentrar las propuestas, las leyes, las acciones y los recursos públicos
en la adecuada respuesta a la emergencia sanitaria, con especial atención a los
sectores anteriormente enunciados, y en convocar a todos los sectores e
instituciones del país a repensar y reformular de fondo aquellos aspectos de la
estructura y el funcionamiento social cuya urgencia o inconveniencia hayan sido
evidenciadas por la crisis sanitaria. La reducción de las inequidades, la garantía de
servicios básicos universales, la inclusión social de los pueblos étnicos y los
sectores marginados, la reconfiguración del sistema de salud y la persistencia
decidida en la construcción de una paz que nos motive y nos incluya a todos, deben
estar en los primeros lugares de este debate y en las consiguientes
reformulaciones”. (De Roux, 2020)

“La Comisión de la Verdad reafirma ante el país su decisión de continuar trabajando


sin descanso, en las nuevas condiciones impuestas por la pandemia, por el logro de
sus objetivos de aportar con la verdad a la construcción de la paz y al cese definitivo
de la confrontación armada. Y espera del Estado, del gobierno y de todos los
sectores de la sociedad su comprensión, apoyo y compromiso, sin los cuales es
inviable y carecería de sentido el trabajo de la Comisión”. (De Roux, 2020)

De acuerdo, a los aspectos enunciados en los párrafos anterior, se hace necesario


resaltar, primero se necesita paz para que haya salud y viceversa, en este sentido
que los diferentes actores armados tomen diferentes posturas entres estas dejar las
armas o no perjudica el funcionamiento de los sistemas de salud, y con mayor
incidencia en una crisis humanitaria y social como lo es el Covid-19. Segundo, el
precario sistema de salud de muchas partes del país, entre estas la amazonía pone
sobre la mesa las inequidades presentes en el territorio colombiano. Tercero, la falta
de presencia estatal en muchas partes del país y los pocos recursos destinados a la
salud hacen repensar el manejo de la pandemia en las zonas que han vivido
agudamente el conflicto.

Lo anterior hace pensar en un escenario de crisis frente a la salud, pues frente a


emergencias como la coyuntura actual de la pandemia vemos como en relación a
los temas inherentes a la paz, estamos en una serie crisis, empezando esta por el
asesinato de ex integrantes de la Farc y tambien el asesinato de lideres sociales,
además los sistemas precarios de salud, como ejemplo el de amazonas nos
muestran las profundas inequidades del país. ¿Cómo pensar el futuro a 20 años
partiendo de las inequidades presentes en el territorio colombiano?

3. Posibles espacios de abordaje o actuación, desde el área de investigación, en el


presente para hacer posible dicho futuro.

Para seguir haciendo parte en la Comisión de la Verdad, antes que nada se debe
procurar que sigan habiendo prórrogas por la contribución académica, política y
social por parte de la Comisión en la clarificación de la Verdad y en la socialización
de los hechos sucedidos. Partiendo de esto desde la Universidad Externado, en la
Facultad de ciencias Sociales y Humanas y en las Áreas se pueden brindar
espacios de formación para conocer primero lo sucedido durante el conflicto,
profundizar en los procesos ocurridos durante los 50 años del conflicto, que
contribuyan en la formación de estudiantes y profesionales empáticos y sensibles
frente a este tema de violencia atravesado por el país, que no sólo quedó en la
historia de Colombia, sino también en la vida y en los cuerpos de todos los
colombianos, perpetuando situaciones de violencia. Por ello es importante que los
profesionales aprendan a tener una actitud dispuesta a la escucha de los
testimonios tanto de las víctimas como de los victimarios, reconociendo y
reflexionando que los espacios de socialización son importantes para la Reparación
y No Repetición propuestos por la Comisión de la Verdad.

Es conveniente también que la Rama Judicial que es la encargada de la


administración de justicia en Colombia, para la solución de conflictos y está
conformada por diversas instancias, como la Fiscalía General de la Nación, la Corte
Constitucional, la Corte Suprema de Justicia, el Consejo de Estado y los juzgados
deben ser consideradas como las primeras instituciones para el acceso a la justicia,
por ende desde el actuar del área investigación es preciso que se realice un análisis
exhaustivo sobre los servicios que estas prestan a la población afectada por los
casos de violencia para se garantice el derecho de las víctimas no sólo a la justicia,
sino también a la verdad, reparación y garantías de no repetición, pero sobre todo
-con respecto al enfoque del área- a una atención integral en la salud de toda
persona víctima del conflicto.
De la misma manera el área de salud por medio de su trabajo investigativo en el
ámbito del conocimiento médico en el contexto cultural y social colombiano puede
construir y posicionar una agenda para la reivindicación de los derechos de las
personas víctimas de la violencia en Colombia (tanto en territorios rurales como
urbanos) donde con el apoyo de científicos sociales se generen espacios colectivos
de activistas, defensores y defensoras de derechos humanos y organizaciones
sociales que impulsen esa agenda y por ende se desarrollen modelos interculturales
y diferenciales en salud que apoyen el proceso de reparación a las víctimas.

Además de esto, desde la formación interdisciplinaria se puede generar


conocimientos y estrategias que permitan el abordaje sobre los cuerpos y la salud
mental de las personas afectadas por la violencia; y es desde el área, sus
estudiantes, docente e investigaciones las que hacen posible no sólo el estudio, sino
también aportes metodológicos, teórico y propositivos para entender el fenómeno en
su complejidad y totalidad como parte del conflicto y de la guerra, además del
constante desplazamiento que este ha ocasionado dejando secuelas corporales y
psicológicas que deben ser indagadas desde las ciencias sociales.

Referencias bibliográficas

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Yaje y curación entre foráneos imaginados: religiosidad, verticalidad y tensión
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