Está en la página 1de 16

La dimensión pedagógica del término disciplina en San Agustín

La dimensión pedagógica del término


disciplina en San Agustín

por María Lilián MÚJICA RIVAS


Universidad de Navarra

A través de sus obras, San Agustín es, pues, fundamentalmente moral, o,


manifiesta una preocupación constante más precisamente, religioso-moral.
por la educación, a la que se dedicó tanto
antes como después de su conversión. Sin Dicha ordenación no se logra sin un
embargo, su pensamiento pedagógico no proceso de conversión interior, por lo cual
está totalmente desarrollado en forma sis- el maestro exterior o humano nada pue-
temática. Por esa razón se ha visto la de lograr sin la acción del maestro inte-
conveniencia de realizar un trabajo de rior o divino, que enseña en el silencio
rastreo del uso que nuestro autor hace del alma, iluminándola para que alcance
de ciertos términos con sentido pedagó- la comprensión de las verdades que aquél
gico, a lo largo de distintas obras. le enseña.

año LXIII, n.º 231, mayo-agosto 2005, 309-324


En términos generales se puede afir- Análisis semántico del término
mar, sobre el pensamiento pedagógico de disciplina
revista española de pedagogía

San Agustín, que concibe el proceso edu- El presente artículo está enmarcado
cativo principalmente como un proceso en una investigación más amplia sobre
de ordenación interior (de las potencias el vocabulario pedagógico de San
entre sí) y de ordenación moral u ordo Agustín. Uno de los vocablos escogido
amoris (de la voluntad, que supone la or- es el que aquí se analiza: la palabra
denación de la inteligencia), de modo que disciplina [1].
permita al hombre alcanzar su fin últi-
mo, su felicidad. Ésta consiste en amar: Lo primero que se destaca en nuestra
amar a las criaturas sólo como medios investigación es la ausencia de un uso
para alcanzar el pleno amor a Dios, y unívoco de los términos por parte de San
amar a Dios por sí mismo, único bien Agustín. Por ello, a continuación presen-
que sacia todos los anhelos del corazón tamos algunos sentidos en los cuales em-
del hombre. La finalidad de la educación plea este término.

309
María Lilián MÚJICA RIVAS

Disciplina como enseñanza a la ciencia y al bien, razón por la cual


Ya en una obra tan temprana como el incluye la educación intelectual y la edu-
De ordine emplea San Agustín el térmi- cación moral:
no disciplina en el sentido de enseñanza
o educación, si bien no siempre es tradu- «por ella [scl. la disciplina] se nos co-
cido con esta significación. Tal es el caso munica la ciencia [scientia] o se en-
del siguiente texto: ciende en nosotros el deseo de
adquirirla, y nadie adquiere conoci-
«cuando leyeren nuestro escrito [scl. miento alguno sino mediante la disci-
Cenobio y los parientes de los discí- plina. […] lo cierto es que la disciplina
pulos allí presentes], si alguna obje- es un bien, y que se deriva de
ción nos viene de su parte, a esta discendo, y que el mal no se puede en
disertación se irán enlazando otras, y modo alguno aprender; porque, si se
con la serie de los discursos inserta- aprendiera, estaría contenido en la
dos se formará un cuerpo orgánico de disciplina, y entonces no sería ésta un
doctrina [ipsa successio sermonum in bien […] y si aprendemos el mal, lo
ordinem inseret disciplinae]» (De aprendemos para evitarlo, no para ha-
ordine, I, 9, 27). cerlo. De donde se infiere que obrar
mal no es otra cosa que alejarse de la
La traducción de esta última frase se- disciplina» (De libero arbitrio, I, 1, 2).
ría más correcta si dijese “esa misma su-
cesión de discursos ordenados será Al afirmar que la disciplina es un bien,
insertada a la enseñanza”. La razón de San Agustín no lo hace desde el punto de
esta traducción diferente se basa en que vista ontológico [2], sino moral, por cuanto
la situación a la que se refiere dicha fra- enseña el bien que el hombre debe hacer
se es una discusión en la que San Agustín [3]. Y ese bien se encuentra en la cien-
año LXIII, n.º 231, mayo-agosto 2005, 309-324

pretende enseñar qué es el orden. El pro- cia, que es lo que enseña la disciplina.
ceso de esa enseñanza, llevada a cabo Así pues, ciencia es aquí conocimiento del
mediante el método de la disputa, es bien y de cómo evitar el mal, tal como en
revista española de pedagogía

puesto por escrito, por lo que no puede De Trinitate XIV, 1, 1.


decirse que sea propiamente un cuerpo
de doctrina o una disciplina en el sentido Por otra parte, San Agustín emplea
de ciencia, ya que carece de la en reiteradas ocasiones la expresión dis-
sistematicidad propia de ellas. Más bien ciplina christiana con el sentido de ense-
se trata de una enseñanza constituida ñanza cristiana, poniendo el acento en el
por una sucesión de discursos que bus- contenido religioso-moral de la enseñan-
can arribar a un conocimiento seguro, za. Así, por ejemplo, en la Expositio
pero que aún no constituyen una exposi- epistolae ad Galatas, 15, dice: «Esto sir-
ción del conocimiento ya adquirido. ve de un extraordinario ejemplo de hu-
mildad, la cual es la más grande de las
En el diálogo De libero arbitrio, la dis- enseñanzas cristianas [quae maxima est
ciplina aparece estrechamente vinculada disciplina christiana], pues por la humil-

310
La dimensión pedagógica del término disciplina en San Agustín

dad se conserva la caridad, y a ella nin- lucha singularmente toda la disciplina


guna otra cosa la corrompe más pronto cristiana [disciplina christiana]. Ésta nos
que la soberbia». enseña la humildad para adquirir y cus-
todiar la caridad» [4].
Algo parecido sucede en De mendacio,
donde ese matiz de sentido que se refiere En algunos pasajes, la insistencia en
al contenido de la enseñanza da pie para la apropiación del contenido de la ense-
que el vocablo disciplina pueda ser tra- ñanza marca, para la educación moral,
ducido por doctrina, como conjunto de un rumbo que se aleja de la mera re-
verdades y principios sostenidos por el flexión y enseñanza intelectual, mientras
cristianismo. El texto dice así: «tenía que que se pone el acento en la unidad armó-
demostrar […] que en la doctrina cristia- nica que deben alcanzar las dimensiones
na [in disciplina christiana] no había intelectual y volitiva en la educación mo-
aprendido a detestar los ritos de la ley ral, o, por usar los términos del propio
antigua» (De mendacio, V, 8). En el pá- San Agustín, la educación para alcanzar
rrafo anterior el contenido de la discipli- la justicia. Ello es muy evidente en esta
na es la humildad, y en éste, el contenido frase: «el entender y el instruirse es po-
son los ritos de la ley antigua. ner por obra la enseñanza [hoc est
apprehendere disciplinam]» (Enarrationes
El término disciplina asume también
in Psalmo, 2, 10). Apprehendere no signi-
el sentido de metodología de la enseñan-
fica, inmediatamente, poner por obra,
za, como, por ejemplo, en Enarrationes
sino aprender, asir, apoderarse, hacer
in Psalmo, 8, 13: «En toda alegoría debe
propio algo, pero ello mismo conlleva la
observarse esta norma: que, a la vista de
idea de ponerlo por obra. En este caso,
la sentencia del asunto que se trata, se
hay que apropiarse una enseñanza mo-
considere lo que se dice por semejanza;
ral, asumirla en la propia vida, es decir,
año LXIII, n.º 231, mayo-agosto 2005, 309-324
ésta es la enseñanza [disciplina] del Se-
obrar conforme a ella.
ñor y de los apóstoles». La alegoría es,
pues, un recurso retórico, un recurso Ahora bien, la educación moral supo-
revista española de pedagogía

metodológico de la enseñanza de Jesús y ne la educación afectiva, que consiste, no


de los apóstoles, y en este caso no hay en una represión de los afectos, sino en
ninguna referencia al contenido de dicha una regulación de su intensidad y en su
enseñanza. subordinación a la razón, es decir, en un
reordenamiento de los objetos hacia los
Disciplina como educación moral que se dirigen esos afectos. Por ello, San
En De sancta virginitate, San Agustín Agustín recomienda: «Somete a Dios la
emplea el término disciplina con el sen- mente para que la corrija y ayude, y a la
tido de enseñanza moral, por cuanto está mente las pasiones para que las modere
centrada en la adquisición de virtudes y y refrene, de forma que se conviertan a
en la ‘lucha’ contra los vicios. Así, en el los usos de la justicia. Además, en nues-
capítulo 31 se afirma: «Contra la sober- tra escuela [disciplina] no se atiende a si
bia, madre de la envidia, es contra quien el ánimo piadoso se aíra, sino al por qué

311
María Lilián MÚJICA RIVAS

de la ira; no a si se entristece, sino al doctrina christiana, se define la utilidad


origen de la tristeza; no a si teme, sino al como «lo que hace la caridad en provecho
objeto del temor» (De civitate Dei, IX, 5). propio» (III, 10, 16) [6]. En consecuencia,
Creemos que aquí la traducción sería más las disciplinas útiles son las enseñanzas
correcta si dijera ‘nuestra enseñanza’ o morales que guían al hombre para alcan-
‘nuestra educación’, la cual, en tanto tie- zar su fin, y que le enseñan la jerarquía
ne como objetivo la virtud de la justicia, de los bienes y la de los amores, es decir
es educación moral. que enseñan al hombre a amar a Dios
sobre todas las cosas y al prójimo como a
En la misma obra, San Agustín afir- sí mismo. Es la enseñanza de un conoci-
ma: miento que conduce a la acción, y, con
«Así, pues, nadie prohibe entender ella, a la sabiduría.
por paraíso la vida de los bienaventu-
rados; por sus cuatro ríos, las cuatro
virtudes cardinales, prudencia, forta-
Disciplina como sabiduría
leza, templanza, justicia; por sus ár- La sabiduría, que en De Trinitate ten-
boles, todas las disciplinas útiles drá un sentido bien delimitado, en De
[omnes utiles disciplinas]; por los fru- ordine, una de sus primeras obras, San
tos de estos árboles, las costumbres Agustín la identifica con la disciplina,
de los piadosos; por el árbol de la vida, afirmando que: «aun todas estas cosas,
la sabiduría, madre de todos los bie- tenidas como perversas [i.e. enseñar las
nes, y por el árbol de la ciencia del sílabas antes que las letras, es decir, en-
bien y del mal, la experiencia del man- señar sin seguir un orden de compleji-
damiento transgredido» (De civitate dad], no se exorbitan de un orden divino,
Dei, XIII, 21). promete evidenciarlo a las almas aman-
tes de Dios y de sí mismas una disciplina
año LXIII, n.º 231, mayo-agosto 2005, 309-324

En esta ocasión se emplea el plural elevada y remotísima del alcance de la


de disciplina, pero no parece que nuestro multitud, comunicándoles una certeza
autor se refiera a las artes liberales, como superior a la que ofrecen las verdades de
revista española de pedagogía

en los casos que analizaremos más ade- la matemática» (De ordine, II, 7, 24).
lante, ya que no agrega alguno de los
calificativos que suele utilizar para dis- Esta disciplina elevada y remotísima
tinguirlas, sino el adjetivo utiles. Éste es la filosofía, que se ocupa de dos pro-
debe ser interpretado en el marco de la blemas: el conocimiento del alma, me-
distinción agustiniana frui-uti. En efec- diante el cual el hombre se prepara para
to, en La ciudad de Dios se establece el ser feliz, y el conocimiento de Dios, con
uso como objeto propio de la moral, el el que es feliz. Pero a ella no se llega sin
cual está referido al ordenado amor a los el estudio de las matemáticas y el cono-
bienes, que ama a los seres creados sólo cimiento de la buena argumentación. Éste
como medios para alcanzar el único bien es el orden del estudio de la sabiduría
del que se debe gozar, y que es capaz de (De ordine, II, 18, 47) que permite com-
hacer feliz al hombre [5]. Además, en De prender el orden de las cosas.

312
La dimensión pedagógica del término disciplina en San Agustín

Y, a renglón seguido, San Agustín Agustín, toda disciplina es verdadera. Así


aclara que «esta disciplina es la misma lo afirma en Contra Academicos, III, 3,
ley de Dios, que, permaneciendo siempre 5, donde dice:
fija e inconcusa en Él, en cierto modo se
imprime en las almas de los sabios; de «ninguna diferencia separa al sabio del
modo que tanto mejor saben vivir y con estudioso de la sabiduría, fuera de que
tanta mayor elevación, cuanto más per- éste ama y aquél posee la disciplina
fectamente la contemplan con su inteli- de la sabiduría [sapientiae discipli-
gencia y la guardan con su vida» (De nam] —y por eso no dudaste en darle
ordine, II, 8, 25). Así pues, esta sabidu- el nombre de hábito—, y nadie puede
ría supone la contemplación y la acción. poseer en su ánimo la disciplina sin
haberla aprendido. […] —No sé hasta
Disciplina como hábito intelectual dónde llegaría mi audacia, dijo él [scl.
San Agustín define el habitus, en una Alipio], si negase que el sabio posee el
de sus acepciones, como una cualidad del hábito de la investigación de la ver-
alma, y un ejemplo de dicha cualidad es dad de las cosas divinas y humanas».
«la comprensión de una disciplina, forta-
lecida y asegurada con la práctica» (De Con esta última frase queda estable-
diversis quaestionibus LXXXIII, q. 73, 1), cida la equivalencia entre las expresio-
razón por la cual el hábito tiene una do- nes “disciplina de la sabiduría” y “hábito
ble dimensión especulativa y práctica. Y de la investigación de la verdad de las
como habitus viene de habere, el hábito cosas divinas y humanas”.
es tener algo que se puede dejar de te-
ner, como sucede con el conocimiento que, Por otra parte, San Agustín distingue
si no se tiene, se es ignorante. Ahora bien, la “disciplina de la sabiduría” —como há-

año LXIII, n.º 231, mayo-agosto 2005, 309-324


lo que se tiene, en el caso de la sabidu- bito de la búsqueda de la verdad, de in-
ría, cambia al hombre sin que ella sea vestigación— de la “ciencia de la
modificada en sí misma. Pero, si la sabi- sabiduría” —en cuanto conocimiento al- revista española de pedagogía

duría es la Verdad, la Ley de Dios [7], no canzado o contemplación. Consideremos


es algo propio del hombre, ser creado y, lo que afirma en esa misma obra, en el
como tal, limitado, la posesión de la Ver- libro anterior (II, 1, 1) que es necesario
dad, porque ello excede su capacidad. No «que el sabio esté adornado de la disci-
obstante, el hombre sí puede investigar- plina y ciencia de la sabiduría».
la, buscarla. Ésta es la clave de interpre-
tación de la expresión agustiniana Disciplina como artes liberales
“disciplina de la sabiduría”, que es más En las primeras obras de San Agustín
un hábito, una actitud y un procedimien- se advierte una gran valoración de las
to que un conocimiento exhaustivo de la artes liberales, a las que también llama
realidad. Sin embargo, esto no excluye disciplinas liberales. De hecho, nuestro
un conocimiento limitado de la verdad, autor usa indistintamente ambas expre-
ya que antes hemos visto que, para San siones. Cuando emplea el término disci-

313
María Lilián MÚJICA RIVAS

plina con este significado, siempre lo hace En el De ordine, desde el capítulo XII
en plural. Tal es el caso del siguiente hasta el XV, San Agustín analiza cada
pasaje de la obra Contra Academicos (I, una de las siete artes liberales, a cada
1, 4), donde afirma: «habiéndosenos lle- una de las cuales llama disciplina; y a la
vado al primero [scl. Trigecio] la milicia dialéctica la llama “disciplina de las dis-
por algún tiempo, como para vencer el ciplinas”, por cuanto garantiza los ins-
fastidio del estudio de las disciplinas trumentos y el método para llegar a la
[disciplinarum], nos lo devolvió con una certeza del conocimiento:
ardentísima pasión y voracidad de las
grandes y nobles artes [magnarum «la razón pasó al estudio de la misma
honestarumque artium]». actividad pensante y creadora de las
artes [artem], porque no sólo las ha-
Además, de la misma forma que hizo bía reducido a cuerpo orgánico por me-
en el pasaje anterior con el término ars, dio de definiciones, divisiones y
en numerosas ocasiones San Agustín síntesis, sino también las defendió de
acompaña el vocablo disciplina en plural todo error. Pues ¿cómo podía pasar a
con algún adjetivo calificativo que distin- nuevas construcciones sin asegurarse
gue estas disciplinas de otras, como por primero de la perfección y seguridad
ejemplo en De ordine cuando afirma: «és- de los instrumentos, distinguiéndolos,
notándolos, clasificándolos y creando
tos […] no sólo son libres —cosa que bas-
de este modo la disciplina de las dis-
ta para dedicarse a las artes liberales
ciplinas [disciplinam disciplinarum],
[disciplinae liberali] y aun a la filoso-
que es la dialéctica? Ella nos da el
fía—, sino de muy elevada posición por
método para enseñar y aprender; en
su nacimiento» (De ordine, I, 11, 31) [8].
ella se nos declara lo que es la razón,
su valor, sus aspiraciones y potencias.
año LXIII, n.º 231, mayo-agosto 2005, 309-324

Puesto que establece explícitamente


Nos da la seguridad y certeza de lo
la necesidad de pertenecer a grupos so-
que sabemos» (De ordine, II, 13, 38).
ciales nobles para acceder a los más al-
revista española de pedagogía

tos conocimientos, aunque la condición Como se puede apreciar, en De ordine,


de libre es suficiente para ello, parece contrariamente a lo que hace en De
evidente que el discurso de San Agustín quantitate animae, lo veremos en segui-
sobre estas disciplinas presupone la or- da, San Agustín emplea indistintamente
ganización social de la época, por ello los términos ars y disciplina para desig-
aclara que son necesarios «vigor de inge- nar los conocimientos liberales. Así, por
nio, madurez de edad, ocio, bienestar y ejemplo, afirma que:
vivo entusiasmo» (De ordine, II, 16, 44)
para estudiar las disciplinas liberales. La «se requiere vigor de ingenio, madu-
tercera y la cuarta condición no son posi- rez de edad, ocio, bienestar y vivo en-
bles salvo que se pertenezca a los grupos tusiasmo para recorrer suficientemen-
sociales más altos, vinculados siempre a te el orden indicado de las disciplinas
la posesión de tierras. liberales [disciplinarum]. Pues como

314
La dimensión pedagógica del término disciplina en San Agustín

estas artes [artes illae omnes libera- ma, en cierto modo respondiéndole [10],
les] se ordenan en parte al provecho que:
de la vida, en parte a la contempla- «Como hay diferencia entre lo ho-
ción y conocimiento de las cosas, es nesto y lo útil, también la hay entre
dificilísimo adquirir su ejercicio, si no el gozar y el usar. Y aun cuando pue-
se emplea desde niño mucho ingenio, da defenderse agudamente que todo
mucho entusiasmo y perseverancia» lo honesto es útil y todo lo útil es ho-
(De ordine, II, 16, 44). nesto, con todo, porque es más exacto
y más usual llamar honesto a aquello
Sin embargo, en De quantitate animae que es deseable por sí mismo, y útil a
se aplica el término disciplina sólo a los lo que se refiere a otro fin, nosotros
conocimientos útiles o provechosos para hablamos aquí según esta distinción,
el hombre, es decir, para el desarrollo defendiendo sin dudar que lo honesto
del espíritu, mientras que para referirse y lo útil no se contradicen en manera
a los inútiles y nocivos, porque sólo apun- alguna. […] Y a su vez, toda rectitud,
tan al desarrollo de los sentidos, se usa que se llama también virtud, consiste
la palabra ars. Pero, puesto que hasta en gozar de lo que debe gozarse, y usar
ese momento han sido usados ambos tér- de lo que debe usarse. En efecto, ha
minos como sinónimos, San Agustín debe de gozarse de lo que es honesto, y ha
acompañarlos de adjetivos calificativos: de usarse de lo que es útil» (De diversis
disciplinas “honestas” [honestis] y artes quaestionibus LXXXIII, q. 30).
“nocivas” [noxium]:
En consecuencia, para San Agustín,
«en el alma se dan ciertos casi natu- lo honesto son bienes espirituales (como
rales aumentos cuando decimos que por ejemplo Dios) y no las virtudes, ya
crece en conocimientos honestos y aco- que éstas consisten más bien en gozar de
año LXIII, n.º 231, mayo-agosto 2005, 309-324
modados al vivir bien y honestamente lo honesto y en usar de lo útil. Y las dis-
[cum honestis et ad bene beateque ciplinas liberales son útiles en la medida
vivendum accommodatis disciplinis que conducen al hombre a gozar de lo
revista española de pedagogía

augeri dicitur]. […] Nocivo es, empe- que debe ser objeto de gozo, y son valio-
ro, aquel género de artes [Noxium vero sas en tanto que contribuyen al perfec-
illud est genus artium] que dañan la cionamiento moral del hombre. Éste será
salud del alma; porque discernir los el criterio que más adelante empleará
manjares con maestría por el olor […] para restringir los contenidos de lo que
es una maestría deplorable» (De él llamará ciencia (cf. De Trinitate, XII,
quantitate animae, XIX, 33). 14, 22).

Mientras que para Cicerón, en De Disciplina como ciencia


officiis, lo honesto se reduce a las cuatro San Agustín emplea en varios pasa-
virtudes cardinales [9], San Agustín, ba- jes el término disciplina queriendo signi-
sándose no obstante en la distinción que ficar ‘ciencia’. Así, en De ordine, San
aquél hace entre lo honesto y lo útil, afir- Agustín usa la palabra disciplina en una

315
María Lilián MÚJICA RIVAS

frase en la que puede ser interpretada, Más tarde, en De Trinitate se identi-


al menos, en dos sentidos. Afirma que fican disciplina y ciencia, pero, en este
Pitágoras «reservaba para lo último la caso, asignando al concepto de ciencia el
enseñanza del arte de gobernar la repú- significado que se le atribuye en la Bi-
blica [regendae reipublicae disciplinam] blia: «en el libro del Siervo de Dios Job,
para comunicarlo a los perfectos, a los donde se lee que la sabiduría dijo al hom-
sabios, a los dichosos» (De ordine, II, 20, bre: ¡Mira! Piedad es la sabiduría, y el
54). Parece que disciplina aquí significa abstenerse del mal, ciencia [scientia]; o,
ciencia, si consideramos tanto la tradi- según algunos traducen la palabra grie-
ción platónica como la aristotélica en la ga epist-m– disciplina [disciplina], deri-
concepción de la política [11]. Así enten- vada del verbo latino discere, aprender,
dida, también podría ser llamada arte si y de ahí que también se pueda decir cien-
tenemos en cuenta la equivalencia que cia [scientia], pues se aprende sólo para
establece el mismo San Agustín en el uso saber» (De Trinitate, XIV, 1, 1).
de esos dos vocablos en esta misma obra
(De Ord., II, 13, 38 y II, 16, 44).
De acuerdo con la traducción que cita,
San Agustín identifica las palabras dis-
En De immortalitate animae, San
ciplina y ciencia, pero usa esta última en
Agustín vuelve a emplear el término dis-
un doble sentido, primero como conoci-
ciplina identificándolo con el de ciencia,
miento práctico (“abstenerse del mal”) y
al afirmar:
luego como conocimiento especulativo
«la disciplina no puede darse en un (“sólo para saber”). Además, la sabidu-
sujeto que nada aprende. […] nadie ría, al ser identificada con la piedad, tam-
puede razonar rectamente sin la dis- bién tiene un sentido práctico puesto que
ciplina: raciocinio recto es el pensa- esta última es el culto de Dios, que San
año LXIII, n.º 231, mayo-agosto 2005, 309-324

miento que partiendo de algo cierto Agustín identifica con la caridad [12]. Fi-
trata de llegar a reconocer lo incierto. nalmente nuestro autor incluirá en la
[…] Y todo lo que abarca la ciencia ciencia sólo aquello que contribuya a que
revista española de pedagogía

[scientia] pertenece a alguna discipli- el hombre alcance su finalidad religioso-


na: llamamos disciplina a la ciencia moral [13]. A esta época pertenecen los
de cualquier zona de objetos [discipli- párrafos que analizaremos en el siguien-
na quarumque rerum scientia]» (I, 1). te apartado.

En este caso se reafirma que el conte- Disciplina como conocimiento moral


nido de la enseñanza son las disciplinas,
pero éstas lo son porque, en primer lu- o ciencia de la vida buena
gar, son el contenido de la ciencia, orga- En algunos pasajes de las obras de
nizado según los objetos de los que se San Agustín se encuentra el uso de la
ocupe. Entonces, la ciencia sólo es, en tér- palabra disciplina como sinónimo de cien-
minos generales, el conocimiento cierto y cia del bien obrar o de la vida buena, es
seguro. decir, como sinónimo de ética.

316
La dimensión pedagógica del término disciplina en San Agustín

hombre. Aquí San Agustín se está refi-


Así, en De disciplina christiana, I, 1, riendo claramente a la ética como cien-
se afirma que «nos ha dicho la palabra cia práctica del obrar humano, como
de Dios en la Escritura, tomada para ex- conocimiento práctico de la bondad o mal-
hortación nuestra: ‘Aceptad la disciplina dad moral. Éste es, según Marrou [16],
en la casa de la disciplina’. Disciplina un uso original del término scientia al
[disciplina] viene del latín discendo. Casa que llega progresivamente y que consiste
de la disciplina [disciplinae domus] es la en insertar la ciencia en un sistema de
Iglesia de Cristo. Se aprende [scl. en ella] valores morales y religiosos que le van
a vivir bien. […] para llegar a vivir siem- imponiendo un sentido cada vez más res-
pre. Aprenden los cristianos. Enseña Cris- tringido (cf. De Trinitate, XIV, I, 3).
to». Así pues, la Iglesia es la escuela en
la que se aprende la moral que permite La citada expresión “ciencia o disci-
vivir bien, es decir, vivir amando [14] con plina” se puede relacionar con la distin-
un amor tal que no pueda perecer con el ción que se hizo en De immortalitate
hombre, sino que lo haga capaz de vivir animae, a la que nos hemos referido más
eternamente. arriba, donde el término ciencia quiere
significar el conocimiento cierto y segu-
Por otra parte, en De Trinitate, XII, ro, mientras que disciplina es una parce-
13, 21 y 14, 22 afirma: la de ese conocimiento ordenado según el
tipo de objetos de los que se ocupa. Esa
«Sin ciencia, ni adquirir podríamos distinción supone la existencia de diver-
estas mismas virtudes, que nos hacen sas disciplinas según los distintos obje-
vivir una vida sin tacha y por las que tos que estudie la ciencia. Pero nuestro
se gobierna esta mísera vida, de ma- autor, en el pasaje que estamos anali-
nera que logremos alcanzar la eterna,
año LXIII, n.º 231, mayo-agosto 2005, 309-324
zando, se refiere al conocimiento moral
vida verdaderamente feliz. […] la sa- como “la ciencia” y no como “una cien-
biduría pertenece a la contemplación, cia”. Estamos en presencia de un caso
y la acción a la ciencia. […] Por lo típico de uso flexible del lenguaje por par-
revista española de pedagogía

cual, cuanto con prudencia, fortaleza, te de San Agustín, en el cual ciencia sig-
justicia y templanza ejecutemos, per- nifica, en una ocasión, conocimiento cierto
tenece a la ciencia o disciplina organizado en una disciplina, y, en otra,
[scientiam sive disciplinam] que diri-
ciencia del bien vivir o ética, razón por la
ge nuestras acciones huyendo del mal
cual usa los términos disciplina y scientia
y apeteciendo el bien» [15].
como sinónimos en ese párrafo.
Se sostiene, pues, en este texto, que
la ciencia es conocimiento práctico, a di- Disciplina como orden y ley
ferencia de la sabiduría que es conoci- El primer uso que encontramos con
miento especulativo. Por esta razón, la este sentido está relacionado con el or-
ciencia es necesaria para adquirir las vir- den interior, con la paz interior, que im-
tudes, puesto que “dirige” las acciones del plica la subordinación de unas potencias

317
María Lilián MÚJICA RIVAS

a otras, como, por ejemplo, la memoria a II, 8, 25). En consecuencia, quien quiera
la razón [17]. Y en ese marco, refiriéndo- alcanzar la sabiduría, debe ordenar, ade-
se al sabio, se pregunta: «¿O tal vez guar- más de sus potencias, los pasos de su
da en el depósito de aquel siervo algún aprendizaje intelectual y su conducta; he
bien necesario, no para sí, sino para los aquí los tres grandes ámbitos de la edu-
suyos, para que él, como sobrio y puesto cación para San Agustín: afectivo, inte-
bajo la óptima disciplina de su dueño, lectual y moral. Pero el segundo debe
sólo tenga en custodia lo que para atraer estar subordinado al tercero, pues toda
a los ignorantes a la sabiduría le ha or- enseñanza superficial o nociva desde el
denado que embolse?» (De ordine, II, 2, punto de vista moral debe ser evitada
7). En este texto, el dueño es la razón, y
[20].
el siervo es la memoria. La primera esta-
blece el orden, puesto que define el fin al
En última instancia, para nuestro au-
cual debe ordenarse lo que el sabio con-
serva en la memoria. tor, la educación es una ordenación del
ser del hombre que, como consecuencia
Unos pocos capítulos más adelante, del pecado original, ha perdido su armo-
San Agustín emplea el término discipli- nía, ha perdido la paz [21].
na para aludir al orden en la vida huma-
na, que no es otra cosa que una Dejamos para el final un significado
consecuencia, que plenificación del or- del vocablo disciplina más prosaico y tal
den interior, porque éste se completa con vez más familiar para nosotros, pues San
la subordinación de la razón al Logos que Agustín también lo usa para designar las
es Cristo [18], y, de esta forma, hace po- normas escolares o el orden en el aula,
sible la paz [19]. cuando cuenta en las Confessiones que
año LXIII, n.º 231, mayo-agosto 2005, 309-324

«los jóvenes de Roma eran más sosega-


Así pues, la autoridad de la que ema- dos en las clases, merced a la rigurosa
na la ley que rige la vida del hombre es disciplina a que estaban sujetos, y según
Dios, y esa ley es fuente de conocimiento la cual no les era lícito entrar a menudo
revista española de pedagogía

tanto intelectual como moral, es fuente


y turbulentamente en las aulas de los
de contemplación y de vida feliz, porque
monasterios que no eran los suyos, ni si-
«disciplina es la misma ley de Dios, que,
quiera entrar en ellas sin su permiso, todo
permaneciendo siempre fija e inconcusa
en Él, en cierto modo se imprime en las lo contrario de lo que sucedía en Cartago,
almas de los sabios; de modo que tanto donde es tan torpe e intemperante la li-
mejor saben vivir y con tanta mayor ele- cencia de los escolares que entran
vación cuanto más perfectamente la con- desvergonzadamente y furiosamente en
templan con su inteligencia y la guardan las aulas y trastornan el orden estableci-
con su vida. Y esa disciplina a los que do por los maestros para provecho de los
desean conocerla les prescribe un doble discípulos» (Confessiones, V, 8, 14). Aquí
orden, del que una parte se refiere a la la autoridad que instituye dicho orden
vida y la otra a la instrucción» (De ordine, ya no es Dios sino el mismo docente.

318
La dimensión pedagógica del término disciplina en San Agustín

Disciplina como corrección o castigo texto griego en la epístola a los He-


San Agustín usa también el término breos allí en donde el traductor latino
disciplina como sinónimo de corrección o escribió: ‘Toda disciplina o
castigo, aunque no lo hace en sus prime- enseñamiento [disciplina], al presen-
ras obras, propiamente filosóficas, sino te no parece ser de gozo, sino de tris-
principalmente cuando comienza a tra- teza; después, sin embargo, entrega
tar los textos bíblicos, porque en ellos ha fruto pacífico de justicia a los que com-
encontrado dicha palabra empleada de batieron por ella’. Aquel con quien
ese modo. Así, en la Epistolae ad Roma- Dios usó de dulzura, es decir, a quien,
nos inchoata expositio, 10, se puede leer: benévolo, inspira el deleite del bien,
[…] a quien da Dios el amor de Dios,
«Tal es la firmeza de la justicia di- y por Dios, el amor del prójimo, sin
vina, que, aun cuando hubiere sido duda debe pedir insistentemente que
condonado al penitente el castigo es- le sea aumentado de tal manera este
piritual y eterno, sin embargo, las tri- don, que no sólo desprecie por él to-
bulaciones y las torturas corporales, dos los otros deleites, sino que tam-
que sabemos ejercitaron a los mismos bién soporte cualquier clase de
mártires, y, por fin, la misma muerte, sufrimientos por Él. Así, a la dulzura
que al pecar mereció nuestra natura- del bien se añade saludablemente la
leza, a nadie se perdonan. […] Esta disciplina» (Enarrationes in Psalmo,
es la que se llama enseñanza [disci- 118, 17, 2-3, cf. De Trinitate, XIV, 1,
plina] en las Santas Escrituras, de la 1).
que a ningún justo se le permite esca- Del texto se infiere que el castigo y la
par. Ya que nadie se exceptúa cuando corrección son un deber de toda autori-
se dice: ‘Dios corrige y azota a todo dad, en particular de los padres y, prin-
aquel a quien recibe por hijo y a quien cipalmente, de Dios. Son un deber y una
año LXIII, n.º 231, mayo-agosto 2005, 309-324
ama’». señal del amor que busca el bien de la
persona amada. Porque el auténtico amor
En Enarrationes in Psalmo, se toma consiste en amar a alguien porque es jus-
revista española de pedagogía

esa misma frase de Heb. 12, 6 —que pro- to o para que sea justo (cf. De Trinitate,
cede de Prov. 3, 12— para remarcar la VIII, 7, 9).
estrecha unión que debe haber entre edu-
cación y corrección o castigo: Por ello, el castigo y la corrección tie-
nen un sentido claramente formativo [22].
«nuestras Escrituras acostumbran a En consecuencia, no es contradictorio que
denominar disciplina a lo que los grie- se emplee el mismo término para indicar
gos llaman paideia cuando ha de en- la educación en sentido positivo y, a la
tenderse la enseñanza adquirida vez, el castigo que busca eliminar las con-
mediante trabajos, según aquello: ‘El ductas erradas o nocivas.
Señor corrige al que ama y flagela a
todo aquel que recibe por hijo’. […] la Por consiguiente, aclara San Agustín,
palabra paideia […] se consignó en el «si alguna vez se presentan las tribula-

319
María Lilián MÚJICA RIVAS

ciones de las tentaciones donde no se es- incluyendo a la vez la formación moral y


peraban, […] entendamos que el Señor la intelectual.
las permite para adoctrinarnos [ad
disciplinam] con el fin de arrancar de El primer grupo de acepciones apare-
nosotros la demasiada confianza en las ce con mayor frecuencia en las obras del
cosas temporales y dirigirnos a su reino periodo más puramente filosófico del pen-
ordenando el deseo» (En. in Ps., 32, 2, 2, samiento de San Agustín, es decir, ante-
10). rior a su ordenación sacerdotal. En el
resto de las obras —escritas ya desde la
En este sentido, la disciplina de Dios perspectiva del predicador, y, por tanto,
busca la conversión de la voluntad. El centradas más en la enseñanza y clarifi-
término disciplina está aquí empleado en cación de las verdades morales y de la
el sentido de admonición (cf. Enarrationes fe— se encuentran los dos grupos de sig-
in Psalmo, 70, 2, 8-9), es decir, correc- nificados, pero prevalecen aquellos que
ción, no castigo. La corrección divina con- vinculan la disciplina a la educación mo-
siste, pues, en favorecer la insatisfacción ral, o bien al orden y la ley, o al castigo o
o el displacer ante los bienes imperfec- corrección.
tos, de tal forma que el hombre, en su
ansia de felicidad plena, advierta que con Al emplear el término disciplina, San
la posesión de esos bienes no la obten- Agustín, en términos generales, no alude
drá, y, así, dé un giro, es decir, convierta a la educación familiar, salvo en el caso
[23] su voluntad hacia los objetos más de que se refiera a las correcciones y los
elevados, centrando el deseo cada vez más castigos como medio de educación moral.
en el único objeto que lo puede saciar En todos los demás pasajes que hemos
completamente, es decir, Dios. analizado, quien enseña o educa es un
año LXIII, n.º 231, mayo-agosto 2005, 309-324

maestro, la Iglesia, o Cristo, y se hace


Conclusiones referencia a la disciplina dentro del mar-
En primer lugar podemos subrayar co de la educación escolar o eclesial.
que San Agustín emplea el término dis-
revista española de pedagogía

ciplina en dos grandes sentidos que coin- Por otra parte, debido a la fuerte vin-
culación del término disciplina con la
ciden con dos grandes etapas de su
ciencia, la sabiduría, el hábito de la bús-
pensamiento. En un primer momento su
queda de la verdad y las artes liberales,
significado está estrechamente vincula-
pero también con la educación moral, po-
do a la educación intelectual. El término
dría pensarse que, para San Agustín, la
en cuestión connota las ideas de: ‘sabidu-
persona que alcanza la vida virtuosa, ha
ría’ (identificada con la filosofía), ‘artes contemplado primero la verdad. Sin em-
liberales’, ‘ciencia’, ‘orden’ (en el método bargo, la relación parece ser inversa aten-
de estudio), ‘hábito intelectual’. En un se- diendo a que nuestro autor considera la
gundo momento expresa los significados disciplina, en el sentido de orden en los
que se refieren a la educación moral o a afectos y en la vida, como una condición
la educación en un sentido más amplio, necesaria para alcanzar la sabiduría.
320
La dimensión pedagógica del término disciplina en San Agustín

Dirección de la autora: María Lilián Mújica Rivas, Depar- [3] En Contra Adimantum, V, 2 San Agustín admite la
tamento de Educación. Edificio de Bibliotecas, posibilidad de la enseñanza del mal.
Universidad de Navarra, 31080, Pamplona, mmrivas@
alumni.unav.es [4] Nótese la flexibilidad con que San Agustín usa los
términos, puesto que en el mismo capítulo y en el
Fecha de recepción de la versión definitiva de este artícu- siguiente, para referirse a la enseñanza moral, em-
lo: 19.V.2005. plea también el término doctrina, entendida primero
como la acción del Maestro y, luego, como el conteni-
do de dicha enseñanza.
Notas
[5] Cf. De civitate Dei, XI, 25; XIX, 10. Cf. De Doctrina
[1] Los términos fueron rastreados en el Corpus
Christiana, I, 3, 3; I, 4, 4: «Gozar es adherirse a una
Augustinianum Gissense (en formato de base de da-
cosa por el amor de ella misma. Usar es emplear lo
tos electrónica). Se consideró conveniente rastrear la
que está en uso para conseguir lo que se ama, si es
presencia del término, no sólo en las cuatro obras
que debe ser amado. El uso ilícito más bien debe
que nuestro autor dedica a temas específicamente
llamarse abuso o corruptela. […] Siendo peregrinos
pedagógicos, sino en un número mayor de obras.
que nos dirigimos a Dios en esta vida mortal, si que-
Éstas se seleccionaron según los siguientes criterios:
remos volver a la patria donde podemos ser bienaven-
a) Obras dedicadas a temas específicamente pedagó-
gicos: De magistro, De doctrina cristiana, De turados, hemos de usar de este mundo, mas no
catechizandis rudibus, y De disciplina christiana; b) gozarnos de él, a fin de que por medio de las cosas
Obras dedicadas a temas morales, ya que nuestra creadas contemplemos las invisibles de Dios, es de-
investigación está centrada de manera particular, en cir, para que por medio de las cosas temporales con-
la educación ética: De mendacio, De continentia, De sigamos las espirituales y eternas». Esta distinción
agone christiano, De bono coniugali, De sancta frui-uti es un desarrollo y profundización de la estable-
virginitate, De spiritu et littera ad Marcellinum, De cida por Cicerón (véase más adelante, el apartado
bono viduitatis, De coniugiis adulterinis, Contra “Disciplina como artes liberales”).
mendacium y De gratia et libero arbitrio; c) Obras del
[6] Y unas líneas más arriba, define San Agustín la cari-
primer periodo de la vida de San Agustín como escri-
dad como «el movimiento del alma que nos conduce a
tor, desde su conversión hasta su ordenación sacer-
gozar de Dios por Él mismo, y de nosotros y del
dotal, en las que hay una marcada influencia
prójimo por Dios».
neoplatónica y cuyos temas son principalmente filosó-
ficos: Contra Academicos, De beata vita, De ordine, [7] Véase más adelante, el apartado “Disciplina como or-
Soliloquia, De immortalitate animae, De quantitate den y ley”.

año LXIII, n.º 231, mayo-agosto 2005, 309-324


animae y De libero arbitrio; d) Las obras de mayor
trascendencia de su periodo de madurez, a partir de [8] En la primera edición de la B.A.C., de 1946, se ha
su ordenación sacerdotal: Confessiones, De Trinitate omitido la traducción de la frase «quod cuivis disciplinae
y De civitate Dei; e) Escritos catequísticos, dedicados liberali, nedum philosophiae satis est», no así en la
revista española de pedagogía

a la exégesis de los textos bíblicos y a la predica- quinta edición, cuya traducción se ha tomado para
ción, en los que se manifiesta la preocupación de este pasaje.
nuestro autor por la educación de los fieles:
Enarrationes in Psalmo, De sermone Domini in monte, [9] CICERÓN (2002) Sobre los deberes, 2ª edic.; estudio
Epistolae ad Romanos inchoata expositio, Expositio preliminar, traducción y notas de José Guillén Cabañe-
epistolae ad Galatas y In Ioannis evangelium tractatus; ro (Madrid, Tecnos): «Ves pues, Marco, hijo mío, la
f) Retractationum liber, pues es la última de sus obras, imagen verdadera y, como si dijéramos, el semblante
en la que conviene analizar si San Agustín ha rectifi- de lo honesto, ‘la cual si se contemplara con los ojos
cado en alguna medida su pensamiento pedagógico. excitaría —como dice Platón— un amor ardiente de
Hemos seguido las traducciones de la Biblioteca de la sabiduría’. Ahora bien, todo lo que es honesto sur-
Autores Cristianos, pero, en algunos casos, estima- ge de una de estas cuatro virtudes: o bien consiste
mos conveniente sugerir una traducción alternativa, en el diligente y exacto conocimiento de la verdad; o
más ajustada al texto original y al sentido pedagógico en la defensa de la sociedad humana dando a cada
del párrafo de que se tratara. uno lo suyo y observando la fidelidad de los contra-
tos; o en la grandeza y vigor de un alma excelsa e
[2] Enchiridion, XIII, 4: «siendo toda substancia, en cuan- invicta; o en el orden y medida en cuanto se hace y
to tal, un bien». se dice. […] Aunque estas cuatro virtudes están uni-

321
María Lilián MÚJICA RIVAS

das de forma que una no puede existir sin la otra, sin chos fieles no están impuestos, aunque rebosen pleni-
embargo de cada una surge determinada especie de tud de fe» (De Trinitate, XIV, I, 3). El concepto de
deberes; por ejemplo, de la primera que he presenta- sabiduría del que parte, así como la subordinación de
do, en la que ponemos la sabiduría y la prudencia, todos los conocimientos a la Ética tienen su origen en
procede la investigación y el hallazgo de la verdad, la influencia estoica. Cf. CICERÓN De finibus bonorum
que es el cometido propio de esa virtud» (5, 15). et malorum; IV, 2, 4-5.

[10] Aquí San Agustín está respondiendo a la afirmación [14] «Esto es lo que se aprende en la casa de la disciplina:
de Cicerón que dice: «si hemos nacido para ser ho- amar a Dios y amar al prójimo. A Dios como Dios; al
nestos y la honestidad es o lo único digno de ser prójimo como a ti mismo» (De disciplina christiana, III,
buscado por sí mismo, como piensa Zenón, o cierta- 3). «La Escritura no manda, sino la caridad; ni repren-
mente lo que es preferible a todas las demás cosas, de, sino la codicia, y de este modo forma las costum-
como enseña Aristóteles, es necesario que lo que es bres de los hombres» (De doctrina christiana, III, 10,
honesto sea el bien único, o el bien sumo. Ahora bien, 15).
lo que es bueno es ciertamente útil, luego todo lo que
es honesto es útil» (CICERÓN o. c., 3, 35). [15] Cf. De Trinitate, XIV, 1, 1. Sobre los distintos sentidos
en los que usa San Agustín el término scientia, véase
[11] Cf. PLATÓN (1992) Político; trad. por María Isabel MARROU (1983) pp. 561-4.
Santa Cruz; 257a-259d , en Diálogos, t. V (Madrid,
Gredos); ARISTÓTELES (1983) Política, edición bilin- [16] MARROU, Henri-Irénée (1983) Saint Augustin et la fin
güe y traducción por Julián Marías y María Araujo de la culture antique, p. 563, 5ème éd. (Paris, Éd.
(Madrid, Centro de Estudios Constitucionales) 1288b5 Boccard).
(1323a14) y 1288b10. Ambos autores emplean el [17] En el mismo sentido de subordinación de las poten-
término epist–m– para referirse al tipo de conocimien- cias inferiores a las superiores, pero aplicándolo a las
to propio del político. tendencias sensibles en general, afirma San Agustín
que: «Son pues pacíficos en sí mismos los que orde-
[12] San Agustín define la piedad en la Epístola 167 (a
nan todos los movimientos de su alma y los sujetan a
Jerónimo en el año 415), 11: «¿qué es la piedad sino
la razón, esto es, a la mente y al espíritu, y, teniendo
el culto a Dios? ¿Y cómo se le da culto sino por la
dominados los apetitos carnales, se hacen reino de
caridad?» Y también la define en la Epístola 155 (a
Dios. En esto mismo hay un orden tan perfecto, que
Macedonio en el año 414), 2, afirmando: «la verdade-
aquello que en el hombre es más excelente y principal
ra piedad, es decir, el veraz culto de Dios, del que es
manda, sin encontrar oposición alguna, a aquella otra
menester derivar todos los oficios de una vida recta».
parte que nos es común con los animales» (De sermone
Nótese que ambas cartas pertenecen al periodo de
año LXIII, n.º 231, mayo-agosto 2005, 309-324

Domini in monte, I, 2, 9).


madurez del pensamiento de Agustín, y que coinciden
con la época en que fue escrita la obra De Trinitate [18] «Y aquello mismo que en el hombre sobresale, es
(400-416). decir, la mente y la razón, se somete a otro ser más
elevado, que es la misma verdad, el unigénito Hijo de
revista española de pedagogía

[13] «Los que disputan acerca de la sabiduría la definen


Dios. Ni se puede dominar lo inferior si uno no se
diciendo: Sabiduría es la ciencia de las cosas divinas
somete a lo superior. Tal es la paz prometida en la
y humanas. Por esta razón, yo no silencié en el libro
tierra a los hombres de buena voluntad y tal es la vida
precedente que se podía llamar sabiduría o ciencia el
del consumado y perfecto sabio» (De sermone Domini
conocimiento de las cosas divinas y humanas. Pero el
in monte, I, 2, 9).
tenor de la distinción del Apóstol, donde dice que a
uno le ha sido dada palabra de sabiduría y a otro [19] La paz de todas las cosas es «la tranquilidad en el
palabra de ciencia, es menester dividir dicha defini- orden. Y el orden es la disposición que asigna a las
ción, llamando en sentido propio sabiduría a la ciencia cosas diferentes y a las iguales el lugar que les co-
de las cosas divinas y dando el nombre de ciencia al rresponde» (De civitate Dei, XIX, 13, 1). Y esa disposi-
conocimiento de las cosas humanas. Sobre esta cien- ción está establecida mediante leyes.
cia disputé en el libro XIII, atribuyendo a la ciencia no
todo cuanto el hombre puede saber acerca de las [20] Véase más arriba “Disciplina como artes liberales”.
cosas humanas, donde hay mucho de vanidad super-
flua y curiosidad malsana, sino todo aquello que en- [21] «La perfección está en la paz, donde no hay oposi-
gendra, nutre, protege y fortalece la fe saludable que ción alguna, y por eso los pacíficos son llamados
conduce a la dicha verdadera; ciencia en la que mu- hijos de Dios, porque nada en ellos le hace resisten-

322
La dimensión pedagógica del término disciplina en San Agustín

cia. […] Son, pues, pacíficos en sí mismos los que también el enriquecimiento progresivo de
ordenan todos los movimientos de su alma y los suje-
tan a la razón, esto es, a la mente y al espíritu, y,
los significados de dicho vocablo, a medi-
teniendo dominados los apetitos carnales, se hacen da que van adquiriendo connotaciones re-
reino de Dios. En esto hay un orden tan perfecto, que ligiosas y teológicas.
aquello que en el hombre es más excelente y principal
manda, sin encontrar oposición alguna, a aquella otra
parte que nos es común con los animales; y aquello Descriptores: disciplina, enseñanza,
mismo que en el hombre sobresale, es decir, la men- ciencia, artes liberales, orden, castigo,
te y la razón, se somete a otro ser más elevado, que San Agustín.
es la misma verdad, el unigénito Hijo de Dios. Ni se
puede dominar lo inferior si uno mismo no se somete
a lo superior. Tal es la paz prometida en la tierra a los Summary: The Pedagogical
hombres de buena voluntad y tal es la vida del consu-
mado y perfecto sabio» (De sermone Domini in mon- Dimension of the Term Discipline in
te, I, 2, 9). St. Augustine
[22] Sobre las adversidades de la vida como un medio de St. Augustine inherits the pedagogical
‘formación’, véase En. in Ps., 69, 5. vocabulary of the Greek and Roman
[23]«¿Qué debe hacer el hombre? Únicamente convertirse classics, which, in turn, had been
a Dios para que Dios establezca en él la equidad, que incorporated to the Bible by the Latin
él no puede establecer, sino deformar. El hombre es translation. However, such vocabulary
capaz de herirse pero no de sanarse» (Enarrationes in
Psalmo, 98, 7). Claramente se advierte en este texto
takes on new meanings in St. Augustine’s
que la conversión es el punto de partida de la forma- works. Moreover, his flexibility in the use
ción moral, la que no es posible sin la acción de la of language becomes evident when
gracia divina. Nótese la relación que existe entre este analysing the various meanings he
sentido de disciplina y la idea de ‘reforma’.
attaches to a single term throughout his
works. For instance, he employs the term
Resumen: discipline with at least ten different
La dimensión pedagógica del meanings, in which the philosophical

año LXIII, n.º 231, mayo-agosto 2005, 309-324


término disciplina en San Agustín influence of Neoplatonism and Stoicism
San Agustín hereda el vocabulario pe- is obvious, as well as the gradual
dagógico que emplearon los clásicos del enrichment of such meanings as they
revista española de pedagogía

mundo griego y romano, que, a su vez, take on religious and theological


había quedado incorporado a la Biblia al connotations.
ser traducida al latín, pero nuestro au-
tor, en sus obras, le asigna nuevos senti- Key Words: discipline, teaching, science,
dos. Por otra parte, San Agustín hace un liberal arts, order, punishment, St.
uso muy flexible del lenguaje que se pone Augustine.
de manifiesto al analizar los diversos sig-
nificados con que emplea un mismo tér-
mino a lo largo de sus obras. Un ejemplo
de ello son los, al menos, diez sentidos
en que usa el término disciplina, en los
que se puede advertir, además, la influen-
cia filosófica neoplatónica y estoica; y

323

También podría gustarte