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Lactancia Materna

La lactancia materna es el proceso por el que la madre alimenta a su hijo


recién nacido a través de sus senos, que segregan leche inmediatamente
después del parto, que debería ser el principal alimento del bebé al menos
hasta los dos años. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de
Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) señalan que la lactancia es una
forma inigualable de facilitar el alimento ideal para el crecimiento y desarrollo
correcto de los niños.

OMS y Unicef consideran imprescindible la lactancia materna exclusiva


durante los primeros seis meses del recién nacido y recomiendan que a partir
de esa edad y hasta los dos años, de forma complementaria a la lactancia, se
ofrezcan al bebé otros alimentos propios para su edad.

Composición

La leche materna incluye todos los nutrientes que un recién nacido requiere
hasta los seis meses de edad, por lo que será su único alimento. Los
componentes principales de la leche materna son:

 Grasas: En cada 100 mililitros de leche hay 3,5 gramos de grasa,


aunque la cantidad que recibe el lactante varía a lo largo de la toma. La
grasa se concentra especialmente al final de la toma, por lo que la
leche presenta una textura más cremosa que al inicio. Las grasas de la
leche materna son importantes para el desarrollo neurológico del niño.
 Carbohidratos: El principal es la lactosa, cuya presencia es más alta
que en otro tipo de leches y sirve como fuente de energía. Otros
hidratos de carbono presentes en la leche materna son los
oligosacáridos, importantes para combatir infecciones.
 Proteínas: La leche materna contiene una menor concentración de
proteínas que la leche normal, lo cual la hace más adecuada para los
lactantes. Algunas de estas proteínas son la caseína o la alfa-
lactoalbúmina. La beta-lactoglobulina, una proteína presente en la
leche de vaca y que puede provocar intolerancia a la lactosa, no está
presente en la leche materna.
 Vitaminas y minerales: La leche materna ofrece la cantidad adecuada
de la mayoría de las vitaminas, a excepción de la vitamina D. Para
corregir esa carencia, se debe exponer al bebé a la luz del sol para que
la genere de manera endógena, o si no, mediante suplementos
vitamínicos.
 Factores anti-infecciosos: Entre ellos se encuentran las
inmunoglobulinas, los glóbulos blancos, las proteínas del suero o los
oligosacáridos.
 Factores bioactivos: Algunos de ellos son la lipasa, que ayuda a la
digestión de la grasa en el intestino delgado; o el factor epidérmico de
crecimiento, que estimula la maduración de las células de la mucosa
del intestino para mejorar la absorción y digestión de los nutrientes.

Periodos de lactancia

 De cero a seis meses:

Durante este periodo la leche materna debe ser el único alimento del bebé,
excepto si necesita algún tipo de suplemento vitamínico. No es necesario que
el bebé tome agua u otro tipo de líquidos: según la OMS la propia leche
materna contiene un 88 por ciento de agua, por lo que es suficiente para
saciar al lactante. La leche materna tendrá variaciones durante este periodo
en cuanto a su composición y cantidad, adaptándose a las necesidades del
recién nacido.

Se llama calostro a la leche materna que se producen durante los dos o tres
primeros días tras el parto. Esta leche contiene una mayor cantidad de
proteínas y minerales. En adelante, la leche va reduciendo su porcentaje de
proteínas y aumenta el contenido en grasas y lactosa.

En este periodo no hay que establecer un horario para amamantar, sino que el
bebé tiene que ser alimentado cuando lo necesite. Generalmente se dan entre
10 y 12 tomas diarias que duran entre 10 y 20 minutos.

 Desde los seis meses en adelante:

A partir de los seis meses, el niño comenzará a necesitar más alimento que el
proporcionado por la leche materna. Esta sigue siendo igual de necesaria, y el
aporte mínimo diario no debe bajar de los 500 mililitros. Las tomas suelen ser
de cuatro o cinco por día hasta el primer año, y a partir de entonces se irán
reduciendo de forma progresiva. La OMS recomienda que la lactancia
materna se mantenga un mínimo de dos años.

Una vez pasados estos años de recomendación, la madre puede seguir


amamantando a su hijo todo el tiempo que desee. En el momento en que se
decida llevar a cabo el destete, no se debe hacer de inmediato, sino que se
tiene que reducir paulatinamente la frecuencia.

Preparación de las mamas para la lactancia


Durante el embarazo los pechos se preparan naturalmente para la lactancia: se
desarrollan los conductos mamarios y las células productoras de leche y se
empieza a generar una mayor irrigación sanguínea en la zona, permitiendo que
los senos crezcan.
Alrededor del pezón está la areola y en ella hay unas protuberancias llamadas
Corpúsculos de Montgomery. Estos “granitos” se preparan para la lactancia por
sí solos. Durante el embarazo generan una sustancia que lubrica y desinfecta
la zona.

Hay veces que pueden surgir dificultades durante la lactancia, como una mala
succión o agarre del bebé, grietas y dolor en el pecho, pezones invertidos o
planos, entre otras. Para intentar anticiparse a esto puede ayudar empezar a
“preparar” el pecho y pezones para la lactancia durante el embarazo.

 Desde el tercer trimestre de embarazo se puede empezar a realizar


masajes en los pechos. Se masajean los pezones durante o después de
ducharse con una esponja suave. Luego se echa aceite de almendras o
manteca de Karité en ellos. Haciendo esto se va fortaleciendo la piel.
 Evitar el empleo de jabones y productos que secan la piel en los pechos,
pues hacen que sea más propensa a agrietarse. El agua es suficiente
para una higiene correcta, pues otros productos pueden quitar la
hidratación natural de los pezones (esa sustancia producida por los C.
de Montgomery) que debe mantenerse.
 Si se tienen los pezones planos o invertidos, puede ayudar realizar
ciertos ejercicios diarios: coger el pezón y hacerlo rotar. También se
puede usar unas copas especiales que estimulan la salida hacia fuera
del pezón, presionando ligeramente la aréola.
 Durante el embarazo, usar sostén que sea cómodo y de algodón, sin
varillas, ajustable y que se adapte al crecimiento. Es importante que se
compren sostenes de lactancia para proporcionar un soporte adicional y
estar diseñados para amamantar más fácilmente.
 Se recomienda a la embarazada exponer los pezones al sol todos los
días por unos minutos para prevenir grietas y fisuras. No usar
bloqueador en las areolas ni los pezones. Además, ventilar los pechos
hace que la piel respire, lo que previene el surgimiento de infecciones.

Estos cuidados deben mantenerse idealmente durante todo el embarazo, ya


que pueden ayudar a prevenir posibles lesiones y dificultades al comenzar la
etapa de lactancia.

Problemas en las mamas:

Es posible que el bebé rechace la leche por problemas en las mamas. Estos
son los más comunes:

 Pezón plano o invertido: No impide al bebe succionar la leche, pero lo


dificulta. Se puede usar una pezonera o un sacaleches para conseguir la
leche.
 Dolor o grietas en la mama: Surgen a causa de una mala postura al
amamantar o porque el bebé presente problemas para succionar, como
un frenillo lingual corto. Para aliviar el dolor, se recomienda aplicar la
propia leche sobre la grieta, o tratar de amamantar con el pecho no
dolorido primero.
 Ingurgitación: Es el dolor que se produce en las mamas por acumulación
de leche. Para aliviar el dolor se debe extraer la leche, para lo que se
puede recurrir a un sacaleches si el bebé no quiere tomarla. Para
facilitar este proceso se puede aplicar calor sobre los senos, ya que se
produce una vasodilatación que permite que la leche fluya mejor.
 Mastitis: Cuando se retiene leche durante mucho tiempo, los lóbulos de
la mama pueden llegar a inflamarse, provocando lo que se conoce como
una mastitis. Puede presentar síntomas parecidos a los de una gripe:
fiebre, escalofríos, malestar general, cefaleas, etcétera. Es una infección
que no puede trasmitirse al bebé, y la forma de tratarla es extrayendo la
leche (de forma similar a la ingurgitación) y reposar. Se pueden tomar
analgésicos como el ibuprofeno o el paracetamol para aliviar los
síntomas. Continuar amamantando también puede ayudar a revertir los
síntomas.

Rechazo del bebé:

En ocasiones, el bebé se mostrará reacio a mamar de uno o de ambos senos.


La mayoría de las veces esto se puede solucionar encontrando la causa que
provoca el rechazo:

 La postura de amamantamiento no es la correcta.


 El pezón es plano o demasiado grande.
 El bebé tiene una pequeña lesión (oído, clavícula, hematoma, etcétera).
 Mastitis.
 Una experiencia previa le produce rechazo al seno, como un sondaje.
 Cambios en la rutina: la madre comienza a trabajar, visitas, mudanzas,
etcétera.
 La madre está embarazada o menstruando, lo que puede provocar
cambios en la leche.
 Cambios en el olor de la madre, por jabones o perfumes.
 Ruidos fuertes durante el amamantamiento.

Generalmente, cambiando la posición para amamantar o al reforzar el contacto


con la piel, el bebé volverá a succionar sin problemas.

Posición para la lactancia


No existe una posición correcta o incorrecta para sujetar y alimentar el bebé, lo
que debe primar es la comodidad de la madre y del bebé durante la sesión de
lactancia. Esta comodidad viene dada por dos cosas: en primer lugar, la madre
debe tener la espalda reclinada y los pies apoyados, y en segundo, el niño
tiene que mantener las cervicales alineadas con la espalda.

Aunque cualquier posición es adecuada, se recomienda adecuarse a las


situaciones. Por ejemplo, en la primera semana de postparto la zona baja del
abdomen puede estar más dolorida (especialmente tras la cesárea) y se
recomienda utilizar una almohada o un cojín de lactancia para elevar al bebé.

También hay que cambiar las posiciones a medida que el bebé va ganando
peso y talla. Generalmente la posición preferida entre las madres es sentada,
pegando abdomen con abdomen y el bebé cogido en brazos.

Se ha comprobado que el contacto piel con piel del bebé con la madre
provocan un aumento de los niveles de oxitocina, hormona que participa en la
liberación de la leche materna. El estrés dificulta la producción de oxitocina, por
lo que la comodidad y la relajación de las madres son fundamentales para
favorecer el flujo de leche.

 Posición de lactancia acostada o reclinada

Es la posición de lactancia biológica y suele ser la primera elección de las


madres. Para estar más relajada y poder ver al bebé, la madre puede utilizar
almohadas y cojines. De esta manera, puede permanecer reclinada en lugar de
acostada.

Es muy útil si la madre tiene una bajada de leche o los pechos grandes, o si al
bebé no le gusta que le toquen la cabeza mientras se alimenta. Además, el
contacto piel con piel estimula los instintos de alimentación del bebé y la
gravedad le permite agarrarse bien. Es la posición habitual inmediatamente
después de dar a luz, ya que si la madre coloca al bebé sobre su tripa, este
gateará de forma instintiva hasta agarrarse a su pecho.
 Posición de cuna

La posición clásica y la más popular, aunque no siempre proporciona tanta


sujeción al bebé como el resto de posturas. La madre se sienta en vertical y el
bebé tiene colocados la cabeza y el cuello sobre el antebrazo de la madre y el
cuerpo en el estómago.

Si la madre se coloca un cojín en los hombros o en la espalda evitará


tensiones, y si opta por utilizar un cojín de lactancia debe tener en cuenta que
sus pechos deben estar a la altura del bebé para evitar que esté demasiado
alto y acabar con los pezones doloridos y agarre tensionado.

 Posición cuna cruzada

Esta posición es similar a la anterior, pero en este caso el bebé descansa sobre
el antebrazo contrario. Es muy útil si hay dificultades con el agarre del bebé,
porque la madre tiene más control sobre su colocación y puede usar la mano
libre para sujetar al pequeño a la altura del cuello e inclinarle la cabeza.

El agarre es uno de los aspectos más importantes para un buen inicio que
facilite una lactancia satisfactoria, ya que un agarre deficiente influye en el
desarrollo del bebé y puede dañar los pezones y provocar dolor. Para un buen
agarre, la madre debe dirigir el pezón hacia el paladar del bebé.

Esta posición es muy recomendable para bebés recién nacidos, aunque es


importante tener en cuenta que durante los primeros días la madre no debe
sujetar al bebé. Al inclinar el mentón del bebé contra el pecho se provoca un
agarre superficial que podría causar pezones doloridos. Comienza a ser
adecuada cuando el bebé es más grande.
 Posición de balón de rugby

También conocida como posición auxiliar o de acoplamiento. La madre está


sentada y el bebé queda acostado sobre su costado, apoyado en su antebrazo
y con los pies en dirección al respaldo. El cuerpo del bebé está hacia atrás y la
cabeza se mantiene centrada en la línea media del abdomen de la madre.

Es una de las opciones preferidas para las madres de bebés prematuros, de


gemelos o para aquellas madres que hayan dado a luz mediante cesárea,
porque no apoyan al bebé sobre la herida. Ofrece seguridad al bebé y a la
madre porque ambos se miran mutuamente, lo que a su vez sirve para reforzar
el vínculo materno-filial.
 Posición de balón de rugby doble

En el caso de los gemelos, es habitual que las madres necesiten ayuda para
colocar al segundo bebé cuando el primero ya está enganchado. Es ideal para
gemelos, y es la similar a la posición anterior pero necesita una almohada de
lactancia doble. Este complemento proporciona sujeción extra para que la
madre pueda dar el pecho a los dos bebés al mismo tiempo mientras mantiene
las manos relativamente libres y sin ejercer presión sobre su tripa (fundamental
tras cesárea).

No obstante, es importante tener en cuenta que normalmente, todos los bebés


tienen predilección por uno de los dos pechos por una cuestión postural. Con
los gemelos, esta postura es recomendable si es posible enganchar los dos
bebés a la vez, pero si uno es muy nervioso o tiene bajo peso, será preferible
darle de comer primero.

 Posición acostada de lado

La madre y el bebé están acostados el uno junto al otro, tripa contra tripa. Es
ideal para las tomas nocturnas, para madres que tienen puntos sutura de la
cesárea y puede facilitar la lactancia a bebés con frenillo corto o anquiloglosia.

La madre debe estar atenta al riesgo por aplastamiento que existe en esta
posición en el caso de que la madre se quede dormida, o al hecho de que el
bebé se duerma y deje de succionar.
 Posición acostada tras cesárea

Es complementaria a la anterior. La madre está tumbada y tiene el cuerpo del


bebé sobre el hombro. En esta postura se evita soportar el peso del bebé sobre
la herida.

 Posición de koala

El bebé está sentado a horcajadas sobre los muslos o las caderas de la madre.
Tanto su cabeza como su columna se deben mantener verticales durante la
sesión de lactancia.

Suele ser la posición más cómoda para bebés que sufren reflujo o tienen
infecciones de oído. También es beneficiosa para bebés con anquiloglosia o
bajo tono muscular.
 Posición a cuatro patas

Es muy útil en los casos de mastitis, aunque posiblemente no sea la posición


más cómoda y es recomendable recurrir a ella sólo durante periodos cortos de
tiempo. El bebé está tumbado y la madre se coloca de cuclillas dejando
suspendido el pezón sobre su boca.

 Posición de mano de bailarina

Está especialmente indicada para bebés con un tono muscular bajo, como
aquellos nacidos de forma prematura, con síndrome de Down, o los que tienen
dificultades para mantenerse agarrados. Esta posición ofrece gran sujeción y
permite a la madre ver cómo está colocado el bebé.

La madre debe sujetar el pecho por debajo con su mano con tres dedos en
forma de U, y coger la mandíbula del bebé colocando el pulgar y el índice sobre
sus mejillas.
Agarre

Una vez que el bebé esté correctamente ubicado, asegúrese de que se agarre
al pecho correctamente:

1. Asegúrese de que el bebé tenga la boca bien abierta y de que haya


bajado la lengua antes de agarrarse al pecho.

2. Sujete el seno con la mano, colocando el pulgar en la parte superior y


los otros cuatro dedos en la parte inferior, separando bien el pulgar de los
demás dedos para que la boca del bebé pueda abarcar el pezón y parte de
la areola (el círculo de piel que rodea al pezón) para agarrarse bien

3. Deslice suavemente el pezón desde la mitad del labio inferior del bebé
hacia el mentón para inducirlo a abrir la boca

4. Cuando el bebé haya abierto bien la boca y bajado la lengua, acérquelo


rápidamente al pecho (no acerque el pecho al bebé). El bebé debe meterse en
la boca tanta areola como sea posible y se debe ver una mayor parte de la
areola sobre el labio superior que debajo del inferior.
5. Asegúrese de que la nariz del bebé esté casi tocando su pecho
(no apretada contra él), que tenga los labios orientados hacia fuera
(o evertidos) y que usted pueda ver y oír tragar al bebé. (Podrá saber si el
bebé está tragando observando que se le mueve la mandíbula inferior e incluso
la oreja y la sien).
Cuando el bebé se agarre bien al pecho, es posible que sienta dolor durante 30
a 60 segundos (debido a que el bebé tira del pezón y la areola hacia el interior
de la boca). Después, el dolor debería desaparecer. A continuación, cuando el
bebé esté succionando, sentirá un tirón. Si continúa sintiendo dolor, interrumpa
la toma momentáneamente y vuelva a colocar al bebé en el pecho.

El bebé debe succionar cuatro o cinco veces y después hacer una pausa de 5
a 10 segundos. Su bebé incrementará la cantidad de succiones a medida que
vaya aumentando la cantidad de leche que salga del pezón. Conforme vaya
descendiendo el flujo de la leche, probablemente su bebé cambiará el patrón
de succión a tres o cuatro succiones seguidas, con pausas de más de 10
segundos.

Interrumpir la succión

La mayoría de los bebés sueltan el pecho por iniciativa propia. Si su bebé no


suelta el pecho y sus succiones parecen limitarse a la parte anterior de la boca,
puede introducir un dedo por la comisura de los labios (entre las encías) y
luego girar el dedo un cuarto de vuelta para interrumpir la succión. A
continuación, trate de hacer eructar al bebé y ofrézcale el otro pecho.

Si el bebé no se agarra bien al pecho sistemáticamente y succiona en el pezón


sin introducir una parte considerable de la areola en la boca, es posible que
sienta molestias a lo largo de toda la toma. Algunas madres experimentan dolor
o sienten pellizcos cuando les dan de mamar a sus bebés.

Los bebés que se agarran incorrectamente al pecho a menudo se quedan


dormidos durante las tomas y pueden parecer insatisfechos porque no están
ingiriendo suficiente cantidad de leche. Si le ocurre alguna de estas cosas,
interrumpa la succión y vuelva a ofrecerle el pecho al bebé modificando la
postura para que su bebé abarque el pezón y la areola con la boca.

Beneficios de la Lactancia Materna


La leche materna es un el alimento ideal, completo y saludable para recién
nacidos y niños menores de 2 años o más; por contener más de 300 nutrientes
y cantidades exactas de grasas, azúcares, agua, proteínas y vitaminas que el
niño necesita para crecer y desarrollarse, que a su vez brinda muchos
beneficios para el bebé, la madre y la familia.

 Tiene anticuerpos que protegen de enfermedades prevalentes de la


infancia como: diarrea, alergias, asma y las infecciones respiratorias.
 Disminuye el riesgo de enfermedades prevalentes en la infancia como:
diarreas, asma, neumonía, alergias, entre otras.
 Disminuye el riesgo de desnutrición.
 Reduce de 1.5 a 5 veces el riesgo de muerte súbita
 Contiene los nutrientes necesarios para su óptimo crecimiento.
 Es de fácil digestión, lo que disminuye los cólicos del bebé.
 Tiene los líquidos y electrolitos suficientes para su hidratación.
 Tiene la mejor biodisponibilidad de hierro, calcio, magnesio y zinc.
 Favorece el desarrollo emocional e intelectual y previene problemas de
salud mental a futuro.
 Ayuda a desarrollar un lenguaje claro tempranamente.
 Tiene efectos de largo plazo en la salud ya que disminuye la
probabilidad de desarrollar en la edad adulta enfermedades crónicas
como la obesidad, la diabetes, enfermedades cardiovasculares, diabetes
tipo 1 y tipo 2, leucemia e hipercolesterolemia.
 Hace que los bebés logren un mejor desarrollo cerebral que le permitirá
tener mejor desempeño en la escuela que le brindará mejores
oportunidades económicas en la vida.
 Crea un vínculo afectivo con la madre gracias al cual los niños y niñas
amamantados crecen más felices, más seguros y más estables
emocionalmente.
 Protege contra caries dental y reduce el riesgo de realizar ortodoncia en
la infancia y la adolescencia.
 Crea un vínculo afectivo madre-bebé, el cual favorece el desarrollo de la
autoestima, personalidad saludable y niveles altos de inteligencia en
edades siguientes.
 Ayuda a la rápida recuperación después del parto.
 Ayuda a quemar calorías adicionales lo que permite recuperar
rápidamente el preso previo al embarazo.
 Previene la depresión post-parto.
 A largo plazo previene tanto osteoporosis como cáncer de mama y de
ovario.
 Disminuye el riesgo de sangrado en el post parto por lo tanto disminuye
el riesgo de desarrollar anemia.
 En el cuerpo de la madre produce hormonas especiales que le ayudan a
sentirse relajada y cariñosa hacia su bebé.

 Alimenta al bebé en cualquier momento ya que siempre se encuentra


disponible y al alcance de cualquier economía.
 No se tiene que comprar, ni necesita preparación, ni almacenamiento.
 Favorece el ahorro familiar al no tener que gastar en fórmulas lácteas,
biberones, chupones y demás utensilios para prepararla.
 Disminuye los gastos de atención de salud del bebé, ya que el niño es
menos propenso a enfermarse.
 Ahorra tiempo en la preparación de fórmula, el lavado y la esterilización
de biberones.

El calostro de los primeros días

 Tiene un alto contenido en proteínas y es el alimento perfecto para


satisfacer las necesidades del recién nacido. Esta leche de apariencia entre
blancuzca y amarillenta se llama calostro, y es rica en nutrientes y
anticuerpos que el bebé necesita justo después de nacer.
 Proporciona gran cantidad de defensas inmunológicas y estimula el
desarrollo de su propio sistema inmunológico. El calostro contiene una
sustancia llamada inmunoglobulina A secretora, la cual forma una capa
protectora sobre las membranas mucosas en los intestinos, nariz y garganta
del bebé, precisamente las partes más susceptibles a virus, bacterias e
infecciones.
 Ayuda a reducir la absorción de bilirrubina y los problemas de ictericia. Si el
bebé ingiere la leche materna suficiente, eliminará el excedente de
bilirrubina a través de las heces.
 Tiene un efecto laxante, se digiere fácilmente y es por eso que el bebé la
demanda frecuentemente, lo que facilita la estimulación de leche materna.

La leche materna

 Proporciona los nutrientes necesarios en la proporción y temperatura


adecuados. La leche materna ofrece la combinación ideal de nutrientes para
el bebé, incluyendo las vitaminas, proteínas y grasas que necesita. Además,
su composición cambia conforme crece el bebé, de modo que satisface las
necesidades en sus diferentes etapas de desarrollo.
 Se digiere y asimila con gran facilidad. Esto previene incomodidades en el
bebé relacionadas con su insipiente sistema digestivo, incluyendo diarrea,
estreñimiento y cólico.
 Proporciona anticuerpos de la madre y alarga el periodo de inmunidad
natural. La lecha materna contiene anticuerpos que le ayudan a tu bebé a
combatir diferentes tipos de virus, bacterias e infecciones. Pero aún más
importante, debido a que provienen de la madre, los anticuerpos que se
transmiten son específicamente aquellos que le permiten combatir los
peligros a los que el bebé está expuesto en su medio ambiente. La nutrición
en las primeras etapas de la vida del bebé es determinante en el desarrollo
del sistema inmunológico del bebé.
 Reduce la predisposición a enfermedades respiratorias. Los bebés que se
alimentan con lecha materna exclusivamente durante los primeros seis
meses de vida tienen menos infecciones en el oído, enfermedades
respiratorias (incluyendo asma), y molestias digestivas e intestinales.
 Previene las alergias. Los bebés alimentados con leche materna también
sufren menos alergias a alimentos, factores ambientales y en la piel. Según
La Liga de la Leche, la lactancia materna previene las alergias por dos
razones: 1/ el bebé está expuesto a menos alérgenos en los primeros
meses de vida, que es la etapa más susceptible y 2/ la cubierta protectora
que ofrece el calostro evita que potenciales alérgenos penetren el sistema
del bebé.
 Disminuye el riesgo de desarrollar obesidad. Como la leche materna
contiene la nutrición exacta que el bebé requiere y la cantidad consumida es
autorregulada, tiene mejores probabilidades de aumentar el peso justo y
comer únicamente la cantidad necesaria.
 Los cambios de sabor, según la alimentación de la madre, preparan al niño
para aceptar mayor variedad de alimentos. La variedad de sabores que
recibe el bebé en la leche materna lo prepara mejor para aceptar los
diferentes sabores de la comida sólida.
 Favorece el correcto desarrollo de la mandíbula, los dientes y el habla. El
acto de succión contribuye al avance de la mandíbula del bebé alcanzando
una posición apropiada alrededor de los 8 meses. Si esta succión se realiza
con tetina, los movimientos que realiza el bebé son más pasivos y los
músculos de la mandíbula no se desarrollan tanto. Es por ello que una
correcta succión y deglución son de vital importancia para el óptimo
desarrollo de las estructuras orofaciales y así prevenir alteraciones del
lenguaje.
 Crea un fuerte vínculo entre madre-hijo. Cubriendo necesidades como la
proximidad y seguridad que favorecen la autoestima del niño y la relación
con la madre.

Ley de Lactancia Materna

SALUD PÚBLICA

Ley 26.873

Lactancia Materna. Promoción y Concientización Pública.

Sancionada: Julio 3 de 2013

Promulgada de Hecho: Agosto 5 de 2013

El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en


Congreso, etc. sancionan con fuerza de

Ley:

TITULO I

Disposiciones generales

ARTICULO 1º — Objeto. La presente ley tiene por objeto la promoción y la


concientización pública acerca de la importancia de la lactancia materna y de
las prácticas óptimas de nutrición segura para lactantes y niños de hasta dos
(2) años.

ARTÍCULO 2º — Alcances. A los efectos de esta ley quedan comprendidas, en


el marco de las políticas públicas de lactancia materna, las siguientes acciones:

a) Promoción de lactancia materna exclusiva y prácticas óptimas de


alimentación en niños de hasta los seis (6) meses de edad;

b) Promoción de lactancia materna continuada y alimentación complementaria


oportuna para niños de hasta dos (2) años de vida;

c) Difusión y accesibilidad a la información a los efectos de la concientización


pública, en especial de las mujeres embarazadas;
d) Promoción y apoyo a la creación de centros de lactancia materna y bancos
de leche materna.

ARTÍCULO 3º — Autoridad de aplicación. La autoridad de aplicación de la


presente ley es el Ministerio de Salud de la Nación, el que debe coordinar su
aplicación con las autoridades de las provincias y de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.

TITULO II

Objetivos

ARTÍCULO 4º — Determinación de los objetivos. En el marco de la promoción


y la concientización pública de la lactancia materna son objetivos de la
presente ley:

a) Propiciar la práctica de la lactancia materna conforme lo establecido en la


presente ley;

b) Promover acciones y formular recomendaciones en los subsectores público


estatal, privado y de la seguridad social, respecto a las condiciones adecuadas
de la lactancia materna e incentivar, en su caso, su incorporación;

c) Informar sobre la importancia del adecuado estado nutricional de las mujeres


en edad fértil y en especial desde el embarazo, y promover su apoyo nutricional
hasta los veinticuatro (24) meses de vida de sus hijos;

d) Difundir la importancia de los beneficios de la lactancia materna por medio


de campañas y por todos los medios que arbitre la autoridad de aplicación;

e) Concientizar y capacitar a la población en general, a los agentes de salud, a


los promotores sociales y a los padres en particular, acerca de los beneficios y
ventajas de la lactancia materna y de la correcta utilización de alimentos
sucedáneos y complementarios;

f) Promover la capacitación de los equipos de salud a fin de que se recomiende


la lactancia materna conforme los alcances de la presente ley;

g) Desarrollar proyectos de investigación que impulsen prácticas de nutrición


seguras para madres embarazadas y en lactancia y para niños de hasta dos (2)
años de edad;

h) Divulgar investigaciones y estudios interdisciplinarios sobre alimentación


infantil, lactancia materna y los factores socioculturales, legales y económicos
que intervienen en ella;

i) Promover la creación y desarrollo de centros de lactancia materna cuya


función será recolectar, conservar y administrar leche de la madre al propio
hijo;
j) Promover la creación y desarrollo de bancos de leche materna cuya función
será recolectar, procesar, conservar y distribuir la misma;

k) Promover la provisión de leche materna a lactantes cuando circunstancias


específicas así lo requieran;

l) Fomentar la donación voluntaria y gratuita de leche materna para proveer a


los bancos de leche materna existentes y a crearse;

m) Promover la provisión de adecuados alimentos sucedáneos y


complementarios de la leche materna a los niños lactantes de hasta dos (2)
años de edad, conforme lo determine la reglamentación;

n) Difundir el Código Internacional de Sucedáneos de la Leche Materna,


conforme lo establecido por el Código Alimentario Argentino, ley 18.284 y sus
normas complementarias;

o) Promover la adhesión de los hospitales y centros de atención primaria de


salud a los programas “Hospital Amigo de la Madre y el Niño” propuesto por
la Organización Mundial de la Salud —OMS— y el Fondo de las Naciones
Unidas para la Infancia —UNICEF—, a la “Iniciativa Centro de Salud Amigo de
la Madre y del Niño” creado por el Ministerio de Salud de la Nación y a los que
se establezcan a partir de la sanción de la presente ley;

p) Relevar y actualizar los indicadores, las estadísticas oficiales y los estudios


epidemiológicos relacionados con la presente ley;

q) Suscribir convenios de gestión con las distintas jurisdicciones a fin de fijar


procedimientos, estrategias y metas para cumplir los objetivos en el marco de
la presente ley;

r) Coordinar las acciones necesarias con representantes de instituciones


públicas y privadas, organizaciones no gubernamentales, laboratorios,
empresas vinculadas a la alimentación de lactantes y de asociaciones de
profesionales de la salud, a fin de promover las condiciones adecuadas para el
cumplimiento de los objetivos de la presente ley;

s) Promover la normativa necesaria para la protección de la madre trabajadora


en período de lactancia;

t) Promover el establecimiento de lactarios en los lugares de trabajo;

u) Promover la legislación necesaria sobre la creación, funcionamiento, control


y estándares de calidad de los bancos de leche materna.

TITULO III

Financiamiento

ARTÍCULO 5º — Financiamiento. Los gastos que demande el cumplimiento de


la presente ley deben ser atendidos con las partidas que al efecto destine en
forma anual el Presupuesto General de la Administración Pública para el
Ministerio de Salud de la Nación, o con la afectación del crédito presupuestario
de las partidas que reasigne el Poder Ejecutivo de entrar en vigencia durante el
ejercicio en curso.

TITULO IV

Coordinación con las jurisdicciones

ARTÍCULO 6º — Coordinación. La autoridad de aplicación junto con la


Comisión Nacional de Nutrición y Alimentación debe promover, en el marco del
Consejo Federal de Salud —COFESA—, la aplicación de la presente ley en el
ámbito de las provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y debe
coordinar su integración con los programas existentes.

TITULO V

Disposiciones complementarias

ARTÍCULO 7º — Reglamentación. El Poder Ejecutivo debe reglamentar la


presente ley en el plazo de noventa (90) días desde su promulgación.

ARTICULO 8° — Comuníquese al Poder Ejecutivo nacional.

DADA EN LA SALA DE SESIONES DEL CONGRESO ARGENTINO, EN


BUENOS AIRES, A LOS TRES DIAS DEL MES DE JULIO DEL AÑO DOS MIL
TRECE.

— REGISTRADA BAJO EL Nº 26.873 —

AMADO BOUDOU. — JULIAN A. DOMINGUEZ. — Gervasio Bozzano. — Juan


H. Estrada.

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