La carta es un llamado a los seres vivos para actuar con responsabilidad en
todo momento, tomar en cuenta que no somos los únicos en el planeta y que a pesar de que somos independientes uno de otro, todo lo que realizamos tiene repercusión en los demás, por lo cual debemos ser respetuosos de nuestra vida y de cualquier forma de vida que exista en nuestro planeta, colaborar para que nuestra vida sea de calidad y cuidar el planeta para mantenerlo en buen estado y todos los que habitemos disfrutemos de él; pero este respeto debe volverse un compromiso, debe ir más allá de pensar en el momento presente, la carta busca que nos concienticemos que nuestro planeta debe existir para futuras generaciones, pero con mejores condiciones que las que hoy tenemos, unirnos en acciones comunes como un solo pueblo aunque exista una diversidad de culturas, reconociendo que es el único lugar que reúne las condiciones para la existencia de la vida en todas sus manifestaciones. voltear a ver el comportamiento del hombre actual y que, en un afán de poder, la exagerada producción de objetos y el asido pensamiento consumista han marcado una brecha cada vez mayor entre los ricos y pobres y con ello todas las consecuencias de una inconformidad apabullante, además de la sobrepoblación a la que la tierra está actualmente sometida y para la cual cada vez menos se da abasto. es el hecho de entender que la naturaleza cumple con su parte manteniendo sus procesos de manera efectiva, pero que el hombre la reta abusando exageradamente de los recursos que nos proporciona, poniendo en peligro su extinción. la carta de la tierra busca comprometer al hombre en acciones que hagan sostenible esos recursos para seguir disfrutando de ellos, pero de manera consciente y moderada, para que el proceso de recuperación sea continuo y logrando con ello prolongar la vida en y del planeta. La tierra grita la urgente necesidad de ser auxiliada y defendida; la carta presenta un esfuerzo que podemos realizar en conjunto para atender al llamado, además de que brinda la esperanza de poder lograrlo. para conseguir tal propósito la carta de la tierra menciona que deberemos enfocarnos en 4 principios fundamentales los cuales son; el respeto y cuidado de la comunidad de la vida, la integridad ecológica, la justicia social y económica, y la democracia, no violencia y paz. los cuales buscan la equidad entre las personas, la concientización de los pueblos y comprometernos a cuidar nuestro único hogar. A lo largo de nuestra existencia hemos progresado, sin duda esto se debe a que somos seres inteligentes, con la capacidad de tomar nuestras propias decisiones para nuestra mejora, de ahí se deriva nuestra dignidad, el ser inteligentes y ser capaces de elegir el bien (voluntad), todo esto es lo que nos distingue de los otros seres de la tierra. Una manifestación muy concreta de nuestro deseo natural de progresar se encuentra en las numerosas cumbres realizadas en los últimos años, en donde los países se juntan para tomar decisiones para esta finalidad, sin embargo las decisiones tomadas en la mayoría de ellas no van dirigidas a nuestro progreso, por el contrario coartan nuestra esencia de seres humanos implementando por ejemplo reformas de control natal, poniendo por encima de la vida humana, la naturaleza, cuando en realidad ésta está al servicio de nosotros. Es verdad que tenemos que cuidar la naturaleza pero no es atentando a nuestra vida como mejoraremos esta realidad, lo que necesitamos es ser educados en todos los sentidos pues es en la educación donde por añadidura se dará el desarrollo.
La carta de la Tierra es un documento en donde se puede plasmar un
ejemplo de esta realidad, la solución a los problemas que ahí se proponen atentan con nuestra dignidad, incluso nos podrían llevar a otros problemas. De todo esto me pregunto ¿Cuál será la intención de nuestros “líderes”, qué finalidades hay detrás de estas cumbres, realmente no se darán cuenta de las consecuencias de sus propuestas?... por otro lado, ¿Qué puedo hacer como estudiante para mejorar esta situación? La respuesta cada uno de nosotros la tenemos, somos seres inteligentes capaces de interiorizar en nuestra persona para descubrirla.
La Carta de la Tierra es una declaración de principios fundamentales para la
construcción de una sociedad global en el Siglo XXI justa, sostenible y pacífica. Es una expresión de esperanza y un llamado a contribuir a la creación de una sociedad global, en el marco de una coyuntura histórica crítica. Ello brinda un nuevo marco en relación con la forma de pensar acerca de estos temas y de cómo abordarlos. El resultado incluye un concepto más amplio sobre qué constituye el desarrollo sostenible. Nos encontramos frente a un momento crítico en la historia, el cual depara grandes promesas, pero también grandes riesgos. Los avances en las comunicaciones a escala mundial y la globalización cada vez mayor de las economías y de la cultura prueban que existe la necesidad de contar con una visión y un enfoque integrados para abordar los problemas interrelacionados que enfrentamos. La Carta de la Tierra es un instrumento para abordar estos temas y estimular el cambio. La Carta de la Tierra nos reta a examinar nuestros valores y a escoger un mejor camino.
En 1987, la Comisión Mundial de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente y Desarrollo hizo un llamado para la creación de una nueva carta que anunciara los principios fundamentales para alcanzar el desarrollo sostenible. Representantes de organizaciones, tanto gubernamentales como no gubernamentales, trabajaron para asegurar la adopción de una Carta de la Tierra durante la Cumbre de la Tierra, celebrada en Río de Janeiro, Brasil, en 1992. A pesar de que la Carta serviría como marco ético para la Agenda 21, el momento no fue propicio. Por ello, en 1994, el Consejo de la Tierra y la Cruz Verde Internacional, conjuntamente con el gobierno holandés, retomaron el movimiento de la Carta de la Tierra con la intención de impulsarlo con base en esfuerzos anteriores y para reunir a los actores clave de nuestra sociedad.