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Aplicabilidad de la Seguridad Humana en una Estrategia de Seguridad Nacional del Perú.

Introducción
Los conceptos de seguridad multidimensional, seguridad humana y amenazas emergentes se
interrelacionan de manera permanente y han existido siempre en el mundo; estos conceptos han
comenzado a tomar forma o relevancia en un determinado momento durante las ultimas dos
décadas, dándose a conocer oficialmente en la Declaración de Seguridad de las Américas realizada
en México en el año 2003. Los diferentes países del mundo y de la región tienen sus propias
formas de entender y solucionar los problemas de seguridad que afectan interna y externamente a
sus países. En el caso del América del Sur, se puede apreciar una clara deficiencia en el desarrollo
del Proceso de Consolidación del Estado (PCE)1 en la mayoría de los países, lo cual genera una
idea equivoca del concepto de seguridad (Securitización) y por ende un mayor empleo de las
Fuerzas Armadas (Militarización) (Chillier y Freeman, 2005). El caso del Perú, requiere una mirada
crítica, ya que su realidad no necesariamente es la realidad de la región y mucho menos la del
mundo; en vista de que existe una forma particular de actuar en aspectos de seguridad,
particularmente en el caso de la seguridad humana. El concepto de Seguridad Humana se remonta
inmediatamente después de la II Guerra Mundial con la creación de las ONU en 1948, ligándose
directamente a dos componentes fundamentales: La libertad respecto del miedo y la libertad
respecto de la necesidad; esto fue como consecuencia de los millones de muertos civiles después
de la guerra producto de daños colaterales. Actualmente el Perú tiene su propio enfoque y manera
de ver la Seguridad Humana, habiendo empleado principalmente estrategias de protección y
asistencialismo a la persona humana, con apoyo capital de sus Fuerzas Armadas.
En el presente ensayo se analiza como el Estado Peruano conceptualiza y aplica dentro de su
Política de Seguridad y Defensa Nacional el enfoque de Seguridad Humana. Esto nos lleva a la
tesis de que es necesario que los diferentes estamentos y niveles del Estado, así como los órganos
responsables por el diseño de la Estrategia de Seguridad Nacional en el Perú, formulen una
adecuada estrategia, revisen y actualicen los conceptos, así como los diferentes modos o métodos
de como se esta contribuyendo a la seguridad humana en nuestro país.

Conceptualización de la Seguridad Humana en el Perú


El Estado Peruano conceptualiza la seguridad humana basado en diferentes leyes y normativas
vigentes. Según la Constitución Política del Perú (1993) “La defensa de la persona humana y el
respeto de su dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado” (p.1). La Política Nº 9
(Seguridad Nacional) del Acuerdo Nacional del 2002, se enfoca principalmente en el Estado como
actor principal de la seguridad nacional. Sin embargo, en el Segundo Eje Temático (Equidad y
Justicia Social), da una aproximación a la seguridad humana, a través de diferentes políticas que se
aplican en la persona humana (Acuerdo Nacional, 2002). El plan Bicentenario (2011) nota que “La
sociedad peruana no tiene una adecuada conciencia de la seguridad y considera a la defensa como
una tarea exclusiva de las FFAA. Asimismo, cree que la defensa nacional no es prioritaria y no ve
con claridad la relación existente entre la defensa y el desarrollo” (p. 120). La SEDENA (2015),
destaca que la seguridad humana “consiste en proteger, de las amenazas y riesgos, la esencia vital
de todas las vidas humanas, de forma tal que se realcen las libertades humanas y la plena
realización del ser humano en un clima de paz y tranquilidad” (p. 55). El Libro Blanco de la Defensa
Nacional (2017) nota que el concepto de seguridad humana “pone de relieve la universalidad y la
interdependencia de un conjunto de derechos que son fundamentales para la vida humana: el
derecho a una vida libre del temor y la miseria y el derecho a una vida digna” (p.31). La Política de
Seguridad y Defensa Nacional del 2017, en su objetivo Nº 3 el cual está relacionado al Desarrollo
Humano; lineamiento Nº 1, hace notar que se debe “Reducir las brechas de desigualdad
fomentando e impulsando con un enfoque de seguridad humana que todas las personas tengan

1
Nivel de desarrollo de un Estado respecto del funcionamiento efectivo de sus principales instituciones
democráticas y del nivel de respaldo que dichas instituciones tienen en la ciudadanía.
igualdad de oportunidades para desarrollarse, focalizando la intervención en áreas criticas, zonas
vulnerables y de difícil acceso” (El Peruano, 2017, p.27).
Como se puede apreciar, actualmente en el Perú se dispone de una Política de Seguridad y
Defensa Nacional del año 2017, careciendo de una Estrategia de Seguridad Nacional, que norme
de manera mas detallada las responsabilidades para contribuir a la seguridad nacional. Asimismo,
el concepto de “Seguridad Humana” en el Perú ha evolucionado desde inicios del siglo XXI, sin
embargo, no existe una estandarización de conceptos y de enfoque en las diferentes normativas
legales que abarcan la seguridad nacional. Igualmente, no se dispone de una Estrategia de
Seguridad Humana que tenga un enfoque integral y sistémico, donde se den lineamientos
específicos a los diferentes participantes del Estado, particularmente a las FFAA (limite de la
participación), las cuales han sido empleadas históricamente de manera aislada, como un
salvavidas temporal a las crisis presentadas en un determinado momento. Por lo general cuando se
habla de Seguridad Nacional en el Perú, se tiene la equívoca idea de que esto se relaciona al
empleo de las Fuerzas Armadas para solucionar una determinada crisis o problema (acciones
cívicas, apoyo al desarrollo, apoyo a desastres naturales, etc).

Aplicabilidad de la Seguridad Humana en el Perú


En la practica, para contribuir a la Seguridad Humana el Estado Peruano ha empleado
históricamente a sus Fuerzas Armadas y organismos púbicos, a través de una “Estrategia de
Protección”, es decir aplicando medidas descendentes (arriba hacia abajo) para ayudar a las
personas en situaciones, como: Desastres naturales, crisis financieras, conflictos, amenazas
internas, otros (PNUD, 2011). Como ejemplos podemos mencionar: Terremoto de Pisco en el 2007,
los constantes apoyos a la población durante el fenómeno del Niño en los años 1998 y 2017, apoyo
a las heladas y friaje en las regiones vulnerables de la Sierra (Puno, Cusco, Apurímac,
Huancavelica, Junín, entre otros), apoyo al desarrollo a través de organismos y entidades publicas
y privadas en la frontera y áreas vulnerables (UMAR, Plataformas Itinerantes de Acción Social,
Tambos, etc); apoyo al control interno en la pandemia COVID-19. Si bien es cierto se puede decir
que estas actividades mencionadas reflejan un interés por parte del Estado para mejorar las
dimensiones de la seguridad humana, hay que tener presente que no han sido elaboradas de
manera integral y sistémica, por lo contrario, se está llegando a un punto de “militarización” en la
seguridad nacional y seguridad pública. Por otro lado, se puede destacar un reducido empleo de
una “Estrategia de Empoderamiento” por parte del Estado, o sea, estableciendo acciones
ascendentes (abajo hacia arriba), para impulsar el desarrollo de las capacidades de las personas y
poblados, a fin de que diseñen y ejecuten las soluciones necesarias para su seguridad humana y la
de otras personas (PNUD, 2011). En esta ultima estrategia el Estado aplicó diferentes programas
sociales de ayuda alimentaria, salud, económica a las personas de pobreza extrema. Asimismo, la
participación de las FFAA no ha sido ajena a esta estrategia, ya que ha sido empleada en acciones
de apoyo al desarrollo y acciones cívicas en determinadas áreas vulnerables y por periodos
limitados, lo cual no forma parte de una solución holística, preventiva y sostenible en el tiempo.
Un aspecto muy importante a resaltar y que esta relacionado directamente a la seguridad
humana, es que el Proceso de Consolidación del Estado (PCE) Peruano esta aun en desarrollo, en
vista que no ha afianzado completamente su institucionalidad y su estructura de poder para
alcanzar sus objetivos como Estado-Nación y satisfacer las principales necesidades para el
desarrollo humano y seguridad de sus ciudadanos (Griffiths, 2008). Otro aspecto fundamental, es el
rol de la inteligencia estratégica en el Perú, en vista que el órgano rector, en este caso la Dirección
Nacional de Inteligencia (DINI), debe realizar un análisis de la realidad, amenazas existentes y
amenazas emergentes para construir escenarios futuros; a fin de poder afrontarlos de manera
prospectiva y proactiva y no de manera momentánea. En su Plan de Inteligencia Nacional del 2016,
la DINI no consideró una pandemia como el COVID 19, como una potencial amenaza al Estado
Peruano, lo cual evidencia una deficiencia de enfoque prospectivo (MINDEF, 2017). La situación
actual que se vive por el COVID-19, nos sirve para evidenciar que se encuentra definido claramente
un procedimiento o protocolo, que defina quien es el responsable de afrontar de manera integral y
sistémica una crisis que afecte a la seguridad humana.
Conclusiones
Uno de los primeros aspectos que se deben subsanar y mejorar la Seguridad Humana en el
Perú, obviamente en un largo plazo (mas allá del 2030), es el tema del Proceso de Consolidación
del Estado (PCE). Es una tarea muy difícil y compleja ya que las grandes potencias siempre van a
querer que los países subdesarrollados no consoliden sus Estados, a fin de poder manipularlos a
sus interese particulares. El PCE es el punto de partida para poder contribuir a una adecuada
seguridad multidimensional, enfocándose en el individuo, el Estado y la comunidad.
Si bien es cierto se cuenta con una Política de Seguridad y Defensa Nacional, es imperativo que
el Estado Peruano, defina una Estrategia de Seguridad Nacional (ESN), o sea, el “Como” se van a
ejecutar las diferentes tareas y acciones de los organismos e instituciones del Estado, pero siempre
bajo una perspectiva o enfoque de multidimensional. En esta ESN el Estado Peruano debe definir
que tipo de Fuerza Armada requiere, para que la quiere y como la va a financiar; esto reduciría
considerablemente el aspecto de la “Securitización” y “Militarización”, ya que al tener definido
claramente que van a hacer las FFAA, se evitaría su excesivo empleo en tareas subsidiarias que no
le corresponden (orden interno, orden publico, seguridad ciudadana, narcotráfico, entre otros). En
situaciones de crisis es vital la unidad de comando, es por eso que cuando el Estado Peruano
formule su ESN, debe considerar un solo responsable que se encargue de administrar y comandar
la crisis. Un ejemplo a tomar sería el modelo establecido por Chile a través de la Oficina Nacional
del Ministerio del Interior (ONEMI), el cual designa un Jefe de la Defensa Nacional para administrar
una crisis.
A fin de contribuir a la Seguridad Humana, el Estado Peruano debe emplear una “Estrategia
mixta”, es decir que tenga medidas de carácter de protección y empoderamiento, lo cual ayudaría a
la formación de una identidad colectiva en la población, fortalecimiento de las instituciones
competentes del Estado y empoderamiento de las comunidades. Esto debe ir de la mano con una
adecuada coordinación con los organismos supranacionales como el Instituto Interamericano de
Derechos Humanos (IIDH), el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Fondo
Fiduciario de Seguridad Humana de las Naciones Unidas (UNTFHS, por sus siglas en inglés), los
cuales vienen ejecutando proyectos de Desarrollo y promoción del concepto de seguridad humana
en América Latina, a fin de promover a nivel internacional el desarrollo humano.

Bibliografía
ACUERDO NACIONAL (2002). Politicas del Acuerdo Nacional. Lima, Perú.
CEPLAN (2011). Plan Bicentenario: El Perú hacia el 2021. Lima, Perú.
Chillier. G, Freeman, L (2005). El nuevo concepto de la seguridad hemisferica: Una Amenaza en
potencia. Washington, DC. EEUU.
Constitución Política del Perú (1993). Lima. Perú.
EL PERUANO (2017). Politica de Seguridad y Defensa Nacional. Lima, Perú.
Griffiths, J (2008). Seguridad en Latinoamérica: Una mirada crítica desde Chile. UNISCI Discussion
Papers, No 18. Santiago, Chile.
MINDEF PERÚ (2017). Libro Blanco de la Defensa Nacional. Lima, Perú.
MINDEF PERÚ (2017). Directiva General Nº 05 -2017-MINDEF-SG-VPD-DIGEPE-DIPPED:
Planeamiento Estrategico en el sector Defensa. Lima, Perú.

OEA (2003). Declaración sobre seguridad en las Américas. Mexico.


PROGRAMA DE NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO (PNUD) (2011). El enfoque de la
seguridad humana desde tres estudios de caso. Instituto Interamericano de Derechos
Humanos, PNUD. San José, Costa Rica.
SEDENA (2015). Doctrina de Seguridad y Defensa Nacional. Lima, Perú.

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