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Diócesis católicas de la
República Dominicana
Una diócesis es el distrito o territorio cristiano en el que tiene y
ejerce jurisdicción eclesiástica un prelado: arzobispo, obispo, etcétera. El nombre proviene
de tiempos de la Antigua Roma, ya que ese nombre se daba a las divisiones
administrativas posteriores al siglo III. Un templo pertenece a una parroquia. Varias
parroquias agrupadas suelen pertenecer a un decanato o arciprestazgo, los cuales,
agrupados, pertenecen a una diócesis. Las diócesis se pueden agrupar, a su vez,
en provincias eclesiásticas, a la cabeza de las cuales se halla
una archidiócesis o arquidiócesis.
Cuando una diócesis carece de pastor (el obispo), se dice que está vacante o impedida.
El término diócesis es utilizado por distintas iglesias cristianas, siendo la más extendida
la Iglesia católica, cuyo Código de Derecho Canónico la define en el canon 369 como:
La diócesis es una porción del pueblo de Dios, cuyo cuidado pastoral se encomienda al obispo con
la cooperación del presbiterio, de manera que, unida a su pastor y congregada por él en el Espíritu
Santo mediante el Evangelio y la Eucaristía, constituya una Iglesia particular, en la cual
verdaderamente está presente y actúa la Iglesia de Cristo una santa, católica y apostólica.
Una diócesis titular en la Iglesia católica es un obispado o arzobispado del que hoy existe
únicamente su título y es conservado su recuerdo. Se la concede a un obispo o arzobispo,
quien no es un ordinario diocesano, sino que es un dignatario de la Curia Romana, un
obispo auxiliar o el jefe de una jurisdicción misional como, por ejemplo, un vicariato
apostólico.
La Iglesia católica en la República Dominicana comprende dos provincias
eclesiásticas, cada cual al mando de un arzobispo. Cada provincia se subdivide
en una archidiócesis y diócesis (nueve en totales), cada cual al mando de
un obispo o un arzobispo.
Lista de diócesis
Conferencia Episcopal de la República Dominicana
Provincia eclesiástica de Santo Domingo
Instituciones eclesiásticas
De las principales instituciones de la República Dominicana la Iglesia Católica
es, junto con el Estado, la que tiene su historia mejor documentada y estudiada
pues ninguna otra posee la cantidad y variedad de estudios históricos,
biográficos e institucionales que tiene la Iglesia.
Esta obra fue escrita por Carlos Rafael Nouel y Pierret, quien la dio a conocer
parcialmente en años anteriores en una serie de artículos publicados en el
"Boletín Eclesiástico" hasta que la publicó en Roma, en tres volúmenes, con el
título "Apuntes para la Historia Eclesiástica de la Arquidiócesis de Santo
Domingo, Primada de América".
Varios años más tarde, Cipriano de Utrera publicó unos "Apuntes para la
Historia de los Capuchinos en la Isla de Santo Domingo", dando inicio así a la
tradición de narrar las historias particulares de las órdenes religiosas que
operan en el país.
En esa misma línea, en 1950 Antonio Valle Llano, publicó una importante
historia de los primeros establecimientos jesuitas en el país titulada "La
Compañía de Jesús en Santo Domingo durante el período hispánico: algunas
notas históricas".
Algunas personas también han escrito historias de diócesis, como José Carlos
Rodríguez Núñez, "La diócesis de Santiago de los Caballeros: apuntes para su
historia" (1991), en tanto que otros, como Rafael Bello Peguero, han recogido
extensas colecciones documentales como, por ejemplo, los "Documentos de la
Provincia Eclesiástica de Santo Domingo, 1504-1994" (1998).
Templos: Rafael Celedón, "El Santo Cerro en Santo Domingo" 1886); Cipriano
de Utrera, "Ntra. Señora de las Mercedes, Patrona de la República Dominicana:
historia documentada de su santuario en la Ciudad de Santo Domingo y de su
culto" (1932); Cipriano de Utrera, "Ntra. Sra. de la Altagracia: historia
documentada de su culto y su santuario de Higüey" (1933); Cipriano de Utrera,
"La iglesia parroquial de San Pedro de Macorís" (1932); Luis E. Alemar, "La
catedral de Santo Domingo: descripción histórico arqueológica de este
portentoso templo, Primada de las Indias" (1933); Odilo Gómez Parente
"Origen y vicisitudes del convento de Santa Clara de la Española" (1973);
Flérida de Nolasco, "Días de la colonia; la catedral de Santo Domingo; el
santuario de Higüey: (Estudios Históricos)" (1974); Flérida de Nolasco, "El
primer santuario de América" (1961); Flérida de Nolasco, "La catedral de Santo
Domingo, Primada de América" (1965); Carmen Lara Fernández, "La catedral
primada de América" (1950); Luis S. Escobal Reyes, "Biografía de la catedral
primada de las Indias" (1977); André Dunoyer de Segonzac, Basílica Nuestra
Señora de la Altagracia" (2000); Carlos Dobal, "Nuestra catedral: la antigua
iglesia parroquial mayor hoy catedral de Santiago de los Caballeros" (1986); T.
H. Cummings, "The First Sanctuary in the New World" (1893); M. Canal
Gómez, "El convento de Santo Domingo en la isla de este nombre: breves
apuntaciones sobre sus orígenes y sobre la fundación y vicisitudes de su
estudio general" (1934); Juan A. Biaggi Lama, "Las mil y una historias de la
Catedral" (1992), entre muchos otros.
De tener más espacio que el disponible para este corto artículo mostraríamos
otras listas de obras acerca de esos y otros temas. Ahora, debemos concluir
este artículo mencionando varios esfuerzos, de variado tamaño, de historias
generales de la Iglesia que han sido publicadas después de la obra de Nouel y
Perret.
Son ellos, Frank Moya Pons, "Notas para una historia de la Iglesia en Santo
Domingo" (1973); Frank Moya Pons, "Periodificación de la historia de la Iglesia
en Santo Domingo" (1975); José Luis Sáez, "Testigos de la esperanza: historia
de la vida religiosa en Santo Domingo" (1979); Hugo Eduardo Polanco Brito,
"Síntesis de la historia de la Iglesia en Santo Domingo" (1982); José Luis Sáez,
"Cinco siglos de Iglesia dominicana (1492-1992)" (1987); José Luis Sáez, "La
formación sacerdotal en Santo Domingo: desde el Concilio de Trento a la
fundación de la República" (1999); José Luis Sáez, "La Iglesia y el negro
esclavo en Santo Domingo: una historia de tres siglos" (1994); y la no tan breve
obra de Antonio Lluberes, "Breve historia de la Iglesia Dominicana, 1493-1997",
publicada en 1998 con una extensión de 673 páginas.
Las obras mencionadas más arriba son una pequeña muestra de la extensa
bibliografía de la Iglesia Católica en la República dominicana. En futuros
artículos mencionaremos otras como, por ejemplo, la gran masa de biografías
de hombres de iglesia publicadas por Rafael Bello Peguero, José Luis Sáez y
Antonio Camilo, entre otros.
https://www.diariolibre.com/opinion/lecturas/eclesisticas-GBDL183630
CONCORDATO
ENTRE LA
SANTA SEDE
Y LA
REPÚBLICA DOMINICANA
En el nombre
de la Santísima Trinidad
Artículo 1
Artículo II
Artículo IV
Artículo V
Artículo VI
Artículo VII
Artículo VIII
Artículo IX
Artículo X
Artículo XI
Artículo XII
Artículo XIII
Artículo XIV
Artículo XV
Artículo XVI
Artículo XVII
Artículo XVIII
El Estado dará en su legislación las facilidades necesarias para que los fieles
puedan cumplir en esos días sus deberes religiosos.
Las Autoridades civiles, tanto nacionales como locales, velarán por la debida
observancia del descanso en los días festivos.
Artículo XIX
Artículo XX
Artículo XXI
Artículo XXII
5. Los Ordinarios de los lugares podrán cerciorarse, por sí mismos o por sus
delegados, mediante visitas a las escuelas, del modo como se da la enseñanza
de la religión y moral.
Artículo XXIII
Artículo XXIV
Artículo XXV
Los domingos y fiestas de precepto, así como los días de Fiesta Nacional en
todas las Iglesias Catedrales, Prelaticias y parroquiales de la República
Dominicana se rezará o cantará al final de la función litúrgica principal
una oración por la prosperidad de la República y de su Presidente.
Artículo XXVII
Artículo XXVIII
PROTOCOLO FINAL
En relación
con el artículo X
En relación
con el artículo XV
A) Para el reconocimiento, por parte del Estado, de los efectos civiles del
matrimonio canónico, será suficiente que el acta del matrimonio sea transcrita
en el Registro civil correspondiente. Esta transcripción se llevará a cabo de la
siguiente manera:
El Párroco que sin graves motivos deje de enviar copia del acta matrimonial
dentro del plazo citado incurrirá en pena de desobediencia, y el funcionario del
Registro civil que no lo transcriba a su tiempo incurrirá en las sanciones
que señale la ley orgánica de su servicio.
2. Con el fin de levantar cada vez más el prestigio del clero nacional, el Estado
sostendrá cuatro becas de seminaristas dominicanos que la Autoridad
eclesiástica envíe a cursar sus estudios en los Ateneos Pontificios en Roma.
En relación
con el artículo XXI
En relación
con el artículo XXIII
V. Dóminus vobíscum.
Orémus.
R. Amen.
http://www.vatican.va/roman_curia/secretariat_state/archivio/documents/rc_seg
-st_19540616_concordato-dominicana_sp.html