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Lo que vive el país ante la violencia de género

Para iniciar hablar sobre el tema se entiende como La violencia de género al tipo de violencia física
o psicológica ejercida contra cualquier persona o grupo de personas sobre la base de su
orientación o identidad sexual, sexo o género que impacta de manera negativa en su identidad y
bienestar social, físico, psicológico o económico.

Para hablar de ello es necesario hacer mención que como seres humanos y guatemaltecos vivimos
y crecemos con principios morales que surgen dentro de nuestra comunidad específica, así como
también de pensamientos religiosos que dominan muchas áreas de la vida en nuestras sociedades.

Si bien sabemos la violencia de género en nuestra actualidad se ha dado con mayor realce en
mujeres por ejemplo como una manifestación de subordinación y control de la vida y cuerpo de
las mujeres en cierta parte porque el guatemalteco a lo largo de las generaciones se ha crecido y
convivido con una cultura patriarcal se entiende este como patriarcado a toda forma de
organización social cuya autoridad se reserva exclusivamente al hombre o sexo masculino. En una
estructura social patriarcal, la mujer no asume liderazgo político, ni autoridad moral, ni privilegio
social ni control sobre la propiedad, así como una cultura conservadora y un sistema frágil de
seguridad y respuestas judiciales que generan impunidad. Hasta la fecha no se han visto acciones
para detener dichas agresiones, así como también los niños y las niñas son víctimas de la misma.

Pensamientos y principios que como seres humanos debemos de tomar o analizar si los deseamos
en nuestro día a día lastimosamente muchas veces tenemos que acatar estas por aceptación al
grupo que pertenecemos, pero seamos seres reales y hagamos de ello un motor para ser libres en
diferentes ámbitos como lo es la orientación o identidad sexual, las diferentes formas de pensar y
vestir, las diferentes posturas siempre y cuando no dañemos a terceros.

No olvidando también que la libertad llevara consigo siempre el otro lado de la moneda que nos
hace entender que los dogmas o la estrecha moral que desarrollamos o desarrollan cierto grupo
de personas en ciertas situaciones no los lleva a la plena libertad o felicidad sino más bien a ser
agresores en este sentido de alguna persona o ver como enemigo a toda persona que tenga una
orientación sexual opuesta.

Por ello como humanos y personas éticas reflexionemos sobre las acciones humanas de la
sociedad, no estamos acostumbrados a los cambios, creemos que los dogmas que imponen ciertas
sociedades son las mejores porque así nos lo dicen, aunque hasta hoy no sabemos que es lo
mejor, y más bien vivimos con el miedo del que dirán, seamos empáticos más humanos, que
nuestro sistema de valores discierne entre lo bueno y malo para así optar al que más se ajuste a
nuestra forma de ver el mundo, no porque él decide eso yo también, quizá se puede tomar
impulso de ello para desarrollar mis acciones y ser una mejor versión.

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