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Camino A La Cruz Nic3b1os
Camino A La Cruz Nic3b1os
Niños pequeños 9
Semana 1 17
Semana 2 23
Semana 3 29
Semana 4 35
1. Lectura/Devocional diarios –
Tú y tus hijos pueden memorizar los versículos semanales juntos usando nuestras
adorables tarjetas en versión NVI. Puedes imprimir el versículo y usarlo como
una actividad extra haciendo que tus niños lo decoren. Puedes también hacer
varias copias y colocarlo en diferentes lugares de tu hogar para darte a ti y a
tus hijos más oportunidades de memorizarlo.
3. Conceptos básicos –
Usa los conceptos básicos para explicarles en pocas palabras de qué trata la
Escritura que estamos leyendo. Puedes hacerlo antes de leer o después para
hacer un resumen de lo leído.
4. Actividad –
Actividades divertidas y manualidades para cada día de la semana, te darán
un tiempo especial con tus hijos y la Palabra de Dios, y les ayudará a recordar
lo que han aprendido.
No te tomará más de 30 minutos tener este tiempo con tus hijos. Puedes hacer
tu devocional antes y planear un tiempo en el día cuando puedas sumergirte
en la Escritura con tus niños más tarde.
Proverbios 22:6
Echa un vistazo a algunas de las cosas que Dios nos manda a las madres
cristianas:
4. Diseña una rutina de tiempo bíblico familiar – es tan sencillo como compartir
tu tiempo devocional con tus hijos. ¡Te sorprenderán! Tener un horario lo hace
predecible para ellos y podrán estar esperando el momento de estudiar con su
mami.
5. Relájate y sé natural – no tienes que ser una maestra sabelotodo. Sólo eres
una mamá normal y corriente hablando con sus hijos sobre el Señor.
8. Sé creativa – personaliza este tiempo especial para que cuadre con las
individualidades de tu familia. ¿Tus hijos tienen una comida o un restaurante
favorito? ¿Les gustan los helados o los batidos de frutas? Vayan a uno de esos
lugares alguna vez y hablen allí sobre lo que han aprendido juntos. Conviertan
su tiempo bíblico en una fiesta de pijamas o en una acampada dentro de
casa.
9. Repite, repite, repite – esta es una buena manera de hacer que aprendan
algo, especialmente con niños pequeños.
10. Usa (bien) los medios – busca buenos sitios en Internet que te ayuden a
crecer como mamá que quiere enseñar la Palabra de Dios a su hijos. Haz una
investigación para encontrar videos, películas, canciones... que sean
apropiados para la edad de tus hijos, que estén llenos de las Escrituras y hábitos
piadosos. Te proveemos algunos recursos al final de este libro electrónico
12. Usa manualidades y actividades – esto realmente les ayuda a fijar en sus
mentes lo que han aprendido. Algunas veces es tan fácil como hacer un
dibujo que represente la lectura. ¿No eres una mamá especialmente habilidosa
o creativa con las manualidades? No te preocupes, te ayudaremos con eso.
Niños pequeños
Los niños pequeños pueden aprender las mismas verdades bíblicas que les
enseñamos a los mayores, sólo que en porciones más pequeñas y a un ritmo
más suave. Los niños pequeños aprenden por repetición y por partes (Isaías
28:9-10). Repite una sola verdad bíblica en cada actividad durante una
lección. La vía hacia el corazón de un peke es a través de los cinco sentidos.
La meta es introducir la Biblia desde el exterior de la persona hacia su corazón.
Las imágenes visuales dominan la atención de los niños. El tacto expresa amor
y consuelo. Algo con buen sabor satisface su hambre y sed. Usa una esencia
placentera como una manera inusual y efectiva de demostrar un mensaje
verbal.
Al contar una historia sé entusiasta, nada de monotonía con los niños. Usa tu
imaginación y haz que la historia cobre vida a medida que la cuentas. NO LA
LEAS DIRECTAMENTE DE UN LIBRO. ¡Es aburrido! Al contar una historia, mira a tus
hijos. Verás si has captado su atención. Ellos quieren saber que tú te preocupas.
Las manualidades son una manera maravillosa de enseñar a los niños. Les da
una oportunidad de hacer algo con lo que les acaban de enseñar. Si se trata
de un collar de cuentas, o de colorear una imagen, eso reforzará lo que les has
dicho.
Consejos:
1. Varía las actividades – Muchas actividades cortas son mejor que una larga.
Varía el tipo de actividades, tales como historias, versículo y manualidades.
Además, varía la ubicación: comienza leyendo en el suelo, haz la manualidad
en la mesa, sillas, en el patio... Tendrás el resto del día para hablar con tus hijos
acerca de lo que han estado aprendiendo y enseñarles el(los) versículo(s) de la
semana. Ayúdalos a recordar en tan pocas palabras como sea posible cómo
se puede aplicar la verdad bíblica a sus vidas.
2. Concéntrate en los personajes, más que en hechos – Los niños de esta edad
pueden recordar nombres y personas mejor que meros hechos. Por lo tanto,
haz el centro de la historia en los personajes, quién dijo qué, cómo se sentían,
cómo respondió: ¿por qué se sentía feliz / triste / molesto / emocionado…?
3. Usa Biblias con imágenes y libros que cuenten las historias bíblicas cuando
estén disponibles- siempre necesitan algo que ver mientras están escuchando.
Utiliza tantos recursos visuales como puedas: dibujos, franelógrafo, tarjetas...
4. Juega – a los niños pequeños les encanta jugar, así que incorporar
imaginación y emoción a tu tiempo con la Biblia ayuda a los más pequeños a
desarrollar un deseo de aprender. Utiliza las figuras de acción para recrear la
historia de David y Goliat, e instrumentos musicales hechos en casa cuando
estudian los Salmos. Hagan juegos simples y fáciles que dirijan su atención a la
verdad de la Biblia que estás tratando de comunicarles.
5. Ilustra el versículo para memorizar - Hacer una simple tarjeta del versículo y
ponerla a la vista en un lugar donde tus hijos puedan verla todo el tiempo: en la
sala de estar, junto a la cama / cuna, en la sala de juegos... Pueden alternar
texto y dibujos. Lee los versículos en voz alta y hazles repetir las palabras.
6. ¡No presiones! – ¡Son muy jóvenes! Está bien si hay un día (o dos, ¡o tres!) que
no tiene ganas de leer, hacer manualidades o memorizar el versículo. Tienes
que encontrar y respetar su ritmo. Si tienes niños de varias edades, no tengas
dudas en darles actividades diferentes o incluso dejar que el más pequeño
deje un rato el devocional y regrese con la manualidad.
9. Compra unas tarjetas y deja que los niños las decoren a su gusto. Escribe en
ellas los versículos para memorizar y ve dándoselas a medida que van
memorizando. Dales una pequeña recompensa (un helado o algo simbólico)
cuando junten, por ejemplo, 5 tarjetas.
Actividades para ayudar a tus hijos a memorizar versículos
1. Representa el versículo
Haz que tus hijos te ayuden a llegar a los movimientos para representar las
palabras del versículo de la Biblia, mientras que ellos las dicen.
Puede ser tan fácil o tan complicada como tú lo desees, utilice una melodía
que tus hijos sepan.
3. Quita palabras
Escribe una palabra del versículo en cada tarjeta. Muéstrales todas las cartas
en orden. Retira una tarjeta y haz que tus hijos digan el versículo por turnos. A
continuación, quitar dos, tres... hasta que puedan decirlo sin las tarjetas.
4. Palabra perdida
Escribe cada palabra del versículo en fichas separadas. Para hacer más difícil
puedes incluir algunas palabras que no tienen cabida en el versículo. Pega con
cinta adhesiva las tarjetas con las palabras a una pared o una puerta en orden
aleatorio para que las palabras puedan ser vistas por los niños. Escribe el
versículo de la Biblia en letras grandes con algunas palabras que falten. Dibuja
líneas en los espacios que pertenecen a las palabras que faltan.
Haz que tus niños se turnen escogiendo una palabra de la pizarra y
colocándola donde piensan que la palabra puede pertenecer. Una vez que el
versículo entero ha sido revelado, se puede empezar de nuevo, pero dejando
de lado otras palabras.
5. ¿Cuál es el versículo?
Corta las tarjetas en diferentes tamaños cada una un poco más grande que la
otra. Escribe el versículo de la Biblia en las tarjetas en orden, o bien de menor a
mayor o del más grande al más pequeño. Dependiendo de la edad de tus hijos
puede utilizar las tarjetas del mismo tamaño y un número para cada tarjeta en
el orden de las palabras en el versículo. Pídeles que coloquen las tarjetas
ordenadas con la finalidad de averiguar el versículo.
7. El escondite
En aquella primera Pascua, la sangre en la puerta de los judíos era la señal de que
eran parte del pueblo de Dios. Sólo por medio de la sangre del cordero se librarían de
la plaga de la muerte de los primogénitos. De la misma forma, nosotros somos librados
de la muerte eterna por medio de la sangre de Jesucristo. Su sangre derramada en la
cruz es el “detergente” que limpia nuestro pecado. Para que la sangre de Jesús pueda
limpiarte debes arrepentirte de tus pecados (pedir perdón a Dios) y creer que Jesús
murió en la cruz por ti ¿Lo crees?
Actividad –
Hagan una cruz de cualquier material: un dibujo para colorear, foami, cartulina… y
pongan, con un marcador rojo, las marcas de los clavos en el lugar en el que estarían
las manos y los pies de Jesús. Con el mismo marcador, hagan unas marcas rojas en las
palmas de sus manos mientras hablan de lo que la sangre representaba en aquella
primera Pascua relatada en Éxodo y lo que representa para nosotros hoy en día.
Pide a cada miembro de la familia que piense en una actitud en la semana que no ha
hecho muy feliz a Jesús. Que cada miembro de la familia lo escriba en una hoja de
papel (ayuda a los más pequeños) y péguenlos en la cruz. Hablen sobre cómo Jesús
sufrió el castigo por nuestros pecados para que nosotros no tuviéramos que hacerlo.
Semana 1 / Martes – Juan 13:14-15
Hagan una representación de la Santa Cena. Preparen juntos como familia una
cena especial (no tiene por qué ser nada complicado) y tomen turnos para
lavarse los pies unos a otros. Mientras lo hacen, expliquen que Jesús, aunque
era el Hijo de Dios, escogió humillarse para servir a todos aquellos que lo
rodeaban.
Cuando Jesús dijo que uno de sus discípulos le iba a entregar, no estaba
hablando de ninguno en concreto, sino que estaba identificándolo como uno
de sus amigos, alguien que estaba junto a él. Judas le preguntó, lleno de
hipocresía si iba a ser él quien lo entregara y Jesús le respondió “tú lo has
dicho”. Jesús no estaba condenando a Judas, sino llamándolo al
arrepentimiento. Le mostró que lo amaba a pesar de su traición.
Habla con tu hijo sobre una ocasión en la que un amigo hiriera sus sentimientos
¿dejaron de ser amigos? ¿Cómo se puede perdonar a otras personas?
Durante la última cena, Jesús partió el pan y tomó la copa con los discípulos
diciéndoles que, una vez que El se hubiera ido, debían seguir recordándole por
medio del pan y del vino. El pan representa el cuerpo de Jesús y el vino
representa Su sangre ¡Probablemente habrás visto hacer esto en tu iglesia
muchas veces! Debemos recordar siempre que Jesús vino a morir por nosotros,
que resucitó de entre los muertos al tercer día, que está en el cielo junto a Dios
y que vendrá a buscar a Su iglesia en un momento que no conocemos.
Actividad - Alabanza
Isaías era un profeta de Dios. Un profeta era un hombre que compartía con
otros un mensaje especial que Dios le daba. El profeta Isaías, muchos, muchos
años antes de que naciera Jesús, ya había dicho que iba a venir un Salvador al
mundo. Dijo que sería menospreciado y desechado por todos, que sufriría
nuestros dolores, llevaría nuestros pecados y que nosotros seríamos curados del
pecado por su sacrificio ¡Estaba hablando de Jesús! ¿No es emocionante ver
cómo se cumplió esta profecía en su totalidad?
Actividad – Símbolos
Isaías hablaba de Jesús con símbolos. También Jesús los utilizó para hablar
sobre sí mismo. Dibujen un árbol en un papel o cartulina (pueden hacer uno
grande común o uno pequeño por cada niño) y píntenlo. Busquen fotos sobre
algunos de los símbolos con los que se describe a Jesús: una lámpara o vela
porque es la luz del mundo, una oveja porque es el Cordero de Dios, una barra
de pan o unas tostadas porque es el Pan de Vida, un puente o un mapa
porque es el camino… pega cada símbolo en el árbol y hablen sobre su
significado.
Semana 2 / Martes – Romanos 5:7-8
¡Dios te ama! ¿Lo sabías? Dios te ama muchísimo más de lo que puedes
imaginar. Te ama incluso cuando haces algo que no le agrada, cuando pecas.
A Dios no le gusta nuestro pecado, pero no por eso deja de amarnos. Al
contrario, envió a Su Hijo Jesús a morir en la cruz para salvarnos de nuestro
propio pecado ¡por puro amor! ¿No es maravilloso saber que hay alguien que
nos ama de esa manera?
Hagan una “cortina” pegando tiras de papel de colores, papel de seda o papel
crepé. Una vez que tengan la cortina o el velo del templo hecho, lean de nuevo el
pasaje de hoy y que cada niño rompa su cortina para escenificar el texto bíblico.
Semana 2 / Jueves – Colosenses 1:21-22
Dibuja un corazón en una cartulina o en una hoja de papel. Escribe dentro del
corazón JESUS me limpia de pecado. Ponle cinta de papel (la que se utiliza
para enmascarar superficies antes de pintar) sobre el corazón. Pinten la hoja (y
la cinta) con acuarelas, pintura al frío, marcadores… de color rojo. Una vez que
lo que hayan pintado esté seco, retira con cuidado la cinta y revela el corazón
limpio, sin mancha de pintura ni tinta. Habla con el niño sobre cómo la sangre
de Jesús derramada en la cruz es lo único que puede limpiarnos de pecado.
Semana 2 / Viernes – Hebreos 10:11-12
La Biblia dice que Jesús murió, fue enterrado y que resucitó al tercer día.
Resucitar significa volver a la vida. Es maravilloso saber que Jesús no se quedó
en la tumba, sino que está ahora mismo en el cielo, a la diestra de Dios Padre
ayudándonos y alentándonos cada día. Jesús fue juzgado en nuestro lugar y
llevó en sí mismo el castigo que nosotros merecemos por nuestros pecados. Su
resurrección es la prueba de que Jesús conquistó la muerte y venció el pecado
por nosotros.
Dale al niño una porción de hojaldre o de masa y explícale que esa es la ropa
en la que fue envuelto el cuerpo de Jesús. Dale un malvavisco, que representa
a Jesús. Que sumerja el malvavisco en la mantequilla, representando los aceites
de unción. Después, que lo pase por azúcar y canela, que representan las
especias aromáticas que ponían en el cuerpo. Envuelve el malvavisco con la
masa y séllalo. Hornéalo 10-12 minutos o hasta que esté listo. Lee Mateo 27:62-
66 mientras esperan. Saca el pancito del horno y deja que se enfríe un poco.
Haz que el niño abra el pancito al medio… ¡Jesús no está! El malvavisco se ha
derretido, dejando un espacio vacío en el interior del pan. Terminen leyendo
Mateo 28:1-10 mientras disfrutan de sus pancitos de resurrección.
Semana 3 / Martes – 1 Corintios 15:57, 58
Actividad – Coronas
Utiliza el material que tengas más a mano para hacer una corona para tu hijo y
decórenla como deseen. Hablen sobre qué cosas pueden hacer para ganar
coronas para Dios: ayudar en casa, servir a otros, amar a Jesús y esperar su
venida…
Semana 3 / Miércoles – Romanos 6:8, 14
La resurrección abre la puerta a todos los que creemos en Jesús para compartir
la vida eterna con Él una vez que termine nuestra vida terrenal. A través de la
resurrección de Jesús tenemos libertad y vivimos en la gracia. Por eso no
debemos dejar que nuestros cuerpos estén al servicio del pecado, sino al
servicio de Dios. Nuestros oídos, labios, ojos, manos, mente… ¡todo debe estar al
servicio de Dios! Debemos honrarle con cada parte de nuestro cuerpo.
Todo había sucedido tal y como Jesús les dijo a Sus discípulos que iba a
suceder: morir en la cruz, ser detenido y resucitar al tercer día. Jesús quería que
ellos comprendieran que había sido necesario que El sufriera en la cruz y que
resucitara ¡Todo era parte del plan redentor de Dios para la humanidad! Jesús
les estaba diciendo que ellos habían sido testigos de lo que había sucedido y
que, a partir de ese momento, tendrían que contárselo a otros ¿Sabes qué es
eso? Eso es predicar el Evangelio, contarles a otros quién es Jesús y cómo tener
vida eterna.
Uno de los criminales junto a los que Jesús fue crucificado, se unió a las burlas
que los demás hacían sobre Jesús. Pero el otro vio las cosas desde otra
perspectiva. El otro ladrón respetaba a Dios y creyó que Jesús era el Hijo de
Dios, el Mesías que podía salvar su alma. El creyó en la promesa de vida eterna.
Y Jesús le aseguró a este hombre que, por haber creído en Él, estaría en el cielo
para siempre. Hay personas que se van a reír de Jesús, de la Biblia, incluso de
nosotros los creyentes. Pero no podemos dejar que eso nos afecte, al contrario,
al igual que Jesús, debemos tener compasión por esas personas y seguir
compartiéndoles lo que Jesús hace en nuestra vida.
Actividad – 3 cruces
****a veces tenemos reparo de hablar con nuestros hijos sobre el infierno, pero
debemos recordar que, no solo es un lugar real, sino que es el lugar destinado
para todos aquellos que mueren sin Cristo. La idea no es asustarlos, sino darles
el panorama completo.
Semana 4 / Martes – Juan 5:39-40
Actividad – Mi Devocional
Vamos a aprender a hacer un devocional. Empezando hoy, cada día lee con
tu hijo (si es pequeño) o dile que lea un versículo. Para hacer un devocional
enséñale que primero tiene que orar y leer muy bien el versículo y, después,
intentar ver cómo aplicar ese versículo a su vida (busca versículos fáciles que
hablen sobre carácter cristiano para comenzar). También puede hacer un
dibujo relativo al versículo que se ha leído. Utilicen un cuaderno cuyas tapas el
niño pueda decorar para que sea su cuaderno devocional.
Semana 4 / Miércoles – Juan 6:35
Todos hemos pecado, y por ese pecado, todos hemos estado separados de
Dios. El único puente que nos permite acercarnos a Dios es Jesús. El nos dio el
regalo de la salvación y, por medio de Él, Dios nos mira y no ve nuestro pecado.
Esto es así cuando hemos pedido perdón a Dios por nuestros pecados y
creemos que Jesús murió en la cruz por nosotros, resucitando al tercer día. ¿Lo
crees? Entonces puedes cruzar el puente que te lleva hasta Dios.
Agarra una hoja de papel y pega en uno de los extremos una foto del niño. En
el otro extremo de la hoja, escribe la palabra “DIOS”. Construyan un puente
entre el niño y Dios pegando paletas de helado, ramitas, lana… Una vez que el
puente esté hecho, pega sobre él un papel en el que pueda leerse “JESUS”.
Habla con el niño sobre cómo Jesús es nuestro único camino, la única forma
que tenemos de llegar a Dios.
Semana 4 / Viernes – 2 Corintios 5:20-21
Actividad – Embajadores
Recopila con tu hijo datos de algún país de su interés para que él actúe como
el “embajador” de ese país. Averigüen cómo es su bandera, alguna comida
típica o alguna característica especial de ese país ¡disfrácense si pueden!
Jueguen a que tu hijo te “presenta” ese país con lo que han aprendido. Habla
con él sobre las cosas que tenemos que aprender de la biblia y poner en
práctica para poder ser embajadores de Jesús: carácter, forma de hablar,
forma de comportarnos, obediencia…
Cómo presentar a tus hijos el Plan de Salvación
Ora con el niño y por el niño. Pide al Espíritu Santo que abra su entendimiento y
que te dé sabiduría para hablar con él.
No des más información que la que el niño necesita. Ten en cuenta siempre la
edad del niño y no le llenes con palabras y metáforas que para nosotros son
claras pero que él no va a captar. Por ejemplo, cuando a un niño se le dice
que para ir al cielo tiene que “abrirle la puerta de su corazón a Jesús”, va a
estar pensando en una puerta de verdad. Cuanto más pequeño sea el niño
menos va a comprender el lenguaje figurado.
El Plan de Salvación –
Salmo 139:13-16
Dios creó el mundo, creó a las personas, te creó a ti y quiere tener una relación
contigo.
Romanos 3:23
Recuérdale qué es el pecado y pregúntale qué cosas cree que son pecado.
No se queden en las cosas “grandes”. Hablen sobre cosas que ellos hacen para
que puedan darse cuenta de que también ellos, aunque sean niños, están
separados de Dios por su pecado.
3. Jesús murió por nosotros
Como Dios nos ama, no quiere que estemos separados de El y envió a Su Hijo
Jesús a morir en la cruz para cargar con nuestros pecados. Jesús es el Salvador
de la humanidad, porque nos salvó del castigo que debíamos tener por nuestro
pecado.
5. Anima al niño a que te diga con sus propias palabras lo que ha entendido de
esta conversación. Pídele que haga una oración o que la repita después de ti.
Después de la oración, lee Romanos 10:13 y recuérdale que ese versículo es
una promesa. Jesús será su salvador para siempre y nada lo separará de Él.
Puedes orar algo parecido a esto: “Padre: Te pido perdón por mis pecados. Creo
que Jesús murió por mis pecados y resucitó para que yo fuera justificado delante de ti.
Gracias por darme la Vida Eterna. En el nombre de Jesucristo, Amen.”
El libro sin Palabras – un plan de Salvación con colores
Cada color representa una verdad Bíblica y es útil para enseñar a los niños el
plan de Dios de una forma simple y divertida, presentándolo en forma de un
libro sin palabras, o como una pulsera en una actividad manual.
1. El color Dorado o amarillo representa las calles de oro en el cielo. Ap. 21:18
Pecado – dile al niño que vas a hacer un revuelto o una tortilla y que estás
cascando los huevos para batirlos. Dile que abriste un huevo que estaba
dañado y que se cayó en la taza con todos nuestros huevos. Pregúntale si aún
se pueden comer los otros huevos y si quisiera hacerlo. Explícale que así es
nuestro pecado. Incluso un solo pecado, afecta toda nuestra relación con Dios.