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Una 'feoría- Realista de la


Política Internacional

La finalidad de este libro consiste en presentar una teoría de la política


ínternacional. El modo en que debe validarse una tal teoría debe ser
empírico y pragmático antes que apriorístico y abstracto. En otras pala-
bras. la teoría no debe ser juzgada mediante algunas nociones abstractas
y preconcebidas, y conceptos desligados de la realidad. sino por su pro-
pósito: aportar orden y significado a una masa de fenómenos que, sin
ella, permanecerán desasidos e ininteligibles. Se debe hallar un doble
sistema de comprobación. lógico y empírico a la vez. Los hechos tal
como se presentan, ¿asimilan la interpretación que de ellos ha hecho
la teoría? Y con respecto a las conclusiones. ¿podemos sostener que son
consecuencia directa y necesaria de sus premisas? En suma, ¿podemos
sostener que la teoría es compatible con los hechos y consigo misma?
La problemática que esta teoría afronta concierne a la naturaleza
de toda política. La historia del pensamiento político moderno es la his-
toria de la confrontación entre dos escuelas que en lo sustancial difieren
en sus concepciones sobre la naturaleza del hombre, de la sociedad y de
Ja política. Uno piensa que puede realizarse aquí y ahora un orden polí-
tico. moral y racional, derivado de principios abstractos y universalmente
aceptados. Supone la bondad esencial y la infinita maleabilidad de la
naturaleza humana, y sostiene que la razón por la que el orden social no
llega a estar -a la altura de los patrones racionales reside en la falta de
conocimientos o de comprensión. en la obsolescencia de las instituciones
sociales o en la perversión de ciertos individuos y grupos aislados. Confía
en la educación, en la reforma y en el ocasional uso de la fuerza para
remediar estos defectos.
La otra escuela afirma que el mundo, imperfecto desde un punto de
vista racional, es el resultado de fuerzas inherentes a la naturaleza hu-
mana. Para mejorar al mundo. se debe trabajar con estas fuerzas y no
contra ellas. Al ser el nuestro- un mundo de intereses opuestos y conflic-
tivos, los principios morales nunca pueden realizarse plenamente. Pero
12 Teoría y práctíca de la política internacional Una te,oría realista de ta política internaczo11al 13

al menos podemos acercarnos a ellos mediante el siempre temporario darles sentido a través de la razón. Supone que el carácter de una políti-
equilibrio de intereses y la siempre precaria conciliación de los conflic- ca exterior sólo puede surgir del análisis de los hechos políticos que se
tos. É°sta escuela. por lo tanto, extrae de un sistema de represiones y producen y de las consecuencias previsibles de estos actos< Podemos,
equilibrios un principio universal aplicable a todas las sociedades plura- entonces, observar los< actos contemporáneos de los estadistas y de las
listas. Recurre a precedentes históricos antes que a principios abstractos consecuencias previsibles de estos hechos llegaremos a averiguar los
y aspira a que c,curra el menor mal posible antes que el bien absoluto. objetivos que han tenido en mente.
Debido a su preocupación teórica por la naturaleza humana tal corno Sin embargo, no basta con el simple análisis de los .hechos. Para dar
es y por los procesos históricos tal como han ocurrido. la teoría que sentido a los elementos iniciales y fácticos de la política exterior debe-
presentamos ha sido llamada realista. ¿Cuál es la doctrina del reálismo mos acercarnos a la realidad política con una especie de esquema racio-
p9lítico? Resulta imposible exponer aquí la filosofía del realismo políti- nal. una suerte de mapa que nos sugiera los posibles sentidos de la polí-
co, por lo que nos limitaremos a destacar seis principios fundamentales tica exterior. En otras palabras, c:!~l;i~mos ponernos en el lilgar del esta-
que frecuentemente han sido mal interpretados. < dista que tiene que colocar cierto problema de política exterior bajo
ciertas circunstancias; conviene entonces preguntarnos cuáles son las
alternativas racionales (presumiendo siempre que actúa de modo racio-
SEIS PRINCIPIOS DE REALISMO POLITICO nal)_ que debe elegir y que encuadran el problema. y cuál~s de estas
alternativas racionales deberá elegir el estadista que actúa bajo aquellas
circunstancias. La comprobación de esta hipótesis racional, contra los
l. El realismo político supone que la política, al igual que toda la socie-
hechos reales y sus consecuencias. cia sentido teórico a los hechos de la
dad, obedece a leyes objetivas que arraigan en la naturaleza humana. A
los efectos de cualquier mejoramiento de la soci!':dad es necesario enten- política internacional.
2. El elemento principal que penrute al realismo político encontrar
der previamente las leyes que gobiernan la vida de esa sociedad. El fun-
su rumb_g e~ el_naI!orama de la política internacional es el concepto de
cionamiento de esas leyes es completamente ajeno al curso de nuestras
interés definido en térmiños de poder. Este concepto propor.ciona el
preferencias; desafiárlas significa el riesgo de exponerse al fracaso.
enlace entre la razón -en trance de comprender la política internacio-
El realismo ci;:~§ tanto en la objetividad de las 1eyes de la política nal- y Jos hechos que reclaman comprensión. Fija a la política como
como en la factibilidad de elaborar uÍi.a teoría racional que explique, una esfera autónoma de acción y comprensión distinta de otras esferas
aunque sea imperfecta y parcialmente, estas leyes objetivas. '.J;"ambién tales corno la económica -entendida en términos de interés definido
cree, como no podía ser de otro modo. en la posibilidad de discernir en- como beneficiO:-:-: la ética, la estética o la religiosa. Sin tal concepto, cual-
treverdad y opinión en el campo de la política, entre lo que es verdad quier teoría política, -internacional o interna, sería totalmente imposible
objetiva y racionalmente. entre lo sustentado por la evidencia é ilu- va que u.o pq_ciríarnos distinguir entre hechos políticos y los que no lo
minado por la razón y lo que sólo es un juicio subjetivo, desprendido son. ni estaríamos en condiciones de introducir la menor medida de
de los hechos tal cual son e influido por el prejuicio y el optimismo. orden sistemátjco dentro de la esfera política.
La naturaleza del hombre, en la que arraigan las leyes de la polí- Debernos suponer que los_es_tadistas piensan y actúan movidos por un
tica, no ha variado desde el momento en que las filosofías clásicas de interés que se traduce en poder, ya que todas las evidencias de la historia
China, India y Grecia descubrieron estas leyes. Por lo tanto, la novedad confirman esa suposición. Ella I!Q.S_l2_errnite historiar y predecir los pasos
no es necesariamente una virtud en el campo de la teoría política. del que cualquier hombre de estado -pasado. presente o futuro-- haya
mismo modo que la antigüedad tampoco es un defecto. La circunstan- dado o esté dispuesto_ a dar en Ja escena política. Miramos sobre su
cia de que una teoría política -si es que existe tal teoría- sea algo com- hombro cuando redacta sus documentos, oímos las conversaciones que
<pletamente nuevo jmplica. por lo tanto, una prevención en su contra mantiene cori otros hombres de estado, leemos y anticipamos sus pen-
antes que un prejuicio favorable respecto a su solidez. Por el contrarío, samientos más recónditos. Al pensar en términos de interés definido
el hecho de que una teoría política haya sido desarrollada hace cientos o corno poder, pensarnos del mismo modo que él y como despreocupados
miles de años -corno la teoría del equilibrio del poder-. no suscita ne- observadores entendemos sus pensamientos y acciones tal vez mejor
cesariamente la presunción <de que sea anticuada y no responda a la que él mismo, que es parte fundamental de la escena política.
realidad actual. Las teorías políticas deben someterse a la doble prueba El concepto de interés definido como poder impone al observador
de la razón y la experiencia. Descartar una teoría simplemente porque una disciplina intelectual. confiere un orden racional en materia de
·floreció hace varios siglos significa incurrir en un prejuicio moderno que política y posibilita la comprensión teórica de la política. Desde el punto
da por sentada la superioridad del presente sobre el pasado. Asimismo. de vista de los actores, proporciona una disciplina racional a la acción
exhumar una teoría por razones de moda o extravagancia implica reco- y crea esa magnífica continuidad en política exterior que hace inteligible
nocer que en política podemos tener opiniones pero no verdades. las que llevan adelante Estados Unidos. Inglaterra o Rusia: asimismo.
Para el realismo. la teoria consiste en la verificación de los hechos y l(Os _da un_aspecto racional. continuo, autoconsrstente. independientemente
14 Teoría y práctica de la política internacional
Una teoría realista de la política internacional 15
de las motivaciones, preferencias o cualidades morales e intelectuales de
los sucesivos estadistas que lleguen a la cima del poder en cada uno quien más tarde lo colocó en el patíbulo y finalmente quien destruyó
de esos países. Por lo tanto. una teoría realista de la política internacio- la revolución de la que había sido líder. ··
nal nos permítirá eludir dos falacias populares: la preo.cupación por _las Los buenos motivos proporcionan seguridad contra las políticas
motivaciones y la preocupación por las preferencias ideológicas. deliberadamente malas, pero no garantizan la bondad moral o el ~xíto
Buscar Ja clave de una política exterior exclusivamente en las mo- político de las políticas que inspiran. Si se .desea entend~r una )?oht;ca
tivaciones· de los hombres de estado es fútil y engañoso. Es fútil por- exterior, resulta importante conocer no tanto los motivos pnrnan.os
que la motivación es uno ·de los aspectos psicológi~os más inasibles, del estadista sino su habilidad intelectual para comprender lo esencial
siempre expuesto a la deformación subjetiva. que introduce tanto el de la política extranjera así como su habilidad política para trasladar
interés del actor como del observador. ¿,Realmente sabemos cuáles son esa comprensión a un acto político exitoso. De donde se desprende que
nuestros motivos? ¿Y qué sabemo.s de los motivos de los demás? la ética juzga. en forma abstratita, la calid~d moral ~~ los mo_uvos, en
tanto la teoría política debe juzgar las cualidades políticas del intelecto,
.A.J,l.Ilque . tuviéramos acceso a los reales motivos .. que animan a los
hom]:n::i::.;Lde estado, ese conocimiento contribuiría muy poco a la com- la voluntad v la acción.
. Una teoria realista de la política internacional también eludirá ~tra
prensión de la política exterior y bien podría confundirnos. No obstante,
falacia popular, la de igualar las políticas extei¿ores de. un estadista
es verdad que el conocimiento de la motivación de los hombres de esta-
con sus simpatías filosóficas o políticas y deducir !ª~ pnmeras de l~s
do puede entregarnos una entre las muchas claves posibles que orientan
últimas. Los estadistas, especialmente bajo las condiciones contemp~ra­
su política exterior. Pero en modo· alguno será la clave que nos permita
neas, bien pueden recurrir a la ~ostm;ibre. de . p.resentar s;-i~ pohucas
predecir el rumbo de esa política exterior. La historia no muestra una exteriores en términos de sus simpatias filosoficas y pohticas a, los
correlación exacta y necesaria entre la calídad de los motivos y la efectos de conseguir apoyo popular para ellas. Pero distinguen, con Li?-
calidad de la política exterior. Esto es cierto tanto en términos morales colil, entre su deber oficial, que co.nsiste en pensar y actuar en t:mc;on
como políticos.
del interés nacional. y su deseo personal, que tiende a la corponzac10n
No se puede concluir de las buenas.Tutenciones de un estadista que en todo el mundo de los propios valores morales y principios políti-
su política exterior será moralmente loable o políticamente exitosa. Al cos. El realismo político no requiere ni condona la indiferencia hacia
enjuiciar sus motivaciones, podremos decir que no llevará adelante, de los ideales políticos o los principios morales, pero sí reclama una
modo intencional, políticas moralmente censurables, ~o no estaremos nítida diferenciación entre lo, deseable y lo posible. entre lo que es
en condiciones de decir nada sobre las posibilidades de éxíto que tiene. deseable en todas partes y en cualquier tiempo y lo que es posible bajo
Si queremos conocer ·las cualidades morales y políticas. P.e sus ·actos, circunstancias concretas de tiempo y lugar.
éstos son los que deben ocupar nue,stra atención y no los motivos que Es evidente que no todas las .¡pplíticas exteriores han seg;.údo un
los han impulsado. ¿Cuántas veces los estadistas han sentido el impulso curso tan racional, objetivo· y no emocional. Los elementos c?~tmgentes
de mejorar el mundo y. sin embargo, han terminado empeorándolo? de personalidad, prejuícios y preferencias -y todas las debilidades del
¿Cuántas veces se han fijado determinado objetivo y en cambio han intelecto y la voluntad de que es capaz el ser humano-- suelen, ~partar
terminado consiguiendo otro que nadie deseaba? a las políticas exteriores de su curso racional. Cuando l~ pohtlca ex-
La política de apaciguamiento de Nevill~Chamberlain estuvo -hasta terior es implementada bajo condiciones de control democratico. es espe-
donde se puede juzgar- inspiradi por buenos motivos. Seguramente cialmente necesario manejar las emociones populares a los efectos de
fue, como la de ningún otro primer ministro británico, la que menos lograr apoyo para la propia política. No obstante, una teoría de política
en cuenta tuvo consideraciones acerca del poder personal y su objetívo exterior que aspire al racionalismo necesita, por ahora, deshacerse
sólo se concentró en la preservación de la paz y el logro de la felicidad como sea de esos elementos irracionales, al tiempo que construye un
para todos los implicados. Sin embargo, la política de Chamberlain marco de poÜtica exterior que integre la esencia racional qu~ se halla
ayudó a que sobreviniera la segunda guerra mundial y acarreó inena- en la experiencia, sin las desviaciones contingent~s f'.rovementes del
rrable miseria a millones de seres humanos. Por otra parte, los motivos racionalismo que también se encuentran en la experiencia. .
que animaban a Winston Churchill tenían un alcance mucho menos uni- Estas desviaciones de la racionalidad, que no son resultado de capn-
versal y estaban mucho más estrechamente dirigidos hacia el poder chos personales o de la psicopatología personal de quien ejecuta la
personal y ·nacional; sin embargo, la política exterior que surgió de política. sólo pueden parecer contingentes desde el ventajoso p~to de
esos motivos inferiores fue ciertamente de calidad moral y política su- vista de la racionalidad, aunque sean elementos de un coherente sistema
perior a la que llevó a cabo su predecesor. Juzgado en función de sus de irracionalidad. Vale la pena explorar la posibilidad de construir una
motivos, Robespierre fue uno de los hombres más virtuosos que hayan contrateoría de la política irracional.
existido alguna vez. Fue el radicalismo utópico, nacido de una posición Cuando se observa el desarrollo del pensamiento norteamericano
virtuosa, quien lo llevó a matar a "áquellos menos virtuosos que él, sobre política exterior. resulta sorprendente la persistenc!a de actitudes
erróneas que han sobrevivido -bajo diferentes modalidades- a los
16 Teoría y práctica de la política internacional Una teoría realista de la política internacional 17

embates de los argumentos intelectuales y de la experiencia política. explicarse .o justificarse con referencia a conceptos, instituciones o pro-
Una vez que esta perplejidad -en el verdadero sentido aristotélico- cedimientos tradicionales.
se somete a los resultados de la búsqueda de comprensión racional, Todas estas situaciones tienen una característica común. El hecho
llegamos a una conclusión al mismo tiempo confortadora y perturba- moderno de la interdependencia requiere un orden político que lo tenga
.dora: nos encontramos en presencia de fallas intelectuales compartidas en cuenta; no obstante, la superestructura legal e institucional. que se
por todos nosotros en modos y grado diferentes. En conjunto propor- remonta al siglo XIX, supone la existencia de una multiplicidad de es-
cionan el perfil de. cierto tipo de patología de Ja política internacional. tados naciones autosuficientes, impenetrables, soberanos. Estos rema-
Cuando la mente humana se acerca a la realidad con el propósito de nentes de un orden legal e institq.cional obsoleto no sólo se interponen
emprender una acción -y la acción . política es una de las instancias en el camino hacia una transformación racional de las relaciones interna-
más conspicuas--, a menudo suele despistarse en alguno de estos cuatro cionales a la luz de la desigualdad del poder y la interdependencia de
fenómenos mentales: remanentes de un adecuado modo de pensar y los intereses, sino que también vuelven precaria, si no imposible, la po-
actuar previo que ahora se ha• vuelto obsoleto ante una nueva realidad sibilidad de políticas más racionales dentro del defectuoso entramado
social; interpretaciones demonológicas de la realidad que reemplazan de un sistema tal.
una realidad ficticia -poblada por personas malvadas más que por
Es una característica del pensamiento primitivo la personalización
situaciones en verdad inmanejables- por la que se vive; negativa a
de los problemas sociales. La tendencia es particularmente fuerte cúando
-aceptar la existencia de un amenazante estado de cosas. que es negado
el problema parece no susceptible de una comprensión racional y <le
mediaiite una verbalización ilusoria: confianza en la infinita maleabi-
un manejo satisfactorio. Cuando una persona o un grupo de personas
lidad de una realidad ciertamente turbulenta. es identificado como causante de la dificultad, esto parece vol.¡;er el
Los hombres responden a las situaciones sociales con modelos repe- problema tanto intelectualmente accesible cuanto susceptible de solu-
titivos. La misma situación, reconocida· en su identidad gracias a situa- ción. Así. creer en Satán como la fuente del mal nos hace "entender"
ciones previas, sólo requiere entonces la identificación de un caso partI- la naturaleza del mal al concentrar la búsqueda de su origen y su con-
cular para aplicarle el modelo preformado apropiado a él. Así. la mente trol sobre una persona particular cuya existencfa física presumimos. La.
humana sigue el princip.io de economía de esfuerzos, obviando un exa- complejidad de los conflictos políticos e¡¡;cluye soluciones tan simples.
men de novo de cada situación individual y el modelo de pensamiento y -Las catástrefes naturales no se evitarán quemando brujas: la amenaza
acción adecuado a ella. Sin embargo, cuando las circunstancias experi · de una poderosa Alemania estableciendo su hegemonía sobre Europa
mentan cambios dinámicos, los modelos tradicionales dejan de ser apro- no se evita desembarazándose de una sucesión de líderes germanos.
piados: deben ser reemplazados ·por otros que reflejen tales cambios. De Pero al asociar el problema con ciertas personas· sobre quienes tenemos
otro modo, se produciría una brecha entre los modelos tradicionales y -o esperamos tener- control, reducimos el problema. intelectual y prag-
las nuevas realidades, y pensamiento y acción se desencontrarán. máticamente. a proporciones manejables. Una vez que hemos identifi-
En el plano internacional no es exagerado decir que la_ propia es- cado a ciertos individuos o grupos de individuos como la fuente del mal
tructura de las relaciones internacionales -como se refleja en las insti- nos parece haber entendido el nexo causal que lleva desde los individuos
tuciones políticas. en los procedimientos diplomáticos y en los acuerdos al problema social; ese aparen~ entendimiento sugiere la aparente solu-
legales-- ha tendido- a estar en desacuerdo con Ja realidad de la política ción: eliminemos a los individuos "responsables" de él y habremos re-
internacional. Mientras la primera asume la "igualdad soberana" de to- suelto el problema.
das las naciones. la última se caracteriza por una marcada desigualdad en- La superstición aún domina nuestras relaciones dentro de la socie-
tre las naciones, dos de las cuales son llamadas superpotencias porque tie- dad. El modelo de pensamiento y acción demonológico ahora se ha trasla-
nen en sus manos un poder sin precedentes de destrucción total. en dado a otros campos de la acción humana, cercanos al tipo de indagación
tanto--muélias de ellas reciben el nombre de "miniestados" puesto que racional y acción que ha desalojado a la superstición de nuestras rela-
su poder es minúsculo aun. comparado con el de las naciones estado tra- ciones con la naturaleza. Como dijo William Graham Summer, "la can-
dicionales. Es este contraste e incompatibilidad entre la realidad de la tidad de superstición no ha cambiado mucho, pero ahora acompaña a la
política internacional y los conceptos, instituciones y procediiiiieiitos ¡:;olítica y no a la religión"} Los numerosos fracasos de Estados Unidos
creados para hacerla inteligible y controlarla, quien ha causado, al menos t:n reconocer y responder a la policéntrica naturaleza del comunismo es
por debajo del nivel de grandes potencias, la inmanejabilidad de las un primer ejemplo de este defecto. El corolario de su indiscriminada opo-
relaciones internacionales hasta límites de anarquía. El terrorismo in- sición al comunismo es el indiscriminado apoyo a gobiernos y movimien-
ternacional y las diferentes reacciones de los gobiernos ante él. el invo- tos que profesan y practican el anticomunismo. Las políticas norteame-
lucramiento de gobiernos extranjeros en la guerra civil libanesa. las ricanas en Asia y Latinoamérica han derivado de esta posición simplista.
operaciones militares de Estados Unidos en el sudeste asiático o la
intervención militar de la Unión Soviética en Europa oriental no pueden 1 "Mores of tbe Present and Future", en War and Other Essays, New Haven.
Yalit Uruversity Press, 1911, pág. 159.
Una teoría realista de la política internacional 19
18 Teoría y práctic;a de la política internacional
política exterior racional que la experiencia nunca llega a asumir
La guerra de Vietnam y nuestra incapacidad para llegar a acuerdos con por completo.
China continental encontraron aquí su razón de ser. Lo mismo vale para Al mismo tiempo, el realismo político considera. que una política
la teoría y práctica ·de la contrainsurgencia, incluyendo los asesinatos en exterior racional es una-buena política exterior: sólo una política exte-
gran escala bajo el programa ~énix en Vietnam y los inJentos de asesi- rior racional minimiza los riesgos y maxímiza los beneficios y, además.
nato -o asesinatos- de estadistas. Signos de enfoque similar han sido cumple simultáneamente con el precepto moral de la prudencia y el
evidentes más recientemente en Centroamérica.
requerimiento político del éxito. El realismo político pretende que el
El enfoque demonológico de la política internacional fortalece. otra registro fotográfico del mundo político se parezca todo cuanto sea
tendencia patológica, la de negarse a reconocer y vérselas efectivamen- posible al retrato pintado. Cc.nscien te de la in,evitable brecha e_n~re
te con una realidad amenazante. El enfoque demonológico ha desplazado una buena política exterior -es decir. una rac1~nal- y. ~na poh.uca
nuestra atención e inquietud hacia los adherentes al comunismo -indi- exterior como las que existen actualmente, el reahsmo poht1co sostiene
vid~almente en lo interno y en lo internacional, movimientos políticos, que la teoría no sólo debe apoyarse sobre los elen:;entos racional~s de
gobiernos extranjero~ alejándplas de la real amenaza: el poder de lo~ la realidad política, sino además que la política exterior debe ser rac10nal
estados, sean comumstas o no. El macartismo no sólo· significó el más en vista de sus propios propósitos morales y prácticos.
marcado ejemplo norteamericano del enfoque demonológico, sino que Por lo tanto. no resulta un .argürnento co~sistente contra la teoría
también fue uno de los más extremos exponentes de este tipo de juicio aquí presentada el hecho de que la actual política exterior no se desa-
erróneo: confundió la ampliamente ilusoria amenaza de subversión do- rrolle --o no pueda desarrollarse- de acuerdo con sus preceptos. Ese
méstica con la real amenaza del poder soviético.
argumento malinterpreta la intención de este libro, que consiste en pre-
Finalmente, forma parte de este enfoque de la política creer que sentar no una indiscriminada descripción de la realidad política, sino
no hay groblemas -por más irremediables que puedan parecer- real- una teoría racional de la política internacional. Lejos de quedar. invali-
mente insolubles si existen esfuerzos bien intencionados, bien financiados dáda por la circunstancia de que un perfecto equilibrio de poder rara
Y competentes. En otra parte he intentado poner al descubierto las raí- vez se produce en la r~alidad, supone que la realidad. al ser defectuosa
ces intelectuales e históricas de esta creencia; 2 aquí me limitaré a señalar en este sentido. debe entenderse y evaluarse como una aproximación
su persistente· fortaleza. a pesar de mucha experiencia en contrario, a Uf! sistema ideal de equilibrio del poder. . . . .
como ha sido la .guerra de Vietnam y la declinación general del po- 3. El realismo &upone que su concepto clave de mteres defm1do
derío norteamericano. Esta preferencia por las soluciones económicas a corno poder es una categoría objetiva de validez uriiversal, pero no
!'ro~lemas pol~ticos y militares se encuentra sólidamente apoyada. por otorga al concepto un significado inmutable. La idea ~e iñterés ~s. en
Jos mtereses de los potenciales receptores del apoyo económico. quienes efecto, la esencia de la política y resulta ajena a las circunstancias de
prefieren el obviamente provechoso traslado de las ventajas económicas tiempo y lugar. Recogiendo la experiencia de la antigua Grecia. Tucídides
al penoso y riesgoso regateo diplomático.
afirmó que "la identidad de intereses es el más sólido lazo que une a
La diferencia entre la política intemacio¡¡aL tal como se presenta los estados y a los individuos". En ¡el siglo XIX. lord Salisbury. retomó
en la actualidad y la teoría racional que se desprende de ella es seme- la idea al señalar que "el único lazolque perdura" entre las naciones es
jante a la que existe entre una fotografía y un retrato del mismo rostro. "la ausencia de intereses contrapuestos". George Washington lo elevó a
La fotografía muestra todo lo que puede verse a simple vista; el retrato, principio general de su gobierno:
en cambio, no muestra todos los detalles. pero nos permite ver -al
menos lo intenta- algo que no suele surgir de una simple ojeada: las Tan solo un pequeño conocimiento de la naturaleza humana bastará
c~cterísticas humanas de la pers,qna retratada. para convencernos de que el principio rector para gran parte de Ja
humanidad es el interés y que, en mayor o menor medida. casi todos
El realismo ·político no sólo éontiene elementos teóricos sino tam- los hombres se encuentran bajo su influencia. Por razones de virtud
bién factores normativos. Sabe que la realidad política está llena de pública, durante cierto tiempo, o en determinadas circ1;1nstancias,
contingencias e irracionalidades sistémicas y, por lo tanto, apunta a los hombres pueden afectar una conducta totalmente desmteresada.
mostrar la típica influencia que ejercen sobre la política internacional. Pero no son razones suficientes corno para producir una permanente
Por otra parte, tiene en común con cualquier teoría social la necesidad actitud en acuerdo con normas más refinadas y obligaciones socia-
de enfatizar· los factores racionales de la realidad política para aspírar les. Pocos son los hombres capa.ces de hacer un constante sacrificio
de todos sus intereses privados en beneficio del bien común. Re-
a una completa comprensión teórica. En última instancia, estos factores sulta vano clamar contra la corruptibilidad de la naturaleza humana
racionales son los que dan inteligibilidad a la realidad en el marco de la en este aspecto: la realidad es así,' ha sido demostrada por la expe-
teoría. El realismo político presenta una construcción teórica de una riencia de cada época y cada nación. Deberíamos cambiar en gran
medida la naturaleza del hombre antes de poder pensar en un cam-
h1 G. 2 Scientific Man versus Power Politics, Chicago, Uníversity of Chicago Press, bio de camino. Ninguna institución que construya sobre otras bases
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20 Teoría y práctica de la política internacional
Una teoría realista de la política internacional 21
que no séan las de ia verdad presuntiva de esta máxima puede llegar
a tener éxito.3 terés es el parámetro permai;iente mediante el que debe juzgarse ~ diri-
girse la acción política, la conexión contemporánea entre .el mt~res Y el
En nuestro siglo, estas ideas encontraron eco y elaboración en Ma'i: Estado-nación es producto de la historia y, en consecuencia. esta con~fo­
Weber, quien escribió: nada a desaparecer con el trancurso de la historia. Nada en '.ª p~s1c1on
realista está en contra del supuesto de que la presente d1v1s1on dd
Los intereses -materiales e i~eales- y no las ideas son quienes mundo político en Estados-naciones vaya a ser reemplazada por ~n'.­
dominan directamente las acc10nes de los hombres. No obstante. dades mayores de distinto carácter. más de acuerdo con las i;otenciah-
las "imágenes del mundo" creadas por_~stas ideas a menudo han dades técnicas y las exigencias morales del mundo contemporaneo.
servido como indicadores para determinar los caminos por los cuales
el dinamismo de los intereses impulsa el movimiento de las acciones.• El realista se aleja de otras escuelas de pensamiento ~nte .la vital
cuestión de cómo debe transformarse el mundo contemporaneo. Se en-
Sin embargo. el tipo Ae interés determinante de las acciones polí- cuentra persuadido de que esa transformación sólo podrá concretarse
ticas en un período particular de la historia depende del contexto político mediante el cuidadoso manipuleo de las fuerzas perennes que modelaron
y cultura: dentro del que se formula la política exterior. Los objetivosi el pasado y que configurarán el futuro. El realista no ~ogra convencerse
que persiguen las nac10nes en 'sus políticas exteriores pueden incluir cfé que esa transformación puede lograrse a traves de una simple con-
toda la gama de objetivos que cualquier nación haya perseguido o pueda frontación de la realidad política, regida por sus propias leyes.
perseguir en el futuro. 4. El realismo político conoce el significado moral de la acción polí-
. Las mismas observaciones se aplican al c01ic;:~pto de poder. Su con- tica. También tiene conciencia de la inevitable tensión entre los precep-
t~mdo y el modo en que se usa están determinados por el entorno polí-. •' tos morales y los requerimientos de una exitosa acción política. Tamp~co
t1co Y cultural. El poder puede comprender cualquier cosa que establezca pretende eludir rápidamente ese conflicto, ya que de ese modo solo
Y mantenga el control del hombre sobre el hombre. En consecuencia, conseguiría distorsionar tanto el problema político como el moral ha-
el poder abarca todas las relaciones sociales que sirven a ese fin, desde ciendo aparecer los hechos políticos como mucho más satisfactorios mo-
la violencia física hasta el más sutil lazo mediante el cual una mente ralmente de lo que en realidad son y las leyes morales como menos
controla a otra. El poder cubre el dominio del hombre por el hombre,
exigentes de lo que efectivamente son.
ya se trate de la circunstancia en que se halla disciplinado por fines mo-
rales y controlado por salvaguardas constitucionales, como sucede en El l:ealismo sostiene que los principios morales universales no pueden
las democracias occidentales. o de esa bárbara e indómita fuerza que aplicarse .a los actos de los Estados en una ~ormulación. abstracta. Y
encuentra sus leyes en su propia fortaleza y su única justificación en universal. sino que deben ser filtrados a traves de las circunst~nc.ia.s
su engrandecimiento. concretas de tiempo y lugar. El individuo puede sostener, corno md1v1-
El realismo político no presupone que las actuales condiciones bajo d.uo: Fiat íustícia, pereat mundus (hágase justicia aunq1:1e el m~ndo pe-
las que se desarrollan las políticas exteriores, con su extremada inesta- rezca). El Estado en cambio, no tiene derecho a decir lo. mismo en
nombre -del~s q;:;~ tiene a su cargo. Tanto rl individuo como e~ Estado
bilidad y la siempre present~_a_g¡enaza de una escalada de la violencia,
no puedan cambiarse. El equilibrio de poder, por ejemplo, es induda- deben juzgar la acción política a la luz de pr1i.~ci:pi?s mo~ales umversales
blemente un elemento constante en todas las sociedades pluralistas, tales como el de la libertad. Mientras el md1v1duo tiene el derecho
como bien lo supieron los autores de The Federalist. No obstante, es moral de sacrificarse a sí mismo en defensa de este principi~ moral,
capaz de operar, como lo hace en Estados Unidos, bajo condiciones el Estado no tiene el derecho de permitir que su desaprobación mo-
de relativa estabilidad y conflictos pacíficos. Si los factores que han ral a una determinada violación de la libertad interfiera en el re-
permitido e! surgimiento de estas condiciones pueden ser duplicados sultado exitoso de una acción política inspirada en el principio moral
en la escena internacional, análogas condiciones -de estabilidad y paz de la supervivencia nacional. No puede existir moralidad pol!t.ica sin
también prevalecerán en ella, como ha ocurrido durante largos tramos prudencia. esto es. sin consideración de .las consecuenc1~s pohucas de
en la historia de ciertas naciones. una acción aparentemente moral. :¡:.1 realismo, pues., t:;_ons1der:a. a la pru-
dencia -la consecuencia de más peso entre las acciones poht1cas alter-
Lo que es verdad en el carácter de las relaciones internacionales
también lo es en el Estado-nación como punto de referencia final de la nativas- como la suprema virtud en política. En abstracto, la ética juzg2
política exterior contemporánea. Mientras el realista piensa que el in- los actos en función de su acomodamiento a los principios morales; la
ética política los juzga según sus consecuencias políticas: Las :ilo~ofías
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The Writings of George Washington, editado por John C. Fitzpatrick United clásica y medieval conocían esto al igual c¡ue Lmcoln. qmen senalo:
States Prmting Office, Washington. 1931-44, vol. X. pág. 363. '
• Mananne Weber, Max Weber, J. C. B. Mobr. Tubingen, 1926, págs, 347-48. Véase Hago las cosas como mejor sé h.acerl~s, c<;>mo m~jor. -puedo Y asi
tamb1~ Max
1920, pa¡;. 252.Weber, Gesammelte zur Religionassoztologie, J. C. B. Mohr, Tubmgen,
continuaré haciéndolas hasta el fm. Si el fm me 1ust1f1ca. todo ,lo
que se ha dicho en contra de mí no tendrá ninguna importancia.
-,
22 Teoría y práctica de la política internacional
Una teoría realista de la política internacíonal 23
Si el fin, demuestra que estaba equivocado, ni diez' ángeles jurando
que habra actuado correctamente me salvarían. sus sectores? El abogado se pregunta: ¿Esta política está de acuerdo
con las normas legales? El moralista se pregunta: ¿Esta política esta
S. El realismo político se niega a identificar las aspiraciones mo- de acuerdo con los principios morales? y el realista político se pregunta:
rales de ~a nación er; particular con los preceptos morales que gobier- ¿Cómo efecta esta política el poder de la ·ñación?
nan el umyerso. [)el mismo modo que establece la diferencia entre verdad El realista político no ignora la existencia y relevancia de otros
y_opi_nión. también discierne entre verdad e idolatría. Todas las naciones parámetros de pensamiento distintos a los políticos. Pero como realista
se sienten tentadas -y pocas han sido capaces de resistir la tentación político no puede subordinar esos parámetros a los políticos. Y se aleja
durante mucho tiempo- de encubrir sus propios actos y aspiraciones de otras escuelas cuando éstas imponen parámetros de pensamiento
con los propósitos morales universales. Una cosa es saber que las nacio- propios de otras esferas a la actividad política. Es aquí donde el realis-
nes est~n sujetas a la ley moral y otra muy. distinta pretender saber__qué mo torna distancia de la "aproximación legalista-moralista" a la política
e: el b1e?' y el mhl en las relaciones entre las naciones. Hay una enorme internacional. Que este apartamiento no es, como lo hemos explicado,
d1ferenc1a entre la creencia de que todas las naciones se someten al una mera creación imaginaria sino una proyección del corazón mismo
inescru~able juicio de Dios y la convicción blasfema de que Dios siem- de la controversia puede comprobarse mediante muchos ejemplos his-
pre esta del lado de uno y de que los deseos propíos coinciden exacta- tóricos. Tres nos serán suficientes.s
mente con los deseos de Dios. .
En 1939 la Unión Soviética atacó a Finlandia. Este acto puso a
La livia:ia _ecuación entre un nacio0;alismo particular y los consejos
Francia.~ Ingl~~e;ra i:nte dos problemas. uno legal y el otro político.
de la provmc1a. es moralmente indefendible: en ella radica ese pe-
¿La accion sovietica vmlaba el Pacto de Ja Liga de las Naciones? y, en
cado de sob~rb1a contra el que tanto los trágicos griegos como los
ese caso, ¿qué contramedidas debían adoptar Francia e Inglaterra? El
profe'.as bíblicos han prevenido a gobernantes y a gobernados. La
problema legal podía esclarecerse fácilmente puesto que obviamente Ja
ecua_c1ón ~~ tamb~ér;i _Políticamente perniciosa porque puede -engendrár
. Unión Soviética había hecho algo 1que el Pacto prohibía. El problema
la d1stors1on del 3u1c10 que, en medio del frenesí enceguecido de una
político dependía en primer lugar del modo en que la acción de. Rusia
cruza~a, destruye naciones y civilizaciones en nombre de principios mo-
afectaba los intereses de Francia e Inglaterra, y, luego, de la distribución
rales, ideales o del propio Dios.
de poder existente por ese entonces entre Francia e Inglaterra, por
, ~ar otra parte, es precisamente el concepto de interés, definido e;¡
lermmos de poder, el que nos {ione a salvo tanto de esos excesos mora- una parte, y la Unión Soviética y otras naciones potencdalmente hosti·
les por otra. En tercer término dependía también de la influencia que
les como de esa locura política. En efecto. si consideramos a todas las
las eventuales contramedidas podían llegar a tener s.obre los intereses
nacione_s, in~luida la nuestra, cq_mo .~ntidades políticas en pos de sus
respectivos mtereses definidos en términos de poder, entonces estare- de Francia e Inglaterra, como, asimismo, sobre la futura distribución
mos en condiciones de hacer justicia.con todas. Y nos encontraremos en del poder. Como principales !IlÍernbros de fa Liga de las Naciones.
Francia e In~laterra se ocuparon de que la Uniin Soviética fuera expul-
con_diciones de hacer _justicia en un doble sentido: estaremos en aptitud.
sada de la Liga y no pudieron unirse a Finlandia en la lucha contra la
_de Juzgar a otras naciones del mismo modo como juzgamos a la nuestra
y, al hacerlo de este modb, _seremos capaces de llevar adelante políticas Unión Soviética a causa de la negativa sueca a permitir que tropas ex-
tranjeras pasaran por su territorio para llegar a Finlandia. Si no hu-
que respeten los intereses de otras naciones al tiempo que protegen y
biera sido por esta negativa sueca, muy rápidamente Francia e Inglaterra
_promuc:_ven los nuest:os. En política, la moderación no puede ser más
se habrían encontrado en guerra contra Alemania y la Unión Soviética
que el reflejo de la moderación en el juicio moral.
6. La diferencia, entonces. entre realismo político y otras escuelas al mismo tiempo.
de pensamiento es muy profunda. A pesar de lo mucho que se ha mal- La política de Francia e Inglaterra fue un ejemplo clásico de lega-
entendido y malinterpretado la teoría política del realismo político, lisrno al per!IlÍtir que una solución legal, legítima dentro de su propia
resulta imposible hablar de contradicción entre sus actitudes intelec- esfera, deter!IlÍnara sus actos políticos. En lugar de oponer ambas cues-
tuales y .morales en materia política. tiones, la legal y la de poder. atendieron sólo a la cuestión legal y
· En el aspecto intelectual, el realista político mantiene la autonomía. la respuesta que obtuvieron no estuvo en función del problema que
·de su esfe~a política_. del mismo modo como el economista. el abogado condicionaba su propia existencia como países.
o el moralista mantienen la suya. Piensa en términos de interés defi- El segundo ejemplo ilustra la "aproximación moralista" a la polí-
nido como poder, del mismo modo como el economista piensa en térmi- tica internacional. Tiene que ver con el estatuto internacional del gobier- ·
nos de interés en_tendido corno beneficio; el abogado, en la conformidad no comunista de China. El ascenso de este gobierno colocó al mundo occi-
de los actos con las reglas legales; y el moralista, en la conformidad de
s Otros ejemplos pueden consultarse en Hans J. Morgentheu, "Another 'Great
los actos con los principios morales. El econo!IlÍsta se pregunta: ¿Cómo Debate': The National Interest of the United States" en The American Política!
afecta esta política la riqueza de la sociedad o. al menos, a algunos de Science Review, vol. XLVI. diciembre de 1952, pág. 979 y síguientes. Véanse además
Hans J. ~orgenthau. Politlcs in the 20th Century, vol. 1 y The Decline of Demo-
cratic Politics, University of Chicago Press, Chicago, 1962, pág. 79 y siguientes.
Una teoría realista de la política internacional 25
24 Teoría y práctica de la política internacional
He apoyado enfáticamente su modo de actuar porque lo considero
dental ante dos problemas, uno moral y otro político. ¿La naturaleza un modelo de lo que deben hacer quienes creen que los tratados
y las políticas de ese gobierno estaban de acuerdo con los principios deben observarse con buena fe y como parte de la moral internacio-
morales del mundo occidental? ¿Debería el mundo occidental mantener nal. Asumo e~ta posición como un nortean:;ericano que no ~e siente
más inglés que alemán, que pretende servir lealmente los mter~ses
relaciones con tal gobierno? La respuesta a la primera pregunta sólO" de su país, pero que también intenta hacer todo lo que le es po.s1ble
podía ser negativa. No obstante. esa primera negativa no necesariamente en favor de la justicia y la decencia y que, por lo tanto. se s.1ente
debía extenderse a la segunda pregunta. El parámetro de pensamiento obligado a juzgar a todas las naciones por su conducta en ocasiones
aplicado a la primera --el moral- consistía sencillamente en comparar determinadas.
la naturaleza y las políticas del gobierno comunista de China con los
principios de moralidad occidentales. Por otra parte, la segunda cues- Esta defensa realista de la autonomia de la esfera política frente a
tión -la política- debió someterse a ia complicada prueba de los i11- la subversión que significan otras modalidades de pensamiento no im-
tereses en Juego y al poder de cada parte, y ia influencia de uno u otro ¡plica desprecio ni disgusto por la existencia e importancia de esas otras
curso de acción sobre esos intereses y ese poder. Puede haber ocurrido modalidades de pensamiento. Significa, más bien, la aspiración a que
que el resultado de esa prueba llevara a aconsejar que lo más sabio era cada una tenga su propia esfera y función. El realismo político se apoya
no mantener relaciones con el gobierno de China. Llegar a tal conclusión en una concepción pluralista de la naturaleza humana. El hombre re:i.I
sin haber mediado la aplicación de esa prueba y dando una r:espuesta es una combinación del "hombre económico", del "hombre polítíco", del
moral a un problema típicamente político no habría sido -como en "hombre moral", del "hombre religioso". etc. Un hombre que sólo tu-
realidad lo fue- un ejemplo clásico del "acercamiento moralista" a la viera una proyección "política" sería como una bestia, ya que carecería
política internacional. de todas las contenciones morales. Alguien que sólo fuese un "hombre
El tercer caso ilustra con claridad el contraste existente entre el moral" sería un loco, puesto que desconocería la prudencia. Quien sólo
realismo Y la aproximación legalista-moralista a la política externa. fuese "hombre religioso" sería un santo, yal que no conocería en absoluto
Inglaterra, en tanto garante de 1a neutralidad de Bélgica, declaró la los deseos mundanos.
~erra a Alemania en agosto de 1914 porque esta última nación había Ai dar por sentados todos estos aspectos de la naturaleza humana,
VIolado la neutr~id~d de Bé~gica. La acción británica puede ser justifi- el realismo político también acepta que para comprender a cada uno de
cada tanto en term.mos realistas como legalistas-moralistas. Se podría ellos es preciso ubicarla dentro de sus propios términos. O sea que si
ar~e~tar en ~arma .rea~sta q~e por\siglos había sido axiomático para se desea entender al "hombre religioso", primero debe abstraerse ese
la pohtica exteno~ bntá~1ca eVItar que los Países Bajos quedaran bajo aspecto de todos los demás que componen la naturaleza humana y tra-
control de potencias hostiles. Por lo tanto no fue la violación de la neu- tarlo como si fuera el único. Además deben aplicarse a la esfera religiosa
tralidad belga en sí misma, sino las intenciones hostiles del violador, las pautas de pensamiento coi:~ordantes con ella, ~un~qe ~in olvid~~ que
lo que determinó la actitud británíca. Si la violadora hubiese sido otra
existen otras pautas que tamb1en operan sobre las mchn!c10nes rel!g10sas
nación distinta a Alemania, es muy posible que Inglaterra se hubiese
abstenido de intervenir. Fue ésta la posición asumida por sir Edward del hombre. Lo que es verdad en esta faceta de la naturaleza humana,
Grey, ministro de Relaciones Exteriores británico durante el período. En también lo es en las demás. Ningún economista moderno, por ejemplo,
1908 el subsecretario de Relaciones Exteriores Hardinge le formuló el consideraría a su ciencia y a las interrelaciones de ésta con otras cien-
siguiente comentario: "Si en el transcurso de una guerra contra Alema- cias de otro modo. La economia se ha convertido en una teoría autónoma
nia, F~ancia yiolara la neutralidad belga es muy dudoso que Inglaterra de todas las actividades económicas del hombre precisamente a través de
o Rusia ~ov~eran un dedo en favor de la neutralidad de Bélgica; pero, un proceso de diferenciación de otras modalidades del pensar y me-
er¡. camb10, s1 fuese Alemania quien violara la neutralidaábelga es muy diante el desarrollo de normas aplicables a su propio objeto. El propósi-
p_robable que los cur~os de acción fuesen totalmente opuestos". A lo que to del realismo político consiste en propender a un desarrollo análogo
sir Edward Grey rephcó: "Exactamente". También se pueden considerar en el campo de la política.
los aspectos morales y legales que aparejaba la violación de la neutrali- Pertenece a la naturaleza de las cosas el hecho de que una teoría
dad belga, ya q1:1e las carenc!as morales y legales del acto, independien- política basada en principios como los explicados no consiga un apoyo
temente ~e los mte~eses ~X: J~ego y de_ ~':" identidad del violador. justifi- unánime; lo mismo podría decirse de cualquier política exterior susten-
caban la mtervenc10n bntanica y tam01en 1a norteamericana. Esta fue
tada en las mismas bases. Tanto la teoría como la política van contra dos
la posición que adoptó Theodore Roosevelt en su carta del 22 de enero
de 1915 a sir Edward Grey: corrientes de nuestra cultura que no pueden ponerse de acuerdo con las
premisas y resultados de una objetiva teoría racional de la política. Una
de esas corrientes subestima el papel del poder en la sociedad con argu-
P_ara ~ el nudo de la situación ha sido Bélgica. Si Inglaterra o Fran- mentos que provienen de la, experiencia y la filosofía del siglo xrx; de
cia hubiesen actuado contra Bélgica como lo ha hecho Alemania me
habría opuesto del mismo modo como ahora me opongo a Alem~ia.
LU ..l. cvriu y prucu.ca ae La potttr.ca internacional

ella nos ocuparemos detenidamente más adelante.• La otra corriente,


o~uesta a. la teoría reaµsta y práctica de la política, proviene de las pro-
pias relaciones que existen, y que deben existir, entre la mente humana
y la esfera política. Por motivos que discutiremos más adelante, en sus
operaciones cotidianas la mente humana no puede estar frente a frente
con la verdad de la política. Debe enmascarar, distorsionar, empequeñe-
cer o embellecer la verdad cuando se encuentra implicada en procesos
políticos, especialmente si son de política internacional. Sólo mediante
esa ficción el hombre puede vivir en paz consigo mismo y con los de-
más en tanto animal· político.
2
, ~s, :por lo t~to, inevitable que una teoría que intenta entender la
política mternac10nal tal como es en la actualidad, y tal como debiera
ser en su naturaleza intrinseca antes que como la gente desearía que
fuera, deba remontar una resistencia psicológica que no existe para la
La Ciencia de la
1
mayor parte de las otras ramas del. conocimiento. Por eso mismo un
libro destinado a la comprensión teórica de la política internacional exige Política Internacional
una explicación y una justificación especial.

COMPRENSION DE LA POLITICA INTERNACIONAL

Diferentes aproximaciones
Este libro tiene dos propósitos. El primero consiste en detectar y enten-
der las fuerzas que movilizan las relaciones políticas entre las naciones
y comprender los modos por los cuales estas fuerzas actúan entre sí.
sobre las relaciones políticas internacionales y sobre las instituciones.
En la mayor parte de las demás ciencias sociales esta finalidad se daría
por sentada, ya que el fin natural de toda investigación cieptífica im-
plica el descubrimiento de las fuerzas que subyacen en los fe}¡.ómenos y
la modalidad en que operan. Al acercarnos al estudio de la política inter-
nacional no se puede dar por descontado este propósito; antes bien. re-
quiere un énfasis especial. Al respecto, el doctor Grayson Kirk ha se-
ñalado:

Hasta hace muy poco, el estudio de las relaciones internacionales


en Norteamérica ha estado monopolizado por investigadores que han
adoptado alguna de las siguientes tres aproximaciones. Primero,
han sido historiadores. quienes han considerado las relaciones inter-
nacionales como mera historia reciente ante la cual el estudiante se
siente en desventaja debido a la ausencia de un adecuado y asequible
conjunto de datos. Un segundo grupo, el de los juristas internacio-
nales. se ha ocupado razonable y primariamente de los aspectos lega-
les que surgen de las relaciones interestatales; sin embargo. pocas
veces han realizado esfuerzos serios a los efectos de indagar en las
razones fundamentales que hacen de este nexo legal algo incompleto
e inadecuado. Finalmente, se encuentran quienes poco se han preo-
• Véanse páginas 37 y siguientes. cupado por ias relaciones internacionales tal como se dan en la rea-
lidad, ya que postulan la construcción ideal de un sistema que ias
organice. Sólo tardía y recientemente hemos visto estudiantes apli-
28 Teoría y práctica de la política internacional La ciencía de la política mternacional 29

cadas al examen de las fue~s fundamentales y constantes del mun- El peor vicio de las discusiones políticas es ese dogmatismo que se
do político y de las instituciones que las representan, si bien no con . basa en grandes principios o en hipótesis en vez de apoyarse en un
la intención de elogiarlas o condenarlas sino sencillamente como preciso examen de las cosas tal como son y de. la naturaleza h:.imana
parte de un esfuerzo para lograr Wj. mejor entendimiento de estos tal como es.... Nos construimos un ideal que eleva y meJOra el
impulsos básicos que determinan las políticas internacionales de actual estado de cosas y casi inconscientemente empezamos a asu-
los estados. De este modo encontramos. al fin, al científico de la po- mir que este ideal es algo ya exi~tente; de ~ a e;;ta,blecer bases de
lítica moviéndose en el campo internacional.! ' especulación sin raíces en la realidad no eXIste practlcamente nmgu-
na distancia. . . . Todo el método de especulación abstracta sobre
El profesor Charles E. Martín ha retomado las observaciones del tópicos políticos se encuentra viciado. Se ha hecho popular porque
doctor Kirk agregando que no es demasiado difícil. Es más fácil ima~nar. U? mundo nuevo que
aprender a conocer el que tenemos. Es mas facll emb~carse .en e~­
... el problema que deben enfrentar los estudiantes y los profesores peculaciones basadas en L!Ilªs. pocas hipót~sis 9'.~e estudiar la historia
de relaciones internacionales consiste, específicamente, en 'el dua- de los estados y las instituciones. Es mas facll tomar al vuelo· un
lismo que deriva de movemos en dos áreas diferentes y opuestas: el dogma popular que analizarlo para ver si es verdadero o fa~so. Todo
área de las instituciones de la .paz, a ia que se relaciona el arreglo esto IUeva a la confusión, a admitir fr:ases hechas y banalidades, a
de las disputas, y el área del poder político y de la guerra. Así es mucha discusión pero a pocas conclus10nes en el campo de la pros-
y no podemos escapar a ese dualismo . . . Creo que uno de los ma- peridad de las naciones.3
yores errores en nuestra actitud al enseñar durante los últimos
veinte años ha sido probablemente el de dejar de lado la institución Límites al entendimiento
de la guerra y menospreciar los libros que estudiaban la influencia
del poder político. Pienso que los científicos de la política han come- La más formidable dificultad que se opone a la indagación teórica_ en
tido un gran error al actuar de este modo. Nos corresponde a noso- la naturaleza y en las modalidades de la política internacional consiste
tros estudiar la política del poder. sus implicaciones y las situacio- en la ambigüedad del material con que debe trabajar el obse.rvador. Los
nes que se desarrollan en torno a ella; también es tema que debe hechos que se procura entender son, por una parte. sucesos umcos. Ocu-
ocupar nuestra atención el de la institución de la guerra.2
rrieron de ese modo una vez, nunca antes ni después. Poi; otra parte.
Definida en estos términos, la política internacional como disciplina son análogos en tanto implican manifestaciones de determinadas fuerzas
académica es distinta de la historia'~eciente, de los hechos contempo- sociales. Y las fuerzas sociales son producto de la naturaleza ·humana en
ráneos, del derecho internacional y de la reforma política. acción. Bin embargo, bajo condiciones similares deberían mani~e~tarse
de modo semejante. Pero, ¿dónde se encuentra la línea que divide lo
_ La política internacional comprende más que la historia reciente y
similar de lo único?
los acontecimientos contemporáneos. El observador se ve asediado. por
la escena contemporánea con su énfasis y perspectivas siempre cambian- Esta ambigüedad de los hechos a com~render ~ediante un~ teoría
tes. No encuentra un piso firme sobre el cual apoyarse ni parámetr0s .de de la política internacional implica -conviene decirlo al pasa~-. una
evaluación objetivos a menos que se interne en los principios fundamen- instancia especial dentro de las limitaciones generales del conocimiento
tales: que sólo surgen de la correlación entre los acontecimientos recien- humano. "Como ningún acontecimiento y ninguna forr:ia -observaba
tes y el pasado más distante con las permanentes cualidades de la natu- Mont¡i.igne- es completamente i~l a. otra, tampoco .mnguna es com-
raleza humana subyacentes en ambos términos. pletamente diferente de otra: una ingeniosa mezcla realizada por la. natu-
raleza. Si no hubiera ninguna similitud en nuestros rostros no podrzam?s
La política internacional no puede reducirse a las normas legales y
distinguir al hombre de la bestia; si no existieran dif ere.ncías no podna-
a las instituciones. Opera dentro de la trama de tales normas y a través
mos distinguir a un hombre de otro. Todas las cosas tienen en comun
del instrumental de tales instituciones. Pero nunca llega a ser idénti-
alguna similitud; todo ejemplo es vacilante y las comparaciones qu~ se
ca a ellas del mismo modo como la política norteamericana, a nivel na-
cional, tampoco es idéntica a la Constitución de Estados Unidos, a las derivan de la experiencia son siempre imperfectas. Sin embargo, siem-
leyes federales o a las oficinas del gobierno federal. pre es posible encontrar modo de esta?lecer comparaciones. Y las .leyes
se vuelven útiles y adaptables a cualquier asunto si se las somete a mter-
En lo que tiene que ver con esfuerzos orientados a introducir refor- pretaciones forzadas y parciales". 4 Una teoría de l.~. política in.t~rnacional
mas en política internacional sin haber hecho previamente el esfuerzo debe estar constantemente en guardia contra esa· mterpretac10n forzada
para tratar de entender lo que es la política internacional, compartimos y parcial" de los hechos políticos.
el punto de vista de Willíani Graham Summer:
3 "Democracy and Responsible Government" en Thi; Challenge of Facts and
American Journal o/ International Law, vol. 39, 1945, págs, 369/70.
l Other Essays, Yale Uruversity Press, New Haven, 1914, pags .. 245/46. . ,
Proceedings of the. Eight Conference ot Teachers ot Intenuitional Law and
2 • The Essays ot Michel de Montaigne, editado y traducido por Jacob Ze1tllil,
Related Subjects, Carneg¡e Endowment far International Peace Washington 1946 Alfred A. Knopf, Núeva York. 1936. vol. III, pág. 270. La bastardilla es del prop10
'])ag. 66. ' ' Montaigne.
La ciencia de la polltíca internacional 31
30 Teoria y prdctica de la política internacional
man es una simple modificación del principio general subrayado por las
Al comparar esos hechos aprendemos lo que son los principios de la concepciones de Washington y Monroe o constituye un apartamiento radi-
política internacional. Una determinada situación política produce la cal de las tradicionales políticas exteriores norteamericanas? Si así fuera,
fonnulación y la ejecución de una detenninada política e.'l:terior. Al ¿se justifica a la luz de las nuevas condiciones? En términos generales,
enfrentarnos con una situación política diferente nos preguntamos: ¿En ¿las diferencias en la posición internacional de Estados Unidos en 1796,
qué difiere esta situación de la anterior y en qué se le parece? ¿Las simi- 1823, 1917 y 1947 justifican las diferentes políticas externas formuladas
litudes y diferencias permiten el mantenimiento de la esencia de aquella Y ejecutadas en vista de esas diferentes situaciones políticas? ¿Cuáles
política en tanto deben cambiarse algunos aspectos de ella? ¿O las dife- son las similitudes y diferencias de la situación con la que Europa enfren-
rencias vician de tal modo las analogías que de,terminan la inaplicabili- tó a Estados Unidos en 1917, 1941 y 1947 y en qué medida requieren
dad de la política anterior? Si se desea entender la política internacional, similares o diferentes políticas externas por parte de Estados Unidos?
captar el significado de los acontecimientos contemporáneos y prever ¿Qué signl¡ficado tienen estos cambios en la política exterior britá-
cuál será su influencia en el futuro. se. debe ser capaz de cumplir la nica? ¿Han crecido en medio de los manejos y la perfidia de príncipes y
doble tarea intelectual implícita en estas cuestiones. Se debe estar en estadistas? ¿O deben atribuirse a la inspiración producida por la acu-
condiciones de distinguir entre las similitudes y las diferencias de dos mulada sabiduría de un pueblo consciente de que las fuerzas perma-
situaciones políticas. Además. debe poderse valorar la importancia de nentes se sobreponen a las circunstancias individuales y determinan las
estas similitudes y diferencias para políticas exteriores alternativas. Tres relaciones con el continente europeo?
series de hechos, escogidos al azar, pueden ilustrar este problema y sus Los desastres que sobrevinieron a estos tres intentos de conquista
dificultades. continental, ¿constituyen otros tantos accidentes debidos a causas dispa-
El 17 de setiembre de 1796 George Washington pronunció un discur- res? ¿O la similitud en los resultados sugiere similitudes en la situación
so de despedida en el que delineaba los principios de la política exterior política global. similitudes que implican una lección a ser tenida en
norteamericana en ténninos de abstención con respecto a los asuntos eu- cuenta por quienes deseen intentarlo de nuevo? Y más particularmente.
ropeos. El 2 de diciembre de 1823 el presidente Monroe envió un ¿es la política de la Unión Soviética posterior a la segunda guerra mun/
mensaje al Congreso en el que formulaba los principios de la política dial similar a las de Napoleón, Guillermo II y Hitler? Y suponiendo que
exterior norteamericana en términos similares. En 1917, Estados Uni- lo sea, ¿la política que despliega Estados Unidos habrá de ser semejan-
dos se unió a Francia y a Gran Bretaña contra Alemania, que amena- te a la que ejecutó en 1917 y 1941?
zaba la independencia de ambos. En 194'1. Estados Unidos siguió un curso A veces, como en el caso de los cambios en la política exterior bri-
de acción similar. El 12 de marzo de 1947. en un mensaje elevado al. Con- tánica. la respuesta parece clara: los cambios proceden de la sabidu-
greso, el presidente Truman refonnuló los principios de la política e.'Cte- ría antes que del capricho. Sin embargo, la mayor parte de las veces.
rior norteamericana en términos de una contención mundial del comu- en especial cuando manejamos el presente y el futuro. la respuesta
nismo. debe ser tentativa y sujeta a especificaciones. Los hechos de los que debe
En 1512, Enrique VIII de Inglaterra estableció una alianza con los derivar la respuesta son esencialmente ambiguos y están sometidos a
Habsburgo contra Francia. En 1515 celebró una alianza con Francia con- continuos cambios. Para quienes tratan de encarar esta realidad de otro
tra los Habsburgo. En 1522 y 1542 se unió a los Habsburgo contra Fran- modo la historia no aporta otra cosa que no sean falsas analogías. Cuan-
cia. En 1756 la propia Gran Bretaña se alió con Prusia contra los Habs- do tales hombres han tenido bajo su responsabilidad la política externa
burgo y Francia. En 1793 Gran Bretaña, Prusia y los Habsburgo se alia- de sus países, siempre han terminado en medio de desastres. Guiller-
ron contra Napoleón. En 1914 Gran Bretaña se unió a Francia y Rusia mo II y Hitler no aprendieron nada del destino de Napoleón puesto que
contra Austria y Alemania y, en 1939, con Francia y Polonia contra Ale- pensaron que nada podía enseñarles. Quienes erigieron el consejo de
mania. Washington en dogma que había (\ue sostener a ciegas se equivocaron
Napoleón, Guillermo II y Hitler trataron de conquistar el continente no menos que aquellos que pretenclleron ignorarlo.
europeo y fracasaron. El acuerdo de Munich de 1938 es otro caso de -esta indole. Retros-
; Existen, dentro de cada una de estas tres series de hechos, similitu- pectivamente. por supuesto. sabemos por la experiencia práctica que
des que nos permitan formular un principio de política internacional para fue un fracaso y de esa experiencia hemos desarrollado las categorias
cada serie? ¿O cada hecho es tan diferente de los demás en cada una teóricas que demuestran que estaba condenado a ser un fracaso. No obs-
de las seriés como para requerir una política diferente? La dificultad tante. recuerdo muy bien el consenso que obtuvo en su tiempo el acuerdo
para tomar esta decisión es la medida de la dificultad para formular jui- de Munich debido a sus conclusiones por parte de teóricos y practicantes
cios correctos en política externa. en proyectar sabiamente el futuro y de la política internacional y también por el hombre común. Fue visto
en hacer lo correcto, del modo correcto y en el tiempo correcto. entonces como un gran acto de habilidad de estadista, corno una conce-
¿Del:¡emos considerar que las políticas externas delineadas en las des- sión hecha a un supuesto triunfador en aras de la paz. Así lo consideró
pedidas de Washington y Monroe son compatibles con la doctrina de entonces E. H. Carry así lo entiende ahora A. J. P. Taylor. La falla en el
Truman? O para poner el problema en otros términos, ¿la doctrina de Tru-
f
32 Teoría y práctica de la política internacional
La ciencia de la política internacional 33
razonamiento. de la que poca gente fue -y tal vez tampoco podía ser-
el hormiguero y a reproducirse hasta que la próxima catástrofe las
lo-- consciente en su momento, consistía en volver a despreciar las con-
tingencias inherentes en la predicción política. Lo que retrospectivamen- 'bbligue a recomenzar.
te se revela como la sencilla verdad, era entonces completamente desco- Pero la sociedad humana no tiene este tipo de habilidad recuperati-
nocido para cualquier prospectiva y no podía ser determinado por ningún va mecánica. Las sociedades tienen un punto límite al igual que los indi-
.otro medio que no fuera una vaga corazonada. viduos. más allá del cual la resistencia humana no consigue activar la
Tomemos finalmente el problema contemporáneo de la guerra nu- capacidad de recupera._ción, especialmente si se trata de una devastación
clear, De tanto en fanto, los ejecutores de política norteamericanos espe- masiva sin precedentes'. Una vez que se llega a ese punto, la propia civi-
culan abiertamente sobre la posibilidad de ";vencer" en una guerra nu- lización entra en colapso. La ubicación exacta de ese punto en la escala
clear. En esto reflejan los comentarios realizados por los líderes milita- de las reacciones humanas está más allá de la comprensión teórica. Al
res rusos, aunque no por líderes políticos tales como Brezhnev. quien respecto sólo podemos tener corazonadas que la experiencia confirmará
.más de una vez ha advertido que una guerra termonuclear sería suici- o no.
da para ambas superpotencias. Particularmente durante la década de los La primera lección que debe apre:nder el estudiante de política in-
ochenta, cuando volvían a ganar intensidad las tensiones de la guerra ternacional -y nunca olvidar- es que la complejidad de los problemas
fría. en ambos países se oyeron voces apoyando la creencia de que la internacionales imposibilita las soluciones sencillas o las profecías infa-
victoria en una guerra nuclear no· era algo impensable· y reclamaban libles. Allí bifurcan su camino el charlatán y el letrado. La ambigüedad
un vasto aumento en los gastos de defensa que contemplara el subsi- de Jos hechos en las relaciones internacionales surge a medida que se
guiente aumento de las fuerzas estratégicas. Es posible desarrollar uná profundiza el conocimiento de las fuerzas que configuran la política en-
teoría de la guerra nuclear que sólo la considere como otra clase de vío- tre las naciones y de los instrumentos de acuerdo que regulan sus rela-
lencia. mucho mayor en magnitud pero no diferente a los demás tipos ciones políticas. Toda situación política supone el juego de influencias
de violencia con los que nos ha familiarizado la historia. De esta supo- contradictorias. Bajo determinadas condiciones alguna de esas tenden-
sición se deriva que la guerra nuclear va a ser mucho más terrible que cias habrá de prevalecer. Pero nadie es capaz de prever esa Circunstan-
cualquier guerra convencional, pero no ha de ser necesariamente intole- cia. Lo más que puede hacer el estudioso es relevar las varías tendencias
rable ya que tomaremos las medidas necesarias que permitan. al menos a que en forma potencial son inherentes a una determinada situación in-
algunos de nosotros, sobrevivir. En otras palabras, una vez que se co- ternacional. Puede también indicar las condiciones que favorecen la
mienza a seguir esta hipótesis teóric'a acerca de la naturaleza y las con- preponderancia de una de las tendencias y calcular las posibilidades de
secuencias de la guerra nuclear, lógicamente se llega a la conclusión de las distintas condiciones y tendencias que prevalecen en la actualidad.
que la política exterior de Estados Unidos no necesita limitarse para Debido al constante cambio de los hechos de la política internacional.
tratar de evítar la guerra nuclear sino que Estados Unidos también debe los asuntos del mundo reservan sorpresas para quienes intentan prever
prepararse para sobrevivir a un acontecimiento semejante. Entonces se el futuro apoyándo,se en sus conocimientos del pasado y en las evidencias
vuelve perfectamente legítimo suscitar el siguiente problema: puesto del presente. En l'Z76 Washington declaró que "el destino de nuestra
que cien millones de norteamericanos morirán en una guerra nuclear y nación dependerá, con toda probabilidad, de los esfuerzos de unas cuan-
nueve décimas partes de la capacidad económica de Estados Unidos que- tas semanas". Y, sin embargo, sólo siete años más tarde llegó a su fin la
dará destruida. ¿cómo se las ingeniarán los norteamericanos sobrevi- guerra de la independencia. En febrero de 1792 el primer ministro Pitt
vientes para reconstruir los Estados Unidos con la décima parte rema- justificó la reducción de los gastos militares (en especial los drásticos
11ente de la capacidad económica? aplicados al personal de la marina británica) y hasta llegó a hablar de
El elemento contingente en esta teoría de la guerra nuclear es su mayores reducciones para el futuro al sostener que "incuestionablemente
pronunciada incertidumbre, típica en todos los niveles del análisis teó- nunca ha existido una época en la historia de este país durante la cual,
rico y predicción en el campo de la política, tanto doméstica corno inter- por la situación de Eur.opa, podamos como ahora aguardar con toda con-
nacional. Aun si se aceptaran todas las estimaciones de muertes y des- fianza quince años de paz", Sólo dos meses más tarde el contingente eu-
trucción material, todos los índices de recuperación, aun en ese caso es-
ropeo se encontraba en guerra. Antes de un año Inglaterra se veía invo-
ta teoría continuaría manteniendo un alto grado de incertidumbre en lo
lucrada en el conflicto. Se iniciaba así un período de guerra casi con-
que tiene que ver con las reacciones frente al tipo de devastación huma-
tinua que se prolongó prácticamente durante un cuarto de siglo. Cuando
na y material que produce la guerra nuclear. Obviamente, si una socie- lord Granville llegó en 1870 al cargo de secretario de Relaciones Exterio-
dad humana altamente compleja puede homologarse en su· modo de
res británico, fue informado por el subsecretario permanente que "nun-
operar a una primitiva sociedad de hormigas, su habilidad para la re-
ca, durante su larga experiencia. había percibido tanta calma en los asun-
cuperación puede darse por descontada. Si la mitad de las hormigas de
tos exteriores y que no estaba en conocimiento de ningún asunto impor-
un hormiguero son destruidas junto a nueve décimas partes del hormi-
tante que debiera someter a consideración del nuevo secretario". Ese
guero, es seguro que las hormigas sobrevivientes volverán a reconstruir mismo día el príncipe Leopoldo de Hohenzollern-Sigmaringen aceptó la
34 Teoría y práctica de la política internacional La ciencia de la política internacional 35
\
corona de España, acontecimiento que tres semanas más tarde suscitó anuales del producto bruto nacional norteamericano (años 1953-63) es-
la guerra franco-prusiana. tablece un margen de error del 40 %.6 En octubre de 1966, la Prudential
¿Cuando las profecías de los. grandes estadistas resultan tan ende- Life Insurance Company predijo que en 1967 los gastos de consumo iban
bles, qué podemos esperar de mentes menos esclarecidas? ¿Cuántos li- a alcanzar los 31 billones de dólares y que el conjunto de inversiones tre-
bros escritos antes de la primera guerra mundial no .. afirmaron que las paría a los 7,5 billones de dólares.-Eh octubre de 1967 comunicó que
grandes guerras eran imposibles y que a lo sumo serían de muy corta los gastos de consumo habían sido de 27 billones de dólares, lo que su-
duración? ¿Hubo algún libro escrito entre ambas guerras mundiales pone un error de 15 % . y que las inversiones sólo habían llegado a los
que imaginara lo que iba a ser la política internacional en la· novena 7 billones de dólares. Por su parte el Council of Economic Advisors
década de nuestro siglo? Al comienzo de la segunda guerra mundial, sobreestimó el crecimiento del producto bruto nacional para el mismo
¿quién habría podido adivinar lo que sería el mundo político al terminar año en aproximadamente un doce por ciento.
la contienda? ¿En 1945 quién habría podido imaginar lo que sería el
mundo en 1955 ó en 1960 lo que llegaría a ser en 1970 ó 1980? ¿Qué con-
fianza podemos tener entonces en_quienes hoy nos cuentan cómo será el
mundo mañana y el día siguiente y en el año 2000?5 COMPRENSION DEL PROBLEMA
En 1979 los servicios de informaciones, y en particular la .Central DE LA PAZ INTERNACIONAL
Intelligence Agency (C.I.A.). fueron criticados por su fracaso en adver-
tir a los ejecutores de política norteamericana sobre los trastornos que Estas cuestiones nos llevan al segundo propósito de este libro. Ningún
culminarían con el derrocamiento del Sha de Irán. El propio presidente estudio de la política, y seguramente ningún estudio de política inter-
Carter adoptó la actitud sin precedentes de censurar públicamente a las nacional de las últimas décadas del siglo veinte, puede ser capaz de
más altas autoridades de inteligencia por su falta de previsión. divorciar el cónocimiento de la acción y de no interesarse en aquél por
¿Qué sucedió para que ocurriera esa falta de previsión en gente su propio valor. La política internacional ya no es más, como lo fue para
bajo otras circunstancias inteligente y responsable? La respuesta se Estados Unidos durante la mayor parte de su historia, una serie de inci-
encuentra en la naturaleza del material empírico con que se manejaron. dentes, gravosos o benéficos, pero que no ponían en cuestión la propia
El observador se enfrenta con una multitud de factores, cuya totalidad existencia y destino de la nación. La existencia y el .destino de Estados
conforma el futuro. Para prever el ~turo, el observador tiene que co- Unidos estuvieron m¡ís. profundamente afectados por los .acontecimien-
nocer todos estos factores, su dinámica, sus acciones y reacciones mu- tos domésticos de la guerra civil que por los qu~ llevaron, y se desarro-
tuas Y así sucesivamente. Lo que· en un momento determinado ·conoce llaron en torno. a las guerras con México y con España, y al corolario
y puede llegar a conocer no es más que un pequeño fragmento de la de Roosevelt a la doctrina Monroe.1
realidad total. Debe conjeturar y sólo el futuro mostrará quién eligió Dos hechos de nuestro tiempo han variado la relativa importancia
correctamente entre las muchas conjeturas posibles. que Estados Unidos prestaba a la política interna y a la internacional.
Así, en el caso de Irán. los servicios de inteligencia conjeturaron Ante todo, al momento de escribir estas líneas Estados Unidos es una
mal. En lugar de censurarlos indiscriminadamente, uno debe respon- de las dos más poderosas naciones de la tierra. Sin embargo, en com-
derse dos preguntas: ¿se puede determinar con exactitud el momento paración con sus competidores actuales y potenciales, no es tan pode-
en que estallará el descontento popular? Si la respuesta es afirmativa, rosa como para ignorar las consecuencias que sus políticas implican
¿qué podría haber hecho Estados Unidos en esa ocasión? En el mejor para su posición con respecto a las demás naciones. Desde el fin de la
caso, la respuesta a la segunda pregunta es: muy poco. Probablemente guerra civil hasta el comienzo de la segunda guerra mundial, no tuvo
por esta razón los servicios de inteligencia prestaron _menos atención demasiada importancia la política que sostuviera .Estados Unidos hacia
·a Irán de la que le hubieran dedicado en otra circunstancia. sus vecinos latinoamericanos, China o España. La autosuficiencia de su
Es interesante señalar que la ciencia de los economistas, supuesta- propio poder, unida al ejercicio del equilibrio de poder. le evitó a Es-
mente la más precisa de las ciencias sociáles ya que su concepto cen- tados Unidos una desmedida ambición producto del éxito y del temor
tral, la riqueza, es cuantitativo por definición, también es incapaz de y frustración que tienen raíces en el fracaso. Los éxitos o los fracasos
predicciones confiables. El examen de un amplio número de pronósticos no preocupaban especialmente a Estados Unidos. No obstante,. ahora

s La falibilidad de las profecías en cuestiones internacionales queda demos- 6 Vlktor Zarnowitz, An Appraisal ot Short-Term Economic Forecasts, National
trada por los fantásticos errores cometidos por los expertos que desde siempre tra- Bureau of Economic Research, Nueva York, 1967.
ta,ron de pronosticar la naturaleza de la próxima guerra. La. historia de estos pro- 1 Este corolario se encuentra en el mensaje de Theodore Roosevelt al Con-
nosticas, c!esde Maqulavelo al general J. F. C. Fuller, es la historia de deducciones greso del 6 de diciembre de 1904. En él proclama el derecho de Estados Unidos a
lógicas. pla~bl~s en sf mismas. pero sin conexión con las contingencias del mtervenlr en los asuntos internos de los países latinoamericanos. El texto puede
desarrollo bistónco c~ntemporáneo. El general Fuller, por ejemplo, pronosticó en verse en Ruhl J. Bartlett (editor), The Record of American Diplomacy: Documents
1923 que el a:ma decisiva de la segunda guerra mundial iba a ser el gas .. Véase and Readings in the Hlstory of Amencans Foreign Relations, 4! edición. Alfred A.
The Reform/¡,tion of War, E. P. Dutton and Company, Nueva York. 1923. · Knopf. Nueva York. 1964, pág. 539.
36 Teoría y práctica de la política internacional La ciencia de la política internacional 37

ha desbordado las fronteras de su propio castillo continental para tomar propuestas para el mantenimiento de la paz internacional? O más par-
al resto del mundo como amigo o enemigo. Se ha vuelto peligroso y ticularmente, ¿cuál es el valor de la propuesta de transformar la socie-
vulnerable, temido y temeroso. dad internacional de naciones soberanas en una organización suprana-
El riesgo que implica ser muy poderoso. pero no omnipotente, se cional semejante a un Estado mundial? Y ñ finalmente, ¿cuál debe ser el
agrava a causa del segundo hecho: una triple revolución en la estructura programa de acción que tenga presente las lecciones del pasado y que
política del mundo. frúp.erq, el sistema multiestatal del pasado. cuyo sepa adaptarlas a los problemas del presente?
centro estaba en Europa. fue reemplazado por un sistema mundial y
bipolar, cuyos centros están fuera de Europa. Por otra parte, la uriidad
moral del mundo político -que ha caracterizado a la civilización occi-
dental durante la mayor parte de su historia- se ha bifurcado en dos
sistemas de pensamiento y acción incompatibles que en todas partes se
disputan la lealtad de los hombres. Finalmente. la moderna tecnología
ha hecho posible la guerra total que implica la destrucción universal. La
preponderancia de estos tres nuevos elementos de la política interna-
cional contemporánea no sólo ha vuelto extremadamente difícil la pre-
servación de la paz mundial, sino que también ha incrementado los ries-
gos propios de la guerra hasta el punto en que la guerra nuclear total
se convierte en un absurdo que se invalida a si mismo. Dado que Esta-
dos Unidos mantiene una posición de poder predominante en nuestro
mundo y por lo tanto una responsabilidad correlativa, la comprensión
de las fuerzas que moldean la política internacional y de los factores
que determinan su curso se ha transformado para Estados Unidos en
algo más que una tarea intelectual interesante. Se ha convertido en
una necesidad vital.
Pensar la política internacional lflesde el ventajoso punto de vista
_ de los Estados Unidos actuales equivale, entonces, a reflexionar sobre
. los problemas vitales que enfrenta la política exterior norteamericana
en nuestro tiempo. Si bien durante todos los tiempos la promoción de
los intereses nacionales norteamericanos para convertir a EE.UU. en
una potencia entre potencias ha significado la principal preocupación
de la política exterior norteamericana, en esta época, cuando hemos
asistido a dos guerras mundiales y hemos aprendido a llevar a cabo la
guerra total con armas atómicas, la preservación de la paz pasa a ser
la primera preocupación de todas las naciones.
Por esa razón este libro ha sido planeado en torno a los conceptos
de poder y de paz. Se trata de los conceptos centrales para la discusión
de la política mundial en las décadas finales del- siglo veinte, cuando una
· acumulación sin precedentes de poder de dest'.rucción~ otorga a la paz
una urgencia que nunca antes tuvo. En un mundo cuya fuerza motriz
es la aspiración de las naciones soberanas en pos del poder, la paz sólo
puede mantenerse mediante dos artificios. Uno es el mecanismo auto-
regulatorio de las fuerzas sociales, que se manifiesta a través de la lucha
por el poder en el campo internacional o, dicho de otro modo, por el
equilibrio de poder. El otro consiste en limitaciones normativas a esa
lucha, bajo forma de leyes internacionales, moralidad internacional y
opinión pública mundial. Puesto que ninguno de estos artificios, tal
como operan en la actualidad, parece capaz de mantener la lucha por
el poder dentro de indefinidos límites pacíficos, otras tres preguntas
deben plantearse y responderse: ¿Cuál es el valor de las principales
142 El poder nacional

la intensidad emocional de esa identificación en relación con situaciones


correspondientes en la Unión Soviética y durante el nacional-socialis-
mo germano.6
Sin embargo, en los últimos tiempos se han suscitado nuevos fac-
tores tales como la creciente atomización de la sociedad, la amenaza de
revolución mundial tal como aparece· simbolizada en la Internacional
Comunista,· la relativa desaparición del aislamiento geográfico y el pe-
ligro de la guerra nuclear. Así, en la octava década del siglo ·XX, las
9
frustraciones y las ansiedades individuales han• llevado a la gente hacia
una más intensa identificación con el poder y la política internacional
de su nación. Pero si la actual tendencia hacia una siempre creciente
inestabilidad en el plano interno y en el externo no llega a controlarse, Es-
tados Unidos se encontrará en el camino hacia la participación, cada
Elementos del Pode:r Nacional
vez más amplia, de las características de la cultura moderna tan acaba-
damente representadas por la Unión Soviética y la Alemania nazi, es .decir
a situaciones en las que la población será empujada a una más completa
e intensa identificación con la nación. Esta identificación, cada vez más ¿Cuáles son los elementos que hacen el poder de una nac1on. especial-
intensa y completa, es la fuente de la ferocidad y la rudeza de las polí- mente en relación a otras? ¿Cuáles son los elementos constitutivos de
ticas internacionales modernas, que representan un entrechocar de ambi- lo que llamamos poder nacional? Si queremos determinar el poder de
ciones, apoyadas por virtualmente la totalidad de las poblaciones con una nación, ¿qué factores debemos tomar en consideración? Dos grupos
una dedicación y emoción sin precedentes, que en anteriores periodos de elementos deben distinguirse: los que son relativamente estables y
históricos sólo fue patrimonio de las doctrinas- religiosas. los que están sometidos a constante cambio.

\
GEOGRAFIA

El factor más estable del que depende el poder de una nación es, obvia-
mente, el geográfico. El hecho de que Estados Unidos, por ejemplo, se
encuentre separado por agua del resto de los continentes, en unas tres
mil millas hacia el este y algo más de seis mil hacia el oeste. es una
circunstancia que configura la situación de este país en el escenario
mundial. Resulta más que evidente observar que la importancia de este
hecho no es la misma en la actualidad que lo que era en tiempos de
George Washington o del presidente McKiniey. Pero es una falacia sos-
tener, corno suele hacerse a menudo. que el perfeccionamiento de los
transportes, de las comunicaciones y de las .tecnologías bélicas ha anula-
do el efecto aislacionista que representan los océanos. Por cierto que este
factor es mucho menos importante de lo que era hace cincuenta o cien
años, pero desde la perspectiva de la posición de poder de Estados Uni-
dos aún continúa siendo un elemento de la mayor importancia que este
país se halle alejado físicamente del·continente europeo y asiático por·
grandes masas de agua; la diferencia tal vez pueda advertirse con mayor
claridad si se imagina a Estados Unidos manteruendo fronteras terres-
tres con Francia, China o Rusia, por ejemplo. Dicho de otro modo. la
ubicación geográfica de Estados Unidos sigue siendo un tema de constall-
6 Las más intensas identificaciones nacionalistas en Estados Unidos han estado te preocupación para las cancillerías de las demás naciones, a pesar de
referidas principalmente al antagonismo experimentado por parte de los sectores que en la actualidad su influencia sea diferente a la de otras épocas.
·más inseguros de las clases medias contra ciertos grupos étnicos tales como los
negros e las últimas oleadas de inmigrantes proletarios. Del mismo modo, el hecho de que Inglaterra se encuentre separada
144 El poder nacional Elementos del poder nacional 145
1
del continente europeo por una pequeña masa de agua. el Canal de la Napoleón e Hitler, que no tenían un objetivo limitado sino que se orien-
Mancha, significó un factor que no pudieron pasar por alto Julio César, taban a la propia existencia de Rusia como nación- tuvíeron un efecto
Guillermo el Conquístador. Felipe II. Napoleón ni Hitler. Si bien mu- más bien estimulante para la resistencia rusa. En ambos casos las
chos otros factores han ido perdiendo su importancia en el transcurso partes conquistadas se volvían comparativamente pequeñas ante la in-
de los·tiempos, en este caso la situación geográfica era importante hace mensidad de lo que quedaba por conquistar y, por otra parte, el trabajo
dos mil años y aún continúa siéndolo hasta el punto de que todos del conquistador, a medida que avanzaba, se tornaba cada vez más
aquellos interesados en las relaciones internacionales no pueden sos- dificultoso, puesto que debía ir dejando guarniciones cada vez más im-
layarla en sus análisis. portantes· en las zonas conquistadas para que mantuvieran lineas de
Lo que ha sido dicho en relación a la posición insular de Jnglaten;:a comunicación en medio de un territorio siempre hostil. Así, el verdadero
también tiene validez para Italia. La península itálica se encuentra aisla- conquistador fue la geografía: a medida que las metas propuestas se
da geográficamente del resto del continente europeo por la formación alejaban más y más. y el horizonte geográfico se volvía más y más
montañosa de los Alpes, cuyos declives caen suavemente hacia la zona ilimitado, el suelo conquistado pasaba a convertirse·más en una carga
norte de Italia, en tanto que '1a parte más escarpada da al norte. Esta que en un premio para el conquistador. A largo plazo, en vez de ser el
morfología ha resultado de la mayor importancia en la vida política Y conquistador quien absorbiera el terreno conquistado, y en él consiguiera
militar italiana y en sus relaciones internacionales. La historia demues- las fuerzas necesarias para seguir adelante, era el territorio geográfico
tra que esta particularidad geográfica ha dificultado enormemente la quien lo iba devorando y minándole las energías.
invasión de Europa central desde Italia, mientras que ha facilitado La posibilidad de guerra nuclear ha aumentado la importancia del
ia invasión de Italiá desde el norte. Por lo tanto, las invasiones que debió tamaño del territorio como fuente del poder nacional. A los efectos de
soportar Italia son mucho más numerosas que los intentos de invasión hacer creíble la amenaza nuclear, una nación requiere contar con un
por parte de Italia. Desde Aníbal, en las guerras púnicas, hasta el general territorio lo suficientemente amplio como para diseminar en él sus
Clark. en la segunda guerra mundial, la geografía ha determinado la centros industriales y de población. como asi también sus instalaciones
estrategia política y militar con respecto a Italia. nucleares. La conjunción del amplio radio de destrucción nuclear y la
En cuanto a España, Jos Pirineos han cumplido una función algo relativamente pequeña dimensión del territorio impone una· severa des-
diierente. aunque no menos constante, en la situación internacional his- ventaja a Estados-naciones tradicionales, como Inglaterra y Fr:ancia. para
pana. Se ha dicho que Europa acaba en los Pirineos. Al dificultar el hacer creíble la amenaza nuclear. De ahí que el tamaño casi continental
acceso europeo. esta cadena montañosa se ha convertido en una barrera de sus respectivos territorios sea el que les permite a naciones como
que ha demorado el ingreso de las principales corrientes intelectuales. Estados Unidos, Unión Soviética y China desempeñar el papel de·poten-
sociales y económicas, y los cambíos políticos que han modificado al cias nucleares mayores.
resto del continente. Del mismo modo, España fue generalmente apenas No obstante, existe otro factor que constituye al mismo tiempo una
rozada por hls grandes conflagraciones políticas y militares que des- debilidad y una ventaja para la posición internacional de la Unión So-
garraron a Europa. Todas estas circunstancias, con independencia de las viética. Entre Rusía y sus vecinos occidentales no se interpone barrera
políticas continentales, han determinado en cierta medida la segregación geográfica alguna, corno podría ser una cordillera o alguna importante
geográfica en que permanece la península. masa de agua; la campiña polaca o la de Alemania oriental, forman una
Finalmente consideremos la ubicación geográfica. de la Unión So- prolongación natural de la estepa rusa. Por lo tanto, no existen obstácu-
viética, país conformado por una enorme masa de tierra. equivalente los naturales que dificulten una invasión por la frontera occidental de
a la séptima parte de la superficie planetaria, y una vez y media mayor Rusia. Esto ha implicado que desde el siglo xrv hasta el presente, la Ru-
que el territorio de Estados Unidos .. Mide unas cinco mil millas aéreas sia blanca y la mayor parte de Rusia occidental hayan sido el esce-
desde el Estrecho de Bering hasta Koenisberg (actualmente Kaliningra- nario de los constantes ataques y contraataques de las fuerzas rusas
do), la mitad de esa distancia desde Murmansk, en el Mar del Norte, contra sus enemigos. La ausencia de wi.a frontera trazada por medio de
hasta Ashkabad, en la frontera norte de Irán. Semejantes proporciones algún accidente geográfico; corno en los casos italiano o español. ha
se convierten en un factor de gran fortaleza que ha permitido al estado contribuido a que las relaciones de Rusia con occidente se eslabonaran
soviético rechazar todos los intentos de invasión. Como es un territorio como un permanente conflicto. Un caso parecido, aunque asentado en
tan mmenso. aunque se conquiste una parte de él lo que queda por con- razones diferentes, está dado por la posibilidad de una frontera común
quistar es tanto que suele desanimar a quien lo intenta. entre Francia y Alemania en el Rhin, a la que Francia siempre ha aspi-
La pérdida de una parte considerable del territorio nacional sin rado, aunque rara vez ha tenido la fortaleza suficiente como para lo-
que se vislumbren perspectivas rápidas de una reconquista suele dis- grarla: esa frontera ha sido una constante fuente de conflictos entre
minuir el estado anímico del pueblo conquistado. Como ya lo hemos ambas naciones desde los tiempos de los romanos. En lo que tiene que
visto, éste· es, precisamente, el propósito político de las conquistas mi- ver con Rusia, el ministro de relaciones exteriores Vishinsky reconoció
litares. Sin embargo. conquistas de este tipo -especialmente las de la trascendente importancia geográfica cuando, al ser acusado de seguir
146 El poder nacional Elementos del poder nacional 147
1
una política zarista en los Dardanelos, replicó: "Si un barco de guerra autosuficiente no por sus conquistas, sino merced al sistemático harn-
viene desde el Mediterráneo hacia el Mar Negro, necesariamente habrá breamiento y a la matanza de millones de habitantes en los Lerrito-
de pasar a través de los Dardanelos, sin tener.en cuenta si el gobierno de rios conquistados.
Moscú es zarista o comunista".1 Esa ~arencia en el autoabastecimiento alimentario ha sido uno de
los flancG.$_ ·_permanentes de debilidad de Inglaterra y Alemania, situa-
ción que Íos enfrenta a la disyuntiva de superarla o perder la condición
RECURSOS NATURALES de grandes potencias. ¡Países como Estados Unidos. que gozan del auto-
abastecirniento, no necesitan diversificar sus energías nacionales ni sus
políticas exteriores de sus objetivos primarios a los efectos de que su
Otro factor de relativa estabilidad. aunque de gran influencia en el población no pase hambre en épocas de guerra. Desde el momento en
poder de una nación con respecto al de otras, está dado por los re- que tales países se encuentran razonablemente al margen de esta preocu-
cursos naturales. pación, están en condiciones de delinear políticas con mayor fuerza de lo
que podrían hacerlo otros países que carecieran de está ventaja. El auto-
Alimentos
,- abastecirniento de alimentos es, entonces, una fuente de gran fortaleza.
Por el contrario, la constante escasez de alimentos es un elemento
generador de debilidad en materia de política internacional. Una de las
Podemos comenzar considerando al más elemental de los recursos na- mayores ilustraciones al respecto lo constituyó la India hasta el momento
turales: el alimento. Un país que es autosuficiente -o está cercano en que la así llamada revolución verde incrementó drásticamente su
a serlo- en materia efe producción "de alimentos tiene una.gran ventaja producción alimenticia. La escasez de alimento que caracterizaba a la
sobre otra nación que no lo es y que, por lo tanto, debe importar pro- India era resultado de dos factores: el incremento de la población, que
ductos aiimenticios o, de lo contrario, sufrir el hambre. Por esta cir- excedía los niveles posibles de producción, y la insuficiencia de las
cunstancia, el poder e incluso al propia existencia de Inglaterra -quien exportaciones que impedía solventar los gastos de importación de ali-
antes de la segunda guerra mundial sólo llegaba a producir el 30 o/o de mentos. Este doble déficit, que determinó que la presencia siempre ame-
los alimentos- que se consumian en las Islas Británicas- siempre de- nazante de hambrunas se convirtiera en una de las preocupaciones cen-
pendió de su capacidad para mantener abiertas las líneas maritimas que trales del gobierno. significó una valla insalvable para todas las polí-
la unen a los sitios desde donde se envían las provisiones vitales para ticas exteriores que la India trató de if).strumentar. La,misma observa-
su supervivencia. Cada vez que esa capacidad ha sido atacada, como ción se aplica con particular énfasis a las naciones del Tercer Mundo.
sucedió en las dos guerras mundiales, en que las amenazas aéreits y sub- que viven constantemente bajo la amenaza del hambre y la subalimenta-
marinas se convirtieron en un serio problema, el poder inglés se ha ción. Son los así llamados basket cases, es decir aquellos que se limitan·
visto afectado hastá extremos de que la propia vida de la nación pe- a esperar que la generosidad internacional los ayude a sobrevivir a la
ligraba. próxima hambruna.
Por la misma razón, aunque menos deficitaria en alimentos que ' La capacidad de abastecerse de alimentos '--O su carencia- es un
Inglaterra, Alemania, puesta ante la necesidad de tener que sobrevivir factor relativamente estable para edificar el poder de una nación, pero
a una guerra, debió orientar su política hacia el logro -conjunto o indi- a veces se ve sometido -'-corno lo muestra el ejemplo contemporáneo
vidual- de tres metas principales: primero, evitar el peligro de una de la India- a cambios decisivos. Pueden ocurrir modificaciones en eÍ
guerra prolongada mediante una victoria rápida antes de que se agotaran consumo de alimentos como resultante de cambios en los conceptos de
sus reservas de alimentos; segundo, la conquista de las grandes zonas nutrición. Pueden ocurrir modificaciones en las técnicas de la agricul-
productoras de alimentos de Europa; tercero, la eliminación del poder tura que lleven a un aumento o a una disminución' en la producción
marítimo de Inglaterra, que bloqueaba el acceso germano a las fuentes agrícola. Los ejemplos más relevantes de la influencia d!i! los cambios
de alimentos situadas en ultramar. En ninguna de las dos guerras mun- en la producción agrícola sobre el poder nacional se encuentran en la
diales -Alemania pudo lograr ni el primero ni el tercero de estos objeti- desaparición .del Cercano Oriente y el norte de Africa corno centros de
vos. Cuando, en la primera guerra mundial, consiguió el segundo ya era poder y en el descenso de España desde el sitial de potencia mundial
demasiado tarde como para que surtiera un efecto decisivo. Las fuerzas al de potencia de tercer orden.
aliadas ya. habían impuesto al pueblo alemán privaciones que habían Todos los sistemas agrícolas del Cercano Oriente y del norte de
minado su voluntad de resistir, elemento éste que a l<:t postre se convirtió Africa se basaban en. la irrigación. Aunque es difícil probar que la de-
en factor decisivo para la v\ctoria aliada. Durante la segunda guern• cadencia del poder de Babilonia, Egipto y Arabia- fue concomitante con
mundial. Alemania fue transformándose en una nación prácticamente la desorganización de sus sistemas de irrigación, es incontrovertible que
la decadencia de sus sistemas agrícolas tornó en inevitable la declinación
1 Citado por Denis Healey, Neutrality, Ampersand Ltd., Londres, 1955, pág. 36. de sus respectivos poderes nacionales. La desaparición del sistema ele
148 El poder nacíonal Elementos del poder nacional 149

irrigación transformó las mejores áreas de las tierras de cultivo en de· aluminio y níquel, 2.2 Medio siglo antes, el valor del carbón habría sido
siertos. Sólo en Egipto se conservó en alguna medida la fertilidad des- muc?o más alto, ya qU\! por entonces era la fuente de energía por exce-
pués de la destrucción del sistema de irrigación gracias al aporte que lencia, frente a la que competían -fn ínfima proporción el agua y la
naturalmente hacía el Nilo. ' madera, mientras que el petróleo no era considerado como fuente ener-
En lo que tiene que ver con España, a pesar de que se sostenga gética alternativa. Lo mismo habría ocurrido con el acero, que entonces
que la fecha de su declinación es 1588. cuando sucumbe la Armada In- tampoco tenía competidores o sustitutos tales como los plásticos. Era
vencible. en realidad su ocaso político no se evidenció hasta que las la época en que Inglaterra, con su autoabastecimiento de carbón y acero.
malas administraciones de los siglos XVII y xvm aniquilaron vastas áreas podía ser la única potencia mundial del siglo XIX.
de tierras cultivables por deforestación masiva. Como consecuencia, La influencia que el control de las materias primas puede lleaar a
amplias regiones del norte y el centro de España se convirtieron en ejercer sobre el poder nacional y sobre los desplazamientos de ese poder
virtuales desiertos. queda impresionantemente demostrada en nuestros días con el caso del
uranio. Hasta hace pocos años, el control o no de los yacimientos de ura-
nio-,era completamente irreleva,nte para el poder de una nación. El autor
Materias primas que hemos citado antes,3 al escribir en 1936 ni siquiera llegó a mencionar
este mineral en su evaluación de los que tenían relación con usos mili-
Por supuesto que io que hemos dicho acerca de los alimentos también tares. La liberación de energía atómica a partir del átomo de uranio y
se aplica a aquellos recursos naturales que son importantes para la el uso de esa energía para fines bélicos modificó de inmediato la real
producción industrial o, más particularmente, para la industria bélica. y potencial jerarquía de las naciones desde el punto de vista de su poder
La importancia relativa y absoluta de los recursos naturales, bajo la relativo. Paises que tienen yacimientos de uranio, como Canadá, Checos-
forma de materias primas, para el poder de una nación depende necesa- lovaquia. la Unión Soviética, la Unión Sudafricana y Estados Unidos,
riamente de la tecnología bélica practicada en un momento particular han experimentado un ascenso en la jerarquía del poder. Otros, que ni
de la historia. Antes de la mecanización en amplia escala de la tecnología poseen yacimientos de uranio ni tienen acceso a ese mineral. han visto
declinar st~ poder relativo.
bélica. cuando la lucha cuerpo a cuerpo era la técnica preponderante,
lo importante eran otros factores, tales como las cualidades individuales
.del soldado, antes que las materias primas con que estaban hechas sus El poder del petróleo
armas. Durante ese período de la historia, que comprendió desde los
albores de los tiempos históricos hasta el siglo XIX, los recursos natura- Desde la primera guerra mundial, el petróleo como fuente energéti-
les desempeñaron un papel subalterno en la determinación deJ poder ca ha venido siendo más y más importante para la industria y para la
de una. nación. Con el incremento de la mecanízación de la tecnología guerra. La mayor parte de las armas mecánicas v vehículos funcionan
bélica, que desde la revolución industrial ha avanzado a un ritmo mucho a base de petróleo. En consecuencia, los países qu~ poseen considerables
más rápido que en toda la historia precedente, el poder nacional se ha yacimientos de petróleo han .adquirido una influencia en los asuntos in-
tornado más y más dependiente del control de las materias primas tanto ternacionales que en algunos casos debe atribuirse primaria, si no ex-
clusivamente, a esa posesión. "Una gota de petróleo -dijo Clemenceau
en tiempos de paz como .de guerra. No es por accidente que las dos na-
durante la primera guen:a mundial- bien vale lo que una gota de san-
ciones más poderosas de la actualidad, Estados Unidos y la Unión Sovié- gre de nuestros soldados". La emergencia del petróleo corno materia
tica, hayan llegado prácticamente al autoabastecimiento de las materias prima indispensable trajo un cambio en el poder relativo de las nacio-
primas necesarias para la moderna producción industrial y que controlen nes políticamente líderes. La Unión Soviética se volvió más poderosa eh
al menos el acceso a las flJentes de aquéllas de las que no son productores. cuanto logró autoabastecerse de este elemento, mientras que Japón se
En la medida que Ja importancia absoluta del control de las ma- volvió mucho más vulnerable puesto que carece totalmente de yaci-
terias primas como base para el poder nacional fue aumentando en pro- mientos petrolíferos. ,
porción a In mceanización de la tecnología bélica, ciertas materias primas Además de su ubicación como cabeza de puente de tres continentes,
fueron. también, adquiriendo preponderancia sobre otras. Esto ha ocu- el Cercano Oriente es estratégicamente importante en razón de las cuen-
'rridu siempre que los cambios fundamentales de la tecnología han re- cas petroleras de la península arábiga. Su control es una cuestión de la
querido el empleo de materiales nuevos o un aprovechamiento más in- mayor importancia en la distribución del poder, puesto que quien logre
tensivo de algunos ya conocidos. En 1936, un experto en estadística es- agregarlo a sus propios recursos naturales dispone de una enorme fuer-
tableció un listado de los minerales básicos empleados en la producción
industrial de material bélico asignando un valor a cada uno de ellos: car- 2 Ferdinand Friedensburg, Die mineralischen Bodenschéitze als weltpolítische
ur.d militéirísche Machtfaktoren, F. Enlre Stuttgart. 1936, pág. 175.
bón, 40; petróleo, 20; acero, 15: cobre, plomo, manganeso y azufre, 4; cinc, l Véase la nota anterior.
150 El poder nacional
\Elementos del poder nacional 151
za que, correlativamente, debilita la de sus rivales. Por esta razón In- \
glaterra, Estados Unidos y, durante algún tiempo Francia, se embarcaron troles monopólico~ o cuasi. monopólicos de los gobiernos productores
en el Cercano Oriente en lo que adecuadamente fue denominado como actuando en 7onc1e~o. Anti~amente los consumidores podían mante-
"la diplomacia del petróleo", es decir, en el establecimiento de esferas ner los precios ba1os mediante acuerdos coloniales y control del
de influencia que les daban acceso exclusivo a los yacimientos petrolí- cons:rmo; ahora los productores pueden mantener los precios altos
feros de ciertas regiones. mediante el control de la producción. En segundo lugar. antiguamente
. Sin embargo, en la actualidad el petróleo no es más que una de las productores y consumidores de materias primas estaban ligados por
muchas materias primas importantes para medir el poder de una na- intereses complementarios, cuyo equilibrio favorecía al consumidor. Las
ción. Ahora es un factor material cuya real posesión amenaza derribar necesidades de este último eran limitadas en comparación con el nú-
modelos centenarios de política internacional. El embargo petrolero im- mer.o de productores i::otenciales y la cantidad de materia prima dis-
puesto por los países productores en el invierno de 1973/74, junto al por:ible. En coqsecuencia, el consumidor tenía la opción de elegir entre
drástico aumento en el preci0 internacional del producto, clarificó súbi- vanos productores a quien comprarle, así como de establecer la can-
tamente ciertos aspectos básicos de la política mundial que podíamos tidad que iba a comprar. En la actualidad, lo que antes era un mercado
haber entendido teóricamente, pero que se volvieron seriamente patentes de compradores se ha transformado en un mercado de vendedores. El
merced al drástico cambio en las relaciones de poder que trajeron con- consumo de materias primas se ha incrementado enormemente, no sólo
sigo las nuevas políticas del petróleo. en términos absolutos --entre 1760 y 1913 las importaciones de alimen-
Tradicionalmente había existido una relación funcional entre los tos Y materias primas aumentaron setenta veces- sino también en re-
poderes político, militar y económico. Lo que significa afirmar que a lación a la disponibilidad de producción natural. Así, el petróleo se ha
través de la historia el poder político había estado en función del poder transformado en el elemento vital para las naciones industrialmente
rníITfary____partiCufarmente en-ios tiempos recientes- del poder eco- avanz~das. muchas de las cuales carecen completamente de él -Japón,
nómiC(). Tómese, j'fó'f-ejefuplo, la expansión de Europa, que más tarde por e1emplo-- o dependen considerablemente de su importación desde
se convirtió en las zonas coloniales del hemisferio occidental. Africa y otras naciones -los países de Europa occidental, por ejemplo.
Asia. Esa expansión se debió primariamente a la brecha tecnológica entre El poder que confiere el petróleo es, ante todo, resultado del desa'
los poderes coloniales y las naciones colonizadas. Dicho de otro modo, rrollo tecnológico de las modernas naciones industrializadas. Quince o
la conquista británica de .la India (muy inferior en efectivos militares veinte años atrás el petróleo no confería tal poder a las naciones pro-
y en muchos otros aspectos del poder nacional} fue ampliamente faci- ductoras puesto que Sil uso como elemento vital para la industria era
litada por la mucho más elevada capacidad tecnológica británica, la que limitado. Cuando las naciones que cuentan con vastos yacimientos de
una vez que se transformó en poder militar no pudo ser resistida por petróleo son capaces de cooperar y coordinar políticas, como las de los
los Estados indios. Estados exportadores durante el otoño de 1973. están en condiciones de
Esas relaciones de- naturaleza funcional entre poder tecnológico y estrangular a las naciones consumidoras y pueden imponerles condi-
poder económico por una parte, y poder político y poder militar por ciones políticas que éstas sólo puedeu negarse a aceptar al precio de
la otra, fueron perturbadas -hasta se podría decir destruidas- por el
enormes desajustes políticos, económicos y sociales.
reciente empleo del petróleo corno arma política. Muchos de esos Es-
tados productores de petróleo sólo pueden denominarse Estados en vir- Un Estado que carece de poder en todos los demás aspectos, que
tud de una cortesía semántica. Medidos en términos de recursos natu- no es una fuerza mayor en términos del poder tradicional, puede ejercer
rales. sólo cuentan con arena y petróleo. Pero es el petróleo precisamente un enorme poder -bajo ciertas condiciones hasta decisivo-- sobre na-
quien de la noche a Ja mañana ha hecho de esas pequeñas parcelas ciones que tienen todos los atributos del poder a su disposición excepto
dibujadas en el mapa, a las que llamarnos Estados. importantes y po- uno.' el P.etróleo: ~sí, una nación como Japón, una de las principales
derosos factores en el mundo político. En otras palabras. un Estado que nac10nes mdustnahzadas del mundo y potencialmente una gran potencia,
no tiene nada que hacer en la lucha por el poder nacional, de repente es completamente dependiente del. suministro externo de petróleo. Si
se transforma en un poderoso factor de la política mundial porque por alguna razón las naciones productoras de petróleo llegaran a im-
tiene una propiedad importante, el petróleo. Este es realmente un hecho pone:;~ embarg_o total.ª Japón. podrían destruir su estructura política,
que tiene una importancia revolucionaria para la política mundial. economica y social. y s1 llegaran a juntar la amenaza de un embargo
Dos factores básicos han hecho posible en nuestra historia reciente total con condiciones políticas podrían imponerle su voluntad. Podrían
ese divorcio entre poder político, poder militar y poder industrial-tec- reducir al Japón al status de satélite, de dependiente de los países pro-
nológico. En primer lugar, el libre comercio entre los productores pri- ductores de petróleo. En cierta medida esas naciones ya paladearon ese
vados y los consumidores de ciertas materias primas y el control mono- poder. Durante Ja guerra del Medio Oriente de octubre de 1973, obliga-
polístico del comercio mediante acuerdos coloniales o semicoloniales ron ~ Japón y a las naciones de Europa occidental (que sólo dependen
por parte de los gobiernos consumidores han sido· sustituidos por con- parcialmente de la importación de petróleo) a adoptar ciertos pasos
políticos que no habrían tomado por iniciativa propia, pero que bajo
\
Elementos del poder nacional 153
152 El poder nacional \
rectamente, interrumpiendo los abastecimientos, sino tambien indirec-
la presión de las circunstancias debieron tornar ya que de otro modo tamente, mediante la colocación de los principales aliados norteameri-
se habrían expuesto a la ruina política, social y económica. canos. como la República Federal Alemana o Japón, a sus órdenes. Así,
No sólo el manejo cuasi monopólico por parte de las naciones pro- Estados Unidos es doblemente vulnerable al manejo político del petróleo
ductoras de petróleo ha provocado semejante desajuste. En el largo y debe enfrentar esa doble amenaza haciendose tan rápida corn~ am-
plazo resulta más importante el control -actual o potencial- que ejer- pliamente posible independiente de los suministros externos y pomendo
cen sobre el precio del petróleo, hecho que se ha transformado en uno una parte de sus reservas internas a disposición de sus aliados más
de los principales factores de inestabilidad en la economía mundial y expuestos.
en una de las principales fuentes de la inflacióh. Las tendencias infla-
. donarías que ya estaban operando en las naciones industrializadas del Finalmente, si se considera esta situación creada por el empleo
mundo se vieron enormemente agravadas por el incremento en cuatro político del petróleo desde un punto de vista globalizador, se advierte
veces del precio del petróleo en 1973 y por la duplicación adicional del que es el resultado específico de lo que antes hemos identificado como
precio fuente en 1978. la principal característica de la política mundial: el divorcio entre las
Es importante señalar que potencialmente esta situación es de na- estructuras organizativas y los procesos políticos con los cuales ac-
turaleza permanente. Mientras las naciones productoras de petróleo tuamos en el escenario mundial. por una parte, y las condiciones obje-
cooperen contra las naciones consumidoras, mientras entre aquéllas no tivas en que vive la humanidad, por la otra. Así. resulta impactante la
exista competencia por mercados o por ventajas económicas o políticas, total irracionalidad que significa abandonar el control del poder nuclear,
serán virtualmente capaces de imponer cualquier condición a las na- que puede destruir a la humanidad, en manos de Estados nacionales
ciones consumidoras, tal corno lo hicieron a raíz de la guerra de 1973. soberanos. Lo mismo se aplica al monopolio del control del petróleo
En el caso de un país como Japón, habría sido suicida rechazar tales -que puede destruir de modo diferente (menos dramática pero casi tan
condiciones. En el caso de otras naciones, como Estados Unidos, cuyas totalmente) la civilización de las naciones altamente industrializadas y
principales fuentes de energía son internas, habría significado una seria desarrolladas-- por parte de las así llamadas naciones Estado que son
inquietud del tipo de la experimentada en 1973. Las naciones de Europa soberanas sólo en un sentido muy limitado. Los Estados pertenecientes
occidental. por ejemplo Alemania occidental, cuyas principales reservas al "club nuclear" y los Estados productores de petróleo nunca han sido
de petróleo provienen del exterior, habría enfrentado una catástrofe si capaces de cumplir las funciones para las que en primer término se
hubiera intentado desafiar a las naciones de las que depende para el establece un gobierno, esto es, para proteger y promover la v11da, la
abastecimiento de petróleo. libertad y la felicidad de sus ciudadanos. Su poder es esencialmente
Si bien no existe modo de evitar este estrangulamiento, hay modos destructivc.
de mitigar sus resultados. Consisten en debilitar la posición monopólica
o cuasi monopólica de las naciones productoras fortaleciendo la posi-
ción de las consumidoras. Estas últimas se dividen en dos categorías: CAPACIDAD INDUSTRIAL
las que, corno Japón, dependen totalmente de la importación de pe-
tróleo y para las que, por lo tanto, el acceso al petróle~ extranjei;-o es El ejemplo del uranio demuestra, además, la importancia de otro factor
cuestión de vida o muerte y las que, como Estados Umdos, gracias a de poder en una nación: la capacidad industrial. El Congo tiene vastos
sus fuentes internas de energía, pueden ser molestadas y perjudicadas. yacimientos de uranio de muy buena calidad. Si bien esta circunstancia
pero no mortalmente heridas, por el manejo político del petróleo. Estas ha hecho aumentar el valor de ese país como si fuera un trofeo de
últimas están en condiciones de protegerse de las consecuencias más guerra, no obstante su importancia desde el punto de vista de la estra-
graves de tales manejos mediante la limitación de la importación por tegia militar no ha afectado en mucho el poder del Congo en relación
restricción en el consumo interno, almacenando reservas o embarcán- con otras naciones. En el país no existen plantas industriales como
dose en programas intensivos, según el modelo del Manhat1;an Project para poner las reservas de uranio al servicio de usos industriales o mi-
para la investigación de la -fisión nuclear y el desarrollo de fuentes litares. En el extremo opuesto, para Inglaterra, Canadá, Estados Unidos,
de energía alternativas. La sola existencia de una política de este tipo así como para Checoslovaquia o la Unión Soviética, la posesión de uranio
implica un efecto saludable para todos los involucrados. Fortalece la implica un enorme incremento del poder. En esos países existen las
moral de los consumidores de petrol!'!o y obliga a una pausa a los pro- plantas industriales o pueden ser construidas o pueden aprovecharse
ductores. fácilmente las de un país vecino; en las que el uranio puede transfor-
Tal política también sirve como cimiento psicológico y material marse en energía útil tanto para la paz como para la guerra.
para una segunda política de contribución entre aquellos consumidores
La misma situación resulta aplicable con el carbón y el acero.
que poseen considerables -fuentes internas de energía y quienes carecen
Estados Unidos y la Unión Soviética han derivado buena parte de su
\ie ellas. Esto es importante puesto que los productores de petróleo son
poder nacional de la posesión de vastas cantidades de estas dos mate-
capaces de afectar a un consumidor como Estados Unidos no sólo di-
154 El poder nacional Elementos del poder nacional 1'55

rias primas porque tam~ién poseen plantas industriales capaces de sean identificadas como las grandes potencias y un cambio en el nivel
transformarlas en productos industriales. La Unión Soviética construyó industrial, hacia arriba o hacia abajo, va acompañado o seguido por
sus plantas, y aún sigue en proceso de construirlas, con un enorme un correspondiente cambio en la jerarquía de poder. De ese modo. mien-
sacrificio humano y material. Si se dispuso a realizar estos sacrificios tras Inglaterra, en cuanto nación industrial, no tuvo rival, fue la nación
~e porque advirtió que sin esas plantas industriales no podría construir más poderosa de la tierra. El ocaso político de Francia como potencia
m mantener un aparato militar que correspondiera a su política ex- con relación a Alemania --cuyo auge se evidenció inequívocamente a
terior. Sin ellas, la Unión Soviética no puede cumplir el importante. papel partir de 1870 y no se detuvo pese a haber sido bloqueada tempora-
en la política internacional que pretende desarrollar. · riamente en la décadá'.' siguiente á la primera guerra mundial- obedeció
. India si~e a Estados Unidos y a la Unión: Soviética muy de cerca en parte a la expresión política 'Y militar de su Tetraso, el que. a su vez,
en l<; posesio?- de reservas de carbón y acero. Sólo en las provincias demostró al resto de Europa el predominio industrial de Alemania en el
de Bihar y Onssa las reservas de acero se estiman en dos mil setecientos continente europeo.
m~ones .de .toneladas. Por otr<¡ parte, la .producción india de manganeso, Si bien siempre fue teóricamente una naciól;l destinada a conver-
mmeral indispensable para la fabricación de! acero, llegó al millón de tirse en gran potencia. la Unión Soviética sólo llegó a serlo de hecho
toneladas en 1939, cantidad que sólo fue superada por la Unión Soviética. .cuando figuró en la lista de las principales naciones "industrializadas
Per?; a pesar de esa riquez~ en materias primas, sin lá que ninguna
durante la década de los treinta. y se convirtió en rival de Estados Uni-
nacron puede alcanzar un pnmer nivel en los tiempos modernos, India
dos como superpotencia alternativa solo cuando. en la década de los
no puede clasificarse como nación de primer orden ni puede compa-
cincuenta, adquirió capacidad industrial como para librar una guerra
rarse con Estados Unidos o la Unión Soviética. La causa de este bache
nuclear. Análogamente, el potencial de China como gran potencia sólo
entr~ las potencialidades y las realidades del poder, que es el punto
llegará a concretarse siempre y cuando adquiera una capacidad indus-
que interesa a los efectos de esta discusión -otros serán mencionados
más adelante-, es la falta de un aparato industrial acorde con la abun- trial semejante. Cuando en la década de los cuarenta Estados Unidos se
encontraba en la cima de su poder, el Economist de Londres vinculaba
danc~a de mat~rias primas. Mientras India puede jactarse de la posesión
de cierta cantidad de talleres de acero, tales como las industrias de ese poder a la fortaleza de la economía norteamericana del siguiente
acero Tata, una dé las más modernas que existen, especializada en pro- modo:
ductos terminados, en cambio no puede compararse ni siquiera con la
capacidad industrial de las naciones de segundo orden. En 1980 poco En comparación con los recursos potenciales de las grandes potei;i-
cias, aún antes de la guerra contra Hitler, Estados Unidos ya su-
mas. ~e seís millones de indios -menos del uno por ciento de la po-
blacion total- trabajaban en la industria. Vistas las reservas indias en peraba en mucho a cualquier otra nación por su fuerza material,
materias primas -uno de los elementos que hacen al poder nacional- por su grado de industrialización. por la cantidad de sus recursos.
esta nación debería· ser considerada como una gran potencia. Sin em- por su nivel de vida y por sus índices de producción y consumo.
bargo, por el momento no llegará a serlo ya que carece de otros fac- La guerra. que prácticamente duplicó el ingreso nacional mientras
tores sin los que ninguna nación en los tiempos modernos puede alcanzar que a otras grandes potencias las arruinó o las debilitó en gran
el rango de gran potencia. Entre esos factores. la capacidad industrial medida, ha incrementado notablemente el nivel desde el que hoy
es uno de los más importantes. Estados Unidos contempla aventajadamente a sus congéneres que.
. 1:ª tecnología de la guerra moderna, del transporte y de las comu- como ratones en la cueva del elefante. siguen con atención los me>
vh!tientos del paquidermo. ¿Qué oportunidad tendrían de salvarse
~cacrones ha hecho que el desarrollo de las industrias pesadas se con-
si el gigante comenzara a moverse cuando, en realidad, corren un
v~erta. en un elemento indispensable del poder nacional. Dado que la
victoria en las guerras modernas depende de la cantidad y calidad de grave peligro si sólo decide sentarse? 4
las c_arreteras, ferrocarriles. ~amiones, barcos, aviones. tanques, de equi_-
El drástico incremento en la importancia de Ja capacidad industrial
pamiento y armas de todo Upo. desde mosquiteros y rifles automáticos
a los efectos del poder nacional también ha acentuado la distinción
hasta máscaras de oxígeno y misiles dirigidos, la competencia por el
tradicional entre grandes y pequeñas potencias. El propio término "su-
poder entre las naciones se convierte ampliamente en una competencia
perpotencia" denota la acumulación de poder sin precedentes en manos
P~~ la produc~ión de mayores, mejores y más abundantes implementos
de unas pocas naciones, que las diferencian no sólo de las pequeñas.
behcos. La calidad y la capacidad productiva de las plantas industriales,
sino también de las tradicionales grandes potencias. Lo que diferencia
~l kno_w-how de l;:>s técnicos, la habilidad de los ingenieros, el genio
a las superpotencias de las demás naciones, ademáS de su capacidad
mventivo de los mvest1gadores y la organiza¡:ión empresaria son los
para librar una guerra nuclear y absorber un ataque nuclear limitado,
factores sobre los que se apoya la capacidad industrial de una nación
y, por ende, su poder.
• Economist, 24 de mayo de 1947, pág. 785. Reproducido con la correspondiente
Por esto es inevitable que las naciones industriales de primer orden
o:utorización.
156 El poder nacional Elementos del poder nacional 157

es su virtual autoabastecimiento industrial y su capacidad tecnológica la invasión de Italia en 1494 por parte de Carlos VIII de Francia. Con
para mantenerse al margen de otras naciones~' Por el mismo motivo, infantería y artillería. Carlos VIII quebró el poder de las orgullosas
la dependencia de las naciones de tercer o cuartb orden de las de primer ciudades-estado italianas. hasta entonces seguras tras sus muros. La
rango, a las que llamamos superpotencias, también se ha incrementado aparentemente irresistible capacidad destructiva de estas nuevas técni-
drásticamente. El poder militar de las primeras a veces depende exce- cas bélicas dejó una indeleble impresión sobre los contemporáneos, al-
sivamente de la buena voluntad de las segundas para el aprovisiona- gunos de los cuales la reflej~on en s'us escritos, tales como Maquiavelo
miento de armas modernas e implementos de las comunicaciones· y el y algunos otros escritores florentinos de la época.5
transporte modernos. Sin ese abastecimiento, muchas de ellas se verían El siglo veinte ha sido testigo' de cuatro innovaciones mayores en
desvalidas en la confrontación con un enemigo así aprovisionado. la técnica de la guerra, las que otorgaron al menos una ventaja tem-
poraria a quienes se anticiparon a usarlas o bien las emplearon antes
de que sus enemigos pudieran resguardarse. Primero. fil_ sub_marino fue
inicialmente empleado en la primera guerra mundial por Alemania con-
APRESTOS MILITARES' tra la armada británica, en lo que pareció un dispositivo capaz de
decidir la guerra hasta que Inglaterra encontró una respuesta para esa
Los factores geográficos, los recursos naturales y la capacidad industrial amenaza. Segundo, el tanque fue empleado en gran número y concen-
son importantes en lo que hace al poderío de una nación merced a la tración por los ingleses, pero no por los alemanes, en la etapa final de
preparación militar. La dependencia del poder nacional con respecto a la primera guerra mundial, lo que significó una de las cartas de triunfo
la capacidad militar es lo suficientemente obvia como para que requiera de los aliados. Tercero, la coordinación estratégica y táctica de la fuerza
demasiada elaboración. La preparación militar requiere un estableci- aérea con las fuerzas navales y de tierra contribuyó en gran medida
miento militar capaz de apoyar la política exterior que se implementa. a la superioridad germana y japonesa durante las fases iniciales de la
Tal capacidad proviene de un cierto número de factores, entre los cuales segunda guerra mundial. Pearl Harbar y las desastrosas derrotas que
se destacan. desde el punto de vista de nuestra discusión, las innova- británicos y holandeses experimentaron a manos de los japoneses por tie-
ciones tecnológicas. el liderazgo y la cantidad y calidad de las fuerzas rra y mar en 1941 y 1942 fueron sanciones que' se debieron pagar por
armadas. el retraso tecnológico ante un enemigo más progresista. Si se relee el
sombrío panorama de las derrotas británicas que Churchill expuso ante.
el Parlamento en la sesión secreta del 23 de abril de 1942,6 impresiong. el
Tecnología hecho de que todas esas derrotas por tierra. mar y aire tenían como
común denominador el descuido o la incomprensión de los cambios que
A menudo ·el destino de las naciones y de las civilizaciones ha estado había introducido la fuerza aérea en la tecnología bélica. Finalmente,
determinado por un desequilibrio en la tecnología bélica que la parte las nacipnes que cuentan con armas nucleares y los medios para des-
vencida no supo compensar de otros modos. En su ·período expansivo cargarlas tienen una enorme ventaja tecnológica sobre sus competi-
entre el siglo xv y el XIX, Europa basó su poder en una técnica de guerra dores.
superior a la del hemisferio oriental, Africa y el Cercano 1 Lejano Sin embargo. la disponibilidad de armas nucleares también resulta
Oriente. La introducción de la infantería. las armas de fuego y la arti· en dos extraordinarias paradojas, ya mencionadas. Las mismas derivan
Hería en el arsenal tradicional de los siglos XIV y xv significó un impor- de su enorme capacidad de destrucción. En virtud de esa destructividad,
tante cambio en la distribución del poder en favor de quienes usaban un incremento cuantitativo del arsenal nuclear, en contraste con las
estas armas y en perjuicio de quienes carecían de ellas. Los señores armas convencionales, no necesariamente significa un correspondiente
feudales y las ciudades independientes, que frente a las nuevas armas mcremento del poder nacional. Así. cuando una nación posee todas las
decidieron seguir confiando en la caballería y en los castillos, hasta ese armas nucleares necesarias para destruir a todos los enemigos en su
momento habían sido prácticamente inexpugnables frente a los ataques mira, y tomadas todas las precauciones tales como golpear primero al
directos; pero de pronto se vieron desplazados en su posición de pre- enemigo, nuevas armas nucleares no incrementan el poder de esa nadón.7
ponderancia. La otra paradoja radica en la relación inversa que existe entre el
Dos hechos ilustran dramáticamente este cambio del poder que grado de destrucción de las armas nucleares y su empleo racio~al. Las
política y militarmente marca el fin de la Edad Media y el comienzo armas nucleares son instrumentos de indiscriminada destrucción ma-
de una nueva era histórica. Primero, en las batallas de Morgarten, en
5 Véase ~l relevamiento de Félix Gilbert, "Machiavelli: The Renaíssance of the
1315. y Laupen, en 1339, ejércitos de infantería suiza infligieron desas- Art of War" en Makers of J;fodern Strategy, editado por Edward Mead Earle. Prin·
trosas derrotas a la caballería feudal, demostrando así que soldados ce>ton Uruversity Press, Princeton. 1944, págs. 8 y 9.
6 Winston Churchill's Secret Session Speeches, Simon and Shuster, Nueva
pedestres reclutados entre el común del pueblo eran superiores a un York. 1946, pág. 53 y siguientes,
ejército de costosos y aristocráticos soldados ecuestres. El segundo es 7 Véase capitulo 23, apartado "Control armamentista en la era nuclear",

i
158 El poder nacional Elementos del poder nacional 159

_:;~va y,_ por lo tanto. no pueden ser e:r;nplea.das para propósitos n;-wtares el alto mando francés continuaba pensando en una guerra de trincheras,
racionales. Pueden emplearse para d1su~drr de una guerra mediante la como la que había sido característica en 1914. Por otra parte, el alto
amenaza_<itla_:ais:trucdóii. total; pero no pueden usarse para librar una mando alemán, completamente consciente· de las potencialidades de la
· guerrade modo racional. Una nación armada tan sólO con proyectiles guerra mecanizada, planeaba sus campañas ·en términos de una movi-
nucleares obtiene muy pequeño poder político de su posición militar. lidad sin precedentes. La confrontación de estas dos concepciones, no
ya que carece de otros medios que no sean los militares --es decir, la sólo en Francia sino también en Polonia y la Unión Soviética, demostró
amenaza con la destrucción nuclear- para imponer su voluntad sobre una superioridad tal de la "blitzkrieg" germana que llevó a Alemania
otra. nación. , muy cerca de la victoria final. El shock intelectual y la devastación mi-
(Si una nación cuenta con capacidad de contraataque nuclear, ame- litar y política que causaron la embestida de las divisiones panzer de
nazará con la destrucción total como represalia, por lo que la amenaza Hitler y los bombarderos en picada sobre la caballetia polaca en 1939,
y la contra amenaza se anularán recíprocamente o llevarán a la destruc- y sobre el inmóvil ejército francés en 1940, inauguraron un nuevo pe-
ción mutua de los beligerantesj Si la nación amenazada no tiene capa- ríodo en la historia militar,_ análogo al iniciado por Carlos VIII con la
cidad nuclear de respuesta sufrirá- tina destrucción total o se rendirá invasión a Italia en 1494. Pero, mientras los Estados italianos no tu-
incondicionalmente, como hizo Japón en 1945, luego de Hiroshima y vieron hacia donde retroceder para rehacer su fortaleza, en la segunda
Nagasakí. Dicho de otro _modo{ la nación con capacidad nuclear puede guerra mundial la superioridad tecnológica de Estados Unidos y la
borrar de la faz de la tierra. parte por parte, ciudad tras ciudad. a una superioridad del potencial humano soviético determinaron que las pro-
nación no nuclear, pero no puede adaptar sutilmente el grado de presión pias innovaciones de Hitler lo llevaran a la destrucción.
milit<.i,r a ser usado contra el grado de resistencia psicológica del opo-
nente.' La carencia de armas convencionales, únicas susceptibles de se-
mejañtes adaptaciones, y la exclusiva confianza en las nucleares harán Cantidad y calidad de las Fuerzas Armadas
que la nación sea menos poderosa que si contara con una combinación
de armamento nuclear para la disuasión y un arsenal de armas conven- En términos militares, el poder de una nacióa también depende de la
cionales adecuadas para los propósitos habit:.iales de la guerra tradi- cantidad de hombres y armas de que disponga, y de su distribución
cional ..{ La paradoja consiste, pues, en que para poder emplear eD entre las diferentes ramas de la estructura militar. Una nación puede
armamento nuclear se debe reducir su rendimiento a niveles aproxi-: contar con un buen conjunto de innovaciones tecnológicas. Sus líderes
mados al del armamento convencional.1 -1 militares pueden sobresalir en el manejo de la estrategia y de las tác-
ticas apropiadas para las nuevas técnicas de la guerra. Sin embargo, esa
nación puede ser militar y políticamente débil si no tiene una estruc-
Liderazgo tura militar que, en la fuerza global de sus partes y en la fuerza de
cada una de sus partes. sea lo suficientemente poderosa como para cum-
'Además del empleo ocasional de las innovaciones tecnológicas, la cua- plir con las tareas que le sean requeridas. Para ser fuerte, ¿una nación
'lidad de liderazgo rnilit¡ar siempre ha ejercido una influencia decisiva debe contar con un gran ejército o su poder se resquebraja si. por lo
sobre el poder nacional) El poder de Prusia durante el siglo XVIII con- menos en tiempos de paz, sólo tiene pequeñas unidades especializadas.
sistió, ante todo, en la proyección del talento rnilitf!r de Federico el, muy bien adiestradas y armadas? ¿Los navíos de gran escala se han
Grande y en las innovaciones estratégicas y tácticas que supo introducir, tornado obsoletos o los portaviones aún cumplen una función titil? ¿De
El arte de la guerra se modificó sustancialmente entre la muerte de qué magnitud debe ser la estructura militar que apoye a una nación
Federico el Grande, en 1786. y la batalla de Jena, donde Napoleón des- en relación a sus recursos y compromisos? ¿Es útil para el poder de
truyó al ejército prusiano. que era tan eficiente y tan fuerte como lo una nación embarcarse en una intensiva producción de artefactos aéreos
había sido veinte años antes. Pero, lo que era más importante. faltaba y otras armas mecánicas en tiempos de paz o debe destinar sus recursos
en sus líderes el genio militar y, ante esa carencia, volvían a librar las a la investigación y producción de cantidades limitadas de mejores
mismas batallas de Federico el Grande. En cambio, en el otro bando tipos de armas?
había un genio militar al frente. un genio que empleaba ideas nuevas Cualquiera sea la respuesta, correcta o incorrecta, que una nación
en los aspectos estratégicos y tácticos. Este factor volcó la contienda formule a esos interrogantes, la misma habrá de incidir directamente
en favor de Francia. en su poder nacional. ¿Puede una nueva arma. corno la artillería a fines
La actitud psicológica que predominó en el alto mando francés de del siglo xv, el submarino en la primera guerra mundial, el avión en
la Linea Maginot durante -el período que media entre ambas guerras entrambas guerras o los cohetes intercontinentales en nuestros días,
mundiales se ha convertido en un buen ejemplo de pensamiento estra- decidir una guerra? Respuestas equivocadas a algunas de estas pre-
tégico defectuoso. Mientras las tendencias de la técnica se orientaban guntas por parte de Gran Bretaña y Francia en el período entre ambas
por entonces a apoyar la probabilidad de una guerra de movímiento, guerras mundiales les significó una semblanza de poder en términos de
160 El poda 11acional Elementos del poder nacional 161

las concepciom;~ militares tradicionales. Pero esos errores las _llevaron área de poco menos de tres millones de millas cuadradas. una población
al borde de la derrota final durante la segunda guerra mundial, cuya de aproximadamente quince millones de habi1lantf!:S, , mientras Canadá,
técnica militar requería respuestas diferentes a esas preguntas. De la en una superficie de tres millones y medio de millas cuadradas, tiene
calidad de las respuestas que demos a ésas, y a similares,· preguntas aproximadamente veinticuatro millones y medio de habitantes. Por otra
depende en la actualidad el poder futuro de Estados Unidos en relación parte, Estados Unidos, con una superficie entl:e la de los dos países
con otras naciones. mencionados, tiene una población de 234 millones, es decir. unas quince
veces más que Australia y diez veces más que .Canadá. Con la población
de Australia o Canadá, Estados Unidos nunca habría podido llegar a
POBLACION ser la nación más poderosa de la tierra. Las olas de inmigración masiva
que llegaron durante el siglo XIX y primeras dos décadas del siglo XX
le aportaron a Estados Unidos ese elemento de poder nacional. Si la
Cuando pasamos de los elementos materiales, y de los combinados con Ley de Inmigración de 1942, que reduce el ingreso de inmigrantes a
elementos humanos y materiales, a los factores puramente humanos que 150.000 personas por año, se hubiera promulgado cien o cincuenta· años
determinan el poder de una nación, es preciso distinguir entre compo- antes. Estados Unidos habría perdido treinta y seis.o veintisiete millones
nentes cualitativos y componentes cuantitativos. Mientras entre los de habitantes respectivamente. y ellos y sus descendientes no serían
primeros figuran el carácter nacional. Ja moral nacional y las cualidades hoy ciudadanos norteamericanos.
diplomáticas y de gobierno en general. en cambio los últimos requieren En 1824. la población de Estados Unidos llegaba a unos once mi-
ser discutidos en términos del tamaño de la población. llones. En 1874 había llegado a 44 millones, y en 1924 a 114 millones.
La participación de la inmigración en ese aumento durante este siglo fue
de un treinta por ciento y se acercó al cuarenta por ciento en el lapso
Distribución comprendido entre 1880 y 1910. Dicho de otro ,modo, el aumento más
espectacuiar de la población norteamericana coincide con los picos
Por supuesto que sería erróneo afirmar que mientras mayor sea la absolutos y relativos de inmigración. La inmigración irrestricta a partir
población más grande habrá .de ser el poder de un país. Si esa irreal de 1824, y más particularmente entrj 1974 y 1924, es la causa principal
correlación entre el tamaño de la población y poder nacional fuese de la abundancia de mano de obra que tanto ha significado para Estados
cierta, tendríamos que China, con su población estimada en más de mil Unidos ya sea en tiempos de paz como de guerra. Sin esa inmigración
millones de habitantes,ª es J:a nación más poderosa de la tierra, seguida es improbable que la población de Estados Unidos llegara a más de la
por India con sus aproximadamente 730 millones. La Unión Soviética, mitad de lo que actualmente es. En consecuen.cia. el poder nacional de
con 272 millones, y Estados Unidos, con 234 millones, vendrían en tercer
Estados Unidos sería inferior al que le confieren hoy 243 millones
v cuarto lugar respectivamente. Aunque no sea correcto considerar po-
deroso a un país porque su población es más numerosa que la mayoría de personas.
de las otras naciones, no deja de ser cierto que ningún país puede llegar Dado que el tamaño de la población es uno de los factores de poder
a ser una potencia de primer orden si su población no es de las más sobre el que se apoya el poder nacional; y dado que el poder de una
populosas de la tierra. Sin una población populosa resulta imposible nación siempre se establece eri relación con el poder de otras, el tarna·ño
montar y mantener en funcionamiento las plantas industriales necesa- relativo de la población de los diferentes países que compiten por el
rias para una exitosa conducción de la guerra moderna, no se pueden poder y, especialmente, el índice relativo de su crecimiento requieren
poner en el campo de batalla vastos contingentes para que luchen en cuidadosa atención. Un país cuya población sea inferior a la de su
tierra, aire y mar ni tampoco es posible subvenir a las necesid~~es de competidor verá con preocupación la declinación del índice de creci-
las tropas alimentos, medios de transporte y de comun1cac1on, de miento de su población, sobre todo si el° de su competidor tiende a
municiones y armas. Por esa razón las naciones imperialistas estimulan aumentar más rápidamente. Esa fue Ja situación de Francia con respecto
e;] crecimiento de la población -así lo hicieron la Alemania nazi y la
a Alemania entre 1870 y 1940. Durante ese período, la población de Fran-
Italia fascista- para entonces usar ese crecimiento como pretexto ideo· cia aumentó en cuatro millones, en tanto Alemania registró un creci-
lógico de la expansión imperialista.
miento de veintisiete millones. En la Europa de 1800, de cada siete euro·
La comparación entre las poblaciones de Estados Unidos, Australia
y Canadá proyectará claridad acerca de la relación entre el tamaño de peos uno era francés, pero en 1930 la proporción había disminuido a un
la población y el poder nacional. Hoy en día Australia tiene. en un francés por cada trece europeos. En 1940 Alemania tenía a su disposi-
ción cerca 'de quince millones de hombres para el servicio militar, mien-
a Todas las cifras de población (a menos que se indique lo contrarío) han sido tras que Francia sólo contaba con cinco millones.
tomadas de la mfonnación consignada en U.S. Census Bureau Report de mediados Por otra parte, desde su unificación en 1870, Alemania ha conside-
de junio de 1983, New York Times, 4 de setiembre de 1983, pág. 49.
rado, con preocupación y siempre con respeto las cifras de la pobla-
Elementos del poder nacional 163
162 El poder nacional

ción ruta, que siempre se han caracterizado por un mayor crecimiento


que las alemanas. Observando esta realidad tal como se presentaba al Tendencias
comienzo de la primera guerra mundial, Alemania pudo llegar a pensar
que demográficamente·el tiempo jugaba a favor de Rusia; mientras tanto Por lo que acabamos de decir, resulta obvia la importanaia de la pre-
Francia pensaba lo mismo con respecto a Alemania; por su parte Rusia dicción de las tendencias demográficas para la determinación de cual-
y Austria suponían, por razones ya señaladas, que la dilación del con- quier futura distribución del poder. Aunque los demás factores permh-
flicto favorecería al contrario.9 Todos los protagonistas, excepto Ingla- nezcan estables, un considerable descenso de la mano de obra en una
terra, tenían razones para preferir que la guerra fuera en -1914 y no nación. por ejemplo, le significará un descenso correlativo en el poder
un pacífico acuerdo que no podían considerar como definitivo, sino nacional. Por el contrario, un aumento sustancial de la mano de obra
solamente como un respiro antes del inevitable ajuste de cuentas. puede implicar un fortalecimiento del poder nacional. A fines del siglo
Los cambios en la distribución del poder entre los países euro- XIX Inglaterra era la única potencia mundial; tenía entonces una po-
peos en la historia reciente han sido enérgicamente duplicados por los blación de unos 400 millones de habitantes, cifra que representaba la
cambios en la población; así la.emergencia de Estados Unidos como cuarta parte de la población mundial. En 1946 se acercó a los 550 mi-
la potencia central de occidente. en reemplazo de Europa central y occi- llones. -Si se tiene en cuenta que por entonces la población de la India
dental, puede seguirse en las cifras de población de los respectivos paí- se estimaba en 400 millones de habitantes, estas cifras revelan la enorme
ses. En 1870, tanto la población de Francia como la de Alemania eran pérdida de poder nacional -en el aspecto demográfico- que experi-
mayores que la de Estados Unidos. Sin embargo, en 1940 la población mentó Inglaterra como consecuencia de la independencia india.
de Estados Unidos se había incrementado en 100 millones mientras que Desde el punto de vista de la población. la posición de Estados
el aumento de las poblaciones de Francia y Alemania juntas sólo había Unidos continúa demostrando considerable fortaleza en comparación con
alcanzado a 31 millones en el mismo período. Europa occidental. puesto que esta última sólo ha realizado pequeños
/Resulta obvio .entonces que una nación no puede alcanzar una po- aumentos en este campo. Pero en comparación con las tendencias de-
sición de predominio sin una población lo suficientemente amplia como mográficas de Latinoamérica, la posición de Estados Unidos muestra
un rumbo hacia el deterioro. Latinoamérica muestra el mayor índice de
para crear y aplicar los elementos materiales del poder nacional. Por
incremento de población entre todas las regiones mayores del mundo.
otra parte, sólo en los tiempos recientes se ha vuelto evidente que una En 1900 su población podía estimarse en unos sesenta y tres mlllones
población demasiado grande también puede !'!tercer una influencia drás- de habitantes contra los setenta y cinco millones de Estados Unidos.
ticamente negativa sobre el poder nacionalj , Esto ha ocurrido en las La población de Argentina. por tomar un ejemplo individual. entre 1914
naciones así llamadas subdesarrolladas. como India y Egipto, cuyas y 1965 llegó a poco más que duplicarse -y en la actualidad se sitúa en
poblaciones han aumentado considerablemente, en virtud de una decli- unos treinta millones· de habitantes-, mientras que en el mismo perío-
nación de los índices de mortalidad, sin que la pro,ducción de alimentos do la población de Estados Unidos pasó de noventa y nueve a doscientos
guardara relación en el crecimiento demográfico,! {Estos países deben treinta y cuatro millones de habitantes.
enfrentarse continuamente a la amenaza del hambre y a tener que Sin embargo. no alcanza con conocer las cifras absolutas de la po-
hacerse cargo de grandes masas de población subalimentadas y enfer- blación en los distintos países para determinar correctamente la influen-
mas. Tienen que desviar sus escasos recursos, que necesitarían aplicar cia que este factor ejerce sobre el poder nacional. La distribución de
al desarr?~º de su poder nacional, a la alimentación y el cuidado de la una población por edad es también un elemento importante en los
població~)1¡ El tamaño de la población, lejos de ser una ventaja para cálculos de poder. Con paridad en todos los demás factores. una nacicin
el poder nacional. implica en estos casos un obstáculo para su desa- con una población relativamente grande y máxima capacidad de utiliza-
rrollo. Para estas naciones llevar el número de su población a una re- ción en fines militares y productivos -aproximadamente entre veinte y
lación armónica con los recursos disponibles es una necesidad. y si los cuarenta años- tendrá una ventaja en el plano del poder frente a otra
en cuyos cuadros de población predominan los grupos mayores de edad.
recursos no pueden incrementarse, el control de la población es una
precondición para el poder nacional.to,! Sin embargo, debe señalarse que las proyecciones sobre tendencias
de población -aun sin interferencia de guerras o catástrofes naturales-
es azarosa. Las estimaciones demográficas hechas en los años cuarenta
mostraban un cuadro pesimista ac~rca del incremento de la poblacicin
norteamericana en comparación con la de la Unión Soviética. No obstan-
te. hoy en día la población norteamericana supera por un margen muy
9 Véase ca.pitulo 5, apartado "Cómo detectar y contrarrestar una política amplio la cifra que algunos expertos habían calculado que alcanzaría
imperialista".
10 Véase capítulo 9, "Recursos naturales".
164 El poder nacional

en 1975. Incluso en campos donde la exactitud científica es relativa- Elementos del poder nacional' 165
mente alta. los cálculos acerca del poder nacional están expuestos a un
buen margen de incertidumbre. No obstante, esa incertidumbre no incide grandeza o modestia relativas. en suma todo lo que son o hacen
-po~ supuesto que no en un período determinado, bajo la influencia
en la importancia de las tendencias demográficas para el desarrollo del
poder nacional. Tampoco disminuye el interés de los estadistas en la ocasional de un gran hombre, como los cartagineses bajo el gran
~~ipo o el ~ropio Aníbal .. en. su lu_ch~ por llegar a ser una gran
evaluación de las tendencias demográficas de sus propias naciones. nac1on, a traves de generaciones de md1viduos, es consecuencia de
Como una prolongación de Augusto y sus sucesores en el trono del este espíritu ... "
imperio romano, en calidad de Primer Ministro inglés, Winston Churchill
volvió a manifestar este tema, cuando en su n:¡.ensaje radial def 22 de Estas cualidades colocan a una nación aparte de las otras y tienen una
marzo de 1943 dijo: gran capacidad de amoldamiento a los cambios. Unos pocos ejemplos,
tomados al azar, ilustrarán la cuestión.
Una de las más sombrias preocupaciones que asaltan a quienes ¿No es un hecho incontrovertible -tal como lo ha señalado John
avizoran el futuro inmediato en unos treinta, cuarenta o cincuenta Dewey 12 y muchos otros- que Kant y Hegel son ejemplos tan típicos
años -zona que puede observarse con mucha claridad- es el índice de la filosofía tradicional alemana como Descartes y Voltaíre de la ideo-
descendente en el promedio de nacimientos. A menos que las ten-
dencias actuales se modifiquen. dentro de treinta años una pobla· logía francesa, Locke y Burke del pensamiento político inglés y Wiliiam
ción trabajadora y activa menor que la actual deberá sostener y pro- James y el propio John Dewey del enfoque norteamericano de los pro-
teger a aproximadamente el doble de ancianos. Dentro de cincuenta blemas intelectuales? ¿Puede negarse que estas diferencias filosóficas no
años la situación será peor aún. Si nuestro país desea conservar un son más que expresiones, en el más alto nivel de abstracción y sistema-
sitial entre las naciones lideres del mundo y sobrevivir como tal, tización, de las bases intelectuales y los rasgos morales que se mani-
como gran potencia que puede valerse por sí misma ante presiones fiestan en todos los niveles de pensamiento y acción y otorgan a cada
externas, debemos alentar a nuestro pueblo, por todos los medios. a nación su distintivo inequívoco? La racionalidad mecánica y la sistemá-
que cuente con familias más numerosas.11 tica perfección de la filosofía de Descartes reaparece en las tragedias de
Corneille y Racine no menos evidentemente que en la furia racional de
las reformas jacobinas. Vuelve a reaparecer en la esterilidad del forma-
CARACTER NACIONAL lismo académico que tanto caracteriza la vida intelectual contemporánea
de Francia. Y otra vez se advierte en los lineamientos de los planes de
·· Su existencia paz, lógicamente perfectos pero impracticables; que caracterizaban al es-
tado mayor francés entre ambas guerras mundiales. Por otra parte, el
Entre l()s tres factores humanos de naturaleza cualitativa que hacen al rasgo de curiosidad intelectual que Julio César detectaba en los galos ha
poder nacional, carácter y la moral nacional se destacan por su elusi- permanecido a través de los tiempos como una característica distintiva
vidad, desde el punto de vista de la evaluación racional. y por constante del~ mentalidad francesa.

y a menudo decisiva influencia sobre el peso que una ,,nación es capaz La filosofía de Locke es una expresión del individualismo inglés tanto
de poner en las balanzas de la política internacional.(No nos interesa como puede serlo la Carta Magna, el proceso jurídico o el sectarismo
aquí la cuestión de qué factores conforman el desarrollo del carácter na- protestante. En su pragmátiea mezcla de principios morales y oportuni-
cional. Sólo nos interesa el hecho controvertible (aunque parn nosotros dad política -rasgo esencial del pensamiento de Edrnund Burke-, el
incontrovertible, especialmente si se toma en cuenta el concepto antro- genio político británico impregna tanto las Actas de la Reforma del si-
pológico de "modelo cultural") de ciertas cualidades del intelecto y el glo XIX como las políticas de equilibrio de poder del Cardenal Wolsev o
carácter ocurren más frecuentemente, y tienen un valor más alto. en de Canning. Las ideas que Tácito tenía acerca de la propensión polítíco-
determinadas naciones] Paré'. citar <'. Coleridge: militar destructiva de las tribus germánicas también se ajustan a los
ejércitos de Federico Barbarroja, a los de Guillermo II y a los de Hitler.
... "Al decir ·que existe .un espíritu invisible que alienta en todo un Lo mismo puede decirse de la rudeza tradicional de la desmañada tor-
pueblo. en el que participan todos aunque no del mismo modo, tuosidad de la diplomacia alemana. El autoritarismo. el colectivismo y
un espíritu que da calor y forma a sus virtudes y sus vicios de modo la sobrevaloración del Estado. corno rasgos característicos de la filosofía
que la misma acción, aunque sea dicha con las mismas palabras, no alemana. tienen su correlato en la tradición de gobierno autocrático, en
tendrá el mismo significado para un español que para un francés ... el sometimiento a cualquier autoridad mientras ésta tenga la voluntad
pienso que ésta es una verdad innegable. sin la cual la Historia sería y la fuerza necesarias como para predominar y. al mismo tiempo, la falta
un enigma. También opino que las diferencias entre las naciones, su de valor civil, la desatención de los derechos individuales v la carencia
de una tradición de libertad política. A pesar de contar co~ más de un
n Samuel Taylor Coleridge, Essays on his own Times, William Pickering, Lon-
ures, 1850, vol: 2, págs. 668·669.
12 German Philosophy and Politics, G. P. Putnam's Sons, Nueva York. 1942,
passim.
Elementos del poder nacional 167
166 El poder nacional
\
bres demacrados ... En sus caras aparecía la pálida y ceñuda mira-
siglo desde que fuera formulada, la descripción del carácter nacional da de los prisioneros. Tras ellos caminaba un soldado ruso regor-
norteamericano que surge de las páginas de Democracy in America de dete y de cara ancha, con el rifle colgado en su brazo derecho; en
Tocqueville no ha perdido un ápice de actualidad. La vacilación del sus ojos azules se adivinaba la vasta estepa ucraniana. Cerca de la
pragmatismo norteamericano entre un idealismo dogmático implícito y estación Stadtbahn, el grupo se encontró con una muchedumbre de
la confianza en los sucesos como medida de la verdad, se refleja en las hombres y mujeres que apresuradamente retornaban a sus hogares
vacilaciones de la diplomacia norteamericana desde las Cuatro Liber- luego de la jornada de trabajo.
De pronto una mujer angulosa, de edad mediana, se puso a obser- /
tades Fundamentales y la Carta del Atlántico, por una parte, hasta la var a los doce hombres. Los examinó fijamente durante un minuto
llamada "doplomada del dólar", por la otra.• y luego de esquivar un pesado camión cargado de carbón inflama-
ble. con un grito desgarrador se echó sobre el tercer prisionero. Sus
compañeros y los transeúntes se volvieron a contemplar con sorpresa
El carácter nacional ruso a las dos figuras rodinescas que se palmeaban las espaldas de sus
sacos. mientras murmuraban histéricamente:
En lo que tiene que ver con Rusia, la vinculación de dos experiencias, -Wohin? ... weiss nicht.
-Warum? ... weiss nicht.
distantes una de la otra en más de un siglo, proporciona una prueba Parsimoniosamente, el soldado ruso caminó en tornó a sus pri-
concluyente de la persistencia de ciertas cualidades intelectuales y sioneros y se acercó a la pareja. Lentamente una sonrisa fue dibu-
morales. jándose en su rostro. Tocó a la mujer en la espalda. Esta se estre-
En sus Memorias, Bismarck escribe: meció. Una rígida aprensión se contagió a todos los rostros de los
observadores. pero el ruso dijo en voz alta:
En el transcurso de mi primera estadía en San Petersburgo, en 1859, -Keine Angst. Keine Angst. (No terna. No tema).
encontré un ejemplo de otra peculiaridad rusa. Todos quienes tenían Entonces encañonó al prisionero, quien instintivamente retro-
alguna vinculación con la Corte, acostumbraban pasear, al comienzo cedió un paso. Luego preguntó:
de la primavera, por el Jardín de Verano, situado entre el Palacio de -Dein Mann? (¿Es tu hombre?)
Pablo y el Neva. En ese lugar el emperador descubrió a un centi- -Ja. (Sí.) -replicó la mujer, mientras las lágrimas se desliza-
nela apostado en medio de un jardín. Interrogado sobre los motivos ban por sus mejillas.
de su permanencia en aquel lugar, el centinela sólo atinó a contestar -Gu-ut {Bueno.) -gruñó el ruso resoplando por la nariz.
que ésas eran sus órdenes .. El emperador envió a uno de sus ayu- -Nimm rnit (Llévatelo.) -agregó mientras daba un gentil golpe
dantes a investigar a la Sala de Guardia, pero no logró encontrar al atemorizado prisionero en el trasero.
otra explicación: un centinela debía permanecer en aquel lugar en Los espectadores exhalaron un suspiro de alivio cuando vieron
invierno y en verano. La razón de tan curiosa orden tampoco pudo alejarse a la pareja aún delirantes y tomados de la mano. Los otros
desentrañarse. El hecho suscitó comentarios en la corte y así llegó once prisioneros. mirándose entre sí alelados. atravesaron el grupo
a oídos de la servidumbre. Uno de los más viejos servidores entregó de curiosos, de donde provenían exclamaciones del tipo: "Los rusos
la solución del enigma al contar que cierta vez que paseaba por el son impredecibles" ... "¡Increíble!" ... "¡No logro entenderlo!" ...
Jardín de Verano, al pasar frente al centinela, su padre le dijo: "Aún "No entiendo a los rusos".
se mantiene en su puesto para cuidar la flor. Un día la emperatriz El ruso prosiguió su camino estoicamente y mientras buscaba
Catalina descubrió en ese jardin una campanilla de invierno que fósforo en su bolsa, de pronto su cara se ensombreció. Puso el rifle
había florecido muy prematuramente y ordenó que no fuera arran-. bajo el brazo. sacó una hoja arrugada y sucia de su casaca y se puso
cada". La orden de la emperatriz se ejecutó colocando un centinela a escudriñarla ceñudamente. A continuación dobló el papel con cui-
en el jardín, junto a la flor, y desde entonces siempre ha habido dado, miró a los once prisioneros y luego gíró la vista en dirección
uno en el lugar. Historias de este tipo promueven nuestro buen al nuevo conglomerado de caras tensas que volvía a emerger de
humor y nuestra crítica, pero en definitiva no son más que expre- la estación.
siones de la persistencia y fuerza elemental sobre las que se asienta Sin aspavientos. el ruso interceptó a un jovencito con un porta-
la fortaleza de la naturaleza rusa en relación al resto de Europa. folios bajo el brazo y un sombrero color café muy sucio calado
Esto nos recuerda a· 1os centinelas durante la inundación de San hasta las orejas y le ordenó:
Petersburgo en 1875 y a los del pa:;o Shipka en 1877: al no ser rele- -Eeh, Du! Komm! (¡Eh. tú! ¡Ven!)
vados. los primeros se ahogaron y los segundos murieron congelados El alemán se heló, mientras echaba una aterrorizada mirada
en sus puestos.u por encima de su hombro hacia la aterrorizada corriente de hombres
y mujeres que trataban de no ver ni de oír. El ruso lo encañonó
La revista Time del 21 de abril de 1947 publica el siguiente reportaje: con su arma y le espetó:
En Ja fangosa Berlinerstrasse de Potsdam se arrastraban doce hom- -Kornm! (¡Ven!)
Luego empujó al petrificado recluta hacia el grupo de prisione-
11 Bismarck. the Man and Statesman, being the Re/lections and Remintscences
ros. Nuevamente volvía a tener doce prisioneros. La cara del ruso
of Otto, Prince von Bismarck. traducido bajo la supervisión de A. J. Butler, Harper se tranquilizó. Con un tercer fósforo encendió el cigarrillo y apaci-
and Brothers, Nueva York y Londres. 1899. vol. 1, pág. 250.
168 El poder nacional
Elementos del poder nacional 169
blemente echó el humo hacia los tensos germanos que se escabullían
a sus casas en medio del ocaso gris.14

Entre estos dos episodios ocurrió una gran revolución que alteró Carácter nacional y poder nacional
en todos los niveles la vida nacional. No obstante, los rasgos del carác-
ter nacional ruso emergieron intactos del holocausto que en tantos ·La influencia del carácter nacional no puede estar ausente cuando se
otros aspectos significó la revolución. Semejantes cambios en la es- trata de determinar el poder nacional, puesto que quienes trabajan para
tructura social y económica, en el liderazgo politico y en las institu- la nación tanto en la guerra como en la paz realizan y mantienen su
ciones. en las formas de vivir y pensar, no fueron suficientes como política, eligen y, a su vez, son electos, conforman la opinión pública.
para afectar la "fuerza elemental y persistencia" del carácter ruso que producen. consumen y en mayor o menor medida son depositarios del
Bismarck concluía de su experiencia y que vuelve a reaparecer en el espíritu de esas cualidades morales e intelectuales que moldean el ca-
episodio del soldado ruso en Potsdarn. rácter de una nación,l(La "fuerza elemental y persistencia" de los rusos.
Para ilustrar la misma continuidad del carácter nacional ruso, la inventiva y la iniciativa del norteamericano, el no dogmático sentido
consideremos los siguientes fragmentos de despachos diplomáticos en- común de los ingleses, la disciplina y la escrupulosidad de los germanos,
viados por un diplomático norteamericano desde Rusia al Departamento son algunas de las cualidades que tendrán expresi~n. para bien o para
de Estado: mal, en las actividades iI,idividuales o colectivas· que desarrollen los
miembros de cada nación¿ Merced a esos rasgos distintivos de los ca-
Durante el año pasado fue evidente que la política rusa con res- racteres nacionales, los gobiernos ruso o alemáu, por ejemplo, han desa-
pecto a los extranjeros en su intento de ingreso al Imperio se tornó rrollado determinadas políticas internacionales que habrían resultado
más tensa. imposibles de implementar para los gobiernos inglés n norteamericano.
El verano pasado me enteré de que varios norteamericanos no El antimilitarismo, la aversión a los ejércitos permanentes o al servicio
pudieron conseguir visas ... Esto se debe fundamentalmente a con- militar obligatorio son componentes esenciales de los caracteres nacio-
sideraciones políticas y al miedo de que los extranjeros puedan in- nales inglés y norteamericano. Por el contrario, esas mismas institucio-
fluir sobre la mentalidad popular. A esto se puede añadir que existe nes han prevalecido en la escala de valores de Prusia. desde donde han
un vigoroso partido antiextranjero en Rusia, cuya política consiste
en excluir a todos los extranjeros en todo lo que no sean asuntos diseminado todo su prestigio al resto de Alemania. Lo mismo ocurre
comerciales meramente transitorios ... en Rusia, donde la ancestral obediencia a la autoridad del gobierno y el
La situación de un ministro aquí dista de ser agradable. Predo- tradicional temor a todo lo que sea foráneo han hecho que las institu-
mina la opinión de que ninguna correspondencia. al menos de ca- ciones militares tengan aceptación en el pueblo.
rácter público. se halla segura en la oficina de correos, puesto que De ese modo el carácter'nacional ha otorgado una ventaja inicial
todo se inspecciona sistemáticamente ... También se dice que los a Rusia y a Alemania en la competencia por el poder, ya que para
ministros están constantemente sometidos a un sistema de espío· ambas naciones resultó más fácil convertir, en tiempos de paz, parte
naje y que hasta sus criados tienen la obligación de informar acerca de sus recursos naturales en implementos aptos para la guerra. Por el
de todo lo que ocurre en la casa, sus conversaciones, sus amis-
tades, etc. contrario, la renuencia de los pueblos norteamericano e inglés a consi-
El secreto y el misterio prevalecen en todas partes. Nada que derar tales transformaciones especialmente en amplia es·cala y en lo
valga la pena conocerse toma estado público. que tiene que ver con la mano de obra, excepto que se trate, obviamente,
Los rusos creen en la extraña superstición de que están desti- de una emergencia nacional. ha implicado una severa desventaja para
nados a conquistar el mundo. Los llamados a la soldadesca, funda- las respectivas políticas exteriores. Los gobiernos de naciones militaris-
dos en esta idea fatalista y su consiguiente gloriosa recompensa, tas están en condiciones de planificar, preparar y llevar a cabo una
siempre consiguen eso. A esa motivación se ha atribuido la fuente guerra en el momento que lo deseen. Por el contrario, los gobiernos de
de la notable resistencia y paciencia que caracterizan al soldado naciones pacifistas, de los cuales Estados Unidos era el ejemplo más
ruso frente a las mayores privaciones y adversidades.
... Lo que resulta más impresionante para un norteamericano notorio hasta fines de la segunda guerra mundial, se encuentran en
que llega aqui por primera vez es el rigor de la policía. éste -y en muchos otros- aspectos en una situación mucho más difí-
cil y con mucho menos libertad para la acción. Al estar limitados por
Estas observaciones no fueron hechas, como sería de esperar, en el antimilitarismo innato de sus pueblos. deben proseguir un más cau-
épocas recientes por embajadores como Kennan, Bohlen o Thompson. teloso curso de acción en sus políticas exteriores. Muy a menudo su
sino en 1851 y 1852 por parte de Neil S. Brown, por entonces ministro fortaleza militar no está de acuerdo con los compromisos políticos dic-
de Estados Unidos en Rusia. tados por su interés en los asuntos nacionales. Dicho de otro modo, no
tendrán la fuerza militar suficiente corno para sostener su política.
•• Time, 21 de abril de 1947, pág. 32. Reproducido con autorización de Time, Cuando van a la guerra no están a la zaga de sus enemigos. Pero para
copyright Time. Inc. 1947. llegar a ese punto. han debido apoyarse en otros rasgos del carácter
170 El poder nacional
Elementos del poder naczonal 171
nacional y en otros factores compensatorios tales como la situación
geográfica y la capacidad industrial a los efectos de sobrellevar el pe- elementos los llev~ba a la idea de invencibilidad. Sin embargo, no to-
ríodo de debilidad inicial e inferioridad y llegar a la victoria. Tales maban en cuenta ciertos otros rasgos del carácter alemán, especialmente
pue'1en ser los efectos, para bien o para mal, del carácter de una nación. su falta de moderación. Desde los emperadores del Medioevo y los beli-
:: El observador del panorama internacional preocupado por sopesar gerantes de la guerra de los Treinta Años hasta Guillermo II y Hitler.
adecuadamente la fuerza relativa de las diferentes naciones debe tomar esa falta de moderación ha demostrado ser una debilidad fatal del ca-
en consideración el carácter nacional a pesar de lo elusivo e intangible rácter nacional alemán. Incapaces de restringir las metas y la acción a
que resulte este factor. Omitirlo lo llevaría a errores de juicio y políticos límites posibles, los alemanes tuvieron, dilapidaron y finalmente des-
como el menosprecio de la capacidad de recuperación alemana luego truyeron el poder nacional que se había cimentado sobre otros factores
de ]~,primera guerra mundial o la subestimación del poder ruso en 1941- humanos y materiales.
194~~El Tratado de Versalles pudo privar a Alemania ele prácticamente
todos los atributos del poder nacional -territorio, abastecimiento de
materias primas, capacidad irldustrial e infraestructura militar. Pero, en MORAL NACIONAL
cambio, no pudo erradicar las capacidades intelectuales y rasgos de ca-
rácter que al cabo de dos décadas la llevaron a reconstrui:r:; lo perdido
y convertirse en la potencia militar más fuerte del mundo) La opinión ·.Más elusiva y no tan estable, pero de no menor importancia que otros
prácticamente unánime de los expertos militares en 1942: dándole al factores relacio~,ados con el poder nacional, es lo que proponernos llamar
ejército ruso sólo unos pocos meses de vida, era correcta desde una moral nacional,''. Por ella entendemos el grado de determinación con el
perspectiva puramente militar. Pero ese punto de vista ignoraba el factor que una nación apoya las. políticas internacionales de su gobierno en
de "fuerza elemental y persistencia" que una opinión más englobadora épocas de paz o de guerra. Impregna todas las actividades de la nación.
había identificado como el gran elemento de la fuerza rusa en su manejo desde su producción agrícola e industrial hasta su infraestructura militar
con Europa. El pesimismo que hacia 1940 suponía que Inglaterra no º.su servicio diplomático.[Bajo la forma de la opinión pública, propor-
tenía posibilidades de supervivencia también desconocía determinados ciona un factor intangible sin cuyo apoyo- ningún gobierno, democrático
o autocrático, es capaz de llevar adelante sus políticas con toda eficacia,
rasgos del carácter nacional británicc.
Hemos mencionado en otro contexto 15 el menosprecio que experi- si es que de eso se trata. Su presencia o ausencia. así corno sus cuali-
dades, se notan particularmente en tiempos de crisis, cuando la exis-
mentaban los líderes alemanes hacia el poder norteamericano antes de
tencia de la nación se ve comprometida. en momentos en que es preciso
la segunda guerra mundial. El mismo error, basado en la misma razón,
tornar decisiones de fundamental importancia, de las que depende la
lo cometieron los líderes alemanes durante la primera guerra mundial.
supervivencia nacional)
En octubre de 1916, el Secretario de Marina alemán declaraba que la
incorporación de Estados Unidos a los aliados tenia un valor nulo en
cuanto a términos de fuerza militar. Otro ministro alemán de la época
anunciaba al parlamento que "los norteamericanos no pueden navegar Su inestabilidad
y no pueden volar; por lo tanto nunca vendrán". En los dos casos, los
dirigentes alemanes revelaron una gran subestimación del potencial nor- \.Si bien ciertos rasgos del carácter nacional pueden manifestarse fácil-
teamericano; a los efectos de su evaluación sólo tomaron en considera- meJ:!te en la moral nacional del pueblo en determinado momento histó-
ción la calidad de la infraestructura militar en cierto momento. la po- rico .'·-tal como el sentido común británico, el individualismo francés,
sición antimilitarista norteamericana y la distancia geográfica que los la tenacidad rusa-,: no puede arribarse a ninguna conclusión sobre el
separaba de ellos. Prescindieron completamente de las cualidades del carácter nacional en el sentido de prever cuál habrá de ser la moral
carácter nacional norteamericano, de la iniciativa individual, de la capa- na~i<;>nal bajo determinadas contingencias, El carácter nacional parece
cidad de improvisación, de la habilidad técnica, elementos que en acuer- calrficar al pueblo norteamericano para desempeñar el rol de potencia
do con los demás factores materiales y en circunstancias propicias po- de pnmer orden bajo las condiciones del siglo veinte. Sin embargo, nadie
dían equilibrar sobradamente la desventaja que implicaba la distancia podía prever con algún grado de certidumbre cuál sería la moral del
geográfica y ]:?. infraestructura militar. pueblo ~orteamericano bajo las duras condiciones de desintegración que
Por otra parte, la convicción de muchos expertos, al menos hasta prevalecieron en los distintos países europeos y asiáticos beligerantes
la batalla de Stalingrado en 1943, de que el ejército alemán era inven- durante ciertas fases de la segunda guerra mundial y en los años de
cible se basaba tanto en la consideración de los aspectos materiales como posguerra. Tampoco existe modo de vaticinar cuáles serían las reaccio-
e..n determinados ,rasgos del carácter alemán; la conjunción de ambos
nes del 'pueblo británico si se repitieran las experiencias de la segunda
guerra mundial. Es cierto que una vez se mantuvo enhiesto bajo las blitz
Y las bombas V. Pero, ¿volvería a soportar la experiencia una segunda
15 León Tolstoi, Guerra y paz, XIV parte, capítulo 2.
vez? ¿Qué sucedería si el ataque fuera con armas nucleares? Análogas
172 El poder nacional Elementos del poder nacional 173

preguntas podrían aplicarse a todas las naciones y tampoco allí se ob- La ciencia militar supone que la relativa fortaleza de los ejércitos
es idéntica a las proporciones numéricas. La ciencia militar sostiene
tendrían respuestas racionales. que cuanto mayor sea el número de soldados, mayor sera la forta-
La moral nacional norteamericana, en particular, ha sido objeto de leza. Les gros bataillons ont toujours raison.
investigaciones y especulaciones en los últimos años tanto dentro como Sostener esto es lo mismo que afirmar en mecánica que las
fuera del país. La política exterior norteamericana, y a través de ella fuerzas son iguales o desiguales sencillamente porque las masas de
el peso del poderío norteamericano en los asuntos internacionales, de- los cuerpos en movimiento son iguales o desiguales.
pende en grado significativo d.e las modalidades de la opinión pública La fuerza (el volumen del movimiento) es el producto de la
norteamericana tal como se expresa en los escaños del Congreso, en los masa por la velocidad.
resultados electorales, en las encuestas y en similares formas de expre- En la guerra, la fuerza de los ejércitos es el producto de la masa
sión. ¿Se uniría Estados Unidos a Naciones Unidas y permanecería en multiplicada por algo, un factor x.
ella a pesar de que experimentara_alguna decepción con ese organismo Al ver en la historia un inmenso número de ejemplos en los
que la masa de un ejército no corresponde a su fuerza, en los que
internacional? ¿El Congreso apoyaría el programa de ayuda económica un pequeño número de hombres vence a otro mucho mayor, la
y militar a Europa y durante cuánto tiempo estaría dispuesto a votar ciencia militar reconoce vagamente la existencia de ese factor des-
billones de dólares para la ayuda externa en todo el mundo? ¿Hasta qué conocido y trata de ubicarlo a veces en cierta disposición geomé-
punto llegaría el deseo del pueblo norteamericano de apoyar a Corea del trica de las tropas, otras en la superioridad de las armas y muy a
Sur y bajo qué condiciones continuaría haciéndolo? ¿Le placería enfren- menudo en el genio de los líderes militares. Pero ninguno de esos
tarse indefinidamente con las responsabilidades, riesgos y fiustraciones factores logra resultados que estén de acuerdo con los hechos
achacados a la Unión Soviética sin distender estos esfuerzos o tratar históricos.
de terminarlos mediante una acción drástica? El factor principal del Se debe renunciar a la falsa perspectiva que glorifica el efecto
de la actividad de los héroes militares de la historia para llegar a
que dependía o depende la respuesta a estas preguntas es el estado de descubrir esa cantidad desconocida, x.
la :gioral nacional en el momento decisivo. X es el espíritu del ejército, el mayor o menor deseo de com-
1La moral nacional de cualquier pueblo obviamente se quebrará en batir y encarar los peligros por parte de todos los hombres que
algún momento .. El punto de quiebre es diferente según los diferentes componen l!l cuerpo, lo que es bastante distinto de la cuestión de
pueblos y bajo circunstancias distintas. Algunos pueblos llegarán muY. si están peleando a las órdenes de líderes de genio o no, con palos
cerca de ese punto merced a tremendas e inútiles derrotas militaresf o con fusiles que disparen treinta veces por minuto. Los hombres
como fue el caso de Francia luego de la ofensiva de Nivelle en el Cham'.. asistidos por el gran ímpetu de lucha siempre saben colocarse en
pagne durante 1917.(Una gran derrota siempre basta para ·socavar la la más ventajosa posición para el combate. El espíritu del ejército-'
es el factor que multiplicado por la masa da el producto de la fuerza.
móral nacionalj otro ejemplo puede aportarlo Italia en 1917, tras el Definir y. expresar el significado de este factor desconocido, el espí-
desastre de Caporetto, que le costó trescientos mil prisioneros· y otros ritu del ejército, es el problema de la ciencia.
tantos desertores. La moral de otros pueblos, como la del rus6 en 1917, Este problema sólo puede ser resuelto cuando· dejemos de sus-
sucumbirá bajo el impacto combinado de las tremendas pé~didas en tituir arbitrariamente ese factor desconocido x por las condiciones
hombres y territorio y el desgobierno del régimen autocrático{[En otros bajo las que se manifiesta esta fuerza, tales como los planes del
casos, la moral puede ir corroyéndose y declinando lentamente en sus general. el armamento de los hombres, etc., y reconozcamos el factor
bordes sin que llegue a estallar en un colapso súbito, aunque se sumen desconocido en su totalidad como el mayor o menor deseo de com·
una mala administración del gobierno, la devastación, la invasión y una batir y encarar el peligro. Entonces, sólo por la expresión de los
hechos históricos conocidos en una ecuación, se puede esperar un
situación bélica sin esperanz<j!} Fue el caso de Alemania en la última acercamiento a su de:finición a partir de la comparación del valor
etapa de la segunda guerra mundial, cuando gran número de líderes relativo de este factor desconocido. Diez hombres o batallones o
militares y altos oficiales dieron por perdida la causa, mientras las divisiones logran la victoria sobre quince hombres o batallones o di-
masas populares se debatían hasta prácticamente el momento del sui- visiones, esto es, matan o hacen prisioneros a toc)os sus contrarios,
cidio de Hitler. La persistencia de la moral germana hasta 1945, bajo mientras sólo pierden cuatro, de modo que las pérdidas han sido
las más favorables ·circunstancias, ilustra dramáticamente la impre- de cuatro en un bando y quince en el otro. En consecuencia, cuatro
decibilidad de tales reacciones colectivas. Bajo circunstancias mucho de un bando equivale a quince del otro, relación que. por consi-
x 15
menos severas, la moral alemana había desfallecido en noviembre de
guiente podemos expresar 4x = 15y. Por lo tanto, - = -. Esta ecua-
1918, precedente que pudo considerarse como presagio para un colapso y 4
semejante en el verano de 1944. luego de la invasión aliada a Francia. En cíón no nos da el valor de los factores desconocidos, pero sí el
Guerra y paz, Tolstoi proporciona un vivido análisis de la importancia cociente de sus valores. Y de la reducción a esta ecuación de varias
de fa_ moral para el éxito militar: unidades históricas (batallas, campañas, períodos de guerra) se
obtienen series numéricas en las que deben haber y pueden descu-
brirse leyes históricas.
174 El poder nacional Elementos del poder nacional 175

para su desgracia. que entre el botín de guerra no ne~esariamente se


~ncuentra el apoyo popular para la política del conqmstador. La can-
La calidad de· 1a sociedad y del gobierno como tidad y la fuerza del apoyo que encontró Hitler entre. los pueblos con-
factores decisivos quistados en Europa estuvo en ;azón inversa a la calidad de la moral
nacional de cada pueblo en particular. .
{Si bien la moral nacional encuentra su prueba decisiva durante la guerra. f Cualquier país con profunda e irreparable división .de clase tend~a
siempre resulta importante para los casos en que el poderío de una una moral nacional precaria.; Desde la década del tremta. el pod.eno
nación sea convocado por cualquier problema• internacional. En parte francés ha experimentado esta debilidad. Ya desde tiempos en que !frtler
esta importancia se asienta en los efectos anticipados que ejerce la moral se hacía del poder, las vacilantes políticas exteriores de los. gob1ern~s
nacional sobre la fuerza militar y, por otra parte, a que la moral nacional franceses -una tras otra en rápida sucesión y ocultando ~u in:poten~ia
influye en la determinación C\)P. que los gobiernos llevan adelante las tras las ideologías de un statu quo que en realidad no P.º:Uan. m quenan
respectivas políticas exterioresj~Cualquier segmento de la población que defender- habían contribuido en gran medida al debilitamiento de la
se sienta permanentemente privada de sus derechos y de una plena par- moral francesa. Las crisis de 1938-39, con la siempre renovada amenaza
ticipación en la vida de la nación, tenderá a mostrar una moral nacional de guerra y movilización general para enfrentarla, seguidas p_or los
más. baja, a ser menos "patriótico" que aquellos que no experimentan triunfos de Hitler, las desmovilizaciones y una paz cada vez mas pre-
tales privaciones. Lo mismo ocurrirá con aquellos sectores cuyas aspi- caria, contribuyeron poderosamente al decaimiento general de la. moral
raciones vitales divergen de las políticas permanentes sostenidas por la francesa. Si bien se observaba este decaimiento en todas partes, solo dos
mayoría o por el gobierno. Cada vez que disensos profundos separen a importantes sectores de la sociedad francesa rn~strab~n una si~w:1ción
un pueblo, el apoyo popular que se consiga para sostener una política de colapso. Por una parte, frente a la legislacion social que lim;taba
internacional habrá de ser ineludiblemente precario y pequeño si el éxito sus poderes. grupos considerables de las clases altas francesas se umer?n
o fracaso de esa política tiene una influencia directa en la dilucidación al grito de "Más vale Hitler (el dictador enemigo). que Blurn (el ~ocia­
de la lucha doméstica~ lista francés)". Aunque Hitler amenazaba la pos1c1ón de F~anc1a en
Los· gobiernos autocráticos, que no toman en cuenta los deseos po- Europa y su propia existencia como nación, estos grupos era~ mca~aces
pulares para la formulación de sus políticas exteriores, nunca pueden de prestar un apoyo cabal a la política francesa que se opo.ma a Hitler.
cosechar demasiado apoyo popular para su políticas externas. Tales Y luego de la conquista de Francia, se puede de71r que. mas b1e~ favo-
fueron los casos de naciones como la Rusia zarista y la Austria monár- recieron la dominación alemana antes que la hberac1on del dictador
quica. Este último ejemplo resulta particularmente instructivo. Muchas extranjero. Por otra parte, por diferentes razones los comunistas soca-
de las políticas externas de aquel país, en especial con respecto a las varon la moral francesa mientras Hitler se limitó a luchar contra los
naciones eslavas, se orientaban a debilitarlas con el objetivo de poder capitalistas occidentales. Sólo después que la Unión So~iétíca fue ata-
controlar los sentimientos nacionales eslavos que vivían bajo el dominio cada por Alemania. decidieron contribuir a la restaur~cion ?e la mora;
austríac9. Esto trajo como consecuencia que estas naciones, en el mejor nacional francesa peleando en la vanguardia de la resistencia contra e.
de los casos, mostraran una notoria indiferencia hacia la política exterior invasor.
de su propio gobierno y, en el peor. que apoyaran activamente las polí- Por más impredecible que sea la moral naci~nal, especialmente en
ticas de los gobiernos eslavos contra las del· austríaco. Por ello no es momentos de gran crisis, existen situaciones obvias en las .q;-ie se~ra
sorprendente que durante la primera guerra mundial unidades eslavas mente habrá de ser muy alta, mientras que en otras condic10nes dife-
completas del ejército austrohúngaro se pasaran al bando ruso. Esto rentes las probabilidades se inclinan hacia un bajo nivel. En general se
determinó que el gobierno optara por enviar. a esos campos de batalla puede decir que cuanto más estrechamente ider;tificado se e.ncuentre
unidades no eslavas, de otras nacionalidades, italianos, por ejemplo. Por un pueblo con las acciones y objetivos de su gobierno -especialrnenti;.
razones similares, durante la primera guerra mundial el ejército alemán por supuesto, en asuntos internacionales-, mejores. se.rán las oportum-
empleó unidades. alsacianas contra los rusos y polacas contra los fran- dades de que la moral nacional se encuentre alta y viceversa. Por eso
cese~. el hecho de que en la Alemania nazi la moral nacional se haya rnantemd_o
La Unión Soviética pasó por una experiencia análoga de falta de enhiesta casi hasta el final sólo puede sorprender a aquellos que erro-
moral durante la segunda guerra mundial. cuando amplios contingentes neamente piensan el moderno Estado totalitario en términos de las auto-
integrados principalmente por tártaros y ucranianos desertaron para cracias de los siglos XVIII y XIX. En aquella ocasión, la mor~l alemana
pasarse a filas alemanas. Inglaterra vivió otra experiencia de· este tipo declinó lentamente; no entró en un súbito colapso. corno habia ocumdo
con la India, cuyas energías nacionales apoyaron, contra su voluntad en noviembre de 1918. A pesar de las grandes dificultades por las que
y con grandes reservas, la política exterior de su amo extranjero, aunque ha debido pasar tanto en tiempos de paz como de guerra. la gran masa
en ejemplos corno Jos de Bose y sus seguidores acúclieron en ayuda del pueblo ruso ha mostrado continuadamente un alto grado de moral
del enemigo de la metrópoli. Napoleón y Hitler tuvieron que admitir, nacional.
176 El poder nacional Elementos del poder nacwnal 177

El Estado totalitario moderno ha sido capaz de cerrar la brecha entre mente gobernadas. La calidad del gobierno es una fuente potente de
gobierno y pueblo, una brecha que era típica en las monarquías de los fortaleza o debilidad con respecto a muchos de los factores de los que
siglos XVIII y XIX, mediante el empleo de los símbolos democráticos, el depende el pod.er nacional. especialmente en vista de la influen.cia· q:ie
control totalitario de la opinión pública y políticas real o supuestamente ejerce el gobierno sobre los recursos naturales. sobre la capacidad m-
beneficiosas para el pueblo. Prácticamente todas las energías nacionales dustrial y sobre la preparación militar. A los efectos de la calidad de
fluyen por los canales elegidos por el gobierno y la identificación de los la moral nacional, la calidad del gobierno cobra una importancia espe-
individuos con el Estado, al que hemos reconocido como uno de los cial. Al operar sobre los demás elementos del poder nacional como una
componentes característicos de la moderna política,16 bajo el estímulo entre varias influencias, susceptibles en mayor o menor grado a la acción
del totalitarismo alcanza la intensidad de un fervor religioso. Por lo humana. es el único factor tangible que debe tornarse en cuenta para
tanto, miéntras los gobiernos totalitarios tengan o simulen tener éxito, la calidad de la moral nacional. Sin moral nacional el poder nacional no
o por fo menos la esperanza de alcanzarlo, pueden contar con el deci- es más que fuerza material o una potencialidad que aguarda en vano
dido apoyo de sus pueblos para las políticas exteriores que llevan a cabo. su realización. Por lo tanto, los únicos medios para el mejoramiento
Lo que el totalitarismo '~ólo puede realizar mediante la fuerza, el de la moral nacional descansan en el mejoramiento de la calidad del
fraude y la edificación del Estada:· la democracia debe tratar de con- gobierno. Todo lo demás es cuestión de suerte.
seguírlo a través del libre juego de las fuerzas populares guíadas por
un gobierno esclarecido y responsable. Si el gobierno es incapaz de
evitar la degeneración de esta interrelación en conflictos de clases ra- LA CALIDAD DE LA DIPLOMACIA t7
ciales o religiosos que resquebrajan la comunidad hasta convertirla en
un conjunto de grupos belicosos, la moral. nacional ciertamente será
baja, al menos entre los grupos que se sientan víctimas de la situación Por más inestable que resulte, entre todos los factores ·que conforman
si no entre todo el pueblo. Las políticas de Francia antes y durante la el poder de una nación sobresale · 1a calidad de la diplomacia. Todos
segunda guerra mundial ilustran este punto. También es ejemplo de ello los otros factores que determinan el poder nacional son, por así decir1o,
la debilidad de las .políticas exteriores, tanto en tiempos de paz como la materia prima sobre la que se modela el· poder de una nación. La
de guerra. de países donde aristocracias feudales o dictaduras autocrá- calidad de la diplomacia de una nación combina estos factores diferent(!S
ticas controlan el gobierno y oprimen al pueblo. Los gobiernos de tales en un conjunto integral, les da dirección y peso y despierta sus latentes\
naciones nunca pueden elegir ni llevar adelante objetivos exteriores con potencialidades dándoles el aliento de un poder real. La conducción de
algún grado de determinación, incluso al riesgo de guerra, porque nunca los asuntos exteriores de una nación por parte de los diplomáticos es
pueden estar seguros del apoyo de sus pueblos. Constantemente temen para el poder nacional durante tiempos de paz lo mismo que las estra-
que la oposición doméstica explote las dificultades y reveses en el campo. tegias y tácticas de los líderes militares durante tiempos de guerra. La
internacional para intentar derribar el régimen. Aun en el caso de que diplomacia es el arte de combinar los distintos elementos del poder na-
un gobierno actúe como portavoz y ejecutor de la voluntad popular, cional para que rindan el máximo efecto sobre aquellos puntos de la
la moral nacional puede servir a los efectos de que se conozca la au- escena internacional que más directamente conciernen al interés na-
téntica vinculación entre las aspiraciones populares y las acciones guber- cional.
namentales. La moral nacional danesa bajo la ocupación alemana desde Se puede decir que @ diplomacia es el cerebro del poder nacional.
1940 hasta fines de la segunda guerra mundial ilustra este punto no así corno la moral nacional en su alma. Si su visión es defectuosa. su
menos evidentemente que la moral nacional alemana hasta la derrota juicio erróneo y débil su determinación, todas las ventajas que propor-
do Stalingradc. cione la ubicación geográfica. el autoabastecimiento de alimentos, ma-
En un análisis final, entonces, el poder de una nación, con respecto terias primas y producción industrial, la eficiencia en infraestructura
a :Su moral nacional, reside en la calidad de su gobierno. Un gobierno militar, el tamaño y la calidad de la población. de muy poco servirán
realmente representativo, no sólo en sentido parlamentario, sino en tér- a la nación. Una nación que pueda jactarse de todas esas ventajas. pero
minos de su capacidad para integrar las convicciones y aspiraciones que carezca de una diplomacia acorde con ellas. puede conseguir éxitos
desordenadas de su pueblo en objetivos y políticas internacionales, está temporarios mediante la dilapidación de esas ventajas naturales. Pero
en las mejores condiciones para conducir las energías nacionales de en el largo plazo comprobará que las ha desperdiciado de modo incom-
modo que sirvan de sustento a esos objetivos y políticas. El dicho de pleto, incierto y perjudicial para sus intereses internacionales.
que los hombres libres pelean mejor que los esclavos puede extenderse A largo plazo esa nación deberá someterse a otra cuya diplomacia
a la proposición de que las naciones bien gobernadas están en mejores
condiciones de tener una alta moral nacional que las naciones pobre- l7 Mediante el término "diplomacia", tal como es empleado en ,las páginas
siguientes, nos referimos a la formación y ejecución de la política extenor en todo~
los niveles. ya sean los más altos o los más subordinados. Sobre el tema aqu1
t• Véase al comienzo del capítulo 8, el apartado "¿Qué es el poder nacional?" tratado, véase también la Parte X.
/
178 El poder nacional
Elementos del poder nacional 179
se encuentre preparada para lograr un máximo de eficacia con los de-
más elementos de poder que estén a su disposición, imponiendo su pero ¿alguno de ellos será jugado alguna vez? ¿Y con qué propó-
excelencia por encima de otros factores menos aventajados. Mediante sito? 1ª
el empleo intensivo de las potencialidades de poder de una nación,, una
diplomacia eficaz puede llevar el poder nacional más allá de lo que en El ejemplo clásico de país que. aunque superado en. otros aspectos
principio parecería brindarle la posible combinación de los dem:ís fac- de su desarrollo, retornó a las cumbres del poder principalmente gracias
tores. A menudo se ha visto en la historia como el Goliat sin cerebro a una diplomacia brillante es la Francia del periodo entre 1890 y 1914.
ni alma ha sido derrotado por un David que sí poseía ambos elementos. Tras la derrota de 1870 a manos de los alemanes. Francia quedó relegada
Una diplomacia de arto nivel conseguirá armonizar fines y medios de a la categoría de potencia de segundo orden, situación que se encargó
la política exterior con los recursos disponibles del poder.nacional. Jun- de mantener Bismarck mediante una política de aislamiento. A la caída
tará los recursos ocultos de la fortaleza nacional y los convertirá com- de Bismarck en 1890, la política alemana modificó su actitud con res-
pecto a Rusia y no se mostró muy dispuesta a dejar de sospechar de
pleta y seguramente en realidades políticas. Al dar una orientación al
Inglaterra. La diplomacia francesa aprovechó al máxímo estos errores
esfuerzo nacional, conseguirá 'incrementar el peso independiente de cier- de la política exterior alemana. En 1894. Francia llegó a un acuerdo
tos factores, tales como la capacidad industrial. la infraestructura militar político con Rusia y luego, en 1891. a una alianza militar. Más tarde.
o el carácter y la moral nacional. Por esta razón, el poder nacional tiene en 1904 y 1912, celebró acuerdos informales con Inglaterra. Así el pa-
la aptitud para llevar sus más plenas realizaciones a todas sus poten- norama de 1914 presentaba a una Francia apoyada por aliados pode-
cialidades, particularmente en tiempos de guerra, cuando fines y medios rosos y a una Alemania que habfa perdido a uno de sus apoyos -Italia-
de la política están claramente delineados. y que se veía debilitada por la insuficiencia de otros -Austria. Hungría.
Los Estados Unidos del período entre ambas guerras mundiales Bulgaria. Turquía. El manejo y la configuración de esta situación se
proporciona un notable ejemplo de la nación potencialmente poderosa debió a una constelación de diplomáticos brillantes: Camille Barrére
-embajador en Italia-, Jules Cambon -embajador en Alemania-,
que, sin emb<'rgo, juega un papel menor en los asuntos internacionales
Paul Cambon -embajador en Inglaterra-. y Maurice Paléologue -em-
debido a que su política exterior se negaba a emplear plenamente el
bajador en Rusía.
peso de su fortaleza potencial en aquello relacionado con los problemas
En el periodo entre arribas guerras mundiales, Rumania debió su
internacionales. En todo lo concerniente al poderío de Estados Unidos
aptitud para jugar un papel muy superior a sus reales recursos princi-
en la escena internacional, las ventajas objetivas de la posición geográ- palmente a la personalidad de un hombre, su ministro de Relaciones
fica, de los recursos naturales, del potencial industrial, del tamaño y Exteriores, Titulescu. Del mismo modo, los factores para que un país tan
calidad de la población prácticamente no· contaban, puesto que la di- pequeño y precariamente situado como Bélgica pudiera ostentar el poder
plomacia norteamericana procedia como si no existieran. que se le conoció durante el siglo XIX, fueron dos monarcas activos y
La transformación que e..i:perimentó la política exterior norteame- muy hábiles, Leopoldo I y Leopoldo II. La diplomacia española del siglo
ricana desde el fin de la segunda guerra mundial parece haber respon- XVII y la turca del siglo xrx lograron. por algún tiempo al menos, com-
dido definitivamente a la cuestión de si. y en qué medida, la diplomacia pensar la declinación de sus respectivos poderes nacionales en otros as-
norteamericana desea y es capaz de convertir las potencialidades del pectos. Las altas y las bajas del poder inglés están estrechamente conec-
poder nacional en realidades políticas. Ya a comienzos de aquel período, tadas con los cambios en la calidad de la diplomacia británica. El car
en un artículo significativamente titulado "Imperialismo o indiferencia", denal Wolsey, Castlereagh y Canning significan la cúspide de la diplo-
The Economist de Londres aún dudaba al intentar responder esa pre- macia británica, mientras que lord North y Neville Chamberlain repre-
gunta. Después de enumerar los factores que, tomados en sí mismos, sentan su declinación. ¿Qué habría sido del poder de Francia sin la ha-
harían de los Estados Unidos la nación más poderosa de la tierra. The bilidad de Richelieu, Mazarin y Tal!eyrand? ¿Qué habría sido del poder
Economist proseguia: alemán sin Bismarck? ¿Del italiano sin Cavour? ¿Cuánto debe el poder
de la joven república norteamericana a un Franlclin, a un Jefferson. a
Pero, a pesar de que esas cosas son ingredientes esenciales, en ab- un Madison. a un Jay. a Jos Adams, a sus embajadores y a sus secre-
soluto son las que convierten a una nación en gran potencia. También tarios de Estado?
debe existir la voluntad y la aptitud de emplear los recursos natu- '.Las naciones deben apoyarse· en la calidad de su diplomacia para
rales en apoyo de la política nacional. Los dirigentes de la Unión
Soviética . . . al menos en la próxima generación, seguramente no actuar como catalizadores. de los diferentes factores que constítuycn
han de tener cartas tan buenas como las que dispondrán los esta- su poder. Dicho de otro modo, estos diferentes factores. cuando son pro-
distas norteamericanos. Pero la naturaleza de su sistema de poder yectados al campo internacional por Ja diplomacia. pasan a convertirse en
concentrado y censura de hierro los habilita para desempeñar un lo que llamamos el poder nacional. Por lo tanto, es de Ja mayor impor-
papel fuerte. Las cartas de los norteamericanos están llenas de ases,
JR The Economist. 2 de mayo de 1947, pág. 787. Reproducido con autonzación.
180 El poáer nacíonal Elementos del poder nacional 181

rancia que la buena calidad del serv1c10 diplomático sea constante. Y tradicional baja calidad, interrumpida sólo por breve~ t~iunfos, de la
esa calidad constante resulta mejor afianzada si se la hace depender de politica exterior ¡tlemana. Con una incomparable supenondad en re~i.:r­
la tradicíón y de las ínstituciqi¡ies antes que de las esporádícas apari- sos materiales y humanos, la diplomacia norteamericana en el hemisfe-
ciones de individuos brillantes¡ A la tradíción debe Inglaterra la rela- rio occidental no pudo dejar de tener éxito al margen de la calidad de
tiva constancia de su poder desde Enrique VIII hasta la primera guerra su política exterior. Lo mismo ha ocurrido, aunque en un grado algo
mundial. Independientemente de caprichos y fallas de sus reyes y mi- menor. con las relaciones entre Estados Unídos y el resto del mundo.
nístros. las tradíciones. de las clases dírigentes y, más contemporánea- El "big stick" bajo la forma de la superioridad material de Estados
mente, la profesionalidad de su servicio exterior pudíeron, salvo excep- Unídos habló en su propio lenguaje; que lo hiciera en voz suave o im-
ciones. delinear los prerrequisitos del poder 'nacional, con los que ya periosa, en términos articulados o confusos, con claridad con~eptual _o
contaba Inglaterra, para .alcanzar su grandeza actual. No fue por acci- sin ella, tuvo muy poca importancia. El brillo que mostró la diplomacia
dente que cuando, bajo la díplomacia de Stanley Baldwin y Neville norteamericana en las primeras décadas fue seguido por un largo período
Chamberlain, el poder británíco llegó a su punto más bajo en siglos, los de medíocridad, si no de ineptitud, interrumpido por el impacto de las
profesionales del Foreign Office tuvieron muy poca influencia sobre la grandes crisis y tres breves períodos de notables logros bajo Woodrow
conducción de la política exterior inglesa y que los dos hombres prin- Wilson, Franklin D. Roosevelt y Harry Truman. Si bien la diplomacia
cipalmente responsables de ella fueran. en términos de tradíción famí- norteamericana careció de la excelencia institucional de los ingleses. en
liar, hombres de negocios y recién llegados a la aristocracia que por cambio tuvo el beneficio de condiciones materiales que incluso una
siglos había regido a Inglaterra. Con Winston Churchill, descendiente política pobre no podría llegar a dilapidar. Más aún, pudo sustentarse
de una familia de estadístas, las tradíciones aristocráticas volvieron a en una tradición nacional que se encuentra formulada en el mensaje
relacionarse con el poderío nacional ínglés. En la actualidad. la exce- de despedida de Washington y, más particularmente, en la Doctrina
lencia institucional del servicio exterior ínglés se evidencia en la aptitud Monroe. La fuerza de esta tradición habría bastado para proteger a
con que ha conseguido armonizar los compromisos nacionales dísemi- una díplomacia pobre de errores catastróficos y habría hecho que cual-
nados por todo el mundo con los reducidos recursos del poder nacional. quier mediocre diplomacia luciera mejor de lo que en realidad era.
Por otra parte, Alemania debió su poder al genio demoníaco de dos Queda sin respuesta la incógníta de si tal tradición puede proteger a
hombres: Bismarck e Hitler. Debido a la personalidad y a las políticas la diplomacia norteamericana de un enfoque ideológico que la asimila
de Bismarck, las tradíciones e instituciones no lograron el desarrollo a una cruzada.
necesario para perpetuar la inteligente orientación de la política exterior
germana; por eso, su desaparición de la escena política en 1890 implicó
el comienzo de una profunda y permanente depresión en la calidad de
la díplomacia alemana. El consecuente deterioro de la posición interna- LA CALIDAD DEL GOBIERNO
cional de Alemania culminó en el predicamento militar con el que debió
enfrentarse el país en la prlmera guerra mundial. En el caso de Hitler. La política externa' mejor elaborada y más hábilmente implementada,
la fortaleza y debilidad de la diplomacia alemana descansaban en la apoyada por abundantes recursos materiales y humanos, puede llegar
mente del propio Führer. Los triunfos que logró la diplomacia alemana a naufragar si no cuenta con el respaldo de un buen gobierno. El buen
entre 1933 y 1940 fueron las victorias de la mentalidad de un hombre; gobierno, considerado como un requisito independiente del poder nacio-
el deterioro de esa mentalidad fue, correlativamente, la causa directa de naJ.19 significa tres cosas: en primer término, equilibrio entre los recur-
los desastres que caracterizaron los últimos años del réglmen nazi. El sui- sos materiales y humanos que hacen el poder nacional y la política ex-
cidio nacional de Alemania en los últimos meses de la segunda guerra terior que se emprende; luego, equilibrio entre esos recursos; finalmente,
mundial. cuando la resistencia militar se había convertido en un gesto apoyo popular para las políticas exteriores que se lleven adelante.
inútil que costó cientos de miles de vidas y la ruina de las ciudades, y
el suicidio de Hitler en la última fase de la guerra -en otras palabras.
la autoextinción ·del poder nacional alemán y de la vida de su líder-, El problema del equilibrio entre los recursos y Ia política
ambos hechos se debieron a un solo hombre. Ese hombre había que-
brado aquellas tradiciones y salvaguardas institucionales mediante las Por lo tanto. un buen gobierno debe comenzar realizando dos operaciones
que los sistemas políticos saludables tratan de otorgar continuidad a intelectuales. Primero, debe elegir los objetivos y métodos de su polí-
la calidad de la diplomacia y, de este ·modo, tienden a inhibir los éxitos tica exterior en fünción del poder disponíble para respaldarlos con un
espectaculares del genio así como los vértigos abismales de la locura. máxlmo de probabilidades de éxito. Una nación que establece metas
En lo que tiene que ver con la continuidad en la conducción de los
asuntos exteriores, Estados Unidos se mantiene en uñpunto de equidís- 19 Ya nos hemos referido a la calidad del gobierno como requisito para la
tancia entre la permanente alta calidad de la diplomacia inglesa y la moral nacional; véase en este mismo capítulo el aparatado "La calidad de la sociedad
y del gobierno como factores decisivos".
Elementos del poder nacional 183
182 El poder nacional
un flujo ininterrumpido desde el exterior de las materias primas y ali-
muy bajas, renunciando a políticas ~teriores que estarían dentro del al- mentos sin los que Inglaterra no habría podido sobrevivir..A la_ luz de
cance de su poder, abdica del legitimo papel que le cabe dentro del esta política, la disponibilidad de recursos naturales. la ub1~ac1on g~".­
concierto de las naciones. Estados Unidos cayó en ese error en el pe- gráfica, una población mayor y un ejército permanente habnan s1gruh-
ríodo entre ambas guerras mundiales. Una nación también puede esta- cado obstáculos antes que ventajas para Inglaterra. En el caso contrario,
blecer sus metas en un plano demasiado elevado y emprender políticas si Inglaterra hubiese optado por proseguir su política de expar;-sión co:i-
que no podrán ser exitosamente implementadas con el poder de que tinental como lo hizo durante la mayor parte de la Edad Medra. habna
dispone. Fue el error que fa.mbién cometió Estados Unidos durante necesitado aquellos factores.
las negociaciones de paz de 1919. Como lo señaló Lloyd George: "Los Una población numerosa es una fuente de debilidad antes que de
norteamericanos parecieron asllIIÍir la responsahilidad de la salvaguardia fortaleza, como lo ha demostrado el ejemplo de India.'º si no puede
exCiusiva de Los Diez Mandamientos y efe! Sermón del Monte; pero equilibrarse adecuadamente con la disponibil_id~d de otros re.cursos. La
cuando hubo que encarar la cuestión práctica de la asistencia y la res- apresurada construcción de grandes establec1m1entos mdustnales y mi-
ponsabilidad, se negaron totalmente a aceptarlas". Una nación puede litares mediante métodos totalitarios crea ciertos elementos del poder
tratar de desempeñar el papel de gran potencia sin contar con los nece- nacional, pero el propio proceso destruye otros, tales como la mora}
sarios prerrequisitos para ello. con lo que ·seguramente se encaminará nacional v la resistencia física de la población. El desarrollo de los pai-
al desastre, como le ocurrió a Polonia en el periodo entre ambas gue- ses satélÚes de la Unión Soviética en Europa Oriental es un ejemplo
rras mundiales. O. siendo una gran potencia. se puede embarcar en una de esta situación. Planear una infraestructura militar demasiado grande
política de conquistas ilimitadas, sobreestimando su fortaleza: los fra- como para ser sostenida por la capacidad industrial disponible .u:iplica
casados conquistadores del mundo, desde Alejandro hasta Hitler, ilustran inevitablemente ¡;¡poyada al precio de una inflación galopante. cnsis eco-
bien el caso. nómicas y deterioro moral; esto significa planificar la debilidad nacional
. En consecuencia, el poder nacional disponible es quien determina los
límites de la política exterior. Hay una sola excepción a esta regla y
antes que la búsqueda de una situación de poderío ~eal. ?n
ur;-a emer-
gencia nacional. cuando se halle en juego la propia existencia de Ja
está dada por la circunstancia de que la propia existencia de la nación nación. el gobierno norteamericano, por ejemplo, puede y debe_ ofrecer
se encuentre comprometida. Entonces la· política de supervivencia na- a su pueblo armas y no manteca. Si no enfrenta una_ ei;nergenc1~ .. debe
cional arrasa con todas las consideraciones racionales del poder nacional establecer una suerte de equilibrio entre los requermnentos nill1tares
y la emergencia revierte las relaciones normales entre la_ política y los y· los civiles, asignando una proporción justa del producto nacionalyara
elementos del poder. estableciendo la primacía del primer factor. En atender el consumo de estos últimos. Otros gobiernos. como el chino o
ese momento, la nación se ve obligada a subordinar todos sus otros inte- el coreano, pueden no verse obligados a tomar en cuenta esas considera·
reses al de la supervivencia y a realizar un- esfuerzo que racionalmente dones sobre e! bienestar civil. :Dicho de otro modo, en el proceso de
no podría esperar de ella. Es lo que hizo Inglaterra en el otoño v el construcción del poder nacional '-ningún gobierno puede ignorar el carác-
invierno de· 1940-41. ter de la nación que gobierna. Hay naciones que se rebelerían contra con-
diciones difíciles que otras aceptarían pacientemente y sin alterars_e'. Y a
El. problema del equilibrio entre los recursos veces una nación puede sorprender al mundo, y a sí misma, con sacnficios
voluntarios para la defensa de sus intereses o de su propia existencia.
Cuando un gobierno ha conseguido llevar su polít~ca exterior a un grado
de equilibrio con el poder de que dispone, debe aplicarse a equilibrar
también los· diferentes elementos del poder nacional entre sí. Una nación EI problema del apoyo popular
no necesariamente alcanza su máximo de.poder.nacional porque sea muy
rica en recursos naturales, porque cuente con una población muy im- Un gobierno de nuestro tiempo. especialmente sí se encuentra some~ido
portante o porque haya edificado una enorme infraestructura industrial a control democrático, sólo habrá ciunplido con parte de la tarea s1 ha
o militar. t.o alcanza cuando tiene a. su. disposición una suficiente can- conseguido establecer los dos tipos de equilibrio que acabamos ~e
tidad y calidad -en la debida proporción- de aquellos recursos de. po- enunciar. Aún le queda por delante otra tarea, probablemente la mas
der que le permitirán emprender una determinada política exterior con difícil de todas. Debe asegurarse que cuenta con la aprobación de su
las máximas probabilidades de éxito. Cuando se encontraba en la cum- propio pueblo para sus políticas exteriores y para las internas destinadas
bre del poder, Inglaterra era insuficiente en muchos de los elementos a movilizar los elementos del poder nacional tendientes a apoyarlas. La
que hacen al poder nacional. tales como recursos naturales. tamaño de tarea es difícil por cuanto las condiciones bajo las que puede log~z:se
la población y fuerzas terrestres. Sin embargo. había desarrollado hast::i apoyo popular para una política exterior no son idénticas a las cond1c10-
un grado de supremacía sin competencia uno solo de los elementos del
poder nacional. la marina, que era un perfecto instrumento para la po- 10 Véase en este mismo capítulo el apartado "Alimentos".
lítica inglesa de expansión marítima y, al mismo tiempo. le aseguraba
184 El poder nacional Elementos del poder nacional 185

nes bajo las cuales una política exterior puede emprenderse exitosa- Si se tiene en cuenta la observación de Tocqueville, el tip~ pe pen-
mente. Así lo expresó Tocqueville al reft<!irse especialmente a Esta- samiento requerido para una satisfactoria conducción de la política
dos Unidos: exterior algunas veces será opuesto a las consideraciones que mueven ái
p_ueblo. Una política exterior que sea apasionada y abrumadoramente
Las políticas exteriores reclaman apenas algunas de las cualidades apoyada por la opinión pública no puede considerarse por esa liníca
que son peculiares a la democraci<l;; por el contrario, requieren el razón como una buena política externa. Por el contrarío. la armonía entre
perfecto uso de casi todas aquéllas en las que es deficiente. La de- política exterior y opinión pública __bie¡;¡ .Pl!.C::cie lograrse al precio de so·
mocracia es propicia al incremento de los recursos internos ..de un meter los principios de la buena política exterior a las poco firmes
Estado; difunde bienestar y confort. promueve el espiritu público y preferencias de la opinión pública.
fortalece ell respeto a la ley en todas las clases sociales. Todas estas En el caso norteamericano, estas dificultades inherentes se ven
son ventajas que sólo tienen una influencia indirecta sobre las re- agravadas por el hecho de que Estados Unidos casi continuamente se
laciones que vinculan a un pueblo con otro. Pero sólo con gran difi· encuentra recuperándose de las últimas elecciones o preparándose para
cultad una democracia puede regular los detalles de una empresa
importante, perseverar en un designio preestablecido y trabajar en las próximas. Especialmente en este último caso, para cualquier adminis-
su ejecución a pesar de los 'más serios obstáculos. No puede combi· tración. resulta arrolladora la tentación de procurarse una ventaja elec-
nar sus medidas en secreto o aguardar sus consecuencias con toral mediante la satisfacción de las preferencias de la opinión pública
paciencia ... en desmedro de la política exterior. Por lo tanto, uno de los requisitos
La inclinación que induce a las democracias a obedecer impul- del arte de gobernar consiste en mantener un rumbo a mitad de camino
sos antes que a la prudencia, y a abandonar el designio maduro por entre el respeto a los principios permanentes de una saludable política
la gratificación de una pasión momentánea, fue claramente visible exterior y las veleidosas preferencias de la opinión pública.
en Estados Unidos al estallar la Revolución Francesa. Resultó tan
evidente entonces.' como lo es en Ja actualidad para cualquier enten· Estas observaciones proyectan una reveladora luz sobre la aparente
dimiento, que el interés de los norteamericanos les impedía tomar paradoja del presidente Jimmy Carter. quien emergió de las primarías
partido alguno en la contienda que iba a inundar en ·sangre a Europa. demócratas de 1980 como virtualmente imbatible en el manejo del elec-
pero que no podía dañar a su propio pais. No obstante, las simpa- torado, a pesar de que bajo su liderazgo Estados Unidos sufriera una
tías de la población se declararon abiertamente en favor de Francia cadena de hurríillantes derrotas en sus relaciones con otras naciones.
y sólo el carácter inflexible de Washington y la inmensa populari- La má&.. espectacular de esas derrotas fue la prolongación del cautiverio
c!ad de que gozaba pudo evitar que los norteamericanos declararan de los cincuenta rehenes en Irán. Al renunciar desde el principio a cual-
la guerra a Inglaterra, Y aun así. los esfuerzos que la razón ascética quier forma de violencia para responder a esta afrenta, Carter se privó
de ese gran hombre debió realizar para contener las generosas pero
imprudentes pasiones de sus conciudadanos estuvieron a punto de a sí mismo de cualquier ventaja sobre Irán. Los perjuicios con que llegó
arrebatarle la única compensación que él siempre reclamó, la del a amenazar -fundamentalmente COil' sanciones económicas- se mos-
amor de su pueblo. La mayoría reprobó su política, aunque más traron ineficaces por completo. Las ventajas que podía ofrecer (tales
tarde llegaría a ser reconocida por toda la nación.21 como asistencia económica y militar) tampoco tuvieron peso, puesto que
para los iraníes esa generosidad norteamericana implicaba riesgos y obli-
El tipo de pensamiento requerido para una exitosa conduccióJ1 gaciones. Así, Estados Unidos se encontró desemparado frente a una
de la política exterior puede ser diametralmente opuesto a la retórica y situación que en la mayor parte de otras épocas se hubiera resuel-
la acción mediante las que las masas y sus representantes parecen mo- to mediante una rápida acción, aun a riesgo de las vidas de algunos
verse. Las cualidades peculiares de la mentalidad de un estadista no norteamericanos.
siempre parecen encontrar una respuesta favorable en la mentalidad Al poner el énfasis en la preservación de las vidas de los norte·
popular. El hombre de Estado debe pensar en términos del mterés na- americanos mediante el empleo de medios pacíficos, el presidente tocó
cional. concebido como poder entre otros poderes. La mentalidad po- la fibra compasiva de la opinión pública. Carter hizo lo que Wilson
pular, inconsciente de los sutiles matices del pensamiento del estadista, había alegado hacer antes: "Nos salvó de la guerra". Y lo hizo sin aban-
razona muy a menudo tan solo en los términos morales y legales del donar el más visible y sentimental objetivo norteamericano: salvando
bien o del mal absolutos. El estadista debe tomar en consideración la aquellas cincuenta vidas. Aparentemente no pasó por la mente del pre·
perspectiva a largo plazo, proceder lentamente y por atajos. pagar con sidente ni de la opinión pública el hecho de que los líderes norteameri-
pequeñas pérdidas las grandes ganancias. debe ser capaz de contempo- canos responsables de Ja política exterior tenían la obligación no sólo
rizar. comprometerse y esperar su ocasión. La mentalidad popular desea de preservar vidas, sino también la de preservar los intereses a largo
resultados rápidos y está dispuesta a sacrificar los reales beneficios de plazo del país.
mañan::>. por las aparentes ventajas de hoy. La misma mezcla de compromiso retórico e inacción polítíca ase-
guró el ápoyo público para nuestras políticas hacia la Unión Soviética
21 Alexis de Tocqueville, Democracy in America. Alired A. Knopf, Nueva York, y, al mismo tiempo, su ineficacia. Independientemente de la interpre-
1945. vol. 1, págs. 234·35.
186 El poder nacional Elementos del poder nacwnal 187

tación que se tenga del golpe militar de los soviéticos en Afganistán, el no con la necesidad de un compromiso entre los requerimientos de una
hecho es que la belicosa reacción verbal del presidente no guardó nin- saludable política exterior y los reclamos de la opinión pública, sino
guna proporción con las medidas adoptadas en respuesta a aque- con el punto preciso en que debía establecerse ese compromiso. Ade-
lla acción. más de acusarlo de ignorante e incompetente, sus críticos sostenían que
Si bien es probable que esa furia verbal sorprendiera a los soviéticos, había subordinado demasiados principios de una política exterior salu-
la ausencia de acciones acordes con esa retórica los indujo a no intro- dable a los reclamos de la opinión pública. La cuestión no radicaba en
ducir ningúil cambio en sus políticas. Los soviéticos siempre van a llegar si el presidente tenía la obligación de llevar adelante el interés nacional
hasta el límite previo a una confrontación nuclear con Estados Unidos. sin considerar la .posibilidad de una guerra nuclear. sino en si debía o
Casos ilustrativos al respecto son la crisis de' misiles en Cuba y las no establecer una distinción entre lo incumbente al interés nacional y
sucesivas crisis en Berlín; una conftnTiación negativa de esta tesis es la el temor a una guerra nuclear. La cuestión consistía en si Carter, en su
continuación de la os:upación militar en Afganistán. ansiedad por mantenerse lo más lejos posible de una confrontación
Sin embargo, la postura belicosa del presidente pareció suscitar nuclear, no había sacrificado innecesariamente importantes intereses
un gran éxito en la opinión púQliéa. Al declarar su intención de conver- nacionales.
tir la protección y promoción de los derechos humanos en la piedra Enfrentado a este dilema que se plantea entre la necesidad de reali-
angular de su política exterior, el presidente habló a la Unión Soviética zar una buena política exterior y la presión de la opinión pública para
en el mismo lenguaje de John Foster Dulles. Los sondeos de opinión que se opte por una mala. el gobierno debe evitar dos trampas. Debe
registraron una arrolladora aprobación popular; de nuevo una ineficaz resistir la tentación de sacrificar lo que considera una buena política
política exterior era compensada por un triunfo interno. Sin embargo, en el altar de la opinión pública, abdicando de su liderazgo y cambiando
en este punto Carter tropezó con otro dilema sobrepuesto al primero: - una ventaja política de corta vida por los intereses permanentes del país.
debía elegir entre la política exterior o la interior. El mismo se desarro- También debe evitar el ensanchamiento de la inevitable brecha entre
lló a partir de la inaceptabilidad racional de lo confrontación nuclear. los requisitos de una buena política externa y las preferencias de la
La necesidad que experimentan -las grandes potencias de defender . opinión pública. La brecha se amplía si. rehuyendo compromisos acep-
Y promover sus intereses mediante el empleo de la fuerza como último tables con las preferencias de la opinión pública, se atasca en los de-
resorte implica. en el caso de Estados Unidos y la Unión Soviética, la po- talles de una política exterior que GOnsidera correcta y sacrifica el
sibilida_d_ de recurrir a las armas nucleares como instrumento de fuerza. apoyo público a la obstinada ejecución de esa política.
Su uso no como simple y aislada demostración --casos de Hiroshima y Para lograr éxito tanto en sus políticas externas como en las inter-
Nagasaky-. sino como instrumentos normales de guerra significaría nas, el gobierno debe satisfacer tres requisitos básicos. Debe reconocer
la destrucción de todas las partes beligerantes corno sociedades viables. que el conflicto entre los requerimientos de una buena política exterior
Las armas nucleares así usadas -en contraste con las armas convenciona- y las preferencias de la opinión públi<m se encuentra dentro del orden
les- no serían medios racionales acordes con los fines racionales de la natural de las cosas; de ahi que sea iQ.evíi:able y quizá tan solo pueda
política exterior, sino instrumentos desesperados para el suicidio y e! ser atenuado, aunque nunca superado, ñ:Iediante concesiones a la oposi-
genocidio. Este fue el segundo dilema fundamental que debió enfren- ción interna. Segundo, el gobierno debe.ser consciente de que es el líder
tcr Carter. y no el esclavo de la opinión pública. l¡;ta no es una entidad estática
El carácter anárquico de! sistema internacional lo obligó -se!!ÚD descubierta y clasificada por las encueft\flS de opinión corno hacen los
una convención colindante con la historia- a contemplar el recursoº de botá;iicos con sus plantas, sin. o qne es al~ dinámico. siempre cambiante,
la violencia física corno factor final para la solución de los problemas contrnuamente creada y recreada por un· derazgo ínforrnado y responsa-
internacionales. Sin embargo, la irracionalidad de semejante violencia ble. El gobierno tiene la misión históric' de señalar lo que convíene a
incluso lo llevó a rehuir el empleo de la violencia convencional. temiendo la nación y no a la demagogia. 22 Tercero;: debe distinguir entre lo que es
que aun ésta pudiera llevar a una escalada nuclear. Así. en una crisis de::able en su política exterior y lo que/es esencial. Debe. también, lu-
internacional. hoy en día el presidente actúa con extrema cautela -si
e:;: que actúa- y tiende a compensar la carencia de una acción efectiva 22 Lord Norwich, quien como DUff Cooper ocupó muy importantes cargos en
con palabras beligerantes. Dentro de esta tendencia, el presidente Carter el gabinete inglés y en otras posíciones gubernamentales durante el periodo entre
ambas guerras mundiales, pone el dedo en Ja llaga del malentendido común en Ja
no estaba solo. _ opinión pública y en las relaciones del gobierno con ella cuando en sus memorias
El apoyo popular es la precondición para la administración presi- dice de Neville Cbaml;Jerlain (Old Men Forget, Hart-Davis. Londres. 1953): "Me pa-
rece que el principal error cometido por el Primer Ministro puede dividirse en dos.
dencial de la política exterior. La creación de una opinión pública que Piensa que la opinión pública es lo que el Times le dice que es y piensa que Ja
lo apoye. aun al precio de sacrificar algunos elementos de la política opinión conservadora es la que le presenta el jefe del partido". Desafortunadamente,
esta aceptación pasiva de lo que alguien dice que es Ja opinión pública se ha con-
exterior. es una tarea que el presidente sólo puede eludir so pena de vertido -y no solamente en la Inglaterra del periodo entre ambas guerras mun·
perder su cargo y, con él. la capacidad de emprender cualquier política diales- en uno de Jos mayores obstáculos para Ja ejecución de una buena poli-
exterior. El problema que planteó la conducta de Carter tenía que ver Lica externa.
188 El poder nacional Elementos del poder nacional 189

char. aun a riesgo de su propia fortuna. por lo que considera como mt- Por lo tanto, en este punto, como en otros que mencionaremos más
nimo irreductible de una buena política exterior. adelante,25 la distincion tradicional entre política externa e interna
Un gobierno puede tener un conocimiento correcto de los requeri- tiende a desaparecer. Se puede estar tentado a afirmar que ya casi no
mientos que plantean la política exterior y la interna que apoya a aqué- existen políticas internas, puesto que todo lo que una nación haga o
lla, pero si fracasa en la cohducción de la opinión pública tras esas deje de hacer, en su favor o en su contra. se puede emplear como un
políticas, su trabajo habrá sido en vano y el resto de los factor.es de reflejo de su filosofía política. de su sistema de gobierno o de su modo
poder nacional a que puede recurrir no serán aprovechados en toda su de vida. Un logro interno que sea percibido por otras naciones en tér·
potencialidad. De esta circunstancia, lás políticas de los gobiernos de- minos de sus aspiraciones no hace más que aumentar el poder de la
mocráticos contemporáneos, incluidos los de los Estados Unidos, ofre- nación; un fracaso interno, igualmente percibido, tiende a disminwrlo.
cen abundantes pruebas}l

Gobierno interno y política exterior

A un gobierno no le es suficiente, sin embargo, la canalización de la


opinión pública tras sus políticas exteriores. También debe log!'ar el
apoyo de la opinícin pública de otras naciones para sus políticas exter-
nas e internas. Este requisito refleja los cambios que se han producido
en épocas recientes en la política exterior. Como veremos más adelante
con mayor detalle,24 la política exterior se lleva a cabo actualmente no
sólo con las armas tradicionales de la diplomacia y el poderío militar,
sino también con una nueva arma: la propaganda. La lucha por el poder
en el campo internacional es hoy no sólo una lucha por la supremacía
militar o por el dominio político, sino en sentido específico, una iucha por
las mentes de los hombres.:.-Por lo tanto, el poder de una nación de-
pende no sólo de la habilidad de su diplomacia y de la fortaleza de
sus fuerzas armadas, sino también del atractivo que para otras naciones
pueda llegar a tener su filosofía política. sus instituciones políticas o
sus actividades políticas. Eso es particularmente cierto en el caso de
Estados Unidos y de la Unión Soviética, quienes compiten entre sí no
sólo como superpotencias militares y políticas, sino también como los
representantes más conspicuos de diferentes filosofías políticas, de sis-
temas de gobierno y de distintos estilos de vida.
Por lo tanto -y esto es válido, aunque en menor grado, para otras
naciones-. todo lo que estas superpotencias hagan o dejen de hacer,
logren o dejen de lograr. en sus políticas externas e internas tiene una
relación directa con su condición de representantes y, por ende. con su
poder. Por ejemplo, una nacion que se embarque en una política de
discriminación racional seguramente perderá en la lucha por conquistar
las mentes de los hombres de color. Una nación subdesarrollada que
pudiera aumentar de modo espectacular la sanidad, el gradó de alfa-
betización y el nivel de vida de su población, lograría un considerable
aumento de poder en otras regiones subdesarrolladas del mundo.

23 Este tema ha sido desarrollado en I:Ians J. Morgenthau, "The Conduct of


Foreign Policy". Aspects of American Governt¡'lent, Sydney Bailey, ed., The Hansard
Socíety, Lcndres. 1950, pág. 99 y siguientes, y en In Detense of the Natianal Interest,
Alfred A. Knopf, Nueva York, 1951. Washington D.C .. University Press of Americe,
1932, pág. 221 y siguientes.
2•l Véase el comienzo del capitulo 20.
220 Limitaciones al poder nacional

japonesa de 1894-95. Entonces Japón fue desafiado por Rusia en el tema


del control de Corea y desde 1896 la influencia rusa se tornó dominante.
La rivalidad entre Japón y Rusia por el control de Corea terminó con la
derrota rusa en la guerra ruso"japonesa de 1904-05. El control japonés
de Corea. desde entonces sólidamente establecida, concluyó con la de-
rrota de Japón en la segunda guerra mundial. Desde entonces, Estados
Unidos reemplazó a Japón como contralor de las ambiciones rusas en
Corea. Por su intervención en la guerra de Corea, China se reasumió· su tra-
dicional interés por el control de Corea.'De este modo, por más de dos
12
mil años el destino de este país ha estado en función ya sea del predo-
minio de una nación que yjerce el control o del equilibrio de poder
entre dos naciones que compiten por ese control.
Diferentes Métodos del
Equilibrio del Poder

El proceso del equilibramiento del poder puede conseguirse mediante


la disminución del peso de la parte más fuerte o a través del incremento
de la más liviana.

DIVIDE Y GOBIERNA

El primer método ha logrado su expresión clásica, además de la impo-


sición de condiciones onerosas en los tratados de paz y en la incitación
a la traición y a la revolución, en el lema "divide y gobierna". De este
expediente se han valido las naciones que han tratado de conseguir o
de mantener la debilidad de sus competidores impidiéndoles que se unie-
ran. Las políticas más consistentes e importantes de esta clase en los
tiempos modernos fueron las de Francia con respecto a Alemania y la
política de la Unión Soviética frente al resto de Europa. Desde el si-
glo XVII hasta fines de la segunda guerra mundial, un principio invaria-
ble de la política francesa consistió en favorec~r la división del imperio
germano en varios pequeños Estados independientes y en evitar la coali-
ción de esos Estados en una nación unificada. El apoyo de Richelieu a
los príncipes protestantes de Alemania, a la Confederación del Rhin
por parte de Napoleón I, a los príncipes del sur de Alemania por Napo-
león III, a los frustrados movimientos separatistas después de la pri-
mera guerra mundial o la oposición a la unificación alemana luego de
la segunda guerra mundial, son todos hechos que tienen por comlin
denominador la atención al equilibrio de poder en Europa. el que
Francia consideraba amenazado por un Estado alemán fuerte. Del mismo
modo, la Unión Soviética, desde la década del '20 hasta la actualidad,
se ha opuesto enérgicamente a todos los planes orientados a la unifica-
ción de Europa. suponiendo que la concentración de la fortaleza indivi-
dual de las naciones europeas en un "bloque· occidental". daría a los
Los métodos del equilibrio del poder 223
222 Limitaciones al poder nacional
En la última parte del siglo XIX y comienzos de este siglo, el prin-
enemigos de la Unión Soviética un poder tal que llegaría a poner en cipio de compensación fue otra vez aplicado deliberadamente a la dis-
peligro su seguridad. tribución de territorios coloniales y para la delimitación de esferas de
El otro modo de equilibrar el poder de varias naciones consiste en influencia coloniales o semicoloniales. Durante ese período, Africa fue
agregar fortaleza a la nación más débil. Este método puede realizarse en particular el objeto de numerosos tratados para delimitar las esferas
de dos modos: B puede aumentar su poder lo suficiente como para de influencia de las grandes potencias coloniales. Así, la competencia
compensar. si no sobrepasar, el poder de A y viceversa; o B puede unir entre Francia, Inglaterra e Italia por el dominio de Etiopía se resolvió
su poder al de todas las naciones que tienen idénticas políticas con res- provisionalmente, según el modelo del reparto de Polonia, mediante el
pecto a A, en cuyo caso A podrá unir su' poder con todas las naciones tratado de 1906, el que dividió el país en tres esferas de influencia con
que persiguen idénticas políticas con respecto a B. La primera alterna- el propósito de establecer en la región un equilibrio de poder entre las
tiva encuentra ejemplificación tanto en la política de compensaciones Y tres naciones involucradas. Del mismo modo, la rivalidad entre Ingla-
en la carrera armamentista éomo en el desarme; la segunda, en la po- terra y Rusia con respecto a Irán llevó al Tratado anglo-ruso de 1907,
lítica de alianzas. que establecía esferas de influencia para las partes signatarias y otra
esfera neutral bajo exclusivo dominio de Irán. En este caso la compen-
sación no consiste en la abierta cesión de soberania territorial, sino
COMPENSACIONES más bien en la reserva de ciertos. territorios para la explotación comer-
cial, la penetración política o militar o el eventual establecimiento de
Las compensaciones de naturaleza territorial fueron un recurso común la soberanía de alguna otra nación. En otras palabras, una nación par-
en los siglos XVIII y XIX a los efectos de mantener el equilibrio de poder ticular, sin ejercer la titularidad del territorio en cuestión, tiene el dere-
que había sido, o estaba a punto de ser, modificado por las adquisiciones cho de operar dentro de su esfera de influencia sin competencia u oposi-
territoriales de una nación. El Tratado de Utrech de 1713, que cerró la ción de otra nación. Esta otra, a su vez, tiene el derecho de reclamar
guerra de sucesión española, reconoció por primera vez expresamente para su propia esfera de influencia la misma abstinencia por parte de
el principio del equilibrio de poder fundado en compensaciones territo- la primera.
riales. Dispuso la división de muchas de las posesiones españolas, tanto A pesar de que el principio de compensación no sea deliberada-
europeas como coloniales, entre los Habsburgo y los Barbones ad mente aplicado, como ocurrió con los tratados antes mencionados. nun-
conservandum in Europa equilibrium, según lo establece el propio ca se halla ausente. de los acuerdos políticos -territoriales o de otro
Tratado. tipo- que se hacen dentro de un sistema de equilibrio de poder. En
Los tres repartos de Polonia -en 1772, 1793 y 1795-, que etl un sistema semejante, ninguna nación estará de acuerdo en conceder
cierto sentido marcan el fin del período clásico del equilibrio del po- ven1;ajas políticas a otra nación sin la expectativa --que puede estar bien
der, por razones que discutiremos adelante 1 reafirmaron su esencia o mal fundada- de recibir a cambio ventajas proporcionales a las otor-
al actuar bajo la guía del principio de compensación. Puesto que las gadas. El desarrollo de las negociaciones diplomáticas que concluyen
adquisiciones territoriales individuales por parte de cualquiera de las en acuerdos políticos no es otra cosa que el principio de compensación
tres naciones interesadas -Austria, Prusia y Rusia- a costa de Polonia en su forma más general y, como tal, se encuentra orgánicamente co-
con exclusión de las demás habrían quebrado el equilibrio de poder, nectado con el equilibrio del poder.
las tres naciones acordaron dividir el territorio polaco de tal modo que
la distribución de poder resultante fuera aproximadamente igual a la
existente antes del reparto. En el tratado de 1772 entre Austria y Rusia
también fue estipulado que "las adquisiciones ... deberían ser completa- ARMAMENTOS
mente iguales y que la porción de cada uno no podía exceder la por-
ción del otro". No obstante, el principal medio de que se vale una nación para ejercer
La fertilidad del suelo y el número y la calidad de las poblaciones el poder a su disposición, o para mantener o restablecer el equilibrio
afectadas pasaron a ser parámetros objetivos mediante los cuales de- del poder, es el armamento. La carrera armamentista mediante la que
terminar el incremento del poder que recibía cada nación mediante esta una nación A trata de no verse relegada, y si es posible sobrepasar, los
forma de anexión de territorio. Mientras durante todo el siglo xvrrr este armamentos de una nación B y viceversa, es el t1pico instrumental de un
parámetro fue crudamente aplicado, el Congreso de Viena estableció un equilibrio de poder dinámico e inestable. El corolario inevitable de la
refinamiento de esta política de compensaciones al designar en 1815 una carrera armamentista es el constante incremento de la carga que sig-
comisión estadística encargada de evaluar los territorios según criterios nifican los preparativos militares devorando una siempre mayor parte
de número. calidad y tipo de población. del presupuesto nacional y profundizando los niveles de miedo. sospe-
cha e inseguridad: La situación inmediatamente anterior a la primera
1 Véase el comienzo del capítulo 14.
224 Limitaciones al poder nacional
Los métodos deJ equilibrio del poder 225
guerra mundial, con la rivalidad naval entre Alemania y Gran Bretaña
y la competencia entre los ejércitos francés y alemán, ilustra bien no una cuestión de principios sino de conveniencia. Una nación evitará
este punto. las alianzas si piensa que es lo suficientemente fuerte como para valerse
por sí misma o que la carga que suponen los compromisos derivados,
Ante situaciones como éstas, desde fines de las guerras napoleóni-
de la alianza sea ntás gravosa que los beneficios que espera obtener;
cas se han hecho repetidos intentos por crear un equilibrio estable de
Por alguna o por ambas de estas razones. Inglaterra y Estados Unidos
poder, ya que no por establecer upa paz permanente, mediante el desar-
durante la mayor parte de su historia en tiempos de paz han sido re-
me proporcionado de las naciones en competencia. La técnica de esta-
nuentes a establecer alianzas con otras naciones. Y aunque las mismas
bilizar el equilibrio de poder mediante ru::ia equitativa reducción de los
dos naciones hayan evitado celebrar entre ellas una alianza desde la
armamentos es, en parte, similar a la técnica de las compensaciones te-
proclamación de la Doctrina Monroe en 1823 hasta el ataque a Pearl
rritoriales. Ambas requieren una evaluación cuantitativa sobre la in-
Harbour en 1941. al menos en relación con otras naciones europeas han
fluencia que el acuerdo verdaderamente ejercerá en los respectivos po-
actuado como si fueran aliadas. Su relación durante ese período provee
deres de cada una de las nací'ones involucradas. Las dificultades inhe- otro ejemplo de una situación en la que las naciones prescinden .de las
rentes a semejantes evaluaciones cuantitativas -por ejemplo, para co- alianzas. Ocurre cuando sus intereses reclaman tan obviamente políticas
rrelacionar la fortaleza militar del ejército francés de 1932 con el po- y acciones concertadas que una formulación explícita de esos intereses.
derío militar representado por el potencial industrial de Alemania- han políticas y acciones bajo la forma de tratado o alianza parecería re-
contribuido en gran medida al fracaso de muchos intentos tendientes dundante.
a crear un equilibrio de poder estable mediante el desarme. El único
ejemplo notorio de triunfo en este aspecto fue el Tratado Marítimo de / Con relación al continente europeo, Estados Unidos e Inglaterra
Washington de 1922, por el cual Inglaterra, Estados Unidos, Japón, Fran- tienen un interés en común: la preservación del equilibrio de poder
cia e Italia acordaron una reducción y limitación proporcionada de su europeo. Corno consecuencia de esa identidad de intereses. siempre se han
armamento naval. No obstante, debe hacerse notar que este tratado for- encontrado por necesidad virtual en el campo opuesto de cualquier
maba parte de un acuerdo político y territorial mayor en el Pacífico, nación que se le haya ocurrido amenazar aquel equilibrio. Y cuando
el que tendía a estabilizar las relaciones de poder en la región sobre las Inglaterra fue a. la guerra en 1914 y en 1939 para proteger el equilibrio
bases del predominio anglo-norteamericano. 2 de poder europeo, Estados Unidos primero la apoyó con una conspicua
falta de esa imparcialidad que caracteriza a una nación neutral y luego
se le unió en los campos de batalla. Tanto en 1914 como en 1939, si Es-
tados Unidos hubiese estado ligado a Inglaterra por una alianza formal
ALIANZAS tal vez habría entrado en guerra un poco antes, pero sus políticas gene-
rales y acciones concretas no hubieran sido materialmente diferentes de
Sin embargo, las más importantes manifestaciones de equilibrio de lo que en realidad fueron.
poder se encuentran, históricamente, no en el equilibrio de dos naciones No toda comunidad de intereses que reclame políticas y acciones
aisladas sino en las relaciones entre una nación o una alianza de na- comunes también requiere codificación legal en una alianza explícita.
ciones con otra alianza. Y, por el otro lado, una alianza requiere la necesidad de una comunidad
de intereses para su fundación.Ji ¿Bajo qué condiciones, entonces, una
comunidad de intereses requiere.la explícita formulación de una alianza?
La naturaleza general de las alianzas ¿Qué es lo que una alianza agrega a la comunidad de intereses existente?
Una alianza agrega precisión, especialmente bajo la forma de limi-
Las alianzas necesariamente se encuentran en función del equilibrio de taciones, a una comunidad de íntereses existente, a las políticas gene-
poder que opera dentro de un sistema rnultiestatal. Al competir entre rales y a las medídas concretas' para satisfacer esos intereses.4 Los inte-
sí, las naciones A y B tienen tres opciones en cuanto a mantener o me- reses que las naciones tienen en común no son tan típicamente precisos
jorar sus posiciones relativas de poder. Pueden aumentar su propio y limitados a regiones geográficas. objetivos y políticas adecuadas como
poder, pueden agregar a su propio poder el de otras naciones o pueden han sido los intereses norteame,ricanos e ingleses en el mantenimiento
evitar que oti-as naciones presten su poder al adversario. Si se deciden del equilibrio de poder europeo.)Tampoco son tan incapaces de precisión
por la primera opción, se embarcan en una carrera armamentista. Si y limitación en lo concerniente a la prospectiva del enemigo común.
optan por la segunda o la tercera alternativa. deben acudir a una po- Puesto que, mientras una alianza típica se dirige contra una nación es-
lítica de alíanzasl
'.Que una nacÍón emprenda o no una política de alianzas es. entonces, J Véanse las citas de Tucfdides y lord Salisbury en el capitulo l.
4 Repasando los tratados de alianza de los siglos xvrr y xvrrr, sorprende la
meticulosa precisión con que se encuentran definidas las obligaciones de proveer
l El problema del desarme será examinado con mayor -detalle en el capítulo 23. tropas. eqmpamiento. apoyo logístico. alimentos, dinero. así como otras obliga-
ciones.
226 Limitaciones al poder nacional
Los métodos del equilibrio del poder 227
pecífica o contra un -grupo"ºdt:i°"naciones, el enemigo de la comunidad
de intereses anglo-norteamericanos no puede identificarse de antemano,
una alianza al servicio de intereses complementarios. Para Estados Uni-
ya que cµalquiera que amenace el equilibrio de poder europeo es el
dos responde primariamente al propósito de ampliar su política de con-
enemigo. Del mismo modo que Jefferson hizo oscilar sus simpatías entre
Napoleón e Inglaterra, según uno u otro pareciera amenazar el equilibrio tención; para Paquistán sirve :Pr-imariamente al propósito de íncrementar
de poder de su tiempo, durante el siglo siguiente a las guerras napo- su poderlo militar. político y económico potencial frente a sus vecinos.
leónicas, Inglaterra y Estados Unidos tuvieron que decidir a la luz de El tipo puro de alianza ideológica se presenta en el Tratado de la
circunstancias siempre expuestas al cambio quién representaba en cada Santa Alianza en 1815 y en la Carta del Atlántico de 1941. Ambos docu-
momento la mayor amenaza al equilibrio del poder. Este carácter encu- mentos establecieron principios morales generales que los signatarios se
bierto del enemigo, determinado no ya individualmente sino por la fun- comrometieron a observar y objetivos generales cuyo cumplimiento
ción que desempeña, recuerda t¡na característica similar de la seguridad también prometían. El Tratado de la Liga Arabe de 1945 proporciona
colectiva, que se dirige contra el agresor, sea quien fuere. un ejemplo contemporáneo de alianza que, desde la guerra contra Israel
Los intereses típicos que unen a dos naciones contra una tercera se en 1948, expresa primariamente solidaridad ideológica.
encuentran mejor definidos cuando de la determinación del enemigo se Mucho más típico es el agregado de compromisos materiales a los
trata. y son menos precisos cuando se refieren a los objetivos y políticas ideológicos en un mismo tratado de alianza.1 Así la Liga de los Tres
a emprender;; En las últimas décadas del siglo XlX Francia se oponía a Empera~ores ~ 1873 preveía asistencia militar recíproca entre Austria,
Alemania y Rusia se oponia a Austria, en tanto Austria se aliaba con Ale- Aleri:ania Y_ Rusia en caso de que cualquiera de ellas fuese atacada y,
mania contra Francia y Rusia. ¿Cómo se podía encontrar un común al mismo tiempo. enfatizaba la solidaridad de las tres monarquías contra
denominador que determinara y guiara los intereses de Francia y Rusia? la subversión republicana. En nuestros tiempos. los compromisos ideo·
En otras palabras. ¿cómo podía definirse el casus foederis para. que lógicos contra la subversión comunista .que figuran en muchos tratados
tanto el amigo como el enemigo supieran a qué atenerse en mediq de de alianza cumplen la misma función. El factor ideológico también se
ciertas contingencias que afectaran sus respectivos intereses? Fue el manifiesta en la interpretación oficial de una alianza. basada sobre in-
tratado de alianza de 1894 quien vino a cumplir con estas funciones. tereses materiales, en términos de una solidaridad ideológica que tras-
Si los objetivos y las políticas de la alianza franco-rusa de 1894 hubieran ci~nde las limitaciones de los intereses materiales. La concepción de la
sido tan claros como los de la cooperación anglo-norteamericana en Eu- alianza anglo-norteamericana previa a la invasión británica a Egipto en
ropa, no habría sido necesario ningún tratado de alianza Si el enemigo 1956 como absoluta y mundial sobre la base de una comunidad cultural.
hubiera permanecido indeterminado, ningún tratado de alianza habría política e ideológica es un caso ilustrativo.
sido factible. En lo que tiene que ver con el efecto político de este factor ideo-
Por lo tanto, no toda comunidad de intereses que reclame la coope- lógico sobre una alianza deben distinguirse tres posibilidades. Una alían"
ración de dos o más naciones requiere que los términos de esta coopera- za puramente ideológica, desconectada de intereses materiales. se puede
ción sean especificados mediante las estipulaciones legales de un tra- decir que nace muerta; es incapaz de determinar políticas u orientar
tado de alianza. Sólo cuando los intereses comunes son incipientes en acciones o desviaciones presentando la apariencia de solidaridad política
términos políticos y de acción se hace necesario un tratado de alianza donde no la hay. Cuando se sobrepone a una comunidad de intereses
para que los haga explícitos y operativos. Estos intereses, al igual que real.. el. factor ideológico puede darle fuerza a la alianza trayendo las
las alianzas que los expresen y las políticas que se pongan al servicio convicciones morales y las opciones emocionales en su apoyo. Tambien
de su realización, pueden diferenciarse en cinco categorías según: -su p~ede debilitarla mediante el oscurecimiento de la naturaleza y los lí-
naturaleza intrínseca y su relación, -la distribución de beneficios y po · mites de _los rntereses comunes que se suponían precisados por la alianza
der. -su alcance en relación a los intereses totales de las naciones mvo- o por el mcremento de las expectativas en cuanto a políticas y acciones
lucradas. -su alcance en términos de tiempo y -su efectividad en tér- que luego pueden resultar incumplidas en la realidad. Para ambas posi-
minos de políticas y acciones comunes. En consecuencia, podemos dis- bilidades, 1a alianza anglo-norteamericana también puede servír como
tinguir alianzas que sirven a intereses y políticas idénticos, complementa- ejemplo. ~- ·,
rios e ideológicos. Más aún, podemos distinguir entre alianzas mutuas La distribución de beneficios dentro de una alianza debería con-
y unilaterales. generales y limitadas. temporarias y permanentes, opera- templar idealmente una mutua reciprocidad; los servicios prestados por
tiva" e inoperantes. cada parte deben estar de acuerdo con los beneficios recibidos. Este
La alianza anglo-norteamericana con respecto a Europa proporciona ideal ~stá más cerca de cumplirse en una alianza celebrada entre partes
el ejemplo clásico de una alianza_ aj ..s~rn9io de intereses. idénticos; el ~u.e ~ienen un poder semejante y que se mueven en pos de intereses
objetivo de uno de los SOCiQf-=e1 mantenimiento del equilibrio de póder 1dentlcos; en este caso. la igualdad de recursos de todos, respondiendo
en Europa- e5 también el objetivó del otro. La alianza entre Estados
Unidos y Paqi.llstán es uno de los niüchos ·ejemplos contemporáneos de
s Debe decirse que tanto la Santa Alianza como la Carta del Atlántico habi-
tualmente cumplimentan otros compromisos materiales contenidos en instrumentos
legales paralelos.
228 Limitaciones al ·poder nacional Los métodos del equilibrio del poder 229

a iguales intereses, sirve a un solo interés. El o¡:ro extremo en la distri- dades de una alianza -por más limitada que sea en sus objetivos-
bución de beneficios es el de la unilateralidad, la societas leonia en la que deben considerarse en el contexto de todas 1~ políticas dentro de las
una parte recibe la parle del león mientras que la otra sostiene la mayor que se supone va a operar.
parte de la carga. Dado que el objetivo de una alianza de esta clase con- Las alianzas de tipo general son típicamente temporarias y predo-
siste en la conservación de la integridad territorial y política de la parte minan en tiempos de guerra. En ese momento el má.'limo interés común
receptora. esta clase de alianza es indiferenciable de un tratado de ga- consiste en ganar la guerra y asegurar mediante acuerdos de paz los
rantía. Los intereses complementarios son los que conducen con mayor intereses que se defendieron durante el conflicto bélico. Sin embargo,
facilidad a este tipo de desproporción ya que por definición son dife- una vez que se ha logrado la victoria y se han firmado los tratados de
rentes en su sustancia y su establecimiento comparativo puede ser dis- paz, vuelven a resurgir ios tradicionalmente diferentes. y a menudo in-
torsionado mediante una interpretación subjetiva. Una marcada supe- compatibles, intereses de cada nación en particular. Por otra parte,
rioridad en poder suele agregar pes<¡J a tales interpretaciones. existe una correlación entre la permanencia de una alianza y el carácter
, La distribución de beneficios tiende a reflejar la distribución de limitado de los intereses que procura defender: solamente un interés
poder dentro de una alianza, tanto -como la determinación de las polí- específico y limitado puede durar lo suficiente como para asegurar el
ticas a seguir. Una gran potencia tiene las mejores posibilidades de establecimiento de una alianza duradera.7 La alianza entre Inglaterra y
hacer lo q,ue desea en cuanto a beneficios y políticas si su aliado es Portugal celebrada en 1703 ha sobrevivido siglos porque los intereses
más débil~ por esta razón Maquiavelo prevenía a las naciones débiles de Portugal en mantener sus puertos protegidos por la marina británica
sobre los peligros que entrañaba celebrar alianzas con naciones más y los intereses británicos en mantener el control de los accesos a Por-
fuertes a menos que la necesidad las tornara inevitables.6 Las relaciones tugal a través del Atlántico han perdurado secularmente. Por lo tanto,
entr~ Estados Unidos y Corea del Sur ejemplifican esta situación. puede concluirse la observación histórica de carácter general de que
(No obstante, esta correlación ·entre beneficios, políticas y poder no aunque los tratados de alianza frecuentemente han supuesto validez per-
es completamente inevitable. Una nación débil bien puede poseer algún manente al ser concebidos "a perpetuidad" o por períodos de diez o
elemento de tan gran valor para sl! aliado más poderoso que resulte veinte años, en la realidad nunca han resultado más durables que las
irreemplazable. En este caso, el único beneficio que el primero puede cotlfiguraciones, generalmente precarias y fluctuantes. de los intereses
aportar consiste en garantizarle dentro de la alianza un status comple- comunes, que pretendían servir. Por regla general, han sido de vida
tamente en desacuerdo con la real distribución del poder material. En corta.
la historia reciente. recordamos las relaciones entre Estados Unidos y La dependencia de la subyacente comunidad de intereses también
España con respecto a las bases militares y entre Estados Unidos y Ara- debe tenerse en cuenta a los efectos de distinguir entre alianzas opera-
. bia Saudita en .lo que tiene que ver"'.?n .. el petróleo. tivas e inoperantes. Para que una alianza sea operativa --esto es, que
Una mala interpretación de la alianza anglo-norteamericana antes sea capaz de coordinar las políticas generales con las medidas concretas
mencionada también ilustra sobre la confusión entre alianzas limitadas correspondientes a cada uno de sus miembros- es preciso que estos
y generales. Las alianzas celebradas en ~iempos de guerra total tienden integrantes estén de acuerdo no sólo con los" objetivos generales sino
a ser generales puesto que comprometen. los intereses totales de las también con las políticas y las medidas. Muchas alianzas han quedado
partes signatarias en cuanto al desarrollo de la guerra y en lo referente convertidas sólo en papel impreso debido a que nunca se logró tal
a los· acuerdos de paz. Por otra parte, las alianzas en tiempos de paz acuerdo en razón de que la comunidad de intereses no sobrepasó los
tienden a limitarse a una fracción de los objetivos e intereses totales objetivos generales de las políticas y medidas concretas. El ejemplo clá-
de los signatarios. Una nación puede celebrar un gran número de alian- .sico de una alianza inoperante es la de Estados Unidos y Francia, tor-
zas con naciones diferentes. las que pueden sobreponerse o contrade- nada inviable por la Proclama de Neutralidad de Washington de 1793.
cirse entre sí en puntos específicos. luego de· que estallara la gurera de la Primera Coalición entre Francia
Una alianza típica intenta transformar una pequeña fracción de los y las monarquías europeas. Hamilton justificó Ja Prodama con un argu-
intereses totales. de las partes signatarias en medidas y políticas comu- mento de aplicación general: .,.No habría proporción entre los daños y
nes. Algunos de esos intereses son irrelevantes en cuanto a los propó- peligros a los que se expondría Estados Unidos al embarcarse en la
sitos de las alianzas. otros los apoyan, otros divergen y otros aun son guerra, y los beneficios que la naturaleza de sus estipulaciones procu-
incompatibles con ellos. Por eso una alianza típica encaja en un campo rarían a la seguridad de Francia". Las alianzas franco-rusas ele 1935
dinámico de intereses y propósitos diversos. Si llega a ser operativa, y 1944. y la alianza anglo-rusa de 1942 son otros ejemplos ele este punto.
y por cuánto tiempo, depende de la fortaleza de los intereses que sos-
tienen la alianza, especialmente frente a la fortaleza de los demás in- 7 Sin embargo, esta correlación no puede revertirse. Especialmente durante
los siglos XVII y XVIII, las alianzas limitadas fueron celebradas con frecuencia ad
tereses que animan a las naciones involucradas. El valor y las posibili- hoc. esto es para hacer frente o efectuar algún ataque o para embarcarse en una
expedición determinada. Con el paso de la ocasión especifica que habla motivado
6 El Prfnctpe, capitulo 21. la celebración de la ~a. ésta perdía su objeto y llegaba a su fin.
~
231J Limitacíones al poder nacional Los métodos del equilibrio del poder 231

La validez legal de un tratado de alianza y su invocación propagandís- mantenido desde siempre, y que es la de que los princípes ejercen
tica fácilmente puede desilusionar al observador acerca de su real valor la debida vigilancia sobre sus vecinos a los efectos de que éstos no
operativo. La correcta fijación de ese valor requiere el examen concreto se sobrepasen (aumentando su territorio, expandiendo su comercio,
de las políticas y medidas que las partes signatarias han asumido para mediante acercamientos diplomáticos y expedientes de esta natura-
la implementación de la alianza. leza) y se tornen más molestos de lo que son en la actualidad ...
Durante aquel triunvirato de reyes -el rey Enrique VIII de Ingla-
Estas consideraciones son particularmente relevantes para las alian- terra, Francisco I de Francia y el emperador Carlos V- se había
zas entre una potencia nuclear A y otra no nuclear B. dirigidas contra establecido una vigilancia tal que ninguno de ellos consiguió ganar
otra potencia nuclear C. ¿A correrá el riesgo de 'Una destrucción nuclear un palmo de terreno, puesto que los otros dos habrían neutralizado
a manos de C tan sólo a los efectos de cumplir su alianza con B? El de inmediato ese avance nivelando el equilibrio nuevamente, ya
carácter extremo de los riesgos involucrados proyecta muchas dudas fuera por medio de la confederación o, si era preciso, a través de
acerca de la calidad operativa de semejante alianza. Estas dudas, expli- la guerra, ya que en modo alguno les resultaba aceptable una oaz
citadas por primera vez por De Gaulle;han debilitado las alianzas entre que les significara desventaja; lo mismo ó'currió con aquella Úga
(que Guicciardini consideraba como el factor de seguridad de Italia)
Estados Unidos y algunos de SU? mayores aliados. formada por Fernando de Nápoles. Lorenzo de Médicis y Ludovico
Sforza. potentados los dos últimos, uno de Florencia y el otro de
Milán.
Aliall2as versus dominio mundial

~ "- - - - ~
Si bien el equilibrio del poder como prolongación natural e inevitable
de la lucha por el poder es tan viejo como la propia historia política,
ciertas reflexiones teóricas sistematizadas, que comienzan en el siglo XVI

©,
y alcanzan su culminación en los siglos XVIII y XIX, lo han concebido
generalmente como una forma de protección por parte de una alianza
de naciones. preocupadas por su independencia, contra los designios
de otras naciones de dominio mundial, llamado entonces monarquía uni-
versal. Al ser directamente amenazado por A. B se une a C.¡ D y E, po-
tenciales víctimas de A. para neutralizar los designios de AJ Polibio ha B · ><!=====::::ir
~~-::::·-1
señalado la esencia de esta configuración en su análisis de Ia's relaciones
entre romanos, cartagineses y Hierón de Siracusa:
.._...,
Cercados por todas partes, los cartagineses debieron acudir a sus
aliados. Durante todo el transcurso de la guerra, Hierón había per-
D t::<,,,
manecido presto a responder a todos los pedidos y se mostraba más
complaciente que nunca, puesto que estaba totalmente persuadido

0
que hacía a su interés el asegurar tanto sus dominios de Sicilia
como su amistad con Roma y que, para conseguirlo, Cartago de-
bería defenderse. en tanto que la potencia más fuerte no debería
lograr su objetivo final sin esfuerzo. Acerca de esto razonó muy
sabiamente y ci;m sentido común, ya que tales asuntos nunca deben
ser descuidados y nunca debemos contribuir a que un Estado logre
lin poder tan preponderante que nadie se atreva aun a reclamarle
los derechos más elementales.ª
Las alianzas que celebró Francisco I de Francia con Enrique VIII
En los tiempos modernos, tras los estadistas historiadores floren- y los turcos a los efectos de que Carlos V de Habsburgo no consiguiera
tinos Rucellai y Guiccíardini, Francis Bacon fue el primero en reconocer
estabilizar y expandir su imperio, constituyen el primer ejemplo mo-
el equilibrio de poder por medio de las alianzas. En su ensayo Of Empire
dice: derno de un equilibrio de poder en gran escala polarizado entre una
alianza de naciones y otra, solitaria, que intentaba establecer una mo-
En primer lugar, no puede darse ninguna regla general para los narquía universal. En la segunda mitad del siglo XVII, Luis XIV de Fran-
vecinos (las ocasiones son tan variaJ;>les), excepto una que se ha cia arrebató el rol que desempeñaban los Habsburgo y concitó una
reacción similar por parte de las naciones europeas. Se produjeron
s Polibio. l. 83. entonces alianzas eón eje en Inglaterra y en los Países Bajos con el pro-
Los métodos del equilibrio del poder 233
232 Limitacíones al poder nacional
de Prusia Rusia e Inglaterra. Los frecuentes cambios en los alineamien-
pósito de proteger a las naciones europeas de la dominación francesa y tos, inclu~o en plena guerra. ha:1 sorprendíd~ .ª los hist?riadores y han
con el fin de establecer un nuevo equílibrio de poder entre Francia y el adjudícado al siglo XVIII una cierta reputac10;i de penodo carente de
resto de Europa. principios y no demasiado apega~~ a las cc;insideraci~nes mo~ales. Pre-
Las guerras contra la Francia de 1789 y contra Napoleón muestran cisamente contra este tipo de política extenor prevema Washmgton, en
la misma configuración de una nación preponderante procurando el su mensaje de despedida. al pueblo norte'.'1111eric':11º· . . .
dominío mundíal a la que se opone una coalición de naciones animadas No obstante, el periodo en que floreció ese tipo de pohtica exte~or
por el deseo de preservar su independencia. El manífiesto con el que fue la edad de oro del equilibrio de poder, tanto desde el punto de vista
la primera de estas coaliciones iníció estas guerras en 1792 declaraba teórico como práctico. Fue entonces cuando se publicó la mayo~ p~rte
que "nínguna potencia interesada en la conservación del equilibrio de de la literatura acerca del equílibrio del poder, valor al que los pnncrpes
poder en Europa podía permanecer ímpasible ante el reino de Francia, de Europa consideraban como el principio supremo al que atener. s.i.:s
que otrora había tenído tanto peso en ..el mantenímiento de aquel equí- conductas en asuntos de política exterior. Federico el Grande escnbio:
librio, ahora entregado a las qgitaciones internas y a los horrores del
desorden y la anarquía que, por así decirlo, habían destrnido su exis- Es fácil ver que el cuerpo político de Europ'.1 se encue.!!-t!a .en una
tencia política". Y aun cuando estas guerras llegaban a su fin, todavía violenta condición; por así decirlo, ha perdído su eqmhl?no Y, se
era propósito de los aliados, según las palabras de la Convención de halla en un estado en el que no podrá permanecer mucho sm arnes-
París del 23 de abril de 1814, "poner fin a las miserias de Europa y pro- gar demasiado. Del mismo modo ocurr~ en el cueryo humano, .que
curar su paz mediante una justa redístribución de fuerzas entre las sólo subsiste si logra una mezcla con iguales c~t1dades de .ácidos
naciones que la componen"; lo que significa un nuevo equílibrio de y álcalis; cuando cualquiera de las dos s~stanc1as predomina, el
poder. Las coaliciones que combatieron durante la segunda guerra mun- cuerpo se resiente y Ja salud resulta considerablemente afectada.
y cuando al=a de las sustancias aumenta más aún, puede llegar
dial contra Alemania y Japón debieron su existencia al mismo temor, a causar la destrucción total de la maquinaria. Así también cuando
común a todos sus integrantes, inspirado por aquellas naciones ímpe- la política y la prudencia de los I;Ji:;ínc;ipe.s de Europa pierden .de
rialistas, y persiguíeron la misma meta, es decir, preservar su indepen- vista el mantenímiento de un equilibno justo entre las potencias
dencia en un nuevo equilibrio del poder. De igual modo, las alianzas dominantes la constitución de todo el cuerpo político se resiente.
occidentales bi y multilaterales han tenido a partir de los últimos años En un lado ~e encuentra Ja violencia, en otro la debilidad; en uno. el
de la década del '40 el objetivo de crear un freno a la expansión ímpe· deseo de invadírlo todo, en el otro la imposibilidad de evitarlo;
rialista soviética medíante la creación de un nuevo equilibrio de poder. el más poderoso ímpone las leyes y el _más débil se ve obligado a
aceptarlas. Finalmente todo concurre para ªllll'.entar d desorden
y la la confusión; cual ímpetuoso torrente, •el m~ podero.so arrasi:;
........ con todo lo que tiene a su paso, su desborde es mcontembl_e Y a~a
Alianzas versus contraalianzas expone al cuerpo infortunado a las más desastrosas revoluciones.

El combate de una alianza de naciones en defensa de las respectivas Efeetivamente, los príncipes se dejaron guíar por el equilibrio de
independencias contra un conquístador potencial es una de las más poder a los efectos de mejor proveer a la satisfacción de sus. propios
espectaculares configuraciones que posibilita el equilibrio del poder. La intereses. Procediendo de este modo, era inevitable que cambiaran de
oposición de dos alianzas, en las que una o ambas se mueven tras obje- bando, renunciaran a viejas alianzas y establecieran otras nuevas cada
tivos imperialistas mientras defienden la independencia de sus miembros vez que les parecía que se había quebrado el equílibrio de poder Y que
contra las aspiraciones de la otra coalición, es la configuración más fre- un realineamiento de fuerzas era la forma de restaurarlo. Durante esa
cuente dentro de un sistema de equilibrio de poder. época, la política exterior vino a ser una especie de deporte de reyes. '
Veamos sólo algunos de los más importantes ejemplos al respecto: considerada con la misma seriedad que se prestaba a juegos y apuestas,
las coaliciones que combatieron durante la Guerra de los Treinta Años celebrada dentro de límites estrictamente establecidos y fuera de la
bajo el liderazgo de Francia y Suecia, por una parte, y de Austria, por jurisdícción de principios trascendentes de cualquíer clase. De allí surge
la otra, procuraron promover sus aspiraciones imperialistas, especial- la naturaleza de la política internacional, que mirada retrospectivamente
mente las de Suecia y Austria, y al mismo tiempo trataron de mantener nos parece sólo tramposa e inmoral; entonces no era más que una. ele-
a raya las ambiciones de la otra parte. Los díversos tratados que arre- gante maníobra, un movímiento osado en el campo de la estrategia o
glaron los asuntos europeos luego de la Guerra de los Treinta Años ten- de la táctica. todo ello ejecutado según reglas de juego que todos los
dieron a establecer un equilibrio del poder que sirviera a ese fin. Las jugadores conocían y aceptaban. El equilibrio de poder de aquella época
muchas coaliciones bélicas que se sucedíeron entre el Tratado de Utrech
de 1713 y la prímera división de Poloilia en 1772 intentaron mantener 9 Federico el Grande, "Consideraciones sobre el estado actual del cuerpo J1D-
11tlco de Europa", Oeuvres de Frédéric le Grand, vol. vrr:r. Rudolph Decker, Berlín,
el equilibrio que había establecido el Tratado de Utrech ante la amenaza 1848, pág. 24. Re .i;eallzado la traducción desde ·el frances.
que significaba tanto la declinación del poder sueco como el auge del
234 Límitaciones al poder nacional Los métodos del equilibrio del poder 235

fue amoral antes que inmoral. Las reglas técnicas del arte de la política España, a los efectos de evitar las consecuencias de esta ocupación,
eran sus únicos parámetros. Su flexibilidad, que significó su mérito ¿era preciso que bloqueáramos Cadiz? No. Lo intenté por otros
peculiar desde un punto de vista técnico, fue el resultado de su im- medios y encontré en otro hemisferio materiales para la compen-
sación. Al. contemplar a España tal como nuestros ancestros la ha-
permeabilidad a consideraciones morales tales como la buena fe y la bían conocido, resolví que si Francia tomaba a España, no sería a
lealtad, una insuficiencia moral que nos parece más que reprochable. España "y las Indias''. Infundí existencia al nuevo mundo para res-
Desde comienzos del Estado moderno, a fines del siglo XV, hasta la tablecer el equilibrio en el viejo. 10
conclusión de las guerras napoleónicas. en 1815, las naciones europeas
fueron elementos activos en el equilibrio del poder. Turquía fue la única Esta evolución hacia un equilibrio de poder mundial instrumentado
excepción notable. Surgieron alianzas y contraalianzas a los efectos de a través de alianzas y contraalianzas se consumó en el transcurso de la
mantener el equilibrio o restaurarlo. El siglo que va desde 1815 hasta el primera guerra mundial, en la cual prácticamente todas las naciones
comienzo de la primera guerra mundial asistió a la gradual expansión participaron activamente en uno u otro lado. La propia denominación
del equilibrio de poder europeo, que llegó, a convertirse en un sistema de· "mundial" que recibió la conflagración señala la consumación de
mundial. Se puede decir que esta época comienza con el mensaje que ese desarrollo.
el presidente Monroe dirige al Congreso en 1823, formulando lo que se En contraste con la segunda guerra mundial, la primera tuvo sus
conoce bajo el nombre de Doctrina Monroe. Al declarar la doble inde- orígenes exclusivamente en el miedo a la perturbación del equilibrio de
pendencia política de Europa y del hemisferio occidental, y así divitjir poder europeo, que se encontraba amenazado en dos regiones: Bélgica
al mundo en dos sistemas políticos, el presidente Monroe preparó el y los Balcanes. Situada en la frontera nordeste de Francia. y como cen-
terreno para la subsiguiente transformación de Europa en un sistema tinela del acceso oriental al Canal de la Manclia, Bélgica encontró un
mundial de equilibrio de poder. punto focal inmejorable en la competencia de las grandes potencias, sin
Esta transformación fue encarada y formulada con claridad por vez ser lo suficientemente fuerte como para participar en esa competencia.
primera en el discurso que George Canning pronunció, como ministro Era axiomático que la independencia de Bélgica se hacía necesaria para
de Relaciones Exteriores británico, en la Cámara de los Comunes el el equilibrio del poder en Europa. Su anexión a. cualquiera de las gran-
12 de diciembre de 1826. Canning había sido criticado por no haber de- des naciones europeas las habría vuelto demasiado poderosas para la
clarado la guerra a Francia, a los efectos de restaurar el equilibrio de seguridad europea. Este hecho fue reconocido desde el momento mismo
poder que se había roto con motivo de la invasión francesa a España. de la independencia belga, que contó con el activo apoyo de Inglaterra.
Para neutralizar a sus críticos, formuló una nueva teoría del equilibrio Austria. Rusia, Prusia y Francia. Reunidas en conferencia en Londres.
del poder. Mediante la caución del reconocimiento de sus respectivas estas naciones ·declararon el 19 de febrero de 1831 que "Tenían el derecho
independencias por parte de Inglaterra, incluyó a las recientemente libe- y el deber que les habían impuesto las circunstancias, de velar para que
radas naciones latinoamericanas como ele~tos activos en el equilibrio. las provincias belgas, una vez que hubieran conseguido su independencia
Razonaba asi: no pusieran en peligro la seguridad genFal ni. el equilibrio de poder
europeo". 11
?.No. hay otro medio que no. ~ea. la guerra para restaurar el equi- En el sentido de ese propósito, las cinco naciones involucradas cele-
nbno del poder? ¿Es el eqmlibno del poder un parámetro fijo e braron en 1839 un tratado en el que declaraban que Bélgica era "un
inalterable? ¿No es un parámetro que cambia perpetuamente, según Estado independiente y perpetuamente neutral" bajo la colectiva garan·
avanza la civiI.iz;;ción y su~g.en nuevas n~ciones que ocupan un lugar tía de los cinco signatarios. Esta declaración tendía a evitar que ,Bélgica
entre las comunidades pohticas establecidas? Hace un siglo y medio. nunca llegara a participar, en modo alguno, dentro del sistema de equi-
el equilibrio del poder debía ser mantenido entre Francia y España, librio de poder europeo. Fue la violación alemana de la neutralidad de
. los Países Bajos. Austria e Inglaterra. Algw10s años después, Rusia Bélgica en 1914 la que cristalizó la amenaza al equilibrio de poder y jus-
logró una alta posición en la politica europea. Y más tarde aún,
Prusia se convirtió no ya en una sustantiva, sino en una preponde- tificó la intervención de Inglaterra del lado de Francia, Rusia y los
rant~ monarquía. Así, ~entras en p~cipío el equilibrio de poder demás aliados.
cont;1Iluaba siendo. el rmsmo, los medios para lograr su ajuste se La preocupación de Austria, Inglaterra y Rusia en la preservación
volvieron más vanados y numerosos. Aumentaron en proporción al del equilibrio de poder en los Balcanes fue concomitante con la debili-
cr~cimiento del i;i?mero ~e Estados que surgieron o, si se me per- dad del poder turco en la región. La guerra de Crimea de 1854-56 fue
mite, en proporc10n al numero de pesas que se colocaron en la ba- librada por una alianza integrada por Francia. Inglaterra y Turquía con-
ia;nza ... ¿No h~bía otro modo de resistencia que no fuera un ataque
directo a Francia o una guerra que se desarrollara en suelo español? tra Rusia con el fin de mantener el equilibrio del poder en los Balcanes.
¿Por qué, si la posesión de España ha de resultar inofensiva en
manos del rival -inofensiva para nosotros-- y sin ningún valor 10 Speeches ot the Right Honourable George Canmng, vol. VI, págs. 109·11.
para el conquistador? ¿No podrían lograrse compensaciones por me- 11 PrGtocols ot Conferences in London Relative to the Affairs of Belgium
11830·31). pág. 60.
dios mejor adaptados a los tiempos actuales? Si "Francia ocupaba

. ~\ .
Los métodos del equilibrio del poder 237
236 Limitaciones al poder nacional
sobrepasaría el poder del agresor. Sin e_m~ai;-go, la seguri~d cole~tiva
El tratado de alianza del 13 de marzo de 1854 declaraba "que la existen- difiere del equilibrio del poder en el pnnc1p10 de asociac10n en virtud
cia del imperio otomano en su actual extensión es de esencial impor- del que se forma la alianza. Las alianzas de equilibrio del pode7 se f~r­
tancia para el equilibrio del poder entre los Estados de Europa". Las man por parte de ciertas naciones individuales contra otras naciones m-
subsi~entes rivalidades y guerras, en especial los eventos que llevaron dividuales o contra una alianza de éstas sob;:e las bases de l? _que esta~
al Congreso de Berlín de 1878 y a la guerra de los Balcanes de 1912 y naciones consideran como sus intereses nac10nales. El pnncipio orgaru-
1913, están teñidas por el temor de que una de las naciones principal- zador de la seguridad colectiva consiste en el ~espeto. ~e la obligacíóh
mente ínteresadas en los Balcanes pudiera ganar una preponderan- moral y legal de considerar un ataque de cualqmer nacion cont:a rmem-
cia en la región que no estuviera en proporción con el poder de las bros de la alianza como si fuera una agresión contra todo~ los mtegran-
demás naciones involucradas. tes de la alianza. En consecuencia, se supone que la segundad colectiva
En los años inmediatamente previos a la primera guerra mundial, opera automáticamente; esto es. la agresión pone de inmediato en acció:1
el equilibrio del poder en los Balcanes aumentó su importancia; desde a la contraalíanza con Jo que, no obstante, se protege la paz Y la segun-
que la Triple Alianza entre Austri"1;. Alemania e Italia pareció contra- dad con la mayor eficacia posible. Dentro de un sistema de equilibrio
balancear aproximadamente la triple Entente entre Francia, Rusia e de poder, las alianzas frecuentemente son inciertas en su funciona~iento
Inglaterra, la combinación de poder que ganara una ventaja decisiva en real. puesto que dependen de consideraciones políticas de la~ nac10r:~s.
los Balcanes podía lograr con facilidad otro tanto en el esquema europeo La defección de Italia de la Triple Alianza en 1915 y la desmtegracion
de equilibrio de poder. Fue este temor lo que llevó a Austria en julio del sistema francés de alianzas entre 1935 y 193~ son ejemplos de esta
de 1914 a intentar un ajuste de cuentas con Serbia y a encontrarse con debilidad del equilibrio del poder.
un apoyo incondicional por parte de Alemania. El mismo temor empujó
a Rusia a acudir en apoyo de Serbia y a Francia en apoyo de Rusia. En
el mensaje telegráfico del 2 de agosto de 1914 a Jorge V de Inglaterra, el
EL "SOSTENEDOR" DEL EQUILIBRIO
zar ruso resumió muy bien la situación cuando dijo que el efecto del
predominio de Austria sobre Serbia "habría significado el desbarata-
miento del equilibrio del poder en los Balcanes, el que resulta de tan Siempre que se intente llevar a cabo el equilibrio del póder mediante
vital interés para mi imperio como para el de aquellas potencias que alianzas-- y ésta ha sido la modalidad de concretarlo a lo largo de la
'desean mantener el equilibrio de poder en Europa ... Confío en que su historia del mundo occidental- deben distinguirse dos variaciones po-
país no deJará de prestar apoyo a Francia y Rusia en su lucha por sibles con respecto al modelo. Al usar la metáfora de la balanza, el
mantener el equilibrio de poder en Europa''. 12 sistema puede considerarse como compuesto por dos platillos, en cada
Después de la primera guerra mundhtl, Francia montuvo permanen- uno de los cuales se encuentra la, o las, naciones identificadas con el
tes alianzas con Polonia, Checoslovaquia, Yugoslavia y Rumania, y en mismo tipo de política de statu quo o de imperialismo'.) La~ _na~iones
1935 celebró una alianza -que no llegó a ser implementada- con la continentales de Europa generalmente han operado el eqmlibno del
Unión Soviética. Esta política puede ser entendida como una suerte de poder de este modo. . . . .
Sin embargo, el sistema puede consistir en dos platillos mas un
equilibrio de poder preventivo que prevenía el retorno de Alemania y, por tercer elemento, el "sostenedor" de la balanza o el balanceador. Este no
ende, intentaba mantener el statu quo de Versalles para conjurar esa se halla permanentemente identificado con las políticas de cada nación
eventualidad. Por otra parte, la formación en 1936 de una alianza.entre o grupo de naciones. Su único objetivo dentro del sistem~ _consiste en el
Alemania, Italia y Japón denominada Eje, fue concebida como unáí con- mantenimiento del equilibrio, con abstracción de las polfücas cor;icretas
trapartida de la alianza entre Francia y las naciones del este eu:ifopeo, a las que sirve el equilibrio. En consecuencia, el "sostenedor" del equi-
la que a su vez neutralizaba a la Unión Soviética. 1
librio arrojará el peso a uno de los platillos en una ocasión y en la si·
Así, el período entre las dos guerras mundiales se mantiene dt¡ hecho ~ente lo dejará caer en el otro platillo; estará ~ado solamente por
bajo el si¡µio del equilibrio del poder mediante alianzas y contraalíanzas, una consideración: la posición relativa de los platillos. Así siempre pon-
aunque en teoría el principio del equilibrio de poder se suponía reem- drá las pesas en el platillo que parece más alto y no en e~ que está más
plazado por el de seguridad colectiva de la Liga de las Naciones .. Sin bajo. "El "sostenedor" puede ser. alternativamente, amigo o enerrugo
embargo, en verdad la seguridad colectiva, como veremos más adelante de todaS" las potencias mayores durante cortos lapsos históricos. según
con mayor detalle.U no abolió el equilibrio del poder. Más bien lo reafir- aquéllas amenacen el equilibrio al acercarse a una posición d~ predo-
mó bajo la forma de una alianza universal contra cualquier agresor minio sobre las demás o se vean amenazadas por otras que esten cerca
de lograr esa posición) Parafraseando un juicio de Palmerston: mientras
potencial, en Ia presunción de que una alianza' de esa naturaleza siemp~e
el "sostenedor" del equilibrio carezca de amigo~ permanentes, tampoco
•tendrá enemigos permanentes; sólo tiene el interés permanente de man-
12 British Documents on the Origlns of the War, 1l/B8-1914, Hls Majesty's Sta-
tionery Office, Londres, 1926, vol. XI, pág. 276. tener el equilibrio ,del poder ..·
13 Véase el capitulo 24.
238 Limitaciones al poder nacional
Los métodos del equilibrio del poder 239
El "sostenedor" del equilibrio espera en el medio, con expectante
alejamiento, vigilando cuál de los platillos está próximo a bajar. Su aísla- · eri'al en Inglaterra. En ella señalaba que los italianos tenían buenas
imp
razones para oponerse a Francia, pero ---co.nti;:iua · b a-. " sab" ,
e1s como
miento es "espléndido", puesto que su apoyo, o falta de él, es un factor
decisivo en la "lucha por el poder y su política exterior; si es sabiamente t men al poder de cualquiera de los dos pnnc1pes (Carlos V Y Franc
manejada, es capaz del máximo precio para aquellos a quienes apoya. c~sco 1) y cuan interesados están en el equilibrio de su poder".14 ~n los
Pero visto que ese apoyo es, independientemente del precio que se pague años siguientes, cuando Venecia rechazó, l_a oferta. francesa. de ahan~.
por él. siempre incierto y cambiante de un lado a otro, de acuerdo con los estadistas galos caracterizaron la pohtica extenor veneciana .en ter-
los movimientos de la balanza, su política se resiente y queda expuesta minos similares, con especial referencia a los asp~ctos de a1slam1ento Y
a condenas de orden moral. Segú,n este modelo, se ha dicho que Ingla- desinterés hacia las alianzas por parte de cualqmera de las parte:. En
terra, el más notorio "sostenedor" de los tiempos modernos, que deja 1554, por ejemplo, Enrique I de Francia.fue in~ormado por el embajador
que otras naciones libren sus guerras, que mantiene a Europa dividida enecíano de que aquel rechazo se habia debido al temor ante la even-
para así poder dominar el continente y que la fluctuación de sus polí- ~ualidad de que la muerte de Carlos V de ~spaña P?dría colocar ~ este
ticas es tal que resulta imposible establecer alianzas con ella. "Pérfida ino en inferioridad con respecto a Francia. Venecia trataba de man-
Albión" es el sobrenombre acuñado por aqu~llos que no pudieron lograr ~=ner las cosas en equilibrio" (tener le cose in equale stat~). Otro emb~­
el apoyo de Inglaterra por más empeño que hayan puesto en conseguirlo . dor veneciano explicaba en 1558 que los franceses explicaban la. poh·
o por quienes lo perdieron tras haber pagado un precio excesivamente {fea exterior de Venecia por medio de la suspic~cia de ~sta ~te~~ mcre-
alto por él. ento del poder de Francia y España. Venecia quena evitar 9-ue la
El sostenedor del equilibrio ocupa una posición clave en el sistema :lanza se inclinara hacia aiguna de las pru::t~;" (che la bi~ancza :zon
de equilibrio de poder ya que su posición determina el resultado de la pendese da alczma parte). El embajador agrego que est~ po~1tlca v.1ene
lucha por el poder. También se ha dicho que es el "árbitro" del sistema, siendo apreciada e incluso. admirada por las personas mt~lige.ntes. en
quien decide quién habrá de ganar o perder. Al bloquear a cualquier estos tiempos turbulentos, los débiles encuentr~ protecc10n solo :n la
nación. o grupo de naciones, la posibilidad de ganar preponderancia República ci.e Venecia. y, po~ lo tanto, todos los it~l~;uios desean su mde-
sobre las demás, preserva su propia independencia tanto como la de las pendencia y dan la b1enveruda a sus armamentos .
otras naciones y así pasa a ser el factor más poderoso en la políti- El ejemplo clásico de "sostenedor" ha sido, sin duda, Inglat~rra. A
ca internacional. Enrique VII se atribuye la máxima cui adhaero praeest (a quien yo
El "sostenedor" del equilibrio puede emplear este poder de tres apoye prevalecerá). Se dice que se hizo pintar sosteniendo en su mano
maneras diferentes. Puede hacerlJ;¡ uniéndose a una nación según que derecha un par de platillos en perfecto equilibrio.' un~ de ellos ocup~do
las condiciones sean favorables para el mantenimiento o la restaura~ por Francia y el otro por Austria, y en la :mano IZqmerda un peso hsto
ción del equilibrio. Puede hacer que su apoyo al acuerdo de paz de- a dejarlo caer en cualquiera de los dos platillos. D.e la Inglaterra 1?ªJº
penda de consideraciones análogas. Y. finfflmente, puede en cualquier Isabel I se dijo "que Francia y. España son c01'.10 s1 fueran .los platillo~
situación tratar que los objetivos de su propia política nacional, inde- en la balanza de Europa e Inglaterra como en fiel que mantiene el ~qw­
pendientemente del mantenimiento del equilibrio del pode¡;, se vean librio" .16 En 1624, un panfleto francés instaba al rey Jacobo a segmr _e~
realizados en el proceso de equilibrio de poder de los demáS'. glorioso ejemplo de Isabel y Enrique VIII, "quien tan ~1en des~i:ipeno
La Francia de Luis XIV y Ja· Italia de la década previa a la primera su papel entre el emperador Carlos V y el rey Francisco, hac1e_n.dose
guerra mundial llegaron a cumplir este rol de .árbitro en el equilibrio de temer y lisonjear por ambos y manteniendo de este modo el eqml!bno
poder europeo. Pero Francia se encontraba demasiado profundamente entre ellos". ,
involucrada en la lucha por el poder en el continente europeo, era dema- Con la irrupción de Luis XIV como nuevo aspirante a la monarqma
siado parte de ese equilibrio y le faltaba demasiada superioridad de universal se tornó cada vez más común; en Inglaterra y en todas partes,
comando como para desempeñar ese rol con éxito. Por otra: parte, Italia consider;r como misión británica el actuar en tanto "árbitro de Eur?pa"
no tenía suficiente peso para proyectarse al exterior y desempeñar la al mantener el equilibrio entre los Habsburgo. ~ Francia._ Este rmsrn~
posición clave en el equilibrio del poder. Por esta razón se hizo acree- parámetro fue aplicado críticamente a las politi~as extenores de Car
dora solamente a la condena moral, pero no al respeto que una política Jos II y Jacobo II, quienes hicieron causa comun co~ Lws XIV -el
similar le había significado a Inglaterra. Sólo Venecia en el siglo XVI e más fuerte rival del poder británíco- contra ,los Paises BaJOS Y en
Inglaterra a partir del reino de Enrique VIII fueron capaces de hacer apoyo de las políticas antifrancesas de Guillermo III. Con _la guerra de
del equilibrio del poder entre otras naciones la base de sus respectivas la sucesión española, este patrón fue elevado a la categona de dogma,
políticas externas, a través del empleo de los tres métodos antes men-
cionados. separadamente o en fonna conjunta.- 14 Papiers d'Etat du Cardinal de Granvelle, P~!s, .1943, vcü. IV, pág. 121. .
La idea surge por primera vez con referencia a los venecianos en 1s Eugeno Albéri, Le Relazioni degli Ambasciaton Venet1 al Senato, sene l,
una carta que en 1553 dirige la reina Maria de Hungría al embajador Florencia, 1862, vol. ll, págs. 287 Y 464. d v· t
16 William Canden Annales of the Hi.story of the Most Renowned an te o-
rious Princess ElizabeÍh . .Late Queen of. England, Londres. 1635, pág. 196.
240 Limitaciones al poder nacional Los métodos del equilibrio del poder 241

especialmente en Inglaterra. Aplicado a siempre nuevas combinaciones gobernantes o naciones; sólo se ocupa del más fuerte o del tirano
de poder, permaneció indiscutible hasta que los liberales manchesteria- potencialmente dominante. Por lo tanto, no debemos temer la
nos de la segunda mitad del siglo XIX propugnaron un completo y per- acusación de ser pro franceses a antigermanos. Si las circunstan-
manente alejamiento de los asuntos del continente europeo --esto es, cias cambiaran, podríamos ser igualmente pro-germanos y anti
franceses. Seguimos una ley de política pública y no un mero expe-
aislacionismo- como principio de la política exterior británica. Como diente dictado por circunstancias accidentales, por gustos o disgus-
la tradición y práctica de la diplomacia británica, esta variedad de equi- tos o por cualquier otro sentimiento.18
librio de poder parece haber desaparecido sólo en años recientes con
la declinación de Inglaterra y el crecimiento del poder de norteameri-
canos y soviéticos.17 Cuando la tradición y la práctica estaban a punto
de desaparecer, sir Winston Churchill las resumió con mucha elocuen-
cia en un discurso a los miembros conservadores del Comité de Asuntos
Exteriores en marzo de 1936:

Por cuatrocientos años la poi.ítica exterior de Inglaterra ha consis-


tido en oponerse a las potencias más fuertes, más agresivas y más
dominantes del continente y, particularmente, en evitar que los Paí-
ses Bajos cayeran en manos de tales potencias. Vistos con la perspec-
tiva de la historia, estos cuatro siglos de consistente unidad de pro-
pósitos, en medio de tantos. cambios de nombres y hechos, de
circ;mstancias y condiciones, deben colocarse como uno de los epi-
sod10s más notables en los anales de--cualquier raza, nación, estado
o pueblo. Más aún, en todas las ocasiones Inglaterra tomó el camino
más difícil. Frente a Felipe II de España, contra Luis XIV, bajo
el reinado de Guillermo III y Malborough, contra Napoleón, contra
Guillermo II de Alemania, en todos estos casos hubiera sido más
fácil -y mucho más tentador- unirse al más fuerte para luego
compartir los frutos de sus conquistas. Sin embargo, siempre se
eligió el camino más duro, uniéndose a las potencias menos fuer-
tes. realizando combinaciones con ellas para así derrotar y frustrar
al tirano militar del continente cualquiera que fuese, independien-
temente de la nación que condujera. Así preservamos la libertad de
Europa, protegimos el crecimiento de sus sociedades vigorosas y
variadas, y emergimos de cuatro terribles guerras con fama creciente,
con un imperio cada vez más amplio y con la independencia de los
Países Bajos debidamente asegurada. Es ésta la maravillosa y no
deliberada tradición de la política exterior británica. Todos nuestros
pensamientos descansan hoy en ·esa tradición. No conozco nada que
haya ocurrido capaz de alterar o debilitar la justicia. la sabiduría,
el valor y la prudencia con los que actuaron nuestros antecesores.
No conozco nada que haya ocurrido en la naturaleza humana capaz
de alterar en un grado mínimo la validez de sus conclusiones. No
conozco nada que haya ocurrido en los campos militar, político, eco-
nómico o científico que me haga sentir que somos menos capaces.
No conozco nada que me haga pensar que no debemos, o que no
podemos, continuar por el mismo camino. Me aventuro a formular
ante ustedes estas propuestas generales porque me parece que si son
aceptadas todo lo demás se vuelve mucho más sencillo.
Observen que la política de Inglaterra no toma en cuenta qué
nación es la que procura el predominio en Europa. La cuestión no
consiste en si es España. la monarquía francesa, el imperio francés
el imperio alemán o el régimen de Hitler. No tiene nada que ver con
ta Winston S. Churchill, The Second War World, .vol. I, The Gatheting Storm,
11 Sobre este tema, véase el análisis detallado ·que fl~ en el capítulo 21. Houghton Mifflln Co., Eoston, 1948, págs. 207-08. Reproducido con autorización.
626 El problema de la paz

un combate. La persuasión, por lo tanto, es equivalente a un ardid, el


compromiso significa traición y la amenaza del empleo de la fuerza
significa la guerra.
D:'lda la i:a~eza de las relaciones de poder entre Estados Unidos y
la Uru~n Soviética, y dado el estado de ánimo con que estas dos super-
potencias conllevan .sus relaciones mutuas, la diplomacia cuenta con
escaso campo de acción y tiende a convertirse en obsoleta. Bajo tales
condiciones morales y políticas no es la mentalidad sensitiva, ·fleXible
32
y versátil del diplomático, la que guía el destino de las naciones, sino
la mentalidad rígida, implacable y tozuda del cruzado. La mentalidad
del cruzado ignora la persuasión y el compromiso; sólo conoce la vic-
toria o la derrota. El Futuro de la Diplomacia
, . El fan~tismo m_oralista q\le se _!:la inyectado en el manejo de la po-
lítica extenor podría hacer peligrar los intereses nacionales, racional-
mente comprendidos, de las naciones bajo cualquier circunstancia Las
guer;as de religión de los siglos XVI y XVIII, las guerras napoleónicas en
el siglo XVIII, la guerra fría que siguíó a la segunda guerra mundial, ¿COMO PUEDE REVITALIZARSE LA DIPLOMACIA?
son casos característicos. El fanatismo se ha convertido en algo. parti-
cular;m~nte absurdo y autodestructivo en nuestra época. Este periodo La revitalización de la diplomacia requiere la eliminación de los facto-
se distín~~ de los p.recedentes por la Ili!tesidad que existe de una res --o de algunas de sus consecuencias, al menos- c;msantes de la
reformulacion de los mtereses nacionales más que en términos exclu- decadencia de las prácticas tradicfonales de la diplomacia. A este res-
sivos. Tradicionalmente, y aún hoy en una medida considerable, la sa- pecto la prioridad corresponde al descrédito en que ha caído la diplo-
tisfacción de ios intereses nacionales de A equivale a la insatisfacción macia y su consecuencia: la diplomacia mediante procedimientos par-
de los intereses nacionales de B. Por lo tanto, los intereses nacionales lamentarios. En tanto que este descrédito sea únicamente ei resultado
de A pueden ser promovidos sólo bajo el riesgo de un conflicto .con B. del .descrédito de la .política del poder, lo que hemos dicho acerca de
El moderno desarrollo tecnológico ha traído consigo un cambio funda- este último debería ser suficiente para aquél.I La diplomacia, indepen•..
men_taI en este tipo de relaciones. Siempre ha ocurrido, en un ·grado dientemente de que pueda parecer a muchos un oficio poco atractivo
m~mo, que determinados intereses nacionales de A no podian conse- moralmente, no es más que un síntoma de la lucha por el poder entre las
~se ~ás que a expensas de B; pero, aunque parezca paradójico, su naciones soberanas, quienes tratan de mantener relaciones pacíficas y
satisfacción también beneficiaba a B. Tomemos, como ejemplos espec- ordenadas entre· ellas. Si hubiera alguna forma para desterrar la lucha
taculares, el control del poder pacífico del átomo, la no proliferación por el poder en el escenario internacional, la diplomacia desaparecería.
d~ ~ma~ nucleares, la supresión de la guerra nuclear, la producción y Si el orden, la anarquía, la paz y la guerra no fuesen asuntos que les
distribución de los recursos naturales tecnológicamente esenciales. la incumbieran a las naciones del mundo, ellas podrían prescindir de la
adecuada producción y distribución de alimentos el control del creci- diplomacia, prepararse para la guerra y esperar lo mejor. Si las nacio-
miento poblacional, la. preservación del medio n~tural. La satisfacción nes que son soberanas, que son supremas dentro de sus territorios
d~ los intereses n~;ionales de A es, antes que nada:, posible sólo me- sin superior alguno, desean preservar la paz y el orden en sus relacio-
diante la cooperac1on con B y, en segundo lugar, los beneficios de A no nes, deben tratar de persuadir, negociar y ejercer presión la una sobre
dependen de las desventajas de B sino de los beneficios que éste haya la otra. Es decir, deben comprometerse a cultivar y confiar en los pro-
logrado. En otras palabras, los intereses nacionales de A sólo pueden cedimientos diplomáticos.
s~r alcanzados mediante la satisfacción simultánea de los intereses na- La nueva diplomacia parlamentaria no es un sustituto para estos
c10nales de B. A fin de satisfacerlos, ellos deben trascender la exclusi- procedimientos. Por el contrario, tiende a agravar más que a mitigar
vidad de A y aceptar los intereses de B. los conflictos internacionales y deja la perspectiva de la paz más oscu-
. De esta suerte, la diplomacia tiene aquí una nueva tarea en la crea- recida que iluminada. Tres cualidades esenciales de la nueva diplomacia
ci;Jn Y el sostenimiento de nuevas instituciones y procedimientos a tra- son las causantes de estos desdichados resultados: su publicidad, sus
ves de los cuales se puede acceqer a nuevos intereses comunes. Si la votos mayoritarios y s.u atomización de los problemas internacionales.
tarea se ~ciera su: es:peranzas y la guerra fuese in~vitable, este libro po-
drí~ t~rmmar ~qw. S1 .la guerré1. no es inevitable, las condiciones para
revitalizar la diplomacia y promover su funcionamiento exitoso al ser-
vicio de la paz merecen ser consideradas. '' 1 Véase el capitulo 3, apartado "Depreciación del poder político".
628 El problema de la paz
El futuro de la diplomacia 629

tningún propietario con el inquilino; ninguna institución de alta ense-


El vicio de la publicidad ñanza con su personal. Ningún candidato a un puesto oficial negociará
en público con sus fiadores, ningún funcionario estatal con sus colegas,
Muchas de, las confusiones reinantes en la cuestión del problema de ningún político con sus correligionarios. Luego, ¿cómo podemos espe-
rar que las naciones estén en posición y gustosas de actuar en__ una for-
la diplomacia secreta resultan del fracaso en distinguir dos aspectos
ma que rechazaría cualquier individuo?
distintos del problema: entre "pactos abiertos" y "pactos a los que se
llega abiertamente"; entre publicidad para los resultados de las .nego- La situación de inferioridad en que se pondrían las naciones que
ciaciones diplomáticas y publicidad para las negociaciones diplomáti- publicitaran sus negociaciones se vería incrementada por el hecho de
cas. Ciertamente que revelar los resultados de las negociaciones diplo- que la audiencia testigo de ellas abarca no sólo un limitado numero de las
máticas es un requisito de los principios de la diplomacia. ya que sin partes interesadas sino de todo el mundo. Más específicamente, los res-
ello no puede haber un control democrático de la política exterior: sin pectivos gobiernos negocian bajo la atenta mirada de sus propios pue-
embargo, la publicidad para)as negociaciones en sí mismas no es re- blos y, especialmente en los casos en que son gobiernos elegidos demo-
querida por la democracia y va en ~contra de las demandas del sentido cráticamente, a la vista de la oposición. Ningún gobierno que desea
común; precisamente. con tan sólo un poco del sentido común que se permanecer en el poder o simplemente mantener el respeto de su pue-
deriva de la experiencia cotidiana se puede comprender que es impo- blo, puede permitirse dar a publicidad parte de lo que ha declarado en un
sible negociar en público sobre cualquier cuestión en la que estén inte- principio como justo y necesario, retractarse de una posición sostenida
resadas partes ajenas a las negociadoras. ¡;'.sta imposibilidad deriva de originalmente aceptar al menos la justicia parcial de Jos reclamos de
la naturaleza misma de la negociación y dél contexto social en el cual la otra parte. Héroes, y no tratantes de caballos. son Jos ídolos de la
generalmente se desenvuelven las negociaciones. opinión pública. Esta. aunque teme a la guerra, exige a sus agentes
Es una característica común a todas las negociaciones que se im- diplomáticos que actúen como héroes y que no cedan ante el enemigo,
cian con un máximum de demandas por ambas partes, las que luego se incluso bajo el riesgo de la guerra. y estigmatiza como débiles y trai-
van reduciendo a medida que tiene lugar el proceso de persuasión, dores a quienes se doblegan. aunque sea parcialmente, en bien de
regateo y presiones, hasta hallarse todos en un nivel inferior a aquel de li:. paz.
que habían partido. La gracia salvadora de las negociaciones es el re- Además, la diplomacia tradicional solía llevar a cabo sus tran-
sultado que satisface las demandas de los litigantes, cuando menos has- sacciones. en nada comprometían al ·orador o cuanto mucho sólo en
ta cierto punto. y que tiende a estrechar los vínculos de amistad entre a sus propósitos. En aquel tiempo. los fines de la diplomacia apun-
ambos mediante el acuerdo alcanzado. el que demuestra la existencia taban a promover con moderación los intereses. nacionales y dejar
de intereses idénticos o complementarios que obran como lazos de el camino expedito para un compromiso en la forma de un acuerdo
unión. {Por otra parte, el proceso que conduce al resultado final mues- negociado. Palabras mesuradas y frases formales, usuales en esas tran-
tra a las partes desempeñando papeles que, de seguro, preferirían no sacciones, en nada comprometíac al orador o cuanto mucho solo en
fueran recordados por sus compañeros. Hay espectáculos más edifi- aquello que él estaba dispuesto a admitir como válido. Estas frases y
cantes que la fanfarronería, la jactancia, el regateo y el engaño, la ver- formalidades son vacías, o en todo caso vagas, en cuanto a su significado
dadera debilidad y la fuerza pretendida. los cuales se condicen con una y por lo tanto son pasibles a cualquier clase de interpretaciones qué
subasta de caballos en la que se trata de alcru1zar un buen precio. iPu- apoyen la política o acuerdo que fuere y que parezca finalmente ven-
blicitar tales negociaciones es algo casi equivalente a destruir, o perju- tajoso. También son corteses y, por consiguiente. facilitan que aquellos
dicar cuando menos, la posición de ambas partes en cualquier nego- que las utilizan puedan entenderse entre sí sin tener en cuenta la gra-
ciación futura en la que puedan verse comprometidas. vedad de los problemas que puedan separar a sus naciones. En suma.
No sólo sus posiciones para negociar se verían afectadas; su status son el instrumento perfecto del negociador sutil. cauteloso, moderado
social, su prestigio y su poderío deberán enfrentarse a daños irrepa- y conciliador.
rables si se publicitaran estas negociaciones, descubriendo sus debili-
dades y desenmascarando sus pretensiones. Los competidores en la La diplomacia pública y sus patrocinadores sólo pueden sentir des-
obtención de los beneficios que buscan los contendientes, se aprovecha- precio por semejante instrumento, el cual suponen perteneciente a un
rán de lo que las negociaciones públicas les han revelado. Y lo harán tiempo pasado de tiesura aristocrática e indiferencia moral. Los cru-
no solamente en las negociaciones futuras con las respectivas partes zados del derecho -y es lo que se supone deben ser los nuevos diplo-
sino también en sus cálculos. planes y disposiciones, relativos a las po- máticos- no hablan de esta forma. Ubicados en un escenario con el
tencialidades y cualidades de todos los partícipes de la competencia. mundo como auditorio, ellos hablan más para ,el mundo que entre ellos.
Es por todas estas razones que ningún. .vendedor querrá llevar a Su objetivo no es el de persuadirse unos a otros de que podrían en-
cabo negociaciones públicas con- un comprador en un mercado libre; contrar un terreno común apropiado para llegar a un acuerdo, sino
convencer al mundo y en particular a sus propias naciones de que ellos
630 El problema de la paz El futuro de la diplomacia 631
J'.
están en lo justo y sus oponentes equivocados, y que siempre. perma- y de esta manera acrecentó el poderío político del bloque occidental.
necerán como los firmes defensores del derecho. y permitió que los países que apoyaban la acción de Naciones Unidas
NingÜn hombre que haya adoptado tal posición ante los atentos en Corea actuarm al unisono vis-a-vis al bloque soviético. Aparte de la
ojos y oídos del mundo puede llegar a un acuerdo a la vista del público contribución indirecta en términos del incremento del poder de una
sin parecer un bufón y un bellaco. Debe atenerse a su palabra y debe de las partes, la votación en nada contribuyó a una solución negociada
hacerlo rígidamente "por principio", la frase favorita de la diplomacia del problema coreano. La cuestión se dirimió en el campo de batalla
abierta, antes que llegar al compromiso o la negociación. Debe defender y mediante negociaciones diplomáticas entre Oriente y Occidente y no
la posición inicialmente asumida, tal como debe hacerlo la contraparte. en el recinto de la Asamblea General. La razón por la cual derrotar
Estando imposibilitadas ambas partes para retroceder o avanzar, sobre- a un oponente en un cuerpo deliberativo internacional carece de toda
viene un "falsa guerra" de posiciones. Ambos lados se oponen inflexi- utilidad e incluso puede llegar a ser un cometido perverso (aparte de
blemente entre sí, sabiendo cada uno que el otro no se moverá porque ser utilizado ocasionalmente para fortalecer a un grupo en particular),
no puede hacerlo. Para dar ante el público alguna apariencia de acti- se encuentra en la naturaleza misma de la sociedad internacional en
vidad se bombardean con pal¡ibras huecas que explotan ruidosamente contraposición a las sociedades nacionales.
y, como es de todos conocido, sin fograr ningún resultado. Es sólo en Cuando en el Congreso de Estados Unidos una minoría es derro-
la mutua vituperación en lo que coinciden las mentes de los delegados. tada mediante el voto, el problema se soluciona por el momento. Esto
Finalmente, cuando los delegados se separan, amargados y frustrados, puede hacerse por cuatro razones. las que se hallan ausentes del es-
ellos llegan indignadamente, sin embargo;-íí un acuerdo de alguna es- cenario internacional.
pecie al menos en un punto: la otra parte se ha encerrado en la pro-
paganda. Ciertamente que ambas partes tienen razón. 1. El voto mayoritario parlamentario es parte integral de un sis-
Esta degeneración de las relaciones diplomáticas en un encuentro tema de disposiciones para efectuar cambios pacíficos, cada uno de
propagandístico es, desde luego, la concomitancia inevitable de la pu- ellos capacitado para actuar como complemento, o en apoyo. o como
blicidad de la nueva díplomacia. No es sólo que una diplomacia con- correctivo de los demás, hallándose todos ellos limitados y coordinados
ducida públicamente sea incapaz de alcanzar o aun de negociar para por la Constitución. La minoría y la mayoría del Congreso forman
llegar a un acuerdo, sino que cada reunión pública deja a los problemas una sociedad integrada. Aparte de los cuerpos deliberativos que deciden
internacionales en peor estado del que se encontraban. Cada encuentro por mayoría de votos, la sociedad nacional ha creado una serie de
propagandístico fortalece la convicción de los diferentes delegados y mecanismos tales como el veto presidencial y la revisión judicial, me-
de sus naciones de que la razón está totalmente de su lado y de que diante los cuales el voto mayoritario puede ser dejado de lado y la
la otra parte está absolutamente equivocada. así como que la brecha minoría protegida contra el uso anticonstitucional y el empleo arbitrario
que los separa es demasiado profunda y ancha como para ser salvada del voto mayoritario. Detrás de una decisión mayoritaria, así como de
mediante los métodos tradicionales de la diplomacia. Mucha sabiduría la minoría derrotada, se encuentra el poder político y moral de la co-
había en la petición que hizo el Secretario General de las Naciones munidad nacional en su totalidad, preparado para hacer cumplir la
Unidas en su informe de .1956, y reelaborada en la de 1959. para "dar deci!lión de la mayoría y para proteger a la minorí..a en contra de la injus-
mayor énfasis a Naciones Unidas como instrumento para la negocia- tici?. y el abuso.
ción de acuerdos, distinto al simple debate de problemas".
2. Los arbitrios para llevar a cabo el cambio pacífico que operan
dentro de la comunidad nacional conceden a la minoría la oportunidad
El vicio de las decisiones mayoritarias de convertirse en mayoría en algún momento futuro. Esa oportunidad es
inherente al mecanismo de elecciones periódicas y a la dinámica
Al mal forjado por la conducta pública de la diplomacia se agrega el del proceso social, los cuales siempre producen nuevos realineamientos
intento de resolver los problemas mediante el voto mayoritario. En y distribuciones de poder. Esta dinámica también prevé que una mi-
la Asamblea General de Naciones Unidas este método ha devenido noría en una asamblea deliberativa no siempre continuará siendo
en el patrón por el cual cuanto menos las dos terceras partes de los minoría en todas aquellas cuestiones importantes para ella. Un grupo
miembros votantes tratan de doblegar a las restantes. Resulta obvio puede ser una minoría religiosa, derrotada en la votación de problemas
que este método de conducir los asuntos de la diplomacia no ha rea- de índole confesional. pero puede formar parte de la mayoría econó-
lizado ninguna contribución directa al arreglo pacifico de siquiera un mica que determina la legislación económica. y así en lo demás.'
solo problema importante. Basta ver los resultados; por ejemplo, el
3. La relación numérica entre la minoría y la mayoría es, por lo
bloque soviético fue derrotado una y otra vez en la cu~stión de Corea;
menos, una aproximación a l~ di~tribución real del. poder y los intereses
sin embargo, la votación de la Asamblea General fue importante en
la solución del problema sólo porque demostró la fortaleza del voto 2 Véase también Ja exposición sobre cambio pacífico: en el capitulo 26.
632 El problema de la paz El futuro de la diplomacia 633

de la población en su totalidad. Cuando la Cámara de Representantes blea General representa una fracción relativamente pequeña del poder
rechaza' un proyecto -digamos por 270 votos contra 60-- podemos total de la comunidad de naciones. Una mayoría abrumadora que esté
suponer que es seguro que sólo una relativamente pequeña minoría compuesta por todas las pequeñas naciones de Africa. Asia. Europa y
del pueblo norteamericano se siente identificada con la medida re- America Latina significa muy poco en términos de poder si se la com-
chazada. para con el voto individual de Estados Unidos o la Unión Soviética.
El derrotar frecuentemente a una minoría poderosa en un orga-
4. Mientras que en el Congreso cada voto cuenta individualmente, nismo deliberativo intern~cional ;puede que se~, un arma de valor en la
no es menos cierto que, políticamente hablando, todos los votos no guerra fría, pero no contnbuye a la preservac10n de la paz. pues la mi-
tienen el mismo peso. El voto negativo del presidente de un comité de noría no puede aceptar la decisión de la mayoría. y la mayona no puede
importancia, un industrial. un agricultor o un dirigente obrero con hacer cumplir su decisión sin llegar a la guerra. En el mejor de los
respecto a cierta legislación que afecta los intereses de respectivo grupo, casos, los procedimientos parlamentarios transferidos al es~enario in-
puede tener un valor preponderante sobre las consecuencias políticas, ternacional dejan las cosas tal como estaban: los problemas irresueltos
económicas o sociales que la mayoría deseaba que tuviera tal medida y las discusiones pendientes. En el peor de los casos, sin embargo. estos
legislativa. Con todo, aun el más poderoso voto individual. en el Con- procedimientos envenenan el ambiente internacional y agravan los con-
greso representa sólo una pequeña fracción del poder total del pueblo flictos que llevan las semillas de la guerra. Proporcionan a la mayona
norteamericano. ~ la oportunidad de humillar públicamente a la minoría tan frecuente-
Ninguno de estos cuatro factores que hacen posible la contribución mente como lo desee. Bajo la forma del veto, corolario del voto mayo-
del voto mayoritario en los procesos de cambio pacífico internos opera ritario en una sociedad de naciones soberanas, estos procedimientos
en la escena internacional. proporcionan a la minoría un arma con la cual pueden obstruir la vo-
luntad de la mayoría e impedir el pleno funcionamiento del organismo
l. El voto mayoritario es el único mecanismo existente, dentro del internacional. Ni la mayoría ni la minoría necesitan autolimitarse para
marco de Naciones Unidas, para el cambio pacífico obligatorio. No percatarse de su responsabilidad ante la organización internacional o
hay ninguna constitución. ni veto presidencial, ni apelación judicial ante la humanidad. puesto que sea cual fuere el lado en que vote, en
obligatoria. ni declaración de derechos que impongan limitaciones sus- favor o en contra, no puede influir en el curso de los acontecimientos.
tanciales y de procedimiento sobre la mayoría y que protejan a la Si un grupo de naciones soberanas se dedica a derrotar habitualmente
minoría contra la injusticia y el abuso. Tampoco hay una comunidad a otro grupo de Estados soberanos mediante el voto. se verá complicado
que imponga cortapisas morales sobre la mayoría y la minoría. como en un juego pueril que no puede llevar a cabo nada en favor del arreglo
tampoco la hay para obligar a una minoría recalcitrante a cumplir con pacífico de los conflictos internacionales, pero, que más adelante puede
la decisión de la mayoría. La mayoría puede derrotar a la minoría tantas conducir a la humanidad por el camino de la guerra.
veces como quiera y en las cuestiones que prefiera, y la minoría puede
protegerse mediante el veto y su poder en contra de cualquier decisión
mayoritaria que quiera anular. El vicio de la fragmentación
2. Una minoría en Estados Unidos se halla en pos1c1on, en par- La decisión por voto mayoritario implica el tercero de los vicios que
ticular bajo las condiciones políticas actuales, de convertirse en una obstaculizan la revitalización de las prácticas de la diplomacia tradi·
minoría permanente. Por la misma razón, su status minoritario puede cional: la fragmentación de los problemas internacionales. Por su natu·
extenderse a aquellas cuestiones de mayor importancia. El doble sis- raleza misma, el voto mayoritario se ciñe a un caso aislado. Los hechos
tema de bloques que domina la política mundial contemporánea -mo- vitales que deben resolverse mediante decisiones mayoritarias son
dificado por la posición· independiente de China y el Tercer Mundo- separados artificialmente de los hechos que los preceden, acompañan
conduce a alineaciones permanentes a cada lado de la división. La y siguen, v son transformados en "casos" legales· o en "problemas"
tensión existente entre los dos bloques transforma a la mayoría de políticos q~e deben ser resueltos como tales por la decisión mayoritaria.
las cuestiones en problemas políticos. Cuando tales cuestiones llegan Este procedimiento no es necesariamente nocivo en la esfera interna:
a la instancia del voto, los adherentes a los dos bloques probablemente aquí la decisión mayoritaria de un cuerpo deliberativo opera dentro
se dividirán a lo largo de la línea que separa a los bloques. del contexto de un intrincado sistema de mecanismos para el cambio
pacífico. complementándose. apoyándose y cor¡trolándose uno a otro,
3. La relación numérica entre una minoría y una mayoría de dos según lo requiera la situación, pero en todo caso a tono unos con otr~s
tercios en la Asamblea General no se co:r:responde, obviamente. con en cierta medida, dando así a las decisiones ind~viduales coherencia
la distribución real del poder e intereses ·entre los miembros de Na- una con otra y con el sistema social en su totalidad.
ciones Unidas, ni el voto de los miembros más poderosos de la Asam- En la esfera internacional no existe tal sistema de factores inte-
634 El problema de /a paz El futuro de /a diplomacia 635

granees. En consecuencia, sería particularmente inadecuado tomar un Las conferencias políticas especiales del período de la postguerra
"ca.So" o "problema" uno después de otro y tratar de ponerles fin han repetido el patrón de fragmentación fijado por la Liga de Naciones.
mediante una sucesión de votaciones mayoritarias. Un caso o problema Estas conferencias han tratado, por ejemplo, los problemas de Corea,
tal como el del Medio Oriente o el de Berlín tiene siempre una fase la unificación de Alemania ó el desarme, pero en ninguna de ellas se
particular y es la manifestación de una situación mucho mayor. Tal ha enfrentado el problema del cual todos estos casos son fases par-
caso o problema está enraizado en el pasado histórico y extiende sus ticulares y manifestaciones, y de cuya solución depende el arreglo de
ramificaciones más allá de la actualidad y hacia el futuro. Nuestro esos casos: el problema de las relaciones, a nivel superior, entre la
análisis de las relaciones entre las disputas y las tensiones nos ha dado Unión Soviética y Estados Unidos. Desde el momento en que no estaban
un fudicio acerca de las relaciones que existen entre el fenómeno super- dispuestos a enfrentarse con el problema fundamental de la política
ficial de los conflictos internacionales y aquellos grandes e indefinidos internacional, ya no estaban capacitados para solucionar ninguno de
problemas que se hallan soterrados muy por debajo de la superficie los problemas particulares sobre los que concentraron su atención.
de los acontecimientos diarios de la vida internacional.3 Tratar estos Este fracaso de la diplomacia contemporánea, incluso para llegar
casos y problemas tal como se presentan, y tratar de ponerles fin de a ver el problema de cuya solución depende el mantenimiento de la
acuerdo con el derecho interµacional o la conveniencia política, es ma~ paz. sin tan siquiera tratar de resolverlo, es el resultado inevitable
nejar el fenómeno superficial y défar los problemas fundamentales sin de los métodos que ha empleado. Una diplomacia que en vez de usar
ser tomados en consideración ni ser resueltos. La Liga de Naciones términos conciliatorios con su contraparte se dirige al mundo de manera
cayó victima de este vicio y Naciones Unidas no ha tenido en cuenta propagandística; que en vez de negociar con el acuerdo como objetivo
esta experiencia de su antecesora. se esfuerza por obtener el triunfo. vulgar de las futiles decisiones ma-
Por ejemplo, no cabe duda de que la Liga de Naciones estaba en yoritarias y de los vetos obstruccionistas, que en lugar de enfrentarse al
lo justo. según el derncho internacional. al expulsar de sus filas a la problema fundamental se satisface en la manipulación de los asuntos
Unión Soviética en 1939 debido a su ataque contra Finlandia. Pero los secundarios; una diplomacia semejante es más un riesgo que una ven-
problemas militares y políticos con que la Unión Soviética confrontaba taja en la causa de la paz.
al mundo no se iniciaron con su ataque a Finlandia ni finalizaron allí; · Estos tres vicios esenciales de la dipiomacia contemporánea se ven
fue la ignorancia de la Liga la que le hizo pretender que tal era el agravados por el mal uso que se hace de los modernos medios de comu-
caso y la que le hizo resolver el problema bajo tal pretensión. La his- nicación. La conquista del tiempo y el espacia por parte de la tecnología
toria ha demostrado la imprudencia de la determinación de la Liga, moderna ha reducido inevitablemente la importancia de la 'represen-
pues fue sólo la negativa de Suecia de permitir que tropas británicas tación diplomática. Sin embargo, no ha hecho necesaria de ninguna
y francesas atravesaran su territorio a fin de acudir en ayuda de Fin- manera la confusión de funciones entre el ministerio de Relaciones
landia, lo que libró a Gran Bretaña y Francia de hallarse en guerra con Exteriores y la representación diplomática, tan característica de Ja
Alemania y la Unión Soviética al mismo tiempo. Siempre que la Liga diplomacia contemporánea. Un secretario de Estado o un ministro
de Naciones trataba de resolver situaciones políticas presentadas como del Exterior se hallan físicamente capacitados para mantener una conver-
problemas legales, podía manejarlos como casos aislados de acuerdo sación con cualquier capital extranjera en unos pocos minutos mediante
con las reglas aplicables del derecho internacional y no como fases las comunicaciones modernas, y llegar a ella en unos pocos días cuando
particulares de una situación política ubicada en un nivel más alto, mucho. Es así como se ha incrementado la tendencia de que los hom-
lo que requería una solución en ese nivel para ajustarse a las reglas bres responsables de la conducción de los asuntos exteriores asuman
del arte de la política. Por lo tanto. los problemas políticos nunca el papel· de embajadores itinerantes. corriendo de una conferencia a
fueron resueltos -sólo poco más o menos que agitados y finalmente otra, deteniéndose momentáneamente en su ministerio entre conferen-
encarpetados- conforme con las reglas del juego legal. cias y empleando su tiempo allí en la preparación de la próxima reunión.
Lo que fue cierto para la Liga de Naciones ha· resultado ser cierto Los hombres que se supone son el cerebro de la diplomacia, su nervío
también para Naciones Unidas. Al allegarse a muchos de los problemas motor. cumplen más bien con las funciones de nervio terminal. En
presentados ante sus organismos políticos. Naciones Unidas se ha man- consecuencia se crea un vacío en el centro; no hay nadie que enfrente
tenido apegada a la tradición establecida por la Sociedad de Naciones. los problemas mayores de la política internacional y vea los problemas
Estos casos han proporcionado varias oportunidades para su ejercicio particulares como fases y manifestaciones de un todo. En lugar de ello,
mediante procedimientos parlamentarios y esa chicanería que tan fre- cada especialista del ministerio del Exterior trata sólo con los problemas
cuentemente se le ha reprochado a la diplomacia tradicional, pero sólo particulares pertenecientes a su especialidad. y la fragmentación en la
en raras ocasiones ha intentado enfrentarse a .los problemas políticos, conducción de los asuntos exteriores, a la que ya se prestan las técnicas
de los cuales estas situaciones son sus. manifestaciones particulares. de la diplomacia contemporánea, se ¡¡grava considerablemente por la
carencia de un director superior de los asuntos exteriores.
J Véase el capitulo 25, segundo apartado.
636 El problema de la paz El futuro de Ja diplomacia 637

LA PROMESA DE LA DIPLOMACIA: Cuatro reglas fundamentales


SUS NUEVE REGLAS 4
La diplomacia debe despojarse de su espíritu de cruzada
La diplomacia podría revivir si se apartara de estos vicios, que en años
recientes casi han destruido su utilidad, y si restaurase las técnicas Esta es la primera de las reglas que la diplomacia puede olvidar
que han dominado las relaciones mutuas entre las naciones· · desde sólo a riesgo de guerra. Para decirlo en palabras de William Graham
tiempo inmemorial. Pero aun si hiciera esto, la diplomacia habría cum- Summer:
plido con sólo una de las precondiciones necesarias para la preser-
vación de la paz. La contribución de una diplomacia revitalizada a la
causa de la paz dependería de los métodos y propósitos de su empleo. Si deseas la guerra, procúrate una doctrina. Las doctrinas son los
El análisis de estos usos es fa última tarea que nos hemos fijado en tiranos más terribles a los que el hombre puede someterse, porque
las doctrinas se deslizan en la mente misma del hombre y lo vuelven
esta obra. en contra de sí. Los hombres civilizados han llevado a cabo sus más
Ya hemos formulado las cuatro tareas principales a las que una feroces batallas a causa de las doctrinas. La reconquista dei Santo
política exterior debe avocarse exitosamente para poder promover el Sepulcro. "el equilibrio de poder". "no un dominio universal", "el
interés nacional y preservar la paz. Sólo nos queda volver a formular comercio sigue a la bandera", "quien controla la tierra controlará
estas tareas a la luz de los problemas especiales con que la política el mar", "el trono y el altar", la revolución. la fe, estos son los ob-
mundial contemporánea se enfrenta a la diplomacia. Hemos visto que jetivos por los que los hombres han dado sus vidas. . . Cuando
el sistema bipolar, que es el elemento dominante y distintivo de la una doctrina llega a tal grado de autoridad, su nombre se convierte
política mundial contemporánea, lleva consigo potencialidades que pue- en una maza que cualquier demagogo puede esgrimir eµ contra tu-
i: den ser enormemente dañinas o sumamente provechosas. Hemos citado
ya en cualquier momento y por cualquier motivo. A fin de describir
una doctrina debemos acudir al lenguaje teológico. Una doctrina
al filósofo francés Fénelon en el sentido de que la oposición de dos es un artículo de fe. Es algo en lo que estás obligado a creer, no
naciones aproximadamente iguales constituye el sistema ideal para el porque tengas algunos fundamentos racionales para creer que es
1 :· equilibrio de poder. Hemos hallado que los resultados benéficos que verdadera, sino porque pertenece a cierta iglesia o grupo. . . Una
1
1 Fénelon esperaba del sistema bipolar han fracasado en lo que respecta política dentro de un Estado puede ser comprensible; por ejemplo,
¡.. ,
a la oposición existente entre Estados Unidos y la Unión Soviética.5 fue política de Estados Unidos a fines del siglo XVIII conseguir la
libre navegación por el Mississipi hasta su desembocadura, aun
Por último, vimos la causa principal de este amenazante aspecto a riesgo de llegar a una guerra con España. Esta política era justa
de la política mundial contemporánea en el. carác.ter de la ~erra. mo- y tenía razón de ser; estaba fundada en nuestros intereses; tenía
derna, que ha cambiado profundamente baJO el unpacto de1 nac10na- una forma precisa y un propósito definido. Una doctrina es un
lismo universalista y la moderna tecnologia. Los efectos de la tecnologia principio abstracto; es necesariamente absoluta en su esfera de
moderna no pueden desvirtuarse. La única variable que perma:iece acción y abstrusa en sus términos; es una afirmación metafísica.
sujeta a manipulación deliberada es la nueva fuerza moral del univer- Nunca es verdadera porque es absoluta. y los asuntos de los hom-
salismo nacionalista. El intento de revertir la tendencia hacia la guerra bres son condicionados y relativos en su totalidad . . . Ahora, vol-
viendo a la política, piensa en la abominación de lo que puede ser
mediante las técnicas de una diplomacia revitalizada debe ponerse en una doctrina abstracta dentro del arte de gobernar. Cualquier po-
marcha con este fenómeno. Esto significa, en términos negativos. que lítico o editor puede, en cualquier momento, ponerle una nueva
una diplomacia revitalizada tendrá una oportunidad para preserv~r. }ª extensión. El pueblo asiente ante la doctrina y la aplaude porque
paz sólo cuando no sea utilizada como el instrumento de una rehg10n oye repetirla a políticos y editores, y políticos y editores la repiten
política encaminada a lograr la dominación universal. porque piensan que es popular. Y así sigue creciendo ... Puede
significar algo. o nada. en cualquier momento, y nadie sabe qué
saldrá de ello. Estás de acuerdo con ella en este momento, dentro
de los vagos límites en los que supones que está; por lo tanto.
tendrás que aprobarla mañana cuando el mismo título se utilice
·para cubrir algo de lo cual nunca has oído o pensado. Si permites
que una frase política llamativa siga adelante y crezca, algún día
despertarás y la encontrarás instalada sobre tí, árbitro de tu des-
• De modo alguno pretendemos establecer una lista exhaustiva de las normas tino contra el cual te sentirás impotente, tal como los hombres
diplomáticas. Nos proponemos examinar solamente aquéllas que parecen tener una están indefensos ante las decepciones, .. ¡Qué puede ser más opuesto
especial relación con la situación contemporánea. al buen gobierno y al sentido común que el proponer una afir-
s Véase el capítulo 21, último apartado. mación abstracta que no tiene relación precisa con nuestros ínte-
El futuro de la diplomacia 639
638 El problema de la paz
macia defensora de la paz. Sólo entonces la diplomacia tendrá la opor-
reses ahora en juego, pero que contiene numerosas ppsibilidades tunidad de enfrentarse a los problemas políticos concretos que re-
de producir complicaciones que no podemos prever, de momento,
pero que con toda seguridad nos pondrán en aprietos cuando quieren de una solución pacífica. Si los objetivos de la política exterior
surjan! 6 no deben definirse en términos de una religión política que abarque
a todo el mundo, ¿cómo deben definirse? Este es el problema funda-
En el comienzo mismo de la historia colonial, este conflicto entre mental que depe resolverse una vez que las aspiraciones de los cruzados
el interés propio y el espíritu de cruzado fue claramente advertido, y del universali$mo nacionalista hayan sido descartadas.
decidido en favor del primero, por John Winthrop, e! primer gobernador
de Massachusetts. Según las palabras del profesor Edmund S. Margan:
Winthrop tuvo muchas más ocasiones para advertir cómo la bea- Los obíetivos de la política exterior deben definirse en ténninos
tería extinguía la tolerancia. También cómo impedía a los hombres del interés nacional, y deben ser apoyados con el poder adecuado
que viesen las realidades. Sabía..._que la economia de Nueva Ingla-
terra dependía del mundp exterior y su corazón se alborozaba cada Esta es la segunda regla de una diplomacia defensora de la paz. El
vez que una embarcación chapoteaba rumbo a Bastan para llevar interés nacional de una nación amante de la paz sólo puede definirse
bacalao a los mercados de Nueva Inglaterra, donde los idólatras
católicos romanos pagaban un buen dinero por él. También sabía en términos de seguridad nacional, y ésta, a su vez, debe ser definida
lo que un buen ministro de Relaciones Exteriores debe saber: que corno la integridad del territorio nacional y sus instituciones.• Luego.
esa celosa probidad ponía en peligro su comunidad cuando pro- la seguridad nacional es el mínimum irreductible que la diplomacia
ducía un ciego e indiscriminado desafio a Jos males circundantes. debe defender con poder suficiente sin comprometerse. Pero la diplo-
Así. cuando sus colegas se negaban a ayudar a Rhode Island que macia debe estar siempre alerta ante la transformación radical a que
luchaba contra los indios, señaló que esto era un error en la política ha sido sometida la seguridad nacional· bajo el impacto de la era ató-
del Estado, porque aunque aquellos se encontraran "desesperada-
mente equivocados y en una confusión tal que sólo podría aca- mica. Hasta el advenimiento de ésta. una nación podía usar su diplo-
rrearles la ruina, si los indios lograban dominarlos", esa derrota macia para comprar su seguridad a expensas de otra nación. Hoy en
signíficaria una gran ventaja para los indios y un peligro para todo día, a menos que haya un cambio radical en el equilib~o de poder
e! país, por las armas que se perderían, por la pérdida de vidas atómico en favor de una nación en particular, la diplomacia debe ha-
humanas, de ganado y de.,otras sustancias pertenecientes a alre- cerlas seguras a todas si desea salvaguardar a una sola de la destrucción
dedor de 120 familias. O si se veían obligados a procurar protección
holandesa. que estaría lista a ser concedida, esto seria un gran atómica. Con el interés nacional definido en términos tan restrictivos
inconveniente para todos los ingleses, que tendrían una parte tan y trascendentales, la diplomacia debe observar la tercera regla.
considerable del territorio en manos de extranjeros tan poderosos
como los holandeses.1
Las guerras de religión nos han mostrado que el intento de imponer La diplomacia debe observar el escenario político desde
una religión, como la única y verdadera, sobre el resto del mundo, es el punto de vista de las otras naciones
un empeño tan fútil como costoso. Fue necesaria una centuria de derra-
mamiento de sangre casi sin precedentes en la historia, devastación y "Nada es tan fatal para una nación como una autoparcialidad extrema
barbarie, para convencer a los contendientes de que las dos religiones y la falta absoluta de consideración de lo que los otros naturalmente
podían convivir en mutua tolerancia. Las dos religiones políticas de esperan o temen".9 ¿Cuáles son los intereses nacionales de otras na-
hoy en día han tomado el lugar de las dos grandes denominaciones ciones en términos de seguridad nacional, y son ellos compatibles con
crstianas de los siglos XVI yxvrr. ¿Necesitarán las religiones políticas los propios? La definición del interés nacional en términos de la segu-
de nuestro tiempo la lección de la guerra de Treinta Años, o se librarán ridad nacional es mucho más sencilla. y los intereses de las dos naciones
a tiempo ellas mismas de sus aspiraciones universalistas que acabarán en oposición serán compatibles más probablemente en un sistema bipo-
inevitablemente en una guerra sin fin? lar que en cualquier otro sistema de equilibrio de poder. El sistema bi-
De la respuesta a esta pregunta depende la causa de la paz. Sólo polar. como hemos visto. es el más inseguro de todos desde el ·punto de
si se la contesta afirmativamente puede desarrollarse un consenso moral vista de la paz; cuando ambos bloques se hallan en estado competitivo
que surja de convicciones compartidas y valores comunes; un consenso en todo el mundo, y su ambición es inflamada por el fervor del cruzado
moral dentro 'del cual tendrá oportunidad de desarrollarse una diplo-
' Para un examen más extenso de estos relevantes problemas. véase el ca-
6 "War", Essays of William Graham Summer, · Yale University Press, New pítulo 24. . . .
Haven, 1934, vol. I, págs. 169 y siguientes. 9 Edmund Burke, "Remarks on the Policy of the Allies w1~ Respect to
1 Edmund S. Margan, Tlze Puntan Dilemma: The Story of John Winthrop, France" (1793l. Works. Little, Brown & Co., Bastan 1889, vol. IV. pag. 447.
Llttle, Brown & Co., Bastan, 1958, págs. 189-90.
640 El problema de la paz El futuro de la diplomacía 641

de una misión universal ... "La vecindad. o aproximación de la situación. pia sin absorber estas regiones a la órbita del oponente. Para ejecutar
convierte a las naciones en enemigos naturales". 10 estas tareas no existe una fórmula establecida lista para su aplicación
Sin embargo. una vez que han definido sus intereses nacionales en automática. Sólo a través de un continuo proceso de adaptación, apo-
términos de seguridad nacional. pueden retroceder de sus posiciones ex- yado por la firmeza y la autolimitación, puede llegar a concretarse un
teriores ubicadas en las proximidades de la esfera de seguridad nacio- compromiso acordado sobre problemas de tipo secundario. Sin embargo.
nal de la otra parte y retirarse a sus respectivas esferas. autolimitandose es posible indicar a priori qué formas de acercamiento facilitarán o en-
cada una a su órbita. Esas posiciones exteriores no agregan nada a la torpecerán el éxito de las políticas de compromiso.
seguridad nacional; más bien son una carga, posiciones que no pueden Antes que nada. debemos destacar hasta qué grado el éxito del
mantenerse en caso de guerra. Cada bloque estará más seguro cuanto compromiso -es decir. el acatamiento a la cuarta regla- depende del
más dilatada sea la distancia que separa ambas esferas de seguridad acatamiento a las otras tres reglas, las que a su vez son interdepen-
nacional. Cada oponente puede trazar una línea muy distante una de dientes. Así corno el cumplimiento de la segunda regla depende de la
la otra. dejando bien claro que alcanzarla o incluso aproximársele sig- realización de la primera, así la tercera debe esperar que la anterior se
nificará la guerra. ¿Qué ocurrirá entonces con el espacio interpuesto cumpla para llegar a su propia realización. Una nación sólo puede adop-
entre ambas _lfoeas de derri.arcac~~n? En este punto se aplica la cuarta tar un punto de vista racional en lo que concierne a sus intereses nacio-
regla de la diplomacia. nales después que haya logrado separarse del espiritu del cruzado en
un credo político. Un Estado puede considerar los intereses nacionales
de la otra parte con objetividad sólo después de haberse asegurado en
Las naciones deben estar dispuestas a negociar en todas lo que considera sus propios intereses nacionales. Un compromiso so-
aquellas cuestiones que no les son vitales bre cualquier problema, por ínfimo que éste sea, será imposible de
alcanzar en tanto ambas partes no estén seguras de sus intereses nacio-
Más allá de todo beneficio y usufructo humano, de cualquier virtud nales. De esta manera, los Estados no pueden esperar cumplir con la
o acción prudente. todos los gobiernos se fundan en el compromiso cuarta regla si no se hallan dispuestos a cumplir con las tres preceden-
y en el trueque. Equilibramos inconvenientes, damos y recibimos, tes. Tanto la moralidad como la prudencia requieren el cumplimiento
resignamos ciertos derechos para disfrutifr de otros y optamos por de estas cuatro reglas fundamentales.
ser más bien ciudadanos felices antes que agudos querellantes. Del El cumplimiento hace posible el compromiso, pero no asegura su
mismo modo en que debemos resignar cierta libertad natural para éxito. Para contraer un compromiso, hecho posible a través del cumpli-
gozar de las ventajas civiles, así debemos sacrificar ciertas liberta- miento de las tres primeras reglas, y tener una oportunidad de alcanzar
des civiles en favor de las ventajas que se derivan de la comunión el éxito, otras cinco reglas deben tenerse en cuenta.
y pertenencia a un gran imperio. Pero, como en toda transaccíón
limpia, lo comprado debe mantener alguna proporción con lo paga-
do. Nadie entregaría la preciada joya de su alma.u Cinco prerrequisitos del compromiso
Renunciar al amparo de derechos sin valor por la sustancia
Aquí la diplomacia se encuentra con su tarea más difícil. Para las men- de una ventaja real
tes no obnubiladas por el ardor del cruzado en pro de una religión po-
lítica y capaces de contemplar objetivamente los intereses en ambos Una diplomacia que piensa en términos legalistas y propagandísticos se
bandos. la delimitación de estos intereses vitales no parecería ser tarea halla particularmente tentada a insistir en la fraseología de la ley, como
muy ardua. Llegar a un compromiso sobre problemas secundarios es un en su interpretación propia, y expuesta a perder de vista las consecuen-
asunto diferente. Aquí la tarea radica no en separar y definir los inte- cias que dicha ínsistencia puede tener para su propia nación y para la
reses que por su misma naturaleza tienden hacia la separación y la humanidad. Puesto que hay derechos que defender, esta clase de diplo-
definición, sino en mantener en equilibrio los intereses que se tocan macia piensa que el problema no puede solucionarse mediante un com-
en muchos puntos y que pueden estar entrelazados de manera tal que promiso. Sin embargo, la opción que enfrenta el diplomático no es
sea imposible separarlos. En una labor inmensa permitir a la otra parte entre legalidad e ilegalidad sino entre sabiduría política y desatino po-
ejercer cierta influencia en esos espacios intermedios sin dejar que lítico. "El problema para mí -dijo Edmund Burke- no radica en s1
sean absorbidos dentro de la órbita de la parte opuesta. Tarea no menos usted tiene derecho para mantener a su pueblo en esa situación misera-
vasta es la de mantener la influencia de la otra parte -tan pequeña ble, sino en saber sí no tiene interés en hacerlo feliz. No es lo que un
como sea posible- en las regiones cercanas a la zona de seguridad pro- abogado puede decirme que puedo hacer, sino lo que la humanidad. la
razón y la justicia me dicen que debo hacer". 12
10 The Federalist, Ne 6.
11 Edmund Burke, "Speech on the Conciliation with America". loe. cit., vol. 2. 12 "Speech on llie Conciliation with the Colonies" (1775). The Warks of Ed·
pág. 169. mund Bur/ce, Little, Brown & Co .. 1865, vol. 2, pág. 140.
642 El problema de la paz
El futuro de la diplomacia 643

de la guerra con Rusia y casi habían tenido éxito en impedir el estallido


bélico. Habían renunciado a su libertad de acción en favor de un aliado
No situarse nunca en una posición de la que no pueda retirarse débil que empleó su control sobre sus políticas en beneficio de sus pro-
sin pérdida de prestigio y desde la cual no se pueda avanzar sin pios fines.
grandes riesgos

La violación de esta regla es, a menudo, una resultante de ignorar la Las fuerzas armadas son el instrumento de la política
regla anterior. Una diplomacia que confunde el amparo del derecho exterior, no sus conductores
legal con la realidad de la ventaja política es probable que se encuentre
en una posición en la que puede tener el derecho legal pero sin que l= Una política exterior exitosa y pacífica no es posible si no se observa es-
proporcione ningún rédito político. En otras palabras, un Estado puede ta regla. Ninguna nación puede seguir una política de compromiso si los
identificarse con una posición a la que puede o no tener derecho, inde- militares determinan los fines y los medios de su política exterior. Las
pendientemente de sus consecuencias políticas. Y nuevamente se hace fuerzas armadas son instrumentos de guerra; Ja política exterior. un
difícil el compromiso. Una nació~ no puede retirarse de esa posición sin instrumez;t'.3 de paz: Es ver?a?- 9-ue los objetivos finales de la guerra y
incurrir en una seria pérdid,a de prestigio. No puede avanzar desde esa de la pohtica extenor son ident1cos: ambos sirven al interés nacional.
posición sin exponerse a riesgos políticos, quizás hasta el riesgo de la Sin embargo, ambos difieren fundamentalmente en sus objetivos inme·
guerra. Ese ímpetu desatinado para alcanzar posiciones insostenibles y, ~iatos. en los medi'.3s que emplean y en la manera de pensar que man-
más en particular, la terca negativa a desembarazarse de ellas a tiempo. tienen en el cumphmiento de sus respectivas tareas.
e~ el signo inequívoco de una diplomacia incompetente. Su ejemplo clá-
sico se halla en la política de Napoleón III en las visperas de la guerra El objetivo de la guerra es simple e incondicional: destruir la vo-
franco-prusiana de 1870 y en las políticas de Austria y Alemania poco luntad del enemigo. Sus métodos son igualmente simples e incondicio-
antes de iniciarse la primera guerra mundial. Un ejempio sobresaliente nales: dirigir la mayor cantidad de violencia posible sobre el sitio más
contemporáneo puede verse en el involucramiento norteamericano en vulnerable de las defensas del enemigo. Consecuentemente, el conduc-
Indochina. Estos ejemplos muestran también cuán estrechamente liga- tor militar debe pensar en términos absolutos. Vive en el presente y en
dos se hallan el riesgo de la guerra y la violación de esta regla. el futuro inmediato. El único problema ante él es cómo obtener victo-
rias de al manera más económica y rápida posible. y cómo evitar
la derrota.
No permitir jamás que un aliado débil tome El objetivo de la política exterior es relativo v condicional: doble-
decisiones por nosotros gar, no destruir la voluntad de la contraparte, tanto como sea necesario
a fin de salvaguardar sus propios intereses vitales sin dañar los del
Los Estados poderosos que olvidan las reglas precedentes son particu- oponente. Los métodos de la política exterior son relativos y condicio-
larmente susceptibles de violar la presente. Ellos pierden su libertad nales: no avanzar destruyendo los obstáculos que aparecen en el camino,
de acción al identificar completamente sus intereses nacionales con los sino retirarse ante ellos, rodearlos, maniobrar a su alrededor. ablan-
d~l aliado débil. Seguro como está del apoyo de su poderoso amigo. el
darles y disolverlos lentamente por medio de la persuasión, la negocia-
aliado débil puede elegir los objetivos y métodos que mejor le conven- ción y la presión. En consecuencia. la mentalidad del diplomático es
gan a su política exterior. La nación poderosa se encuentra entonces complicada y sutil. Observa el problema que debe manejar como un
con q1;1e ~ebe apoyar intereses que no son los suyos y que no son vitales momento en la historia, y más allá de la victoria del mañana anticipa
para el smo solamente para su aliado. las incalculables posibilidades del futuro. En palabras de Bolingbroke:
El ejemplo clásico de la violación de esta regla puede hallarse en el
;modo en que Turquía incitó a Gran Bretaña y Francia en vísperas de la Permítaseme decir solamente que la gloria de tomar ciudades y ganar
batallas debe medirse por la utilidad que resulta de tales victorias.
guerra de Crimea, en 1853. El Concierto de Europa había convenido vir- Victorias que dan honor a las armas pueden dar vergüenza a los
tualmente un compromiso que solucionaba el conflicto entre Rusia y principios de una nación. Ganar una batalla, tomar una ciudad. aca-
Turquía, cuando ésta. sabiendo que las potencias occidentales la apo- rrea a gloria de un general y de un ejército ... Pero la gloria de una
yarían en una guerra con Rusia. hizo todo lo que pudo por provocar esa nación está en proporción a los fines que se propone, a su interés
guerra, involucrando de esta manera. a Gran Bretaña y Francia en con- y a su poderío; a los medios que emplea. a los fines que se propone
tra de sus deseos. Fue así que Turquía llegó tan lejos como decidir el y al vigor con que ejerce ambos. 13
problema de la guerra o la paz por Gran Bretaña y Francia conforme
a sus propios intereses nacionales. Gran Bretaña y Francia tuvieron que
aceptar esa decisión pese a que sus intereses nacionales no requerían 13 Bolingbro/ce's Defence ot the Treaty of Utrecht, Cambridge University Press.
~932. pág. 95.
644 El problema de la paz El futtu-o de la diplomacia 645

Entregar la conducción de los asuntos exteriores a los militares equi- . El estadista, por lo tanto. está obligado a no entregarse a las pa-
vale, luego. a destruir las posibilidades de arribar a un compromiso y siones populares ni tampoco a despreciarlas. Debe mantener un pru-
ceder así al enemigo la causa de la paz. La mentalidad militarista sabe dente equilibrio entre su adaptación a ellas y la tarea de disciplinarlas
cómo operar entre los absolutos de la victoria y la derrota, pero nada para que apoyen su política. En una palabra, debe dirigir. Debe eje-
sabe de ese maniobrar p;ciente, intrincado y sutil de la diplomacia. cutar la mayor hazaña del liderazgo: ajustar sus velas a los vientos de
cuyo propósito principal es precisamente el evitar los absolutos de la la pasíón popular al tiempo que los utiliza para conducir la nave del
victoria y la derrota y hallar con el otro bando el terreno intermedio Estado hacia el puerto de una buena política exterior, siguiendo, sin
de un compromiso negociado. Una política exterior conducida .por mi- embargo, un curso indirecto y zigzagueante.
litares acordes con las reglas del arte militar sólo pueden concluir en la
guerra, puesto que "nos preparamos para aquello que obtendremos".14
Para las naciones conscientes de las potencialidades de la guerra CONCLUSION
moderna. la paz debe ser el objetivo de su política exterior. Esta debe
ser conducida de tal modo que haga posible la preservación de la paz El camino hacia la paz internacional que hemos esbozado no puede
y no lleve al estallido inevitable de la guerra. En una sociedad de Es- rivalizar en cualidades de inspiración con la sencma y fascinante fór-
tados soberanos la fuerza militar es un instrumento necesario de la mula que durante un siglo y medio ha avivado la imaginación de un
política exterior. Sin embargo,. tal instrumento no debe convertirse en mundo cansado de guerra. Hay algo de espectacular en la sencillez
el dirigente de la política extedor. Así como la guerra se libra a fin de radical de una fórmula que de un vistazo parece poner fin al problema
hacer posible la paz, también la política exterior debe tratar de hacer de la guerra de una vez por todas. Esta ha sido la promesa de solu-
posible que la paz sea permanente. Para el correcto desempeño de am- ciones tales como el libre comercio, el arbitraje, el desarme, la segu-
bas tareas es requisito indispensable la subordinación de las autoridades ridad colectiva, el socialismo universal, el gobierno internacional y el
militares ante las autoridades civiles, que son constitucionalmente res- Estado mundial. Al menos para el común de la gente, no hay nada
ponsables por la conducción de los asuntos exteriores. de espectacular, fascinante o inspirado en la tarea diplomática.
Ya hemos indicado, sin embargo, que estas soluciones. desde el
momento en que se enfrentan al problema concreto y no meramente
El gobierno es el conductor de la opinión a algunos de sus síntomas. presuponen la existencia de una sociedad
pública, no su esclavo internacional integrada que de hecho no existe. Para dar vida a tal
sociedad internacional y mantenerla viva. se requieren las técnicas aco-
Aquellos responsables por la conducción de la política exterior no es- modaticias de la diplomacia. Corno la integración de la sociedad interna
tarán suficientemente capacitados para cumplir con los precedentes y su paz no se desarrollan de manera nada espectacular, y pasan casí
principios de la diplomacia si no tienen presente de manera constante inadvertidas las operaciones diarias de las técnicas de acomodación
este último principio. Ya se ha señalado más arriba; y con todo detalle, 15 y carnbío. según el ideal último de la vida internacional --esto es, tras-
que los requisitos racionales de una buena política exterior no pueden cender a una sociedad supranacional- debe esperarse su concreción
contar desde un principio con el apoyo de la opinión pública, cuyas mediante la realización de las técnicas de persuasión, negociación y pre-
preferencias son más emocionales que racionales. Esto es particular- sión. que son los tradicionales instrumentos de la diplomacia.
mente verdadero en una política exterior cuya meta es el compromiso El lector que nos haya seguido hasta este punto podrá preguntarse:
y que, por lo tanto, debe acceder a algunos de los objetivos de la otra ¿Pero no ha fracasado la diplomacia en impedir la guerra en el pasa-
parte, y sacrificar algunos de los propios. Especialmente cuando la do? A esta justa pregunta pueden darse dos respuestas.
polfttica exterior es conducida bajo condiciones de control democrático La diplomacia ha fracasado muchas veces y ha alcanzado el éxíto
y está inspirada por el fervor de cruzado de una religión política, los
otras tantas. Ha fracasado en algunas ocasiones porque nadie deseaba
estadistas están siempre tentados a sacrificar los requerimientos de que triunfase. Hemos visto cuán diferentes en sus objetivos y en sus rné·
una buena política exterior a fin de obtener el aplauso de las masas.
tcdos tran las guerras limitadas del pasado con respecto a la guerra total
Por otra parte, el estadista que defendiera la integridad de estos de nuestro tiempo. Cuando la guerra era tenida corno la actividad nor-
requerimientos contra la más leve contaminación de la pasión popu- mal de los reyes, la tarea de la diplomacia no consistía en evitarla, sino
lar, sellaría él mismo su propia condena como dirigente político, y
en causarla en el momento propicio.
con ello la ruina de su política exterior, ya que perdería el apoyo popu- Por otra parte, cuando las naciones han empleado la diplomacia
lar que lo colocó y mantiene en el poder. con el propósito de evitar la guerra, a menudo han tenido éxito. El Con-
greso de Berlín de 1878 constituye un ejemplo sobresaliente del éxito
14 William Graham Summer, op. cit .. pág. 173.
15 Véase el capitulo 9, apartado "El problema del apoyo popular". de una diplomacia para evitar la guerra en tiempos modernos. Median-
646 El problema de la paz El futuro de la diplomacia 647

te los medios pacíficos de una diplomacia de ajuste, el Congreso solu- cional que cualquiera de sus contemporáneos: Sir Winston Churchill.
cior:ó, o por lo menos hizo factible la solución, de los problemas que Viendo con interés la escena contemporánea en su discurso a la Cá-
habian separado a Gran Bretaña y Rusia desde la conclusión de las mara de los Comunes el 23 de enero de 1948 y preguntándose a sí mis-
guerras napoleónicas. Durante la mayor parte del siglo XIX el contlicto mo: "¿Habrá guerra?", Churchill convocó a la paz mediante el acuerdo
entr~ Gr'.111 Bretaña y Rusia sobre los Balcanes, los Dardanelos y el --corno Jo ha hecho en casi cincuenta discursos desde que comenzó la
Mediterraneo Oriental pendían como una espada de Damocles sobre la guerra fria- cuando dijo:
paz del mundo. Sin embargo, durante los cincuenta años posteriores
a la. guerra de Crimea, aunque las hostilidades entre Gran Bretaña y Sólo me aventuré a decir que me parece que hay uf¡ peligro cierto si
Rusia ame~azaron con romperse una y otra vez, nunca se llegó a la seguimos divagando por más tiempo. Pienso que el mejor método
ruptura abierta. El principal crédito por la preservación de la paz debe para evitar la guerra consiste en poner las cartas sobre la mesa.
c~ncederse a las técnicas acomodaticias de una diplomacia que culmi- y lograr un acuerdo con los soviéticos antes de que sea demasiado
tarde. Quiero decir que las democracias de occidente. que natural-
no en el Congreso de Berlín. Cuando el Prinier Ministro británico Dis- mente tendrían que unificarse lo antes posible. deberían tomar la
rae~, regresó a Londres después del Congreso. declaró con orgull~ que iniciativa y plantear a la Unión Soviética el objetivo de llegar a
trara al hogar "paz ... con honor". En realidad, había traído la paz para un acuerdo.
las genera~iones siguientes también puesto que durante una centuria No es muy útil razonar con los comunistas. No obstante, es fac-
no ha habido guerra entre Gran Bretaña y Rusia. tible manejarse con ellos sobre bases honestas y realistas; mi ex-
Hemos reconocido. sin embargo, la situación precaria de la paz en periencia me dice que cumplirán la palabra empeñada mientras les
convenga, lo que en este terna tan grave podría significar mucho
una sociedad integrada por naciones soberanas. El éxito continuo de tiempo. siempre que se solucionen los problemas ...
la diplomacia en mantener la paz depende, como hemos visto. de las Es muy grave -y es todo lo que hoy voy a decir- dejar que
extr~o.rdinarias cualidades morales e intelectuales que todos los lideres los hechos se amontonen hasta que ocurra algo; porque ese algo
participantes deben poseer. Un error en 1a evaluación de uno de los siempre ocurre y ya no es manejable. .
elementos del poder nacional, cometido por uno u otro de los estadis- Considerando todos los hechos, me parece adecuado decir que
tas principales, puede significar la diferencia entre la paz y la guerra. el mejor método para evitar la guerra consiste en que las dem.ocra-
Lo mismo puede decirse de un accidente que eche a perder un provecto cias de occidente. en común acuerdo, decidan enfrentar al gobierno
o un cálculo de poder.16 - soviético a través de procedimientos diplomáticos formales, con
todo su secreto y gravedad, hasta llegar a un acuerdo perdurable.
· La diplomacia es el mejor medio para mantener la paz que nos Esto satisfaría los intereses de todos. Pero también debo recono-
ofrece ~8: sociedad de naciones soberanas, pero, y especialmente bajo cer que este procedimiento tampoco garantizaría totalmente la ~rra­
las condiciones de la política mundial contemporánea y de la guerra dicación de la guerra. Pero al menos proporcionaría la oportunidad
~oderna, aún no es suficiente. Sólo cuando las naciones hayan subor- de salir con vida de ella.11
dmad? a una autoridad superior los medios de destrucción que la tec-
nologra moderna ha puesto en sus manos --cuando hayan cedido su
s?beranía:- la P::Z internacional podrá ser tan segura como la domés-
tica. La diplomacia puede hacer de la paz algo más seguro que la actual
v el ~stado mundial podría hacer la paz más segura si las naciones
cumplieran con las reglas de la diplomacia. Sin embargo, como no
puede haber paz permanente sin un Estado mundial. no puede haber
un Estad~ mundial sin. los procesos diplomáticos para preservar la paz
Y constrwr esa comumdad. Para que el Estado mundial sea algo más
q~e una ?scura visión, deben revitalizarse los procesos de ajuste de la
diplomacia, mitigando y minimizando conflictos. Cualquiera que sea
nuestra concepción del estado final de los asuntos internacionales, todos
los hombres de buena voluntad pueden unirse en el reconocimiento de
esa necesidad y en la demanda de que se cumpla.
. Si s~ necesitara una autoridad para apoyar el concepto de la paz
mternac1onal presentado en estas páginas, puede encontrarse en el con-
sejo qel hombre que ha cometido menos errores en la política interna-

16, Véase el capitulo 10, apartado "El carácter absoluto del poder", y el capitulo 17 Parliamentary Debates (Hansard), House of Commons. vol. 446, N• 48.
14, pnmer apartado. págs. 562·63.

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