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Curiosidades de la física

por Jean-Michel Courty y Édouard Kierlik


Jean-Michel Courty y Édouard Kierlik
son profesores de física en la Universidad
Pierre y Marie Curie de París.

Aires de flauta
La inestabilidad de una corriente de aire puede resultar muy útil: de ella depende la
Ç߸lø``ž¹³lx§丳žl¸x³¹ßD³¸äā‹DøîDä

P ara emitir una nota, un trompetista


hace vibrar sus labios; un clarinetis-
ta, una lengüeta de caña, y un violinista,
cuyos trabajos contribuyeron a demostrar
que el chasquido de un látigo es, en rea-
lidad, un estallido supersónico. Sus expe-
ñala la formación de turbulencias. Cuan-
do una corriente libre no produce más
que un ruido difuso, compuesto por una
kdWYk[hZW$F[he´gkƒeYkhh[YedÑWkj_i- h_c[djeiZ['/(+fki_[hedZ[cWd_Ð[ije multitud de frecuencias sonoras, el bisel
tas y organistas? Nada se mueve aquí: ni que el sonido solo aparece si la velocidad las selecciona y transforma ese ruido en
en el interior del instrumento ni en la del chorro rebasa cierto umbral. Cuando kdied_ZeZ[\h[Yk[dY_WX_[dZ[Ðd_ZW$
boca del músico. Sin embargo, ello no im- su velocidad aumenta, la frecuencia de las Imaginemos un chorro de aire que co-
pide que de ellos emane una melodía. ¿Se oscilaciones debería crecer poco a poco. mienza deslizándose por debajo del bi-
debe ese prodigio al tubo que poseen ór- Sin embargo, el sonido que percibimos sel. A su paso, captura aire antes inmóvil
]WdeioÑWkjWi5;d[bi_]beĎÿĎ, el físico experimenta una brusca subida de tono. y, como ocurre con un chorro libre some-
alemán Carl Friedrich Sondhausson de- ¿Por qué? tido a una perturbación, se crea un remo-
mostró que no: el sonido nace de la vibra- En 1894, Lord Rayleigh demostró que lino que envía aire hacia atrás, hacia el
ción de un chorro de aire que interaccio- un chorro de aire es, en esencia, un fenó- eh_ÐY_eZ[bgk[cWdŒ[bY^ehhe$7bbb[]Wh"
na con un obstáculo con forma de bisel. meno inestable: la menor perturbación se esa perturbación eleva el chorro y lo em-
Wcfb_ÐYWZ[cWd[hW[nfed[dY_Wb[dbW puja hacia el lado opuesto del bisel, tras
El bisel no hiende el aire dirección de la propagación hasta conver- lo cual la situación se invierte y el proce-
´GkƒeYkhh[Yed[bW_h[[dkdWÑWkjWZkb- tirlo en turbulento y arremolinado. Eso so se repite. En consecuencia, el chorro
ce? Al principio, el músico sopla por una sucede incluso cuando la corriente inicial comienza a oscilar a un lado y otro del
hendidura que se introduce en el instru- [n^_X[kdÑk`eh[]kbWh$FWhWWfh[Y_Whbe" bisel de manera periódica.
mento en forma de canal. De este brota un basta con colocarse ante el conducto de ¿Cuál es el período máximo de esa os-
chorro de aire de un centímetro y medio descarga de una piscina y observar lo que cilación? Este se hallará determinado por
Z[bWh]eockoÐdeZ[behZ[dZ[kdc_b‡- eYkhh[Yed[bY^ehheZ[W]kW$;dkdWÑWk- el tiempo que necesita el remolino para
metro), similar al que se obtiene al apretar jW"[bhk_ZeWieY_WZeWbW_h[_dikÑWZei[- _hZ[bX_i[b"ZedZ[\k[Yh[WZe"Wbeh_ÐY_e0
el extremo de una manga de riego. Tras
unos milímetros de propagación libre, el
chorro topa con un bisel.
Podría pensarse que el bisel hiende en Canal Bisel
dos el chorro de aire. Sin embargo, imá-
genes tomadas a partir de una mezcla de
Boquilla Tubo
humo y aire muestran que eso no ocurre.
El chorro mantiene su integridad y, cual
lengüeta vibrante, ejecuta oscilaciones
verticales que le hacen pasar de un lado
a otro de la arista del bisel. Ese proceso
va acompañado de la formación de remo-
linos, por lo que parte de la energía del
chorro se encuentra en forma de ondas
acústicas. Estas se perciben como un so-
nido cuya altura se corresponde con la
frecuencia de las oscilaciones del chorro
a un lado y otro del bisel.
Un fenómeno similar se da en situa-
ciones más familiares, como el silbido
BRUNO VACARO (ilustraciones)

del viento en las líneas de alta tensión, o Una flauta o el tubo de un órgano carecen de piezas móviles. El sonido se produce
el sonido que se produce al soplar sobre el por la acción de una arista maciza, aquí un bisel, sobre el chorro de aire insuflado.
canto de una hoja de papel. Uno de los Esa interacción provoca la oscilación del chorro de aire a un lado y otro del bisel. Las
precursores en el estudio del «sonido de frecuencias de esa oscilación quedan determinadas en gran medida por las propieda-
bisel» fue el abate Carrière de Toulouse, des del tubo.

88 INVESTIGACIÓN Y CIENCIA, julio 2012


Chorro de aire
cia de unos 1000 hercios, perfectamente Pero ¿oímos el sonido de bisel cuando
audible. kdÑWkj_ijW[`[YkjWkdWc[beZ‡W5FWhW[b
aire que se encuentra en el interior del
Remolino
El chorro juega al yoyó tubo, el chorro desempeña el mismo pa-
El razonamiento anterior nos ha permiti- pel que la lengüeta en un clarinete. En una
do calcular el período máximo, correspon- ÑWkjW"i_d[cXWh]e"[i[bjkXeh[iedWZeh
diente a la frecuencia mínima. Ahora bien, [bgk[ceZ_ÐYWbWi\h[Yk[dY_WiZ[eiY_bW-
A la salida del canal, el chorro de aire el retorno del remolino seguirá estando en ción de la lámina de aire. Ello se debe a
no es hendido por el bisel, sino desvia- fase con la oscilación vertical del chorro de que induce un mecanismo de retroacción
do hacia un lado u otro de la arista. aire también si este vibra tres, cinco o cual- más potente que el retorno de los remoli-
Además, se produce una perturbación quier número impar de veces más rápido nos al que hacíamos referencia más arriba.
en la corriente. Si la velocidad del chorro [iZ[Y_h"i_[cfh[gk[[bY^ehhe[`[Ykj[" No en vano, la propagación del sonido en
rebasa un cierto umbral, aparece un además de la semioscilación, un número el tubo supone un fenómeno puramente
remolino que arrastra parte del aire que entero de ciclos durante el trayecto del acústico, el cual engendra unos campos de
sigue. Ello empuja el chorro de aire en la remolino). Por tanto, para una determina- presión bastante más intensos que los mo-
dirección vertical y lo fuerza a cambiar da velocidad del chorro de aire, las fre- vimientos hidrodinámicos del remolino.
de lado con respecto al bisel. cuencias posibles ascienden a múltiplos
impares de la frecuencia fundamental. El tubo impone su ley
en efecto, el chorro de aire, que se halla De entre todas las frecuencias posi- ;bjedeZ[bied_Zegk[ZWÐ`WZefehbWZk-
al comienzo de su fase descendente en el bles, la preferida por el sistema queda ración de un trayecto de ida y vuelta de la
momento en que se forma el remolino, determinada por el grado de inestabilidad onda acústica a lo largo del tubo. Imagi-
comenzará a ascender cuando el remolino del chorro. Cada pasada de la lámina de d[ceikdWb|c_dWZ[W_h[gk[Ñko[XW`e
lo alcance y lo empuje hacia arriba. Este aire a la altura del bisel crea un remolino. el bisel y consideremos su presión. A la
proceso se corresponde con un semipe- Por tanto, el número de estos aumentará altura del bisel, la lámina genera una so-
ríodo de oscilación, un tiempo aproxima- a medida que lo haga la frecuencia. Cuan- brepresión que se propagará por el tubo.
damente igual a la distancia que media Ze[bÑWkj_ijW_dikÑWW_h[WcWoehl[beY_- Si el extremo de este se encuentra abierto,
[djh[[beh_ÐY_eo[bX_i[bZ_l_Z_ZWfehbW dad, crece la inestabilidad de la corriente YeceeYkhh[[dkdWÑWkjW"bWfh[i_ŒdWbb‡
velocidad inicial del chorro de aire. Con y, con ella, la frecuencia de la oscilación. será constante e igual a la atmosférica. Por
una separación de cinco milímetros y una Ello induce un salto brusco de una fre- tanto, dicho extremo actuará como un es-
velocidad del chorro igual a diez metros cuencia a la siguiente, lo que provoca las f[`e0bWieXh[fh[i_Œdi[h[Ñ[`Wh|fWhY_Wb-
por segundo, obtendríamos una frecuen- discontinuidades en el tono. mente en forma de una depresión que se
propagará en sentido contrario y retorna-
h|^WY_W[bf_Ye$;iWZ[fh[i_ŒdWcfb_ÐYWh|
a Sobrepresión el movimiento de la lámina de aire si su
llegada a la altura del bisel coincide con
un período de oscilación: en tal caso, la
lámina de aire se verá aspirada hacia aba-
jo en el mismo momento en que se dispo-
d[WÑk_hXW`e[bX_i[b$
En esa geometría simple, la frecuencia
b obtenida asciende al doble de la longitud
del tubo dividida por la velocidad del so-
nido. Dicha frecuencia puede resultar
muy diferente de la frecuencia propia del
bisel. En la práctica, la obtención de un
sonido interesante y rico en armónicos
Depresión necesita no pocos ajustes: de la posición
c
del bisel con respecto al canal, la longitud
Z[bWiWX[hjkhWi"[jYƒj[hW$7Z[c|i"[bÑWk-
tista o el clarinetista también pueden
participar en los gallos: estos se producen
en los momentos en que la lámina de aire
ebWb[d]”[jW[iYWfWWbeiZ_YjWZeiZ[bW
acústica del tubo y vibra con su frecuencia
El tubo de la flauta hace de caja de resonancia y determina la frecuencia de las fundamental.
oscilaciones verticales del chorro de aire. El descenso del chorro crea una sobrepre-
sión que se propaga hacia la derecha (a). Al llegar al extremo de la flauta, donde PA R A S A B E R M Á S
la presión es igual a la atmosférica, esa sobrepresión se refleja convertida en una
Musical acoustics (2.a edición). D. E. Hall. Brooks/Cole Publi-
depresión (b). Su llegada a la altura del pico debe coincidir con el momento en que shing, 1991.
el chorro de aire inicia un nuevo movimiento descendente, de forma que aspire aire The physics of musical instruments (2.a edición). H. Fletcher
hacia abajo (c). y Th. D. Rossing. Springer, 1998.

Julio 2012, InvestigacionyCiencia.es 89

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