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Prevención de Enfermedades

El conocimiento epidemiológico sobre las enfermedades permite clasificarlas y obtener una


medida de su importancia y posibilidad de prevención. El conocimiento de la historia natural de
una enfermedad nos permite prevenir y, por tanto, la posibilidad de intervenir efectivamente
sobre ella. En la misma medida, la organización, estructura y capacidad de respuesta actual y
potencial del propio sistema de servicios de salud acota la capacidad de controlar e impactar
favorablemente sobre la salud de la población. En un sentido amplio y con fines prácticos, la
prevención suele clasificarse en cuatro categorías o niveles, que se corresponden con las
diferentes fases de desarrollo de la enfermedad

• Prevención primordial; se dirige a evitar el surgimiento y la consolidación de patrones de


vida sociales, económicos y culturales que se sabe contribuyen a elevar el riesgo de enfermar; éste
es el nivel de prevención más recientemente reconocido y tiene gran relevancia en el campo de la
salud poblacional; las medidas contra los efectos mundiales de la contaminación atmosférica o el
establecimiento de una dieta nacional baja en grasa animal saturada son ejemplos de prevención
primordial.

• Prevención primaria; se dirige a limitar la incidencia de enfermedad mediante el control


de sus causas y factores de riesgo; implica medidas de protección de la salud, en general a través
de esfuerzos personales y comunitarios; la inmunización, la pasteurización de la leche, la cloración
del agua, el uso de preservativos o la modificación de factores y comportamientos de riesgo son
ejemplos de prevención primaria. Los enfoques estratégicos individual y poblacional revisados
hacen referencia básica a la prevención primaria.

• Prevención secundaria; que se dirige a la curación de las personas enfermas y la reducción


de las consecuencias más graves de la enfermedad mediante la detección temprana y tratamiento
precoz de los casos; su objetivo no es reducir la incidencia de la enfermedad sino reducir su
gravedad y duración y, en consecuencia, reducir las complicaciones y la letalidad de la
enfermedad. Los programas de tamizaje poblacional, como las campañas masivas de examen de
Papanicolaou para detección y tratamiento precoces del cáncer de cuello uterino, son ejemplos de
prevención secundaria.

• Prevención terciaria; se dirige a reducir el progreso y las complicaciones de una


enfermedad ya establecida mediante la aplicación de medidas orientadas a reducir secuelas y
discapacidades, minimizar el sufrimiento y facilitar la adaptación de los pacientes a su entorno; es
un aspecto importante de la terapéutica y la medicina rehabilitadora. La prevención terciaria
implica una atención médica de buena calidad y es difícil de separar del propio tratamiento de la
enfermedad.

Control de Enfermedades

En la práctica, el término “control” se ha prestado para varios usos, todos con distintas
implicancias en salud pública. Podemos distinguir al menos dos dimensiones que acotan el
significado práctico del término: una dimensión circunstancial y otra temporal, que depende del
escenario específico en que opera el control:

• En un escenario epidémico, control significa conseguir rápidamente una curva


descendente y, eventualmente, agotar la epidemia; es decir, el retorno a los niveles esperados.
Aquí, la dimensión temporal del término control siempre implica corto plazo (el retorno a los
niveles esperados lo más rápidamente posible).

• En un escenario no-epidémico, la connotación práctica del término control es


dependiente de la dimensión temporal:

– En el corto plazo, control denota equilibrio de la situación no-epidémica, es decir, mantener el


número observado de casos igual al número esperado (sea este el nivel endémico o la ausencia de
casos).

– En el largo plazo, control implica la reducción del riesgo de enfermar en la población (reducción
de la incidencia) a niveles tales que no representen un problema de salud pública (o sea, la clásica
definición de control).

Una observación que se desprende directamente de esto es el reconocimiento de la absoluta


importancia de la vigilancia en salud pública para discriminar si la situación, en cualquier momento
dado, está o no “bajo control”.

Las medidas de alcance poblacional, por otro lado, se dirigen específicamente a impactar sobre el
comportamiento de la enfermedad en la población. Clásicamente, las medidas de alcance
poblacional se han definido en función de sus objetivos en salud pública, que pueden ser el
control, la eliminación o la erradicación de la enfermedad y sus riesgos en la comunidad. A
continuación revisaremos la definición y las implicancias en salud pública de estos tres conceptos
clásicos.

• Control de la enfermedad: se refiere a la aplicación de medidas poblacionales dirigidas a


conseguir una situación de control de la enfermedad, es decir, la reducción de la incidencia de la
enfermedad a niveles en que deje de constituir un problema de salud pública. Las medidas de
control se dirigen a reducir primariamente la mortalidad y la morbilidad de la enfermedad objeto
de control. El nivel de control dependerá de la enfermedad de que se trate, de los recursos a
emplear y de las actitudes de la población. Un ejemplo es el seguimiento de personas sintomáticas
respiratorias en la comunidad, que es una medida efectiva para la detección de enfermos
tuberculosos, particularmente bacilíferos positivos, y cuyo objetivo es la reducción de la
prevalencia de tuberculosis pulmonar (y, en menor medida, la reducción de su incidencia).

• Eliminación de la enfermedad: se refiere a la aplicación de medidas poblacionales


dirigidas a conseguir una situación de eliminación de la enfermedad, es decir, aquella en la cual no
existen casos de enfermedad aunque persisten las causas que pueden potencialmente producirla.
Por ejemplo, en zonas urbanas infestadas por Aedes aegypti, aún en ausencia de la circulación del
virus de la fiebre amarilla, o del dengue, la simple presencia del vector constituye un riesgo
potencial para la eventual ocurrencia de casos. El sarampión representa un modelo de
enfermedad en fase de eliminación en la región de las Américas.

• Erradicación de la enfermedad: se refiere a la aplicación de medidas poblacionales


dirigidas a conseguir una situación de erradicación de la enfermedad, es decir, aquella en la cual
no solamente se han eliminado los casos sino las causas de la enfermedad, en particular el agente.
Es importante señalar que la erradicación de una enfermedad adquiere su real significado cuando
se consigue a escala mundial. Por ejemplo, aunque la poliomielitis ha sido “erradicada” de las
Américas, la eventual importación desde zonas infectadas, puede comprometer la erradicación.
Por el momento, esta situación de erradicación mundial sólo se ha logrado para la viruela y en las
Américas se intenta para la poliomielitis.

Las medidas dirigidas a la atención de las personas se refieren, en general, a evitar que los
individuos sanos enfermen y a atender en forma rápida y adecuada a los que han enfermado.
Habitualmente esta atención se realiza a través de los servicios de salud.

Desde un punto de vista estratégico, la operación de las acciones de salud pública se realiza a
través de programas o campañas específicas, que se dirigen a la población en su conjunto. Como
ejemplo de programas habitualmente ejecutados en los niveles locales de salud tenemos el
control de niño sano, el programa ampliado de inmunizaciones y el programa de atención
integrada de las enfermedades prevalentes en la infancia. Para que las medidas de prevención y
control de enfermedades adquieran la categoría de programas, es necesario que resulten de una
clara definición de objetivos y metas en el marco de una política de salud, que permitan que cada
uno de los integrantes del sistema local de salud contribuya a alcanzarlas de manera organizada y
cuyos logros puedan ser evaluados.

Hay ocasiones en que la ocurrencia de una epidemia, o una situación de emergencia, obligan a
concentrar la utilización de recursos humanos y materiales en forma intensa y por un período
limitado de tiempo. Esto es lo que caracteriza a una campaña. La campaña es por lo tanto una
medida temporal con fin determinado y específico, como por ejemplo, una campaña de
vacunación anti poliomielítica o de desinsectación de Aedes aegypti. En general, las campañas se
ejecutan o bien para prevenir un posible brote (por ejemplo, cuando la cobertura vacunar está en
niveles que no garantizan la inmunidad de grupo), o bien para intentar controlar rápidamente un
brote cuando está técnicamente indicado.

Tradicionalmente, tanto los programas como las campañas se han ejecutado de manera aislada e
independiente entre sí. La tendencia actual es buscar integración, sobre todo a nivel local, de
manera tal que se facilite la utilización común y potencialización de los recursos disponibles. Un
aspecto de particular relevancia es la adecuada coordinación con el sistema local de vigilancia en
salud pública.

Técnicas y procedimientos, objeto de la bata, gorro y tapabocas

Objetivo de la bata
Proteger de microorganismos patógenos, tanto al trabajador como al paciente, en situaciones de
alta probabilidad de contagio.

Precauciones para el uso de la bata:

- Cerciorarse que su uso sea solo dentro del cuarto. Excepto cuando se tiene un grupo de
pacientes con la misma enfermedad.

- Cerciorarse que cubra por completo el uniforme.

- Si se cuelga dentro del cuarto del paciente, cerciorarse que el lado contaminado quede hacia
afuera. Si se cuelga fuera del cuarto cerciorarse que el lado contaminado este doblado hacia
adentro.

- Cerciorarse que la bata cierre completamente por atrás.

Procedimientos de la bata

1. Se lava las manos cumpliendo con las medidas de bioseguridad


2. Toma la bata por una de las tiras del cuello y con una sola mano retira la bata de la mesa
en un solo movimiento.
3. Introduce un brazo dentro de la manga y luego el otro.
4. Asegura la bata amarrando las tiras del cuello y luego las de la cintura sin contaminarla.
5. Para quitarse la bata, desata las amarras que se encuentran en la cintura y el cuello.
6. Con las manos limpias o guantes no estériles, introduce la mano debajo de la bata a nivel
del cuello y tira de las mangas hacia la muñeca, pasándolas sobre la mano. Repite lo
mismo para el otro brazo.
7. Cuidadosamente enrolla la bata sobre su parte interior asegurándose de que ninguna
superficie contaminada de la bata toque las manos o la piel desprotegida.
8. Dobla la bata por la parte inferior hacia el centro y la parte superior hacia el centro,
tratándola de no hacer contacto con su uniforme.
9. Desecha o descarta apropiadamente la bata.
10. Se lava las manos cumpliendo con las medidas de bioseguridad.

Objetivo del gorro

Es el uso correcto del gorro para evitar esparcir agentes patógenos como virus o
gérmenes.
1 No permitir la caída del cabello en área estéril.
2 Cuidar al usuario/(a) de agentes patógenos que puedan causar enfermedades.
Precaución:

1 Lavarse bien las manos.


2 Asegurarse que el gorro se encuentre en buen estado y limpio.
3 Recoger el pelo.
4 Estar seguro de la colocación correcta del gorro en su cabeza, cubriendo orejas y
completamente el cuello.
5 Colocar el gorro mucho antes de la otra ropa quirúrgica que vaya a utilizar.
6Nunca usar ningún tipo de aretes.
7 Si se rasga el gorro debe ser sustituido.
8 Si utiliza lentes debe cubrir las patas con el gorro.
9 Si tiene cintas el gorro, deben ser amarradas.
10 El gorro puede ser utilizado por ocho horas, si se lo quita debe usar otro.

Procedimiento para la colocación del gorro

1 Abra el gorro y ponerlo enfrente de usted.


2 Poner el gorro al revés en dirección al cuello.
3 Cubrir el cabello y luego los pabellones auriculares (orejas) completamente.
4 Las cintas de amarre se colocan hacia atrás si las tiene.
5 Amarre las cintas de atrás.
6 Al quitarse el gorro soltar las cintas.
7 Debe quitarse el gorro de adelante hacia atrás.
8 El gorro debe descartarse o dejar en el recipiente de ropa usada.

Objetivo del tapabocas

El uso de mascarillas en el personal de salud es común, debido a que se utiliza en diversos


procedimientos, tanto clínicos como quirúrgicos, el uso adecuado de las mascarillas, es sin
discusión, un factor importante para garantizar la seguridad; al paciente, a los
profesionales de la salud y a los trabajadores

Procedimiento de colocación del tapabocas

1 Saque de la bolsa el tapabocas tomándolo de las ligas.


2Colóqueselo cuidadosamente, cubriendo la boca y la nariz; ajústelo bien para reducir el
mínimo espacio entre la cara y el cubre bocas.
3 Mientras lo traiga puesto, evite tocarlo. Si lo toca, lávese las manos o aséelas con un gel
limpiador a base de alcohol.
4 Cada vez que el cubre bocas se humedezca, cámbielo
5 No lo comparta, es de uso personal.
6 No lo reutilice.
7 Cambiarlo cuando esté roto o desgastado
8 Tírelo después de visitar un enfermo en el hospital.

Técnicas y procedimientos, objetivos de la colocación de guantes

Técnica de colocación de guantes (abierta)


Este método se emplea cuando sólo se requiere la cobertura de las manos (por ej.,
cateterización urinaria, biopsia de médula ósea, preparación estéril del paciente) o
durante la cirugía cuando un guante se contamina y debe ser sustituido.
El método no debe ser utilizado como rutina para la colocación del camisolín y guantes, en
este caso se utiliza la técnica cerrada o asistida misma que serán tratadas en el módulo de
cirugía.

1. Retire todo tipo de joyas (anillos, pulseras y reloj).


2. Realice lavado de manos clínico
3. Tome el paquete de guantes.
4. Verifique indemnidad del envoltorio, fecha de caducidad.
5. Abra el paquete de guantes por donde se indica en el envoltorio, saque el sobre con los
guantes y colóquelo sobre un lugar plano, limpio seco y seguro. Diríjase a la línea media en
la parte inferior y proceda a tomar los bordes y abrirlos hacia el exterior con la precaución
de no tocar los guantes que se encuentran en el interior.
6. Abra el primer doblez.
Deje bien extendido el papel donde vienen los guantes, tomando el papel solo desde el
borde.
8. Observe que los guantes están rotulados de la siguiente manera:
a. “R” que significa Right para el guante que irá en la mano derecha
b. “L” que significa Left para el guante que irá en la mano izquierda
9. Ahora haciendo pinza con el dedo índice y pulgar de la mano dominante, tome el
guante por la base, introduciendo aproximadamente 1 cm. el dedo pulgar dentro del
guante, levántelo alejado del cuerpo y de objetos que pudiesen ponerse en contacto con
ellos.
10 Introduzca la mano en forma de pala con el dedo pulgar sobre la palma mirando hacia
arriba y ajuste el guante a su mano
11 Con la mano (que tiene el guante puesto) en forma de pala, introdúzcala en el doblez
del guante con los dedos mirando hacia usted.
12 Coloque su mano derecha en forma de pala mirando hacia arriba e introduzca el
guante en su mano. Ajústelo calzando los dedos de su mano con el guante.

Si en el proceso del colocado de guantes estos quedan mal puestos, deben ser ajustados
una vez que ambas manos estén enguantadas.

Técnica de retiro de guantes


1. Para retirar el primer guante, tome el borde por la cara externa dé vuelta
completamente el guante, tal y como se muestra en la siguiente imagen.
2. Para retirar el segundo guante, tómelo el primero del puño, posteriormente con la
mano sin guante tome la por la cara interna y dé vuelta completamente el guante,
deseche según norma.
3. Lave y seque sus manos.

Objetivo de los guantes

Los guantes ayudan a mantener las manos limpias y disminuyen la probabilidad de contraer
microbios que puedan enfermarlo. Use guantes cada vez que vaya a tocar sangre, fluidos
corporales, tejidos corporales, membranas mucosas o piel lesionada.

Técnicas y procedimiento, objetivos del lavado de mano y antebrazo

Objetivo del lavado de manos y antebrazo

LAVADO DE RUTINA HIGIÉNICO

Eliminar la suciedad, materia orgánica y flora transitoria de las manos.

LAVADO ESPECIAL O ANTISÉPTICO

Eliminar la suciedad, materia orgánica y flora transitoria y parte de la flora residente de las manos,
consiguiendo además cierta actividad microbiana residual.

LAVADO QUIRÚRGICO

Eliminar la flora transitoria y al máximo la flora residente de las manos previo a un procedimiento
invasivo que por su especificidad o su duración requiere un alto grado de asepsia y un efecto
residual.

Objetivos generales

 Disminuir el número de microorganismos en las manos

 Disminuir el riesgo de transmisión de microorganismos a los pacientes

 Disminuir el riesgo de transmisión cruzada entre pacientes

 Disminuir el riesgo de infección entre trabajadores sanitarios

 Disminuir el riesgo de transmisión de infección a uno mismo


PROCEDIMIENTO

1. Accione el grifo (con el codo si es posible) y mójese manos y muñecas con agua tibia*.
2. Sostenga las manos bajas en relación con los codos para evitar contaminar regiones del
lavabo limpias.
3. Evite salpicaduras.
4. Absténgase de tocar los grifos y el lavabo.
5. Si usa jabón en pastilla: enjuáguela antes de regresarla a la jabonera. Si es jabonera
dosificadora acciónela con el codo tomando de dos a cuatro mililitros.
6. Enjabónese enérgicamente frotando y entrelazando los dedos con fuerza y movimientos
circulares durante diez segundos. Preste especial atención a las zonas subungueales,
alrededor de la cutícula, pulgares, nudillos y lados de la mano.
7. Aclarar bien manos y muñecas SIN escurrir el agua hacia los codos.
8. Secar manos y muñecas aplicando leves toques con la toallita de papel.
9. Cerrar el grifo cogiéndolo con la toallita de papel si éste no se puede accionar con el codo
o el pie. Desecharla en el recipiente adecuado.
10. Limpiar y desinfectar periódicamente los dispensadores de jabón y su contenido**.
11. El uso de jabones antisépticos debe ser restringido a: Zonas con resistencias bacterianas,
Unidades de Cuidados Críticos; salas de Neonatos, y antes de la realización de cualquier
procedimiento invasivo

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