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UNICIDAD – EL MISTERIO DE

LA PIEDAD
Preparado por:
Pastor. Eliseo Duarte.
EL MISTERIO DE LA PIEDAD.  DIOS FUE MANIFESTADO EN CARNE
Capítulo 1

INTRODUCCION

“Dios habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los
profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo,
y por quien asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen
misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo
efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la
Majestad en las alturas, hecho tanto superior a los ángeles, por cuanto heredó más excelente
nombre de ellos”. Heb. 1: 1-4.
Estos versos nos dividen la revelación de Dios en dos grandes partes: El Antiguo y el Nuevo
Testamento. El escritor resume en un solo versículo las muchas y diferentes maneras en las que
Dios habló a los padres por los profetas, desde Adán hasta Malaquías a lo largo de cuatro mil
años aproximadamente. Pero al referirse a la forma en que Dios nos ha hablado en estos

postreros días, EMPLEA  tres largos textos y sobre todo usa palabras reveladoras, para
presentarnos al Hijo (Dios manifestado en carne), que en cuanto al universo es el Hacedor,
Sustentador y el poseedor; en cuanto a su Deidad es el Resplandor de su Gloria y la imagen
misma de su sustancia; en cuanto a nosotros El es el que hizo la purificación de nuestros
pecados por medio de sí mismo y se sentó a la diestra de la majestad en las alturas.
Esta primera comparación. que. hace el escritor de la carta a los Hebreos para ‘demostrar la
Excelencia y superioridad de la revelación de Dios en Cristo en los postreros días, nos impone
la obligación de estudiar reverentemente el gran Misterio de la Piedad, siguiendo las divisiones
propias de las escrituras ya citadas, como las señaladas por el Señor Jesús cuando dijo: “Que era
necesario que se cumpliesen todas las cosas que estaban escritas de mí en la ley de Moisés, en
los profetas y en los salmos”. Lc. 24:44; y acatando el requisito Ministerial de procurar
diligentemente presentarse a Dios como Obrero aprobado que no tiene de qué avergonzarse; que
traza (usa) bien la palabra de verdad. 2 Tim. 2:15.
Siguiendo estas reglas elementales de interpretación bíblica, veremos primero cuatro aspectos y
etapas de la revelación de Dios en el Antiguo Testamento.
1.         Dios es uno en sentido numérico
2.         La Naturaleza de Dios
3.         Las manifestaciones de Dios
4.         La promesa de Dios de manifestarse en carne
 

UN SOLO DIOS
JEHOVA ES DIOS, y no hay otro fuera de él”. Deut. 4:32-35.
“Aprende pues, hoy, y reflexiona en tu corazón que JEHOVA ES DIOS arriba en el cielo y
abajo en la tierra, y no hay otro”. Deut. 4:39.
EI gran mandamiento dado a Israel y ratificado por el Señor Jesús es: OYE ISRAEL: JEHOVA
NUESTRO DIOS, JEHOVA UNO ES. Deut. 6:4 y Marcos 12:28-29.
E1 que este UNO es numérico se demuestra por los artículos y pronombres que las escrituras
usan para declararlo o revelarlo. Miremos unos ejemplos:
Porque grande es en medio de ti El Santo de Israel” Is. 12:6. El Santo de Israel es tu Redentor”
Is. 41:14, “No hay Dios sino YO. No hay fuerte; no conozco ninguno” Is. 44:8. “YO deshice
como a nube tus rebeliones, y como a niebla tus pecados; vuélvete a MI porque YO te redimí”.
Is. 44:22. “Porque YO Jehová Dios tuyo, El Santo de Israel SOY TU Salvador”. Is. 43:3.
Observa en la lectura de las escrituras, que ellas declaran contundentemente que el Creador,
Redentor y Salvador de Israel es UNO y que no hay otro dios.
En el canto que Moisés dirigió a la congregación de Israel, les recuerda los tiempos antiguos y
les dice: Pregunta a tus padres o a los ancianos y ellos te enseñarán; cuando el Altísimo hizo
heredar las naciones, cuando hizo dividir a los hijos de los hombres, estableció los límites de los
pueblos según el número de los hijos de Israel, JEHOVA SOLO LE GUIO, y con El no hubo
dios extraño. Ved ahora que YO SOY, y no hay dioses conmigo”. Deut. 32: 7, 8, 12,39.
En los días de Ezequías rey de Judá, ante la inminente invasión del rey de Asiria, el piadoso rey
oró a Jehová diciendo: Jehová Dios de Israel, que moras entre los querubines, SOLO TU ERES
DIOS DE TODOS LOS REINOS DE LA TIERRA; TU hiciste el cielo y la tierra, inclina oh
Jehová tu oído y oye; abre oh Jehová tus ojos, y mira; y oye las palabras de Senaquerib, que ha
enviado blasfemar al Dios viviente”
“Es verdad oh Jehová que los reyes de Asiria han destruido las naciones y sus tierras, y que
echaron al fuego sus dioses, por cuanto ellos no eran dioses, sino obra de manos de hombres,
madera o piedra y por eso los destruyeron. Ahora, pues, oh Jehová Dios Nuestro, sálvanos, te
ruego de su mano, para que sepan todos los reinos de la tierra que SOLO TU, JEHOVA, ERES
DIOS”.
2 Rey. 19:15-19.
En los días de Nehemias, cuando e1 remanente regresó del cautiverio de Babilonia, después de
vivir setenta años en la madre de la idolatría, ellos seguían creyendo en el Dios UNICO Y
VERDADERO.
“Levantaos, bendecid a Jehová vuestro Dios desde la eternidad hasta la eternidad; y bendígase
el nombre TUYO, glorioso y alto sobre toda b bendición y alabanza. TU SOLO ERES
JEHOVA; TU hiciste los cielos, y los cielos de los cielos, con todo su ejército, la tierra y todo lo
que está en ella, los mares y todo lo que hay en ellos; y TU vivificas todas estas cosas, y los
ejércitos de los cielos te adoran”. Neh. 9:5-6.
Para el patriarca Job, Dios también era uno solo: “EL SOLO extendió los cielos y anda sobre las
olas del mar” .Job. 9:8.
Los salmistas David y Asaf, también creían que el Dios de Israel era solo.
“Y conozcan que TU nombre es Jehová; TU SOLO ALTISIMO sobre toda la tierra. Sal. 83:18.
Porque “¿Quién es Dios sino SOLO JEHOVA? ¿Y qué roca fuera de nuestro Dios?”. Sal. 18:31.
“Por que Tú eres grande y hacedor de maravillas; SOLO TU ERES DIOS” Sal. 86-10.
“Alaben el nombre de Jehová porque SOLO su nombre es enaltecido”. Sal. 148-13.
Ahora sigamos con los profetas y veamos lo que ellos nos dicen de este Gran Dios de Israel
Porque YO Jehová Dios tuyo, El Santo de Israel, soy TU salvador.
Vosotros sois mis testigos dice Jehová, y mi siervo que yo escogí, para que me conozcáis y
creáis, y entendáis que: YO MISMO SOY, antes de MI no fue formado dios ni lo será después
de Mí.
Is. 43:3-10. “Yo, YO Jehová y fuera de mí no hay quién salve”. Is. 43-11.
Así, dice Jehová Dios de Israel, y su redentor Jehová de los ejércitos: YO SOY EL PRIMERO,
y YO SOY EL POSTRERO y fuera de MI no hay dios. No temáis ni os amedrentéis; ¿No te lo
hice oír desde la antigüedad, y te lo dije? luego vosotros sois mis testigos. No hay Dios sino
YO, no hay fuerte; no conozco ninguno. Is. 44:6-8.
Dios llama a Israel su testigo porque a él se manifestó, para que conocieran, creyeran y
entendieran, que sólo EL es Dios y que no hay otro.
“Así dice Jehová, TU redentor, que te formó desde el vientre; YO JEHOVA, que lo hago todo,
que extiendo SOLO los cielos, que extiendo la tierra por MI mismo Is 44:24.
YO soy Jehová, y ninguno más hay; no hay dios fuera de MI. Para que se sepa desde el
nacimiento del sol, hasta donde se pone, que no hay más que YO; YO Jehová, y ninguno más
que YO. Así dice Jehová El Santo de Israel, y su formador: preguntadme de las cosas por venir;
mandadme acerca de mis hijos, y acerca de la obra de mis manos. YO hice la tierra, y creé sobre
ella al hombre. YO mis manos, extendieron los cielos, y a todos sus ejércitos mandé.
Ciertamente en ti está Dios, y no hay otro fuera de Dios”.
Porque así dijo Jehová que CREO los cielos; El es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y
la compuso; no la creó en vano; para que fuese habitada la creó: YO SOY JEHOVA Y NO
HAY OTRO”.
“‘Proclamad, y hacedlos acercarse, y entren todos en consulta; ¿Quién hizo oír esto desde el
principio, y lo tiene dicho desde entonces, sino YO JEHOVA?.Y No hay más Dios que YO;
Dios justo y Salvador, ningún otro fuera de MI”. Mirad a MI y sed salvos todos los términos de
la tierra, porque YO soy Dios, y no hay más”. Is. 45:6,11., 12, 14, 18, 21,22.
Acordaos de las cosas pasadas desde tiempos antiguos; porque YO soy Dios y no hay otro dios,
y nada hay semejante a MI”. Is. 46:9.
“Mas Yo soy Jehová tu Dios desde la tierra de Egipto; no conocerás, pues, otro Dios fuera de
MI, ni a otro salvador sino a MI”. Oseas 13:4.
Estas escrituras declaran con claridad meridiana, que el autor de la creación es UNO, lo mismo
que el que redimió a Israel de Egipto y el que reina sobre todos los reinos de la tierra, y que el
Santo de Israel es nuestro salvador. Así que él no compartió con otras deidades la creación, la
redención ni el reino, sencillamente porque no las hay, él no las conoce, y si él que lo conoce
todo, no conoce otros dioses, es inútil que nosotros pretendamos conocerlos.
Además de la afirmación que Dios hizo a su pueblo de no conocer a otro dios fuera de EL, ni a
otro salvador, leamos en el capítulo 13 del libro de Deuteronomio para que veamos lo que
sucedía al israelita que incitaba a su hermano o pariente a servir a dioses que ni ellos ni sus
padres habían conocido. “No consentirás con él, ni le prestarás oído: ni tu ojo le compadecerá,
ni le tendrás misericordia, ni lo encubrirás, sino que lo apedrearás, hasta que muera, por cuanto
procuró apartarse de Jehová tu Dios. Versiculos. 8-1 O”. Tal profeta o soñador de sueños ha de
ser muerto, por cuanto aconsejó rebelión contra Jehová vuestro Dios. Versiculos. 5.

Capítulo 2
EL DIOS UNICO EN LA CREACION

Habiendo demostrado por las escrituras del A.T. que Dios es UNO en sentido numérico, ¿De
dónde salió y en qué se fundamenta la doctrina trinitaria?
Esta doctrina surgió como dogma en el concilio de Nicea, en el año 325 de nuestra era, y
fundamenta sus argumentos en la suposición de que Dios es uno en sentido de unidad
compuesta; como el hombre y la mujer son una carne en el matrimonio, y como los miembros
de la iglesia son uno, siendo muchos; también diciendo que la palabra hebrea El que traducida a
nuestro idioma es Dios, es una palabra uniplural, como la familia es una aunque se compone de
varios, o la Iglesia es una aunque se compone de muchos; este es el sentido que la teología
trinitaria le da a la declaración escritural”. “Jehová nuestro Dios, Jehová uno es”.
Pero esto es fácil de refutar, ya que estos argumentos no tienen fundamento bíblico; veámoslo:
Es cierto que la palabra Elohim es plural, pero es una pluralidad de atributos y poderes y no de
personas. ¿Por qué Israel conociendo que Elohim es plural, ya que en el A.T. fue escrito en
hebreo su idioma materno, nunca ha creído que Dios sea más de Uno?. ¿Por qué ellos se aferran
tenazmente a la creencia de que Jehová SOLO ES DIOS?
Además, si leemos cuidadosamente Génesis 1:27 se ve claramente que la obra de la creación,
fue obra de un solo ser, veámoslo:
“Y creó Dios (Elohim) al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creo.
El verbo creó está en singular, y el pronombre singular SU imagen, declara fuera de toda duda,
que el creador del hombre es el único Dios, es decir, un solo ser fue el creador.
A pesar de la claridad y la contundencia de las declaraciones de la escritura, surge la pregunta
¿Con quién hablaba Dios cuando dijo: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a
nuestra semejanza? Gen. 1:26. Desde luego que Dios hablaba con alguien, pero no con otras
divinidades o dioses, pues ya hemos demostrado por las escrituras que no las hay.
Para saber con quién hablaba Dios en el texto anterior, es necesario hacer diferencia entre el
verbo HACER y CREAR, que designan dos hechos diferentes. El verbo crear (Traer a la
existencia lo que no existía) sólo se encuentra tres veces en el capítulo primero de Génesis,
versículo uno: Creó Dios los cielos y la tierra; verso 21 Creó Dios los grandes monstruos
marinos, y Creó Dios al hombre. Nótese que en los tres casos se está hablando de un hecho, de
algo realizado; mientras que el verbo hagamos habla de un propósito, de una obra posterior a la
creación. Si yo le digo a usted hagamos un viaje, o hagamos un negocio, le estoy hablando de
un propósito que quiero compartir con Ud. en un futuro incierto, porque puede ser mañana,
dentro de un mes o un año. La escritura misma nos revela estas diferencias: “Porque así dijo
Jehová, que CREO los cielos; El es Dios que Formó la tierra, el que hizo y compuso la tierra; no
la Creó en vano. Is. 45:18. Aquí tenemos los verbos: crear, formar, hacer y componer, todo esto
se sucedió en el principio y en el capítulo primero de Génesis habla de estas distintas etapas:
Creación, formación y ordenación. Así como en los primeros 25 versículos, habla de estas
diferentes etapas, lo mismo sucede con el hombre; el relato del capítulo primero habla de la
creación del hombre, y el hagamos habla de un propósito posterior a la creación.
Veamos otros dos ejemplos: Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob y Formador tuyo,
oh Israel  Is.43:1.
Sabemos que Jacob e Israel son la misma persona; Dios se declara Creador de Jacob (que quiere
decir suplantador, engañador), que hizo honor a su nombre engañando a su hermano, a su padre
y a su tío. Estas trampas le costaron a Jacob abandonar la casa paterna, por las amenazas de su
hermano que juró matarlo, por el engaño de la primogenitura en la tierra de su tío hizo lo
mismo, y todas estas patrañas le trajeron las consecuencias de su conducta. Después de vivir
veinte años con Laban, su tío, Dios se le apareció y le dijo: Vuélvete a tu tierra, y él se
encaminó con su familia y sus ganados, pero al enterarse que su hermano Esaú venía a su
encuentro con cuatrocientos hombres, se angustió en gran manera temiendo que su hermano
tomara venganza a causa de sus engaños; entonces Jacob ordenó su familia y su hacienda en
grupos diciéndoles: “Cuando encuentren a mi señor Esaú le diréis que éste es un presente de su
siervo Jacob, quizá cuando yo vea su rostro habré apaciguado su ira”. Así se quedó solo aquella
noche y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba. Cuando el varón vio que no podía con
él, tocó el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con él
luchaba. Y dijo: “Déjame. porque raya el alba. Y Jacob le respondió no te dejaré si no me
bendices. Y el varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque ha luchado con
Dios y con los hombres y has vencido”. Gen. 32.
A partir de este encuentro de Jacob con Dios, fue cambiado su nombre por Israel que quiere
decir Príncipe de Dios. En este encuentro fue cuando Jacob fue formado, fue hecho príncipe y
es obvio que esto sucedió muchos años después del nacimiento de Jacob y de haber vivido
como pecador.
El otro ejemplo está en Isaias 43:7. Todos los llamados de mi nombre para gloria mía los he
creado, los formé y los hice”.
Queda esclarecido que en la creación de los cielos y la tierra, vino una etapa posterior que fue la
formación y la ordenación de todo lo creado. Así mismo sucedió ¿Oh Jacob, creado como
pecador y posteriormente fue hecho príncipe de Dios, y esto es aplicable a todos los llamados de
su nombre, ya que para gloria suya, fueron creados, y están siendo hechos conforme a la
voluntad y a la imagen del creador.
En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyos vino,
y los suyos no le recibieron. Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les
dio potestad de ser hechos hijos de Dios”. Juan 1:10-12. “Porque a los que antes conoció,
también los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su hijo, para que él sea
el primogénito entre muchos hermanos”. Rom. 8:29.
“La meta del cristiano es ser semejante a Cristo, cuando él venga. Fil. 3: 20-21; 1 Juan 3:2.
Cristo es la imagen del Dios invisible. Cuando un cristiano se va formando, la imagen de Dios,
que es Cristo, se va plasmando en él. “Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto,
hasta que Cristo sea formado en vosotros. Gál. 4:19.
Habiendo hecho la distinción entre el crear y el hacer al hombre, ahora sí puedo decirles con
quién hablaba Dios en Gen. 1:26. A los únicos que Dios llama colaboradores suyos, es a los
ministros del Evangelio. Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza
de Dios, edificio de Dios. Conforme a la gracia de Dios que me ha sido dada, yo como perito
arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire como sobreedifica.
Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. 1 Cor.
3:9-10. Así, pues, nosotros, como colaboradores suyos, os exhortamos también a que no recibáis
en vano la gracia de Dios. 2 Cor. 6:1.
‘Y el mismo constituyó a unos apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros,
pastores y maestros, con el fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio de la
iglesia y que fue constituido para perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la
edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del
conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de
Cristo”. Ef. 4:11-13.
Los tres pasajes anteriores revelan la función del cuerpo ministerial que es el magisterio de la
iglesia y que fue constituido para perfeccionar a los santos, para llevarlos a la estatura de Cristo,
pues así como nuestro señor Jesucristo es glorioso, así su propósito es tener una iglesia gloriosa
y sin mancha, semejante a él. Ef. 5.27. Y para esto, ha designado hombres con dones especiales.
Hombre Dones. Con estos hombres hablaba Dios en Gen. 1:26. Pero Ud. dirá que en ese tiempo
no habían ministros. Es cierto, pero Dios conoce el fin desde el principio; el Cordero de Dios
fue ordenado antes de la fundación del mundo. 1 Ped. 1:20. El cordero fue inmolado desde el
principio del mundo. Apoc. 13:8. Dios llama las cosas que no son como silo fuesen (como las
que son).
Rom.4:17.
En el capítulo ocho de Romanos se enumeran los pasos de la salvación: “Porque a los que antes
conoció, también los predestino, para que Fuesen hechos conforme a imagen de su hijo, para
que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó a ¿estos también
llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también
GLORIFICO. Rom. 8:29-30. La glorificación es un hecho del futuro, pero Dios la cuenta ya
realizada, puesto que él es EL GRAN YO SOY, el que existe por sí mismo, el eterno presente.
Volvamos al capítulo primero de Génesis, versículo dos:
Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el
Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios sea la luz; y fue la luz. La
creación era una materia deforme, confusa y vacía, pero Dios comenzó a moverse y hablar y las
cosas fueron tomando forma y lugar. Lo mismo sucede con el hombre; está deformado por el
pecado, vacío y entenebrecido, pero cuando Dios se cruza en su camino y le habla a través de la
instrumentalidad del (misterio) ministerio, luz resplandece en su vida, y comienza a formarse y
a tomar lugar, el lugar para el cual Dios los creó
“Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en
nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de
Jesucristo”. 2 Cor. 4:6.
TODO CUANTO EXISTE DEBE SU EXISTENCIA y subsistencia a la palabra de Dios, pues
“El dijo, y fue hecho; El mandó y existió. Sal. 33:9. “El Espíritu de Dios me hizo y el soplo del
omnipotente me dio la vida”. Job. 33:4. “Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las
estrellas que tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre para que tengas de él memoria, y el hijo del
hombre para que lo visites? Le has hecho poco menor que los ángeles y lo coronaste de gloria y
de honra. Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies:
ovejas y bueyes, todo ello, y asimismo las bestias del campo, las aves de los cielos y los peces
del mar; todo cuanto pasa por los senderos del mar”. Sal 8:3-8.
Este salmo, así como lo dicho en Génesis 1: 27-29 revela que el hombre que Dios creó en el
principio, fue puesto como príncipe de Dios sobre la creación para que señorease sobre todos
los animales y sojuzgase la tierra. Aunque fue hecho poco menor que los ángeles, fue coronado
de honra y de gloria al ser puesto para señorear. “El hombre cayó de esa alta posición y su
imagen sufrió la degeneración producida por el pecado, degeneración que fue avanzada al paso
de los siglos, por los efectos del pecado y la separación de Dios”.
De esta situación de ruina espiritual y moral, es que el Señor vino a salvarnos. Es de notar lo
que el Señor dijo:
Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido (No lo que se iba a
perder). Sino lo que se había perdido.
Este estado de perdición total del primer hombre y su descendencia, es lo que trae la
manifestación de la gracia de Dios para salvación a todos los hombres. “Pero cuando se
manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres, NOS SALVO,
no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el
lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó
abundantemente en nosotros por Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia,
viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida Eterna”. Tito3: 4-7.
La salvación es el acto en que el Espíritu Santo usando al predicador, produce un lavamiento en
el alma y el Espíritu del individuo, regenerándolo (dándole nuevo ser a lo que fue degenerado) y
renovándolo; es decir, haciéndolo nueva criatura. “El que está en Cristo, nueva criatura es”. 2
Cor. 5:17. Porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale nada, ni la incircuncisión, sino una
nueva creación Gál. 6:15. “Vestios del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y en la
santidad de la verdad”. Ef. 4:24. “Y revestios del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo
creó, se va renovando hasta el conocimiento pleno. Col. 3:10.
Por lo expuesto antes queda plenamente demostrado, que el cristiano es un nuevo hombre,
producto de una nueva creación de Dios a través del Espíritu Santo, usando la palabra y el
magisterio de la iglesia, para lograr la perfección del hombre en Cristo. Este nuevo hombre está
siendo hecho a la imagen y semejanza de Dios, y la consumación de esta obra es ver un hombre
semejante a Cristo. Col. 1:28-29.
Así que, hermanos, compañeros del ministerio, seamos vasos útiles para que el Señor siga
usándonos, en este gran trabajo de HACER al hombre a la imagen y semejanza de Dios. El nos
ha dado el honor de compartir con él esta gloria de perfeccionar la iglesia para el día de Cristo.
Ahora bien, algunos dicen que Dios hablaba con los ángeles, pero esto no concuerda con el
ministerio de los ángeles, y sería apartarnos del contexto. Es regla elemental en la interpretación
bíblica, entender un texto a la luz del contexto (lo que se dice antes y después del texto).
Siendo que el texto nos habla de hacer al hombre, a imagen de Dios, debemos aplicar esta
función a los que Dios ha designado para tal fin. Los ángeles son ministros de Dios para
ejecutar los juicios de Dios. “Bendecid a Jehová vosotros sus ángeles, poderosos en fortaleza
(Poder) que ejecutáis su palabra obedeciendo a la voz de su Precepto”. Sal. 103:20, por lo tanto
en los plurales de Génesis 3: 22. “He aquí el hombre es como uno de nosotros”; y 11:7 “Ahora
pues descendamos, y confundamos  sus lenguas para que ninguno entienda el habla de su
compañero”. Dios sí hablaba con los ángeles, ya que además son ministros para ejecutar los
juicios de Dios. El contexto lo muestra. En el caso del paraíso fue el juicio de Dios al destituir al
hombre por su pecado. Allí estaban los querubines. “Echó pues fuera al hombre, y puso al
oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados,
para guardar el camino del árbol de la vida”. Gen. 3:24. La confusión de lenguas fue otro juicio
de Dios. También puede verse esto en la destrucción de Sodoma y Gomorra: dos ángeles
acompañaban a Jehová. Gen. 18:16-22 y 19:1. Además, en los juicios que Dios trajo sobre
Egipto, “‘todos los demás juicios a lo largo del Antiguo Testamento, los ángeles fueron los
ejecutores de estos juicios. El Señor al explicar la parábola de la cizaña dijo: Enviará el Hijo del
hombre sus ángeles y recogerán de su reino a todos los que sirven de tropiezo, y a los que hacen
iniquidad, y los echarán en el horno de fuego”. Mat. 13:41.

Capítulo 3
DIOS ES Espíritu

Este Unico Dios de quien venimos hablando es Espíritu; así se revela en Gen. 1:2. “Y el Espíritu
de Dios se movía sobre la faz de las aguas”. Job sabía que Dios es Espíritu. “El Espíritu de Dios
me hizo, y el soplo del Omnipotente me dio la vida” Job. 33:4. David así lo concebía: “¿A
dónde me iré de tu Espíritu? Sal. 139:7. “Y después de esto derramaré mi Espíritu sobre toda
carne”. Joél 2:28. “Según el pacto que hice con vosotros cuando salisteis de Egipto, así mi
Espíritu estará en medio de vosotros, no temáis”. Hageo 2:5.
El Señor Jesús ante la pregunta de la samaritana, a dónde adorar a Dios, si en el monte Gerzin, o
en el templo de Jerusalén, le contestó: “Mujer créeme, que la hora viene cuando ni en este
monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos
lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos. Mas la hora viene, y ahora es, cuando
los verdaderos adoradores adorarán al Padre en Espíritu y en verdad; porque también el Padre
tales adoradores busca que le adoren. DIOS ES Espíritu; y los que le adoran, en Espíritu y en
verdad es necesario que le adoren”. Juan 4: 20-24.
En esta charla del Señor con la samaritana, vemos que la persona que entiende la salvación y la
recibe, desea conocer a Dios y la forma correcta de adorarle, como lo demuestran las preguntas
de esta mujer; de otro lado, el Señor también le reveló y le definió a Dios diciéndole:
Que él no está limitado a un lugar, ni podemos confinarlo; Dios está en todas partes al mismo
tiempo, sencillamente porque él es Espíritu.
Dios siendo Espíritu es invisible. Dijo: “No podréis ver mi rostro porque no me verá hombre y
vivirá”. Ex 33:20 A Dios nadie le vio jamás”. Juan 1:18. “El es la imagen del Dios invisible”.
Col. 1:15. “Por tanto, al rey de los siglos inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y
gloria por los siglos de los siglos. Amén”. 1 Tim..1: 17. “El único que tiene inmortalidad, que
habita en la luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, al cual sea la
honra y el imperio sempiterno. Amén”. 1 Tim. 6:16. Es obvio que cuando la Escritura declara
que nadie ha visto a Dios, se refiere a su naturaleza o esencia, que es invisible porque es
Espíritu.
Veamos el otro lado: “Después le apareció Jehová en el encinar de Manre estando él sentado a
la puerta de su tienda, en el calor del día. Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que
estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se
postró en tierra, y dijo: Señor”. (NO Señores) Gen. 18:1-3. “Y subieron Moisés y Aarón, Nadan
y Abiú, y setenta de los ancianos de Israel; y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies
como un embaldosado de zafiro, semejante al cielo cuando está sereno”. Ex. 24-10. “Y dijo
Jehová: He aquí un lugar junto a mí, y tú estarás sobré la peña; y cuando pase mi gloria, yo te
pondré en una hendidura de la peña y te cubriré con mi manto hasta que haya pasado. Después
apartaré mi mano, y verás mis espaldas; mas no se verá mi rostro”. Exodo 33: 21-23. “Y él les
dijo: Oíd ahora mis palabras  cuando haya entre vosotros profeta de Jehová, le apareen visión,
en sueños hablaré con él. No así a mi siervo Moisés, que es fiel en toda mi casa. Cara a cara
hablaré con él, y claramente, y no por figuras. Y verá la apariencia de Jehová”. Num. 12:6-8.
“En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus
faldas llenaban el templo”. Is. 6:1. ¿Cómo reconciliamos las declaraciones de la escritura, que a
Dios nadie le vio, y las que nos dicen que algunos vieron a Dios?
Sencillamente a Dios nadie le vio en su naturaleza o esencia, porque siendo Espíritu es invisible.
A El le vieron en sus manifestaciones, porque Dios siendo invisible usó formas visibles para
manifestarse a sus siervos. Además las declaraciones: “A Dios nadie le vio jamás; y a quien
ninguno de los hombres ha visto ni puede ver, están completadas por manifestaciones que lo
revelan o lo revelarán.
“No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá”. Ex. 33: Los tres versos
siguientes que ya citamos, declaran que Moisés vería la espalda. Juan 1:18 dice: “A Dios nadie
le vio jamás; el unigénito hijo, que está en el seno de¡ padre, El lo ha dado a conocer,
(Revelado). Recordemos cuando le dijo a Felipe: ¿Tanto tiempo hace que ESTOY (No que está,
como si el padre fuera otro) con vosotros y no me ha conocido, Felipe? El que me ha visto a mí,
ha visto al padre. ¿Cómo, pues dice tú:
Muéstranos al Padre?. Juan 14:7. Y en 1 Tim. 6 14-16 “Que guardes el mandamiento sin mácula
ni represión, hasta la aparición de nuestro Señor Jesucristo. LA CUAL (Aparición) a tu tiempo
MOSTRARA el bienaventurado y solo Soberano, Rey de reyes y Señor de señores, el único que
tiene inmortalidad, que habita en la luz marcesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni
puede ver, al cual sea la honra, y el imperio sempiterno. Amén”.
Con estos pasajes se confirma claramente que Dios siendo Espíritu, se ha revelado, manifestado,
o mostrado visiblemente para tratar con el hombre. “E indiscutiblemente, grande es el misterio
de la piedad (santidad>: Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los
ángeles, predicado a los gentiles, creído en el mundo, recibido arriba en gloria”. 1 Tim. 3:16.
El hijo es la irtiagen expresa de Dios. “El cual, siendo el resplandor de su gloria y la imagen
misma de su sustancia”. Heb. 1:3 “El es la imagen del Dios invisible”. Col. 1:15. “En los cuales
el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz
del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios”, porque Dios que mandó que
de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones para
iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz (Cara) de Jesucristo”.
Estas escrituras nos demuestran que a Dios sólo lo vemos en el rostro de Cristo; o dicho de otra
manera, el único Dios que el hQmbre verá es Jesucristo. “He aquí que viene con las nubes, y
todo ojo le verá…”. Apc. 1:17. La Biblia no usa la palabra persQna para referirse a Dios, y
mucho menos habla de tres personas. El término personas designa al nombre. “Entonces Jehová
Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre
un ser viviente (alma o persona viviente) Gén. 2:7. “Todas las personas de la casa de Jacob, que
entraron en Egipto, fueron setenta”. Gén.46-27.
Llamar a Dios persona es limitarlo. La Biblia lo define:
“Dios es Espíritu”. Juan 4:24, y como tal llena el universo, por esto el salmista dijo: ¿A dónde
me iré de tu Espíritu?. ¿Y a dónde huiré de tu presencia?, si subiere a los cielos, allí estás tú; y si
en el sol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba, y habitare en el  
extremo del mar, aun allí me guiará tu mano y me asirá diestra. Si dijere: Ciertamente las
tinieblas me encubrirán; aun la noche resplandecerá alrededor de mí. Aun las tinieblas no
encubren de ti, y la noche resplandece como el día; lo mismo te son las tinieblas que la luz”.
Sal. 139.

Capítulo 4
LAS MANIFESTACIONES DE DIOS

Este unico y verdadero D¡os, que es Espíritu habló (se manifestó) muchas veces y de muchas
maneras a los padres por los profetas. Conocemos por Abraham “El Dios de la gloria apareció a
Abraham, estando en Mesopotamia-antes que morase en Harán”. Hech. 7:2. Si usted lee la
historia de este patriarca, desde el capítulo de Génesis hasta el 22, encontrará que Dios se le
reveló progresivamente. Veamos: “Pero Jehová ha dicho a Abraham; vete de tu tierra y de tu
parentela de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré”.Gn12:1 “Apareció Jehová a
Abraham y le dijo:
Descendencia daré esta tierra. Y edificó allí altar a Jehova quien le había aparecido”. Gén. 12:7.
“Después cosas vino palabra de Jehová a Abraham en diciendo: No temas Abraham, yo soy tu
escudo y tu galardón será sobremanera grande”. Gén. 15:1.
Luego vino palabra de Jehová diciendo: No te heredará un hijo tuyo será el que te heredará”.
Gén. 15:4-7. Y Gén. 15:18. “Era Abraham de 99 años, cuando le Jehová y le dijo: Yo soy el
Dios Todopoderoso; de mí y sé perfecto y pondré mi pacto entre mí y tú, y te multiplicaré en
gran manera. Entonces se postró sobre su rostro, y Dios habló con él . Gen 17:1-3. Después se le
apareció Jehová en de Manre, estando sentado a la puerta de su tienda en el calor del día. “Y
alzó sus ojos y miró y he aquí que tres varones estaban junto a él; y cuando los vio, salió
corriendo de la puerta de su tienda a recibirles, se postró en tierra y dijo: Señor (no señores) si
ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo”. Gén. 18: 1-3. (Léase
todo el capítulo). Note que Abraham vio tres varones pero se dirigió a uno. Señor:
¿Entonces quiénes eran los otros? ¿Serán las otras dos supuestas personas de la trinidad?. Claro
que no, el mismo capítulo nos lo explica.
¿Cuál era el objeto de la visita de Dios a Abraham?
1. – Confirmar a Abraham y a Sara el nacimiento de su hijo. Versos 9-15.
2.- “Jehová dijo: ¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer, habiendo de ser una nación
grande y fuerte y habiendo de ser en él benditas todas las naciones de la tierra? Versos 17-18. Y
los varones se levantaron de allí, y miraron hacia Sodoma; y Abraham iba con ellos
acompañándolos; Verso 16; “Y se apartaron de allí los varones, y fueron hacia Sodoma; pero
Abraham estaba aún delante de Jehová”, verso 22, “Y se acercó Abraham y dijo: ¿Destruirás
también al justo con el impío?”, verso 23; allí en donde Abraham hizo la famosa oración
intercesora por los posibles justos que moraban enSodoma.Note cómo terminó esta oración. “Y
Jehová se fue luego q’,, acabó de hablar a Abraham; y Abraham volvió a su lugar Verso 33. “Y
llegaron pues los dos ángeles a Sodoma la caída de la tarde; y Lot estaba sentado a la puerta de
Sodoma”. Gén. 19:1.
Como podemos ver, Jehová vino a la tienda de Abrahai acompañado de dos ángeles, quienes
fueron a cumplir la misión de sacar a Lot y a su familia, y a ejecutar castigo sobre las ciudades
mencionadas, ya que los án les son ministros ejecutores de los juicios de Dios. Sal 103: 20. Las
diversas maneras en que Dios se manifestó a Abraham, no multiplicó la Deidad.
Veamos las manifestaciones a Moisés: “Y se le apareció el ángel de Jehová en una llama de
fuego en medio de una zarza; y él miró y vio que la zarza no se consumía. Entonces Moisés
dijo: “Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema. Viendo Jehová
que él iba a ver, lo llamó Dios en medio de la zarza, y dijo: Moisés, Moisés, y él respondió:
Heme aquí. Exodo :1-6. Nótese que dice que le apareció el ángel de Jehová, viendo Jehová que
él iba a ver, lo llamó Dios y se identificó como el Dios de Abraham, Dios de Isaac y  de Jacob.
En en el discurso de Esteban en los hechos de los apóstoles 7: 30-38, él cita este hecho
idénticamente. De manera que aquí como en Génesis 18. Dios se manifestó forma angelical;
esta primera manifestación a Moisés para su llamamiento a liberar a Israel. Cuando ya  Moisés
sacó a Israel de Egipto y lo llevó al desierto del Sinaí, Jehová dijo a Moisés: “He aquí yo vengo
a ti en nube espesa, para que el pueblo oiga mientras yo contigo, y también para que te crean
para siempre”. Exodo 19:9. “Y Moisés sacó al pueblo del campamento recibir a Dios; y se
detuvieron al pie del monte”.  Exodo 19:17-20 y 20:18-26. Aquí Dios se reveló en la y en fuego
con voz tronante. Luego en el capítulo vemos a Moisés y a los ancianos en el monte Sinaí on a
Dios de Israel, versos 9,10, 15 y 18. Este Dios le apareció en la zarza, en la nube y en el monte,
le dice:  “Harán un santuario para mí y habitaré en medio de ellos.  Exodo 25:8. Este santuario
se llamó el Tabernaculo Y no podía Moisés entrar en el Tabernáculo de reunión  porque la nube
estaba sobre él, y la gloria de Jehova lo Llenaba”. Exodo 40: 34-48. A partir de la manifestación
de Jehová en el tabernáculo, el monte quedó atrás; no se vuelve a registrar que el Señor llame a
Moisés desde el monte Sinaí; por el contrario, el libro de Levítico, comienza con estas palabras:
“Llamó Jehová a Moisés, y habló con él desde el tabernáculo de reunión diciendo. Lev. 1:1. A
lo largo de la peregrinación por el desierto y en la conquista de la tierra prometida. Dios habló
desde el tabernáculo a sus siervos y a su pueblo. También a Moisés Dios se le manifestó de
varias maneras: La zarza, la nube, la columna de fuego, el ángel de Jehová y el Tabernáculo.
Este varón que conoció a Jehová más íntimamente que cualquier otro y por ende ocupó un lugar
especial, com lo demuestran estas declaraciones: “Oíd ahora mis palabras. Cuando haya entre
vosotros profeta de Jehová, aparecerá en visión, en sueños hablaré con él. No así mi siervo
Moisés, qúe es fiel en toda mi casa. Cara a cara hablaré con él, y claramente, y no por figuras; y
verá apariencia de Jehová”. Núm. 12:1-8. Este Moisés es el que advirtió a Israel con estas
palabras: “Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, anunciare señal o
prodigios, y si se cumpliere la señal o  prodigios que él te anunció diciendo: Vamos en pos
dioses ajenos, que no conociste y sirvámosles; no darás oído a las palabras de tal profeta, ni al
tal soñador sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando para saber si amáis a Jehová
vuestro Dios con corazón, y con toda vuestra alma. En pos de vuestro Dios andaréis; a él
temeréis, y guarda sus mandamientos y escucharéis su voz; a él serviréis y seguiréis. Tal profeta
o soñador de sueños ha d muerto, por cuanto aconsejó rebelión contra Jehová vuestro Dios”.
Deut. 13: 15. (Léase el resto del capítlo)
Pasemos a otra época, en los días de los jueces, Israel había caído varias veces en manos

de sus  empleados , a causa que los caminos quedaron abandonados los que andaban
por las sendas se apartaban por senderos torcidos. “Las aldeas quedaron abandonadas en Israel,
habían decaído hasta que yo, Débora me levanté, me levanté como madre en Israel. Cuando
escogían nuevos dioses la guerra estaba a las Puertas; ¿se veían escudo o lanza entre cuarenta
mil en Israel?”. Jueces 5: 6-8. En este tiempo en que Dios gobernó a Israel por medio de Jueces,
el capítulo 13 nos relata que el ángel de Jehová  apareció a la mujer de Manoa, le Prometió que
aunque estéril, concebiría y daría a luz un hijo, que sería nazareo a Dios desde su nacimiento, y
comenzaría a salvar a Israel de los Filisteos. Cuando esta mujer contó su marido que le había
aparecido un varón de Dios, Manoa oró a Jehová pidiendo que volviera aquel varón que “Nos
enseñe lo que hayamos de hacer con el  o que ha de nacer”. Y Dios oyó la voz de Manoa y el
ángel de Jehová volvió otra vez a la mujer, estando en el campo. Ella corrió y avisó a su marido,
quien vino y habló con el ángel. Manoa hizo detenerlo y ofrecerle un cabrito. Pero el ángel de
Jehová respondió a Manoa: Aunque me detengas no comeré de tu pan; mas si quieres ofrecer
sacrificio, ofrécelo a Jehová. “y no sabía Manoa que aquel ángel fuese el Angel de Jehova´.   
Además, Manoa preguntó al ángel por su nombre como en el caso de Jacob, respondió: “Por
qué preguntas por mi nombre que es Admirable?”. La conclusión de  Manoa fue; “Ciertamente
moriremos Porque a  Dios hemos Visto”.
Considero que estas manifestaciones son suficientes para demostrar  escrituralmente que en
todas ellas se revela al Verdadero Dios: “JEHOVA DE LOS EJERCITOS”

Capítulo 5
LAS  PROMESAS DE DIOS DE  MANIFESTARSE EN CARNE

Por tanto el Señor mismo nos dará señal: He aquí que v¡rgen concebirá y dará a luz un hijo, y
llamará su nombre Emmanuel (Dios con nosotros). Isaías 7:14. Mas habrá siempre oscuridad
para la que está ahora en anmgustia, tal como la aflicción que le vino en el tiempo livianamente
tocaron la primera vez a la tierra de Zabulón, y a la tierra de Neftalí. “Pues al fin llenará de
Gloria al camino del mar de aquel lado del Jordán, en Galilea de los gentiles. El pueblo que
andaba en tinieblas vió  gran luz; los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz
resplandeció sobre ellos”. “Porque un niño es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su
hombro; y se llamará su nombre admirable, consejero, fuerte, padre eterno y príncipe de paz”.
Lo dilatado de su  imperio y la paz no tendrán límite, sobre el trono de David y sobre su reino,
disponiéndolo y confirmándolo  en justicia desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los
ejércitos hará esto”. Is. 9: 1, 2, 6 y 7. una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará raíces”.
Is 11:1. “Porque Jehová es nuestro juez, es nuestro legislador, Jehová es nuestro Rey; él nos
salvará”. Is. 33:22. Decid a los de corazón apocado “Esforzaos, no temáis, he aquí que vuestro
Dios con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y ¡Os salvará¡. Is. 35:4. “Voz que clama en
el desierto: preparad camino a Jehová; enderezad calzada en la soledad A nuestro Dios”. Is.
40:3. “Súbete sobre un monte alto, anunciadora de Sión; levanta fuertemente tu voz anunciadora
de Jerusalén; levántala, no temas; di a las ciudades de Judá: ¡Ved aquí al Dios vuestro!. ¡He aquí
que Jehová el Señor vendrá con poder, y su brazo señoreará!; he aquí que su recompensa viene
con él, y su paga delante de su rostro. Como pastor apacentará sus ovejas, su rebaño; en sus
brazos llevará los corderos, y en su seno los llevará; pastoreará suavemente a las recién
paridas”. k.40:9-11, “porque así dijo Jehová el Señor: Mi pueblo descendió a Egipto en tiempo
pasado, para morar allá, y el asirio lo cautivó sin razón”. Y ahora ¿qué hago aquí, dice Jehová,
ya que mi pueblo es llevado injustamente?. Y los que en él se enseñorean, lo hacen aullar, dice
Jehová, y continuamente es blasfemado mi nombre todo el día. Por tanto mi pueblo sabrá mi
nombre por esta causa en aquel día; porque yo mismo que hablo, he aquí estaré presente”. Is.
52: 4-6. “He aquí vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará
como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra. En sus días será salvo Judá, e
Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual le llamarán:
Jehová, justicia nuestra”. Jer. 23: 5-6. (Aunque esta escritura como la de Isaías 11 habla sobre la
segunda venida para reinar, esto es válido, ya que la segunda venida e consecuencia de la
primera). “Rodéate ahora de muros, hija de guerreros; nos han sitiado; con vara herirán en
mejilla al juez de Israel. Pero tú, Belén, Efrata, pequeña? para estar entre las familias de Judá de
ti me saldrá que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la
eternidad. Miq. 5:12.”Porque así dice Jehová de los ejércitos: De aquí a poco yo haré temblar
los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; y haré temblar a todas las naciones, y vendrá el
deseado De todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los Ejércitos”.
Hag. 2: 6-7. “He aquí yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí, y
vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel del pacto, a quien
deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los Ejércitos”. Mal. 3:1.
Las escrituras antes citadas demuestran claramente que el Dios de Israel prometió venir a su
pueblo en una nueva revelación, pero como nos dice San Juan En el mundo estaba, y el mundo
por él fue hecho; pero el mundo no le conoció. A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron”.
Juan 1:10-11. Este hijo que nació de la virgen, de quien el escritor a los hebreos nos dice que en
estos postreros días ha hablado por el hijo, es de quien San Pablo nos dice: “Grande es el
misterio de la piedad:
Dios fue manifestado en  carne. 1 Tim. 3:16. Esta es la revelación de Dios en el Nuevo
Testamento.

Capítulo 6
LA REVELACION DE DIOS EN EL NUEVO TESTAMENTO
CRISTO, REVELACION DE DIOS

Habiendo visto las distintas manifestaciones a lo largo del Antiguo Testamento, nos damos
cuenta que como dice Hebreos 1:1: Dios habló, se reveló, se mostró muchas veces y de muchas
maneras. Ahora pasamos a la segunda parte o división que nos da la escritura: “En estos
postreros días nos ha hablado por el hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien
asimismo hizo el universo; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su
sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder. Heb. 1: 2-3.
Quién es este hijo? Dejemos que la escritura nos lo diga:
Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te
cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo ser que nacerá, será llamado hijo de Dios”.
Luc. 1:35. “Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su hijo nacido de mujer
y nacido bajo la ley”. Gál. 4:4. Estas declaraciones nos revelan que lo que la Biblia designa
como el hijo de Dios, es la humanidad de Jesucristo, que nació de mujer: Dios no envió a un
hijo que había en el cielo, pues para que hubiese un hijo en el cielo, se necesitaba una madre en
el cielo, y como es claro la madre estaba en la tierra, además la escritura dice: “Tú eres mi hijo,
yo te he engendrado hoy”; hijo es el que se engendra y nace. Note que el que engendró al hijo
fue el Espíritu Santo, y este no es una tercera persona, porque hay un SOLO Dios. Dios es
Espíritu y es Santo, Espíritu nos habla de su naturaleza y Santo es uno de sus atributos o
cualidades.
Además, el ángel del Señor dijo a José: “No temas de recibira María tu mujer, porque lo que en
ella es engendrado, del Espíritu Santo es”. Mat. 1:20. ¿Cómo fue el enviado? El hijo fue
engendrado, fue nacido. “Creció en su sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los
hombres”. Luc. 2:52. Cuando llegó a la edad de 30 años, fue bautizado.Luc.3:23; pasó la
tentación y para comenzar su ministerio público fue a Nazaret, donde se había criado; y en el
día de reposo entró a la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. “Y se le dió el
libro del profeta Isaías y habiendo abierto el libro halló el lugar donde estaba escrito: “El
espíritu del Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová para dar buenas nuevas a los
pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a proclamar libertad a los
cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del
Señor. Luc. 4:16-19. “Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en
la sinagoga estaban fijos en él, y comenzó a decirles: “Hoy se ha cumplido esta escritura delante
de vosotros”. Luc. 4: 20-21. En este pasaje, el mismo Señor nos dice cuándo fue enviado y de
dónde; cuándo comenzó su ministerio público; así lo entendía el apóstol Pedro: Dios envió
mensaje a los hijos de Israel, anunciando el evangelio de la paz por medio de Jesucristo; éste es
el Señor de Todos. “Vosotros sabéis lo que se divulgó por toda Judea, comenzando desde
Galilea, después del bautismo que predicó Juan: Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con
poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos
del diablo, porque Dios estaba con él. Hec. 10: 36-38. “Hubo un hombre enviado de Dios, el
cual se llamaba Juan”. Juan 1:6. ¿Pensaremos que porque Juan fue enviado de Dios, ¿vino del
cielo?. Claro que no. Moisés y muchos otros fueron enviados de Dios a cumplir una misión en
la tierra. El hijo es la manifestación de Dios en carne. 1 Tim. 3:16; Hebreos 1: 2-3.    Para
entender y conocer el hijo como al padre, se necesita la revelación según las mismas palabras
del señor Jesús.
Veámoslo:
En aquel tiempo, respondiendo Jesús dijo: Te alabo. Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque
escondiste estas cosas a los sabios y entendidos, y las revelaste a los niños. Sí padre, porque así
te agrado”. “Todas las cosas me fueron entregadas por mi padre; y nadie conoce al h¡jo, sino el
Padre, ni al padre conoce alguno, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar”. Mt.
11:25-27.
Como puede ver, esto no es tan simple; nadie conoce al Hijo, sino el Padre, y sólo cuando él lo
revela, la mente del hombre lo entiende; mirémoslo a través del evangelio. Viniendo Jesús a la
región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que
es el Hijo del hombre?. Dijéronle unos, Juan el Bautista, otros Elías, y otros, Jeremías, o alguno
de los profetas. Cuando Jesús hizo esta pregunta ya había recorrido intensamente toda Galilea,
había demostrado su poder sa nando a multitudes, y había dado muchas de sus enseñanzas pero
los hombres sólo le reconocían como un profeta. Cuando los discípulos respondieron conforme
a la opinión de las gentes, él dirigió la pregunta a ellos, y viene lo sorprendente. Ellos tampoco
sabían quién era él. Sólo la iluminación del padre en la mente de Pedro la revelación sobre la
cual el Señor edifica su Iglesia.
TU ERES EL CRISTO, EL HIJO DEL DIOS VIVIENTE”. 16: 13-20. Sabemos que esta es una
revelacióp Jesús dijo a Pedro: “Bienaventurado eres, Simón hijo de Jonás, porque no te lo reveló
carne ni sangre sino mi padre que está en los cielos. Aquí tenemos al Padre revelando al Hijo.
Lo mismo sucedió en el caso de Natanael. Felipe halló a Natanael, y él le dijo: “Hemos hallado
a aquel de quien escribió Moisés en la Ley, así como los profetas: A Jesús, el hijo de José de
Nazaret. Natanael le dijo: ¿Acaso de Nazaret puede salir algo bueno? Le dijo Felipe: Ven y ve.
Cuando Jesús a vio a Natanael que se le acercaba, díjole él: He aquí un verdadero israelita, en
quien no hay engaño.
Le dijo Natanael: De dónde me conoces? Respondió Jesús y le dijo: Antes que Felipe te llamara,
cuando estabas debajo de la higuera, te ví. Respondió Natanael y le dijo: “RABI, TU ERES EL
HIJO DE DIOS; TU ERES EL REY DE ISRAEL”.
Juan 1: 45-49. Nuevamente la revelación de que estaba ante el Omniciente, hizo confesar a
Natanael que Jesús era no sólo el hijo de Dios, sino también el Rey de Israel. Más tarde, el
Señor Jesús en el sermón del pan de vida, dijo: “Ninguno puede venir a mí, si el padre que me
envió no le trajere”, y Yo le resucitaré en el día postrero”. Juan 6:44.
San Pablo nos lleva más allá al decimos: “Nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu
Santo”. 1 Cor. 12:3. En conclusión, el conocimiento de que Jesús es Cristo, el Hijo de Dios
viviente, es por revelación. Pero esto no es todo. Cuando Natanael confesó: Tú eres Hijo de
Dios, tú eres el Rey de Israel, Jesús le dijo: “Cosas mayores que estas verás”. Juan 1: 50 -51.   
Ahora veamos  otra parte. Nadie conoce al Padre, sino el Hijo y  aquien    a  el Hijo lo quiera
revelar”. Mat. 11:27. Así con el Padre reveló al hijo, veamos ahora al hijo revelan’ al Padre:
“Yo soy el que doy testimonio de mí mismo y el Padre que me envió da testimonio de mi. Ellos
dijeron: “¿Dónde está tu Padre?. Respondiendo  Jesús dijo: Ni a mi me conocéis, ni a mi padre;
si a mí conociéseis, también a mi padre conoceríais”. Juan 8 .18-19. Los que cuestionaban al
Señor Jesús, por haber dicho: YO SOY LA LUZ DEL MUNDO arguían que daba testimonio de
sí mismo. El le dijo que ellos no conocían al Padre, porque no le conocían a él, que si le
conocieran a él, conocerían también a su Padre. Esta misma pregunta fue hecha por Felipe pero
reverentemente: “Señor, muéstranos al Padre y nos basta. Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que
estoy (no está hablando de otro) con vosotros, y no me has conocido Felipe?. El que me ha visto
a mí, ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú, muéstranos al Padre?. ¿No crees que yo soy en el Padre,
y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el
Padre que mora en mí, él hace las obras”. Juan 14: 7-10. En estos textos vemos claramente al
hijo revelando al Padre. El Hijo declara que el Padre mora en él; él no le mostró a felipe un
Padre en el cielo, o aparte de él, sino en El.
Los apóstoles siguieron esta doctrina: San Pablo nos dice:   Dios estaba en Cristo reconciliando
al mundo consigo mismo”. 2 Cor. 5: 18-19. “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías
y huecas sutilezas, según las traciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y
no según Cristo. Porque en él habita corporalente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis
completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad”. Col. 2: 8-10.
Sea que miremos a Cristo en los días de su carne andando entre los hombres, en los evangelios;
o sea que lo miremos qloria en las epístolas, Dios está en él, porque El es la imagen de Dios
invisible, a Dios sólo lo vemos en la (cara) de Cristo.
Esto le ofrece dificultad a los que piensan en la Deidad persona, pues una persona no puede
estar dentro de una            persona; pero como lo declara la escritura no hay problema, ya que el
Padre es Espíritu, la Deidad, que habita en la humanidad que es el Hijo, en el hombre. Para
tener mejor comprensión de como Dios nos ha hablado por el Hijo, en estos postreros días,
veamos los cuatro diferentes aspectos que los evangelios nos ofrecen de Cristo en los días de su
carne.

Capitulo 7
CRISTO EN LOS EVANGELIOS

Siendo regla para todo intérprete de las escrituras, reconocer que la Biblia tiene sus propias
divisiones; y que cada uno de los libros fueron escritos con un propósito determinado; veamos
con qué propósito escribieron cada uno de los evangelistas, y cómo presenta a Cristo cada uno
de ellos.
San Mateo
El propósito por el cual San Mateo escribió el Evangelio que lleva su nombre, fue el de registrar
mediante una serie de secuencias, la venida de Jesucristo, como el Mesías Rey de Israel, y
mostrar la oposición de su pueblo y el rechazo al Rey y a su reino.
1.- La primera sección se ocupa de  su genealogía, partiendo de Abraham hasta David; probando
que Cristo es la simiente de Abraham en quien serán benditas todas las naciones de la tierra.
Ge .15:1-21.
Siguiendo con David por la línea de los reyes de Judá, hasta llegar a José, marido de María, de
la cual nació  Jesús llamado el Cristo; demostrando el cumplimiento pacto Davídico; 2 Samuel
7:1-29, presenta a Cristo es la simiente de Abraham y el retoño de David, y mo tal es el
heredero del trono de Israel; además, enrando en el mundo mediante el nacimiento virginal.
2. – El  homenaje de los gentiles representado en  la visita Y adoración de los Magos del
Oriente, y el rechazo de su Pueblo, representado en la ira de Herodes y su intento de destruir al
Rey de los Judíos. Cap. 2.
3. – La predicación del Heraldo o precursor; ningún gobernante o Rey se presenta asimismo,
Juan el Bautista tuvo el honor de presentar a su pueblo al Rey prometido, según las escrituras.
Is. 40: 3-4; Hag. 2:7; Mal. 3:1; Mat. 3 1-12.
4. – La unción del Rey, la investidura para reinar. Todos los reyes y sacerdotes de Israel
recibían la investidura mediante la unción. Mt. 3: 13-17.
5. – La victoria del Rey sobre el usurpador de este mundo: satanás, al vencerlo demostró su
derecho a reinar. Mat. 4: 1-11
6. – La proclamación de su reino y su autoridad Real, se demuestra por su capacidad de traer a
los hombres a la obediencia.  Mat.    4:12-22.
7. – Los planteamientos del Rey. Todo gobernante, al tomar posesión del cargo, en su
discursolantea su plan de gobierno. Este discurso llamado el Sermón del Monte, describe:
a. – Sus súbitos en las bienaventuranzas. Mt. 5: 1-16.
b. – El  Rey y la ley de Moisés, así como Moisés subió al monte para recibirla, Cristo subió al
monte y sentándose, les enseñaba: “Oísteis que fue dicho a los antiguos, pero Yo os lo digo:
Sólo el legislador puede cambiar la ley, esto demuestra que él también es el legislador”. Porque
Jehová es nuestro juez, Jehová es nuestro legislador, Jehová es nuestro Rey; él mismo nos
salvará”. Is. 33:22; Mat. 5:17-20.
c. – Jesús revela las falsas interpretaciones que los fariseos tenían de la ley. Mat. 5: 21-48.
d. -Jesús revela las falsas prácticas de los fariseos. Mat. 6:1-21.
e.- Se dan las instrucciones para entrar al reino, mediante la regla de oro y la verdadera justicia.
Mat. 7: 7-29.
8. – Las credenciales del Rey para autenticar sus afirmaciones con respecto a su oficio
Mesiánico. Jesús despliega su poder en una serie de milagros registrados en capítulos 8 y 9,
demostrando su autoridad sobre toda la creación; a) El sana al leproso, al siervo del centurión y
a la suegra de Pedro, demostrando su poder y autoridad sobre los males que afligen a la
humanidad; b). El reprendió los vientos y el mar, trayendo grande bonanza; c) Liberó los
endemoniados gadarenos, demostrando su poder contra los demonios y el infierno; d) Perdonó
los pecados al paralítico, ejerciendo su prerrogativa de perdonar pecados, prerrogativas
exclusivas de Dios; e) Resucita la hija de Jairo, demostrando su poder y autoridad sobre la
muerte; f) Le da la vista a dos ciegos, mostrando su poder sobre las tinieblas, ya que él es la luz
del mundo; g) Le dio el habla al mudo. Por estos milagros Jesús demostró ser el prometido en
las escrituras. Is. 35: 4-6; Is. 61:1.
9. – Además de todos estos hechos que lo declaran el Rey de Israel con toda autoridad, llamó a
sus discípulos y les dio AUTORIDAD. Sólo el que tiene autoridad puede delegaría.
10.- Este Evangelista es el que agrupa mayor número de parábolas que explican el reino. El
capítulo 13 registra 7.11.- Finalmente: Cuando el hijo del hombre venga en su gloria y todos los
santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él
todas las naciones; y apartará los unos dc los otros. Como aparta el pastor las ovejas de los
cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha, y a los cabritos a su izquierda. Entonces el Rey dirá a
los de la derecha: Venid, benditos de mi Padre”. Mat. 25: 31-34. Esta cita final nos muestra que
El no sólo es Rey de Israel, sino de todas las naciones.
San Marcos no traza genealogía, ya que esta sólo se hace de los príncipes y de los reyes. El
objeto del evangelista es presentarnos a Cristo como siervo que vino no a ser servido, sino a
servir y a dar su vida en rescate por muchos. Marcos 10:45.
De ahí, que encontramos un salto de tiempo como de mil quinientos años, entre el punto de
partida de Mateo que lo hace de Abraham; y Marcos que lo hace desde Isaías 40:3. “Principio
del evangelio del hijo de Dios. Como está escrito en Isaías Profeta. Mc. 1: 1-12. Otra
particularidad de este evangelio es que no es el de los discursos o enseñanzas, sino el de los
hechos; aquí encuentra usted a Cristo, trabajando, obrando, y sólo encuentra tres parábolas.   
Sólo en este evangelio se dice en el Sermón profético:
“Pero de aquel día y de la hora nadie sabe, ni aun los ángeles del cielo, ni el hijo sino el Padre.
Mr. 13:32. Este versículo usado frecuentemente por los que desconocen la Deidad de Jesucristo,
como arma de contradicción, no toman en cuenta que Marcos nos habla de la humanidad y
humillación y como siervo está sirviendo pueblo. Y que él mismo dijo que el siervo no sabe lo
que hace su señor. Juan 15:15.
San Lucas
Este evangelista nos presenta a Cristo, como al Hijo hombre. ‘Porque el Hijo del hombre vino a
buscar y a salvar lo que se había perdido”., Luc. 19:10.
Lucas nos traza la genealogía de Cristo, ascendiendo José hasta Adán, el primer hombre,
probando con esto que él es la simiente de la mujer, que magullaría la cabeza de la serpiente,
según la primera promesa de Dios al primer hombre. Gén. 3:15, y con esto se demuestra la
universalidad de su mensaje y obra; a diferencia de Mateo que nos da un linaje real para probar
su mesianismo a Israel.
Lucas presenta a Cristo como el varón perfecto, por esto es el único que nos habla de la
adolescencia y juventud de Cristo, sólo él nos decía que crecía en sabiduría y en estatura y en
gracia para con Dios y los hombres. Luc. 2:52. Sólo él nos cuenta el incidente de los 12 años 2:
41-52. También, sólo este evangelista nos dice que al comenzar su Ministerio era como de 30
años, que es la edad cabal de un hombre. Luc. 3:23. O dicho de otra forma, Dios esperó que su
hijo llegara al desarrollo cabal, a la edad perfecta para enviarlo a cumplir su ministerio terrenal.
Luc. 4: 16-21. Es el evangelio de todos porque todo viene de él, él recibía a los publicanos,
como Zaqueo.  Sólo Lucas nos cuenta de la conversión del ladrón en la es el único que nos
cuenta de una mujer pecadora que le ungió los pies. 7: 36-50. Es el evangelio que nos habla de
las mujeres que seguían y servían a Jesús de sus haciendas. Luc. 8: 1-3.
el evangelio del gozo: comienza con esta hermosa nota: “Os damos nuevas de gran gozo que
será para todo pueblo”. En el centro tenemos el gozo del pastor que recupera la oveja perdida; la
mujer que encuentra la dracma perdida y el padre que ve gozoso volver a su hijo rdido a casa.
“Así os digo: Que hay más gozo en el por un pecador que se arrepiente. Capítulo 15, termina
con esta bella nota: “Ellos después de haberle adorado, volvieron a Jerusalén con gran gozo; y
estaban el templo, alabando y bendiciendo a Dios. Amén. Luc.24..52-53.
San Juan
Al entrar a considerar el Evangelio según San Juan, debemos recordar que los tres anteriores
comenzaron o partieron del tiempo o de la historia. Mateo de Abraham, Marcos de Isaías, y
Lucas de Adán, pero Juan no arranca del tiempo porque nos presenta a Cristo en una revelación
mayor o más alta. “Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las
cuales no están escritas en este libro. Pero estas se han escrito para que creáis que Jesús es el
Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre. Jn. 20: 30-31.
Estos versos nos revelan el propósito de este evangelio:
Para que creáis que Jesús es el Cristo, el de Dios. (Dios manifestado en carne). Luc. 1: 35; Gál.
4:4. San Juan para presentarnos a Cristo, se va al principio, ¿Cuál principio?. Pues el único
Génesis que hay.  En ell principio creó Dios los Cielos y la Tierra. En este principio el Verbo ya
era “Y todas las cosas por él fuero hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho’
Juan 1:1-3. San Pablo también nos dice, hablando hijo; que él es antes que todas las cosas. “Y
todas 1 cosas en él subsisten”. Col. 1:17. Lo mismo el escritor de los Hechos nos dice: “Porque
convenía a aquel por
cuya causa son todas las cosas, y por quien todas cosas las subsisten, que habiendo de llevar
muchos hijo a la gloria, perfeccionase por aflicciones al autor de la salvación de ellos”. Heb.
2:10.
Es claro que por estas escrituras, que en el principio el Verbo ya era y que él es la causa y sostén
de to que existe; y precisamente ese es el aspecto que nos presenta en este Evangelio; a Cristo
como el creador por esto sigue diciendo: “En el mundo estaba y el  por él fue hecho, y el mundo
no le conoció”. ‘Ver 10″   Es más, a lo suyo vino, y ellos no le recibieron. todos los que le
recibieron, a los que creen en su nombre les dio  potestad de ser hechos hijos de Di05″. Note
que él fue el que eligió a Israel por pueblo suyo, por eso vino a lo Suyo. Sólo él como el creador
y como el que hizo de Israel su pueblo, podía hacernos sus hijos; ¿y si él no era Dios, cómo
podía hacernos sus hijos?. Veamos las diferencias que distinguen el Evangelio según San Juan.
1. – Punto de partida
Por el punto de partida, Juan nos revela que Cristo es antes de todas las cosas y que él es el
creador y sustentador de todo lo que existe.
2.- Consecuencia del tema
Viendo al creador a quien nos están presentando, su tema es consecuente y nos presenta los
milagros que lo acreditan como tal:
a. – El Primer milagro es el de la transformación del agua vino. Este es el acto creativo, ya que
el agua pertenece reino mineral y el vino al reino vegetal. Con este primer milagro manifestó su
gloria, y sus discípulos creyeron en El (2:1-11).
b -El ciego del capítulo 9 también es un acto creativo, por cuanto este había nacido ciego.  Es
decir, que nunca a visto; que es muy diferente a los otros ciegos que  pudieron recobrar la vista.
c -La resurrección de Lázaro es diferente al caso del hijo la viuda de Naín, ya que este hasta
ahora lo llevaban para el cementerio, y la hija de Jairo que acababa de morir. En el caso de
Lázaro Jesús se quedó a propósito a pesar de la solicitud de sus hermanos; “Entonces Jesús 
dijo”:  Esta enfermedad no es para muerte, sino para la de Dios, para que el Hijo de Dios sea
glorificado en ella. Jn 11:1-4.
Esta señal fue para enseñarnos que El es la resurrección y la  vida, como el darle la vista al
ciego para enseñarnos que él es “La luz del mundo y el que le sigue no andará en tinieblas; y la
multiplicación de loS panes nos enseña que El es el pan de vida; y el que viene a El nunca
tendrá hambre; y el que en El cree no tendrá sed jamás. Jn. 6:35.
3. – Manifestaciones de su gloria
a) Y aquel verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como la del
unigénito del padre, lleno de gracia y de verdad. Jn. 1:14.
b) Manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él. Jn. 2:11.
c) Sino para gloria de Dios, para que el hijo de Dios sea glorificado por ella. Jn. 11:4; Jesús le
dijo: ¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios? Jn. 11:40.
4. – Los YO SOY
Esta expresión usada por el Señor Jesús y registrada sólo por San Juan, es la misma que empleó,
cuando se manifestó en la zarza a Moisés, y éste le dijo: “He aquí que llego Yo a los hijos de
Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntan
cuál es su nombre, ¿Qué les responderé?. Respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y
dijo: Así dirás a los hijos de Israel YO SOY me envió a vosotros”. Ex. 3:13-14. Esta expresión
quiere decir el que existe por sí mismo. El Eterno Presente. Veamos cómo el Señor la usó para
revelarse: Cuando la mujer samaritana dijo, que cuando el Mesías viniera nos declararía todas
las cosas, Jesús le dijo: “YO SOY, el que habla contigo”. 4: 25-26. “YO SOY EL PAN DE
VIDA”. 6:35; “YO SOY LA LUZ DEL MUNDO”. 8:12: “Antes que Abraham fuese YO SOY.
8:58; YO SOY LA PUERTA”. 10: 7-9; “YO SOY EL BUEN PASTOR”. 10:14; “YO SOY LA
RESURRECClON Y LA VIDA”. 1 1:25.”YO SOY LA VID VERDADERA’.’15:1; Cuando les
dijo YO SOY, retrocedieron y cayeron a tierra. 18:6.
5.-        El lenguaje
El lenguaje de Cristo como el Hijo y su relación con el Padre, también es único en este
evangelio. “Si me conociéreis, también a mi Padre conoceríais”. 8:19. “Yo y el Padre UNO
somos”. 10:30; Jesús clamó y dijo: “El que cree en mí, no cree en mí, sino en el que me envió; y
el que me ve, ve al que me envió”. 12: 44-45. “Nadie viene (no nadie va) al Padre, sino por mí”.
“Si me conociéseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conoceis, y le habéis
visto”. “Felipe le dijo: Muéstranos al Padre y nos basta. Jesús le dUo: Tanto tiempo hace que
estoy (no está hablando de otro) con ‘vosotros ¿y no me has conocido Felipe? El que me ha
visto a mí, ha visto al Padre; ¿Cómo pues, dices tú: Muéstranos al Padre?. ¿No crees que YO
SOY en el padre, y el Padre en mi? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia
cuenta, sino que e] Padre que mora en mí, él hace las obras. Créeme que YO SOY en el padre, y
el Padre en mí; de otra manera, creedme por lás mismas obras”. 14: 6-11.
Estos cuatro aspectos de Cristo presentados por los evangelistas cuando él anduvo entre los
hombres, estaban tipificados en el Tabernáculo del desierto, donde el velo hermosísimo estaba
colgado de cuatro columnas. Ex. 26:31-32. También en la revelación que recibió Ezequiel de la
gloria de Dios, como en lo que San Juan vio en el cielo cuando fue en Espíritu; y vio: Cuatro
seres vivientes que tenían, el primero cara de león (Símbolo del reino), el segundo cara de buey
o becerro (Animal de servicio), cara de hombre y cara de águila. Estas cuatro caras también nos
figuran las características de Cristo en el evangelio y de ahí que sean cuatro y no tres
o cinco.Ex.1:10: Apc. 4:7.

Capítulo 8
CRISTO EN LOS  HECHOS Y  LAS  EPISTOLAS

“En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de las cosas que Jesús comenzó a hacer y a
enseñar, hasta el día que fue recibido arriba, después de haber dado mandamientos por el
Espíritu Santo, a los apóstoles que había escogido”. Hech. 1: 1-2.
San Lucas nos da en dos tomos, el Evangelio y los Hechos, la historia del Cristianismo en los
primeros 65 años aprdximadarnente, partiendo desde la anunciación del ángel a Zacarías, padre
de Juan el Bautista y terminando con el encarcelamiento de San Pablo en Roma, en una casa de
alquiler. Lc. 1:5; Hech. 28: 30-31.
Tanto Lucas como los otros evangelistas, nos presentan a Cristo en los días de su carne,
andando entre los hombres, enseñando mediante sus hechos y revelándose a su pueblo.
En este período de tiempo, Jesús dijo: a sus discípulos:
“Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga
el Espíritu de verdad, élos guiará a toda verdad”. Jn. 16: 12-13. Y también dijo que el Espíritu
no vendría hasta que él no fuera glorificado. Jn. 7:39. “Pero yo os digo la verdad: Os conviene
que yo me vaya; porque si no me fuese, el consolador no vendría a vosotros; más si me fuere, os
lo enviaré. Jn. 16:7. La resurrección, ascensión y glorificación del Señor Jesús, nos introduce en
una etapa distinta de la revelación”. De manera que nosotros de aquí en adelante a nadie
conocemos según la carne; y aun si a Cristo conocimos según la carne, ya no lo conocemos así”.
2 Cor. 5:16.
Es importantísimo que el estudiante dé las escrituras y particularmente de este tema, lo ubique
en la etapa correspondiente a la revelación de Dios. Así no hallará las supuestas contradicciones
que algunos ven y discuten. En el Nuevo Testamento hay tres etapas que debemos distinguir:
1. – Cristo según la carne lo vemos en los evangelios, que nace de una virgen, y crece en
estatura, en gracia, delante de Dios y de los hombres. Al llegar a la estatura perfecta es investido
con la unción y enviado a cumplir lo que estaba escrito de él, en la ley, los profetas y los salmos.
2. – Cristo resucitado de entre los muertos. Lo vemos en los capítulos finales de los evangelios y
en los primeros versos de los hechos, que apareció durante cuarenta días y les habló del Reino
de Dios a sus discípulos. En estas diversas apariciones, al principio no le conocieron. María lo
confundió con el hortelano, pero cuando él le habló, ella lo conoció por la voz. Juan 20:11-18.
Los caminantes de Emaús lo confundieron con un peregrino atrasado de noticias, pues cuando él
se les sumó en su compañía, y les dijo: “Qué pláticas son estas y por qué estáis tristes?”. Cleofás
respondió: “¿Eres tú el único forastero de Jerusalén, que no has sabido las cosas que en ella han
acontecido en estos días?”. Luc. 24: 13-35. En esta ocasión le conocieron en la aldea al partir el
pan; después se les apareció nuevamente y les abrió el sentido para que entendieran las
escrituras y les dijo: “Que las cosas que habían sucedido estaban escritas en la ley, los profetas y
los salmos. Lc. 24: 36-53. Estas escrituras nos demuestran que cuando Cristo resucitó con
cuerpo de inmortalidad, se aparecía a los mortales, por lo que los discípulos lo confundieron con
otras personas. “Sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la
muerte no se enseñoreará más de él”.
Ro 6: 9-10.
3. – Cristo glorificado. A partir de la ascensión y glorificación de Cristo, sólo se registra de tres
que lo vieron. Esteban, su testigo que fue arrastrado y llevado ante el concilio y acusado de
predicar que “Jesús de Nazaret, destruiría este lugar (el templo) y cambiaría las costumbres que
nos dio Moisés. Entonces todos los que estaban en el Concilio al fijar los ojos en él, vieron su
rostro como el rostro de un ángel”. Hech. 6:13-15; el discurso de Esteban registrado en el
capítulo 7, es la defensa de él que hizo ante el Concilio, y concluyó con estas palabras:
“He aquí veo los cielos abiertos, y al hijo del hombre que está a la diestra de Dios. Diestra es el
lugar de poder, el trono del universo, donde él se sentó, sobre todo imperio, potencia y potestad.
“Tu diestra, oh Jehová ha sido magnificada en poder; Tu diestra oh Jehová, ha quebrantado al
enemigo”. Exodo 15:6. Porque no se apoderaron de la tierra por su propia espada, ni su brazo
los libró, sino TU DIESTRA, y tu brazo, y la luz de tu rostro, porque te complaciste en ellos.
Sal. 44:3. La Diestra de Jehová hace proezas. LA DIESTRA de Jehová es sublime; LA
DIESTRA de Jehová hace valentías. Sal. 118: 15-16; y San Pablo nos da la mejor definición de
la DIESTRA al decirnos “La cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a
su DIESTRA al decirnos: que se sentó en lugares celestiales;
SOBRE TODO PRINCIPADO, Y AUTORIDAD Y PODER Y PODERíO Y SOBRE TODO
NOMBRE QUE SE NOMBRA. NO SOLO EN ESTE SIGLO, SINO TAMBIEN EN EL
VENIDERO; Y SOMETIO TODAS LAS COSAS BAJO SUS PIES Y LO DIO POR CABEZA
SOBRE TODAS LAS COSAS DE LA IGLESIA”. Ef. 1: 20-22.
Es apenas consecuente, que el rostro de Esteban brillara como el de un ángel y soportara el
martirio obrado por sus enemigos, pues estaba contemplando a Jesús a la Diestra de Dios, es
decir, en majestad y gloria.
El segundo que lo vio fue Saulo de Tarso, cuando estaba empeñado en destruir la fe cristiana y,
en el camino a Damasco… “Cuando a mediodía, oh rey, yendo por el camino, vi una luz del
cielo que  sobrepasaba el calor del sol, la cual me rodeó a mí, y a los que iban conmigo.”
Hech. 26: 12-13 y capitulo 9. Esta luz  dejó a Saulo ciego, y el otó una voz que le decía: 
“¿Saulo, Saulo Por qué me persigues?  Dura cosa es dar coces contra el aguijón,  Yo entonces
dije:  ¿Quién eres Señor?   Y el Señor dijo: Yo soy Jesús de Nazareth  a quien tu persigues.  Hch
26:14-15
El tercero que lo vió f ue Juan en la isla de Patmos.  Es muy diciente el que el último libro de la
Biblia comience con estas palabras. “La revelación de  Jesucristo, que  le dió para manitestar a
sus siervos las cosas que deben suceder pronto y la declaro enviándola por medio de su ángel a
su siervo Juan. Apc. 1:1. San Juan había conocido a Cristo según la carne; le había visto
resucitado, era uno de los tres discípulos íntimos, era el discípulo amado, pero he aquí la
revelación de Jesucristo en Gloria. “Yo estaba en Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí,
una gran voz como de trompeta, que decía: “Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último.
Escribe lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: A Efeso, Esmirna, Pérgamo,
Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea. Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo y vuelto
vi siete candeleros de oro, y en medio de los siete candeleros de oro, a uno semejante al hijo del
hombre, vestido con una gran ropa que llegaba hasta sus pies. y ceñido por el pecho con un
cinto de oro, su cabeza sus cabellos blancos como la lana blanca, como nieve sus ojos como
llama de fuego; y sus pies semejantes bronce bruñido, refulgentes como un horno; y su voz
como el estruendo de muchas aguas. Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una
espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza. Cuando
le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su Diestra sobre mí diciéndome: No temas; yo soy
el primero y el último; y el que vivo y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los
siglos, Amén. Y tengo las llaves de la muerte y del hades. Escribe las cosas que has visto, y las
que son y las que han de ser después de estas”. Apc. 1:10-19.
La descripción que nos da Juan de Cristo en gloria, es decir, como él lo vio y como ha de venir,
nos enseña varias cosas importantes. a) Su ropaje, hasta los pies, es el vestido sacerdotal, ya que
él es nuestro pontífice. b) El cinto que ceñía su pecho, es el símbolo del reino. Is. 11: 1-5. c) Su
cabeza y sus cabellos blancos, porque él es el anciano de días. Dn. 7:13. d) Sus ojos como llama
de fuego, porque El es el omnisciente, el que todo lo escruta y lo sabe. 2 Crónicas 16:9. e) Sus
pies semejantes al bronce bruñido, refulgente como en un horno, porque El es el juez de todos;
f) Su voz como el estruendo de muchas aguas, así es la voz del Todopoderoso; Ezequiel 1:24 g)
Su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza, porque El es el sol de Justicia que
traerá salvación en sus alas. Mal. 4:2.
Además de la descripción reveladora, el hecho de que el Señor dijo a Juan: Escribe lo que ves y
envíalo a las siete iglesias que están en Asia, nos enseña: Primero que el Señor quiere que la
iglesia lo mire y lo conozca como El que es y como El ha de venir. Recordemos que la
transfiguración Cristo ante sus discípulos Pedro, Juan y Jacob fue una demostración de su
segunda venida, pues antes de llevarlos al monte dijo: “De cierto os digo que hay algunos de los
que están aquí que no gustaran la muerte, hasta que hayan visto al hijo del hombre viniendo a su
siervo y por medio de El a su iglesia. Esto debe animarnos a los predicadores a seguir el
ejemplo de los primeros apóstoles que salieron de la presencia del concilio gozoso de haber sido
tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre. “Y todos los días en el templo y
por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo. Hech. 5: 41-42.
Con el recorrido que hemos hecho, viendo los diferentes aspectos de Cristo en la carne,
resucitado y en gloria, no habrá dificultad para entender los textos que para algunos son
confusos o aparentan contradicción. Veamos algunos:
En el Sermón profético que se registra en Mat. 24:30. Marc. 13:26 y Luc. 21:27, leemos:
“Entonces aparecerá la señal del Hijo del hombre en el cielo, y entonces lamentarán todas las
tribus de la tierra y verán al Hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y
gran gloria. Aquí se habla del Hijo del hombre, pues como hemos visto anteriormente, los
evangelistas están mostrando a Cristo en carne, andando entre los hombres y de esa condición
habló El. Pero veamos a los apóstoles hablándonos de la misma persona y del mismo hecho
después de la glorificación. “Que guardes el mandamiento sin mácula ni represión, hasta la
aparición de Nuestro Señor Jesucristo la cual (aparición) a su tiempo mostrará el
Bienaventurado y sólo Soberano Rey de reyes y Señor de Señores, el único que tiene
inmortalidad, que habita en la luz inaccesible; a quien ninguno de los hombres ha visto ni puede
ver, al cual sea la honra y el imperio sempiterno. Amén. 1 Tim. 6: 14-16. “Aguardando la
Esperanza Bienaventurada y la manifestación gloriosa de Nuestro gran Dios y Salvador
Jesucristo”. Tito 2:13. “Jesucristo es el mismó ayer, y hoy, y por los siglos. Heb. 13:8. (Esta es
la confesión de fe). “Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado,
por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra”.
2 Pedro 1:1. “Antes bien creced en la gracia y el conocimiento de Nuestro Señor y Salvador
Jesucristo. A él sea la gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén”. 2 Pedro 3:18.
“Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno. Pero sabemos que el Hijo
de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en
el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios y la vida eterna”. 1 Juan 5:20. “Al
único sabio Dios nuestro Salvador sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos
los siglos, amén”. Judas 1:25. “Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor. El que
es y era y el que ha de venir, el Todopoderoso”. Apc. 1:8. Fíjese que aunque en los evangelios
nos dice que el hijo del hombre vendrá en su gloria, las epístolas nos dicen que es el
Todopoderoso. El Señor de señores y Rey de reyes. El solo Soberano, El que habita en la luz
inaccesible, porque cada escritor está presentando a Cristo en circunstancias diferentes como lo
hemos visto antes.
Ahora, después de ver las distintas divisiones de la Biblia y diferentes caracteri~sticas y
aspectos de Cristo a lo largo de la revelación, podemos entender que el Señor Jesús ejerció los
atributos y prerrogativas divinas.

Capítulo 9
DIOS ES OMNISCIENTE

“Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos.
Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos: Sal. 139: 2-3.
“Los ojos de Jehová están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos”. Prov. 15:3. Dice
el Señor que hace conocer todo esto desde tiempos antiguos. Hech. 15:18; otra referencia que
debemos ver:
Prov. 5:21; Mat. 10: 29-30 y 1 Juan 3:20. La Omnisciencia de Dios significa que El es perfecto
en conocimiento; El lo sabe todo. El tiene conocimiento perfecto de todo lo que va a acontecer
entre la familia humana y las naciones; sin embargo, hay algo que Dios no conoce: Otro dios. Is.
44:8. El hecho de que Dios no conoce otro dios hace inútil que el hombre busque un segundo
dios.
Jesucristo ejerció este atributo. Veámoslo: Cuando se acercaron los que cobraban los impuestos,
Cristo le dijo a Pedro: Ve al mar y echa el anzuelo, y el primer pez que saques tómalo y al
abrirle la boca hallarás un estatero; tómalo y dáselo por ti y por mí”. Mat. 17: 24-27. El Señor
envió a Pedro y a Juan diciendo: “Id, preparadnos la pascua para que la comamos”. Ellos
dijeron: ¿Dónde quieres que la preparemos? El les dijo: He aquí, al entrar en la ciudad os saldrá
al encuentro un hombre que lleva un cántaro de agua; seguidle a la casa donde entrare, y decid
al padre de familia de esa casa: El maestro te dice: ¿Dónde está el aposento donde he de comer
la pascua con mis discípulos? Entonces El os mostrará un gran aposento alto ya dispuesto;
preparad allí. Fueron pues y hallaron como les había dicho”. Luc. 22: 8-13. El Señor envió dos
de sus discípulos diciendo: “Id a la aldea de enfrente y al entrar en ella hallaréis un pollino
atado, en el cual ningún hombre ha montado jamás; desatadlo y traedlo. Y si alguien os
preguntare por qué lo desatáis, le responderéis así: Porque el Señor lo necesita. Fueron los que
habían sido enviados, y hallaron como les dijo”. Lc. 19: 28-34. “Cristo dijo a la mujer
sirofenicia: Ve; el demonio ha salido de tu hija”. Mr. 7: 24-30. “Pero Jesús mismo no se fiaba de
ellos, porque conocía a todos y no tenía necesidad de que nadie le diese testimonio del hombre,
pues él sabía lo que había en el hombre”. Juan 2:24-25. Ahora entendemos que sabes todas las
cosas, y no necesitas que nadie te pregunte; por esto creemos que has salido de Djos”; Juan
16:30. “Señor, tú lo sabes todo, tú sabes que te amo”. Juan 21:17.
Dios es Omnipotente
“¿Hay para Dios alguna cosa difícil?”. Gén. 18:14. “Yo conozco que todo lo puedes. Job. 42:2.
El poder de Dios no admite linderos ni limitaciones. En los milagros relatados en los evangelios,
el Señor mostró su poder en todas las esferas: Humana, demoniaca, sobre los vientos y el mar,
sobre la muerte; y vemos esta declaración contundente: “Si yo no hubiese hecho entre ellos
obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero han visto y me han aborrecido a mí y
a mi Padre”. Juan 15:24. Esta declaración descarta la posibilidad de otro Dios hacedor de
maravillas entre ellos (el pueblo de Israel).
Dios es Omnipresente

“¿A dónde me iré de tu Espíritu?, ¿A dónde huiré de tu presencia?. Si subiere a los cielos allí
estás tú; y si en el sol hiciere mi estrado, he aquí tú estás. Sal. 139: 7-8. “No lleno yo, dice
Jehová, el cielo y la tierra”. Jer. 23:24. “Porque donde están dos o tres congregados en mi
nombre. ALLí ESTOY YO en medio de ellos”. Mat. 18:20. “HE AQUí YO ESTOY CON
VOSOTROS todos los días hasta el fin del mundo. Mat. 28:20. “Nadie subió al cielo, sino el
que descendió del cielo; el Hijo del hombre que está en el cielo”. Juan 3:13. Jesucristo poseyó
todas las prerrogativas Divinas:
El ejerció el poder creador: Al transformar el agua en vino. Juan 2: 1-l1; al multiplicar los
panes. Jn. 6:1-13; al darle o crearle la vista al que nació sin ella. Jn.9:1-12.
Jesús perdonó el pecado: “Cómo pues, haría yo este grande mal, y pecaría contra Dios?”. Gén.
39:9; “Contra ti, contra ti sólo he pecado”. Sal. 51:4. “Tus pecados te son perdonados”. Luc.
7:48. “Hijos tus pecados te son perdonados”. Mr. 2:5. “Ni yo te condeno; vete y no peques
más”. Jn. 8:11.
Jesús fue adorado: “Entonces los que estaban en la barca vinieron y le adoraron”. Mat. 14:33.
“Entonces ella vino y se postró ante él”. Mat. 14:25. “Y cuando le vieron, le adoraron, pero
algunos dudaban”. Mat. 28:17. “Ellos después de haberle adorado, volvieron a Jerusalén con
gran gozo.
Lc. 24:52. “Y él dijo: Creo, Señor: y le adoró”. Juan 9:38. La adoración es el reconocimiento a
la Deidad.
Además de estas pruebas irrefutables que Jesucristo es el verdadero Dios, veamos otras que
declaran su Deidad: El ‘verbo era Dios”. Jn. 1:1. “Señor mío y Dios mio Jn. 20:28; Dios sobre
todas las cosas, bendito por los siglos”. Rom. 9:5. “Nuestro gran Dios y SalvadorJesucristo”.
Tito 2:18. “Tu trono, oh Dios por los siglos de los siglos”. Heb. 1:8; Este es el verdadero Dios y
la vida eterna”.
1 Jn. 5:20; “Al único y sabio Dios, nuestro Salvador”. Judas 1:25. Estas evidencias escriturales
de la Deidad de Jesucristo, nos llevan a la conclusión de que Jesucristo es el Verdadero Dios y
el perfecto hombre.
Esto es lo que sucedió con la encarnación del Verbo. “Y Dios se manifestó en carne (Esta
manifestación es lo que se llama hijo). Dios existió eternamente como Espíritu porque esa es su
naturaleza, Dios y el Verbo no son dos, el Verbo es la expresión de él, y Juan lo llamó Dios,
porque así como Ud. no puede separar su expresión o palabra de sí mismo, así no se puede
separar su expresión o palabra de sí mismo, así no se puede separar el Verbo, de Dios… En esta
manifestación se cumplieron las palabras de Abraham a su hijo: “Dios se proveerá de cordero
para el holocausto, hijo mio”. Gén. 22:8. Cristo fue llamado el Cordero de Dios por dos razones
principales: 1) Porque fue Dios quien se proveyó de cordero, en el milagro en que una virgen
concibió del Espíritu Santo, Dios mismo vino sobre aquella mujer y tomó un cuerpo en el que
habitó y se manifestó. 2) Porque fue Dios quien ofreció este cordero. 2 Cor. 5:19 y Heb. 9:14.
“Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el
ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no
tomándole en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la
reconciliación”. 2 Cor. 5: 18-19. El apóstol nos habla en pasado porque se refiere a la
reconciliación como un hecho realizado en la cruz. Ese cuerpo nacido de mujer, fue el que
murió y fue sepultado y ese mismo cuerpo fue resucitado (transformado en cuerpo de gloria e
inmortalidad), y a este hecho se refiere el apóstol cuando dice: “El Dios de nuestros padres
levantó a Jesús, a quien vosotros matásteis colgándole en un madero. A éste, Dios ha exaltado
con su diestra (glorificado) por príncipe y salvador, para dar a Israel arrepentimiento y perdón
de pecados”. Hech. 5:30-31.
Por esa resurrección y exaltación es que hay un hombre en la gloria. “Porque hay un solo Dios,
y un solo mediador entre Dios y los hombres. Jesucristo Hombre”. 1 Tim. 2:15 y Juan 3:13. Esta
mediación no es como las mediaciones humanas en las que se necesitan tres personas, una para
mediar entre las dos. Así como el Señor estuvo en carne andando entre los hombres, y a los que
le preguntaron por el Padre les dijo: “El Padre está en mí, las palabras que Yo hablo, no las
hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras”. Juan 14:10.
“Así, Dios habita en ese cuerpo glorificado en el cielo”. “El Dios de Abraham, de Isaac y de
Jacob, el Dios de nuestros padres ha glorificado a su hijo Jesús”. Hech. 3:13. Ese hijo fue su
imagen cuando anduvo enfre los hombres, y ese hijo es la imagen donde el Espíritu Eterno
habita ahora y eternamente. “El es la imagen del Dios invisible”. Col. 1:15. “Mirad que nadie os
engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas segun las tradiciones de los hombres,
conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. Porque en él habita corporalmente
toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo
principado y potestad. Col. 2: 8-10. Veamos la claridad con que la Biblia católica, versión Félix
Torres Amat, nos describe el descenso y ascenso de Cristo: “El cual teniendo la naturaleza de
Dios, no que por usurpación, sino por esencia el ser igual a Dios; y no obstante se anonadó así
mismo tomando la forma o naturaleza de siervo, hecho semejante a los demás hombres, y
reducido a la condición de hombre”.
“Se humilló así mismo haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz; por lo cual Dios
también le ensalzó sobre todas las cosas, y le dio un Nombre que es superior a todo nombre, con
el fin de que al nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y en el infierno; y
toda lengua confiese que el Señor Jesucristo está en la gloria de Dios y Padre”. Fil. 2 6-11.
Esta declaración nos demuestra que Cristo sin perder su Deidad, tomó forma humana y en la
condición de hombre se humilló a la muerte y muerte de cruz. Y como hemos dicho antes, esa
humanidad fue exaltada a la gloria de Dios Padre, en otras palabras Jesucristo está sentado en la
silla del universo, sobre todo, teniendo todo debajo de sus pies. Veamos también el salmo 47
que nos invita a aclamar a Dios con voz de júbilo. “Porque Jehová EL ALTíSIMO ES
TEMIBLE: REY GRANDE SOBRE TODA LA TIERRA, versos 1 y 2, y el verso 5 nos dice:
Subió Dios con júbilo. Jehová con sonido de trompeta. Preguntó: “¿Para dónde subió Dios si El
es el Altísimo?”. Esto tiene una sola respuesta, El subió porque descendió y esa es la
descripción que nos hace Pablo en Filipenses 2 y Efesios 4: 9-10: El salmo 24 que nos habla del
Rey de gloria entrando por las puertas eternas, es un canto de alabanza entonado dentro de las
puertas del templo cuando estaba el arca que era el símbolo de la presencia de Dios de Israel, el
Rey de gloria.

Capitulo 10
EL ESPIRITU SANTO

Esta es otra manifestación de Dios, y designa especialmente la función de actuar o moverse en


las vidas de hombres y mujeres.
El Espíritu Santo, no es la supuesta tercera persona de la trinidad; porque Dios es Uno, y es
Espíritu y hay un solo Espíritu. Efe. 4:4. “Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu
del Señor, allí hay libertad”. 2 Cor. 3:17. El Espíritu Santo es Dios operando salvación, y
derramando bendición sobre su pueblo; el Espíritu Santo está en todas partes, pero esos
términos se usan para mostrar que el Espíritu de Dios está obrando en el corazón de los
creyentes.
El Espíritu Santo es Jesucristo que habita dentro de nosotros en el poder de su vida de
resurrección. “Cristo en vosotros, la esperanza de gloria”. Col. 1:27. “No os dejaré huérfanos,
vendré a vosotros”. Jn. 14:18. “Si sois vituperados por el Nombre de Cristo, sois
bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros”. 1 Pedro 4:14. Este
título, Espíritu Santo, también nos demuestra que Jesucristo es el verdadero Dios. “Y después de
estos derramaré mi Espíritu sobre toda carne”. Joel 2:28. Pedro citando esta profecía en su
discurso en el día de pentecostés dijo: “Mas esto es lo dicho por el profeta Joel: Y en los
postreros días, dice Dios, derramaré de mi Espíritu sobre toda carne. Hech. 2:16-17. Note que
fue Dios quien dijo: Derramaré de mi Espíritu; y Juan el Bautista hablando sobre Cristo dijo:
“Yo a la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero el que viene tras de mi, cuyo
calzado no soy digno de llevar, es más poderoso que yo. El OS BAUTIZARA EN ESPíRITU
SANTO Y FUEGO”. Mat. 3:11. Juan nos está diciendo que Cristo es el que derrama de su
Espíritu y EL es EL que nos bautiza.
En la celebración de la fiesta de los tabernáculos, donde Israel conmemoraba su peregrinación
por el desierto y mediante el derramamiento de un jarrón de agua por el sumo sacerdote,
recordaban que Dios les dio agua de la peña y fuentes del duro pedernal, y cuando ellos hacían
memoria de esta gloria de Dios de Israel. “En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en
pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice
la escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en El; pues aún no había venido él
Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado (Exaltado a gloria)”. Juan 7: 37-39.
Como Ud. puede ver claramente, Jesucristo es el bautizador y desde luego hay que venir a El,
para ser llenos del Espíritu Santo. Veamos otra evidencia de esto: En el discurso de Pedro en el
día de pentecostés, él hace un recuento del ministerio de Jesús, su muerte, resurrección,
ascensión y exaltación por la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del
Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros véis y oís”. Hech. 2:22-23. Así que los términos
OTRO CONSOLADOR que aparece en Juan 14:16 no se refiere, a otro Espíritu, sino a otra
manifestación del mismo Espíritu mostrándonos ciertas características y la naturaleza de su
ministerio. Así como cuando El estuvo entre los hombres consoló a todos los que sufrían,
sanándoles y perdonándolos. Así ahora en el poder de su vida resucitada, en el poder de su
Espíritu, consuela a los afligidos. Usted puede notar que en el verso 18, El dijo: “No os dejaré
huérfanos, vendré a vosotros”. En el caso del pronombre “nosotros” se refiere al ministerio del
Padre y del Hijo, en una nueva etapa de la redención, habitando en el creyente y consolándolo y
a través de sus hijos dando consolación a otros. Esto podemos verlo también en el caso de la
oración “Y todo lo que pidiéreis al Padre en mi Nombre, lo haré (no hará, hablando de otro)
para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidieres en mi Nombre, Yo lo haré”. Juan
14: 13-14. Note que si le pide al Padre en el Nombre del Hijo, o si le pide al Hijo, el que
responde o hace es UNO, porque sólo hay un Dios. El objeto de orar al Padre en el Nombre del
Hijo es para que el Padre sea glorificado en el Hijo, es decir, donde habita.
Nos quedan algunos textos que debemos aclarar ya que son usados, con frecuencia por los
trinitarios, como argumentos para defender la supuesta trinidad o pluralidad de Dios.
El Bautismo de Jesús: Dicen las teorías trinitarias que en el bautismo había tres: El Hijo, que
está siendo bautizado; el Espíritu Santo, que descendió; y el padre que dijo:
“Este es mi hijo amado”. Como ya se dijo en la expíicac¡ón del evangelio según San Mateo,
Jesús como el retoño de Israel, de David, heredero dél trono de Israel, tenía que ser ungido,
como los reyes y sacerdotes, puesto que El es el Rey de Israel y el Sumo Sacerdote, y de ese
acontecimiento partió, o inició Jesús su ministerio. La manifestación audible y visible, es decir,
la voz y la paloma era para Juan el Bautista, porque él tenía el encargo de presentar a Cristo a
Israel. Juan 1:29-34, nota que dice: “Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma (no que
él sea una paloma). Es discutible si alguna otra persona oyó la voz y vio el símbolo. En el día de
Pentecostés también hubo dos señales visibles y audibles: Lenguas como de fuego y hablaron en
otras lenguas (idiomas). ¿Sería una persona las lenguas de fuego y otra los otros idiomas?. Una
manifestación visible y otra audible no hacen dos personas o seres, o el ruido y el humo de un
motor no hacen dos motores.
La fórmula bautismal de Mateo 28:19: Los seguidores de la tradición trinitaria, argumentan que
la fórmula dada por el Señor en la gran comisión, prueba la existencia de tres personas. Lo que
sucede es que no se lee el texto con la debida atención. Veámoslo: “Por tanto id y haced
discípulos a todas las naciones bautizándolos en. EL NOMBRE (singular) del Padre, y del Hijo,
y del Espíritu Santo. Note que él mandó que los discípulos fueran bautizados en el Nombre. Un
solo Nombre, no en los nombres; así que para obedecer este mandamiento hay que saber a qué o
cuál nombre se refirió Jesús ya que Padre, Hijo, y Espírltu no son nombres, sino títulos que es
muy distinto. Los apóstoles sabían a qué nombre se refirió .Jesús; pues él dijo en su oración,
registrada en San Juan 17.
“Padre Justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú
me enviaste. Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aun para que el amor, con
que me has amado esté en ellos, y Yo en ellos”. Juan 17: 25-26. Como los Apóstoles conocían
el Nombre, por eso ellos no tuvieron dificultad de entender el mandamiento de Jesús, y el día de
Pentecostés cuando nació la iglesia y Pedro predicó el mensaje registrado en Hechos 2 los
oyentes preguntaron a Pedro y a los otros apóstoles: Varones hermanos, ¿qué haremos? Pedro
les dijo: “Arrepentios, y bautícese cada uno de vosotros en el NOMBRE DE JESUCRISTO para
perdón de los pecados y recibiréis el don del Espíritu Santo”. Hech. 2:38. Aquí vemos a los
Apóstoles obedeciendo el mandamiento del Señor Jesús en Mat. 28:19. Lo mismo sucedió
cuando Felipe le predicó a los samaritanos, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús.
Hech. 8: 12-16.
Los gentiles fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús Hech. 10: 43-48 y Hech. 19:1-6.
Todos los bautismos realizados y registrados en los hechos fueron en el nombre de Jesucristo, y
Ud. no puede encontrar que los Apóstoles o ministro alguno hubiera bautizado a alguien en los
títulos Padre, Hijo y Espíritu Santo. Así que los que en lugar de invocar sobre los candidatos el
Nombre de Jesucristo, le invocan los títulos, no están obedeciendo al mandamiento sino
repitiéndolo. Si yo le pregunto a Ud. ¿cuál es el nombre de su padre, madre e hijo? Y usted me
responde, padre, madre e hijo, ¿me habrá respondido?. Claro que no; me está repitiendo lo que
yo le pregunto. Hay sólo un bautismo, como hay una sola fe y un solo Señor. Ef. 4:6. Si Ud. no
está bautizado en el Nombre de Jesucristo, no está bautizado correctamente. Además de estas
pruebas irrefutables, Pedro nos dice: “Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los
edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. Y en ningún otro hay salvación; porque
no hay otro Nombre bajo el cielo, dado a los hombres en que podamos ser salvos”. Hech. 4: 11-
12. El Apóstol Pedro, al decir que el Nombre de Jesucristo es para perdón de los pecados, estaba
cumpliendo u obedeciendo lo que dice el evangelio “Llamarás su Nombre Jesús, porque él
salvará a su pueblo de sus pecados”. Mat. 1:21.
“Y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las
naciones comenzando desde Jerusalén”. Luc. 24:47. “A quienes remitiéreis los pecados, le son
remitidos; y a quienes se los retuviéreis, les son retenidos”. Jn. 20:23. Ellos remitieron los
pecados de los conversos por el bautismo en el Nombre de Jesucristo. Porque sólo en ese
Nombre hay perdón de pecados. Ananías, el discípulo de Damasco que bautizó a Saulo, le dijo:
“Ahora pues, por qué te detienes?. Levántate y bautízate, y lava tus pecados invocando su
Nombre” Hech. 22:16. El anciano Juan escribiendo a la iglesia de todos los tiempos, dijo: Os
escribo a vosotros hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su Nombre”. 1
Juan.2:12.
La gloria que tuvo Cristo antes que el mundo fuese:
Ahora pues, Padre glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el
mundo fuese”. Juan 17:5. Otras versiones dicen: Con aquella gloria que tuve en TI. Ya hemos
explicado que no había un hijo en la eternidad, porque la calidad de hijo se refiere al tiempo.
Dios habita la eternidad. En consecuencia era el hijo (humanidad de Cristo) orando por su
glorificación ya que todo el plan de Dios fue hecho antes de la fundación del mundo. El cordero
de Dios fue ordenado y destinado antes de la fundación del mundo. 1 Pedro 1: 19-20. El cordero
de Dios fue inmolado desde el principio del mundo. Apc. 13:8. Ya vimos en los hechos y en las
epístolas que la glorificación de Cristo, fue su exaltación al trono del universo; como él lo había
dicho “¿Pues que si vieras Hijo del hombre subir a donde estaba primero? Jn. 6:62.
La sujeción del Hijo: 1 Cor. 15: 24-28. Este pasaje ha ‘sido motivo de mucha confusión y
discusión. La principal razón de la controversia, de esta sección es por la violación de las reglas
elementales de la interpretación, aislando estos versículos del contexto. Si examinamos lo dicho
a la luz de todo el capítulo no tendríamos problema, ya que esta es una declaración
del evangelio.El  evangelio consiste en que Cristo fue muerto por nuestros pecados conforme a
las escrituras, que fue sepultado y que resuató; conforme a las escrituras. Y que apareció a los
apóstoles y a los hermanos y al último como un abortivo a Pablo. Con esta declaración el
Apóstol corrige a los Corintios, quienes influidos por la filosofía griega, estaban creyendo. en la
inmortalidad sin la resurrección de los muertos, versículo 12. En los versos 13 al 19, Pablo
muestra la inutilidad de la profesión cristiana si no hubiera resurrección. “Mas ahora, Cristo ha
resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque por cuanto la
muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así
como en Adán ‘todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su
debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida, luego el fin,
cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad
y potencia”, ver. 20-24. Note que estos versos nos dicen que, como la muerte entró por un
hombre, Adán, también por un hombre la resurrección, como en Adán todos son mortales, en
Cristo todos (los que son de él) serán vivificados, es decir, que la resurrección parte de Cristo,
como la muerte entró por Adán. Y esta resurrección que se operó en Cristo en primera instancia,
seguirá luego con los que son de él en su venida. Después de mostrarnos lo que la resurrección
implica para el cristiano como nuestra esperanza, se traslada al fin. Observe la transición que
hay entre el verso 23 y 24 con la expresión Luego al fin, cuando entregue el reino al Dios y
Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y toda potencia.
El fin a que hace mención el apóstol, es la consumación del plan de la redención; cuando el
primero de la resurrección, es decir, Cristo haya traído o sujetado todo bajo sus pies, inclusive la
muerte, venciéndola en los impíos. A este fin es al que se refiere el apóstol cuando dice que el
Hijo entregará el reino al Dios y Padre, esto es’ la consumación del plan de Dios en la redención
del hombre; después de haber vencido la muerte en su propio cuerpo, y en los santos en su
venida, y finalmente en los impíos. Ya que todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y
los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a
resurrección de condenación”.
Jn. 5:29. Y haber suprimido todo dominio, autoridad y potencia”. Porque preciso es que él reine
hasta que haya puesto a sus enemigos debajo de sus pies”.
“Y el postrer enemigo que será vencido es la muerte”. ¿Por qué se habla del hijo trayendo y
sujetando todo al que le sujetó a El todas las cosas? Porque el mundo que Dios creó lo entregó a
un hombre: Adán. Gén. 1:27-29; Sal. 8:3-8. “Este hombre entregó al diablo todo lo que Dios
había puesto bajo su dominio y se constituyó en esclavo de satanás”. Rom. 6:16. El diablo
cuando tentó al Señor, le mostró todos los reinos de la tierra, y le dijo: “A ti te daré toda esta
potestad; y la gloria de todos; porque a mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy. Si tu
postrado me adorares, todos serán tuyos. Lc. 4: 5-7. Hay que entender que el diablo es una
criatura y si Dios como tal hubiera luchado con él para vencerlo y despojarlo de lo que le robó
al primer hombre, hubiera sido la lucha del pez grande devorando al chico. Por esto vino un
segundo hombre. El primer hombre es de la tierra y fracasó. Vino el segundo hombre que es el
Señor del cielo; este hombre es la manifestación de Dios en. Carne, o el Hijo. Dios prometió
traer todo bajo su domini9 por medio de este hombre, y.cuando esto suceda, se habrá
consumado el plan de Dios y Dios será todo en t9dos. “¿Será quitado el botín del valiente?
¿Será rescatado. el cautivo del tirano?. Pero así dice Jehová:
Ciertamente el cautivo será rescatado del valiente, y el botín. Será arrebatado al tirano; y ta
pleito yo lo defenderé y yo salvaré a tus hijos”. Is. 49: 24-25. El pasaje mencionado al. Principio
nos habla de la redención partiendo de la muerte y resurrección de Cristo hasta el fin cuando
Dios será todo en todos.

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