Está en la página 1de 23

PROCESO

1. Nitración de fenol

El primer paso del proceso consiste en la transformación de fenol en p-nitrofenol,


cuya reacción global se muestra.

𝐶6𝐻5𝑂𝐻 + 𝐻𝑁𝑂3 → 𝐶6𝐻4𝑂𝐻 − 𝑁𝑂2 + 𝐻2𝑂

Para la obtención del tetraóxido de dinitrógeno se emplea ácido nitroso en presencia


de ácido nítrico en el medio acuoso de reacción, como se muestra en la reacción 5, que es
reversible.

𝑁2𝑂4(𝑔) + 𝐻2𝑂(𝑙) ⇄ 𝐻𝑁𝑂2(𝑙) + 𝐻𝑁𝑂3(𝑙)

Aunque este proceso se puede desglosar en dos reacciones que se llevan a cabo de
manera consecutiva. La primera consiste en la reacción de fenol con tetraóxido de
dinitrógeno para dar lugar a p-nitrosofenol y agua, mientras que a continuación el p-
nitrosofenol formado reacciona con el ácido nítrico para dar lugar al p-nitrofenol y ácido
nitroso, que se recupera para reutilizarlo en forma de óxidos de nitrógeno.

𝐶6𝐻5𝑂𝐻 +12𝑁2𝑂4 → 𝐶6𝐻4𝑂𝐻 − 𝑁𝑂 +12𝐻2𝑂

𝐶6𝐻4𝑂𝐻 − 𝑁𝑂 + 𝐻𝑁𝑂3 → 𝐶6𝐻4𝑂𝐻 − 𝑁𝑂2 + 𝐻𝑁𝑂2

Se conoce que la reacción termina puesto que reduce notablemente la formación de


ácido nitroso, y como consecuencia la liberación de óxido nítrico.

Por otra parte, de la patente US 5414148 se extrae que, empleando una alta
concentración de ácido sulfúrico durante la reacción de nitrosación, se evita el riesgo de
explosión del paranitrosofenol que precipita, puesto que es un compuesto altamente
inestable y presenta riesgo de explosión térmica. Esto es debido a que el para-nitrosofenol
se vuelve soluble en el medio.

Como agente para la nitrosación se puede emplear de igual manera el ácido nitroso
asociado con ácido nítrico. En esta etapa se trabaja con una atmósfera inerte, normalmente
de nitrógeno por el factor económico que presenta su empleo. Una vez realizada la
nitrosación y obtenido el para-nitrosofenol, se emplea como agente de oxidación el ácido
nítrico (preferiblemente en disolución acuosa con concentración de más del 60% en peso).
La cantidad añadida suele ser de 1 mol de ácido nítrico por mol de fenol en la reacción, y se
debe prestar especial atención a este paso. Como consecuencia de la alta concentración de
ácido sulfúrico en el medio de reacción, el para-nitrofenol precipita, siendo separado
empleando métodos convencionales ya citados, siendo recomendable la filtración.

El reactor empleado es un reactor semicontinuo de tanque agitado en régimen


isotérmico, puesto que se necesita una temperatura constante durante la reacción y sólo el
fenol se alimenta de manera continua. El resto de los reactivos se añaden al reactor durante
las diferentes etapas de nitrosación y oxidación. La temperatura óptima es entre los 10ºC y
los 30ºC por lo que se trabajará a la temperatura media, es decir, 20ºC, y a una presión de 5
bar, para evitar la presencia de ácido nitroso en la salida y favorecer su completa
transformación en tetraóxido de nitrógeno.

El tiempo de adición del fenol es de 60 minutos, y se obtiene una mezcla isómeros


de nitrofenol, el orto-nitrofenol y para-nitrofenol, siendo este último el producto de interés
en el proceso de síntesis de paracetamol. Aun así, se trata de un proceso con una alta
selectividad, puesto que el rendimiento en orto-nitrofenol es de un 12%, mientras que el
rendimiento en p-nitrofenol es un 77%. El rendimiento global en nitrofenol es de un 89%.
Estos datos son obtenidos a partir de la patente US3668261, donde la reacción con alto
contenido en ácido sulfúrico presenta el mejor rendimiento de todas las reacciones
estudiadas.

Una vez terminada la reacción, se realiza la salida de óxidos de nitrógeno,


asumiendo que la cantidad de ácido nitroso en la mezcla en este punto es despreciable. Se
genera un vacío para favorecer la retirada de los gases, por lo que se supone un tiempo
necesario de 15 minutos para este proceso.

La cristalización de p-nitrofenol se realiza en el propio reactor, favorecida por el


alta

concentración en ácido sulfúrico. Este proceso se supone terminado una vez que la
remoción de gases ha terminado. El siguiente paso consiste en la separación de los cristales
mediante filtración por gravedad.
El medio de reacción extraído formado por agua, ácido sulfúrico y ácido nítrico se
lleva a una torre de destilación de platos para la recuperación de estos compuestos y su
posterior empleo de nuevo en el proceso de nitración.

Los cristales, por otra parte, son enviados a una torre de destilación de vapor, donde
se realiza la separación del isómero orto por cabezas, permaneciendo el para-nitrofenol en
la corriente de colas, que es enviado a un tanque intermedio previa purificación de este.

Este es obtenido de la destilación con arrastre de vapor como residuo líquido por
colas.

Se emplea bisulfito o un compuesto encargado de formar bisulfitos en la mezcla,


que se puede añadir directamente a la mezcla de nitrofenoles tras la separación del medio
acuoso de reacción, o se puede añadir al residuo acuoso de la destilación que contiene el
para-nitrofenol. La concentración de bisulfito sódico en la mezcla final debe ser, al menos,
de un 0,5% en peso (recomendable hasta 3%), y el pH de la mezcla debe encontrarse entre
5,4 y 6,4 (siendo el óptimo 6) para realizar la cristalización, ajustándolo con el empleo de
ácido y bases.

Se cristaliza el para-nitrofenol por enfriamiento y posteriormente se llevan los


cristales de para-nitrofenol a un agitador con agua, a una temperatura de cerca de 70ºC,
asegurando que la mezcla es completa y se alcanza la temperatura deseada.

Este líquido se separa por decantación, a una temperatura similar a la de agitación.


La fase inferior es rica en agua y contiene las impurezas, mientras que la superior es rica en
paranitrofenol.

La fase con mayor contenido en agua puede ser reciclada y enviada a la salida por
colas de la columna de destilación con arrastre de vapor. La fase rica en p-nitrofenol se
enfría a cerca de 45ºC, y se vuelve a separar en dos fases inmiscibles, siendo en este caso la
fase inferior la rica en para-nitrofenol. La superior, principalmente agua, puede ser
recuperada para disolver los cristales de p-nitrofenol en la etapa anterior,

Por último, se enfría el para-nitrofenol a menos de 30ºC para provocar la


cristalización del compuesto, y se lleva a una centrifugadora para retirar el exceso de
líquido.
Estas operaciones de purificación se llevan a cabo de forma continua, puesto que
resulta económicamente más interesante, y reciclando las fases ricas en agua.
SEGURIDAD EN DISEÑO Y EN OPERACIÓN
Puesto que la seguridad es un requisito indispensable para la operación de una
planta química, en este apartado se elaborará un inventario de las sustancias presentes en el
proceso de producción de paracetamol, cuantificando las cantidades de las que se dispone, y
se recopilará información sobre parámetros como la inflamabilidad y la peligrosidad
asociada a estas. Se aportarán cálculos sobre las distancias de seguridad entre la instalación
de los equipos situado en la planta, se incluye un estudio de reactividad química
descontrolada mediante métodos simples y se realizará el dimensionamiento de una válvula
de alivio.

1. Inventario de sustancias

A la hora de la realización de este inventario se van a tener en cuenta las sustancias


presentes en el proceso, y se recopilarán sus propiedades relacionadas con su
inflamabilidad como:

− Punto flash: es la temperatura más baja a la cual los vapores formados a partir de
un líquido pueden arder.

− Temperatura de autoignición: temperatura a partir de la cual una sustancia se


puede incendiar sin necesitar de una fuente de ignición.

− Límite inferior de inflamabilidad/explosividad: es la más baja concentración de


vapor o gas, como % en volumen de esa sustancia en aire, que produce un incendio
flash en presencia de una fuente de ignición, como puede ser una llama, una chispa
eléctrica o calor.

− Límite superior de inflamabilidad/explosividad: Es la concentración más alta de


vapor o gas, como % en volumen de esa sustancia en aire, que produce un incendio
flash en presencia de una fuente de ignición (llama, chispa eléctrica o calor)
Para realizar la clasificación se tiene en cuenta, además de la cantidad presente en el
proceso de forma continua de manera aproximada, lo que se entiende como cantidad de
diseño (como el etanol, que se recupera en gran parte mediante destilación y la
alimentación fresca es mucho menor que la recirculada), así como el almacenamiento de
reactivos y productos para dos semanas de producción. De todas formas, las cantidades
empleadas son aproximadas, puesto que en la estimación no se tienen en cuenta la cantidad
que se encuentra en algunas tuberías y equipos secundarios, por lo que la cantidad real será
algo mayor que la considerada.

Aun así, todos los compuestos clasificados como sustancias peligrosas se


encuentran en cantidades superiores a las indicadas en la columna 2, pero se encuentran por
debajo de las cantidades indicadas en la columna 3, por lo que la instalación se clasifica
como establecimiento SEVESO de nivel inferior.
2. Afectación
En este apartado se clasificará la instalación en función de la normativa referente a
las instalaciones industriales situadas en territorio español. Se consultará la normativa
vigente y se comprobará, para cada uno de los textos legales pertinentes, si la instalación
cumple alguno de los requisitos presentes en el ámbito de aplicación. Los ámbitos de
aplicación de cada normativa se presentan a continuación, y se analizará si la legislación
es aplicable a la planta en cada caso.

Se aplicará el Reglamento de Distribución y Utilización de Combustibles


Gaseosos (RD 919/2006) debe ser aplicado puesto que se emplean combustibles gaseosos.
De acuerdo con lo expuesto en el artículo 2, apartado h, el reglamento aplica a las
instalaciones constituidas por el conjunto de tuberías y accesorios comprendidos entre la
llave de acometida, excluida, y las llaves de conexión de los diferentes equipos, estas sí
incluidas.

No es de aplicación el Reglamento sobre Instalaciones Petrolíferas (RD


2085/1994), puesto que la instalación en cuestión no se encuentra en el artículo 2 de este
Reglamento, referido al campo de aplicación. De igual manera se descarta la aplicación
del Reglamento de Seguridad para Instalaciones Frigoríficas y sus ITCs (RD 138/2011)
por no encontrarse ninguna instalación de este tipo en la planta en cuestión. Lo mismo
ocurre con el Reglamento para el Almacenamiento de fertilizantes a base de nitrato
amónico (RD 888/2006), en cuyo artículo 2 no se encuentra una referencia sobre su
aplicación a un tipo de planta como la de producción de paracetamol. De igual manera, no
se aplicará el Reglamento de instalaciones de protección contra incendios (RD 513/2017)
al no tratarse de una planta instaladora ni mantenedora de instalaciones de este tipo, y el
Reglamento de eficiencia energética en instalaciones de alumbrado exterior (RD
1890/2008) tampoco se encuentra recogida la instalación en el ámbito de aplicación.

No va a ser de aplicación el Reglamento sobre condiciones técnicas y garantías de


seguridad en líneas eléctricas de alta tensión y sus ITCs (RD 223/2008) por no disponer
de redes de alta tensión en el interior de la instalación, como se indica en el artículo 2 de
dicho Reglamento.

De igual forma, el Real Decreto sobre el control de emisiones de compuestos


orgánicos volátiles (COVs) resultantes del almacenamiento y distribución de gasolina
desde las terminales a las estaciones de servicio (RD 2102/1996) no es aplicable ya que
esta instalación no se recoge en el ámbito de aplicación mostrado en el artículo 2 de dicho
Real Decreto. En cuanto al Reglamento electrotécnico de baja tensión (REBT) que se
recoge en el RD 842/2002 y modificado por el RD 1053/2014 y el RD 560/2010 es de
aplicación, puesto que en el campo de aplicación mostrado en el artículo 2, referido al
campo de aplicación, se incluyen las instalaciones que distribuyan energía eléctrica, a las
generadoras de electricidad para consumo propio y a las receptoras, con una tensión
nominal inferior o igual a 1.000 V en corriente alterna o 1.500 V en corriente continua. La
planta es alimentada por una tensión menor de 1.000 V y se trata de una instalación
receptora, por lo que se encuentra dentro del ámbito de aplicación.

De igual forma, por encontrarse la planta dentro del ámbito de aplicación de su


artículo 2, es de aplicación el Reglamento de Almacenamiento de Productos Químicos
que es recogido en el RD 379/2001 y es modificado por el RD 105/2010. Según el mismo,
el reglamento incluye a las instalaciones con almacenamiento, carga, descarga y trasiego
de productos químicos.

3. Distancia entre equipos


Para la realización de los cálculos de las distancias de seguridad mínimas
necesarias entre equipos situados en la planta industrial, se emplean recomendaciones
proporcionadas por Global Asset Protection Services (GAPS) para plantas de refino de
petróleo y químicos.

En la planta de producción de paracetamol se considerará que existen los siguientes

bloques:

 Edificios de servicios: lugar donde están localizadas las oficinas, comedores


vestuarios para el personal de planta, entre otros.
 Área de utilidades: los equipos encargados de la generación de vapor y aire
comprimido empleados en la instalación se encuentran centralizados en esta área.
 Sala de control: lugar donde se monitoriza el proceso de producción y se comprueba
el correcto funcionamiento de los equipos en la instalación.
 Unidades de proceso de riesgo intermedio:
 Tanques de almacenamiento a presión atmosférica: en ella se encuentran
 almacenamientos como el de ácido sulfúrico, ácido nítrico o fenol
 Tanques de almacenamiento a presión: donde se encuentra, por ejemplo, el
almacenamiento de hidrógeno.
 Antorcha: empleada para la quema de las emisiones gaseosas de los equipos por
 venteo.
 Servicios de protección contra incendios
4. Estudio de reactividad química descontrolada
En el proceso de producción de paracetamol intervienen multitud de
sustancias químicas que presentan diferentes reactividades, por lo que es necesario
controlar en todo momento las condiciones de operación para evitar reacciones
indeseadas. Se debe prestar especial atención a este aspecto en caso de fugas en la
planta, cuando unas especies pueden encontrarse en condiciones muy diferentes a
las de diseño del proceso.

Las reacciones fuera de control representan un riesgo para las instalaciones,


los trabajadores y el medio ambiente, y se caracterizan por la liberación de gran
cantidad de energía en un período corto de tiempo. Asociado a la reacción química
suelen emitirse sustancias tóxicas o corrosivas, y la generación de gases puede
provocar sobrepresiones en el sistema.

De manera habitual, existen cinco escenarios que engloban las reacciones


químicas descontroladas: reacciones violentas con aire, con agua, incompatibilidad
química, descomposición y polimerización.

Lo primero que se realizará será una clasificación NFPA de las sustancias.

5. Clasificación de compuestos según NFPA

En esta clasificación, establecida por la NFPA 704, la norma estadounidense


establecida por la Asociación Nacional de Protección contra el Fuego (National Fire
Protection Association), se emplean cuatro categorías de peligrosidad para
caracterizar una sustancia: inflamabilidad, reactividad, riesgos a la salud y riesgo
específico. Se emplean diagramas, que están conformados por cuatro divisiones
acompañadas de un color característico; y a cada una de ellas se asocia un
significado.
La matriz de compatibilidad química es una representación gráfica que permite
visualizar las interacciones que pueden tener lugar entre los diferentes compuestos
introducidos y su peligrosidad. Para su elaboración se deben tener en cuenta los parámetros
de reactividad, inflamabilidad y salud mostrados en la clasificación NFPA de las sustancias.

Entre los compuestos que presentan mayor número de combinaciones peligrosas


con otros compuestos destacan:
 Anhídrido acético: es un compuesto cuya principal peligrosidad procede de la
reacción de este con agua, que sucede de forma especialmente violenta, sobre
todo en presencia de ácidos minerales como el ácido nítrico o sulfúrico, ambos
presentes en forma de disolución acuosa en el proceso de producción de
paracetamol, aunque en una zona de reacción diferente que el anhídrido acético.
Presenta reacciones exotérmicas con la mayoría de compuestos presentes en el
proceso como: 2-nitrofenol, paracetamol, 4-nitrofenol, fenol, p-aminofenol y el
platino, reacciones que a su vez presentan el riesgo de causar presurización del
sistema en numerosos casos. Por otra parte, la reacción entre el anhídrido
acético
y el tetraóxido de nitrógeno puede ser muy violenta y explosiva, como ocurre
con
la reacción con el bisulfito sódico, con el añadido de que en este último caso los
productos generados pueden presentar una alta toxicidad.

 Ácido nítrico: el principal peligro de este compuesto proviene de sus


propiedades oxidantes, y por ello presenta incompatibilidad con todos los
productos susceptibles de ser oxidados, con los que da lugar a reacciones
exotérmicas y generalmente violentas. En la mayor parte de los casos aparece
asociada la posibilidad de generar presurización del sistema y de generar
productos explosivos o inflamables.
 Tetraóxido de nitrógeno: es a su vez un compuesto oxidante, propiedad que
permite conocer la reactividad que caracteriza a este compuesto. En las
reacciones con agua libera ácido nítrico y óxido nítrico. Siendo un agente
oxidante, reacciona con agentes reductores generado calor y productos que
pueden ser gaseosos, por lo que generaran presurización en el sistema. En la
tabla de compatibilidad mostrada se puede observar que las reacciones con
todos los compuestos presentes en el proceso de producción de paracetamol
excepto con el nitrógeno, la reacción es indicada como peligrosa.

 Ácido sulfúrico: la reacción con agua sólo presenta peligro en caso de que la
concentración de ácido sea superior al 80-90%, donde el calor generado puede
ser muy elevado y provocar quemaduras severas. Es además un ácido fuerte, que
presenta incompatibilidad con numerosos compuestos presentes en el proceso,
como: 2-nitrofenol, 4-nitrofenol, paracetamol, p-aminofenol, fenol o bisulfito
sódico. En todos los casos se dan reacciones con liberación de calor,
probabilidad de presurización por la liberación de productos gaseosos, y
peligros por la inflamabilidad o la explosividad de estos compuestos generados.
Destacar en especial el caso del fenol, el ácido nítrico y el tetraóxido de
nitrógeno, con los que participa en la reacción de nitración para dar lugar al p-
nitrofenol.
 Carbono activado: presenta reacciones peligrosas, además de con los agentes
oxidantes ya mencionados, con el orto y el para-nitrofenol, con los que el
software empleado indica que existe una alta probabilidad de existir una
reactividad descontrolada, pero sin especificar el tipo de peligro, más allá de la
presurización del sistema y la generación de productos inflamables. Se destacan
estos casos puesto que el carbono participa como soporte del catalizador en la
reacción de hidrogenación del para-nitrofenol.
 Hidrógeno: aunque presenta compatibilidad con la mayor parte de las
sustancias, no es así en el caso del o-nitrofenol, p-nitrofenol, platino y los
agentes oxidantes y ácidos. El hidrógeno interviene junto con el para-nitrofenol
y con el platino (presente como catalizador) en la reacción de hidrogenación
para la obtención de p-aminofenol, y con estos compuestos presenta la
posibilidad de generar presurización del sistema y productos inflamables, y con
el platino reacciona de forma exotérmica y violenta.
 Ácido acético: presenta reacciones peligrosas con el etanol, al ácido nítrico, el
tetraóxido de dinitrógeno y el ácido sulfúrico, todos estos casos con reacciones
exotérmicas y violentas.
AFECTACIONES AL MEDIO AMBIENTE
La contaminación de los distintos compartimentos medioambientales (agua, suelo y
aire) por residuos farmacéuticos constituye un problema para el medio ambiente. En la UE,
el consumo anual de medicamentos de uso humano oscila entre 50 y 150 g por persona. El
consumo de medicamentos veterinarios es menor, pero las mascotas representan un
segmento creciente del mercado de productos veterinarios. En la mayoría de los Estados
Miembros de la UE, aproximadamente la mitad de los medicamentos humanos no
utilizados (del 3 al 8 % del total vendido) no se recogen.

El problema radica en la falta de una visión global de lo que ocurre cuando estos
medicamentos se vierten al medio ambiente. Es necesario caracterizar con mayor precisión
las posibles vías de exposición para los seres humanos. En todos los compartimentos
medioambientales se han detectado residuos de medicamentos de diversa índole (hormonas,
fármacos contra el cáncer, antidepresivos, antibióticos, etc.), lo que lleva a preguntarse si
existen riesgos para las plantas, los animales y microbios o los seres humanos expuestos.

El estudio define la magnitud de los efectos medioambientales de los


medicamentos, excluyendo los productos de cuidado personal. El objetivo es identificar los
factores legislativos y no legislativos que contribuyen a su presencia en el medio ambiente,
y proponer enmiendas a la legislación para abordar el problema.

¿Cómo se introducen y comportan los medicamentos en el medio ambiente?

Por lo general, entre el 30 y el 90 % de la dosis de un medicamento administrado


por vía oral se excreta como sustancia activa en la orina de los animales y los seres
humanos. Una parte importante de los medicamentos se desecha a través de los lavabos e
inodoros y acaba en el medio ambiente. El consumo inadecuado o excesivo también podría
estar detrás de las emisiones innecesarias.

En la UE, la aportación de las plantas de fabricación al vertido de medicamentos y/o


residuos de los mismos se considera, por lo general, insignificante.

Tras introducirse en el medio ambiente, los medicamentos se transforman y


desplazan de un compartimento medioambiental a otro (aguas superficiales y subterráneas,
suelo y aire). Los medicamentos altamente liposolubles pueden además acumularse en el
tejido adiposo de los animales y pasar así a la cadena alimentaria. Estos productos se
degradan al ser digeridos y metabolizados por los organismos, o bien a través de los
procesos fisicoquímicos del suelo y el agua. Algunos de los productos de degradación
pueden persistir incluso después del tratamiento de las aguas residuales, lo cual es
preocupante.

¿Qué tipo de peligros y riesgos plantean estos productos para los ecosistemas?

Gran parte de los productos farmacéuticos plantean un riesgo mínimo, puesto que
no persisten en el medio ambiente y su toxicidad es baja. Sin embargo, cada vez resulta más
evidente que algunos medicamentos con posibles efectos eco toxicológicos, en concreto los
parasiticidas, antimicóticos, antibióticos y (xeno)estrógenos, plantean riesgos para el medio
ambiente en determinados casos. Por ejemplo, en el subcontinente indio se produjo un
descenso de la población de buitres atribuido al envenenamiento por diclofenaco, un
analgésico detectado en los cadáveres de los que se alimentaban estas aves.

¿Cuáles son los posibles efectos para el ser humano?


En el caso de los seres humanos, los posibles efectos no están tan claros como para
el medio ambiente. El agua potable y los alimentos contienen niveles de residuos muy bajos
que no se consideran peligrosos para las personas, pero pueden constituir vías de
exposición de bajo nivel a largo plazo.

Hasta la fecha no existe ningún límite legal que establezca el nivel de medicamentos
de uso humano permitido en productos de origen animal, puesto que la exposición por esta
vía se considera insignificante, aunque aún no está debidamente caracterizada. Por ejemplo,
en Europa solo se detectan antibióticos de uso veterinario en muy bajas concentraciones en
los productos lácteos.

¿Qué límites establece el actual marco legislativo de la UE con respecto a la presencia


de medicamentos en el medio ambiente?

Hasta 2005, el proceso de autorización de medicamentos no incluía una evaluación


de impacto ambiental (EIA), por lo que la información pertinente de la que se dispone es
escasa. Incluso en el caso de productos más recientes, a menudo la EIA no es exhaustiva.
En la actualidad, varios marcos normativos para los productos químicos comercializados y
consumidos en Europa incluyen una evaluación del potencial de persistencia,
bioacumulación y toxicidad (PBT), pero no existen directrices específicas para los
medicamentos de uso veterinario y humano.

Por el momento ningún reglamento de la UE contempla la evaluación de riesgos de


los suelos contaminados ni de la transferencia de residuos a los animales destinados a la
producción de alimentos (incluidos los peces), o su presencia en lodos residuales
procedentes de las plantas de tratamiento de aguas.

¿Qué se puede hacer para limitar la presencia de productos farmacéuticos en el medio


ambiente?
En el ámbito legislativo, las medidas clave para superar estas limitaciones pasan
principalmente por consolidar los sistemas de evaluación de los riesgos medioambientales,
que podrían hacerse extensivos a los productos farmacéuticos “antiguos”. La Directiva
marco del agua podría tener en cuenta de manera explícita los resultados de las EIA de los
principios activos farmacéuticos. Asimismo, se podría establecer un distintivo para los
fármacos ecológicos a través de mecanismos legislativos adaptados.

Fuera del ámbito legislativo, las principales medidas se centran en la gestión del
consumo y los residuos a través de un mejor conocimiento de la ecotoxicidad de los
medicamentos, junto con el fomento de la contratación de personal con experiencia en
ecotoxicología por parte de las entidades reguladoras. De forma paralela, se podrían
organizar programas de formación para médicos, examinar la manera de adecuar el tamaño
de los envases a las necesidades de los consumidores, valorizar el papel de los
farmacéuticos en la recogida de medicamentos no utilizados y llevar a cabo campañas de
información pública.

En lo referente a la gestión de residuos, las principales medidas podrían estar


destinadas a aumentar y controlar la eficacia de los sistemas de recogida de medicamentos
humanos y veterinarios no utilizados.

REFERENCIAS
Dirección General de Sanidad y Consumidores. (2015, 26 marzo). Riesgos
medioambientales de los productos farmacéuticos y medicinales. GreenFacts. Recuperado 4
de noviembre de 2021, de https://www.greenfacts.org/es/medio-ambiente-productos-
farmaceuticos/index.htm
Fachado Abuín, J. R. (2018, 23 julio). Planta de producción de paracetamol. Planta
de producción de paracetamol. Recuperado 4 de noviembre de 2021, de
https://minerva.usc.es/xmlui/bitstream/10347/17873/1/TFG-Jos%C3%A9%20Ram
%C3%B3n%20Fachado%20Abu%C3%ADn.pdf

También podría gustarte