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Soberbia Avaricia Lujuria

Es el apetito desordenado de la propia Es el amor desordenado de las riquezas y Es el apetito desordenado de los placeres del sexo. El
excelencia (Ecl 10,7). Es soberbio el que tiene demás bienes temporales. Olvidando su desorden en el uso del sexo tiende a destruir en primer lugar,
un excesivo aprecio de sí mismo de su valía, de destino a la perfección de las personas y al la capacidad de amar de la persona haciendo del placer el fin
su importancia tendiendo a exigir que los demás bien de los demás hombres. Esclaviza a de la vida en lugar de reconocer que solo puede realizarse en
lo reconozcan. El soberbio se estima de una cuanto es para nuestro servicio. (Ecl 14,9) el don sincero de sí, invitando a ver en los demás, más que
Noción
magnitud mayor de la que realmente poseen. personas objeto para la propia gratificación.
Este pecado se opone particularmente a la
caridad el afecto desordenado de si releva en un
segundo plano el amor a Dios y al prójimo.

Malicia El más temible de la vida espiritual, y se opone En el evangelio el Señor advierte de la Los pecados de lujuria son mortales en cuanto se oponen
de la gracia de Dios de un modo muy directo. gravedad de este vicio que impide buscar directamente a la realización de la persona en el don de sí.
el reino de Dios (Mt 6,24)

Presunción: es la sobreestimación de las propias La codicia produce la dureza del corazón La lujuria produce la ceguera de la mente, la insensibilidad
fuerzas o méritos. con el prójimo, la violencia, el fraude, el para las cosas del espíritu, el lujurioso actúa sólo ante el
La ambición: el apetito desordenado de cargos, engaño, la traición. reclamo de lo placentero, tiende a ser precipitado, las
Vicios honores, poderes. personas dominadas por este vicio suelen ser inconstantes. El
consiguientes La vanagloria o vanidad: es el afán desmedido continuo volverse sobre sí mismo en busca del placer llevan
de alabanzas y fama al apego desordenado de lo temporal con desprecio y miedo
La timidez: en el temor de quedar mal dada por de la vida eterna, pues el placer pertenece al bien sensible y
el propio orgullo y la vanidad. temporal.

La virtud que la combate es la humildad por la Este vicio se combate con la virtud Se contrapone a este vicio la virtud de la santa pureza que no
que el hombre, reconoce la grandeza de Dios y opuesta que es la pobreza o es mera negación sino afirmación gozosa, por la que
su propia pequeñez. Los medios más desprendimiento de los bienes terrenos ordenamos los afectos y las fuerzas corporales a sus fines
importantes para adquirir la humildad son: la (Mt 6,19). convenientes y a través de ellos al amor de Dios. FC 33.
meditación del ejemplo de Cristo, nuestra Se fomenta el amor a la pobreza Gracias a ella Dios es glorificado en nuestros cuerpos (1 Cor
Remedios
condición de filiación divina, conocimiento contemplando el ejemplo de Cristo, se 6,20).
propio, la sinceridad en la dirección espiritual y consolida viviendo la templanza en el uso
la confesión, la contracción y el servicio al de las cosas materiales, y practicando la
prójimo. generosidad.
Envidia Gula Ira Pereza
Consiste en la contrariedad o tristeza ante los Es el apetito desordenado en el Es la falta de moderación de rechazar las cosas que Es la tristeza o desgana desordenada frente
bienes ajenos. El envidioso se aflige ante la comer y en el beber. En el beber consideramos malas y que mueve al deseo de al esfuerzo que supone el ejercicio del bien.
prosperidad del prójimo. este vicio lleva a la ebriedad, en venganza, en otras palabras, lleva a encolerizarse Por efecto de este vicio el hombre tiende a
el comer se manifiesta de de un modo descontrolado ante lo que le molesta. rehuir las exigencias del trabajo, de sus
diversos modos, exceso en la Es más eficaz la corrección cuando se hace a deberes con Dios y con los hombres. Cuando
cantidad, voracidad, tiempo y sin el influjo de la indignación. (Prov la pereza se refiere a el esfuerzo que entraña
refinamiento superfluo, tiempo 15,1) la lucha ascética se denomina asedia o
que se dedica a la comida. tibieza. La asedia en sentido estricto es
aquella tristeza agravada que deprime el
alma generando el tedio del amor divino es
decir de Dios mismo y de los medios que nos
ha dado para que alcancemos la salvación
oponiéndonos de este modo a la caridad.
La envidia es pecado mortal pues se opone a La gula es pecado venial, pues de La ira desordenada por si sola es pecado venial, en La tibieza en sentido estricto es pecado
la caridad. por si no destruye la caridad, cambio cuando lleva al deseo de venganza es mortal, porque se opone directamente a la
pero podría llegar a ser un pecado pecado mortal. caridad, pero admite parvedad (puede ser
grave si el sujeto se inflige por menos grave) de materia. Es grave cuando
ella un grave daño corporal, o si lleva a abandonar el uso de los medios
supone un detrimento a sus necesarios para la salvación.
deberes de estado. Siempre es un
pecado que degrada al hombre.

La envidia engendra las varias formas de Los excesos en la comida y en la La ira induce con frecuencia a la venganza, a los La pereza es la puerta de muchos otros
procurar el deshonor del prójimo, la bebida llevan a la pereza, la gula pensamientos maliciosos, profiere injurias, toma vicios, porque el rehuir del esfuerzo es
murmuración, calumnias, injurias. también conduce a la frivolidad decisiones precipitadas. A veces puede inducir a la ocasión para que se presenten numerosas
La envidia causa la tristeza en el alma, el (no consistente) y a la falsa de blasfemia. tentaciones ante los bienes difíciles; conduce
envidioso pierde el gozo ante muchos bienes cordura finalmente este vicio a la negligencia en el cumplimiento de los
que podrían alegrarle y estima erróneamente termina con frecuencia en la deberes (profesionales, familiares,
que los éxitos ajenos son un mal para él; solo grosería. apostólicos).
se goza con la adversidad del prójimo. La tibieza lleva a la búsqueda de
compensaciones de la sensualidad, la
comodidad, haciendo caer con facilidad en
numerosos pecados veniales deliberados y
hasta mortales.

La envidia se debe vencer con el ejercicio A la gula se contrapone la virtud Para combatir la ira se ha de fomentar ante todo la El primer medio para extirpar la tibieza es la
con la humidad, el que es humilde conoce de la templanza que regula los paciencia. Conviene cuidar la rectitud de intención intensificación del amor a Dios y de todo lo
sus limitaciones y se alegra de verse rodeado bienes concupiscibles. Para vivir amando los verdaderos bienes y evitando la que conduzca a él. La tibieza se vence con la
de personas que le superan en muchos es conveniente mortificarse en la susceptibilidad que nace del amor propio. La lucha, la diligencia y la laboriosidad. Hace
aspectos, es más desean que otros lleguen comida y en la bebida. caridad hace que incluso que ante los males ejercitar las virtudes, llena de alegría y da
más lejos que lo que él pudo sin hacerse verdaderos la indignación sea ordenada y mueva nuevas fuerzas.
imprescindible ni pretender ser insuperable. solo a una corrección oportuna junto con el perdón.

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