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INDICE

1.-Caratula........................................................................................................1
2.-Indice............................................................................................................2
3.-Dedicatoria....................................................................................................3
4.-Introducción..................................................................................................4-5
5.-Identidad Nacional.......................................................................................6
6.- ¿Hasta que punto tenemos los peruanos una identidad solida?................6-10
7.- ¿Que se entiende por identidad nacional?.................................................11-15
3.1.- Historia...........................................................................................
3.2.- Simbolos Nacionales.....................................................................
3.3.- Danzas y música............................................................................
3.4.- Idioma.............................................................................................
3.5.- La Religión.....................................................................................
3.6.- Gastronómia...................................................................................
8.- Crisis en la identidad nacional....................................................................16-19
9.- Ejemplos de identidad nacional..................................................................20-21
10.-Conclusiones finales...................................................................................22
11.-Gráficos......................................................................................................23-24
12.-Bibliografia..................................................................................................25 

DEDICATORIA

El trabajo de investigación monográfico lo dedicamos a nuestros padres; a quienes les


debemos todo lo que tenemos en esta vida.
A Dios, ya que gracias a el tenemos esos padres maravillosos, los cuales nos apoyan en
nuestras derrotas y celebran nuestros triunfos. 
INTRODUCCIÓN

Identidad nacional es la identidad basada en la nación. Es propia de la


construcción de nación efectuada por los nacionalismos del siglo XIX en los
estados-nación europeos y americanos, y extendida al resto del mundo por los
movimientos de resistencia al imperialismo y el colonialismo, y en la segunda
mitad del siglo XX por la descolonización y el tercermundismo.
Frente a otras identidades individuales o identidades colectivas (basadas en la
raza, la religión, las clases sociales, la condición sexual, o cualquier otra etc.).
La Identidad Nacional es una conciencia social que da sentido de equivalencia
y pertenencia del individuo y su comunidad con el Estado Nacional, y se
diferencia de otros Estados, afirmando su unión o independencia ante otras
comunidades, en función de rasgos específicos; la fuerza integradora
fundamental de esta unión es su historia común, reforzada mediante
estructuras políticas, económicas y sociales.
Es la más compleja de las manifestaciones. Además, es el resultado del
proceso histórico en el cual una sociedad ha participado. La identidad nacional
se manifiesta fundamentalmente a través del idioma, las tradiciones y
costumbres, la historia común, los valores generales, las aspiraciones como
pueblo, la composición étnica de los habitantes, la cultura específica que ellos
han generado, etc.
En la teoría política el tema de la identidad nacional es uno de los más
complejos y polémicos. Se considera que generalmente las sociedades
adquieren rasgos de identidad nacional aún antes de constituir los llamados
Estados nacionales. El concepto de nación, por tanto, es diferente al de
Estado. La nación es la identidad forjada por una sociedad sobre la base de los
rasgos comunes que la diferencian frente a otras sociedades. El Estado es la
institucionalización del poder político. Se habla de estado-nacional cuando son
precisamente los nacionales quienes han logrado institucionalizarse como
poder político, en un momento específico de su historia.
Por todo este conjunto de características y circunstancias, no resulta fácil
definir los rasgos de identidad nacional de una colectividad o sociedad.
Además, tales rasgos no se dan de una vez y para siempre, en forma definitiva.
También los rasgos de identidad nacional se modifican en la historia, así como
nuevos rasgos de identidad se adquieren cuando las sociedades toman
conciencia de ellos como propios.
La identidad nacional peruano es el resultado de un largo proceso histórico.
Las sociedades, dejaron un legado histórico-cultural que forma parte de la
identidad peruana. También el Incaico incorporó nuevos rasgos de identidad.
La conquista y la colonización española aportaron con otros tantos nuevos
elementos a la identidad. Sobre la base de esas herencias, pero también con
los nuevos aportes de la vida republicana, durante el siglo XIX y el XX se han
logrado consolidar y hacer conciencia los múltiples rasgos de la identidad
nacional peruana. Pero, al mismo tiempo, desde el Estado se han procurado
generar elementos y rasgos de identidad nacional.

1.-Identidad nacional
El hombre, en su interacción social, conoce a otros y se reconoce frente a ellos,
descubre coincidencias y conveniencias; participa de una acción común,
colabora, aporta. Asume el papel que le asignan, persigue objetivos
compartidos, y al hacerlo cumple sus propios fines. A su vez conoce su
entorno, organiza su vida diaria y se vale de todo lo que lo rodea: lo que está
próximo, lo que es parte de sus vivencias, de su cotidianidad; todo ello es parte
de sí mismo, de sus afectos, de sus valores, de sus tradiciones y cultura. Con
todo lo anteriormente mencionado, se puede decir que la identidad es un
derecho y vivencia del hombre, del individuo, de la colectividad, reconocimiento
de la dignidad de la persona, expresión de su singularidad por encima de su
condición social (Camacho Quiroz, 2006).
Una de las manifestaciones más evidentes de identificación de los individuos
con una cultura lo conforman los valores éticos y morales que actúan como
soporte y referentes para preservar el orden de la sociedad. Su aceptación y
cumplimiento hacen más llevaderas las tareas y roles que los miembros de
determinado grupo social deben cumplir; se dice que los valores expresan la
tensión entre el deseo del individuo y lo realizable en lo social.

2.-¿Hasta que punto tenemos los peruanos una identidad solida?


Tiene como objetivo hacer una aproximación a lo que se conceptúa como
identidad nacional, determinar si ella tiene algún valor en si misma para la
conformación y el desarrollo de un país y tratar de establecer la magnitud de su
presencia en el Perú. ¿Como se presenta, y hasta que punto? ¿Qué caminos
podríamos seguir para conquistarla?
Para lograr dicho objetivo debemos tener en claro como se conceptúa identidad
nacional y a partir de ello, revisando la información de la historia de nuestro
país, llegar a establecer si realmente constituye una nación y que en
consecuencia puede hablarse de que en ella existe identidad de pertenencia
entre los que lo conforman. Partimos pues por hacer una revisión histórica de
la conformación de lo que llamamos Perú. Para definir nuestro marco
conceptual y establecer si ¿Constituye el Perú realmente una nación?
Pero ¿qué entendemos por nación? Una “nación cultural” es un grupo de
personas que viven y se desarrollan en un medio geográfico compartiendo
costumbres y tradiciones, que portan rasgos culturales particulares, una misma
lengua, un pasado histórico común e incluso rasgos físicos. Los Aymaras, los
Quechuas, entre otros grupos culturales en el Perú, son algunos ejemplos.
Estas características son base de la identidad, pues identidad no es otra cosa
que la capacidad de sentirse identificado con alguien o algo, es decir la
capacidad de identificarse con el otro, en este caso a partir de una historia
común, una misma lengua, un territorio compartido, etc.
A diferencia de la nación cultural en que la identidad es la base de su
conformación. La “nación política”, no necesariamente supone una realidad
étnica ni un pasado histórico común, en tanto puede estar conformada por
varias naciones culturales dentro de si. ¿Y esto podría constituir una traba para
conseguir la identidad nacional?
De los conceptos anteriores deducimos pues que la Identidad Nacional
corresponde al sentimiento de identificación entre si de los miembros de una
nación, como parte de dicha nación. La identidad nacional se daría en un
individuo si este reconociera las costumbres y tradiciones de su país como
propias y, por tanto, se identificaría con los demás miembros de dicha nación
que también sienten las mismas tradiciones y costumbres como propias. En
general las comparten, se identifican como iguales y se proyectan como tales.
¿Pero ocurre esto en el Perú?
Antes de la llegada de los conquistadores españoles al continente
sudamericano, con un territorio mayor al que hoy ocupamos, se había
conformado el imperio Inca sobre la base de una serie de naciones culturales
cuyos miembros compartían cierta identidad. La fragilidad de esta nación
política facilitó su ruptura y la conquista del imperio. No olvidemos que los
Chinchas se aliaron a Pizarro en contra de los quechuas. Sin embargo estas
naciones culturales nativas compartían mayores características comunes, en
comparación a lo que ocurrió después de la conquista, cuando se sumó otra
nación con muy marcadas diferencias a las anteriores, incrementando la
pluralidad sobre un mismo territorio. Las costumbres y creencias ahora
diametralmente opuestas, entre nativos y españoles ahondo el problema de
diversidades y con ello fomento una situación de falta de identidad entre los
habitantes de estos territorios a los que hoy llamamos Perú. Los
conquistadores españoles eliminaron a la nobleza incaica e impusieron su
sistema de gobierno, en el cual los gobernantes eran ellos mismos y los
gobernados los indígenas. La clase gobernante preocupada por sus intereses y
no por los intereses comunes, sometió al indio peruano a realizar trabajos en
favor de la corona española, y en este entorno se vio discriminado y
segregado. La realidad nacional mantiene todavía algo de esta herencia.
Actualmente la elite dirigente, peruana, se preocupa por el bienestar de ella
misma dejando de lado, casi por completo, al indio o mestizo que es la
mayoría. Esto resulta ser un problema debido a que en un país como el Perú,
donde la población es mayoritariamente indígena, los intereses deben estar
orientados a buscar el bienestar común de la población incluyendo a esta clase
y también a las otras clases que se pueden mostrar insignificantes en una
comparación proporcional. De no ser así los individuos que no perciban un
interés por parte del estado en sus comunidades no van a sentir ese
sentimiento de reciprocidad y la identidad con la nación política a la que
pertenecen históricamente, siendo más grave aún lo que ocurre en el otro
sentido, cuando la clase gobernante no se identifica con la mayoría de la
nación política y busque exhibir linajes extranjeros como sintiendo un complejo
de su realidad.
En el caso del Perú notamos que el poder político se concentra principalmente
en la capital. La falta de interés por el bienestar de las zonas mas alejadas del
país puede generar una respuesta negativa en cuanto a la identidad de estas
clases con el estado. Y puede ocurrir lo que actualmente se da en la frontera
con Brasil por ejemplo, donde los pobladores de la zona mandan a sus hijos a
cruzar la frontera para que puedan ir a las escuelas brasileras donde la
educación es gratuita y de buen nivel, o por otro lado lo que está ocurriendo en
el altiplano, donde los pobladores aymaras (peruanos y bolivianos) planean
separarse de los países a los que pertenecían para formar un nuevo Estado y
esto demuestra una gran falta de identidad con las naciones políticas a las que
pertenecen.
Por otro lado, la concentración del poder político en la capital, también genera
que los pobladores de provincia viajen a esta para encontrar un mejor estándar
de vida, aunque muchas veces no lo logren. Por lo que tienen que alejarse de
sus naciones culturales perdiendo la identidad con estas sin encontrar nuevas
identidades en la capital
Si analizamos el problema del indio peruano, cosa que solo ha hecho
Mariátegui, podremos ver que este se ha visto discriminado. Desde la llegada
de los españoles al Perú, al indio se le uso como herramienta de trabajo en
beneficio de los colonizadores y este no tubo la educación ni la formación
necesarias para poder participar equitativamente en los destinos del país.
Debido a estos factores la población indígena se vio en la ignorancia y con esto
en el subdesarrollo. Es tanta la segregación que incluso utilizar el termino
“indio” en una conversación para referirse a algún individuo esta mal visto y en
algunos casos llega a ser un insulto, cuando en realidad deberíamos respetar
al indio como un semejante. Si la identidad nacional supone una identificación
con nuestras raíces y con nuestros con-nacionales, suena absurdo segregar al
indio cuando vivimos en un país que cientos de años atrás fue poblado por
estos individuos y que incluso hoy representan a la mayoría de la población.
Por otro lado si analizamos la postura de la clase alta veremos que gran parte
de ella tampoco se siente identificada con el país. Algo que ocurre a menudo
en el Perú, y que se puede observar en reuniones sociales, es que muchos de
los individuos de esta clase se sienten orgullosos de sus raíces europeas,
incluso hasta mas orgullosos que de su nacionalidad peruana, muchos de ellos
tienen, o quieren tener, un pasaporte extranjero, o en el caso de que sean
jóvenes, quieren terminar sus estudios e irse a vivir a la tierra de sus ancestros.
De una u otra forma se sienten más extranjeros que peruanos.
No es el objetivo de la monografía plantear de forma absoluta la falta de
identidad nacional. A pesar de todo lo anterior también existen peruanos
comprometidos con su país por el que sienten un gran amor, un claro ejemplo
de esto son los civiles y militares que vencieron juntos al terrorismo y aquellos
ciudadanos que trabajan día a día por el desarrollo del país.
Otro punto importante que no puedo dejar de mencionar está referido a los
aspectos que muchas veces los peruanos creemos una parte importantísima
de nuestra identidad nacional, cuando en realidad son cosas que, si bien es
cierto son importantes, no representan el único criterio que involucra la
identidad nacional. Este aspecto seria el de los productos que genera el Perú.
Un claro ejemplo de esto es “El Pisco peruano.” Durante los últimos años el
Perú ha tenido problemas con Chile, país que ha proclamado que el pisco es
de su procedencia. Este es un tema que le quita el sueño a muchos peruanos,
sin embargo yo me pregunto ¿hasta que punto es realmente trascendente
preocuparse tanto? Si nuestro pisco o el aguardiente chileno (también
denominado pisco) es mejor, el mercado mundial lo decidirá; de lo que
nosotros deberíamos preocuparnos (y mas que nosotros los productores de
pisco) es de mejorar la producción. Creo que no ganamos nada teniendo
debates interminables sobre la procedencia de esta bebida alcohólica, pero si
ganaríamos algo si actuamos en lugar de pensar y hablar simplemente.
Así como con el pisco los peruanos muchas veces nos sentimos “mas
peruanos que nunca” cuando hablamos de cosas ciertamente importantes pero
poco trascendentes a mi parecer, como el ceviche, la cerveza, la selección de
fútbol. Son cosas que nos unen pero son factores de cohesión de segunda
categoría. Mejor y mas inteligente sería ocuparnos y juntarnos en torno a
temas que sean trascendentes para el desarrollo del país, que es lo que
necesitamos, por ejemplo la educación, la cultura, un Nóbel, nuestra industria y
sentir orgullo de primera categoría por estos factores.
En términos generales la falta de identidad nacional es un gran problema del
Perú por que es necesaria para el desarrollo del país, nunca vamos a
interesarnos en mejorar algo que no sentimos nuestro. Es como el individuo
que encuentra un árbol en medio de la calle y no le da mayor importancia, pero
ese individuo le daría importancia si el lo hubiera sembrado y fuera suyo, se
preocuparía por regarlo y lo protegería de los daños que podría sufrir. De lo
anterior podríamos pensar que una solución para enfatizar la identidad nacional
del Perú seria plantear un proyecto que involucre a la población con el país
para que esta sienta que le pertenece y se interese por él, de manera
metafórica seria hablar de “plantar un árbol”. Un buen proyecto para unificar a
las naciones culturales dentro del Perú podría estar relacionado al turismo,
personalmente no creo que la pluralidad cultural sea un problema para la
identidad nacional, si nos esforzáramos por presentar al Perú como un país
pluricultural al mundo, seria mas atractivo para los extranjeros que podrían,
mediante el turismo, mejorar la economía peruana. La falta de un fin común
entre los individuos de una nación hace que estos no se sientan identificados
entre si
Para concluir podríamos decir que el Perú sufre una crisis de identidad nacional
que podría repararse con un proyecto común entre los ciudadanos peruanos,
también podríamos decir que la conquista fue un factor determinante que
debilitó la identidad nacional peruana.
El significado de identidad nacional es muy simple y relativo, en el cual seria el
conjunto de costumbres, y de rasgos significativos como por ejemplo la
vestimenta, cultura, idioma, comidas, de una nación en el cual un pais es único
por estos mismos rasgos que mencionamos anteriormente, cada uno de los
pueblos y los paises tiene su propia identidad nacional.

3.-¿QUE SE ENTIENDE POR IDENTIDAD NACIONAL?


Se entiende por identidad nacional aquella identidad de una persona que se
relaciona con la nación a la cual pertenece, sea esta por haber nacido en tal
territorio, por formar parte de una comunidad o por sentir lazos de pertenencia
con las costumbres y tradiciones de tal nación. La identidad nacional es uno de
los fenómenos más importantes de la era moderna, aquel que choca y que
lucha en muchos sentidos con el concepto de globalización o de aldea global.
La idea de nación surgió a mediados del siglo XIX como consecuencia casi
directa de los eventos desencadenados por la Revolución Francesa en 1789.
Con el avance de Napoleón y la reorganización nacional de muchos estados
europeos, la idea de nación comenzó a establecerse como uno de los
elementos más importantes no sólo para un Estado o gobierno si no también
para un pueblo. La nación está representada por el sentimiento de pertenencia
que un individuo (y con él todos los que forman parte de su comunidad) puede
tener hacia determinadas prácticas, tradiciones, formas de pensar, estructuras
culturales y religiosas, etc. La nación se representa también a través de
numerosos símbolos que pueden ser bien concretos al mismo tiempo que
abstractos (aquellos que se encuentran en el imaginario común de las
personas).
Una vez que queda claro cómo definir la idea de identidad nacional, resulta fácil
oponerla a nociones tales como las de imperialismo, globalización o
colonialismo. Estas suponen siempre el dominio de una región del planeta
sobre otras o la integración completa de todo el sistema planetario bajo
determinadas características políticas, económicas, sociales y culturales que
son importadas de aquellas zonas dominantes. Es por esto que hoy en día, la
identidad nacional busca luchar contra el avance de las formas globalizadas en
pos de establecer de modo firme su carácter de única y peculiar. Las diferentes
identidades nacionales de los países o territorios que forman el planeta pueden
mostrarse más o menos fuertes a la hora de enfrentar tal sistema globalizado.

Todos los elementos comunes que unen a un pueblo, una nación, personas,
tales como el idioma, la religión, gastronomía, folklore, música, danza, y
muchos otros elementos; ese sentimiento común a todos los ciudadanos que
conforman un país es lo que conocemos como Identidad Nacional. Esa serie de
valores o costumbres pueden ser morales, religiosos, culturales,
gastronómicos, sociales, territoriales, en fin, ese conjunto de elementos puede
ser de diversa índole siempre y cuando sean comunes a la sociedad. La
Identidad Nacional tiene una serie de elementos, si faltara alguno de ellos ya
no se estaría configurando la Identidad de un país, y sin duda la Nacionalidad.
Es la base para que pueda existir el sentimiento por el cual los integrantes de
determinado territorio estén unidos. Los elementos que conforman la Identidad
Nacional son: la historia, el territorio, símbolos patrios, música y danza,idioma,
religión, símbolos naturales, arquitectura, gastronomía.
3.1.-La Historia
Un pueblo sin pasado es un pueblo sin historia, y sin duda la Historia aporta
ese elemento que hace conocer como se forjó lo que hoy existe como país, sus
luchas y las Batallas que se libraron en el territorio del país para alcanzar la
Libertad y la Justicia.

3.2.-Los Símbolos Patrios


Estos Símbolos constituyen la más autóctona y oficial representación de la
Nacionalidad , y está integrado por la Bandera Nacional, El Escudo y el Himno
Nacional. En el país existe la Bandera, Escudo e Himno Nacional que
establece el sentido y uso que se le debe dar estos símbolos patrios, los
sujetos u organismos que deben usarla, donde y cuando debe enarbolarse, en
que fechas la colectividad en general debe izarla, en fin, toda una serie de
lineamientos que determinan el uso que se le debe dar a estos símbolos.

Estos iconos no solo identifican al país sino que lo distingue de cualquier otra
nación en el mundo. Dichos símbolos patrios son usados comúnmente para
celebrar algún acontecimiento que reviste importancia de tipo histórico, social,
cultural, científico, y simboliza el orgullo que se siente al formar parte de esta
nación. Desde que se inicia la etapa escolar se hace referencia a la importancia
y el respeto que se debe manifestar ante estos símbolos que son la
representación de la Nacionalidad Peruana y del sentido de pertenencia a este
país, como tal los Símbolos Patrios deben ser respetados y considerados por
todos los peruanos.
3.3.-Danzas y musica:
Nuestras Danzas
Las culturas andinas peruanas prehispánicas fueron especialmente dadas a las
expresiones artísticas musicales, de hecho, casi todos los trabajos agrícolas
comunales estaban acompañados de música y cantos (llamados
genéricamente en quechua taqui). De otro lado, la diversidad étnica del antiguo
Perú hizo coexistir diversas tradiciones y costumbres, que perdurarían a través
del tiempo y serían fuertemente determinantes del rico desarrollo del folklore
peruano prehispánico. Así, en la actualidad, las diferentes manifestaciones
musicales (danza y canción), las fiestas populares (religiosas o no), la
artesanía, la gastronomía y otras actividades (que varían según las regiones)
son importantes expresiones del patrimonio cultural peruano y latinoamericano.
Los músicos andinos prehispánicos utilizaban especialmente los instrumentos
aerófanos (de viento) como la quena, el pinkillo, el erke, la antara o siku
(también llamada zampoña). El pututo o pototo, etc., y diversos
membranófonos como la tinya (tambor de mano), las pomatinyas – hechas de
piel de puma-, y las runatinyas –de piel humana-, usadas en las batallas; y el
wankar, de grandes dimensiones.
Con la conquista española llegaron también arpas, guitarras, vihuelas,
bandurrias laudes, etc., de los que surgieron instrumentos andinos mestizos
aun hoy plenamente vigentes, como el arpa andina y el charango, cuya caja se
hace con la caparazón del armadillo.
El mestizaje cultural no se limitó al contacto de las culturas indígenas y
europeas; el aporte africano de los esclavos se evidenció en ritmos e
instrumentos de percusión. Esta influencia es visible en formas musicales como
el festejo, La Zamacueca, etc.
Entre las danzas de origen nativo predominan las relacionadas con el trabajo
agrícola, la caza y la guerra, algunas coreografías muestran cierta influencia
cristiana. Dos de las más representativas danzas andinas son
La Kashua, de carácter comunal, suele bailarse grupalmente en el campo o en
espacios abiertos, y el wayño o huayno, danza “de salón” que se baila en
parejas y en espacios cerrados.

3.4.-Idioma
Considerado otro de los elementos que identifica una nación, y en algunas
ocasiones aleja de otras culturas
El Perú es un país multilingüe, donde se estima se hablan una cincuentena de
lenguas como maternas (las cuentas van desde 43 lenguas a más de 60,
según la división dialectal que se considere). La más extendida es el
Castellano,el 83,9% de los habitantes como lengua materna. Este es seguido
por las lenguas indígenas, principalmente las lenguas quechuas (13,2% en
conjunto) y el aimara (1.8%)
Religión:
3.5.-La Religión

Desde la época de la Conquista y Colonización se dio inicio a la llamada


Evangelización de América, proceso que fue llevado a cabo por grupos
misioneros católicos: Jesuitas, Franciscanos, Capuchinos y Dominicos. Las
llamadas Misiones tenían por objeto enseñar a los indígenas a vivir la fe
católica. Al principio fue difícil lograr insertar en las costumbres de los
indígenas, y luego los negros este tipo de religión, pero con el pasar de los
años y la llegada de nuevas generaciones mestizas dicha religión se fue
aceptando y arraigando en las familias y sociedad.
En la actualidad, en el Perú la religión mayoritaria es el catolicismo. Según el
censo del 2007, el 81,3% de la población mayor de 12 años se considera
católica, 12,5% evángelica, 3,3% pertenecen a otras religiones y 2,9% no
especifican ninguna afiliación religiosa . Es así que es todavía posible
encontrar como la iglesia tiene cierto control sobre otros aspectos de la
sociedad y posee una opinión importante frente a la visón popular.

3.6.-La Gastronomía

Dentro de la gastronomía están los ya conocidos platos tradicionales, que


distinguen a la nación, entre los platos más conocidos dentro y fuera de
nuestras fronteras están:
La gastronomía del Perú es de las más diversas del mundo, como lo demuestra
el hecho que es el país con mayor número de platos típicos en el mundo y
según varios entendidos alcanza un nivel equivalente al de la comida francesa,
chinae India.
Los paltos tipicos del peru son : el ceviche, papa a la huancayna, pachamanca,
sopa seca, aguadito,etc.

4.-CRISIS EN LA IDENTIDAD NACIONAL


Todos somos dueños de una identidad y eso es incuestionable; sin embargo,
no todos nos sentimos orgullosos de ella, ni la vivimos plenamente.
Pertenecemos al estado peruano, vivimos en su territorio y estamos regidos por
sus leyes. Pero, ¿vivimos, los peruanos, dentro de una nación? definitivamente,
no.
Antes de desarrollar los principales factores que nos alejan del referente de
nación, es necesario reflexionar acerca de qué entendemos por identidad
nacional. Según el historiador y filósofo Bernardo Subercaseaux, está
comprendida por el conjunto de rasgos relativamente fijos, que se relacionan a
cierta territorialidad, a la sangre y al origen, como una esencia inalterable
formada por un pasado remoto. Para la psicología social, es el reflejo del
inconciente colectivo que se expresa en diversas ideas y acciones sociales; y
se transmite de forma genética de generación en generación, obviándose el
proceso de aprendizaje y socialización (Carl Jung). Sin embargo, bastará con
entender la idea de identidad que plantea Gissi (1987:51) para comprender la
magnitud del problema que afrontamos: “La identidad es la respuesta a la
pregunta ¿quién soy yo?”.

La primera causa importante del problema la encontramos en nuestro pasado


histórico. Para constituir una comunidad nacional es necesario construir un
sentimiento de comunidad. En el Perú no se dio; por el contrario, se fragmentó.
A comienzos del siglo XIX, se logra la independencia pero con ella no se
concretaron la igualdad ni la autonomía. La mayoría de la población pertenecía
a un estrato social discriminado; y el estado estaba conformado únicamente por
españoles y criollos. Para justificar el dominio criollo se usaron argumentos
basados en las desigualdades económicas, sociales y biológicas. Los criollos
se sentían más identificados con la cultura peninsular, y los indios sentían que
eran excluidos y apartados. Simplemente no pertenecían.

Otra importante causa la encontramos en la globalización. Este término tan


usado en los últimos tiempos tiene una alta incidencia en lo que respecta al
forjamiento de la identidad nacional. A pesar de que este fenómeno abarca a
todos los países, impone los patrones de los países más desarrollados, lo cual
genera la idea, reflejada con mayor notoriedad en los jóvenes, de que las
tendencias extranjeras son siempre mejores que las propias. Ello produce que
nos alejemos más de nuestras tradiciones y costumbres, y adoptemos otras
que nos hacen ser supuestamente mejores.

“El Perú es un mendigo sentado en un banco de oro” (Antonio Raimondi). Y


será así hasta que le demos la valoración que merece, hasta que nos sintamos
parte de nuestra cultura y comprometidos con ella. Finalmente, debemos dejar
un poco de lado el ¿quién soy yo? y preguntarnos ¿quiénes somos? Somos
dueños de grandezas y de un pasado que no nos deja surgir. Un pasado que
muchas veces pretendemos olvidar y dejar de lado.

Crisis en la identidad nacional: consecuencias

Son diversos los acontecimientos de nuestra historia que han contribuido a que
no acabemos de forjar una sólida identidad nacional: por un lado, en nuestro
inconsciente colectivo, persiste la idea del sometimiento; y, por el otro, no
sabemos lidiar con nuestra heterogeneidad. Actualmente, somos el reflejo de
aquella desintegración; y sus principales consecuencias las encontramos en
nuestro espíritu derrotista y nuestros fuertes prejuicios raciales.

“Existe un discurso no formalizado, una imagen de nación que se ha hecho


sentido común pero que no se expresa como discurso político. Una imagen al
espejo: los peruanos somos perdedores” (Sandro Venturo 2001:75). Es esta
una grave consecuencia intrínseca con la que cargamos todos los peruanos
debido a la falta de compromiso nacional que nos caracteriza. Ese espíritu
derrotista que se ha apoderado de nosotros; y no nos deja sentir orgullo de lo
que somos actualmente. Los peruanos hacemos al país, pero nuestras
aspiraciones son pobres; por tanto, el futuro que nos espera es bastante
incierto. La poca identificación nacional dificulta enormemente la realización de
proyectos a largo plazo y, por ello, el éxito se ve bastante lejano a nuestra
realidad.

Por otro lado, hasta el día de hoy, persisten las ideas arcaicas de las
desigualdades por causas raciales, ideas que nos condenan a un estado sin
integración y con una fuerte exclusión social. Estamos atados a nuestros
prejuicios aunque no lo queramos admitir muchas veces. “La reivindicación
indígena carece de concreción histórica mientras se mantiene en un plano
filosófico o cultural. Para adquirirla -esto es, para adquirir realidad, corporeidad-
necesita convertirse en reivindicación económica y política (…)” (José Carlos
Mariátegui 1963). Aquella frase de Mariátegui debería ser anacrónica para
nuestra época; sin embargo, aun no pasamos aquella brecha y la
discriminación es algo de todos los días. Un país que busca convertirse en
nación debe comenzar por dar igualdad de derechos y oportunidades a todos
sus habitantes. Y es aquella marcada desunión la que nos quita fuerza y nos
aleja de la idea de nación.

Para llegar a obtener un cambio real es necesario modificar nuestro modo de


pensar. Debemos dejar de vernos como perdedores y dejar de sentirnos
superiores o inferiores. Solo cuando dejemos de cargar con las consecuencias
de nuestro pasado podremos tener una próspera visión del futuro. Tenemos lo
necesario para conformar un país desarrollado, pero nuestros prejuicios y
complejos nos lo impiden.

5.-EJEMPLOS DE IDENTIDAD NACIONAL


Cuando tenemos una identidad nacional normalmente tenemos permiso de vivir
una vida más o menos estables según las reglas del gobierno donde hayas
nacido, por ejemplo:

1. Cuando pedimos una visa nos piden una cédula.


2. Cuando vamos a algún club necesitamos identificación (normalmente cédula
para mayores de 18 años).
3. Cuando somos niños nosotros necesitamos identificarnos para por lo menos
ingresar a un colegio, a un servicio de EPS, etc.
4. Hasta los niños tienen derecho a una identidad, por esa razón los registros
civiles son tomados ahora al momento de nacer, porque muchos padres y
madres de familia les da pereza o no tienen el recurso de ir a una notaria a por
lo menos registrar a sus niños y luego cuando ellos crecen muchas veces
tienen problemas para ingresar a la universidad, trabajo o colegio, etc..,
también cuando vamos a un país extranjero lo primero que piden es el
documento de identificación y el país de donde vienes.

También para abrir una cuenta en un banco te piden tu documento donde esta
tu fecha de nacimiento, tu nombre completo (hoy en día se prestan nombres y
normalmente son manchados con robos, la mayoría de veces son mafiosos
narcotraficantes quienes los compran como un arriendo), tmabién tienen unos
datos personales únicos tuyos e intransferibles.

Cuando hablamos de identidad nacional también hablamos de nuestra raza es


casi imposible de creer que un hindu pueda ser un gringo o un aleman un judio,
pero existen excepciones en las que el papá puede ser de un país diferente al
de la madre y el niño puede nacer en cualquier estado. La identidad nacional
es muy importante porque un ejemplo puede ser cuando la raza de un niño "x",
es latina sus padres son latinos, pero resulta que el niño "x" nacio en
norteamérica. cuando la familia viaje a norteamérica le piden los documentos y
allí aparecen todos los datos especialmente la nacionalidad. Cuando la familia
va a pedir una visa a norteamérica a quien le dan prioridad es al niño "x"
porque es un niño americano casi como de la "familia maericana" así no lo
parezca. Pero si a la familia no le dan permiso el niño no puiede ingresar, o en
su defecto la familia decida con un permiso escrito que un adulto que obtuvo la
visa se lleve al niño a norteamerica.
En la identidad nacional se visualizan dos polos diferentes de la realidad
sociocultural: en lo público, como un discurso articulado, selectivo,
confeccionado por instituciones y agentes culturales. Segundo: en la base de lo
social, donde se expresan sentimientos (de forma implícita) desde diversos
grupos ya que estos no siempre son bien representados en la esfera publica.

La transformación de las identidades y la forma en que se ha desarrollado la


globalización están produciendo cambios en nuestras sociedades y en la
cultura misma. Tenemos por un lado el proceso de globalización que tiene
efectos negativos principalmente en los países en desarrollo como los
nuestros, donde vimos que si bien se puede decir que algunos de los países de
la región han crecido económicamente, no se puede decir lo mismo en materia
de desarrollo social (pobreza, desigualdad, exclusión), político (debilitamiento
de los estados y de las instituciones) y cultural (ataque a los pueblos
originarios, discriminación de género, etc).

6.-CONCLUSIONES FINALES
La identidad nacional peruana parece ser un concepto cuya relación con la
valoración de la historia entrama una conexión compleja con elementos
emocionales, valorativos y de reconocimiento de pertenencia.
Además, esta identidad parece variar cuando se le divide en los diferentes
grupos étnicos peruanos.
Por lo tanto, es necesario realizar un análisis detallado de estos elementos, las
relaciones que se puedan encontrar y de cómo la enseñanza de la historia
puede llegar a impulsar estos elementos dentro de las concepciones de un
peruano sobre su nación y la diversidad propia de ésta.

7.-IDENTIDAD NACIONAL

IDENTODAD NACIONAL PERU

MACHU PICCHU

8.-BIBLIOGRAFIÁ

 Educación civica Fausto Morillo Acuña


 Educación Civica Juan Castillo Morales
 Educación Civica Juan Castillo Murga
 http://es.wikipedia.org/wiki/Identidad_nacional
 http://definicion.de/identidad-nacional/
 http://tuspreguntas.misrespuestas.com/preg.php?idPregunta=10176
 http://blog.pucp.edu.pe/blog/identidadnacional
 http://podercholo.blogspot.com/2007/07/identidad-nacional-e-
identidades.html

Crisis en la identidad nacional: definición


del problema y principales causas
Todos somos dueños de una identidad y eso es incuestionable;
sin embargo, no todos nos sentimos orgullosos de ella, ni la
vivimos plenamente. Pertenecemos al estado peruano, vivimos
en su territorio y estamos regidos por sus leyes. Pero,
¿vivimos, los peruanos, dentro de una nación? definitivamente,
no.
Antes de desarrollar los principales factores que nos alejan del
referente de nación, es necesario reflexionar acerca de qué
entendemos por identidad nacional. Según el historiador y
filósofo Bernardo Subercaseaux, está comprendida por el
conjunto de rasgos relativamente fijos, que se relacionan a
cierta territorialidad, a la sangre y al origen, como una
esencia inalterable formada por un pasado remoto. Para la
psicología social, es el reflejo del inconciente colectivo que se
expresa en diversas ideas y acciones sociales; y se transmite
de forma genética de generación en generación, obviándose el
proceso de aprendizaje y socialización (Carl Jung). Sin
embargo, bastará con entender la idea de identidad que
plantea Gissi (1987:51) para comprender la magnitud del
problema que afrontamos: “La identidad es la respuesta a la
pregunta ¿quién soy yo?”.

La primera causa importante del problema la encontramos en


nuestro pasado histórico. Para constituir una comunidad
nacional es necesario construir un sentimiento de comunidad.
En el Perú no se dio; por el contrario, se fragmentó. A
comienzos del siglo XIX, se logra la independencia pero con
ella no se concretaron la igualdad ni la autonomía. La mayoría
de la población pertenecía a un estrato social discriminado; y
el estado estaba conformado únicamente por españoles y
criollos. Para justificar el dominio criollo se usaron
argumentos basados en las desigualdades económicas, sociales
y biológicas. Los criollos se sentían más identificados con la
cultura peninsular, y los indios sentían que eran excluidos y
apartados. Simplemente no pertenecían.
Otra importante causa la encontramos en la globalización.
Este término tan usado en los últimos tiempos tiene una alta
incidencia en lo que respecta al forjamiento de la identidad
nacional. A pesar de que este fenómeno abarca a todos los
países, impone los patrones de los países más desarrollados, lo
cual genera la idea, reflejada con mayor notoriedad en los
jóvenes, de que las tendencias extranjeras son siempre
mejores que las propias. Ello produce que nos alejemos más
de nuestras tradiciones y costumbres, y adoptemos otras que
nos hacen ser supuestamente mejores.

“El Perú es un mendigo sentado en un banco de oro” (Antonio


Raimondi). Y será así hasta que le demos la valoración que
merece, hasta que nos sintamos parte de nuestra cultura y
comprometidos con ella. Finalmente, debemos dejar un poco
de lado el ¿quién soy yo? y preguntarnos ¿quiénes somos?
Somos dueños de grandezas y de un pasado que no nos deja
surgir. Un pasado que muchas veces pretendemos olvidar y
dejar de lado.

Crisis en la identidad nacional:


consecuencias
Son diversos los acontecimientos de nuestra historia que han
contribuido a que no acabemos de forjar una sólida identidad
nacional: por un lado, en nuestro inconsciente colectivo,
persiste la idea del sometimiento; y, por el otro, no sabemos
lidiar con nuestra heterogeneidad. Actualmente, somos el
reflejo de aquella desintegración; y sus principales
consecuencias las encontramos en nuestro espíritu derrotista y
nuestros fuertes prejuicios raciales.

“Existe un discurso no formalizado, una imagen de nación que


se ha hecho sentido común pero que no se expresa como
discurso político. Una imagen al espejo: los peruanos somos
perdedores” (Sandro Venturo 2001:75). Es esta una grave
consecuencia intrínseca con la que cargamos todos los
peruanos debido a la falta de compromiso nacional que nos
caracteriza. Ese espíritu derrotista que se ha apoderado de
nosotros; y no nos deja sentir orgullo de lo que somos
actualmente. Los peruanos hacemos al país, pero nuestras
aspiraciones son pobres; por tanto, el futuro que nos espera es
bastante incierto. La poca identificación nacional dificulta
enormemente la realización de proyectos a largo plazo y, por
ello, el éxito se ve bastante lejano a nuestra realidad.
Por otro lado, hasta el día de hoy, persisten las ideas arcaicas
de las desigualdades por causas raciales, ideas que nos
condenan a un estado sin integración y con una fuerte
exclusión social. Estamos atados a nuestros prejuicios aunque
no lo queramos admitir muchas veces. “La reivindicación
indígena carece de concreción histórica mientras se mantiene
en un plano filosófico o cultural. Para adquirirla -esto es, para
adquirir realidad, corporeidad- necesita convertirse en
reivindicación económica y política (…)” (José Carlos
Mariátegui 1963). Aquella frase de Mariátegui debería ser
anacrónica para nuestra época; sin embargo, aun no pasamos
aquella brecha y la discriminación es algo de todos los días.
Un país que busca convertirse en nación debe comenzar por
dar igualdad de derechos y oportunidades a todos sus
habitantes. Y es aquella marcada desunión la que nos quita
fuerza y nos aleja de la idea de nación.

En conclusión, para llegar a obtener un cambio real es


necesario modificar nuestro modo de pensar. Debemos dejar
de vernos como perdedores y dejar de sentirnos superiores o
inferiores. Solo cuando dejemos de cargar con las
consecuencias de nuestro pasado podremos tener una
próspera visión del futuro. Tenemos lo necesario para
conformar un país desarrollado, pero nuestros prejuicios y
complejos nos lo impiden.
“Muchos países han demostrado que con
una buena educación la realidad puede
cambiar” Juan Luis Orrego
Arguedas habló del país de todas las sangres; sin embargo, no
todas las sangres han convivido de manera armónica en
nuestro país. En el Perú, se vive una crisis de identidad; y un
factor que ha contribuido en sobremanera con ello es el hecho
de que no sabemos manejar nuestra diversidad. Para
profundizar en la problemática, decidimos conversar con el
historiador Juan Luis Orrego, actual profesor del
departamento de humanidades de la PUCP, el cual planteó
diferentes formas de apreciar el problema.

Según el historiador, la crisis de identidad es un problema que


afrontan muchos países en la actualidad; y, con el tema de la
globalización, este fenómeno no hizo más que acrecentarse.
En el caso peruano, nuestra heterogeneidad ha puesto aun
más trabas en el camino hacia la integración. Esto se debe,
principalmente, a que la cultura oficial (la criolla o
“blanquiñoza”) se negaba a reconocer esta diversidad; y quiso
imponer su cultura desde el principio. Somos un país que se ha
formado sobre la base de fusiones. La primera ocurrió entre
los españoles y el conglomerado andino. Más adelante, con la
creación de leyes que promocionaban la llegada de los
europeos, las migraciones desde aquel continente se volvieron
masivas. Luego, en el siglo XIX, miles de chinos llegan al Perú
y, poco tiempo después, los japoneses. Internamente, se
produjeron las migraciones del campo a la ciudad. “Lima se
parece al Perú. Antes decían que Lima no era el Perú; pero,
ahora, todo el Perú está metido en Lima”, señala Orrego.

Existen diversas formasen las que se presenta esta crisis en la


actualidad; y es a partir de ellas por donde debemos empezar
a contrarrestar nuestra pobre identidad. Orrego menciona que
nuestro concepto de nación apunta hacia la homogeneidad,
pues quisimos copiar el modelo de nación de otros países. Sin
embargo, Esta noción no se acerca a nuestra realidad. En el
Perú, lo más democrático, sería consolidar una nación sobre la
base de nuestra riqueza cultural y heterogeneidad, en la cual
participen todas las formas de cultura por más minoritarias
que estas sean. De un modo más concreto, en el terreno de la
política, el historiador plantea el ideal de la meritocracia,
como la posible solución ante una política corrupta. Pues, la
corrupción es la principal causa de nuestra falta de
compromiso con el Estado. “La Meritocracia es el gobierno de
los más capaces, es decir, de los que acumulan mayores
méritos para gobernar”, define. Agrega, luego, que si al
gobierno no llegan los mejores, caemos en la corrupción o
caemos en la mediocridad. Por ello, la gente no cree que
exista realmente democracia. Finalmente, propone a la
educación como la mejor solución ante la crisis: “Muchos
países han demostrado que con una buena educación la
realidad puede cambiar”
En acuerdo con lo expuesto por Orrego, tenemos una
identidad que consolidar; y el camino de partida es la
educación. Nuestra diversidad ha generado la percepción
errada de que un grupo es mejor que otro; y no podemos
sentirnos parte de un todo. Los gobiernos han dejado grandes
vacíos, lo cual se refleja en nuestra falta de compromiso con
el estado y nuestra noción de política equivalente a
corrupción (Venturo 2001).

En conclusión, es necesario percibir al Perú como el gran


conglomerado de culturas que es; y, además, debemos
entender que cada una de ellas es igual de importante. El
Perú es un país y, al mismo tiempo, es varios países. Solo
cuando entendamos esta premisa podremos consolidar una
identidad nacional sólida y que no permita excluyentes.
Crisis en la identidad nacional: posibles
soluciones
La memoria es importante para la cultura de un pueblo, ya
que permite conservar información y experiencias ocurridas
anteriormente. Se ha afirmado que existe la conciencia del ser
peruano; sin embargo, hay que aprender a gerenciar,
cabalmente, a nuestro país. El Perú, país de distintos rasgos,
construye su identidad en la fragmentación. “El Perú es
producto de muchas identidades. ¿Cómo entonces establecer
una identidad? La educación debe profundizar en el
conocimiento de lo que somos y no las ideologías que han sido
creadas para la exclusión” (Carrillo 2005:26).

Tomando en cuenta los problemas y consecuencias existentes


en nuestra patria, una buena enseñanza de nuestra historia en
las escuelas aparece como la mejor solución al problema de
identidad. Los alumnos deben estudiar temas que desarrollen
sus áreas cognitivas, afectivas y sociales. Para el logro de
esto, se requiere que el alumnado trabaje temas
concernientes a su región, de modo que potencialice su
sentido de identidad y conciencia ciudadana. Además de ello,
es necesario la aplicación de talleres de sensibilización, cuyo
objetivo es que los alumnos busquen posibles soluciones a las
anomalías históricas estudiadas en clase y la superación de
resentimientos sociales heredados como el terrorismo.
Finalmente, se debe aplicar fichas pedagógicas que
desarrollen los puntos más esenciales de nuestra historia y así
evitar textos memorísticos altamente disfuncionales (Carrillo
2005:) “Nuestra historia no debe ser un pasatiempo de hechos
vividos, sino debe ser analizada y criticada para planificar un
mejor futuro [...] la historia construye y desarrolla la
conciencia de identidad de un pueblo” (Carrillo 2005:65).

Las consecuencias de cómo gerenciar nuestro país en este


mundo globalizado, también repercuten en nuestra identidad.
Basadre comentó: [...] aunque es tan rico y complejo el
pasado del Perú, lo que importa, sobre todo, no es lo que
fuimos sino lo que podamos ser.(Carrillo 2005:69) De esta
forma, una cosa es la identidad como autodescripción
consciente a un grupo cultural determinado, y otra el
conglomerado de influencias culturales que han contribuido a
formar nuestra manera de relacionarnos (Ansión 2001:65). Por
ello, el Estado debe intervenir, responsablemente, en la
patentación de aquellos productos que formen nuestra
identidad y que con la globalización han adquirido un mayor
interés comercial (gastronomía, artesanía, música, etc.). De
igual manera, se debe actuar con la promoción interna y
protección de nuestros circuitos turísticos, de modo que los
peruanos, a un bajo costo, conozcamos nuestra patria tal
como sucede en México. El deporte, bien gestionado, también
enriquece la identidad. Desarrolla física y mentalmente a la
nación, así como en el crecimiento de una autoestima peruana
colectiva.

En nuestro país, la gestión de la biodiversidad animal, vegetal


y mineral influyen en la formación de identidad de los
habitantes. La acuicultura es uno de los econegocios de mayor
demanda global. Un ciento de la comida marina consumida en
el mundo proviene de granjas de conchas y peces. Esto, en
nuestro país, abunda. Sin embargo, no son aprovechados al
máximo (Brack 2004:173). De este modo, se hace necesaria la
participación estatal y de organismos pertinentes para el
incremento de desarrollo de estas áreas. Cuidando estos
aspectos, el país fortalecerá su diversidad cultural, habrá una
mayor identificación en la población con estos recursos y, por
ende, un mayor interés por el cuidado y crecimiento de lo
nuestro.

Se dice que el Perú de hoy está progresando; no obstante, aún


no se hace lo necesario para obtener un recurso humano de
calidad y productivo. Se necesita invertir en educación para
generar desarrollo. De lo contrario, seguiremos eligiendo
malos gobernantes, siendo cómplices de su corrupción y
aceptando la subordinación. Nuestro país, rico en su
diversidad cultural, nos brinda identidad y personalidad frente
a otras naciones. Aprovechemos esta ventaja y aprendamos a
conocerla, amarla y defenderla.
Perú: Población por región natural, 1981 - 2007

Figura1. Población por región natural, 1981-2007

FUENTE: INEI - Censos Nacionales 2007: XI de Población y VI de Vivienda, Perfil


Sociodemográfico del Perú 2007.

Tabla1. Población por región natural (%)

Regiones 1981 1993 2007


Costa 49.8 52.4 54.6
Sierra 39.7 34.8 32.0
Selva 10.6 12.8 13.4

FUENTE: INEI - Censos Nacionales 1981, 1993 y 2007, Perfil Sociodemográfico del Perú 2007.

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Perú: Población por grandes grupos de edad, 1981-2007

Figura1. Población por grandes grupos de edad, 1981-2007


FUENTE: INEI - Censos Nacionales 1981, 1993 y 2007, Perfil Sociodemográfico del Perú 2007.

Tabla1. Población por grandes grupos de edad, 1981-2007

Grupos de
1981 1993 2007
edad
0 - 14 41.2 37.0 30.5
15 - 64 54.7 58.3 63.1
65 y más años 4.1 4.7 6.4

FUENTE: INEI - Censos Nacionales 1981, 1993 y 2007, Perfil Sociodemográfico del Perú 2007.

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