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PERCY HOWEL SEVILLA AGURTO

LAS CAUSALES
DE CONTRADICCIÓN
EN EL PROCESO
DE EJECUCIÓN

GACETA

& procesal civil


PERCY HOWEL SEVILLA AGURTO

LAS CAUSALES
DE CONTRADICCIÓN
EN EL PROCESO
DE EJECUCIÓN
LAS CAUSALES DE CONTRADICCIÓN
EN EL PROCESO DE EJECUCIÓN

PRIMERA EDICIÓN
SETIEMBRE 2014
4,440 ejemplares

© Percy Howell Sevilla Agurto


© Gaceta Jurídica S.A.

PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN
TOTAL O PARCIAL
DERECHOS RESERVADOS
D.LEG. Nº 822

HECHO EL DEPÓSITO LEGAL EN LA


BIBLIOTECA NACIONAL DEL PERÚ
2014-13193

LEY Nº 26905 / D.S. Nº 017-98-ED


ISBN:
978-612-311-173-1

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DIAGRAMACIÓN DE INTERIORES
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San Alberto 201–Surquillo
Lima 34–Perú
A mi hermana Elizabeth
ya que sin su apoyo y fe en mí,
no sería el profesional que soy ahora.
INTRODUCCIÓN

Debo comenzar dando mi agradecimiento a Gaceta Jurídica –en


especial a Franco Montoya– ya que desde hace unos años atrás me
han permitido difundir mis ideas a través de diversos artículos publi-
cados en las distintas revistas que ofrece; ahora, a través del presente
trabajo, se me permite con mayor amplitud opinar sobre un tema tan
debatible como es la oposición –mal llamada contradicción por nues-
tro legislador– en el proceso único de ejecución.

He querido abordar en un inicio el origen de la ejecución ya que


como consecuencia de ella se originó la oposición, la cual –esta úl-
tima– siempre tuvo como finalidad atacar o contrarrestar una ejecu-
ción ilegítima o injusta, así fue en sus inicios en el Derecho antiguo
romano y así es en la actualidad tal y como ha sido regulada dentro
de nuestro vigente proceso único de ejecución.

Además, se estudia al proceso de ejecución debido a que se parte


de la premisa de que no podría analizarse aisladamente la oposición
por cuanto esta es parte de aquel, lo cual origina que el estudio del
proceso de ejecución se realice ubicándolo en la teoría general del
proceso, sin perder de vista que todo proceso es la herramienta otor-
gada por el legislador para hacer efectivos los derechos sustanciales
que no son cumplidos voluntariamente.

Aunado a ello, se hace un estudio del proceso de ejecución


a fin de que el lector pueda comprender ante qué clase de me-
canismo de tutela jurisdiccional nos encontramos, y como dicho
mecanismo forma parte del derecho de toda persona a la tutela ju-
risdiccional. La efectividad de la tutela implica básicamente que la

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Percy Howell Sevilla Agurto

tutela otorgada por los órganos jurisdiccionales se concrete en la


realidad. El proceso de ejecución no puede ser visto como un sim-
ple instrumento de cumplimiento coactivo de lo ordenado, sino
por el contrario, como mecanismo complementario del proceso de
cognición que legitima en gran medida a la función jurisdiccional
dotándola de poder coercitivo, facultad esta que debe tener todo
órgano que imparte justicia. Además, se realiza un estudio de los
aspectos más discutidos en la doctrina acerca del proceso de ejecu-
ción como lo es su naturaleza.

De otro lado, respecto a la oposición se analiza su fundamento,


la naturaleza de dicho instituto, si es un mecanismo de ataque o de
defensa y qué efecto genera lo resuelto en el incidente generado por
la oposición.

Como quiera que este trabajo tiene como principal fuente al vi-
gente proceso único de ejecución, se hace un pequeño análisis de la
visión que tuvo el legislador a fin de promulgar el decreto legislativo
que lo originó.

Por último, se realiza un estudio extenso de las formas como


puede introducirse la oposición en el proceso único de ejecución, y
esto es de gran importancia debido a que es la casuística la que nos
dice cómo nuestros jueces las entienden, muchas veces desnaturali-
zando su sentido. Es este el motivo por el que –compartiendo la idea
de la doctrina especializada– se estudia a las causales de oposición
básicamente analizando qué aspecto ataca cada una de ellas, unas
atacan aspectos procesales (excepciones procesales y defensas pre-
vias) y otras atacan los aspectos sustanciales referidos al título ejecu-
tivo o la obligación que este contiene.

En esta última parte es donde he podido criticar algunos aspec-


tos de la regulación procesal que me parecen equívocos, y generan
clara restricción al derecho de defensa y transgreden de forma objeti-
va el derecho a la tutela jurisdiccional.

8
Introducción

Espero que el lector encuentre en el presente trabajo información


que pueda serle útil como consulta en la práctica del Derecho Pro-
cesal. De ser así considero que habré alcanzado el objetivo que me
propuse al empezar a elaborar esta obra.

EL AUTOR

9
CAPÍTULO I
EL PROCESO DE EJECUCIÓN
EN GENERAL
I. BREVE RESEÑA HISTÓRICA

1. La proscripción de la acción directa como fuente del nacimiento


del proceso
El proceso como manifestación de la racionalidad del hombre para
resolver los conflictos que se dan en las sociedades, tuvo como origen la
proscripción de la acción directa, autotutela o justicia por mano propia.

La idea del proceso nace con la aparición del hombre y evoluciona


conforme su creador (el hombre) lo ha hecho en el devenir de los tiem-
pos, el hombre es por naturaleza conflictivo, por ello la subsistencia de
la raza humana en sociedad como seres racionales se dio a través de
varios pasos que conllevaron a crear los Estados y que estos sean los que
reglamenten y/o regulen el comportamiento y las relaciones entre los
hombres con el fin de evitar la violencia y el caos.

No estamos aquí ante un discurso filosófico o histórico de cómo ocu-


rrió la evolución del hombre, pero esta breve síntesis servirá para tener
claro que sin la existencia del proceso, y en mayor medida del Derecho
Procesal, la vida en sociedad no sería pacífica, siendo que el caos ori-
ginado por la violencia gobernaría nuestras ciudades y devendría en la
extinción del ser humano.

Esto se genera debido a que los bienes por los cuales el hombre
puede satisfacer sus intereses son escasos y ello conlleva a un gran pro-
blema, la distribución de los bienes y la satisfacción de tales intereses.

Por ello, se ha dicho que “Si el grupo humano hubiera dependido


de la acción directa para solucionar sus conflictos, muy prontamente
se hubiera extinguido. Ante un medio ambiente agresivo y hostil, la
única posibilidad que tuvo el animal humano para subsistir dependió
de la formación de grupos (clanes, tribus, gangs, etc.). Lo que explica un
rasgo del hombre tan antiguo como su existencia: su sociabilidad. (…)
Así y todo, la estabilidad de estos grupos estuvo condicionada a que el
hombre consiguiera su primer éxito político y colectivo: la prohibición
de la acción directa. En estricto, todo lo logrado a la fecha en materia de

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Percy Howell Sevilla Agurto

desarrollo y progreso de la humanidad es consecuencia de la aplicación


relativamente exitosa de una breve norma de conducta: la prohibición
de la acción directa”1.

Nacidas las sociedades de los hombres, y estos eligiendo a un grupo


de personas que los dirijan en la consecución de sus fines (Estado),
existe también la posibilidad latente de los conflictos, ante el incumpli-
miento de las normas de conducta dictadas por ese grupo de personas
elegidas, siendo necesaria la intervención de alguna entidad llamada a
dirimir estos conflictos y no retroceder volviendo a la acción directa.

Es así “que ante tales hechos, únicamente caben dos soluciones:


o permitir que cada uno persiga su defensa y busque aplicar lo que
entienda ser su justicia, personal y directamente, o atribuir al Estado la
facultad de dirimir tales controversias”2.

Obviamente, se optó por la segunda opción y así surgió el poder-


deber del Estado para dirimir los conflictos, este poder-deber del Estado
no solo puede concebirse en el hecho de decidir quién tiene la razón y
quién no, sino que debe permitir que su decisión se cumpla en la rea-
lidad, de lo contrario seguiría gobernando precisamente lo que se bus-
caba reprimir, esto es, “la justicia por mano propia”.

2. El surgimiento de la ejecución
Como he señalado anteriormente, el Derecho tiene sus orígenes en
la proscripción de la acción directa, siendo que en la antigua Roma está
acción directa o justicia privada como la denominaban algunos, estuvo
permitida por el Derecho, es decir, estuvo legitimada.

Así, “Los primeros impulsos del derecho lesionado consisten ine-


vitablemente en una violenta reacción contra la injusticia causada, que
origina la defensa privada y la venganza; especie de justicia salvaje,
como la llama Bacon. Pero este origen, con arreglo a nuestros pensa-
mientos actuales, es solo el caos que precede a la fundación del Estado,

1 MONROY GÁLVEZ, Juan. Teoría General del Proceso. 3ª edición, Communitas, Lima, 2009, p. 41.
2 DEVIS ECHANDÍA, Hernando. Nociones generales de Derecho Procesal Civil. 2ª edición, Temis, Bogotá,
2009, p. 1.

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Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

periodo en que el derecho y la fuerza no se han separado aún; momento


impropio todavía para la manifestación del derecho, que, según nues-
tras ideas, nace a medida que el Estado, rechazando esas explosiones
del sentimiento jurídico subjetivo, crea órganos encargados de realizar
el derecho, cuyo origen data, según nuestro actual modo de ver, de la
época de la creación de las funciones judiciales. Así, pues, el orden jurí-
dico y administración de la justicia por el Estado son sinónimos”3.

Incluso antes de la creación de los órganos encargados de las funcio-


nes judiciales, ya el derecho se realizaba a través de la justicia privada y
ello era propio de la idiosincrasia de las comunidades antiguas.

“El sentimiento del derecho implica el instinto de realizarse, y un


ultraje a él no alcanza solo al individuo aislado, sino que despierta ese
instinto en todos los demás individuos. Si ese sentimiento no tiene para
cumplirse un órgano constituido al efecto tratará de satisfacerse direc-
tamente. (…) Lo que en las circunstancias actuales hacen el temor de la
pena legal y la espada vengadora de la ley, allí lo efectuaba el temor del
brazo, doquier siempre presente, de esta justicia del pueblo (…)”4.

Así las cosas, “(…) cuando el derecho del uno y la injusticia del otro
aparecían clarísimos era cuando la defensa privada podía estar segura
del socorro moral y físico que garantiza su resultado y consagraba en
cierto modo su carácter como institución jurídica. Cuando la preten-
sión era de naturaleza dudosa, su persecución con ayuda de la justicia
privada debió necesariamente ocasionar una lucha bárbara, y tuvo que
suplirse con la creación de instituciones que tuviesen por fin la decisión
de la disputa”5.

En aquella época, “no hay proceso sino allí donde la pretensión es


debatible; cuando es evidente, la ejecución tiene lugar en seguida, y es
solo el interesado quien la persigue, las autoridades no tienen para qué
intervenir (…). El que tiene un derecho evidentísimo no tiene necesidad

3 VON IHERING, Rudolph. El espíriu del Derecho Romano en las diversas fases de su desarrollo. 2ª edición,
Comares, Granada, 2011, p. 80.
4 Ibídem, p. 82.
5 Ídem.

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de la autoridad para hacerlo reconocer ni para realizarlo. El conseguirlo


concierne solo al interesado (…)”6.

Entonces, se puede concluir que existía proceso una vez que el dere-
cho era dudoso y cuestionado, surgiendo con ello la figura del vindex
quien es un tercero que podía suspender el curso de la ejecución contra-
diciendo o cuestionando la legitimidad de la misma, por lo general, este
era una persona cercana a la persona a quien se le iba a ejecutar, siendo
que en caso era vencido tenía que pagar la misma suma que el deudor a
título de pena.

La importancia en el estudio del antiguo Derecho Romano radica


precisamente en que es ahí donde nace a grandes rasgos lo que es objeto
de nuestro estudio, la oposición (contradicción según nuestro Código
Procesal Civil) a la ejecución y no como en diversos tratados se nos ha
querido enseñar.

En efecto, las dos especies principales del antiguo Derecho Romano


como acto solemne son lo que hoy se puede considerar como la ejecu-
ción forzada propiamente dicha, “la manus injectio consistía en poner la
mano sobre la persona del deudor, la pignoris capio en el embargo de sus
cosas; la primera era, por consiguiente, un acto de ejecución personal; la
segunda un acto de ejecución real”7.

Estas dos subespecies de procedimiento del Derecho antiguo


romano son el origen de las legis actio per manus injectionem y per pignoris
capionem, las cuales a decir de la mejor doctrina son “en realidad verda-
deras especies de procedimiento (…), sino como condicionalmente para
el caso en que el derecho del acreedor al ejercer la justicia privada fuera
controvertido. Entonces surgía un pleito, en el cual el acreedor tenía que
establecer el derecho que se disputaba y justificar el acto que, por su
propia voluntad, había realizado”8.

Respecto de la manus injectio el deudor podía oponerse tanto de


hecho como de “derecho”, siendo que la oposición de derecho es la que

6 Ibídem, p. 83.
7 Ibídem, pp. 98-99.
8 Ibídem, p. 99.

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Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

nos importa, pudiendo debatir “las condiciones exigidas para el ejer-


cicio de la manus injectio. Podía, por ejemplo, negar la existencia o el
importe de la deuda; el cumplimiento de las dilaciones legales, en una
palabra; podía discutir la legitimidad de la acción de su acreedor; en ese
caso era preciso saber, según la ley de las XII tablas, si había alguno que
quisiera sostener el proceso ocupando el lugar y sitio del deudor; este
no era ya admitido como parte de la causa, que se incoaba en seguida
con su representante el vindex”9.

Así, respecto a la legis actio per pignoris capionem, también el deudor o


embargado tuvo la posibilidad de oponerse a la misma, de lo contrario
perdería sentido que para una legis actio si se permitiera el ejercicio de la
defensa y para otra no.

“Es evidente, sin embargo, que el Derecho antiguo debía haber


previsto para este caso; de otra suerte, cualquiera hubiera podido a su
antojo verificar un embargo, y el embargado se hubiera visto indefenso
ante una legis actio per pignoris capionem sin garantía de su legitimidad,
es decir, sin un procedimiento que la amparase hubiera sido un bill
de indemnidad concedido a toda clase de secuestros, al bandolerismo
y a la violencia. En una palabra, todas las formalidades que presidian
(y de ello poseemos prueba) a la ejecución personal debían acompañar
también a la ejecución real. Al acto de la manus injectio, como al de la
pignoris capio, debía seguir un procedimiento que tuviese por fin el exa-
men de su legitimidad; y no es seguramente suposición atrevida la de
creer que este procedimiento tomó el nombre de legis actio per pignoris
capionem, así como el procedimiento relativo a la manus injectio el de legis
actio per manu injectionem, del nombre del acto que les dieron origen”10.

Veremos más adelante que la oposición o contradicción a la ejecu-


ción es un acto de ataque del ejecutado, denominado demanda inciden-
tal, tal y como en el antiguo derecho de Roma se concibió la posibilidad
de controvertir judicialmente la ejecución, es decir, las características
fueron las mismas, esto es, conceder al deudor-ejecutado la posibilidad
de defenderse de la ejecución que se está despachando en su contra a

9 Ibídem, p. 100.
10 Ibídem, pp. 103-104.

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Percy Howell Sevilla Agurto

través de una pretensión nueva que buscará restarle la certeza al Dere-


cho en virtud del cual se despacha la ejecución.

Hay que tener presente que en el antiguo derecho ya se hablaba


de la posibilidad de que el deudor alegue no deber nada, lo cual
–hoy por hoy– podríamos considerarlo como la causal principal de las
oposiciones, que no es otra cosa que la extinción de la obligación por
cumplimiento.

Siendo esto así, resulta claro que la ejecución como ahora la conoce-
mos tiene su origen en el antiguo Derecho Romano, y la oposición a esta
tenía como fundamento siempre no dejar en indefensión al deudor per-
mitiéndole de alguna u otra forma cuestionar la ejecución que se atenta
contra él de considerarla ilegítima o injusta.

3. La ejecución en el Derecho Romano


Como advertí anteriormente, la ejecución en la época del derecho
de las legis actiones, tuvo su origen en la justicia privada permitida por
el antiguo Derecho Romano, solo que aquí se evidenció la existencia de
un procedimiento que buscaba garantizar la posibilidad del deudor de
defenderse.

Ya con posterioridad, en el periodo del proceso formulario se buscó


la existencia de un proceso más informal y menos sujeto a solemnida-
des, siendo que para proceder a la ejecución se necesitaba contar con
una sentencia condenatoria y posterior a ella, para iniciar la ejecución,
se creó la actio iudicati, es decir, la ejecución tuvo su propio proceso.

Se ha dicho respecto al proceso formulario lo siguiente: “lo normal


fue que el ejecutado confesara su deuda y se procediera a la ejecución,
y lo excepcional, la defensa (infitatio). Si esta se producía, se llegaba a la
litis contestatio, a la emisión de la fórmula por el pretor en la que se fija-
ban los términos de la controversia y se nombraba al iudex, pasándose
a la segunda fase del proceso in iudicium, en la que podía condenarse
nuevamente al deudor (…)”11.

11 ARIANO DEHO, Eugenia. El proceso de ejecución. Rodhas, Lima, 1996, p. 17.

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Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

Luego en el periodo de la cognitio extraordinem ya afianzada la


potestad del Estado –a través de sus jueces– de la dirimencia de las con-
troversias, “la ejecución sobre el patrimonio se afirma y adquiere una
verdadera característica satisfactiva de los intereses del acreedor”12. En
este periodo también para iniciar la ejecución debía contarse con la sen-
tencia condenatoria.

Tenemos entonces que en el Derecho Romano desde el derecho de


las legis actio hasta el periodo de la cognitio extraordinem nace la sentencia
condenatoria como título ejecutivo, vehículo por el cual se puede despa-
char la ejecución.

4. El processus executivus
Este proceso nace como consecuencia de la creación de nuevos títu-
los ejecutivos distintos a la sentencia, y como quiera que estos nuevos
títulos tenían como fundamento satisfacer las necesidades del tráfico
mercantil de aquella época, debían –como consecuencia lógica– tener
una vía procedimental más rápida y sumaria para la realización de los
derechos impregnados en aquellos títulos.

Como muy bien lo explica la doctrina “el pujante comercio de las


ciudades italianas a finales de la Edad Media se veía dificultado por un
sistema procesal basado en el proceso común, en el llamado solemnis
ordo iudiciarius. La lentitud del proceso ordinario se estimó incompati-
ble con las necesidades del tráfico mercantil. Una primera solución se
encontró en los procesos plenarios rápidos, que tienen su origen en los
estatutos de algunas ciudades italianas, pero los mercaderes aspiraban
a algo más; aspiraban a un sistema que permitiera iniciar la ejecución
sin necesidad de que existiera antes una sentencia condenatoria después
de un proceso de declaración, por estimar que este era siempre lento y
complicado”13.

El primer documento que adquirió la calidad de título ejecutivo


–distinto de la sentencia– y con ello la posibilidad de ejecutarse (executio

12 Ibídem, p. 21.
13 MONTERO AROCA, Juan. Tratado de proceso de ejecución Civil. Tomo I, Tirant lo Blanch, Valencia, 2004,
p. 39.

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Percy Howell Sevilla Agurto

parata) fue la instrumenta guarentigia que era un documento expedido


por el notario, el cual contenía tres actos, el primero era el acto jurídico
objeto de celebración, la confesión de las partes de la obligación asu-
mida y el mandato del notario a ejecutar la obligación conforme a los
términos pactados, siendo que en determinada época (siglo XIV), las
cláusulas que otorgaban la posibilidad de la ejecución contenida dentro
de estos instrumentos, ya no fueron acordadas por las partes, sino que
por imperio de la Ley, ellas eran colocadas indefectiblemente.

Nos dice Montero Aroca –respecto a la evolución de los títulos eje-


cutivos distintos a la sentencia– que “el último paso de la evolución
tiene su origen en Francia. En este país la ejecución se confiaba a los
huissiers, personal no jurisdiccional ante el que no cabía una oposición
que pudiera calificarse de jurisdiccional, por lo que los actes par davant
notaire se asimilaron con mayor énfasis a la sentencia firme, dando
siempre lugar a una ejecución pura, equiparando la oposición del eje-
cutado a la sentencia con la oposición del ejecutado al título ejecutivo
notarial, debiendo de realizarse las dos de forma autónoma ante el juez
competente”14.

Como consecuencia de la creación de estos títulos ejecutivos distin-


tos de la sentencia, la técnica procedimental de aquella época amoldán-
dose a la realidad originó un proceso con una vía procedimental más
rápida y sumaria, por esto, se ha dicho que “la finalidad práctica de
los documentos cum executio parata era dar al acreedor un título que le
garantizará obtener rápidamente la satisfacción de su crédito, documen-
tos que a su vez dieron origen a una nueva forma procedimental abre-
viada dirigida hacia la ejecución: el processus executivus”15.

Obviamente los deudores –y como en Roma lo hicieron– tenían la


posibilidad de formular la oposición a la ejecución, siendo que esa opo-
sición era visto mediante una cognición sumaria, por ello “la limitación
de defensas fue muy rigurosa durante el siglo XIII, admitiéndose úni-
camente las excepciones perentorias, pero luego en los siglos sucesivos,
por equidad y atendiendo a que el proceso ejecutivo basado en instru-
mento con ejecución aparejada no había sido precedido de ninguna

14 Ibídem, p. 40.
15 ARIANO DEHO, Eugenia. Ob. cit., p. 33.

20
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

cognición judicial, el número de excepciones se fue ampliando con rela-


ción a las que eran oponibles a las sentencias. Así fue, inclusive posible
deducir las excepciones de falsedad y de nulidad del documento y del
negocio jurídico que contenía”16.

5. La ejecución en el Derecho español


Debemos revisar brevemente la ejecución en el Derecho español
debido a su gran influencia en esta parte del continente, y con mayor
precisión su influencia en nuestra legislación.

Puedo afirmar sin temor a equivocarme, que la ejecución en el Dere-


cho español fue concebida bajo la premisa de un sistema unitario, es
decir, tanto los títulos ejecutivos judiciales como los extrajudiciales eran
tramitados bajo un mismo proceso de ejecución, siendo que tal sistema
se rompe con la Ley de Enjuiciamiento Civil española de 1855, es allí
donde se abrió la distinción entre la ejecución de las sentencias y el jui-
cio ejecutivo donde se ejecutaban los títulos extrajudiciales.

La explicación a este cambio radicó en que “(…) los autores de la


LEC de 1855 prescindieron de modo consciente de los códigos europeos
y especialmente del Code de procédure civil francés de 1806, el cual no
tuvo influencia general. La doctrina partía de la excelencia de lo español
y se apartaron de lo que estaba sucediendo en Europa”17. Lo más resal-
tante entonces con el cambio de sistema en el proceso de ejecución espa-
ñol de dicha época fue que en la ejecución de sentencias y otros títulos
judiciales no existía medio de defensa alguno –oposición–, por el contra-
rio, en el juicio ejecutivo18 donde se ejecutaban títulos extrajudiciales sí
era permitida la defensa.

Posterior a ello, con la entrada en vigencia de la Ley de Enjuicia-


miento Civil española de 1881 se inició la polémica acerca de la natura-
leza del juicio ejecutivo, dado que un sector de la doctrina lo catalogaba

16 Ibídem, pp. 34-35.


17 MONTERO AROCA, Juan. Ob. cit., p. 50.
18 Los españoles denominaban juicio ejecutivo al proceso de ejecución de títulos ejecutivos extrajudiciales,
denominación que fuera acogida en forma similar por nuestro legislador en el Código Procesal Civil de 1993,
hasta la modificación al proceso de ejecución mediante el Decreto Legislativo N° 1069.

21
Percy Howell Sevilla Agurto

como un proceso de cognición sumario –que más adelante analizare-


mos– perdiendo entonces su naturaleza ejecutiva, hecho este que irra-
dió en el pensamiento de nuestro legislador de nuestro Código Procesal
Civil de 1993.

En la actualidad, con la Ley de Enjuiciamiento Civil española del


2000, se ha vuelto a unificar el sistema, aunque obviamente siempre
existirán algunas diferencias en el procedimiento respecto a la ejecución
de títulos judiciales con la ejecución de títulos extrajudiciales, ello se da
por la misma naturaleza de título, pero el proceso de ejecución es único.

II. SU UBICACIÓN DENTRO DE LA TEORÍA GENERAL DEL


PROCESO

Según la teoría general del proceso existen tantos procesos como


pretensiones hubiera, siendo que es casi uniformemente aceptada la
tesis de la existencia de tres grandes procesos, los cuales serían el pro-
ceso o pretensión de cognición, el proceso de ejecución y el proceso cau-
telar, siendo que tal como lo expone Liebman “(…) la única clasificación
legítima e importante es aquella que se hace referencia a la especie y a la
naturaleza de la providencia que se pide”19.

1. El proceso de cognición
En esta clase de procesos lo que se discute es una pretensión decla-
rativa interpretada en todo el sentido de la palabra, es decir, no única-
mente en la que el juez a través de la sentencia verificará la existencia
o no del derecho discutido, sino que la declaración también servirá de
premisa necesaria para la providencia solicitada (ya sea también cons-
titutiva o condenatoria), es por este motivo que en este tipo de proce-
sos el juzgador debe tener una cognición completa, y se caracteriza por
la existencia de un contradictorio pleno, donde las partes (demandante
como demandado), tienen la misma oportunidad de alegar y probar los
hechos que sustentan sus posiciones, no existiendo restricción alguna en
cuanto a esos aspectos de orden cognitivo. En el proceso de cognición

19 LIEBMAN, Enrico Tullio. Manual de Derecho Procesal Civil. EJEA, Buenos Aires, 1980, p. 120.

22
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

pueden discutirse los tres tipos de pretensiones existentes y reconocidas


casi uniformente por la doctrina.

1.1. Las pretensiones declarativas o declarativas puras


Como enseña Guasp “cuando lo que se solicita del órgano jurisdic-
cional es la simple declaración de una situación jurídica, que existía con
anterioridad a la decisión, buscando su sola certeza, la pretensión recibe
el nombre de declarativa. Este tipo de pretensiones, (…), tiene como
característica esencial la de que la petición de la parte que la constituye
tiende a la mera constatación, fijación o expresión judicial de una situa-
ción jurídica ya existente, no a su imposición a persona distinta ni a la
producción de una nueva”20.

Entonces, en este tipo de pretensiones se busca la declaración de


la existencia o la negación de existencia de un derecho o una situación
jurídica que está siendo controvertida o en todo caso podría ser contro-
vertida, por lo tanto, lo que se busca con esta pretensión es la obtención
de certeza jurídica, ejemplos tenemos a la pretensión de nulidad de acto
jurídico, la de prescripción adquisitiva de dominio o usucapión, declara-
ción de mejor derecho de propiedad, etc.

La pretensión incoada en este proceso es satisfecha con la sola emi-


sión de la sentencia ya sea amparándola o desestimándola, no se nece-
sita de algún acto concreto posterior para la satisfacción de la preten-
sión, salvo en algunos casos la remisión de los partes judiciales a alguna
entidad como por ejemplo la remisión de los partes registrales en el caso
de que se declare fundada la pretensión de prescripción adquisitiva de
dominio, pero ya la sola sentencia cumplió el fin por el que fue solici-
tada, esto es, satisfacer la pretensión.

1.2. Las pretensiones constitutivas


Es aquella pretensión mediante la cual se persigue la constitución
(creación), modificación o extinción de una relación jurídica.

20 GUASP, Jaime. Derecho Procesal Civil. Tomo I, 4ª edición, Thomson Civitas, Madrid, 1998, p. 207.

23
Percy Howell Sevilla Agurto

Cabe aclarar que “también en la sentencia constitutiva hay, ante


todo, una declaración de certeza, propiamente la declaración de la exis-
tencia de las condiciones queridas por la ley para que pueda producirse
el cambio jurídico; y a ello se agrega el pronunciamiento del cambio
mismo”21.

Ejemplos de este tipo de pretensiones son las de divorcio, anulabili-


dad de actos jurídicos, resolución del contrato, etc. Aquí también la sola
emisión de la sentencia producirá la satisfacción de la pretensión soli-
citada, no siendo pasible de ejecución posterior, más que el mero acto
administrativo para la inscripción de la misma de ser necesario.

Ya la doctrina se ha encargado de diferenciar plenamente este tipo


de pretensión con las pretensiones declarativas o declarativas puras,
aunque existe aún confusión en un sector de la doctrina que confunde
a la pretensión de nulidad de acto jurídico como si fuera una pretensión
constitutiva, lo que evidentemente resulta una equivocación.

Al respecto, “la diferencia entre nulidad y anulabilidad está precisa-


mente toda aquí: la primera es consecuencia de un defecto tan radical,
que el contrato no ha llegado nunca a tener existencia jurídica; en cambio,
las causas de anulabilidad permiten la existencia del contrato, aunque sea
viciado, y solamente la sentencia del juez producirá su anulación”22.

1.3. Las pretensiones condenatorias o declarativas condenatorias


En esta pretensión lo que se busca es la orden del cumplimiento de
una prestación, es decir, se busca que el juez condene al demandado al
cumplimiento de una prestación ya sea de dar, hacer o no hacer.

Como es uniformemente aceptado por la doctrina, este tipo de


pretensión tiene una naturaleza mixta, “ya que contiene dos pronun-
ciamientos, declarativo y de condena. Debido a la circunstancia de
que dicha pretensión surge cuando el actor alega la existencia de unos
hechos a los que la norma asocia el cumplimiento por el demandado
de una prestación, la pretensión de condena ha de contener, en primer

21 LIEBMAN, Enrico Tullio. Ob. cit., p. 140.


22 Ibídem, p. 141.

24
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

lugar, una petición declarativa, dirigida al juez a fin de que reconozca


la existencia del derecho subjetivo o de crédito y, en segundo lugar, una
petición de condena al deudor por el incumplimiento de su obligación
dimanante de aquel derecho de crédito”23.

Se nos ha enseñado que “la sentencia de condena produce un doble


efecto: es un título ejecutivo y, además, contiene una declaración irre-
vocable del derecho. Dicho de otra forma: es título ejecutivo y produce
cosa juzgada; efectos que son distintos y que no siempre coinciden”24.

En este orden de ideas, –para lo que nos interesa– las sentencias


que son originadas por esta pretensión, constituyen un título ejecutivo,
por ende, son este tipo de sentencias el título ejecutivo por excelencia,
debido a que o el demandado cumple voluntariamente la orden de la
sentencia o es necesario la actividad jurisdiccional para hacerla cumplir,
naciendo con ella la posibilidad de recurrir al proceso de ejecución.

Por ello se ha dicho que “no hay duda que la sentencia condenatoria
no presenta el mismo grado de efectividad que la declarativa y la consti-
tutiva, pues su realización práctica requiere la realización de actividades
complementarias. Pero eso se debe a la propia naturaleza de la crisis de
derecho material, no al tipo de tutela jurisdiccional”25.

Resumiendo, la pretensión del demandante no puede verse satisfe-


cha con la sentencia condenatoria, sino que ante el incumplimiento de
esta, a través de la jurisdicción se le permitirá ingresar al proceso de eje-
cución para concretar el derecho material que le corresponde y que no
es cumplido por el demandado.

2. El proceso de ejecución
El proceso de ejecución, también denominado de ejecución forzada
es “aquella actividad con la cual los órganos judiciales tratan de poner
en existencia coactivamente un resultado práctico equivalente a aquel

23 GIMENO SENDRA, Vicente. Derecho Procesal Civil. Tomo I, 2ª edición, Colex, Madrid, 2007, p. 215.
24 MONTERO AROCA, Juan; GÓMEZ COLOMER, Juan Luis y BARONA VILAR, Silvia. Derecho
Jurisdiccional. Tomo I, 20ª edición, Tirant lo Blanch, Valencia, 2012, p. 233.
25 DOS SANTOS BEDAQUE, José Roberto. Efectividad del proceso y técnica procesal. Communitas, Lima,
2010, p. 758.

25
Percy Howell Sevilla Agurto

que habría debido producir otro sujeto, en cumplimiento de una obli-


gación jurídica. Es, pues, el medio por el cual el orden jurídico reacciona
ante una forma particular de ilícito, consistente en la transgresión de
una regla jurídica concreta, de la cual surge la obligación de un determi-
nado comportamiento a favor de otro sujeto”26.

De lo cual, “se advierte que –diversamente del proceso de cognición,


cuya función consiste en la formación del accertamento jurisdiccional– el
propósito objetivo del proceso ejecutivo se identifica en la llamada atri-
bución y restitución forzada, es decir, en la producción de determina-
das modificaciones de la realidad empírica, idóneas para alcanzar, caso
por caso, la adecuación de la realidad concreta al orden jurídico”27.

Debemos tener presente que cuando se habla del proceso de ejecu-


ción o ejecución forzada en el ámbito del Derecho Procesal, se refiere a
la ejecución motivada por la renuencia del deudor a cumplir su pres-
tación, descartándose la ejecución voluntaria por parte del deudor
cumpliendo lo ordenado en la sentencia, en dicho caso, hay un cumpli-
miento voluntario y no se necesita ya del órgano jurisdiccional a través
del proceso de ejecución.

3. El proceso cautelar
En doctrina existe discusión en cuanto a la existencia del proceso
cautelar, o si este en verdad es un procedimiento, aquí no se dará una
respuesta a aquella discusión por cuanto no forma parte esencial del
presente trabajo, por lo tanto, nos ceñiremos a lo que la posición mayo-
ritaria nos enseña.

“La satisfacción de las pretensiones interpuestas ante los órganos


jurisdiccionales puede no alcanzarse de modo completo con los proce-
sos de declaración y ejecución. Estos procesos, por su propia natura-
leza de sucesión de actos, necesitan un periodo de tiempo más o menos
largo para realizarse, tiempo que, por su mero transcurso o por la acti-
vidad del demandado, puede hacer inútil la resolución que se dicte.

26 LIEBMAN, Enrico Tullio. Ob. cit., p. 150.


27 ANDOLINA, Ítalo. “Cognición” y “ejecución forzada” en el sistema de la tutela jurisdiccional.
Communitas, Lima, 2008, pp. 145-146.

26
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

Para suplir esta deficiencia aparece una tercera subfunción de la juris-


dicción, llamada de cautela o de seguridad, que se realiza a través del
proceso cautelar, cuya finalidad es garantizar el cumplimiento de las
otras dos subfunciones”28.

Entonces, debe entenderse por proceso cautelar aquel que busca ase-
gurar la eficacia de lo resuelto tanto en los procesos de cognición como
en los procesos de ejecución, es decir, tiene una finalidad asegurativa o
de cautela, y por ello su naturaleza es coadyuvar como mecanismo pro-
cesal a la concretización del derecho discutido en el proceso.

III. NOCIÓN

Respecto al proceso de ejecución o ejecución forzada, existen diver-


sos juristas que nos han brindado una noción de la misma, siendo que
en la presente obra recogeremos algunas de dichas nociones.

En Alemania, Rosenberg señala que “la ejecución forzosa, llamada


también proceso ejecutivo y anteriormente ejecución, es un procedi-
miento para la realización de las pretensiones de prestación o por res-
ponsabilidad, mediante coacción estatal”29.

En Italia, el maestro Chiovenda nos enseña al respecto lo siguiente:


“Llámese ejecución forzosa procesal la actuación práctica, por parte
de los órganos jurisdiccionales, de una voluntad concreta de ley que
garantice a alguno un bien de la vida y que resulta de una declaración;
y llámese proceso de ejecución forzosa el conjunto de actos coordinados
a este fin”30.

Carnelutti dice que “cuando no se trata ya de pretensión discu-


tida (‘contestata’), sino de pretensión insatisfecha, para que se alcancen
entonces los fines del orden jurídico es necesaria, no la formación, sino

28 MONTERO AROCA, Juan; GÓMEZ COLOMER, Juan Luis y BARONA VILAR, Silvia. Ob. cit., p. 235.
29 ROSENBERG, Leo. Tratado de Derecho Procesal Civil. Tomo III, Ediciones Jurídicas Europa-América,
Buenos Aires, 1955, p. 3.
30 CHIOVENDA, Giuseppe. Instituciones de Derecho Procesal Civil. Tomo I, Editorial Revista de Derecho
Privado, Madrid, 1954, p. 330.

27
Percy Howell Sevilla Agurto

la efectuación del mandato. El proceso (conjunto de actos) necesario


para la efectuación del mandato, se llama ejecución”31.

Para Micheli “por ejecución forzada se entiende aquel tipo de tutela


jurisdiccional que es necesaria al objeto de actuar efectivamente deter-
minados intereses, cuando la declaración de certeza de los derechos se
manifiesta como insuficiente. La declaración de certeza es, pues, el pre-
supuesto lógico de la ejecución forzada, aunque a veces la ley no exija
una previa declaración –autoritativa– del juez y se contente en cambio
con actos de parte que contengan una autodeclaración de certeza, ya sea
porque provengan de aquel que resulte deudor (letras de cambio, che-
ques), ya sea por los particulares poderes de supremacía reconocidos a
ciertos acreedores (actos administrativos). Pero, en todo caso, hay una
intervención del juez –siempre a instancia de parte– que realiza, a través
de una serie de actos, una determinada forma de tutela que no se agota
en la reafirmación solemne del derecho en el caso concreto, sino que
consigue la satisfacción del derecho tutelado, sustituyéndose a la volun-
tad, que falta, del deudor”32.

En España, Guasp señala que el proceso de ejecución es “(…) aque-


lla en que lo que se pide al órgano jurisdiccional no es la emisión de una
declaración de voluntad, sino una manifestación de voluntad, esto es, la
realización de una conducta, no ideal, sino material o física”33.

El profesor De la Oliva enfatiza lo siguiente, “el proceso de ejecu-


ción es el instrumento de pretensiones de transformación material de la
realidad para intentar acomodarla a parámetros jurídicos preestableci-
dos. Esos parámetros, de los que luego habrá que tratar por extenso, son
sentencias o documentos que la ley entiende que consta suficientemente
lo que cabe considerar jurídico respecto de ciertos sujetos jurídicos: son
los denominados títulos ejecutivos”34.

31 CARNELUTTI, Francesco. Sistema de Derecho Procesal Civil. Tomo I, Uteha, Buenos Aires, 1944, p. 213.
32 MICHELI, Gian Antonio. Curso de Derecho Procesal Civil. Tomo III, Ejea, Buenos Aires, 1970, p. 4.
33 GUASP, Jaime. Ob. cit., p. 209.
34 DE LA OLIVA SANTOS, Andrés; DÍEZ-PICAZO GIMÉNEZ, Ignacio y VEGA TORRES, Jaime. Derecho
Procesal Civil. Ejecución forzosa procesos especiales. 2ª edición, Centro de Estudios Ramón Areces, Madrid,
2003, pp. 17-18.

28
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

Ortells Ramos señala que el “proceso de ejecución es aquel en que


un órgano jurisdiccional, ante el ejercicio de la acción correspondiente
por el legitimado, ejerce su potestad para producir un cambio físico o
material en la realidad social con el fin de acomodarla al deber de pres-
tación impuesto por un título ejecutivo, consistente en un pronuncia-
miento jurisdiccional de condena o en otros hechos o actos que legal-
mente constaten la existencia de aquel deber”35.

Para culminar la investigación acerca de la noción del proceso de


ejecución, la –noción– que me parece la más completa desde un punto
de vista técnico del Derecho Procesal, es la que nos brinda Montero
Aroca, estableciendo lo siguiente, “precedido o no de la declaración
jurisdiccional del derecho, el proceso de ejecución es aquel en el que,
partiendo de la pretensión del ejecutante, se realiza por el órgano juris-
diccional una conducta física productora de un cambio real en el mundo
exterior para acomodarlo a lo establecido en el título que sirve de funda-
mento a la pretensión de la parte y a la actuación jurisdiccional”36.

Esta actividad jurisdiccional actúa suplantando la voluntad del


obligado a cumplir la prestación, ya que este es reacio al cumplimiento
voluntario.

Por cuanto, conforme lo enseña el profesor de la Universidad de


Valencia –citando a Carreras– “la actividad jurisdiccional ejecutiva es
sustitutiva de la conducta que debiera haber realizado el ejecutado, si
voluntariamente hubiera procedido a cumplir la prestación contenida
en el título ejecutivo. Si el condenado a pagar una cantidad de dinero
no lo hace, el tribunal procederá a enajenar bienes de aquel y con su
producto pagará al acreedor ejecutante. Ello es posible porque en nues-
tro ordenamiento se considera jurídicamente fungible la actividad del
ejecutado sobre su patrimonio, esto es, porque algunas conductas per-
sonales privadas pueden ser sustituidas de derecho por medio del ejer-
cicio de la potestad pública atribuida al tribunal”37 (el resaltado es mío).

35 ORTELLS RAMOS, Manuel. Derecho Procesal Civil. 10ª edición, Thomson Reuters, Navarra, 2010, p. 687.
36 MONTERO AROCA, Juan. Ob. cit., p. 37.
37 Ibídem, p. 391.

29
Percy Howell Sevilla Agurto

IV. NATURALEZA

1. ¿Jurisdiccional o administrativa?
Como hemos visto, dentro de la teoría general del proceso, el pro-
ceso de ejecución está visto como uno de los tres grandes procesos
que existen como mecanismo de tutela jurisdiccional, aunque existe
discusión acerca de si su naturaleza es jurisdiccional o netamente
administrativa.

La tesis que consideraba que el proceso de ejecución tenía natura-


leza administrativa y, por ende, correspondía su ejercicio al Poder Eje-
cutivo, partía de la premisa de que la jurisdicción solo contenía la fun-
ción declaratoria del Derecho, es decir, la jurisdicción culminaba con la
decisión de quién tenía la razón.

Esta postura –limitada por cierto–, tuvo como principal exponente al


Derecho Procesal francés, dicho esto, Baptista Da Silva –citando a Gar-
sonnet-Cézar-Bru– nos enseña que la doctrina francesa tenía la siguiente
premisa en cuanto a la función de la jurisdicción, “se puede establecer la
regla en virtud de la cual el derecho a proceder a la ejecución forzada no
pertenece más que a personas investidas de un carácter público y desig-
nadas a este efecto por la ley, por la justicia o por la parte demandante:
no compete jamás a la parte que podría ejercerla con pasión, que pro-
voque al demandado con represalias y genere así un pretexto o excusa
para violencias que atenten contra el orden público. Algunas decisiones
se ejecutan por parte del juez; las que ordenan un acto de instrucción
son confiadas a su ministerio, así como una investigación, una inspec-
ción o un interrogatorio sobre hechos y circunstancias, pero solo los
auxiliares judiciales y algunas veces los portadores de las órdenes ejecu-
tivas tienen calidad para proceder a la ejecución forzada”38.

Contraria a esta postura, para nuestro ordenamiento jurídico el pro-


ceso de ejecución tiene naturaleza jurisdiccional y, por lo tanto, son los
órganos jurisdiccionales quienes tienen la potestad de realizarla.

38 BAPTISTA DA SILVA, Ovídio A. Jurisdicción y ejecución en la tradición romano-canónica. Palestra


Editores, Lima, 2005, p. 60.

30
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

Como señalé anteriormente, en el antiguo Derecho Romano la eje-


cución era parte de la justicia privada, es decir, el propio acreedor rea-
lizaba la ejecución, siendo que cuando el deudor cuestionaba su legiti-
midad, a través del vindex se suspendía la ejecución y se determinaba la
procedencia o no de la ejecución en el procedimiento ante quién hacía
las veces de lo que hoy denominamos como juez, entonces se puede
establecer que la ejecución en aquella época no tenía naturaleza juris-
diccional, siendo que el cuestionamiento a la ejecución si se discutía en
sede jurisdiccional, pero –como veremos más adelante– este cuestiona-
miento no forma parte de la estructura de la ejecución, sino es un inci-
dente eventual nada más.

Conforme al transcurrir del tiempo y de la extinción casi por com-


pleto de la justicia privada o acción directa39, la posibilidad de la ejecu-
ción casi siempre ha sido tomada como parte de uno de los atributos
de la jurisdicción. Concordante con esta postura, “se dice, para justificar
el carácter no jurisdiccional de la ejecución, que esta no constituye un
derecho de petición ante la autoridad, sino una manifestación pública
del derecho de propiedad (…) Pero qué quiere decir manifestación
pública del derecho de propiedad? Toda propiedad del deudor consti-
tuye una garantía común de todos sus acreedores y esa garantía solo se
puede hacer efectiva merced a la actividad de la jurisdicción. No sub-
sisten, decíamos, salvo excepciones de muy escasa significación, formas
de ejecución privada (…) La manifestación pública quiere decir, pues,
manifestación a través de la jurisdicción (…) La actividad ejecutiva es
actividad jurisdiccional. Los órganos de la jurisdicción no pierden en
ningún momento, dentro de ella, la actividad cognoscitiva, y si bien en
los hechos la actividad de los auxiliares es más visible que la actividad
de los magistrados, no es menos cierto que solo actúan dentro de nues-
tro derecho, por delegación de estos”40.

Como se pude apreciar, solo a través de la actividad jurisdiccional


es posible que se lleve a cabo el proceso de ejecución, lo contrario sería
retroceder en el avance del Derecho y permitir esta actividad como

39 Salvo las excepciones otorgadas por Ley, como en el Código Civil son permitidas la defensa posesoria, el
derecho de retención, la resolución extrajudicial de un contrato, etc.
40 COUTURE, Eduardo J. Fundamentos del Derecho Procesal Civil. 4ª edición, Editorial IBdef, Buenos Aires,
2010, pp. 361-362.

31
Percy Howell Sevilla Agurto

forma de la justicia privada, lo cual en nuestros días sería inconcebible e


insostenible.

Bajo esta premisa se nos ha enseñado lo siguiente, “la jurisdicción,


que sustituye la autotutela o ‘justicia privada’, ha de ofrecer y ofrece, no
solo la posibilidad de declarar o crear idealmente lo jurídico en casos
concretos; debe cumplir también, respecto de casos concretos, el come-
tido de intentar –no siempre lo consigue– acomodar la realidad a lo jurí-
dico, es decir, realizarlo. Sin este último cometido y la correspondiente
actividad, la función jurisdiccional resultaría incompleta y fallida y
podría llegar a legitimarse socialmente un regreso o retroceso a la reali-
zación del Derecho por propia mano”41.

El fundamento o la razón por la que uno de los atributos de la


jurisdicción es la coercibilidad o el hacer cumplir sus decisiones –eje-
cución– es que sin aquella perdería toda legitimidad y su razón de ser
dentro de un Estado organizado carecería de sentido, por cuanto sus
decisiones serían meras consultas sin ningún efecto vinculante para los
ciudadanos.

“Como resulta evidente, el reconocimiento teórico de la autoridad


judicial pero acompañado de su desobediencia práctica convertirían a la
jurisdicción en una actividad inútil y absurda. El prestigio social de la
jurisdicción se debe, en considerable medida, al hecho de que sus deci-
siones deben ser obedecidas por el ciudadano u órgano obligado a ellas.
Y no se trata simplemente de un mandato moral, sino que vinculado a
él se encuentra la fuerza material del Estado, su imperio expresado en la
posibilidad de utilizar algunas de sus instituciones como instrumentos
coercitivos a fin de hacer cumplir el mandato judicial que ha alcanzado
la calidad de definitivo o de todo aquel que requiera ejecución, según
decisión del órgano jurisdiccional”42.

Por ello, “caracteriza el proceso de ejecución (o ejecución forzosa)


la utilización por el órgano jurisdiccional de su potestad coactiva y

41 DE LA OLIVA SANTOS, Andrés; DÍEZ-PICAZO GIMÉNEZ, Ignacio y VEGA TORRES, Jaime. Ob. cit.,
p. 18.
42 MONROY GÁLVEZ Juan. Ob. cit., pp. 413-414.

32
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

coercitiva, aplicada a la realidad material, a fin de transformarla, ven-


ciendo resistencias y sustituyendo voluntades (…)”43.

Con lo expuesto hasta aquí, puedo afirmar que –sin perjuicio de que
en otros países el proceso de ejecución tenga naturaleza administrativa–
considerar al proceso de ejecución como parte de la función administra-
tiva del Estado es un error, debido a que es el Estado, a través de su
órgano jurisdiccional, quien soluciona los conflictos que se originan en
la sociedad, y parte de esta solución no se agota solo con la declaración
de quien tiene o no la razón, sino que se agota en que las cosas sean tal
y como tienen que ser en la realidad cumpliéndose lo resuelto, el órgano
jurisdiccional al ejercer la jurisdicción debe estar siempre premunido
de la potestad de hacer cumplir sus mandatos, ello es así, por nuestro
propio sistema y porque va acorde con los principios imperantes en el
Estado Constitucional de Derecho que gobierna en la mayoría de los
países del mundo –incluido el nuestro–.

2. ¿El proceso de ejecución es un proceso de cognición sumaria?


Como ya lo mencioné anteriormente, en España surgió la posición
de quienes sostienen que el proceso de ejecución es en verdad un pro-
ceso de cognición sumaria, esta postura pierde de vista la naturaleza
propia del proceso de ejecución, conforme lo explico a continuación.

En primer lugar, debemos establecer qué se entiende por proceso de


cognición sumaria, y como contrapartida, tenemos que establecer enton-
ces cuál es el motivo por el que se hace dicha distinción.

En el marco del estudio del Derecho Procesal se ha establecido una


clasificación de los procesos tomando como medida el grado de certeza
que puede obtener el juez dentro del proceso, es decir, de acuerdo a la
mayor o menor cognición (conocimiento) que puede tener el juez para
poder resolver el mérito de la controversia.

Según esta clasificación existen los procesos plenarios u ordinarios


y los procesos sumarios.

43 DE LA OLIVA SANTOS, Andrés; DÍEZ-PICAZO GIMÉNEZ, Ignacio y VEGA TORRES, Jaime. Ob. cit.,
p. 18.

33
Percy Howell Sevilla Agurto

2.1. Los procesos plenarios u ordinarios


Son aquellos donde las partes tienen la mayor amplitud de alega-
ción –demanda, contestación, impugnaciones, etc.– y de probar, es
decir, no existe restricción alguna en cuanto a la posibilidad de debate,
de ello se desprende que sean procesos largos, donde los plazos son
amplios para determinados actos procesales, como consecuencia de
esto, se presume que el juez tiene una cognición amplía de la controver-
sia que deberá decidir.

“Por ello, el juicio ordinario, debe permitir a las partes completen lo


mejor posible, y con toda la extensión necesaria, sus medios de ataque y
defensa, y que los apoyen sobre todas las pruebas que estimen del caso
–y que sean admisibles, a juicio del tribunal–. Igualmente, sus medios
de impugnación son los más amplios del sistema procesal44.

Desde un punto de vista vertical, es decir, desde una perspectiva


del magistrado por encima de las partes, este tiene el conocimiento com-
pleto para poder dirimir, mientras que desde un punto de vista horizon-
tal, ambas partes tendrán en igualdad de condiciones las más amplias
posibilidades de defensa, ataque y prueba.

Ahora bien, siendo que el proceso plenario de por sí es lento y dis-


pendioso, los procesalistas a través de la técnica procesal crearon una
subespecie de dichos procesos, los denominados procesos plenarios
rápidos ideados a fin de hacer más rápido el trámite procedimental, es
decir, el juez tendrá igual una cognición completa y las partes podrán
alegar y probar sin restricción alguna, pero los plazos serán recortados,
lo único que existe es un recorte de plazos y concentración de actuacio-
nes judiciales, pero la cognición del juez seguirá intacta.

Por ello, se ha dicho que “los procedimientos plenarios rápidos, se


diferencian del ordinario, simplemente por su forma, más corta, pero
no por su contenido, que es el mismo cualitativamente, jurídicamente
plenario”45.

44 FAIREN GUILLÉN, Víctor. Temas del ordenamiento procesal. Tomo II, Tecnos, Madrid, 1969, p. 825.
45 Ibídem, p. 828.

34
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

2.2. Los procesos sumarios


Son aquellos que por razones de política legislativa, se opta por la
restricción en la posibilidad de alegación como en la posibilidad de pro-
bar, lo cual trae consigo que la cognición del juez sea parcial, siendo que
su trámite por su propia estructura también es relativamente más abre-
viado que un plenario, pero esto no es su nota distintiva, sino la limita-
ción en cuanto a la cognición del juez para pronunciarse sobre el mérito.

El proceso sumario “es igual a juicio con limitaciones de las alega-


ciones de las partes, del objeto de la prueba, y en ocasiones incluso de
los medios de prueba, y de la cognición judicial (…)”46.

Ratificando lo dicho, se nos enseña que “el calificativo de sumarie-


dad no descansa tanto en la brevedad del procedimiento (lo cual dis-
tingue a los plenarios rápidos), cuanto en la limitación de medios de
defensa y de prueba y, en consecuencia, de los efectos que ha de produ-
cir la sentencia que resuelve estos procesos sumarios. Es decir, la sim-
plificación y brevedad del procedimiento no es la causa de la naturaleza
sumaria de estos procesos, sino su efecto, o mejor dicho, dado que se
quiere ofrecer una tutela rápida para determinados derechos, esto solo
puede lograrse limitando los medios de ataque y de defensa y, en su
caso, los medios de prueba, lo que consecuentemente tendrá que limitar
la eficacia procesal de la sentencia que resuelva estos procesos. Precisa-
mente la limitación de la eficacia procesal significa que la sentencia no
producirá el efecto de cosa juzgada”47.

Habiendo aclarado la distinción dentro de los procesos de cogni-


ción entre plenarios y sumarios, debo señalar que la confusión de afir-
mar que el proceso de ejecución era uno de cognición sumaria se debió
fundamentalmente a la dualidad de ejecuciones que tuvo España a lo
largo de su historia, siendo que en la ejecución de sentencias no exis-
tía la posibilidad de oponerse a la ejecución, mientras en la ejecución
de títulos extrajudiciales –denominado juicio ejecutivo– sí existía tal

46 MONTERO AROCA, Juan; GÓMEZ COLOMER, Juan Luis y BARONA VILAR, Silvia. Derecho
Jurisdiccional Proceso Civil. Tomo II, 20ª edición, Tirant lo Blanch, Valencia, 2012, p. 199.
47 LÓPEZ-FRAGOSO ÁLVAREZ, Tomás. Proceso Civil Práctico. Tomo III, La Ley, Madrid, 2007, p. 297.

35
Percy Howell Sevilla Agurto

posibilidad, motivo por el cual es al juicio ejecutivo al que se le denomi-


naba de cognición sumaria.

Dice Montero Aroca que “así estaban las cosas cuando Fenech, sin
excesiva fundamentación, distinguió los procesos de ejecución en suma-
rios y no sumarios, tomando como base la existencia de título extraju-
dicial o judicial y vayan o no precedidos de un proceso de declaración,
para, a continuación, clasificar los procesos sumarios según se admita o
no que dentro del proceso de ejecución se instaure uno de declaración
para discutir la ejecutabilidad del título, de modo que el juicio ejecutivo
era un proceso sumario de ejecución con posibilidad de oposición al
título”48.

Siendo esto así, y teniendo como fundamento principal el hecho que


el proceso ejecutivo era considerado un proceso sumario por cuanto en
este era posible oponerse a la ejecución, mientras en el proceso de ejecu-
ción de sentencias no, la misma doctrina española aceptaba que cuando
se hablaba de proceso ejecutivo nos encontramos en presencia de un
auténtico proceso de ejecución y como tal goza de sus rasgos y carac-
terísticas, más aún si es aceptado que en los procesos de ejecución de
sentencias también puede formularse oposición a la ejecución.

“En buena medida el núcleo de la discusión debió radicar en la posi-


bilidad o no de que se inserte un incidente declarativo en un proceso de
ejecución, esto es, en si cabe o no oposición del ejecutado en el proceso
de ejecución de sentencias. Si en esta alternativa se respondía negativa-
mente, había que negar naturaleza ejecutiva a todo proceso en el que sea
posible el incidente declarativo; si se respondía afirmativamente, había
que concluir que el juicio ejecutivo era un proceso de ejecución. A estas
alturas, y después de que la LEC de 2000 ha regulado la oposición a la
ejecución cuando se trata de la ejecución de sentencias, el mismo plan-
teamiento de la alternativa es absurda, si bien ya lo era antes de la dicha
LEC”49.

Entonces, resulta correcto afirmar que cuando se trata de ejecu-


ción de títulos extrajudiciales “el hecho de que dentro de su evolución

48 MONTERO AROCA Juan. Ob. cit., p. 58.


49 Ibídem, p. 64.

36
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

histórica se haya permitido la incrustación dentro de su estructura de


un incidente de cognición limitado –la ahora llamada contradicción– no
le priva su naturaleza ejecutiva”50.

“El juicio ejecutivo es un proceso de ejecución y los actos que en él


se practican son actos ejecutivos. Acto ejecutivo es la demanda, con la
que se ejercita la pretensión ejecutiva; acto ejecutivo es el mandato eje-
cutivo por el que se intima al ejecutado para que cumpla con su pres-
tación bajo apercibimiento de iniciarse la ejecución forzada; (…), y, por
supuesto, todos los demás actos prístinamente ejecutivos como la rea-
lización forzada de los bienes y pago del acreedor, acto final del pro-
ceso con el cual se satisfacen los intereses del ejecutante. El incidente de
contradicción y la sentencia, el primero eventual y la segunda necesaria,
son actos que no deberían formar parte de ningún proceso de ejecución
(…)”51.

Por lo tanto, la ejecución de títulos judiciales como extrajudiciales


podrá tener diferencias en cuanto a su trámite procedimental debido
al grado de certeza del título, pero de igual manera, siempre existirá la
posibilidad de oponerse a la ejecución y como tal, dichos títulos serán
ejecutados en el proceso de ejecución. La regla a seguirse es que la cog-
nición es incidental, quiere decir esto que, no forma parte de la estruc-
tura del proceso de ejecución sino que se puede dar de forma eventual
cuando se pretende cuestionar la ejecución.

V. ¿PROCESO DE EJECUCIÓN O CONTINUACIÓN DEL PROCESO


DE COGNICIÓN?

En la doctrina se discute si en verdad existe el proceso de ejecución


o este no es más que una fase o continuación del proceso de cognición.
Algunos apuntan a que esta polémica tiende a ser solucionada por el
Sistema que opte cada país al regular la ejecución.

En mi opinión –concordante con la posición de la doctrina mayo-


ritaria– existe un proceso de ejecución, el cual tiene sus propios

50 ARIANO DEHO, Eugenia. Ob. cit., p. 173.


51 Ibídem, p. 174.

37
Percy Howell Sevilla Agurto

presupuestos que lo hacen totalmente autónomo del proceso de cogni-


ción y como tal cumple una función complementaria a dicho proceso, es
decir, hace que el derecho se torne posible en los hechos.

Conviene transcribir lo que con brillantez nos expone Liebman, “la


jurisdicción no agota sus cometidos con la cognición y con el juicio que
de ella resulta. Además de constatar y declarar los derechos, hay que
proveer a fin de que sean satisfechos; además de formular la regla jurí-
dica concreta que regula una determinada situación, es necesario pro-
veer a actuarla, a traducirla en hechos reales, modificando la situación
de hecho existente, en modo de hacerla que llegue a ser conforme a lo
que debería ser (…). Esta segunda forma de la tutela jurisdiccional del
derecho se cumple por medio del proceso de ejecución, que se contra-
pone y se coloca al lado del proceso de cognición para constituir jun-
tamente el cuadro de las actividades fundamentales, por medio de las
cuales se ejercita la jurisdicción”52 (el resaltado es nuestro).

La profesora Ariano –con la lucidez que la caracteriza– nos enseña


que “el proceso de ejecución como conjunto de actos del órgano juris-
diccional dirigidos a la satisfacción de los intereses del derecho habiente
constituye, como ya lo dijimos, una forma de tutela autónoma y distinta
de las demás formas de tutela jurisdiccional. (…) Los presupuestos con-
cretos del proceso de cognición son distintos de los del proceso de eje-
cución, distintas son las pretensiones ejercitadas en uno y otro, distinta
es la relación procesal que en ellos se genera, y por todo ello afirmamos
que el proceso de ejecución es autónomo del proceso de cognición”53.

Si esto es así, ¿como se explica la confusión que enfoca al proceso de


ejecución como una fase del proceso de cognición?, pues, en la medida
que la sentencia condenatoria o declarativa condenatoria era –antigua-
mente– el único título ejecutivo, esta abría la fase de la ejecución luego
de concluido el proceso de cognición.

Entonces, el fundamento de quienes sostienen que el proceso de


ejecución es una fase del proceso de cognición, no es la naturaleza jurí-
dica o sus presupuestos, sino la técnica del legislador para implantar la

52 LIEBMAN, Enrico Tullio. Ob. cit., p. 149.


53 ARIANO DEHO, Eugenia. Ob. cit., pp. 164-165.

38
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

ejecución en el proceso, es decir, se parte del sistema adoptado por el


legislador y no por las vicitudes que caracterizan y diferencian a uno y
otro proceso, lo que no puede ser aceptado, por cuanto las instituciones
procesales deben ser analizadas de conformidad con sus particularida-
des, siempre –claro está– teniéndose en cuenta que son instrumentos
destinados a la efectividad del derecho material.

Aunado a lo expuesto, solo existirá esta discusión en los casos de


ejecución de las sentencias condenatorias o declarativas condenatorias
que vienen precedidas por un proceso de cognición, siendo que debe
tenerse en consideración que existe la posibilidad de iniciar el proceso
de ejecución con títulos ejecutivos extrajudiciales que no necesitan cons-
tituirse mediante un proceso previo. “Así pues el problema de la auto-
nomía del proceso de ejecución solo es ventilable cuando el proceso de
cognición tenga por objeto emitir una sentencia de condena (ciertamente
no cuando este tenga por objeto emitir una sentencia meramente decla-
rativa o constitutiva, pues en estos dos últimos casos, la necesidad de
tutela jurisdiccional se agota en la sentencia misma) sentencia esta que
cierra la fase jurisdiccional de cognición y que a su vez constituye el pre-
supuesto para iniciar la fase jurisdiccional de ejecución”54.

Incluso en Brasil donde la ejecución de sentencia es una fase pos-


terior del mismo proceso de cognición (al igual que en nuestro país),
la doctrina no se anima a establecer que la ejecución es una fase propia
del proceso de cognición, sino que se refiere a la técnica utilizada por el
legislador.

Al respecto se ha dicho que: “La realización práctica de la tutela des-


tinada a acabar con el incumplimiento de una obligación puede darse en
el mismo proceso o en uno autónomo. En el primer caso tenemos una
sentencia ejecutiva o condenatoria-ejecutiva; en el segundo aquella es
simplemente condenatoria. Es decir, la crisis de cumplimiento puede ser
solucionada por cualquiera de esas dos especies, cuya clasificación tiene
en cuenta la técnica adoptada por el legislador para la efectividad de la
tutela. Si la práctica de los actos de ejecución exigiera un proceso autó-
nomo, la tutela cognitiva será simplemente condenatoria. Si la cognición

54 Ibídem, p. 177.

39
Percy Howell Sevilla Agurto

y la ejecución ocurrieran en el mismo proceso –aquí denominado sincré-


tico– estaremos frente a una tutela condenatoria ejecutiva o ejecutiva”55.

Resulta evidente que los actos ejecutivos no son per se parte del pro-
ceso de cognición, en dicho proceso el juez no compele al cumplimiento
de las prestaciones, no puede sustituir la voluntad del deudor reacio al
cumplimiento de la sentencia.

Es en el proceso de ejecución –sin importar si tiene una regulación


autónoma o forme parte del proceso de cognición como una fase poste-
rior a la emisión de la sentencia– donde se puede suplantar la voluntad
del deudor, y este proceso de ejecución tiene sus propios presupues-
tos, características y lo que nos importa principalmente, la finalidad de
uno y otro son distintas, mientras en el proceso de cognición se declara
quién tiene o no razón, en el proceso de ejecución se lleva lo declarado
a la realidad mediante otro tipo de actividad jurisdiccional, esto es,
mediante los actos ejecutivos.

De lo cual se colige que “no se llega apreciar, por tanto, cómo la


sentencia destinada a eliminar la crisis de cumplimiento pueda ser sufi-
ciente, por sí sola, para alcanzar este objetivo. Siempre habrá necesidad
de actos subsiguientes, normalmente de naturaleza subrogatoria, desti-
nados a hacer que los efectos de la inactividad del deudor sean removi-
dos. En otras palabras, solamente después de la condena habrá verda-
dera agresión al patrimonio del demandado. Si eso se da en el mismo
proceso, o no, es indiferente a efectos de la clasificación de la sentencia,
así como no influye en la mayor o menor efectividad de ella”56.

Siendo esto así, coincidimos con la profesora Ariano quien señala


lo siguiente: “Podemos concluir citando a Liebman que ´la sentencia es
entonces conjuntamente el acto con el cual culmina el proceso de cogni-
ción, y con el cual se abre el camino y se legitima el inicio del proceso de
ejecución´. La sentencia es el título ejecutivo por excelencia, es el nexo
entre cognición y ejecución, dos formas de tutela jurisdiccional distintas
desde todo punto de vista”57.

55 DOS SANTOS BEDAQUE, José Roberto. Ob. cit., pp. 757-758.


56 Ibídem, p. 762.
57 ARIANO DEHO, Eugenia. Ob. cit., p. 178.

40
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

VI. EL TÍTULO EJECUTIVO

El título ejecutivo es el presupuesto infaltable en el proceso de ejecu-


ción, es el medio para abrirnos paso dentro de este mecanismo de tutela,
siendo que nos permite el ingreso a dicho proceso y así instamos la acti-
vidad jurisdiccional ejecutiva.

Siendo ello así, el título ejecutivo como tal importa únicamente en


el proceso de ejecución, es decir, su importancia radica en el hecho que
nos permite ingresar a dicho proceso con la consecuente actividad juris-
diccional hasta ver satisfecho el cumplimiento íntegro de la obligación
contenida en aquel.

Por ello se ha dicho que “la tipicidad supone que no se pueda dar
un concepto abstracto de título ejecutivo y partiendo del mismo buscar
en la realidad jurídica documentos que se acomoden a ese concepto. Esa
labor es inútil porque el título ejecutivo no es una categoría. Documen-
tos título ejecutivo son los que el legislador quiere que sean; atendiendo
a razones de oportunidad política, el legislador atribuye a determina-
dos documentos la cualidad de título ejecutivo y nada más (…) Esos
documentos típicos, que son título ejecutivo en cuanto tales, importan
únicamente desde el punto de vista del proceso de ejecución, no inte-
resando lo que puedan significar fuera de este proceso. Fuera del pro-
ceso de ejecución los documentos no operan como títulos ejecutivos. En
este proceso el documento típico es presupuesto legal de la actividad
jurisdiccional”58.

El legislador a través de la ley, es quien señala qué documentos


constituyen títulos ejecutivos, ello con la finalidad de darle a ciertos
documentos la posibilidad de su ejecución rápida y con ello facilitar
el tráfico comercial, siendo que tales documentos deben ceñirse a cier-
tos parámetros, el título ejecutivo “es aquel documento al que la ley le
otorga la idoneidad para conformar un título ejecutivo: documento que
contiene o incorpora una obligación cierta, expresa, exigible, y, tratán-
dose de una obligación pecuniaria, líquida, o liquidable, el mismo que
constituye el presupuesto necesario y suficiente para legitimar al titular

58 MONTERO AROCA, Juan. Ob. cit., pp. 91-92.

41
Percy Howell Sevilla Agurto

del derecho señalado en el título del ejercicio de la pretensión ejecutiva


contra quien en el título aparece como obligado”59.

Ahora bien, teniendo claro cuál es la importancia del título eje-


cutivo, esto es, que el mismo nos permite acceder al proceso de ejecu-
ción, dichos títulos tienen diversa naturaleza, es decir, se clasifican de
acuerdo a su origen, por ello su clasificación es la siguiente:

1. Títulos ejecutivos de naturaleza judicial


Estos títulos tienen su origen –por lo general– en un proceso de cog-
nición previo, el cual contiene una pretensión condenatoria o declara-
tiva condenatoria, y está resulta siendo acogida en la sentencia, tenemos
entonces a la sentencia condenatoria como el principal y primigenio
título ejecutivo.

En este orden de ideas, este título ejecutivo irradia certeza debido a


que su constitución ha sido precedido de un proceso judicial con todas
las garantías de un debido proceso –posibilidad a la partes de alegación
y prueba–.

El legislador –en su afán de crear títulos ejecutivos– asemeja a la


sentencia otras resoluciones emanadas por el órgano jurisdiccional que
también les otorga esta característica, ellos pueden ser las transacciones
aprobadas judicialmente, las conciliaciones aprobadas judicialmente, los
laudos arbitrales60, etc.

2. Títulos ejecutivos de naturaleza extrajudicial


Estos títulos, evidentemente no vienen precedidos de proceso judi-
cial alguno, y son considerados como tales por la opción del legislador
que les da tal mérito.

“Al instituir títulos más allá de la sentencia condenatoria civil ordi-


naria, el legislador opera mediante un criterio de probabilidad, sabiendo

59 ARIANO DEHO, Eugenia. Ob. cit., p. 192.


60 Los laudos arbitrales se asemejan a las sentencias pese a que no son emanadas por los jueces, sino por los
árbitros, siendo que en nuestro medio el arbitraje importa ejercer función jurisdiccional.

42
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

que siempre algún riesgo habrá, pero entendiendo también que vale la
pena correrlo; vale la pena, porque los beneficios obtenidos en la gran
mayoría de casos tienen mucho más significado social que los eventua-
les males sufridos en casos proporcionalmente reducidos (…)”61.

Por citar algunos, tenemos a las letras de cambio, los pagarés, las
escrituras públicas, las actas de conciliación extrajudicial, etc.

Es justamente en estos títulos ejecutivos donde existe el mayor peli-


gro de una ejecución injusta debido al origen contractual o convencional
de los mismos, por ello es usual que ante la ejecución de estos títulos se
permita mayor amplitud de alegación para oponerse a la misma.

61 DINAMARCO, Cándido Rangel. La instrumentalidad del proceso. Communitas, Lima, 2009, p. 442.

43
CAPÍTULO II
EL PROCESO DE EJECUCIÓN
COMO MANIFESTACIÓN
DEL DERECHO A LA TUTELA
JURISDICCIONAL EFECTIVA
I. NOCIÓN DE TUTELA JURISDICCIONAL EFECTIVA

Como lo señala Priori, “la noción de tutela hace referencia a la nece-


sidad de protección que surge a consecuencia del incumplimiento de
las disposiciones del ordenamiento jurídico que lesionan los principios
generales establecidos como base de la convivencia social o las situacio-
nes jurídicas de ventaja de los particulares”62. Esa protección la brinda el
Estado a través de la jurisdicción casi de forma total, salvo en los casos
permitidos de autotutela.

El mismo autor –citando a Luiso– nos dice que “la tutela jurisdic-
cional es, por ello, aquella forma de protección que brinda el Estado en
todos aquellos casos en los que los principios generales no se han rea-
lizado espontáneamente o en los que los intereses que subyacen a las
situaciones jurídicas de ventaja no han encontrado satisfacción por el
comportamiento espontáneo de los sujetos; actuando, por ello, en auxi-
lio la tutela jurídica”63.

Importa para nuestro estudio un breve análisis del derecho a la


tutela jurisdiccional efectiva, debido a que –como veremos– el proceso
de ejecución es un elemento esencial de este derecho fundamental.

La tutela jurisdiccional efectiva o tutela judicial efectiva “se con-


creta en el derecho que tienen todas las personas al acceso a los órganos
jurisdiccionales con arreglo a las normas de procedimiento legalmente
establecidas y a obtener de ellos una respuesta motivada y de fondo,
dotada de invariabilidad, y a la ejecución de lo resuelto”64 (el resaltado
es nuestro).

En palabras de González Pérez “El derecho a la tutela jurisdiccional


es el derecho de toda persona a que se le ‘haga justicia’; a que cuando

62 PRIORI POSADA, Giovanni F. La tutela cautelar su configuración como derecho fundamental. ARA
Editores, Lima, 2006, p. 31.
63 Ibídem, p. 32.
64 MONTERO AROCA, Juan y FLORS MATIES, José. Amparo constitucional y proceso civil. Tirant lo
Blanch, Valencia, 2005, p. 64.

47
Percy Howell Sevilla Agurto

pretenda algo de otra, esta pretensión sea atendida por un órgano juris-
diccional, a través de un proceso con unas garantías mínimas”65.

En ese orden de ideas, resalta el profesor español que “(…) El dere-


cho a la tutela jurisdiccional despliega sus efectos en tres momentos
distintos: primero, en el acceso a la Justicia; segundo, una vez en ella,
que sea posible la defensa y obtener solución en un plazo razonable, y
tercero, una vez dictada sentencia, la plena efectividad de sus pronun-
ciamientos. Acceso a la jurisdicción, proceso debido y eficacia de la
sentencia”66 (el resaltado es nuestro).

Chamorro Bernal al respecto señala que “son cuatro derechos


básicos los que componen el derecho a la tutela judicial efectiva: i) El
derecho de libre acceso a la jurisdicción y al proceso en las instancias
reconocidas, ii) El derecho de defensa o la prohibición constitucional de
indefensión, iii) El derecho a obtener una resolución fundada en dere-
cho que ponga fin al proceso, y; iv) El derecho constitucional a la efec-
tividad de la tutela judicial”67 (el resaltado es nuestro).

En nuestro medio, el artículo 4 del Código Procesal Constitucional,


trata de explicarnos lo que para el legislador es la tutela jurisdiccional
efectiva, aunque lo denomina como tutela procesal efectiva, dicho dis-
positivo legal dispone lo siguiente: Se entiende por tutela procesal efec-
tiva aquella situación jurídica de una persona en la que se respeten, de
modo enunciativo, sus derechos de libre acceso al órgano jurisdiccional,
a probar, de defensa, al contradictorio e igualdad sustancial en el pro-
ceso, a no ser desviado de la jurisdicción predeterminada ni sometida
a procedimientos distintos de los previstos por la ley, a la obtención de
una resolución fundada en derecho, a acceder a los medios impugna-
torios regulados, a la imposibilidad de revivir procesos fenecidos, a la
actuación adecuada y temporalmente oportuna de las resoluciones
judiciales y a la observancia del principio de legalidad procesal penal
(el resaltado es nuestro).

65 GONZÁLEZ PÉREZ, Jesús. Derecho a la tutela jurisdiccional. 3ª edición, Civitas, Madrid, 2001, p. 33.
66 Ibídem, p. 57.
67 CHAMORRO BERNAL, Francisco. La tutela judicial efectiva. 1ª edición, Bosch, Barcelona, 1994, p. 13.

48
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

De todo lo expuesto, puedo afirmar que el derecho a la tutela juris-


diccional efectiva es un derecho fundamental de naturaleza procesal y
que está compuesto por: i) el acceso a la jurisdicción sin limitaciones
arbitrarias, ii) el debido proceso o proceso debido, es decir, ventilar las
pretensiones en un proceso adecuado y que reserve todas las garantías
mínimas exigidas (entre ellas el derecho al contradictorio, a la prueba, a
una resolución motivada, a las instancias legalmente establecidas, etc.),
y; iii) la decisión se torne eficaz.

II. LA EFECTIVIDAD DE LA TUTELA JURISDICCIONAL Y EL PRO-


CESO DE EJECUCIÓN

Siendo esto así, lo importante del estudio del derecho a la tutela


jurisdiccional efectiva es encontrar dentro de cuál de los derechos que lo
componen, se encuentra el proceso de ejecución.

Aunque en otros lugares, la efectividad de la tutela jurisdiccional


tenga otras denominaciones, esta siempre tendrá el mismo contenido,
por eso, el proceso de ejecución es parte del derecho a la efectividad de
las resoluciones.

La doctrina brasileña sostiene que “la concepción del derecho de


acción como un derecho a una sentencia de fondo no podía tener una
vida muy larga, toda vez que el juzgamiento de fondo solamente tiene
importancia –como debería ser obvio– si el derecho material involu-
crado en el litigio fuera realizado, además de reconocido por el Estado-
juez. En este sentido, el derecho a la sentencia debe ser visto como un
derecho al proveimiento y a los medios ejecutivos capaces de dar efec-
tividad al derecho sustancial, lo que significa un derecho a la efectivi-
dad en sentido estricto”68 (el resaltado es nuestro).

En ese sentido, el derecho a la efectividad implica que lo decidido


jurisdiccionalmente se torne –valga la redundancia– eficaz en la rea-
lidad, por ende, el concepto de eficaz contiene al de ejecución pero no
solo lo abarca a él.

68 GUILHERME MARINONI, Luiz. Derecho fundamental a la tutela jurisdiccional efectiva. Palestra Editores,
Lima, 2007, p. 220.

49
Percy Howell Sevilla Agurto

El Tribunal Constitucional español en reiterada jurisprudencia ha


dicho que “el derecho fundamental a la tutela efectiva (art. 24.1 CE)
comporta un contenido complejo que comprende: 1) El deber del órgano
del Poder Judicial de poner en marcha la actividad jurisdiccional; 2) la
realización del proceso de declaración con todas las garantías propias
del mismo; 3) Que se dicte una sentencia sobre el fondo del asunto plan-
teado por las partes, y 4) Que, en su caso, se proceda a la ejecución de
la misma, mediante el proceso de ejecución. Sin la ejecución el dere-
cho a la tutela judicial efectiva se vería privado de algo tan importante
como es la realización práctica del derecho; sería cualquier cosa menos
efectiva”69.

Me explico, las sentencias declarativas y constitutivas70 son eficaces


con su sola expedición, ya que resuelven la pretensión discutida en el
proceso y las mismas satisfacen la tutela solicitada, siendo que los actos
de índole administrativo posteriores no pueden considerarse como actos
ejecutivos, porque no constriñen y menos sustituyen la voluntad del
demandado.

Así las cosas, ese tipo de sentencias también forman parte de la efi-
cacia de la tutela jurisdiccional y no son pasibles de ingresar a proceso
de ejecución, lo cual es acorde con sus características.

Ahora bien, el reconocimiento del proceso de ejecución como parte


integrante del derecho a la eficacia de la tutela jurisdiccional, no solo
es estudiado y aceptado por la doctrina, sino que ha sido reconocido
expresamente por nuestro Tribunal Constitucional, el cual ha dejado
sentada su posición al respecto en el fundamento 9 de la sentencia
recaída en el Expediente N° 01592-2011-PA-/TC, estableciendo que: La
doctrina jurisprudencial del Tribunal Constitucional –por su parte– ha
comprendido que el derecho a la ejecución de resoluciones constituye
parte inseparable de la exigencia de efectividad de la tutela judicial.
En efecto, en las sentencias Nºs 0015-2001-AI/TC, 0016-2001-AI/TC y
004-2002-AI/TC el Tribunal ha dejado establecido que “el derecho a la

69 MONTERO AROCA, Juan. Ob. cit., p. 32.


70 La doctrina denomina a las sentencias declarativas y constitutivas como autosuficientes, por cuanto no nece-
sitan de actos ejecutivos posteriores para su concreción en la realidad, sino que su sola emanación satisface la
pretensión hecha valer en el proceso.

50
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

ejecución de resoluciones judiciales no es sino una concreción especí-


fica de la exigencia de efectividad que garantiza el derecho a la tutela
jurisdiccional, y que no se agota allí, ya que, por su propio carácter,
tiene una vis expansiva que se refleja en otros derechos constituciona-
les de orden procesal (...). El derecho a la efectividad de las resoluciones
judiciales garantiza que lo decidido en una sentencia se cumpla, y que la
parte que obtuvo un pronunciamiento de tutela, a través de la sentencia
favorable, sea repuesta en su derecho y compensada, si hubiere lugar a
ello, por el daño sufrido” [fundamento 11]. En esta misma línea de razo-
namiento, se ha precisado en otra sentencia que “la tutela jurisdiccional
que no es efectiva no es tutela”, reiterando la íntima vinculación entre
tutela y ejecución al establecer que “el derecho al cumplimiento efec-
tivo y, en sus propios términos, de aquello que ha sido decidido en el
proceso, forma parte inescindible del derecho a la tutela jurisdiccional
a que se refiere el artículo 139.3 de la Constitución” (STC Nº 4119-2005-
AA/TC, fundamento 64) (el resaltado es nuestro).

De lo cual se colige que, el proceso de ejecución es parte del derecho


a la eficacia de la tutela jurisdiccional y como tal es un derecho funda-
mental, por tanto, se encuentra protegido por los valores y principios
recogidos en nuestra Constitución. Es decir, el proceso de ejecución
debe ser visto como la principal –no la única– manifestación del derecho
a la eficacia de la tutela jurisdiccional.

III. EL DEBIDO PROCESO Y LA EJECUCIÓN

González Pérez señala que “(…) Llamamos proceso debido a aquel


proceso que reúna las garantías ineludibles para que la tutela jurisdic-
cional sea efectiva, empezando por la garantía del juez natural”71.

El profesor Couture enseña que “(el debido proceso) se trata, en


resumen, de que nadie puede ser privado de las garantías esenciales que
la Constitución establece, mediante un simple procedimiento: ni por un
trámite administrativo cualquiera que prive del derecho a defenderse
y a disponer de la garantía que constituye el Poder Judicial para todos
los ciudadanos. Se necesita, no ya un procedimiento, sino un proceso.

71 GONZÁLEZ PÉREZ, Jesús. Ob. cit., p. 163.

51
Percy Howell Sevilla Agurto

El proceso no es un fin sino un medio; pero es el medio insuperable de


la justicia misma. Privar de las garantías de defensa en juicio, equivale,
virtualmente, a privar del derecho”72.

Nosotros entendemos el debido proceso como aquel derecho que


garantiza a las partes, dentro de un proceso o procedimiento, el respeto
a las garantías mínimas dentro de este, como el derecho a la defensa, al
Juez predeterminado por ley, a la posibilidad de alegar y probar o dere-
cho al contradictorio, a la motivación de las resoluciones, a recurrir a las
instancias legalmente establecidas, etc.

Siendo esto así, todo proceso jurisdiccional –en especial– debe ade-
cuarse al cumplimiento de este derecho, no siendo excepción el proceso
de ejecución, por tanto, en dicho proceso –pese a su grado de certeza
en su inicio– también deben observarse el cumplimiento irrestricto de
las garantías mínimas enmarcadas en el debido proceso y como tal, la
vulneración de alguna de estas garantías acarrearía que el proceso de
ejecución fuera ilegítimo.

72 COUTURE, Eduardo J. Estudios de Derecho Procesal Civil. Tomo I, 3ª edición, Ediciones Depalma, Buenos
Aires, 1979, p. 194.

52
CAPÍTULO III
EL DERECHO DE DEFENSA
EN EL PROCESO DE EJECUCIÓN:
“LA OPOSICIÓN A LA EJECUCIÓN”
I. NOCIÓN DE LA OPOSICIÓN

Podría decirse que “la oposición a la ejecución es el medio de


defensa que se ofrece al ejecutado para combatir la ejecución despa-
chada frente a él, y puede tener por fundamento la existencia de vicios
o anomalías que afecten a sus presupuestos o a su licitud, o estar basada
en la concurrencia de determinados hechos que afectan a la esencia
misma de lo que constituye su objeto, de modo que su prosecución
carezca de sentido. De lo dicho se desprende que tales causas pueden
consistir en defectos procesales o en motivos de fondo”73.

Se dice que es el medio de defensa, entendido este en sentido


amplio, ya que –como veremos más adelante– es la manifestación del
derecho de defensa del ejecutado, pero no implica defenderse, sino por
el contrario, implica un ataque al título ejecutivo en sí o al crédito que
representa aquel.

En efecto, la posibilidad de que el ejecutado pueda defenderse de


una ejecución injusta o ilegítima se da a través de la oposición, que no
es otra cosa que aquel mecanismo procesal puesto a disposición del eje-
cutado a fin de contrarrestar el inicio de un proceso de ejecución en su
contra, a través de un juicio de cognición que puede ser sumario o no.

II. FUNDAMENTO DE LA OPOSICIÓN

Como ya he sostenido anteriormente, el primer bosquejo de la opo-


sición como ahora la conocemos fue en el antiguo Derecho de Roma, y
tuvo como fundamento repeler una ejecución injusta, cuestionando su
legitimidad.

Debemos tener presente que en aquella época no existía la figura


del título ejecutivo, y al ser una ejecución extrajudicial la cual se llevaba
a cabo a través de la justicia privada, se partía de la premisa que si se

73 MONTERO AROCA, Juan. Ob. cit., p. 680.

55
Percy Howell Sevilla Agurto

procedía a la ejecución era porque se estaba ante –prima facie– una eje-
cución justa por tener certeza de la obligación.

Con el paso del tiempo nace el título ejecutivo como medio para
acceder al proceso de ejecución, de ahí la famosa frase “no hay ejecución
sin título” (nulla executio sine titulo).

En este orden de ideas, debemos partir de la siguiente premisa: para


acceder al proceso de ejecución que trae consigo la actividad jurisdic-
cional debemos tener un título ejecutivo que nos dé tal derecho, a con-
trario sensu, la ejecución no podría llevarse a cabo si no contamos con
título ejecutivo o el que teníamos en realidad no era tal título.

Por ello, como enseña Andolina, “es necesario partir de la con-


sideración fundamental de que el título no está en posibilidad de
suministrar una garantía absoluta con respecto a la actual y efectiva
existencia del crédito representado en aquel. Si el título fuera capaz
de proveer tal garantía, es evidente que no habría necesidad de prever
mecanismos procesales especiales destinados a realizar el control cogni-
tivo en cuestión: en efecto, en el momento en que el acreedor hiciera su
ingreso en el recinto de la ejecución forzada, se tendría siempre la cer-
teza de la real existencia de una obligación con contenido exactamente
correspondiente a la consagrada en el título ejecutivo”74 (el resaltado es
nuestro).

Siendo esto así, el fundamento por el cual la oposición es permitida


en el proceso de ejecución radica en posibilitar al afectado con la ejecu-
ción el poder cuestionar el título ejecutivo, ya sea este como tal o al cré-
dito que representa, “si el fundamento fáctico de la ejecución es el título
ejecutivo, pues la oposición del ejecutado tendrá por objeto eliminar
aquella aparente certeza de la existencia del derecho que da justamente
el título ejecutivo”75.

Obviamente, existirá mayor riesgo ante la presencia de los títulos


extrajudiciales que en presencia de títulos judiciales ya que estos últi-
mos tienen la calidad de cosa juzgada y, por lo tanto, no pueden ser

74 ANDOLINA, Ítalo. Ob. cit., pp. 133-134.


75 ARIANO DEHO, Eugenia. Ob. cit., p. 467.

56
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

cuestionados respecto a su formación, pero no es óbice suficiente para


que en cualquier título ejecutivo (judicial o extrajudicial) exista el riesgo
de una ejecución ilegítima o injusta, es decir, “existe, y esto es evidente
(sobre todo en los títulos de formación extrajudicial), el riesgo de que la
acción ejecutiva no tenga como referente, en el terreno sustancial, la real
existencia de una obligación de contenido exactamente correspondiente
con la consagrada en el título ejecutivo”76.

Por ello, en la mayoría de las legislaciones –incluida la nuestra– los


supuestos de oposición son mayores cuando se trata de ejecución de
títulos ejecutivos extrajudiciales, “esta ampliación resulta razonable
habida cuenta de que tales títulos no gozan de las garantías del que está
revestido el título formado en un proceso judicial”77.

III. ¿MECANISMO DE ATAQUE O DE DEFENSA?

Como ya había adelantado, la oposición es el medio de defensa que


tiene el ejecutado para contrarrestar una ejecución injusta o ilegítima en
su contra, pero este medio de defensa no debe ser considerado como
una manifestación del derecho de contradicción78, sino por el contrario,
como una manifestación del derecho de acción, ya que importa en puri-
dad la interposición de una pretensión79 que buscará restarle eficacia eje-
cutiva al supuesto título ejecutivo, y con ello evitar la continuación del
proceso de ejecución con su consecuente culminación.

Conforme lo enseña la profesora Ariano –citando al maestro bra-


sileño Buzaid– “existe una diferencia sustancial entre el proceso de

76 ANDOLINA, Italo. Ob. cit., p. 147.


77 LAFUENTE TORRALBA, Alberto José. La oposición a la ejecución. 1ª edición, Thomson Civitas, Navarra,
2006, p. 71.
78 El derecho de contradicción consiste en el derecho fundamental de todo demandado o imputado de acudir al
órgano jurisdiccional a fin de solicitarle la tutela jurisdiccional, no importando para este derecho si la sen-
tencia sale a favor o en contra de sus intereses. El ejercicio del derecho de acción del actor automáticamente
genera el surgimiento del derecho del demandado, al cual llamamos derecho de contradicción, teniendo este
último una relación de dependencia con el primero, pues el derecho de contradicción no se puede ejercer de
manera autónoma, sino que depende del ejercicio del primero. En cambio, el ejercicio del derecho de acción
no tiene dependencia con otro derecho, se ejerce libremente.
79 No decimos la interposición de una demanda, por cuanto lo que el órgano jurisdiccional dirime no es la
demanda sino la pretensión que ingresa al proceso a través del acto jurídico procesal que le da inicio, esto es,
la demanda.

57
Percy Howell Sevilla Agurto

ejecución y el proceso de cognición. Mientras que en el proceso de cog-


nición existe el principio de igualdad entre los contenedores, puesto que
hasta el momento de la sentencia no se sabe cuál de ellos tiene la razón;
en el proceso de ejecución, al contrario, el acreedor goza de una posición
de preeminencia que le es asegurada por la eficacia del título, al cual
corresponde, por parte del deudor, un estado de sujeción. En el proceso
de ejecución el deudor no se defiende, impugna: no contesta, embarga
(opone); no se limita a contradecir, propone una acción”80.

En efecto, la oposición como tal genera la cognición y es allí donde


el juez tendrá que resolver la procedencia o no de esta, con las conse-
cuencias que trae consigo cualquiera de las decisiones que se adopten.

Sería ilógico asemejar el proceso de ejecución con el proceso de cog-


nición en cuanto a su trámite procedimental, ya que “en el proceso de
ejecución no existe una fase postulatoria sustentada en el principio de
contradicción acción-defensa, demanda-contestación (…) la oposición
no puede ser concebida como defensa, como contestación, sino como
una auténtica acción, cuyo ejercicio da lugar a un auténtico proceso de
cognición”81.

A mayor abundamiento, respecto a nuestro actual proceso de eje-


cución se ha dicho que “la contradicción que formule no puede equi-
pararse a la que se desarrolla con el emplazamiento o citación de los
procesos de cognición, pues en el declarativo estamos ante la expresión
del principio de audiencia o contradicción, con tal fuerza que aunque
el demandado no se apersone el actor debe probar los hechos alegados
si quiere obtener una sentencia favorable, de modo que la no compa-
recencia del demandado se hace equivaler como la admisión tácita de
hechos. En el procedimiento ejecutivo, la contradicción está limitada y
de ahí que el ejecutante, a pesar de la citación, no deba probar nada,
partiendo de la existencia y de la regularidad del título”82 (el resaltado
es nuestro).

80 ARIANO DEHO, Eugenia. Ob. cit., pp. 465-466.


81 Ídem.
82 LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. Comentarios al Código Procesal Civil. Tomo III, 1ª edición, Gaceta
Jurídica, Lima, 2008, p. 413.

58
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

Inclusive en otros ámbitos se dice que, “sería absurdo considerar


que en el juicio ejecutivo estábamos ante un proceso declarativo con
demanda, contestación y réplica, pero sin dúplica, tan absurdo que
hubiera sido inconstitucional por contrario a la igualdad de las partes en
el proceso y al principio de contradicción. Es razonable, por el contrario,
estimar que el proceso de ejecución se iniciaba por demanda, despacho
de la ejecución sin oír al ejecutado, embargo, y a partir de ahí el ejecu-
tado podía iniciar un incidente declarativo por medio de demanda inci-
dental, de la que se daba traslado al ejecutante para contestación”83.

Aunado a ello, debe tenerse presente que el juez cuando resuelve


la oposición se pronuncia estimándola o desestimándola, es decir,
resuelve aquí la pretensión del ejecutado, por lo tanto, es la preten-
sión cognitiva del ejecutado la que se dirime a través de la resolución
judicial que resuelve la oposición.

En la actualidad, hay quienes piensan lo contrario, y entienden que


la oposición a la ejecución sería una contestación limitada –aunque pare-
ciera que lo niegan–.

En dicho sentido, se ha dicho que “el contradictorio en cualquier


proceso de ejecución, según las reglas del proceso civil se hace a tra-
vés de la contradicción, esta no puede ser considerada como una con-
testación de demanda, simplemente porque nos encontramos en un
proceso de ejecución y no en un proceso de cognición. La contestación
de demanda es propia de los procesos de cognición, con la cual, los
demandados pueden ejercer ampliamente su derecho de defensa. Por
el contrario, la contradicción es un mecanismo limitado de defensa
que tienen los ejecutados en el proceso de ejecución”84 (el resaltado es
nuestro).

Por todo lo expuesto, no podría entenderse entonces a la oposición


como manifestación del derecho de contradicción del ejecutado, menos
aún como una contestación limitada, en tanto y en cuanto, la oposición

83 MONTERO AROCA, Juan. Ob. cit., p. 64.


84 HURTADO REYES, Martín. “En búsqueda de la tutela perdida en los procesos de ejecución de hipoteca,
apuntes iniciales”. publicado en: Proceso y Constitución. Efectividad y ejecución de las resoluciones judicia-
les. Ponencias del Cuarto Seminario Internacional de Derecho Procesal: Proceso y Constitución. Palestra
Editores, Lima, 2014, pp. 713-714.

59
Percy Howell Sevilla Agurto

es la que genera el juicio de cognición precisamente al interponerse la


misma, siendo un mecanismo de ataque –acción– que buscará desvir-
tuar al título ejecutivo que sirve de base para el proceso de ejecución.

IV. NATURALEZA DE LA OPOSICIÓN

Doctrinariamente se discute acerca de la naturaleza declarativa


o constitutiva del proceso o incidente que se crea por la oposición, es
decir, si la pretensión contenida en la oposición es una pretensión decla-
rativa o es constitutiva.

En nuestra opinión, esta discusión es vana e inútil desde un punto


de vista práctico del proceso de ejecución, porque una u otra postura
no enervará el hecho de que con la oposición se buscará siempre termi-
nar una ejecución ilegítima, nada más que eso busca el ejecutado con su
interposición.

Sin perjuicio de ello, y teniendo presente que como parte del estudio
del Derecho Procesal deberá darse alguna respuesta a dicha cuestión,
la profesora Ariano85 hace un estudio pormenorizado respecto a dicho
tema.

Señala que tanto Liebman como Amaral Santos consideran que la


sentencia que declara fundada la oposición es de naturaleza constitu-
tiva, por cuanto lo que se logra con la oposición no es sino la desconsti-
tución de la eficacia del título ejecutivo.

Para Zanzucchi y Redenti, dicha sentencia tiene naturaleza declara-


tiva negativa, por cuanto para estos autores, el acogimiento de la oposi-
ción es una declaración negativa del derecho del ejecutante de proceder
con la ejecución.

Para Satta no importa dicha distinción y Mandrioli la concibe como


de declaración de certeza.

Resulta errado pronunciarse sobre esta cuestión solo teniendo


en consideración si la oposición es declarada fundada, ya que lo que

85 ARIANO DEHO, Eugenia. Ob. cit., pp. 468-472.

60
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

importará para distinguir su naturaleza deberá circunscribirse a si la


oposición resulta ser estimada o desestimada.

En ese sentido, la pretensión hecha valer por medio de la oposición


que es acogida por el juez mediante la providencia correspondiente (sea
sentencia o auto) no puede ser constitutiva, debido a que de acogerse
la misma, estaríamos en presencia de un pronunciamiento que determi-
nará la existencia de una ejecución ilegítima debido a que el título eje-
cutivo o el crédito que este representa no contiene los elementos nece-
sarios para despachar ejecución y, por lo tanto, no debió siquiera darse
trámite a la misma.

No puede alegarse entonces que declarada fundada la contradicción


desde dicho momento en adelante el título ejecutivo no tendrá eficacia,
sino por el contrario, el título ejecutivo no tenía eficacia desde el inicio
del proceso de ejecución, pero por las circunstancias el juez no podía
saberlo, entonces el proceso de ejecución no debió entablarse y menos
aún darse trámite, es un pronunciamiento ex tunc (retroactivo), efecto
que diferencia a las sentencias declarativas de las constitutivas, estas
últimas siempre son ex nunc (desde su dación en adelante).

Posición que resulta concordante si la oposición es desestimada


(improcedente86 o infundada87), por cuanto dicho pronunciamiento tam-
bién será declarativo ya que señalará que estamos ante una ejecución
legítima y que el título ejecutivo cumple sus requisitos, es decir, ratifi-
cará la validez del título ejecutivo y de la obligación que contiene.

V. TRÁMITE PROCEDIMENTAL DE LA OPOSICIÓN EN EL DERE-


CHO COMPARADO

En el Derecho comparado existen diversas formas de cómo formular


la oposición a la ejecución, ya sea introduciéndola como un mecanismo
incidental dentro del proceso de ejecución o estableciéndola como una
pretensión autónoma que genera un proceso de cognición autónomo.

86 Los pronunciamientos improcedentes son desestimatorios por razones formales o procesales.


87 Los pronunciamientos infundados son desestimatorios habiéndose pronunciado sobre el mérito (fondo) de la
pretensión hecha valer.

61
Percy Howell Sevilla Agurto

1. Oposición como incidente dentro del proceso de ejecución


En nuestro continente, tanto en el Código de Procedimiento Civil
colombiano, el Código de Procedimiento Civil de Ecuador, el Código
General del Proceso Civil del Uruguay, el Código Procesal Civil
argentino, el Código Procesal Civil de Paraguay y el Código Procesal
Civil de Chile, se regula la posibilidad de proponer oposición dentro
del proceso de ejecución –haciendo la salvedad de que en estos países
existe dualidad de ejecución–, basada solamente en las causales estable-
cidas en tales leyes (númerus clausus), y con restricción en cuanto a las
alegaciones y en materia de pruebas, motivo por el cual existe la posibi-
lidad de un juicio plenario posterior que revise estos procesos, a excep-
ción del Código de Procedimiento Civil colombiano que no restringe la
alegación y prueba en el caso de la oposición cuando se ejecutan títu-
los extrajudiciales, es decir, la oposición en estos casos genera una cog-
nición completa para el juez y, por lo tanto, se trata de una cognición
plena.

Como ya se adelantó, con la Ley de Enjuiciamiento Civil de España


de 2000, se unificó el proceso de ejecución en dicho país, siendo la opo-
sición un incidente que se sustancia dentro del proceso de ejecución con
restricción de alegación y prueba, y está disponible la posibilidad de un
juicio plenario posterior.

2. Oposición como proceso autónomo


El Código de Processo Civil de Brasil, el Código Procesal Civil
portugués, el Código de Procedimientos Civiles de Italia y la ZPO
(Ordenanza Procesal Civil) alemana, otorgan la posibilidad de formu-
lar oposición a la ejecución de títulos extrajudiciales, la cual genera un
proceso de cognición plenario autónomo.

VI. LA OPOSICIÓN EN EL DERECHO PERUANO

Debemos recordar que durante nuestra etapa como República,


hemos tenido hasta la actualidad tres códigos que regulaban el proceso
civil, siendo que tales han tenido sus modificatorias –unas buenas otras
malas–, proseguiré con un breve estudio de la regulación de la oposi-
ción en dichos códigos.

62
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

1. El Código de Enjuiciamientos Civil de 1852


Respecto al proceso de ejecución, este código distinguía entre ejecu-
ción de sentencias y el juicio ejecutivo, donde se ejecutaban títulos ejecu-
tivos extrajudiciales. Además, se ha dicho que “fue el peor código lati-
noamericano del siglo pasado”88.

La oposición se realizaba dentro del proceso de ejecución como un


incidente, esta generaba una cognición plena debido a que el ejecutado
podía alegar todas las excepciones posibles con tal de restarle fuerza eje-
cutiva al título o cuestionar la obligación en sí, siendo que el artículo
1161 disponía que se podían oponer todas las excepciones que tiendan
a enervar la fuerza ejecutiva del instrumento o a acreditar que la obli-
gación no ha sido contraída, o que fue extinguida, pudiéndose ofrecer
todos los medios probatorios tendientes a la acreditación de tales excep-
ciones, conforme rezaba el artículo 1162.

Pese a que se generaba un incidente de cognición plena, era posible


iniciar un juicio ordinario, es decir, se trató legislativamente a la oposi-
ción como un juicio sumario.

2. El Código de Procedimientos Civiles de 1912


Este código denominado por la doctrina como “un pésimo Código
por cuanto se inspiraba en un sistema caduco y obsoleto, cuál era el pro-
ceso común medieval”89, también dividía al proceso de ejecución en eje-
cución de sentencias y el juicio ejecutivo donde se ejecutaban los títulos
de naturaleza extrajudicial.

En cuanto a la ejecución de sentencias, no era posible formular opo-


sición alguna conforme así lo disponía el artículo 1154, la idea del legis-
lador se trasluce en la exposición de motivos que señalaba lo siguiente:
“la ley concede amplia protección a la defensa de los derechos, mien-
tras estén en tela de juicio. Mas, una vez que la ley ha declarado el
derecho de una de las partes por el órgano de los jueces, toda dilación

88 ARIANO DEHO, Eugenia. Ob. cit., p. 128.


89 Ibídem, p. 129.

63
Percy Howell Sevilla Agurto

inmotivada en el cumplimiento del fallo, es un ataque a ese derecho y


causa alarma para todos”90.

Respecto del proceso ejecutivo, si era factible la interposición de la


oposición, la que también generaba una cognición plena para el juzga-
dor, porque el ejecutado podía formular todas las excepciones para ale-
gar la nulidad o falsedad de la obligación o del título ejecutivo, la plus
petición y el exceso de la conversión, así como ofrecer todos los medios
probatorios disponibles sin limitación alguna, siguiendo la tendencia de
su antecesor código, así la intención del legislador sobre este punto fue
expresamente declarada en la exposición de motivos, señalando que:
“Si el demandado se opone a la ejecución, deberá proponer y especifi-
car en el escrito de oposición, todas las excepciones dilatorias y perento-
rias que le favorezcan (…) el sistema de limitación se funda en la nece-
sidad primordial de no alterar o dilatar las proposiciones del juicio y
en la presunción de que solo es posible acreditar de un modo breve y
expedito, ciertas excepciones que tiendan a destruir el mérito del título
ejecutivo, reservando para el juicio ordinario las demás, como la lesión,
error, nulidad o falsedad de la obligación, etc., pero si se deja al deman-
dado libertad de interponer todas las que le favorezcan, siempre que las
pruebe dentro del término legal, no se perjudica absolutamente al ejecu-
tante y se brinda a aquel, la ocasión de libertarse de una ejecución inde-
bida, sin esperar el resultado de un juicio ordinario”91.

Aquí, tampoco el proceso ejecutivo generaba cosa juzgada y podía


ser revisado en un proceso plenario posterior denominado ordinario.

3. Otras normas reguladoras del proceso de ejecución


Debemos señalar que antes de la entrada en vigencia de este código,
se emitieron una serie de leyes que regulaban en esencia varios aspectos
del proceso de ejecución, como la Ley Orgánica del Banco Industrial
de Perú promulgada mediante el Decreto Legislativo Nº 202, el 12 de
junio de 1981, que reguló una forma de ejecución extrajudicial de bienes
a favor de dicho banco.

90 Ibídem, p. 143.
91 Ibídem, pp. 135-136.

64
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

Otra norma es la Ley Orgánica del Banco de Vivienda del Perú


promulgada mediante Decreto Legislativo Nº 203, el 12 de junio de
1981, que reguló un proceso de ejecución especial para este banco.

Tenemos a la Ley Orgánica del Banco Central Hipotecario del Perú


que fuera promulgada por el Decreto Legislativo Nº 204 en la misma
fecha que las anteriores, regulando un proceso de ejecución especial a su
favor.

Luego viene la Ley de Ejecución de Garantías que fue promul-


gada mediante Decreto Legislativo Nº 215 en la misma fecha que las
otras leyes, que reguló el proceso de ejecución de garantías para todas
las empresas estatales –incluidas las empresas estatales de derecho
privado–.

También podría referirse al artículo 1069 del Código Civil de 1984


–actualmente derogado– que reguló una especie de ejecución extra-
judicial, donde no era necesario contar con título ejecutivo –entonces
podríamos preguntarnos ¿qué se ejecutaba?– para realizar los bienes
prendados.

Asimismo, podemos hablar de la Ejecución de Hipoteca que fuera


introducida sigilosamente por el Decreto Legislativo Nº 495, el 14 de
diciembre de 1998, regulando la realización de los bienes hipotecados
tanto extrajudicial como de manera judicial.

Por último, tenemos la Ley General de Instituciones Bancarias,


Financieras y de Seguros que fue promulgada mediante el Decreto
Legislativo Nº 637, el 25 de abril de 1991, el cual regulaba la realiza-
ción de los bienes hipotecados a favor de las empresas bancarias y
financieras.

4. El Código Procesal Civil de 1993


El Código Procesal Civil de 1993 se jacta de ser un código que cam-
bia sustancialmente el sistema adoptado por el proceso civil peruano,

65
Percy Howell Sevilla Agurto

pasamos de un sistema privatístico puro92 a un sistema publicístico


moderado93, también se dice que con la entrada en vigencia de este
código pasamos del procedimentalismo al procesalimo.

En cuanto al proceso de ejecución, se hizo una triple división de


este, en ese entonces teníamos tres clases de ejecuciones, conforme
seguidamente lo detallamos:

4.1. El proceso ejecutivo


En el denominado proceso ejecutivo, se ejecutaban los títulos eje-
cutivos extrajudiciales que contenían obligaciones de dar (ejecución de
dar suma de dinero y dar bien mueble determinado), hacer (ejecución
de obligación de hacer) o no hacer (ejecución de obligación de no hacer).

Las causales de contradicción eran limitadas (1. Inexigibilidad o


iliquidez de la obligación; 2. Nulidad formal o falsedad del título y
llenado contrario a los acuerdos en el caso de títulos valores emitidos
en forma incompleta; 3. Extinción de la obligación; y, 4. Excepciones y
defensas previas), es decir, había restricción en la alegación y a su vez
en la posibilidad de ofrecer medios probatorios –solo cabían la declara-
ción de parte, los documentos y la pericia–, conforme a lo regulado en
su artículo 700.

La contradicción se podía formular en el plazo de cinco días de noti-


ficado con el mandato ejecutivo, de esta se corría traslado al ejecutante
por tres días a fin de que la absolviera, absuelta la contradicción el juez
fijaba fecha para audiencia única y luego de ello sentenciaba, si no había
contradicción sentenciaba directamente ordenando llevar adelante la
ejecución.

92 El sistema privatísitico debe entenderse como aquel sistema donde el proceso se mueve a voluntad de las
partes, es decir, la función del juez es de un mero espectador que solo escucha a las partes y resuelve lo que
se le pide sin tener facultades de dirección alguna sobre el proceso, aquí prima la idea de que el proceso es de
las partes, por cuanto son los intereses de ellos los que están en juego y el juez no tiene implicancia alguna.
93 Por el contrario, el sistema publicístico entiende que están en juego en el proceso los intereses de las partes,
pero también está en juego los intereses de la sociedad en abstracto, por lo tanto, el juez como funcionario del
Estado tiene el deber de dirigir el proceso e impulsarlo en cuanto le sea posible, ya no se considera al proceso
como de las partes, sino el proceso como manifestación de solución de conflictos a través del Estado, el
representante del Estado deberá velar por un adecuado resultado de este.

66
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

En síntesis, se puede afirmar entonces que, con la contradicción


–oposición– se generaba un incidente de cognición sumaria.

Por opción del legislador no cabe la posibilidad de un juicio plena-


rio posterior, además, se ha dicho que la sentencia que resolvía la con-
tradicción adquiría la calidad de cosa juzgada, es decir, un juicio suma-
rio o de cognición sumaria alcanzaba la calidad de cosa juzgada.

En esa línea de ideas, el principal autor del Código Procesal Civil


de 1993 decía que: “Este proceso –processus executivus– elaborado por la
doctrina de los siglos XIII y XIV, se extendió de manera universal. Sin
embargo, es cierto también que en su forma clásica –la italiana– ha evo-
lucionado de manera distinta. Con algunos cambios, este es el proceso
que se encuentra vigente en el Perú. De pronto el cambio más saltante
que podemos mostrar respecto del anterior es la eliminación del proceso
ordinario (ahora sería de conocimiento) posterior”94.

Esta opción ha sido duramente criticada por la doctrina nacional, la


cual alega lo siguiente: “si solo se permiten estas limitadas cuestiones
cognitorias (de fondo o de forma) donde se podrán alegar y probar las
otras que se tienen necesariamente que reservar. El error del Código
no está tanto en la reconsagración del proceso ejecutivo histórico, sino
en la consagración a medias; se consagra la posibilidad de una oposi-
ción (a la cual irracionalmente le cambian el nombre por contradicción)
limitada cuantitativamente, pero no se consagra la provisionalidad de
la cognición, lo que significa que no hay un límite cualitativo, es decir,
que frente al silencio de la ley, aquella sentencia que resuelve la contra-
dicción hace cosa juzgada sustancial sobre la cuestión debatida. (…) Al
limitar la cognición que pueda dar lugar la oposición a la ejecución, se
viola abiertamente el principio constitucional de acceso a la justicia, de
tutela jurisdiccional de los derechos; nos encontramos ante una arbi-
traria limitación del derecho de acción, por cuanto, lo resuelto en causa
sumaria no será siquiera revisable en un proceso ulterior”95.

94 MONROY GÁLVEZ, Juan F. La formación del proceso civil peruano (Escritos reunidos). 3ª edición,
Communitas, Lima, 2010, pp. 885-886.
95 ARIANO DEHO, Eugenia. Ob. cit., pp. 481-482.

67
Percy Howell Sevilla Agurto

4.2. El proceso de ejecución de resoluciones judiciales


Aquí se ejecutaban las sentencias condenatorias –emitidas en los
juicios plenarios y que habían adquirido la calidad de cosa juzgada– y
todas aquellas resoluciones que se le equiparaban como una transac-
ción homologada judicialmente donde se hayan transigido obligaciones
pasibles de ejecución, las resoluciones que aprueban una conciliación,
los laudos arbitrales que contengan obligaciones de dar, hacer o no
hacer, etc.

Obviamente y como quiera que estábamos ante la ejecución de reso-


luciones con la autoridad de cosa juzgada, las causales de contradicción
eran limitadas así como la posibilidad de probar.

En efecto, la contradicción solo podía sustentarse en el cumpli-


miento de lo ordenado o extinción de la obligación (el cumplimiento de
lo ordenado da lugar a la extinción de la obligación por ello no enten-
demos qué quiso decir el legislador, tan solo con señalar como causal
de contradicción la extinción de la obligación hubiera bastado), y como
único medio de prueba se aceptaban documentos, ello de conformidad a
lo dispuesto en el artículo 718.

La contradicción se podía formular dentro del plazo de tres días de


notificado con el mandato ejecutivo, realizada la misma se corría tras-
lado al ejecutante por tres días y con la absolución (el código señalaba
que era contestación), o sin ella el juez resolvía mandando a seguir la
ejecución o fundada la contradicción (no se señalaba si era a través de
una sentencia o un auto).

4.3. El proceso de ejecución de garantías


El denominado proceso de ejecución de garantías, como ya lo señalé
en anterior oportunidad, “es aquel proceso donde la pretensión eje-
cutiva es la de obligación de dar suma de dinero –que consta en un
título ejecutivo–, y que tiene la particularidad que aquella obligación
se encuentra garantizada por una garantía real –hipoteca, anticresis
o garantía mobiliaria– la cual será realizada en la etapa de ejecución

68
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

forzada de no darse el cumplimiento voluntario por parte del sujeto


pasivo de la relación obligacional –deudor–”96.

Ello resulta evidente por cuanto, para entablar un proceso de ejecu-


ción se debe contar con algún título ejecutivo que contenga alguna obli-
gación, en este caso de dar suma de dinero, sino existe el título ejecutivo
que contenga esta obligación, no podemos estar en presencia de un pro-
ceso de ejecución.

Siendo esto así, debiera entenderse que a través de este proceso se


ejecutaron cualquier clase de títulos ejecutivos –judiciales o extrajudi-
ciales– que contengan una obligación de dar suma de dinero y que esta
obligación se encuentra respaldada por alguna garantía real.

Ahora bien, las causales para formular contradicción eran limita-


das y solo podían tener como fundamento la nulidad formal del título,
inexigibilidad de la obligación o que la misma haya sido pagada o ha
quedado extinguida de otro modo, o que se encuentre prescrita; y como
medios de prueba solo se aceptaban documentos tal y como se des-
prende del artículo 72297, lo cual evidencia que la cognición era sumaria.

El plazo para interponer la contradicción era de tres días luego de


notificado el mandato ejecutivo, la cual era trasladada al ejecutante para
su absolución en el plazo de tres días (el código lo denominaba contes-
tación), el juez podía resolver ordenando sacar a remate los bienes otor-
gados en garantía o declarando fundada la contradicción, en caso no
existiera contradicción el juez emitía un auto ordenando sacar a remate
los bienes otorgados en garantía.

Asimismo, resulta conveniente precisar que pese a que el legislador


no tenía en mente dejar la posibilidad de interponer excepciones en el
proceso de ejecución de garantías, ya que no lo legisló expresamente

96 SEVILLA AGURTO, Percy Howell. “El saldo deudor en el proceso único de ejecución de garantías”. En:
Gaceta Civil & Procesal Civil. Tomo 5, Gaceta Jurídica, Lima, noviembre, 2013, p. 222.
97 Debemos ser enfáticos en señalar que el legislador tenía una deficiente manera de legislar –falta de técnica
legislativa– las causales de contradicción en el denominado proceso de ejecución de garantías, debido a que
no se explica por qué señalaba como una de las causales que la obligación haya sido pagada o ha quedado
extinguida de otro modo, siendo necesario solamente que se refiera a la extinción de la obligación; además,
cuando señala también como causal de contradicción que la obligación se encuentre prescrita, dicha causal
debía ser interpuesta mediante la excepción de prescripción.

69
Percy Howell Sevilla Agurto

ni por remisión, los jueces pensaban lo contrario e incluso en el Pleno


Jurisdiccional Civil llevado a cabo en Cusco del 22 al 25 de setiembre de
1999, optaron por lo siguiente:

(...)

¿Limita el artículo 722 del Código Procesal Civil la posibilidad de


proponer excepciones procesales?

CONSIDERANDO:

Que si bien es cierto en el proceso de ejecución de garantías reales


no se permite el trámite de excepciones, sin embargo, el deman-
dante al contradecir la demanda sí puede hacer notar al juez la falta
de algún requisito de procedencia de la misma.

Que, en este sentido, el artículo no limita porque se puede deducir


excepciones pertinentes dentro de la propuesta de la contradicción y
resolverlas como argumento de defensa.

Que es preciso establecer una relación procesal válida en todo


proceso.

Que, no obstante lo expuesto, una posición en minoría sostiene que


sí existe limitación legal porque el artículo 722 del CPC señala que
procede la contradicción solamente por los supuestos taxativamente
enumerados.

EL PLENO ACUERDA:

POR MAYORÍA (44 votos)

No limita la posibilidad de proponer excepciones procesales. Se


hacen valer dentro de la contradicción y sin dar lugar al trámite
de las excepciones. Ello en virtud a que toda demanda, incluida la
de Ejecución de Garantías, debe cumplir con los requisitos de pro-
cedencia prescritos en el artículo 427 del Código Procesal Civil,
pudiéndose deducir como medio de defensa la ausencia de presu-
puestos procesales o de las condiciones de acción.

70
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

POR MINORÍA (14 votos)

Sí limita la posibilidad de proponer excepciones procesales pues


dicha norma contiene mandato expreso.

En síntesis, podemos decir que pese a los avances que tuvo el


Código Procesal Civil de 1993 en cuanto al estudio científico del Dere-
cho Procesal y de sus instituciones con respecto a su antecesor –Código
de Procedimientos Civiles de 1912–, el proceso de ejecución no tuvo una
regulación adecuada, es más, la historia nos dice que existieron proce-
sos donde ni siquiera existían títulos ejecutivos pasibles de ejecución98,
lo que ocasionaba una flagrante vulneración a la ley y principalmente al
derecho de los ejecutados que veían cómo se remataban sus bienes ilegí-
timamente. Tendencia que aún en la actualidad está vigente en la mente
de nuestros magistrados.

98 Como en los denominados procesos de ejecución de garantías donde para la mayoría de los jueces el título
ejecutivo era la escritura pública de constitución de la garantía y el estado de cuenta de saldo deudor, siendo
que ninguno de estos documentos tenía y tiene mérito ejecutivo, salvo en los casos donde en la misma escri-
tura pública de constitución de hipoteca se encuentre contenida a su vez la obligación a ejecutarse.
Es abundante la jurisprudencia de aquella época en que no se revisaba si los títulos valores –que eran los
títulos ejecutivos– cumplían con sus requisitos esenciales que les permitiera despachar ejecución, por cuanto,
tenían como argumento absurdo que el título ejecutivo eran copulativamente la escritura pública que contiene
la garantía y el estado de cuenta de saldo deudor, es decir, lo irracional fue aceptado casi uniformemente.
Por ejemplo, en la Casación N° 133-2001-La Libertad, publicada en El Peruano el 02/02/2002, p. 8384 se
estableció lo siguiente: “En el proceso de ejecución de garantías el título de ejecución está constituido por
los documentos que contienen la garantía real acompañada del saldo deudor y no por el pagaré por lo que
cualquier cuestionamiento al aspecto formal de este último no es pertinente en esta clase de procesos”.

71
CAPÍTULO IV
LA MAL LLAMADA CONTRADICCIÓN
(OPOSICIÓN) EN NUESTRO ACTUAL
PROCESO ÚNICO DE EJECUCIÓN
I. EL PROCESO DE EJECUCIÓN EN EL DECRETO LEGISLATIVO
Nº 1069 –EL PROCESO ÚNICO DE EJECUCIÓN–

Teniendo como premisa que el proceso de ejecución regulado en el


Código Procesal Civil de 1993 era deficiente, por cuanto –como ya se ha
hecho mención– se vulneraban los derechos de los ejecutados que per-
dían sus bienes en un proceso de ejecución, el cual fue instaurado sin
siquiera contar con un título ejecutivo que legitime dicha ejecución.

Aunado a ello, la tripartición del proceso de ejecución donde


habiendo saldo deudor se tenía que iniciar otro proceso, lo que gene-
raba un doble gasto para el litigante, y doble trabajo para la jurisdicción
cuando todo ello podía tranquilamente realizarse en un único proceso,
más aún en los tiempos actuales donde el gobierno debe dar prioridad
y seguridad a los inversionistas y ello solo puede brindarse respetando
y privilegiando las relaciones comerciales que no hacen otra cosa que
otorgar bienestar al país, todo ello originó la promulgación del Decreto
Legislativo Nº 1069.

En efecto, la finalidad de este cambio normativo fue “modernizar el


marco normativo que regula los procesos destinados al cumplimiento
de compromisos en títulos valores y demás títulos ejecutivos, dado
que estos redundan en el ámbito comercial del país; en aras de satisfa-
cer el interés del justiciable, brindando mayores niveles de seguridad
jurídica que propicie la inversión nacional y extranjera”99.

El legislador –en primer término– quiso dejar claro que para ingre-
sar al proceso de ejecución se deberá contar con un título ejecutivo –ello
siempre debió ser así–, con ello buscó evitar las ejecuciones ilegítimas
que abundaban y aún tienen lugar en nuestro medio.

99 Exposición de Motivos del Decreto Legislativo Nº 1069, p. 1 (Este texto no fue publicado en el diario oficial
El Peruano, ha sido enviado por la Presidencia del Consejo de Ministros, mediante Oficio Nº 650-2008-DP/
SCM, de fecha 24 de noviembre de 2008).

75
Percy Howell Sevilla Agurto

Bajo dicha premisa, se ha establecido que la razón del cambio de


normativa busca que “quien cuenta con una garantía real y su obliga-
ción no está contenida en un título ejecutivo, primero deberá iniciar un
proceso de conocimiento y una vez que cuente con una sentencia favo-
rable firme, recién podrá acudir al proceso de ejecución a fin de ejecutar
su garantía (…) estableciendo en forma expresa –en el proceso único de
ejecución sugerido–, que solo se puede acceder al proceso de ejecución
por medio de un título ejecutivo (judicial o extrajudicial), vamos a lograr
que la ejecución sea mucho más segura para el deudor y evitar que
nuestros tribunales deban recurrir a ficciones para encontrar el título,
como afirmar que este es el documento donde consta la garantía copula-
tivamente con la liquidación de saldo deudor”100.

Y en segundo lugar, buscó uniformizar el proceso de ejecución, por


cuanto este instrumento tiene un solo fin, esto es, hacer que el acreedor
vea satisfecho su derecho el cual ha sido incumplido y como tal el orde-
namiento jurídico debe brindar una herramienta que haga posible el
cumplimiento del derecho en la realidad, más aún si no existía y mucho
menos existe justificación razonable alguna para diversificar el proceso
de ejecución, ya sea por razones del título ejecutivo o de cualquier otra
índole.

Por ello, nuestro legislador a fin de sustentar su nueva visión del


proceso de ejecución ha señalado que “en cuanto a los procesos de eje-
cución cabe anotar, que no existe justificación racional para dar un tra-
tamiento distinto a los títulos ejecutivos, cuando la única diferenciación
es su origen, esto es, de naturaleza judicial o extrajudicial101; sin que ello

100 Ibídem, pp. 9-10.


101 Artículo 688 del CPC.- Títulos Ejecutivos
Solo se puede promover ejecución en virtud de títulos ejecutivos de naturaleza judicial o extrajudicial según
sea el caso. Son títulos ejecutivos los siguientes:
1. Las resoluciones judiciales firmes;
2. Los laudos arbitrales firmes;
3. Las actas de conciliación de acuerdo a ley;
4. Los Títulos Valores que confieran la acción cambiaria, debidamente protestados o con la constancia de la
formalidad sustitutoria del protesto respectiva; o, en su caso, con prescindencia de dicho protesto o constan-
cia, conforme a lo previsto en la ley de la materia;
5. La constancia de inscripción y titularidad expedida por la Institución de Compensación y Liquidación de
Valores, en el caso de valores representados por anotación en cuenta, por los derechos que den lugar al ejerci-
cio de la acción cambiaria, conforme a lo previsto en la ley de la materia;
6. La prueba anticipada que contiene un documento privado reconocido;
7. La copia certificada de la prueba anticipada que contiene una absolución de posiciones, expresa o ficta;

76
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

obligue a una tramitación distinta con plazos diferentes, esquemas dis-


tintos multiplicando innecesariamente el número de procesos, lo que
provoca dispersión, confusión y costos de oportunidad”102.

Entonces, resulta válido afirmar que el proceso de ejecución regu-


lado en nuestro país y denominado Proceso Único de Ejecución tiene
como principal objetivo dar certeza y seguridad a los comerciantes,
haciéndoles ver que existe un mecanismo de tutela de sus intereses que
resulta ser seguro, económico y rápido, ello sin desproteger al deudor
que tendrá la posibilidad de cuestionar la ejecución en su contra de con-
siderarla ilegítima.

II. TRÁMITE PROCEDIMENTAL DE LA CONTRADICCIÓN


(OPOSICIÓN)

Tanto en nuestro ordenamiento procesal como en el español, “el trá-


mite de la oposición, en general, se configura como un incidente decla-
rativo incrustado en la ejecución y caracterizado por su sumariedad, es
decir, se restringen considerablemente no solo las posibilidades de ale-
gación, sino también las de prueba”103.

Esto quiere decir, que la oposición o contradicción como lo llama


nuestro Código Procesal Civil genera una cognición sumaria dentro del
Proceso Único de Ejecución por medio del cual se pone en tela de juicio
el mérito ejecutivo del título ejecutivo o se cuestiona la obligación conte-
nida en aquel.

Decimos cognición sumaria ya que –como veremos luego– las cau-


sales para interponerla son taxativas, por lo tanto, hay restricción en
cuanto a las posibilidades de alegación del ejecutado, quien solo podrá
sustentar su contradicción (oposición) en las causales establecidas en la
ley. También hay restricción en cuanto a la posibilidad de suministrar

8. El documento privado que contenga transacción extrajudicial;


9. El documento impago de renta por arrendamiento, siempre que se acredite instrumentalmente la relación
contractual;
10. El testimonio de escritura pública;
11. Otros títulos a los que la ley les da mérito ejecutivo.
102 Ibídem, p. 7.
103 LAFUENTE TORRALBA, Alberto José. Ob. cit., p. 29.

77
Percy Howell Sevilla Agurto

u ofrecer medios de prueba104, ya que solo se podrá ofrecer los medios


de prueba que establece la ley.

El proceso único de ejecución se inicia con la demanda ejecutiva, y si


la misma cumple con los requisitos de ley, el juez emitirá el correspon-
diente mandato ejecutivo ordenando al ejecutado cumpla con la obliga-
ción contenida en el título ejecutivo dándole un plazo para ello, bajo el
expreso apercibimiento de iniciarse la ejecución forzada.

Ante esta resolución judicial, el ejecutado tiene la posibilidad de


formular contradicción (oposición), formulada esta, será trasladada al
ejecutante para que absuelva la misma, pudiendo ofrecer los medios
de prueba que señala la ley, luego de ello el juez resolverá mediante un
auto105 –denominado por nuestra judicatura como auto final– declarán-
dola fundada, fundada en parte, infundada o improcedente, excepcio-
nalmente y cuando se amerite la actuación de los medios probatorios,
el juez fijará fecha de audiencia y resolverá allí la contradicción o en un
plazo mínimo posterior a la audiencia.

III. CAUSALES DE LA CONTRADICCIÓN (OPOSICIÓN)

En cuanto a las causales de contradicción (oposición) reguladas


actualmente en nuestro Código Procesal Civil, se vislumbra que el legis-
lador continuó optando por permitir al ejecutado cuestionar aspectos
formales o procesales a través de las excepciones y/o defensas previas,
así como aspectos relativos al título y la obligación que contiene, los
cuales podríamos denominarlas como aspectos sustanciales o de mérito.

104 Tanto jurisprudencial como doctrinariamente se ha establecido que el derecho a la prueba está compuesto de
cuatro momentos: i) el derecho a ofrecer los medios probatorios que las partes consideren pertinentes para
probar los hechos en que se fundan sus pretensiones; ii) el derecho a que se admitan los medios probatorios
sin que existan limitaciones irrazonables; iii) el derecho a que se practiquen los medios de prueba admitidos,
y; iv) el derecho a que dichos medios probatorios sean valorados por el juzgador al resolver el mérito.
105 Según nuestro ordenamiento procesal existen tres clases de resoluciones: i) los decretos que son resoluciones
de mero trámite; ii) los autos que son resoluciones interlocutorias, las que resuelven incidentes que necesitan
sustanciación, por ello deben ser motivadas, y; iii) las sentencias que son las resoluciones que ponen fin a la
instancia y por regla general deberían ser las que se pronuncian sobre el mérito de las pretensiones, aunque
excepcionalmente se podría pronunciar sobre defectos procesales.

78
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

El artículo 690-D del Código Procesal Civil106, regula los supuestos


en los cuales podrá fundamentarse la contradicción (oposición), los que
trataré en forma detallada y separada a continuación:

1. Excepciones procesales
Las excepciones procesales107 son las denominadas por la doctrina
como defensas de forma, Nuestro Código Procesal Civil ha regulado
trece excepciones, las que buscan poner de manifiesto la falta de algún
presupuesto procesal (competencia, capacidad procesal y requisitos de
la demanda) o también la falta de algún presupuesto para el pronun-
ciamiento sobre el fondo (interés para obrar o legitimidad para obrar),
por ello las excepciones procesales son denominadas como motivos de
oposición por aspectos formales o procesales.

Previo al estudio de cada una de ellas, pasaremos a tratar si es fac-


tible o no su interposición en cualquier modalidad del proceso único de
ejecución.

106 Artículo 690-D del CPC.- Contradicción


Dentro de cinco días de notificado el mandato ejecutivo, el ejecutado puede contradecir la ejecución y propo-
ner excepciones procesales o defensas previas.
En el mismo escrito se presentarán los medios probatorios pertinentes; de lo contrario, el pedido será decla-
rado inadmisible. Solo son admisibles la declaración de parte, los documentos y la pericia.
La contradicción solo podrá fundarse según la naturaleza del título en:
1. Inexigibilidad o iliquidez de la obligación contenida en el título;
2. Nulidad formal o falsedad del título; o, cuando siendo este un título valor emitido en forma incompleta,
hubiere sido completado en forma contraria a los acuerdos adoptados, debiendo en este caso observarse la ley
de la materia;
3. La extinción de la obligación exigida;
Cuando el mandato se sustente en título ejecutivo de naturaleza judicial, solo podrá formularse contradicción,
dentro del tercer día, si se alega el cumplimiento de lo ordenado o la extinción de la obligación, que se acre-
dite con prueba instrumental.
La contradicción que se sustente en otras causales será rechazada liminarmente por el juez, siendo esta deci-
sión apelable sin efecto suspensivo.
107 En doctrina también se dice que las excepciones pueden ser: i) dilatorias que son aquellas que solo tienen
como finalidad poner en conocimiento del juzgador la falta de algún presupuesto procesal que puede ser sub-
sanado pero origina la conclusión del proceso, y; ii) perentorias que son aquellas que atacan un presupuesto
para el pronunciamiento sobre el fondo y su falta puede hacer que el proceso concluya, e inclusive este pro-
nunciamiento adquiere la calidad de cosa juzgada, es decir, atacan la pretensión.

79
Percy Howell Sevilla Agurto

A) Las excepciones procesales en la ejecución de títulos


judiciales

En efecto, el artículo 690-D del CPC en su cuarto párrafo regula la


contradicción en el supuesto de la ejecución de títulos judiciales y dis-
pone lo siguiente:

Cuando el mandato se sustente en título ejecutivo de naturaleza


judicial, solo podrá formularse contradicción, dentro del tercer
día, si se alega el cumplimiento de lo ordenado o la extinción de la
obligación, que se acredite con prueba documental.

Si interpretamos restrictivamente esta norma, alguien podría afir-


mar que en el caso de la ejecución de títulos judiciales el legisla-
dor no da opción al ejecutado de formular oposición por aspectos
formales o procesales, es decir, no podría formular excepciones y
defensas previas.

Ahora bien, si vemos que la intención del legislador con el


Decreto Legislativo N° 1069, fue precisamente regular un único
proceso de ejecución, en el cual no se discrimine el trámite pro-
cedimental por el hecho de que la obligación conste en títulos
ejecutivos de distinta naturaleza u origen, es conveniente consi-
derar que si es factible la posibilidad del ejecutado de presentar
defensas de forma, evidentemente, estos defectos procesales ten-
drán que haber operado posterior al momento en que la resolu-
ción judicial adquiere la calidad de cosa juzgada, ya que mediante
la oposición a los títulos judiciales “no se ataca la cosa juzgada, se
ataca el título ejecutivo, que per se es autónomo, por cuanto, crea
una situación de derecho sustancial distinta de la que fue objeto del
proceso de cognición”108.

Entonces, dicho dispositivo deberá ser interpretado en el sentido


que en la contradicción (oposición) por aspectos sustanciales o de
mérito –aquí el CPC lo denomina contradicción– si hay diferente
tratamiento cuando se trate de ejecución de títulos ejecutivos judi-
ciales y títulos ejecutivos extrajudiciales, pero, como regla general

108 ARIANO DEHO, Eugenia. Ob. cit., p. 474.

80
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

ya sea que nos encontremos ante la ejecución de cualquier clase de


título ejecutivo, siempre será factible la posibilidad de oponerse por
aspectos formales o procesales, es decir, siempre cabrá la posibili-
dad de interponer las excepciones y defensas previas.

B) Las excepciones procesales en el proceso único de ejecución


en la modalidad de ejecución de garantías

Ahora bien, respecto al proceso único de ejecución en la modalidad


de ejecución de garantías, en un reciente artículo hay quien afirma
que no es posible interponer excepciones procesales, al respecto se
ha dicho que “(…) haciendo una interpretación literal pensaríamos
que por fin se ha establecido la paridad en el proceso de ejecución
de garantías reales, al parecer no es así. Veamos, el primer párrafo
del citado artículo 690-D, prevé que solo cuando se notifique el
´mandato ejecutivo, la parte ejecutada puede proponer excepciones
procesales o defensas previas, en los artículos subsiguientes al con-
templarse las ejecuciones de dar bien muebles, así como las obliga-
ciones de hacer o de no hacer, también se habla de ´mandato eje-
cutivo´; sin embargo, cuando ingresamos al Capítulo IV del citado
Código Procesal, el cual trata sobre la ejecución de garantías, adver-
timos de la sumilla y del texto del artículo 721 que ya no se habla
de mandato ejecutivo sino de ‘mandato de ejecución’, debemos
concluir en consecuencia que ¿la oposición por motivos procesales
está vedada para la ejecución de garantías? ¿No que se trata de un
proceso único de ejecución? ¿No que los derechos de acción y con-
tradicción son correlativos y complementarios y persiguen por ende
la misma finalidad? ¿En qué quedamos?”109.

Después de formular todas estas interrogantes llega a la conclu-


sión de que “el Decreto Legislativo N° 1069 al incorporar el artículo
690-D, el cual ya no contiene el adverbio ´solamente´ sino ´solo´,
el significado de dicho adverbio es el mismo, es decir, se refiere a
que únicamente se puede formular contradicción en un proceso de
ejecución de garantías reales por las causales establecidas en el ter-
cer párrafo del dispositivo legal anotado; por tanto, la Ley Procesal

109 TAIPE CHÁVEZ, Sara. “La contradicción en el proceso de ejecución”. En: Las garantías reales. 1ª edición,
Gaceta Jurídica, Lima, 2014, pp. 301-302.

81
Percy Howell Sevilla Agurto

Civil no deja abierta la posibilidad para formular, admitir, tramitar


y resolver oposiciones por motivos procesales”110.

Esta interpretación le resta todo sentido al Decreto Legislativo


Nº 1069, no podemos obviar que nuestros legisladores –lamentable-
mente– carecen de técnica para legislar, pero resulta evidente que
su intención fue reparar el vacío dejado con la normativa anterior y
que fuera suplido por los propios jueces.

Es decir, cuando el artículo 722111 del CPC nos remite a las disposi-
ciones generales para la contradicción, lo que ha hecho el legislador
es remitirnos a lo que regula el artículo 690-D en su totalidad, por
ello, el título de dicho artículo es Contradicción, lo mejor hubiese
sido que el legislador se refiera a las excepciones y defensas previas
como contradicción por aspectos formales o procesales y las otras
causales de contradicción por aspectos sustanciales o de mérito (y
lo óptimo que en vez de decir contradicción se diga oposición), pero
ello no puede restarle la finalidad a la modificación.

A mayor abundamiento, la mayoría de los presupuestos procesales


y presupuestos para el pronunciamiento sobre el fondo pueden ser
vistos de oficio por el juzgador, salvo que la ley expresamente diga
lo contrario (como en la prescripción extintiva), motivo por el cual,
debe ser repelida toda aquella interpretación que busque evitar o
restringa la posibilidad de interponer oposición por aspectos forma-
les o procesales en el proceso único de ejecución.

Culminado este breve comentario acerca de la posibilidad de opo-


nerse a la ejecución por motivos formales o procesales en nuestro pro-
ceso único de ejecución, a continuación, se realizará un estudio de las
excepciones procesales pasibles de interposición en el proceso único de
ejecución:

110 Ibídem, p. 303.


111 Artículo 722 del CPC.- Contradicción
El ejecutado, en el mismo plazo que tiene para pagar, puede contradecir con arreglo a las disposiciones
generales.

82
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

1.1. Excepción de incompetencia


Mediante la excepción de incompetencia se denuncia la falta de
competencia del juez que conoce el proceso.

“La excepción de incompetencia no requiere mayor explicación,


como aparece evidente, quien la interponga está denunciando la falta
de aptitud válida del juez ante quien ha sido emplazado para ejercer su
función jurisdiccional en el caso concreto”112.

Esto quiere decir, que el ejecutado pone de manifiesto al juez –que


emitió el mandato ejecutivo– que carece de competencia para conocer el
proceso de ejecución y la consecuencia de amparar esta excepción sería
que el juez anule lo actuado y diera por concluido el proceso113 en los
casos de incompetencia por razón de materia, cuantía o funcional; o, si
se trata de incompetencia territorial relativa114 se remitirá los actuados al
juez competente115.

Lamentablemente parte de nuestra Judicatura no comparte esta opi-


nión, así tenemos el auto de improcedencia liminar de una demanda eje-
cutiva, pese a existir sometimiento expreso de las partes a la competen-
cia territorial, en ese sentido, el 7° Juzgado de Paz Letrado del Cercado
de Lima, en el Expediente N° 1545-2011 ha señalado lo siguiente:

Tercero: A que, en efecto, el artículo 14 del Código Procesal Civil


que establece la competencia del juez del domicilio del demandado,
es una regla general aplicable a todos los procesos, y por ende pro-
rrogable, ya sea mediante convenio o mediante la prórroga tácita
prevista en el artículo 26 del citado cuerpo de ley. En cambio, en el

112 MONROY GÁLVEZ, Juan F. La formación del proceso civil peruano (Escritos reunidos). Ob. cit., p. 385.
113 Artículo 451 del CPC.- Efectos de las excepciones
(…)
5 Anular lo actuado y dar por concluido el proceso, si se trata de las excepciones de incompetencia, (…).
114 Cuando se habla de competencia territorial relativa, la ley se refiere a que la competencia territorial es flexi-
ble, por cuanto, el juez no deberá declarar su incompetencia de oficio, sino esperar que el demandado en este
caso ejecutado la cuestione, de lo contrario se entenderá que existe una aceptación tácita a la competencia
del juez y deberá continuar conociendo el proceso, y ya habrá precluido la oportunidad para cuestionar la
competencia.
115 Artículo 451 del CPC.- Efectos de las excepciones
(…)
6 Remitir los actuados al juez que corresponda, si se trata de la excepción de competencia territorial relativa.

83
Percy Howell Sevilla Agurto

proceso de alimentos, por ejemplo, el artículo 560 del Código Proce-


sal Civil señala una competencia especial determinada únicamente
por el domicilio del demandando o del demandante, por lo que la
misma resulta improrrogable. Esta conclusión se refuerza con el
hecho de que, no puede operar la prórroga tácita, porque aquella
depende de que el demandado cuestione o no la competencia, pero
en el proceso de alimentos no puede hacerlo, porque el artículo
560 del Código Adjetivo ordena que el juez rechace de plano este
pedido, esto es que le está prohibido deducir excepción, y también
le está prohibido formular contienda de competencia en atención
al artículo 37 del Código Adjetivo. Por tanto, si el demandado no
puede cuestionar la competencia ni por excepción ni por contienda,
entonces la misma debe ser controlada de oficio por el juez desde la
calificación de la demanda.

(…).

Octavo: A que, siendo ello así, la cláusula glosada es válidamente


aplicable a los Juzgados Especializados que son competentes en
todo el Distrito Judicial, pero no es expresa ni precisa respecto a
las reglas de competencia aplicables al interior del distrito judicial
cuando se trata de Juzgados de Paz Letrados. Por tanto la cláusula
antedicha no es suficiente para determinar que la competencia se ha
prorrogado a este Juzgado de Paz Letrado del Cercado de Lima.

Este criterio no es aislado en el pensamiento de nuestros jueces, por


el contrario, parece que está teniendo más adeptos, sino cómo podemos
explicar el 4° Juzgado de Paz Letrado del Cercado de Lima, en el Expe-
diente N° 6065-2013, con una motivación confusa y menos extensa con-
cluye lo mismo.

Cuarto: Que, de la revisión de la demanda se advierte que el


demandado domicilia en el distrito de Pachacámac; asimismo, el
artículo 25 del Código Adjetivo señala que las partes pueden con-
venir por escrito someterse a la competencia territorial de un juez
distinto al que corresponde, salvo que la ley la declare improrro-
gable; siendo esto así, y no advirtiéndose del título valor que se
adjunta prórroga que hagan variar esta situación pues al señalarse
concretamente en la cláusula sétima especial que se someten a la
“Jurisdicción y competencia de los jueces del Distrito Judicial del

84
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

lugar de emisión del presente pagaré”, siendo este Lima, ello signi-
fica estrictamente que puede y deben acudir en el caso del nivel de
Paz Letrado ante quien territorialmente corresponda de la ciudad
de Lima, y no ante los jueces de Paz Letrado de Lima - Cercado,
lo que en todo caso debió pactarse con precisión, para poder acce-
der esta judicatura al conocimiento de la causa; QUINTO: Que,
siendo ello así, esta judicatura no resulta competente para conocer
de la presente demanda en aplicación del artículo 14 del Código
Procesal Civil y estando a las consideraciones antes glosadas y de
conformidad con lo preceptuado por el artículo 427, inciso cuarto,
del mismo cuerpo legal, SE RESUELVE: Declarar: IMPROCE-
DENTE la demanda interpuesta, dejando a salvo el derecho del
recurrente para que lo haga valer conforme corresponda, devol-
viéndose los anexos presentados; debiéndose ARCHIVAR los pre-
sentes actuados, consentida y/o ejecutoriada que sea la presente
resolución.- Notifíquese.

Asimismo, y resolviendo excepciones de esta naturaleza en los


autos finales, los jueces comerciales se consideran competentes, cuando
existe sometimiento expreso de competencia, con relación a ello, el 15°
Juzgado Comercial de Lima, en el Expediente N° 8782-2012 ha dicho lo
siguiente:

Quinto: Que, respecto a la excepción de incompetencia, se aprecia


que en la cláusula 14 de la escritura pública del 6 de agosto de 2008
se fijó que las partes renunciaban al fuero de su domicilio y se some-
tían al fuero del domicilio señalado en el anexo B, el cual sitúa el
mismo en la ciudad de Lima (fojas 13), por lo que la excepción for-
mulada debe ser declarada infundada.

Por último, tenemos el pronunciamiento del 1° Juzgado de Paz


Letrado del Cercado de Lima, en el Expediente N° 624-2010, en la cual
se aducía que el juez no era competente en razón de la cuantía de la pre-
tensión del Proceso Único de Ejecución.

Tercero: Por la excepción de incompetencia, el demandado denun-


cia la falta de aptitud del juez para ejercer la función jurisdiccional
en el proceso planteado. Para estos efectos, la competencia debe ser
entendida como un fenómeno de distribución del poder jurisdiccio-
nal, en atención a diversos criterios como son los de materia, grado,

85
Percy Howell Sevilla Agurto

función o territorio. La competencia del juez es un presupuesto pro-


cesal, pues si el juez no cuenta con la debida competencia no podrá
emitir una sentencia válida. En el caso de autos conforme al artículo
690-B del Código Procesal Civil incorporado por el artículo único
del Decreto Legislativo número 1069, la competencia del Juzgado de
Paz desde el veintiocho de junio del dos mil ocho es cuando la cuan-
tía de la pretensión no sea mayor a Cien Unidades de Referencia
Procesal, en tal sentido el monto contenido en la pretensión objeto
de la presente acción es de conocimiento de este Despacho, máxime
que el artículo 696 del Código Procesal Civil en que funda la Excep-
ción ha sido derogada, por lo que deberá desestimarse la Excepción
formulada.

1.2. Excepción de incapacidad del demandante (ejecutante) o de


su representante
Esta excepción “se encuentra referida a la ausencia de capacidad
procesal en el demandante o en su representante. Esta constituye un
presupuesto fundamental y debe ser entendida como la aptitud para
ser titular de situaciones jurídicas procesales y para desarrollarlas por sí
mismo”116.

Se puede decir que está excepción encierra dos supuestos de defec-


tos de índole procesal, el primero referido a la incapacidad del ejecu-
tante o en su defecto a la incapacidad del representante del ejecutante.

Lo que se cuestiona es la falta de capacidad procesal, la cual “no es


otra cosa que la aptitud que tienen los intervinientes en el proceso, espe-
cíficamente las llamadas partes procesales, para realizar actividad jurí-
dica válida al interior, precisamente, del proceso”117.

Es decir, todo sujeto de derecho puede ser parte material de un pro-


ceso, pero ello no quiere decir que tenga capacidad para ejercer váli-
damente sus derechos, por ende, aquí lo que se cuestiona es la falta de
capacidad de ejercicio o también denominada capacidad de obrar del

116 LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. Comentarios al Código Procesal Civil. Tomo II, 1ª edición, Gaceta
Jurídica, Lima, 2008, p. 446.
117 MONROY GÁLVEZ, Juan F. Ob. cit., p. 380.

86
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

sujeto de derechos, mas no la capacidad jurídica que es inherente a cual-


quier sujeto de derechos. Ejemplos claros de incapacidad procesal la tie-
nen los menores de edad, los mayores de edad que han sido declarados
interdictos, las personas jurídicas, etc.

Ahora bien, en cuanto a la falta de capacidad del representante, se


cuestiona también la capacidad procesal pero ya no del ejecutante, sino
de quien lo va a representar en el proceso, podemos citar como ejemplo
el caso de las personas jurídicas en que su representante que suscribe la
demanda ha sido declarado interdicto y, por lo tanto, no goza este de
capacidad procesal.

Por último, debemos precisar que este requisito procesal –capacidad


procesal del ejecutante o su representante– debe ser controlado de oficio
por el juez o también por el ejecutado a través del incidente de contra-
dicción (oposición) mediante la excepción procesal.

1.3. Excepción de representación defectuosa o insuficiente del


demandante (ejecutante) o del demandado (ejecutado)
“La excepción de representación defectuosa o insuficiente del
demandante o del demandado a diferencia de la anterior, está especí-
ficamente centrada en la ausencia (defecto) o en la insuficiencia (imper-
fección) de la representación procesal con la que está actuando alguien
en nombre del demandante o, eventualmente, la que se le ha imputado
al demandado, probablemente sin tenerla”118.

Esta excepción también regula dos supuestos en los que encon-


tramos un defecto procesal, ya que cuando se refiere a la representa-
ción defectuosa se cuestiona que el supuesto representante no se le ha
otorgado el poder que a través de la representación pretende osten-
tar, o en su defecto la representación no ha sido conferida mediante
escritura pública o poder por acta119, mientras que cuando se señala la

118 Ibídem, p. 386.


119 Artículo 72 del CPC.- Clases de poder atendiendo a la formalidad empleada
El poder para litigar se puede otorgar solo por escritura pública o por acta ante el juez del proceso salvo dis-
posición legal diferente.
Para su eficacia procesal, el poder no requiere estar inscrito en los Registros Públicos.

87
Percy Howell Sevilla Agurto

representación insuficiente, se cuestiona que el representante si tiene


poder y efectivamente si es representante del ejecutante o ejecutado,
pero el poder otorgado no se expresa la facultad para poder entablar la
demanda en el caso del ejecutante o formular contradicción (oposición)
en el caso del ejecutado.

A continuación puede verificarse el criterio del 4° Juzgado Comer-


cial de Lima, en el Expediente N° 2687-2010 donde se formuló esta
excepción, alegando básicamente que el apoderado no acreditaba con
documento idóneo la representación que ostentaba, excepción que fuera
declarada infundada.

Tercero: Que, la excepción es un instituto procesal, que constituye


un medio de defensa por el cual el demandado puede oponerse a la
pretensión del actor; con ella cuestiona el aspecto formal o de fondo
del proceso, persiguiendo anular la acción incoada. En el presente
caso el ejecutado Fernando Elisban Manayay Contreras mediante
escrito de fojas cuarentinueve a cincuentidós deduce Excepción de
Representación Defectuosa o Insuficiente del demandante en los tér-
minos expuestos en el escrito de la referencia.

Cuarto: Que, con respecto a la excepción de representación defec-


tuosa de la demandante señala que el apoderado Percy Howell Sevi-
lla Agurto inicia el presente proceso judicial, sin embargo, mani-
fiesta no acreditar con documento idóneo la representación que
ostenta, debido a que si bien recauda a la demanda un Testimonio
de Escritura Pública mediante el cual las personas de don Miguel
Eduardo Bueno Olazábal y Leonor María Avendaño Araña le dele-
gan poder para juicios, empero no adjunta el poder en la que las
mencionadas personas estén premunidas de facultades para repre-
sentar a la entidad financiera y para delegar dichas facultades, lo
cual argumenta que se incumple con lo previsto en el inciso 2 del
artículo 425 del Código Procesal Civil.

Quinto: Que, en tal contexto es necesario distinguir claramente las


Instituciones procesales referidas a: Representación procesal de
la persona jurídica y de apoderado judicial. Que, respecto al pri-
mero, es de aplicación lo dispuesto en el artículo 64 del Código
Procesal Civil que textualmente señala: que las personas jurídicas
están representadas en el proceso de acuerdo a lo que dispongan

88
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

la Constitución, la ley o el respectivo estatuto; y en cuanto a lo


segundo lo dispuesto en los artículos 68 y 72 del Código acotado
que dispone que: Quien tiene capacidad para comparecer por sí
al proceso y disponer de los derechos que en él se discuten, puede
nombrar uno o más apoderados. Si son varios, lo serán indistinta-
mente y cada uno de ellos asume la responsabilidad por los actos
procesales que realice; y además, que el poder para litigar se puede
otorgar solo por escritura pública o por acta ante el juez del pro-
ceso, salvo disposición legal diferente. Para su eficacia procesal, el
poder no requiere estar inscrito en los Registros Públicos. Asimismo
la excepción de representación defectuosa o insuficiente del deman-
dante o del demandado, “se relaciona con la llamada representa-
ción voluntaria, esto es, con aquella representación que se genera
en la voluntad del otorgante de la representación y que se cristaliza
mediante el poder, y que para intervenir en el proceso en represen-
tación de alguna de las partes, esa persona debe estar premunida de
un poder suficiente que la faculte para intervenir en el proceso”.

Sexto: Que, estando a que la demandante es una persona jurídica,


en consecuencia, para la realización de sus actos está representada
de acuerdo a lo que disponga la Ley o su respectivo estatuto. De la
revisión del documento de poder que corre de fojas seis a veinte,
obra copia legalizada del Testimonio de la escritura pública otor-
gada ante la Notaría Jorge Luis Gonzales Loli sobre delegación de
facultades, se dispuso insertar la parte pertinente del Acta de Sesión
de Directorio de fecha dieciséis de octubre del año dos mil dos y de
la Escritura Pública del veinte de febrero del año dos mil tres, sesión
en la cual se acordó aprobar la nueva estructura de poderes y la
relación de facultades para el otorgamiento de los poderes de repre-
sentación del Banco Continental, debidamente inscrita en la partida
correspondiente al Banco accionante, se acordó otorgar poder a
favor de don Miguel Eduardo Bueno Olazábal y doña Leonor María
Avendaño Arana, siendo el caso que dichas personas se encuen-
tran debidamente premunidas de sus facultades conforme se evi-
dencia de la fe notarial otorgada, delegando sus facultades a favor
del apoderado recurrente, entre las que se detallan la de interponer
demandas, en tal sentido, lo alegado por la excepcionante merece
ser desestimado; máxime aun cuando mediante Escritura Pública
de Nombramiento de Apoderados y Designación de Facultades de

89
Percy Howell Sevilla Agurto

fecha veintitrés de noviembre del año dos mil nueve obrante a fojas
ciento cuarentiséis a ciento sesentinueve se ratificó el acuerdo de la
nueva escala de poderes y delegación de facultades del banco accio-
nante y entre los apoderados se encuentran las personas de doña
Leonor María Avendaño Arana y Miguel Eduardo Bueno Olazábal,
que como se ha indicado en líneas precedentes han delegado facul-
tad de representación en la persona que ha interpuesto la presente
demanda.

1.4. Excepción de oscuridad o ambigüedad en el modo de propo-


ner la demanda
También es conocida como excepción de defecto legal y “constituye
el medio acordado para denunciar la omisión o formulación imprecisa o
ambigua de las enunciaciones legalmente exigibles al escrito de interpo-
sición de la demanda”120, además se dice que “constituye el fundamento
idóneo de la excepción la falta de claridad en la exposición de los hechos
configurativos de la pretensión, siempre que esa circunstancia sea sus-
ceptible de obstaculizar el derecho de defensa del demandado”121.

En el proceso único de ejecución es difícil encontrar algún supuesto


donde pueda ser amparada esta excepción, aunque es posible ya
que la misma debe poder responder las siguientes preguntas ¿Quién
demanda?, ¿a quién se demanda?, ¿qué se demanda? o ¿por qué se
demanda?, debemos precisar que tanto el petitorio como la causa petendi
en este proceso se circunscribirá al título ejecutivo y el contenido que de
este se desprenda.

En la práctica judicial, en el proceso único de ejecución en muy


pocas oportunidades se interpone esta excepción, siendo que exis-
ten mínimos casos en que sí es materia de pronunciamiento, como en
el resuelto ante el 4° Juzgado Comercial de Lima, bajo el Expediente
N° 10782-2009.

120 PALACIO, Lino Enrique. Derecho Procesal Civil. Tomo VI, 2ª edición, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1993,
p. 111.
121 Ibídem, p. 114.

90
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

Sétimo: Que, la excepción es un instituto procesal, que constituye


un medio de defensa por el cual el demandado puede oponerse a la
pretensión del actor; con ella cuestiona el aspecto formal o de fondo
del proceso, persiguiendo anular la acción incoada.

Octavo: Que, en función de ello y pronunciándose en torno a la


excepción de ambigüedad en el modo de proponer la demanda,
deducida por el tercero con interés doña Hanny Ysela Salazar
Salas, dicha parte señala que la ejecutante en el tercer otrosí de su
demanda pide notificar a los poseedores del inmueble a rematar
y que cuenta con doce departamentos, cuya numeración detalla,
cuando la misma conocía perfectamente que son propietarios y eso
constituye ambigüedad en el modo de proponer la demanda, puesto
que los derechos que les confiere la propiedad son distintos de los
que confiere la posesión y al calificársele solo como poseedores ha
pretendido ocultar su conocimiento del financiamiento que ha rea-
lizado a su favor, por el saldo de precio de venta de dichos depar-
tamentos, así como de los créditos aun no desembolsados por dicho
concepto y que abonan a la cancelación de la obligación puesta a
cobro, agrega que la ejecutante es consciente de que sino calificaba
como propietarios a los litisconsortes, esta judicatura no habría emi-
tido mandato ejecutivo, ya que la escritura que constituye su título
de ejecución trasunta su derecho a cobrar los precios de venta de los
departamentos que integran el predio cuyo remate solicita y que no
ha renunciado a dicho derecho. Asimismo, se precisa, que esta parte
ha ofrecido como medios probatorios de la excepción que deduce,
las instrumentales referidas a la Escritura Pública de fecha veinti-
cinco de abril del dos mil ocho y los recibos de pago, los cuales se
tienen presente al momento de resolver la presente excepción por
ser instrumentales.

Noveno: Que, al respecto es necesario indicar que esta excepción


solo es procedente cuando por su forma la demanda no se ajusta a
los requisitos y a las solemnidades que la ley señala o cuando no
existe conexión lógica entre los hechos expuestos y la o las preten-
siones procesales propuestas.

Décimo: Que, sin embargo, del tenor de la demanda de fecha doce


de octubre del año dos mil nueve, se establece que Banco Financiero
del Perú interpone demanda de Ejecución de Garantía Hipotecaria,

91
Percy Howell Sevilla Agurto

en la vía correspondiente al proceso único de ejecución, acción


que dirige contra BCHK S.A.C., a efectos que cumpla con pagarle
la suma de US$ 113,651.41, bajo apercibimiento de procederse al
remate del inmueble hipotecado a su favor, hasta por la suma de
US$ 430,000.00 y que se ubica en el jirón San Martín Nº 441-443-
Fundo Orbea - Distrito de Magdalena del Mar, anexando para tal
fin la Escritura Pública de Constitución de Hipoteca de fecha trece
de junio del dos mil siete, celebrado entre ambas partes, es decir; se
concluye con total objetividad que la pretensión de la parte deman-
dante o accionante resulta ser clara y precisa, cumpliéndose de
este modo con el requisito que exige el inciso 5) del artículo 424 del
Código Procesal Civil, precisándose que si se dispuso notificar a los
poseedores del inmueble a rematar, fue con el único fin de caute-
lar lo regulado en el último párrafo del artículo 720 concordante con
el artículo 690 del mismo cuerpo legal; argumentos que sirven para
desestimar la presente excepción propuesta.

1.5. Excepción de falta de agotamiento de la vía administrativa


“La siguiente excepción no requiere de ninguna explicación, su
nombre expresa su contenido, la excepción de falta de agotamiento de
la vía administrativa. Como es obvio, tiene que ver con el incumpli-
miento del actor en transitar por todo el recorrido que tiene el procedi-
miento administrativo antes de recurrir al órgano jurisdiccional”122.

Resulta poco viable esta excepción en el proceso único de ejecución,


por cuanto allí no se necesita vía administrativa previa para poder ini-
ciarlo, ya que el mismo gira en torno al título ejecutivo.

Aunque recuerdo haber visto un caso donde un ejecutado planteó


esta excepción alegando que previamente se debía iniciar un procedi-
miento de conciliación extrajudicial antes de acudir al Proceso único de
ejecución.

Obviamente ello es un gran error, en primer lugar, porque previo


al proceso único de ejecución no se necesita recurrir a la conciliación

122 MONROY GÁLVEZ, Juan F. Ob. cit., p. 387.

92
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

extrajudicial previa123, y en segundo lugar, porque la conciliación no


puede ser considerada como una vía administrativa124.

1.6. Excepción de falta de legitimidad para obrar del demandante


(ejecutante) o del demandado (ejecutado)
La legitimidad para obrar o legitimación como algunos la denomi-
nan se da “cuando quien comparece ante el órgano judicial afirma su
titularidad del derecho subjetivo material e imputa al demandado la
titularidad de la obligación”125. Concordante con esta posición, la doc-
trina brasileña enseña que “la legitimidad para obrar, en principio, sola-
mente la posee quien se afirma titular de un determinado derecho y pre-
tende verlo tutelado en el ámbito del proceso”126.

Entonces podemos afirmar que la legitimidad para obrar implica la


sola afirmación o invocación de ser titular del derecho discutido y que el
emplazado es quien debe soportar cumplir y/o respetar dicho derecho,
como consecuencia lógica no es necesario ser titular del derecho discu-
tido ya que ello será analizado en la etapa correspondiente.

En el proceso único de ejecución, la legitimidad para obrar no


se afirma y mucho menos se invoca, la misma se desprende del título
ejecutivo, por lo tanto, para verificarla se deberá analizar el título y
de dicho documento se desprenderá quienes son los legitimados para
actuar en el proceso como ejecutantes y quienes estarán legitimados
para actuar como ejecutados.

123 Artículo 9 de la Ley N° 26872 (Ley de Conciliación).- Inexigibilidad de la Conciliación Extrajudicial


Para efectos de la calificación de la demanda judicial, no es exigible la conciliación extrajudicial en los
siguientes casos:
a) En los procesos de ejecución.
(…).
124 Artículo 5 de la Ley N° 26872 (Ley de Conciliación).- Definición
La Conciliación es una institución que se constituye como un mecanismo alternativo de solución de conflic-
tos, por el cual las partes acuden ante un Centro de Conciliación extrajudicial a fin de que se les asista en la
búsqueda de una solución consensual al conflicto.
125 MONTERO AROCA, Juan. De la legitimación en el proceso civil. 1ª edición, Bosch, Barcelona, 2007,
p. 152.
126 DOS SANTOS BEDAQUE, José Roberto. Ob. cit., p. 404.

93
Percy Howell Sevilla Agurto

Bajo estas premisas, inclusive “antes de despachar la ejecución,


el tribunal debe comprobar la legitimación del sujeto que presenta la
demanda ejecutiva y del sujeto frente al que se pide en esta el despacho
de la ejecución. El tribunal no debe despachar ejecución a instancia de
un sujeto no legitimado activamente (como regla, de un sujeto que no
aparezca como acreedor en el título ejecutivo), ni tampoco debe despa-
char ejecución frente a un sujeto no legitimado pasivamente (en general,
no lo está quien no figure como deudor en el título)127.

Por ello, es común ver cómo está excepción al ser interpuesta por los
ejecutados es desestimada en la mayoría de casos.

1.7. Excepción de litispendencia


Mediante esta defensa, el ejecutado denunciará que existe otro
proceso en trámite mediante el cual se le está solicitando el cumpli-
miento de la misma obligación que se le solicita en el proceso único de
ejecución. Por este motivo se ha dicho que “se califica a esta excepción
cuando existe otro proceso pendiente entre las mismas partes, en virtud
de la misma causa y por el mismo objeto, es decir, frente a la coexisten-
cia de dos pretensiones cuyos elementos son idénticos”128.

En el proceso único de ejecución la pretensión se circunscribirá a lo


contenido en el título ejecutivo y solo podrán ser obligaciones de dar,
hacer o no hacer.

Anterior a la entrada en vigencia del Decreto Legislativo N° 1069


surgía el problema a raíz de que los ejecutantes optaban por dos proce-
sos de ejecución, uno el proceso de ejecución de garantías y otro el pro-
ceso ejecutivo de obligación de dar suma de dinero.

La razón que explicaba el inicio de dos procesos paralelos era que


los ejecutantes tenían claro que en el proceso de ejecución de garan-
tías estaban limitados en cuanto al cobro de su acreencia hasta por el

127 DE LA OLIVA SANTOS, Andrés; DÍEZ-PICAZO GIMÉNEZ, Ignacio y VEGA TORRES, Jaime. Ob. cit.,
p. 58.
128 LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. Ob. cit., p. 460.

94
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

importe del gravamen129, entonces, por el saldo iniciaban el proceso eje-


cutivo de obligación de dar suma de dinero donde pretendían embargar
el inmueble hipotecado o el bien mueble otorgado en prenda –si estaba
en ese momento vigente ya que la misma actualmente está derogada
desde el 2006– o garantía mobiliaria.

Esta forma de viabilizar la pretensión ejecutiva del ejecutante,


teniendo que iniciar dos procesos de ejecución, trajo consigo una multi-
plicidad de interposiciones de la excepción de litispendencia.

Con la entrada en vigencia el Decreto Legislativo N° 1069 y modifi-


cado que fuera el artículo 724130 del CPC, en el mismo proceso único de
ejecución en la modalidad de ejecución de garantías se podrá continuar
con la ejecución de haber saldo pendiente131.

Otro supuesto de litispendencia podría darse en el caso de que


exista dos procesos iniciados, es decir, se inicia un proceso de ejecución,
y a su vez inicia un proceso declarativo condenatorio pretendiendo el
mismo pago solo que la causa petendi tiene como fundamento la relación
causal.

Aunque pareciera viable esta situación y algunos puedan decir que


no son procesos idénticos, creemos que sí estamos ante procesos que
encierran la misma pretensión y, por lo tanto, el acreedor debe optar
por una u otra vía, es decir, en estos casos la posibilidad del acreedor de
ejercer los mecanismos legales a fin de procurar el cumplimiento de la
obligación tiene carácter residual mas no alternativo.

129 Artículo 724 del CPC (actualmente modificado).- Saldo deudor


Si después del remate del bien dado en garantía, hubiera saldo deudor, este será exigible mediante proceso
ejecutivo.
130 Artículo 724 del CPC.- Saldo deudor
Si después del remate del bien dado en garantía, hubiera saldo deudor, se proseguirá la ejecución dentro del
mismo proceso, conforme a lo establecido para las obligaciones de dar suma de dinero.
131 Para un estudio detallado al respecto, recomiendo mi artículo titulado: “El saldo deudor en el proceso único
de ejecución de garantías”, publicado en Gaceta Civil & Procesal Civil. Tomo 5, Gaceta Jurídica, Lima,
noviembre, 2013, pp. 218-232.

95
Percy Howell Sevilla Agurto

1.8. Excepción de cosa juzgada


La excepción de cosa juzgada viene a ser el mecanismo otorgado por
el legislador para hacer valer la cosa juzgada en el nuevo proceso donde
se pretenda volver a reiterar el juicio que ya fue resuelto mediante sen-
tencia con calidad de cosa juzgada.

“La cosa juzgada implica que en un proceso adelantado con anterio-


ridad y solucionado por una sentencia de mérito, se haya decidido exac-
tamente la misma pretensión que de nuevo se somete a proceso. La pre-
tensión será la misma, si en ambos procesos se la estructura con exacta
coincidencia de sus elementos esenciales. Son así las tres identidades
que tradicionalmente caracterizan a la cosa juzgada: eadem res, eadem per-
sonarum, eadem causa petendi. Las mismas personas, el mismo objeto y la
misma causa”132.

Corresponde aclarar que “la excepción puede ser opuesta por cual-
quiera de las partes (res iudicata inter partes), con prescindencia de la
posición de vencedoras o vencidas en que hayan sido colocadas por la
sentencia pasada en autoridad de cosa juzgada”133.

Bajo estas premisas, para que se interponga esta excepción tendría-


mos que estar ante la presencia de dos procesos únicos de ejecución,
uno –el primero– concluido por un auto final y, el otro ,iniciado con el
mismo título ejecutivo o con otro que represente la misma obligación, en
dicho ejemplo se verifica que estamos en presencia de esta excepción.

Empero, qué sucedería si nos encontramos ante un primer proceso


declarativo condenatorio –proceso de cognición– donde ya el juez se ha
pronunciado sobre el fondo de la controversia –sentencia de mérito–,
y luego se inicia un proceso único de ejecución pero con un título eje-
cutivo extrajudicial, el cual contiene la obligación que fue resuelta en el
proceso declarativo condenatorio anterior.

132 QUINTERO, Beatriz y PRIETO, Eugenio. Teoría general del proceso. 3ª edición, Temis, Bogotá, 2000,
p. 397.
133 PALACIO, Lino Enrique. Derecho Procesal Civil. Tomo V, 2ª edición, Abeledo-Perrot, Buenos Aires, 1993,
p. 500.

96
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

En mi opinión también nos encontramos en presencia de esta excep-


ción, siendo que el ejecutado deberá probar que tanto la obligación
contenida en el título extrajudicial que ahora se pretende satisfacer es
la misma obligación contenida en el proceso declarativo condenatorio
anterior.

Así sucedió en el Expediente N° 7608-2012, tramitado ente el 3°


Juzgado Comercial de Lima, donde para el juzgador no existía cosa
juzgada.

Octavo: La excepción de cosa juzgada se presenta cuando se ha


entablado, con anterioridad al de autos, un proceso idéntico –esto
es, tramitado entre las mismas partes, con iguales pretensiones pro-
cesales y promovidos en virtud del mismo interés, a tenor de lo dis-
puesto por los artículos 452 y 453 del Código Procesal Civil– el que
ya fue resuelto y cuenta con sentencia o laudo firme.

Noveno: Según la copia certificada de la sentencia expedida con


fecha 10 de junio de 2003, que obra a folios ciento veintisiete a ciento
veintiocho, se tiene que el alegado proceso idéntico y anterior al
de autos, es uno de obligación de dar suma de dinero interpuesto
por Banco Nuevo Mundo en liquidación contra Octavio Napoleón
Gómez Díaz y Rosa Portugal Flores de Gómez, de lo que se con-
cluye que dicho proceso no es uno similar al de autos, toda vez
que en uno y otro no intervienen exactamente las mismas partes, y
aun cuando en el primero exista sentencia firme, el interés no es el
mismo, por lo que esta excepción debe desestimarse igualmente.

1.9. Excepción desistimiento de la pretensión


Como enseña la profesora Ledesma “el desistimiento de la pre-
tensión se califica como la abdicación, renuncia o dejación del derecho
material producida en el ámbito del proceso. Su naturaleza es un acto
jurídico dispositivo tendiente a extinguir derechos. En el proceso se
inclina como un acto unilateral de abdicación al derecho en el proceso
(…). El desistimiento de la pretensión, si es procedente, dará por termi-
nado el litigio. En lo sucesivo las mismas partes no podrán promover
otro proceso por el mismo objeto y causa. En caso de intentar un nuevo
litigio con las identidades descritas, el demandado podría oponer la
excepción del desistimiento de la pretensión con la prueba documental

97
Percy Howell Sevilla Agurto

de la existencia del proceso donde exista la resolución que admite dicho


desistimiento, pero siempre y cuando hubiese operado dicho desisti-
miento en un proceso contencioso”134.

Ahora bien, al ser aprobado el desistimiento de la pretensión la con-


secuencia es que dicho pronunciamiento equivale a una sentencia que
declara infundada la demanda con la autoridad de cosa juzgada135, es
decir, el efecto del desistimiento de la pretensión es tener como –por fic-
ción legal– resuelto el mérito de la pretensión en sentido adverso.

Si esto es así, habría que preguntarnos ¿por qué está excepción


está regulada de forma separada si encaja dentro de los alcances de la
excepción de cosa juzgada?, a ello podemos responder que el legislador
se equivocó, y ello resulta evidente por cuanto este supuesto perfecta-
mente puede ser promovido como excepción de cosa juzgada, es decir,
se reguló dos veces lo mismo.

De otro lado, para que se interponga esta excepción tendríamos que


estar ante la presencia de dos procesos únicos de ejecución, uno –el pri-
mero– concluido por la aprobación del desistimiento y el otro iniciado
con el mismo título ejecutivo, pues en dicho ejemplo se verifica que esta-
mos en presencia de la excepción de desistimiento de la pretensión.

Empero, que sucedería si nos encontramos ante un primer proceso


declarativo condenatorio –proceso de cognición– donde se aprueba el
desistimiento de la pretensión y posterior a ello, se inicia un proceso
único de ejecución pero con un título ejecutivo extrajudicial, el cual con-
tiene la obligación que fue resuelta en el proceso declarativo condenato-
rio anterior, en nuestra opinión también estaríamos en presencia de esta
excepción, siendo que el ejecutado deberá probar que tanto la obligación
contenida en el título extrajudicial que ahora se pretende satisfacer es la
misma obligación que el ahora ejecutante se desistió en el proceso decla-
rativo condenatorio anterior.

134 LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. Ob. cit., p. 464.


135 Artículo 344 del CPC.- Desistimiento de la pretensión
La resolución que aprueba el desistimiento de la pretensión, produce los efectos de una demanda infundada
con la autoridad de la cosa juzgada (…).

98
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

1.10. Excepción de conclusión del proceso por conciliación o


transacción
Entendemos que esta excepción puede ser formulada cuando existe
aprobación judicial de la conciliación136 o de la transacción137, es decir,
nos encontremos ante una conciliación judicial o una transacción judi-
cial, ello se desprende de una interpretación lógica de las normas que
regulan dichas instituciones, mientras que aquellas conciliaciones y
transacciones no homologadas judicialmente no serían causales para
interponer esta excepción, sino como causales de sustracción de la pre-
tensión del ámbito jurisdiccional138. Lamentablemente mediante el Pri-
mer Pleno Casatorio Civil, se declaró lo siguiente:

“b).- DECLARA QUE CONSTITUYEN DOCTRINA JURISPRU-


DENCIAL los siguientes precedentes vinculantes:

1.- La Transacción extrajudicial no homologada judicialmente puede


ser opuesta como Excepción procesal conforme a lo regulado por el
inciso 10 del artículo 446 e inciso 4 del artículo 453 del Código Pro-
cesal Civil, por interpretación sistemática de dichas normas con las
que contiene el Código Civil sobre la Transacción (…)”.

136 Artículo 327 del CPC.- Conciliación y proceso


Si habiendo proceso abierto, las partes concilian fuera de este, presentarán con un escrito el Acta de
Conciliación respectiva, expedida por un Centro de Conciliación Extrajudicial.
Presentada por las partes el acta de conciliación, el juez aprobará previa verificación del requisito establecido
en el artículo 325 y, declarará concluido el proceso.
(…).
Artículo 328 del CPC.- Efectos de la conciliación
La conciliación surte el mismo efecto que la sentencia que tiene la autoridad de la cosa juzgada.
137 Artículo 335 del CPC.- Requisitos de la transacción
(…).
Si habiendo proceso abierto las partes transigen fuera de este, presentarán el documento que contiene la tran-
sacción, legalizando sus firmas ante el Secretario respectivo en el escrito en que la acompañan, requisito que
no será necesario cuando la transacción conste en escritura pública o documento con firma legalizada.
Artículo 337 del CPC.- Homologación de la transacción
El Juez aprueba la transacción siempre que contenga concesiones recíprocas, verse sobre derechos patrimo-
niales y no afecte el orden público o las buenas costumbres, y declara concluido el proceso si alcanza a la
totalidad de las pretensiones propuestas. Queda sin efecto la decisión sobre el fondo que no se encuentre
firme.
La transacción que pone fin al proceso tiene la autoridad de la cosa juzgada. El incumplimiento de la transac-
ción no autoriza al perjudicado a solicitar la resolución de esta.
(…).
138 Para un estudio detallado al respecto, recomiendo mi artículo titulado: “Implicancias de la sustracción de la
pretensión del ámbito jurisdiccional”, publicado en la Revista Jurídica del Perú. Nº 135, Gaceta Jurídica,
Lima, mayo de 2012, pp. 245-258.

99
Percy Howell Sevilla Agurto

Lo resuelto allí, es de obligatorio cumplimiento, por ello ahora con


las transacciones extrajudiciales será posible interponer una excepción
de transacción y de ser el caso, el juez deberá ampararla.

En cuanto a las transacciones y conciliaciones aprobadas judicial-


mente, estas tienen la calidad de cosa juzgada. Si esto es así, habría que
preguntarnos nuevamente ¿por qué está excepción está regulada de
forma separada si encaja dentro de los alcances de la excepción de cosa
juzgada?, a ello podemos responder que el legislador se equivocó nue-
vamente, y no debió regular estas causales de excepción de forma sepa-
rada a la excepción de cosa juzgada.

Ello resulta evidente por cuanto este supuesto perfectamente puede


ser promovido como excepción de cosa juzgada, es decir, se reguló dos
veces lo mismo.

1.11. Excepción de caducidad


La excepción de caducidad es aquel mecanismo que pone de mani-
fiesto al juez que tanto la pretensión que se incoa en el proceso –en este
caso pretensión ejecutiva– como el derecho discutido se han extinguido,
y ello debido a que la Ley le ha fijado un plazo de vida.

Como muy bien dice Spota “no se trata ni de pena, ni de imposibi-


lidad material o jurídica de ejercer el derecho, sino de la extinción del
derecho, sin que para ello cuente la intención de su titular o la imposibi-
lidad de ejercer la prerrogativa jurídica”139.

El fundamento de la caducidad se encuentra en la necesidad de


liquidar situaciones inestables que producen inseguridad, pues el orden
social exige que se dé fijeza y seguridad a los derechos y se aclare la
situación de los patrimonios a fin de que las personas gocen de tran-
quilidad de espíritu para poder llevar adelante el destino que se han
trazado

La caducidad es una institución del Derecho Civil y no debe enten-


derse como un instituto de Derecho Procesal, debe entenderse también

139 SPOTA, Alberto G. Prescripción y caducidad. 2ª edición, La Ley, Buenos Aires, 2009, p. 385.

100
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

que amparada está excepción mediante auto, la misma genera la calidad


de cosa juzgada y no puede ser discutida ya en proceso posterior.

Resulta claro que cuando nuestro Código Civil140 se refiere a la


extinción de la acción, lo que quiso decir es la extinción de la pretensión.
Además la caducidad puede ser vista de oficio por el juez141.

En el proceso único de ejecución, es muy remota la posibilidad de


interponer está excepción, ya que nos encontramos ante pretensiones
sobre relaciones obligacionales y, por lo general, estas tienen plazo de
prescripción mas no de caducidad.

1.12. Excepción de prescripción extintiva


Conforme lo señalé al tratar la excepción de caducidad, cuando el
legislador del Código Civil142 hizo referencia a la extinción de la acción,
lo que debió decir fue que se extingue la pretensión, como consecuen-
cia de lo anterior, cuando se interpone esta excepción se está señalando
que la pretensión incoada ya se extinguió y ello es debido al transcurso
del tiempo, por lo tanto, puede que el demandante tenga derecho a lo
que pide, pero dicho derecho ya no es exigible por cuanto la pretensión
–mecanismo para poder solicitar tutela jurisdiccional– ha fenecido.

Siendo esto así, el fundamento o la racionalidad o ratio del ins-


tituto de la prescripción radica en la despreocupación e inejercicio del
derecho con el que cuenta el acreedor de acudir al órgano jurisdiccio-
nal a solicitar se haga efectivo su derecho durante un lapso de tiempo
determinado.

En el proceso único de ejecución debido a que estamos en presencia


de pretensiones ejecutivas sobre relaciones obligacionales, esta excep-
ción puede ser invocada con frecuencia.

140 Artículo 2003 del CC.- Definición


La caducidad extingue el derecho y la acción correspondiente.
141 Artículo 2006 del CC.- Declaración de caducidad
La caducidad puede ser declarada de oficio a petición de parte.
142 Artículo 1989 del CC.- Definición
La prescripción extingue la acción pero no del derecho mismo.

101
Percy Howell Sevilla Agurto

En efecto, podemos poner como ejemplo un contrato de mutuo ele-


vado a escritura pública, con lo cual, nos encontramos ante un título
ejecutivo extrajudicial, si del plazo de vencimiento de la obligación a la
fecha de la interposición de la demanda transcurren más de diez años143,
la obligación contenida en el título ha prescrito, y por tanto ya no puede
ser exigida judicialmente. Incluso, según la redacción de nuestro Código
Civil144 deberían transcurrir más de diez años hasta antes de la notifi-
cación con la resolución que admite la demanda o en el caso del pro-
ceso único de ejecución con el mandato ejecutivo –lo cual es por decirlo
menos debatible–.

Así tenemos lo resuelto por el 12° Juzgado Comercial de Lima,


Expediente N° 9053-2007 donde, valgan verdades, existe en primer
término error en la aplicación de la normativa procesal dado que por
temporalidad no debía aplicarse el Decreto Legislativo N° 1069, sino la
normativa anterior, y segundo, allí se puede verificar como por razones
no imputables al acreedor puede verse desprotegido –se presentó la
demanda el 2007 y se notifica el 2009–.

Quinto: Que, según lo dispone el artículo 690-D del Código Adje-


tivo la parte ejecutada puede contradecir la ejecución y proponer
excepciones procesales y defensas previas; además que solo podrá
fundarse la misma en la inexigibilidad o iliquidez de la obligación
contenida en el título, en la nulidad formal o falsedad del título, o
completado en forma contraria a los acuerdos; y en la extinción de la
obligación exigida; siendo que la parte ejecutada ha formulado con-
tradicción al mandato ejecutivo, sin embargo, no señala el supuesto
de contradicción, solo hace referencia a la prescripción extintiva
normada en el Libro VIII del Código Civil; alegando principalmente
que (…) conforme al artículo 1993 del Código Civil “la prescripción
comienza a correr desde el día que puede ejercitarse la acción” la

143 Artículo 2001 del CC.- Plazos de prescripción


Prescriben, salvo disposición diversa de la ley:
1. A los diez años, la acción personal…
144 Artículo 1996 del CC.- Interrupción de la prescripción
Se interrumpe la prescripción por:
(…)
3 Citación con la demanda o por otro acto con el que se notifique al deudor, aun cuando se haya acudido a un
juez o autoridad incompetente.

102
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

misma que en el caso de autos tiene un plazo de duración de diez


años, conforme al artículo 2001, numeral 1) del Código Civil, y se
advierte de la liquidación ofrecida por la parte ejecutante que desde
la fecha de pago de la cuota número veintitrés, del nueve de diciem-
bre de mil novecientos noventa y ocho, hasta que se notifica la pre-
sente demanda –veinte de mayo del año dos mil nueve– ha operado
la prestación acotada en el artículo 2001 numeral 1) del Código Civil
concordado con lo establecido en los artículos 9 y 178 del Decreto
Legislativo Nº 770 - Ley General de Instituciones Bancarias y Finan-
cieras y de Seguros y los artículos 2 y 63, del Código de Comercio
–normas vigentes al momento de la existencia de la prenda y que
habiéndose presentado la demanda con fecha dieciocho de julio
del año dos mil siete, notificada el veinte de mayo del año dos mil
nueve, interrumpido el recurso prescriptorio, el reclamo contenido
en ella ya no era tutelable judicialmente dado que el plazo de diez
años, había expirado indefectiblemente el nueve de diciembre del
dos mil ocho– fecha del último pago.

(…)

Noveno.- Que, de los autos fluye que el contrato de constitución


de garantía (prendaria) celebrado entre las partes, data del año mil
novecientos noventa y seis, siendo que según liquidación que obra
a fojas diecisiete, el nueve de diciembre del año mil novecientos
noventa y ocho fue la última fecha de pago que efectuara la parte
ejecutada, y desde esa fecha la parte ejecutante tenía diez años para
demandar y que sea notificada la parte ejecutada; sin embargo, de
autos se tiene que no fue así, además, que la demanda fue inter-
puesta con fecha dieciocho de julio del año dos mil siete, emitién-
dose el mandato de ejecución con fecha veinticinco de julio del año
dos mil siete, el mismo que obra a fojas treinta y treinta y uno; y
siendo notificados con el mandato de ejecución con fecha veintiséis
de mayo del año dos mil nueve, según cargos que obran en autos,
es decir habiendo ya transcurrido más de diez años para poder
accionar, tal y como lo señala nuestro ordenamiento sustantivo en
su artículo 2001, numeral 1); además cabe indicar que (…) se ha
establecido en reiteradas ejecutorios (…) que la interrupción de la
prescripción se produce mediante la citación con la demanda y no
con su interposición (…); por tanto habiendo pasado más de diez

103
Percy Howell Sevilla Agurto

años, tal y como lo señala nuestro ordenamiento sustantivo, corres-


ponde declarar la prescripción extintiva de la obligación puesta a
cobro.

Otro ejemplo evidente resulta de la prescripción de la “acción


cambiaria”145 conforme a lo regulado por Ley de Títulos Valores, la
cual podría verificarse si se pretende ejecutar un pagaré donde desde
la fecha de vencimiento a la presentación de la demanda146 han transcu-
rrido más de tres años, en este caso, la obligación contenida en el título
valor no podrá ser exigible a través del proceso único de ejecución por
cuanto al perder “la acción cambiaria” dicho título valor habrá perdido
su mérito ejecutivo según lo dispone la propia ley.

Como se habrá observado, estos ejemplos mencionados tratan sobre


las obligaciones contenidas en títulos ejecutivos extrajudiciales, pero en
nuestra opinión es perfectamente factible que esta excepción pueda ser
propuesta ante la ejecución de títulos judiciales.

En efecto, las obligaciones contenidas en los títulos judiciales tam-


bién prescriben147, y si una sentencia declarativa condenatoria, un laudo
arbitral condenatorio, una transacción o conciliación judicial que con-
tenga prestaciones, deberán ser ejecutadas dentro de los diez años pos-
teriores a su vencimiento, de lo contrario la obligación habrá prescrito
y la pretensión ejecutiva habrá fenecido, por lo tanto, la obligación con-
tenida en el título judicial ya no podrá se exigible, es decir, se tornará
inexigible.

En esta misma línea de ideas, se ha dicho que “(…) la acción que


nace de una ejecutoria –reconocida en el inciso 1 del artículo bajo

145 Artículo 96 de la LTV.- Plazos de prescripción de las acciones cambiarias


96.1 Las acciones cambiarias derivadas de los títulos valores, prescriben:
a) A los tres años, a partir de la fecha de su respectivo vencimiento, la acción directa contra obligado princi-
pal y/o sus garantes;…
146 Artículo 95 de la LTV.- Ejercicio de las acciones cambiarias
(…)
95.2 El proceso judicial o arbitral cuya demanda haya sido presentada ante la respectiva autoridad judicial o
arbitral antes que venzan los plazos de prescripción no será afectado por la conclusión de dichos plazos en el
curso del respectivo proceso; salvo que este sea declarado en abandono.
147 Artículo 2001 del CC.- Plazos de prescripción
Prescriben, salvo disposición diversa de la ley:
1. A los diez años, (…), la que nace de una ejecutoria.

104
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

comentario– estaría, en efecto, prevista solo para las sentencias de


condena, es decir, para aquellas que ‘condenan’ al demandado a la eje-
cución de una prestación de dar, hacer o no hacer. Esta clase de senten-
cias son, en esencia, ‘títulos ejecutivos judiciales’ (…), que confieren al
titular un derecho (reconocido y declarado en un proceso de cognición
previo) el poder de requerir al Estado la ulterior ejecución forzada del
mismo en caso el obligado no cumpla con hacerlo voluntariamente.
Luego, podría decirse que las sentencias de condena ‘prescriben’ en
diez años”148 (el resaltado es nuestro).

Debemos tener en cuenta que si una obligación prescribe no podrá


ser exigible judicialmente, esto –en mi opinión– hace devenirla en una
obligación natural, lo cual concuerda con el concepto tradicional de la
misma.

Bajo esta línea de ideas, la doctrina enseña que “la obligación natu-
ral, añaden Planiol y Ripert, es, por su origen, una obligación civil, pero
imperfecta, ya que se haya desprovista del principal atributo de la obli-
gación ordinaria, o sea, de la facultad de constreñir al deudor a su cum-
plimiento. La imperfección de que se halle afectada procede de que su
desarrollo, por así decirlo, ha sido entorpecido al nacer, por un obstá-
culo jurídico, o por el hecho de que, posteriormente, como consecuencia
de especiales circunstancias, se ha visto privada de su sanción, si bien
subsiste en todo lo demás”149.

Por último, la declaración de la prescripción extintiva solo puede ser


invocada por la parte a quien lo beneficia y en ningún caso se admite
que el juez la haga valer de oficio150.

1.13. Excepción de convenio arbitral


Esta excepción pone de manifiesto que existe un acuerdo entre las
partes de someter el conflicto de intereses a la jurisdicción arbitral, y

148 PALMADERA ROMERO, Doris. Código Civil comentado. Tomo X, 2ª edición, Gaceta Jurídica, Lima, 2007,
p. 243.
149 OSTERLING PARODI, Felipe y CASTILLO FREYRE, Mario. Compendio de Derecho de las Obligaciones.
Palestra, Lima, 2008, p. 135.
150 Artículo 1992 del CC.- Prohibición de declarar de oficio la prescripción
El juez no puede fundar sus fallos en la prescripción si no ha sido invocada.

105
Percy Howell Sevilla Agurto

por ende, el juez ordinario resultaría ser incompetente para conocer el


proceso.

En el proceso único de ejecución, podría darse el caso en que en el


mismo título ejecutivo se pacte que su ejecución se dé a través de arbi-
traje, o en su defecto, se pueda acreditar de cualquier otra forma la exis-
tencia del convenio arbitral151 para la ejecución del título ejecutivo cuya
ejecución se está solicitando en sede judicial.

Debemos tener en consideración que “para la celebración de conve-


nios arbitrales, la nueva LA ha dispuesto que el convenio arbitral debe
constar por escrito (art. 13.2), pero no sanciona con nulidad su inobser-
vancia, como ocurría bajo la vigencia de la Ley Arbitral derogada de
1996. En tal sentido, la nueva LA ha abandonado la exigencia de una
formalidad solemne (escrito) para la celebración de un convenio arbi-
tral y ha optado por una formalidad ad probationem (…). Por lo tanto,
con la nueva LA ya no se debe cumplir con una formalidad solemne
para celebrar el convenio arbitral, únicamente se requiere el consenti-
miento (acuerdo) de las partes de someter a arbitraje sus controversias
presentes o futuras. La nueva LA solamente se limita a señalar que el
convenio arbitral ‘debe constar por escrito’; sin embargo, no sanciona
con nulidad la inobservancia de este requisito (conste por escrito), por

151 Artículo 13 de la LGA.- Contenido y forma del convenio arbitral


1. El convenio arbitral es un acuerdo por el que las partes deciden someter a arbitraje todas las controversias
o ciertas controversias que hayan surgido o puedan surgir entre ellas respecto de una determinada relación
jurídica contractual o de otra naturaleza.
2. El convenio arbitral deberá constar por escrito. Podrá adoptar la forma de una cláusula incluida en un con-
trato o la forma de un acuerdo independiente.
3. Se entenderá que el convenio arbitral es escrito cuando quede constancia de su contenido en cualquier
forma, ya sea que el acuerdo de arbitraje o contrato se haya concertado mediante la ejecución de ciertos actos
o por cualquier otro medio.
4. Se entenderá que el convenio arbitral consta por escrito cuando se cursa una comunicación electrónica
y la información en ella consignada es accesible para su ulterior consulta. Por “comunicación escrita” se
entenderá toda comunicación que las partes hagan por medio de mensajes de datos. Por “mensaje de datos”
se entenderá la información generada, enviada, recibida o archivada por medios electrónicos, magnéticos,
ópticos o similares, como pudieran ser, entre otros, el intercambio electrónico de datos, el correo electrónico,
el telegrama, el télex o el telefax.
5. Se entenderá además que el convenio arbitral es escrito cuando esté consignado en un intercambio de
escritos de demanda y contestación en los que la existencia de un acuerdo sea afirmada por una parte, sin ser
negada por la otra.
6. La referencia hecha en un contrato a un documento que contenga una cláusula de arbitraje constituye
un convenio arbitral por escrito, siempre que dicha referencia implique que esa cláusula forma parte del
contrato.
7. (…).

106
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

lo que estamos ante una formalidad ad probationem. Así, las partes pue-
den celebrar un convenio arbitral verbalmente, por medios electrónicos
o por mensajes de voz, lo importante hoy día será probar la existencia
del consentimiento de las partes”152.

Lo discutible será poder dirimir si la jurisdicción arbitral será com-


petente para conocer el proceso de ejecución, lo cual no es parte de
nuestro estudio y podrá servir para un trabajo posterior.

2. Defensas previas
“La defensa previa como su nombre lo anticipa, consiste en el cues-
tionamiento que el demandado hace a la oportunidad en que se ha ini-
ciado el proceso, atendiendo a que el demandante debía haber realizado
un acto previo, configurante de una especie de requisito para el ejercicio
válido del derecho de acción por el demandante. Esta actividad previa
está prevista regularmente en la norma jurídica, aunque en casos excep-
cionales puede ser convenida por las partes”153.

En este sentido, las defensas previas pueden darse en el proceso


único de ejecución, “como el beneficio de inventario y el beneficio de
excusión, que dicho sea de paso difícilmente encuentran actuación en
el proceso de cognición, siendo su sede natural el proceso de ejecución
porque están relacionadas con el principio de responsabilidad patrimo-
nial que justamente el proceso de ejecución (de dar sumas de dinero)
tiende a actuar”154.

En el siguiente caso, tramitado ante el 3° Juzgado Comercial de


Lima, Expediente N° 7480-2013, el ejecutado interpone una defensa pre-
via, señalando que la misma consiste en que venía negociando con el
ejecutante la posible solución de la deuda, motivo este que no puede
argüirse como defensa previa, veámoslo:

152 SOTO COAGUILA, Carlos Alberto. Comentarios a la Ley peruana de arbitraje. Tomo I, 1ª edición, Instituto
Peruano de Arbitraje, Lima, 2011, p. 168.
153 MONROY GÁLVEZ, Juan F. Ob. cit., p. 376.
154 ARIANO DEHO, Eugenia. Ob. cit., pp. 480-481.

107
Percy Howell Sevilla Agurto

Tercero: Por escrito de folios noventa y nueve a ciento cuatro, la


demandada Fernando Zevallos Cabellos S.A.C. formula contradic-
ción al mandato de ejecución, oponiendo defensa previa y la cau-
sal de inexigibilidad de la demanda, alegando, esencialmente, lo
siguiente: a) respecto de la defensa previa: i) que la demandante
debe presentar previamente el informe sobre la gestión iniciada
por los ejecutados garantes, tendientes a solucionar el extremo de
los intereses y penalidad que inciden directamente en la obligación
total, donde se encuentra el monto demandado; ii) que la demanda
fue presentada el 2 de agosto de 2013, es decir, dos meses antes del
inicio a las gestiones antes referidas; iii) que con fecha 2 de octubre
de 2012, las partes iniciaron un trato directo para dar solución a la
obligación que se había generado, conjuntamente con los intereses
y penalidades, desconociendo el inicio de la demanda de autos,
presumiendo que se ha originado por tratarse de áreas diferentes y
que no ha habido una comunicación directa que ponga en conoci-
miento de los precitados acuerdos, lo que se acredita con los medios
de prueba que se anexa; iv) que, consecuentemente, estando en vías
de solución la cancelación de la deuda, resulta necesario se requiera
a la actora los informes sobre el aludido trámite que se inició a fin
de colisionar derechos; v) que, asimismo, con fecha 2 de octubre
de 2013 se concretó trámites internos con la demandante, donde
se generó la obligación mayor, habiéndose solicitado la condona-
ción de los intereses y penalidades que le permita honrar el conso-
lidado de los créditos vencidos; vi) que resulta irregular la acción
ejecutiva iniciada ya que no se encuentra determinada la fecha de
vencimiento o inicio de exigibilidad que se demanda, tanto más
si se encuentra dentro de una obligación mayor y en trámite para
solucionar el pago, por lo que la pretensión incoada resulta prema-
tura; y, vii) que existen diferencias en cuanto al monto materia de la
reclamación de la demandante, lo que significa graves perjuicios a
su precaria situación; en efecto, mientras en la carta de 17 de octubre
de 2013, se señala un monto de doscientos once mil cincuenta y seis
y 68/100 nuevos soles, en la demanda se indica un monto diferente,
por lo que se deberá cuál es monto real adeudado (…).

Cuarto: Por su parte, el banco demandante, por escrito de folios


ciento veintiséis a ciento treinta, absuelve la contradicción, esencial-
mente, en los siguientes términos: a) respecto de la defensa previa:

108
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

i) que niega que haya pactado con los demandados la suspensión


del cobro de la deuda mientras existan reuniones, conversaciones
y negociaciones para cancelar la deuda puesta a cobro; ii) que la
demandada Fernando Cabellos S.A.C. reconoce que no ha cancelado
sus deudas contraídas, ni lo ha demostrado, lo que ha generado que
se ejecute la garantía hipotecaria constituida para respaldar el cum-
plimiento de las mismas (…).

Quinto: Conforme a lo dispuesto por el artículo 455 del Código


Procesal Civil, las defensas previas son aquellas que se encuentran
previstas por la norma sustantiva, como el beneficio de excusión, el
beneficio de inventario, entre otros, a los que debe agregar que el
objeto de las mismas es que se suspenda el desarrollo del proceso
hasta que el demandante realice la actividad que el derecho sustan-
tivo prevé como acto previo al planteamiento de la demanda.

Sexto: La defensa previa planteada por la demandada Fernando


Zevallos Cabellos S.A.C. no se encuentra prevista en el Código Civil
ni en ninguna otra norma sustantiva, razón por la que, de por sí,
debe ser desestimado dicho medio de defensa procesal.

Sétimo: Por el contrario, los fundamentos esgrimidos al respecto,


importan un modo de defensa contra los argumentos propios de la
demanda, relativos a la inexigibilidad de la ejecución, la que tam-
bién ha sido planteada como causal de contradicción, lo que será
analizado en adelante.

3. Inexigibilidad de la obligación
Uno de los supuestos de contradicción (oposición) por aspectos
sustanciales o de mérito comúnmente utilizado por los ejecutados en el
proceso único de ejecución es la inexigibilidad de la obligación.

Entendemos que este medio de ataque a la ejecución cuestiona la


obligación contenida en el título ejecutivo, es decir, cuestiona al acto
contenido en aquel y no al documento que lo contiene.

Doctrinariamente, hay distintos discursos de que comprende la


inexigibilidad de la obligación, algunos señalan que: “El derecho que el
título reconoce debe ser exigible, lo cual supone la concurrencia de dos

109
Percy Howell Sevilla Agurto

circunstancias: 1. Que sea de plazo vencido: es pacífico en la doctrina


de que si existe plazo este debe haber vencido. En las obligaciones a
plazo se encuentra supeditada su exigibilidad en tanto el tiempo indi-
cado no transcurra, ya sea para que se ejercite (plazo suspensivo) o para
que este cese (plazo resolutorio). Hay obligaciones en las que no existe
plazo, son obligaciones exigibles en todo momento; y 2. Que no se halle
sujeto a condición: la obligación puede estar sujeta al acaecimiento de
un hecho incierto y futuro para su adquisición o resolución. La obliga-
ción sujeta a condición no es exigible, para ello es necesario que se veri-
fique la condición”155.

Para verificar cuando nos encontramos ante una obligación inexi-


gible, en primer lugar debemos entender que implica una obligación
exigible –según el derecho de obligaciones–, para lo cual tomaré el
concepto brindado por el profesor español Díez-Picazo, quien enseña
que “la obligación es una situación jurídica, en la cual una persona
(acreedor) tiene un derecho, que pertenece a la categoría de lo que más
arriba hemos llamado derechos personales o de crédito. Es un derecho
que le permite exigir o reclamar un comportamiento de otra persona
(deudor), que soporta el deber jurídico de realizar en favor de aquel
un determinado comportamiento (deber de prestación). Así conside-
rada, la obligación no solo es el deber jurídico, sino también un derecho
subjetivo, perteneciente a la categoría de los derechos personales o de
crédito. Si se prefiere, es la correlación entre ambos elementos compo-
nentes: un deber y un derecho; el crédito y la deuda”156 (el resaltado es
nuestro).

Para otros, la exigibilidad de la obligación radica “en la facultad que


asiste al acreedor de requerir, judicial o extrajudicialmente, el cumpli-
miento forzoso de la obligación”157.

Como podemos observar un rasgo inherente a la obligación es


precisamente que jurídicamente pueda ser exigible, es decir, brinda al
acreedor los mecanismos legalmente establecidos –extrajudiciales y

155 TAIPE CHÁVEZ, Sara. Ob. cit., p. 304.


156 DÍEZ-PICAZO, Luis. Fundamentos del Derecho Civil Patrimonial. II Las Relaciones Obligatorias. 6ª edi-
ción, Thomson Civitas, Madrid, 2007, p. 49.
157 OSTERLING PARODI, Felipe y CASTILLO FREYRE, Mario. Ob. cit., p. 721.

110
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

judiciales– a fin de concretar en la realidad la prestación que se debe


realizar por parte del deudor158, en pocas palabras, el acreedor puede
solicitar al órgano jurisdiccional competente que se compele al deudor
al cumplimiento de la obligación.

Priori señala que “el sustento de este mecanismo es el siguiente:


si la relación obligatoria ha nacido para satisfacer el interés del acree-
dor, resulta evidente que este solo podrá verse satisfecho en la medida
en que se cumpla con aquella conducta debida. Por ello, si el ordena-
miento jurídico protege el interés del acreedor, resulta claro que le
debe permitir al acreedor exigir al deudor esa conducta a la que se
había obligado, para obtener con ello la satisfacción de su interés (…).
Recordemos que en virtud de la relación obligatoria, el deudor está en
una situación jurídica de sujeción y como tal el acreedor puede solicitar
que el deudor cumpla con la conducta a la que se ha obligado, incluso,
forzadamente (…)”159 (el resaltado es nuestro).

Lo hasta aquí expuesto permite concluir que las obligaciones de


por sí son exigibles, porque es un rasgo inherente a ellas, siendo que su
inexigibilidad se puede dar por diversos factores, como por ejemplo una
obligación prescrita y que dicha prescripción ha sido declarada judicial-
mente –ya sea en vía de proceso autónomo o en vía de excepción–, la
misma deviene en inexigible ya que la posibilidad de solicitar su cum-
plimiento judicialmente se ha extinguido.

En este orden de ideas, también una obligación deviene en inexigi-


ble, cuando esta resulta ser una obligación modal, ello debido a que las
obligaciones son clasificadas de acuerdo a como deben cumplirse, clasi-
ficándose en obligaciones puras y obligaciones modales.

158 Artículo 1219 del CC.- Acciones del acreedor como efecto de las obligaciones
Es efecto de las obligaciones autorizar al acreedor para lo siguiente:
1. Emplear las medidas legales a fin de que el deudor le procure aquello a que está obligado.
(…).
159 PRIORI POSADA, Giovanni. Código Civil comentado. Tomo VI, 2ª edición, Gaceta Jurídica, Lima, 2007,
p. 326.

111
Percy Howell Sevilla Agurto

“Son puras las obligaciones contraídas para cumplirse en forma


inmediata y usual. Son modales, cuando ellas están sujetas a condición,
que puede ser suspensiva o resolutoria, a plazo o a cargo”160.

Debemos tener en cuenta que “los actos modales se ubican en el


campo de las relaciones obligacionales y es la razón por la cual el tra-
tamiento legislativo de las modalidades los vincula al Derecho de las
obligaciones. Sin embargo, es conveniente precisar que en atención a la
sistemática del Código Civil están comprendidos en el tratamiento legis-
lativo que a la teoría del acto jurídico le dispensa nuestro ordenamiento
civil”161.

En este sentido, estas obligaciones modales son también denomi-


nados como los elementos accidentales en la teoría del acto jurídico, y
son “denominados así porque no están en la esencia o en la naturaleza
del acto jurídico, sino que son elementos meramente eventuales que se
incluyen en un determinado acto jurídico por voluntad de las partes,
como la condición, el plazo y el modo. No son necesarios para que el
acto jurídico cumpla su función social y económica; no afectan la vali-
dez, sino la eficacia del acto. No obstante, el plazo y la condición pue-
den estar impuestos por el ordenamiento jurídico, en cuyo caso ya no
son elementos accidentales sino esenciales”162.

Tenemos entonces que las modalidades de las obligaciones son la


condición, el plazo y el modo o cargo. De no cumplirse estas modalida-
des pueden hacer devenir en inexigibles las obligaciones, y por tanto,
nos encontraríamos ante lo regulado por esta causal de contradicción
(oposición), es de notar que lo que se ataca es la obligación que está con-
tenida en el título ejecutivo, mas no el título ejecutivo en sí.

Ahora bien, la condición “es el evento futuro e incierto (natu-


ral o humano), establecido arbitrariamente por la voluntad del agente
(conditio facti), de cuya verificación se hace depender el surgimiento

160 OSTERLING PARODI, Felipe y CASTILLO FREYRE, Mario. Ob. cit., p. 124.
161 VIDAL RAMÍREZ, Fernando. El acto jurídico. 9ª edición, Gaceta Jurídica, Lima, 2013, p. 392.
162 TORRES VÁSQUEZ, Aníbal. Acto jurídico. 2ª edición, Idemsa, Lima, 2001, p. 438.

112
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

(condición suspensiva) o la cesación (condición resolutoria) de la efica-


cia de un acto jurídico (…)”163.

Para el proceso único de ejecución debe importar que la obligación


contenida en el título ejecutivo no esté sujeta a condición, como por
ejemplo, si mediante una escritura pública Z da en posesión el inmueble
de su propiedad a B y pacta que B tendrá la obligación de restituirle la
posesión a Z cuando W cumpla la mayoría de edad, en caso Z quiera
ejecutar la obligación contenida en la escritura pública –título ejecutivo–
W tendrá que haber cumplido la mayoría de edad, de lo contrario la
obligación será inexigible por cuanto no se ha cumplido la condición.

El plazo “como modalidad es el evento futuro y cierto de cuyo acae-


cimiento se hace depender el nacimiento, la exigibilidad o la finalización
de los efectos del acto jurídico”164. A fin de evitar confusiones, debemos
indicar que la diferencia entre la condición y el plazo radica en que en
el primero el evento futuro es incierto, es decir, no se sabe si ocurrirá o
la fecha en que ocurrirá, en cambio, en el segundo se tiene la certeza del
hecho a realizarse.

En la mayoría de los títulos ejecutivos, el plazo está señalado


expresamente, así en los títulos valores como los pagarés, las letras de
cambio, etc.; además de las obligaciones contenidas en otros títulos
extrajudiciales.

En cuanto a los títulos judiciales, estos son exigibles ante el incum-


plimiento de la obligación contenida ya sea en la sentencia, en el laudo
arbitral, en la conciliación judicial, en la transacción judicial, en el auto
que aprueba costas o costos procesales.

Ahora bien, es claro que ante la ejecución de títulos ejecutivos judi-


ciales nuestro ordenamiento jurídico solo da la posibilidad al ejecutado
de contradecir (oponerse) por extinción de la obligación, es decir, la cau-
sal de inexigibilidad de la obligación no podrá ser formulada por el eje-
cutado como causal de su contradicción.

163 Ibídem, p. 440.


164 Ibídem, p. 481.

113
Percy Howell Sevilla Agurto

Existe un caso regulado en nuestro Código Procesal Civil, en el que


podría darse el caso de la ejecución de un título judicial y la obligación
contenida en aquel pueda ser inexigible, y el ejecutado ante esta ejecu-
ción ilegítima e injusta no tendrá mecanismo procesal alguno para ata-
car dicha ejecución, nos referimos a la famosa sentencia con condena a
futuro165 regulada para los procesos de desalojo.

En este supuesto el ordenamiento otorga la posibilidad de solicitar


al órgano jurisdiccional tutela preventiva a fin de obtener una senten-
cia que acogerá una pretensión declarativa condenatoria, es decir, pasi-
ble de ejecución, siendo que el plazo para que sea exigible la prestación
aún no se ha cumplido, que sucedería si quien obtuvo una sentencia de
este tipo a su favor solicita la ejecución de dicho título judicial, es decir,
solicita el lanzamiento y el juez lo ordena pese a que el plazo para la
restitución del bien no ha vencido, ¿el ejecutado cómo podrá atacar esa
ilegítima ejecución?, pues obviamente a través de la contradicción (opo-
sición) sustentada en la causal de inexigibilidad de la obligación, pero la
Ley Procesal no le otorga esa posibilidad –lo cual por decirlo menos– es
discutible.

Como último supuesto de obligaciones modales, tenemos al cargo


que “viene a ser un hecho que genera un dar o un hacer que se impone
como restricción a la ventaja económica que obtiene la parte que es favo-
recida con un acto jurídico de disposición gratuita, de una liberalidad en
beneficio del propio disponente o de un tercero”166, este supuesto se da
muy poco en la práctica.

Se puede concluir entonces que si una obligación es modal, es decir,


está sometida a condición, plazo o cargo, dicha modalidad tiene que
previamente haberse cumplido para que la obligación se torne exigible,
caso contrario, el ejecutado podrá interponer su contradicción (oposi-
ción) bajo la causal de inexigibilidad de la obligación.

165 Artículo 594 del CPC.- Sentencia con condena a futuro


El desalojo puede demandarse antes del vencimiento del plazo para restituir el bien. Sin embargo, de ampa-
rarse la demanda, el lanzamiento solo puede ejecutarse luego de seis días de vencido el plazo.
(…).
166 VIDAL RAMÍREZ, Fernando. Ob. cit., p. 441.

114
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

En la práctica, vemos que los jueces afirman que el Código Procesal


Civil no señala que implica la causal de inexigibilidad de la obligación,
pero, la jurisprudencia sí lo ha establecido afirmando casi de manera
uniforme que la inexigibilidad se da por razones de tiempo, lugar y
modo, en ese sentido, tenemos lo resuelto por el 12° Juzgado Comercial
de Lima, en el Expediente N° 307-2010.

Sétimo.- Que, según lo dispone el artículo 690-D del Código Adje-


tivo la parte ejecutada puede contradecir la ejecución y proponer
excepciones procesales y defensas previas; donde la contradicción
solo podrá fundarse según la naturaleza del título en: 1. Inexigibi-
lidad o iliquidez de la obligación contenida en el título; 2. Nulidad
formal o falsedad del título; o, cuando siendo este un título valor
emitido en forma incompleta, hubiere sido completado en forma
contraria a los acuerdos adoptados, debiendo en este caso obser-
varse la ley de la materia; 3. La extinción de la obligación exigida;
asimismo la contradicción que se sustente en otras causales será
rechazada liminarmente por el juez, siendo esta decisión apelable
sin efecto suspensivo; por lo que es pertinente resolver la contradic-
ción, por lo que procederemos a realizar el análisis respectivo de la
contradicción formulada.

i) Respecto a la causal de inexigibilidad de la obligación conte-


nida en el título deducida por la parte ejecutada

Octavo: Que, tratándose de la inexigibilidad de un título de ejecu-


ción, esta debe estar referida a que dicha obligación se encuentre
sujeta a plazo todavía no vencido o sometida a condición o cargo
pendiente de cumplimiento; es decir, cuando no se presentan razo-
nes de tiempo, lugar y modo para poder ser reclamada válidamente,
estas razones se definen de la manera siguientes: 1) RAZÓN DEL
TIEMPO: Está referida a “una obligación con plazo que no ha ven-
cido”; en el presente caso, al no haberse cumplido con el pago de la
deuda puestas a cobro, se procedió a solicitar el pago de la misma
o la ejecución del bien dado en garantía; 2) RAZÓN DEL LUGAR:
Se presenta “cuando el actor acude a un juez de un lugar distinto
del que se señala en los títulos que contienen la obligación para su
cumplimiento”; en este proceso, las partes se sometieron a la juris-
dicción de los jueces de Lima, en atención a su domicilio, por lo que
es competente este juzgado; y, 3) RAZÓN DE MODO: Está referida

115
Percy Howell Sevilla Agurto

a que “la obligación está sujeta de una CONDICIÓN o un CARGO,


que debía ser cumplido por el ejecutante o cuando la ejecución no
se realiza en la forma acordada al contraerse la obligación; en este
caso no existe condición, ni cargo pendiente que deba cumplir el eje-
cutante; por lo que no es procedente amparar la contradicción efec-
tuada, ya que la alegación corresponde a que el referido título valor
ha sido llenado de una forma antojadiza y posterior a la aceptación,
correspondiendo esta a la causal de emisión de título valor en forma
incompleta, o que hubiese sido completado en forma contraria a
los acuerdos adoptados, debiendo en este caso observarse la ley de
la materia; debiendo por ende ampararse la demanda materia de
autos.

En mi opinión, este razonamiento en cierta medida resulta erróneo,


porque como se ha dicho, para que una obligación sea inexigible debe esta
estar sujeta a alguna modalidad, esto es, condición, plazo o modo.

Siendo esto así, la razón del lugar pactado para el cumplimiento de


la obligación podría ser un supuesto de plus petición, el que ha sido aco-
gido por nuestro legislador regulado como otro medio de defensa, es
decir, a través de la excepción de incompetencia.

Nos explicamos, “si la petición del actor excede al contexto de los


hechos y derecho descritos en su demanda, se va a presentar una situación
procesal anómala que es conocida con el nombre de plus petición. Está
puede ser de tiempo, cantidad o lugar. Es de tiempo cuando se demanda
antes de la fecha en que la obligación es exigible; de cantidad cuando
se pretende excesivamente más de lo que se debe y de lugar cuando se
demanda en un sitio jurídicamente distinto o precisado por la ley”167.

Entonces la plus petición como es conocida por la doctrina y en


otras legislaciones, ha sido desarrollada en nuestra legislación procesal
mediante otros mecanismos procesales, para la plus petición por razón
de tiempo en el proceso único de ejecución podríamos plantear con-
tradicción (oposición) basada en la causal de inexigibilidad de la obli-
gación teniendo como sustento que el plazo para el cumplimiento de la
obligación aún no ha vencido y en un proceso de cognición se podría

167 MONROY GÁLVEZ, Juan F. Ob. cit., p. 217.

116
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

plantear una defensa atípica señalando que el demandante carece de


interés para obrar168 por las mismas razones que en la contradicción;
para la plus petición por razón de lugar la herramienta brindada por le
ley procesal es la excepción de incompetencia por razón de territorio
–ya tratada anteriormente– tanto en el proceso único de ejecución como
en un proceso de cognición.

El problema radica en la plus petición por razón de cantidad, ello


debido a que el legislador omitió un mecanismo procesal típico para
ponerlo de manifiesto, en el proceso de cognición podría plantearse
una defensa de fondo señalando que el demandante pretende más de
lo que realmente tiene derecho, y si esto es así, el juez en la sentencia
declarará fundada en parte la demanda y reducirá el monto a pagar
en caso sea una pretensión dineraria; en el proceso único de ejecución
para un sector de la doctrina “la solución elemental (y para ello no se
requiere sino, como dijimos, tener algo de sentido común), es que frente
al acto ‘confesorio’ del ejecutado-deudor de deber menos de lo indicado
en el título (pero deber al fin), si es que el acreedor acepta haber reci-
bido tales ‘pagos’ –que en buena sustancia es un ‘allanamiento’ frente
a la contradicción del ejecutado– o, inclusive, frente a su negativa, se
prueba dichos ‘pagos’, la contradicción es decididamente fundada. Pero,
(…) la consecuencia no puede ser la improcedencia de la ejecución,
sino que siga la ejecución teniendo en cuenta dichos ‘pagos parciales’ al
momento en el que depositado el producto del remate del bien objeto de
la ejecución (…)”169.

El hecho de que el legislador no haya regulado la plus petición por


razón de cantidad como causal de contradicción (oposición), no obvia
que el juez valore los pagos parciales realizados por los ejecutados y en
todo caso si existe contradicción (oposición), deberá declarar fundada
en parte la misma y ordenar proseguir adelante con la ejecución, siendo
que dichos pagos parciales serán tomados en consideración en la etapa
de la ejecución forzada.

168 El interés para obrar es un presupuesto procesal de la pretensión para posibilitar una sentencia de fondo o
de mérito mediante la cual se demuestra que el demandante agotó todos los mecanismos posibles (extraju-
diciales) para ver satisfecha su pretensión o en todo caso solo a través del proceso pueda verse satisfecha la
misma, siendo que su pedido debe ser exigible jurídicamente al momento de la interposición de la demanda.
169 ARIANO DEHO, Eugenia. Problemas del proceso civil. 1ª edición, Jurista Editores, Lima, 2003, p. 525.

117
Percy Howell Sevilla Agurto

Ello no quiere decir que la plus petición por razón de cantidad forme
parte de la causal de inexigibilidad de la obligación como motivo de
contradicción (oposición), debido a que no se ajusta a los parámetros
establecidos dentro de dicho supuesto de ataque sustancial, pero ello no
quita que mediante una causal de contradicción (oposición) atípica se
ponga a conocimiento del juez los pagos a cuenta y este tendrá el deber
de tenerlo presente al momento de dictar su auto final.

Para culminar el estudio de la causal de inexigibilidad de la obli-


gación como causal de contradicción (oposición), debemos precisar
que una obligación se torna inexigible no solo cuando ella está sujeta a
alguna modalidad, esto es, condición, plazo o modo, sino podría caber
cualquier otro motivo que podría hacer devenir a la obligación en
inexigible, lo que debe ser analizado caso por caso, ejemplo de ello lo
podemos encontrar ante un supuesto de caso fortuito o fuerza mayor170
donde estos eventos impedirían la ejecución total o parcial de la obliga-
ción, por ello, cuando se interponga la contradicción (oposición) susten-
tada en la causal de inexigibilidad de la obligación, el juez debe analizar
caso por caso las circunstancias que sustentan dicha causal.

En este orden de ideas, tenemos lo resuelto por el 14° Juzgado


Comercial de Lima, en el Expediente N° 1459-2011, donde el Juzgado
declaró fundada la contradicción sustentada en inexigibilidad de la
obligación y en consecuencia improcedente la demanda, ello en virtud
a que el cronograma de pagos contenido en el título ejecutivo que sus-
tentó la pretensión ejecutiva, había sido dejado sin efecto, por lo tanto,
la obligación reclamada tal y como se estableció en la demanda resul-
taba inexigible.

§ Fundamentos de la contradicción

Quinto. El ejecutado José Manuel Franco Argomedo formuló con-


tradicción alegando que la obligación que se le reclama ha deve-
nido en inexigible porque si bien suscribió el contrato de arrenda-
miento financiero de fecha veintiuno de abril de dos mil nueve que

170 Artículo 1315 del CC.- Caso fortuito o fuerza mayor


Caso fortuito o fuerza mayor es la causa no imputable, consistente en un evento extraordinario, imprevi-
sible e irresistible, que impide la ejecución de la obligación o determina su cumplimiento parcial, tardío o
defectuoso.

118
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

se menciona en la demanda y en dicho documento asumió el cro-


nograma de pagos de treinta y seis cuotas que allí aparece inserto,
empero, precisa que la entidad demandante ha ocultado que el
indicado cronograma de pago fue dejado sin efecto porque ambas
partes suscribieron el Testimonio de Escritura Pública del veinte
de mayo de dos mil diez (documento que acompaña a su escrito
de contradicción) en cuyas cláusulas primera, segunda y tercera
se aprecia que el cronograma de pagos estipulado en la Escritura
Pública del veintiuno de abril de dos mil nueve fue modificado por
las partes en dos oportunidades, estableciéndose nuevas cuotas y
plazos, apreciándose de la cláusula tercera del testimonio del veinte
de mayo de dos mil diez que se estableció que las cotas debían ser
en número de cuarenta y siete, estableciéndose la última cuota para
el veintiuno de agosto de dos mil trece. Por las razones reseñadas,
el ejecutado considera que el monto aludido en la demanda y con-
tenido en el mandato ejecutivo resulta inexigible al haberse variado
los plazos de vencimiento de las cuotas y habiéndose asimismo con-
venido un nuevo cronograma de pagos.

§ Fundamentos de la absolución de la contradicción

Sexto. Al absolver el traslado de la contradicción, la defensa del


banco demandante reconoció lo afirmado por el ejecutado en cuanto
a la existencia de la modificación del cronograma de pagos del con-
trato de leasing convenido mediante Escritura Pública del veintiuno
de abril de dos mil nueve y sostuvo que por “error involuntario”
omitió mencionar dicha circunstancia en su escrito de demanda,
precisando que lo único que se rectificó fue el cronograma señalado
dado que adolecía de error, motivo por el cual el pago se realiza-
ría en cuarenta y siete cuotas mensuales e indicando que según la
Cuarta Cláusula de la Escritura Pública del veinte de mayo de dos
mil diez, las partes ratificaron en todos los extremos el Contrato de
Arrendamiento Financiero del veintiuno de abril de dos mil nueve,
por lo que conforme a las Cláusulas Décimo Novena y Vigésima de
dicho contrato, se cursó la carta notarial al demandado por la que
se dio por resuelto de pleno derecho el contrato de arrendamiento,
debido a que el ejecutado adeudaba más de dos cuotas por con-
cepto de renta, conforme se aprecia de la Liquidación de Leasing
Resuelto N° 000384646387 que acompaña a su escrito de absolución.

119
Percy Howell Sevilla Agurto

Finalmente, sostiene que es evidente que la nueva liquidación


guarda total relación con el cronograma contenido en la Escritura
Pública del veinte de mayo de dos mil diez, por lo que el ejecutado
mal hace en alegar que la acreencia es inexigible, pues considera que
se ha acreditado la exigibilidad por razón de tiempo, lugar y modo.

(…)

Octavo. Establecido lo anterior, corresponde analizar la contradic-


ción formulada, para lo cual debemos indicar que si bien la legis-
lación procesal vigente, así como la anterior, no define las razones
por las cuales es posible amparar la contradicción por la causal de
inexigibilidad de la obligación puesta a cobro, empero, a partir de la
labor realizada en los tribunales podemos afirmar que ella consiste
en la falta de vencimiento del plazo o incumplimiento de alguna
condición establecida por las partes en la celebración del acuerdo,
ya que la exigibilidad se presenta cuando “(…) el derecho, aún
cierto y líquido, no esté sujeto en su ejercicio a hechos, eventos o
actos que impidan el ejercicio mismo de él. Así, si existe un plazo,
este deberá haber expirado; si existe una condición suspensiva, esta
deberá haberse verificado; si hay la obligación de una contrapres-
tación, esta deberá haber sido prestada o, por lo menos, ofrecida;
si debe realizarse un acto precedente al ejercicio del derecho, se lo
deberá haber cumplido previamente, etc.” (ROCCO, Ugo. Tratado de
Derecho Procesal Civil. Volumen IC, Temis - Depalma, Buenos Aires,
1976, p. 145).

Noveno. En el presente caso, pese a que inicialmente se sustentó la


pretensión postulada en el mérito de la Escritura Pública del vein-
tiuno de abril de dos mil nueve y el incumplimiento del cronograma
de pagos que en dicho documento aparece inserto (además de la
carta notarial cursada al ejecutado), durante el desarrollo del pro-
ceso se ha acreditado que dicho cronograma de pagos fue dejado
sin efecto y modificado por expreso acuerdo de las partes, primero,
mediante Escritura Pública del veintiocho de abril de dos mil diez
y, luego, por Escritura Pública del veinte de mayo de dos mil diez,
según se aprecia de las Cláusulas Primera, Segunda y Tercera del
último de los documentos mencionados.

120
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

Décimo. Siendo así, es evidente que la demanda no resulta atendi-


ble pues el sustento invocado al interponerla ha quedado totalmente
desvirtuado con el mérito de la Escritura Pública del veinte de mayo
de dos mil diez (fs. 47 a 50), en cuya virtud se acredita plenamente
que el cronograma de pagos contenido en la Escritura Pública del
veintiuno de abril de dos mil nueve (fs. 8 a 18) fue dejado sin efecto
y modificado, motivo por el cual la obligación reclamada deviene
en inexigible en los términos en que se planteó la demanda, máxime
si como se aprecia de contrastar las liquidaciones de fojas 20 y 76,
la propia parte ejecutante reconoce las modificaciones en el crono-
grama de pagos, siendo que en la primera liquidación se consignó
que las cuotas seis, siete, ocho y nueve tenían como fecha de ven-
cimiento los días veintiuno de los meses de octubre, noviembre
y diciembre de dos mil diez y veintiuno de enero de dos mil once,
en tanto que en la segunda liquidación se consigna que las mismas
cuotas seis, siete, ocho y nueve ahora aparecen con fechas de venci-
miento los días veintiuno de los meses de marzo, abril, mayo y junio
del año dos mil diez, siendo lo más resaltable (que ratifica la deci-
sión en cuanto a que la incoada no es amparable por inexigibilidad
de la obligación) el hecho que en esta última liquidación –completa-
mente diferente a la acompañada a la demanda– las aludidas cuotas
seis, siete, ocho y nueve aparecen como “cuotas pagadas” a dife-
rencia de lo que ocurre en la liquidación acompañada a la demanda
donde aparecen como “cuotas no pagadas”.

Décimo primero. Siendo así, se concluye que las obligaciones cuyo


cumplimiento se reclama a través de la demanda no resultan exigi-
bles según el material probatorio incorporado al proceso, debiendo
agregar que este Despacho no puede soslayar que en la carta nota-
rial de resolución de contrato de fojas 19 se imputa al ejecutado el
incumplimiento de pago de dos cuotas, según lo acordado en la
Escritura Pública del veintiuno de abril de dos mil nueve, pese a que
el cronograma de pagos allí contenido fue modificado hasta en dos
ocasiones, siendo la última la acordada en la Escritura Pública del
veinte de mayo de dos mil diez que, a mayor gravedad, resulta ser
un acuerdo anterior a la mencionada carta notarial, fechada y dili-
genciada en el mes de enero de dos mil once.

121
Percy Howell Sevilla Agurto

4. Iliquidez de la obligación
Cuando nuestra ley procesal señala como causal de contradicción
(oposición) a la iliquidez de la obligación, lo que hace es brindar la
herramienta al ejecutado de atacar la ejecución en su contra por cuanto
no se cumple uno de los caracteres de la obligación que se pretende eje-
cutar, es decir, nos encontramos ante el cuestionamiento de un aspecto
sustancial de la obligación, y esto se da en las obligaciones de dar suma
de dinero171.

Hay quienes han señalado “que la liquidez supone dos condiciones


de la obligación, a saber, certeza en cuanto a su existencia y determina-
ción respecto a su cuantía”172, lo cual es un error evidente, debido a que
se trata de dos aspectos diferentes, esto es, el de la certidumbre y de la
liquidez.

Esta confusión puede deberse a que tanto nuestro Código Civil


y el Código Procesal Civil no señalan que es una obligación líquida,
debiendo por tanto recurrirse para ello a la doctrina.

“La certeza de una deuda –precisan– responde a su existencia indis-


cutida, mientras que lo relativo a la determinación de su importe, el
conocer a cuánto asciende lo que se debe, es en verdad la cuestión de
liquidez”173.

En España, Montero nos enseña que “requisito inexcusable para el


despacho de la ejecución dineraria es que del título mismo, sea judicial o
extrajudicial, resulte el deber de entregar una cantidad de dinero líquida
(art. 571). La LEC considera líquida toda cantidad determinada que se
exprese en el título mediante letras, cifras o guarismos comprensibles,
señalando que en el caso de que exista disconformidad entre diversas
expresiones de cantidad, prevalecerá la que conste con letras (art. 572.1).
(…) Es evidente que la LEC no eleva la liquidez a requisito ineludible
para despachar la ejecución, pues siempre es posible la existencia de

171 Artículo 689 del CPC.- Requisitos comunes


Procede la ejecución cuando la obligación contenida en el título es cierta, expresa y exigible. Cuando la obli-
gación es de dar suma de dinero, debe ser, además, líquida o liquidable mediante operación aritmética.
172 OSTERLING PARODI, Felipe y CASTILLO FREYRE, Mario. Ob. cit., p. 719.
173 Ibídem, p. 720.

122
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

prestaciones no directamente pecuniarias; pero lo que la LEC sí hace


es considerar la liquidez elemento necesario para despachar la ejecu-
ción cuando se trata de obligaciones pecuniarias, de modo que, para los
casos en que el título no es líquido establece que es necesario liquidar
antes de despachar la ejecución. Tratándose de obligaciones dinerarias
no hay despacho de ejecución que no se refiera a una cantidad líquida,
esto es, perfectamente determinada”174.

Lo expuesto en el párrafo anterior es perfectamente aplicable a


nuestro ordenamiento jurídico, motivo por el cual, el que la obligación
contenida en el título ejecutivo sea líquida o liquidable mediante opera-
ción aritmética, es un requisito para que el juez pueda despachar ejecu-
ción con el correspondiente mandato ejecutivo.

Cuando la norma procesal señala que la obligación contenida en el


título ejecutivo debe –por lo menos– ser liquidable mediante operación
aritmética, quiere decir que dicha obligación debe ser pasible de deter-
minarse a través de operaciones como la suma o adición, resta o sustrac-
ción, multiplicación y división.

Ahora bien, en el caso en que el juez obvie este requisito para des-
pachar ejecución, el ejecutado podrá formular contradicción (oposición)
atacando la ejecución por la causal de iliquidez de la obligación, esto es,
alegando –y probando– básicamente que la cuantía de la obligación no
está determinada y tampoco es pasible de determinarse mediante ope-
ración aritmética, con lo cual el juez tendrá que declarar fundada la con-
tradicción y denegar proseguir con la ejecución.

Lo extraño resulta que tanto los títulos ejecutivos judiciales como


extrajudiciales pueden contener obligaciones ilíquidas y nuestra norma-
tiva procesal NO permite interponer esta causal de contradicción (opo-
sición) contra la ejecución de títulos judiciales, lo que evidentemente
atenta contra el derecho del ejecutado a una tutela jurisdiccional efec-
tiva, en estricto a la posibilidad de cuestionar una ejecución ilegítima.

174 MONTERO AROCA, Juan. Tratado de proceso de ejecución civil. Tomo II, Tirant lo Blanch, Valencia, 2004,
p. 1274.

123
Percy Howell Sevilla Agurto

5. Nulidad formal del título


La nulidad formal del título es aquel ataque al documento en sí, es
decir, no busca atacar a la obligación contenida en el título ejecutivo,
sino por el contrario, cuestiona la falta de requisitos de validez del título
ejecutivo como documento, se cuestiona si el documento título ejecutivo
ha sido emitido conforme a ley, y no se ataca el acto jurídico que da ori-
gen a la obligación.

En este orden de ideas, se dice que mediante esta causal de contra-


dicción (oposición) se cuestiona “la mera nulidad del documento, de
la forma externa que asume el título, no del acto que contiene (…)”175.
Además se dice que el título ejecutivo “se cuestiona de nulo cuando no
acoge la forma señalada por ley”176.

Los títulos ejecutivos extrajudiciales podrán ser posibles de cues-


tionamiento formal si no cumplen con los requisitos de ley, como por
ejemplo en el caso que el título ejecutivo lo constituya una escritura
pública que contenga la obligación que se pretenda ejecutar, y esta
no cumpla con los requisitos exigidos por la Ley del Notariado, dicho
documento será nulo formalmente, asimismo, en el caso de títulos valo-
res que no cumplan los requisitos esenciales señalados en la Ley de
Títulos Valores, los mismos serán nulos formalmente.

Como se observa, con esta causal de contradicción no se ataca la


obligación contenida en la escritura pública o en los títulos valores, sino
se cuestiona que los documentos no cumplen los requisitos legalmente
establecidos para que tengan la calidad de títulos ejecutivos, y por tanto,
no podrían despachar ejecución.

Por otro lado, un punto que merece ser abordado es la diferencia


entre esta causal de contradicción (oposición) y la cuestión probatoria
de la tacha.

175 ARIANO DEHO, Eugenia. El proceso de ejecución. Ob. cit., p. 480.


176 LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. Comentarios al Código Procesal Civil. Tomo III. Ob. cit., p. 407.

124
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

En efecto, a través de la tacha se busca restar eficacia probatoria a


un documento –medio probatorio– admitido al proceso177, por ser nulo
o falso.
Cuando el Código Procesal Civil se refiere a la posibilidad de inter-
poner tacha contra los documentos –además contra los testigos– esto
debe darse únicamente en los procesos de cognición178, y no en el pro-
ceso único de ejecución –no regula el trámite de la tacha–, ello porque
en la Ejecución no hay medio probatorio alguno, el título ejecutivo con-
tiene un derecho cierto y, por lo tanto, no puede restársele eficacia a tra-
vés de una tacha porque no es un medio probatorio.
Además, entendida la contradicción (oposición) como demanda
incidental dentro del proceso único de ejecución se entiende que la cau-
sal de nulidad formal del título es la herramienta adecuada para cues-
tionar una ejecución ilegítima porque el supuesto título ejecutivo no
cumple los requisitos señalados por ley para despachar ejecución.
Por lo general, ocurre que los ejecutados al plantear la contradicción
sustentada en la causal de nulidad formal del título, se refieren a aspec-
tos sustanciales del contenido de la obligación, o, en su defecto, cues-
tionan documentos que son requisitos de procedencia de la demanda
ejecutiva en ciertos casos –demanda de ejecución en la modalidad de
ejecución de garantías–179, pero no son el título ejecutivo, así podemos

177 Artículo 243 del CPC.- Ineficacia por nulidad de documento


Cuando en un documento resulte manifiesta la ausencia de una formalidad esencial que la ley prescribe bajo
sanción de nulidad, aquel carece de eficacia probatoria. Esta declaración de ineficacia podrá ser de oficio o
como consecuencia de una tacha fundada.
178 Artículo 301 del CPC.- Tramitación
La tacha u oposición contra los medios probatorios se interponen en el plazo que establece cada vía
procedimental.
179 Artículo 720 del CPC.- Procedencia
1. Procede la ejecución de garantías reales, siempre que su constitución cumpla con las formalidades que la
ley prescribe y la obligación garantizada se encuentre contenida en el mismo documento o en cualquier otro
título ejecutivo.
2. El ejecutante anexará a su demanda el documento que contiene la garantía, y el estado de cuenta de saldo
deudor.
3. Si el bien fuere inmueble, debe presentarse documento que contenga la tasación comercial actualizada rea-
lizada por dos ingenieros y/o arquitectos colegiados, según corresponda, con sus firmas legalizadas. Si el bien
fuere mueble, debe presentarse similar documentos de tasación, la que, atendiendo a la naturaleza del bien,
debe ser efectuada por dos peritos especializados, con sus firmas legalizadas.
4. No será necesaria la presentación de nueva tasación si las partes han convenido el valor actualizado de la
misma.
5. Tratándose de bien registrado se anexará el respectivo certificado de gravamen.
(…).

125
Percy Howell Sevilla Agurto

citar lo resuelto por el 14° Juzgado Comercial de Lima, en el Expediente


N° 5716-2011.

Octavo. Que, en relación a la causal de nulidad formal del título,


debe indicarse que ello exige probar que existe un defecto de forma,
mas no de fondo, en relación al título ejecutivo. En cuanto este tema,
la Sala de Derecho Constitucional y Social Permanente de la Corte
Suprema de Justicia, al analizar la causal de nulidad formal del
título ejecutivo que en su momento previó el artículo 700 del Código
Procesal Civil (hoy derogado), en razonamiento aplicable mutatis
mutandis al presente caso, señaló: “(…) cuando se invoca la nulidad
formal de un título ejecutivo el juzgador no podrá fundar su deci-
sión en cuestiones de fondo sino únicamente en cuestiones forma-
les relativas al título (…)” pues “(…) la nulidad formal establecida
en dicho proceso ejecutivo se configura cuando el título presenta
defectos formales, esto es, vicios relacionados con la parte externa
del mismo, que tornan inviable su ejecución (…)” (Cfr. Casación
Nº 2150-2008-LAMBAYEQUE del dieciocho de noviembre de dos
mil ocho, publicada en el portal del Poder Judicial: <http://servi-
cios.pj.gob.pe/jurisWeb/faces/searchResult_2.jsp)>.

Noveno. Que, de la lectura de los argumentos expuestos en una y


otra contradicción, se tiene que la alegada nulidad formal invocada
por los dos ejecutados no contiene cuestionamiento alguno dirigido
a demostrar la existencia de defectos formales en el título materia de
ejecución. Por lo demás, los argumentos expuestos por ambos ejecu-
tados carecen de asidero pues: (i) En el presente caso sí se ha presen-
tado estado de cuenta de saldo deudor, documento que obra a fojas
33 y 34, debiendo precisar que allí aparece claramente consignado el
nombre de la persona responsable de su elaboración y que no existe
dispositivo legal alguno que imponga la formalidad de legalización
de firma en torno a dicha instrumental; (ii) La tasación comercial
actualizada de los dos inmuebles materia de ejecución, suscrita por
dos ingenieros cuyas firmas han sido legalizadas, obra de fojas 35 a
39; (iii) Los certificados de gravamen por cada uno de los inmuebles
hipotecados aparecen de fojas 54 a 59, documentación presentada
en cumplimiento de lo ordenado por resolución uno; (iv) Del con-
tenido de la escritura pública del treinta de julio de dos mil ocho se
aprecia que los ahora ejecutados son, a la vez, deudores y garantes

126
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

hipotecarios; (v) Con el mérito de los certificados de gravamen men-


cionados precedentemente y la escritura pública de Aclaración de
Compraventa e Hipoteca de fecha veintiocho de junio de dos mil
diez (acompañada al escrito de subsanación de demanda) que obra
de fojas 60 a 63, se acredita que los bienes hipotecados sí existen; y
en cuanto a la alegada prohibición de constituir hipoteca sobre bie-
nes futuros, debe indicarse que dicho argumento no se relaciona con
la validez formal del título materia de ejecución, por lo que no es
idóneo para sustentar la contradicción formulada, máxime si ambos
ejecutados reconocen que sí firmaron la constitución de garantía
hipotecaria.

6. Falsedad del título


A través de esta causal de contradicción (oposición), el ejecutado
ataca al documento y no a la obligación contenido en aquel, aunque
en muchos casos podría darse el supuesto que coincida tanto la false-
dad del documento como la falsedad del acto jurídico que contiene la
obligación.

Aquí, el ejecutado podrá alegar que el título ejecutivo ha sido adul-


terado, ya sea en todo o en parte, y como tal no tiene mérito ejecutivo.

En efecto, cuando se ha falsificado la firma de un aceptante –deu-


dor– de un título valor, este podrá contradecir (oponerse) a la ejecución
alegando que el título ejecutivo es falso, en este supuesto, podría darse
el caso que efectivamente si exista la obligación, pero ante la falsifica-
ción de la firma en el título valor le resta mérito ejecutivo al mismo, y no
podría considerársele como un título ejecutivo.

De igual forma si nos encontramos ante una escritura pública adul-


terada, donde la firma del deudor ha sido falsificada nos encontraremos
ante el mismo supuesto, aquí puede darse el caso que el acto jurídico
carezca de manifestación de voluntad por cuanto el deudor no mani-
festó su voluntad en el contrato –al no suscribir la escritura pública–,
pero debemos tener presente que ello no se ataca con esta causal de con-
tradicción (oposición), sino se procura restarle mérito ejecutivo al “título
ejecutivo”.

127
Percy Howell Sevilla Agurto

Obviamente y como demanda incidental que es la contradicción


(oposición), la carga de probar sus afirmaciones la tiene el ejecutado
que contradice (opone), por lo que es común que se ofrezca como medio
probatorio la pericia grafotécnica.

Ahora bien, conforme se expuso al estudiar a la nulidad formal del


título como causal de contradicción (oposición), la falsedad de un docu-
mento también es atacada a través de la tacha en los procesos de cog-
nición, por tanto, los argumentos que esgrimimos anteriormente son
perfectamente aplicables para diferenciar esta causal de contradicción
(oposición) con la tacha contra los medios probatorios.

Para culminar, debemos tener en cuenta que es posible que en la


práctica se dé algún supuesto de falsificación de títulos judiciales, ante
ello, habría que preguntarnos ¿acaso no es posible que se falsifique una
sentencia, una transacción homologada judicialmente, una conciliación
aprobada judicialmente o un laudo arbitral?, pues para nosotros a pesar
de ser difícil que ello se dé en la práctica, la respuesta es afirmativa.

Es más, para ejecutar un laudo arbitral, el ejecutante solo deberá


adjuntar copia simple del laudo180, y este despachará ejecución, de lo
cual se colige que no existe mecanismo procesal en el caso de títulos
judiciales para cuestionar su falsedad.

Sobre todo, en los casos como el laudo arbitral donde el expediente


no está en potestad del juez, lo que dificultará que conozca la falsedad
o no del laudo. Inclusive, en el derecho comparado si se prevé está
situación.

En España la doctrina nos enseña que “(…) Consecuencia de ello


ha sido añadir un número 4° en el artículo 559.1 de la LEC, conforme
al cual se configura como causa de oposición por defectos procesales la
falta de autenticidad del laudo, si bien únicamente cuando no se hubiere
procedido a la protocolización notarial del laudo”181.

180 Artículo 68 de la LGA.- Ejecución judicial


1. La parte interesada podrá solicitar la ejecución del laudo ante la autoridad judicial competente acompa-
ñando copia de este y de sus rectificaciones, interpretaciones, integraciones y exclusiones y, en su caso, de las
actuaciones de ejecución efectuada por el tribunal arbitral.
181 MONTERO AROCA, Juan. Tratado de proceso de ejecución civil. Tomo II. Ob. cit., p. 823.

128
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

7. Llenado de título valor emitido de forma incompleta contrario


a los acuerdos adoptados
Esta causal de contradicción (oposición) abarca un supuesto especí-
fico y distinto a la nulidad formal del título o a la falsedad del título,
para este caso específico, el legislador optó por regularlo expresamente
atendiendo a que en la práctica comercial se hizo común la emisión en
forma incompleta de títulos valores para su posterior llenado por parte
del acreedor, lo que en cierta medida podía ocasionar abusos por parte
de estos contra sus deudores.

En efecto, el artículo 10 de la Ley de Títulos Valores182 permite la


emisión de esta clase de títulos valores, teniendo como límite que en su
llenado se respeten los acuerdos adoptados entre el acreedor y deudor,
esta práctica es realizada en su mayoría por las entidades del sistema
financiero, para ser más exactos, por los bancos, los mismos que hacen
firmar a sus deudores títulos valores en blanco, para en caso de que con
posterioridad incumplan sus préstamos, ellos puedan llenar conforme a
lo establecido en los contratos que originan estos títulos valores, y así
puedan ingresar directamente al proceso único de ejecución y no tengan
que transitar por un proceso de cognición.

Al comentar el mencionado artículo 10 de la Ley de Títulos Valores,


la doctrina ha enfatizado que: “El artículo 10 de la Ley admite la posi-
bilidad de que un título valor se haya emitido en forma incompleta, es
decir, que le falte alguno de los requisitos que ella señala, pero permite
que el título pueda ser completado posteriormente. (…) El deudor, al
aceptar un título valor en blanco o incompleto, asume un compromiso
con el texto completo de aquellos, admitiendo por anticipado las aña-
diduras que se le hagan para integrarla, siempre y cuando estas se efec-
túen de acuerdo a lo convenido. (…) El artículo 10 reconoce la licitud del
título valor incompleto, disciplinando uno de los aspectos más discuti-
dos, o sea, el acuerdo de completar el título respecto a las modalidades y
al contenido de lo que se ha de llenar, vale decir, la integración del título

182 Artículo 10 de la LTV.- Título valor emitido incompleto


10.1 Para ejercitar cualquier derecho o acción derivada de un título valor emitido o aceptado en forma incom-
pleta, este deberá haberse completado conforme a los acuerdos adoptados. En caso contrario, el obligado
podrá contradecir conforme al artículo 19 inciso e).

129
Percy Howell Sevilla Agurto

con los elementos que le faltan, pero esto en referencia a las relaciones
entre las partes y el tercero poseedor de buena fe”183.

En ese orden de ideas, la propia Ley de Títulos Valores184, señala


que para este supuesto de contradicción (oposición), el ejecutado deberá
necesariamente adjuntar el documento donde consten los acuerdos
que alega han sido contravenidos, esto guarda perfecta relación con
el discurso esbozado, es decir, que la contradicción (oposición) es una
demanda incidental dentro del proceso único de ejecución y como tal
quien la formula tendrá la carga de probar los hechos alegados a fin de
restarle la eficacia ejecutiva al título –en este caso al título valor–.

Por lo expuesto, queda claro que el llenado contrario a los acuerdos


adoptados genera que el título valor –considerado dentro del proceso
único de ejecución como título ejecutivo– carezca de mérito ejecutivo y
por tanto deberá denegarse la ejecución.

En consonancia con la posición adoptada por el legislador respecto a


la carga de la prueba cuando se alega esta causal de contradicción (opo-
sición), tenemos lo resuelto por el 8° Juzgado Comercial de Lima, Expe-
diente N° 440-2011, donde efectivamente el acuerdo fue adjuntado por
el ejecutado y el juez verificó que no se habían transgredido los acuer-
dos adoptados.

1.1.1. Como se ha señalado, el coejecutado ha contradicho el man-


dato único de ejecución afirmando que se ha completado el pagaré
contraviniendo lo acordado por las partes, y refiere que el pacto
para el llenado se encuentra contenido en la cláusula cuarta del con-
trato de mutuo con garantía hipotecaria de fojas cuarenta y dos.

(…)

183 MONTOYA MANFREDI, Ulises; MONTOYA ALBERTI, Ulises y MONTOYA ALBERTI, Hernando.
Comentarios a la Ley de Títulos Valores. 8ª edición, Idemsa, Lima, 2012, p. 78.
184 Artículo 19 de la LTV.- Causales de contradicción
(…).
e) que el título valor incompleto al emitirse haya sido completado en forma contraria a los acuerdos adopta-
dos, acompañando necesariamente el respectivo documento donde consten tales acuerdos transgredidos por
el demandante; y…

130
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

En la cláusula cuarta de este segundo contrato, se tiene que en caso


de incumplimiento por parte de los mutuatarios, la empresa finan-
ciera estaba facultada a dar por vencidos todos los plazos y exigir
el pago del íntegro del saldo, y a dichos efectos se autorizaba al
banco a completar el pagaré que en ese momento se emite en forma
incompleta.

De esta manera se tiene, por un lado, que es verdad se emitió el


título valor objeto de proceso, en forma incompleta, como lo asevera
el ejecutado y como reconoce tácitamente el ejecutante, en su escrito
de absolución de contradicción. Por otro lado, se ha acompañado el
documento, en este caso, la cláusula cuarta en la cual se han acor-
dado las condiciones para su llenado.

1.1.2. El ejecutado señala que no es cierto que, su persona y su cón-


yuge hayan aceptado, el diez de setiembre del dos mil ocho y tam-
poco han pactado la fecha de vencimiento del mismo el día treinta
de octubre del dos mil ocho.

Se verifica de la lectura de la precitada cláusula cuarta del contrato


de préstamo hipotecario que el pagaré no contenía monto, tasa de
interés compensatorio y moratorio, ni fecha de vencimiento, por lo
que no se acredita que la fecha de vencimiento que aparece en el
título sea distinta a la pactada puesto que al momento de emitirse el
mismo, no se encontraba consignada, no existiendo un llenado que
contraviene lo acordado por las partes.

Y en el segundo caso tramitado ante el 12° Juzgado Comercial de


Lima, Expediente N° 7925-2012, donde el ejecutado pretendió invertir la
carga de la prueba señalando que el ejecutante debió adjuntar el con-
trato donde constaban los acuerdos adoptados, criterio este que contra-
viene expresamente lo establecido por la Ley de Títulos Valores y que
felizmente no fuera acogido por el juez.

Cuarto: Asimismo, de conformidad con el artículo 690-D del Código


Procesal Civil dentro de cinco días de notificado el mandato ejecu-
tivo, el ejecutado puede contradecir la ejecución y proponer excep-
ciones procesales o defensas previas, ofreciendo los medios probato-
rios que considere pertinente.

131
Percy Howell Sevilla Agurto

En el caso de autos, el ejecutado formuló contradicción dentro del


plazo que establece la ley, invocando que se había completado
el título valor contrariamente a los acuerdos adoptados, por lo
siguiente: 1) haberse consignado un monto excesivo; 2) no haberse
acompañado el contrato y liquidación que dé sustento a la cantidad
puesta a ejecución, por que lo sugiere se practique prueba de oficio.

Mediante escrito de fecha 21 de marzo de dos mil trece el banco


ejecutante absuelve la contradicción invocando haber llenado el
título valor de acuerdo a los acuerdos adoptados con el ejecutado,
conforme se desprende del contrato de tarjeta empresarial capital
de trabajo suscrito con el ejecutado y que con la carta notarial se
prueba que el pagaré puesto a cobro fue llenado sin transgredirse
ni violándose los acuerdos pactados.

Quinto: Respecto a la causal invocada, el artículo 19 literal e) de la


Ley Nº 27287 señala que el demandado puede contradecir la acción
fundándose en “(…) que el título valor incompleto al emitirse
haya sido completado en forma contraria a los acuerdos adopta-
dos, acompañando necesariamente el respectivo documento donde
consten tales acuerdos transgredidos por el demandante (…)”. Pues
bien, en el caso de autos el ejecutado no ha acompañado el docu-
mento en donde consten los acuerdos que invoca no se han obser-
vado, lo que hace improcedente su contradicción. Sin perjuicio de
ello, el banco ejecutante acompaña el contrato de cuenta especial -
tarjeta de crédito de fojas cincuenta y nueve a sesenta y uno vuelta,
en cuya cláusula dieciocho se establecen las reglas para completar el
pagaré emitido por el demandado.

La cláusula señala en principio que el banco podrá completar los


datos cuando el cliente incurra en cualquiera de los supuestos com-
prendidos en las cláusulas décimo tercera (hoja resumen informa-
tiva) y décimo cuarta (vencimiento anticipado de plazos) Este pri-
mer punto ha quedado acreditado desde que el mismo ejecutado
reconoce en su escrito de contradicción adeudar al banco ejecutante
precisando “considero que le adeudo una suma menor a lo señalado
por ellos (…)”, por lo que siendo que las afirmaciones vertidas por
las partes en sus escritos, tienen la condición de declaración asimi-
lada, de acuerdo al artículo 221 del Código procesal Civil, este pri-
mer supuesto está acreditado.

132
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

Por otro lado, al sostenerse por la parte demandada que se encuen-


tra adeudando una suma de dinero al ejecutante también se acre-
dita que le es de aplicación lo previsto en el literal e) de la cláusula
décimo cuarta del contrato de cuenta especial - tarjeta de crédito,
según la cual se autoriza a completar el pagaré y llevarlo a cobro
cuando el cliente mantiene una o más obligaciones vencidas con el
banco.

En cuanto al monto del pagaré, la cláusula dieciocho que es citada,


autoriza al banco a realizar una liquidación en la que se incluya la
suma total adeudada hasta la fecha de dicha liquidación, compren-
diéndose capital, intereses compensatorios, moratorios, comisiones,
seguros y gastos a las tasas más altas que tenga establecidas. Pues
bien, la parte ejecutada sostiene que considera que el monto que
adeuda es menor, pero no precisa la suma que a su criterio adeuda,
ni menos aún acredita que deba un monto distinto al consignado en
el pagaré. Adicionalmente, con la carta de fojas sesenta y uno (que
fue remitida por vía notarial al ejecutado), se demuestra que el eje-
cutante puso en conocimiento de su deudor el monto por el cual
posteriormente procedería a completar el título valor, comunicación
cuyo contenido no fue cuestionado por el ejecutado, por lo que este
extremo de la defensa también debe desestimarse.

Sexto: Además de lo dicho, se expone como fundamento de la con-


tradicción no haberse acompañado el contrato de cuenta especial -
tarjeta de crédito y la liquidación que sustenta la cantidad puesta a
ejecución; sin embargo el contrato fue presentado por el ejecutante
al absolver la contradicción (el mismo que corre de fojas cincuenta
y nueve a sesenta y uno) y en cuanto a la liquidación, toda vez que
según la carta de fojas sesenta y uno, al completarse el pagaré úni-
camente se consignó la suma capital, resulta irrelevante el contar
con la liquidación de los otros conceptos permitidos por el contrato;
más aún cuando el mismo ejecutado no prueba cuál sería la suma
menor que, de acuerdo a su dicho, debe a BBVA Banco Continental,
razones estas por las que también se desestima este extremo de la
contradicción.

Para culminar el estudio de esta causal de contradicción (oposición),


en el año 2011 se llevó a cabo el Pleno Jurisdiccional Distrital Comer-
cial de la Corte Superior de Justicia de Lima, donde se tocó un tema que

133
Percy Howell Sevilla Agurto

tiene relación con el objeto de estudio, para efectos prácticos y educati-


vos transcribimos lo pertinente:

TEMA I

Caso propuesto:

Una institución bancaria interpone una demanda en la vía del pro-


ceso único de ejecución cobrando un título valor emitido o acep-
tado en forma incompleta y completado por dicha institución.
Omite mencionar que se trata de un título valor emitido o aceptado
incompleto.

El ejecutado al formular contradicción señala que se trata de un


título valor emitido de manera incompleta y que se ha completado
contraviniendo los acuerdos adoptados. Además, manifiesta que se
han hecho pagos parciales, presenta algunos voucher de pago y con-
cluye que la suma por la cual se completó el título valor es mucho
mayor a la que realmente adeuda al banco (o que no adeuda suma
alguna). No presenta el documento donde consten los acuerdos
adoptados que habrían sido transgredidos ni liquidación alguna que
demuestre como los argüidos pagos parciales han disminuido la
deuda (o la han extinguido).

El banco al absolver la contradicción, reconoce que se trata de un


título valor emitido incompleto, reconoce parte de los pagos efec-
tuados por el ejecutado como vinculados con la obligación que dio
origen a la emisión del título valor incompleto; y, afirma que dichos
pagos parciales efectuados con anterioridad al vencimiento del
título valor han sido tomados en cuenta al momento de completar el
mismo.

Acuerdo plenario.- El juez debe dictar una resolución ordenando


como prueba de oficio que la entidad ejecutante presente una liqui-
dación de estado de cuenta de saldo deudor y el contrato o relación
causal que le dio origen a efectos de verificar cómo es que la enti-
dad ejecutante determinó el monto que se consignó en el título valor
incompleto, discriminando el capital adeudado, intereses y otros
conceptos que se hayan incorporado en el mencionado monto.

134
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

En este caso propuesto por los jueces comerciales del distrito judi-
cial de Lima, vemos como la casuística supera lo establecido en abs-
tracto por el legislador.

En efecto, mediante este acuerdo plenario se desprende que en


casos como estos, la regla de la carga de la prueba, esto es, quien alega
un hecho debe probarlo, pasa a un segundo plano. Ello se da porque se
entiende que el incidente de contradicción (oposición) genera una cog-
nición sumaria, lo cual origina que el juzgador tenga el deber de orde-
nar pruebas de oficio conforme a las reglas establecidas para ello185, a fin
de esclarecer si el título ejecutivo –en este caso título valor– cumple los
requisitos establecidos por la ley –llenado de acuerdo a lo acordado–.

Es decir, cuando el ejecutado cuestione el monto consignado en el


título valor emitido de forma incompleta y para ello adjunte recibos de
pagos anteriores a la fecha de vencimiento del mismo, es el ejecutante
quien deberá acreditar cómo se han imputado esos pagos parciales y
que dicha imputación está conforme con lo acordado para el llenado del
título valor.

Esta postura podría considerarse como proteccionista o pro deudor,


pero si analizamos en concreto, es el ejecutante quien estará en mejor
posición de explicar cómo ha imputado los pagos parciales, es decir,
estamos en buena cuenta ante una inversión de la carga de la prueba
de facto o lo que la doctrina argentina señala como cargas probatorias
dinámicas186.

8. Extinción de la obligación
Esta causal de contradicción (oposición) por aspecto sustancial o de
mérito, tiene como fundamento algún hecho extintivo de la obligación,

185 Para que sea factible la prueba de oficio en el proceso civil, la doctrina ha establecido ciertos requisitos los
cuales deben cumplirse a fin de que la imparcialidad del juzgador no se vea trastocada, dichos requisitos son:
i) Debe referirse a hechos controvertidos, es decir, hechos necesitados de probarse; ii) La fuente de prueba
debe desprenderse del proceso, en el caso propuesto por los jueces comerciales tanto en la contradicción
(oposición) como en su absolución (contestación a la oposición) se menciona a los acuerdos para el llenado
del título valor; y, iii) Habrá que respetarse el principio de contradicción en materia probatoria.
186 La doctrina de las cargas probatorias dinámicas no es otra cosa que una manifestación del principio de
colaboración en el proceso civil, y esto quiere decir que quien esté en mejores posibilidades de probar debe
hacerlo.

135
Percy Howell Sevilla Agurto

es decir, mediante este ataque a la ejecución, lo que se cuestiona es la


existencia de la obligación, se cuestiona el derecho contenido en el título
ejecutivo, motivo por el cual las causas de extinción de obligaciones
están reguladas en la norma sustantiva, es decir, en el Código Civil.

Asimismo, debe apreciarse que es la única causal para formular con-


tradicción (oposición) a un título ejecutivo de naturaleza judicial.

En efecto, según lo regulado en el tercer párrafo del artículo 690-D187


del CPC “(…) la contradicción se basa solo en dos causales ´el cumpli-
miento de lo ordenado o la extinción de la obligación´, sin embargo,
debemos tener en cuenta que en el caso del pago, la redacción del
artículo se torna en redundante, pues el cumplimiento de este, es una
forma de extinguir la obligación. Concurren aquí ambos supuestos”188.

La extinción de la obligación abarca diversos supuestos, siendo por


excelencia el pago uno de ellos, motivo por el cual tendremos que reali-
zar un análisis de todos los supuestos que pueden abarcar esta causal de
contradicción (oposición).

Como ya lo he señalado líneas arriba, el pago189 es el medio natural


de extinción de las obligaciones, por ello se ha dicho que “el pago puede
definirse como el medio ideal de extinción de las obligaciones. El pago
implica la ejecución de la obligación en las condiciones convenidas en
su origen, es decir, el cumplimiento dentro de los términos previstos.
Pagar es actuar conforme a lo debido. Pagar es llegar al destino natu-
ral de toda obligación. Significa la ejecución voluntaria de la misma, en
estricto orden a lo convenido o previsto por la ley”190.

El maestro francés Pothier respecto al pago nos enseña que “el pago
real es el cumplimiento real de lo que uno se ha obligado a dar o hacer.

187 Artículo 690-D del CPC.- Contradicción


(…)
Cuando el mandato se sustente en título ejecutivo de naturaleza judicial, solo podrá formularse contradicción,
dentro del tercer día, si se alega el cumplimiento de lo ordenado o la extinción de la obligación, que se acre-
dite con prueba documental.
(…).
188 LEDESMA NARVÁEZ, Marianella. Ob. cit., p. 416.
189 Artículo 1220 del CC.- Noción de pago
Se entiende efectuado el pago solo cuando se ha ejecutado íntegramente la prestación.
190 OSTERLING PARODI, Felipe y CASTILLO FREYRE, Mario. Ob. cit., p. 444.

136
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

Cuando la obligación es de hacer alguna cosa, el pago real de esta obli-


gación consiste en hacer la cosa que uno se ha obligado a hacer (…).
Cuando la obligación es de dar alguna cosa, el pago es la traslación de la
propiedad de esta cosa (…). Es evidente que aquel que ha satisfecho su
obligación queda libre de ella: de donde se sigue que el pago real, que
no es otra cosa que el cumplimiento de la obligación, es la manera más
natural de extinguir la obligación”191.

En virtud de ello, entendemos que el pago implica el cumplimiento de


la prestación, ya sea de dar, hacer o no hacer; en el caso de una prestación
de dar podría ser el caso en que en un título valor (título ejecutivo) se
refleja la obligación de pagar una suma de dinero, en dicho caso el deudor
al pagar el monto contenido en dicho título valor habrá extinguido su
obligación; en el caso de una prestación de hacer si dicha obligación se
encuentra en una escritura pública (título ejecutivo), imaginemos realizar
una pintura con tales características, si el pintor realiza la pintura con las
características pactadas habrá pagado su obligación y la misma como con-
secuencia se habrá extinguido, para el caso de las prestaciones de no hacer
se entiende el mismo fundamento solo que la prestación consistirá en no
realizar un acto durante un tiempo determinado, obligación contenida
también en una escritura pública (título ejecutivo), cumplido el plazo sin
hacer dicho acto se habrá extinguido la obligación por pago.

Por otro lado, tenemos a la dación en pago192 como otro medio de


extinción de las obligaciones, así, “el acreedor puede exigir o el deu-
dor puede ofrecer una prestación que no sea la adecuada, cuando se les
haya reconocido una facultad en ese sentido (…). Y lo mismo cuando
el acreedor y el deudor, en el momento de hacerse efectiva la pres-
tación, se pongan de acuerdo en que esta recaiga sobre un objeto no
adeudado”193.

“Bajo esta perspectiva, la dación en pago es el medio extintivo de


obligaciones por ejecución de una prestación diversa al objeto de la

191 POTHIER R.J. Tratado de las obligaciones. Editorial Atalaya, Buenos Aires, 1947, p. 325.
192 Artículo 1265 del CC.- Definición
El pago queda efectuado cuando el acreedor recibe como cancelación total o parcial una prestación diferente
a la que debía cumplirse.
193 VON THUR A. Tratado de las obligaciones. Editorial Comares, Granada, 2007, p. 269.

137
Percy Howell Sevilla Agurto

deuda (…). De este modo, la satisfacción del interés del acreedor podrá
llevarse a cabo mediante la solutio (exacto cumplimiento de lo pactado)
o, de manera excepcional, a través de la satisfactio (cumplimiento de una
prestación distinta a la debida que, por acuerdo de partes, satisface la
acreencia y libera al deudor)”194.

Un ejemplo evidente de esta modalidad de extinción de obligacio-


nes resultaría en el caso que exista un mutuo de dinero contenido en
una escritura pública (título ejecutivo), y el deudor le otorga la propie-
dad de su inmueble al acreedor para cancelarle la deuda, si ambas par-
tes se ponen de acuerdo en ello resultará que estamos en presencia de
una dación en pago.

El problema puede radicar debido a que la norma sustantiva per-


mite una dación en pago que genera una cancelación parcial de obliga-
ciones, es decir, estamos ante la figura de la extinción parcial de obliga-
ciones, motivo por el cual en un proceso único de ejecución donde se
derive está situación, el juez deberá proceder a declarar fundada la con-
tradicción, pero no denegará la ejecución sino continuará con la misma
deduciéndose lo ya cancelado parcialmente.

Otra forma de extinción de las obligaciones es la novación195,


mediante esta figura del Derecho Civil, se extingue una obligación creán-
dose otra, es decir, “el acreedor adquiere en lugar de la prestación a que
tenía un derecho un nuevo crédito contra el deudor y este se exime de su
deuda sin cumplirla, mediante una nueva promesa al acreedor”196.

Además, “la novación es un modo de extinguir las obligaciones


semejante a la dación en pago. Pero, mientras que en la datio in solutum
el deudor se exime radicalmente de su obligación, en la novación sigue
hallándose vinculado como deudor a su acreedor, aunque no sea por
efecto de la obligación primitiva, sino de otra nueva”197.

194 OSTERLING PARODI, Felipe y CASTILLO FREYRE, Mario. Ob. cit., p. 604.
195 Artículo 1277 del CC.- Definición
Por la novación se sustituye una obligación por otra.
Para que exista novación es preciso que la voluntad de novar se manifieste indubitablemente en la nueva
obligación, o que la existencia de la anterior sea incompatible.
196 VON THUR A. Tratado de las obligaciones. Ob. cit., p. 378.
197 Ídem.

138
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

Un ejemplo de novación dentro del proceso único de ejecución se


daría en el supuesto que el ejecutante pretenda el cumplimiento de la
obligación primigenia y el ejecutado en su contradicción (oposición)
alegue y pruebe que dicha obligación fue extinguida por el nacimiento
de una obligación posterior, la cual sirvió para extinguir la primigenia
obligación.

La compensación198, es otro medio de extinción de las obligaciones


y como tal podría ser sustento de una contradicción (oposición) basada
en el causal de extinción de la obligación. “La compensación tal cual se
encuentra regulada en el Código Civil peruano, es un medio extintivo
de obligaciones que opera cuando una persona es simultánea y recípro-
camente deudora y acreedora de otra, respecto de créditos líquidos, exi-
gibles y de prestaciones fungibles entre sí, que el propio Código Civil
califica, adicionalmente, como homogéneas, cuyo valor puede ser idén-
tico o no”199.

En otros ordenamientos jurídicos200, la compensación puede ser


interpuesta como excepción material201 o como una reconvención202,
inclusive podría ser pasible de una demanda declarativa autónoma.

198 Artículo 1288 del CC.- Definición


Por la compensación se extinguen las obligaciones recíprocas, líquidas, exigibles y de prestaciones fungibles
y homogéneas, hasta donde respectivamente alcancen, desde que hayan sido opuestas la una a la otra. La
compensación no opera cuando el acreedor y el deudor la excluyen de común acuerdo.
199 OSTERLING PARODI, Felipe y CASTILLO FREYRE, Mario. Ob. cit., p. 715.
200 Artículo 408 de la LEC Española.- Tratamiento procesal de la alegación de compensación y de la nulidad del
negocio jurídico en que se funde la demanda. Cosa juzgada.
1. Si, frente a la pretensión actora de condena al pago de cantidad de dinero, el demandado alegare la existen-
cia de crédito compensable, dicha alegación podrá ser controvertida por el actor en la forma prevenida para la
contestación a la reconvención, aunque el demandado solo pretendiese su absolución y no la condena al saldo
que a su favor pudiera resultar.
2. Si el demandado adujere en su defensa hechos determinantes de la nulidad absoluta del negocio en que
se funda la pretensión o pretensiones del actor y en la demanda se hubiere dado por supuesta la validez del
negocio, el actor podrá pedir al Secretario judicial contestar a la referida alegación de nulidad en el mismo
plazo establecido para la contestación a la reconvención, y así lo dispondrá el Secretario judicial mediante
decreto.
3. La sentencia que en definitiva se dicte habrá de resolver sobre los puntos a que se refieren los aparta-
dos anteriores de este artículo y los pronunciamientos que la sentencia contenga sobre dichos puntos tendrán
fuerza de cosa juzgada.
201 En doctrina se denomina excepción material a la alegación de un hecho impeditivo, extintivo o excluyente, se
caracterizan porque son hechos nuevos y distintos a los alegados por el actor en la demanda.
202 La reconvención es aquella demanda que interpone el demandado dentro de un proceso, introduciendo en el
mismo nuevas pretensiones que van dirigidas contra quien lo demandó.

139
Percy Howell Sevilla Agurto

En nuestro ámbito, entendemos que la compensación tanto conven-


cional203 como unilateral204 dentro del proceso único de ejecución podrá
ingresar mediante la contradicción (oposición) sustentada en la cau-
sal de extinción de la obligación y el juez deberá verificar los requisi-
tos legales para que pueda compensarse la obligación que se pretende
ejecutar, esto es, obligaciones líquidas, exigibles y de prestaciones
fungibles; mientras, en el proceso de cognición podrá ser interpuesta
mediante contestación a la demanda, es decir, mediante una defensa
de fondo o a través de lo que nuestro Código Procesal Civil denomina
reconvención (contrademanda)205, incluso podría ser pasible de una
demanda declarativa autónoma.

Otro supuesto de extinción de las obligaciones viene a ser la con-


donación206, la misma que implica –en pocas palabras– la renuncia del
acreedor a la obligación que el deudor mantenía para con él, siendo el
elemento característico de esta forma de extinción de obligaciones la
gratuidad, la misma que “implica un acto de liberalidad por parte del
acreedor, quien se encuentra realizando un acto parecido a la donación,
pero no respecto a un bien, sino en relación a un crédito, en favor de la
misma persona que está obligada a satisfacerlo”207.

En este orden de ideas, si en un proceso único de ejecución se pre-


tende el cumplimiento de una obligación que consta en un título eje-
cutivo y dicha obligación ha sido condonada previamente por el ejecu-
tante, el ejecutado podrá formular su contradicción (oposición) bajo la
causal de extinción de la obligación, por cuanto dicha obligación ha sido
condonada, para lo cual deberá probar dicha alegación.

203 La compensación convencional es aquella que se da por acuerdo de las partes.


204 La compensación unilateral es aquella que se manifiesta a través de la oposición del deudor-acreedor al cual
el acreedor-deudor le está requiriendo el cumplimiento de la obligación.
205 Artículo 445 del CPC.- Reconvención
(…).
La reconvención es procedente si la pretensión contenida en ella fuese conexa con la relación jurídica invo-
cada en la demanda. En caso contrario, será declarada improcedente.
(…).
206 Artículo 1295 del CC.- Extinción de obligación por condonación
De cualquier modo que se pruebe la condonación de la deuda efectuada de común acuerdo entre el acreedor y
el deudor, se extingue la obligación, sin perjuicio del derecho de tercero.
207 Ibídem, p. 755.

140
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

La consolidación o confusión208 es otra de las causas de extinción de


obligaciones reguladas en el Código Civil, la misma se refiere a que la
calidad de acreedor y deudor se reúnen en una misma persona, por ello,
“para efectos de otorgar un concepto eficiente a esta figura, es necesario
recalcar que tan importante como reunir en una sola persona las calida-
des de acreedor y deudor, lo es también establecer que ambas calidades
deben estar referidas a una misma obligación. De lo contrario, estaría-
mos hablando de una elemental compensación”209.

Ahora bien, nuestra normativa procesal ha determinado que en caso


de darse la consolidación una vez que hay proceso abierto, el proceso
fenece sin declaración sobre el fondo210, debiendo precisarse que dicha
forma de extinción de la obligación debe ser íntegra, es decir, por toda la
obligación, de lo contrario, deberá continuar el proceso.

Esto es perfectamente aplicable al proceso único de ejecución, por


lo tanto, de haber consolidación una vez iniciado este proceso, el juez
deberá emitir un auto declarando la conclusión del proceso sin declara-
ción sobre el fondo, lo que equivale a decir que existe una sustracción de
la pretensión del ámbito jurisdiccional.

El otro supuesto sería que habiéndose realizado la consolidación


antes de iniciado el proceso único de ejecución, el ejecutante interpone
la demanda ejecutiva, emitiéndose el correspondiente mandato ejecu-
tivo, ante dicha situación el ejecutado podrá interponer contradicción
(oposición) bajo la causal de extinción de la obligación por consolida-
ción, en caso esto sea así, el juez deberá declarar fundada la contradic-
ción y denegar proseguir con la ejecución. En caso la consolidación sea
parcial, deberá declarar fundada la contradicción, pero no denegará
proseguir la ejecución, sino continuará con la misma deduciéndose lo ya
cancelado parcialmente.

208 Artículo 1300 del CC.- Consolidación total o parcial


La consolidación puede producirse respecto de toda la obligación o de parte de ella.
209 Ibídem, p. 769.
210 Artículo 321 del CPC.- Conclusión del proceso sin declaración sobre el fondo
Concluye el proceso sin declaración sobre el fondo cuando: (…)
7. Sobreviene consolidación en los derechos de los litigantes.

141
Percy Howell Sevilla Agurto

Otro supuesto de extinción de obligaciones es el mutuo disenso211,


que implica dejar sin efecto un acto jurídico bilateral (contrato) o plurila-
teral, por acuerdo de las partes. También ha de tenerse presente que las
obligaciones pactadas no deben haber sido íntegramente cumplidas, de
lo contrario, las obligaciones ya se habrían extinguido por pago.

Ahora bien, este supuesto de extinción de obligación es poco pro-


bable que se plasme en el proceso único de ejecución por cuanto ambas
partes deben estar obligadas a una prestación, y si una cumplió su pres-
tación y la otra no lo hizo, el dejar sin efecto el acto jurídico no sería
un mutuo disenso sino una condonación, ya que la parte que sí cum-
plió renunciará a la contraprestación, por ello esta causal de extinción
de obligaciones es muy poco frecuente en el ámbito del proceso en sí
(de ejecución o de cognición cuando sean pretensiones declarativas
condenatorias).

En cuanto a la transacción212 tanto judicial como extrajudicial, pese


a que según el derecho sustantivo también es una causal de extinción de
las obligaciones, no es pasible de interponerla en el proceso a través de
la contradicción por la causal bajo estudio, sino, por el contrario, como
anteriormente lo hemos visto, debe ser interpuesta mediante excepción.

Además de las causas señaladas, pueden existir otras causas de


extinción de la obligación como por ejemplo si la prestación no se eje-
cuta por causa no imputable al deudor213, por ello, bajo este supuesto
podrían encuadrarse diversas situaciones que originen la extinción de la
obligación reclamada en un proceso único de ejecución y que no se sus-
tente en las tipificadas en nuestro ordenamiento jurídico.

211 Artículo 1313 del CC.- Definición


Por el mutuo disenso las partes que han celebrado un acto jurídico acuerdan dejarlo sin efecto. Si perjudica el
derecho de tercero se tiene por no efectuado.
212 Artículo 1302 del CC.- Definición
Por la transacción las partes, haciéndose concesiones recíprocas, deciden sobre algún asunto dudoso o liti-
gioso, evitando el pleito que podría promoverse o finalizando el que está iniciado. Con las concesiones recí-
procas, también se pueden crear, regular, modificar o extinguir relaciones diversas de aquellas que han cons-
tituido objeto de controversia entre las partes.
La transacción tiene valor de cosa juzgada.
213 Artículo 1316 del CC.- Extinción de obligación por causa no imputable al deudor
La obligación se extingue si la prestación no se ejecuta por causa no imputable al deudor.
(…).

142
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

9. Las excepciones o defensas en la Ley de Títulos Valores


Debo comenzar el análisis de las excepciones en la Ley de Títulos
Valores como causales de contradicción (oposición) dentro del proceso
único de ejecución, precisando que la acción cambiaria que tienen los
títulos valores, no equivale a decir que ellos tengan mérito ejecutivo.

En efecto, el mérito ejecutivo, es decir, la calidad de título ejecutivo


la tienen los documentos que la ley expresamente les otorga mérito
ejecutivo, es en dicho sentido que, la Ley de Títulos Valores, de forma
expresa le otorga mérito ejecutivo a los Títulos Valores214, y como tales
pueden ser ejecutados a través del proceso único de ejecución de cum-
plir con todos sus requisitos esenciales, pero ello no obsta para que el
acreedor o tenedor de un título valor pueda ejercitar la acción –pre-
tensión– cambiaria o la acción –pretensión– causal en un proceso de
cognición.

Es decir, “el acreedor cambiario puede ejercitar su derecho de cré-


dito planteando o una pretensión declarativa de condena o una preten-
sión ejecutiva, que es lo mismo que puede hacer cualquier acreedor que
posee cualquier otro título ejecutivo extrajudicial (así, por ejemplo, una
escritura pública) el que en vez de acudir directamente al proceso eje-
cutivo (como podría hacerlo si, por ejemplo, el acto elevado a escritura
pública crea una obligación cierta, expresa y exigible) opta por acudir a
la vía declarativa, utilizando el documento como prueba del hecho cons-
titutivo del derecho de crédito con la finalidad de obtener una sentencia
de condena”215.

214 Artículo 18 de la LTV.- Mérito ejecutivo y ejercicio de las acciones cambiarias


18.1 Los títulos valores tienen mérito ejecutivo, si reúnen los requisitos formales exigidos por la presente
Ley, según su clase.
18.2 El tenedor podrá ejercitar las acciones cambiarias derivadas del título valor en proceso distinto al ejecu-
tivo, observando la ley procesal.
18.3 El mérito ejecutivo respecto a los valores con representación por anotación en cuenta, recae en la cons-
tancia de inscripción y titularidad que expida la respectiva Institución de Compensación y Liquidación de
Valores, conforme a la ley de la materia.
215 ARIANO DEHO, Eugenia. Problemas del proceso civil. Ob. cit., p. 405.

143
Percy Howell Sevilla Agurto

Aclarado ello, la ley de títulos valores a su vez, regula los medios


de defensa216 contra las acciones –pretensiones– que emergen del título
valor, y en buena cuenta, en el proceso único de ejecución se ejecutan
títulos valores y como tales, estas causales de contradicción (oposición)
a la ejecución, podrán ser formuladas.

“Como se ve, este artículo establece cuáles son las únicas oposicio-
nes que puede hacer valer el demandado respecto a las obligaciones
consignadas en el título valor, señalando, en forma taxativa, los recursos
que pueden hacerse valer en contra de los títulos valores para impedir
se enerven los efectos que derivan de ellos mediante el uso de todos los
medios de defensa que se emplean en el campo procesal (…)”217.

Lo que siempre preocupó a la doctrina fue si estas causales de con-


tradicción (oposición) reguladas para atacar los efectos de los títulos
valores eran permitidas en el proceso ejecutivo regulado por el Código
Procesal Civil de 1993 y si actualmente son permitidas a la luz de lo
regulado en el proceso único de ejecución.

Es perfectamente fundada la observación de la profesora Ariano res-


pecto a este tema, y aplicable al proceso único de ejecución (debiendo
precisarse que cuando se hace alusión al artículo 700 del CPC, debe-
mos remitirnos el actual artículo 690-D del CPC), la misma nos dice lo
siguiente: “Ahora bien, ningún problema puede suscitarse al deman-
dado cuando el tenedor del título valor acuda a la vía declarativa. En
tales casos el demandado podrá, en su contestación de la demanda,

216 Artículo 19 de la LTV.- Causales de contradicción


19.1 Cualquiera que fuere la vía en la que se ejerciten las acciones derivadas del título valor, el demandado
puede contradecir fundándose en:
a) El contenido literal del título valor o en los defectos formales de este;
b) La falsedad de la firma que se le atribuye;
c) La falta de capacidad o representación del propio demandado en el momento que se firmó el título valor;
d) Que el título valor incompleto al emitirse haya sido completado en forma contraria a los acuerdos adopta-
dos, acompañando necesariamente el respectivo documento donde consten tales acuerdos transgredidos por
el demandante; y
e) La falta de cumplimiento de algún requisito señalado por la ley para el ejercicio de la acción cambiaria.
19.2 El deudor también puede contradecir al tenedor del título valor, proponiendo las defensas que se deriven
de sus relaciones personales y las que resulten procedentes, según la ley procesal.
19.3 El demandado no puede ejercer los medios de defensa fundados en sus relaciones personales con las
otras obligaciones del título valor, ni contra quienes no mantenga relación causal vinculada al título valor, a
menos que al adquirirlo, el demandante hubiese obrado a sabiendas del daño de aquel.
217 MONTOYA MANFREDI, Ulises; MONTOYA ALBERTI, Ulises y MONTOYA ALBERTI, Hernando. Ob.
cit., p. 115.

144
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

hacer valer todas las excepciones –reales y personales– que estime con-
veniente y que la Ley le permite. Sin embargo, el problema sí se pre-
senta cuando, como es lo usual, el tenedor acuda a la vía ejecutiva (…).
¿Podría acaso el demandado-ejecutado alegar –como excepción perso-
nal– el dolo, el error, la violencia, la simulación o, en general, la nulidad
del acto que originó la emisión del título valor? ¿Podría acaso sostener
en la denominada contradicción del proceso ejecutivo que, por ejem-
plo, la letra de cambio fue aceptada de favor para permitir al girador-
tomador el descuento de la cambial? La respuesta es negativa pues nin-
guno de estos supuestos encajan dentro de las previsiones del artículo
700 del CPC, por lo que puede producir indefensión en el ejecutado, que
no encontrará lugar y momento para poder alegar y probar alguna de
las excepciones que podría legítimamente (según la ley de títulos valo-
res) alegar, pero no puede hacerlo porque la ley procesal se lo impide
(…). Lo mismo cabe decir del supuesto señalado en el artículo 21 de la
NLTV. ¿Podrá el deudor-ejecutado en un proceso ejecutivo alegar como
excepción la nulidad del título valor obtenido por el tenedor-ejecutante
en representación o en pago de préstamos con intereses usurarios o pro-
hibidos por la ley? La respuesta es igualmente negativa”218.

Creo por el contrario a lo expuesto por la profesora Ariano, que sí


es posible la interposición de la contradicción (oposición) basada en
todas las causales permitidas por la Ley de Títulos Valores, e inclusive
ya nuestros juzgados comerciales de la Corte Superior de Lima dan trá-
mite a las mismas, obviamente esto es posible siempre y cuando los jue-
ces tengan presente que las normas procesales no pueden ser mecanis-
mos para restringir derechos, por el contrario, deben considerarse como
medios para obtener de forma adecuada los derechos que la ley material
o sustantiva nos brinda.

Ello no quita, que de una interpretación literal de las normas proce-


sales se desprende que no sería factible alegar excepciones personales en
el proceso único de ejecución, pero el derecho procesal no puede ser un
fin en sí mismo, las formalidades no pueden ser excusa para vulnerar
derechos, y menos a un derecho fundamental como lo es el de la tutela
jurisdiccional y los derechos que lo componen.

218 Ibídem, p. 408.

145
Percy Howell Sevilla Agurto

Lo que sí deberán tener en cuenta los jueces al dar trámite a las con-
tradicciones (oposiciones) bajo las causales de la Ley de Títulos Valores,
es que las mismas deben probarse únicamente a través de los medios
probatorios permitidos por la Ley Procesal, lo contrario, permitiría se
desnaturalice al proceso único de ejecución como ha sido concebido en
nuestro país, y en mayor medida sería desnaturalizar el incidente de la
contradicción (oposición) que como se ha dicho genera un incidente de
cognición sumaria dentro de nuestro proceso único de ejecución, pro-
hibiéndose una cognición plena, la cual podría entablarse como preten-
sión autónoma.

IV. BREVES REFLEXIONES ACERCA DEL PROCESO ÚNICO DE


EJECUCIÓN

En estas breves reflexiones que hago acerca de nuestro vigente pro-


ceso único de ejecución, trato de exponer lo que mi corta experiencia
profesional me ha dejado acerca del tratamiento de este mecanismo pro-
cesal de tutela jurisdiccional.

En virtud de ello, discrepo con parte de la doctrina nacional, por-


que –en muchos de los casos– brindan sus opiniones sentados desde un
escritorio sin siquiera conocer el pensamiento de los jueces, o tener la
experiencia de litigar a través de esta clase de proceso.

1. La primera reflexión que puedo brindar es que casi la totalidad de


nuestros jueces, e incluso nuestros jueces civiles subespecializados
en lo comercial de la Corte Superior de Lima, no tienen siquiera idea
de la existencia de la exposición de motivos del Decreto Legislativo
Nº  1069, es decir, no saben cuál fue la razón de la modificación de
nuestro proceso de ejecución, y en caso sepan que existe no la han
leído, lo cual evidentemente ocasiona que el razonamiento de nues-
tros magistrados –en la mayoría de los casos– no haya variado y sea
tan difícil que entiendan la nueva visión del legislador acerca de
este mecanismo de tutela jurisdiccional.

2. La segunda reflexión es tal vez la más elemental de todas, tanto la


actual legislación (y su exposición de motivos) y la doctrina son
uniformes en señalar que para dar inicio a un proceso de ejecución,
denominado en nuestro país como proceso único de ejecución, se

146
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

debe contar con un título ejecutivo, entonces es irrazonable que pese


a la modificación normativa ocurrida ya hace seis (6) años atrás,
una parte de la doctrina y gran parte de nuestra jurisprudencia no
sepan cuál es el título ejecutivo en el proceso único de ejecución en
la modalidad de ejecución de garantías o proceso de ejecución de
garantías como lo denomina la mayoría.

En efecto, Cavani recientemente ha señalado que “(…) la introduc-


ción del llamado ‘proceso único de ejecución’ (Decreto Legislativo
Nº 1069, de julio de 2008) poco de positivo trajo: aún se mantienen
los problemas sobre la defensa del ejecutado, la incertidumbre res-
pecto del título ejecutivo en la ejecución de garantías, (…)”219 (el
resaltado es nuestro).

Esta incertidumbre se ve reflejada en la creación de conceptos arti-


ficiales acerca del título ejecutivo, como el señalar que el título en
estos procesos puede ser completo o complejo.

Al respecto, se nos quiere enseñar lo siguiente: “Que la obligación


garantizada se encuentre contenida en el documento constitutivo
(escritura pública de hipoteca), esto es, que se encuentre contenida
en la escritura pública correspondiente, lo cual implica que en la
misma no solo se encuentre determinada la obligación, su monto,
forma de pago, cuotas, intereses, entre otros (suele ocurrir en la
compraventa de inmuebles con garantía hipotecaria y en el contrato
de mutuo con garantía hipotecaria), sino que además se haya cons-
tituido hipoteca para garantizar el pago del precio de venta o de la
suma mutuada. En este supuesto podríamos encontrarnos frente a
lo que podemos llamar título completo, porque no se requiere de
otro documento que lo complemente, el contenido de la escritura
pública es suficiente (…) Si la obligación no se encuentra contenida
en la escritura pública que contiene el acto constitutivo, debe acom-
pañarse además el documento en el que se encuentre contenida la
obligación, pero, el mismo debe ser un documento que califique

219 CAVANI, Renzo. “Incoherencias del proceso de ejecución peruano: causales de contradicción y suspensión
de la ejecución. Análisis desde el derecho fundamental a la tutela efectiva, adecuada y tempestiva”, publi-
cado en Proceso y Constitución efectividad y ejecución de las resoluciones judiciales. Ponencias del Cuarto
Seminario Internacional de Derecho Procesal: Proceso y Constitución. Palestra Editores, Lima, 2014, p. 580.

147
Percy Howell Sevilla Agurto

como título ejecutivo, conforme a lo señalado en el artículo 688 del


CPC. Esta situación especial se presenta cuando la hipoteca garan-
tiza obligaciones eventuales o futuras que aparecen señaladas de
forma genérica en el acto constitutivo. Suele ocurrir en los contratos
de suministro de bienes, este tipo de garantías reales son de estilo
cuando se busca garantizar obligaciones cuyo monto se determi-
nará en el futuro (por tarjetas de crédito, títulos valores incompletos,
contratos de los cuales se genere una cuenta corriente, entre otros)
(…). En este caso el título será complejo, ya que se complementa la
escritura pública de hipoteca con el título ejecutivo, ambos consti-
tuyen en conjunto el título para la ejecución de la hipoteca”220 (el
resaltado es nuestro).

Es claro que, el título ejecutivo en el proceso único de ejecución sea


en la modalidad que fuere, será alguno de los señalados en el artí-
culo 688 del CPC, y para ello debe contener una obligación cierta,
expresa y exigible, los títulos ejecutivos no contienen garantías rea-
les, lo que se ejecuta en el proceso de ejecución, aquí y en cualquier
otro lado son obligaciones de dar, hacer o no hacer, no garantías rea-
les. La garantía real es un accesorio de una obligación y por ende no
puede constituir un título ejecutivo.

Una frase de casi todos los abogados que comúnmente escuchamos


es “ejecutar la garantía” o “ejecutar la hipoteca”, lo cual es errado,
si ello fuera así, entonces porque también no decimos “ejecutar el
embargo”, pues no escuchamos ello, debe entonces entenderse que
lo ejecutable es la obligación, si se tiene afectado un bien ya sea con
una garantía real (hipoteca, anticresis o garantía mobiliaria) o una
garantía extrajudicial (embargo), de no cumplir el ejecutado con
el mandato ejecutivo, se procederá a la ejecución forzada, es decir,
se realizará el bien afectado con la garantía, y con el producto de
la venta judicial –remate judicial– del bien se pagará la obligación
contenida en el título ejecutivo, si esto es así, ¿cómo podemos hablar
de la ejecución de garantía o ejecución de hipoteca?, ¿cómo aún no
se entiende cuál es el título en esta modalidad del proceso único

220 HURTADO REYES, Martín. Ob. cit., p. 708.

148
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

de ejecución?, a estas alturas resulta paradójico seguir debatiendo


acerca de este punto tan elemental.

3. Otro punto importante a reflexionar es la contradicción (oposición)


en el caso de ejecución de títulos judiciales, como se desprende del
estudio de las causales de contradicción (oposición) que se ha rea-
lizado en el presente trabajo, la restricción a sola una causal de con-
tradicción (oposición) realizada por el legislador en la ejecución de
títulos judiciales resulta ser equívoca y arbitraria.

El legislador parte de una premisa errada, la cual es mayor restric-


ción porque se atacaría la cosa juzgada, pero en definitiva con la
contradicción (oposición) no se ataca la cosa juzgada, se atacarían
eventos posteriores a la cosa juzgada que podrían hacer que la obli-
gación contenida en la resolución judicial se torne inejecutable.

Por ello, coincido con la profesora Ariano, quien señala lo siguiente:


“Cuando decimos que se debería reconocer la posibilidad de alegar
cualquier hecho modificativo, impeditivo o extintivo a través de la
oposición, queremos decir que se reconozca la posibilidad de que
esa realidad declarada en la sentencia puede haber mutado, y como
tal, se debe permitir al ejecutado el poder alegar y probar esa muta-
ción, justamente en la oposición”221.

4. En doctrina mucho se ha discutido acerca de la restricción que existe


en las causales de contradicción (oposición) cuando se ejecutan
títulos extrajudiciales, lo cual ha sido tildado de violación al dere-
cho a la tutela jurisdiccional, sobre todo, porque no se ha regulado
un proceso plenario posterior donde se permita revisar lo que ha
sido resuelto mediante una cognición sumaria generado por el inci-
dente de la contradicción (oposición) dentro del proceso único de
ejecución.

Es un hecho que no admite duda que la limitación cognitiva de las


causales de contradicción (oposición), tanto de alegación como de
prueba, generan una cognición sumaria y que resuelto ello, dicha
resolución no puede adquirir la calidad de cosa juzgada –afirmar

221 ARIANO DEHO, Eugenia. El proceso de ejecución. Ob. cit., p. 478.

149
Percy Howell Sevilla Agurto

lo contrario implicaría que existe una vulneración clara y evidente


al derecho del ejecutado–, pese a que la doctrina y la jurisprudencia
entiendan que esa resolución producto de la cognición sumaria sí
adquiere la calidad de cosa juzgada.

Para contrarrestar esta violación del derecho a la tutela jurisdiccio-


nal, se han propuesto diversas soluciones, unas como que se admita
la posibilidad de un plenario posterior222, o que se opte por una
oposición amplia mediante proceso de conocimiento incidental al
proceso de ejecución como está regulado en el Código de Processo
Civil brasileño, y una oposición limitada dentro del proceso de
ejecución223.

Resulta loable que la doctrina se ocupe de este tema, la cuestión


sería determinar cuál de las soluciones sería la más apropiada
para nuestro medio, en lo que a mí respecta considero que no está
prohibido el plenario posterior pese a no estar legislado de forma
positiva.

Existe una regla de orden constitucional, por la cual lo que no


está prohibido está permitido224, y en el Código Procesal Civil, no
existe disposición alguna que señale que los autos finales adquie-
ran la calidad de cosa juzgada, es más si se quería suprimir el pro-
ceso plenario posterior debió establecerse expresamente, y en el
supuesto negado que existiera un defecto o vacío en el código,
deberá recurrirse a los principios generales del Derecho Procesal y a
la doctrina225.

222 Para un estudio detallado de esta posición, recomiendo leer el libro de CASASSA CASANOVA, Sergio
Natalino. El debido proceso de ejecución de obligación de dar suma de dinero. En busca de un proceso justo.
Ara Editores, Lima, 2013.
223 Para un estudio de esta posición, recomiendo el artículo de CAVANI, Renzo. “Incoherencias del proceso de
ejecución peruano: causales de contradicción y suspensión de la ejecución. Análisis desde el derecho funda-
mental a la tutela efectiva, adecuada y tempestiva”, publicado en: Proceso y Constitución Efectividad y eje-
cución de las resoluciones judiciales. Ponencias del Cuarto Seminario Internacional de Derecho Procesal:
Proceso y Constitución. Palestra Editores, Lima, 2014, pp. 579-601.
224 Artículo 2 de la CPP.- Toda persona tiene derecho:
(…).
24. A la libertad y a la seguridad personales. En consecuencia:
a) Nadie está obligado a hacer lo que la ley no manda, ni impedido de hacer lo que ella no prohíbe.
225 Artículo III del CPC.- Fines del proceso e integración de la norma procesal
(…).

150
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

Fuera de la discusión de si está o no prohibido el proceso plenario


posterior para revisar lo resuelto en el incidente de cognición suma-
ria generado en el proceso único de ejecución, lo importante radica
en establecer si nuestro actual proceso único de ejecución cumple
con su finalidad sin desproteger el derecho a la tutela jurisdiccional
del ejecutado, es decir, su posibilidad de atacar la ejecución que con-
sidere ilegítima.

En la mayoría de los casos en nuestro país, lo que señala el título


ejecutivo extrajudicial coincide con el derecho material y en muy
pocas ocasiones nos podemos encontrar ante ejecuciones injustas, y
si estas se dan, las mismas son por el desconocimiento de lo que es
e implica el proceso único de ejecución, tanto de los abogados liti-
gantes como de los jueces.

Si esto es así, no sería factible regresar a un sistema como en el


Código de Procedimientos Civiles de 1912 donde se permitía expre-
samente la revisión de lo resuelto en los procesos –mal llamados–
ejecutivos en un proceso ordinario posterior, ello generaría mayor
carga procesal de la que ya existe y posibilitaría que los deudores a
sabiendas que no tienen la razón inicien el proceso plenario poste-
rior como última oportunidad ante la ejecución, este sistema ya es
uno que hemos vivido y que no trajo buenos resultados, entonces
¿por qué volver a dicho sistema?

Ta vez, un sistema que pueda ser más proporcional tanto para el eje-
cutante como ejecutado, es que en el mismo proceso único de eje-
cución se permita una contradicción (oposición) amplia, es decir,
que no haya ningún tipo de restricción en cuanto a la alegación y a
la prueba, o sea un proceso de ejecución parecido al establecido en
Colombia, y una vez resuelto el incidente de cognición plena se pase
a la etapa de ejecución forzada, por supuesto, que la impugnación a
través de la apelación a lo resuelto deberá por regla general ser sin
efecto suspensivo y solo en caso el ejecutado proporcione una cau-
ción –fianza– podrá suspenderse el inicio de la ejecución forzada,

En caso de vacío o defecto en las disposiciones de este Código, se deberá recurrir a los principios generales
del Derecho Procesal y a la doctrina y jurisprudencia correspondientes, en atención a las circunstancias del
caso.

151
Percy Howell Sevilla Agurto

asimismo debería prohibirse el recurso de casación en esta clase de


procesos, ello porque ha quedado demostrado que los ejecutados
utilizan este recurso extraordinario a fin de aletargar el inicio de la
ejecución forzada. Además, debe expresamente señalarse que no
existe la posibilidad de un plenario posterior que revise lo decidido
en el incidente de contradicción (oposición), ya que su cognición
será plena.

Debo precisar que esta idea, no ha sido aún desarrollada y menos


aún puede ser expuesta con amplitud ya que escapa al tema del
presente trabajo, pero como idea que es, puede –tal vez– ayudar a
repensar los posibles defectos que tiene nuestra regulación procesal
en el proceso único de ejecución.

152
ANEXOS*

* Se anexa la jurisprudencia consultada emitida por los Juzgados de Paz Letrado del Cercado de
Lima y los Juzgados Comerciales de Lima.
COMPETENCIA Y EXCEPCIÓN DE COMPETENCIA
EN EL PROCESO ÚNICO DE EJECUCIÓN

JUZGADO 07
EXPEDIENTE Nº : 01545-2011-0-1801-JP-CI-07
MATERIA : OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO
ESPECIALISTA : ANTONIO ABANTO DÁVILA
DEMANDADO : COMECA VALLEJOS, JHON LENIN
DEMANDANTE : BANCO DE COMERCIO
RESOLUCIÓN Nº 01

Lima, siete de abril de dos mil once

AUTOS Y VISTOS; y ATENDIENDO:

PRIMERO: A que, la competencia es una calidad inherente al


órgano jurisdiccional, y consiste en la aptitud para ejercer válidamente
la jurisdicción. Es decir, no basta que un órgano jurisdiccional sea tal
para que pueda actuar en cualquier proceso válidamente, es necesario
que cumpla con cierto número de requisitos, los que suelen denomi-
narse elementos de la competencia. Esto son cinco: la cuantía, la materia,
el turno, el grado y el territorio.

SEGUNDO: A que, tanto los elementos de la competencia objetiva


(cuantía y materia) como los referidos a la competencia funcional (turno
y grado) son exigibles de manera vinculante, es decir obligatoria, por lo
que se le conoce como competencia absoluta, mientras que la competen-
cia territorial es de naturaleza relativa, por cuanto puede ser renunciada
expresa o tácitamente por el demandado, por lo que se le denomina
prorrogable, salvo que la ley la declare improrrogable. Nótese que en
este último caso no se requiere que la ley consigne en forma textual la

155
Percy Howell Sevilla Agurto

palabra “improrrogable”, sino que es suficiente que pueda advertirse


que en una determinada materia la ley ha establecido criterios especia-
les y exclusivos de la competencia.

TERCERO: A que, en efecto, el artículo 14 del Código Procesal Civil


que establece la competencia del juez del domicilio del demandado, es
una regla general aplicable a todos los procesos, y por ende prorroga-
ble, ya sea mediante convenio o mediante la prórroga tácita prevista
en el artículo 26 del citado cuerpo de ley. En cambio, en el proceso de
alimentos, por ejemplo, el artículo 560 del Código Procesal Civil señala
una competencia especial determinada únicamente por el domicilio del
demandando o del demandante, por lo que la misma resulta improrro-
gable. Esta conclusión se refuerza con el hecho de que, no puede operar
la prórroga tácita, porque aquella depende de que el demandado cues-
tione o no la competencia, pero en el proceso de alimentos no puede
hacerlo, porque el artículo 560 del Código Adjetivo ordena que el juez
rechace de plano este pedido, esto es, que le está prohibido deducir
excepción, y también le está prohibido formular contienda de compe-
tencia en atención al artículo 37 del Código Adjetivo. Por tanto, si el
demandado no puede cuestionar la competencia ni por excepción ni por
contienda, entonces la misma debe ser controlada de oficio por el juez
desde la calificación de la demanda.

CUARTO: A que, en materia de títulos valores, rige el principio de


literalidad contenido en el artículo 4 de la Ley Nº 27287, cuyo acápite 4.1
establece que el texto del documento determina los alcances y modali-
dad de los derechos y obligaciones contenidos en el título valor, o en su
caso, en hoja adherida a él. Esto significa que, ninguna condición que
no resulte del tenor de documento puede hacerse valer mediante él, y
que lo que allí aparece resulta determinante respecto a la situación del
titular. De otro lado, el artículo 66 de la Ley Nº 27287 dispone que el
título valor debe ser presentado para su pago en el lugar designado al
efecto en el documento, y a falta de indicación expresa, la citada instru-
mental se entiende pagadera en el domicilio que figure junto al nom-
bre de quien resulte ser el obligado principal, lo cual concuerda con
los artículos 158.1.f) y g), y 162 de la glosada normatividad. Por tanto,
estando a que dicho requerimiento de pago puede ser extrajudicial o
judicial, y teniendo en cuenta el principio de literalidad, se concluye que
la Ley de Títulos Valores establece un caso de competencia especial, que

156
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

está determinada por el lugar de pago señalado en el título. Asimismo,


si bien el artículo 55 de la Ley Nº 27287 establece la posibilidad de la
prórroga convencional de la competencial territorial, aquella es facti-
ble siempre y cuando el convenio conste en forma expresa en el propio
título valor, estando al principio de literalidad citado, no siendo viable
en consecuencia la prórroga convencional contenida en documento dis-
tinto al título ni la prórroga tácita prevista en el artículo 26 del Código
Procesal Civil, por tratarse de un consentimiento extracartular, por lo
que en estos últimos 2 supuestos nos encontramos frente a una compe-
tencia improrrogable.

QUINTO: A qué, la prórroga convencional es un acto voluntario


en que las partes acuerdan y declaran la competencia de los órganos
jurisdiccionales de un territorio concreto, para el supuesto de que surja
algún litigio sobre el negocio jurídico celebrado, siendo que, estando al
carácter dispositivo del acuerdo, es necesario que el mismo sea expreso,
y además preciso. Esto se explica debido a la indefensión que puede
significar para una de las partes, la más débil, la firma de este pacto,
máxime cuando obra en un formato (que implica una cláusula de adhe-
sión), con el cual debe renunciar al fuero de su propio domicilio a favor
del señalado anteladamente por el otro contratante. Ello debe ser verifi-
cado por el juez al momento de calificar la demanda, teniendo en cuenta
el principio de socialización del proceso, previsto en el numeral VI del
Código adjetivo, por el cual en el presente caso, no será posible que el
juez se atribuya una competencia territorial que no ha sido prorrogada
claramente.

SEXTO: A que, en el presente caso, el Banco de Comercio interpone


demanda de ejecución de obligación de dar suma de dinero contra Jhon
Lenin Comeca Vallejos, a fin de que cumpla con pagarle la suma de
S/. 5, 452.02 nuevos soles, importe del pagaré que acompaña, en cuyo
formato aparece consignada la cláusula: “Nos sometemos a la Jurisdic-
ción y Competencia de los Jueces del Distrito Judicial del lugar de emi-
sión del pagaré o, a elección del Banco de Comercio, del domicilio del
emitente o aval”. Cabe agregar que en este caso el lugar de emisión es
Lima.

SÉTIMO: A que, de lo expuesto se desprende en primer lugar que,


se está acordando una cláusula de prórroga al Distrito Judicial de Lima,
conforme a lo previsto en el artículo 55 de la Ley Nº 27287. En segundo

157
Percy Howell Sevilla Agurto

lugar, estando a los principios de literalidad y de socialización del pro-


ceso, ya explicados, se concluye que dicha prórroga al Distrito Judicial
de Lima efectuada en un formato, se hace para excluir de la competen-
cia a otros Distritos Judiciales en que puede domiciliar el deudor, pero
no precisa nada respecto a las reglas de competencia que rigen dentro
de un mismo Distrito Judicial para los casos en que, como el presente,
corresponde el conocimiento de la causa a los Jueces de Paz Letrados.

OCTAVO: A que, siendo ello así, la cláusula glosada es válidamente


aplicable a los Juzgados Especializados que son competentes en todo el
Distrito Judicial, pero no es expresa ni precisa respecto a las reglas de
competencia aplicables al interior del distrito judicial cuando se trata
de Juzgados de Paz Letrados. Por tanto la cláusula antedicha no es sufi-
ciente para determinar que la competencia se ha prorrogado a este Juz-
gado de Paz Letrado del Cercado de Lima.

NOVENO: A que, por consiguiente, para determinar la competen-


cia del Juzgado de Paz Letrado respectivo, debe tenerse en cuenta los
diversos dispositivos señalados en el cuarto considerando, que dis-
ponen que el título valor debe ser presentado para su pago en el lugar
designado al efecto en el documento, y a falta de indicación expresa, en
el domicilio que figure junto al nombre del obligado principal (que es
su domicilio), siendo que en este caso, el obligado principal, esto es el
emitente, domicilia en el Distrito de San Martín de Porres, circunscrip-
ción que se encuentra ubicada fuera de la competencia territorial de este
Juzgado perteneciente al Distrito del Cercado de Lima, por ende, este
Despacho no es competente para conocer la presente causa, al tratarse
de un supuesto de competencia improrrogable. En tal virtud y estando a
los artículos 35, 690-A, 690-F y 427 inciso 4 del Código Procesal Civil: SE
DECLARA:

IMPROCEDENTE la demanda interpuesta por el Banco de Comer-


cio, sobre ejecución de obligación de dar suma de dinero, por falta de
competencia de este Juzgado, dejando a salvo su derecho a fin de que lo
haga valer conforme a ley; archivándose los autos y devolviéndose los
anexos a la recurrente, bajo constancia.

158
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

JUZGADO 04
EXPEDIENTE Nº : 06065-2013-0-1801-JP-CI-04
MATERIA : OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO
ESPECIALISTA : YOLANDA RAMOS MANSILLA
DEMANDADO : RAMOS TORO, JOHAN
DEMANDANTE : BANCO DE COMERCIO
RESOLUCIÓN Nº 01

Lima, dos de diciembre de dos mil trece

AUTOS Y VISTOS: Con los documentos que se adjuntan, a los


autos; Y ATENDIENDO: PRIMERO: Que, las normas contenidas en
este código son de carácter imperativo, salvo regulación permisiva en
contrario, conforme lo dispone el artículo IX del título preliminar del
Código Procesal Civil; SEGUNDO: Que, corresponde al Juez verificar
que en la demanda incoada concurran la condición de la acción y los
presupuestos procesales, los que posibilitarán, con posterioridad, un
pronunciamiento válido sobre el fondo de la controversia, caso contra-
rio, el juzgador está facultado para declarar liminarmente su inadmisi-
bilidad o improcedencia, según los presupuestos previstos en los artícu-
los 426 y 427 del Código Procesal Civil; TERCERO: Que, el artículo
14 del Código Procesal Civil establece en el primer párrafo las reglas
generales de la competencia, que a la letra dice: “cuando se demanda
a una persona natural, es competente el Juez del lugar de su domicilio,
salvo disposición legal en contrario”; CUARTO: Que, de la revisión de
la demanda se advierte que el demandado domicilia en el distrito de
Pachacamac; asimismo el artículo 25 del Código Adjetivo señala que
las partes pueden convenir por escrito someterse a la competencia
territorial de un juez distinto al que corresponde, salvo que la ley la
declare improrrogable; siendo esto así, y no advirtiéndose del título
valor que se adjunta prórroga que hagan variar esta situación, pues al
señalarse concretamente en la cláusula sétima especial que se some-
ten a la “Jurisdicción y Competencia de los jueces del Distrito Judi-
cial del lugar de emisión del presente Pagaré”, siendo este Lima, ello
significa estrictamente que puede y deben acudir en el caso del nivel
de Paz Letrado ante quien territorialmente corresponda de la ciudad

159
Percy Howell Sevilla Agurto

de Lima, y no ante los Jueces de Paz Letrado de Lima-Cercado, lo que


en todo caso debió pactarse con precisión, para poder acceder esta
judicatura al conocimiento de la causa; QUINTO: Que, siendo ello
así, esta Judicatura no resulta competente para conocer de la presente
demanda en aplicación del artículo 14 del Código Procesal Civil y
estando a las consideraciones antes glosadas y de conformidad con lo
preceptuado por el artículo 427, inciso cuarto, del mismo cuerpo Legal,
SE RESUELVE: Declarar: IMPROCEDENTE la demanda interpuesta,
dejando a salvo el derecho del recurrente para que lo haga valer con-
forme corresponda, devolviéndose los anexos presentados; debiéndose
ARCHIVAR los presentes actuados, consentida y/o ejecutoriada que
sea la presente resolución. Notifíquese.

160
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

15° JUZGADO CIVIL-COMERCIAL


EXPEDIENTE Nº : 08782-2012-0-1817-JR-CO-15
MATERIA : OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO
ESPECIALISTA : BALAREZO FERNÁNDEZ, JUAN CARLOS
DEMANDADOS : EDITORA ARGENTINA S.R.L.; HERRERA JARAMI-
LLO, PATRICIA ENCARNACIÓN; HERRERA JARA-
MILLO, TULIO VINICIO
DEMANDANTE : BANCO DE CRÉDITO DEL PERÚ
RESOLUCIÓN Nº 08

Lima, 19 de agosto de dos mil trece

AUTOS Y VISTOS:

Que mediante escrito de fojas 51 a fojas 61 el Banco de Crédito


del Perú interpone demanda de OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE
DINERO contra Editora Argentina S.R.L., Patricia Encarnación Herrera
Jaramillo y Tulio Vinicio Herrera Jaramillo, a efectos de que cumplan
con pagar la suma de US$ 63,029.38 dólares americanos, producto del
incumplimiento del pago de las cuotas en el contrato de arrendamiento
financiero y su addendum más los intereses compensatorios y moratorios
devengados y por devengarse; además de interponer una demanda de
OBLIGACIÓN DE DAR BIEN MUEBLE, contra Editora Argentina
S.R.L. para que cumpla con devolver 01 impresora marca Heilderberg,
Modelo: Speedmaster, serie: 620922, plaqueta. 13098 y 01 transformador
de aislamiento, marca Selectronics, modelo: 60ICUA, serie: 201008, Pla-
queta 15289. Fundamentándose en lo siguiente:

1. Que, según escritura pública del 6 de agosto de 2008 se suscribió el


contrato de arrendamiento financiero con Editora Argentina S.R.L.
en calidad de arrendadora esta última, respecto de los bienes mate-
ria de devolución en la presente demanda, en dicha escritura los co-
demandados Patricia Encarnación Herrera Jaramillo y Tulio Vinicio
Herrera Jaramillo se constituyeron como fiadores solidarios de la
arrendadora, por escritura de fecha 12 de enero de 2009 se suscribió
el addendum al contrato de arrendamiento financiero modificándose
el cronograma de pagos.

161
Percy Howell Sevilla Agurto

2. Que, habiéndose vencido dos cuotas, se cursó carta notarial al ejecu-


tado Editora Argentina S.R.L. con fecha 16 de julio de 2012, donde
se pone a conocimiento la resolución del contrato de pleno derecho
conforme a la cláusula décimo primera del contrato de arrenda-
miento financiero;

3. Por resolución N° 01 de fecha 4 de diciembre de 2012, se admitió


la demanda, ordenando que los ejecutados Editora Argentina S.R.L.,
Patricia Encarnación Herrera Jaramillo y Tulio Vinicio Herrera Jara-
millo cumplan con pagar la suma de US$ 55,222.08 dólares america-
nos más intereses compensatorios, moratorios, costas y costos; y que
Editora Argentina S.R.L. cumpla con restituir bienes muebles dados
en garantía, bajo apercibimiento de iniciarse ejecución forzada, a
fojas 115 a 120 corren los cargos de notificación del mandato de eje-
cución a los coejecutados; y mediante escrito de fecha 3 de abril de
2013, la ejecutada PATRICIA ENCARNACIÓN HERRERA JARA-
MILLO, formula excepción de incompetencia por territorio y con-
tradice fundamentándose en que:

4. El ejecutante no acredita que corresponda competencia en autos al


presente despacho, por lo que solicita se le emplace en su domicilio
de Lima Norte y por tanto se demande en dicha jurisdicción.

5. Que fundamenta su contradicción señalando la inexigibilidad de la


obligación, señala que si bien el banco ejecutante solicita la rescisión
del contrato de arrendamiento la misma que tiene que ser declarada
judicialmente, que este despacho no puede diferenciar en donde la
ley no diferencia, ni interpretar más allá de ella, además señala que
según el contrato al darse la comunicación del incumplimiento del
contrato se le cursaría carta notarial en un plazo menos de los 10
días, sin embargo el actor le otorgó un plazo de 15 días calendarios
por lo tanto la actora se ha apartado por propia voluntad de su apli-
cación, y en consecuencia en ejercicio de sus derechos deberá ceñirse
a las normas del derecho común;

6. Mediante escrito de fecha 30 de abril de 2013, el demandante


Banco de Crédito del Perú absuelve el traslado de la excepción
y la contradicción señalando con respecto a la primera que debe
ser declarada improcedente, ya que la competencia territorial es
prorrogable y con respecto a la segunda debe ser declara infundada

162
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

ya que la resolución de pleno derecho es perfectamente válida e


incluso está regulada en nuestro ordenamiento civil, careciendo de
asidero legal lo señalado por el ejecutado.

7. Que por resolución N° 07 de fecha 14 de mayo de 2013, se rechaza el


escrito de excepción y contradicción formulado por el ejecutado Edi-
tora Argentina S.R.L. por no haber absuelto lo requerido por reso-
lución N° 06, en consecuencia se pone a despacho para resolver, los
autos se encuentran expeditos para emitir auto final.

CONSIDERANDOS:

PRIMERO: Que, el artículo 1 del Decreto Legislativo Nº 299 señala


que el contrato de Arrendamiento Financiero es un Contrato Mercan-
til que tiene por objeto la locación de bienes muebles o inmuebles por
una empresa locadora para el uso por la arrendataria, mediante pago
de cuotas periódicas y con opción a favor de la arrendataria de comprar
dichos bienes por un valor pactado.

SEGUNDO: Que, a tenor de lo que señala el artículo 1360 de la


norma sustantiva los contratos son obligatorios en cuanto se haya expre-
sado en ellos. Siendo que se presume que la declaración expresada en el
contrato responde a la voluntad común de las partes y quien niegue esa
coincidencia debe probarla.

TERCERO: Que, el artículo 1361 del mismo cuerpo normativo


señala que los contratos deben negociarse, celebrarse y ejecutarse según
las reglas de la buena fe y común intención de las partes.

CUARTO: Que, de fojas 6 a 16 corre la escritura pública del con-


trato de arrendamiento financiero de fecha 6 de agosto de 2008, suscrito
entre la ejecutante y los ejecutados, a fojas 17 a 21 corre el addendum del
mismo.

QUINTO: Que, respecto a la excepción de incompetencia, se apre-


cia que en la cláusula 14 de la escritura pública del 6 de agosto de
2008 se fijó que las partes renunciaban al fuero de su domicilio y se
sometían al fuero del domicilio señalado en el anexo B, el cual sitúa el
mismo en la ciudad de Lima (fojas 13), por lo que la excepción formu-
lada debe ser declarada infundada.

163
Percy Howell Sevilla Agurto

SEXTO: Que, respecto a la contradicción formulada, es preciso seña-


lar que la inexigibilidad de la obligación, esta procede por razones de
tiempo, lugar y modo; es decir, si la obligación se encuentra sujeta a
plazo todavía no vencido, si el demandante acude a un juez de lugar
distinto al pactado, si la obligación de pago está pendiente de una con-
dición o cargo pendiente de cumplimiento por parte del acreedor, o
cuando la ejecución no se realiza en la forma señalada, ninguna de
dichas razones se aprecia configurada en el presente caso.

SÉTIMO: Que, a mayor abundamiento es menester indicar que en


la cláusula 11 se fijaron los motivos por el cual se resolvería el contrato,
siendo que entre ellas se estableció el incumplimiento en las obligacio-
nes de pago estipuladas en la cláusula 8 de la misma escritura pública y
señaladas en el addendum.

OCTAVO: Que, en atención a lo anterior se envió una carta nota-


rial a Editora Argentina S.R.L. (fojas 24), con la cual se resolvió el con-
trato conforme a lo pactado y al mismo tiempo se le exigió el pago de
las cuotas pendientes de pago así como la entrega de los bienes otor-
gados en arrendamiento financiero (addendum), dando cumplimiento así
a lo señalado en las cláusulas antes citadas, por lo que la contradicción
formulada debe declararse infundada y debe ordenarse la ejecución
forzada.

RESUELVO:
INFUNDADA la excepción de incompetencia formulada por
PATRICIA ENCARNACIÓN HERRERA JARAMILLO.

INFUNDADA la contradicción formulada por PATRICIA ENCAR-


NACIÓN HERRERA JARAMILLO y ordeno llevar adelante la ejecu-
ción forzada en los seguidos por BANCO DE CRÉDITO DEL PERÚ
con EDITORA ARGENTINA S.R.L., PATRICIA ENCARNACIÓN
HERRERA JARAMILLO y TULIO VINICIO HERRERA JARAMILLO,
con costas y costos. Notificándose a las partes.

164
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

JUZGADO 01
EXPEDIENTE Nº : 00624-2010-0-1801-JP-CI-01
MATERIA : OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO
ESPECIALISTA : ELSA T. CARCASI LUQUE
DEMANDADO : CORPORACIÓN FLORIDA S.R.L.
DEMANDANTE : BANCO FINANCIERO DEL PERÚ
SENTENCIA
RESOLUCIÓN Nº 05

Lima, veintinueve de diciembre de dos mil once

VISTOS:
Puestos los autos a Despacho en la fecha para resolver;

1. Resulta de autos que mediante escrito de 13 a 17, Banco Financiero


del Perú interpone demanda de Obligación de Dar Suma de Dinero
contra Corporación Florida S.R.L. y Comercializadora de Productos
Textiles S.A., en la vía de proceso único de Ejecución.

Petitorio
2. La demandante solicita que las ejecutadas cumplan con pagarle la
suma de veintitrés mil ochocientos catorce nuevos soles, más intere-
ses moratorios y compensatorios, suma representada en la letra de
cambio de fojas 8.

Fundamentos de Hecho y Derecho

3. Señala el actor que la coejecutada, Corporación Florida S.R.L., rea-


lizó una operación de descuento de letra demandada, emitió a su
favor el Pagaré anexo a la demanda por S/. 4226.54 con vencimiento
el once de marzo de dos mil ocho; siendo que ante el incumpli-
miento de pago del título valor procedió a protestarlo y precisados a
interponer la presente demanda.

165
Percy Howell Sevilla Agurto

Trámite

4. Mediante resolución número uno de fojas 18 se admitió a trámite la


demanda, corriéndose el traslado a las ejecutadas y, solo la coejecu-
tada, Comercializadora de Productos Textiles S.A., se apersona a la
instancia mediante su escrito de fojas 37 a 40, deduce la Excepción
de Incompetencia y formula contradicción al mandato de Ejecución
basada en las causales de Inexigibilidad y Extinción de la Obligación
exigida.

5. La coejecutada ha ofrecido como medios probatorios de la Con-


tradicción: a) la declaración de parte del representante Legal de
su coejecutada Corporación Florida S.R.L., al respecto en aplica-
ción de lo que dispone el artículo 213 del Código Procesal Civil se
declara: Improcedente dicho medio probatorio, b): declaración de
parte del Representante Legal del Banco ejecutante, dada la natu-
raleza documental de los medios probatorios aportados, resulta
innecesaria la actuación de dicho medio probatorio, dado que no
se va enervar la fuerza probatoria de los instrumentos aparejados
en calidad de medios probatorios, por lo que se rechaza dicho
medio probatorio y resulta innecesario se cite a una audiencia
de pruebas, por lo que siendo el estado de emitir decisión, este
despacho pasa a expedirla; y

CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que, según lo dispone el artículo 690-F del Código Pro-
cesal Civil; de existir contradicción y/o excepciones procesales o defen-
sas previas y, con la absolución o sin ella por parte del ejecutante, el juez
resolverá mediante un auto, observando las reglas para el saneamiento
procesal, y pronunciándose sobre la contradicción propuesta.

SEGUNDO: Asimismo, el artículo 690-D del Código Procesal Civil,


prescribe que solo pueden ser alegadas como causal de contradicción,
la inexigibilidad o iliquidez de la obligación, la nulidad formal o false-
dad del título; o, cuando siendo este un título valor emitido en forma
incompleta, hubiere sido completado en forma contraria a los acuerdos
adoptados; y en la extinción de la obligación exigida.

166
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

TERCERO: Por la excepción de incompetencia, el demandado


denuncia la falta de aptitud del juez para ejercer la función jurisdiccio-
nal en el proceso planteado. Para estos efectos, la competencia debe ser
entendida como un fenómeno de distribución del poder jurisdiccional,
en atención a diversos criterios como son los de materia, grado, función
o territorio. La competencia del juez es un presupuesto procesal, pues
si el juez no cuenta con la debida competencia no podrá emitir una sen-
tencia válida. En el caso de autos conforme al artículo 690-B del Código
Procesal Civil incorporado por el artículo único del Decreto Legislativo
número 1069, la competencia del Juzgado de Paz desde el veintiocho
de junio del dos mil ocho es cuando la cuantía de la pretensión no sea
mayor a Cien Unidades de Referencia Procesal, en tal sentido el monto
contenido en la pretensión objeto de la presente acción es de conoci-
miento de este Despacho, máxime que el artículo 696 del Código Proce-
sal Civil en que funda la Excepción ha sido derogada, por lo que deberá
desestimarse la Excepción formulada.

CUARTO: Conforme a la cláusula cuarta contenida en el título


valor, se desprende que se ha establecido el pacto de no protesto, en
atención a lo que dispone el artículo 81.1 de la Ley de Títulos valores,
por lo tanto no requiere ser protestada a su vencimiento.

QUINTO: El artículo 90.2. de la Ley de Títulos valores establece:


“El mismo tenedor está facultado a ejercer conjunta o sucesivamente
a la acción directa, la acción cambiaria de regreso, contra los endosan-
tes, garantes de estos y demás obligados del título, distintos al obli-
gado principal y/o garantes de este”, tal y conforme sucede en el caso
de autos, en razón de que el Banco se encuentra accionando contra su
endosante Corporación Florida S.R.L. y contra la girada Comercializa-
dora de Productos Textiles S.A., en tal sentido se establece la legitimi-
dad e interés para obrar de la parte accionante.

SEXTO: La Inexigibilidad de la obligación exige la probanza de la


inconcurrencia al crédito de que lo puesto a cobro no resulta reclamable
por no haber vencido el plazo para su satisfacción, por no ser oponible
en razón de territorio, por pacto determinado entre los contratantes por
no ser la vía de ejecución, la idónea para el cumplimiento de la obliga-
ción. En el caso que nos ocupa la parte que opone la contradicción la
funda en el hecho de que la operación comercial con su coejecutada no
se concretó por lo que la letra objeto de la presente acción fue anulada,

167
Percy Howell Sevilla Agurto

sin embargo no ha aportado al proceso prueba idónea que acredite que


en efecto la emisión de la letra tiene su razón de ser en la entrega de
un lote de pantalones y que esta operación no se ejecutó por incumpli-
miento de su coejecutada y por lo tanto se hubiera anulado la citada
letra, lo cual debió efectuarse mediante comunicación o documento de
fecha cierta que se encuentra ausente en el presente proceso, por lo que
la contradicción basada en dicha causal deviene en Improcedente.

SÉTIMO: Conforme el artículo 1.156 del Código Civil, “las obliga-


ciones se extinguen: por el pago o cumplimiento, por la pérdida de la
cosa debida, por la condonación de la deuda, por la confusión de dere-
chos de acreedor y deudor, por la compensación y por la novación”.
En el caso de autos no se han dado ninguna de estas situaciones, toda
vez que el incumplimiento alegado por el contradicente respecto de su
coejecutada, no se encuentra acreditada con medio probatorio alguno,
en tal virtud conforme lo señala el artículo 11.1. de la Ley de títulos
valores: “Los que emitan, giren, acepten, endosen o garanticen títulos
valores, quedan obligados solidariamente frente al tenedor, salvo cláu-
sula o disposición legal, expresa en contrario. Este puede accionar con-
tra dichos obligados, individual o conjuntamente, sin tener que observar
el orden en el que hubieren intervenido”. Por lo que es evidente que la
contradicción por dicha causal deviene en improcedente.

OCTAVO: Respecto al pago de intereses, procede el pago de inte-


reses compensatorios y moratorios, según lo pactado en el título valor
y a los artículos 1243 y 1333 del Código Civil y 51 de la Ley de Títulos
Valores.

NOVENO: En consecuencia, no habiendo la ejecutada desvirtuado


los fundamentos que sirvieron de base para expedir el auto de pago, ni
acreditado haber cancelado la suma puesta a cobro, debe llevarse ade-
lante la ejecución, autorizándose al acreedor a ejercer las acciones lega-
les destinadas a la satisfacción de su crédito, conforme faculta el artículo
1219 inciso 1) del Código Civil;

Por las consideraciones expuestas, y a los artículos 122 y 412 del


Código Procesal Civil, el Primer Juzgado de Paz Letrado de Lima;

168
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

RESUELVE:
DECLARAR IMPROCEDENTE la CONTRADICCIÓN de fojas 37
a 40; en consecuencia, haciéndose efectivo el apercibimiento decretado
en la resolución número uno, no habiéndose cumplido con la obliga-
ción puesta a cobro: SE ORDENA llevar adelante la ejecución hasta que
las ejecutadas: CORPORACIÓN FLORIDA S.R.L. y COMERCIALI-
ZADORA DE PRODUCTOS TEXTILES S.A. paguen al ejecutante las
suma de: VEINTITRÉS MIL OCHOCIENTOS CATORCE NUEVOS
SOLES, más los intereses compensatorios y moratorios; con costas y
costos del proceso. Notificándose.

169
EXCEPCIÓN DE REPRESENTACIÓN
DEFECTUOSA O INSUFICIENTE EN EL
PROCESO ÚNICO DE EJECUCIÓN

4° JUZGADO CIVIL-COMERCIAL
EXPEDIENTE : 2687-2010-0-1801-JR-CO-04
MATERIA : OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO
ESPECIALISTA : RAÚL BULNES SOTOMAYOR
DEMANDADOS : FERNANDO ELISBAN MANAYAY CONTRERAS Y
OTRA
DEMANDANTE : BANCO CONTINENTAL
RESOLUCIÓN Nº 10

Miraflores, veintidós de julio de dos mil once

AUTOS Y VISTOS;
Puesto a Despacho para resolver la Excepción y Contradicción for-
mulada por el ejecutado FERNANDO ELISBAN MANAYAY CON-
TRERAS mediante escrito de fojas cuarentinueve a cincuentidós:

Y ATENDIENDO;
PRIMERO: Que, del escrito de demanda de fojas veintiocho a vein-
tinueve, el ejecutante BANCO CONTINENTAL solicita que los ejecu-
tados FERNANDO ELISBAN MANAYAY CONTRERAS y MARÍA
DEL CARMEN OYAGUE VÁSQUEZ cumpla con pagarles la suma de
S/. 79, 257.61 (setentinueve mil doscientos cincuentisiete y 61/100 Nue-
vos Soles), más intereses compensatorios y moratorios pactados, costas
y costos del proceso.

SEGUNDO: Que, según lo dispone el artículo 690-E del Código


Procesal Civil; de existir contradicción y/o excepciones procesales o

171
Percy Howell Sevilla Agurto

defensas previas y, con la absolución o sin ella por parte del ejecutante,
el juez resolverá mediante un auto, observando las reglas para el sanea-
miento procesal, y pronunciándose sobre la contradicción propuesta.

TERCERO: Que, la excepción es un instituto procesal, que consti-


tuye un medio de defensa por el cual el demandado puede oponerse a
la pretensión del actor; con ella cuestiona el aspecto formal o de fondo
del proceso, persiguiendo anular la acción incoada. En el presente caso,
el ejecutado Fernando Elisban Manayay Contreras mediante escrito de
fojas cuarentinueve a cincuentidós deduce Excepción de Representación
Defectuosa o Insuficiente del demandante en los términos expuestos en
el escrito de la referencia.

CUARTO: Que, con respecto a la excepción de representación


defectuosa de la demandante señala que el apoderado Percy Howell
Sevilla Agurto inicia el presente proceso judicial, sin embargo mani-
fiesta no acreditar con documento idóneo la representación que ostenta,
debido a que si bien recauda a la demanda un Testimonio de Escritura
Pública mediante el cual las personas de don Miguel Eduardo Bueno
Olazábal y Leonor María Avendaño Arana le delegan poder para jui-
cios, empero no adjunta el poder en el que las mencionadas personas
estén premunidas de facultades para representar a la entidad financiera
y para delegar dichas facultades, lo cual argumenta que se incumple con
lo previsto en el inciso 2 del artículo 425 del Código procesal Civil.

QUINTO: Que, en tal contexto es necesario distinguir claramente


las instituciones procesales referidas a: Representación procesal de la
Persona Jurídica y de Apoderado Judicial. Que, respecto al primero, es
de aplicación lo dispuesto en el artículo 64 del Código Procesal Civil
que textualmente señala: que las personas jurídicas están representadas
en el proceso de acuerdo a lo que dispongan la Constitución, la ley o el
respectivo estatuto; y en cuanto a lo segundo lo dispuesto en los artí-
culos 68 y 72 del Código acotado que dispone que: Quien tiene capaci-
dad para comparecer por sí al proceso y disponer de los derechos que
en él se discuten, puede nombrar uno o más apoderados. Si son varios,
lo serán indistintamente y cada uno de ellos asume la responsabilidad
por los actos procesales que realice; y además, que el poder para litigar
se puede otorgar solo por escritura pública o por acta ante el juez del
proceso, salvo disposición legal diferente. Para su eficacia procesal, el
poder no requiere estar inscrito en los Registros Públicos. Asimismo, la

172
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

Excepción de representación defectuosa o insuficiente del demandante


o del demandado, “se relaciona con la llamada representación volun-
taria, esto es, con aquella representación que se genera en la voluntad
del otorgante de la representación y que se cristaliza mediante el poder,
y que para intervenir en el proceso en representación de alguna de las
partes, esa persona debe estar premunida de un poder suficiente que la
faculte para intervenir en el proceso”.

SEXTO: Que, estando a que la demandante es una persona jurídica,


en consecuencia, para la realización de sus actos está representada de
acuerdo a lo que disponga la Ley o su respectivo estatuto. De la revi-
sión del documento de poder que corre de fojas seis a veinte, obra copia
legalizada del Testimonio de la escritura pública otorgada ante la Nota-
ría Jorge Luis Gonzales Loli sobre delegación de facultades, se dispuso
insertar la parte pertinente del Acta de Sesión de Directorio de fecha
dieciséis de Octubre del año dos mil dos y de la Escritura Pública del
veinte de febrero del año dos mil tres, sesión en la cual se acordó apro-
bar la nueva estructura de poderes y la relación de facultades para el
otorgamiento de los poderes de representación del Banco Continental,
debidamente inscrita en la partida correspondiente al Banco accionante,
se acordó otorgar poder a favor de don Miguel Eduardo Bueno Olazábal
y doña Leonor María Avendaño Arana, siendo el caso que dichas perso-
nas se encuentran debidamente premunidas de sus facultades conforme
se evidencia de la fe notarial otorgada, delegando sus facultades a favor
del apoderado recurrente, entre las que se detallan la de interponer
demandas; en tal sentido, lo alegado por la excepcionante merece ser
desestimado; máxime aun cuando mediante Escritura Pública de Nom-
bramiento de Apoderados y Designación de Facultades de fecha veinti-
trés de noviembre del año dos mil nueve obrante a fojas ciento cuarenta
y séis a ciento sesenta y nueve se ratificó el acuerdo de la nueva escala
de poderes y delegación de facultades del Banco accionante y entre los
apoderados se encuentran las personas de doña Leonor María Aven-
daño Arana y Miguel Eduardo Bueno Olazábal, que como se ha indi-
cado en líneas precedentes han delegado facultad de representación en
la persona que ha interpuesto la presente demanda.

SÉTIMO: Que, respecto a la Contradicción formulada por don


Fernando Elisban Manayay Contreras, es de advertir que esta se sus-
tenta en la nulidad formal del título ejecutivo e Inexigibilidad de la

173
Percy Howell Sevilla Agurto

Obligación puesta a cobro; indica como sustento que, el pagaré que se


pretende ejecutar ha sido emitido en forma incompleta y llenado contra-
rio a los acuerdos, que fue firmado en blanco en garantía de un crédito
que se otorgó de S/. 74,453.18 (setenticuatro mil cuatrocientos cincuen-
titrés y 18/100 Nuevos Soles), que no se ha tenido en cuenta los pagos
efectuados a cuenta que ascienden a la suma de S/. 21,167.73 (vein-
tiún mil ciento sesentisiete y 73/100 Nuevos Soles), contraviniendo lo
expresamente señalado en el artículo 10 de la Ley de Títulos Valores;
señala que con los pagos efectuados a cuenta solo adeuda a la suma de
S/. 53,285.45 (cincuentitrés mil doscientos ochenticinco y 45/100 Nue-
vos Soles).

OCTAVO: Que, la Nulidad Formal del Título procede cuando en el


documento ejecutivo no reúne alguno de los elementos esenciales deter-
minados ni cumple con las formalidades previstas por la ley de la mate-
ria, bajo sanción de nulidad, de forma tal que su inobservancia hace
inviable accionar en la vía ejecutiva. Asimismo, es menester precisar
que tratándose de títulos valores a los cuales la Ley les confiere mérito
ejecutivo, son eminentemente formales y están investidos de princi-
pios jurídicos de incorporación del derecho subjetivo en el documento,
literalidad, legitimación activa y pasiva y la buena fe del tenedor. En
tal sentido, de conformidad con el principio de literalidad, el texto del
documento determina los alcances y modalidad de los derechos y obli-
gaciones contenidos en el título valor o, en su caso en hoja adherida a él,
de conformidad con lo previsto por el numeral 4.1 del artículo 4, de la
Ley Nº 27287, Ley de Títulos Valores, es decir, en aplicación del princi-
pio jurídico de literalidad, el título valor debe contener la expresión tex-
tual del derecho subjetivo que aparece incorporado en él.

NOVENO: Que, además, se debe tener presente que nuestra legisla-


ción cambiaria posibilita la creación y emisión de títulos valores incom-
pletos, siendo el caso, que para ejercitar cualquier derecho o acción que
derivada de un título valor emitido o aceptado, en forma incompleta,
este deberá haberse completado conforme a los acuerdos adoptados
de conformidad con lo dispuesto por el numeral 10.1 del artículo 10 de
la Ley Nº 27287, Ley de Títulos Valores; en este contexto, el supuesto
de contradicción según lo prescrito por el literal e) del artículo 19 de
la acotada norma legal, que el título valor incompleto al emitirse haya
sido completado en forma contraria a los acuerdos adoptados, para tal

174
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

efecto, se deberá acompañar necesariamente el respectivo documento


donde consten tales acuerdos transgredidos por el demandante.

DÉCIMO: En este orden de ideas, corresponde a la ejecutada,


adjuntar los medios probatorios idóneos a fin de acreditar y sustentar
su contradicción de conformidad con la norma acotada y lo dispuesto
en el artículo 196 del Código Procesal Civil; sin embargo, la recurrente
no ha acreditado de modo, ni forma alguna la transgresión al comple-
tarse el pagaré sublitis. Asimismo, conforme fluye de lo expresado en
el escrito de contradicción no ha negado haber firmado dicho título;
sin perjuicio de lo expuesto es de sindicar que el documento adjuntado
en el escrito de la absolución de la contradicción obrante a fojas veinti-
cinco denominado Liquidación de Saldo Deudor Créditos Comerciales,
que sirve de sustento de su contradicción no hace sino acreditar la pre-
tensión demandada toda vez que conforme se desprende del tenor de
dicho documento a la obligación pendiente de pago y que es aceptada
por la ejecutada, se le ha agregado los montos por intereses Compen-
satorios, Moratorios, el monto de las cuotas pendientes de pago, que
en forma global arroja la suma de S/. 79,275.61 (setentinueve mil dos-
cientos setenticinco y 61/100 Nuevos Soles) que coincide perfectamente
con el monto consignado en el Pagaré materia de ejecución, debiendo
tenerse en cuenta que dentro de las cláusulas del contrato de refinan-
ciamiento de deuda de productos masivos de donde emerge el citado
pagaré obrante a fojas sesenta a sesenticuatro, las partes acordaron que
en caso de incumplimiento este sería completado además del importe
del saldo de la operación con los intereses, comisiones, reajustes, gas-
tos y demás cargos, en tal sentido la contradicción formulada merece ser
desestimada.

DÉCIMO PRIMERO: A ello, debe agregarse que la ejecutada no ha


adjuntado medio probatorio idóneo con el que acredite haber cumplido
con la obligación puesta a cobro tal como lo prescribe el artículo 1229
del Código Civil; más todavía si los vouchers que en copia se acompaña
(de fojas treinta y seis a cuarenta y tres) datan de fecha anterior al venci-
miento de la obligación puesta a cobro.

DÉCIMO SEGUNDO: Que, siendo ello así, estando a que como


se aprecia del pagaré de fojas veintiuno reúnen todos los requisitos
señalados en el artículo 158 de la Ley de Títulos Valores, y no habién-
dose desvirtuado su mérito ejecutivo, consecuentemente, subsisten los

175
Percy Howell Sevilla Agurto

fundamentos que sirvieron de base para expedir el mandato ejecutivo,


por lo que, la demanda merece amparo.

DÉCIMO TERCERO: Que, en cuanto al pago de los intereses,


es menester precisar que conforme al artículo 159, literal b) de la Ley
Nº 27287, Ley de Títulos Valores, el pagaré generará los intereses com-
pensatorios pactados hasta su vencimiento; así como los intereses
compensatorios y moratorios para el periodo de mora, por lo que la
demanda de su propósito merece amparo en dicho extremo; por estas
consideraciones y estando a las normas antes acotadas.

SE RESUELVE:
Declarando INFUNDADA LA EXCEPCIÓN e INFUNDADA LA
CONTRADICCIÓN formulada por el ejecutado FERNANDO ELIS-
BAN MANAYAY VÁSQUEZ mediante escrito de fojas cuarentinueve a
cincuentidós y, se ordena LLEVAR ADELANTE LA EJECUCIÓN FOR-
ZADA debiendo el accionante señalar el modo y forma de la misma,
más intereses, compensatorios y moratorios pactados, costas y costos
del proceso. Notificándose.

176
EXCEPCIÓN DE AMBIGÜEDAD U OSCURIDAD
EN EL MODO DE PROPONER LA DEMANDA
EN EL PROCESO ÚNICO DE EJECUCIÓN

4° JUZGADO CIVIL-COMERCIAL
EXPEDIENTE Nº : 10782-2009-0-1817-JR-CO-04
MATERIA : EJECUCIÓN DE GARANTÍAS
ESPECIALISTA : CAJUSOL GUTIÉRREZ, CARLOS
RESOLUCIÓN Nº 35

Miraflores, cinco de setiembre de dos mil trece

AUTOS Y VISTOS: Puesto a despacho de oficio en la fecha;

Y; ATENDIENDO:

PRIMERO: Que, estando a los Principios de Vinculación y de For-


malidad, las normas procesales son de obligatorio cumplimiento, salvo
regulación permisiva en contrario.

SEGUNDO: Que, asimismo, toda persona tiene derecho a la tutela


jurisdiccional efectiva para el ejercicio o defensa de sus derechos o inte-
reses, con sujeción a un debido proceso.

TERCERO: Que, los presentes actuados versan sobre uno de Ejecu-


ción de Garantías tramitado en la vía procedimental correspondiente al
Proceso Único de Ejecución, promovido por Banco Financiero del Perú
contra BCHK S.A.C., a efectos que cumplan con pagarle la suma de
US$ 113,651.41 Dólares Americanos, bajo apercibimiento de darse inicio
a la ejecución forzada y procederse al remate del inmueble hipotecado a
su favor.

CUARTO: Que, dentro de dicho contexto, el segundo párrafo del


artículo 690-D del Código Procesal Civil, señala que en el mismo escrito
se presentarán los medios probatorios pertinentes, de lo contrario el
pedido será declarado inadmisible. Solo son admisibles la declaración

177
Percy Howell Sevilla Agurto

de parte, los documentos y la pericia. Que, en función a ello y estando


al estado del proceso y conforme se verifica de autos, si bien mediante
resolución número treinta y cuatro, de fecha dieciséis de abril último, se
dispuso poner los autos en despacho a efectos de emitir el auto final y
resolver las contradicciones formuladas en autos; también lo es que pre-
vio a dicho trámite y con el fin de no incurrir en nulidades posteriores,
esta Judicatura debe cautelar el trámite previsto para esta clase de pro-
cesos y que se encuentra consagrado o establecido en Nuestro Ordena-
miento Adjetivo.

QUINTO: Que, al respecto es necesario indicar que si hay contradic-


ción y/o excepciones procesales o defensas previas, se concede traslado
al ejecutante, quien deberá absolverla dentro de tres días proponiendo
los medios probatorios pertinentes. Con la absolución o sin ella, el juez
resolverá mediante un auto, observando las reglas para el saneamiento
procesal y pronunciándose sobre la contradicción propuesta.

SEXTO: Que, dentro de dicho contexto y teniéndose en cuenta lo


descrito en el considerando anterior y siguiendo las reglas para el sanea-
miento procesal, se debe indicar que en autos los Terceros con Interés:
a) Doña Hanny Ysela Salazar Salas, mediante escrito de fecha doce de
noviembre del año dos mil nueve ha deducido la excepción de ambi-
güedad en el modo de proponer la demanda; y, b) Don Carlos Antonio
Vidal Torres, mediante escrito de fecha diecisiete de febrero del año dos
mil doce, ha deducido la excepción de falta de legitimidad para obrar;
por lo que en esta etapa procesal corresponde pronunciarse respecto a
dichas excepciones.

SÉTIMO: Que, la excepción es un instituto procesal, que constituye


un medio de defensa por el cual el demandado puede oponerse a la
pretensión del actor; con ella cuestiona el aspecto formal o de fondo del
proceso, persiguiendo anular la acción incoada.

OCTAVO: Que, en función a ello y pronunciándose en torno a la


excepción de ambigüedad en el modo de proponer la demanda, dedu-
cida por el tercero con interés doña Hanny Ysela Salazar Salas, dicha
parte señala que la ejecutante en el tercer otrosí de su demanda pide
notificar a los poseedores del inmueble a rematar y que cuenta con
doce departamentos, cuya numeración detalla, cuando la misma cono-
cía perfectamente que son propietarios y eso constituye ambigüedad

178
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

en el modo de proponer la demanda, puesto que los derechos que les


confiere la propiedad son distintos de los que confiere la posesión y
al calificársele solo como poseedores ha pretendido ocultar su conoci-
miento del financiamiento que ha realizado a su favor, por el saldo de
precio de venta de dichos departamentos, así como de los créditos aun
no desembolsados por dicho concepto y que abonan a la cancelación de
la obligación puesta a cobro, agrega que la ejecutante es consciente que
si no calificaba como propietarios a los litisconsortes, esta Judicatura no
habría emitido mandato ejecutivo, ya que la escritura que constituye su
título de ejecución trasunta su derecho a cobrar los precios de venta de
los departamentos que integran el predio cuyo remate solicita y que no
ha renunciado a dicho derecho. Asimismo, se precisa, que esta parte ha
ofrecido como medios probatorios de la excepción que deduce, las ins-
trumentales referidas a la Escritura Pública de fecha veinticinco de abril
del dos mil ocho y los recibos de pago, los cuales se tienen presente al
momento de resolver la presente (sic) excepción por ser instrumentales.

NOVENO: Que, al respecto es necesario indicar que esta excepción


solo es procedente cuando por su forma la demanda no se ajusta a los
requisitos y a las solemnidades que la ley señala o cuando no existe
conexión lógica entre los hechos expuestos y la o las pretensiones proce-
sales propuestas.

DÉCIMO: Que, sin embargo, del tenor de la demanda de fecha doce


de octubre del año dos mil nueve, se establece que el Banco Financiero
del Perú interpone demanda de Ejecución de Garantía Hipotecaria, en
la vía correspondiente al Proceso Único de Ejecución, acción que dirige
contra BCHK S.A.C., a efectos que cumpla con pagarle la suma de
US$ 113,651.41 Dólares Americanos, bajo apercibimiento de procederse
al remate del inmueble hipotecado a su favor, hasta por la suma de
US$ 430,000.00 Dólares Americanos y que se ubica en el Jirón San Mar-
tín Nº 441-443-Fundo Orbea – Distrito de Magdalena del Mar, anexando
para tal fin la Escritura Pública de Constitución de Hipoteca de fecha
trece de junio del dos mil siete, celebrado entre ambas partes, es decir;
se concluye con total objetividad que la pretensión de la parte deman-
dante o accionante resulta ser clara y precisa, cumpliéndose de este
modo con el requisito que exige el inciso 5) del artículo 424 del Código
Procesal Civil, precisándose que si se dispuso notificar a los poseedo-
res del inmueble a rematar, fue con el único fin de cautelar lo regulado

179
Percy Howell Sevilla Agurto

en el último párrafo del artículo 720 concordante con el artículo 690 del
mismo cuerpo legal; argumentos que sirven para desestimar la presente
excepción propuesta.

UNDÉCIMO: Que, en lo relacionado a la excepción de falta de


legitimidad para obrar, deducida por el tercero con interés don Carlos
Antonio Vidal Torres, dicha parte señala que el banco no tiene legí-
timo interés activo para interponer la presente demanda contra él, toda
vez, que no existe coincidencia entre el derecho de fondo que se genera
por el amparo que deviene del derecho hipotecario y el derecho adje-
tivo procesal del demandante, puesto que existe resolución arbitral,
que declaro el levantamiento parcial de la hipoteca del banco sobre su
inmueble, en virtud del cobro de la suma del remate, por lo que ya no
le asiste derecho alguno ejecutable en su contra que se puede funda-
mentar en dicha hipoteca, lo cual era de pleno conocimiento del banco
y con los demás argumentos que expone. Asimismo, se precisa, que esta
parte ha ofrecido como medios probatorios de la excepción que deduce,
las instrumentales referidas a las copias certificadas del acta de remate
público, copias certificadas de las resoluciones números veintiséis, vein-
tisiete y treinta y tres del principal y seis del cautelar, copia certificada
de escrito y copia certificada del cargo de recepción del cheque, los cua-
les se tienen presente al momento de resolver la presente excepción por
ser instrumentales.

DÉCIMO SEGUNDO: Que, al respecto es necesario indicar que con


esta excepción lo que se procura es que existe identificación entre la per-
sona del acto con la persona a cuyo favor esta la ley sustantiva (legiti-
mación activa) y entre la persona del demandado con la persona contra
quien se dirige la voluntad de la ye sustantiva (legitimación pasiva). Es
que la relación jurídica material debe trasladarse a la relación jurídica
procesal.

DÉCIMO TERCERO: Que, conforme se ha precisado anterior-


mente, Banco Financiero del Perú interpone demanda de Ejecución de
Garantía Hipotecaria, en la vía correspondiente al Proceso Único de Eje-
cución contra BCHK S.A.C., a efectos que cumpla con pagarle la suma
de US$ 113,651.41 Dólares Americanos, bajo apercibimiento de proce-
derse al remate del inmueble hipotecado a su favor, esto es, el ubicado
en Jirón San Martin Nº 441-443-Fundo Orbea - Distrito de Magdalena
del Mar, inscrito en la Partida Electrónica Nº 49085855 de los Registros

180
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

de Propiedad Inmueble de Lima, anexando para tal fin la Escritura


Pública de Constitución de Hipoteca de fecha trece de junio de dos mil
siete, habiendo intervenido en su celebración el banco demandante y
la persona jurídica demandada. Asimismo, esta parte ha anexado a la
demanda, el Certificado de Gravámenes y Cargas, correspondiente al
predio antes descrito, coligiéndose del mismo, que la hipoteca materia
de ejecución ha sido inscrita en el Asiento D00004 del Rubro: Graváme-
nes y Cargas, de la Partida Electrónica Nº 49085855 y que al ser el predio
independizado, esto es, en doce departamentos y cuatro estacionamien-
tos, la hipoteca antes aludida se trasladó a cada una de dichas secciones,
tal como se puede colegir palmariamente de las copias certificadas de
las Partidas Electrónicas anexadas por la parte demandante y que obran
adheridas al proceso.

DÉCIMO CUARTO: Que, siendo ello así, queda claro entonces que
en el presente caso, la entidad accionante tiene plena legitimidad para
promover la presente acción, toda vez, que BCHK S.A.C. ha consti-
tuido a su favor Hipoteca respecto al inmueble sito en Jirón San Mar-
tín Nº 441-443 - Urbanización del Fundo Orbea - Magdalena del Mar,
hasta por la suma de US$ 430,000.00 Dólares Americanos, la cual ha sido
trasladada posteriormente a los departamentos y estacionamiento inde-
pendizados en dicho inmueble, asimismo, dicha hipoteca se encuentra
vigente; es decir, no se ha levantado, argumentos que sirven para deses-
timar también dicha excepción.

DÉCIMO QUINTO: Que, de otro lado y en lo relacionado a los


medios probatorios se debe indicar que los mismos tienen por finali-
dad acreditar los hechos expuestos por las partes, producir certeza en el
Juez respecto de los puntos controvertidos y fundamentar sus decisio-
nes. Asimismo, los medios probatorios deben referirse a los hechos y a
la costumbre cuando esta sustenta la pretensión. Los que no tengan esa
finalidad, serán declarados improcedentes por el juez.

DÉCIMO SEXTO: Que, en función a ello y pronunciándose en


torno a los medios probatorios ofrecidos por las partes, se resuelve lo
siguiente: DEMANDA: Al Punto Uno: El mérito de la Escritura Pública
de Constitución de Hipoteca, de fecha trece de junio del año dos mil
siete; Al Punto Dos: El mérito del Certificado de Gravámenes y Cargas;
Al Punto Tres: El mérito del Pagaré; Al Punto Cuatro: El mérito de la
carta notarial de fecha veintiocho de octubre de dos mil ocho; Al Punto

181
Percy Howell Sevilla Agurto

Cinco: El mérito de la carta notarial de fecha veintiocho de octubre de


dos mil ocho; Al Punto Seis: El mérito del Estado de cuenta de Saldo
Deudor; y; Al Punto Siete: El mérito de la tasación de inmueble. CON-
TRADICCIONES: Terceros con Interés: a) Don AUGUSTO OLÓR-
TEGUI RODRÍGUEZ y doña JUDY ALIBECH BAZÁN RABANAL:
Al Punto Uno: El mérito de la copia de la Minuta de compraventa; Al
Punto Dos: El Mérito del Testimonio de Escritura Pública de Compra
venta de fecha treinta de octubre de dos mil siete, que obra en original
en autos; Al Punto Tres: El mérito de los estados de cuenta, emitidos
por el Banco de Crédito del Perú; y, Al Punto Cuatro: Copia del reporte
de crédito; b) Doña HANNY YSELA SALAZAR SALAS: Al Punto
uno: El mérito del Testimonio de Escritura Pública de Compraventa de
fecha veinticinco de abril de dos mil ocho; Al Punto Dos: El mérito de
los recibos de pago de cuotas; Al Punto Tres: El mérito de la copia sim-
ple de la resolución de vista, de fecha nueve de setiembre de dos mil
cinco; Al Punto Cuatro: El mérito de la declaración de parte del repre-
sentante legal del banco demandante, conforme al pliego interrogatorio
que obra en autos; Al Punto Cinco: Estando a que si bien el tercero con
interés ha ofrecido como medio probatorio el informe detallado que
deberá hacer el ejecutante sobre todos los créditos que ha otorgado para
financiar la venta de cada uno de los departamentos y estacionamientos;
también lo es que el artículo 690-D del Código Procesal Civil, señala de
manera literal que en esta clase de procesos solo son admisibles la decla-
ración de parte, los documentos y la pericia; es decir, no se encuentra
contemplado el informe solicitado, fundamentos por los cuales corres-
ponde desestimar dichos medios probatorios; c) Doña MARÍA SOFÍA
RODRÍGUEZ SOLANO: Al Punto uno: El mérito del Testimonio de
Escritura Pública de Compraventa de fecha quince de noviembre de dos
mil siete; Al Punto Dos: El mérito de las copias de declaración jurada
de autoavalúo; Al Punto Tres: El mérito de la copia simple de factura;
d) Don CARLOS ANTONIO VIDAL TORRES: Al Punto Uno: El
mérito de la copia certificada del acta de remate público; Al Punto Dos:
El mérito de la copia certificada de las resoluciones números veintiséis,
veintisiete y treinta y tres del principal y resolución seis del cuaderno
cautelar; Al Punto Tres: El mérito de la copia certificada del escrito del
banco demandante; y Al Punto Cuatro: El mérito de la copia legali-
zada del cargo de recepción de cheque; e) Don FERNANDO MARTÍN
SOTOMAYOR PAJUELO: Al Punto Uno: Estando a que la copia del
DNI constituye un anexo de la demanda: se dispone: Rechazar la misma

182
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

por impertinente; Al Punto Dos: El mérito de la copia legalizada de la


Minuta de Compraventa de fecha quince de diciembre de dos mil siete;
Al Punto Tres: El mérito de la copia legalizada de la ADDENDA; Al
Punto Cuatro: El mérito de la copia legalizada de los recibos de pago;
Al Punto Cinco: El mérito de la copia legalizada de la carta de fecha
cuatro de setiembre de dos mil ocho; y, Al Punto Seis: Estando a que si
bien el tercero con interés ha ofrecido como medio probatorio la exhi-
bición que deberá hacer el ejecutante del contrato de crédito hipoteca-
rio con sus anexos; también lo es, que el artículo 690-D del Código Pro-
cesal Civil, señala de manera literal que en esta clase de procesos solo
son admisibles la declaración de parte, los documentos y la pericia; es
decir, no se encuentra contemplado la exhibición solicitada, fundamen-
tos por los cuales, corresponde desestimar dichos medios probatorios;
f) Don DENY MICHEL FALEN REGALADO: Al Punto Uno: El mérito
de la copia del tríptico; Al Punto Dos: El mérito de la copia legalizada
de minuta de compraventa, de fecha veinticinco de enero del dos mil
ocho; Al Punto Tres: El mérito de la copia simple de recibo de pago; Al
Punto Cuatro: El mérito de la copia del comprobante de pago; Al Punto
Cinco: El mérito de la copia simple del ticket; Al Punto Seis: El mérito de
la copia simple del recibo; Al Punto Siete: No constituyendo un medio
probatorio en autos: se rechaza el mismo por impertinente; Al Punto
Ocho: El mérito de la copia simple de carta. ABSOLUCIÓN DE CON-
TRADICCIONES: No hay medios probatorios que admitirse al haber
presentado sus escritos fuera del plazo de ley;

DÉCIMO SÉTIMO: Que, habiéndose admitido como medio proba-


torio la declaración de parte del demandante y teniéndose que actuar
dicha prueba en audiencia, resulta procedente al amparo de lo contem-
plado en el artículo 690-E del Código Procesal Civil, fijar fecha para la
audiencia respectiva, dejándose sin efecto por ahora lo decretado en la
resolución número treinta y cuatro, de fecha dieciséis de abril último,
esto es, poner los autos en despacho a efectos de emitir el auto final. Por
estas razones y conforme al estado del proceso:

SE RESUELVE:
1. DEJAR SIN EFECTO lo decretado por resolución número treinta y
cuatro, de fecha dieciséis de abril último, esto es, poner los autos en
despacho para emitir el auto final.

183
Percy Howell Sevilla Agurto

2. DECLARAR INFUNDADA la EXCEPCIÓN DE AMBIGÜEDAD


EN EL MODO DE PROPONER LA DEMANDA, deducida por
el Tercero con Interés Doña HANNY YSELA SALAZAR SALAS
mediante escrito de fecha doce de noviembre del año dos mil nueve
y la EXCEPCIÓN DE FALTA DE LEGITIMIDAD PARA OBRAR,
deducida por el Tercero con Interés don CARLOS ANTONIO
VIDAL TORRES mediante escrito de fecha diecisiete de febrero
del año dos mil doce y SANEADO EL PROCESO Y LA EXISTEN-
CIA DE UNA RELACIÓN JURÍDICA PROCESAL VÁLIDA EN
AUTOS;

3. FÍJESE COMO PUNTOS CONTROVERTIDOS EN AUTOS LOS


SIGUIENTES: 2.1.) Determinar si resulta procedente que la ejecu-
tada BCHK S.A.C. debe cumplir con abonar a la parte ejecutante
BANCO FINANCIERO DEL PERÚ, el saldo capital ascendente
a la suma de US$ 98,524.00 Dólares Americanos o su equivalente
en moneda nacional al tipo de cambio del día de pago; más intere-
ses compensatorios y moratorios, costas y costos del proceso, bajo
apercibimiento de procederse al remate del inmueble otorgado en
garantía hipotecaria, mediante Escritura Pública de Constitución de
Hipoteca de fecha trece de junio del año dos mil siete; 2.2) Determi-
nar si el departamento Número 401 - del Edificio Residencial “Inde-
pendencia” no debe ser afectado en el presente proceso por haberse
cancelado en su totalidad su valor a la ejecutada; 2.3.) Determinar
si la obligación demandada resulta ser inexigible e ilíquida en lo
concerniente al tercero con interés don Hanny Ysela Salazar Salas;
2.4.) Determinar si resulta procedente en este proceso reconocer
el derecho de propiedad del tercero con interés doña María Sofía
Rodríguez Solano en oposición a los litigantes con relación al Depar-
tamento 201 y Estacionamiento 02 del Edificio Residencial Indepen-
dencia, sito en el Jirón San Martín Número 442-443 - Magdalena del
Mar; 2.5) Determinar si la obligación reclamada es inexigible y asi-
mismo se ha extinguido con relación al tercero con interés don Car-
los Antonio Vidal Torres, por mandato arbitral; 2.6) Determinar si
la obligación materia de ejecución resulta ser inexigible respecto al
tercero con interés don Fernando Martín Sotomayor Pajuelo.

4. RECHÁCESE los medios probatorios ofrecidos por el Tercero con


Interés doña HANNY YSELA SALAZAR SALAS en el punto cinco

184
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

de sus medios probatorios, esto es, el informe solicitado y el ofre-


cido por el tercero con interés Don FERNANDO MARTÍN SOTO-
MAYOR PAJUELO en el punto seis de sus medios probatorios, esto
es la exhibición, en base a los argumentos descritos en el décimo
sexto considerando de la presente resolución;

4. ADMÍTASE todos los medios probatorios descritos en el décimo


sexto considerando de la presente resolución; y,

5. SEÑÁLESE fecha para la AUDIENCIA en autos, para el día DIEZ


DE OCTUBRE DEL AÑO DOS MIL TRECE, a horas DIEZ Y
TREINTA DE LA MAÑANA, hora exacta, la misma que se reali-
zara con las reglas establecidas para la audiencia única; en el local
del Juzgado y bajo apercibimiento en caso de inconcurrencia de
ambas partes de darse por concluido los presentes actuados. Reasu-
miendo sus funciones la Señora Juez Titular que suscribe por dispo-
sición Superior. Notificándose.

185
EXCEPCIÓN DE COSA JUZGADA EN EL
PROCESO ÚNICO DE EJECUCIÓN

TERCER JUZGADO DE DERECHO COMERCIAL DE LIMA


EXPEDIENTE Nº : 7608-2012
DEMANDANTE : BANCO NUEVO MUNDO EN LIQUIDACIÓN
DEMANDADO : OCTAVIO GÓMEZ DÍAZ Y OTROS
MATERIA : EJECUCIÓN DE GARANTÍA
AUTO FINAL
RESOLUCIÓN Nº 20

Miraflores, veinticinco de abril de dos mil catorce

AUTOS Y VISTOS; y, ATENDIENDO a que:

PRIMERO: La pretensión demandada se circunscribe al pago de la


suma de tres mil setecientos ochenta y cuatro y 26/100 dólares america-
nos, más intereses legales, bajo apercibimiento de ejecutarse la garantía
constituida por testimonio de escritura pública de 22 de noviembre de
1996, que obra a folios catorce, ampliada por escritura de folios veinti-
cuatro y siguientes.

SEGUNDO: No obstante su formalidad y la naturaleza del proceso


único de ejecución, la normativa permite al emplazado, en observancia
del irrestricto derecho de defensa, contradecir el mandato ejecutivo, bajo
determinadas causales previstas por el artículo 690-D del Código Proce-
sal Civil, incorporado por el Decreto Legislativo Nº 1069, y tratándose
de otro título de ejecución por la normativa respectiva.

TERCERO: Por escrito de folios doscientos treinta y dos a dos-


cientos treinta y nueve, los demandados Jorge Adolfo Lazo Portugal y
Rocío del Pilar Rubina Arenas formulan contradicción al mandato eje-
cutivo bajo la causal de nulidad, y deduce las excepciones de litispen-
dencia, cosa juzgada y falta de legitimidad para obrar del demandante,

187
Percy Howell Sevilla Agurto

alegando, esencialmente, lo siguiente: a) respecto de la excepción de


litispendencia: i) que la demandante apareja a su demanda, con la fina-
lidad de acreditar la existencia de la obligación garantizada, copias cer-
tificadas del proceso de obligación de dar suma de dinero seguido con-
tra Octavio Napoleón Gómez Díaz y Rosa Portugal Flores de Gómez,
seguido ante el Cuarto Juzgado de Paz Letrado de Barranco y Miraflores
–Expediente N° 500-2003–, proceso que concluyó con sentencia favora-
ble a la demandante que ordenó el pago de la suma de tres mil setecien-
tos ochenta y cuatro y 26/100 dólares americanos; ii) que la mencionada
sentencia quedó consentida, razón por la cual debe ser ejecutada por la
parte demandante en el correspondiente proceso de ejecución, pues es
improcedente que, habiéndose tramitado el antes aludido proceso, se
pretenda ahora el pago de la misma obligación en el de autos; b) res-
pecto de la excepción de cosa juzgada: i) que la demandante apareja a
su demanda, con la finalidad de acreditar la existencia de la obligación
garantizada, copias certificadas del proceso de obligación de dar suma
de dinero seguido contra Octavio Napoleón Gómez Díaz y Rosa Portu-
gal Flores de Gómez, seguido ante el Cuarto Juzgado de Paz Letrado de
Barranco y Miraflores –Expediente N° 500-2003–, proceso que concluyó
con sentencia favorable a la demandante que ordenó el pago de la suma
de tres mil setecientos ochenta y cuatro y 26/100 dólares americanos,
sentencia que quedó consentida; ii) que habiéndose tramitado antes
el aludido proceso, se pretenda ahora el pago de la misma obligación
en el de autos; c) respecto de la excepción de falta de legitimidad para
obrar del demandante: i) que la demandante ha ofrecido como medio
de prueba para acreditar su calidad de acreedor hipotecario, la escritura
pública de 5 de octubre de 2009, por la que Inmobiliaria Turquesa S.A.
en liquidación (antes Corporación Gremco S.A.) cedió su posición con-
tractual a la demandante en el contrato materia de la escritura pública
del 22 de noviembre de 1996, así como la hipoteca de la misma; ii) que,
tal como se puede apreciar de los actuados judiciales ofrecidos como
medios de prueba por la demandante, la deuda materia del proceso
de autos fue objeto de cobro el año 1994, esto es, cinco años antes de la
mencionada cesión, lo que demuestra que careció de objeto al no ser el
cedente titular de las acreencias que se pretendió ceder, vía cesión de
posición contractual; iii) que, al carecer dicha cesión de objeto, la hipo-
teca que se cedió conjuntamente con la posición contractual no puede
reputarse cedida con respecto a las acreencias que fueron materia de
cesión con anterioridad a su cesión, por lo que la demandante carece

188
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

de legitimidad para solicitar el pago de la deuda puesta a cobro; d) res-


pecto de la contradicción: i) que la escritura pública de 22 de noviembre
de 1996 no cumple con la formalidad establecida en el inciso 3 del artí-
culo 1099 del Código Civil, sobre los requisitos de validez de la hipo-
teca, respecto a que el gravamen sea de cantidad determinada o deter-
minable y se inscriba en el Registro de Propiedad Inmueble; ii) que en
las escrituras públicas se ha omitido fijar el monto del gravamen, razón
por la que la hipoteca resulta nula y no surte efecto legal; iii) que como
consecuencia de la mencionada omisión se ha anotado equivocada-
mente como tipo del gravamen la suma de noventa y siete mil nove-
cientos cuarenta y 00/100 dólares americanos, error de registrado que
no convalida y acarrea la nulidad de la hipoteca; y, iv) que la obligación
demandada está representada en títulos valores con vencimientos desde
el 28 de febrero de 1995 hasta el 28 de noviembre de 2004, que no han
sido presentados.

CUARTO: Por escrito de folios trescientos sesenta y siete a trescien-


tos setenta y seis, la demandante absuelve la contradicción manifestando,
básicamente, lo siguiente: a) respecto de la excepción de litispenden-
cia: i) que no es cierto que el título de ejecución, en este proceso, sean
las copias certificadas del proceso de obligación de dar suma de dinero
–Expediente N° 500-2003– sino en la escritura pública de 22 de noviem-
bre de 1996, la que fuera cedida al Banco recurrente mediante escritura
pública de 5 de octubre de 2009, y en este proceso se está ejerciendo la
acción real al amparo del artículo 1117 del Código Civil; ii) que esta
excepción se deduce cuando existe un proceso en trámite y no como ale-
gan los demandados, sobre un proceso que se encuentra concluido; y,
iii) que para ser atendible esta excepción debe cumplirse con la triple
identidad de sujetos, objeto y causa, que no se presenta, ya que en el
Expediente N° 500-2003 no se encontraban demandados Jorge Adolfo
Lazo Portugal y Rocío del Pilar Rubina Arenas, y el objeto era el pago
de letras mediante acción cambiaria al amparo de la Ley N° 16587,
y en el presente caso el objeto es el saldo de la hipoteca legal del pre-
cio por la compra de los inmuebles, que son objeto y causas distintas;
b) respecto de la excepción de cosa juzgada: que los demandados pro-
ponen esta excepción bajo los mismos argumentos de la excepción de
litispendencia, en la que también se exige la triple identidad, conforme
al artículo 452 del Código Procesal Civil, pero, como se ha indicado, los
sujetos, las causas y las vías procedimentales no son los mismos;

189
Percy Howell Sevilla Agurto

c) respecto de la falta de legitimidad para obrar del demandante: i) que


los demandados adquirieron un inmueble hipotecado y, como tales,
asumen la obligación de sus transferentes, lo cual conforme a lo pac-
tado en la cláusula sétima de la escritura púbica de 22 de noviembre de
1996, podía ser cedida la posición contractual por Corporación Gremco
a favor de cualquier entidad bancaria, como ocurrió con la cesión reali-
zada a favor de la recurrente, mediante escritura pública de 5 de octu-
bre de 2009, convirtiéndose en acreedor de la relación sustancial materia
del proceso de autos; ii) que, como la deuda fue puesta a cobro el año
1994, esto es, cinco años antes de la cesión, se dice que esta careció de
objeto porque Corporación Gremco no era titular de la acreencia que
se pretendió ceder; iii) que el proceso signado con el número 500-2033
para el cobro de las tres letras por la acción cambiaria fue presentada
por el Banco porque le fueron endosadas, en el que no han intervenido
los efectos del acto jurídico que le dieron origen; iv) que en el caso de
la cesión de posición contractual, realizada por escritura pública de 5
de octubre de 2009, Corporación Gremco cedió su posición contractual
a favor del Banco Nuevo Mundo en liquidación, en el contrato suscrito
por escritura pública de 22 de noviembre de 1996 con los codemandados
Octavio Napoleón Gómez Díaz y Rosa Elvira Portugal Flores de Gómez
siguiendo los requisitos establecidos en el artículo 1435 del Código
Civil, acto que comprendió todos los derechos y obligaciones que el
cedente pactó con el cedido, en este caso estamos frente a un contrato de
compraventa de inmuebles, cuyo cumplimiento estaba garantizado con
una hipoteca, teniendo ahora el derecho a ejercitar la acción que como
comprador-cesionario-acreedor tiene contra los cedidos y actuales pro-
pietarios del inmueble, conforme lo establece el artículo 1117 del Código
Civil; d) respecto de la contradicción: i) que la nulidad de hipoteca se
alega en vía de acción y no de contradicción al ser su constitución un
acto jurídico; ii) que los contratos y sus cláusulas se deben interpretar de
manera objetiva, de acuerdo a lo que se haya expresado en el contrato
y según el principio de la buena fe, y en forma sistemática, interpretán-
dose unas por medio de las otras en el sentido que resulte del conjunto
de ellas, conforme lo disponen los artículos 168 y 169 del Código Civil.

QUINTO: La excepción es un instituto procesal por medio del cual


la parte emplazada ejerce su derecho de defensa denunciando la exis-
tencia de una relación jurídica procesal inválida por omisión o defecto
de algún presupuesto procesal –competencia, capacidad o requisitos de

190
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

la demanda–, o el impedimento de pronunciarse sobre el fondo de la


controversia por omisión o defecto de una condición de la acción –legiti-
midad e interés para obrar–.

SEXTO: Por la excepción de litispendencia se denuncia la existen-


cia de dos procesos idénticos en trámite que se vienen tramitando entre
las mismas partes, con iguales pretensiones procesales y promovidos en
virtud del mismo interés, a tenor de lo dispuesto por los artículos 452 y
453 del Código Procesal Civil.

SÉTIMO: De acuerdo con lo alegado por la defensa y de las copias


de los actuados judiciales que obran a folios ciento cuatro y siguientes,
se tiene que dicho proceso no es uno similar al de autos, toda vez que
aquel es un procedimiento no contencioso de reconocimiento de obliga-
ción, en tanto que este último uno ejecutivo de ejecución de garantías–;
a lo que se debe agregar que en uno y otro no intervienen exactamente
las mismas partes que conforman el proceso de autos, y el interés no
es el mismo– reconocimiento de documentos en el primero y ejecución
de garantía en el segundo; tanto más si –como lo alega la demandada–,
el primero de los mencionados procesos cuenta con sentencia firme, es
decir, ambos procesos no se encuentran, por lo que esta excepción debe
desestimarse.

OCTAVO: La excepción de cosa juzgada se presenta cuando se ha


entablado, con anterioridad al de autos, un proceso idéntico –esto es,
tramitado entre las mismas partes, con iguales pretensiones procesales
y promovidos en virtud del mismo interés, a tenor de lo dispuesto por
los artículos 452 y 453 del Código Procesal Civil– el que ya fue resuelto
y cuenta con sentencia o laudo firme.

NOVENO: Según la copia certificada de la sentencia expedida con


fecha 10 de junio de 2003, que obra a folios ciento veintisiete a ciento
veintiocho, se tiene que el alegado proceso idéntico y anterior al de
autos, es uno de obligación de dar suma de dinero interpuesto por
Banco Nuevo Mundo en Liquidación contra Octavio Napoleón Gómez
Díaz y Rosa Portugal Flores de Gómez, de lo que se concluye que dicho
proceso no es uno similar al de autos, toda vez que en uno y otro no
intervienen exactamente las mismas partes, y aun cuando en el primero
exista sentencia firme, el interés no es el mismo, por lo que esta excep-
ción debe desestimarse igualmente.

191
Percy Howell Sevilla Agurto

DÉCIMO: Por la excepción de falta de legitimidad para obrar del


demandante se cuestiona la identidad de la persona del actor con la
persona a cuyo favor está la ley sustantiva; esto es, se objeta la relación
jurídica material trasladada a la relación jurídica procesal, en lo que res-
pecta al emplazante.

UNDÉCIMO: La pretensión demandada deriva de la escritura


pública de compraventa de 22 de noviembre de 1996, por la que Corpo-
ración Gremco S.A. transfiere la propiedad de los inmuebles materia de
autos a favor de Octavio Napoleón Gómez Díaz y Rosa Portugal Flores
de Gómez, quienes, en garantía del cumplimiento del saldo pendiente,
hipotecaron los bienes en favor de aquella, hasta la completa y total can-
celación del precio pactado.

DUODÉCIMO: La demandante ha presentado, adicionalmente, la


escritura pública de 5 de octubre de 2009, celebrada con Inmobiliaria
Turquesa S.A., por la cual esta última declara que Gremco S.A. cambió
de denominación social por la de Inmobiliaria Turquesa S.A. en liquida-
ción –tal como consta en el asiento D00006 de folios cincuenta y cinco–
y, a la vez, cedió su posición contractual en favor de Banco Nuevo
Mundo en Liquidación, en aplicación de lo estipulado en la cláusula
sétima de la escritura pública de 22 de noviembre de 1996.

DÉCIMO TERCERO: En la referida cláusula sétima de esta última


escritura pública establece lo siguiente: “La vendedora podrá ceder el
rango de la hipoteca legal constituida en la presente minuta a favor de
entidad bancaria o financiera. Asimismo, los compradores dan su con-
formidad para que la vendedora pueda ceder a institución bancaria o
financiera la posición que tiene en el presente contrato, con la obligación
a comunicársele por escrito la fecha en que se produzca dicha cesión
(…)”.

DÉCIMO CUARTO: Conforme se aprecia de la carta notarial de


folios ciento tres, la demandante comunicó a los demandados Octa-
vio Napoleón Gómez Díaz y Rosa Portugal Flores de Gómez acerca
de la referida cesión de posición contractual respecto de la hipoteca de
los bienes materia de autos, cumpliéndose así con lo dispuesto por el
artículo 1435 del Código Civil, por lo que, de igual forma, debe desesti-
marse esta excepción.

192
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

DÉCIMO QUINTO: Respecto de la contradicción, se debe indicar,


en primer lugar, que la hipoteca materia de autos fue constituida por
escritura pública de 22 de noviembre de 1996, otorgada por Octavio
Napoleón Gómez Díaz y Rosa Elvira Portugal Flores de Gómez en favor
de Corporación Gremco e inscrita registralmente, conforme se aprecia
de la impresión 2 de la Partida N° 41444274 de folios cuarenta y siete.

DÉCIMO SEXTO: Posteriormente, se inscribió la cesión de posición


contractual en favor de la demandante Banco Nuevo Mundo en liqui-
dación, conforme se aprecia del asiento D 00006 de la misma partida de
folios cincuenta y cinco.

DÉCIMO SÉTIMO: De lo antes señalado, se concluye que la


demandante adquirió, vía cesión de posición contractual, la hipoteca
materia de autos, por lo que tiene legitimidad para haber interpuesto y
tramitar la demanda de autos.

DÉCIMO OCTAVO: De otro lado, La nulidad formal de un docu-


mento está referida a la ausencia de una formalidad exigida por ley
bajo sanción de nulidad; es decir, se requiere establecer la concurrencia
irreal, ficticia o viciada, o la inconcurrencia, de alguno de los elemen-
tos esenciales predeterminados en la ley de la materia, de modo que su
inobservancia total o parcial haga imposible el reclamo pecuniario en la
vía ejecutiva, al entenderse que esta vía es exclusiva para los títulos per-
fectamente emitidos.

DÉCIMO NOVENO: Los fundamentos expuestos en la contradic-


ción no se ajustan a ninguno de los supuestos antes descritos, no solo
por tratarse de denuncias no formales, sino porque el hecho de no
haberse presentado los títulos valores que requiere la parte demandada
no constituye un vicio formal del título. La obligación y su importe se
encuentran contenidos en la mencionada escritura pública de 22 de
noviembre de 1996 y su ampliación de 5 de octubre de 2009, mas no
en los títulos valores a que hace referencia en la contradicción, tanto es
así que lo que se reclama es el saldo deudor existente, esto es, capital
más intereses devengados, habiéndose delimitado el importe de la pre-
tensión al saldo capital únicamente, conforme se aprecia del mandato
ejecutivo.

193
Percy Howell Sevilla Agurto

VIGÉSIMO: De otro lado, el proceso de autos tiene por finalidad el


cobro de una determinada acreencia dineraria y que en caso de no ser
satisfecha voluntariamente, se procederá a la venta judicial de los bienes
dados en garantía. Siendo así, no corresponde a esta judicatura analizar
y pronunciarse sobre los cuestionamientos a la validez de la constitu-
ción de la hipoteca por tratarse de aspectos sustantivos –y no formales–
referidos al acto jurídico, que solo pueden ser materia de un proceso
cognitivo y no en uno ejecutivo, como el de autos.

VIGÉSIMO PRIMERO: Por lo señalado precedentemente, corres-


ponde desestimar la contradicción formulada, y comoquiera que la
obligación puesta a cobro no ha sido cancelada ni extinguida de algún
otro modo, corresponde proceder con el remate de los bienes dados en
garantía hipotecaria.

Por los fundamentos expuestos, en aplicación de lo previsto en los


artículos 722 y 723 del Código Procesal Civil, el primero modificado por
el Decreto Legislativo Nº 1069,

SE RESUELVE:
1. Declarar INFUNDADAS las excepciones de litispendencia, de cosa
juzgada y de falta de legitimidad para obrar del demandante.

2. Declarar INFUNDADA la contradicción formulada.

3. ORDENAR el REMATE de los bienes otorgados en garantía, con-


forme a los términos del mandato ejecutivo; con costas y costos, con-
sentida o ejecutoriada que sea esta resolución;

4. NOTIFICAR a las partes.

194
EXCEPCIÓN DE PRESCRIPCIÓN EXTINTIVA
EN EL PROCESO ÚNICO DE EJECUCIÓN

EXPEDIENTE Nº : 09053-2007-0-1801-JR-CI-12
ESPECIALISTA : ALFREDO ARELLANO ALVÁN
DEMANDANTE : FINANCIERA DAEWOO S.A. EN LIQUIDACIÓN
DEMANDADOS : PEDRO ESPINOZA LUDEÑA Y MANUELA LUZ
SUÁREZ LIZARBE DE ESPINOZA
PROCESO : EJECUCIÓN
MATERIA : EJECUCIÓN DE GARANTÍAS
RESOLUCIÓN Nº 13

Lima, veintinueve de enero de dos mil diez

Autos y Vistos: Puestos los autos a fin de resolver la contradicción


efectuada al mandato de ejecución; y,

Atendiendo:
PRIMERO: Que, la demanda es un acto jurídico procesal de decla-
ración de voluntad por el cual se ejercita la acción y se formulan las
pretensiones ante el Órgano Jurisdiccional, exponiéndose en forma
clara y concreta el objeto de la misma y los fundamentos de hecho y de
derecho, en que se sustentan, siendo la presente una de Ejecución de
Garantía.

SEGUNDO: Que, de conformidad con el artículo 188 del Código


Procesal Civil los medios probatorios tienen por finalidad acreditar los
hechos expuestos por las partes, producir certeza en el juez respecto de
los puntos controvertidos y fundar sus decisiones; asimismo, es princi-
pio procesal que la carga de probar corresponde a quien afirma hechos
que configuran su pretensión, o a quien los contradice alegando nuevos
hechos, a tenor de lo que dispone el artículo 196 del acotado ordena-
miento procesal.

195
Percy Howell Sevilla Agurto

TERCERO: Que, mediante resolución número uno de fecha veinti-


cinco de julio del año dos mil siete, obrante a fojas treinta y treinta y
uno, se admitió la demanda en vía del proceso de ejecución de garan-
tías, en consecuencia se notificó a los ejecutados Pedro Espinoza
Ludeña y Manuela Luz Suárez Lizarbe de Espinoza para que dentro
del plazo de ley cumplan con abonar a la parte ejecutante Financiera
Daewoo S.A. en Liquidación la suma de Cuatro Mil Cincuenta con
04/100 Dólares Americanos (US$ 4,050.04), más los intereses correspon-
dientes, con las costas y costos procesales, bajo apercibimiento de orde-
narse el remate del bien dado en garantía.

CUARTO: Que, la parte ejecutada conformada por Pedro Espi-


noza Ludeña y Manuela Luz Suárez Lizarbe de Espinoza se apersonan
al proceso, según escrito obrante en autos, y formulan contradicción
a la ejecución, basándose en la Prescripción de la acción de pago del
saldo deudor al haber transcurrido más de diez años para interponer
la demanda, según lo normado en el numeral 1) del artículo 2001 del
Código Civil.

QUINTO: Que, según lo dispone el artículo 690-D del Código Adje-


tivo la parte ejecutada puede contradecir la ejecución y proponer excep-
ciones procesales y defensas previas; además que solo podrá fundarse
la misma en la inexigibilidad o iliquidez de la obligación contenida en
el título, en la nulidad formal o falsedad del título, o completado en
forma contraria a los acuerdos; y en la extinción de la obligación exi-
gida; siendo que la parte ejecutada ha formulado contradicción al man-
dato ejecutivo, sin embargo no señala el supuesto de contradicción, solo
hace referencia a la prescripción extintiva normada en el Libro VIII del
Código Civil; alegando principalmente que conforme al artículo 1993
del Código Civil “la prescripción comienza a correr desde el día que
puede ejercitarse la acción”, la misma que en el caso de autos tiene un
plazo de duración de diez años, conforme al artículo 2001, numeral 1)
del Código Civil, y se advierte de la liquidación ofrecida por la parte
ejecutante que desde la fecha de pago de la cuota número veintitrés, del
nueve diciembre de mil novecientos noventa y ocho, hasta que se noti-
fica la presente demanda –veinte de mayo del año dos mil nueve– ha
operado la prestación acotada en el artículo 2001 numeral 1) del Código
Civil concordado con lo establecido en los artículos 9 y 178 del Decreto
Legislativo Nº 770 –Ley General de Instituciones Bancarias y Financieras

196
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

y de Seguros y los artículos 2 y 63, del Código de Comercio– normas


vigentes al momento de la existencia de la prenda y que habiéndose
presentado la demanda con fecha dieciocho de julio del año dos mil
siete, notificada el veinte de mayo del año dos mil nueve, interrumpido
el recurso prescriptorio, el reclamo contenido en ella ya no era tutela-
ble judicialmente dado que el plazo de diez años, había expirado inde-
fectiblemente el nueve de diciembre del dos mil ocho –fecha del último
pago–.

SEXTO: Que, se advierte de autos que efectivamente existe un


contrato de prenda vehicular celebrado entre Financiera Daewoo S.A.
(ahora en liquidación) con los ejecutados, obrante a fojas once y doce,
no obrando además documento alguno en el sistema que indique algún
tipo de pago efectuado como cumplimiento total de la obligación; ade-
más que no existe documento alguno que indique que la parte ejecutada
haya sido requerida al pago adeudado con fecha anterior al de la pres-
cripción, es decir, con fecha nueve de diciembre del año mil novecientos
noventa y ocho que fue la fecha del último pago realizado, según consta
de la liquidación adjuntada a fojas diecisiete.

SÉTIMO: Que, el artículo 1989 del Código Civil indica que “la pres-
cripción extingue la acción pero no el derecho mismo”; al respecto cabe
señalar que la prescripción extintiva pone término a una situación jurí-
dica de latencia de derechos a fin de que el deudor pueda liberarse de
la acción protectora de un derecho subjetivo que gozaba el acreedor, y
que por decurso del tiempo previsto en la ley, y por su inacción ya no
puede ejercerla. El ordenamiento jurídico hace prevalecer el valor segu-
ridad por encima de otros valores, tales como la justicia o la equidad;
al respecto el jurista Vidal Ramírez expresa que “el prescribiente debe
probar que la acción era ejercitable desde un determinado día, y que en
el decurso prescriptorio no se han presentado causales de suspensión,
ni interrupción que habiendo estas últimas devinieron en ineficaces,
y que el plazo ha transcurrido para que quede cumplido el decurso
prescriptorio”.

OCTAVO: Además, el artículo 2001 en el numeral 1) del Código


Civil indica que a los diez años, la acción real prescribe; y el artículo
1996 del Código ya glosado en su numeral 3) indica que la prescripción
se interrumpe con la citación, con la demanda o por otro acto con el que

197
Percy Howell Sevilla Agurto

se notifique al deudor, aun cuando se haya acudido a un juez o autori-


dad incompetente.

NOVENO: Que, de los autos fluye que el contrato de constitución


de garantía (prendaria) celebrado entre las partes, data del año mil
novecientos noventa y seis, siendo que según liquidación que obra a
fojas diecisiete, el nueve de diciembre del año mil novecientos noventa
y ocho fue la última fecha de pago que efectuara la parte ejecutada, y
desde esa fecha la parte ejecutante tenía diez años para demandar y que
sea notificada la parte ejecutada; sin embargo de autos se tiene que no
fue así, además que la demanda fue interpuesta con fecha dieciocho
de julio del año dos mil siete, emitiéndose el mandato de ejecución con
fecha veinticinco de julio del año dos mil siete, el mismo que obra a fojas
treinta y treinta y uno; y siendo notificados con el mandato de ejecución
con fecha veintiséis de mayo del año dos mil nueve, según cargos que
obran en autos, es decir habiendo ya transcurrido más de diez años para
poder accionar, tal y como lo señala nuestro ordenamiento sustantivo en
su artículo 2001 numeral 1); además cabe indicar que se ha establecido
en reiteradas ejecutorias que la interrupción de la prescripción se pro-
duce mediante la citación con la demanda y no con su interposición;
por tanto habiendo pasado más de diez años, tal y como lo señala
nuestro ordenamiento sustantivo, corresponde declarar la prescrip-
ción extintiva de la obligación puesta a cobro.

Por tales fundamentos, que resultan determinantes de la decisión


final y valorando en forma conjunta las pruebas incorporadas al proceso
conforme al artículo 197 del Código Procesal Civil; y a lo establecido
por el artículo 689, 720 y 722 del indicado cuerpo normativo, el señor
Juez del Décimo Segundo Juzgado Civil Sub Especialidad Comercial de
Lima, impartiendo Justicia a nombre de la Nación resuelve:

• Declarar fundada la excepción de PRESCRIPCIÓN EXTINTIVA


formulada por los ejecutados Pedro Espinoza Ludeña y Manuela
Luz Suárez Lizarbe de Espinoza, en consecuencia se declara la
NULIDAD de todo lo actuado y se da por CONCLUIDO el pre-
sente proceso; consentida y/o ejecutoriada que sea la presente reso-
lución. Notificándose.

198
DEFENSAS PREVIAS EN EL PROCESO
ÚNICO DE EJECUCIÓN

TERCER JUZGADO DE DERECHO COMERCIAL DE LIMA


EXPEDIENTE Nº : 7480-2013
DEMANDANTE : SCOTIABANK PERÚ S.A.A.
DEMANDADOS : FERNANDO ZEVALLOS CABELLOS S.A.C. Y OTROS
MATERIA : EJECUCIÓN DE GARANTÍA
AUTO FINAL
RESOLUCIÓN Nº 06

Miraflores, dos de abril de dos mil catorce

AUTOS Y VISTOS; y, CONSIDERANDO que:

PRIMERO: La pretensión demandada se circunscribe al pago de


la suma de ciento sesenta y nueve mil trescientos dos y 37/100 nuevos
soles (S/. 169,302.67), más intereses legales, bajo apercibimiento de eje-
cutarse el bien dado en garantía hipotecaria constituida por testimonio
de escritura pública de 6 de enero de 2012, que obra a folios treinta y
cinco y siguientes.

SEGUNDO: No obstante su formalidad y la naturaleza del proceso


único de ejecución, la normativa permite al emplazado, en observancia
del irrestricto derecho de defensa, contradecir el mandato ejecutivo, bajo
determinadas causales previstas por el artículo 690-D del Código Proce-
sal Civil, incorporado por el Decreto Legislativo Nº 1069, y tratándose
de otro título de ejecución por la normativa respectiva.

TERCERO: Por escrito de folios noventa y nueve a ciento cuatro,


la demandada Fernando Zevallos Cabellos S.A.C. formula contradic-
ción al mandato de ejecución, oponiendo defensa previa y la causal de
inexigibilidad de la demanda, alegando, esencialmente, lo siguiente:
a)  respecto de la defensa previa: i) que la demandante debe presentar
previamente el informe sobre la gestión iniciada por los ejecutados

199
Percy Howell Sevilla Agurto

garantes, tendientes a solucionar el extremo de los intereses y penalidad


que inciden directamente en la obligación total, donde se encuentra el
monto demandado; ii) que la demanda fue presentada el 2 de agosto de
2013, es decir, dos meses antes del inicio a las gestiones antes referidas;
iii) que con fecha 2 de octubre de 2012, las partes iniciaron un trato
directo para dar solución a la obligación que se había generado, con-
juntamente con los intereses y penalidades, desconociendo el inicio de
la demanda de autos, presumiendo que se ha originado por tratarse
de Áreas diferentes y que no ha habido una comunicación directa que
ponga en conocimiento de los precitados acuerdos, lo que se acredita
con los medios de prueba que se anexa; iv) que, consecuentemente,
estando en vías de solución la cancelación de la deuda, resulta necesario
se requiera a la actora los informes sobre el aludido trámite que se inició
a fin de colisionar derechos; v) que, asimismo, con fecha 2 de octubre de
2013 se concretó trámites internos con la demandante, donde se generó
la obligación mayor, habiéndose solicitado la condonación de los intere-
ses y penalidades que le permita honrar el consolidado de los créditos
vencidos; vi) que resulta irregular la acción ejecutiva iniciada ya que no
se encuentra determinada la fecha de vencimiento o inicio de exigibili-
dad que se demanda, tanto más si se encuentra dentro de una obliga-
ción mayor y en trámite para solucionar el pago, por lo que la preten-
sión incoada resulta prematura; y, vii) que existen diferencias en cuanto
al monto materia de la reclamación de la demandante, lo que significa
graves perjuicios a su precaria situación; en efecto, mientras en la carta
de 17 de octubre de 2013, se señala un monto de doscientos once mil cin-
cuenta y seis y 68/100 nuevos soles, en la demanda se indica un monto
diferente, por lo que se deberá establecer cuál es monto real adeudado;
b) en lo que respecta a la inexigibilidad de la demanda: i) que al no
aparecer con precisión al momento a partir del cual se puede exigir la
prestación de los títulos modificados y ampliados, así como sobre los
cuales existen trámites iniciados para el cumplimiento de la obligación
total, siendo imprecisos estos que vulneran su derecho de contradicción,
máxime con los pagos realizados que no se consideran, le causa inde-
fensión, tanto más si lo demandado estaría incluido en el monto deman-
dado ante el Décimo Juzgado de Paz Letrado de Los Olivos – Expe-
diente N° 05048-2013; ii) que, conforme a los títulos aparejados, celebró
actos jurídicos que, conforme al transcurso del tiempo fueron modifica-
dos y ampliados, sin que se encuentre precisa la fecha que determine el
inicio de la exigencia de la obligación contenida en ellos.

200
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

CUARTO: Por su parte, el Banco demandante, por escrito de folios


ciento veintiséis a ciento treinta, absuelve la contradicción, esencial-
mente, en los siguientes términos: a) respecto de la defensa previa:
i) que niega que haya pactado con los demandados la suspensión del
cobro de la deuda mientras existan reuniones, conversaciones y nego-
ciaciones para cancelar la deuda puesta a cobro; ii) que la demandada
Fernando Cabellos S.A.C. reconoce que no ha cancelado sus deudas
contraídas, ni lo ha demostrado, lo que ha generado que se ejecute
la garantía hipotecaria constituida para respaldar el cumplimiento
de las mismas; y, b) respecto de la inexigibilidad; i) que el petitorio de
la demanda únicamente ha incluido el capital adeudado por cada una
de las obligaciones descritas en los numerales 3, 4, 5, 6, 7, 8 y 9 de los
fundamentos de hecho de la demanda; ii) que no es verdad que no se
encuentre precisada la fecha del inicio de la exigencia; iii) que cada uno
de los estados de cuenta que se han presentado con la demanda cuentan
con la fecha de vencimiento de las obligaciones incluidas en el petitorio
de la demanda; iv) que no es verdad que se pretenda sorprender, que
la obligación se encuentra comprendida en dos procesos judiciales, para
lo cual acompaña copia de la demanda ante el Décimo Juzgado de Paz
Letrado de San Martín de Porres - Expediente N° 054-2013.

QUINTO: Conforme a lo dispuesto por el artículo 455 del Código


Procesal Civil, las defensas previas son aquellas que se encuentran pre-
vistas por la norma sustantiva, como el beneficio de excusión, el bene-
ficio de inventario, entre otros, a los que debe agregar que el objeto de
las mismas es que se suspenda el desarrollo del proceso hasta que el
demandante realice la actividad que el derecho sustantivo prevé como
acto previo al planteamiento de la demanda.

SEXTO: La defensa previa planteada por la demandada Fernando


Zevallos Cabellos S.A.C. no se encuentra prevista en el Código Civil ni
en ninguna otra norma sustantiva, razón por la que, de por sí, debe ser
desestimado dicho medio de defensa procesal.

SÉTIMO: Por el contrario, los fundamentos esgrimidos al respecto,


importan un modo de defensa contra los argumentos propios de la
demanda, relativos a la inexigibilidad de la ejecución, la que también ha
sido planteada como causal de contradicción, lo que será analizado en
adelante.

201
Percy Howell Sevilla Agurto

OCTAVO: La inexigibilidad de la obligación se configura cuando


por razones de tiempo (plazo no vencido), lugar (distinto al señalado en
el título para su ejecución), modo (condición, cargo o forma acordada
para su cumplimiento) o por alguna otra situación razonable, la obliga-
ción no puede ser válidamente reclamada.

NOVENO: Al respecto, la obligación materia de autos se encuentra


desagregada en los siguientes títulos: a) pagaré por el importe de nueve
mil novecientos setenta y siete y 98/199 nuevos soles, con vencimiento
al 26 de abril de 2013, obrante a folios trece; b) pagaré por el importe
de veinticuatro mil ciento cuarenta y cuatro y 78/100 nuevos soles, con
vencimiento al 26 de abril de 2013, obrante a folios dieciséis; c) pagaré
por el importe de dieciséis mil trescientos ocho y 078/100 nuevos soles,
con vencimiento al 26 de abril de 2013, obrante a folios diecinueve;
d) pagaré por el importe de veinte mil y 00/100 nuevos soles, con venci-
miento al 23 de enero de 2013, obrante a folios veintidós; e) pagaré por
el importe de diez mil ochenta y un y 61/199 nuevos soles, con venci-
miento al 26 de abril de 2013, obrante a folios veinticinco; f) pagaré por
el importe de ochenta y seis mil y 00/100 nuevos soles, con vencimiento
al 21 de enero de 2013, obrante a folios veintinueve; y, g) letra de cambio
a la vista por dos mil setecientos ochenta y nueve y 93/100 nuevos soles,
con vencimiento a la vista.

DÉCIMO: De acuerdo con lo dispuesto por el numeral 1 del artículo


720 del Código Procesal Civil, modificado por el Decreto Legislativo
N° 1069, procede la ejecución de garantías reales siempre que su consti-
tución cumpla con las formalidades de ley, y la obligación se encuentre
contenida en el mismo documento –garantía– o en cualquier otro título
ejecutivo.

UNDÉCIMO: En la segunda cláusula adicional, referida a las garan-


tías hipotecarias, las obligaciones reclamadas se encuentran contenidas
en títulos valores enumerados en la escritura pública presentada con la
demanda –pagarés y letra de cambio a la vista–, todos los cuales tienen
fecha de vencimiento –ya cumplidos– y no se encuentran sujetos a con-
dición alguna que suspenda sus efectos.

DUODÉCIMO: La parte demandada no ha objetado en ningún


extremo la exigibilidad de los títulos valores antes mencionados, limi-
tando sus alegaciones a negociaciones o tratativas que han venido

202
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

realizando con la parte demandante sobre la obligación reclamada y,


supuestamente, sobre otra u otras complementarias, como se advierte
de los documentos de folios noventa y cinco a noventa y ocho, sobre los
cuales, por lo demás, no le corresponde pronunciarse a esta judicatura.

DÉCIMO TERCERO: Ahora bien, las negociaciones que hayan


venido efectuando las partes con la finalidad de resolver la obligación
de autos u otras, de manera extrajudicial, no releva la validez a las que
han sido puestas a cobro y, por la ejecutabilidad de los títulos valores
presentados como recaudo de la pretensión, no se requiere de ninguna
otra información adicional.

DÉCIMO CUARTO: De otro lado, este Juzgado se limita a resolver


respecto a las pretensiones demandadas y no sobre las que, extrajudi-
cialmente, las partes hayan estado o estén negociando, no existiendo
ninguna diferencia en cuanto a los montos reclamados, más allá de los
que en el mandato de pago se haya delimitado.

DÉCIMO QUINTO: Finalmente, la parte demandada no ha acredi-


tado que haya efectuado pagos parciales o que parte de la suma recla-
mada en este proceso esté siendo ejecutada en otro juzgado, pues de
folios ciento dieciocho y siguientes, se advierte que el reclamo ante el
Décimo Juzgado de Paz Letrado de San Martín de Porres, corresponde a
una letra de cambio que no es materia de autos, lo que revela un abierto
contrasentido en la defensa, cuya finalidad no es otra que la de preten-
der confundir a la judicatura con el propósito de dilatar el decurso regu-
lar del proceso, transgrediendo así los principios de veracidad, probi-
dad, lealtad y buena fe con lo que debe proceder en el proceso.

Por los fundamentos expuestos, en aplicación de lo previsto en los


artículos 722 y 723 del Código Procesal Civil, el primero modificado por
el Decreto Legislativo Nº 1069,

SE RESUELVE:
1. Declarar IMPROCEDENTE la defensa previa planteada por la
demandada Fernando Zevallos Cabellos S.A.C.

2. Declarar INFUNDADA la contradicción formulada por la misma


demandada a fojas noventa y nueve.

203
Percy Howell Sevilla Agurto

3. ORDENAR el remate del bien dado en garantía, conforme a los tér-


minos del mandato ejecutivo, con costas y costos, consentida o eje-
cutoriada que sea esta resolución.

4. RECOMENDAR, por esta vez, al abogado patrocinador de la parte


demandada, que en lo sucesivo proponga sus argumentos y medios
de defensa observando los principios señalados en el considerando
décimo quinto.

5. NOTIFICAR a las partes.

204
INEXIGIBILIDAD DE LA OBLIGACIÓN

EXPEDIENTE Nº : 00307-2010-0-1801-JR-CO-12
ESPECIALISTA : ESPINO CABEZAS, MARCO ANTONIO
DEMANDANTE : BANCO FINANCIERO DEL PERÚ
:
DEMANDADOS RANZA IMPORTACIONES E.I.R.L. Y VIOLETA
IVONNE RAMÍREZ ZAPATA
PROCESO : ÚNICO DE EJECUCIÓN
MATERIA : OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO
RESOLUCIÓN Nº 10

Lima, treinta de setiembre de dos mil once

AUTO FINAL
Autos y Vistos: Puestos los autos a despacho para resolver con-
forme a lo ordenado mediante resolución DIEZ; y, Resulta de autos
que mediante escrito de demanda obrante de fojas catorce a DIECI-
NUEVE, la parte ejecutante BANCO FINANCIERO DEL PERÚ inter-
pone demanda de Obligación de Dar Suma de Dinero en la vía del
proceso único de ejecución y la dirige en contra de RANZA IMPORTA-
CIONES E.I.R.L. Y VIOLETA IVONNE RAMÍREZ ZAPATA, a fin de
que cumpla con pagarle la suma de S/. 25,989.19 (veinticinco mil nove-
cientos ochenta y nueve con 19/100 dólares americanos), contenidos en
el pagaré (anexo 1-D) de fojas ocho a nueve que se adjunta, más los inte-
reses moratorios y compensatorios, con las costas y costos del proceso;
que dictado el mandato ejecutivo mediante resolución número uno, su
fecha once de marzo del año dos mil once; la parte coejecutada Violeta
Ivonne Ramírez Zapata contradice el referido mandato ejecutivo en
el plazo establecido por ley, alegando principalmente que: 1) Que, la
recurrente mantuvo operaciones de crédito de la demandante BANCO
FINANCIERO; sin embargo no recibió la suscrita ni la avalada RANZA
IMPORTACIONES E.I.R.L. la cantidad que aparece en el pagaré; que

205
Percy Howell Sevilla Agurto

sustenta el presente proceso (anexo 1-d) de la demanda, y tratándose


la demanda sobre pago de dólares; los cuales tienen su existencia pro-
batoria en el pagare, aparejado en la demanda; y dado que en la fecha
de emisión de los mismos no se entregó y/o depósito en mi cuenta la
suma que aparece en los pagares); asimismo indica que la entrega de
los títulos en calidad de pago es pro solvendo, y no pro soluto, y en ese
sentido ante y en ese sentido ante el perjuicio ante el perjuicio de los
mismos por cuál del tenedor que en este caso resulta ser el acreedor se
produce la extinción de la obligación, y por ende pide la inexigibilidad
de la obligación; y que de conformidad con lo dispuesto por el Decreto
Legislativo Nº 1069 que modificó el capítulo V de Procesos de Ejecución
del Código Procesal Civil, tomando el nombre de Proceso Único de Eje-
cución, advirtiéndose que la demanda cumple con los requisitos de los
artículos 424 y 425 del mismo cuerpo legal; las partes tienen legitimidad
para obrar y el Juez Comercial tiene competencia para conocer el pre-
sente proceso, por lo que habiendo formulado contradicción la parte eje-
cutada, de conformidad con el artículo 690-E del Código Procesal Civil
se procede a resolver:

i) Respecto al Saneamiento Procesal:


PRIMERO: Que, conforme se ve de los autos, el demandado no han
formulado excepciones ni defensas previas a fin de denunciar la existen-
cia de vicios en la relación jurídico procesal.

SEGUNDO: Que, además subsisten los presupuestos procesales de


competencia, requisitos de admisibilidad y procedencia de la demanda
y capacidad procesal de las partes, siendo de aplicación de lo dispuesto
por el inciso 1 del artículo 465 del Código Procesal Civil.

Por tanto este Juzgado resuelve:

• DECLARAR saneado el proceso, por existir una relación jurí-


dica procesal válida, debiendo continuar el trámite del proceso,
siendo el estado del mismo el de expedir el auto correspon-
diente; y,

206
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

ii) Consideraciones Generales:


TERCERO: Que, el debido proceso tiene por función asegurar los
derechos fundamentales consagrados en la Constitución Política del
Estado, dando a toda persona la posibilidad de recurrir a la justicia para
obtener la Tutela Jurisdiccional de los derechos individuales a través
de un procedimiento legal, en que se dé oportunidad razonable y sufi-
ciente de ser oído, ejercer su derecho de defensa, de producir prueba
y de obtener una resolución que decida la causa dentro de un plazo
preestablecido en la ley procesal.

CUARTO: Que, el derecho a tutela jurisdiccional es el de toda per-


sona que persigue obtener justicia cuando pretenda algo de otra y esta
prestación sea atendida por un órgano jurisdiccional a través de un
proceso con garantías mínimas y que el derecho de la tutela efectiva no
consiste en obtener una decisión judicial acorde con las prestaciones que
se formulan, sino el derecho a que se dicte una resolución, siempre que
cumpla con los requisitos procesales para ello.

QUINTO: Que, los medios probatorios tienen por finalidad acre-


ditar los hechos expuestos por las partes, producir certeza en el juez
respecto a los puntos controvertidos y fundamentar sus decisiones, asi-
mismo la carga de probar corresponde a quien afirma hechos que con-
figuran su pretensión o a quien los contradice alegando nuevos hechos,
tal y como lo consigna los artículos 188 y 196 del Código Procesal Civil.

SEXTO: Que, el proceso único de ejecución, es rigurosamente for-


mal y solemne, el mismo que tiene una tramitación ESPECIAL, siendo
permitido promover ejecución en virtud del Título Ejecutivo y/o Ejecu-
ción, como en el caso de autos que se trata de un Título Ejecutivo consis-
tente en un pagaré, el mismo que ya ha sido glosado.

SÉTIMO: Que, según lo dispone el artículo 690-D del Código


Adjetivo la parte ejecutada puede contradecir la ejecución y proponer
excepciones procesales y defensas previas; donde la contradicción solo
podrá fundarse según la naturaleza del título en: 1. Inexigibilidad o ili-
quidez de la obligación contenida en el título; 2. Nulidad formal o fal-
sedad del título; o, cuando siendo este un título valor emitido en forma
incompleta, hubiere sido completado en forma contraria a los acuerdos
adoptados, debiendo en este caso observarse la ley de la materia; 3. La

207
Percy Howell Sevilla Agurto

extinción de la obligación exigida; asimismo la contradicción que se sus-


tente en otras causales será rechazada liminarmente por el Juez, siendo
esta decisión apelable sin efecto suspensivo; por lo que es pertinente
resolver la contradicción, por lo que procederemos a realizar el análisis
respectivo de la contradicción formulada.

iii) Respecto a la causal de Inexigibilidad de la obligación contenida


en el título deducida por la parte ejecutada:

OCTAVO: Que, tratándose de la inexigibilidad de un título de ejecu-


ción, esta debe estar referida a que dicha obligación se encuentre sujeta
a plazo todavía no vencido o sometida a condición o cargo pendiente
de cumplimiento; es decir, cuando no se presentan razones de tiempo,
lugar y modo para poder ser reclamada válidamente, estas razones se
definen de la manera siguiente: 1) RAZÓN DEL TIEMPO: Está referida
a “una obligación con plazo que no ha vencido”; en el presente caso, al
no haberse cumplido con el pago de la deuda puesta a cobro, se proce-
dió a solicitar el pago de la misma o la ejecución del bien dado en garan-
tía; 2) RAZÓN DEL LUGAR: Se presenta “cuando el actor acude a un
Juez de un lugar distinto del que se señala en los títulos que contienen la
obligación para su cumplimiento”; en este proceso, las partes se some-
tieron a la jurisdicción de los jueces de Lima, en atención a su domici-
lio, por lo que es competente este Juzgado; y, 3) RAZÓN DE MODO:
Está referida a que “la obligación está sujeta de una CONDICIÓN o un
CARGO, que debía ser cumplido por el ejecutante o cuando la ejecución
no se realiza en la forma acordada al contraerse la obligación; en este
caso no existe condición, ni cargo pendiente que deba cumplir el ejecu-
tante; por lo que no es procedente amparar la contradicción efectuada,
ya que la alegación corresponde a que el referido título valor ha sido
llenado de una forma antojadiza y posterior a la aceptación, correspon-
diendo esta a la causal de emisión de título valor en forma incompleta, o
que hubiese sido completado en forma contraria a los acuerdos adopta-
dos, debiendo en este caso observarse la ley de la materia; debiendo por
ende ampararse la demanda materia de autos.

Por lo tanto, este Juzgado en virtud de los argumentos antes esgri-


midos, resuelve:

• DECLARAR saneado el proceso, por existir una relación jurídica


procesal válida;

208
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

• DECLARAR INFUNDADA la contradicción formulada; y, FUN-


DADA LA DEMANDA, ordenándose llevar adelante la ejecución,
hasta que la parte ejecutada conformada por Ranza Importacio-
nes E.I.R.L. y Violeta Ivonne Ramírez Zapata, cumplan con pagar
la suma de US$ 25,989.19 (veinticinco mil novecientos ochenta y
nueve con 19/100 Dólares Americanos), contenidos en el pagaré
que se adjunta, más los intereses moratorios y compensatorios, con
las costas y costos del proceso que se liquidarán en la etapa de eje-
cución, a favor de la parte ejecutante Banco Financiero del Perú.
Notificándose.

209
Percy Howell Sevilla Agurto

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


EL DÉCIMO CUARTO JUZGADO ESPECIALIZADO
EN LO CIVIL CON SUBESPECIALIDAD COMER-
CIAL QUE DESPACHA EL JUEZ JOSÉ C. ESCUDERO
LÓPEZ EMITE EL SIGUIENTE
– AUTOFINAL –
EXPEDIENTE Nº 01459-2011-0-1817-JR-CO-14
RESOLUCIÓN Nº 07

Lima, veintitrés de setiembre de dos mil once

I. AUTOS Y VISTOS

El proceso sobre obligación de dar suma de dinero y obligación


de dar bien mueble iniciado por Banco Financiero del Perú contra José
Manuel Franco Argomedo.

II. CONSIDERANDO

§ Principales reglas que rigen la actividad procesal

PRIMERO: La actividad probatoria se rige, principalmente, por


lo establecido en los artículos 188, 196 y 197 del Código Procesal Civil,
según los cuales, los medios probatorios tienen por finalidad acreditar
los hechos expuestos por las partes, producir certeza en el Juez res-
pecto de los puntos controvertidos y fundamentar sus decisiones; ade-
más, salvo disposición legal diferente, la carga de probar corresponde
a quien afirma hechos que configuran su pretensión, o a quien los con-
tradice alegando nuevos hechos; asimismo, todos los medios probato-
rios son valorados por el juez en forma conjunta, utilizando su aprecia-
ción razonada, sin embargo, en la resolución solo serán expresadas las
valoraciones esenciales y determinantes que sustentan su decisión. En
la jurisprudencia de nuestra Corte Suprema de Justicia se señala que
“(…) nuestro ordenamiento establece como regla general en su artículo
194 del Código Procesal Civil que la carga de probar corresponde a
quien afirma hechos que configuran su pretensión, o a quien los contra-
dice alegando nuevos hechos, por lo que tanto los demandantes como
demandados están en la obligación formal de acreditar los hechos en

210
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

que sustenta su acción o defensa, respectivamente, acompañando los


medios probatorios correspondientes [sic], toda vez que de esa forma
causarán convicción al juez, quien siendo un tercero imparcial podrá
resolver el conflicto de intereses sometido a su competencia, en base a
las pruebas aportadas en la etapa postulatoria y que posteriormente al
tener presente los principios de pertinencia y conducencia, los admi-
tirá o denegará y solo aquellas que sean admitidas serán actuadas en la
audiencia correspondiente” y que “(…) según el principio de unidad del
material probatorio, todos los medios probatorios deben ser valorados
en forma conjunta, confrontándose uno a uno, puntualizando su concor-
dancia o discordancia, con la finalidad de que la decisión final sea una
síntesis de la totalidad de los medios de prueba y de los hechos que pre-
tendieron acreditar”.

SEGUNDO: De otro lado, es necesario referirnos al principio de


congruencia que, como parte del derecho a la motivación de las decisio-
nes judiciales, garantiza que el juzgador emita sus decisiones judiciales
evitando la omisión o alteración de las pretensiones formuladas por las
partes, debiendo ser razonablemente ponderado de acuerdo al principio
de iura novit curia. En tal línea de razonamiento, el artículo VII del Título
Preliminar del Código Procesal Civil impone al juez no ir más allá del
petitorio ni fundar su decisión en hechos diversos de los que han sido
alegados por las partes.

§ Determinación de la pretensión principal

TERCERO: Del texto de la demanda se aprecia que al amparo del


fundamento jurídico allí expuesto así como de la escritura pública de
arrendamiento financiero y fianza solidaria del veintiuno de abril de
dos mil nueve (fs. 8 a 18) y carta notarial cursada al ahora demandado
(fs. 19), la parte demandante pretende que José Manuel Franco Argo-
medo le pague la suma que por concepto de capital se detalla en el man-
dato ejecutivo (más intereses compensatorios y moratorios devengados
y por devengarse) y, además, le restituya el volquete marca Donfeng
cuyas características se detallan en la mencionada resolución.

CUARTO: Como fundamentos de su pretensión sostiene que a con-


secuencia del incumplimiento por parte del emplazado del pago de las
cuotas pactadas en el cronograma contenido en el contrato de arren-
damiento financiero contenido en la escritura pública del veintiuno de

211
Percy Howell Sevilla Agurto

abril de dos mil nueve, cursó una carta notarial a través de la cual comu-
nicó a José Manuel Franco Argomedo que, conforme a lo acordado en
las Cláusulas Décimo Novena y Vigésima del aludido contrato, concor-
dante con el artículo 9 del Decreto Legislativo Nº 299 y artículo 1430 del
Código Civil, procedía a resolver el contrato de pleno derecho, dándose
por vencidas las cuotas pendientes de pago, fundamentos por los que
acude a este Poder del Estado a fin de que se cumpla con el pago y resti-
tución postuladas.

§ Fundamentos de la contradicción

QUINTO: El ejecutado José Manuel Franco Argomedo formuló con-


tradicción alegando que la obligación que se le reclama ha devenido en
inexigible porque si bien suscribió el contrato de arrendamiento finan-
ciero de fecha veintiuno de abril de dos mil nueve que se menciona en
la demanda y en dicho documento asumió el cronograma de pagos de
treinta y seis cuotas que allí aparece inserto, empero, precisa que la enti-
dad demandante ha ocultado que el indicado cronograma de pago fue
dejado sin efecto porque ambas partes suscribieron el Testimonio de
Escritura Pública del veinte de mayo de dos mil diez (documento que
acompaña a su escrito de contradicción) en cuyas Cláusulas Primera,
Segunda y Tercera se aprecia que el cronograma de pagos estipulado en
la Escritura Pública del veintiuno de abril de dos mil nueve fue modi-
ficado por las partes en dos oportunidades, estableciéndose nuevas
cuotas y plazos, apreciándose de la Cláusula Tercera del testimonio del
veinte de mayo de dos mil diez que se estableció que las cotas debían
ser en número de cuarenta y siete, estableciéndose la última cuota para
el veintiuno de agosto de dos mil trece. Por las razones reseñadas, el eje-
cutado considera que el monto aludido en la demanda y contenido en
el mandato ejecutivo resulta inexigible al haberse variado los plazos de
vencimiento de las cuotas y habiéndose asimismo convenido un nuevo
cronograma de pagos.

§ Fundamentos de la absolución de la contradicción

SEXTO: Al absolver el traslado de la contradicción, la defensa del


banco demandante reconoció lo afirmado por el ejecutado en cuanto a
la existencia de la modificación del cronograma de pagos del contrato
de leasing convenido mediante Escritura Pública del veintiuno de
abril de dos mil nueve y sostuvo que por “error involuntario” omitió

212
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

mencionar dicha circunstancia en su escrito de demanda, precisando


que lo único que se rectificó fue el cronograma señalado dado que ado-
lecía de error, motivo por el cual el pago se realizaría en cuarenta y siete
cuotas mensuales e indicando que según la Cuarta Cláusula de la Escri-
tura Pública del veinte de mayo de dos mil diez, las partes ratificaron
en todos los extremos el Contrato de Arrendamiento Financiero del
veintiuno de abril de dos mil nueve, por lo que conforme a las Cláu-
sulas Décimo Novena y Vigésima de dicho contrato, se cursó la carta
notarial al demandado por la que se dio por resuelto de pleno derecho
el contrato de arrendamiento, debido a que el ejecutado adeudaba más
de dos cuotas por concepto de renta, conforme se aprecia de la Liquida-
ción de Leasing Resuelto N° 000384646387 que acompaña a su escrito de
absolución. Finalmente, sostiene que es evidente que la nueva liquida-
ción guarda total relación con el cronograma contenido en la Escritura
Pública del veinte de mayo de dos mil diez, por lo que el ejecutado mal
hace en alegar que la acreencia es inexigible pues considera que se ha
acreditado la exigibilidad por razón de tiempo, lugar y modo.

§ Análisis del caso

SÉTIMO: En principio, debemos indicar que la parte ejecutada no


ha deducido excepciones ni defensas previas, por lo que corresponde
declarar saneado el proceso así como la existencia de una relación jurí-
dica procesal válida.

OCTAVO: Establecido lo anterior, corresponde analizar la contra-


dicción formulada, para lo cual debemos indicar que si bien la legisla-
ción procesal vigente, así como la anterior, no define las razones por las
cuales es posible amparar la contradicción por la causal de inexigibili-
dad de la obligación puesta a cobro, empero, a partir de la labor reali-
zada en los tribunales podemos afirmar que ella consiste en la falta de
vencimiento del plazo o incumplimiento de alguna condición estable-
cida por las partes en la celebración del acuerdo, ya que la exigibilidad
se presenta cuando “(…) el derecho, aún cierto y líquido, no esté sujeto
en su ejercicio a hechos, eventos o actos que impidan el ejercicio mismo
de él. Así, si existe un plazo, este deberá haber expirado; si existe una
condición suspensiva, esta deberá haberse verificado; si hay la obliga-
ción de una contraprestación, esta deberá haber sido prestada o, por lo
menos, ofrecida; si debe realizarse un acto precedente al ejercicio del
derecho, se lo deberá haber cumplido previamente, etc.” (ROCCO, Ugo.

213
Percy Howell Sevilla Agurto

Tratado de Derecho Procesal Civil. Volumen IC, Temis - Depalma, Bue-


nos Aires, 1976, p. 145).

NOVENO: En el presente caso, pese a que inicialmente se sustentó


la pretensión postulada en el mérito de la Escritura Pública del vein-
tiuno de abril de dos mil nueve y el incumplimiento del cronograma
de pagos que en dicho documento aparece inserto (además de la carta
notarial cursada al ejecutado), durante el desarrollo del proceso se ha
acreditado que dicho cronograma de pagos fue dejado sin efecto y
modificado por expreso acuerdo de las partes, primero, mediante Escri-
tura Pública del veintiocho de abril de dos mil diez y, luego, por Escri-
tura Pública del veinte de mayo de dos mil diez, según se aprecia de
las Cláusulas Primera, Segunda y Tercera del último de los documentos
mencionados.

DÉCIMO: Siendo así, es evidente que la demanda no resulta aten-


dible pues el sustento invocado al interponerla ha quedado totalmente
desvirtuado con el mérito de la Escritura Pública del veinte de mayo de
dos mil diez (fs. 47 a 50), en cuya virtud se acredita plenamente que el
cronograma de pagos contenido en la Escritura Pública del veintiuno de
abril de dos mil nueve (fs. 8 a 18) fue dejado sin efecto y modificado,
motivo por el cual la obligación reclamada deviene en inexigible en los
términos en que se planteó la demanda, máxime si como se aprecia de
contrastar las liquidaciones de fojas 20 y 76, la propia parte ejecutante
reconoce las modificaciones en el cronograma de pagos, siendo que
en la primera liquidación se consignó que las cuotas seis, siete, ocho y
nueve tenían como fecha de vencimiento los días veintiuno de los meses
de octubre, noviembre y diciembre de dos mil diez y veintiuno de enero
de dos mil once, en tanto que en la segunda liquidación se consigna que
las mismas cuotas seis, siete, ocho y nueve ahora aparecen con fechas
de vencimiento los días veintiuno de los meses de marzo, abril, mayo y
junio del año dos mil diez, siendo lo más resaltable (que ratifica la deci-
sión en cuanto a que la incoada no es amparable por inexigibilidad de
la obligación) el hecho que en esta última liquidación –completamente
diferente a la acompañada a la demanda– las aludidas cuotas seis, siete,
ocho y nueve aparecen como “cuotas pagadas” a diferencia de lo que
ocurre en la liquidación acompañada a la demanda donde aparecen
como “cuotas no pagadas”.

214
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

DÉCIMO PRIMERO: Siendo así, se concluye que las obligaciones


cuyo cumplimiento se reclama a través de la demanda no resultan exi-
gibles según el material probatorio incorporado al proceso, debiendo
agregar que este Despacho no puede soslayar que en la carta notarial
de resolución de contrato de fojas 19 se imputa al ejecutado el incumpli-
miento de pago de dos cuotas según lo acordado en la Escritura Pública
del veintiuno de abril de dos mil nueve, pese a que el cronograma de
pagos allí contenido fue modificado hasta en dos ocasiones, siendo la
última la acordada en la Escritura Pública del veinte de mayo de dos mil
diez que, a mayor gravedad, resulta ser un acuerdo anterior a la men-
cionada carta notarial, fechada y diligenciada en el mes de enero de dos
mil once.

DÉCIMO SEGUNDO: Finalmente existen dos puntos en relación


a los cuales este Despacho debe hacer expresa mención: (i) El primero
es que si bien la incoada no resulta atendible, lo que corresponde es
declarar su improcedencia pues los defectos incurridos al sustentar las
pretensiones postuladas no pueden convertirse en un impedimento
para que, debidamente sustentada y observando la integridad de los
acuerdos arribados por las partes, puedan accionarse pretensiones simi-
lares, siempre y cuando el ejecutado incurra en alguna de las causales
de resolución de contrato pactadas por las partes y se respeten la totali-
dad de los acuerdos existentes entre las partes, como ya se indicó; (ii) La
segunda, que a partir de la afirmación de la defensa de la entidad banca-
ria demandante en cuanto a que involuntariamente omitió mencionar la
modificación del contrato de arrendamiento financiero acompañado a la
demanda, se pone de manifiesto un proceder negligente de dicha parte,
en relación a lo cual este Despacho estima que ello no es de tal grado
que amerite la imposición de una sanción pecuniaria pues es una cir-
cunstancia que ha sido inmediatamente reconocida por la parte deman-
dante al momento de absolver la contradicción, debiendo destacar que
la parte ejecutada no ha peticionado la imposición de multa alguna.

III. DECISIÓN
Por los fundamentos expuestos, el Décimo Cuarto Juzgado Espe-
cializado en lo Civil con Sub Especialidad Comercial de Lima, impar-
tiendo justicia conforme a las atribuciones reconocidas en la Constitu-
ción Política del Estado y el Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica

215
Percy Howell Sevilla Agurto

del Poder Judicial, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 412,


inciso 4), 688, 689 y 690-E del Código Procesal Civil, ha resuelto: Decla-
rar SANEADO el proceso y, en consecuencia, la existencia de una rela-
ción jurídica procesal válida; de otro lado, se declara FUNDADA la
contradicción formulada por el ejecutado José Manuel Franco Argo-
medo por la causal de inexigibilidad de la obligación puesta a cobro e
IMPROCEDENTE la demanda, dejándose a salvo el derecho del ejecu-
tante a fin de que lo haga valer en el modo y forma legal que corres-
ponda si acaso se configuran las circunstancias para ello, debiendo suje-
tar su proceder a los deberes de veracidad, probidad, lealtad y buena fe
procesal; con costas y costos a cargo del banco demandante cuya suma
líquida se determinará en etapa de ejecución; consentida o ejecutoriada
que sea la presente resolución; notificándose.

216
NULIDAD FORMAL DEL TÍTULO

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


EL DÉCIMO CUARTO JUZGADO ESPECIALIZADO
EN LO CIVIL CON SUBESPECIALIDAD COMERCIAL
QUE DESPACHA EL JUEZ JOSÉ C. ESCUDERO
LÓPEZ EMITE EL SIGUIENTE
–AUTOFINAL –
EXPEDIENTE Nº 05716-2011-0-1817-JR-CO-14
EJECUCIÓN DE GARANTÍAS
RESOLUCIÓN Nº 08

Lima, veintiséis de abril de dos mil doce

I. AUTOS Y VISTOS

El proceso de ejecución de garantías iniciado por Banco Financiero


del Perú contra Jorge Mateo Chávez Olaya y Alcira Francisca Flores
Ramírez.

II. CONSIDERANDO

§ Reglas que rigen la actividad procesal

PRIMERO: La actividad probatoria se rige, principalmente, por


lo establecido en los artículos 188, 196 y 197 del Código Procesal Civil,
según los cuales, los medios probatorios tienen por finalidad acredi-
tar los hechos expuestos por las partes, producir certeza en el juez res-
pecto de los puntos controvertidos y fundamentar sus decisiones; ade-
más, salvo disposición legal diferente, la carga de probar corresponde
a quien afirma hechos que configuran su pretensión, o a quien los con-
tradice alegando nuevos hechos; asimismo, todos los medios probato-
rios son valorados por el juez en forma conjunta, utilizando su aprecia-
ción razonada; sin embargo, en la resolución solo serán expresadas las
valoraciones esenciales y determinantes que sustentan su decisión. En

217
Percy Howell Sevilla Agurto

jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia de la República se ha


establecido que “(…) según el principio de unidad del material proba-
torio, todos los medios probatorios deben ser valorados en forma con-
junta, confrontándose uno a uno, puntualizando su concordancia o dis-
cordancia, con la finalidad de que la decisión final sea una síntesis de
la totalidad de los medios de prueba y de los hechos que pretendieron
acreditar” (Primer Considerando de la Cas. N° 4865-2009-AREQUIPA
de fecha 5 de agosto de 2010, emitida por la Sala de Derecho Constitu-
cional y Social Permanente de la Corte Suprema de Justicia de la Repú-
blica, publicada en el diario oficial El Peruano el 2 de agosto de 2011,
Separata “Sentencias en Casación” Año XV / N° 647, p. 30955).

SEGUNDO: En el presente caso nos encontramos ante un pro-


ceso sobre ejecución de garantías que se viene tramitando conforme a
las reglas del proceso único de ejecución, en el cual los ejecutados han
formulado contradicción. Por tanto, en razón de que a partir de lo nor-
mado en el artículo 722 del Código Adjetivo se tiene que la contradic-
ción se rige por las disposiciones generales del proceso único de eje-
cución, cabe observar el artículo 690-E del Código Procesal Civil que
establece que corresponde resolver mediante un auto, observando las
reglas para el saneamiento procesal y, de ser el caso, emitir pronuncia-
miento en relación a la contradicción propuesta.

§ Determinación de la pretensión principal


TERCERO: Del texto de la demanda se aprecia que, al amparo del
fundamento jurídico que allí expone, escritura pública de compraventa,
crédito hipotecario y fianza solidaria del treinta de julio de dos mil ocho,
estado de cuenta de saldo deudor, pagaré y demás documentos, el eje-
cutante Banco Financiero del Perú pretende que los emplazados Jorge
Mateo Chávez Olaya y Alcira Francisca Flores Ramírez le paguen el
capital que se detalla en el mandato de ejecución, más intereses compen-
satorios y moratorios pactados, costas y costos del proceso.

§ Actuación de los ejecutados


CUARTO: El ejecutado Jorge Mateo Chávez Olaya formuló contra-
dicción al mandato de ejecución invocando la nulidad formal del título,
habiendo expresado como fundamentos que si bien constituyó hipoteca
junto con su cónyuge codemandada, existe nulidad formal del título
ya que para la procedencia del proceso debió anexarse a la demanda

218
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

el documento que contiene la garantía, el estado de cuenta de saldo


deudor, tasación comercial, certificado de gravamen y se debe empla-
zar al deudor principal, garante y poseedor, denunciándose que no se
ha presentado el estado de cuenta de saldo deudor con firmas legaliza-
das ni tasación comercial actualizada suscrita por ingenieros civil y/o
arquitecto con firmas legalizadas ni certificado de gravamen ni se ha
emplazado al garante como exige la ley, incumplimientos que –según
afirma– motivan que el título de ejecución sea formalmente nulo y, en
consecuencia, la demanda deviene en improcedente. Además, indica
que debe tomarse en cuenta que en la escritura pública de compraventa
de bien futuro, crédito hipotecario y fianza solidaria del treinta de julio
de dos mil ocho, se celebraron actos jurídicos sobre un bien futuro,
habiéndose acordado que el contrato quedaba sujeto a condición sus-
pensiva de que el bien llegue a tener existencia, conforme al artículo
1534 del Código Civil, en tanto que es un requisito esencial para la
validez de la hipoteca que recaiga sobre bienes presentes y no futuros,
hecho que nulifica el título materia de ejecución y, en consecuencia, la
demanda deviene en improcedente.

QUINTO: La contradicción formulada por Alcira Francisca Flores


Ramírez se sustenta en idénticas razones a las expuestas por su cónyuge
coejecutado.

§ Fundamentos de la absolución de la contradicción


SEXTO: Al absolver el traslado de la contradicción, la defensa de la
entidad bancaria ejecutante indicó que los ejecutados al fundamentar
sus contradicciones no atacan propiamente el título de ejecución, por lo
que debió declararse la improcedencia de dichas contradicciones, pero,
sin perjuicio de ello, en cuanto a los cuestionamientos de los ejecuta-
dos se afirma que no es necesario legalizar la firma de quien suscribe
el estado de cuenta de saldo deudor, se ha presentado tasación comer-
cial actualizada, certificado de gravamen y en el presente caso tanto los
obligados y los garantes son las mismas personas; finalmente, carece de
asidero legal la alegación de que la hipoteca es nula por haber recaído
sobre bienes futuros, pues los bienes han existido con posterioridad,
conforme a las copias literales de ambos inmuebles, y cuando existie-
ron se procedió a la inscripción de la hipoteca, motivos por los cuales
solicita se declare improcedente y/o infundada las contradicciones
formuladas.

219
Percy Howell Sevilla Agurto

§ Análisis del caso

SÉTIMO: En razón de que no se han deducido excepciones ni


defensas previas, corresponde declarar saneado el proceso y la existen-
cia de una relación jurídica procesal válida y, seguidamente, analizar el
fondo de la controversia.

OCTAVO: Que, en relación a la causal de nulidad formal del título,


debe indicarse que ello exige probar que existe un defecto de forma, mas
no de fondo, en relación al título ejecutivo. En cuanto este tema, la Sala
de Derecho Constitucional y Social Permanente de la Corte Suprema de
Justicia, al analizar la causal de nulidad formal del título ejecutivo que
en su momento previó el artículo 700 del Código Procesal Civil (hoy
derogado), en razonamiento aplicable mutatis mutandi al presente caso,
señaló: “(…) cuando se invoca la nulidad formal de un título ejecutivo el
juzgador no podrá fundar su decisión en cuestiones de fondo sino única-
mente en cuestiones formales relativas al título (…)” pues “(…) la nuli-
dad formal establecida en dicho proceso ejecutivo se configura cuando el
título presenta defectos formales, esto es, vicios relacionados con la parte
externa del mismo, que tornan inviable su ejecución (…)” (Cfr. Casación
Nº 2150-2008-LAMBAYEQUE del dieciocho de noviembre de dos mil
ocho, publicada en el portal del Poder Judicial: <http://servicios.pj.gob.
pe/jurisWeb/faces/searchResult_2.jsp>).

NOVENO: Que, de la lectura de los argumentos expuestos en una


y otra contradicción, se tiene que la alegada nulidad formal invocada
por los dos ejecutados no contiene cuestionamiento alguno dirigido
a demostrar la existencia de defectos formales en el título materia de
ejecución. Por lo demás, los argumentos expuestos por ambos ejecuta-
dos carecen de asidero pues: (i) En el presente caso sí se ha presentado
estado de cuenta de saldo deudor, documento que obra a fojas 33 y 34,
debiendo precisar que allí aparece claramente consignado el nombre
de la persona responsable de su elaboración y que no existe dispositivo
legal alguno que imponga la formalidad de legalización de firma en
torno a dicha instrumental; (ii) La tasación comercial actualizada de los
dos inmuebles materia de ejecución, suscrita por dos ingenieros cuyas
firmas han sido legalizadas, obra de fojas 35 a 39; (iii) Los certificados de
gravamen por cada uno de los inmuebles hipotecados aparecen de fojas
54 a 59, documentación presentada en cumplimiento de lo ordenado por
resolución uno; (iv) Del contenido de la escritura pública del treinta de

220
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

julio de dos mil ocho se aprecia que los ahora ejecutados son, a la vez,
deudores y garantes hipotecarios; (v) Con el mérito de los certificados
de gravamen mencionados precedentemente y la escritura pública de
Aclaración de Compraventa e Hipoteca de fecha veintiocho de junio de
dos mil diez (acompañada al escrito de subsanación de demanda) que
obra de fojas 60 a 63, se acredita que los bienes hipotecados sí existen;
y en cuanto a la alegada prohibición de constituir hipoteca sobre bienes
futuros, debe indicarse que dicho argumento no se relaciona con la vali-
dez formal del título materia de ejecución, por lo que no es idóneo para
sustentar la contradicción formulada, máxime si ambos ejecutados reco-
nocen que sí firmaron la constitución de garantía hipotecaria.

DÉCIMO: Sobre la base de las consideraciones precedentemente


expuestas, en las que se ha analizado cada uno de los argumentos de
defensa en que se sustentan las contradicciones formuladas por los
ejecutados, se concluye que las mismas deben ser desestimadas, con
expresa condena de costas y costos a la parte ejecutada, quien además se
encuentra obligado al pago de los intereses pactados devengados, con-
clusión a la que se arriba teniendo en cuenta, además, que en el presente
caso se han satisfecho plenamente las exigencias contenidas en el artí-
culo 720 del Código Procesal Civil.

III. DECISIÓN
Por los fundamentos expuestos, el Décimo Cuarto Juzgado Especia-
lizado en lo Civil con Sub Especialidad Comercial de Lima, impartiendo
justicia conforme a las atribuciones reconocidas en la Constitución Polí-
tica del Estado y el Texto Único Ordenado de la Ley Orgánica del Poder
Judicial, de conformidad con lo dispuesto en los artículos 412, inciso
4) del artículo 688, 689 y 690-E del Código Procesal Civil, ha resuelto:
Declarar SANEADO el proceso y, por tanto, la existencia de una rela-
ción jurídico-procesal válida; y, de otro lado, declarar INFUNDADA
tanto la contradicción presentada por Jorge Mateo Chávez Olaya como
la formulada por Alcira Francisca Flores Ramírez; y, en consecuencia, se
ORDENA el remate de los inmuebles dados en garantía para el pago
del capital demandado cuya suma líquida se precisa en el mandato de
ejecución, más intereses compensatorios y moratorios, costas y costos
del proceso; cuya suma líquida se determinará en ejecución; consentida
o ejecutoriada que sea la presente resolución; notificándose.

221
LLENADO DE TÍTULO VALOR EMITIDO
INCOMPLETO CONTRARIO A LOS
ACUERDOS ADOPTADOS

CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE LIMA


OCTAVO JUZGADO CIVIL SUBESPECIALIZADO EN LO COMERCIAL
EXPEDIENTE Nº : 00440-2011-0-1817-JR-CO-08
MATERIA : OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO
RESOLUCIÓN Nº 10

Miraflores, diecinueve de agosto de dos mil trece

AUTO DEFINITIVO

Materia
El Banco Financiero del Perú en su escrito de demanda de fojas
veintiuno señala que la sociedad conyugal integrada por Adulberto José
Ignacio García y Manuela Dolores Espinoza Ortiz emitieron un pagaré a
su favor por la suma de doscientos noventa y ocho mil quinientos nue-
vos soles, el cual fuera objeto de sucesivas renovaciones, existiendo a la
fecha un saldo pendiente de doscientos ochenta y un mil ochocientos
cuatro nuevos soles.

El ejecutado Adulberto José Ignacio García contradice el mandato


de ejecución fundándose en las causales de Nulidad y falsedad del
título de ejecución, completado en forma contraria a los acuerdos adop-
tados y en la inexigibilidad de la obligación.

La coejecutada Manuela Dolores Espinoza Cruz no contradijo el


mandato único de ejecución.

Pretensión demandada
Que se ordene el pago de la suma ascendente a Doscientos ochenta
y un mil ochocientos cuatro nuevos soles más intereses compensatorios

223
Percy Howell Sevilla Agurto

y moratorios devengados y por devengarse, deuda contenida en el


pagaré N° 370171284.

Antecedentes
• Este proceso se inició mediante demanda interpuesta el catorce de
enero de dos mil once, habiéndose emitido el mandato de ejecución
el diecinueve de enero del dos mil once en el cual se ordena el pago
de la suma ascendente a Doscientos ochenta y un mil ochocientos
cuatro nuevos soles más intereses compensatorios y moratorios, cos-
tas y costos.

• A través de la resolución cuatro se expidió auto definitivo, el mismo


que fue declarado nulo por la Primera Sala Civil Subespecializada
en lo Comercial de esta Corte Superior mediante el auto de fecha
uno de junio de dos mil doce.

• Mediante resolución del veintiuno de setiembre último se corrió


traslado de la excepción y contradicción presentada por el coeje-
cutado, la misma que fuera absuelta por escrito de fojas doscientos
veinte.

• Por resolución ocho se atendió el pedido de nulidad presentado por


la codemandada Manuela Dolores Espinoza Ortiz, ordenándose
se le notifiquen los actuados que le permitan ejercer su derecho de
defensa en este proceso, no habiendo contradicho el mandato único
de ejecución.

A continuación corresponde glosar los argumentos substanciales


que han sido expuestos por las partes y los medios probatorios admiti-
dos al proceso.

Parte Expositiva
Argumentos y medios probatorios aportados por las partes.

1. Hechos y fundamentos presentados por la actora


1.1. Argumentos de la parte ejecutante

224
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

1.1.1. La entidad financiera demandante afirma que la sociedad con-


yugal demandada emitió a la orden de su representada un pagaré por
la suma de Doscientos noventa y ocho mil quinientos nuevos soles.

1.1.2. El referido título valor fue renovado en sucesivas oportunida-


des, siendo la última de ellas, el día veinticuatro de agosto de dos
mil diez, teniendo como fecha de vencimiento el treinta de agosto de
dos mil diez.

1.1.3. Ha vencido dicha fecha y la sociedad conyugal referida no ha


dado cumplimiento al pago de la suma pendiente de pago.

1.1.4. Manifiesta que ha cumplido con llenar el pagaré de acuerdo a


lo establecido en el contrato de compraventa y préstamo con garan-
tía hipotecaria suscrito por las partes.

1.1.5. Lo alegado por el ejecutado no puede ser considerado como


causal de inexigibilidad de la obligación debido a que la deuda
deviene en exigible desde que dieron por vencidos los plazos para el
préstamo.

2.1. Medios probatorios admitidos


2.1.1. El pagaré N° 370171284 de fojas ocho.
2.1.2. El testimonio de escritura pública de compraventa y crédito
hipotecario del cinco de setiembre de dos mil diez.
2.1.3. La carta notarial del diecinueve de octubre de dos mil diez.
2.1.4. Estado de cuenta de saldo deudor.

2. Hechos y medios probatorios del ejecutado


2.1. Argumentos

2.1.1. El coejecutado Adulberto José Ignacio García formula contra-


dicción al mandato de ejecución emitido en los autos, fundándose
en las causales de Inexigibilidad de la obligación y nulidad formal
y falsedad del título de ejecución, en atención a que fue aceptado en
forma incompleta y completado por el actor en forma contraria a lo
acordado por las partes.

225
Percy Howell Sevilla Agurto

2.1.2. Afirma haber celebrado con el banco demandante un con-


trato de crédito hipotecario para la compra del inmueble de su pro-
piedad, habiendo aceptado un pagaré incompleto, autorizando al
banco solo lo complete con el saldo deudor real del préstamo otor-
gado o con la fecha de vencimiento que se genere en el supuesto de
falta de pago injustificado, ello aparece de la cláusula cuarta del con-
trato de crédito hipotecario.

2.1.3. Manifiesta que el banco ha consignado unilateralmente y con


abuso de derecho un monto excesivo que no corresponde a lo que
realmente se adeuda y además se ha consignado una fecha de venci-
miento falsa, distinta y diferente a la realidad y a los términos acor-
dados en el contrato.

2.1.4. Ha venido cancelando las cuotas pactadas hasta la número


veintidós, y estando al incumplimiento del contrato de crédito
hipotecario por parte de las empresas Banco Financiero del Perú y
Bena Inversiones E.I.R.L. a culminar el proceso de saneamiento de
la declaratoria de fábrica y otorgamiento e inscripción de su título
de propiedad, decidieron suspender la ejecución de la prestación a
su cargo, hasta que el banco o la empresa constructora cumplieran
con sanear los papeles de declaratoria de fábrica e independización,
que les permitiera inscribir sus títulos de propiedad sobre el inmue-
ble adquirido a través de esta operación crediticia. Expresa que la
Municipalidad de San Borja observó el proyecto inmobiliario y ello
lo conocía el banco demandante.

2.1.5. Agrega que el banco actor miente al señalar que el título valor
fue aceptado y girado en un solo acto y además que se ha estipu-
lado como fecha de vencimiento el día diez de setiembre de dos mil
ocho y que fue prorrogada hasta el treinta de agosto de dos mil diez,
lo cual no corresponde a la realidad dado que, el banco en su carta
notarial del diecinueve de octubre de dos mil diez, recién les comu-
nica que va a completar el pagaré firmado en blanco.

2.2. Medios Probatorios admitidos

2.1.1. El testimonio de escritura pública de fecha cinco de setiembre


de dos mil ocho.

226
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

2.1.2. La carta remitida por conducto notarial de fecha diecinueve de


octubre de dos mil diez.
2.1.3. La carta notarial de fecha veintidós de noviembre de dos mil
diez.
2.1.4. Los vouchers de pagos dobles efectuados al banco.
2.1.5. La copia del informe técnico y la resolución emitida por la jefa-
tura de Obras privadas de la Municipalidad de San Borja.

Parte Considerativa

3. Fundamentos
El conflicto de intereses a dilucidarse

“Establecer si la obligación puesta a cobro es inexigible y si se ha


completado en pagaré en forma contraria a lo acordado con el banco
demandante”.

4. Normatividad aplicable
• El artículo 690-D) inciso 2 del Código Procesal Civil relativo a la
contradicción amparada en la causal de Nulidad formal y false-
dad del título de ejecución.
• El artículo 19.1 inciso e) de la Ley Nº 27287 respecto a que es
posible contradecir la acción cuando el título valor incompleto
al emitirse haya sido completado en forma contraria a los acuer-
dos adoptados.
• El artículo 10 de la Ley Nº 27287 relativo a la emisión de títulos
valores en forma incompleta.
• El artículo 690-D) inciso 1 del Código Procesal Civil relativo a
la contradicción amparada en la causal de Inexigibilidad de la
obligación contenida en el título de ejecución.
• El artículo 1426 del Código Civil referido al supuesto de incum-
plimiento de prestaciones recíprocas.

227
Percy Howell Sevilla Agurto

5. Análisis del caso


5.1. Aspectos procesales antes de dilucidarse el fondo de la
controversia

5.1.1. Don Adulberto José Ignacio García formuló excepción de


Incompetencia y presenta los siguientes argumentos: a) reside en el
distrito de Nazca departamento de Ica por lo que la jurisdicción y
competencia por razón de territorio corresponde a la Corte Superior
de Ica, b) el lugar de pago en el pagaré se consignó en Ica.

5.1.2. La doctrina procesal vigente señala que la excepción de Incom-


petencia “procede, en términos generales, cuando la demanda se
interpone ante un órgano jurisdiccional distinto al que le corres-
ponde intervenir en el proceso de acuerdo con las reglas legales atri-
butivas de competencia –salvo que esta sea prorrogable– (…)”.

5.1.3. En el caso que nos convoca encontramos que en el pagaré de


fojas ocho contiene dentro de sus cláusulas preimpresas, el someti-
miento de las partes, en caso se suscite algún conflicto de intereses
referido a este título valor, a la jurisdicción de los jueces y tribunales
de Lima, ello indica que se ha producido una prórroga convencional
de la competencia territorial conforme lo permite el artículo 25 del
Código Procesal Civil, por lo que la excepción planteada debe ser
desestimada.

5.2. Aspectos de fondo

Causal de Nulidad y falsedad del título. Contravención a lo acor-


dado por las partes en el llenado del pagaré emitido en forma
incompleta.

5.2.1. Como se ha señalado, el coejecutado ha contradicho el man-


dato único de ejecución afirmando que se ha completado el pagaré
contraviniendo lo acordado por las partes, y refiere que el pacto
para el llenado se encuentra contenido en la cláusula cuarta del
contrato de mutuo con garantía hipotecaria de fojas cuarenta y
dos.

5.2.2. El Testimonio de escritura pública de compraventa, crédito


hipotecario y fianza solidaria fue otorgado por Bena Inversiones

228
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

E.I.R.L. a favor de los ejecutados con la intervención del banco


demandante.

Se aprecia de la lectura del mismo que, por un lado se elevó a escri-


tura pública la minuta de compraventa de bienes futuros celebrada
por Bena inversiones E.I.R.L. y la sociedad conyugal conformada
por Adulberto José Ignacio García y Manuela Dolores Espinoza
Ortiz de Ignacio y por otro lado, también se aprecia la celebración
de otro contrato, el de crédito hipotecario suscrito por el banco actor
y la sociedad conyugal emplazada.

En la cláusula cuarta de este segundo contrato, se tiene que en caso


de incumplimiento por parte de los mutuatarios, la empresa finan-
ciera estaba facultada a dar por vencidos todos los plazos y exigir
el pago del íntegro del saldo, y a dichos efectos se autorizaba al
banco a completar el pagaré que en ese momento se emite en forma
incompleta.

De esta manera se tiene, por un lado, que es verdad que se emitió el


título valor objeto de proceso, en forma incompleta, como lo asevera
el ejecutado y como reconoce tácitamente el ejecutante, en su escrito
de absolución de contradicción. Por otro lado, se ha acompañado el
documento, en este caso, la cláusula cuarta en la cual se han acor-
dado las condiciones para su llenado.

5.2.3. El ejecutado señala que no es cierto que su persona y su cón-


yuge hayan aceptado el diez de setiembre de dos mil ocho y tam-
poco han pactado la fecha de vencimiento del mismo el día treinta
de octubre del dos mil ocho.

Se verifica de la lectura de la precitada cláusula cuarta del contrato


de préstamo hipotecario que, el pagaré no contenía monto, tasa de
interés compensatorio y moratorio, ni fecha de vencimiento, por lo
que no se acredita que la fecha de vencimiento que aparece en el
título sea distinta a la pactada puesto que al momento de emitirse el
mismo, no se encontraba consignada, no existiendo un llenado que
contraviene lo acordado por las partes.

5.2.4. Agrega que es falso que haya aceptado diversas renovaciones,


debiéndose reparar en la lectura del propio pagaré, en el cual se ha
convenido se aceptan las prórrogas de las obligaciones convenidas

229
Percy Howell Sevilla Agurto

en el mismo, sin necesidad de que consten sus firmas en cada una


de ellas, por lo que tampoco debe ser atendido este argumento de
defensa que denuncia una trasgresión de lo acordado por las partes.

5.2.5. Concluye afirmando que se ha completado este pagaré por un


monto excesivo y a dichos efectos acompaña los recibos que apare-
cen en fojas cincuenta y seis y cincuenta y siete, sin embargo de la
lectura de los mismos, ninguno de ellos acredita que por concepto
de capital, se adeuda una suma menor a la que aparece como pen-
diente de pago en la última prórroga del pagaré puesto a cobro, a lo
cual debe también agregarse, el documento denominado Consulta
histórica a transacciones de contratos de la cual fluye que al vein-
ticuatro de agosto del año dos mil diez, la suma consignada en la
última prórroga era la que se adeudaba a dicha fecha, en consecuen-
cia, no se acredita que se haya contravenido lo pactado por las par-
tes en el llenado del pagaré puesto a cobro.

5.2.6. El demandado en el punto III.7 del escrito de contradicción


señala que, tanto el banco como la empresa Bena inversiones E.I.R.L.
incumplieron su obligación de culminar el proceso de saneamiento
de la declaratoria de fábrica y otorgamiento de inscripción de sus
títulos de propiedad, por lo que suspendieron la ejecución de la
prestación a su cargo de pagar las cuotas convenidas para honrar el
préstamo.

Con relación a este argumento de defensa debe repararse que de la


lectura del Testimonio de contrato de compraventa de bien futuro
a que se ha hecho ya referencia, se tiene que se celebraron dos con-
tratos, apreciándose claramente que en el primer contrato de com-
praventa suscrito entre la empresa Bena Inversiones E.I.R.L. y la
sociedad conyugal demandada, en la cláusula sexta (fojas cuarenta
y tres vuelta), se convino que la obligación de efectuar la inscripción
de la declaratoria de fábrica e independización correspondía a Bena
Inversiones E.I.R.L. y no al banco demandante, por lo que de con-
formidad con lo establecido por los artículos 1361 y 1363 del Código
Civil, por lo que mal puede señalar el demandado que el incumpli-
miento de Bena Inversiones E.I.R.L., le autoriza a suspender el pago
del préstamo de dinero celebrado con el demandante.

230
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

5.2.7. Por otro lado, apoya su afirmación relativa a que el título es


nulo y falso señalando que al momento de remitir la carta notarial
de fecha diecinueve de octubre del dos mil diez (fojas cincuenta y
dos), el título se encontraba en blanco, lo cual señala lleva a concluir
que el banco miente al haber consignado en el pagaré fechas falsas.

Como se ha mencionado, la cláusula cuarta del contrato de crédito


hipotecario señaló que la fecha de vencimiento no se encontraba
consignada en el pagaré, por lo que es válido que el mismo se haya
completado en fecha posterior. Como se ha referido precedente-
mente las partes autorizaron la prórroga del mismo, por lo que el
hecho que en la carta notarial de fojas cincuenta y dos se señale se
va a completar dicho título incluyendo los intereses moratorios y
compensatorios y la misma sea de fecha posterior a la que aparece
como última prórroga no implica en forma alguna que se haya tras-
gredido lo acordado por las partes, por lo que este argumento de
defensa debe ser desestimado también.

Inexigibilidad de la obligación

5.2.8. Los argumentos que presenta el ejecutado para sustentar la


inexigibilidad de la deuda contenida en el pagaré puesto a cobro se
refieren al incumplimiento de la obligación del banco en el sanea-
miento e independización del inmueble ubicado en el distrito de
San Borja, debiéndonos remitir por un lado, a lo ya expresado en el
fundamento 5.2.6.; por otro lado, no debe dejarse de mencionar que
una obligación, es inexigible por circunstancias de tiempo, lugar y
modo, situaciones fácticas que no han sido denunciadas por la parte
ejecutada.

5.2.9. Finalmente no debe dejarse de mencionar que, en el medio


probatorio que ha acompañado, el banco demandante en su escrito
de absolución de contradicción de fecha quince de octubre de dos
mil doce, aparece un documento denominado Consulta histórica a
transacciones de contratos, de la cual se concluye que al dieciséis de
marzo de dos mil doce, el monto pendiente de pago es la cantidad
de Doscientos ochenta y un mil setecientos noventa y nueve nuevos
soles.

231
Percy Howell Sevilla Agurto

6. Conclusiones
6.1. Estando a los fundamentos expuestos se concluye que la
excepción de Incompetencia debe ser declarada Infundada y de
igual manera la contradicción amparada en las causales de Nulidad
formal, falsedad y que el título valor emitido en forma incompleta
se haya llenado en contravención a lo acordado por las partes; y en
la Inexigibilidad de la obligación.

Por estos considerandos y de conformidad con lo dispuesto por el


artículo 689 del Código Procesal Civil:

FALLO
Declarando:

INFUNDADA la excepción de Incompetencia presentada en fojas


sesenta y dos.

INFUNDADA la contradicción basada en las causales de Nuli-


dad y falsedad del título de ejecución, título valor completado en
forma contraria a los acuerdos adoptados y en la inexigibilidad de la
obligación.

232
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

1° JUZGADO CIVIL-COMERCIAL
EXPEDIENTE Nº : 07925-2012-0-1817-JR-CO-01
MATERIA : OBLIGACIÓN DE DAR SUMA DE DINERO
ESPECIALISTA : HORNA TICERAN, SOLANGE MAITE
DEMANDADO : JIMÉNEZ ROSALES, ROBERTO HERWING
DEMANDANTE : BBVA BANCO CONTINENTAL RPTDO. POR PERCY
HOWELL SEVILLA AGURTO
RESOLUCIÓN Nº 04

Miraflores, tres de mayo de dos mil trece

AUTOS Y VISTOS: Puesto en Despacho para emitir Auto que pone


fin a esta instancia y considerando:

PRIMERO: Conforme al artículo 690-E del Código Procesal Civil


cuando se formula contradicción en un proceso único de ejecución se
corre traslado al ejecutante, y posteriormente; con su absolución o sin
ella el juez resolverá la contradicción mediante un auto, observando las
reglas para el saneamiento procesal y pronunciándose sobre la contra-
dicción propuesta.

SEGUNDO: Respecto al saneamiento procesal el Juzgado resulta


competente para conocer de la pretensión propuesta en la demanda
conforme a la materia y a la cuantía; adicionalmente las partes procesa-
les cuentan con capacidad procesal y el proceso se ha tramitado obser-
vando las reglas del debido proceso principalmente en lo referente al
ejercicio del derecho de defensa al haber sido notificadas ambas partes
según cargos de fojas treinta y nueve a cuarenta y uno, y la parte ejecu-
tada no ha propuesto excepciones, ni defensas previas, correspondiendo
entonces declarar saneado el proceso.

TERCERO: De otro lado, se tiene que se dictó auto de pago en


este proceso en atención a que el pagaré de fojas treinta aparejado a la
demanda, constituye título ejecutivo según el artículo 688 inciso 4 del
Código Procesal Civil.

233
Percy Howell Sevilla Agurto

El pagaré antes señalado, emitido por Roberto Herwing Jiménez


Rosales a favor de la BBVA Banco Continental, por la suma de noventa
y nueve mil novecientos cuarenta y 62/100 nuevos soles, con venci-
miento al catorce de setiembre de dos mil doce, cumple con los requisi-
tos a que se refiere el artículo 158 de la Ley Nº 27287 de Títulos Valores.
Adicionalmente se aprecia que el pagaré cuenta con la cláusula de no
protesto de conformidad con lo establecido por el artículo 52 de la Ley
Nº 27287, por lo que se habría acreditado la obligación de pago.

CUARTO: Asimismo, de conformidad con el artículo 690-D del


Código Procesal Civil dentro de cinco días de notificado el mandato
ejecutivo, el ejecutado puede contradecir la ejecución y proponer excep-
ciones procesales o defensas previas, ofreciendo los medios probatorios
que considere pertinente.

En el caso de autos, el ejecutado formuló contradicción dentro del


plazo que establece la ley, invocando que se había completado el título
valor contrariamente a los acuerdos adoptados, por lo siguiente: 1)
haberse consignado un monto excesivo; 2) no haberse acompañado el
contrato y liquidación que dé sustento a la cantidad puesta a ejecución,
por lo que sugiere se practique prueba de oficio.

Mediante escrito de fecha 21 de marzo de dos mil trece el banco


ejecutante absuelve la contradicción invocando haber llenado el título
valor de acuerdo a los acuerdos adoptados con el ejecutado, conforme
se desprende del contrato de tarjeta empresarial-capital de trabajo sus-
crito con el ejecutado y que con la carta notarial se prueba que el pagaré
puesto a cobro fue llenado sin transgredirse ni violándose los acuerdos
pactados.

QUINTO: Respecto a la causal invocada, el artículo 19 literal e) de


la Ley Nº 27287 señala que el demandado puede contradecir la acción
fundándose en “(…) que el título valor incompleto al emitirse haya sido
completado en forma contraria a los acuerdos adoptados, acompañando
necesariamente el respectivo documento donde consten tales acuerdos
transgredidos por el demandante (…)”. Pues bien, en el caso de autos el
ejecutado no ha acompañado el documento en donde consten los acuer-
dos que invoca no se han observado, lo que hace improcedente su con-
tradicción. Sin perjuicio de ello, el banco ejecutante acompaña el con-
trato de cuenta especial - tarjeta de crédito de fojas cincuenta y nueve a

234
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

sesenta y uno vuelta, en cuya cláusula dieciocho se establecen las reglas


para completar el pagaré emitido por el demandado.

La cláusula señala en principio que el banco podrá completar los


datos cuando el cliente incurra en cualquiera de los supuestos com-
prendidos en las cláusulas décimo tercera (hoja resumen informativa)
y décimo cuarta (vencimiento anticipado de plazos) Este primer punto
ha quedado acreditado desde que el mismo ejecutado reconoce en su
escrito de contradicción adeudar al banco ejecutante precisando “consi-
dero que le adeudo una suma menor a lo señalado por ellos (…)”, por lo
que siendo que las afirmaciones vertidas por las partes en sus escritos,
tienen la condición de declaración asimilada, de acuerdo al artículo 221
del Código Procesal Civil, este primer supuesto está acreditado.

De otro lado, al sostenerse por la parte demandada que se encuentra


adeudando una suma de dinero al ejecutante también se acredita que le
es de aplicación lo previsto en el literal e) de la cláusula décimo cuarta
del contrato de cuenta especial - tarjeta de crédito, según la cual se auto-
riza a completar el pagaré y llevarlo a cobro cuando el cliente mantiene
una o más obligaciones vencidas con el banco.

En cuanto al monto del pagaré, la cláusula dieciocho que es citada,


autoriza al banco a realizar una liquidación en la que se incluya la suma
total adeudada hasta la fecha de dicha liquidación, comprendiéndose
capital, intereses compensatorios, moratorios, comisiones, seguros y
gastos a las tasas más altas que tenga establecidas. Pues bien, la parte
ejecutada sostiene que considera que el monto que adeuda es menor
pero no precisa la suma que a su criterio adeuda, ni menos aún acre-
dita que deba un monto distinto al consignado en el pagaré. Adicio-
nalmente, con la carta de fojas sesenta y uno (que fue remitida por vía
notarial al ejecutado), se demuestra que el ejecutante puso en conoci-
miento de su deudor el monto por el cual posteriormente procedería a
completar el título valor, comunicación cuyo contenido no fue cuestio-
nado por el ejecutado, por lo que este extremo de la defensa también
debe desestimarse.

SEXTO: Además de lo dicho, se expone como fundamento de la


contradicción no haberse acompañado el contrato de cuenta especial -
tarjeta de crédito y la liquidación que sustenta la cantidad puesta a
ejecución; sin embargo, el contrato fue presentado por el ejecutante al

235
Percy Howell Sevilla Agurto

absolver la contradicción (el mismo que corre de fojas cincuenta y nueve


a sesenta y uno) y en cuanto a la liquidación, toda vez que según la carta
de fojas sesenta y uno, al completarse el pagaré únicamente se consignó
la suma capital, resulta irrelevante el contar con la liquidación de los
otros conceptos permitidos por el contrato; más aún cuando el mismo
ejecutado no prueba cuál sería la suma menor que, de acuerdo a su
dicho, debe a BBVA Banco Continental, razones estas por la que tam-
bién se desestima este extremo de la contradicción.

SÉTIMO: En tal sentido, no habiéndose desvirtuado el mérito ejecu-


tivo del pagaré con que se recauda la pretensión incoada, subsisten los
fundamentos que dieron mérito para expedir el mandato ejecutivo; más
aún cuando conforme a lo establecido en el artículo 1229 del Código
Civil la prueba del pago incumbe a quien pretende haberlo efectuado; y
no habiéndose acreditado que se haya producido la extinción de la obli-
gación por pago realizado por Roberto Herwing Jiménez Rosales corres-
ponde ampararse la demanda.

OCTAVO: Adicionalmente, debe tenerse en consideración que son


efectos de las obligaciones autorizar al acreedor a emplear las medidas
legales a fin que el deudor le procure aquello a lo que está obligado,
conforme a lo previsto en el artículo 1219 inciso 1 del Código Civil y
asimismo, el tenedor del título valor puede ejercitar la acción derivada
de este, de conformidad con el artículo 18 de la Ley de Títulos Valores
Nº 27287, por lo que el demandante se encuentra habilitado para solici-
tar el pago de su acreencia por esta vía.

NOVENO: En relación al cobro de intereses corresponde aplicar la


cláusula especial que obra en el título valor, monto que será liquidado
en la etapa técnica de Ejecución.

DÉCIMO: En cuanto al pago de las costas y costos del proceso


deberán ser asumidas por la parte vencida, de conformidad con lo pre-
visto por el artículo 412 del Código Procesal Civil.

Por los fundamentos expuestos y de conformidad con los artículos


1, 52 y 158 de la Ley de Títulos Valores Nº 27287, así como los artículos
688 inciso 4 y 690-E del Código Procesal Civil, se resuelve:

236
Las causales de contradicción en el proceso de ejecución

1. Declarar saneado el proceso.

2. Declarar IMPROCEDENTE la contradicción y FUNDADA la


demanda interpuesta, la misma que obra de fojas treinta y uno a
treinta y cinco, en consecuencia ORDENO que se lleve adelante la
ejecución, hasta que el ejecutado ROBERTO HERWING JIMÉNEZ
ROSALES cumpla con pagar a favor de BBVA BANCO CON-
TINENTAL la suma de S/. 99,940.62 (NOVENTA Y NUEVE MIL
NOVECIENTOS CUARENTA Y 62/100 NUEVOS SOLES); más los
intereses compensatorios y moratorios pactados, con costas y costos
del proceso. Notificándose.

237
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245
ÍNDICE GENERAL
ÍNDICE GENERAL

INTRODUCCIÓN........................................................................................................ 7

CAPÍTULO I
EL PROCESO DE EJECUCIÓN
EN GENERAL

I. Breve reseña histórica...................................................................................... 13


1. La proscripción de la acción directa como fuente del nacimiento
del proceso.................................................................................................. 13
2. El surgimiento de la ejecución................................................................. 14
3. La ejecución en el Derecho Romano........................................................ 18
4. El processus executivus................................................................................ 19
5. La ejecución en el Derecho español......................................................... 21

II. Su ubicación dentro de la teoría general del proceso.................................. 22


1. El proceso de cognición............................................................................. 22
1.1. Las pretensiones declarativas o declarativas puras...................... 23
1.2. Las pretensiones constitutivas......................................................... 23
1.3. Las pretensiones condenatorias o declarativas condenatorias... 24
2. El proceso de ejecución............................................................................. 25
3. El proceso cautelar..................................................................................... 26

III. Noción................................................................................................................ 27

249
Índice general

IV. Naturaleza......................................................................................................... 30
1. ¿Jurisdiccional o administrativa?............................................................. 30
2. ¿El proceso de ejecución es un proceso de cognición sumaria?.......... 33
2.1. Los procesos plenarios u ordinarios............................................... 34
2.2. Los procesos sumarios...................................................................... 35

V. ¿Proceso de ejecución o continuación del proceso de cognición?............. 37

Vi. El título ejecutivo.............................................................................................. 41


1. Títulos ejecutivos de naturaleza judicial................................................ 42
2. Títulos ejecutivos de naturaleza extrajudicial........................................ 42

CAPÍTULO II
EL PROCESO DE EJECUCIÓN
COMO MANIFESTACIÓN DEL DERECHO A LA TUTELA
JURISDICCIONAL EFECTIVA

I. Noción de tutela jurisdiccional efectiva........................................................ 47

Ii. La efectividad de la tutela jurisdiccional y el proceso de ejecución.......... 49

III. El debido proceso y la ejecución..................................................................... 51

CAPÍTULO III
EL DERECHO DE DEFENSA
EN EL PROCESO DE EJECUCIÓN:
“La oposición a la ejecución”

I. Noción de la oposición..................................................................................... 55

Ii. Fundamento de la oposición........................................................................... 55

Iii. ¿Mecanismo de ataque o de defensa?............................................................ 57

Iv. Naturaleza de la oposición.............................................................................. 60

250
Índice general

V. Trámite procedimental de la oposición en el Derecho comparado........... 61


1. Oposición como incidente dentro del proceso de ejecución................ 62
2. Oposición como proceso autónomo........................................................ 62

VI. La oposición en el Derecho peruano.............................................................. 62


1. El Código de Enjuiciamientos Civil de 1852.......................................... 63
2. El Código de Procedimientos Civiles de 1912....................................... 63
3. Otras normas reguladoras del proceso de ejecución............................ 64
4. El Código Procesal Civil de 1993............................................................. 65
4.1. El proceso ejecutivo........................................................................... 66
4.2. El proceso de ejecución de resoluciones judiciales....................... 68
4.3. El proceso de ejecución de garantías ............................................. 68

CAPÍTULO IV
LA MAL LLAMADA CONTRADICCIÓN
(OPOSICIÓN) EN NUESTRO ACTUAL
PROCESO ÚNICO DE EJECUCIÓN

I. El proceso de ejecución en el Decreto Legislativo Nº 1069


–El proceso único de ejecución–..................................................................... 75

II. Trámite procedimental de la contradicción (oposición)............................. 77

III. Causales de la contradicción (oposición)...................................................... 78


1. Excepciones procesales.............................................................................. 79
1.1. Excepción de incompetencia............................................................ 83
1.2. Excepción de incapacidad del demandante (ejecutante) o
de su representante........................................................................... 86
1.3. Excepción de representación defectuosa o insuficiente del
demandante (ejecutante) o del demandado (ejecutado).............. 87
1.4. Excepción de oscuridad o ambigüedad en el modo de
proponer la demanda........................................................................ 90

251
Índice general

1.5. Excepción de falta de agotamiento de la vía administrativa....... 92


1.6. Excepción de falta de legitimidad para obrar del demandante
(ejecutante) o del demandado (ejecutado)..................................... 93
1.7. Excepción de litispendencia............................................................. 94
1.8. Excepción de cosa juzgada............................................................... 96
1.9. Excepción desistimiento de la pretensión...................................... 97
1.10. Excepción de conclusión del proceso por conciliación o
transacción.......................................................................................... 99
1.11. Excepción de caducidad................................................................... 100
1.12. Excepción de prescripción extintiva............................................... 101
1.13. Excepción de convenio arbitral....................................................... 105
2. Defensas previas......................................................................................... 107
3. Inexigibilidad de la obligación................................................................. 109
4. Iliquidez de la obligación.......................................................................... 122
5. Nulidad formal del título.......................................................................... 124
6. Falsedad del título...................................................................................... 127
7. Llenado de título valor emitido de forma incompleta contrario a los
acuerdos adoptados................................................................................... 129
8. Extinción de la obligación......................................................................... 135
9. Las excepciones o defensas en la Ley de Títulos Valores..................... 143

IV. Breves reflexiones acerca del proceso único de ejecución.......................... 146

ANEXOS

• Competencia y excepción de competencia en el proceso único


de ejecución....................................................................................................... 155

• Excepción de representación defectuosa o insuficiente en el proceso


único de ejecución............................................................................................. 171

252
Índice general

• Excepción de ambigüedad u oscuridad en el modo de proponer


la demanda en el proceso único de ejecución............................................... 177

• Excepción de cosa juzgada en el proceso único de ejecución.................... 187

• Excepción de prescripción extintiva en el proceso único de ejecución..... 195

• Defensas previas en el proceso único de ejecución..................................... 199

• Inexigibilidad de la obligación....................................................................... 205

• Nulidad formal del título................................................................................ 217

• Llenado de título valor emitido incompleto contrario a los acuerdos


adoptados........................................................................................................... 223

BIBLIOGRAFÍA

Bibliografía.................................................................................................................... 241

ÍNDICE GENERAL

Índice general............................................................................................................... 249

253

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