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UNIVERSIDAD DE LAS CIENCIAS Y EL ARTE DE COSTA RICA

ESCUELA DE EDUCACIÓN
SEDE NARANJO

LICENCIATURA EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN CON ÉNFASIS EN


EVALUACIÓN

CURSO: E-160 EVALUACIÓN CURRICULAR

ENSAYO
“LA EVALUACIÓN CURRICULAR EN NUESTRO PAÍS A LA LUZ DE LA
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NUEVA POLÍTICA EDUCATIVA: ILUSIÓN O REALIDAD”

PRESENTADO POR

Alejandra Barahona

SOLICITADO POR

M.Sc. JUAN CARLOS OCONITRILLO, M.A.E.

II CUATRIMESTRE DE 2021
La evaluación curricular en nuestro país a la luz de la nueva política educativa: ilusión o
realidad

Actualmente el Ministerio de Educación Pública establece en su política curricular que la

enseñanza debe centrarse en el desarrollo de habilidades con el fin de que orienten la mediación

pedagógica de las personas estudiantes hacia verdaderos procesos de calidad, donde el joven

se convierta en el hacedor de su aprendizaje integral (Dirección de Desarrollo Curricular, 2019),

tal y como lo expresa en el documento Tutorial para la elaboración del planeamiento didáctico:

La educación debe dejar atrás una educación tradicional,

centrada en el contenido, y optar por una educación activa

que permite a la población estudiantil dinamizar

aprendizajes para la vida y el desarrollo del pensamiento

crítico, creativo y actitudinal en una diversidad de contextos

(…) y así poder transferirlo a su vida cotidiana.

No obstante, lo que se refleja en el papel es una posibilidad que a veces es sumamente

difícil convertirla en una situación de aprendizaje real desde las aulas costarricenses, puesto

que nuestro sistema educativo es muy desigual y el único que batalla esa lid es el docente.

Para ser justos en el análisis de esa propuesta idílica pedagógica debemos remontarnos al

génesis de la educación misma, esta se produce en los salones universitarios donde los

famosos “elefantes blancos” desde sus escritorios labrados en cenízaro, con la tradicional

estatuilla de Don Quijote a sus espaldas -la cual les concede un halo intelectual imaginario-

se esfuerzan por convencer con banalidades al colectivo que pareciera tener poco seso y se

abstiene de reclamar las fallas del sistema universitario opresor.

Estos académicos se aprovechan de su investidura catedrática para continuar desde las

diferentes facultades con programas arcaicos y retrógrados cimentados en una educación

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meramente tradicional, desfasados de la realidad curricular que promueve el Ministerio de

Educación Pública, puesto que las universidades gozan de libre cátedra y en palabras del vulgo

se encuentran por la libre. Es así como cada profesional graduado en educación llega a las

aulas sin conocimientos previos de la Transformación Curricular propuesta por su patrono.

Si el Consejo Superior de Educación no somete a la Educación Superior a doblegar sus

métodos de enseñanza -con la finalidad de que sus programas de carrera se apeguen a las

nuevas propuestas educativas sugeridas por el MEP-, seguiremos con docentes adoctrinados o

bien llamados, fieles autómatas al modelo educativo conservador y el avance hacia una

mediación pedagógica dinámica y participativa estará obnubilada por el monstruo avasallador

del condicionamiento escolar. Para el autor Arturo Osorio Rojas “la educación opresora es un

reflejo de la sociedad opresora y una dimensión de la cultura del silencio. Se trata de una

cultura vertical de dominación en la cual se crea una oposición entre el educador (monitor-

profesor) y el educando (receptor-alumno). El educador es el que educa, sabe, piensa, opta,

escoge contenidos programáticos y los entrega al educando (el Pueblo). Así, el pueblo es

objeto pasivo de la acción del educador; es privado de su palabra, no sabe, debe escuchar,

repetir, acomodarse y seguir las recetas e indicaciones del educador”, por ello es momento de

que los jerarcas de la cúpula ministerial empiecen a entender la estructura antiquísima en que

se cimientan las bases de nuestro sistema educativo y decidan al unísono exigirle al CSE

cambiar los programas de las universidades y detener la “industria” de profesionales en

educación, pues el sistema colapsó y actualmente, la demanda sobrepasa la oferta de

vacantes, tanto en primaria como en secundaria.

El Ministerio de Educación Pública en este año en curso, promueve prácticas educativas

basadas en la igualdad, donde el individuo se convierta en un ente transformador de su entorno

social, un aprendiz autónomo, consciente y responsable de su proceso de aprendizaje, presto

al cambio del paradigma tradicional hacia uno innovador y colaborativo, siempre en pro de un

modelo pedagógico donde la brecha socio-digital no obstaculice su desarrollo integral y

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entorpezca su realidad como ciudadano, agente de cambio tal y como se dispone en el

documento denominado Orientaciones de mediación pedagógica para la educación combinada

y bajo el lema Estrategia Regresar, Curso Lectivo 2021 y que me permito transcribir a

continuación:

La transformación curricular implica la implementación de

enfoques educativos integradores e inclusivos, con el

aprovechamiento de las tecnologías digitales, que propulsen

la accesibilidad y la incorporación de todas las personas

participantes que responden a un diseño curricular a partir

de habilidades, entendiendo esto como la capacidad de

solucionar problemas y realizar tareas diversas, dentro de

una pluralidad de condiciones, ambientes y situaciones.

En el mes de marzo de 2020, a raíz de la pandemia todos los implicados en el proceso

educativo costarricense volteamos la mirada hacia aquellas personas estudiantes que

presentaban dificultades para lograr ese proceso integral que se pregona en las altas jerarquías

y nos inclinamos a comprender los diversos escenarios en que se encuentran nuestros

estudiantes, sin detenernos a pensar en que la enseñanza que se les daba -desde las

sugerencias de las distintas Asesorías a través de las plantillas de priorización de los

Aprendizajes Esperados Base 2020- carecían de sustentos necesarios que fortalecieran sus

conocimientos previos, con miras hacia una enseñanza germinada en habilidades y

competencias.

Desafortunadamente, el papel del educador no es más que el de un subordinado a

merced de su amo, una marioneta incapaz de manejar sus propios hilos en su labor docente,

un agente transformador que ignora el alcance de su poderío y se inhibe de construir y

compartir las pautas necesarias con sus pupilos para que estos creen sus propios

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conocimientos, se empoderen y puedan potencializar sus capacidades, para que a corto plazo,

no se vean forzados a divagar entre paradigmas en desuso que los oprimen y silencian,

empujados hacia un ostracismo social y educativo, que merme su determinación como

individuos asertivos y comprometidos con su aprendizaje autónomo.

Alejandra Barahona

Cédula: 602630038

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Referencias bibliográficas

1. Ministerio de Educación Pública. 2019. Tutorial para la elaboración del planeamiento

didáctico. Viceministerio Académico. San José.

2. Ministerio de Educación Pública. 2021. Orientaciones de mediación pedagógica para la

educación combinada. Estrategia Regresar, ciclo lectivo 2021.San José.

3. Luna Argudín, María. 2007. La escuela tradicional. En línea:

http://hadoc.azc.uam.mx/enfoques/tradicional.htm

4. Imbernón, Francisco. 2020. Educación progresista vs educación conservadora. En

línea: https://eldiariodelaeducacion.com/2020/02/05/educacion-progresista-versus-

educacion-conservadora/

5. Osorio Rojas, Ricardo Arturo. La educación opresora. En línea:

https://www.nodo50.org/sindpitagoras/Liberadora..htm

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