Está en la página 1de 6

¿POR QUÉ DIOS PERMITE EL MAL EN EL

MUNDO?
ECLESIASTÉS 7:29 29 He aquí, solamente esto he hallado: que Dios hizo
al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones.

VERDAD CENTRAL
La voluntad del soberano Dios es perfecta. Por su sabiduría, justicia y
carácter permite el mal en el mundo sabiendo que él tiene control
sobre todo, y que finalmente triunfará sobre cualquier adversidad.

I. EL ORIGEN DEL MAL.


“El mal que vemos hoy no fue parte del diseño original de Dios.i

Para empezar, debe analizarse el origen del mal. ¿Fue Dios quien lo
creó, o de donde surgió́? La Escritura nos muestra el origen del mal, lo
que exime al Señor de esta responsabilidad y la enfoca en dos
vertientes:

1. La rebelión en el cielo promovida por Lucifer

Desde el punto de vista escritural, el mal fue producto de la rebelión


de Satanás, en quien surgió́ el deseo de ensalzarse, dejando que su
corazón se llenara de soberbia. Isaías 14:12-15 y Ezequiel 28:12-19
describen con todo detalle tan terrible acontecimiento. Estos pasajes,
si bien se dirigen a reyes terrenales, revelan algo más que el orgullo
de estos monarcas. Como lo señaló Myer Pearlman: Para advertir a los
tales, los profetas inspirados de Dios descorrieron el velo del pasado
lejano y presentaron la caída del ángel rebelde que dijo: “Seré
semejante al Altísimo”(Teología bíblica y sistemática). Descontento
con el puesto que ocupaba, y a pesar de su jerarquía entre las huestes
celestiales, quiso ser igual a Dios (Isaías 14:14). Se aventuró a codiciar
el homenaje que sólo debe darse al Creador, lo que lo llevó a la rebelión
contra el Altísimo y a volverse su opositor por siempre. Además,
arrastró consigo a la tercera parte de los ángeles del cielo (Apocalipsis
12:4), a los cuales logró seducir, volverlos a su lado y ponerlos en
contra de su Creador.

Debido a su deseo de usurpar la autoridad de Dios, Satanás perdió su


posición en el cielo. La armonía que existía quedó totalmente
quebrantada. Así fue como Lucifer, el “portaluz”, mediante la
transgresión se convirtió en Satanás, el “adversario” de Dios y de los
seres santos. Es en ese momento cuando surgió el mal. Este suceso
abrió camino a la catástrofe en el universo entero, ya que después de
su caída, Satanás se enfocó en establecer su imperio de maldad en la
tierra, intentado permanentemente hacer caer al hombre.

A pesar del panorama tan desalentador, Dios siempre ha


salvaguardado conforme a su voluntad al mundo. Entender la mente
del Altísimo, y de por qué permitió que esto sucediera, se responde
automáticamente con la verdad indiscutible de que él es soberano, y
con la fe inquebrantable de que finalmente triunfará sobre el mal, cuyo
imperio será totalmente derrotado.

2. La rebelión en la tierra provocada por Adán y Eva

La rebelión de Satanás había de ser una lección para el universo a


través de todos los siglos venideros; un testimonio perpetuo en cuanto
a la naturaleza del pecado y sus terribles consecuencias. La
introducción del mal en el universo afectó todo, incluyendo al mundo,
desde el principio de la humanidad.

Dios creó a Adán y a Eva, y los puso en un mundo perfecto, libre de


todo mal. Aunque el mal ya existía, aún no había hecho mella en la
tierra. Fue el mismo hombre quien abrió camino a que el mal se
anclara. Una vez más el orgullo les condujo a ensalzar su corazón y
anhelar ser dioses, e igualar al Altísimo Señor. El engaño de Satanás
en forma de serpiente dio en el clavo, conduciendo a la pareja edénica
a la rebeldía contra su Creador. A partir de ese entonces la maldad se
inauguró en el mundo, atrayendo consigo terribles consecuencias para
la humanidad de todas las generaciones posteriores.

Muchos pudieran culpar a Dios del mal en el mundo. Pero claramente


es posible visualizar que no se puede atribuir al Creador su autoría.
Mucha gente lo hace culpable de las calamidades que surgen, sin
pensar que todo infortunio es sólo consecuencia del pecado.

Pregunta de reflexión o aplicación: ¿Qué es lo que lleva al hombre a


rebelarse contra Dios, que fue común denominador en Satanás y en
Adán y Eva?

II. LA PERMISIÓN DE DIOS ANTE EL


SURGIMIENTO DEL MAL
¿Qué detuvo a Dios para intervenir e impedir el surgimiento del mal?

1. La capacidad de decisión en los seres creados

He aquí, solamente esto he hallado: que Dios hizo al hombre recto,


pero ellos buscaron muchas perversiones (Eclesiastés 7:29).

Muchos se preguntan: ¿Por qué Dios permitió que tal rebelión en el


cielo ocurriera? ¿Acaso no pudo haber detenido la catástrofe? La
respuesta a este cuestionamiento es que Dios dotó a sus seres creados
de la capacidad para decidir, de algo que se llama “libre albedrío”, y
es lo que le permite al hombre ejercer su propia voluntad. El Dios del
universo no creó robots autómatas, sin capacidad de elección, sino que
da a sus creaciones racionales la prerrogativa de decidir.

2. El mal uso de dicha capacidad

Dios no obliga a nadie. Muestra el camino correcto, lo enseña, da a


conocer las consecuencias de la rebeldía y deja en libertad para actuar.
Los seres creados no tendrían características de personalidad si fueran
programados a comportarse tal cual dicta Dios, sin posibilidad de
hacer lo inadecuado. Romanos 1:32 es claro en indicar que el hombre
tiene la alternativa de pecar deliberadamente, aun conociendo los
designios de Dios y sabiendo que el mal proceder acarrea juicio.

Entonces el libre albedrío juega un papel preponderante en la acción


de Satanás de rebelarse contra Dios, así como en la introducción del
mal en el mundo, por la decisión de Adán y Eva de desobedecer los
mandatos del Altísimo. Definitivamente el mal entró en el mundo por
medio del quebrantamiento de las leyes y mandatos divinos. El mal es
producto del pecado.

Pregunta de reflexión o aplicación: ¿De qué manera el libre albedrío en


el cristiano ‘perjudica o beneficia su vida?

III. LA PERMANENCIA DEL MAL EN EL


MUNDO Y LA REACCIÓN DEL HOMBRE
ANTE SUS CONSECUENCIAS
1. Por la justicia divina

Cuando el Señor en su Palabra dice: En el mundo tendréis aflicción


(Juan 16:33b), no niega la existencia del mal en el mundo, es más
afirma categóricamente que en la tierra hay sufrimiento y que es parte
de la vida misma. Él sabe que vivimos en un mundo caído, cuyo
príncipe es Satanás.

Para Dios no sería difícil quitar el mal del mundo, él es todopoderoso,
pero si lo hiciera estaría faltando a su excelsa justicia y carácter justo.
Así que, irremisiblemente, el mundo tiene que, conducentemente,
sufrir las consecuencias de su pecado; de otra manera, Dios estaría
negándose a sí mismo. Su justicia se manifiesta en que no se negó en
dar a su único y amado Hijo en propiciación por nuestros pecados, para
suplir su propia justicia. Tenía que hacerlo y lo hizo. De la misma
forma a Dios no le agrada el sufrimiento humano, pero es parte del
cumplimiento de su justicia.
La justicia divina, lleva de la misma manera, en medio de su
misericordia, a aplicar juicios, como consecuencia de la violación
continua de sus man datos y la incurrencia en actos que desagradan de
sobremanera a Dios. En todo se debe entender que los juicios del Señor
son rectos, porque recto es él (Salmos 119:137). Si hay algo que la
reciente pandemia debió enseñar a las personas, es que muchos
necesitan dejar su falsa seguridad, y sus malos caminos, y acercarse a
Dios en arrepentimiento.
2. Por su sabiduría perfecta

¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de


Dios!¡Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos!
(Romanos 11:33).

Muchas personas reclaman a Dios las catástrofes de diversa índole que


ocurren en el mundo, adjudicándole la culpa, situación lo más alejada
de la verdad. A Dios no se le puede atribuir culpa alguna, sino
únicamente al hombre, ya que todo lo que se sufre es consecuencia
indiscutible del pecado de la humanidad.

Desgraciadamente las secuelas de la desobediencia no sólo afectan a


los malos, sino también a los buenos, ya que todos padecen y sufren
por causa del mal. Un cristiano no está exento de enfrentar aflicciones;
así como el sol sale para todos, también las consecuencias del mal caen
sobre todos. La diferencia es la actitud que se tome ante la prueba.
Mientras unos, los impíos, reniegan de Dios, otros, los creyentes fieles,
toman la aflicción como producto de la aplicación de la sabiduría y
soberanía perfecta del Altísimo: Y sabemos que a los que aman a Dios,
todas las cosas les ayudan a bien… (Romanos 8:28).

Es en este sentir que un hijo de Dios toma esperanza ante la prueba y


hasta se goza en ella, sabiendo que el Todopoderoso tiene control sobre
toda circunstancia adversa. El cristiano sabe que vive en un mundo en
el cual puede sufrir aflicción, pero su confianza está puesta en el
Altísimo, cual quiera que sea la magnitud de la prueba o del
sufrimiento que experimente en este mundo.

Preguntas de reflexión o aplicación: ¿Qué reacción ha tenido ante la -


prueba más terrible que le haya ocurrido? ¿Qué actitud tomará ahora
ante el sufrimiento?

CONCLUSIÓN
Dios creó un mundo perfecto y libre del mal. Fue con la rebelión de
Lucifer en el cielo, su soberbia y orgullo, que el mal tuvo origen, y el
pecado de des obediencia de los primeros padres lo introdujo en la
tierra, para instalarse a posteridad.

La existencia del mal en el mundo es innegable y sus consecuencias


afectan tanto a los impíos como a los hijos de Dios. El Señor pudiera
quitar el mal del mundo, pero su carácter justo le impide hacerlo. El
sabe que sus hijos tienen que lidiar con la maldad y tendrán que sufrir
aflicción, pero hay promesas de cuidado en medio de la adversidad
para su pueblo fiel.

i
Caminando con Dios a través del dolor y el sufrimiento
por Timothy Keller

También podría gustarte