CD. MIGUEL ALEMÁN TAMPS. 09 DE SEPTIEMBRE DE 2021.
7.- PÉRDIDA TOTAL ANTES DE CONCERTARSE LA COMPRAVENTA Podemos considerar que en el presente punto el autor establece que las pérdidas totales antes de concretarse una compraventa jurídicamente se pueden considerar los siguientes puntos: A.--Cuando perece, es decir, se destruye. B.--Cuando queda fuera del comercio. C.--Cuando no se tenga conocimiento de su paradero. D.--Cuando teniendo ese conocimiento, hay una imposibilidad material de recuperarla. Al haberse presentado alguno de estos puntos en el momento de efectuarse el contrato no se le adjudica la culpa directa al vendedor; sin embargo éste al no poder cumplir con su obligación la cual tiene por objeto transmitir el dominio y entregar la cosa al comprador, se establece que el vendedor tiene como obligación devolver el precio que se le dio a cambio de la cosa. Ya que el contrato sufrió de una privación total para originar efectos. 8.-EVICCIÓN DE LA COSA ANTERIOR AL CONTRATO Esto sucede cuando el adquiriente es privado de la cosa por una sentencia que dicta el derecho a un tercero, aclarando que este derecho le nace al tercero con anterioridad a la compraventa, en el supuesto que el vendedor desconozca el hecho que la cosa deja de pertenecerle en este caso, la cosa está en la naturaleza, está en el comercio, es determinada o determinable y no ha perecido, por lo que no estamos ante una inexistencia sino más bien ante la venta de una cosa ajena, es decir, una nulidad que en su caso se determinará si es absoluta o relativa. "Ninguno puede vender sino lo que es de su propiedad" "La venta de cosa ajena es nula, y el vendedor es responsable de los daños y perjuicios si procede con dolo o mala fe. 9.-PÉRDIDA PARCIAL DE LA COSA ANTES DE LA CELEBRACIÓN DEL CONTRATO En nuestro código no existe alguna especificación de estos caso, más bien nos remite a las reglas generales de derecho las cuales se clasifican en existencia o inexistencia, nulidad relativa, nulidad absoluta o rescisión del contrato, por lo que de acuerdo a estas normas generales, consideramos que no es inexistente ya que si bien es cierto que la cosa pereció, no fue en su totalidad. Tampoco hay rescisión ya que ésta presupone una causa posterior a la celebración de un contrato que impida su cumplimiento, así que definitivamente estamos ante la nulidad relativa porque hubo un vicio de error, pues al comprar no se conocía el estado de la cosa, a no ser que se demuestre que el comprador sí tenía conocimiento.