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Indiscutiblemente una de las razones más importantes para defender y apostar por
la educación pública es que la misma supone que los padres tengan que invertir un
coste mínimo en la educación de sus hijos. Un importante ahorro económico es
decantarse por este tipo de colegios por ese motivo, ya que no hay cuotas que
pagar. También en algunas regiones se han puesto en marchas iniciativas en pro de
la educación pública que han llevado a que los alumnos reciban de manera gratuita,
en pro de su estudio, desde libros hasta dispositivos tecnológicos, tales como
tablets.
Otra de las grandes ventajas que trae es que está protegido y garantizado por el
gobierno del país. De esta manera, no hay que temer que pueda cerrar en cualquier
momento, que las instalaciones se encuentren en un estado lamentable o que no
existan profesores para los estudiantes.
Muchos padres tienen claro que sus hijos van a acudir a escuela pública y no a
privados o concertados. ¿Por qué están seguros de eso? Fundamentalmente
porque saben que en estos centros sus pequeños se van a encontrar con la realidad
de la sociedad. Así es el mundo en la actualidad y es importante que los niños,
desde temprana edad, se habitúen al mismo porque en esa diversidad es en la que
van a crecer y en la que van a forjar una personalidad sustentada en valores como
la tolerancia y el respeto a los demás.
Otra de las ventajas es que supone que no se fomenta la desigualdad de clases.
Así, frente a los colegios privados a los que sólo pueden acudir los niños que
pertenecen a familias acomodadas, en los públicos cualquier menor tiene cabida,
independientemente de la economía que exista en el seno de su hogar.
A grandes rasgos, estos son los principales aspectos a favor que tiene consigo la
educación pública.