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ACTIVIDAD 7 - ¡NUESTRA VERSIÓN FINAL!

SUSANA MARIA MARTINEZ PACHECO


C.C 1073815036

HABILIDADES DE LA COMUNICACIÓN I

DOCENTE. CINDY BUSTOS

CORPORACION UNIVERSITARIA IBEROAMERICANA

PSICOLOGÍA

SAN PELAYO – CORDOBA

06/10/2021
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LA FELICIDAD DE UN NIÑO

Inicio
Esta es una historia que narra cómo un niño, Felipe, llega a ser feliz.
Hace mucho tiempo, ¿o acaso poco?, vivió un niño llamado Felipe. En su corazón siempre
sintió el deseo de ser feliz, por tanto, emprende un viaje hacia su búsqueda. Él era un explorador
constante, por eso quería descubrir emociones positivas como el amor, la alegría y la seguridad.
Lo anterior, porque durante sus pocos años había tenido muchas situaciones que lo mantenían en
la tristeza y él quería ser valiente, muy valiente para enfrentarse a sus temores y tristezas.

DESARROLLO
Es aquí cuando nuestro héroe, Felipe, se lanza a una aventura por el planeta; en su viaje,
puede contemplar los ríos, mares, animales y árboles, y se dice a sí mismo:
- ¡Oh!, ¡qué bello es el mundo!
Felipe descubre un inmenso placer y bienestar al disfrutar de estos lugares. Como era solo un
niño, sus aventuras siempre las hacía en compañía de sus padres. Ellos anhelaban verlo crecer y
llenarlo de amor.
Sin embargo, en una de sus aventuras por Colombia, ese era el nombre del reino en el que
vivían Felipe y sus padres, él fue robado por un animal grande y peludo, no se supo más de él. La
tristeza embargó a sus padres, por su parte, él se sentía más triste y nostálgico cada día. ¿Hacia
dónde lo llevó el animal? Solo hay una respuesta, lejos de sus padres, de su amor, de su felicidad.
El lugar resultaba extraño para el pequeño Felipe, gracias a su curiosidad notó que en aquel
sitio era una isla donde solo había animales inmensos como un edificio o pequeños como una
canica, se sorprendió al ver que podía tomar un elefante con una sola de sus manos, pero debía
tener cuidado de no cruzarse en el camino de una hormiga.
Con el paso del tiempo él iba creciendo sin amor y sin consuelo, pues no tenía quien
cuidadora de él; en la otra orilla esta su familia, quienes lloraban su perdida, pues extrañaban al
que para ellos era el amor de su vida. Su padre se pasaba las horas recordando cómo Felipe, a la
edad ocho años, soñaba con ser feliz.
Un día, maravilloso, a decir verdad, Felipe se encontraba sentado en la orilla del mar viendo
las olas y pensando en cuán feliz era en el seno de su familia. De repente, a lo lejos ve un punto
pequeñísimo en el horizonte, decide centrar su atención en él; después de un tiempo, ya no es un
punto, es un barco de velas coloridas que se acerca más y más hacia la isla.
Como era de esperarse, Felipe no oculta su sorpresa y emoción, empieza a sentir en su pecho
un latido cada vez más fuerte, un calor fraterno se apodera de él, y de repente… lo inesperado:
- ¡Felipe!, — grita una voz familiar —, ¿dónde estás?
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Sí, era su padre quien después de años de búsqueda encontró al amor de su vida, su hijo. El
padre, atónito, al ver al niño supo que era su hijo, pues los rasgos físicos lo delataban. Felipe era
muy parecido a su papá.
Felipe sube al barco y, por fin, regresa a casa donde su madre donde lo recibe con cariño,
amor y afecto, es aquí donde Felipe descubre la verdadera felicidad.

DESENLACE
Al descubrir la felicidad, se dan cuenta que siempre estuvo con ellos, y que debemos
darnos la oportunidad de sentir ese sentimiento maravilloso que nos brinda las ganas de seguir al
éxito.
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Referencia bibliográfica.

Greco, Carolina. (2010). Las emociones positivas: su importancia en el marco de la


promoción de la salud mental en la infancia. Liberabit, 16(1), 81-93. Recuperado en 26 de
septiembre de 2021, de http://www.scielo.org.pe/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1729-
48272010000100009

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