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INSTITUTO ESTATAL DE EDUCACIÓN PÚBLICA DE OAXACA

ESCUELA NORMAL DE EDUCACIÓN ESPECIAL DE OAXACA

LICENCIATURA EN EDUCACION ESPECIAL

TRABAJO:

SINTESIS

DOCENTE:

L.E.F. ALFONSO ARELLANO MEDINA

ASIGNATURA:

MOTRICIDAD Y APRENDIZAJE

ALUMNO:

SERGIO VÁZQUEZ VÁZQUEZ

ÁREA:

AUDITIVA Y DE LENGUAJE

SEMESTRE:

CUARTO SEMESTRE

N/L: 23

OAXACA DE JUAREZ OAX. DOLORES AMPLIACIÓN


De las pinceladas históricas al lienzo actual de la motricidad

Varias décadas de consolidación creciente de la actividad física y el deporte a


todos los niveles en nuestro país han sido necesarias para matizar el uso
terminológico de educación física, actividad física, deporte y motricidad. Nos
referimos a una dimensión corpórea que, más allá de lo meramente físico, permite
ser significativa y cognoscitiva. La motricidad es un excelente motor para todo tipo
de aprendizaje. Para entender la esencia de la motricidad optamos por la sencillez
de redescubrir el significado de la propia raíz latina del concepto movimiento.
Dicha raíz es moverse y se refiere tanto a movimiento como a emoción. En nuestra
tradición y fuentes de influencia, el referente quizás más próximo al concepto de
motricidad ha sido a partir del uso de los prefijos psico- y socio-, que nos han
proporcionado los planteamientos psicomotrices y socio motrices. No consideramos
que se trate de reivindicar, sino de actuar convencidos de que la motricidad es
subyacente a todo tipo de desarrollo cognoscitivo.
Dentro del mundo de la Educación Física, si hoy nos sigue pareciendo que no se
reconoce la dimensión inteligente y cognoscitiva de la motricidad en sí misma si no
va prefijada por psy-, mucha es la incertidumbre o descreimiento en nuestro ámbito
de estudio. Presumiblemente, todo organismo inicia su vida con una serie de
capacidades que le permitirán determinados niveles de adaptación que marcan los
siguientes modos de proceder en la adaptación humana. Las múltiples experiencias
con resultados más o menos válidos son las que dan mayor bagaje motriz desde la
infancia y las que van afianzando los distintos momentos funcionales de la acción.
Las etapas de desarrollo anteriormente citadas demuestran que la sedimentación
perceptiva de los primeros años, según el comportamiento sensorio-motor, es el
punto de partida de la formación del pensamiento adulto. Es de interés subrayar que
son etapas que coinciden con los ciclos de los sistemas educativos de las
sociedades occidentales actuales. Es fundamental reconocer que la mente aprende
gracias a regularidades y empleando las mismas rutinas, después viene la
posibilidad de variación y de generación de nuevas ideas.
La mente es en un primer momento reproductiva y en un segundo estadio,
generativa, por ello es importante asociar las habilidades motrices a las habilidades
cognoscitivas. En la actualidad, el desarrollo es considerado como fruto de la
combinación de los procesos de maduración y de aprendizaje. Son factores que se
influencian recíprocamente, aunque a medida que la persona evoluciona disminuye
el rol de la maduración para dar mayor importancia a los aprendizajes conscientes
y a la adquisición de una creciente singularidad individual.
A su vez, cabe tener presente que es muy importante potenciar la fase de gateo
para optimizar la locomoción, el ambidextrismo y una mayor mielinización de las
vías corticoespinales del sistema nervioso central.

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