Los medicamentos son compuestos químicos que se utilizan para curar,
detener o prevenir enfermedades; para aliviar síntomas; o para ayudar a diagnosticar algunas enfermedades. Los avances en los medicamentos han hecho posible que lo médicos curen muchas enfermedades y salven muchas vidas. Estos tres medicamentos tienen las siguientes características: REMDESIVIR: Remdesivir es un medicamento antiviral, un nuevo profármaco usado por por primera vez en 2009, que pertenece al grupo de los análogos de nucleótidos. La vía de administración es mediante inyección intravenosa y oral en infusión. CIPROFLOXACINA: Ciprofloxacina es un antibiótico del grupo de las fluoroquinolonas con efectos bactericidas. Su modo de acción consiste en paralizar la replicación bacterial del ADN al unirse con una enzima llamada ADN girasa, que queda bloqueada. Los antibióticos como la ciprofloxacina no funcionan para combatir resfriados, influenza u otras infecciones virales. Tiene un espectro bacteriano extremadamente amplio, ya que actúa sobre bacterias grampositivas y gramnegativas, aeróbicas y anaeróbicas y se incluyen enterobacteriáceas, Haemophilus y Pseudomonas, activo contra cocos y bacilos grampositivos, Chlamydia, Mycoplasma y Mycobacterium. CLEXANE: La enoxaparina sódica es un derivado de bajo peso molecular de la heparina empleado como anticoagulante por su acción inhibidora del factor Xa de la cascada de la coagulación. Tiene también baja actividad anti-factor-IIa. Este fármaco anticoagulante se utiliza especialmente para evitar problemas de circulación de sangre. Clexane es un fármaco ampliamente utilizado en diversas condiciones en las cuales puede llegar a salvar vidas, ya sea como tratamiento o incluso como prevención de algunas situaciones con potencial mortal, siendo todas ellas vinculadas al sistema cardiovascular. Una de las principales indicaciones se da en el tratamiento de la trombosis venosa profunda, una alteración en la cual los coágulos de sangre taponan una de las venas del organismo, generalmente dirigida a las extremidades, y que puede generar importantes consecuencias (incluyendo una posible embolia pulmonar). Utilización de Fármacos para el COVID 19 Remdesivir es un medicamento antiviral que se desarrolló inicialmente para la enfermedad del virus del Ébola, pero que también ha demostrado actividad in vitro frente al SARS-CoV-2. Durante la crisis sanitaria de la COVID-19, el fármaco se ha utilizado a través de ensayos clínicos, lo que ha permitido que la Comisión Europea emitiera una autorización de comercialización condicional el pasado 3 de julio de 2020. Esta autorización está delimitada únicamente para el tratamiento de COVID-19 en adultos y adolescentes mayores de 12 años con neumonía que requieran oxígeno. En España, hasta que remdesivir esté comercializado de forma efectiva, se puede acceder al tratamiento a través de ensayos clínicos autorizados y del acceso a medicamentos en situaciones especiales, del mismo modo que desde el inicio de la crisis sanitaria. En el caso de remdesivir cada vez existe más evidencia sobre su beneficio en pacientes graves. Según los resultados del ensayo ACTT-1, publicados en la revista New England Journal of Medicine, donde se mostró que remdesivir fue superior al placebo al acortar el tiempo de recuperación en adultos hospitalizados con Covid-19 grave. Pero, uno de los retos actualmente es determinar si se pueden acortar los tiempos de tratamiento, así como avanzar en el posible beneficio de remdesivir en otros perfiles de paciente. En este sentido, las compañías están investigando otras formas de administración que permitan su uso en el domicilio, evitando así visitas a los centros hospitalarios. En concreto, la compañía está avanzando con el uso inhalado. No obstante, para evitar tensiones puntuales en el suministro, la AEMPS recomienda utilizar remdesivir únicamente en las situaciones en las ha mostrado un mayor beneficio. Es decir, para tratamientos con una duración máxima de 5 días en pacientes con COVID-19 hospitalizados que requieran oxigeno suplementario, pero no ventilación mecánica u oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO). En el resto de casos, sigue siendo necesario generar una mayor evidencia científica, por lo que es recomendable que se utilice dentro del marco de investigaciones clínicas.