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La libertad como ficción

Desde su independencia de España y Portugal, hace más de siglo y medio, las naciones
latinoamericanas han vivido bajo Constituciones republicanas y democráticas. Para nadie
es un secreo que , salvo en periodos aislados y generalmente cortos, casi todos estos
regímenes nominalmente republicanos y democráticos han sidom de hechom dictaduras.
Desde 1825 a 1976 nuestros gobiernos han adoptado muchas ideologías, pero la
diversidad de todas esas máscaras no ha logrado ocultar la realiad permanente de uestra
historia política; el caudillo. Dentro de esta situación, que hoy es imperante sn A.L –salvo
en unas cuantas excepciones como la de costa Rica y Venexuela- el caso de México es
único, peculiar. Nuestro régimen es un compromiso entre la democracia auténtica y el
progresivo desgaste del sistema mexicano. El partido en el poder durante cerca de medio
siglo, incapaz de resolver el conflicto por medios políticos, no tuvo más remedio que
apelar a la fuerza y llamar al ejército.
El gobierno actual recogió la lección e intentó una reforma democrática dentro del
partido. La mayoría de los observadores encuentran, con razón, que los cambios han sido
insuficienres. Se nos dio un respiro, pero no se log´ro infundir en nuestra anémica
democracia un poco de vitalidad. En las verdaderas democracias la vitalidad es sinónimo
de diversidad ideológica y de pluralidad de opiniones y partidos. La crisis de nuestro
sistema político es tal que ninguno de los partidos independientes presentó candidatos en
la elección presidencial de este año. El panorama es aún más desolador si se piensa en la
situación de los dos poderes que, según nuestra constitución, están encargados de
preservar la democracia en México: el poder legislativo y el poder judiciañ. El primero,
formado por una abrumadora mayoría de miembros del partido oficial, no es un órgano
de discusión y deliberación sino de aprobación mecñánica de las iniciativas presidenciales.
La misión de nuestros senadores y diputados es aplaudir y elogiar al presidente en turno…
la función del poder judicial es todavía más triste: no es sino un apéndice del ejecutivo.
Los cambios ocurridos en el diario Escelsior adquieren su cabal significado sólo
dentro de la realidad que, someramente, acabo de describir. En Mëxico no existe una
auténtica vida política porque carecemos de ese espacio libre donde se despliegam en las
democracias, la actividad de los grupos y los individuos. Ese espacio es plural: es el lugar
público por excelencia, llámese plaza, parlamento, periódico o cualquier otro sitio de
confrontación y discusión de ideas y personas. Los mexicanos no tenemos vida política
real, pero tenemos una ficticia: cada tres y seis años celebramos elecciones. En ellas
participan partidos y grupos fantasmas que no tienen más función que probar, con su
irrealidad, la realidad aplastante y omnipresente del Partido Revolucionario Institucional,
También tenemos una Cámara de Senadores y otra de diputados, una Suprema Corte de
Justicia y una federación de Estados soberanos.
Nuestra ficticia vida política sería incompleta si no tuviéramos una libertad de prensa
Teóricamente nuestros periódicos pueden decir lo que quieran: prácticamente dicen lo
que pueden. Y lo que pueden es lo que quiere el gobierno. O lo que quieren los grandes
intereses que dominan el país, de las corporaciones privadas a las poderosas burocracias
obreras y políticas. Aunque no hay que exagerar la influencia de los organismos privados y
gremiales; en México el verdadero poder es político y se concentra en el Estado.
Ante la experiencia de 1968 el régimen decidió liberalizar su política frente a la prensa.
Fue una decisión positiva que la mayoría de los mexicanos aplaudimos sin reserva.
Excélsior era un periódico como los otros: gracias a la nueva coyuntura política y, sobre
todo, gracias a la iniciativa de su director, Julio Scherer García, se transformó en un
periódico distinto a otros: Excélsior empezó a decir lo que muchos querían y no opodían
deicr. El diario se convirtió en el centro de convergencia de las opiniones libres y
disidentes de México. No todo lo que se dijo en Excélsior coincide con lo queyo pienso y
creo. Más de una vez estuve en desacuerdo con muchos de sus colaboradores. No
defiendo sus opiniones; defiendo sus ideas de sostener ideas distintas a las mías. Defiendo
nuestro derecho a disentir del poder de los poderosos.
Justo en el momento en que el ocaso de los partidos independientes clausuraba el
reducido espacio mexicano, Escélsior abrió otro espacio. Hoy ese espacio también se
cierra. No asistimos al triunfo de una ideología verde, roja o negra: asistimos al triunfo del
color gris, el color del conformismo y la pasividad. ¿Por cuánto tiempo?
México, julio de 1976.

El pensamiento político de Octavio Paz

A finales de 1943 salió del país y vivió entre Estados Unidos y París, regresó en 1953. Se
quedó en el país hasta 1958. En el periodo contactó con los escritores mexicanos de la
época como Carlos Fuentes, Jorge Portilla, Ana y Ramón Xirau, Elena Poniatowska o Jaime
García Terrés. Publica en 1955 El arco y la Lira, cen donde desarrolla su concepción sobre
la poesía, la cultura, el lenguaje y el significado de la modernidad

Después del informe secreto de Jrushev y aún desde antes para paz y los intelectuales de
la época la utopía había encarnado en su contraparte y había que volver a pensarla y
definirla una vez más.
1959, Revolución Cubana que coincide con un nuevo viaje, de 12 años esta vez, a Asia
Oriental.
Regresó formalmente al país hasta 1971, después de una ruptura con el Estado Mexicano,
una renuncia a su puesto como diplomático en la India y su ingreso a El Colegio Nacional
aupado por los jóvenes escritores.
La década de los 70 fue la de los golpes de Estado militares y de atentados contra las
endebles democracias latinoamericanas pero también fue la década de las guerras
populares de liberación que tomaon una enorme fuerza en los países centroamericanos
(particularmente en El Salvador, Guatemala y Nicaragua, donde el Frente Sandinista de
Liberación Popular logró en 1979 derrocar a la dictadura somocista),
Mñexico no escapó a esta lógica de movimiento violento entre grupos guerrilleros y
fuerzas estatalesque había aparecido en otras naciones. La aparición de movimeintos
armados urbanos y rurales era una muestra más de la necesidad de reformulación del
sistema político mexicano. Durante el gobierno de Echeverría se inició una Reforma
Política para ampliar los canales de participación política hacia los sectores de la sociedad
civil que habían mostrado su presencia e interés.
En el año de 1971 recibió una invitación del director del periódico Excélsior; Julio Scherrer
para dirigir una revista cultural ligada. Aparición de Plural

A primera vista, podemos encontrar tres grandes periodos en la forma en que Octavio Paz
se vinculó al marxismo.
El primero estaría vinculado a su vez por dos etapas. La primera caracterizada por la
vinculación juvenil que paz estableció con el marxismo, abarca sus años de estudio de la
secundaria, en San Ildefonso y el viaje a la España en guerra en 1937. Esa etapa de
efervescencia de las ideas socialistas, junto al ímpetu que se desarrollaba por la labor
educativa en nuestro país, hicieron que el poeta participara activamente en la vida política
estudiantil y en proyectos educativos de carácter eminentemente social. Asmimismo, Paz
se comprometió incluso poéticamente con la República Española.
La segunda etapa en este primer periodo fue sumamente breve cuando Paz, durante la
Guerra Civil Española se percató de dos hechos: a)la existencia de los campos de
concentración en la Unión Soviética y b) la presencia de álgidas disputas eminentemente
ideológicas dentro de las corrientes que en teoría luchaban por los mismos objetivos.
Los puntos culminantes de esa desilusión fueron la firma del Tratado de no Agresión entre
la Alemania Fascista y la URSS en 1939 y el asesinato de León Trotsky en agosto de 1940
en la Cd. de Mx. (p. 69)

2º Periodo: Reflexión Paciana sobre el marxismo. Confirmación del fin de la ilusión, tres
décadas y termina en los años setenta. Impulso a la denuncia del estalinismo de las
persecusiones, los encarcelamientos, desapariciones y asesinatos de los disidentes.
Informe de Jrushev evidenció el alejamiento del socialismo soviético del ideal socialista.
La realidad parecía darle la razón a Octavio Paz sobre la denuncia del socialismo, invasión
a Hungría o Primavera de Praga.
Junto a este fenómeno se dio el proceso de difusión del pensamiento marxista y socialista
en general. Creación de manuales, breviaros y adecuaciones, desde la URSS.
Con la democratización surgieron los especialistas que se encargaron de la adecuación a
públicos determinados, fenómeno que trajo la esquematizaciñon, reducción y
dogmatización del marxismo. Segundo periodo de Paz se dio enel contexto anticomunista
estadounidense que comenzó una persecución policiaca de todo lo que oliera a rojo.
El macartismo puso en la disyuntiva epistémica a Paz: apoyar al socialismo significaba una
vinculación al estalinismo, atacarlo era fomentar la paranoia macartista.

Tuvo claro que la crítica al socialismo soviético tenía que hacerse desde la base de la
necesaria recuperación de los mejores y más ricos ideales socialistas, que el marxismo no
había muerto y que podía ser rescatado como arma funfamental de la crítica.
En esta época comenzaron las críticas más importantes a las concepciones marxistas. Karl
Popper y La sociedad abierta y sus enemigos, publicado en 1950 fue una veta importante
del pensamiento político paciano.
Relación especial con Kostas Papaionnau pero también con Friefich A. Hayek, Leszek
Kolakowsky, Raymond Aaron.
Tercer periodo: alejamiento definitivo de Octavio Paz del marxismo y el socialismo.

Por una parte, en Latinoamérica se dio el surgimiento de una serie de movimientos


radicales que propugnaron la necesidad de desarrollat un enfrentamiento violento contra
el Estado, considerando que ésta era la única forma viable mediante la cual las fuerzas
revolucionarias accederían al poder.
Los movimientos guerrilleros, frutos de la inexistencia de una vida democrática que
permitiers, posibilitara e impulsara el desarrollo político de grupos opositores y, resultado
también de la realización de una lectura específica del marxismo que aportaba los
justificantes teóricos para avanzat en el enfrentamiento armado proliferaron en nuestra
región.
En el primer lustro de esa década, los movimientos guerrilleros más significativos fueron
los urbanos en países sudamericanos, fue norma común que esa movilización social de la
cual la guerrilla urbana era una expresión, terminara en la imposición de gobiernos
militares dictatoriales, de forma que en esa época el cono sur se convirtió en un territorio
regido cai por completo por dictaduras militares de seguridad nacional.
Para el segundo lustro de los setenta, las guerras populares de liberación surgidas
en Centroamérica acapararon la atención. El triunfo de la Revolución Popular Sandinista
fue la culminación de ellas. La guerra de baja intensidad impulsada por Estados Unidos
instaurada en El Salvador y Guatemala impidió el triunfo de estos movimientos e instauró
una situación de desgaste crónico.
Los niveles crecientes de lectura acrítica de lo que se denominó “marxismo ortodoxo” fue
de la mano del afianzamiento de prácticas políticas que lejos de recuperar el carácter
democrático y plural del proyecto socialista, encarnaron en prácticas intolerantes y
autoritarias que en ocasiones desencadenaron fuertes y trágicos enfrentamientos al
interior de los propios movimientos revolucionarios. La descalificación y la eliminación no
solamente teórica sino física de aquel que no asumiera una determinada lectura de la
realidad y, por consecuencia, de la estrategia política a seguir se presentaba en diversos
ámbitos del quehacer político.
De tal forma, los movimientos revolucionarios además del choque con las fuerzas
represivas del Estado, tuvieron que hacer frente, en su interior, a ese germen que los
infectaba y del que era urgente y necesario que se deshicieran, por lo que sus esfuerzos se
duplicaron, aunque resultaron infructuososo.
Específicamente en México, fue en esa década cuando surgieron movimientos
guerrilleros tanto urbanos como rurales que vinieron a mostrar la necesidad urgente de
abrir los cauces democráticos del sistema político.
Dentro del movimiento comunista internacional el PCUS comenzó a perder peso y
paulatinamente se fue manguando su papel de guía político para todos los movimientos
tendientes al socialismo en el orbe. En Europa el surgimiento del Eurocomunismo fue la
prueba palpable de esta visión.
Discusión sobre los nuevos sujetos revolucionarios sobre el papel y el carácter del
partido político, participación de los comunistas en la vida parlamentaria, la
profundixación en las teorizaciones sobre el papel del Estado, significado del socialismo y
la democracia.
Existencia de una crisis dentro del marxismo; reformulación en todos sus aspectos.
Búsqueda de alternativas y de posibilidades para la acción poírica dentro del marxismo se
dio entre la ruptura del PCI con el PCUS.
Desde 1949, sin embargo, Octavio Paz intentó vincular al concepto de socialismo el
concepto de libertad mediante la crítica a todos los aspectos del socialismo real que
contrevenían esta garantía. Ningún país socialista había alcanzado la libertad.
El socialismo había dejado de ser la búsqueda de la transformación de las relaciones
humanas y se había convertido en una carrera por el desarrollo económico, por el avance
de la técnica. Se había convertido en una ideología, en una alienación. Corriente Alterna,
P.130

Desde el año de 1967, Paz confrontó la tesis del proletariado como sujeto histórico de la
revolución y comenzó la discusión de los nuevos sujetos revolucionarios. Desde estos
momentos comenzó a pensar en la tesis de que cada país llegaría con sus formas
particulares al socialismo y que el papel transformador de la sociedad sería encarnado por
los movimientos de la juventud y de las mujeres.

Cambió el término, revolución significa ahpra el camino ocntiguo a la perfectibilidad de la


especie,

Socialismos e incluso por la Revolución Mexicana se había creado una nueva clase social:
la burocracia, caracterizada por la acaparación del saber técnico y administratico del
Estado y el control de las armas, la economía, los medios de comunicación y de publicidad.

En occidente el Estado se ha convertido en una máquina que se reproduce sin cesar, en un


modelo para las organizaciones económicas. En las burocracias totalitarias del Este
europeo el Estado se ha igualado a la sociedad, simplemente ahí npo existe sociedad civil,
Para Paz en América Latina, el Estado aún no se ha planteado como un tema de reflexión
seria, pues las ciencias sociales están obsesionadas con la discusión entre desarrollo y
subdesarrollo.

Kostas Papaioannaou, mentor y guía marxista de Paz.

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