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ARBOR Ciencia, Pensamiento y Cultura

Vol. 189-763, septiembre-octubre 2013, a069 | ISSN-L: 0210-1963


doi: http://dx.doi.org/10.3989/arbor.2013.763n5006

BIOÉTICA Y FRONTERAS DE LA VIDA. II. DESDE LA PRÁCTICA / BIOETHICS AND BIOLOGIC BOUNDARIES. II. FROM PRACTICE

LOCOS ENTRE CUERDOS, THE MAD AMONG THE


CUERDOS EN AMBIENTES SANE; SANE INDIVIDUALS IN
PATOLÓGICOS PATHOLOGIC CONTEXTS

José Luis Rodríguez-Arias Palomo


Dr. en Psicología y Psicólogo Clínico
Hospital Materno-Infantil de A Coruña
jose.luis.rodriguez-arias.palomo@sergas.es

Cómo citar este artículo/Citation: Rodríguez-Arias Palomo, J. Copyright: © 2013 CSIC. Este es un artículo de acceso abierto
L. (2013). “Locos entre cuerdos, cuerdos en ambientes patoló- distribuido bajo los términos de la licencia Creative Commons
gicos”. Arbor, 189 (763): a069. doi: http://dx.doi.org/10.3989/ Attribution-Non Commercial (by-nc) Spain 3.0.
arbor.2013.763n3006

Recibido: 13 julio 2012. Aceptado: 6 junio 2013.

RESUMEN: La Salud Mental se mueve en un territorio con límites ABSTRACT: Mental Health moves within a territory of uncertain
imprecisos: la consideración de un comportamiento como sano boundaries: weather a behavior is considered healthy or sick
o enfermo depende del momento histórico, de la sociedad y la depends on factors such as the historical moment, the culture
cultura en la que se produce o, sencillamente, de la ideología del and society in which the diagnosis is made or simply the pro-
profesional que califica ese comportamiento. Desde la perspec- fessional’s ideology on the matter. In this paper, the borders
tiva del Constructivismo Radical se exploran estos límites entre between madness and sanity will be explored from the point
la locura y la cordura y se cuestionan los criterios de clasifica- of view of Radical Constructivism (Watzlawick, 1988). The clas-
ción al uso en los Servicios de Salud Mental a través de una serie sification criteria currently used in Mental Health units will be
de ejemplos, que ponen de relieve la inestabilidad de estos y la questioned through a series of examples which reveal their in-
oscuridad de los mismos. La idea que atraviesa este debate es stability and fuzziness. The thesis behind this debate is that the
que la autonomía de los pacientes cobra protagonismo, precisa- autonomy of the patient should be considered precisely in this
mente, en la relatividad del diagnóstico en Salud Mental, ya que, context of relativity. Though “mad”, they have equal rights to
aunque “locos”, tienen igual derecho que los cuerdos a decidir sane people to decide over their own existence and their own
sobre su propia existencia y su propio estilo de vivir. ways of leading their lives.

PALABRAS CLAVE: Psicodiagnóstico; Salud mental; Constructi- KEYWORDS: Psychodiagnosis; Mental health; Constructivism;
vismo; Terapia familiar. Family therapy.
El título de este artículo1 se inspira en el libro de Este experimento levantó una gran polémica. Un
Lauren Slater, “Cuerdos entre Locos: Grandes experi- hospital lo retó a repetirlo y enviar durante los tres
mentos psicológicos del Siglo XX”. La autora seleccio- meses siguientes tantos pacientes falsos como quisie-
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na un grupo de diez experimentos psicológicos que, ra, para demostrarle que serían puntualmente reco-
desde su punto de vista, han supuesto cambios, tanto nocidos por los profesionales de salud mental de ese
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en el campo de la salud mental, como en el de la vida hospital. Al final del tercer mes el hospital informó
cotidiana. Los presenta de una manera controvertida, que había detectado 41 falsos pacientes de 193 casos
valorando las luces y las sombras de cada uno de los recibidos (21%). Rosenhan no había enviado ninguno.
experimentos que relata (Slater, 2006). Uno de los
Este experimento suscita múltiples reflexiones. El
elegidos es el de David Rosenhan (1973), psicólogo
autor subraya cómo el diagnóstico en Salud Mental se
americano que en los años 70 quiso comprobar el fun-
hace mucho más fijándose en el contexto que en la
damento de los diagnósticos que utilizan los profesio-
persona. Y, sin embargo, el tratamiento se le ofrece
nales de Salud Mental para clasificar a los pacientes
a la persona porque, desde la perspectiva clásica2, se
que tratan. Se le ocurrió la idea de reunir a un grupo
dice que son las personas las que enferman. Es a las
de colegas y amigos que no tuvieran nada mejor que
personas a las que se les dice que se tomen tal o cual
hacer en aquel octubre de 1972 y proponerles que se
medicación, a las que se les propone tal o cual cambio
hicieran pasar por locos. Quería saber si los profesio-
de actitud o comportamiento. Y con independencia
nales que tienen la responsabilidad de curar a los que
de la validez que se le quiera otorgar, lo que sí parece
enloquecen eran capaces de distinguir bien entre lo-
dejar claro es que el límite entre la cordura y la lo-
cos y cuerdos. Les propuso que acudieran a un dispo-
cura es borroso; que los profesionales harían bien en
sitivo de salud mental cualquiera y simularan un único
tomarse con prudencia los juicios clínicos que hacen,
síntoma: oír una voz. Se apuntaron ocho: un pintor, un
porque los diagnósticos condicionan el significado
ama de casa, un estudiante de postgrado, un pedia-
que se atribuye al comportamiento de las personas
tra, un psiquiatra y tres psicólogos, uno de los cuales
que los portan.
era el propio David Rosenhan. Para evitar interpreta-
ciones adicionales y facilitar la homogeneidad de los Las Unidades de Larga Estancia de Ingreso Hospita-
síntomas entre los ocho pacientes fingidos decidie- lario para Enfermos Mentales —así se llama ahora a
ron que todos iban a decir escuchar una voz que dice los antiguos manicomios— están llenos de personas
“zas”. Un sonido sin ningún sentido, ni significado para y no de contextos. Contextos solo hay uno y unifica
dar las pistas mínimas sobre el diagnóstico. No debían el sentido del comportamiento de los que allí están
fingir ningún otro síntoma y debían responder a todas ingresados: los locos, locos son y cualquier cosa que
las preguntas que les hicieran con veracidad. Excepto hagan es una locura. Y si no, ¿cómo se explica que
en lo referente al nombre y a la profesión para no ser estén ahí ingresados? Para ilustrar de qué manera
identificados. los contextos condicionan el comportamiento y la in-
terpretación que los profesionales hacen del mismo,
Los resultados fueron contundentes: los ocho fue-
propongo un ejemplo de la vida real y otro tomado
ron ingresados. Todos, menos uno, fueron diagnos-
de una ficción.
ticados de esquizofrenia. El otro fue diagnosticado
de psicosis maniaco-depresiva. A partir de que con- En el Cuadro 1 se incluye el documento que firman
siguieron su propósito de ser ingresados dejaron de los pacientes que ingresan en una Unidad de Hospita-
manifestar el síntoma. Cuando eran interrogados res- lización (U.D.H.) para enfermos mentales que, aunque
pondían que ya estaban bien, que ya no oían la voz. se encabece con el título de “consentimiento informa-
Su estancia media en el centro hospitalario fue de 19 do”, parece más una simple nota informativa.
días —7 el que menos y 52 el que más—. Durante su
Resulta llamativo que una institución de ingreso vo-
vida en el hospital fueron sumisos, obedientes y bue-
luntario esté “permanentemente cerrada”. Es curioso
nos cumplidores. Pasaron la mayor parte del tiempo
que a los locos se les exija respeto a los horarios, a las
haciendo anotaciones en un cuaderno sobre la vida
instalaciones y a los pacientes, participación en las ac-
hospitalaria y el comportamiento de locos y profesio-
tividades y actitud de colaboración… ¿Cuánto tiempo
nales. Al cabo de este tiempo fueron dados de alta
tienen que portarse así para que dejen de ser conside-
por “remisión temporal de los síntomas”. Ninguno fue
rados locos? Al mismo tiempo, se les prohíben las lla-
considerado curado al final, de la misma manera que
madas telefónicas y se les obliga a someterse a cuantos
ninguno fue considerado sano al principio.
controles se consideren necesarios… ¿Es acaso una

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Cuadro 1. Documento de consentimiento para el ingreso en una Unidad de Agudos

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sumisión tal compatible con la cordura? Finalmen- JUAN. ¿Cómo lo haces?
te, el incumplimiento de estas normas supone la ex-
PAPA LUNA. Ya lo has visto, sin prisas. Aquí tienes
pulsión por seis meses… ¿Significa esto que niega el
a069 tiempo y motivos suficientes para aprender a vomitar.
tratamiento a quien sigue estando loco? ¿O más bien
que la rebeldía es señal de cordura? […]
Locos entre cuerdos, cuerdos en ambientes patológicos

Y un ejemplo de ficción. En los años 80 y coincidien- PAPA LUNA. Solo se sale de aquí cuando ellos creen
do con la Reforma Psiquiátrica, uno de cuyos logros que eres un hombre nuevo. Y hemos descubierto que
más importantes y controvertidos fue la desinstitu- imitando a ciertos personajes históricos te llega antes
cionalización de los pacientes que estaban ingresados la libertad.
en condiciones escasamente terapéuticas, Carles Mira
AGUSTINA DE ARAGÓN (otro loco disfrazado de
dirigió una película —“Con el culo al aire”— en clave
Agustina de Aragón). Cuanto mejor representes el
de humor, sobre la vida en los manicomios. El siguien-
momión escogido mejor te tratan.
te extracto corresponde a un pasaje de esa película
en el que un interno veterano hace la acogida de un PAPA LUNA. Y antes sales.
recién ingresado. JUAN. O sea, que aquí nadie es lo que parece, ni na-
PAPA LUNA (Un loco disfrazado de Papa). Siéntate die se cree nada, ni nada de nada.
a mi lado y presta atención. ¡Qué pasa! ¿No pensarás PAPA LUNA. ¡Hombre, no exageres! Aquí hay de
que el único cuerdo aquí eres tú? todo como en la viña del Señor.
JUAN. ¿Yo? No sé. JUAN. Pero vosotros no sois ni el Papa Luna ni Agus-
PAPA LUNA. Escucha. Te he estado observando y he tina de Aragón.
llegado a dos conclusiones: que se puede confiar en ti AGUSTINA DE ARAGÓN. Un momento, que yo sí soy
y que necesitas ayuda. Agustina de Aragón. ¿O es que no se nota?
JUAN. ¿Cuándo se sale de aquí? JUAN. Pero no te lo crees.
PAPA LUNA. Se sale cuando ellos quieren, no hay PAPA LUNA. Escucha, Juan, no te líes. Aquí no se tra-
reglas fijas. ta de lo que nosotros creamos o dejemos de creer,
JUAN. ¿Cuándo se sale de aquí? sino de lo que ellos crean. Y si ellos creen que tú crees
que eres uno de sus momiones estás salvado, si no,
PAPA LUNA. Ya te lo he dicho, cuando ellos quieren.
caput.
De aquí se sale sin prisas. Mírame. ¿Te parezco un
Papa? ¿Me ves contento? JUAN. ¡Pero cómo se lo van a creer! ¡Es imposible!
JUAN. No sé. PAPA LUNA ¿Imposible? Se nota que no los cono-
ces. Sí se lo creen, hijo mío, sí se lo creen ¿No ves que
PAPA LUNA. ¡Cómo que no sabes! Tú mírame bien.
están locos?
(Reparte bendiciones) ¿Qué? ¿No lo hago bien?
El pasaje es suficientemente elocuente de la locu-
JUAN. Sí.
ra de los contextos que los profesionales promueven
PAPA LUNA. ¡Claro que sí! Lo hago muy bien. Son como terapéuticos. ¿Es solo humor? ¿La película ya
muchos años practicando. Ya soy un hombre nuevo y no refleja la realidad de las modernas “unidades de
cualquier día me sueltan. larga estancia para enfermos mentales” del siglo XXI?
JUAN. Pero yo no quiero ser Papa. El experimento de Rosenhan levantó ampollas y re-
cibió múltiples críticas. Uno de sus detractores más
PAPA LUNA. Claro, te falta vocación. Pero tampoco
furibundos fue Robert Spitzer (Slater, 2006), famoso
querías tragarte las pastillas y te las has tragado. ¿A
psiquiatra que tiene el mérito de haber sido el Pre-
que sí?
sidente del Comité de Intervención de Nomenclatura
JUAN. Me han obligado. y Estadística del DSM-III (Manual Diagnóstico y Esta-
dístico de los Trastornos Mentales). En esa tercera
PAPA LUNA. Hummm, y a mí también. Y sin embar-
versión (de 1980) fue donde, definitivamente, la ho-
go, yo no me las has tragado (Hace un esfuerzo y va
mosexualidad quedó desclasificada como trastorno
escupiendo las pastillas). ¿Qué te parece?
mental. En el DSM-II la homosexualidad aparecía

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como una enfermedad mental más. En 1973 fue sus- tectora. Precisó más: la madre es percibida por el hijo
tituida por “trastornos en la orientación sexual” y en homosexual como necesitada de afecto, fría y muy
1980 se codifica como enfermedad solo la homose- exigente y por las hijas lesbianas como emocional-
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xualidad egodistónica, es decir, cuando el homosexual mente vacía. Y continuó afirmando que estos niños y
está insatisfecho con su orientación sexual y desearía niñas pueden haber sufrido en la temprana infancia

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cambiarla y hacerse heterosexual. En el DSM-III se ar- abuso sexual o violación por parte de padre, madre o
gumenta así: algún familiar. Sostuvo que en su ejercicio profesional
El punto crucial que determina si la homosexualidad
el 30% de los homosexuales que habían pasado por
per se puede ser considerada o no como un trastorno su consulta habían sufrido estas experiencias. El autor
mental no reside en la etiología de esa condición, sino no ofreció ninguna explicación del hecho de que estos
en sus consecuencias y en el modo en que se defina el hijos homosexuales y estas hijas lesbianas hubieran
trastorno mental. Una importante proporción de ho- nacido en familias presumiblemente heterosexuales.
mosexuales están aparentemente satisfechos con su Pero donde se pronunció más claramente fue al refe-
orientación sexual y no muestran signos ostensibles rirse a la comorbilidad, que él mismo describía en los
de psicopatología (a no ser que la homosexualidad siguientes términos: “Cuando dos trastornos patoló-
en sí misma sea considerada psicopatológica), siendo gicos diversos coinciden sincrónicamente en una mis-
capaces de actuar social y laboralmente sin ninguna ma persona sin que se conozcan a fondo cuáles son
dificultad. Si se emplea el criterio de malestar o inca-
los grados de implicación respectiva —a veces la hay,
pacidad, la homosexualidad per se no es un trastorno
mental. Si se recurre al criterio de desventaja inheren-
pero otras no— entre ellos.”4. En los siguientes párra-
te, no está claro en absoluto que la homosexualidad fos del discurso ante el Senado, abundó en comenta-
constituya una desventaja en todas las culturas o sub- rios que se referían a la homosexualidad como una
culturas. (DSM-III, 396-397). patología que lleva asociada otras, como la depresión
mayor, el trastorno obsesivo-compulsivo, las crisis de
El comentario más inteligente que puede hacerse ansiedad generalizadas, el consumo de drogas, los
al respecto es el de Paul Watzlawick: “Eso ha consti- trastornos de conducta y de la personalidad, con una
tuido el mayor éxito jamás alcanzado, pues millones propensión especial al trastorno de personalidad nar-
de personas se curaron de golpe de su enfermedad” cisista (Comisión de Justicia del Senado, 2005).
(Watzlawick, 1995, 63). Robert Spitzer, no confor-
me con esta repentina curación de tanta gente, en De forma análoga a lo ocurrido con Spitzer, la Uni-
la Reunión Anual de la APA (American Psychological versidad Complutense se apresuró a sacar un comu-
Association) de 2001 presentó un trabajo en el que nicado enmendando la plana a la ponencia diciendo
presumía de tener a su disposición un tratamiento que en la actualidad no era profesor de esa universi-
para cambiar de forma eficaz la orientación sexual dad y que rechazaban sus opiniones sobre la homose-
de las personas (Spitzer, 2003). De homosexual a he- xualidad por considerarlas inaceptables y carentes de
terosexual, por supuesto. La APA se apresuró a des- base científica5. De igual manera, la Sociedad Españo-
aprobar el trabajo de Spitzer, arguyendo que no había la de Psiquiatría y la de Psiquiatría Biológica emitieron
suficientes pruebas para afirmar que el tratamiento también un comunicado asegurando que la comuni-
propuesto por Robert Spitzer fuera eficaz para cam- dad científica no reconoce ningún tipo de carácter pa-
biar la orientación sexual. tológico en la homosexualidad.
Más recientemente y más cerca, un psiquiatra y ca- En definitiva, de lo expuesto hasta aquí se despren-
tedrático de Psicopatología de la Universidad de San de, por un lado, que para calificar a alguien como loco
Pablo-CEU3 compareció el 20 de junio de 2005 a peti- o cuerdo es necesario tener en cuenta la situación en
ción del Partido Popular ante la Comisión de Justicia la que se produce el comportamiento que se pretende
del Senado para informar en relación con el Proyecto calificar. Lamentablemente, el comportamiento, una
de Ley por la que se modificaba el Código Civil en ma- vez clasificado, es considerado como propio y caracte-
teria de derecho a contraer matrimonio y, en particu- rístico de la persona e independiente del contexto en
lar, sobre los efectos que tiene en el desarrollo de los el que se produce. Este error en la lógica del razona-
menores la convivencia con parejas homosexuales. miento supone una imprecisión en el juicio diagnósti-
En su ponencia, citando estudios de otros autores y co que afecta de manera trascendente a la vida de la
basándose en su propia experiencia, afirmó que los persona que lo sufre. Si Clemente Domínguez Gómez,
homosexuales declaran haber tenido un padre hostil, fundador de la Iglesia Católica Palmariana en el Pal-
distante, violento o alcohólico y una madre sobrepro- mar de Troya (Sevilla), autoproclamado Papa en 1978

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con el nombre de Gregorio XVII, no hubiera convenci- supuestos trastornos mentales, como la homosexua-
do a un pequeño grupo de incondicionales a los que lidad, la esquizofrenia o el déficit de atención e hipe-
nombró obispos y a un número nada despreciable de ractividad. Los criterios que siguen quienes deciden si
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fieles creyentes, la sociedad le hubiera considerado una persona está loca o cuerda cambian con el tiem-
un loco y como tal lo habría tratado. po o en función de circunstancias e intereses, no de
Locos entre cuerdos, cuerdos en ambientes patológicos

acuerdo a evidencias científicas. Recientemente se ha


Por otro lado, se sigue de lo expuesto que la consi-
publicado en Estados Unidos —aún no en Europa— el
deración de alguien como loco o cuerdo depende del
DSM-56 que trae algunas novedades interesantes. En
momento histórico y de las creencias y del criterio que
Estados Unidos ya son enfermos mentales los que co-
utilice el profesional que lo valora y califica, al menos
men desmesuradamente —trastorno por atracón—, o
tanto como del comportamiento de la propia persona.
los niños que se enfadan de manera incomprensible
Machado de Assis, en su novela “El Alienista”, cuenta
para los adultos —trastorno de desregulación disrup-
cómo en un pueblo de ficción —Itaguaí— el alienis-
tiva del estado de ánimo—, o las personas que utilizan
ta —hombre de ciencia, estudioso y reflexivo— abrió
la fuerza y la coacción para obligar a otra persona a
una casa de locos —la Casa Verde— porque entre to-
practicar sexo —trastorno parafílico—7, que han deja-
das las enfermedades, consideraba que la enferme-
do de ser delincuentes para convertirse en enfermos
dad mental era la más desconocida. Al principio fue
mentales. En España y en Europa los individuos que
ingresando a quienes más o menos lo necesitaban,
se comportan de esa manera aún no son considera-
pero con el tiempo y fruto de sus reflexiones, llegó
dos locos, pero previsiblemente lo serán dentro de
a la conclusión de que “la razón es el perfecto equi-
unos meses, cuando las sociedades europeas de salud
librio de todas las facultades; fuera de esto insanía,
mental validen el DSM-5, a no ser que se sigan utili-
solo insanía”. (Machado de Assis, 1977, 47). Con este
zando los criterios CIE, en cuyo caso habrá que espe-
criterio ingresó a cualquiera que manifestaba el más
rar a que se publique la CIE-11 para saber cuál es el
pequeño defecto, que era tomado como signo de
criterio consensuado para decidir quién está enfermo
locura: los que se empobrecen y los que se enrique-
y quién no.
cen, los aduladores y, por supuesto, los críticos que se
oponían a su criterio científico de locura, que era el Todas estas consideraciones tienen importancia y
verdadero. La Casa Verde se llenó de locos: “Todo era afectan a la práctica clínica diaria. Hace algunos años
locura. Los cultivadores de enigmas, los fabricantes de acudió a mi consulta, derivado de otros servicios de
charadas, de anagramas, los difamadores, los curiosos salud mental, Vicente, un muchacho que quería ganar
de la vida ajena, los que ponen todo su cuidado en el Tour de Francia porque quería demostrar a todo el
su acicalamiento, algún que otro funcionario engreído mundo que era capaz de hacer algo importante en su
(…) Respetaba a las enamoradas, pero no dejaba a las vida. Vivía con sus padres y sus dos hermanas meno-
enamoradizas.” (Machado de Assis, 1977, 94). El alie- res en un valle de Cantabria rodeado de montañas.
nista siguió reflexionando y, en un refinamiento ma- Desde los 17 años entrenaba todos los días, subía el
yor de sus capacidades diagnósticas, llegó a la conclu- Portillo de la Sía y el de la Lunada. Pedaleaba unos
sión de que la perfección, la ausencia de defectos, era 150 kms diarios. Competía en campeonatos juveni-
precisamente aquello en lo que consistía la verdadera les, pero sus resultados no eran todo los buenos que
locura: “… la verdadera doctrina no era aquella, sino a él le gustaría. Su mejor puesto fue un tercero en
la opuesta, y por lo tanto que debía admitirse como una carrera local. Leía libros de ciclismo; se interesa-
normal y ejemplar el desequilibrio de las facultades y ba sobre todo por la preparación física de los grandes
como hipótesis patológicas todos los casos en que el campeones, como Lance Amstrong, que fue durante
equilibrio fuese ininterrumpido” (Machado de Assis, años —antes de que confesara sus prácticas ilegales
1977, 100). Siguiendo esta nueva directriz, puso fuera de dopaje— un ejemplo de superación personal: ha-
a todos los locos ingresados en la Casa Verde porque bía sido capaz de ganar seis Tours de Francia seguidos
sus defectos eran la mejor prueba de cordura y empe- justo después de haber superado un cáncer de testí-
zó a ingresar a todos los ciudadanos que llevaban una culo. Vicente aprendió en la literatura sobre ciclismo
trayectoria de vida ejemplar, en los que no fue capaz que se solía desaconsejar a los grandes campeones
de descubrir defecto alguno. Y permanecían ingresa- mantener relaciones sexuales dos días antes de las ca-
dos hasta que daban muestra de alguna debilidad. rreras por la pérdida de energía que, supuestamente,
se produce con las eyaculaciones. Vicente dedujo que
Esto es una novela, pero refleja de forma preocu-
sus poluciones nocturnas podían ser las responsables
pantemente fiel la historia de varios diagnósticos de
de su rendimiento insuficiente. Encontró argumentos

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para amputarse un testículo, y lo hizo. Otros colegas perfectamente adaptada a sí mismo y los resultados
de mi gremio calificaron su comportamiento y el ra- seguían sin llegar, se dio cuenta de que él mismo tenía
zonamiento que lo soportaba como propio de un es- una serie de defectos físicos que le impedían rendir
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quizofrénico. Se decidió ingresarlo en una Unidad de adecuadamente. Tenía el tabique nasal desviado, lo
Agudos y se le puso tratamiento farmacológico con que dificultaba una respiración óptima en momentos

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neurolépticos. Quince días más tarde fue dado de alta de pleno esfuerzo; los pies planos y demasiado abier-
con el calificativo de “esquizofrenia desorganizada” y tos como consecuencia de una evidente rotación del
una pauta farmacológica para toda su vida. Tenía 19 fémur —inequívocamente confirmada por más de un
años. traumatólogo—, por lo que la posición del pie sobre
el pedal tampoco era óptima; y el pecho hundido —
Pero Vicente, como la mayoría de los grandes cam-
pectus excavatum—, un examen cardiológico confir-
peones, era tozudo, persistente y disciplinado. Desde
mó que por este motivo tenía el corazón ligeramente
el primer momento se manifestó contrario a tomar la
desplazado, lo que no le impedía hacer deporte y una
medicación —aunque la tomaba— porque le impedía
vida normal. ¿Pero quién ha dicho que un ganador
rendir sobre la bicicleta y porque pensaba que los psi-
del Tour pueda hacer vida normal? La solución para
quiatras no habían comprendido bien las razones de
los pies planos fue hacerse unas plantillas que per-
su acción y por eso le habían diagnosticado errónea-
mitieran que el pie apoyara de forma óptima sobre
mente. Su psiquiatra negoció con él para que tomara
los pedales. Como pedía unas plantillas con un puen-
la medicación durante dos años y valorarlo de nuevo al
te exagerado, en la ortopedia se negaron a modificar
cabo de este tiempo para ver los resultados. Y así fue.
más sus plantillas, diciéndole que no podían hacer las
Pasó los dos años diciendo que no estaba enfermo,
plantillas que él pedía. Para la rotación del fémur la
que no quería tomar fármacos y que estos eran los
solución era quirúrgica y a base de perseverancia en-
responsables de no tener un rendimiento adecuado
contró un traumatólogo dispuesto a hacerle la ope-
sobre la bicicleta. Al final de ese periodo Vicente deci-
ración, quien le informó de las escasas garantías del
dió que ya no tomaría más medicación. Que él había
resultado y del elevado riesgo de quedar peor tras su
cumplido su parte del trato y ahora era el psiquiatra el
paso por el quirófano. Pero él, con tal de ganar el Tour,
que tenía que cumplir la suya. Al dejar la medicación
estaba dispuesto a asumir cualquier riesgo. También
todo el mundo esperaba que se produjera un nuevo
encontró un cirujano dispuesto a operarle el pecho.
brote en cualquier momento al cabo de unas sema-
El cirujano pensaba que era un problema de autoima-
nas. Pero no ocurrió así. Vicente estuvo trabajando
gen y que esta mejoraría una vez que el defecto, por
duramente en el campo, ayudando a su padre en la-
lo demás ostensible, fuera corregido. Y para la nariz
bores agrícolas y lo único reseñable de su evolución
se puso en la lista de espera de la Sanidad Pública,
en ese período desde el punto de vista psicopatológi-
aunque difícilmente podía soportar la espera, ya que
co es que se hizo muy religioso. Tal vez excesivamente
para ganar el Tour hay que empezar el entrenamiento
beato, pero ¿cuándo ha sido ese un motivo suficiente
adecuado en la edad adecuada, y ya tenía 21 años. En
para catalogar a alguien como loco? A la vista de este
resumen, después de hacerse una bicicleta a medida,
resultado, los psiquiatras le quitaron el calificativo
comprando cada componente en la mejor tienda del
de esquizofrénico desorganizado y le pusieron el de
país, tenía que hacer un cuerpo a la medida de un ga-
pensamiento obsesivo con un nivel intelectual límite.
nador de Tour: pies, piernas, pecho y nariz.
Vicente siguió entrenando. Gastó montones de dinero
en adquirir una bicicleta propia de un corredor pro- El asunto es: ¿Todos estos razonamientos son locos
fesional. Encargó un cuadro a su medida, luego unos o cuerdos? Porque si son locos, no puede permitirse
pedales a su medida, más tarde un sillín a su medida que una persona que no está en su sano juicio tome
y un manillar, por supuesto; pero los resultados se- decisiones potencial y probablemente dañinas para
guían sin llegar. A veces, la frustración era tan grande su salud física y también mental. Pero si son razona-
que renunciaba a su objetivo y, en un arrebato, vendía mientos propios de una persona cuerda, entonces
su bicicleta perdiendo dinero. Unos meses más tarde ¿qué derecho tiene nadie a sustraerle la posibilidad
volvía a comprar otra aún mejor, para ver si así conse- de someterse a las intervenciones quirúrgicas que él
guía su propósito. Durante esa época fue rechazado desee y que haya, al menos, un profesional que consi-
por varios equipos y varios entrenadores, de manera dere que tal operación es posible y no contraria a las
que tuvo que hacerse su propio programa de entre- normas de buena práctica clínica? Cuando se me pidió
namiento, para lo que siguió leyendo libros especia- que evaluara la capacidad del paciente, consulté al ci-
lizados en el tema. Cuando se hizo con una bicicleta rujano sobre el riesgo de la intervención para corre-

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gir el pectus excavatum. Él era favorable a realizarla, Este reconocimiento explícito de que una parte im-
argumentando que “así, el chaval se sentiría mejor”. portante de lo que las personas perciben se correspon-
Le pregunté si podía garantizar que Vicente ganaría el de con realidades de segundo orden es el fundamento
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Tour de Francia. del respeto y de la tolerancia, tanto como de la incom-
prensión y el desencuentro. A la vez, deja sin cabida al
Si se afirma que estos razonamientos son propios
Locos entre cuerdos, cuerdos en ambientes patológicos

totalitarismo ideológico, a la dictadura de la razón y a


de un esquizofrénico entonces se le quita la capacidad
cualquier otro tipo de totalitarismo o dictadura; porque
de decidir en base a ellos. Si, por el contrario, se consi-
unos y otros suponen que “Realidad” no hay más que
dera que Vicente no está loco, entonces hay que per-
una: la que ellos ven, defienden e imponen.
mitir que haga con su cuerpo lo que autónomamente
quiera. ¿Hay opciones intermedias? Por supuesto: ha- En el caso de Vicente: el pectus excavatum, el ta-
blar y negociar. bique nasal desviado, la rotación del fémur y los pies
planos, corresponden a realidades de primer orden
Pero para hablar y negociar es tan imprescindible
que pueden verificarse con las oportunas pruebas de
tener clara la propia posición, como comprender y
imagen, o a simple vista, y que cualquier profesional
aceptar la posición del interlocutor. Es decir, negociar
especialista es capaz de diagnosticar sin probable des-
no es una forma de llevarse el gato al agua y demos-
acuerdo en el diagnóstico. Ahora bien, hasta qué pun-
trar que la razón está de parte de uno. Al contrario,
to cada uno de esos defectos es o no incapacitante y la
negociar significa saber reconocer las razones del otro
valoración que Vicente hace de los mismos, tiene que
para que este, a su vez, sepa reconocer las nuestras y
ver con su propia biografía y sus planes de vida. Se
llegar a una solución de consenso, no necesariamente
corresponde, por tanto, con una Realidad de Segundo
en un punto intermedio. El Constructivismo Radical,
Orden, donde caben diversas opiniones derivadas de
cuya tesis central es que la “Realidad” es una cons-
los diferentes puntos de vista que se pueden adoptar
trucción en cierto modo inventada por quien la ob-
frente a cualquier situación. ¿Hay argumentos para
serva (von Foerster, 1991; Watzlawick, 1988) ofrece
decir que el punto de vista de Vicente es patológico?
algunas soluciones.
¿Y el de Clemente Domínguez Gómez? ¿Habría que
Desde una perspectiva constructivista se distin- haber ilegalizado su Iglesia Cristiana Palmariana?
gue entre Realidad de Primer Orden: “Los sentidos
De esta manera, tiene que ser Vicente quien inter-
nos proporcionan una imagen de la Realidad que es
prete autónomamente la vida que quiere vivir y cómo
factible comparar con aquella percibida por otras
quiere vivirla. Deberá ser él quien valore la importan-
personas, para descubrir sorpresivamente que son
cia de los riesgos y si estos compensan o no los bene-
idénticas” (Watzlawick, 1988) y Realidad de Segundo
ficios que se esperan. Es obligación del profesional de
Orden: “la que nos impide captar en forma pura sin
Salud Mental asegurarse de que Vicente cuenta con
hacer inferencias de categorizaciones, la que trans-
la información necesaria para fundamentar sus razo-
forma el acto de conocimiento en subjetivo.” (Cebe-
namientos; podrá opinar sobre si estos son lógicos y
rio y Watzlawick, 1998). La primera no es negociable:
prudentes, si conoce y sopesa las consecuencias de
el acuerdo entre los observadores viene dado por la
sus decisiones y si está en condiciones de asumirlas.
naturaleza y características del observador. Las perso-
nas perciben que el cielo es azul porque los ojos —los Además, para que sus razonamientos puedan no ser
receptores— transforman el estímulo en un impulso considerados locos estaría bien que consiguiera que
eléctrico que cuando llega al cerebro, es interpretado alguien más los comparta —como hizo el Papa del
de forma que todas las hablantes del español dicen: Palmar—, los comprenda, los asuma; en definitiva,
azul. No hay un solo desacuerdo. El mundo de estí- los dé por válidos. Podría ser un entrenador que esté
mulos físicos conforma la Realidad de Primer Orden. dispuesto a seguir con él un programa de preparación
La segunda solo cobra entidad —¿realidad?— cuan- física o un club ciclista que contrate sus servicios, o
do es compartida por, al menos, dos observadores. un cirujano, traumatólogo, ortopedista u otorrinola-
Solo “existe” lo que es validado por otra persona. Por ringólogo que esté dispuesto a afirmar que las peticio-
ejemplo, un color se pone de moda cuando muchas nes de Vicente están dentro de lo que la especialidad
personas quieren vestirse con ropa de ese color. El co- de cada uno considera buena práctica clínica. O tam-
lor se corresponde con una Realidad de Primer Orden, bién un profesional de Salud Mental que informe que
el que se ponga de moda es un acuerdo tácito de mu- Vicente está en condiciones de competencia mental
chas personas: Realidad de Segundo Orden. para decidir sobre su meta y sobre los medios que
propone para conseguirla.

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ARBOR Vol. 189-763, septiembre-octubre 2013, a069. ISSN-L: 0210-1963 doi: http://dx.doi.org/10.3989/arbor.2013.763n5006
La valoración de la competencia8 de una persona Y otra de las aportaciones importantes a este cam-
es un tema estudiado y controvertido (Simon, 2008; po es la escala móvil de Drane (Drane, 1985). Desde
Appelbaum, Appelbaum y Grisso, 1998; Appelbaum, esta perspectiva se reconoce de forma explícita que la
a069
2007; Drane, 1985; Roth, Meisel y Lidz, 1977) y a día capacidad es algo que está en relación directa con la
de hoy no hay, ni parece probable que haya, un ins- decisión concreta que hay que tomar. En la valoración

José Luis Rodríguez-Arias Palomo


trumento de medida que evalúe la capacidad de una de la capacidad de una persona se tiene en cuenta el
persona de una manera objetiva; es decir, al margen balance riesgo/beneficio de una opción. De esta ma-
o con independencia del observador que la evalúa. Es nera se exige un grado alto de capacidad tanto para
más, desde la perspectiva del Constructivismo Radi- aceptar una opción que tiene más riesgo que bene-
cal tal objetividad, ni es posible, ni es deseable. Y esto ficio, como para rechazar una opción que tiene más
por varias razones: 1) la competencia de una persona beneficio que riesgo. Y al contrario, se pide un bajo
no se puede valorar como una cualidad independien- nivel de capacidad tanto para aceptar una opción que
te del contexto en el que desarrolla su actividad; 2) tiene más beneficio que riesgo, como para rechazar
la competencia de una persona no es una cualidad o algo que tiene más riesgo que beneficio.
capacidad propia, sino que solo cobra sentido cuan-
La perspectiva del Constructivismo Radical se sitúa
do se valora en relación al objeto a que se destina;
en el polo opuesto del “todo vale”, más propio del rela-
y 3) como se ha venido sosteniendo en este artículo,
tivismo. Si bien cualquier punto de vista de la Realidad
la competencia de una persona también depende de
es “no-real”, es inventado, esto no significa que dé lo
cuál sea el criterio, el punto de vista, en el que se sitúe
mismo construir una u otra Realidad o que cualquier
el observador que la califica o valora. En definitiva, no
punto de vista de la Realidad sea igualmente válido.
se puede hablar de que una persona es o no compe-
Algunos puntos de vista se revelan eficaces para deter-
tente en términos absolutos y permanentes, sino que
minados propósitos y otros, en cambio, ineficaces. Al-
su competencia solo cobra sentido cuando se dice: “es
gunas construcciones de realidad guían a buen puerto,
o no es competente para…”.
otras confunden y embarrancan. Desde esta perspecti-
Sí es cierto que los expertos han llegado a algunos va, no es necesario oponerse a los deseos de Vicente.
consensos razonables para valorar la capacidad de las Bastaría con darle la oportunidad para que consiga de-
personas. Roth y cols. (1977) proponen cinco criterios mostrar que su punto de vista puede considerarse ra-
escalonados para valorar la capacidad, que van de zonable dentro de los límites, muchas veces borrosos,
menos exigentes a más exigentes: 1º) La persona es característicos de estos tiempos por los que transita.
capaz de hacer y expresar una elección; 2º) la persona
A modo de conclusión, y tomando prestadas las pa-
toma una decisión razonable; 3º) la persona toma una
labras de Paul Watzlawick, si una persona decide vi-
decisión razonable basada en argumentos racionales;
vir su vida desde una perspectiva constructivista, se
4º) La persona comprende los beneficios, riesgos y
convertirá en una persona ante todo tolerante porque
alternativas a un tratamiento; y 5º) la persona com-
“el que llega a comprender que su mundo es su pro-
prende todos los aspectos relevantes de la decisión a
pia invención debe acordar lo mismo a los mundos de
tomar y consiente de forma libre y estando bien infor-
sus semejantes. (…) Además, se sentirá responsable
mada. El problema es quién valora cada uno de estos
en un sentido profundamente ético, responsable no
cinco criterios: quién decide que una decisión es ra-
solo de sus sueños y yerros, sino también de su mun-
zonable, quién que está basada en argumentos racio-
do consciente. (…) Y plenamente libre, porque quien
nales, quién que la persona comprende la situación…
tiene plena conciencia de que es inventor de su pro-
Desde esta perspectiva, cuando una persona elige una
pia Realidad conoce la posibilidad siempre presente
opción en contra de la opinión del profesional que la
de forjarla de otra manera”. (Watzlawick, 1988, 265).
atiende, la probabilidad de que se considere una de-
Y podría añadirse… y absolutamente seguro de que el
cisión poco razonable es alta y, por tanto, de que se le
suelo que pisa es tan inestable como él mismo quiera
declare incapaz.
construirlo.

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ARBOR Vol. 189-763, septiembre-octubre 2013, a069. ISSN-L: 0210-1963 doi: http://dx.doi.org/10.3989/arbor.2013.763n5006
NOTAS

1 Propiamente este articulo es la versión 3 La Presidenta de la Comisión de Justicia que cuenta con un interés comercial
a069 escrita de una ponencia que tuve el le presentó como Catedrático de Psico- importante en los productos que de-
privilegio de presentar en el Seminario patología de la Universidad Compluten- sarrolla.” (Reed, Anaya y Evans, 2012).
“Fronteras Biológicas y Límites Legales: se, donde cesó su actividad en 2004.
Locos entre cuerdos, cuerdos en ambientes patológicos

Un enfoque Bioético”, organizado en 7 Para que los intereses sexuales atípi-


noviembre de 2007 por el Departamen- 4 http://www.senado.es/legis8/comisio- cos sean considerados una patología
to de Ética de la Facultad de Filosofía nes/index_S011008.html (29/8/09). el DSM-5 requiere como criterios que,
de la Universidad de Salmamanca. Los 1) sientan angustia personal, no solo
revisores de este artículo, a quienes 5 http://pendientedemigracion.ucm. la derivada de la desaprobación social
agradezco el tiempo e interés que le es/cont/descargas/documento4247. y, 2) que impligue angustia para otra
han prestado a este texto, han visto la pdf?pg=cont/descargas/documen- persona, lesión, muerte o el deseo de
necesidad de actualizar las referencias y to4247.pdf (22/6/2005) conducta sexuales con personas que se
han hecho propuestas que sin duda me- oponen o con personas incapaces de
joran la calidad y actualidad del texto. 6 Los DSM son el consenso de la Asocia- dar su consentimiento legal.
ción Americana de Psiquiatría (A.P.A.),
2 Con la expresión “perspectiva clásica” en cambio la CIE es el consenso ofi- 8 Pablo Simón discute los matices que di-
quiero referirme al modo de pensar cial de la O.M.S. Como señalan Reed ferencian los términos de “capacidad” y
más extendido entre y aceptado por y cols., “un verdadero proceso mul- “competencia”. Aquí se están utilizando
los profesionales de la Salud Mental ac- tilateral de definición de trastornos como sinónimos, porque ninguna de
tual. Profesionales que fundamentan su no puede ser llevado a cabo legíti- las definiciones del ambos conceptos
práctica clínica en la suposición de que mamente por una única organización expresa con exactitud lo que el autor
es posible un saber “objetivo”, al que se profesional que representa a una entiende por capacidad o competencia
llega a través de los diferentes procedi- única disciplina dentro de la salud, (Simón, 2008).
mientos de estudio de la “Realidad” ex- en un contexto de un país concreto y
terna al observador, que no se deforma
por el propio acto observacional.

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Ley por la que se modifica el Código

10
ARBOR Vol. 189-763, septiembre-octubre 2013, a069. ISSN-L: 0210-1963 doi: http://dx.doi.org/10.3989/arbor.2013.763n5006

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