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CPA Seminar Series

La herencia familiar
Modelos parentales en el horóscopo

Juliet Sharman-Burke

Centre for Psychological Astrology Press


London
Previamente publicado en 1996 por CPA Press. BCM Box 1815,
London WC1 3XX, United Kingdom, www.cpalondon.com

Primera edición en rústica, 2007

LA HERENCIA FAMILIAR: IMÁGENES PARENTALES EN EL


HORÓSCOPO

Traducción: Luis F. González Serra


Esta traducción tiene únicamente propósitos didácticos y no comercia-
les.

Copyright 1996 © Juliet Sharman-Burke


Juliet Sharman-Burke ostenta el derecho moral de ser identificada
como la autora de esta obra.

ISBN 978 1 900869 35 5

Datos de catalogación de la Biblioteca Británica. Registro de catálogo


para este libro disponible en la Biblioteca Británica.

Impreso en Gran Bretaña por Antony Rowe Ltd, Chippenham, Wilts-


hire, SN14 6LH.

Todos los derechos reservados. Queda rigurosamente prohibida, sin la


autorización de los titulares del Copyright, bajo las sanciones estable-
cidas en las leyes, la reproducción parcial o total de esta obra por
cualquier medio o procedimiento, incluidos la reprografía y el trata-
miento informático, así como la distribución de ejemplares mediante
alquiler o préstamo públicos.

3
Índice
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL ........ 6
Introducción ......................................................................................................... 7
El MC, el IC y las casas IV e X ............................................................................. 8
La casa de Atreo ................................................................................................. 13
Modelos familiares ............................................................................................. 17
Los niños y el inconsciente parental .................................................................... 19
El Sol en las casas IV e X ................................................................................... 21
La Luna en las casas IV y X ................................................................................ 27
La Luna y Plutón en las casas IV y X .................................................................. 31
Urano en las casas IV y X y los aspectos Luna-Urano.......................................... 39
Neptuno en las casas IV y X ............................................................................... 46
Mercurio en las casas IV y X .............................................................................. 51
Venus en las casas IV y X ................................................................................... 57
Marte en las casas IV y X ................................................................................... 67
Júpiter en las casas IV y X .................................................................................. 72
Saturno en las casas IV y X ................................................................................. 77
Quirón en las casas IV y X .................................................................................. 87
Bibliografía ........................................................................................................ 95

MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES


PARENTALES...................................................................................... 97

Introducción ....................................................................................................... 98
Aries, el Carnero............................................................................................... 101
Tauro, el Toro................................................................................................... 110
Géminis, los Gemelos Celestes ......................................................................... 117
Cáncer, el Cangrejo .......................................................................................... 123
Leo, el León ..................................................................................................... 129
Virgo, la Virgen................................................................................................ 134
Libra, la Balanza............................................................................................... 140
Escorpio, el Escorpión ...................................................................................... 146
Sagitario, el Arquero......................................................................................... 152
Capricornio, la Cabra-pez ................................................................................. 159
Acuario, el Aguador.......................................................................................... 164
Piscis, los Peces ................................................................................................ 171
El valor del mito ............................................................................................... 177
Bibliografía ...................................................................................................... 179

5
Parte Primera

LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE


LA MADRE EN LA CARTA NATAL

Este seminario fue impartido el 5 de julio de 1994 en el Regents Co-


llege de Londres como parte del programa de Seminarios de Verano del
CPA.
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

Introducción
Hoy vamos a explorar el tema de los padres y las madres y sus
imágenes e influencia en nuestra carta. ¡Probablemente ya tenemos al-
guna idea de su influencia en nuestras vidas! Astrológicamente, los sig-
nificadores más importantes que vamos a examinar son los planetas que
encontremos en las casas IV e X, así como el Sol y la Luna.

En el momento de analizarlos será buena idea que no perdáis de


vista el papel que juegan en vuestra propia carta (y en la carta de aque-
llas personas que sintáis cercanas). Empezaremos por definir los signifi-
cados de las casas IV y X antes de examinar a su vez cada planeta para
ver cómo reflejan las figuras parentales al emplazarse en esas dos casas.

Probablemente deberíamos recordar también, a lo largo de este


seminario, que lo que estamos observando son imágenes de los padres,
no los padres reales. Un planeta en la casa IV o X describe cómo perci-
bimos al padre; percepción que podrá o no coincidir con la realidad. Si
ninguno de vosotros ha levantado la carta de sus padres, de verdad que
debería hacerlo. Incluso si no disponéis de una hora de nacimiento exac-
ta, podéis al menos ver en qué signos caen los planetas y qué tipo de
aspectos forman entre ellos. Aparte de la sinastría o comparación entre
vuestra carta y las de vuestros padres, puede ser muy interesante y útil
ver cómo cualquier planeta que caiga en vuestras casas IV o X refleja
igualmente emplazamientos importantes en las cartas de vuestros pa-
dres. A menudo existe una correlación. Podéis encontraron con repeti-
ciones de signos o patrones de aspectos, o el mismo planeta ubicado en
la casa IV o IX de vuestra carta ubicado en uno de los ángulos de la
carta del progenitor. Podremos darnos cuenta de cómo la imagen que
tenemos de nuestros padres está coloreada por un rasgo determinado
que tomamos de él, aunque después nosotros lo interpretemos a nuestra
manera y reaccionemos igual.

7
EL MC, EL IC Y LAS CASAS IV E X

El MC, el IC y las casas IV e X


Los astrólogos todavía discuten acerca de cómo se deben asignar
las casas parentales a cada progenitor y seguramente cada uno de voso-
tros tendrá sus propias ideas al respecto. En el plano simbólico, la casa
X y el Medio Cielo (Medium Coeli) se relacionan con la tierra y la ma-
teria. Tradicionalmente esta casa se ha asociado al padre, debido a que
está vinculada a Capricornio, regido por Saturno. A primera vista parece
una expresión apropiada del reino de la disciplina y de la autoridad del
padre. La casa IV y su cúspide, el Bajo Cielo (Imum Coeli), por su par-
te, simbolizan el lugar del espíritu, el punto de renacimiento o el hogar
de los dioses. Tradicionalmente se ha asociado la casa IV con la madre,
debido a la regencia de la Luna y de Cáncer, el signo conectado con el
alimento, el cuidado y los mimos. No obstante, Liz Greene fue una de
las primeras astrólogas que invirtió el orden, atribuyendo la X a la ma-
dre y la IV al padre. Personalmente opino que su enfoque es el correcto.
Sus ideas al respecto y la forma en que las ha desarrollado se resumen
en algo parecido a esto: la casa X se ocupa principalmente de cómo
aparece uno ante el mundo. El cómo uno se presenta ante el mundo es la
parte más visible de uno mismo. Y una parte importante de la influencia
de la madre sobre el niño es en la formación de su comportamiento so-
cial (cómo el niño se comporta e interactúa con otras personas en el
mundo exterior).

Con frecuencia es la madre la que da forma a la manera física, so-


cial y emocional en que el niño se presenta a sí mismo; y es normalmen-
te de la madre de quien el niño aprende las primeras normas de compor-
tamiento. Por supuesto, en el nivel estrictamente físico y práctico la
madre es la que literalmente carga con el niño y le da a luz a un nivel
terrenal, mientras que la influencia del padre es mucho menos evidente,
precisamente porque la casa IV no es algo de lo que tienes una expe-
riencia directa. Cuando conoces a alguien, con lo primero que te en-

8
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

cuentras normalmente es con el Ascendente o el MC, pues la influencia


del IC en la personalidad es mucho más sutil. La influencia del padre es
también menos visible a simple vista y, aunque su influencia puede ser
muy poderosa, a menudo no tiene el mismo impacto directo que la de la
madre.

En un sentido “material” y obvio, se ve claramente que una madre


es una madre 1. Está embarazada (es evidente) y físicamente le ha dado a
luz. Por lo tanto, existe un vínculo indiscutible entre la madre y el niño,
mientras que la paternidad es algo más difícil de probar. No es tan fácil
estar seguro de que un determinado hombre “es el padre de ese niño”,
cuestión principal en muchas demandas de paternidad. Presumiblemente
la madre lo sabe (¡a pesar de que incluso eso puede no estar totalmente
claro!), de manera que todo el problema de la paternidad puede fácil-
mente quedar envuelto en la niebla, al igual que la casa IV. La casa IV
representa una parte secreta y desconocida de la personalidad, si bien,
por supuesto, de una importancia vital. Después de todo, sin la influen-
cia del padre —sin su semilla, si lo queréis expresar así— no hay bebé.
El papel de cada uno de los dos progenitores al engendrar un niño es
distinto: el de la madre es obvio, y el del padre más sutil, pero ambos
son igualmente importantes. Por tanto, la casa IV describe la raíz de la
personalidad, y puede ser menos obvia que la casa X, pero es igualmen-
te fundamental.

Una de las grandes cuestiones que a menudo asoma la cabeza


cuando utilizamos el enfoque psicológico en una carta es cómo ocurre
el “encaje” entre el hijo y el progenitor. Por ejemplo: un niño con Sa-
turno en la casa X puede ver a su madre como fría, distante o inhibido-
ra. Ahora bien: ¿la madre es realmente así o ésa es la forma en que el
niño la percibe? Es un tema problemático y se ha debatido ampliamente

1
Mater semper certa est («La madre siempre es conocida»), del jurista romano Paulo.
(N. del T.)

9
EL MC, EL IC Y LAS CASAS IV E X

en otros seminarios, particularmente en el de Howard Sasportas “Las


etapas de la niñez” 2, así que por ahora no vamos a entrar en detalle en el
tema. Baste decir que la pregunta podría formularse en estos términos:
¿es certera la percepción del niño? Con Saturno en la casa X, ¿es de
verdad la madre fría y distante? ¿O es así como la percibe el niño, fría y
distante, de forma que cada vez que ella se comporta con él de forma
fría y distante él registra ese comportamiento y lo añade a una lista de
“pruebas” de que ella es así?

Desde el momento del nacimiento o desde que se corta el cordón


umbilical, el niño tiene una carta, que simboliza la lente particular a
través de la cual ve el mundo. Esta lente está ahí desde el primer mo-
mento. Al interpretar una carta desde un punto de vista psicológico,
hemos de tener en cuenta el delicado tejido que une lo que el progenitor
es y lo que el niño percibe de cómo es ese progenitor. Es bastante habi-
tual descubrir que existe una sincronicidad verdadera. Por ejemplo, el
niño tiene a Saturno en la X y la madre es gélida e inflexible. O el niño
con Saturno en la X prevé que la madre será gélida e inflexible y cada
vez que la madre se comporte así, el niño registrará ese comportamiento
como prueba de su frialdad. Incluso cuando la madre se comporte de
una forma cálida y amable, el niño no lo registrará porque no espera esa
clase de comportamiento. El otro día una madre me decía que tenía tres
hijos y que sentía que los amaba por igual a todos, pero que para el más
joven no había nada que ella hiciera bien. ¡La carta del niño reveló que
éste tenía a Saturno en la casa X en cuadratura con la Luna!

En la práctica astrológica es corriente que las cartas que levante-


mos pertenezcan a personas adultas. Con suerte, estas personas serán lo
bastante adultas como para reconocer esas cuadraturas Luna-Saturno.
Con mucha suerte, trabajaremos con personas que no sólo quieran echar

2
Sasportas, Howard, "Las etapas de la niñez", en Liz Greene y Howard Sasportas, El
desarrollo de la personalidad (Urano, Barcelona, 1988).

10
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

la culpa de todo a sus padres, sino que quieran trabajar en su mundo


interior, pues es ahí donde reside el verdadero trabajo. Ya lo veis: si os
pasáis la vida culpando de todo a vuestros padres, estáis predestinados a
vivir una vida tras los barrotes, sin poder liberaros porque habéis aban-
donado vuestro poder de decisión en sus manos. Por supuesto que es
tentador culpar a vuestra infancia, vuestros antecedentes, vuestro en-
torno o a vuestros padres es una manera fácil de abdicar de vuestra res-
ponsabilidad. Pero eso no os proporcionará ninguna libertad —de elegir
o de vivir vuestra propia vida—. Quizá hayas tenido unos padres horri-
bles; pero eran los vuestros y de algún modo tenéis que aprender a vivir
con ello y al menos aprender a reconocer lo que forma parte de voso-
tros, reconociendo al mismo tiempo lo que forma parte de ellos.

Estaba pensando que tal vez valdría la pena echar un vistazo a un


mito con el cual algunos de vosotros estaréis familiarizados. Incluso si
conocéis la historia, probablemente será útil volver sobre el mito una
vez más, porque es fascinante ver en acción la naturaleza de la herencia
psíquica, tan bellamente descrita en este mito. Demuestra cómo las co-
sas que se han transmitido de generación en generación dentro de la
familia pueden volverse terriblemente complicadas. Una parte de noso-
tros querría echarle la culpa de lo que nos pasa, la parte que lloriquea
por lo que no es justo. “¡Mis padres no me dieron esto o aquello!”. Pero
cuando miráis más detenidamente y veis que ellos tampoco tuvieron
“eso”, ni tampoco vuestros abuelos, emerge una constante histórica de
privación. ¿Pero dónde, y a quién, señalamos con el dedo en primer
lugar? ¿Y dónde acaba todo? Creo que este mito describe ese proceso
bastante bien. Nos recuerda lo compleja que es la psique humana y có-
mo, a pesar de los miles de años transcurridos, nada ha cambiado mu-
cho internamente. La tecnología ha dado saltos de gigante, ¡pero los
dramas familiares siguen donde siempre! El incesto, el parricidio o el
infanticidio son tan comunes hoy (no tenéis más que leer la prensa) co-
mo en la antigua Grecia. Según vayamos avanzando en la historia ve-
remos más claramente como los asuntos pendientes van pasando de una

11
EL MC, EL IC Y LAS CASAS IV E X

generación a otra, cómo se van subrayando y reafirmando. Y al final


empezamos a comprender que, quizá aceptando determinadas cosas,
podemos liberarnos de ellas, al menos en parte, en vez de pasar sin más
la misma e indigesta patata caliente.

Quizá podamos desviarnos por un momento para hablar de la ana-


logía de la digestión. Podéis tomar un alimento, comerlo y hacer que
llegue al estómago; pero si no está bien digerido no os hará ningún bien.
Sólo porque estéis comiendo eso no significa que el alimento sea bien
absorbido. Y si no se absorbe, no llegará al riego sanguíneo y tampoco
alimentará y proporcionará su energía al cuerpo. Lo mismo ocurre con
el conocimiento psicológico. Podemos hablar mucho de percepciones y
arquetipos, y construir montones de teorías psicológicas sofisticadas
acerca de la personalidad; pero la psique no las absorbe, no servirán de
nada.

12
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

La casa de Atreo
Volvamos nuestra atención hacia el relato de la maldecida casa de
Atreo. La historia comienza con el rey Tántalo de Lidia, hijo de Zeus.
Debido a su origen divino y sus grandes riquezas, el orgullo y engrei-
miento de Tántalo crecieron, llevándole a cometer el pecado que los
griegos consideraban el más grave de todos: a saber, la hybris o creerse
igual a los dioses. Así, invitó a los Olímpicos a un banquete, durante el
cual quiso engañarlos. Asesinó, partió en pedazos, cocinó y sirvió a su
propio hijo Pélope como plato principal del banquete. Quería saber si se
darían cuenta del engaño. Los dioses se dieron cuenta inmediatamente
del engaño y no probaron la comida; pero Deméter sí probó un pequeño
trozo del hombro de Pélope. Al resucitar al infortunado niño, Deméter
sustituyó el hombro que faltaba por uno de marfil. Comprensiblemente,
los dioses estaban enfurecidos con Tántalo y, como castigo, le arrojaron
al Tártaro. Allí le colocaron en un lago, con el nivel del agua a la altura
de la barbilla; y cuando quería beber un sorbo, el agua se retiraba. Deli-
ciosos frutos colgaban de la rama de un árbol, pero cuando él estiraba su
mano para alcanzarlos también se apartaban. De ahí proviene la palabra
inglesa tantalize, “atormentar”.

Los dioses no castigaron solamente a Tántalo de esta forma tan


adecuadamente despiadada. También maldijeron a su descendencia úni-
camente por hacer justicia. Pélope, el hijo resucitado de Tántalo, tuvo
tres hijos: Atreo, Tiestes y Crisipo. Atreo y Tiestes, el mayor, estaban
celosos de Crisipo, pues era el favorito de su padre para heredar el
reino. Le mataron, pues; y cuando su padre se enteró, maldijo a ambos.
En este momento ya pesan dos maldiciones sobe la descendencia de
Tántalo. Atreo se casó con Aérope, que le fue infiel con su hermano
Tiestes. Antes de que Atreo pudiera tomar venganza, el destino jugó sus
cartas: el pueblo de Micenas reclamó a Atreo y Tiestes, porque un
oráculo había declarado que uno de los hijos de Pélope debía ser su rey.

13
LA CASA DE ATREO

Fieles a la costumbre, los dos hermanos pelearon y Atreo echó de


la ciudad a Tiestes y accedió al trono. Pero como estaba aún resentido
por el adulterio que había cometido éste con su mujer, mató a los hijos
de Tiestes y le invitó a un banquete de reconciliación, en que sirvió a
éstos como plato principal (se repite la historia). Tiestes comió voraz-
mente y se entiende su horror al conocer los ingredientes del banquete.
Tiestes maldijo a Atreo y a su descendencia, con lo que ya tenemos tres
maldiciones: la de los dioses sobre la descendencia de Tántalo, la de
Pélope sobre sus hijos y ahora la de Tiestes sobre la descendencia de su
hermano Atreo.

Atreo tuvo dos hijos: Agamenón y Menelao. A pesar de que Ties-


tes se había comido a sus hijos, aún le quedaba una hija. Recibió un
mensaje del oráculo de Apolo en Delfos conforme al cual debía engen-
drar un descendiente que vengara el asesinato de sus hijos. Así, pues,
violó en secreto a su hija Pelopia en mitad de la noche y se dejó su es-
pada en dicho acto. Posteriormente, Tiestes se ocultó. Mientras tanto,
Atreo andaba buscando a Tiestes, porque tras asesinar a sus hijos, en
Micenas se declaró una terrible sequía. Un oráculo declaró que la sequía
terminaría en cuanto Tiestes volviese a la ciudad. En su viaje Atreo,
dolido aún por la infidelidad de su mujer Aérope, conoció a Pelopia en
la corte de Tesproto, en la que ella había encontrado refugio y, creyendo
que era la hija del rey, pidió su mano a éste. Éste eligió no revelar a
Atreo la verdadera identidad de Pelopia y accedió a darle a ésta como
esposa. Atreo quería una nueva familia, una no manchada por el peca-
do; y cuando nueve meses después nació Egisto, Atreo únicamente pen-
só que ese hijo no estaría contaminado por la maldición.

Continuaba la sequía en Micenas y finalmente Tiestes fue captu-


rado y llevado a prisión. Atreo llamó a Egisto y le confió su primera
misión como hombre: coger la espada que su madre guardaba siempre
bajo la almohada y asesinar al prisionero mientras dormía. En la celda,

14
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

Tiestes arrebató a Egisto la espada y al punto la reconoció como la que


perdió durante la noche de la violación. Le dijo a Egisto que fuera a
buscar a su madre y, al ver a Tiestes y la espada, se dio cuenta de lo que
había ocurrido. Tomó la espada y se dio muerte a sí misma. Tiestes en-
vió a Egisto a ver a Atreo con la espada ensangrentada como prueba de
haber cumplido su encargo. Atreo quedó encantado de saber que por fin
se había librado de su hermano y preparó un sacrificio solemne en grati-
tud a los dioses. Mientras celebraba el sacrificio, el pequeño Egisto se
acercó a Atreo y le hundió la espada. Tiestes se convirtió en rey de Mi-
cenas. Con el tiempo, el trono de Micenas fue ocupado por Menelao y
su hermano Agamenón ocupó el de Argos. Ambos se casaron con dos
hermanas, Helena y Clitemnestra. Debido a la infidelidad de Helena con
Paris, estalló la guerra de Troya y así Menelao y Agamenón se convir-
tieron en jefes militares.

Agamenón se fue a la guerra dejando atrás a su esposa Clitemnes-


tra y a sus dos hijos, Orestes y Electra. Una vez más se repite la misma
historia, en la que la hybris juega también su papel. Agamenón realizó
un juramento jactancioso en el bosquecillo de Ártemis. Ofendida la dio-
sa, envió un temporal a la flota griega. Un vidente informó a Agamenón
de que sólo el sacrificio de una hija calmaría a la diosa ofendida y vol-
vería a traer el buen tiempo. Agamenón decidió que el buen tiempo jus-
tificaba de sobra el sacrificio y mando a buscar a Ifigenia, diciendo a
Clitemnestra que iba a darla en matrimonio. Al descubrir Clitemnestra
que Agamenón había sacrificado a Ifigenia por la gloria de la guerra
juró venganza. Tomó como amante a Egisto (el hijo de Tiestes) y jun-
tos asesinaron a Agamenón mientras éste tomaba un baño tras regresar
victorioso de la batalla.

Así que ahora tenemos a Orestes, el único hijo de Agamenón. Sa-


biamente, Clitemnestra se aseguró de que Orestes estuviera lejos mien-
tras planeaba el asesinato. Pero tan pronto como ocurrió el hecho, Apo-
lo se apareció a Orestes y le comunicó que, como hijo, su deber era

15
LA CASA DE ATREO

vengar la muerte de su padre. Comprensiblemente, Orestes se sintió


muy presionado al saber que la asesina de su padre era su madre. Si
asesinaba a su madre, eso significaría provocar a las Furias, brujas ho-
rrorosas con alas de murciélago y cabellos como serpientes, que enlo-
quecían a los hombres. Si no lo hacía, provocaría la ira de Apolo, que
prometía igualmente consecuencias nefastas. Así que el pobre Orestes
estaba jodido tanto si lo llevaba a cabo como si no. Finalmente, hizo de
tripas corazón y se puso a la tarea de asesinar a su madre para vengar a
su padre. Inmediatamente después de asesinar a su madre, aparecieron
las Furias y le enloquecieron. El hecho es que Orestes no pudo escapar
de la maldición hasta que de algún modo se enfrentó a su familia. Lleno
de culpa, de dolor y de sufrimiento, llegó hasta el templo de Atenea,
quien decidió que ya había sufrido bastante por los pecados de su fami-
lia. Decidió también que los dioses habían tratado con excesiva dureza a
Orestes. Formó el primer jurado para juzgar las acciones de los dioses y
fue el voto de Atenea en favor de Orestes el que decidió la cuestión,
devolviéndole la cordura. Sus hijos fueron liberados de las maldiciones
que habían estado operando sobre la familia durante tantas generacio-
nes.

16
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

Modelos familiares
¡Esta puede ser la historia de todos los días en la terapia familiar!
El abuso fue evidentemente un problema cotidiano, como lo es hoy en
día. En el mito, como en la actualidad, es cierto que el abusador fue
previamente víctima de abuso. Por ello, ¿cómo se puede culpar a la gen-
te que hace cosas terribles a los demás, cuando esas cosas terribles son
lo único que han conocido? Más que aislar a aquellos que cometen crí-
menes terribles y castigarlos por ellos, podría ser de más ayuda ver los
hechos en una especie de contexto al efecto de que, al interpretar una
carta, podamos ayudar al cliente a ver más claro el embrollo familiar
que le ha traído a nuestra consulta. Esta comprensión, a su vez, podría
ayudar al cliente a liberarse un poco de la herencia familiar e iniciar el
proceso de ser persona por sí mismo.

Como podéis ver por este relato, uno no puede hacer eso a menos
que haya aceptado la herencia familiar. En otras palabras: uno tiene que
aceptar de verdad que, le guste o no, sea justo o no, deseable o no, su
familia le ha transmitido todas esas dificultades e incluso los correspon-
dientes patrones de comportamiento. No es tan fácil como decir: «Vaya,
yo no tengo nada que ver con mis padres o mi familia. Cortaré con ellos
y me iré a la otra punta del mundo». Siempre os vais a llevar a vuestra
familia con vosotros allá donde vayáis; y mientras no os separéis de
ellos en vuestro interior, nunca os libraréis de ellos. Para poder iniciar
este proceso, ¡deberéis aceptar que formáis parte de vuestra familia! Si
pretendéis fingir que no sois parte de vuestra familia o que no estáis
unidos a ella y esperáis que mudándoos a otra parte o cortando todo
contacto con ellos os vais a librar de ellos, os equivocáis de medio a
medio. Os volveréis a encontrar tarde o temprano, por mucho que os
disguste. Creo que fue Marie Louise von Franz quien dijo que no tiene
sentido escapar de tu madre subiéndote a un avión. Puede que estés bien
mientras estás en el aire, ¡pero seguramente ella te estará esperando en
la puerta de llegada del aeropuerto!

17
MODELOS FAMILIARES

Es importante comprender la profundidad de la herencia familiar


inconsciente, que este mito describe tan crudamente. Después de todo,
en la Casa de Atreo no parecía haber mucha conciencia respecto de lo
que estaba ocurriendo. Aparentemente, Atreo y Tiestes no estaban repi-
tiendo deliberadamente el patrón de su abuelo; pero de todos modos sí
lo hacían inconscientemente.

18
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

Los niños y el inconsciente parental


Los niños expresan el lado inconsciente de los padres y éstos, a su
vez, no son conscientes de lo que hacen. The Inner World of Childhood,
de Frances Wickes 3 es un buen libro sobre ese tema, del cual os voy a
dejar un botón de muestra. Wickes describe cierta ocasión en que una
clienta recurrió a ella para tratar a una niña de lo que en principio pare-
cía una especie de fobia a la escuela. La pequeña, que tenía casi ocho
años, rehusaba salir de casa y vivía con el miedo de que la casa se que-
mara y otras imágenes horribles que pudieran ocurrir, sufriendo además
terrores nocturnos. La pequeña, que era la más joven de tres hermanos,
era una niña rodeada de cariño (de hecho, era la favorita de su madre).
La terapeuta habló con la niña, pero no pudo descubrir nada que “no
funcionara” a través de la niña. Wickes empezó a preguntarse si la niña,
que era del tipo “intuitivo”, había absorbido algo de la atmósfera fami-
liar o, incluso, del inconsciente de sus padres. Llamaron a la madre para
que facilitara más información y Wickes acabó viendo que aquélla tenía
sus propios problemas. Así, la madre empezó a tener sesiones con Wi-
ckes.

Durante el análisis, la madre “recordó” de pronto que, poco antes


de que la niña naciese ella había comenzado una relación extramatrimo-
nial con un hombre más mayor, excitante y sexualmente muy atractivo.
Tanto fue así que estuvo a punto de abandonar a su marido y a su fami-
lia por esa relación; pero en un determinado momento descubrió que
estaba embarazada. Como no sabía de quién era la criatura, entró en
pánico y decidió que lo mejor era que el bebé naciese bajo el paraguas
familiar. Se trataba de algo que su marido no debía saber jamás y que
ése iba a ser su castigo. Cortó la relación con su amante por completo y
le “olvidó”. Volvió a reintroducirse en la vida familiar y amó a esa niña

3
Wickes, Frances A., The Inner World of Childhood (London: Coventure, 1977).

19
LOS NIÑOS Y EL INCONSCIENTE PARENTAL

con todas sus fuerzas. Reprimió todos sus sentimientos hacia el otro
hombre y se tragó su insatisfacción respecto de su matrimonio. Pero a
medida que la niña crecía las defensas internas de la madre disminuían.
A medida que crecía el temor de la madre respecto del secreto que
guardaba, así lo hacían los temores de la niña. Por supuesto, la niña no
sabía qué era aquello que tanto temía. Únicamente percibía que había
algo extremadamente peligroso e inestable en la vida familiar y experi-
mentó una gran inseguridad. Tan pronto como la madre se dio cuenta de
lo que ocurría y empezó a contenerlo, la niña dejó de estar en riesgo de
absorberlo y empezó a adaptarse con normalidad.

Oyente: Durante mi formación terapéutica realicé una «observación


psicoanalítica» de un bebé (se da cuando la madre y su bebé son obser-
vados durante el primer año de vida de éste). La madre primeriza a la
que tuve en observación estuvo muy deprimida durante los tres prime-
ros meses de la vida de su bebé y pude comprobar realmente que el be-
bé parecía igualmente deprimido. El pequeño parecía sin lustre ninguno
y poca cosa; pero cuando la madre empezó a salir de la depresión, el
niño comenzó a florecer y creció más brillante y feliz que antes.

Juliet: Sí, es muy buen ejemplo. Podemos ver lo mucho que el material
generado por la madre afecta al niño, sin mala intención por parte de
aquélla. Estoy segura de que la madre no eligió deliberadamente depri-
mirse o infligir ese daño a su bebé. De forma que cuando nos fijamos en
las imágenes parentales que surgen del horóscopo, nuestro objetivo no
es “señalar al pariente malo y echarle la culpa de todo lo que pase”, sino
usar las claves que nos ofrecen esas imágenes para llegar a ser más
conscientes de quiénes somos, de cuál es nuestra herencia, para que
podamos trabajar con ella tan creativamente como nos sea posible.
Cuando empecemos a repasar los planetas en las casas deberíamos em-
pezar a pensar en éstos como en los padres arquetípicos. Analizaremos
las casas IV e X y empezaremos el viaje con el Sol.

20
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

El Sol en las casas IV e X


Como todos sabemos, en el horóscopo el Sol refleja la urgencia del in-
dividuo de llegar a ser él mismo. El Sol simboliza la necesidad de auto-
expresarse, de auto-realizarse, y de ser consciente de uno mismo. Así,
pues, ¿qué clase de progenitor va a ser el Sol, en una de las casas paren-
tales? ¿Se va a ligar la auto-expresión a uno de los padres? ¿Se va a
vincular la búsqueda de la propia identidad con ese progenitor? Así pa-
rece muchas veces. Cuando el Sol está en cualquiera de las dos casas
parentales, sugiere un vínculo muy estrecho entre el pariente y el niño y
es difícil saber dónde termina uno y empieza el otro. Esto se puede ma-
nifestar de muchas formas. ¿Alguna idea al respecto?

Oyente: ¿Qué hay de esos padres y madres empeñados en que sus hijos
o hijas sean actores, bailarines y demás, y fuerzan a sus hijos a seguir
esa profesión sólo porque ellos fallaron cuando se les presentó la opor-
tunidad?

Juliet: Ésa es buena. Es el emplazamiento clásico del padre que obliga


al hijo a vivir aquello que él no pudo porque falló. No importa que se
trate de un título universitario o una carrera en los escenarios: el niño
puede tener que llevar a cuestas los sueños no vividos del padre o ma-
dre. A veces es más fácil proyectar el talento sobre algún otro en vez de
reconocerlo como propio.

Oyente: Esto me recuerda a la película El club de los poetas muertos, en


que el padre del protagonista quería que su hijo fuese un médico, mien-
tras que el chico quería ser actor.

Juliet: Sí, está bien. Y esa película es particularmente interesante por-


que el chico se suicidó, ¿no es cierto? No podía soportar la idea de ser

21
EL SOL EN LAS CASAS IV E X

un médico como quería su padre y tampoco quería ser actor si eso signi-
ficaba contrariar a su padre y arriesgarse a su desaprobación. El lazo
entre el padre y el hijo puede ser de tal calibre que el niño quiere estar
conectado a aquél. Es un deseo de unidad. El padre y el niño son una
sola persona, espiritualmente hablando. Las aspiraciones creativas de
uno y otro son las mismas. El niño se siente feliz de poder cargar con
los sueños no cumplidos del padre y ni se le pasa por la imaginación
que pudiera no estar cumpliendo sus propias aspiraciones internas. Sim-
plemente, asume que es lo correcto —a menudo no ha buscado ni ha
encontrado por sí mismo un verdadero e interno “yo soy” o “yo quiero”.
Mientras ninguna ola zarandee el barco, o cambie de dirección o sim-
plemente quiera algo distinto, todo perfecto. El problema aparece cuan-
do uno de los dos quiere separarse. Suele ser el niño y suele ocurrir du-
rante la adolescencia, pero también a veces mucho más tarde.

La separación es siempre dolorosa —ambas partes sufren—. Pero


lo que normalmente ocurre es no siempre ambas partes se hieren simul-
táneamente —a veces es el niño el que rompe el vínculo, con lo cual
hace daño al progenitor y a veces es a la inversa—; pero raramente ocu-
rre eso tan suavemente que las partes se sienten preparadas para sepa-
rarse en el mismo momento y lo hacen sin sufrimiento. Y, por supuesto,
existen casos en que esa separación nunca se produce.

Oyente: Sí, puedo citar un ejemplo. No hace mucho tiempo levanté una
carta para una persona con el Sol conjunto a Plutón en la IV. Con mu-
cha gracia, ella me contó que su padre siempre la había odiado, lo que a
ella le pareció bastante horrible, pero aun así dedicó su vida a cuidarlo.
Falleció a los noventa y cuatro años, cuando ella tenía sesenta y dos.
Creo que ella siempre esperó que él la respetara y que cuando él murió
ya no le quedaba vida que tener. Todo lo que tenía por delante era la
vejez y la muerte y no le quedaba ni familia ni amigos que pudieran
apoyarla.

22
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

Juliet: A menudo un Sol en la IV muestra un lazo o vínculo profundo


con el padre, un estado de identificación inconsciente con él. La con-
junción con Plutón añade un particular poder a la configuración. Al fi-
jarnos en el Sol en la casa X, nos encontramos con que nuestra fijación
inconsciente es con nuestra madre. El Sol en la casa X indica que vues-
tros anhelos, deseos y aspiraciones creativas están sintonizados con las
de la madre. Lo que ella quiere para vosotros y lo que vosotros queréis
para vosotros mismos puede ser, durante mucho tiempo, la misma cosa.
De hecho, puede resultaros difícil desconectar lo bastante como para
distinguir qué partes son vuestras y qué partes son las de ella; y además,
qué porciones queréis quedaros y qué porciones queréis devolverle. Este
proceso puede ser muy largo. Otra cosa que también podría ocurrir, si
interpretáis el horóscopo de alguien que tenga el Sol en la X o en la IV,
es que el cliente sea renuente a criticar a sus padres o a que sean otros
quienes les critiquen, en parte porque siente que le están criticando a él
mismo y en parte porque tiene miedo de lo que los padres podrían hacer
al ser criticados por su hijo. Desviándonos un poco del camino, señale-
mos un punto igualmente interesante: cuando Freud desarrolló la idea
del complejo de Edipo y usó el mito para ilustrar la etapa del desarrollo
durante la que los niños pequeños fantasean con matar a su padre y des-
posar a su madre, cometió el error de no concentrarse en la primera par-
te del mito. Ésa es la parte verdaderamente importante, que condujo
posteriormente a la muerte del padre y el matrimonio con la madre —
¡debido en gran medida a que Edipo no sabía ni quién era quién! 4—.

La primera parte del mito nos cuenta que un oráculo advirtió al


padre de Edipo, Layo, que su hijo le mataría. Siguiendo el consejo del
oráculo, Layo abandonó al recién nacido en una colina cercana. Por
supuesto, Edipo fue rescatado y creció sin conocer su verdadera estirpe.
De haber sabido Edipo quiénes eran su padre y su madre, no hubiera

4
Bloch, Dorothy, Para que la bruja no me coma. Fantasía y miedo de los niños al
infanticidio. Ed. Siglo XXI, 1985.

23
EL SOL EN LAS CASAS IV E X

matado a uno ni se hubiera casado con la otra. Podemos presumir que la


historia se hubiera desarrollado de una manera bien distinta si Edipo
hubiera dispuesto de esa información. Y la falta de conocimiento es el
resultado directo de lo que el padre le hizo. Lo que sostiene Dorothy
Bloch es que la mayoría de los niños, si no todos, presentan normalmen-
te un terror profundamente arraigado (aunque inconsciente) a que sus
padres los maten. Y bien mirado, ¿por qué no? Después de todo, son
unas criaturitas indefensas, mientras que el progenitor es enorme y po-
deroso, y no le costaría nada desembarazarse de vosotros. A los niños
eso les da miedo, sin que importe lo cariñoso que sea el progenitor. Es
un miedo primitivo, básico, casi arquetípico, de tal forma que quien esté
furioso con vosotros os querrá matar. En parte la razón está en que
cuando nos enfadamos o enfurecemos, nuestro primer impulso es a me-
nudo arrasar con todo: «¡Voy a matarte por esto, Fulano!». Y los niños,
que también son personas (aunque no haga mucho que lo hayan recono-
cido 5), también poseen esos sentimientos de furia. Si los padres les dan
un disgusto, se sienten violentos. ¡Cuántas veces habrá oído un padre o
una madre a su hijo decir: «¡Te odio, Mamá/Papá! ¡Te voy a matar!».
Ver la ira reflejada en el progenitor se asocia de modo inmediato al de-
seo de destruir. Por lo tanto, no es extraño que los niños vivan con esa
fantasía inconsciente en la que. si irritan o disgustan a sus padres, sus
vidas van a correr peligro.

Así pues, al interpretar una carta para una persona y empezar a


hablar de sus padres, la más mínima crítica provocará una reacción in-
mediata: «No podían evitarlo, no querían decir eso, mi madre en reali-
dad es muy dulce». Es casi como si, en el fondo de su mente, resonara
todavía el eco de «Si les hago enfadar me matarán». A pesar de que ya
hace mucho que sois personas adultas y sabéis que eso no ocurriría
realmente, esos rescoldos del miedo que sentisteis aún perviven. Son

5
La Declaración Universal de los Derechos del Niño se aprobó el 20 de noviembre de
1989. (N. del T.)

24
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

muy profundos; y cuando nos fijamos en los mitos, que nos pueden
proporcionar la imagen de un relato arquetípico de lo que hay dentro de
la mayoría de nosotros, podemos ver cómo todos compartimos ese mie-
do de que los padres, que nos dieron la vida, son igualmente capaces de
desembarazarse de nosotros a poco que parezca que vamos a estropear
sus planes o además sus vidas.

Los mitos como el de Edipo o Perseo están llenos de padres que


matan a sus hijos para evitar que éstos a su vez los maten. Esos miedos
son universales al par que arquetípicos. Podemos ver que se manifiestan
en muchas religiones. Así, los sacrificios realizados para apaciguar a
dioses furiosos, por miedo a lo que los dioses gigantes podrían hacernos
a nosotros, pequeñas y débiles criaturas humanas, no son tan distintos
del miedo del niño a enfadar a sus padres. Aunque normalmente los
progenitores míticos, como el de Edipo, parecen traspasar el límite al
clavar el puñal, no es menos cierto que ellos “abandonaron” a sus hijos,
esperando que alguna otra fuerza, divina o natural, hiciera el trabajo
sucio por ellos. Este tema se plantea también en los cuentos de hadas:
los niños siempre son abandonados en un bosque, con la esperanza de
que las fieras los devoren. Blancanieves y Hansel y Gretel son buenos
ejemplos de ello.

Cuando el Sol cae en cualquiera de las casas parentales, la identi-


ficación con el progenitor representado por la casa es muy fuerte. Por
supuesto, todos tenemos al Sol y a la Luna en nuestra carta, y todos te-
nemos unas casas IV e X, de manera que existirá siempre un vínculo
con uno u otro de los distintos arquetipos parentales en cada uno de
nosotros. Pero cuando los planetas ocupan estas casas, ese vínculo se
refuerza; y si se trata del Sol, el sentimiento de ser uno con uno de los
padres puede ser muy pronunciado. Con frecuencia la identificación con
la madre cuando el Sol cae en la X es más fácil de manejar que cuando
cae en la IV. Parece más complicado identificarse con los ocupantes de
ésta. Un Sol en la casa IV puede sugerir un vínculo extremadamente

25
EL SOL EN LAS CASAS IV E X

fuerte con el padre: posiblemente, un deseo de vivir sus sueños, anhelos


y deseos, pero de una forma muy inconsciente. A veces indica un padre
ausente, o un padre al que no se conoce muy bien. Cuando se trata de un
padre ausente, mucho de esa figura paterna puede ser proyectado sobre
otra persona. «Podría haber sido esto o aquello, si hubiera estado aquí…
». Y de la mano de la proyección aparece la culpa: «¿Qué hice yo para
que se marchara? ¿No era lo bastante bueno o cariñoso como para rete-
nerle a mi lado?». Cuando os encontréis con el Sol en una de estas dos
casas, desde luego será muy buena idea intentar explorar qué tal fue la
relación con el progenitor en cuestión.

26
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

La Luna en las casas IV y X


Lo primero que se nos ocurre al pensar en la Luna es la directa conexión
que tiene con la madre, y con el sentimiento, el cuidado, la protección,
la pasividad, de la misma manera que el Sol está conectado con la indi-
vidualidad, la conciencia de uno mismo y la acción. A menudo la reli-
gión y los antiguos mitos describen a la Luna como “Dadora y Quitado-
ra de vida”. Se creía que era el lugar del que surgió toda vida y el lugar
al que toda vida debe volver finalmente —el útero y la tumba engarza-
dos en una misma imagen—. Por ello la Gran Madre, que da la vida y la
quita, es una imagen arquetípica tan antigua.

La Luna tiene tres caras o fases. La Luna Creciente es la Doncella, que


en la mitología griega puede identificarse con Ártemis, la cazadora, o
Perséfone, llena de promesas, la que espera anhelante a ser fecundada,
llena de potencial aún no realizado. La Luna Llena es la Madre, identi-
ficable con Deméter como Madre Tierra, en la que ese potencial se
cumple. Y la Luna Menguante es la Vieja Bruja —Hécate la Maga, la
señora de los muertos—. Si pensamos en la maternidad, es fácil obser-
var el paralelo con las fases de la Luna: concepción y nacimiento de los
hijos, el cuidado hasta que crecen y se les deja ir. También es la historia
de la vida: todos empezamos nuestra juventud llenos de promesas, al-
canzamos la madurez y cumplimos o no nuestros sueños, nos hacemos
viejos (a menudo con cierta amargura y pesar), para finalmente morir.

Observar la Luna en la carta puede decirnos muchísimo acerca de nues-


tra experiencia de la madre. La Luna astrológica nos dará una pista
acerca de cómo funcionaba nuestra madre como contenedor. Pasamos
los primeros nueve meses de nuestra vida en el útero materno, tanto
física como espiritualmente, por lo que la Luna representa el útero. Tras
el nacimiento este contenedor, que es la madre durante esos primeros

27
LA LUNA EN LAS CASAS IV Y X

nueve meses, pasa a serlo el cuerpo del propio bebé. Si el contenedor es


lo bastante seguro, el niño se siente seguro. Durante el primer período
de la vida el bebé siente que el cuerpo de la madre y su contención físi-
ca y psicológica son como parte de su propio cuerpo y psique. Por con-
siguiente, si la madre-continente se siente segura, el niño puede crecer
con seguridad y confianza en sí mismo. Si el continente es perturbado,
el niño puede experimentar una enorme ansiedad. Posteriormente,
cuando el propio cuerpo es el continente de la psique, si uno se siente
seguro en su propio cuerpo, la psique se siente segura también. La al-
quimia usa la imagen del alambique como continente que necesaria-
mente debe ser fuerte para que el poderoso trabajo alquímico pueda
tener lugar.

En el horóscopo la Luna se relaciona con todas las cuestiones instinti-


vas. Una buena relación con nuestro cuerpo, una sensación de pertenen-
cia, nuestro instinto de supervivencia, los cuidados físicos y espiritua-
les… todas ellas son cuestiones entrelazadas en nuestra experiencia de
la primera infancia con la madre. Cuando nos encontramos a la Luna en
la IV, significa a menudo que es el padre el que proporcionó esos cui-
dados emocionales en gran medida y, además, es de los dos padres el
que mira más por el niño, ya sea física o emocionalmente, o de ambas
maneras. Allí donde caiga la Luna es el lugar en que buscamos seguri-
dad. Cuando la Luna se posiciona en la casa X, el sentimiento de segu-
ridad y confort está ligado a la madre. Cualquiera que sea la casa paren-
tal en la que la Luna se ubique, ésta indicará a qué progenitor acudirá
uno para encontrar protección, estabilidad física o emocional y seguri-
dad. A diferencia del Sol en la IV o la X, que muestra la creatividad
individual y urge a expresar aquello que está ligado con el progenitor
correspondiente, la Luna opera a un nivel más emocional. Se crea un
vínculo entre progenitor e hijo que los liga emocionalmente. Es un
vínculo primitivo, temprano e instintivo. Opera a un nivel muy primiti-
vo (la necesidad de encontrar a alguien con quien sentirse seguro). La
búsqueda de un continente seguro, inicialmente asociada con el progeni-

28
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

tor, puede ser proyectada más tarde sobre las parejas (una figura paterna
o materna con quien seguir estableciendo ese vínculo primario).

Si en una carta observáis que la Luna está en la casa X y presenta aspec-


tos difíciles, eso puede indicar que el continente no se sintió seguro y
que vuestro cliente puede dedicar mucho tiempo de su vida buscando un
continente más seguro. Esto, por supuesto, siempre es peligroso en las
relaciones, porque una vez se ha rebasado la infancia, la búsqueda de
una buena madre en otra persona (particularmente, si es en el campo de
las relaciones) suele acabar con muchas lágrimas. Una pareja adulta no
es capaz de apoyar a vuestro cliente de esa manera instintiva e infantil
que ella puede estar buscando. Las parejas nos pueden proporcionar
muchas cosas, pero no pueden esa estrecha identificación con el cuerpo
de la madre. Eso es algo que uno debe encontrar dentro de uno mismo y
puede ser un proceso doloroso y largo. Uno puede pasar una enorme
cantidad de tiempo buscando infructuosamente a esa madre que nunca
tuvo cuando la Luna está en la X y presenta aspectos difíciles. Algunas
personas buscan la presencia física de otra persona para sentirse seguras
y protegidas: «Mientras haya alguien a mi lado, todo va bien». Pero en
el momento en que el “otro” se va, uno vuelve a hacerse pedazos otra
vez. Los sentimientos de la etapa del bebé se reactivan y desde luego,
un bebé no puede sobrevivir solo mucho tiempo. Literalmente morirá si
se le abandona. Todos tenemos, en lo más recóndito de nuestra mente,
recuerdos de la etapa en que “soledad” era sinónimo de “muerte”. Cues-
tiones relativas a la comida, trastornos alimenticios, anorexia, bulimia,
sobre- y sub-alimentación y otros son típicas de esa posición.

Oyente: Sí, ¿pero por qué la X? ¿Por qué no la II o la VI?

Juliet: Porque está conectada con la madre y la madre es, normalmente,


la que nos alimenta y por tanto asociamos con la comida. En las prime-
ras etapas de la vida, la comida simboliza al mismo tiempo alimento y
amor. La madre alimenta al niño con su leche dulce, cálida y conforta-

29
LA LUNA EN LAS CASAS IV Y X

ble, lo que a su vez es expresión de su amor por el bebé y de que éste


viva. Una Luna en la casa X puede presentarse de dos maneras: o bien
es “la madre que mata de hambre” o bien es la “madre que ceba” 6.

Oyente: ¿Qué es una “madre que ceba”?

Juliet: Una “madre que ceba” es aquella que sobrealimenta al bebé de


forma compulsiva, que fuerza al bebé a comer de una forma bastante
ansiosa, como si tuviera que demostrar que ama a su bebé. Si una madre
es muy ansiosa, puede tender a sobrealimentar al bebé para apaciguar el
miedo a no ser una madre suficientemente buena. Una vez tuve un
cliente con la Luna en la casa X, que me dijo que su madre odiaba oír
hablar de problemas, pero que era una cocinera fantástica. Así, a la hora
de comer su sitio en la mesa era el más cercano a la cocina, lo que signi-
ficaba que cada vez que la conversación se complicaba (por ejemplo, se
discutía un punto con acaloramiento), la madre saltaba inmediatamente
de su silla y se iba a la cocina a preparar más comida para así no tener
que continuar una conversación incómoda.

6
En español no hay una forma más abstracta de traducir la expresión «mother who
stuffs» y hemos preferido la traducción directa: «la madre que ceba (o engorda)». (N.
del T.)

30
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

La Luna y Plutón en las casas IV y X


Oyente: Mi hermano y yo tenemos ambos la Luna en la casa X y nues-
tra madre es tal como la describes. Me escribió incluso el otro día, di-
ciéndome: «Tengo muchas ganas de verte y de hablar contigo, pero na-
da demasiado profundo». Siempre tuvo esa manía con la comida como
sinónimo de atenciones (tiene una cuadratura Luna-Plutón en su propia
carta) y es su manera de expiar algo. ¡Pero realmente nos fastidia a am-
bos!

Juliet: Sí, me lo puedo imaginar. Pero vosotros podéis poneros en su


lugar e imaginar su deseo de «hacerlo bien». Observad esas madres de
niños muy pequeños que, cada vez que estos berrean o lloran, les meten
un biberón en la boca porque es difícil manejarse con un bebé angustia-
do.

Oyente: Yo tampoco aguanto que mis bebés lloren. Siempre tengo que
darles algo.

Juliet: Es doloroso ver a un niño que llora y el primer instinto es fre-


cuentemente hacerle callar, en vez de imaginar qué es lo que necesita. A
veces necesita algo distinto a la comida. Pero existe la idea de que si
tienes algo en la boca todo irá bien. No sé si comer te hace sentir a gus-
to o a tus hijos.

Oyente: ¡Oh sí! Cuando algo va mal cenamos todos juntos.

Juliet: Es una manera de contener las malas vibraciones. Cualquier tipo


de adicción oral, como beber, fumar o comer, está relacionada con man-
tener en calma las cosas, por miedo a lo que pueda salir (gritos, palabro-
tas, afirmaciones de infelicidad, dificultades intolerables que deben ser
mantenidas bajo control).

31
LA LUNA Y PLUTÓN EN LAS CASAS IV Y X

Oyente: Nunca se me permitió llorar si me hacía daño. Siempre me da-


ban un caramelo.

Juliet: Es doloroso querer llorar y no poder. A los niños se les da nor-


malmente caramelos como sustitutivo de la comodidad cuando están
tristes o se han hecho daño, para, supuestamente, “expulsar el dolor”, en
vez de permitirles llorar y darse cuenta de que, después de todo, se pue-
de sobrevivir. Eso crea, años más tarde, problemas relativos a la comida
y los hábitos alimenticios.

Oyente: Yo tengo una conjunción Luna-Plutón en la X y cuando era


niño tenía verdaderos problemas para comer. Simplemente, me negaba
a comer nada que me hubiera puesto mi madre delante.

Juliet: Los aspectos Luna-Plutón, particularmente con la Luna en la


casa X de la madre, pueden hacerte sentir que la comida que proviene
de tu madre está envenenada. Después de todo, Plutón es el dios de la
muerte; por lo que el sentimiento que emana hacia él es oscuro y furio-
so. Los aspectos Luna-Plutón a menudo van de la mano de la rabia y de
sentimientos muy negros, mezclados junto con el pecado familiar, lo
cual puede asustar mucho. Con frecuencia también existe una intensa
pasión.

Oyente: ¿Qué hay de los trígonos?

Juliet: Bueno, mi percepción acerca de Plutón es que, aunque los trígo-


nos y sextiles son más fáciles de manejar, tampoco hay una gran dife-
rencia entre éstos y los aspectos difíciles. Los aspectos Luna-Plutón,
dado que uno sigue igualmente asociando la Luna y la madre a la muer-
te. He descubierto que cuando Plutón aspecta al Sol y a la Luna siempre
se levanta una barrera alrededor de la relación familiar. Los planetas
exteriores son más difíciles de integrar en nuestra psique —más difíciles

32
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

de digerir, si queréis—. Y cuando aspectan al Sol o a la Luna (el padre


o la madre) ese muro existe, con independencia de que sean aspectos
fáciles o no. Tengo una cliente con la Luna en la X formando una cua-
dratura a Plutón y la imagen que tiene de su madre es (cito textualmen-
te) la de «una criatura devoradora que quiere usarme para sus propios
fines». Sólo de imaginar que su madre pueda estar físicamente en el
mismo lugar que ella le pone bastante enferma. Sus sueños y fantasías
son muy oscuros, llenos de sangre y entrañas, y tiene fantasías sobre
“los malvados muertos que vienen a infectar a los bondadosos vivos”.
Ve muchas películas de terror, como La tierra de los muertos vivientes,
lo cual no estoy segura de que ayude mucho.

Oyente: Yo creo que es bueno que la gente vea películas de terror. Liz
Greene dice que el lugar de Plutón en la sociedad es el cine. Es ahí don-
de pertenece. Hay un cineasta muy oscuro seguido por una cantidad
enorme de gente que piensa que estarían locos si no vieran sus pelícu-
las.

Oyente: ¿Seguro que no deberían hacérselo mirar?

Oyente: No lo sé. Seguramente ayuda ver a alguien compartir una mis-


ma experiencia.

Oyente: Sí. Pero si tienes menos de treinta años y aún no has pasado por
el retorno de Saturno, es difícil que puedas incorporar esa energía de
todos modos. Por ello es bueno contener esa energía de forma segura en
los límites de la pantalla.

Juliet: Bueno, no estoy segura. Creo que hay pros y contras. Creo que
prefiero tratar con todo ese material oscuro a través de los cuentos y la
literatura. No sé si las dramatizaciones demasiado visuales son buenas,
particularmente en el cine, porque una vez están en tu cabeza es muy
difícil desprenderse de ellas. Las imágenes que creas por ti mismo pue-

33
LA LUNA Y PLUTÓN EN LAS CASAS IV Y X

den ser bastante horribles, pero al menos son tuyas y las has creado a tu
manera. Pero si ves la imagen que ha creado algún otro y es demasiado
fuerte para ti, no te la puedes quitar de encima, se clava en tu mente. Es
como presenciar un accidente terrible y tener la imagen siempre parpa-
deando en tu mente. No puedes borrar esa imagen y tampoco es algo
que tú soñaste por ti mismo.

Creo que tienes razón, en el sentido de que la oscuridad necesita


un portador o continente. Pero yo me pregunto si la película de terror de
culto no hace que las personas busquen algo más y las vuelva perezosas
a la hora de buscar sus propias imágenes. Sé lo que quieres decir; pero
por otro lado, me pregunto si no acabaremos tan saturados de imágenes
exteriores que perdamos la capacidad de crear las nuestras propias.
Ciertamente, ya hay suficiente oscuridad dentro de cada uno y necesi-
tamos darle una salida creativa. Por esta razón creo que los cuentos de
hadas y los viejos mitos son excelentes para niños. Se da la curiosa pa-
radoja de que los cuentos de los hermanos Grimm se consideran aparen-
temente demasiado aterradores o tristes para los niños de hoy, mientras
que, por otra parte, se aceptan sin chistar películas de culto del género
de terror, y la violencia más horrible campa por sus respetos en los lla-
mada «literatura para adultos». Las historias para niños son corregidas
ad usum Delphini, «disneyficadas», convirtiéndolas en políticamente
correctas. Por ejemplo, en el cuento de Rumpelstiltskin, cuyo final se
considera pasado de moda, ese enano tan gracioso se acaba partiendo en
dos de la furia. En la versión moderna del cuento, en cambio, ¡la Reina
invita a Rumpelstiltskin a vivir con todos felices en el castillo!

Creo que los viejos cuentos suelen dar una estructura y un continente a
los niños para que éstos puedan tener pensamientos terroríficos y vio-
lentos, contenidos sin riesgo en el cuento. Algunas de las cosas que le
ocurren a la gente en los cuentos son muy violentas. La madrastra de
Blancanieves es castigada a llevar zapatos fundidos al hierro blanco y a
bailar con ellos por toda la eternidad. Y la muchacha malvada de La

34
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

pastora de ocas es condenada a ser metida en un barril lleno de clavos,


lanzada cuesta abajo para terminar hundiéndose en el río. Todo bastante
gráfico y nada bonito. Pero es bueno tener un lado violento, capaz de
encontrar imágenes que lo representen, especialmente para los niños,
que necesitan una salida para ese lado oscuro y violento para que pueda
ser contenido y manejado. Y, como he dicho, no estoy segura de cuán
buenas puedan ser para nosotros las imágenes que podemos tomar de
otro cuando las vemos en una película. No me estoy refiriendo a pelícu-
las cuya violencia es parte de la historia o del mensaje, sino a películas
en las que la violencia es gratuita y sólo sirve para poner los pelos de
punta. Podéis quedar enganchados a esa clase de películas de horror y
seguir esperando siempre algo más y peor.

Oyente: Me acabo de dar cuenta que ahora en las películas ya no existe


esa liberación que solía haber antes. Ya sabes: el alivio que sentías
cuando llegaba el final y decías: «Bueno, ¡por fin se ha terminado!».
Ahora las películas terminan en punta y tú ya sabes que habrá una se-
cuela: Poltergeist 11 o 115 y así. También se da gratuitamente mucha
sangre y cuerpos despedazados. Antes, muchas cosas ocurrían fuera de
cámara y debías dejarlo totalmente a la imaginación. Hoy en día se
muestra hasta el último segundo de horror, de maneras que supuesta-
mente deben sorprender y no hay espacio para la propia imaginación.

Juliet: Bien, quizá de lo que estamos tratando en este momento es de


encontrar un lugar para Plutón en nuestras vidas y de llegar a un acuer-
do con él. Eso es complicado porque, después de todo, es el dios de los
muertos y una de las cosas más problemáticas en nuestra vida es la no-
ción de la muerte. Mi idea es que lo que lo que uno produce por sí mis-
mo es mucho más útil que lo que proviene por completo de la imagina-
ción de otra persona. Pienso que en la actualidad es un problema que no
dediquemos mucho tiempo a los cuentos e imágenes y no seamos capa-
ces de procesarlos. No parecemos tener —o no nos permitimos tener—
tiempo para eso. Cualquier cosa nos impacta desde una pantalla —las

35
LA LUNA Y PLUTÓN EN LAS CASAS IV Y X

noticias invaden nuestra sala de estar de una forma completamente in-


trusiva—, mientras que si uno lee un diario puede releer, procesar y
digerir el artículo. Cuando la noticia aparece en la pantalla —aquí la
gente salta por los aires, allí la matan, o la roban o la violan en cualquier
parte del mundo— es una especie de bombardeo y no sé si tenemos
suficiente tiempo para procesar y digerir toda esa información.

En el caso de Plutón, podemos dar a nuestros propios sueños y


fantasías un uso positivo. El cliente que mencioné anteriormente, cuya
cuadratura Luna en la X-Plutón provocó toda la discusión, está ahora
empezando a trabajar de manera mucho más creativa con sus sueños,
pintándolos y trayéndolos a las sesiones, mientras que cuando empeza-
mos las sesiones alquilaba dos o tres películas de terror por noche. En el
momento actual mucho del material que trae es de su propia cosecha.
Sus sueños siguen siendo bastante terroríficos (unos psicópatas inten-
tando forzar la puerta de su casa y así), pero ahora nos concentramos en
su propio ramalazo psicópata, que parece ser mucho más creativo que
importar imágenes una y otra vez de esas películas de terror de serie B.

De este debate que hemos iniciado sobre los aspectos Luna-Plutón


podemos deducir lo poderoso que es. Si pensamos en la figura de Ha-
des/Plutón en el mito, se nos dice que únicamente aparece sobre la tierra
portando un yelmo que lo hace invisible. Ningún mortal podría mirarle
a la cara: se asustaría demasiado. De hecho, su nombre nunca se men-
ciona, por miedo a invocarlo. Las Furias, que persiguieron a Orestes,
también eran criaturas sin nombre del inframundo y no se podía siquiera
pensar o hablar de ellas porque también eran terroríficas. Pero cuando
Atenea llegó a un acuerdo con ellas, las compensó otorgándoles un sta-
tus honorable, un templo en el que podían ser adoradas y un nuevo
nombre —las Euménides, que significa «benévolas»—. Una vez existe
un lugar para contenerlas, uno puede acudir a ellas; y el poder que de-
tentan a través del terror y la ignorancia disminuye.

36
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

Incluso hoy tenemos un grave problema al enfrentarnos a la muer-


te —el mayor enemigo de la vida— y a menudo no nos permitimos ha-
blar de ella. Decimos de alguien que «se ha ido»: creemos que decir
simplemente que «se ha muerto» es una falta de sensibilidad. Explica-
mos a los niños que el abuelito «está con los angelitos», o algo así. O
peor aún: les decimos que «está durmiendo profundamente». No les
decimos: «El abuelito ha muerto y no sabemos dónde está realmente.
Esperamos que esté con los angelitos o que vuelva a la tierra en una
reencarnación más agradable». Evitamos el tema porque hablar de la
muerte «no es muy fino» y nos da miedo. No obstante, pasamos por alto
que los niños no son estúpidos. Saben que algo malo y triste ha ocurri-
do, pero nadie va a hablarles de ello, lo que «prueba» que es un tema
demasiado horrible para mencionarlo —y que no tenemos un contene-
dor seguro para el miedo que nos da—.

Oyente: Yo he pasado por eso. Tengo una conjunción Luna-Plutón en la


IV y mi padre murió cuando yo tenía cuatro años. Me dijeron que se
había ido de viaje y durante el resto de mi infancia nunca más volví a
nombrarlo. Pero me sentí completamente traicionada cuando descubrí la
verdad y el duelo sólo pudo empezar bastantes años más tarde, cuando
Plutón formó una cuadratura por tránsito con mi Luna natal. Mi hija
tiene un aspecto Luna-Plutón y es una adicta a las películas de terror. Le
fascina el miedo. Creo que esas películas de terror la ayudan de alguna
manera a manejar algo de su oscuridad interior, que es demasiado horri-
ble y debe escapar de ella.

Juliet: Bueno, puedes usar las películas de terror para experimentar in-
directamente la muerte. Al igual que los adolescentes empiezan a temer
la muerte, por ejemplo, usan las películas de terror para enfrentarse a
ese miedo, retando a los demás a ver algo horrible y ver si sobreviven a
la experiencia. Están poniendo a prueba su capacidad de pensar en la
muerte, pero en un ambiente cómodo, con los amigos y unas bolsas de
palomitas. Cuando la película termina encienden las luces y comprue-

37
LA LUNA Y PLUTÓN EN LAS CASAS IV Y X

ban lo cómodos que están todos juntos. Es como el miedo a la muerte:


es una experiencia segura porque sólo es una película. A medida que
van madurando (tras el retorno de Saturno) y la mortalidad empieza a
ser una realidad tangible para ellos, la experiencia puede ser distinta.
Cuanto más viejo se hace uno, menos necesita esas películas de terror,
¡pues más siente el aliento de la muerte en el cogote!

Oyente: Mi experiencia acerca de la muerte es distinta. Yo solía estar


aterrorizada por la muerte y por el proceso de morir, hasta que alguien a
quien yo amaba de verdad falleció, estando yo con esa persona hasta el
final. Después de eso, mi propio miedo a la muerte ya nunca fue lo
mismo. Eso fue porque al amarlo tanto, establecí una conexión entre
amor y muerte, con lo cual pude dejar de sentir ese miedo.

Juliet: A veces es cierto que aquellas cosas que nos dan más miedo
cambian una vez nos enfrentamos a ellas. El miedo a la muerte siempre
está arraigado en nosotros a algún nivel. Y a veces, cuanto menos grati-
ficantes son nuestras vidas, más miedo tenemos a la muerte, porque
seguimos sintiendo que necesitamos más tiempo para vivir todo lo que
no hemos conseguido vivir hasta el momento. Así es la vida. La muerte
es parte de la vida, y parte de la vida diaria es que podamos morir cual-
quier día. Esto es algo que ni siquiera queremos plantearnos, pero es
también algo a lo que damos vueltas todo el tiempo. Se trata de Plutón,
a fin de cuentas, y todos lo tenemos en algún emplazamiento en nuestra
carta.

38
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

Urano en las casas IV y X y los aspectos Luna-


Urano
Oyente: ¿Podemos abandonar el tema de la muerte y echar un vistazo a
los aspectos Luna-Urano y a Urano en la X?

Juliet: Nos estamos saliendo un poco del esquema que yo había trazado
para examinar los planetas por su orden, pero bueno, ¿por qué no? En la
mitología, Urano era el dios de los cielos y engendró muchos hijos de la
Madre Tierra. Esa descendencia fueron los Titanes, a los que Urano
miraba con horror. Vio que sus hijos terrenales eran demasiado feos,
torpes y, en conjunto, demasiado vulgares para su gusto; por ello, los
mandaba de vuelta al útero materno nada más nacer, esperando tener
más suerte con el próximo hijo. El Urano astrológico parece experimen-
tar el mismo disgusto por la realidad terrenal de la vida, con unas reac-
ciones bastante negativas respecto de la carne en su forma más básica.
Urano no se maneja bien con las funciones corporales: asi bien la idea
de tener un cuerpo puede ser hermosa, le sorprende y se rebela contra su
manifestación física. Así, el progenitor que representa a Urano no pare-
ce querer un niño físico. A él o a ella les puede gustar la idea de tener
niños, pero la realidad de tener que alimentarlos, cambiarles los pañales,
bañarlos y demás les pondrá fácilmente los pelos de punta. Aunque esta
clase de progenitor puede establecer una relación estupenda a nivel ce-
rebral, puede ser causa de dolor porque va de la mano de un rechazo
implícito al cuerpo. En las casas parentales, Urano sugiere un progenitor
impredecible, nervioso e incluso explosivo. Resulta complicado enfren-
tar a Urano en la X, porque una madre que no puede soportar tocar a su
hijo se puede vivir como mucho más rechazante que un padre que no
puede involucrarse en una relación con su hijo a ese nivel tan físico.

39
URANO EN LAS CASAS IV Y X Y LOS ASPECTOS LUNA-URANO

Un Urano en la X se vive a menudo como un padre que muestra


una cierta ambivalencia respecto del nacimiento de los hijos y de su
crianza. Cuando Urano cae en la IV y representa al padre, la vida fami-
liar puede verse perturbada, o puede tratarse de un padre ausente; pero
que el padre rechace el cuerpo del niño puede verse como más acepta-
ble. Urano es más feliz cuando puede ejercer de espíritu-guía. El hijo
puede sentir que su padre es volátil, impredecible o impaciente, lo cual
puede generar tristeza respecto de la incapacidad de éste para acercarse.
Pero no siente lo mismo cuando es su madre quien se siente incómoda
con la realidad física del niño.

Una vez levanté una carta para una mujer que asistía a mis clases
de preparación al parto. Tenía al Sol en Cáncer conjunto a Urano en la
X y en cuadratura a la Luna en Libra. Durante su embarazo mostró una
actitud muy positiva y eficiente respecto a su estado de buena esperan-
za. Previamente al nacimiento había trabajado sobre todas las ventajas
de alimentar al bebé con la leche materna: examinó absolutamente todos
los aspectos de la cuestión. No obstante, su trabajo fue inútil, pues al
poco de nacer su hija la rechazó por completo. Le repelía dar el pecho a
su hija, culpó a la niña por las dificultades del parto y rehusó tocar a la
niña durante casi seis semanas. Entró en una depresión bastante profun-
da, que duró hasta que la niña tuvo dos años. A medida que la niña dejó
de necesitarla a un nivel físico, ella pudo manejar la situación. La niña
también tiene a Urano en la X.

Urano es el planeta de la libertad, de la improvisación, y del cam-


bio repentino y abrupto, así que no hace falta mucha imaginación para
entender qué características adornarán a un progenitor influido por él.
Con Urano en la X o aspectando a la Luna, puede existir el sentimiento
de que el contenedor no es suficientemente seguro y estable, lo cual
puede llevar a que el cuerpo sea visto como un enemigo. El cuerpo pue-
de convertirse en algo que aprisiona más que protege —debido a la in-
fluencia uraniana—. Puede existir el miedo a caer enfermo o el disgusto

40
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

por tener que cuidar el cuerpo. La madre-contenedor se siente insegura,


lo que puede traducirse como que el propio cuerpo se siente como inse-
guro. Algunas teorías acerca del suicidio se vuelven interesantes cuando
se las contempla bajo esta nueva luz: así, cuando consideras el suicidio
como una opción, no tiendes a pensar que te estás quitando la vida, sino
que matas el cuerpo en el que tu yo está atrapado. Una persona que
piensa seriamente en suicidarse no dice: «Dejaré de existir», sino «Sal-
dré de este cuerpo e iré a un lugar donde ya no sentiré más dolor». El
cuerpo y el Sí-mismo no se sienten formando parte de la misma unidad,
sino más bien como enemigos.

Si en vuestra carta tenéis un aspecto Luna-Urano, quizá hayáis


sentido que vuestra madre no se sentía cómoda con la idea de tener hi-
jos. Es discutible cuánto de esa idea es propio de la madre, cuánto es un
ajuste debido a la sincronicidad y cuánto es una proyección. Pero sea lo
que sea, el sentimiento es de impredecibilidad: la madre cambia todos
los días de idea, no es constante y quizá por ello no demasiado confia-
ble. La cuadratura Luna-Urano puede generar sentimientos de pánico.
Una vez vi la carta de alguien con una cuadratura entre Urano en la X y
la Luna. La muchacha en cuestión había abusado bastante de las drogas
y el alcohol. Al analizar su carta vi que su madre había sido verdadera-
mente caótica e impredecible, abandonándola un minuto y al minuto
siguiente asfixiándola. A través de su programa de rehabilitación, esa
joven aprendió «habilidades maternales». En otras palabras, ha aprendi-
do a cuidarse físicamente, a comer de forma sana, a combinar el ejerci-
cio y el descanso, a respirar correctamente y tomarse en serio el trabajo
de cuidar de sí misma. Tuvo suerte de tener Ascendente en Virgo: eso la
ayudó mucho a «anclar» en tierra una carta en la que de otra manera el
Aire hubiera sido amo y señor.

Oyente: ¿Qué hay de los trígonos?

41
URANO EN LAS CASAS IV Y X Y LOS ASPECTOS LUNA-URANO

Juliet: Bueno, ésos son un poco más fáciles de manejar, pero debido a
que las energías que operan en el aspecto son tan dispares, aún puede
crearse algo de tensión. Aun cuando forme trígonos, a Urano sigue sin
entusiasmarle el cuerpo. Puede no ser tan difícil de manejar como la
cuadratura o la oposición, pero sigue habiendo un elemento de descon-
fianza hacia la madre. Los temas más comunes de los aspectos Luna-
Urano son la sospecha, la paranoia, el miedo a peligros inimaginables,
miedo a volar, miedo a los accidentes, miedo a cualquier cosa que ocu-
rra en el mundo exterior. Todos ellos apuntan al miedo a un contenedor
que no se siente como suficientemente seguro.

Oyente: Yo tengo un trígono Luna-Urano y lo más llamativo para mí es


que tengo una madre «radical», que siempre va a contracorriente de los
demás.

Juliet: Sí, ésa es otra posible inclinación de los aspectos Luna-Urano:


que veas que tu madre es de algún modo rara o excéntrica. Cuando eres
un niño es difícil enfrentarse a eso. Lo que quiere un niño es seguridad,
estabilidad y un sentimiento de uniformidad. Puede ser bastante difícil
para un niño ver el lado bueno de tener unos padres “raros”. Desde lue-
go, cuando somos adultos nos gusta ver un cierto grado de excentricidad
en un progenitor; pero cuando se es niño puede resultar torturante. Los
niños quieren unos padres “como los de los demás niños”. No les gusta
desentonar respecto de sus pares. Eso les hace sentir muy inseguros.

Oyente: Yo tengo la Luna opuesta a Urano, y definitivamente creo que


a mi madre no le gustaban mucho los niños. Fue obligada a casarse con
mi padre, y creo que tuvo la intención de abortar, pero dejó pasar el
tiempo y entonces ya fue demasiado tarde.

Juliet: De un aspecto natal Luna-Urano se pueden decir un cierto núme-


ro de cosas. Una de ellas es que tú percibiste en tu madre, quizá correc-
tamente, que mostraba cierta ambivalencia respecto del hecho de tener

42
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

un hijo, lo cual puede despertar las sospechas acerca de cuán deseada


pudiste ser. Este aspecto suele aparecer en cartas de personas cuyas ma-
dres trabajaban, o eran famosas, de forma que el niño no pasaba mucho
tiempo con ellas. También aparece en aquellos casos en que la mujer es
forzada a dejar su trabajo en orden a tener hijos y criarlos, razón por la
cual se sentiría frustrada y limitada. Puede significar que el niño acabe
mostrando la ambivalencia de la madre respecto de tener hijos —se
repetiría la historia—. Socialmente no es verdaderamente aceptable
decir que no te gustan los niños o que no te gustan (sobre todo si eres
mujer) 7. Como mujer, se espera de ti que quieras tener hijos, que los
ames y que les proporciones cuidados (Luna); pero la energía uraniana
(libertad, nada de ataduras, el mundo de las ideas), al vincularse a la
Luna, le da un sabor curioso al arquetipo materno. Lo que existe real-
mente en tu interior es el Padre Cielo y la Madre Tierra, que son com-
pletamente distintos en cuanto a temperamento, ambos luchando por la
supremacía. Cuando posees ambas energías en tu interior para el resto
de tu vida, tu tarea es permitir que ambas energías puedan legítimamen-
te expresarse en tu vida. La verdadera tarea, respecto de combinaciones
planetarias difíciles, es encontrar la manera de extraer lo mejor de cada
una sin valorar una por encima de la otra. ¿Cómo se puede decir «la
profesión lo es todo» o «la maternidad lo es todo»? Ambas opciones
tienen su valor.

Oyente: Mi nieto tiene una conjunción Luna-Urano sobre el Ascendente


y su madre tiene a Urano en el Ascendente en cuadratura a la Luna.
Primero intentó abortar, y luego cambió de idea y lo dio en adopción,
todo ello de una forma bastante traumática. Ahora él vuelve a entrar en
su vida. Tiene unos veinte años y lo que le causa verdaderos problemas
es el dilema libertad-intimidad. No sabe si permanecer junto a su pareja

7
Téngase en cuenta que este seminario se impartió en 1994. Esa visión social puede
haber cambiado un poco tras los tránsitos de Urano y Neptuno por Capricornio en esos
años, o el actual de Plutón por el mismo signo, iniciado en 2008. (N. del T.)

43
URANO EN LAS CASAS IV Y X Y LOS ASPECTOS LUNA-URANO

y tener una familia o irse a la India. Ya lo hizo otra vez y cada vez que
le veo existe la posibilidad de que lo repita. Por otro lado, es una perso-
na muy hogareña: le gustan la cocina, la jardinería y todo eso. Hay mu-
cha tensión entre esas dos áreas, un verdadero problema de elección
entre la libertad y la intimidad.

Juliet: Sí, eso es muy típico de un modelo de comportamiento transmi-


tido desde una generación anterior (es muy común observar que deter-
minados aspectos van pasando de una a otra generación). Este aspecto
Luna-Urano busca la perfección y no se compromete con facilidad. Es
doloroso darse cuenta de que uno no puede ser un padre perfecto y tener
la profesión perfecta y, al mismo tiempo, la libertad para viajar (la
realidad es que nadie puede hacerlo todo a la perfección). Puedes hacer
ambas cosas, pero ambas se verán perjudicadas. Así que si buscas la
perfección en todo será doloroso para ti descubrir que no puedes alcan-
zarla realmente.

Cada generación cree que la suya será la única que “lo hará todo
bien”. Las modas en cuanto a cuidado de los hijos cambian radicalmen-
te, desde los tiempos de Truby King, pasando por Winnicott y Penelope
Leach y creo que estamos probablemente a las puertas de otra revolu-
ción. Pero la dificultad con Urano es la creencia de que el ideal puede y
debe existir. La Luna es instintiva y terrenal y posee el conocimiento de
que la vida es un flujo y reflujo, de altos y bajos, de ciclos que llegan a
su cumplimiento y son reemplazados por nuevos ciclos. Urano busca un
ideal, encontrar la perfección y mantenerlo así. Ya podéis ver qué ex-
traños compañeros de cama son cada uno de ellos. Existe una necesidad
obvia de llegar a un compromiso, pero como he dicho antes, Urano no
desea comprometerse. Después de todo, un compromiso es una solución
imperfecta (podemos obtener parte de lo que queremos, pero no todo).
El hecho es que si Urano y la Luna están conectados en tu carta, sim-
plemente tienes que aprender a vivir con los dos. Los vas a tener ahí
durante toda tu vida y no hay nada que puedas hacer para cambiar ese

44
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

hecho. Y, por supuesto, los temas fundamentales estarán conectados con


la madre —tu propia madre y tú misma como madre, con un niño de
carne y hueso o con tu “niño interior”.

45
NEPTUNO EN LAS CASAS IV Y X

Neptuno en las casas IV y X


Oyente: ¿Y qué hay de Neptuno y la Luna?

Juliet: Neptuno es un planeta conectado con la disolución de las fronte-


ras y de las limitaciones terrenales. Neptuno simboliza la figura arquetí-
pica de la víctima: el Cristo crucificado, la víctima del mundo, que toma
sobre sí el sufrimiento del mundo y a través de ese acto redime a la hu-
manidad. En el mito griego también Prometeo está preparado para sufrir
horrorosas torturas con el fin de que su creación, la humanidad, pueda
disfrutar del don del fuego. Al aparecer el tema de la víctima y el reden-
tor mezclado con el del padre o la madre, va a crearse obviamente un
enorme sentimiento de obligación hacia el progenitor que tanto ha su-
frido.

Un Neptuno en la IV parece reflejar a menudo al padre que desa-


parece, o que de algún modo es un modelo fallido. Este emplazamiento
posee una bastante fundada fama de producir padres alcohólicos; pero
lo curioso es que un padre borracho representado por Saturno en la IV
es una carga, a un padre borracho y que nunca está en casa representado
por Urano en la IV se le ve como a un hijo de perra, mientras que a un
padre borracho y evanescente representado por Neptuno en la IV “no
pudo evitar ser un borracho”. Es relativamente fácil excusarlo, al estilo
de “la vida era demasiado difícil para él”, “tenía un temperamento de-
masiado artístico y sensible” o “sufrió mucho en su infan-
cia/trabajo/matrimonio”. Sobre un padre neptuniano a menudo se corre
un velo de misterio, con el que su sufrimiento se idealiza y perdona.

Cuando Neptuno se halla en la X, enlaza con la madre sufriente o


la mujer que se sacrifica. Alrededor de esta figura se crea el siguiente
enunciado: “Para amar de verdad se debe sufrir”. La madre se convierte
en una representación del sufrimiento, con la que uno se puede identifi-

46
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

car o bien rechazar violentamente. Neptuno en la X aporta sabrosas ra-


ciones de culpa: “¿Cómo puedo ser yo feliz cuando mi pobre madre está
tan hecha polvo?”. Existe con frecuencia un sentimiento de “deuda” con
este emplazamiento —de obligación o de no ser merecedor del amor de
la madre—. La madre puede ser manipuladora, pero puede resultar difí-
cil llegar a esa conclusión. Los hombres con un Neptuno en la casa X
pueden sentirse demasiado impulsados a complacer a las mujeres. ¿Có-
mo pueden decir “no” a una mujer cuando las mujeres sufren tanto? Por
consiguiente, separarse de una madre neptuniana puede constituir un
problema enorme. La madre parece estar diciendo siempre: “Cariño,
vete tranquilo, diviértete y no te preocupes por mí. Me siento un poco
débil y enferma, pero eso no es nada. No rompas tus planes por mí…”.

A veces el lazo entre el niño y el progenitor es tan profundo que la


separación es virtualmente imposible. Una mujer que conocí estaba ín-
timamente apegada a su madre. El padre las había abandonado cuando
ella era una niña, y ellas se las arreglaron demasiado bien. La hija vivió
con la madre hasta que se casó y entonces la madre fue a vivir con la
pareja. Todo fue como una seda e incluso tuvieron un bebé, pero enton-
ces la madre murió de repente. La hija no pudo enfrentarse a ese hecho.
Simplemente, no podía soportar el tener que vivir sin su madre. A pesar
de estar casada con un marido amante y cariñoso y tener un hijo, estaba
inconsolable y murió justo un año después de que lo hiciera su madre,
de una hemorragia cerebral. Parecía que, a un nivel inconsciente muy
profundo, ella no podía soportar estar separada de su madre y prefirió
unirse a ella en la muerte. Neptuno representa un impulso poderoso a la
fusión y a la disolución de todo límite. Su energía es esa parte en noso-
tros que quiere ser una en sí misma y abarcarlo todo en ese sí mismo, o
derramarse en otra persona. Sea cual sea la manera, la soledad y la sepa-
ración son insoportables para esa parte de nosotros representada por
Neptuno.

47
NEPTUNO EN LAS CASAS IV Y X

Oyente: Cuando Liz impartió su seminario sobre Neptuno, una de las


palabras que más me impactó fue “redención”. Tengo una oposición
muy exacta entre la Luna y Neptuno, de apenas tres minutos de arco,
que se ubica justamente encima de mi eje MC/IC. Una de las cosas que
me dijo mi abuela cuando yo era niña fue que si mi madre vivía fue
gracias a mí. Dijo que ella se habría suicidado si no hubiera sido por mí,
que ya estaba en el útero de mi madre al fallecer mi padre, tres meses
antes de nacer (tengo a Neptuno en la IV). Así que yo fui una especie de
“figura redentora” para mi madre. Yo la “salvé” y le di una razón para
vivir. Creo que el poder contenido en ese eje parental ha hecho que mi
experiencia de paternidad haya sido mucho más profunda. Necesitaba
ser para mi hijo el padre que yo no tuve jamás. Siempre sentí, además,
que entre mi padre y yo existe una especie de conexión del almas, por-
que ambos estuvimos al mismo tiempo en el otro lado —él perdió su
cuerpo y yo aún estaba en formación—. Con Neptuno en la IV se siente
como si los límites y fronteras se hubieran borrado por completo; y la
Luna en la X ha supuesto que el tema de la separación respecto de mi
madre haya sido siempre una cuestión espinosa. Separarme de ella y
descubrir quién soy yo ha sido una lucha larga y consciente.

Juliet: Neptuno es muy engañoso. Representa el anhelo de fundirse con


el otro, de disolver límites, por más que eso sea peligroso. Es un verda-
dero sentimiento de introducirse en un «útero/tumba», queriendo volver
a un lugar en que no hay vida debido a que no hay conflicto. El naci-
miento conlleva dolor, sufrimiento y el sentimiento de haber sido expul-
sado del Jardín del Edén. Adentrarse en la dura realidad de la vida es
doloroso. Este es el sentimiento que evocan aquellos que tienen pensa-
mientos suicidas. Hay un sentimiento de querer librarse del cuerpo, para
que el alma pueda fundirse con otra cosa, el gran Todo, para poder con-
vertirse en parte de algo mayor. No es normalmente un deseo de matar
el alma, sino de eliminar el cuerpo, dado que el cuerpo se siente como
fuente de dolor. Neptuno quiere regresar a ese lugar. Todos hemos teni-
do esa experiencia intrauterina, de forma que todos sabemos que en

48
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

alguna parte existe ese lugar en que no hay conflictos, donde los pro-
blemas han desaparecido. Es una imagen o arquetipo tan poderoso que,
en prácticamente todas las religiones o culturas es posible encontrar
relatos del estilo de “hubo un tiempo en que no había discusiones”, o
“Hace mucho tiempo, cuando Dios caminaba todavía entre los hom-
bres”, o “Había una vez, en la Edad de Oro”…

Todos tenemos esa imagen en nuestro interior (¡todos tenemos a


Neptuno en algún lugar de nuestra carta!) de un tiempo pasado en que
todo era maravilloso. Entonces ocurrió algo y ahora ya no podemos
estar allí, si bien todos intentamos en algún nivel regresar a ese lugar, o
reconectar con él. Intentamos de diversas maneras recrear esa unidad,
esa unicidad: tomando baños calientes, arropándonos con mantas sua-
ves, durmiendo en medio de una oscuridad calmada… El sexo es otra
manera de intentar la reconexión; y, por supuesto, el bien conocido mo-
do neptuniano de disolver las ásperas limitaciones que nos separan de
ese útero a través de las drogas y la bebida, persiguiendo la fusión con
el Otro (el mundo, o la madre).

Los contactos entre Neptuno y la Luna quieren mezclarse y fun-


dirse; en una palabra, ser una sola cosa. Ambos planetas buscan la fu-
sión y a ninguno de ellos le agrada la separación. Más que relacionarse
con el Otro, se fundirían y disolverían en él. La relación exige cierto
grado de separación, ya sabéis. Los aspectos Luna-Neptuno conllevan
una gran sensibilidad respecto de lo que los demás sienten y aquellos
que los tengan en su carta natal pueden pasar un montón de tiempo ase-
gurándose de que los demás se sienten bien. Puede ser muy fácil entrar
en el terreno de la “relación codependiente”, en la que uno de los
miembros de la pareja dedica tiempo y energía a cuidar del otro para
asegurarse de que todo está bien y de que son felices, asumiendo de
forma implícita que ese proceso funciona en ambas direcciones. El
mensaje que se envía es el siguiente: «No puedo ser feliz hasta que tú
seas feliz, así que si te hago feliz yo también lo seré». Todos tienen que

49
NEPTUNO EN LAS CASAS IV Y X

estar fundidos, ser una misma cosa; tener responsabilidades suena a


muy difícil, demasiado trabajo y condena al aislamiento. Éste parece ser
un patrón común en los aspectos Luna-Neptuno: buscar parejas que
están tan necesitados como uno mismo, y derramar atenciones y amor
sobre ellos, esperando que uno sane sus heridas en el proceso. Uno de
los problemas de ese proceso reside en que eso no se expresa en voz
alta. Neptuno es muy sutil y espera que las cosas funcionen sin más; no
le gusta ser claro ni poner límites. Saturno expresaría ese mensaje alto y
claro: «Yo haré eso por ti si tú lo haces por mí». Pero con Neptuno nos
enfrentamos a todo aquello que se da por supuesto y no se dice; a me-
nudo, además, inconsciente, lo que añade niebla al proceso.

La persona Luna-Neptuno puede sentirse gravemente ofendida si tiene


que pedir lo que quiere. La madre, el amigo, el amante, deberían saber
ya de qué se trata y de proporcionarlo de alguna forma mágica. Y si no
pueden, entonces no vale la pena tener tal cosa. Y, por supuesto, la per-
sona Luna-Neptuno puede intentar hacer eso a los demás (intuir y adi-
vinar lo que quieren y necesitan los demás, y dárselo). ¡Suelen pasar por
alto el hecho de que con frecuencia proyectan sus propias necesidades
sobre los demás e intentan satisfacer éstas satisfaciendo a otros!

Oyente: ¿Significa esto que la madre prodiga atenciones o es esquiva?

Juliet: Solamente con ese aspecto es difícil que la madre adopte una
forma reconociblemente humana. Cuando interviene la casa X (por
ejemplo, uno tiene a Neptuno en la X aspectando a la Luna), la percep-
ción de la madre parece mucho más clara y puede sentir la manipula-
ción a través de la culpa, por todo lo que ha hecho por uno y uno se
muestra tan desagradecido con ella. Con un aspecto Luna-Urano todavía
eres capaz de ver a tu madre claramente como una mujer, a pesar de que
sea de trato difícil o impredecible. Pero los aspectos Luna-Neptuno sólo
aportan una vaga sensación de que ahí está la Gran Madre, con la que
uno puede fundirse.

50
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

Mercurio en las casas IV y X


Vayamos en dirección a Mercurio en la IV y la X. Empecemos
pensando en Mercurio simplemente como planeta. Es volátil, ambiguo,
un azogue, fluido, que puede cambiar de forma en cualquier momento,
tanto en el mito como en su imagen planetaria. Es versátil, inteligente y
astuto, pero no especialmente fiable o estable. Tomemos ahora Mercu-
rio como una imagen parental. ¿Qué clase de imagen creéis que refleja-
rá?

Oyente: Volátil y poco confiable.

Oyente: ¡Imposible de amarrar!

Oyente: Intelectual. Representaría al progenitor que concede una gran


importancia a la educación y a los logros intelectuales.

Oyente: La palabra y la comunicación pueden ser muy importantes.

Juliet: Así, pues, la comunicación la comparación y el contraste de


ideas y conceptos, el énfasis en la educación pueden ser muy positivos;
pero, como progenitor, Mercurio quizá carece de algunas cualidades
físicas que la Luna podría ofrecer. En el mito, Mercurio/Hermes mues-
tra una gran simpatía y cariño por los seres humanos. Como mensajero
de los dioses, trabajó mucho por los pactos entre éstos y los hombres y a
menudo estuvo de parte de éstos, si bien de una forma emocionalmente
despegada. No fue como Deméter, la Madre Tierra, que cuidaba de to-
das las criaturas pequeñas e indefensas y las alimentaba físicamente.
Mercurio/Hermes estaba mucho más interesado en resolver problemas
en un plano mental y en llegar a conclusiones razonables. ¡Disfrutaba
especialmente interviniendo en asuntos de negocios! Después de todo,
Hermes era también el dios del comercio y del dinero, así como un em-

51
MERCURIO EN LAS CASAS IV Y X

baucador (nada le gustaba más que sumergirse en una compleja transac-


ción económica y salir airoso).

Como figura parental, Mercurio proporcionará montones de co-


municación, transacción verbal y estímulo mental, pero quizá también
una sensación de incertidumbre respecto a dónde estará el padre en el
momento siguiente. Parece como que el progenitor mercurial se ve a
menudo como el “listillo”, el “inteligente”, “el que sabe”. El emplaza-
miento de Mercurio en las casas parentales puede simbolizar también
una especie de herencia creativa respecto de un padre inteligente que
espera no menos inteligencia de sus hijos. Es una energía muy diferente
comparada con la del Sol o la Luna en dichas casas. Mercurio parece
mucho más “ligero” (el Sol y la Luna son planetas más “pesados” en
estas casas). Con Mercurio en las casas parentales, la comunicación
intelectual es habitualmente buena, particularmente si Mercurio está
bien aspectado. En ese caso, además, indica que puede existir una rela-
ción de amistad entre padre e hijo, si bien no necesariamente íntima
emocionalmente hablando. Existe la habilidad de comunicar ideas, de
hablar y de intercambiar puntos de vista, pero no emociones. Si, por el
contrario, Mercurio está mal aspectado (digamos que en la IV o la X, y
forma una cuadratura con Saturno), el padre o la madre pueden ser vivi-
dos como exageradamente críticos o puede haber problemas relativos a
la exigencia de logros intelectuales. El niño puede sufrir las burlas del
progenitor mercurial, lo que puede significar que se trata de un padre
que no deja mucho espacio a las emociones en la relación aunque insista
en la comunicación intelectual.

Trabajé una vez con una mujer y su hija. La carta de la hija mos-
traba a Mercurio en la X en cuadratura a Saturno. La madre era muy
inteligente y concedía gran importancia a los logros intelectuales, pero
la hija no podía llegar a cumplir esas expectativas. La madre simple-
mente no podía entender por qué su hija quería jugar con esas abomina-
ciones de muñecas como las Barbies (que la madre consideraba como el

52
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

súmmum de la vulgaridad y de la falta de intelectualidad), en vez de


leer o construir modelos con piezas del Lego. La relación entre madre e
hija llegó a un callejón sin salida y la madre acudió a mí, consultándo-
me qué debía hacer.

Le sugerí que debía pasar más tiempo con su hija, haciendo las
cosas a que a ésta le gustaran (había cuatro hijas en la familia, todas
ellas compitiendo continuamente por la atención y el tiempo de su ma-
dre; pero si bien las otras niñas eran “inteligentes”, se portaban bien y
leían mucho, ésta niña era “problemática” y por eso su madre estaba tan
preocupada). La madre me escuchó atentamente y al cabo de varias se-
manas me informó orgullosamente que ella y su hija habían hecho una
excursión, ellas dos solas, y que habían disfrutado bastante. Cuando le
pregunté qué habían hecho, ella me dijo: «Bueno, la llevé a la exposi-
ción de Mantegna, porque yo de verdad no quería aguantar una visita al
departamento de juguetes de Hamley’s ni a un McDonalds, que es lo
que ella quería hacer. ¡Pero al menos salimos juntas!». Naturalmente,
“lo intentó”. No obstante, vi que en el futuro podría presentarse un pro-
blema en la cual la niña misma podría ignorar a Mercurio y de ninguna
manera me dio la impresión de que fuera una niña estúpida. Al contra-
rio, me pareció brillante y creo que debería trabajar más su Mercurio.
Otra cosa es que la madre parecía crujir su intelecto y que ella evitaba la
curiosidad intelectual simplemente porque ésta entraba en el dominio de
su madre.

Oyente: ¿Le explicaste eso a su madre?

Juliet: Lo intenté, pero ella me respondió: «Claro que puedes soltarme


ese rollo sobre las emociones y la gente que siente demasiado. Pero la
vida debe continuar, ya sabes». La madre es doble Acuario. Podía ver
cierta lógica en lo de pasar más tiempo con su hija, pero no podía en-
tender que eso ayudaría más a su hija mirado desde el punto de vista de

53
MERCURIO EN LAS CASAS IV Y X

ésta. Aparte de eso, ¿alguien aquí tiene a Mercurio en las casas parenta-
les y quiere hacer algún comentario al respecto?

Oyente: Yo tengo a Mercurio en la IV. No creo que se plantearan cues-


tiones relativas a la inteligencia con mi padre. De hecho, no teníamos
gran cosa que decirnos mientras fui joven. Quizá por ello no tuvimos
mucha relación. Simplemente, no hablamos jamás. Hoy en día es mu-
cho mejor, porque puedo hablar de cuestiones de trabajo. Al empezar a
trabajar encontré una vía de comunicación que antes no tenía y nuevos
terrenos en los que intercambiar ideas.

Juliet: Es interesante que el vínculo con tu padre gire alrededor de la


comunicación o de la falta de ella. Es como encontrar algo que decir o
no, de forma que la relación parece girar en torno a la conversación. No
has dicho nada acerca del sentimiento existente entre ambos, ya hubiera
una atmósfera emocional propicia a ello o no. A veces Mercurio en la
IV o la X puede significar que, aunque la comunicación verbal no sea
buena en los primeros años de vida, es de todos modos posible tenerla
posteriormente, en la edad adulta.

No me imagino a Hermes/Mercurio manejándose especialmente


bien con los niños pequeños. Es un dios más útil y creativo con los
adultos. Hay otros dioses y diosas con los que cabe imaginar una mejor
conexión con los niños, pero la imagen que yo tengo de Her-
mes/Mercurio es que no está demasiado interesado en la media lengua
de los bebés. Después de todo, al poco de nacer Hermes ya hablaba, y
con sólo un día de edad robó los bueyes de Apolo y maquinó otras tra-
vesuras enrevesadas. Los progenitores representados por Mercurio se
manejan probablemente mejor con niños mayores, pero con los muy
pequeños puede serles difícil encontrar un lenguaje.

54
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

Oyente: Yo tengo a Mercurio en la IV y mi padre está obsesionado con


los logros intelectuales. No le interesa saber cómo me siento; sólo lo
bien que estoy haciendo las cosas. Eso es lo único que entiende.

Juliet: Bien, he aquí al padre mercurial de manual, que pretende que


alcances la excelencia intelectual. O mejor dicho, que cree que la exce-
lencia verdadera es la intelectual. Es un poco como la madre de la que
hemos hablado hace un rato. Para Mercurio la mente es a menudo el
tesoro más preciado.

Juliet: Para mi padre, la educación lo era todo. Ninguna otra cosa más
importaba de verdad. Parecía como si quisiera que yo satisficiera su ego
más que cualquier otra cosa.

Juliet: Sí, también noté esa tendencia en la madre de la que he hablado.


Quería que sus hijos reflejaran lo que ella tenía en más alta estima: la
inteligencia. Creía que el desarrollo de la inteligencia era lo más impor-
tante y por tanto, quería que sus hijas colmaran su propia ambición en
ese punto. Eso se convierte en un problema cuando el niño no parece
inclinarse en absoluto en esa dirección o, aún más, no desea ser empu-
jado hacia ella, sino que quiere hacer las cosas a su propia manera. ¡Es
bastante frustrante verse empujado a algo que uno hubiera querido de
todos modos si no le hubieran empujado! Por supuesto, con los años y
la llegada de la madurez, es posible examinar la carta y ver posibilida-
des por uno mismo, aunque sean las mismas deseadas por los padres.
Los niños tienden a resentirse cuando se les fuerza a algo en vez de ser-
les concedida la libertad de elegir. Me he encontrado con muchas per-
sonas que en su niñez llevaron la contraria a sus padres y que, muchos
años después, volvieron a esa opción que sus padres pretendían impo-
nerles, pero ahora por voluntad propia: colegio, universidad, cualquier
clase de formación, que hubieran escogido por sí mismos, pero que evi-
taron en su juventud por sentirse demasiado presionados a ello.

55
MERCURIO EN LAS CASAS IV Y X

Muy bien, movámonos ahora hacia Venus.

56
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

Venus en las casas IV y X


Venus nació de la espuma del mar, hija del padre celeste y del
útero oceánico. Urano, el dios del cielo, fue castrado por Cronos y sus
genitales cayeron al océano. De la espuma que produjo esa caída nació
Venus completamente vestida (bueno, no del todo: más bien casi des-
nuda, pero completamente formada y adulta). Nada hay en ella de terre-
nal o de lucha por crecer, como tampoco lo es su posición en la carta.
Venus nace completamente adulta, lista para tener relaciones sexuales.
No es en modo alguno una diosa primitiva o ruda de la misma manera
que pueda serlo la Luna. Es mucho más educada, sofisticada y represen-
ta lo que es hermoso, armonioso y atractivo. Representa lo sensual, lo
erótico, el deseo de cosas que te hacen parecer más hermoso o sentir
mejor. Venus rige dos signos: Tauro, el signo de Tierra, que busca la
satisfacción física y material, y Libra, el de Aire, que busca la belleza y
la armonía de formas más abstractas. Por tanto, ¿qué clase de imagen
parental creéis que proporcionará Venus?

Oyente: Si está en la X en la carta de una mujer, puede ocurrir que la


madre sea vista como una rival.

Juliet: ¿Y qué tal es Venus como madre? ¿Alguno de vosotros tiene a


Venus en la X?

Oyente: Sí. Mi madre fue muy hermosa. De hecho, antes de la Guerra


trabajó de modelo y posteriormente pasó a la actuación, pero luego se
casó con mi padre y éste insistió en que dejara la actuación.

Juliet: Venus en la X puede indicar que la madre es vista como la repre-


sentación de la belleza, alguien que no puede tener pareja, alguien con
quien diera cierto miedo emparejarse.

57
VENUS EN LAS CASAS IV Y X

Oyente: Siento que yo recogí el testigo de lo que ella dejó atrás al con-
vertirse en madre. Abandonó su carrera de modelo y de actriz para ser
madre y yo ocupé su lugar. No sé si ella quería que yo siguiera sus pa-
sos o es realmente algo que yo quería por mí misma. En cualquier caso,
siempre me sentí bastante culpable de mi éxito en ese campo y, al mis-
mo tiempo, sentí tristeza por ella.

Juliet: Tal y como habéis dicho, una Venus en la casa X en la carta de


una mujer a menudo revela una cierta cantidad de rivalidad con la ma-
dre. Es lo que yo llamo el “síndrome de Blancanieves”. La madre que
una vez fue joven y bella empieza a darse cuenta de que, a medida que
su hija crece, así también aumenta su belleza; la hija pronto será la mu-
jer joven y bella que fue su madre una vez. Si recordáis el cuento de
hadas, Blancanieves no tuvo problemas con su madrastra hasta el espejo
dictaminó que ella era la más hermosa del reino. Por supuesto que un
día la madrastra se miró al espejo y vio cómo su belleza iba decrecien-
do, mientras que la de Blancanieves iba en aumento cada día que pasa-
ba, lo cual provocó en ella unos enormes celos y mucho dolor.

Oyente: Tengo a Venus en la X y acabo de recordar cómo, cuando era


adolescente, mi madre solía intentar persuadirme de que comprara pi-
chis y zapatos sin tacones. Supongo que intentaba que tuviera un aspec-
to poco elegante. Quizá sí estaba celosa. Nunca lo había pensado antes.

Juliet: Es una curiosa paradoja el hecho de que un padre pueda querer


algo desesperadamente para su hijo, como una madre puede querer una
niña hermosa, pero que cuando crece y la niña se vuelve aún más her-
mosa, puede provocarle una intensa envidia, lo cual, a su vez, puede
inspirarle el deseo de destruir el objeto envidiado. Esto es particular-
mente evidente en aquellas madres que no han vivido plenamente su
vida o que se sienten inútiles una vez ha terminado la tarea de criar a
sus hijos. Si, como madre, has dado una y otra vez, y has creado una
criatura encantadora que sale al mundo y recibe todos los parabienes es

58
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

duro. De pronto te sientes como si lo estuvieras perdiendo todo, mien-


tras que tu preciosa hija se lleva todos los premios.

Ésta es también una problemática específica de Venus: tu identi-


dad deriva de tu aspecto exterior. Venus puede ser increíblemente com-
petitiva. Como diosa, Venus/Afrodita estaba obsesionada con su aspec-
to. En este sentido podéis recordar el mito de Eros y Psyché, una mu-
chacha mortal que se había vuelto tan bella que los hombres dejaban de
adorar a Afrodita para adorar a Psyché. Afrodita se enfureció porque
estaba acostumbrada a ser considerada como la reina de la belleza, la
más encantadora de todas. La sola idea de que una mujer mortal pudiera
disputarle con éxito ese lugar de honor le resultaba humillante.

Oyente: ¿No era Psyché su nuera?

Juliet: Bueno, sí. Pero eso ocurrió porque Afrodita envió a su hijo Eros
a matar a Psyché. Decidió que esa era la mejor manera de evitar la con-
frontación, de la misma manera que la madrastra de Blancanieves man-
da al Cazador para matarla. A pesar de ese encargo Eros, nada más ver a
Psyché, se enamora locamente de ella y, en vez de matarla, se casa con
ella en secreto. Esto se parece mucho a la historia de la reina malvada
que manda al Cazador a matar a Blancanieves. Afrodita intentó que
Eros hiciera el trabajo sucio y la eliminara de la competición. Existen
más paralelos entre la historia de Blancanieves y la de Psyché, como el
hecho de que ambas tuvieron problemas al intentar “robar los adornos
femeninos de la madre”. Blancanieves coge las lujosas cintas para el
pelo, las diademas y los collares de su madrastra, disfrazada de vieja
trapera. Ella quería parecer hermosa de cuello para arriba y así fue co-
mo la madrastra la pilló. La malvada reina apeló a su vanidad venusina
y Blancanieves, queriendo parecer hermosa y sexualmente atractiva, se
desmayó. De igual forma, Psyche quiso robar un poco de crema de be-
lleza de Perséfone y, al igual que Blancanieves, cayó en un desmayo
mortal. Así, pues, la madre representada por Venus en la X nos aporta

59
VENUS EN LAS CASAS IV Y X

imágenes de competición y rivalidad, y al mismo tiempo de admiración


y de adoración, pertenecientes ambas a Venus. La hija puede querer ser
como la madre y reemplazarla demasiado pronto, antes de estar prepa-
rada, ¡de forma que os podéis encontrar con la madre que flirtea con los
novios de su hija!

Oyente: Mi cuñada era muy joven aún —creo que tiene diecisiete—
cuando dio a luz a su primera hija. Esta hija (mi sobrina) tiene hoy
quince años, y no hace mucho trabajaba en un café los sábados. Me
dijo: “Me siento fatal, porque cada vez que Mamá entra en el café todos
los chicos dejan de prestarme atención y empiezan a revolotear a su
alrededor”. Mi cuñada es de hecho muy joven y se ve hermosa, con una
larga cabellera rubia y normalmente viste bien. Le gusta presentarse
como la hermana de su hija y entonces obtiene toda la atención. A mi
sobrina le cuesta horrores competir con una mujer hermosa que supues-
tamente tiene veintinueve años que además muestra mucha confianza en
sí misma. Frente a eso, ¿qué puede ofrecer una chiquilla de catorce
años, que lucha con su primer acné? Y adivina dónde tiene mi sobrina a
Venus: ¡en Libra en la casa X!

Oyente: ¿Y qué ocurre con Venus en la casa X en la carta de un hom-


bre? ¿Significa eso que la madre es vista como una amante?

Juliet: Puede significar que la madre aparece como la mujer más her-
mosa del mundo y ninguna otra mujer se le puede comparar. Normal-
mente la madre se ve puesta en un pedestal. A menudo no tiene defectos
y el hijo se considera algo así como su consorte o compañero. Existe así
la percepción de una madre reverenciada y muy especial. Ninguna otra
mujer podrá serlo jamás. A estas personas con Venus en la X les resulta
difícil ver defectos en su madre. Tengo como cliente a un hombre con
Venus en la casa X en Piscis. Este hombre me decía que su madre era la
más hermosa y completa mujer de todos los tiempos. Era una gran coci-
nera, vestía bien y era encantadora en todos los sentidos. El hecho de

60
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

que abandonara a su padre cuando él sólo contaba once años y le dejara


con varios hijos a cargo «no fue culpa suya».

Oyente: Mi hija tiene al Sol, Venus y Neptuno en la casa IV, lo cual me


toca de lleno porque soy su padre.

Juliet: Así que tú eres el “padre adorado”, ¿no?

Oyente: Sí, ella fue siempre la niña de mis ojos desde el primer momen-
to. Su madre nos abandonó cuando ella tenía cuatro años, así que tuve
que hacerme cargo de todas las funciones parentales durante mucho
tiempo. Siempre estuve alerta respecto de los tabúes sexuales. Lo mane-
jé con más dificultad cuando ella creció y viviendo ambos en la misma
casa. Creí que tenía que establecer unos límites con firmeza respecto a
cuál era su espacio y cuál el mío. Aunque nunca mostró ningún malestar
por ello, creí que debíamos tratar ese tema. Ella es muy romántica, des-
de luego, siempre leyendo novelas de Mills & Boon8 (¡muy en la línea
de Sol-Venus-Neptuno!).

Juliet: ¿Entonces te ve como el Caballero de la Brillante Armadura?

Oyente: Sí, no es fácil que vea mis defectos.

Juliet: Entonces va a ser difícil para cualquier otro hombre cumplir esas
expectativas.

Oyente: Sí, eso me temo también. No hay nada que yo pueda hacer
realmente en esta situación, pero posiblemente ayude el que yo no haga
nada. Creo que es importante situarse en un segundo plano, aunque a
veces sea un poco difícil.

8
Editorial de novelas románticas. El equivalente español sería Corin Tellado o Harle-
quín. (N. del T.).

61
VENUS EN LAS CASAS IV Y X

Juliet: Eso puede ser interesante.

Oyente: Es difícil ver los tránsitos de tus hijos, debido a que como padre
estás lleno de ansiedad.

Juliet: Creo que es difícil que exista una verdadera proyección positiva
sobre ti cuando no te puedes equivocar hagas lo que hagas, porque eso
impide que exista una relación real. Hasta que la proyección vuelve, no
existe una relación de verdad. Por supuesto, lo que suele ocurrir en la
adolescencia es que las proyecciones sobre los padres empiezan a vol-
ver al adolescente y por eso ésa es una etapa difícil. Los niños pequeños
tienden a ver a sus padres como maravillosos. Los adolescentes miran a
sus padres y empiezan a ver sus defectos. Empiezan a decepcionarse e
incluso se sienten engañados y las cosas pueden ponerse muy espesas
en el ambiente familiar. De hecho, la principal tarea de la adolescencia
es deshacerse de esas proyecciones; es esencial para el niño/adolescente
iniciar la separación. El primer paso para ello es ver a los padres como
simples seres humanos. Esto puede ser particularmente difícil en una
familia monoparental.

Oyente: Afortunadamente, está viviendo ahora con su madre. Pero su


situación es un tanto estresante, debido al Sol a 29º de Escorpio, lo que
significa que Júpiter y Plutón están transitando por encima de él antes
de Navidad y asimismo por la casa IV. He decidido realizar una especie
de ritual para ayudar a separarnos, que incluye quemar dos velas que
ella me fabricó hace diez años y que todavía conservo. Pienso que ya
han durado bastante. Me gustaría hacer algo que manifestara ritualmen-
te esa separación y ha llegado el momento de quemar esas velas. Es una
forma de simbolizar ese tránsito de Plutón y Júpiter sobre su Sol, lo que
la ayudará a confirmar el sentimiento de poseer una identidad separada,
su propio sentimiento de poder respecto de su vida. Creo que ésta es la
forma más positiva de enfocarlo: celebrar la separación contenida en un
esquema ritual.

62
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

Juliet: Sí, es muy difícil, porque es muy frecuente que exista la tenden-
cia a querer hacer algo, a vivir la vida por ello o ver cómo puedes pla-
near aquello que sea mejor para ellos. Puede ser verdaderamente inter-
ferir y resulta terriblemente complicado saber dónde terminan el cariño
y la protección y comienza la interferencia. Es ciertamente duro propor-
cionar los cuidados suficientes, pero no tanto que la vida del individuo
pueda adoptar su propia y libre forma. Creo que ése es el problema con
el que nos enfrentamos todos los padres, ¡y probablemente por eso se
imparte este seminario, después de todo!

Una vez más, podemos volver al mito y darnos cuenta de lo difícil


que era, incluso entonces. Tomad, por ejemplo, el mito de Deméter-
Perséfone. No vemos de ninguna manera a Deméter diciendo: «Muy
bien, Perséfone se ha ido y se ha casado con el dios del Inframundo.
Tiene un carácter horrible y yo no le hubiera escogido como yerno; pero
de todos modos ella está casada con él y debe vivir su propia vida, debe
escoger su propio mundo». Más bien al contrario: Deméter encuentra y
lleva de vuelta a su hogar a Perséfone, reteniéndola durante seis meses,
¡pero el mito no nos dice si ella quería volver a casa!

Oyente: Perséfone parece independiente en el inframundo. Es la reina.


Al volver al mundo de los vivos y encontrar a su madre, no le da todos
los detalles. Sigue manteniendo su propia individualidad, su status de
realeza en el otro mundo.

Oyente: En otras palabras, no podía ser adulta viviendo con su madre.


Mientras está con su madre es una niña pequeña. Su madurez, su inde-
pendencia, son tan preciadas que deben ser escondidas; porque si su
madre tuviera la más mínima sospecha de que ella estuviera disfrutando
como reina del inframundo, no le gustaría en absoluto —más bien al
contrario: estaría celosa, aunque creo que precisamente de eso trata par-
te del material que aporta Venus—. Hay bastante competencia, rivali-
dad y sentimientos de “¿quién está aprovechando mejor el tiempo

63
VENUS EN LAS CASAS IV Y X

aquí?”. Afrodita como diosa era muy feliz siempre que todo el mundo
estuviera enamorado de ella e hiciera todo lo que ella quería. A cual-
quiera que se cruzara en su camino y compitiera con ella o que no hicie-
ra su voluntad, ¡que el cielo le ayudase!

Por tanto, si tenéis a Venus como imagen parental, podéis presen-


tir el peligro. Debéis tener mucho cuidado con la manera en que mane-
jáis al progenitor venusiano. Además, alguien con Venus en la X puede
necesitar algún tipo de adoración por parte del público en general para
sentirse especial. Puede que necesiten introducirse en el mundo del tea-
tro o de la moda o similares. Puede que necesiten ser considerados co-
mo muy hermosos en orden a ganar en autoestima y valoración de sí
mismos. Y, por supuesto, otorgar valor a la apariencia como algo por lo
cual uno se puede vender es nuevamente arriesgado. Cualquier cosa que
os ocurra (y finalmente os ocurrirá: envejeceréis y aparecerán las arru-
gas) hará que vuestra autoestima tenga fecha de caducidad. Eso es lo
que les ocurre a muchas modelos y estrellas de cine. Está muy bien
mientras están en el candelero, o son jóvenes y bonitas, pero a medida
que comienzan a envejecer y su belleza se desvanece, toda su identidad
desaparece, porque su apariencia y el valor que se dan a sí mismas co-
mo personas van de la mano (lo cual es muy típico de Venus/Afrodita).
Todo gira alrededor de su apariencia.

Oyente: ¿No era su marido lisiado y feo?

Juliet: Sí, se llamaba Hefesto, el herrero divino. Afrodita realmente no


tenía tiempo para él, sólo para las cosas bellas que él creaba Venus en la
X significa que belleza y los entornos bellos son importantes. Así, la
persona puede crear ambientes y entornos bellos, pero una vez más, lo
que realmente cuenta es la imagen externa que se ofrece al mundo, no la
imagen real interior. Afrodita podía valorar las cosas hermosas que He-
festo creaba; pero a él no podía tenerlo en gran estima.

64
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

Oyente; Tengo a Venus en Capricornio en la X y mi impresión de esta


Venus es que tiene que trabajar muy duro para ser ella misma. Yo creo
que con cada signo esa impresión cambia.

Juliet: Sí, cada signo otorga un color distinto a cada planeta. Una madre
representada por Venus en Capricornio puede indicar a alguien que va-
lora el trabajo duro, muy orientada a la carrera y al éxito profesional; o
quizá a alguien que es muy consciente de su status y se preocupa de su
lugar en la sociedad. Puede ser muy responsable y fiable. Venus tam-
bién describe aquí todo lo relacionado con tus gustos: no sólo lo que te
gusta, sino también la manera en que te gusta lo que ves. El gusto es lo
que te complace. Es algo muy personal y dice muchísimo acerca de la
individualidad. Cuando todo eso se asocia a la imagen parental se plan-
tea la cuestión de cuáles son los gustos y preferencias que uno expresa.
¿Son tus gustos y preferencias personales, que has ido formando y mo-
delando por ti mismo, o son los de tus padres? ¿Es lo que a ti te gusta o
lo que les gustaría a tus padres?

Oyente: Es un poco como cuando tienes una discusión con tu pareja o


con tu hijo y de pronto te das cuenta de que estás diciendo algo que tu
padre o tu madre te podrían estar diciendo a ti en la misma situación. O
cuando piensas que estás siendo realmente original al decidir pintar tu
cocina de amarillo y poner cortinas floreadas; y cuando lo has hecho, te
das cuenta de que es exactamente lo que hizo tu madre cuando tú eras
pequeño. ¡Hay que reírse! ¿Hay alguna manera buena de descubrir
quién eres de verdad?

Juliet: Bueno, ¡la risa ayuda siempre! De hecho, pienso que probable-
mente la mejor adquisición que uno puede hacer en su trayecto vital es
un saludable sentido del humor. Pero volviendo al tema de la separación
de los padres y descubrir quién es uno por derecho propio. es el trabajo
de toda una vida. No hay atajos para descubrir lo que pertenece a uno y
lo que pertenece a sus padres. Es algo con lo que uno tiene que luchar a

65
VENUS EN LAS CASAS IV Y X

brazo partido, a veces con un dolor desgarrador, porque puede existir la


tendencia a rechazar todo lo que provenga de los padres por nuestro
bien. Entonces el bebé es lanzado por el retrete y con él todas las cosas
importantes que hubiésemos querido de los padres, todo lo que también
era nuestro o que eran cosas que para nosotros tenían valor. Todo ello
hace que descubrir quién es uno se convierta en la lucha de toda una
vida.

El Sol, símbolo de nuestra expresión individual, no inicia de ver-


dad su camino hasta que, por lo menos, ha ocurrido el primer retorno de
Saturno y según estamos llegando a lo que se suele llamar “la crisis de
la mitad de la vida”. Entre los treinta y cinco y los cuarenta años podéis
haber acumulado suficiente experiencia de la vida para que empecéis a
realizar esa tarea. Previamente al retorno de Saturno eso es complicado,
debido a que todavía existe demasiada identificación con los padres.
Parte del desarrollo psicológico y del crecimiento individual consiste,
primeramente, en identificarse con una fuerza poderosa (los padres, por
ejemplo), para ser capaces de atravesar esa primera parte de la vida en
la que no tenéis una identidad propia o ego. Eso es lo que hace la identi-
ficación con los padres. Entonces, ¡uno se pasa el resto de su vida tra-
tando de zafarse de ellos! Pero inicialmente uno debe depositar psicoló-
gicamente su confianza en los padres para sobrevivir. No existe nada
parecido a un bebé recién nacido con el ego completamente desarrollo,
que no necesite utilizar ni interiorizar a sus padres para que el proceso
de formación del ego se complete. Es necesario que lo hagamos, es un
mal necesario y por ello pasaremos el resto de nuestra vida intentando
imaginar quiénes somos de verdad.

66
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

Marte en las casas IV y X


Creo que ha llegado el momento de seguir nuevamente camino.
Vamos a echar un vistazo a Marte. Al igual que Venus, es un planeta
muy complejo. Nos estamos alejando de los planetas cuidadores y re-
presentantes del padre y de la madre y caminamos hacia las imágenes
adultas del hombre y de la mujer. Los aspectos a Venus y a Marte nos
dan pistas acerca de qué clase de hombre o de mujer somos, y qué tipo
de imágenes sexuales hemos heredado de nuestros padres. De la misma
forma que Venus nos proporciona una imagen de mujer, Marte nos pro-
porciona una imagen de hombre.

Hemos visto que Venus no es precisamente un dechado de encan-


to, dulzura y luminosidad. Existe un montón de rivalidad, celos y mani-
pulación asociados a ese planeta. De igual manera, Marte tiene dos ca-
ras y rige dos signos, Aries y Escorpio. Aries es un signo relativamente
simple, pero Escorpio es profundamente complicado. Estamos aquí ante
la asertividad, la potencia masculina, la creatividad, la energía y el im-
pulso asociados a Marte; y también tenemos ese lado iracundo, agresivo
y exigente. Es fácil identificarse con el lado Aries de Marte. Es simple y
sin tapujos: “¡Quiero esto, lo he de tener y me lo darás ahora!”. Ese ca-
racterístico e “instantáneo” infantilismo de Aries es directo y relativa-
mente fácil de entender. El lado escorpiano de Marte, inquietante y
vengativo, está más relacionado con reparar la injusticia personal y
puede tomarse mucho tiempo antes de devolverla.

Los diversos mitos sobre el nacimiento y paternidad de Marte son


bastante interesantes. Uno de esos mitos nos cuenta que Marte/Ares
nació sin padre. Hera estaba tan furiosa con Zeus por haber dado a luz a
Atenea de su cabeza y sin su participación que decidió hacer lo propio
con Ares/Marte, intentando eclipsar así a su esposo. En este sentido
parece que Ares/Marte fue el producto —como hijo— de la rabia de

67
MARTE EN LAS CASAS IV Y X

Hera. Nació de la frustración, los celos y la furia de Hera. Ninguno de


los Olímpicos hizo buenas migas con él, porque en realidad no usaba de
los refinados modales de aquéllos. Ares/Marte era una bestia de 70 pies
de alto, fuerte y a quien le gustaba ver correr la sangre, aunque no des-
tacara por su inteligencia. Sus gustos eran de lo más variado: la pelea, el
combate, la guerra, con alguna que otra relación sexual de por medio
para equilibrar un poco ese lado salvaje. Todo ello forma un retrato bas-
tante aproximado de la rabia que puede albergar una madre, ¡sin un pa-
dre que imponga disciplina o que vigile! Marte proviene más del reino
instintivo que del intelectual. Nace de una emoción, no de una idea.
Atenea nació de la cabeza de Zeus adulta y completamente armada y
por eso es diosa de la mente. Pero Marte es producto de una víscera
furiosa.

Otro de los mitos nos cuenta que después de que Hera diera a luz
a Hefesto y descubriera que era cojo y deforme, lo lanzó desde el Olim-
po desde donde cayó al Océano, donde recibió los cuidados de la diosa
marina Tetis 9. Humillada y avergonzada de su primer hijo, Hera con-
templó amargamente cómo Zeus había tenido numerosas aventuras con
ninfas y acto seguido había concedido dones maravillosos a los hijos
nacidos de esas aventuras. Después de Hefesto, Hera dio a luz a Ares,
un hijo hermoso, fuerte y bien formado, pero codicioso y exigente. Hera
insistió en que Zeus debía concederle algún gran don, digno de su ran-
go.

Esto puso a Zeus en un apuro, porque ya había otorgado la Tierra,


la Luna, las cosechas, los rebaños, el mar y el inframundo. ¿Qué podría
concederle? El relato explica que los dioses se reunieron para felicitar a
Hera y a Zeus por el nacimiento de Ares, incluyendo a Tetis, que apare-

9
Garfield, Leon y Edward Blishen, The God Beneath the Sea (London: Victor Gol-
lancz, 1991).

68
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

ció llevando un maravilloso broche que Hefesto le había fabricado en su


taller submarino. Hera quedó enseguida prendada de la belleza de ese
broche y preguntó a Tetis quién lo había creado. Mandó que trajeran a
su presencia inmediatamente al creador de ese broche (¡uno ya puede
intuir de dónde sacó Ares parte de su naturaleza imperiosa y exigente!).
Cuando Hefesto compareció ante Hera, ésta se dio cuenta de que Hefes-
to era su primogénito, el hijo al que lanzó desde las alturas olímpicas
hasta el fondo del mar. Estaba tan impresionada por sus increíbles crea-
ciones que pasó por alto su fealdad y le reconoció como hijo. Exigió
que le proporcionaran un taller para que pudiera seguir fabricando joyas
para ella. Ordenó a Zeus que concediera a Hefesto cualquier cosa que él
quisiera como regalo de bienvenida. Hefesto se fijó en Afrodita (que
acababa de llegar al Olimpo y que Zeus había planeado entregar a Ares)
y le pidió su mano. Esto enfureció a Ares, que gritó: «¡Afrodita debió
haber sido mía! ¡Yo la quise primero!». Entonces Zeus, a quien no le
gustaban los malos modales, se volvió a Ares disgustado y le dijo: «¡Tu
don será el de provocar la ira, la discordia y la guerra!». Entonces Ares
miró hacia abajo y vio la Tierra, verde y dulce, y gritó: «¡Quiero la Tie-
rra!». Pero mucho tiempo antes los dioses habían llegado al acuerdo de
no reclamar para sí la Tierra, porque eso iba a causar muchos proble-
mas. Así que Ares juró por la laguna Estigia diciendo: «¡Cortaré en pe-
dazos a cualquiera que quiera poseer la tierra, los morderé y me beberé
su sangre!».

Podemos ver aquí la mayoría de los aspectos de Marte en estos


mitos: el creativo, el energético, el “quiero esto y lo quiero ya”, el com-
petitivo, la voluntad de hacer bien las cosas, la rabia, el deseo vinculado
a la sexualidad y la frustración y la furia cuando se le niega aquello que
desea. Pensando en esos términos por un minuto, ¿qué clase de padre o
madre creéis que puede ser Marte?

Oyente: Uno que quiera siempre lo mejor. Agresivo. Dominante. Bas-


tante iracundo, quizá incluso peligroso.

69
MARTE EN LAS CASAS IV Y X

Oyente: ¡Difícil de complacer!

Juliet: Sí, es bastante posible. Como he dicho antes, el progenitor no


necesariamente ha de presentar todas esas cualidades, pero el niño pue-
de percibir al progenitor a través de una lente marciana. Una persona
con Marte en la casa IV puede experimentar a su padre como violento.
Quizá el padre no muestre jamás hostilidad abiertamente, sino que pue-
de tratarse de una ira que hierve por dentro, en la que mucha de la cóle-
ra de Marte está bajo la superficie. Ahora bien: esa cólera puede perte-
necer tanto al padre físico como formar parte del maquillaje psicológico
con el que uno disfraza la rabia que no quiere reconocer y que, por con-
siguiente, proyecta sobre el padre. O tal vez Marte en la IV represente al
padre abiertamente furioso, incluso violento. En todo caso, Marte indica
también que el padre se experimenta como una presencia potente. Puede
haberse percibido como poderoso, ambicioso o competitivo.

Marte en la X podría describir la experiencia de una madre perso-


nalmente ambiciosa, o que puede ser competitiva o muy dominante.
Puede ser cierto que la madre compite con el niño, o quizá el niño siente
que la madre lo hace. La competición se siente de forma distinta a la de
Venus, mucho más parecida a un concurso de belleza. Con Marte esta-
mos ante un combate, una lucha, una carrera, o algo que debe conse-
guirse mediante la acción y la energía, una batalla de voluntades. Como
energía planetaria, es “Yo quiero, yo deseo”. Sin esa energía nunca se
habría hecho nada; pero por otra parte, si no se canaliza, puede ser muy
destructiva.

Oyente: Tengo el Sol en Cáncer y a Marte en la casa X en Libra. Odio


la competición y siento que mi madre me empujaba siempre a hacerlo
mejor. No creo que me importara si yo lograba el primer puesto en los
100 metros braza, ¡pero a ella, ciertamente, sí parecía importarle!

70
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

Juliet: Bueno, el emplazamiento de Marte en la casa X significa que es


probable que exista un problema respecto del desarrollo de tu propio
espíritu competitivo y guerrero. Quizá tener el Sol en Cáncer y a Marte
en el nada competitivo signo de Libra indica que has proyectado tu pro-
pio deseo de éxito y logro sobre tu madre, debido a que no sabías cómo
reconocerlo.

Oyente: No hace mucho hice la carta de la hija de una amiga mía y el


hijo tiene a Marte en la X. El parto fue muy difícil, debido a que el niño
iba a nacer con el cordón umbilical alrededor del cuello. Esto significa
que la niña tuvo que luchar para respirar y pelear por su vida. La madre
no parece precisamente competitiva, hasta donde la conozco; no se mo-
lestaría porque su hija le ganara a algo. No obstante, la niña sí parece
extremadamente competitiva: si no gana en todo, o tiene éxito en lo que
intenta, ¡la furia y la rabia alcanzan unos niveles que se explican perfec-
tamente con ese Marte en la X!

Juliet: Quizá la madre ha reprimido su propio sentido de la competición


y deseos de éxito, y la hija, de alguna manera, lo ha recogido y lo mani-
fiesta así. Existe un sentimiento bastante fuerte de intolerancia e impa-
ciencia respecto de Marte en general, de forma que si te lo encuentras
en una casa parental, es probable que provoque intolerancia frente a los
padres o figuras de autoridad. Marte en la X tiene una conocida repu-
tación de trabajar en solitario, debido al disgusto que sienten por recibir
órdenes o de que se les diga lo que tienen que hacer. También me he
dado cuenta de que los individuos con Marte en la X no se perdonan
fácilmente si no consiguen aquello que esperaban conseguir.

71
JÚPITER EN LAS CASAS IV Y X

Júpiter en las casas IV y X


Como Marte, Júpiter tiene dos caras: la cara de Sagitario, debido a su
regencia de este signo, y la cara de Piscis, debido a que es el corregente
de Piscis. En el mito, Zeus/Júpiter es la imagen del espíritu. Su nombre
significa «luz de los cielos». Es el que ilumina e inflama espiritualmente
a la humanidad, otorgándole conocimiento con sus rayos. Originalmente
los grandes poderes en el mundo eran detentados por las Moiras, los
Tres Hados femeninos y todopoderosos y cuyas leyes todos debían obe-
decer, incluso Zeus. La familia en la que uno nacía, la duración de la
vida y las cosas que a uno le ocurrían en ese espacio de tiempo eran
decretadas de forma inapelable por Moira. Pero a medida que los grie-
gos evolucionaron, Zeus se apoderó de la posición principal y se convir-
tió en un dios más poderoso, capaz de desafiar a las Moiras, intentando
que el cuerpo fuera algo más que un montón de arcilla terrenal —en
otras palabras: intentando liberar lo femenino para llevarlo al reino espi-
ritual del padre divino—. Como dios celeste, Zeus estaba conectado con
el intento de elevar la conciencia al efecto de alejarse de lo instintivo, el
reino terrenal y las ataduras emocionales de la madre. Así, Zeus/Júpiter
es, como padre celeste, es percibido como liberador, el que libera al
niño de las garras de la madre. En la familia tradicional uno de los roles
del padre es llevarse consigo al niño, lejos de la madre y de la guardería,
al efecto de que no se apegue demasiado a la madre y empiece a apren-
der lo que es la independencia.

No obstante y a pesar de lo iluminadora, excitante e interesante


que es la cara brillante de Zeus, su otra cara no es precisamente muy
fiable. Como figura paterna tiene muchos puntos positivos. Es excitante
y divertido. Cuando Júpiter cae en las casas parentales, normalmente
indica un progenitor con el que uno puede reírse mucho, si bien puede
ser poco de fiar, ya sea a un nivel emocional o práctico. Puede alterar su
forma, apareciendo como una lluvia dorada en un momento, y al mo-

72
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

mento siguiente como un cuco o un toro. En un momento puede estar de


acuerdo contigo y en un abrir y cerrar de ojos puede enfurecerse, de
forma que nunca sabes qué terreno estás pisando con él.

Como imagen parental, Júpiter tiene las cualidades positivas como


las de expansión, joie de vivre, energía, alegría, optimismo y entusiasmo
—todas las cualidades que normalmente asociamos con este planeta—.
A pesar de ello, es muy inestable, bastante egocéntrico y absorto en sí
mismo. Como imagen del padre o de la madre, Júpiter puede ser expe-
rimentado por su gusto por la diversión y por ser impredecible. Como
amante o amigo, el elemento Júpiter puede ser muy atractivo y uno
puede llegar a racionalizar mucho las pequeñas dificultades. Pero para
un niño eso puede ser alarmante y, más de una vez, más alarmante que
excitante.

Júpiter en la IV es, en muchos sentidos, más fácil de manejar que


en la X, porque es más fácil relacionarse con un padre jupiteriano aman-
te de la diversión e impredecible que con una madre jupiteriana, que
puede ser divertida en un minuto y al siguiente estar enfurecida con
uno. Júpiter en la IV es considerado normalmente como un puer, un
padre que no ha terminado de crecer, una especie de retrato de Peter
Pan. Para un niño, desde luego, un padre que siempre está dispuesto a
jugar, a hacer el payaso y es capaz de ser un puer es interesante siempre
que exista una madre consistente que proporcione un apoyo constante.
Entonces el padre sí puede ser excitante y expansivo. No obstante, los
niños pequeños necesitan seguridad y poca variación del entorno en los
primeros años de vida. Cuando son pequeños, prefieren la estabilidad a
la excitación y la estimulación, por lo que los padres jupiterianos suelen
ser más valorados cuando uno llega a la madurez. Júpiter ansía la liber-
tad y para un niño vivir con una madre que ansíe la libertad puede ser
aterrador y provocarle mucha ansiedad.

73
JÚPITER EN LAS CASAS IV Y X

Es difícil sentir antipatía por los padres jupiterianos, debido a que


con frecuencia son muy amistosos. Incluso cuando Júpiter está afligido,
siempre hay algo —¿quizá el sentido del humor?— que desarma al ni-
ño. Pero no es infrecuente escuchar a personas con Júpiter en la X ha-
blar elogiosamente de su madre y al mismo tiempo decir: «Pero en
realidad ella no tenía ningún interés en mí». Probablemente ella estaba
más interesada en su profesión, o en jugar al golf o en participar en
obras de teatro como aficionada. No obstante, la admiración por una
madre así puede subsistir; y así el niño siente su corazón partido entre
ese sentimiento de profunda admiración hacia su madre y el de sentirse
abandonado por ella. Un cliente con Júpiter en la X me dijo: «Mi madre
es muy importante y famosa, y yo la adoraba; pero nunca se preocupó
de cómo me sentía después de haber tenido un mal día». El lado pis-
ciano de Júpiter puede tender a ser un poco manipulador. El lado sagita-
riano es el lado divertido y optimista: «¡Eh! ¡Vamos a la disco, hagamos
una excursión, iniciemos una aventura!». El lado pisciano puede ser
mucho más indirecto y emocionalmente más exigente.

Oyente: ¿Cómo saber si el Júpiter de una persona es más sagitariano


que pisciano?

Juliet: Podrías empezar por buscar configuraciones neptunianas que


respaldaran a Júpiter, como Neptuno en la X, o contactos de Júpiter con
Neptuno y la Luna. Podrías añadir el énfasis en Piscis: por ejemplo, la
Luna o Júpiter en Piscis. Descubrirás cómo experimentó a su madre la
persona a quien le estás viendo la carta. Podría ser que la persona dijese:
«Mi madre era realmente divertida e interesante». Pero, a renglón se-
guido, que dijera esto otro: «Podría haber sido una actriz, o una atleta,
una alpinista, pero dejó todo eso para tener hijos». (Enorme suspiro). En
ese suspiro se puede percibir claramente el adecuado tono sacrificial de
la madre al decir: «Dejé atrás todo eso porque te di a luz».

74
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

Oyente: ¿Te parece que las madres jupiterianas son activas y hacen
obras de caridad? ¿Y quizá consiguen que se las admire por ello?

Juliet: Muchas madres que están fuera de casa haciendo obras de cari-
dad lo hacen ¡para escapar de sus propios hijos! Más en serio: la madre
que dice: «No he ido al mercadillo porque he creído que te gustaría que
estuviera en casa para ti», o «No me he ido al club de golf, o al cine con
las amigas, o a un viaje de negocios acompañando a tu padre por ti»
está reflejando la vertiente inductora de culpa y martirial de Júpiter, que
es mucho más pisciana que sagitariana. A primera vista uno no piensa
en una madre jupiterina como mártir, pero este emplazamiento tiene una
vena histriónica muy pronunciada. Estas madres son con frecuencia
estupendas actrices, aunque representen ese papel en el drama familiar.
A menudo usan generosamente del suspiro y del aspaviento. También
seréis informados de inmediato si a vuestra madre le duele la cabeza o
no se encuentra muy bien. No hará mutis por el foro, se tomará dos gra-
geas de Panadol y ya está. Todo lo contrario. Empezará con una pregun-
ta retórica: «¿Dónde están las aspirinas? ¿Alguien ha visto las aspiri-
nas?», en un tono altamente lastimero. A partir de ahí comenzará la obra
teatral, porque Júpiter necesita que se den cuenta de que existe, necesita
actuar; y si no puede hacerlo de una forma alegre y expansiva, buscará
otras formas, del estilo de «¡Ay, mísera de mí, ay, infelice!» 10.

Oyente: ¿Aparece Hera de algún modo relacionada con el comporta-


miento parental cuando Júpiter está en una casa parental?

Juliet: Hera/Juno es la celosa esposa de Zeus/Júpiter, que siempre está


compitiendo con él y quedando un poco peor que él en los mitos. Siem-
pre intenta impedir que él haga lo que le da la gana, lo que implica en-

10
Nos ha parecido más “dramático” adaptar el primer verso del monólogo de Segis-
mundo en La vida es sueño, de Pedro Calderón de la Barca (Jornada I, Escena II) que
traducirlo sin más para el lector hispano. (N, del T.)

75
JÚPITER EN LAS CASAS IV Y X

trometerse en sus pasatiempos extramaritales. Pero dado que son un


matrimonio arquetípico, el rey y la reina de los cielos son dos caras de
la misma moneda. Un exceso de histeria por parte de Júpiter en la X es
también muy del estilo de Hera. El drama, la necesidad de reconoci-
miento, la llamada de atención, sugieren que Hera no anda lejos. Esta
diosa siempre intenta que su presencia se advierta por sí misma, pero
Zeus siempre la eclipsa, lo que le provoca una intensa furia.

Oyente: ¿Es ésa una cualidad pisciana?

Juliet: Es pisciana, pero combinada con Júpiter. Una madre neptuniana


puede mentir y aparentar una tristeza tranquila y patética, esperando que
alguien se dé cuenta de que le duele la cabeza. Una madre jupiteriana
recorrerá la casa de arriba abajo asegurándose de que todo el mundo
quede bien enterado que le duele la cabeza. Ambas son formas de ma-
nipulación. Pero las cualidades piscianas reflejadas por Júpiter son mu-
cho más histriónicas. Las cualidades piscianas reflejadas por Neptuno
parecen implicar un sufrimiento más profundo, sin todo el acompaña-
miento teatral. Hay mucho de actor en Júpiter, sea cual sea la casa en la
que se halle. Si relacionamos esa cualidad con una casa parental. Por
tanto, si imagináis a Júpiter como padre, veréis a menudo que el padre
es bastante teatral y que usa la vida familiar como un escenario. Cuando
es el padre el que representa a Júpiter, la actuación suele acogerse con
agrado. Todos dicen: «Bueno, ya está el viejo actuando otra vez». Pue-
des reírte con él o de él; pero cuando es la madre, es mucho menos di-
vertido, a menos que el padre sea muy estable.

Oyente: Mi Júpiter está en la IV y me identifico totalmente con lo que


estás diciendo. Mi padre es un cómico de la legua, pero muy divertido y
siempre está preparado para lo que sea. Pero es mi madre la que tiene
que hacer el trabajo sucio y acaba siendo la mujer aburrida que siempre
le está desanimando. Es muy injusto.

76
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

Saturno en las casas IV y X


Juliet: Pongamos ahora atención a Saturno en las casas IV y X. Si ob-
servamos a Saturno, que en el mito griego era Cronos, el padre de Zeus,
descubriremos que era un padre paranoico, que vivía en el miedo de que
su reinado estuviera llegando a su fin. Se preocupaba más de eso que de
vivir. Ciertamente, se preocupó más de sí mismo y de la duración de su
reinado de lo que lo hizo respecto de sus hijos. Cronos gobernó durante
la Edad de Oro; pero en vez de disfrutar, pasó todo el tiempo preocu-
pándose por ello, inquieto y preguntándose cuándo iba a acabar ese
reinado. Vista así, la Edad de Oro parece un desperdicio. Un oráculo le
avisó de que uno de sus hijos le iba a destronar y así empezó a tragarse
a sus hijos nada más nacer para evitar el evento anunciado por el orácu-
lo. Por supuesto, Cronos/Saturno castró a su padre, Urano, y ocupó su
trono. Pero en vez de disfrutar del poder y de la posición, vivió con el
terror de ser tratado de la misma manera.

Oyente: ¿Puedo preguntar en qué parte del mito aparece como una figu-
ra sabia y capaz de dar apoyo?

Juliet: Principalmente en los mitos romanos. El Saturno romano se con-


virtió en el dios de la vejez, del tiempo y de la paciencia. El Cronos
griego era un dios paranoico, nervioso y lleno de miedo, que miraba
siempre por el rabillo del ojo para ver quién quería destronarlo. Los
romanos vieron a Saturno como un dios sabio y fueron ellos los que
creían que fue a vivir en la Isla de los Bienaventurados, un lugar celes-
tial, desde donde espera pacientemente, incluso ahora, el retorno de la
Edad de Oro. Para los romanos, que aprendieron la lección, Saturno se
convirtió en una figura más benevolente. Pero en el mito griego, Sa-
turno no acaba muy bien: arrojado al Tártaro, y por tanto no muy bien.
Los romanos veían a Saturno de una forma muy distinta: era adorado
como un dios trabajador, el dios de la viña, del arado y de la agricultura,

77
SATURNO EN LAS CASAS IV Y X

en general. La visión griega de Cronos era esencialmente maléfica, pero


en la edad romana se consideró que tenía también potencial para lo po-
sitivo, una de las cuales era el premio al trabajo duro y a la disciplina.

En las casas parentales Saturno puede presentarse de formas muy


diversas. Una de ellas es la experiencia de un progenitor frío, áspero y
rechazante, un rechazo que puede ser de ida y vuelta entre padre e hijo.
Cada uno puede rechazar al otro, debido a que ambos se sienten mu-
tuamente rechazados. La inhibición y la represión emocionales, que
castran los sentimientos amorosos, se pueden experimentar como pro-
venientes del progenitor, pero a veces el niño los muestra como respues-
ta a un padre o madre que siente como fríos y ásperos. Quizá la atmós-
fera del hogar no era muy propicia a acunar, tocar o a la calidez.

Oyente: Una amiga mía tiene a la Luna en cuadratura a Saturno en la X


y hemos hablado muchísimo de ello. Es gracioso que ella rechace ese
aspecto de sí misma y que lo atribuya como proveniente de su madre y
que es lo que causa todos los problemas en sus relaciones. Según ella,
fue su madre quien le dio ese aspecto. Ella simplemente rechaza reco-
nocer ese aspecto en sí misma. Dice que es cálida y cariñosa, pero que
su madre fue fría, dura, cruel y desagradable. Tiene mucha gracia de
verdad, porque ella empieza explicando lo difícil que es para ella tratar
con su madre, lo mucho que hacía ésta por irritar a mi amiga y final-
mente, echándole la culpa de que mi amiga fuera fría, áspera y recha-
zante.

Oyente: Por primera vez entiendo lo que me pasa. Tengo a Saturno en la


IV y durante mucho tiempo yo creí que mi padre era frío y distante.
Pero realmente nunca fue tal cosa. Fui yo quien se comportó de forma
fría y distante hacia él, en gran medida debido a la dinámica parental.
Sólo desde el retorno de Saturno pude construir una relación de amistad
con él. El rechazo, definitivamente, fue cosa mía.

78
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

Juliet: Llegar a reconocer eso supone un enorme progreso, debido a que


el aroma que envuelve la relación cambia por completo. En vez de sen-
tirse como alguien condenado al ostracismo, o el rechazado, puedes
empezar a decir: «Bueno, quizá yo también tuve parte en ese rechazo y
hay algo que yo puedo empezar a hacer al respecto».

Oyente: Saturno en mi casa IV se tradujo en que mi padre fue un ausen-


te. Siempre parecía estar trabajando.
Juliet: El padre ausente parece ser una percepción común en la posición
de Saturno en la IV. Aun en el caso de que el padre lo haga para que a
la familia no le falte de nada, el niño lo percibe como que el padre no
quiere estar cerca de él. Y como los niños son egoístas por naturaleza,
piensan: «Papá está ausente porque no quiere estar cerca de mí, no me
quiere». Eso puede o no ser verdad; o simplemente se trata de que el
padre se esfuerza en el trabajo para mantener a su familia, lo cual exige
que esté mucho tiempo lejos de ella. Pero es percibido como rechazo y
así el padre es rechazado porque éste rechazó primero.

Oyente: ¿Es una doble desgracia tener a Saturno en la IV conjunto al


Sol?

Juliet: Podría indicar que el Sol, la fuerza creativa como imagen del
padre, está coloreada por Saturno, que a menudo describe un sentimien-
to de insuficiencia o decepción.

Oyente: ¿Podría significar que el padre habría decepcionado al hijo?

Juliet: Podría. El Sol en la IV describe al padre como un héroe, una


figura idealizada. Pero si Saturno está en conjunción con este Sol, se
puede percibir como menos brillante, más restrictivo y decepcionante.
Al hijo le puede parecer que su padre no ha vivido lo que él pretende
que idealmente viva su hijo. O podría parecer que el padre niega a su
hijo deliberadamente su poder creativo y vivificante. Pero eso también

79
SATURNO EN LAS CASAS IV Y X

podría reflejar la decepción por no haber vivido lo que tú querrías haber


vivido por ti misma.

Si pensamos en Saturno como en un dios, podemos ver que no pa-


rece demasiado tal dios. Para empezar, el hecho de consultar un oráculo
(«¿Qué es lo que me va a ocurrir?»), indica ya un cierto tipo de miedo.
Ello, a su vez, nos indica que Saturno no muestra una confianza básica
en la vida. No piensa: «Eh, esto es genial. Soy el gobernante de la Edad
de Oro y todo va a ir de maravilla, así que no me voy a molestar en sa-
ber qué es lo que me va a pasar. Me dedicaré a vivir mi vida y a pasarlo
bien». En vez de eso, piensa: «Vaya, me pregunto qué es lo que me va a
pasar. Será buena idea consultar a un oráculo». Aquí ya podemos ver
que Saturno está lleno de ansiedad. Luego, cuando el oráculo le dice:
«Uno de tus hijos va a matarte», pasa de la ansiedad a la angustia. Si
juntamos todo eso —la parte en que uno no confía mucho en sí mismo y
no es especialmente valiente u optimista para iniciar algo (Saturno) con
la parte en que se supone que uno es valiente, confiado y que se deleita
en ser como es (el Sol)—, podremos darnos cuenta de que pueden exis-
tir un montón de dudas acerca de la propia capacidad.

Oyente: ¿Cabe pensar que el hijo sienta que nunca estará a la altura de
las expectativas del padre?

Juliet: Sí, podría ser… o podría ser que el padre no estuviera a la altura
de las expectativas del hijo, lo que podría dejarle con la idea de que no
puede hacer mucho como hombre. Si el padre es demasiado poderoso
sientes que nunca vas a estar a su altura. Si no es lo bastante poderoso,
en cambio, sientes que no tienes un modelo de figura masculina para
aprender a adquirir poder.

Como progenitor con un hijo con esa posición, tienes una tarea
ardua por delante: debéis ser buenos, pero tampoco demasiado buenos.
Winnicott acuñó la famosa expresión «suficientemente bueno». Si sois

80
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

perfectos, el niño nunca va a necesitar desarrollar su propia individuali-


dad y nunca querrá abandonar al padre mágico y perfecto. Un padre
perfecto sería un modelo imposible de imitar; pero por otro lado, si el
progenitor es realmente un inútil, el niño interioriza al progenitor inútil
y se siente inútil él mismo también. Por tanto, lo que mejor que podéis
esperar es ser “suficientemente buenos” o, lo que es lo mismo, “no ser
demasiado horribles”. ¡Ejercer de padre es una tarea condenadamente
difícil!

Oyente: ¿Y cómo les explicarías eso a los padres de un niño con la con-
junción Sol-Saturno en la IV?

Juliet: ¡Con mucho cuidado! Primeramente uno tiene que recordar que
la carta de la que se trata es la del niño y que las imágenes parentales
son las percepciones personales y arquetípicas del niño respecto de los
padres. Eso no significa que la imagen parental resultante del horóscopo
se ajuste a la realidad del progenitor descrito. Es la imagen que tiene el
niño respecto del padre descrito por ese emplazamiento Sol-Saturno en
la IV. El arquetipo puede ser un reflejo exacto de la realidad o no, o
ambos pueden solaparse en ciertas áreas. Me inclinaría más a enfocar el
tema con mucho tanto, evitando cargar al progenitor de que se trate y
decirle: «Tu hijo te verá como una persona fría y distante?».

El problema con los oráculos, como se desprende de los mitos, es


que en el momento en que anuncian que unos hechos tendrán lugar de
una forma determinada, todo el mundo se afana y apresura en hacer
todo lo posible para que éstos no ocurra. No dicen: «Oh, bueno, ya que
el oráculo ha dicho que un hijo mío me va a matar, perfecto. Me voy a
quedar con los brazos cruzados y vamos a ver lo que pasa». ¡Por su-
puesto que no! Hay mucha consternación y los resultados son de lo más
variado: desde tragarse a los propios hijos, hasta abandonarlos en una
colina para que sean pasto de las fieras, echarlos al océano en una cesta
—cualquier cosa que evite el cumplimiento de la profecía—. Y, paradó-

81
SATURNO EN LAS CASAS IV Y X

jicamente, precisamente debido a la acción ejecutada, ¡el oráculo se


demuestra cierto! Por ello hay que ser cautos al afirmar enfáticamente:
«Este niño va a verte con un cierto punto de decepción», puesto que lo
siguiente es ver al padre darse la vuelta como un calcetín e intentar por
todos los medios ser un buen padre. Con el resultado de que el niño
sentirá que su padre es un hipócrita e insincero y se sentirá decepciona-
do de todos modos. Es un tremendo error intentar sortear el oráculo,
como hicieron los griegos, en vez de decir: «Muy bien, quizá él no sea
capaz de entenderme y quizá no seamos capaces de llegar muy lejos,
pero esperemos que de todas maneras pueda surgir algo positivo de
nuestra relación».

Lo que sí podría decir al padre de un hijo con ese emplazamiento


es que las dificultades que Saturno pondrá durante la infancia a menudo
podrán resolverse en la edad adulta. Saturno es el planeta del tiempo, de
la maduración y de la longevidad. Muchos problemas de Saturno pue-
den ser sorteados poco a poco, con tiempo, paciencia y espacio. Las
cosas que nos parecen dolorosas o decepcionantes en el progenitor em-
piezan a parecer diferentes cuando nosotros mismos nos encontramos
en las mismas situaciones y descubrimos que estamos actuando de la
misma manera en que lo hizo ese progenitor. Cosas que pueden parecer
muy dolorosas en la infancia más tarde pueden convertirse verdadera-
mente en oro alquímico. Yo animaría al progenitor a no intentar con
demasiada fuerza detener el flujo natural de las cosas. El problema de
levantar cartas para niños es mantener un equilibrio entre el trabajo
creativo de ayudar a crecer psicológicamente al niño y la interferencia
con el flujo natural de las cosas.

Oyente: Es necesario que hables de ello, porque es un punto significati-


vo de la carta.

Juliet: Claro que sí, pero con mucho tacto. Existe un dicho según el cual
no hace falta matar mosquitos a cañonazos. Hacer cartas a niños presen-

82
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

ta un montón de problemas. Como muestra, un botón: los padres acuden


a uno para preguntarle «¿Estoy siendo un progenitor suficientemente
bueno? ¿Lo estoy haciendo bien? ¿Qué puedo hacer para hacerlo todo
perfecto? ¿Cómo puedo solucionar cada pequeño problema que pueda
presentarse?». Y no puedes darles una respuesta clara.

Oyente: Es una pregunta razonable, ¿no? ¿Cómo puedo trabajar por el


interés de mi hijo?

Juliet: Sí, creo que es una pregunta razonable. Pero existe un sentimien-
to de «¿hay alguna manera de hacerlo bien? Y si es así, ¿podré hacer-
lo?». A esa cuestión puede seguir otra: «Si hay una manera de hacerlo
bien, hay también una manera de hacerlo mal. ¿Cómo puedo evitar ha-
cerlo mal?». Lo que uno quiere hacer, al interpretar la carta de un niño,
es intentar no alimentar demasiado la ansiedad del padre anticipando la
secuencia de acontecimientos antes de que ésta ocurra de verdad. Es
como cortar una flor antes de que efectivamente florezca.

Oyente: ¿Y qué me dices de levantar cartas para niños? ¿Cómo hay que
manejar eso?

Juliet: Respecto de los bebés lo práctico es centrarse en las potenciali-


dades, la tipología, la personalidad que va a surgir. Si la carta está llena
de Fuego, por ejemplo, podrías decir: «Probablemente, este niño sopor-
tará mal la rutina. Será muy enérgico y necesitará montones de activi-
dad física y no debéis sorprenderos si no encaja en la rutina que preten-
dáis imponerle». Si, por el contrario, se trata de un bebé con mucha Tie-
rra, podréis decir a sus padres: «Este niño se sentirá seguro siempre que
sea exactamente a qué hora es la comida. Siempre es bueno recordar
que los padres probablemente quieran oír cosas positivas de su bebé y
no os agradecerán que les habléis con demasiado detalle de los posibles
problemas que puedan presentarse.

83
SATURNO EN LAS CASAS IV Y X

Por supuesto, mucho depende de los padres y de lo psicológica-


mente conscientes que sean. Por lo tanto éste es un punto para el que es
difícil fijar una regla general. De la misma manera, es delicado abordar
cualquiera de estas cuestiones relativas a los padres con todo el mundo.
Todo depende de lo consciente que sea la persona que te consulta, así
como hasta dónde puedes llegar con seguridad tratando estas cuestiones
sin dejar de ayudar. Personalmente, me inclino a seguir mi instinto, pues
escuchar atentamente al cliente me permitirá saber qué consejos acepta-
rá y qué decisiones podrá tomar.

Oyente: ¿Y qué pasa cuando un padre te consulta acerca de un hijo suyo


que no se porta bien en la escuela o con sus amigos?

Juliet: Eso es distinto. Cuando un padre viene con su hijo de siete años
y éste ha empezado a desarrollar una personalidad, y en la relación con
sus padres hay algo que no funciona, tienes algo con lo que trabajar.
Eso es diferente de la situación en que los padres quieren saber cómo
han de tratar con su hijo recién nacido ¡sin haberle dado oportunidad de
respirar! Cuando un padre te viene con un problema tienes mucho más
margen de maniobra para tratar ese problema. Pero si aún no ha ocurri-
do nada digno de mención, yo desaconsejaría abrir ese frente hasta que
algo haya empezado a manifestarse. Desde luego, os estoy diciendo lo
que yo haría; pero cada cual debe encontrar su propia forma de encarar
estos asuntos.

Volvamos a Saturno. Otra cara de Saturno en la IV o la X es el


progenitor anciano, enfermo física o psicológicamente, o alcohólico.
Puede ocurrir que el niño sienta que él es la carga y que por tanto añada
la culpa. Una clienta me contó que su madre siempre la estaba echando
en cara el haberle estropeado los pechos al intentar lactarla. La niña
cargó con la culpa de haber estropeado la hermosa figura de la madre.
Otra vertiente muy común de Saturno es la de la moralidad y de lo so-
cialmente aceptado. En las casas parentales, Saturno puede representar

84
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

al progenitor más orientado a la sociedad y a lo material, que quiere


actuar siempre de acuerdo con los cánones sociales. Lo adecuado, la
forma correcta de expresarse en público, el status adecuado, la clase o
posición social son un machaqueo constante sobre el niño y ese proge-
nitor es la ley que no puede ser desobedecida. Saturno tiene miedo de
ser socialmente inepto o de “hacer algo incorrecto”. Puede existir el
miedo también a ser rechazado por el progenitor representado por Sa-
turno, sobre la base de “ser inaceptable”.

El lado positivo de Saturno es que te fuerza a ser autosuficiente y


eso ayuda a construir tu ego. Saturno en la IV o en la X es un verdadero
constructor de fronteras; evita para siempre la fusión con uno de los
progenitores. Saturno es el planeta de los límites y ayuda a la personali-
dad a formar la estructura que le es propia. Exige de nosotros que sea-
mos capaces de erguirnos y de hacer nuestro propio camino en la vida.
A menudo no nos atrevemos a seguir ese camino y preferimos seguir a
otros con los que nos podamos mezclar, porque el sentimiento de estar
solo y alejado nos hace sentir que nadie nos quiere, nadie nos abraza o
cuida de nosotros. A pesar de todo, estamos finalmente solos y cuando
nos enfrentamos de verdad a ese hecho y empezamos a ocuparnos de ser
autosuficientes, así como de mirar por nosotros, empezamos también a
entender que eso tiene sus propias recompensas.

Durante la infancia los puntos críticos más obvios de la separa-


ción ocurren en relación al ciclo de Saturno por tránsito. Dejamos atrás
la primera infancia a los siete años. Entramos en la adolescencia a los
catorce y damos el paso a la primera madurez alrededor de los vein-
tiuno. El primer retorno de Saturno marca la ruptura final con la infan-
cia y la adolescencia, a los veintinueve, momento en que nos damos
cuenta de que somos individuos separados. Es interesante notar el to-
rrente de matrimonios y nacimientos que se producen bajo el retorno de
Saturno, como si nos aferráramos desesperadamente a la idea de que no
tenemos que enfrentarnos obligatoriamente a la soledad. A pesar de

85
SATURNO EN LAS CASAS IV Y X

ello, cuando aceptas la carga y comienzas a ser persona por ti mismo, te


das cuenta del oro que ofrece Saturno. La pena es que la recompensa
tarda en aparecer y hay que trabajar duro para obtenerla; pero al enfren-
tarse uno de verdad a ello, aparece la faceta más generosa de Saturno.

Con frecuencia hay un sentimiento de soledad que se centra en los


progenitores, cuando Saturno se halla en las casas parentales. Existe el
sentimiento de haber sido aislado, haber sido dejado solo, y también el
sentimiento de no haber tenido de verdad el progenitor que se trate. Eso
se debe a que las personas con ese emplazamiento carecen del arquetipo
interior del padre ideal y maravilloso que los hubiera abrazado, que les
hubiera guiado, que los hubiera amado mejor. Como consecuencia de
ello, lo que ocurre con estas personas es que aprenden a cuidar de sí
mismas de tal manera que acaban convirtiéndose en un apoyo firme o
incluso un padre para otras personas. Ése es el clásico Saturno en la X
organizador, el que cuida y aporta un orden a los demás. Saturno es el
portero celestial. Se levanta en el umbral que separa los planetas perso-
nales de los exteriores. Una vez entramos en el reino de los planetas
exteriores, las energías parecen mucho más impersonales, más primiti-
vas y más poderosas. Saturno se ubica en el límite entre lo que todavía
es suficientemente personal para ser capaz de sentir sus características
de una forma muy personal. No obstante, no hay un enfoque fácil para
las cuestiones que plantea, como podría ocurrir con el Sol, la Luna o
Venus; pero a pesar de ello, una vez uno permite a Saturno penetrar en
su mundo interior, en vez de defenderse de él y pretender cerrarle la
puerta, puede otorgar grandes riquezas. Tan pronto te encaras con el
hecho de que estás solo en la vida y aceptas de corazón ese hecho, la
soledad dejará de asustarte. Dejarás de ser paranoico; dejarás de mirar a
tu espalda para saber cuándo vas a morir. Simplemente, empezarás a
tomarte en serio lo de disfrutar de la vida y dejarás de preocuparte por la
muerte hasta que ésta llame a tu puerta.

86
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

Quirón en las casas IV y X


Quirón en las casas IV y X es una posición difícil, puesto que indica
que la herida que todos llevamos dentro está conectada de algún modo
con la imagen de los padres. Quirón es la imagen arquetípica del Sana-
dor Herido. En el mito era el rey de los centauros, curiosas criaturas
mitad hombres, mitad caballos. El propio Quirón era semidivino y su
madre una nube creada por Zeus 11. Cierto día fue accidentalmente heri-
do por su gran amigo Heracles, cuya flecha envenenada acertó en el
muslo de Quirón. Aunque la flecha se clavó en su parte mortal, Quirón
era semidivino y no podía morir de la misma forma que las demás cria-
turas de la tierra. Quirón vivió su vida sanando a los demás, pero sin
poderse curar a sí mismo. Sus intentos de encontrar una cura para su
herida beneficiaron a muchos otros, pero él nunca consiguió alivio.

Quirón nunca puede ser completamente feliz; nada puede estar del
todo bien, debido al dolor constante. Sin duda alguna, todos conocéis la
experiencia física del dolor; y algunos sabéis lo que es el dolor constan-
te y lo agotador e insoportable que es. Todos conocéis igualmente la
experiencia del dolor psíquico. Como todos sabemos, el dolor es un
hecho de la vida, algo con lo que uno debe vivir, enfrentarse y a veces,
simplemente resistir. Eso es lo que Quirón representa en nuestra carta:
una herida que jamás curará del todo. Quirón es un arquetipo particu-
larmente difícil de vivir porque nunca encuentra paz en la tierra. No nos
gusta la idea de algo que es “incurable” y una de las razones por las

11
La autora confunde aquí el mito de Ixión, que relata el nacimiento de los centauros
como pueblo, con el de Quirón. Según el mito específico, citado correctamente por
Melanie Reinhart en Significado y simbolismo de Quirón (Urano, Barcelona,1992),
éste era hijo de Cronos y de Fílira. Cronos la perseguía y para despistarle se convirtió
en yegua. Cronos se dio cuenta y la poseyó en esa forma, dando a luz a un bebé medio
humano, medio equino. Fílira quedó tan horrorizada del aspecto del bebé que se con-
virtió en un tilo (N. del T.)

87
QUIRÓN EN LAS CASAS IV Y X

cuales nos interesamos por esta clase de trabajo —astrología, terapia,


sanación, etc.— es encontrar una forma de vivir sin dolor. Y si ésa es
nuestra meta última, siempre nos vamos a decepcionar. Freud lo dijo de
una forma bastante hermosa, al señalar que el objetivo de la terapia era
transformar la infelicidad neurótica en una infelicidad corriente —es
decir, que la infelicidad forma parte de la vida y no se puede «someter a
terapia» para eliminarla—.

Oyente: ¿Te refieres a cualquiera de sus emplazamientos?

Juliet: Sí. Cualquier emplazamiento de Quirón representa un área de


dolor. Pero si nos ocupamos específicamente de las casas IV y X, está
relacionado con las imágenes que tenemos de los padres. Por supuesto,
Quirón nos ofrece una imagen dual: por un lado tenemos la cara opti-
mista y por otro la cara sufriente. Después de todo, él nunca abandonó
la búsqueda de una cura para su dolor. Siempre estaba intentando en-
contrar un remedio, por lo que también es la imagen de la esperanza,
conjuntamente con la del dolor. Por tanto, si Quirón cae en las casas
parentales, existe la posibilidad de que el niño crea que el progenitor
está herido de algún modo y que no importa lo que intente hacer para
curarle: la herida no sanará. Nunca podrán curarla. Y por supuesto, el
niño entiende que si no se puede curar al progenitor, éste tampoco podrá
hacerlo por el niño. Quirón en la IV o la X puede significar que el niño
siente la necesidad de curar al progenitor al efecto de poderse curar a sí
mismo. ¿Tiene esto algún sentido para vosotros?

Oyente: Sí, lo tiene. Tengo a Quirón en la X, conjunto a la Luna y


siempre sentí que la vida era demasiado difícil para mi madre. Siempre
sentí pena por ella. Parecía estar triste, cansada y estresada todo el tiem-
po. Yo quería ayudarla de verdad.

Juliet: Sentiste que si podías ayudarla, todo estaría bien y entonces, a su


vez, tu podrías seguir tu vida. Después de todo, es complicado intentar

88
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

vivir, crecer, expandirse y procurar vivir una buena época si la persona


que es más importante para ti y la que está siempre a tu lado anda como
un alma en pena. Esto pone una importante sordina a tu joie de vivre, tu
alegría de vivir, porque te hace sentir culpable de todo lo que tú tienes y
la otra persona no tiene y que, por tanto, no se siente tan bien como tú.
Si estás con alguien que sufre una discapacidad física de algún tipo (por
ejemplo: le falta una pierna mientras que tú tienes las dos), inevitable-
mente se te quitan las ganas de brincar. La “culpa del superviviente” es
un asunto muy relacionado con Quirón. Éste es un sentimiento muy
presente en todos los que sobrevivieron al Holocausto, y que lo han
transmitido a sus hijos. Otro sentimiento muy ligado a Quirón es el de:
«Aunque lo he conseguido, estoy entero y tengo una buena vida, mi
madre no es feliz. Entonces, ¿cómo puedo yo ser feliz si ella no lo es?».

En gran parte depende lo bien que el progenitor se las arregle para


enfrentarse a ello, en determinar hasta qué punto el niño debe enfrentar-
se con esa herida por sí mismo. Si el padre o la madre son capaces de
manejar la decepción, la herida y el dolor con un cierto grado de cons-
ciencia, eso puede ayudar al niño a tratar con esas cuestiones. Pero lo
que esperan muchas madres es que sus hijos las rediman, que los niños
hagan que “todo termine bien bien”. Así, el niño pasa su tiempo inten-
tando curar a su madre para que ella esté suficientemente bien para po-
der cuidar de él. Éste es un guión que se suele repetir en la edad adulta:
el niño, ya adulto, busca a alguien a quien curar y tener una relación con
esa persona, puesto que es lo que ha aprendido desde niño.

Quirón describe cosas que son dolorosas y que no se pueden cam-


biar. Es algo con lo que uno ha de vivir. La sabiduría de Quirón es te-
rrenal, porque la herida se ubica en la parte humana de Quirón, y ofrece
el crecimiento personal a través de la aceptación. Es similar a lo que
ocurre con Saturno: una vez uno acepta el dolor y la soledad, la recom-
pensa es un proceso de crecimiento personal. Quirón no intenta hacer
milagros imposibles ni sacar algo de la nada. En otras palabras, Quirón

89
QUIRÓN EN LAS CASAS IV Y X

trabaja con la realidad de la vida, sin pretender que la vida sea lo que no
es. Creo que si podéis usar a Quirón de esta manera, haciendo lo mejor
que podáis con el material que tenéis, y aprendiendo a vivir con vuestro
dolor de la forma más elegante posible, habréis encontrado la mejor
manera de usar a Quirón.

El sufrimiento constante del progenitor hace difícil para el niño


encontrar espacio para su propio sufrimiento (he aquí de nuevo el sín-
drome de la “culpa del superviviente”). Quirón, en las casas parentales,
impide disfrutar plenamente de la vida sin sentir culpa.

Oyente: Eso es bastante cierto. Mi madre era muy brillante. Falleció


antes de que yo me dedicara a la astrología. Tenía una personalidad
muy luminosa, pero yo siempre sentí que había mucha tristeza en su
interior. Podía sentir, imaginar por lo que estaba pasando, lo cual hizo
que yo tuviese una verdadera infancia en el más amplio sentido.

Oyente: A mí me parece que Saturno y Quirón tienen bastantes simili-


tudes, en términos de los límites que ambos imponen.

Juliet: Sí, yo también creo que tienen mucho en común, en relación a la


cuestión de la aceptación. La aceptación puede utilizarse para anclar
aquellas áreas de la vida que nos causan dolor o dificultades, en vez de
intentar evitarlas o cambiarlas.

Oyente: ¿Cuál es la diferencia entre ambos?

Juliet: Creo que Saturno da más opciones de cambiar, a través de un


trabajo muy duro en el área que corresponda, mientras que la herida de
Quirón es incurable desde el principio. El emplazamiento de Quirón
señala un área en la que no importa lo que uno haga, porque el dolor o
la pena ya están allí cuando uno aparece en la vida. Representa algo
distinto al dolor personal y tiene más relación con un dolor ancestral.

90
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

Formaría parte de la herencia psíquica que recibimos de nuestros mayo-


res. Es bastante parecido al caso de Orestes, del que hemos hablado al
principio del seminario: tuvo que lidiar con los problemas que sus ante-
pasados le habían transmitido y aunque no fue culpa personal suya que
Tántalo asesinara y cocinara a su bisabuelo, tuvo que enfrentarse a la
herencia psíquica que la cadena de hechos supuso.

Oyente: ¿Puedes volver a hablar de la mitad humana y la mitad divina


de Quirón? ¿Cómo se encajan ambas mitades?

Juliet: Si piensas en Quirón como imagen arquetípica ves las dos mita-
des, la humana y la divina. No las puedes separar. Así, por la parte divi-
na adquieres una gran sabiduría espiritual y el dolor y los límites por la
parte animal y ambas siempre unidas en el mismo cuadro. Así, puedes
entender mucho por qué duele, pero el dolor seguirá estando ahí. Com-
prender el dolor no va a eliminarlo, aunque sí puede facilitar que poda-
mos vivir con él. Podemos aprender a aceptarlo, pero no dejará de doler.
Básicamente duele, hay que cargar con ello y debes aprender a vivir lo
mejor posible con ese dolor. Luchar contra él, intentar cambiarlo o in-
tentar hacer de ese dolor lo que no es simplemente no funciona. Por
tanto, existen en nuestra vida áreas en las que la influencia de Quirón se
hace más evidente y son áreas en las que tenemos dificultades que sen-
timos que no podemos desafiar o cambiar. Bueno, sí que podemos desa-
fiarlas, pero no las podemos cambiar. Es nuestra actitud respecto de
ellas la que puede cambiar, no las propias dificultades.

Orestes debió sentir algo así cuando se dio cuenta de que su fami-
lia estaba maldita como lo estaba. Cuando supo que su madre la había
fastidiado y su padre también, su familia había matado a mucha gente
por todo el lugar, no se puso a lloriquear diciendo «No es culpa mía. Yo
no he hecho nada ni quería que nada de esto sucediese». La maldición
familiar formaba parte de su herencia y, por tanto, le gustara o no tenía
que enfrentarse a ella, reconocerla como tal y responsabilizarse por su

91
QUIRÓN EN LAS CASAS IV Y X

parte en el drama —aunque para nada fuera culpa suya—. Es un poco


como ser testigo de algo —quizá un asesinato, o un accidente—. Aun-
que no tenga nada que ver contigo, eres testigo del hecho. Por tanto
estás involucrado de algún modo en ese drama, te guste o no, y no pue-
des cambiar ese hecho. Debes vivir con el efecto que ha provocado en ti
ese hecho terrible.

Bien, ya veo que nos hemos pasado de la hora. Creo que incluso
nos hemos salido de la ruta planetaria. ¿Alguien quiere preguntar algo
antes de acabar?

Oyente: Me gustaría preguntarte algo. Has enfocado el seminario prin-


cipalmente en las casas, en vez de hacerlo en los aspectos al Sol y a la
Luna. ¿Cómo enfocarías la diferencia entre ambos allí donde, por ejem-
plo, el Sol está bien aspectado en la IV pero al mismo tiempo ocupan la
casa otros planetas afligidos? Es una contradicción, ¿no?

Juliet: Creo que debes trabajar con las contradicciones a medida que se
presentan. Buena parte de la carta se presenta en sí misma como un con-
junto de contradicciones. Siempre va a haber algo que no terminará de
encajar y el arte de interpretar la carta es ver las contradicciones y per-
mitir que existan. Después de todo, eso es lo que ayuda a construir la
personalidad. Existen dentro de la persona montones de emociones y
puntos de vista en conflicto entre sí. Pueden existir contradicciones
igualmente en los padres y en lo que sientas por cada uno de ellos. Pue-
den gustarte algunas cosas y puedes sentirte ofendido por otras, y algu-
nas veces puedes tener una mezcla de ambos sentimientos debido a la
misma cosa.

Oyente: Pero si observas la actitud hacia uno de los padres o la expe-


riencia de ellos, eso apunta sólo a una de las personas o a la experiencia
sólo de una de ellas.

92
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

Juliet: Incluso la experiencia de una sola persona puede sentirse como


contradictoria. El progenitor puede percibirse al mismo tiempo como
servicial y como rechazante, que tanto afirma como niega. Es posible
amar y odiar al mismo tiempo. Ambos sentimientos son posibles a la
vez. No tienes por qué ver a tus padres sólo como maravillosos o sólo
como horribles. Puedes tener ambos sentimientos respecto de ellos.
Normalmente, cuando expresamos sólo uno de los sentimientos, sin
contradicción alguna, estamos ocultando o suprimiendo algo. ¡Y lo
mismo se puede decir del progenitor! Cuando uno de los padres muestra
sólo una cara al hijo y nunca expresa una contradicción, siempre hay la
posibilidad de que esté escondiendo algo. Por ejemplo: una madre que
siempre se esté sacrificando por sus hijos y lo deje todo “por hacer feli-
ces a sus hijos”, puede estar ocultando un montón de ira y de frustra-
ción.

La vida parece gastarnos a veces bromas pesadas, debido a que


cuando un progenitor intenta ocultar una parte importante de su perso-
nalidad, a veces es el hijo quien la descubre y la expresa de forma mu-
cho más clara que el progenitor. Así, un planeta en la IV o la X puede
describir algo que comparten el niño y el progenitor, pero a lo que éste
no quiere enfrentarse. El hijo, entonces, expresará esa parte pero nunca
conseguirá que el progenitor admita honestamente que también la tiene.
Por ejemplo: una madre puede verse a sí misma como muy capaz y muy
competente, pero la carta del niño muestra un Neptuno en la X, lo que
significa que el niño es capaz de ver el caos y la nostalgia por debajo de
esa superficie de capacidad y competencia. O un padre puede verse a sí
mismo como amable y considerado, pero el niño tiene en su carta a
Marte en la IV conjunto a Plutón y toma para sí toda esa rabia y ansia
de poder embotelladas. Por supuesto, los planetas en la IV o la X nos
pertenecen y son las percepciones que tenemos de nuestros padres. Pero
a veces los padres son ganchos perfectos: no sólo porque se comporten
así, sino también porque son así y no pueden admitirlo.

93
QUIRÓN EN LAS CASAS IV Y X

Siempre es importante conocer algo de la relación entre un cliente


y sus padres antes de lanzarse a interpretar los planetas relacionados con
estas casas. Una simple pregunta, como «¿Qué sientes respecto de tu
madre?» o «¿Prefieres a un pariente más que al otro? ¿Con cuál te lle-
vabas mejor?» puede aportar mucha información —¡especialmente no
verbal!—. Cuanto más nos diga el cliente, más podremos darnos cuenta
de si él es consciente de esos planetas que tiene en las casas parentales o
no. Puede que nunca sepamos si el padre fue de la manera que nos
cuentan o no, pero al menos podremos tener un atisbo de si el cliente
está en contacto con la energía que describe ese planeta. Las cartas se-
rían más fáciles de interpretar si hubiera reglas que fuese de aplicación
general a todos los casos. Pero la razón de que sea tan complicado in-
terpretarlas es que hemos de colocar juntos todos esos factores contra-
dictorios entre sí y permitir que todos existan dentro de una sola perso-
na. ¡Permitid a vuestros padres ser monstros y ángeles al mismo tiempo!

94
LAS IMÁGENES DEL PADRE Y DE LA MADRE EN LA CARTA NATAL

Bibliografía
Bloch, Dorothy, Para que la bruja no me coma. Fantasía y miedo de los
niños al infanticidio. Ed. Siglo XXI, 1985.

Garfield, Leon, and Blishen, Edward, The God Beneath the Sea (Lon-
don: Victor Gollancz, 1991).

Sasportas, Howard, "Las etapas de la niñez", en Liz Greene y Howard


Sasportas, El desarrollo de la personalidad (Urano, Barcelona, 1988).

Wickes, Frances A., The Inner World of Childhood (London: Coven-


ture, 1977).

95
BIBLIOGRAFÍA

96
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

Parte Segunda

MITOS ZODIACALES Y SU CORRE-


LACIÓN CON LAS IMÁGENES PA-
RENTALES

Este seminario fue impartido el 25 de mayo de 1995 en el Regents Co-


llege de Londres como parte del programa de Seminarios de Verano del
CPA.

97
INTRODUCCIÓN

Introducción
Trabajar con mitos y arquetipos es un buen camino para penetrar
más profundamente en la comprensión del horóscopo y pueden ser es-
pecialmente valiosos para ayudarnos a dar sentido a nuestra herencia
familiar. Usar el mito ciertamente estimula nuestra intuición e imagina-
ción y nos permite enfrentarnos mejor con las emociones que cargamos
respecto de nuestros padres, porque los insertamos en un contexto más
amplio. Familiarizarnos con una variedad importante de mitos y cultu-
ras supone una enorme ventaja cuando interpretamos psicológicamente
la carta. Eso es debido en parte a que compartimos un acervo mítico
común en los orígenes de la sociedad occidental y por tanto, comparti-
mos los patrones arquetípicos subyacentes, y en parte debido a nuestro
diferente contexto religioso y nacional, que implica que podemos añadir
más patrones arquetípicos además de los citados. El libro Astrología y
destino de Liz Greene 12, contiene un capítulo de inestimable valor titu-
lado «Los mitos y el Zodíaco», que os recomiendo encarecidamente.
Aunque en este seminario vamos a concentrarnos específicamente en
los mitos zodiacales y su relación con las casas parentales, confío en
que entendáis la idea de cómo trabajar con todas las áreas de la carta
utilizando los mitos en relación con los signos y las casas.

Al mirar las imágenes de los padres en el horóscopo, siempre es


fascinante ver la sincronicidad en acción. En casi todos los grupos fami-
liares que he estudiado siempre se han dado importantes contactos cru-
zados entre el progenitor y el niño, no sólo en cuanto a aspectos planeta-
rios, sino también de repetición de signos. Entre los contactos más co-
munes que he observado entre padres e hijos son aquellos en que el Sol,
la Luna o el Ascendente de uno caen en el mismo signo en que está el
Sol, la Luna o el Ascendente del otro. Y a veces el MC de una de las

12
Liz Greene, Astrología y destino. Ed. Obelisco. Barcelona 1990, pp. 213-325.

98
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

cartas coincide con el Sol en otra. Parece como si nuestra herencia ge-
nética, al igual que los modelos psicológicos heredados, aparecieran de
forma sincrónica en las cartas familiares.

En un seminario anterior que impartí sobre las imágenes de los


padres 13, dedicamos una atención especial a los planetas situados en las
casas IV y X y a cómo éstos podían reflejar la forma en que percibía-
mos a los padres. Hoy vamos a examinar los mitos que subyacen en las
constelaciones zodiacales, en orden a comprenderlos de una forma más
profunda. Echaremos un vistazo primero a la historia mitológica de ca-
da signo y después a la imagen de los padres asociada con cada casa —
la IV para el padre, la X para la madre—. A medida que vamos enten-
diendo los signos a través de su rica mitología, podemos adquirir una
percepción más profunda de nuestros arquetipos parentales, y esto no
sólo puede ayudarnos a comprender por qué nos llevamos con nuestros
padres como lo hacemos, sino también qué modelos mostramos noso-
tros como progenitores. Al levantar la carta para el cliente, particular-
mente aquellos que nos eligen por nuestras especialización en astrología
psicológica, es muy frecuente que acabemos inmersos en una discusión
acerca de cuestiones familiares, así que cuanta más experiencia tenga-
mos en reconocer los arquetipos parentales, mucho mejor. Uno de los
problemas que tiene la mayoría de los estudiantes es encontrar un len-
guaje adecuado para acercarse a cuestiones parentales enrevesadas. He
descubierto que el uso de los mitos para describir al progenitor o la
cuestión planteada puede ser de incalculable valor, pues proporciona al
cliente una especie de estructura impersonal o transpersonal alrededor
de la cual se pueden ir explorando ideas y sentimientos.

Bruno Bettelheim, en su libro The Uses of Enchantment, nos dice:


«En la medicina hindú tradicional, a las personas psicológicamente
desorientadas se les ofrecía un cuento de hadas que describía adecua-

13
Corresponde a la Parte Primera de este mismo volumen.

99
INTRODUCCIÓN

damente su problema para que meditasen. Se esperaba que, a través de


la meditación de la historia, la persona perturbada pudiera llegar a vi-
sualizar tanto la naturaleza del punto muerto en que se encontraba su
vida que estaba sufriendo, así como su posible resolución. A partir de
un relato específico en el que se habla de la desesperación, esperanzas y
modos de superar la tribulación, el paciente puede descubrir no sólo una
vía de escape a sus preocupaciones, sino un camino para encontrarse a
sí mismo, al igual que el héroe de la historia» 14.

He descubierto que los mitos y los cuentos de hadas son muy úti-
les en la interpretación de cartas, porque se puede ofrecer al cliente una
historia para que la tenga presente en su tiempo libre. Bettelheim ofrece
un registro detallado de los usos de los cuentos de hadas en los niños,
que pueden usarse en diversos estadios de su desarrollo al efecto de
trabajar inconscientemente cuestiones que pueden perturbarlos a un
nivel profundo. La forma y estructura de esos cuentos puede sugerir al
niño imágenes alrededor de las cuales puede estructurar sus fantasías.
Así, cuestiones como la rivalidad entre hermanos, el miedo al abandono
de los padres, dilemas edípicos, la separación y el crecimiento pueden
usarse para trabajar a un nivel profundamente inconsciente pero muy
creativo. Aquellos de vosotros que tengáis hijos reconoceréis el hecho
de que a los niños les gusta que les lean la misma historia una y otra
vez. Entonces, justo cuando empezáis a pensar que no quieren oír nada
más que eso, ellos saltan a otra cosa. Y quizá descubráis luego que quie-
ren volver al viejo favorito. Podéis incluso recordar que vosotros tam-
bién hacíais eso. Este proceso es muy sutil: cada individuo escoge su
particular mito o cuento de hadas, el que siente más apropiado para me-
ditar y el que da sentido a los problemas internos del momento.

14
Bruno Bettelheim, The Uses of Enchantment (London: Peregrine Books, 1978), p.
25.

100
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

Aries, el Carnero
Empezaremos nuestro camino con Aries, el primer signo del Zo-
díaco. A medida que avancemos en cada historia, que en sí misma no
contiene una conexión astrológica específica, os recomiendo encareci-
damente que seáis vosotros quienes realicéis esa conexión e intentéis
pensar en «Aries» o en «Tauro» según vayamos adelante. Esto no sólo
hará que cada historia sea un poco más divertida, sino que ayudará a
trabajar a vuestra imaginación e intuición al efecto de enriquecer vues-
tra comprensión del signo como modelo arquetípico más que como un
conjunto estático de características. Intentaremos comprender cómo
cada signo puede ser considerado como una imagen de los padres. Espe-
ramos que al utilizar la experiencia del grupo, podamos aplicar estos
patrones a nuestra vida individual.

La versión griega de cómo llegó un carnero a formar parte de las


constelaciones la encontramos en la historia de Frixo y Hele. Estos
hermanos eran hijos del rey Atamante, que estaba casado con Néfele,
una mujer-nube. Zeus creó a esa mujer-nube con la apariencia de Hera
al efecto de engañar a uno de sus posibles pretendientes, Ixión. Ya sa-
béis que Zeus practicaba una doble moral: se entregó a una serie inaca-
bable de adulterios, pero a la pobre Hera no le permitió echar una cana
al aire con nadie si él podía evitarlo. Cuando Ixión intentó seducir a
Hera, Zeus fue más rápido y más listo y sustituyó a su esposa por una
mujer-nube con la apariencia de Hera y con quien Ixión engendró al
niño Centauro, medio humano, medio equino. Centauro, a su vez, pro-
creó la raza de los centauros con yeguas magnesias, el más famoso de
los cuales fue Quirón.

Una vez que Néfele cumplió su función de servir de doble de He-


ra, no tenía otra cosa que hacer que flotar alrededor del Olimpo en esta-
do etéreo. Comprensiblemente, eso ponía muy nerviosa a Hera, por lo

101
ARIES, EL CARNERO

que Zeus al final la dio en matrimonio a Atamante. Engendró a dos hi-


jos, Frixo y Hele. Finalmente, Néfele se derritió y Atamante volvió a
contraer matrimonio con Ino, una mujer mortal. Al igual que la típica
“madrastra malvada”, Ino sentía unos enormes celos de Frixo y Hele y
de su extraña madre celeste, a pesar de que ya no estaba allí. Ino con-
venció a las mujeres de Beocia de que tostaran las semillas del trigo sin
que su marido lo supiera y cuando el trigo no floreció como debía, en-
vió un mensaje al oráculo de Delfos para que averiguara la causa. Ino
sobornó al mensajero, el cual volvió con la falsa respuesta de que Frixo
debía ser sacrificado a Zeus. Un afligido Atamante estaba a punto de
cortar la garganta a su hijo Frixo obedeciendo al falso oráculo cuando,
justo en ese momento, descendió de los cielos un maravilloso carnero
alado. Había sido enviado por Zeus al efecto de salvar al niño, podía
hablar y razonar, y lo más llamativo es que su vellocino era de oro puro.

Es importante aquí notar que Zeus, que en muchos sentidos era


una deidad orgullosa y arrogante, más absorbida en su propia satisfac-
ción que en la de los demás, se compadecía a menudo y actuaba en fa-
vor de los desfavorecidos. Ciertas clases de injusticias le movían a ac-
tuar y lo hacía de una manera impresionante. Debemos recordar que
todos los personajes del mito específico asociado a cada signo presentan
una u otra característica o motivo principal de éste, aunque las deidades
que intervengan se hayan asociado a otros mitos, signos o planetas. Así,
en este mito Zeus es un Zeus “ariano”, por más que puedan existir dife-
rencias entre este Zeus y el de otros mitos zodiacales. Su rápida identi-
ficación con los indefensos y la impulsiva defensa de éstos ante la injus-
ticia es muy propia de muchos arianos. Suele tener fama de egoísta y
desconsiderado; pero ofreced a Aries una buena causa, y veréis cómo de
forma inmediata se pone a la cabeza de la defensa de los oprimidos por
esa causa de una forma absolutamente desinteresada. El propio Zeus se
quita de encima una presencia molesta en el Olimpo ofreciendo en ma-
trimonio a la mujer-nube a un mortal. El resultado es la aparición de
problemas para los dos niños y Zeus; y éste, a pesar de que es capaz de

102
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

quitarse de encima a cualquiera que le resulte incómodo, también odia


la injusticia. Cargar con el posible problema a alguien conveniente sin
importarle demasiado quién sea, y abanderar la lucha por los oprimidos
son dos patrones típicos de Aries. Ambas actitudes nacen del impulso,
no de la reflexión. Posee una maravillosa actitud despreocupada por un
lado, y muestra una intensa indignación cuando los demás se aprove-
chan de los desfavorecidos. La solución al dilema de Frixo y Hele es
maravillosamente ariana: un carnero tan inteligente que puede pensar,
hablar y volar. Es una imagen muy versátil, llamativa y dramática, muy
adecuada para el fogoso Aries.

Frixo y Hele montaron a la espalda del carnero y volaron hacia la


Cólquide, la tierra legendaria en que el dios-Sol Helios guardaba sus
caballos. Frixo llegó sin problemas, pero la pobre Hele cayó al mar
mientras viajaban, y desde entonces ese mar se denominó Helesponto.
Al llegar a la Cólquide, Frixo sacrificó el carnero en un altar dedicado a
Zeus y la lana que quedó de él fue conocida en toda Grecia como el
Vellocino de Oro. Podríamos detenernos en el hecho de que el niño
llega sano y salvo a su destino, mientras que la niña es sacrificada.
Aries no tiene mucho tiempo para búsquedas femeninas arquetípicas y
es un signo habitualmente muy «macho» —incluso en las mujeres—.

Mucho más tarde, en la cueva del centauro Quirón, ubicada en otr


parte de Grecia, un joven llamado Jasón descubrió que era el verdadero
heredero al trono de Yolcos. Para probar su derecho al trono tenía que
pelear con el monarca reinante Pelias, su malvado tío, que intentó rete-
nerlo para sí. En un intento de evitar una confrontación inútil en la que
él llevaría todas las de perder, Pelias engañó a Jasón sugiriéndole que él
podría revertir el declive del destino de Yolcos al marchar en la búsque-
da y recuperación del legendario Vellocino de Oro de la Cólquide. Ja-
són respondió de la típica manera ariana: diciendo «sí», pero sin saber si
obtendría toda la logística necesaria para tal empresa. Aceptó el desafío,
construyó el mayor navío que se conocía en aquellos tiempos, la Argo, y

103
ARIES, EL CARNERO

consiguió que se unieran a su empresa una serie de valerosos héroes,


que se llamaron a sí mismos los Argonautas. Esto es también muy típico
de Aries. ¡Aries se desayuna con desafíos cada mañana, no importa lo
difíciles que sean! La excitación con la que contagia a los demás el en-
tusiasmo por su empresa es algo mágico de ver. Aparece una idea en su
cabeza, Aries caza la chispa y la llama comienza a arder.

Así, Jasón y sus hombres realizan el peligroso viaje hacia la Cól-


quide, enfrentándose a muchas dificultades en el camino, como arpías,
monstruos y mares procelosos. Pero con la ayuda de Hera, su protecto-
ra, Jasón y sus hombres se las arreglaron para llegar a la Cólquide sanos
y salvos. Hera concedió a Jasón su protección porque éste fue muy
amable con ella. Ésta es otra cualidad característica de Aries: generosi-
dad de espíritu. Hera se había disfrazado de anciana y pidió a Jasón
atravesar el río. Él accedió de inmediato y aunque demostró ser mucho
más pesada de lo que él había creído en principio, se empleó a fondo y
valientemente para cruzarla. Hera se despojó de su disfraz y volvió a su
apariencia de diosa, ofreciéndole su protección como recompensa por
ese sencillo acto de buena voluntad. Suele ser la buena voluntad la que
salva a Aries de que le corten el pescuezo, dado que el exuberante Aries
lo arriesga por ir demasiado lejos a veces. ¡No obstante, la humanidad
del signo y su sincera amabilidad pueden reparar el daño que causa a
veces su arrogancia!

Una vez llegados Jasón y su grupo a la Cólquide, el último obs-


táculo resultó ser un fiero dragón que custodiaba el vellocino. Este dra-
gón tenía fama de no tener piedad y de matar sin pestañear. Nunca dor-
mía, así que ahí parecía haberse acabado la suerte ariana de Jasón. Pero
Medea, hija del rey Eetes de Cólquide, se enamoró de él. La suerte qui-
so, además, que ella fuera una hechicera, por lo que hechizar al dragón
durante un rato no era una tarea mayor para ella. A cambio de la prome-
sa de llevársela a Yolcos, Medea utilizó su magia para que Jasón obtu-
viera el vellocino de oro y durante un tiempo, todo fue como una seda.

104
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

No obstante, una vez terminó el viaje y recuperada la corona de Yolcos,


la vida familiar con Medea no fue suficiente para Jasón. Esto, por su-
puesto, también es un dilema ariano. Mientras exista un desafío y haya
que luchar por vencer, Aries mantiene el interés; pero una vida tranquila
y sin sobresaltos comienza a parecerle como una jaula al Aries medio.
Y es posible también que Jasón no pudiera de verdad congeniar con la
tenebrosa atmósfera que rodeaba a Medea. Aries es un signo brillante,
diurno, y no se siente nada cómodo con brujerías, literal y metafórica-
mente. Quizá Jasón necesitara a Medea para conseguir el vellocino de
oro, ¡pero que no fuera precisamente su ideal de compañera doméstica!

En cualquier situación Jasón buscaba siempre más excitación y


fue a por otra corona, la de Corinto, que implicaba casarse con la prin-
cesa corintia. Esto, naturalmente, enfureció a Medea, que bien podría
haber sido una Escorpio. Consumida por la rabia, asesinó a la futura
novia de Jasón y a los hijos que Jasón tuvo con ella, huyendo poste-
riormente en un carro tirado por dragones, dejándole roto y solo. Jasón,
desesperado, estaba a punto de colgarse de la proa de la Argo, cuando
un madero podrido le cayó encima y le mató. Poseidón colocó en el
firmamento la popa del Argo —¡la parte del barco inocente del homici-
dio— como la constelación Argo Navis; y a su vez Júpiter colocó en los
cielos la imagen del Carnero y el vellocino de oro como la constelación
de Aries.

Obviamente el mito describe mucho de lo que podemos esperar en


un Aries medio, lo cual es una de las ventajas de explorar los mitos para
ayudarnos a comprender mejor los signos. Cada mito nos proporciona
una historia que puede aportar una señal de vida de una forma en que
las palabras-clave no pueden hacerlo. Algunas palabras clave para Aries
son «aventurero, creativo, imaginativo, amante del riesgo, temrario».
Pero si tenemos en mente el mito del carnero con el vellocino de oro y
empezamos con el niño Frixo, tendremos una imagen más clara y con
muchos más matices.

105
ARIES, EL CARNERO

Hay otras lecciones que pueden extraerse de la historia juntamente


con las cualidades descritas anteriormente. He mencionado la caída de
Hele, lo que podría decirnos algo de la dificultad de Aries para relacio-
narse con el mundo femenino. A pesar de que incluso Zeus puede aban-
derar a los oprimidos, parece como que le costaría salvar a la niña; sólo
el niño merece salvarse. También Jasón trata con poco respeto a Medea:
claramente, para él una mujer es únicamente un medio para conseguir
un tesoro o acceder a un trono. Esto puede ser un problema típico de
Aries y podéis detectarlo en aquellos matrimonios en que un hombre
Aries trata de forma irrespetuosa a su mujer. Pero una mujer Aries tam-
bién podría hacerse lo mismo a sí misma: desdeñar su propia feminidad
o sentir que para ser valiosa debe competir con el hombre.

Como todos los personajes en el mito, Medea también tiene algo


que ver con Aries. Existe un elemento más profundo y oscuro en este
signo, que muchos arianos preferirían no tener que reconocer. Pero los
verdaderos problemas de Jasón comienzan cuando él rechaza a Medea.
Ella se toma una terrible venganza sobre él, matando a sus propios hijos
y a la futura novia de Jasón; y en ese asesinato de los hijos podemos ver
la destrucción de los potenciales creativos. Es también lo que Saturno
hace (o intenta hacer) con sus hijos. Podéis daros cuenta de lo sugestivo
que es este mito. Al igual que en los cuentos de hadas, interviene la cau-
sa profunda que origina el problema y quizá también el potencial para
cambiar el patrón si somos capaces de enfrentarnos a esa causa profun-
da. Al rechazar Aries ese lado más profundo de la vida, las consecuen-
cias pueden ser muy desagradables, a un nivel interno cuando no a un
nivel externo.

Veamos ahora qué es lo que nos dice el mito y cómo podemos re-
lacionarlo con la imagen del progenitor cuando Aries aparece en la cús-
pide de las casas IV y X.

106
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

Oyente: Tengo a Aries en el IC y aunque no hay planetas en la IV, cier-


tamente puedo relacionar todo lo que has dicho con mi padre. Mi padre
es un hombre realmente dinámico, un hablador calmado pero que siem-
pre me viene con ideas nuevas. Muchas de ellas han quedado en nada,
pero bastante más a menudo da con algo grande y esa idea tiene un re-
corrido durante algún tiempo.

Juliet: Parece una descripción muy apropiada de un padre Aries.

Oyente: Eso también me recuerda a mi padre, de verdad. También tengo


a Aries en el IC y mi padre es un jugador compulsivo. Afortunadamente
tiene bastante suerte. Pero recuerdo que cuando era niño, se gastaba el
sueldo de la semana en el juego y mi madre tenía que hacer verdaderos
equilibrios para llegar a fin de mes. Pero de algún modo —como Jasón,
supongo—, se arriesgaba y luego se salvaba milagrosamente. Y cuando
pienso en ello, yo no soy mucho mejor que él, si bien de una forma dis-
tinta.

Juliet: Bueno, es tu IC, así que probablemente describirá tanto una parte
de ti como la forma en que percibes a tu padre. ¿Qué hay de la madre?
¿Alguna idea acerca de la clase de madre que puede describir Aries en
el MC?

Oyente: Mi hermana tiene a Aries en el MC y ella ve a nuestra madre


como muy asertiva y enérgica. También la ve como bastante dura y
exigente. Mi MC está en Tauro y, aunque también puedo verla como
una mujer enérgica, el sentimiento más poderoso que tengo hacia ella es
que es muy comprensiva, compasiva y verdaderamente realista. Es gra-
cioso que mi madre es una Aries con la Luna en Tauro.

Juliet: Es un excelente ejemplo. Ilustra cómo cada uno de vosotros ex-


perimenta a la misma mujer a través de vuestra propia lente individual.
Es obvio que tu madre tiene tanto cualidades de Aries como de Tauro y

107
ARIES, EL CARNERO

lo que has dicho es la demostración práctica de cómo tú y tu hermana


subrayáis unas cualidades en lugar de otras. Lo siguiente que deberías
preguntarte es: ¿apruebas o te sientes cómoda con la percepción taurina
respecto de tu madre? Aparentemente es así, dado que la describes co-
mo compasiva y comprensiva. Para tu hermana, en cambio, es más difí-
cil manejar la energía y las exigencias de tu madre, quizá porque en su
propia carta hay factores que entran en conflicto con ellas (¡o quizá por-
que en eso ambas son muy parecidas!). En muchas familias, preguntar a
los hermanos cómo ven a su madre provocará que existan diferentes
versiones. Muchas veces son ciertas todas, si bien son muy selectivas.
Eso explica por qué existen “alianzas” en las familias, en aquellas en
que el progenitor se relaciona mejor con un hijo que con otro, o es el
niño el que siente una particular empatía por uno de los padres y no por
el otro.

También deberíamos fijarnos en el tipo de dinámica que puede


darse entre el progenitor y el niño cuando Aries cae en el MC o el IC. A
Aries no sólo le gustan los desafíos. Es también competitivo y le gusta
llegar el primero a todo. Cuando un progenitor es competitivo, crea una
situación de rivalidad con el niño. Esto puede hacer que el niño crezca
sintiendo que la competición le pone muy nervioso o, por el contrario,
convertirle en demasiado competitivo debido a que cada relación o si-
tuación se percibe como un concurso.

Oyente: Yo entiendo eso muy bien. Tengo a Aries en el MC cuada vez


que he intentado conseguir algo, mi madre me ha llenado de elogios y
se las ha arreglado para decir: “Cuando yo tenía tu edad sólo pude con-
seguirlo un par de veces”, o algo parecido. Muchas veces sentía que me
hundía, aunque dudo que ella lo hiciera de una forma consciente.

Juliet: ¿Cómo reaccionabas ante eso?

108
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

Oyente: Tardé mucho tiempo en sentir que podía hacer bien cualquier
cosa que me propusiera. Siempre sentí que mi madre podría haberlo
hecho mejor. Esto ha cambiado mucho en los últimos años, pero duran-
te mi juventud fue ciertamente un problema.

Juliet: Es comprensible. No obstante, con Aries en el MC ya eres bas-


tante competitivo de por sí y necesitas ser el primero en todo, al igual
que tu madre. Saber esto puede ayudarte a comprenderla mejor. A veces
esa tendencia a competir también tiene consecuencias más tarde en la
vida. Puede ocurrir entre amigos. O puede tratarse de un amigo que se
convierte en un rival por el amor de alguien. Cuando estos hechos apa-
recen como un patrón, el progenitor afectado nunca está demasiado le-
jos.

109
TAURO, EL TORO

Tauro, el Toro
Vamos a adentrarnos ahora en el signo siguiente. Para los babilonios la
constelación de Tauro representaba el Gran Toro Celeste, un antiguo
símbolo de poder y fertilidad. La diosa Ishtar, que era la versión babiló-
nica de Afrodita, fue rechazada por Gilgamesh, el primer héroe del que
se tiene noticia en el mundo. Ishtar intentó seducirle, pero éste declinó
educadamente la oferta y la acusó de tener la mala costumbre de asesi-
nar a sus amantes, incluidos leones y caballos. Llena de rabia por ese
rechazo nada galante, voló al cielo y obligó a Anu, su padre, a crear el
Toro Celeste para matar al héroe. A pesar del hecho de que Gilgamesh
mató al toro, éste fue colocado en los cielos a ruego de Ishtar. Por su-
puesto, las similitudes entre este mito y determinados aspectos del signo
son fáciles de ver. Tauro es un signo sensual y apasionado, que puede
ponerse hecho una furia si le empujan suficientemente a ello. ¡Rechazar
sexualmente a un Tauro es un buen motivo para éste! Muchos Tauros se
identifican con sus cuerpos y con sus poderes de atracción sexual; y
cuando son rechazados, su soberbia y su furia igualan a la de su opuesto
Escorpio. Lo mismo cabe decir de su memoria, que es igual de larga.

El mito griego más relevante para Tauro es también uno que nos
habla de deseo sexual y de codicia. Comienza este mito con la princesa
fenicia Europa. La princesa estaba jugando en la playa cuando apareció
en ese momento un hermoso toro blanco, de un pelo sedoso y cuernos
dorados. El toro parecía tan suave y dócil que Europa se atrevió a sen-
tarse sobre su lomo. En ese momento, el toro se adentró rápidamente en
el mar y buceó hacia las profundidades. Europa estaba aterrada, pero no
tuvo más opción que aferrarse al toro hasta que finalizó el viaje en la
isla de Creta. En las playas de la isla, el toro se transformó en el dios
Zeus, que procedió a seducirla. La convirtió en reina de Creta y le pro-
metió grandes riquezas a ella y a sus hijos. En este relato, Zeus es muy
taurino, a diferencia del mito del vellocino de oro. Se las arregla para

110
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

seducir a Europa simulando ser tierno e inofensivo, y sólo al final revela


que sus intenciones no son muy honorables. A menudo ésa es la manera
en que Tauro obtiene lo que quiere: siendo encantador con la gente y
usando con ella modales gentiles y sin pretensiones, pero estando abso-
lutamente determinado a conseguir el objeto de su deseo.
Desafortunadamente uno de los hijos de Europa, el rey Minos, ca-
yó en desgracia ante Poseidón. Minos suplicó a Poseidón, pidiéndole
que enviara un toro desde el mar como señal de que debía ser Minos y
no sus otros hermanos, Radamanto o Sarpedón, quien debía acceder al
trono de Creta. Minos prometió al dios que sacrificaría el toro en su
honor si su plegaria era atendida. Poseidón cumplió su parte del trato y
envió un maravilloso toro albino desde el mar. De esa forma Minos
accedió al trono. Habiendo obtenido lo que quería, no obstante, el codi-
cioso rey empezó a lamentar su promesa de sacrificar una criatura tan
maravillosa.

Si nos centramos por un momento en Tauro como signo, sabemos


cuánto énfasis pone este signo en las posesiones materiales. Los nativos
de Tauro tienen fama de apreciar la calidad, así que es comprensible la
agonía de Minos por tener que matar un toro de una calidad tan elevada.
Minos no sólo era codicioso, sino que debido a su buen gusto sabía que
lo que tenía era de calidad. Al ser un signo de Tierra, los nativos de
Tauro valoran en muy alto grado lo que saben que es tangible y durade-
ro. Las posesiones físicas son, pues, más importantes que las ideas, a
menos que éstas puedan ser actualizadas. Minos se vio incapaz de sacri-
ficar al toro blanco y en lugar de ello cometió una locura: sustituyó el
toro blanco por un toro común, esperando que Poseidón no se diera
cuenta de la sustitución. Su verdadero delito fue menospreciar a la dei-
dad. Naturalmente, Poseidón no se dejó engañar, ni tampoco impresio-
nar. Como demostración de su ira e indignación por haberle intentado
engañar, Poseidón llamó a Afrodita para que le ayudara a inspirar en la
esposa de Minos, Pasífae, una pasión loca por el toro sagrado, que an-
daba pastando con el resto del ganado.

111
TAURO, EL TORO

Pasífae no se hizo ilusiones de que su marido consintiera una


unión adúltera y bestial como ésa. «¿Te importa que pase la tarde con tu
mejor toro, cariño? Ya sabes, el toro que no sacrificaste a Poseidón».
Como él le diera permiso para eso, Pasífae consiguió que el arquitecto
real e inventor Dédalo la ayudara. Dédalo le construyó una vaca mecá-
nica y Pasífae, introduciéndose en ella, consumó secretamente su pasión
con el toro. El resultado de esa unión fue un monstruo, medio hombre,
medio toro, que sólo se alimentaba de carne humana proveniente de
mujer virgen. Se le conoció como Minotauro, el Toro de Minos, aunque
realmente no era hijo suyo. En cierto sentido, no obstante, sí lo era, por-
que fue su ofensa a Poseidón la que acabó con el resultado del naci-
miento del Minotauro. Si contemplamos estos hechos desde una pers-
pectiva psicológica, la codicia y la falta de respeto de Minos por el dios
dieron como resultado la creación de algo feo y monstruoso, que le
avergonzaba sobremanera. Minos intentó solucionar el entuerto de una
manera muy terrenal: encerró al Minotauro en un laberinto. Su solución
fue echar tierra encima del problema y confiar en que bastara con eso.
Una vez más nos encontramos aquí con los temas taurinos ya conocidos
de la posesión material y de la codicia pasando por delante de la fe y del
pago de las deudas con los dioses, así como los temas de deseo sexual y
de gratificación. También vemos como Tauro intenta a veces solucionar
sus problemas internos: lo que no se ve, no existe. Entierra los proble-
mas, lejos de tu vista y desaparecerán por sí mismos.

El mito sigue adelante y nos habla de Teseo, un maravilloso héroe


ariano, que llegó desde Atenas para liberar a Creta del terrible Minotau-
ro. Al igual que en el mito anterior, Teseo no podía abordar el problema
sin ayuda femenina. Aceptó así la ayuda de la encantadora Ariadna, hija
de Minos, que le proveyó de un ovillo dorado. Eso proporcionó a Teseo
la luz y la guía necesarias para encontrar al Minotauro, matarle y salir
igualmente del laberinto.

112
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

Hay algunas hermosas imágenes útiles tanto para Aries como para
Tauro en este mito, porque el héroe ariano Teseo está lleno de ideas
heroicas y brillantes. Está impaciente por llegar a Creta y convertirse en
el héroe que en cuatro mandobles va a liberar a la isla del monstruo te-
rrible (en cierta medida se parece a Jasón, que se había obsesionado con
la idea de conseguir el vellocino de oro, pero que no fue muy leal con
Medea en cuanto a tener una vida familiar tranquila). Así, tras aceptar la
ayuda de Ariadna, la abandonó en la isla de Naxos de vuelta a casa.
Teseo actuó como Jasón: utilizó a Ariadna (sin cuya ayuda no habría
tenido éxito en la empresa) para conseguir lo que de verdad quería y le
dio la patada cuando ya no la necesitó. Teseo también olvidó un peque-
ño pero vital detalle: cambiar el color negro del duelo de las velas por el
blanco, como le había prometido a su padre Egeo que haría si volvía
victorioso. Egeo, que esperaba ansioso noticias de su hijo, vio las velas
negras de las naves a lo lejos, temió lo peor y se lanzó al mar, suicidán-
dose. Es una imagen apta para Aires, que aunque no tiene malas inten-
ciones, causa estragos simplemente por no tener en cuenta las conse-
cuencias de sus actos, de orden práctico y conectadas además con los
sentimientos de los demás.

De igual modo, Ariadna es una buena imagen del Tauro práctico,


que resuelve con calma el problema de cómo vencer al Minotauro y
además proporciona los recursos con los que hacerle frente. He aquí
varios rasgos de Tauro representados en la historia: el anhelo de poder y
de satisfacción material de Minos, representados tanto en forma positiva
como negativa, así como el deseo de satisfacción sexual reflejado por
Pasífae y el lado tranquilo, práctico y leal de Tauro reflejado por Ariad-
na.

Minos recibió lo que se merecía por su codicia. Pero Ariadna fue


bastante inocente, hablando en términos relativos. A pesar de ello,
Afrodita/Venus consoló a la desconsolada Ariadna arreglándole un ma-
trimonio con Dioniso. Dado que éste era considerado el dios del vino y

113
TAURO, EL TORO

del éxtasis, cabe la posibilidad de que Ariadna acabara siendo una al-
cohólica o bien que disfrutara durante toda su vida del éxtasis sexual y
de la felicidad, la justa recompensa por su lealtad hacia Teseo. De
acuerdo con una de las versiones del mito, Dioniso y Ariadna vivieron
felices hasta la muerte de ella, momento en que Dioniso tomó su dia-
dema de diamantes, regalo de boda, y la colocó en el firmamento como
constelación, que hoy conocemos como Corona Borealis.

Este mito nos proporciona un rico imaginario con el que podemos


construir las imágenes de Tauro como progenitor. ¿Alguna idea?

Oyente: Bueno, me pregunto si podrás explicar esto. Mi madre es Piscis


y siempre está dando la vara sobre lo espiritual y emocional que es. Pe-
ro yo tengo a Tauro en el MC y una conjunción Luna-Saturno sobre él,
así que la veo muy materialista, por mucho que ella diga lo contrario.
Para mí, ella está mucho más interesada en las cuestiones materiales, en
el dinero, la ropa y las apariencias. Yo soy Acuario y entiendo que el
lado materialista de la vida es inhibidor e incómodo. Nunca me he preo-
cupado del lado material de la vida. Es mi madre la materialista, no yo.

Juliet: Este puede ser un debate muy interesante, aunque puede volverse
un tanto personal. ¿Estás segura de que quieres que continúe?

Oyente: Sí, por favor.

Oyente: Bueno, me parece que ves a tu madre a través de la lente “ma-


terialista”, es decir, de Luna-Saturno en Tauro sobre el MC. No estás
reconociendo en ti misma ese lado cuando dices: «Es mi madre la mate-
rialista, no yo» y lo proyectas sobre ella. Ésa es la manera en que evitas
enfrentarte a ese lado “materialista” en ti misma, que parece estar en
conflicto con tu idealista Sol en Acuario. ¿Forman cuadratura el Sol y la
Luna?

114
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

Oyente: Sí.

Oyente: Tu madre se ve a sí misma como emocional y espiritual, y se-


guramente en eso hay parte de verdad. Después de todo, es Piscis. Pero
ése es un lado de ella que tú pareces no reconocer porque debido a esa
configuración de tu MC, la “percibes selectivamente” de una forma
terrenal. Probablemente presente ambas cualidades contradictorias, co-
mo mucha gente. Pero tú sólo puedes ver una de ellas a través de tu
propia lente. Por tanto, cada vez que ella actúa de forma “terrenal”, tú
tomas nota de ello porque es lo que estás predispuesta a percibir. Dado
que los valores “aéreos” de Acuario no necesariamente han de combinar
bien con los del “terrenal” Tauro, es fácil para ti proyectar esa faceta
taurina en vez de reconocerla como propia. Una cuadratura Sol-Luna
me hace sentir que existe un gran conflicto en tu interior entre esas dos
facetas. Preferirías identificarte más con el Sol en Acuario en vez de
con la cuadratura Luna-Saturno en Tauro. Puede ser que te identifiques
más con los valores paternos o que los sientas más cercanos (dado que
el Sol nos dice mucho acerca de la percepción del padre) y has formado
una “alianza” familiar con él, lo que significa que te has puesto de su
lado y en contra de tu madre. Por consiguiente, tu imagen de tu madre
parece ser la de una persona opresiva, preocupada por las apariencias,
materialista, quizá fría e inhibida… es decir, todo eso que describe Sa-
turno en Tauro en la X. Es preferible cargar sobre ella todo ese material
incómodo en vez de trabajar sobre el propio conflicto interno. Es fácil
estar así en conflicto continuo con tu madre.

Oyente: Ehhhhh… vale, está bien. Veo a dónde quieres llegar. ¿Pero
qué estás diciendo entonces? ¿Que debo mirar de frente a mi propio
Minotauro?

Juliet: Algo así. El rey Minos se avergonzaba mucho del Minotauro.


Quizá la idea de tener una madre tan “materialista” te puede parecer
vergonzosa. O quizá te sientas un poco como un Minotauro comparada

115
TAURO, EL TORO

con tu madre. Ella, tan “espiritual”, tal vez te hizo sentir que tus necesi-
dades taurinas no eran apropiadas. A veces, una madre que no se rela-
ciona bien con su cuerpo hace sentir al niño muy torpe e incómodo.
Pienso que cuando una persona está demasiado preocupada por las apa-
riencias, suele significar que se siente incómoda tal y como es y con su
propia realidad. Es posible que el materialismo de tu madre, tal y como
lo percibes, sea un reflejo de un Piscis sin anclaje que intenta encontrar
su camino en el reino terrenal y obsesionándose con ello en el proceso.
Quizá necesites explorar todo eso Yo te aconsejaría que jugaras con
todo ese material. Puede ser gratificante. También puede ser interesante
que comentes esos temas con tus hermanos, para obtener diferentes
perspectivas acerca de tu madre, tal y como tú hiciste anteriormente.

116
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

Géminis, los Gemelos Celestes


Pasemos ahora a Géminis y examinemos el mito de los Gemelos Celes-
tes. Los gemelos son una imagen adecuada de los opuestos, inseparables
pero tan distintos al mismo tiempo. Vida y muerte, lo bueno y lo malo,
la alegría y el lamento, por citar unos cuantos, están permanentemente
ligados y en oposición perpetua con el otro. El mito de Géminis ilustra
muy bien esto y además nos proporciona una percepción importante
acerca de la personalidad de Géminis. Sus cambios de humor son tan
extremos que Géminis es descrito, con bastante imprecisión y a propósi-
to, como “esquizofrénico”.

El mito nos cuenta que Zeus estaba buscando otra mujer que con-
quistar y se fijó en Leda, esposa de Tindáreo de Esparta. Como sabía
que ella era virtuosa y que no se iba a someter a sus encantos, adoptó la
forma de un cisne y así consiguió seducirla, al igual que hizo con Euro-
pa transformándose en un toro. Pero en este relato Zeus es geminiano y
por eso se transforma en una criatura alada, una criatura del aire. Como
resultado de la unión, Leda puso dos enormes huevos: uno de ellos con-
tenía los gemelos divinos Helena —que después fue Helena de Troya—
y Polideuces (conocido como Pólux por los romanos). El otro huevo
contenía dos criaturas mortales: Clitemnestra (la futura esposa de Aga-
menón) y Cástor, la descendencia humana del rey Tindáreo.

Los dos niños, Cástor y Polideuces, conocidos como los Dioscu-


ros (que significa “hijos de Dios”), eran inseparables. También se les
llamaba Phosphori o portadores de luz. Aparte del hecho de no prove-
nían del mismo huevo, eran idénticos e inseparables. Cástor era un con-
sumado jinete, mientras que Polideuces destacaba en el pugilato. Juntos
formaban una pareja formidable, siempre peleando, pero siempre jun-
tos.

117
GÉMINIS, LOS GEMELOS CELESTES

Para observar el signo con mayor profundidad, será más prove-


choso utilizar la imagen de los dos gemelos idénticos fundidos en uno,
iguales pero igualmente tan opuestos. Uno nació divino y el otro mortal.
Claro que la imagen de los gemelos, una oscura y otra luminosa, refleja
bien la naturaleza del signo, que es un símbolo de la dualidad, de la co-
existencia de los lados mortal e inmortal del ser humano. Eso también
describe perfectamente los cambios de humor de Géminis, que pueden
alternar entre “estar en la cima del mundo” y la depresión más profun-
da. Ésa es la variación entre lo divino y lo mortal. En Roma, los Geme-
los Celestes representaban la Vida y la Muerte. Roma tuvo también sus
gemelos míticos, Rómulo y Remo. Ambos eran hijos de Marte, aunque
uno era el malo e intentó asesinar al otro, que era el bueno y que se
convirtió en el fundador legendario de Roma.

Los Dioscuros se unieron a la expedición de los Argonautas y du-


rante el viaje demostraron su valía al calmar mares tormentosos. En la
tradición marinera ver brillar las luces dobles de la constelación de Gé-
minis se consideraba un augurio de buena suerte para los marineros. Los
Dioscuros se convirtieron en protectores especiales de los marineros.
Una sola luz se consideraba presagio de mala suerte, porque se identifi-
caba con Helena, la desgraciada hermana que causó la caída de Troya.

Todo iba bien hasta que los Dioscuros se pelearon con otro par de
hermanos, Idas y Linceo. Cástor, el gemelo humano, fue herido de
muerte y, siendo mortal, sufrió el destino usual de todos los mortales, a
saber: morir y entrar en el reino de Hades. La muerte de Cástor causó
un dolor muy profundo a Polideuces, pues en vida de ambos hermanos
su único deseo fue no ser separados jamás. Polideuces rogó a Zeus, su
padre divino, que le permitiera morir, porque le parecía inimaginable
vivir una eternidad sin su hermano. Finalmente, Zeus resolvió el dilema
permitiendo que los dos pasaran la mitad del año en el Hades y la otra
en el Olimpo, para que experimentaran la muerte y la oscuridad de la
mortalidad y la luz y la belleza de los dioses. Zeus además los colocó

118
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

juntos en el Zodíaco, en la constelación de Géminis, para simbolizar su


inmortal amor fraterno.

Géminis tiene fama de ser volátil y cambiante, y este mito nos


ofrece una buena imagen de la inquietud como rasgo distintivo de Gé-
minis. Al igual que los hermanos, que pasan alternativamente un tiempo
en el Olimpo y otro tiempo en el Hades, Géminis parece incapaz de
establecerse mucho tiempo en un mismo sitio; y el lugar en el que se
hallan en un momento determinado parece menos deseable que aquél en
el que no están. ¿Cuál creéis que sería la imagen parental que obten-
dríamos si mezclamos todo esto?

Oyente: Mi madre era ciertamente impredecible. Tengo a Géminis en el


MC y Urano en Géminis en la X. Nunca sabía de un día para otro si mi
madre se iba a quejar de mí o iba a gritarme. A veces podía ser muy
violenta y de pronto se echaba a llorar y se ponía muy pegajosa. Ningu-
na de esas reacciones parecía tener relación con mi comportamiento.
Ella simplemente seguía su propio guión y no importaba lo que cual-
quiera hubiera intentado hacer para complacerla. Pero yo la adoraba.
Era brillante y destellaba, y siempre creí que podría haber hecho algo
más con su vida. Nunca hizo nada realmente, aparte de ser madre. Esto
suena terrible y no quiero decir que ser madre no signifique nada. Pero
creo que mi madre hubiera querido mucho más.

Juliet: Quizá esos cambios de humor tan extremos estuvieran conecta-


dos con el sentimiento de estar atrapada. En el mito, los Gemelos son
siempre libres y siempre están en movimiento. Incluso después de la
muerte de Cástor y tras concederlo Zeus, los hermanos están constan-
temente yendo y viniendo del Olimpo al Hades. Géminis se aburre so-
beranamente examinando la vida sólo desde un punto de vista. Sólo
tiene interés si puede cambiar de asiento y ver la pantalla desde un pun-
to de vista distinto. Tu madre debió sentirse atrapada teniendo que
desempeñar un único papel en su vida, a saber, únicamente el de madre.

119
GÉMINIS, LOS GEMELOS CELESTES

Pero recordemos que se trata de tu MC y por tanto, tú también posees


esas cualidades geminianas. Puedes haber percibido a tu madre de esa
manera porque tú también eres así. Podría ser interesante que te asegu-
raras de no estar atrapada en un único rol, o en un trabajo repetitivo. Los
niños necesitan sentirse seguros cuando son pequeños y los cambios de
humor de tu madre han podido parecerte terribles y perturbadores. Esto
puede haberte provocado ansiedad durante mucho tiempo. Pero al mis-
mo tiempo dices que la adoras, por lo que probablemente tú también
necesites algo de movimiento y excitación en tu vida, aunque eso te
produzca cierta ansiedad e inseguridad.

Oyente: Yo también me siento identificado con eso que dices, debido a


mi Luna en la IX conjunta al MC en Géminis. Mi madre estaba siempre
“en ebullición”. Hablaba sin parar sobre en dónde íbamos a estar mejor.
Nos mudamos un montón de veces cuando yo era niño. Cambiaban los
lugares, al igual que sus esquemas; pero nunca parecía estar contenta
con lo que tenía o en el lugar en que estaba. Mi madre solía volverme
loco cuando yo era joven, pero resulta que, ahora que lo pienso, mis
hijos me dicen algo parecido. Creo que con frecuencia planeo una vida
diferente y mejor en otro país o ciudad. Quizá soy más parecido a ella
de lo que yo creía. ¡Qué idea más deprimente!

Juliet: ¡Sí, puede ser todo un choque las proyecciones que uno depositó
en otros vuelvan a casa!

Oyente: Yo tengo a Géminis en el MC y a Mercurio en trígono con él.


Cada vez que pienso en mi madre y en la relación que tenía con ella, lo
que salta instantáneamente es el vínculo que ambas teníamos a través de
la comunicación verbal. Podíamos hablar durante horas, algo que yo
siempre consideré como un gran extra cuando pienso en la cantidad de
amigos míos que no pueden comunicarse con sus padres. Mi madre y yo
podíamos chismorrear hasta que el infierno se congelara y realmente
pasarlo bien.

120
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

Juliet: El don de Géminis más reconocido es el de la facundia verbal, y


tener este signo en las casas parentales puede indicar que la comunica-
ción con el progenitor es importante. También vale la pena tener en
cuenta esto: si tienes facilidad de palabra, es fácil que las personas que
te rodean también sean capaces de seguirte la corriente; entonces,
¿quién es la buena comunicadora: tu madre o tú? Quizá tú tengas una
predisposición innata a suponer que tú y tu madre debéis entenderos, tú
la tratas así y ella responde en consecuencia a ese trato.

Oyente: No lo había visto así, pero puede que tengas razón.

Oyente: Tengo a Saturno en Géminis en la casa IV y siempre he tenido


enormes dificultades al comunicarme con mi padre. Es bastante retraído
y no importa lo mucho que me esfuerce, ninguna conversación entre
nosotros termina bien. Es Capricornio y encuentro que es muy frío y
nada fácil de llegar hasta él.

Juliet: Es bastante posible que tu padre sea, además, arquetípicamente


saturnino, especialmente porque tiene al Sol en Capricornio. Pero tam-
bién valdrá la pena tener en cuenta su carta y, quizá, reconocer el solita-
rio que anida en ti, que también busca la comunicación. O quizá la co-
municación es tan difícil para él porque la considera muy importante.
Saturno en Géminis indica que podría sentir que su educación es insufi-
ciente, o que tenía miedo de parecer idiota, o que los demás podrían
tomarle por tonto si abría demasiado la boca. A primera vista los pro-
blemas de comunicación pueden parecer los mismos en gente muy va-
riada, pero las causas de fondo sí pueden ser distintas. Es posible que
todos esos miedos existieran en tu padre, pero también en ti.

Y quizá esperaras críticas de él, o te preocuparas de que él no te


encontrara suficientemente inteligente, por lo cual se pudo haber creado
una cierta tensión emocional, que es en parte culpa tuya, y que ha podi-

121
GÉMINIS, LOS GEMELOS CELESTES

do hacer difícil establecer la comunicación. Podría haberse sentido in-


comprendido por tu parte o creyó que no estaba a la altura de tus expec-
tativas de un padre inteligente y comunicativo. Es muy fácil, como ya
he dicho antes, proyectar nuestras dificultades sobre otros, sobre todo si
son buenos ganchos para colgárselas; pero en orden a nuestro propio
desarrollo como personas es aconsejable mirar dentro de nosotros mis-
mos.

122
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

Cáncer, el Cangrejo
Sigamos avanzando ahora en nuestro viaje para echar un vistazo a Cán-
cer, el Cangrejo. Cáncer está representado por un animal provisto de un
duro caparazón como símbolo, aunque no siempre ha sido así. Entre los
babilonios se la llamaba la Tortuga y entre los antiguos egipcios fue el
escarabajo sagrado que representaba al dios Sol. En el mito griego el
Cangrejo es una ayuda para Hera, esposa de Zeus. Cáncer, signo de
Agua, es bien conocido por ser sensible y emocional, está bastante bien
protegido en muchos sentidos. El cangrejo posee su caparazón duro al
efecto de replegarse en él en una situación de peligro; de igual forma, al
esquivo Cáncer le disgusta el enfrentamiento cara a cara. Esto es cierto
en muchos nativos de Cáncer: evitan la confrontación directa dando
vueltas y esperando obtener lo que necesitan sin tener que ser demasia-
do agresivos para conseguirlo. Por lo tanto, aunque dan la impresión de
ser vulnerables y blandos, e innegablemente sensibles, son mucho más
duros de lo que su fama ha hecho creer.

La mitología griega del cangrejo hace una referencia necesaria al


héroe Heracles, que comenzó siendo uno de los muchísimos hijos ilegí-
timos de Zeus. Lo que fastidiaba a Hera es que ese niño estaba destina-
do a ser especial, el hijo que lucharía al lado de Zeus en una próxima
batalla. Hay una cierta ironía en el hecho de que su nombre signifique
precisamente “gloria de Hera”. No importaba lo que intentara Hera para
destruirle, pues él consiguió sobrevivir a todos los ataques hasta el final.
Como ya sabemos, Hera era muy celosa de toda la progenie ilegítima de
Zeus con otras mujeres y la odiaba, porque la veía como un ataque fron-
tal a su posición en el Olimpo y a su familia. Pero Herakles representa-
ba una amenaza mayor. A Hera le fastidiaba tanto la existencia de He-
racles que envió dos serpientes para que lo mataran. Pero ya desde la
cuna Heracles mostró una fuerza descomunal, ¡y las estranguló con sus
propias manos cuando apenas tenía un día de edad!

123
CÁNCER, EL CANGREJO

Hemos de recordar que todos los personajes de cada mito zodiacal


tienen algo del propio signo. Esto se aplica tanto a Hera como al cangre-
jo en este relato. Si tomamos a Hera como imagen arquetípica, vale la
pena que recordemos su papel de protectora de la santidad de la familia.
Cuando Zeus dividió el mundo conocido entre cielo, océano y tierra,
cometió un error táctico bastante desafortunado. Tras la gran batalla
contra los Titanes en que éstos fueron derrotados, los tres hermanos
victoriosos (Zeus, Hades y Poseidón) echaron en suertes quién reinaría
sobre los dominios del inframundo (que recayó sobre Hades), sobre el
océano y todo lo que hubiera bajo el mismo (que recayó sobre Posei-
dón) y para Zeus quedaron los cielos. Zeus decretó que la tierra no de-
bería recaer sobre ningún dios y estar libre de todo dominio.

Entonces Zeus se volvió a sus hermanas, que también habían lu-


chado a su lado. Otorgó a Hestia las cuestiones domésticas. A Deméter
le asignó el domino de lo relativo a las cosechas y los frutos del jardín
de la tierra. Luego se volvió hacia Hera, la más poderosa de las tres y
rápidamente se dio cuenta de que no quedaba mucho por conceder. Hera
se dio cuenta también de que algo no iba bien y estuvo a punto de enfu-
recerse mucho; pero Zeus pensó rápido y consiguió evitar el desastre
anunciado que Hera iba a ser su esposa, la Reina del Cielo. En un pri-
mer momento Hera se sintió engañada —¿de qué valía ser la esposa de
Zeus, comparado con los demás regalos que ya había otorgado?— y
desapareció del Olimpo dando un buen portazo. Zeus estaba ansioso por
calmar los ánimos y finalmente la localizó. Se le apareció en forma de
cuco desamparado, cuya apariencia triste y cansada suscitó la compa-
sión de Hera. (Daos cuenta de que Zeus aquí aparece como canceriano:
uno de sus mejores trucos es usar una apariencia triste y patética, ¡para
que la gente le tenga lástima y dé a Cáncer lo que éste o ésta quieren!).
Hera acercó el cuco a su pecho, momento en que Zeus recuperó su apa-
riencia divina e hizo que la noche se prolongara durante trescientos

124
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

años 15. Al final, Zeus y Hera volvieron al Olimpo, pero esta vez Hera
estaba llena de orgullo por el hijo que llevaba en su seno.

Así, pues, el papel de Hera y su dominio fueron los de esposa ar-


quetípica y madre, lo que nos da pistas acerca de por qué ella defendía
su posición de forma tan celosa y posesiva. También nos proporciona
algunas sutiles percepciones sobre Cáncer, que es un signo apasionada-
mente ligado a la familia y muy posesivo respecto de aquello que cree
que le pertenece. Los cancerianos son frecuentemente personas muy
orientadas a la familia y a la tradición; odian cualquier cosa que amena-
ce con romper el círculo mágico. En parte eso se fundamenta en la natu-
raleza fuertemente emocional de Cáncer y en parte con el hecho de que
Cáncer se identifica con ese papel en el mundo. Ver amenazado eso
significa una humillación y la pérdida de los seres queridos. En el mito
Hera ejerce de esposa devota y apasionada; pero es demasiado orgullosa
y sensible respecto de aquello que podría dejarla en mal lugar ante
otros.

Volviendo a Heracles, Hera acordó maliciosamente que Heracles


realizara sus famosos Doce Trabajos, que hubieran acabado con cual-
quier hombre normal; pero está claro que Heracles no era un tío normal.
Su segundo Trabajo fue matar a la Hidra de Lerna, un monstruo dotado
de nueve cabezas de serpiente, cuyo aliento y cuya sangre eran veneno-
sos y que vivía en un pantano hediondo. Por si eso no bastara, cada vez
que Heracles cortaba una cabeza salían nueve más. Todos tenéis frescas
las tablas de multiplicar, así que ya os podéis imaginar cómo podría
haber acabado la cosa. Mientras duraba la lucha, Hera incluso envió un
cangrejo gigante. El cangrejo clavó sus pinzas en el tobillo de Heracles
y se aferró a él, mordiéndole durante un largo rato. Finalmente Hera-
cles, un tanto irritado, lo mató de un pisotón. Hera recompensó al leal

15
Añadimos el dato de la duración por Robert Graves, Los mitos griegos, 1. Alianza,
1985, núm. 12. (N. del T.)

125
CÁNCER, EL CANGREJO

pero infortunado cangrejo colocándolo en el zodíaco como la constela-


ción de Cáncer, teniéndolo como símbolo del servicio que le prestó y a
la familia olímpica.

Cuando pensamos en Cáncer, la primera idea que nos viene a la


cabeza es la de su tradicional posesividad. ¿Qué imagen parental puede
ofrecer este signo? ¿Qué podemos esperar de un padre o madre Cáncer?

Oyente: ¿Un pariente pegajoso? ¿Alguien que sea posesivo con sus hi-
jos?

Oyente: Bueno, yo tengo a Cáncer en el MC y eso ciertamente describe


a mi madre.

Juliet: Sí, ésa es una de las posibilidades. Cáncer teme extremadamente


la soledad y detesta no estar en una relación. ¿Qué mejor forma de ase-
gurarse de estar en constante compañía que tener una familia numerosa
y cercana? Por supuesto, el lado positivo es que el progenitor reflejado
por Cáncer en el IC o el MC será probablemente muy nutricio y cariño-
so, la clase de padre que luchará por su hijo en las buenas y en las ma-
las, si bien puede resistirse bastante a soltar al hijo.

Oyente: Un buen amigo mío tiene a Cáncer en el MC y aunque tiene ya


veintisiete años, su madre sigue tratándole como a un crío. Viven en la
misma casa aunque él tiene un buen trabajo y podría pagarse perfecta-
mente una hipoteca; pero no le gustaría dejar el hogar familiar porque
tiene miedo de que eso hiriese los sentimientos de su madre.

Oyente: Puede funcionar en ambos sentidos. Podría ser que para él no


sea fácil separarse, porque tiene tanto miedo de la separación como su
madre. Ciertamente, un fuerte énfasis en Cáncer en una carta indica que
pueden presentarse problemas en relación a la separación respecto de
los padres y los problemas pueden también presentarse por ambos la-

126
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

dos. La separación entre los padres y el niño no siempre ocurre de for-


ma suave y al mismo tiempo. A veces lo que ocurre es que el niño se
siente preparado para separarse, pero los padres no, o a la inversa. Dado
que las partes involucradas no tienen ese sentimiento al mismo tiempo,
puede generarse mucha ira y dolor en el proceso. Y a veces, ya sea el
niño o el padre, o ambos, no alcanzan ese punto en que la separación es
tolerable. A ello ayuda el que se puede ver como “culpa del padre (o
madre”) , en vez de reconocer esa parte de uno que se resiste a dejar
marchar al hijo. En tu ejemplo, suena como si “fuera culpa de la madre”
que el hijo permaneciera con ella; pero quizá también él en parte lo
sienta así. Aunque dice que no quiere herir los sentimientos de su ma-
dre, él mismo puede estar aterrorizado por lo mucho que la echará de
menos si se va de casa. O podría estar proyectando el lado posesivo de
Cáncer sobre ella y está convencido de que si se va, ella nunca le va a
perdonar y va a tomar represalias como Hera cada vez se herían sus
sentimientos.

Oyente: Tengo al Sol en Cáncer en la casa IV y ciertamente reconozco


en ello a mi padre sobreprotector. Mi madre nos abandonó cuando yo
sólo tenía dos años y mi padre tuvo que hacer de padre y de madre. En
mis años de crecimiento estuvo extremadamente inquieto por mí y to-
davía hace un mundo de cualquier cosa que me pasa, como una gallina
vieja. Tardé años en convencerle de que me dejara abandonar la casa,
insiste en que le visite a menudo y prácticamente me llama cada día.

Juliet: Ésa es una buena descripción de un comportamiento canceriano


típico. No obstante, es interesante que hayas dicho: «Tardé años en
convencerle de que me dejara abandonar la casa». ¡Haces que parezca
que te encadenó al respaldo de la cama para que no te fueras! ¿Acaso te
impidió salir, o eras tú el que se resistía a irse tanto como él a dejarte
marchar? ¿O se trataba de que tú le necesitabas tanto como él a ti y que
sólo serías feliz si él te daba permiso para irte? Dado que él fue padre y
madre para ti, tu vínculo con él ha de ser profundo. Lo fue todo para ti y

127
CÁNCER, EL CANGREJO

probablemente tú también para él. A ambos os habrá costado mucho la


separación. Lo inteligente, probablemente, sea admitir que tú sólo te
hubieras “permitido” irte de casa con su bendición, porque no querías
arriesgarte a perder esa cercanía emocional en vez de culparle por no
dejar que te fueras.

128
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

Leo, el León
El león es un símbolo de realeza y poder creativo masculino, que era
adorado en el antiguo Egipto cuando el Sol entraba en Leo, coincidien-
do con las inundaciones anuales del Nilo. Los antiguos egipcios perci-
bieron como sagradas las aguas fertilizantes y creyeron que el León
celestial era el causante. Probablemente ése sea el origen de las fuentes
con cabezas de león encontradas en los yacimientos arqueológicos, en
que el agua fluye de la boca del león.

Para los griegos, en cambio, la constelación del León representaba


la lucha de Heracles con el León de Nemea, el primer Trabajo del gran
héroe solar. Regido por el Sol, que simboliza el verdadero yo, la meta
de Leo es la consecución de una individualidad única. En el ciclo de los
Trabajos de Hércules, que son solares porque marcan el paso del Sol
por los doce signos del Zodíaco, el combate de Heracles con el León de
Nemea describe la lucha y el triunfo final de la fuerza, la disciplina y la
valentía sobre las emociones y deseos incontrolados y primitivos. El
León es un yo en estado infantil y salvaje, una identidad en los primeros
momentos de vida, previa a la existencia de una conciencia. Es muy
interesante tomar en consideración que, de todos los Trabajos que llevó
a cabo Heracles, sólo en éste eligió ponerse la piel del león como un
trofeo. Así, los deseos primitivos del León no son sólo primitivos y sal-
vajes. En sí mismos valen la pena, aunque verlos desde la barrera no es
lo mismo que verse atacado por ellos.

El León de Nemea era una bestia enorme que rápida y vorazmente


iba vaciando los pueblos de la comarca y la tarea de Heracles consistía
en matarlo. Esto supuso un reto para Heracles, dado que la piel del león
era tan gruesa que ningún arma podía atravesarla —ni espada, ni lanza,
ni palo podían causarle rasguño alguno—. Este león es un símbolo de
pasiones descontroladas (destruye más que crea y satisface indiscrimi-

129
LEO, EL LEÓN

nadamente sus instintos sin ningún tipo de consideración por el resto de


seres vivos). Para poder vencer a la bestia Heracles tuvo que emplearse
a fondo y tirar de sus reservas de fuerza y de valor entrando en su gua-
rida y estrangulándolo con sus propias manos, sin ningún tipo de ayuda
artificial (únicamente usando de sus propias ideas y recursos). Al final,
una vez estrangulado el león, le desolló con sus propias garras e hizo de
la piel una coraza que le proporcionó total protección.

En otras palabras: Herodes no simplemente mata al león, que sig-


nificaría la destrucción del poder y la fuerza que había en él, así como
su instinto y orgullo. En vez de eso, “exprime” sus cualidades destructi-
vas y usa su vertiente positiva para un mayor provecho, que es lo que
representa la piel del león convertida en coraza. Los nativos de Leo a
los que no les emociona la introspección así considerada —la lucha
cuerpo a cuerpo sin más ayuda que las manos contra su “bestia inte-
rior”— tienden frecuentemente a ser orgullosos y arrogantes en un nivel
superficial y carecen de la sabiduría y la fuerza que ese viaje interior
suele exigir. A estos nativos les encanta tener audiencia y necesitan a su
vez mostrarse ante ella, pero sólo los que libran ese combate interior
tienen algo auténtico que mostrar a los demás. Por tanto, cuando pen-
semos en Leo, pensemos en el León de Nemea, su coraje y su fortaleza,
así como en el potencial para usar las cualidades fogosas del signo de
una forma positiva y bien encauzada. Dado que Leo es Fuego fijo, la
energía puede canalizarse de una forma mucho más concentrada que a
través de los otros dos signos de Fuego.

Deberíamos recordar también que Heracles nunca habría enfren-


tado en primer lugar al León de Nemea si no hubiera sido por las ansias
de venganza de Hera. Ella es la única responsable de haberle metido en
ese lío. Dado que vale para todos los Trabajos de Heracles, hemos de
considerarla, dentro del Trabajo del León de Nemea, como un factor
más del viaje interior de Leo. Hera es la regente de la familia, de la mu-
jer y de la madre. Así, pues, lo que hace que Leo trabe ese combate con

130
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

el León interior es la necesidad de separarse de la familia y de conver-


tirse en individuo por derecho propio. Para poder hacer esto, Leo debe
enfrentarse a la ira de Hera. Es el precio que se paga por ser especial:
Leo puede tener que enfrentar la ira de los demás o de la familia, la
envidia de los amigos u otros colegas si quiere cumplir todas las expec-
tativas.

¿Qué imagen parental creéis que ofrecerá Leo en la cúspide de la


casa IV?
Oyente: Tengo a Leo en el IC y mi padre tiene el Sol en Leo. Debo de-
cir que en nuestro hogar él era el indiscutible Rey del Castillo. Es gra-
cioso: aunque nunca tuvimos demasiado dinero, siempre se comportaba
como si nosotros fuésemos la familia más importante de nuestra calle.
Siempre hacía gestos magnánimos que no nos podíamos permitir; pero
mi madre, que tenía el Sol en Tauro, se las arreglaba de alguna manera
para que, arañando peniques de todas partes, ¡él pudiera seguir siendo
Rey!

Juliet: Es una forma interesante de ver a Leo en el IC. Así, tu padre se


conducía con maneras reales. ¿Le veías realmente así?

Oyente: Sí, en realidad lo hacía. Le admiraba mucho. De hecho, era un


hombre muy interesante e instruido; pero ignoro cuán esclarecido era él
de verdad. Creo que fue un excelente showman, pero no sé cuánto había
detrás de toda esa actuación.

Juliet: ¿Y qué me dices de ti? ¿Y de tu madre? ¿Os resentisteis teniendo


que interpretar un papel pequeño en su drama?

Oyente: Sí, supongo que yo sí. De mi madre no puedo hablar. Quizá no


lo necesitaba. Pero ciertamente hubo veces en que deseé que se callase
y me dejara a mí ser especial alguna que otra vez. Creo que él quería
que sus hijos formaran parte del show, a mayor gloria suya.

131
LEO, EL LEÓN

Juliet: A veces Leo, como imagen parental, puede salirnos por este la-
do. Los sentimientos de admiración hacia un progenitor así suelen ir
mezclados con el resentimiento, porque el niño desea también ser espe-
cial él mismo. Leo es el signo del niño, y de alguna manera todos los
niños se ven a sí mismos como el centro del mundo. Los niños necesitan
sentirse así cuando son jóvenes —les da igual que se les recuerde que
hay millones como ellos en todo el mundo—. El ego no puede desarro-
llarse sin un componente de egoísmo. Leo en la casa IV o en la X a me-
nudo significa que el progenitor quiere ser la estrella y que no hay sitio
para más estrellas. Por supuesto, con Leo en el IC tú también necesitas
ser una estrella, por mucho que te disguste admitirlo.

Bueno, ¿y qué hay de Leo en el MC? ¿Alguno de vosotros lo tie-


ne?

Oyente: Sí, yo tengo a Leo en el MC. Mi madre es Piscis. Es verdade-


ramente de Agua, muy artística, relacionada con el ballet y todo eso y
era actriz antes de casarse. Pero lo que recuerdo de ella más claramente
es que, cuando tenía cerca de once años, nuestra familia tuvo un pro-
blema económico tremendo. El negocio de mi padre se fue al garete y él
simplemente se derrumbó. Pero lo que entonces quedó en evidencia fue
la maravillosa resiliencia de mi madre. Nunca permitió que la familia se
hiciera pedazos y luchó con uñas y dientes para mantenernos a flote. Y
aunque nos mudamos a una casa pequeña y la vida que habíamos lleva-
do hasta entonces quedó en nada, ella siempre actuó como si todo lo que
teníamos fuera lo más exquisito y se condujo siempre de una manera
verdaderamente regia. Entonces no me di cuenta de verdad, no sé, pero
desde entonces la admiré por ello. Debió ser durísimo para ella, pero
nunca mostró flaqueza alguna. La vi comportarse como una verdadera
reina afrontando la adversidad, lo cual siento que es un rasgo muy típico
de Leo.

132
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

Juliet: Es interesante notar que en ambas historias el progenitor tiene


conexiones “reales muy definidas, ¡lo que desde luego parece muy
apropiado. Además, ambos habéis expresado vuestra admiración por el
progenitor representado por Leo. Admiración, no obstante, no es lo
mismo que amor o cariño, y aunque puedas sentir ambos a la vez, signi-
fica que esa persona es realmente “especial” y diferente de otras perso-
nas. Parece como que ambos progenitores son buenos “ganchos” para
proyectar las cualidades leoninas. Pero también esa admiración dice
algo de vuestro verdadero valor. Tu regia madre, que tan fuerte fue en-
frentándose a las dificultades, es también una imagen interior de ti mis-
ma, y puede describir el coraje y la fuerza a las que puedes aferrarte
cuando tú misma te enfrentes a la adversidad.

133
VIRGO, LA VIRGEN

Virgo, la Virgen
La constelación de Virgo simboliza a la Virgen celestial que sos-
tiene una palma en la mano y una espiga de trigo, que representa a Spi-
ca, la estrella más brillante de la constelación. Era adorada como la gran
diosa de la cosecha en todo el mundo antiguo. El origen del culto de
esta gran diosa, que era virgen y madre a un tiempo, se remonta a los
tiempos prehistóricos; pero desde que se tienen noticias de ella, estuvo
siempre asociada a la constelación de Virgo, por la cual, desde luego,
transita el Sol durante el tiempo de la cosecha anual. Para los babilonios
fue Ishtar, diosa de la fertilidad y del amor. Ishtar fue una diosa bastante
agresiva y violenta, cuyo amante era Tammuz, el dios del maíz. Ocupa-
ba el lugar de Ishtar en el inframundo y moría cada otoño, segado en su
mejor momento durante los rituales de la cosecha para renacer en la
primavera como grano nuevo.

Para los griegos Virgo es tanto Deméter, diosa madre del maíz y
de la abundancia, como Perséfone 16. Ambas representan conjuntamente
las dos facetas de lo femenino. La desaparición anual de Perséfone en el
inframundo, arrebatada por Hades, dios de los muertos, y su reaparición
en primavera, fue considerada por los griegos un misterio muy sagrado.
Fue un mito importante porque no sólo explicaba el transcurso de las
estaciones, sino que también formó la base para el gran culto mistérico
desarrollado en Eleusis, que tenía relación tanto con la renovación espi-
ritual como con la renovación de la naturaleza. Antes del rapto de Per-
séfone se creía que Deméter y ella regían la tierra en medio de una
abundancia sin fin. Las cosechas fructificaban grandemente y los frutos
colgaban pesadamente de los árboles. Pero cuando el deseo de Hades de
tener una criatura luminosa y brillante y vivaz con quien compartir su

16
Perséfone («la que trae la destrucción») es el nombre que adoptó una vez se casó
con Hades y después de que éste la raptara. Antes de eso era simplemente Koré, «mu-
chacha». (N. del T.)

134
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

reino tenebroso llevó a éste a secuestrarla, todo cambió de una forma


irrevocable y el orden natural de la tierra ya nunca más fue el mismo.
Hay un sentimiento de expulsión del Paraíso. Como Eva, que tentó a
Adán con una manzana y causó su desgracia, la belleza de Perséfone
tentó a Hades y cambió el equilibrio en la vida terrenal trayendo el frío
y la mortalidad del invierno a la tierra.

Si Perséfone no hubiera comido nada en el inframundo, Deméter


hubiera podido recuperar a Perséfone para sí. Pero a Perséfone le apete-
ció comer una granada y por lo tanto fue condenada a permanecer tres
meses en el reino oscuro de Hades. La granada es considerada como
símbolo de fertilidad, debido a la gran cantidad de semillas que contie-
ne. También puede ser un símbolo sexual, por lo cual lo que el mito nos
está contando en realidad es que Perséfone sucumbió al deseo de Hades
y por lo tanto dejó de ser virgen. Su regreso a la tierra marcó el inicio de
la primavera. Deméter cubrió la tierra de olorosas flores para saludar su
regreso. Durante los meses de verano los frutos y las cosechas estuvie-
ron listos para ser recogidos Pero en el otoño, los árboles se marchitaron
y perdieron sus hojas como preparación a los meses en que Perséfone
debía descender a las regiones oscuras para cumplir sus obligaciones
como reina de los muertos.

El mito de Deméter-Perséfone describe las tres fases del ciclo lu-


nar, que a su vez está relacionado con el ciclo menstrual. La Luna Cre-
ciente 17 es Perséfone, la Virgen, joven y llena de potencial, el útero pre-
parándose para acoger una nueva vida. La Luna Llena es Deméter, la
madre, madura y fértil, el potencial cumplido, el niño que ha llegado a
buen término. La Luna Menguante es Hécate, la diosa del inframundo,
que reina en ese lugar en que acaba todo lo viviente, cuando su tiempo

17
El texto se refiere a la «Luna Nueva» (New Moon), pero debería decir la «Luna
creciente», pues la Luna Nueva es en realidad invisible. Lo mismo ocurre con la Old
Moon, que traducimos aquí como «Luna menguante». (N. del T.)

135
VIRGO, LA VIRGEN

sobre la tierra ha terminado, cuando el trabajo de la madre ha terminado


y el niño ha crecido y se ha ido de su lado.

Virgo está regido por Hermes/Mercurio, el mensajero de los dio-


ses, a quien le fue encargada la delicada misión de alcanzar un acuerdo
en cuanto al papel dual de Perséfone. Era el dios de la inteligencia y de
la destreza mental, de tal manera que este signo combina una mente
flexible y ordenada con las leyes del orden natural. El hecho de que
Mercurio pudiera encontrar una solución al conflicto entre Deméter y
Hades significa que la inteligencia de Virgo se aplica a encontrar solu-
ciones para crear orden y armonía allí donde existe un conflicto por el
desarrollo natural de la vida. La imagen del Virgo práctico y eficiente se
ilustra bellamente a través de la propia naturaleza, que no desperdicia
nada y en la que todo tiene su momento y lugar. La muerte de lo viejo
proporciona alimento a lo Nuevo (así, las hojas marchitas de los árboles
se convierten en alimento para la próxima generación. La naturaleza lo
recicla todo. El ciclo natural de Luna Creciente, Llena y Menguante (el
principio, la culminación y el fin) que, con los mitos de Perséfone, De-
méter y Hécate se convierte en el ciclo vital (nacimiento, culminación y
muerte). Estos ciclos tienen una cualidad fatalista y así Virgo a veces
muestra una aceptación pasiva del desarrollo de las cosas. Esto puede
ser muy positivo, porque Virgo puede adaptarse y fluir con las circuns-
tancias, esperando el momento adecuado sin necesidad de forzarlas ni
controlarlas; pero también puede ser tan pasivo como Piscis, y llegar a
sentirse tan mártir como éste, aunque difieran en el hecho de que a Pis-
cis le martirizan las emociones, mientras que a Virgo son los hechos
concretos.

¿Algún comentario? ¿Cómo se ve este signo en las casas parenta-


les?

Oyente: Yo me imaginaría a una madre Virgo como muy eficiente y


organizada, quizá muy interesada en la salud y el bienestar.

136
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

Juliet: Sí, eso suena bien y ciertamente es una de las diversas maneras
en que Virgo puede expresarse. ¿Alguien tiene a Virgo en el MC? ¿No?
Bueno, entonces os propondré un pequeño. Una clienta con Virgo en el
MC describió a su madre como increíblemente trabajadora y centrada,
de forma muy consciente, en la salud y el bienestar de sus hijos. Apa-
rentemente esta madre había leído montones de libros acerca de todas
sus enfermedades y siempre estaba buscando remedios alternativos,
entonces no tan aceptados como lo son hoy. De hecho esta clienta ha
seguido las huellas de su madre porque sigue experimentando con nue-
vos modos de sanación (¡razón por la cual llamó a mi puerta para una
lectura de horóscopo!).

Oyente: ¡No he levantado mi mano a tiempo! Tengo a Virgo en el MC y


mi madre no estaba metida en el tema de la medicina alternativa ni nada
de eso. Era ciertamente muy trabajadora y contribuyó al sostenimiento
de la familia. Trabajó durante toda mi infancia y se entregaba a fondo.
Pero era también una hipocondríaca. Siempre pensó que moriría de un
cáncer, un ataque al corazón o de una caída, y mencionar la palabra
“muerte” la hacía sentir realmente muy disgustada e incómoda. Era muy
supersticiosa.

Juliet: Ése es, a veces, el lado oscuro de Virgo. Obsesionarse con la


salud puede llevar a obsesionarse con la enfermedad y Virgo puede
mostrar a veces una preocupación bastante insana por todos los trastor-
nos conocidos. Es una especie de miedo a la naturaleza más que de ar-
monía con la naturaleza. Puede que tenga que ver con un Virgo que no
ha aprendido aún a comprender y fluir con los ciclos naturales, por lo
que esos ciclos se han convertido en el origen de un miedo. ¡Mercurio
no se las ha arreglado aquí para llegar a un compromiso entre la vida y
la muerte!

137
VIRGO, LA VIRGEN

Oyente: Tengo a Virgo en el IC y estoy intentando ver cómo encaja mi


padre en todo esto. No parece estar en contacto con su cuerpo, pero
mentalmente es muy organizado. Desde luego, no encaja en el tópico
«Las Virgo son buenas secretarias», porque no ha recibido formación de
ningún tipo. Siempre le está diciendo a todo el mundo qué hacer exac-
tamente y cómo hacrlo.

Juliet: ¿Se jacta de ello en voz alta?

Oyente: No, realmente es bastante calmado y tranquilo; pero en la fami-


lia tenemos la certeza de que todo lo que toca funciona. Es el experto
para todo. Lo sabe todo, o al menos él cree que lo es. Personalmente se
organiza muy bien, tiene la agenda siempre al día y las listas hechas y
todo eso. Verdaderamente y ahora que lo pienso, odia el despilfarro y la
ineficiencia, así que probablemente sí entra en el prototipo de Virgo.

Juliet: Bueno, es la cúspide de tu casa IV, así que es la forma en que tú


percibes a tu padre, lo cual es un gancho para llegar a saber cómo es él
de verdad. ¿Alguna vez te hizo sentir torpe o incompetente, con toda esa
maravillosa organización que tenía?

Oyente: Bueno, realmente sí, durante mucho tiempo. No había pensado


en ello. Normalmente soy bastante caótico, la mayor parte del tiempo.
Crecí creyendo que mi padre era el único que sabía cómo hacer las co-
sas. Ciertamente hizo que mi madre pareciese igualmente desorganizada
y a menudo se burlaba de ello. ¿Quieres decir que eso puede ser un pro-
blema?

Juliet: Parece como si pudiera serlo. Quizá cuando reconozcas como


tuyas la inteligencia y el sentido práctico que proyectas en tu padre,
podrás sentir más confianza acerca de tu propia competencia. A veces
es difícil convivir con un padre tan competente e inteligente. Los niños
necesitan tiempo para aprender las cosas; y si el padre es impaciente y

138
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

es un sabelotodo, el niño puede empezar a sentirse bastante incómodo y


torpe. Un progenitor mercurial puede intimidar a un niño que no com-
prenda las cosas al vuelo como lo hacen Géminis o Virgo. Eso no signi-
fica que el niño no sea inteligente, sino que es una forma distinta de
aprender. Quizá habría aquí una cuestión a explorar. Cuando el MC o el
IC caen en Virgo, a veces se generan problemas relativos a ser suficien-
temente inteligente o competente, o a intentar estar a la altura de las
expectativas intelectuales o de tipo práctico del progenitor.

139
LIBRA, LA BALANZA

Libra, la Balanza
Sigamos con Libra. La Balanza Dorada, ubicándose a mitad del Zodía-
co, es un antiquísimo símbolo de la justicia, la armonía y el equilibrio.
El día y la noche tienen la misma duración durante el equinoccio de
otoño, cuando el Sol comienza su tránsito a través de Libra y así el Zo-
díaco, el año, y a su vez las almas humanas, están incluidas en ese equi-
librio. Los babilonios consideraban este período del año conectado al
pesado de las almas y con el juicio de los vivos y de los muertos. Ellos
no usaban la imagen de la Balanza, sino que asociaban esa región del
cielo con las pinzas del Escorpión, que eran las que impartían justicia.
Encontramos la primera imagen de la Balanza en el antiguo Egipto, en
que la diosa Maat pesaba las almas: en un platillo ponía una pluma y en
el otro el alma en cuestión, para determinar lo ligera y limpia de pecado
que estuviera.

Los romanos afirmaban haber creado el símbolo de la Balanza a


partir de las antiguas pinzas del Escorpión, pero en realidad la primera
mención de Libra ocurre durante el período helenístico. Los romanos
proveyeron a Astrea de la balanza, diosa de la justicia y señora de las
leyes de la naturaleza, de quien se dijo que fue la última inmortal en
abandonar la “tierra empapada de sangre” después de que las Edades de
Oro, Plata y Bronce del Hombre dieran paso a la maldad de la Edad de
Hierro. Hay un cierto debate acerca de si Astrea pertenece a Virgo o a
Libra: para los griegos era equivalente a Dike, diosa de las leyes de la
naturaleza y por tanto pertenecería a Virgo; en cambio los romanos era
la diosa de las leyes civilizadas y por tanto estaría conectada más a Li-
bra.

La Balanza está asociada también con Atenea, la diosa griega de


la sabiduría y la justicia, cuya imagen ha llegado a nuestras salas de
justicia como la joven de los ojos vendados, la balanza y la espada pre-

140
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

sidiendo los juicios. Quizá ésa sea una buena manera de considerar a
Libra, evolucionando desde las pinzas del Escorpión, desde la justicia
bruta del «ojo por ojo» a la disposición de usar la facultad de la razón
para llegar a un veredicto justo y objetivo. Este profundo cambio en los
valores humanos, reflejado en la emergencia de Libra como parte del
Zodíaco, se refleja en el mito de Orestes. Orestes asesinó a su madre,
Clitemnestra, por orden de Apolo y para vengar la muerte de su padre
Agamenón, asesinado a su vez por Clitemnestra. En castigo por ese
crimen, Orestes fue perseguido sin piedad por las Furias, las cuales,
como defensoras del derecho de la madre, querían tomar venganza por
dicho asesinato. Finalmente, en un estado lamentable y medio loco,
Orestes suplicó piedad a Atenea. Ésta, oponiéndose al salvajismo del
deseo de venganza de los dioses, presentó el caso de Orestes ante el
primer jurado humano, compuesto de doce hombres (¿quizá uno por
cada signo del Zodíaco?). Tras una larga discusión y una pequeña ayuda
de Atenea, cuyo voto fue decisivo, Orestes fue absuelto y así, por pri-
mera vez en el mito, fue un grupo de personas corrientes, no reyes o
dioses, quienes determinaron y juzgaron la naturaleza del bien y del
mal.

Atenea fue una diosa guerrera, pero su manera de encarar la gue-


rra era planificando estrategias y convocando conversaciones y confe-
rencias. No entraba directamente a pelear, a diferencia de Ares/Marte. A
éste nada le encantaba más que un buen tumulto y su idea del éxito en la
batalla era un campo lleno de cadáveres mutilados y la tierra empapada
en sangre. El enfoque de Atenea para alzarse con la victoria era mucho
más sutil: por ejemplo, prestó a Perseo su escudo para que lo usara co-
mo espejo cuando luchase con Medusa y así derrotar al monstruo sin
mirarle directamente. Atenea daba buenos consejos en la guerra, pero
sólo si la guerra se había declarado por una razón buena y lógica, o en
defensa de unos principios elevados.

141
LIBRA, LA BALANZA

No obstante, los nativos de Libra no son unos alfeñiques. Aunque


gustan de la armonía y de los entornos civilizados, lucharán por aquello
en lo que creen y son extremadamente duros de pelar si bien de un mo-
do elegante y hermoso. La gente a menudo subestima la dureza de Libra
porque primero preguntan educadamente la opinión aunque estén pen-
sando plantearte batalla. En la imaginería zodiacal la Balanza es el úni-
co objeto inanimado, lo que representa la perspectiva totalmente desa-
pegada y objetiva y la mente clara que nos son necesarias para permitir-
nos alcanzar una comprensión equilibrada de la vida y de cada uno.

El anhelo de Libra por el orden, la armonía y la belleza es repre-


sentado por el rechazo de Astrea a vivir entre los hombres mientras és-
tos siguieran riñendo y peleando, manchando así la tierra de sangre. Es
una imagen realmente muy apropiada de Libra, que a menudo digiere
con dificultad que la vida consista en una pelea continua. Una de mis
hijas es Libra y cierto día me informó horrorizada ¡que habían tenido
que diseccionar una oveja en clase de biología! De haber podido elegir,
mi hija hubiera usado un bisturí de varios metros para estar lo más lejos
posible del animal, y aun así difícilmente hubiera hecho incisión alguna.
Los otros niños parecieron disfrutar positivamente ese espectáculo tan
gore, pero no mi hija Libra, para quien fue muy desagradable. Mi otra
hija es Escorpio, y ella sí que disfruta con esa clase de espectáculos. Si
llevamos a alguna de nuestras mascotas al veterinario, mi hija Libra
tiene que esperar fuera hasta que termine la operación, porque para ella
es muy incómoda, ¡mientras que su hermana Escorpio asiste al veterina-
rio con las inyecciones y quiere conocer todos los detalles del examen!

Así pues, ¿qué clase de padre o madre creéis que este signo puede
sugerir cuando el IC o el MC caen sobre él?

Oyente: ¿Uno hermoso?

142
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

Juliet: Sí, es muy probable, o al menos que sugiera que ve a su progeni-


tor como persona justa, encantadora, de buen gusto o talentosa. Libra en
el MC a menudo da esa imagen de elegancia y belleza en la madre.
¿Alguno de vosotros tiene esta configuración?

Oyente: Yo tengo el MC en Libra y en conjunción a Neptuno. Mi madre


fue ciertamente encantadora cuando era joven, al menos en las fotos que
me enseñó. Ahora que pienso en ello, ¡me gustaba enseñar esas fotos a
cualquiera a quien ella hubiera convencido para que las mirara! Mi ma-
dre tuvo una vida muy triste y principalmente veo que ella desperdició
gran parte de su potencial, pero también veo que era bastante presumida
en cuanto a su aspecto. ¡Cuanto más pienso en ella, de detalles más pe-
queños me acuerdo! Solía insistir en que llevara el cabello rizado, por-
que era muy lacio cuando era niña y siempre me decía que ella tenía un
rizado natural y que nunca se había tenido que hacer la permanente.
Juliet: Me temo que acabas de describir el lado venusiano de Libra y
todos sabemos lo presumida que Venus puede llegar ser en el concurso
de belleza entre Venus/Afrodita, Atenea y Hera, del que tuvo que ser
juez el príncipe troyano Paris y que Afrodita ganó sin mover un dedo:
simplemente dejó caer su vestido. El “lado Atenea” de Libra es justo e
imparcial, pero al “lado Venus” no le gusta realmente competir. Cuando
Libra cae en el MC en la carta de una mujer, puede existir algún tipo de
rivalidad entre una madre y su hija. Tu madre te hace saber que ella es
más guapa que tú, porque su pelo muestra un rizado natural. Quizá le
resulta difícil envejecer. Ocurre un poco como en el cuento de Blanca-
nieves: «Espejo, espejito: ¿quién es la más hermosa del reino?”. ¿No es
gracioso que usemos la palabra fair en dos sentidos distintos y ambos
apunten a Libra 18? Pero incluso cuando aparece ese lado competitivo de
Libra, es capaz de usar la cabeza y pensar de forma imparcial. Pero
también significa que la percepción de tu madre como rival es algo que

18
En inglés, fair posee dos acepciones con las que la autora forma el juego de pala-
bras: “bella” y “rubia”. (N. del T.)

143
LIBRA, LA BALANZA

forma parte de tu carácter. Quizá tú también hubieras querido ser la más


hermosa, ¡pero es complicado encontrar sitio en la familia para dos Ve-
nus!

Hablando más en general, Libra en el MC a menudo denota una


imagen maternal civilizada. Los nativos de Libra, como hemos visto,
necesitan un entorno armonioso, justo y ordenado. Les disgusta la feal-
dad, por lo que el hogar de Libra estará generalmente decorado con gus-
to y bien ordenado. A los Libra les suele faltar calidez y espontaneidad.
Están tan ocupados preocupándose de que todo esté donde debe estar
que pasan por alto lo que sienten.

Oyente: Tengo el IC en Libra y definitivamente me identifico con la


necesidad de tener un entorno agradable. Nuestro hogar familiar fue
hermoso y pienso que fue en gran medida por la influencia de mi padre.
Era artista y diseñador y se ocupaba de la decoración de la casa. Mi
madre es Sagitario y tiene también buen gusto, pero es más extravagan-
te y tiende a pasarse de la raya. Solían tener enormes discusiones acerca
de cómo decorar el árbol de Navidad. Mi padre quería hacerlo con buen
gusto, con velas y lazos. Por el contrario, ¡mi madre hubiera querido
colgar en el árbol cualquier baratija que caía en sus manos!

Juliet: Creo que es una perfecta imagen de la diferencia entre Sagitario


y Libra. ¡Gracias! Pero vale la pena recordar que, dado que tienes a Li-
bra en el IC, te sientes cómoda con los gustos de tu padre porque le has
percibido como persona de buen gusto. Allí donde esté Libra en la carta,
es donde tendemos a buscar y a descubrir la armonía y la belleza. Quizá
si tuvieras a Sagitario en el IC podrías haber pensado que tu padre pasa-
ba demasiado tiempo combinando colores para decidir lo que quedaba
mejor. Y hubieras preferido el gusto exuberante de tu madre. Recuerdo
haber leído en alguna parte —lamentablemente no recuerdo exactamen-
te dónde— una divertida descripción de cómo se visten los signos; y ese
artículo o columna, o lo que fuese, explicaba que la mujer Libra vestía

144
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

con un traje de colores apagados y zapatos, cartera y sombrero a juego


del mismo gusto y color. El gusto es algo extremadamente individual; y
se entiende que el de Libra es “buen gusto” porque no es nada agresivo
y gusta a mucha gente.

Es también interesante observar la reacción de la gente ante el


progenitor del mismo o diferente sexo cuando Libra cae en el MC o el
IC. Si el progenitor es del mismo sexo que uno, normalmente hay esti-
ma, pero combinada con un montón de rivalidad. En ese caso uno se da
cuenta inmediatamente de cuándo el progenitor intenta que uno se sien-
ta molesto, por ejemplo, cuando tu madre alardeaba de su cabello riza-
do. Si el progenitor es el del sexo opuesto, en cambio, existe a menudo
un sentimiento de fascinación. Suele verse como bello, elegante, atrac-
tivo, de buen gusto y así todo. Dado que Libra está conectado con el
equilibrio de los opuestos, los opuestos sexuales son de gran importan-
cia para Libra y lo que Freud llamó “el drama familiar”, el triángulo
edípico, puede verse agrandado con Libra en el MC o el IC. Competir
con uno de los progenitores para ganar el cariño del otro progenitor al
que percibimos como bello es a veces un tema importante.

145
ESCORPIO, EL ESCORPIÓN

Escorpio, el Escorpión
En el mito griego, el escorpión está relacionad con el castigo divino por
la hybris. Cuando Faetón, el hijo de Helios, el dios-Sol, robó su carro
celeste en un rapto de orgullo, le picó un escorpión. Al instante, Faetón
perdió las riendas, lo cual causó que los caballos se soltaran y cabalga-
ran desbocados por el cielo, secando los ríos y abrasando la tierra. Al-
gunas regiones se congelaron mientras que otras quedaron calcinadas.
Los efectos de esa hybris son visibles todavía hoy: ¡zonas de tundra
helada conviven con desiertos abrasadores!

Otro mito en que interviene el escorpión es el de Orión, el caza-


dor. Orión era el hombre más alto y hermoso de su tiempo. Se enamoró
de Mérope, hija de Enopión, hijo a su vez de Dioniso. Enopión le pro-
metió la mano de su hija si liberaba su isla de las bestias peligrosas que
la asolaban. Orión cumplió rápidamente su tarea; pero Enopìón enton-
ces rehusó cumplir su parte del trato, porque amaba demasiado a su hija
como para dársela a otro hombre. Una noche, sintiéndose iracundo y
engañado, Orión se bebió un pellejo entero del vino de Enopión y, com-
pletamente ebrio, violó a Mérope. Furioso, Enopión invocó a su padre,
Dioniso. Éste dio instrucciones a sus sátiros para que emborracharan
aún más a Orión. Cuando al fin Orión dormía la borrachera, los sátiros
le sacaron los ojos y le dejaron tirado, literalmente ciego, en la playa.
Hasta aquí, incluso antes de que aparezca el escorpión en la historia ya
podemos identificar temas conocidos de Escorpio: el deseo sexual y el
deseo de venganza. Escorpio es un signo leal y determinado a hacer lo
mejor por cualquiera, hasta el momento en que se enfada o, peor, es
traicionado. Cuando Enopión rompió su promesa y toma efectivamente
por tonto a Orión, éste simplemente no puede soportarlo.

Orión buscó el consejo de un oráculo, que afirmó que si él viajaba


hacia el Este y giraba sus las cuencas vacías de sus ojos hacia Apolo en

146
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

el punto en que el dios-Sol salía desde el océano, recuperaría la vista.


Orión siguió las instrucciones (probablemente con dificultad, pues al
estar ciego no sabía dónde iba) y después de un largo viaje a pie, llegó
ante el océano más lejano, donde Eos, diosa de la aurora, se enamoró de
él. Apolo, hermano de ésta, le devolvió la vista, tal y como el oráculo
había dicho. Eos pasó unas cuantas noches de pasión con Orión, hasta
que éste se aburrió y la abandonó. Se dice que desde entonces Eos
muestra un color rosado al amanecer en recuerdo de su pasión.

Orión estaba decidido a buscar a Enopión y tomar cumplida ven-


ganza (cocida a fuego lento, a la manera escorpiana) y en su camino se
encontró a la diosa lunar Ártemis. Ártemis le encontró muy atractivo y
le persuadió para que le acompañara en una expedición de caza. Apolo,
sabiendo lo que había ocurrido con su otra hermana, estaba preocupado
por si Ártemis caía presa de los encantos de Orión y demostraba así ser
tan susceptible como Eos. Se dirigió pues, a la madre Tierra, y le repitió
palabra por palabra la fanfarronada de Orión, según la cual él dijo que
podría librar a la tierra de cualquier bestia o monstruo. La Madre Tierra
se encendió en cólera e inmediatamente envió a un enorme escorpión.
Algunas versiones del mito dicen que el escorpión picó y mató instantá-
neamente a Orión; otras, que huyó despavorido y que se tiró al mar.
Apolo entonces engañó a Ártemis: le hizo creer que una mancha oscura
que se veía a lo lejos nadando furiosamente era en realidad un granuja
que había seducido a una de sus sacerdotisas. Ártemis cogió su arco y le
disparó una flecha. Una vez se dio cuenta de que había matado a Orión
y de que era responsable de su muerte, rogó a Asclepio, hijo de Apolo,
que le devolviera la vida.

Aunque Asclepio aceptó y comenzó el proceso de resucitar a


Orión, intervino Zeus, furioso por la hybris de Asclepio al intentar alte-
rar las leyes de la naturaleza y el destino. Como es habitual, Zeus adop-
ta una naturaleza distinta y aquí se comporta de una manera muy escor-
piana, defendiendo el destino y la ley natural frente al orgullo de los

147
ESCORPIO, EL ESCORPIÓN

seres humanos. Mató a Asclepio con un rayo antes de que pudiera fina-
lizar su tarea y tanto él como Orión fueron enviados al inframundo. Ár-
temis se consoló colocando la imagen de Orión en el firmamento, per-
seguido eternamente a lo largo del cielo por la constelación del Escor-
pión. Cada vez que Orión aparece en el este, su enemigo el Escorpión
aparece por el oeste, por lo que ambos están sumidos en una persecu-
ción sin fin.

Oyente: ¿No está Asclepio relacionado también con una constelación?


Juliet: Sí. La constelación del Serpentario, conocida también como
Ofiuco, a veces considerada como la decimotercera constelación, se
sitúa entre Escorpio y Sagitario. El Ofiuco es llamado “portador de ser-
pientes”. Suele representársele luchando con una serpiente, lo cual se ha
convertido en un símbolo de la medicina moderna. Asclepio, el sanador,
es representado por esta constelación.

Oyente: ¿Cuál es el mito?

Juliet: Asclepio es hijo de Apolo y de una mujer mortal, llamada Coro-


nis. Desgraciadamente, Apolo descubrió que ella le había sido infiel con
otro mortal mientras estaba embarazada del dios. Apolo nunca tuvo
mucha suerte en el amor. Rabioso, el dios solar pidió a Artemis que
matara a Coronis, pero salvó al bebé (Asclepio) de la pira funeraria.
Apolo confió su hijo a Quirón, que lo crió y le enseñó los secretos de la
medicina y de la herboristería. Asclepio se convirtió en un gran sanador,
de tal modo que sus hijas fueron Hygeia (“salud”) y Panacea (“cura para
todo”), cuyos nombres podemos hoy reconocer como de uso generali-
zado. Normalmente se representa a Asclepio portando una serpiente, el
símbolo homeopático del veneno, que puede al mismo tiempo matar y
curar y que, al cambiar su piel, es un símbolo de renacimiento y renova-
ción.

148
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

Existen conexiones escorpianas con Asclepio, especialmente su


soberbia al intentar resucitar a Orión y su conocimiento de los secretos
de la vida y la muerte. Cuando los antiguos sacerdotes de Asclepio bus-
caban un nuevo lugar para levantar un centro de sanación, soltaban una
serpiente para que les guiara al lugar en que deberían edificar el nuevo
santuario. Hubo un gran centro de sanación dedicado a Asclepio en la
isla del Tíber, en Roma, lo cual se debió a que los sacerdotes de Ascle-
pio llevaron una serpiente a bordo de la nave. La serpiente saltó de la
nave y nadó hasta la isla del Tíber. Así supieron que el propio dios les
había guiado hasta ese lugar. Escorpio puede ser orgulloso y soberbio,
pero también es un gran sanador; por ello el signo se asocia tanto a la
medicina y a la cirugía como a la muerte.

Nos centraremos ahora en el debate sobre la imagen parental que


proyecta Escorpio en el MC y el IC. ¿Alguno de vosotros lo tiene?

Oyente: Mi novio tiene a Escorpio en el MC y definitivamente ve a su


madre como un cruce entre Atila, rey de los hunos, y la malvada bruja
del Oeste. Muchas veces me acusa de ser posesiva y celosa y de que me
entrometo demasiado en su vida. Mi Venus está en Escorpio, ¡así que
probablemente en esto tenga razón! Ciertamente puedo ver esos rasgos
de Escorpio en él; pero estoy empezando a conocer a su madre y es
realmente terrible.

Juliet: Como suele decirse, «Que seas un paranoico no significa que no


vayan a por ti». Es posible que la madre de tu novio sea una especie de
dragón, pero para él lo importante es reconocer esa parte Escorpio que
anida en su interior, ¿no? Y, por supuesto, ésa es la parte difícil de toda
interpretación: saber qué partes de la carta son proyectadas. En cierto
sentido es mucho más difícil reconocer las proyecciones cuando el gan-
cho encaja como un guante en la proyección. Y es difícil entender que
no es la cuestión lo que la otra persona objetivamente es. Así, aunque
hubiese un consenso general acerca de que la madre de tu novio es te-

149
ESCORPIO, EL ESCORPIÓN

rrible, eso no va a ayudar a tu novio a enfrentarse a sus propias pasio-


nes, profundas y oscuras. Todos los celos, la soberbia, el poder, el co-
nocimiento mágico y el ansia de venganza que se muestran en el mito
de Orión, reflejan cualidades escorpianas y son las de tu novio, no las
de su madre.

Al trabajar con un cliente, el terapeuta verá generalmente muchas


cosas que considerará enunciados del mundo interior del cliente y traba-
jará conforme a ellos. Recuerdo a una terapeuta contándome que estuvo
trabajando con una clienta que hablaba de su casa como de una prisión
en la que se sentía encarcelada y que la hacía caer en una depresión. La
terapeuta estuvo trabajando con ese material como parte del proceso
interior de la clienta; pero en una ocasión, una enfermedad grave obligó
a la terapeuta a visitar a la clienta en su casa. La terapeuta se sorprendió
al descubrir que el piso de la clienta estaba en un sótano profundo, con
gruesas rejas en las ventanas y la única vista era una pared desnuda. El
mundo interior de la clienta se había transformado también en su mundo
exterior; la prisión era real, aunque por supuesto hemos de preguntar-
nos, para empezar, ¡por qué esta mujer había elegido vivir en un lugar
como ése!

Oyente: Tengo a Escorpio en la casa IV y no puedo identificar ningún


tipo de posesividad o de poder en relación a mi padre. Fue verdadera-
mente un hombre poco de fiar, que bebía demasiado y que a veces des-
aparecía con el salario en el bolsillo y se lo gastaba en el bingo, hacien-
do a mi madre muy infeliz. Además, tenía un carácter terrible. Pero no
era una persona fuerte y nunca la sentí como orgullosa. No obstante, sí
hay una cosa importante y es una historia bastante terrible, que conecta
directamente con el mito. Se suicidó y la forma en que lo hizo sí fue de
verdad escorpiana. Mi madre y él estaban separados y esa situación le
dolió muchísimo porque ella fue la que insistió en la separación. No
llevó nada bien la separación y un día vino a casa y se clavó un cuchillo
en la garganta delante de ella. Antes de que ella pudiera avisar a un mé-

150
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

dico, él falleció. Ella nunca lo superó de verdad. Creo que habría podi-
do, pero con un montón de ayuda.

Juliet: ¡Qué historia más terrible y trágica! Uno nunca supera esas co-
sas. Lo único que puede hacer es hacer las paces con ellas al final. Sí, es
muy escorpiano y a mí me dice que en tu padre había mucha más inten-
sidad y pasión de la que tú llegaste a darte cuenta. Y es ciertamente mí-
tico —aunque no tenga nada que ver con Orión—. Dices que le veías
como un hombre débil y poco fiable, más bien poco orgulloso, pero tu
relato suena a todo lo contrario: el orgullo de tu padre le impidió su-
perar el rechazo de tu madre. Quizá su afición a la bebida tuvo que ver
con eso. También parece haber muchos secretos familiares bajo la su-
perficie, quizá de índole sexual, que costará mucho tiempo desvelar, si
al final buceas en ellos. Éste no sea probablemente el lugar para hacerlo,
pero quizá con esta información ya podrías empezar.

Oyente: Sí, creo que ya conozco algunos de ellos. Y sí, había otras co-
sas bajo la superficie. Es extraña la forma en que los mitos encajan en la
vida real, ¿no?

Juliet: Quizá sea porque los mitos son la vida real. ¿Nos vamos a Sagi-
tario?

151
SAGITARIO, EL ARQUERO

Sagitario, el Arquero
La constelación de Sagitario representa a un centauro, una criatura mi-
tad humana, mitad equina, apuntando con su arco y una flecha al cielo
estrellado. Algunos afirman que es Croto, mientras que otros dicen que
es Quirón. Como es habitual, hay algo de verdad en los mitos de ambos.
En general, los centauros eran una manada bastante salvaje, conocidos
mayormente por sus fiestas, bailes y trasiego de alcohol. Por supuesto,
los nativos de Sagitario poseen una reputación conocida de pasarlo bien.
Muchos de ellos son bastante capaces de hacerlo y la imagen generali-
zada los describe como amantes de la libertad, fiesteros en plan “marcha
destrozona”, lo cual encaja bastante bien en cuanto al Centauro medio.
No obstante existe una faceta de Sagitario que no se percibe a simple
vista. Esta faceta profunda, sensible y espiritual se pone de manifiesto
tanto en Croto como en Quirón, que constituyeron la excepción a la
regla general del Centauro “juerguista”.

Croto, de quien se dice que inventó el tiro con arco, prefirió una
vida tranquila y escogió vivir en paz y armonía con las Musas, hijas de
Zeus, que presidían las diversas formas de arte, música y poesía y se
dijo de ellas que estimularon a los hombres a tocar instrumentos musi-
cales y a desarrollar el amor por el arte y la literatura. Una de las Musas,
Urania, presidía la el arte de la astrología. Las Musas amaron profun-
damente a Croto y cuando murió, pidieron a su padre Zeus que colocara
su imagen en el firmamento como la constelación de Sagitario, el Ar-
quero. El maestro, la sed de conocimiento y de sabiduría, la espirituali-
dad y la educación superior, todas bajo el dominio de Sagitario, son un
reflejo de Croto.

La imagen de Sagitario, en primer lugar, es de dualidad —


representa una criatura mitad hombre, mitad caballo— Estas paradojas
nos ayudan a entender al completo las complejidades de los nacidos

152
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

bajo este signo. El mito de la creación de los centauros es uno de los


mitos apropiados. La parte equina representa el impulso y la energía
necesaria para la acción que tan fuerte es en este signo. La parte huma-
na, a su vez, refleja una visión del potencial para el crecimiento y el
conocimiento. El arco y la flecha simbolizan el deseo de generar ideas
de gran alcance e implican la necesidad de espacio para que la actividad
mental y física crezca y se expanda. Así obtenemos ese lado aventurero,
explorador, activo, extrovertido y amante de la libertad; y por otro, el
lado divino reflejado por el dios-hombre, que busca el conocimiento y
la aventura interiores a través de la creatividad en el arte, la historia o el
teatro y va en busca del sentido último de la vida.

El otro mito de Sagitario hace referencia a Quirón, el sabio cen-


tauro que a menudo es llamado “el sanador herido”. Quirón era nieto
(algunos dicen hijo) de la mujer-nube Néfele, creada por Zeus, y del
mortal Ixión (nos hemos referido a ellos en el mito del vellocino de
oro). Quirón era, por tanto, semidivino. Al igual que Croto, Quirón era
tranquilo y amable. Enseñaba la sabiduría de la tierra y el arte de curar a
los hijos de los reyes. Muchos grandes héroes fueron alumnos suyos:
así, Quirón y Heracles eran amigos. Al regresar del trabajo de la hidra
de Lerna, Heracles visitó a Quirón. Heracles, una vez derrotado el
monstruo, había bañado sus flechas con la sangre envenenada de ésta
para obtener una ventaja extra en futuras batallas. Desgraciadamente,
Heracles se sentó encima de su carcaj de flechas venenosas y una de
ellas se disparó, rozando el muslo de Quirón, la parte que era mortal. Si
Quirón hubiera sido completamente mortal hubiera muerto al instante;
pero siendo semidivino, aunque estaba gravemente herido, no podía
morir.

Forzado a sufrir lo que habría sido una insoportable agonía para


un mortal, Quirón se retiró a su cueva, obligado a vivir con un sufri-
miento que toda su ciencia no podía aliviar. Experimentó con diferentes
tipos de hierba y remedios para curar su herida, pero aunque en el pro-

153
SAGITARIO, EL ARQUERO

ceso pudo ayudar a muchísimos otros, no pudo encontrar remedio para


sí mismo. Esta imagen de sanación que proviene del sufrimiento es ob-
via para aquellos que se dedican a profesiones de ayuda, incluidos astró-
logos. Quirón es la imagen de la búsqueda del conocimiento, que no
puede curar todos los males, pero sí enriquecernos en la búsqueda. Qui-
rón nos ofrece una imagen dual: por un lado, el sufrimiento juntamente
con el conocimiento de que aquél nunca podrá ser sanado y al mismo
tiempo la esperanza de que “algo bueno ha de salir de tanto sufrimien-
to”. En cierta manera, esto parece capturar la esencia de Sagitario, el
cual, en momentos profundos, es normalmente muy consciente tanto de
las limitaciones como de las posibilidades que ofrece la vida.

Finalmente, Zeus permitió a Quirón intercambiar su vida por la de


Prometeo, que había sido sentenciado por los dioses a un castigo eterno
por haber robado el fuego para los hombres y que sólo podría ser libe-
rado de él si otro inmortal estaba dispuesto a dejar de ser inmortal y
entrar en el reino de Hades en favor de Prometeo. Quirón estaba tan
cansado de vivir con esa herida incurable y el dolor que le producía que
agradeció la oportunidad de liberarse de la angustia. Con mucho gusto
entregó su vida a Prometeo y así pudo morir en paz.

Vamos a considerar ahora qué clase de imagen parental puede dar


Sagitario en el MC y el IC. ¿Alguno de los presentes tiene ese empla-
zamiento? ¿No? ¿Alguna idea?

Oyente: Bueno, diría que, aunque no tengo ese emplazamiento en mi


carta, que ese progenitor podría verse como un aventurero y quizá muy
excitante, pero quizá también como poco digno de confianza.

Juliet: Sí, ése parece ser normalmente el caso. Visto a través de una
lente sagitariana, el progenitor se está moviendo siempre de un lado
para otro; y desde el punto de vista de un niño, eso puede parecer alar-
mante. Aunque más tarde ese punto de vista puede cambiar, cuando el

154
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

niño crezca y el individuo puede descubrir que quiere compartir la bús-


queda con el progenitor. Con Sagitario en la casa X, la madre puede
aparecer más grande que la vida, más colorida y más excitante, pero
también bastante apabullante.

Una cliente mía tiene el MC en Sagitario y afirmaba que su madre


(cuyo Sol estaba en Leo) siempre la había dejado a la sombra. Mi clien-
ta, una tímida y retraída con el Sol en Piscis y la Luna en Capricornio,
sentía que su extravagante y atractiva madre siempre la eclipsó de todas
las formas posibles. Trabajé con esta clienta los problemas con su ma-
dre durante varias sesiones, dado que constituía una cuestión importante
para ella. Toda ella irradiaba la sensación de haber proyectado sobre su
madre las partes interesantes de su carácter, mientras ella se reservaba
las partes aburridas y apocadas del mismo. No obstante, los hechos no
confirmaban en absoluto esta impresión.

Su madre vivía en una pequeña isla, donde ella se comportaba


como si fuera una persona realmente importante, aunque de hecho no lo
fuse. Nunca se mudó, viajó o hizo nada en su vida excepto hablar de
ello. Mi clienta veía admirables y fuente de interés todos los hechos de
su madre. Pero mi clienta dejó caer en el curso de nuestras sesiones, sin
darse cuenta, historias acerca de sus propios viajes, que incluían lugares
como Nueva Zelanda, África, toda Europa y parte de Oriente Medio.
Había viajado por todo el mundo mientras intentaba encontrar su lugar
en él. Pero ella simplemente no consideraba en absoluto interesante
nada de lo que había hecho, porque había asumido que la persona real-
mente interesante era su madre. En otras palabras, ella vivió a fondo su
MC en Sagitario, ¡pero sin reconocerlo!

Oyente: ¿Quieres decir que la proyección sobre su madre de todas las


cualidades aventureras significa que ella no podía ver todo lo que ella
estaba haciendo por sí misma? Creía que proyectar algo significaba que
tú no lo vivías.

155
SAGITARIO, EL ARQUERO

Juliet: Puedes proyectar algo e imaginar que pertenece a alguna otra


persona, aunque puedas estarlo viviendo en primera persona de una
forma muy obvia y todos los que te rodean se estén dando cuenta de
ello. Proyección no significa necesariamente supresión. Significa no ser
consciente de algo, y por tanto, percibirlo como si fuera propio de otra
persona. Normalmente, cuando proyectamos algo, al mismo tiempo
nosotros también lo manifestamos, pero con frecuencia somos los últi-
mos que nos damos cuenta, y entonces un amigo nos dice: «Ah, por
cierto, mira que estás haciendo esto o lo otro» y nos enfadamos o nos
sentimos terriblemente incomprendidos porque no imaginamos siquiera
por qué una persona pudo decir algo así.

Oyente: Yo creía que el MC es la persona 19, la imagen que mostramos


al mundo, mientras que el IC sería esa parte más oculta e inconsciente.

Juliet: El MC, según creo, tiene mucha relación con lo que nosotros
mostramos al mundo, cómo aparecemos ante los demás. Pero no nece-
sariamente sabemos cómo lo hacemos. Podemos comportarnos en cier-
tos casos de forma muy inconsciente y preguntarnos entonces por qué
un empleador, o un grupo al que pertenecemos, reaccionan de forma
distinta a la esperada por nosotros. Que nosotros mostremos una deter-
minada imagen al mundo no significa que seamos conscientes de la
imagen que proyectamos (¡especialmente si, como mi cliente, tenemos
una madre a la cual podemos colgar nuestras proyecciones!). La madre
de mi cliente era Leo, así que es posible que ella se resintiese porque su
hija empezara a hacerle sombra y la madre la estimuló a pensar en sí
misma como en una persona aburrida y apocada. Lo mismo puede ocu-
rrir con el lado infantil y jupiteriano de Sagitario: sería el vanidoso y
egoísta padre de los dioses, que debe ser el mejor en todo y se enfada de

19
«Máscara», en el sentido junguiano de la palabra. (N. del T.)

156
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

verdad cuando alguien le hace sombra de algún modo. ¡Ser la reina de


una isla es algo muy típicamente leonino!

Siempre que empecemos a pensar en el signo ubicado en el MC o


el IC como la imagen que tenemos del padre o de la madre, tenemos
también que pensar en el tipo de dinámica que se genera entre el proge-
nitor y el hijo. Algunos signos son más teatreros y egoístas que otros; y
un signo de Fuego en el MC puede significar que los problemas conec-
tados con la rivalidad, el ser primero y mejor y el ganar, pueden colarse
en la relación entre el niño y el progenitor. De igual manera, los mitos
conectados con el signo en el MC o IC pueden decirnos algo acerca de
las expectativas del progenitor en cuestión, así como las percepciones
del niño. Mi cliente, con Sagitario en el MC, pudo haber percibido a su
madre como la persona más fascinante del mundo. Pero su madre tam-
bién pudo haber esperado que su hija fuera excitante, dinámica y aven-
turera, y aunque la vida de mi clienta resultó en realidad excitante, quizá
de pequeña era demasiado introvertida o tímida para imaginar que po-
dría cumplir las expectativas de su madre. Hay que tener en cuenta to-
das estas sutilezas de la interpretación, que pueden comportar que las
imágenes míticas relacionadas vayan de un lado para otro en la dinámi-
ca de la relación entre padres e hijos.

A veces no se trata del lado jupiteriano alborotador, aventurero o


centauro de Sagitario el asociado con el progenitor. No pocas veces se
trata del progenitor sabio y experimentado, que ha vivido mucho, al que
la vida ha golpeado y lo sabe todo, o es un intelectual o pensador pro-
fundo. Esto es más fácil de aceptar para el niño que sea el padre, dado
que el padre puede (o se le “permite”), en cierta manera, ser distante y
dedicado a abstracciones filosóficas. Aunque puede ser percibido como
un fracaso emocional, normalmente se le perdona porque se le ve como
persona inteligente. Pero cuando es la madre quien hace eso, se puede
ver como alguien en quien no se puede confiar, inestable o egoísta, por-
que normalmente un niño busca seguridad en la madre. Por tanto, Sagi-

157
SAGITARIO, EL ARQUERO

tario en el MC puede dar una imagen negativa de la madre a veces, sólo


porque el padre puede ser un portador más aceptable de esas proyeccio-
nes.

Otra cosa que he visto asociada a veces a Sagitario en el IC es el


padre infiel y vagabundo. Puede ser más común cuando se trata del pa-
dre, ya sea porque es más fácil que sea él quien se escape o porque es
más aceptable que lo haga un hombre antes que una mujer. En el mito,
Júpiter siempre se va de casa en busca de infidelidades, al igual que
otros dioses masculinos; pero la pobre Hera apenas tiene oportunidades
y sólo a Venus/Afrodita se le permite tener algo de acción en este punto
sin estar sujeta a la terrible ira de Zeus. Pero cualquiera que sea la ra-
zón, estamos ante Júpiter, el puer aeternus, reflejado en su falta de fia-
bilidad. Ya sea que se trate de una imagen objetiva o de la percepción
subjetiva del niño, no podemos decir nada a menos que conozcamos
muy bien a nuestro cliente. A veces la infidelidad queda en la imagina-
ción del padre, o incluso en la de la madre o puede estar en el niño por-
que él mismo posee ese instinto vagabundo. A veces el padre viaja mu-
cho por motivos de trabajo o perderse de otras formas distintas. Pero no
tiene el mismo aire sexual que Escorpio en el IC. El ansia de aventuras
sexuales de Sagitario no tiene nada que ver con la pasión escorpiana,
sino que es más bien parte de ese instinto errante. Y a menudo el padre
es perdonado, porque es difícil que a uno no le guste Sagitario, ¡incluso
cuando desaparece en el peor momento posible!

158
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

Capricornio, la Cabra-pez
La extraña imagen de la cabra-pez como símbolo de Capricornio
es muy antigua y misteriosa. Parece haber estado conectada en los mitos
babilonios con Ea, un dios fluvial conocido realmente como la cabra-
pez. Poseía varios títulos maravillosos, como “Antélope, el del océano
subterráneo”, “el de vasto intelecto”, y se dice que emergió de las pro-
fundidades del océano cuatro veces (espaciando mucho sus aparicio-
nes), para enseñar a los hombres las artes de la civilización. Aparecía
cada una de las veces con cola de pez. Una vez terminó la tarea de edu-
car a los hombres, regresó a las profundidades oceánicas para no volver
a la tierra nunca más. Uno se pregunta si no debería volver para echar
un vistazo al mundo actual. Por supuesto, si lo hiciera acabaría siendo
un «expediente X».

En el mito griego la constelación de Capricornio es una curiosa


figura mitad cabra, mitad pez. Está conectada con Amaltea, la ninfa-
cabra que amamantó al infante Zeus. Zeus fue rescatado por Rea, su
madre, de ser devorado por Cronos. Una noche, de madrugada, Rea
tomó a Zeus y voló a Creta y rogó a la Madre Tierra que mantuviera a
salvo a su hijo. Amaltea fue designada nodriza especial del niño divino.
Ella cuidó de él de la forma más maravillosa. Colocó diversos guerreros
a su alrededor, llamados los Coribantes, para que golpearan sus escudos
y cantaran a pleno pulmón para que Cronos no oyese los lloros de su
hijo. Amaltea también tuvo la precaución de colgar la cuna de un árbol,
para que Cronos no le encontrara ni en el cielo ni en la tierra. La rica
dieta en leche y miel con que Amaltea alimentó a Zeus hizo que éste le
estuviera eternamente agradecido. Como símbolo de esa gratitud, Zeus
colocó su cuerno entre las estrellas.

La Cornucopia, o «Cuerno de la Abundancia», fue un símbolo de


la fertilidad, riqueza y abundancia de la tierra, lo cual conecta a Capri-

159
CAPRICORNIO, LA CABRA-PEZ

cornio como signo de Tierra. No obstante, su símbolo es una criatura


medio cabra, medio pez, lo cual nos da la pista sobre la ambivalente
naturaleza de Capricornio. Por una parte, es la cabra intrépida que as-
ciende por la empinada montaña del éxito —es ambicioso, cauto, de
paso seguro y trabajador incansable—. La imagen popular del signo nos
dice que son personas serias, solemnes y dignas, cuya principal preocu-
pación son el beneficio material y la buena reputación en la sociedad.
Al igual que la cabra montañesa de paso firme, cada paso de los nativos
de Capricornio está meticulosamente planeado para llevarlos a la cima,
sin permitir que nada les desvíe de su camino. Están preparados para
aceptar el mundo tal y como es, sacan el mejor partido de todo aquello
que tienen a mano y raramente pierden el tiempo soñando con lo que
podría ser las cosas. Las Cabras son grandes supervivientes: comen de
todo y son capaces de encontrar alimento en los sitios más inverosími-
les. Son animales muy listos, pudiendo ser muy perversos e indepen-
dientes (¡todo lo contrario que el rebaño!).

Pero hay otra faceta menos conocida de Capricornio, que es la


parte del pez. El pez nada en aguas profundas y está en contacto con el
gran océano de la psique. Esta es la faceta más sensible y más introver-
tida de lo que en principio parece. Una de las facetas de Capricornio,
regida por Cronos/Saturno, el paranoico regente de la Edad de Oro, es
severa y moralista. La otra faceta es sensible, procura cuidados y es leal
y sacrificada, como Amaltea, aunque puede tardar un tiempo en brillar.
Después de todo, el mito de Cronos nos dice que una vez el temeroso
rey cumplió su destino, gobernó las Islas de los Bienaventurados con
sabiduría y se convirtió en el dios del tiempo, de la vejez y de la pacien-
cia, esperando de forma resignada aunque optimista la vuelta de la Edad
de Oro.

Oyente: Mi Luna y mi MC están en Capricornio. Al pensar en esos mi-


tos, creo que describen bastante bien a mi madre. Es una curiosa mezcla
entre sentido práctico y terrenal como Amaltea —era una paranoica en

160
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

sentido positivo, preocupándose de que mi hermana y yo estuviésemos


bien alimentadas o cuando caíamos enfermas—, pero al mismo tiempo
era tranquilamente ambiciosa, tanto respecto de nosotras como de sí
misma. Se aseguró de que tuviéramos la mejor educación posible y tra-
bajó duramente para ello, pues mi padre falleció cuando yo tenía ocho
años de edad y ella nos crió sola. Creo que ella se sacrificó muchísimo
por nosotras, pero siempre tuve la impresión de que eso le proporciona-
ba la satisfacción del deber cumplido. Siempre tuve la sensación de ser
cuidada, dentro de unos límites estrictos.

Oyente: Tiene gracia, porque yo también tengo la Luna y el MC en Ca-


pricornio, pero la Luna forma una cuadratura exacta con Saturno y yo
sentí que mi madre era extremadamente dura y fría. Era ambiciosa co-
mo la tuya, pero ni de lejos tan cálida como lo fue la tuya. ¡Me tenía
aterrorizada de verdad! Pero empiezo a entender cómo funciona este
material. Creo que mi hermana lo lleva mucho mejor con nuestra ma-
dre, debido a que ella tiene el MC en Géminis y su Luna no forma nin-
gún aspecto difícil con Saturno. Mi hermana habla con mi madre muy
en plan de colegas, ¡algo que a mí jamás se me ocurrió ni intentar si-
quiera! Así que probablemente tenga más que ver conmigo que con mi
madre.

Juliet: Ésta parece ser una percepción interesante. Es verdad que nues-
tra carta puede reflejar imágenes de los padres que describen con preci-
sión la clase de progenitor que nosotros tenemos en realidad (o, al me-
nos, un aspecto de ellos), pero nuestra carta natal es, en primer lugar, un
reflejo de nosotros y de cómo percibimos las cosas. Si esperamos des-
cubrir (o incluso buscamos activamente) determinadas características en
los demás (en vez de identificarlas en nuestro interior, lo cual es conde-
nadamente difícil muchas veces), probablemente las descubriremos. Y
podemos invocarlas, debido a que nos comportamos de esa manera y
recibimos el mismo pago por ese comportamiento. Ciertamente, si lo
analizáis desde un punto de vista lógico, es más que probable que la

161
CAPRICORNIO, LA CABRA-PEZ

mayoría de los progenitores “promedio” tendrán aspectos de su perso-


nalidad duros, fríos, antipáticos y a veces crueles; al igual que otras fa-
cetas más positivas, encantadoras, cálidas y bienintencionadas. Segura-
mente es más fácil proyectar nuestras cualidades negativas sobre ellos y
ver lo “malo” ahí fuera, en vez de arriesgarse a pensar que eso mismo
está acechando en nuestro interior.

Hay otro mito que debo mencionaros acerca de Capricornio antes


de entrar en Acuario. Capricornio también está asociado al dios egipcio
Osiris, que se convirtió él mismo en cabra-pez para escapar de las mal-
vadas intenciones de su hermano Set. Por tanto, Osiris podía tanto ca-
minar por tierra como nadar por las profundidades marinas, así que po-
día escapar del peligro, sin importar de dónde proviniese. Ése es otro
rasgo típico de Capricornio: la habilidad de esconderse al efecto de pro-
teger sus propios intereses. Los nativos de Capricornio sobresalen con
frecuencia en cuanto a ofrecer una imagen socialmente aceptable, de
forma que el resto de la gente les deja en paz para hacer lo que ellos
quieran en privado. A Capricornio le preocupa mucho ser respetable, si
bien eso puede ser debido a que lo consideran una protección, no por-
que el signo sea especialmente individualista. La aceptación social es
una forma de asegurarse de que nadie interfiere en los objetivos de uno.

Una vez tuve una clienta con Capricornio en el IC, que siempre se
quejaba de que su padre era en exceso convencional y que todo el tiem-
po seguía las reglas. Mi clienta se enorgullecía de ser una persona ver-
daderamente individualista (tiene el Sol en Sagitario) y culpaba a su
padre de “oprimir” tanto a su madre como a ella misma con reglas so-
ciales y preocupaciones respecto de qué iba a decir la gente. Pero según
fue pasando el tiempo y tratamos el tema de la relación con su padre, se
hizo evidente que quien estaba preocupada por lo que iba a decir la gen-
te era ella, mucho más de lo que estaba dispuesta a admitir. Cuando
examinamos con más detenimiento el tema, dijo algo sumamente intere-
sante: «¡Si sigues las normas nadie va a crucificarte!». Así que ser con-

162
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

vencional y aceptable, que es lo que ella siempre había proyectado en su


padre (que probablemente era así en muchos sentidos) era una forma de
asegurarse de que “nadie” iba a perseguirla y convertirla en un chivo
expiatorio. Cuando le pregunte por qué “nadie” iba a querer crucificarla,
ella creyó que era por ser demasiado “diferente”, porque pensaba con
profundidad y la gente sospechaba de cualquiera que “pensara demasia-
do”.

Podéis ver cómo Capricornio es un signo muy complejo. La ima-


gen del progenitor convencional y socialmente ambicioso que ve el
mundo exterior, puede reflejar algo en la persona, que ve el mundo ex-
terior como algo amenazador, o reconoce que sólo mostrando una ima-
gen respetable podrá lograr sus objetivos pausadamente y sin interfe-
rencias. Normalmente, cuando el MC o el IC caen en Capricornio hay
muchas capas que quitar en relación al progenitor. En ese sentido es
parecido a Escorpio en el MC o el IC. La imagen que se ofrece en la
superficie es sólo la punta del iceberg, bajo la cual se esconden monto-
nes de motivos, los cuales, al final, son propios de la persona. El Sol
entra en Capricornio en el solsticio de invierno, cuando el día es más
corto y la noche más larga. Es el momento del renacimiento del Sol en
el mito, en la estación más oscura del año, cuando todo parece frío y
muerto ahí fuera. El corazón de Capricornio es un secreto y a veces el
progenitor puede parecer así —una persona reservada y difícil de dejar-
se conocer—. ¡Debes trabajar muy duro para conocer a un progenitor
así! Pero normalmente el esfuerzo vale la pena, porque podrás conocer
algo muy profundo acerca de ti mismo.

163
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

Acuario, el Aguador
Se cree que la constelación de Acuario, el Aguador, representa a
Ganimedes, hijo de Tros, fundador de la ciudad de Troya, a la que dio
su nombre. El joven príncipe Ganimedes era muy hermoso, el más her-
moso que jamás hubiera caminado sobre la tierra y fue profundamente
amado tanto por los dioses como por los hombres. Como sabemos, a
Zeus le gustaban las personas hermosas y quiso al joven para él. Tomó
la forma de una enorme águila, descendió a la tierra y capturó a Gani-
medes, llevándoselo hacia el Olimpo. Envió al diplomático Hermes para
compensar a Tros por haberse llevado a su hijo. Hermes tentó a Tros
con maravillosos dones, como dos caballos mágicos, que podían galo-
par con igual facilidad en el mar que a través de los campos de maíz, así
como una vid de oro puro. Hermes confirmó al rey Tros que a su hijo se
le había concedido la inmortalidad y, por tanto, evitaría las indignidades
del envejecimiento y de la muerte, destino del resto de los mortales.
Hermes volvió al Olimpo, para descubrir que Ganimedes estaba feliz-
mente instalado.

Por supuesto y como residente del Olimpo, Zeus tuvo que encon-
trar una tarea que encomendarle, dado que el chico no podía pasearse
por el Olimpo siendo nada más que una cara bonita —eso estaba reser-
vado a Afrodita—, así que recayó en Ganimedes el gran privilegio de
ser Copero de los Dioses, que incluía escanciar la ambrosía contenida
en una jarra dorada en los cálices de los dioses (quizá se puede conside-
rar un eco del propio Zeus, haciendo de copero de Crono justo antes de
derrocarlo). Esta preciada tarea había sido desempeñada por Hebe, hija
de Zeus y de Hera. Naturalmente, Hera se enfureció cuando Ganimedes
usurpó el puesto de su hija, por no mencionar el hecho de que su último
ligue fuera un muchacho. Hera insistió y suplicó amargamente a Zeus.
Éste simplemente se rió, y para irritarla todavía un poco más, colocó a
Ganimedes en el firmamento como la constelación de Acuario.

164
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

Acuario ostenta una doble regencia: Urano, el dios del cielo, lla-
mado a veces El Despertador, y su hijo Cronos/Saturno, el padre de
Zeus. Una de las características más prominentes de Acuario es la nece-
sidad librarse de lo viejo una vez está “caducado”, como puso de mani-
fiesto Cronos al librarse de su padre Urano y Zeus hizo lo propio con su
padre Cronos. Otra característica de Acuario es su amor por la perfec-
ción; y en este relato, Zeus es un Zeus acuariano, que reconoce la per-
fección en el muchacho Ganimedes y se asegura de que éste permanez-
ca eternamente a su lado.

Cada noche Urano, el “cielo estrellado”, descendía para cubrir a


su mujer Gaia, la tierra, y engendraba un hijo. Desgraciadamente, a
Urano le disgustaba profundamente su descendencia, porque a pesar de
que era tan numerosa como las estrellas del cielo, eran demasiado feos
y terrenales para sus elevadas y aéreas expectativas. Por ello los volvía
a meter en el vientre de su madre y siguió buscando la perfección. Y,
como supongo que todos sabéis, Gaia se acabó hartando de producir
hijos para su marido que éste rechazaba por desagradables, y ofreció
una hoz a Cronos, uno de sus hijos, que éste usó inmediatamente para
cortar los genitales a su padre. Esta imagen mítica nos dice mucho acer-
ca de Acuario, el signo de las ideas originales, las nuevas invenciones,
iniciativas y del idealismo, pero que odia las limitaciones e imperfec-
ciones terrenas. Los nativos de Acuario poseen una perspectiva progre-
sista de la vida, que incluyen grandes visiones de un mundo funcionan-
do perfectamente, si bien a menudo esas visiones no tienen en cuenta la
fragilidad y las limitaciones humanas.

El titán Prometeo también está conectado con Acuario porque, de


acuerdo con los griegos, él fue el creador de los seres humanos, así co-
mo su maestro y portador de cultura. Prometeo creó a los hombres y
mujeres a imagen y semejanza de los dioses olímpicos, de la arcilla de
la tierra y añadió semillas de la vida de los viejos titanes que, tras perder

165
ACUARIO, EL AGUADOR

la guerra contra los Olímpicos y derrotado Cronos, habían sido embote-


llados en barricas. Cuando las criaturas de Prometeo cobraron vida, ne-
cesitaron fuego para cocinar y para calentarse. Prometeo, apiadándose
de ellos, robó el fuego del Olimpo, a pesar de que Zeus lo había prohi-
bido. Tomó una poco del fuego eterno del Sol y lo escondió en un tallo
hueco de hinojo, y así lo pudo transmitir a los hombres. Estoy segura de
que todos sabéis de qué forma castigó Zeus la transgresión de Prometeo.

Oyente: ¡Creo que yo no!

Juliet: Bueno, Zeus estaba furioso por el robo, sobre todo porque había
prohibido expresamente a Prometeo llevárselo. El porqué de la prohibi-
ción es una cuestión interesante. Quizá tenía miedo de que con el don
del fuego, la humanidad se acercaría demasiado a los dioses, pues Pro-
meteo les había enseñado mucho. ¿Os recuerda a algo?

Oyente: Al Jardín del Edén. Dios había prohibido a Adán y Eva comer
del fruto del Árbol del Conocimiento y del Árbol de la Vida, porque si
lo hubieran hecho se habrían convertido en dioses.

Juliet: Justamente. Aunque el relato es diferente, el tema es el mismo.


Se suponía que los humanos debían permanecer humildes y contentos
con su suerte mortal, sin buscar para nada convertirse en divinos. Eso es
hybris. De todos modos, volviendo a Zeus, para castigar a Prometeo le
tendió sobre una montaña helada, le ató de pies y manos con una cadena
e hizo que un águila le comiese el hígado, el único órgano del cuerpo
que se regenera por sí mismo todas las mañanas. Zeus dio otra vuelta de
tuerca más al mandar a Hefesto crear una hermosa mujer llamada Pan-
dora. Hefesto usó arcilla ordinaria para crearla, no la arcilla especial
impregnada por los Titanes que contenía las semillas de la vida. A tra-
vés de los cuatro vientos, Zeus insufló vida en ese cuerpo. Pandora no

166
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

tenía cualidades ni pasiones por sí misma. En otras palabras, no tenía


alma. Era una especie de prototipo de Las esposas de Stepford20.

A pesar de esa extraña carencia, Zeus ordenó a los olímpicos que


otorgaran diversos dones a la criatura. Hestia, diosa del hogar y de la
familia, le concedió gentileza y amabilidad. Ares/Marte le dio un coda-
zo y le otorgó una pizca de su pasión por la guerra, de manera que tras
su gentileza ardía una llama salvaje. Apolo le otorgó elegancia y amor
por el arte, mientras que Ártemis le otorgó modestia y virginidad y De-
méter le otorgó un útero. En este punto, Atenea creyó que haría bien
otorgándole su sabiduría femenina, para que pudiera prever el potencial
peligro de unas pasiones tan opuestas. Zeus se irritó por ello, ordenando
a Hermes que convirtiera el don de Atenea en una espada de doble filo,
añadiendo curiosidad, duplicidad y engaño al mismo.

El nombre Prometeo significa “previsión”. Cuando Prometeo vio


que ofrecían a Pandora como novia a Epimeteo (“pensamiento tardío” o
también “retrospectiva”) lloró, porque vio en Pandora las pasiones con-
trapuestas de los dioses y que su frágil creación, la humanidad, estaría
condenada a luchar eternamente sin perder ni ganar. El don final de
Prometeo a la humanidad fue, por lo tanto, la esperanza, que él secreta-
mente incluyó en la caja de males de Pandora que Zeus hizo que ella
llevara como dote nupcial (la esperanza fue lo único que no se escampó
cuando se abrió la caja). Así, podemos ver en los diversos mitos de
Acuario, el signo de la humanidad, las complicaciones que inevitable-
mente se presentan cuando uno quiere ser humano.

¿Qué clase de imagen creéis que ofrecerá en el MC o el IC en


Acuario como progenitor?

20
Película de culto del género de terror de 1975 (se hizo un remake en 2004) en la cual
se cuenta la historia de unas mujeres que fueron convertidas en robots. Se alude al
prototipo de esposa sumisa y conformista. (N. del T.).

167
ACUARIO, EL AGUADOR

Oyente: Yo tengo a Acuario en el MC y creo que puedo reconocer al-


gunas cosas sobre mi madre —o quizá debería decir sobre la forma en
que percibía a mi madre— en el hecho de que era maestra y le entu-
siasmaba transmitir conocimiento. Diría también que era muy compasi-
va y amable, pero no cálida. Es una mezcla realmente curiosa, porque
ella haría cualquier cosa por todo el mundo, entiéndeme bien; pero tenía
una frialdad o un lado impersonal que es bastante difícil de describir.
Nos llevábamos muy bien, pero no había mucha intimidad entre noso-
tras. Hablábamos mucho, pero nunca de nuestros sentimientos. Me pre-
gunto cuánto de esto es propio de ella y cuánto de mí.

Juliet: Probablemente haya un poco en ambas. Tus percepciones del


mundo y acerca de tu madre (MC) se ven a través de una lente acuaria-
na; y esta lente va a teñir la forma en que esperas que se comporte tu
madre. Esa especie de frialdad o faceta impersonal que describes en ella
puede no ser verdadera frialdad en el sentido de carencia de verdaderos
sentimientos. Pero si tienes en cuenta que la perspectiva de Acuario es
global, las personas individuales no presentan entonces demasiado inte-
rés, especialmente cuando están involucradas en cuestiones sumamente
personales y emocionales. Acuario puede ofrecer una enorme dedica-
ción y lealtad en cuanto a la misión de mejorar la vida de los demás.
Pero si vas y le dices: «Oye, me siento fatal, me he peleado con mi no-
vio/a, ¿podemos hablar un momento?», puede que sientas esa frialdad,
porque para Acuario eso es insignificante si se tiene en cuenta toda esa
gente sufriendo en el mundo. No olvidéis que Acuario es el signo
opuesto a Leo, el signo de lo individual. Muchas veces los nativos de
Acuario están tan preocupados por los problemas del mundo que les
parece casi escandaloso perder el tiempo con los pequeños problemas
de una sola persona.

Eso puede aplicarse igualmente a ti. Tu propia perspectiva puede


ser global en muchos sentidos; y eso puede hacerte difícil tomar en serio

168
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

tus propios sentimientos. ¡Quizá tú tampoco hablaras con tu madre de


tus sentimientos porque sentías vergüenza de perder el tiempo con algo
tan irrelevante. Naturalmente, si tú no planteabas el tema quizá ella sin-
tiera que no tenías necesidad de hablar de ello; y si ella también se sen-
tía incómoda, ahí se acababa la conversación. El amor a la perfección
que muestra Urano en el mito, y su disgusto por los hijos tan terrenales
que había engendrado, pueden venir de la mano en tu caso. La perfec-
ción es estupenda como idea, pero el problema es que es imposible de
alcanzar hasta el punto de arriesgar la vida por ello. Todo lo que está
vivo es imperfecto de por sí: ¡y es poco probable se materializara en
forma de águila y nos llevara al Olimpo y nos hiciera inmortales. Des-
pués de todo, suena como bastante aburrido eso de estar constantemente
escanciando ambrosía.

Oyente: Tengo a Acuario en el IC y siempre vi a mi padre como un ex-


céntrico. Nunca se pareció “a los padres de los demás”. Era bastante
solitario y prefería su propia compañía. Mi madre y mi padre decían que
formaron deliberadamente una familia numerosa (somos cinco) porque
les gustaban los niños; pero realmente nunca sentí, al igual que la seño-
rita con Acuario en el MC, mucha calidez por parte de él. Pero es cier-
tamente humanitario. Le encanta apuntarse a toda clase de causas (ahora
está jubilado, trabaja mucho en obras de caridad y es bastante bueno en
recaudar fondos para buenas causas. Le encanta la idea de que los hijos
y los nietos vayan a visitarle; pero cuando lo hacemos, ¡se mete rápida-
mente en su estudio!

Juliet: Bueno, ambas descripciones cuadran bastante bien a Acuario. La


idea de la humanidad es de lejos mucho más atractiva que su realidad de
carne y hueso. Eso es típico de los signos de Aire en general, desde lue-
go: viven en un mundo de conceptos e ideas que no siempre coincide
con la injusticia o fealdad de la vida terrenal. Pero hay algo que sí es
potencialmente positivo en Acuario sobre el MC o el IC, aunque los dos
hayáis mencionado la falta de calidez que sentisteis respecto de vuestros

169
ACUARIO, EL AGUADOR

padres cuando erais niños. Como adultos, es probable que los apreciéis
más, porque ya ha quedado atrás la etapa de esa intensa unidad emocio-
nal que todo niño necesita con los padres y el progenitor Acuario puede
ser un verdadero amigo.

La habilidad de ver las cosas desde una perspectiva desapegada


puede ser una verdadera bendición, porque significa que podéis relacio-
naros con vuestros padres como con cualquier otra persona, como un
igual y que no tenéis que quedaros en ser el niño chico de papá o mamá,
¡que sería el caso de relaciones en que el padre tiene noventa y cuatro
años y el “niño” sesenta y cinco”. Esta especie de frialdad o cualidad
impersonal que a veces parece tan difícil de manejar con Acuario puede
ser extremadamente útil para ayudar al niño a abrir su mente a un mun-
do más grande. Hay mucha gente sufriendo en todas partes, a la que
olvidamos porque nuestros problemas parecen muy importantes; y
Acuario en el IC o el MC puede indicar que el potencial para una con-
ciencia mucho más global se ha transmitido de padres a hijos, represen-
tando así el progenitor el papel del que despierta esa conciencia en el
niño.

170
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

Piscis, los Peces


El último signo del Zodíaco representa a dos peces nadando en di-
recciones opuestas. La primera aparición del símbolo se da en la mito-
logía fenicia, que describe a los peces sacando un enorme huevo de las
aguas del Éufrates. Del huevo salieron la diosa del amor Atargatis y su
hijo-amante Icthys. Tomaron la forma de dos peces, después de lo cual
en los templos de Atargatis se construyeron estanques sagrados. Los
griegos identificaron a Atargatis con Afrodita, su diosa del amor, y el
pez más pequeño se convirtió en Adonis, su hermoso y joven amante.

Afrodita y Eros aparecen en forma de peces en otro mito griego.


Una vez que Zeus derrotó a Cronos, luchó contra la raza de los Gigantes
y la derrotó también, hijos de la madre Tierra. Entonces ésta engendró a
un monstruo llamado Tifón y lo envió al Olimpo para vengarse de que
Zeus hubiera enviado a los Titanes al Tártaro. Tifón era una criatura
aterradora: de cintura para abajo era un conjunto de serpientes enrosca-
das. Sus brazos eran tan largos que cuando los extendía, medían más de
cien leguas cada uno y en vez de manos tenía montones de serpientes.
Tenía una enorme cabeza de burro, alas negras que oscurecían al sol.
Era tan alto que tocaba las estrellas al caminar y cuando abría la boca
salían despedidas rocas ardientes. Como podéis imaginar, no era una
vista agradable.

Cuando se acercó al Olimpo, los dioses entraron en pánico. Cada


uno adoptó una forma de animal acorde con su naturaleza. Apolo se
convirtió en cuerpo, Dioniso, en cabra, Hera en una vaca blanca; Árte-
mis en un gato, mientras que Afrodita y Eros se convirtieron en peces y
se escondieron en las profundidades oceánicas. Zeus se convirtió en un
carnero, pero Atenea le avergonzó porque rehusó convertirse en animal
e insistió en que debía quedarse ahí y luchar. Zeus recuperó el coraje y

171
PISCIS, LOS PECES

luchó valientemente contra el monstruo. No obstante, Tifón, aunque


herido, consiguió dominar al rey de los dioses. El monstruo se enroscó
alrededor de Zeus, le arrancó los tendones y luego se arrastró a una cue-
va en una montaña para recuperarse.

Mientras tanto, Hermes y Pan volvieron al lado de Zeus, indefen-


so y paralizado sin sus tendones. Persuadieron a Cadmo, un príncipe
mortal, para que ayudase a Zeus. Le dijeron que tocara las flautas de
Pan cerca de la cueva en que yacía Tifón, herido y hecho unos zorros.
La suave música amansó a la fuera y le ayudó a olvidar su dolor, por lo
que suplicó más música. Cadmo, que simulaba ser un simple pastor,
tentó a Tifón con un instrumento aún más dulce cuya melodía iba a ser
más hermosa; pero añadió que, desgraciadamente, las cuerdas de su lira
estaban rotas y que buscaba desesperadamente a alguien que se las pu-
diera volver a colocar. Tifón, inocentemente, le ofreció los tendones de
Zeus, que Cadmo aceptó con rapidez, devolviéndoselos sin demora al
dios herido.

Tan pronto Zeus recuperó sus tendones, renovó sus ataques contra
el desprevenido monstruo y además, recobró fuerzas suficientes para
arrojar la isla entera de Sicilia a la cabeza de Tifón cuando éste intenta-
ba huir. Se dice que yace bajo el Etna y que se retuerce de rabia, exha-
lando su aliento ardiente a través del volcán. Una vez fue eliminada
para siempre la amenaza de Tifón, los dioses volvieron a adoptar su
forma divina. Afrodita y Eros, especialmente agradecidos a los peces
por haberles dejado adoptar su forma, los colocaron en el firmamento
como la constelación de Piscis, los dos peces.

Este mito es particularmente relevante para Piscis debido al deta-


lle de los disfraces. A menudo a los Piscis se les llama camaleones de-
bido a su habilidad para mimetizarse con el entorno. Tienen la capaci-
dad de adaptarse a las situaciones con gran fluidez, en parte por su habi-
lidad para empatizar con los demás y en parte porque odian quedarse

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MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

encasillados en una forma definida. Los Piscis necesitan una vía de es-
cape cuando la vida se vuelve demasiado exigente. Como los peces en
la naturaleza, no tienen muchas defensas aparte del escape. El cangrejo
tiene sus pinzas y el escorpión su aguijón para protegerse; pero el pez es
muy vulnerable y el único medio verdadero para protegerse es desapa-
recer tan rápido como sea posible, ya sea huyendo o bien camuflándose.

Tengo una amiga Piscis de la que siempre me ha hecho gracia su


capacidad para adaptarse al papel de pareja según con quien estuviera
saliendo. Cuando salía con un contable, llenó su armario de sobrios ves-
tidos negros. Luego salió con un alpinista, lo que la hizo cambiar al
estilo sport. El siguiente fue un hippy vegetariano y pasó a comprar
toda su ropa en Oxfam, se hizo un moño en el pelo con un calcetín viejo
y vivió en una casita en los Highlands sin agua ni calefacción. Cansada
de aquello, se mudó al sur de Francia y conoció a un millonario. La úl-
tima vez que la vi tenía un peinado estupendo. Estaba espléndida, en-
vuelta en pieles y oliendo a carísimo perfume francés. Ciertamente
adoptó esos roles como un disfraz; pero lo interesante es que ella se
convertía en aquello que ella creía que los demás esperaban de ella, en
vez de intentar descubrir qué es lo que ella quería por sí misma. Es algo
que a menudo he notado con los Piscis: intentan fundirse en la vida de
los demás en vez de vivir la suya propia.

Oyente: Mi hermana tiene su MC en Piscis y es modelo. Está totalmente


identificada con su imagen pública. No sé cuánto en ella proviene de
nuestra madre, que también está muy preocupada por el aspecto y el
glamour.

Juliet: Los nativos de Piscis pueden ser muy fascinantes, pero yo creo
que eso proviene de la camaleónica habilidad de serlo todo para todo el
mundo. Las modelos tienen que ser capaces de personificar no sólo la
belleza, sino cualquier tipo de belleza que esté de moda en todo mo-
mento. ¡Por eso su carrera es frecuentemente tan corta! El estilo que

173
PISCIS, LOS PECES

hoy está en boga no lo estará el año que viene, y una persona con Piscis
en el MC puede poseer esa habilidad de cambiar al mismo tiempo que
cambia la moda. Además, Piscis necesita una gran cercanía emocional
con los demás, de fundirse con ellos. Cuanto mayor es la multitud, me-
jor para el Piscis, porque entonces no se siente solo. Si cientos de per-
sonas ven tu cara en una revista y piensan: “¡Qué guapa!”, entonces
Piscis se siente conectada con el todo. En el caso concreto de tu herma-
na, puede ser que tenga la necesidad de agradar a tu madre. Haciendo
eso, también ha acabado convirtiéndose en lo que el mundo quería que
ella fuera. Es un poco como la amiga a la que he descrito antes.

Oyente: Mi marido tiene el Sol y Venus en Piscis en el MC y tiene ab-


solutamente idealizada a su madre. A ojos de él, ella nunca hace nada
mal. La ve como bastante frágil y dulce, y siempre se está sintiendo
culpable porque ve que ella va mucho por libre. ¡Creo que ella es tan
dura como el diablo o yo misma! Ella tiene el Sol conjunto a Plutón en
Cáncer y la Luna en Piscis, y por tanto es una consumada manipuladora,
pero mi marido es incapaz de verlo, al fin.

Julilet: A los signos de Agua les gusta la fusión y fingen que no hay
límites; y a los nativos de Piscis, en particular, no les gusta ver la dura
realidad, especialmente en aquellos que aman o admiran. Ver la realidad
de la otra persona significa separarse de ella lo bastante como para cap-
tarla. Parece que tu marido no quiere cortar el cordón mágico que le
une a ella. Por ello, él la idealiza, lo que es una manera de mantener esa
cercanía emocional.

Cuando Liz y yo trabajábamos en el Tarot Mítico, escogimos el


mito de Perseo como el héroe descrito por el Rey de Copas, que es la
carta de Piscis. Perseo fue el héroe cuyos heroicos logros estuvieron
dedicados al amor de una mujer (primero su madre y después su espo-
sa). Pasó mucho tiempo rescatando a damiselas en apuros y por eso le
asignamos el Rey de Copas. Piscis está enamorado del amor y mientras

174
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

otros héroes peleaban por la victoria, o por la gloria de sus ciudades,


¡Perseo estaba muy ocupado complaciendo a su madre!

Hay otro tema que a menudo surge con Piscis en el MC o el IC: el


del sacrificio y de la victimización. A veces el progenitor es percibido
como alguien que ha sufrido mucho o que se ha sacrificado mucho. O
quizá ese progenitor es alcohólico. O puedes ver al progenitor que se
desvanece, lo cual es a veces el caso cuando el progenitor muere o
abandona a la familia. El anhelo por obtener lo inalcanzable es muy
poderoso en Piscis y el progenitor puede aparecer como el ideal inal-
canzable o alguien que debe ser rescatado. A este progenitor pueden ir
asociados un montón de culpa y un fuerte sentido de la obligación.

Oyente: Yo tengo a Piscis en el IC y mi padre no estuvo ausente ni fue


alcohólico, pero sí he sentido siempre que la vida le ha tratado muy mal.
Perdió a sus hermanos mayores en la guerra; y cuando obtuvo una beca
para estudiar en la universidad, sus padres no le permitieron ir porque
necesitaban que les ayudara, ya que era el único hijo que les quedaba.
Trabajó duro durante toda su vida pero nunca tuvo mucho dinero y nun-
ca hizo ninguna de las cosas para las que realmente valía. Se enamoró
perdidamente de una mujer casada cuando era joven y pienso que se
casó con mi madre casi de rebote, y que nunca sintió por mi madre lo
que había sentido por su amor perdido. Quiso ser arquitecto, pero acabó
trabajando en una tienda de electrodomésticos, lo cual debió aburrirle
hasta lo indecible. Siempre pienso en él con pena, como en alguien cuya
vida ha sido sacrificada.

Juliet: ¡Has dado una perfecta descripción de un progenitor visto a tra-


vés de la lente de Piscis! Ya sea que tu padre fuera verdadera víctima de
la vida o no, tú le ves igualmente así y en tu amor por él se entremez-
clan sentimientos de lástima también. Por supuesto, el esquema de su
vida puede verse desde otros puntos de vista, algunos más duros (por
ejemplo: quizá sea por tu madre por quien debas sentir lástima, dado

175
PISCIS, LOS PECES

que el hombre con el que ella se casó nunca olvidó a otra persona). Pero
a menudo hay mucha tristeza en la percepción de un progenitor cuando
el MC o el IC. Dado que se trata de tu IC, quizá eso tenga que ver más
con tu sensación acerca de la tristeza de la vida, o de la manera en que
muchas personas nunca llegan a cumplir sus sueños. Estamos ante la
fatiga del mundo, tan característica de Piscis, el anhelo de encontrar otra
realidad porque ésta es demasiado dura y llena de penalidades.

A veces se producen algunos efectos muy sutiles cuando este tipo


de imágenes se conectan con los padres. La culpa es uno de ellos, como
ya os he mencionado, así como el sentimiento de estar obligado. A ve-
ces la persona puede sentir que debe sacrificar sus metas y deseos para
cuidar o complacer al progenitor triste que tanto le ha dado y tanto se ha
sacrificado por él. A veces el progenitor puede ser tan idealizado por la
persona que ninguna pareja está a su altura y ese progenitor se convierte
en el ideal inalcanzable. Por eso, Piscis en el IC o el MC puede estar
vinculado a algunas dificultades en las relaciones que implican que la
vida es un valle de lágrimas o que el amor implica siempre sufrimiento.
Pero Piscis también puede señalar al progenitor imaginativo y artista.
Puede estar relacionado con el talento del padre o la madre, normalmen-
te en la música y a veces en el teatro.
Oyente: Mi padre quería ser actor y yo tengo a Piscis en el IC. Desgra-
ciadamente, se convirtió en un hombre de negocios, y cuando estaba en
casa vivía encerrado en su imaginación.

Juliet: He aquí una combinación del tema del progenitor artista y del
sacrificio. El lado positivo de Piscis es su compasión y su maravillosa
habilidad para expresar la imaginación. Ambas pueden asociarse con el
progenitor, aunque es habitual que quede compensada con el sufrimien-
to de la tristeza bajo la superficie.

176
MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

El valor del mito


Bien, ya hemos atravesado todos los signos zodiacales y creo que
ya tenéis una idea de cómo trabajar con los signos en el MC y el IC en
relación a los mitos zodiacales. Por supuesto, los planetas regentes de
los signos tienen sus propios mitos y hay muchos otros mitos, como los
cuentos de hadas, a los que ni siquiera hemos tenido ocasión de echar
un vistazo. Por ejemplo, hemos analizado algunas figuras míticas rela-
cionadas con Libra, como Atenea; pero no os he mencionado a Paris,
que tuvo que ser juez en el famoso concurso de belleza entre tres diosas.
Este es el mito subyacente tras la carta del Tarot Los Amantes y es muy
propia de Libra: ¡nos dice mucho a cerca de las dificultades de Libra
para tomar una decisión! Casi todos los héroes griegos se pueden rela-
cionar con uno u otro signo y alguno, como Heracles, con todos ellos.

Como he dicho al principio, podemos usar los mitos para abrir la


puerta a la imaginación y a la intuición. Al tratar con problemas carga-
dos emocionalmente relativos a los padres, el astrólogo debe pisar con
cuidado y a veces contar una historia es mucho más efectivo y sensible
que usar el conocimiento astrológico como una maza y decir: “¡Tuviste
una madre muy dominante!” o “¡Tu padre fue un completo fracasado!”.
Por ejemplo, el padre triste (Piscis en el IC), que perdió su amor y se
casó de rebote y que nunca recuperó lo que nunca tuvo, puede ser un
asunto muy doloroso de enfrentar. Eso es en parte porque en cierto sen-
tido es una traición a la madre, y entonces uno debe tomar partido, tanto
si le gusta como si no. Pero si nos fijamos en la historia de Orfeo, cuya
música era tan suave que hacía llorar a las piedras y recordamos cómo
perdió a Eurídice, su amor, podemos comprender los sentimientos del
padre más allá de decir: «¡Qué marido más mentiroso o infiel!» o «¡Po-
brecillo, no le culpo de sentirse hecho trizas!». Orfeo es un mito muy
importante y a tener en cuenta cuando el IC o el MC caen en Piscis.

177
EL VALOR DEL MITO

Asimismo, es muy difícil ver lo mucho que nos parecemos a nues-


tros padres, ¡y eso es especialmente cierto respecto del progenitor que
estamos decididos a rechazar! Los mitos nos ayudan a enfrentar aspec-
tos de nosotros que de otro modo podríamos intentar evitar. Después de
todo, cualquiera que sea el signo en que se hallen el IC o el MC, es
nuestra propia carta, ¡y nuestros padres no lo pusieron allí! Deberíamos
ser capaces de ver lo que tenemos en común con ellos, sin ningún tipo
de reacción emocional o juicio de esos que normalmente dejamos caer
sobre nuestros padres. Podemos ver tanto la oscuridad como la luz de la
imagen mítica; y así podemos ver igualmente las dos caras de nuestros
padres. Aries en el MC o el IC puede ser o demasiado heroico o dema-
siado prepotente. Pero si nos fijamos en Jasón y reflexionamos sobre
cómo combinó el valor y el sentido de la aventura con una detestable
tendencia a la impaciencia, estaremos contemplando la figura completa,
no sólo un aspecto de ella. Eso puede ayudarnos a ver al progenitor de
la misma forma.

Espero que cuando volváis a casa os pongáis a estudiar febrilmen-


te vuestras cartas y las de vuestros padres. Aunque hayamos dejado
atrás nuestro hogar hace mucho, siempre llevamos a nuestros padres
dentro de nosotros y no sólo porque nos hayan enseñado ciertas cosas.
Los signos en el MC y el IC son realmente nuestra herencia, nuestro
legado psicológico, el material que compartimos con ellos. No podemos
rechazarlo porque está en nosotros y al final esta herencia no sólo des-
cribe el lugar que ocupamos en el mundo (MC), sino también nuestras
más profundas raíces y nuestro sentimiento de estar conectados a una
fuente. Cuanto más conozcamos acerca de nuestra herencia, más libres
seremos para darle forma y canalizarla de maneras creativas.

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MITOS ZODIACALES Y SU CORRELACIÓN CON LAS IMÁGENES PARENTALES

Bibliografía
Bettelheim, Bruno, The Uses of Enchantment (London: Peregrine
Books, 1978).

Greene, Liz, Astrología y destino. Ed. Obelisco. Barcelona 1990.

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