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LA MAGIA DE LO REAL.
REALISMO MÁGICO EN LA PINTURA POST EXPRESIONISTA
SEGÚN FRANZ ROH
Arina Shórokhova
Graduada en Bellas Artes
RESUMEN:
El término realismo mágico, asociado casi exclusivamente al mundo literario, surge por prime-
ra vez en el ámbito de las artes plásticas, cuando en 1925 el crítico alemán Franz Roh lo emplea
para describir la pintura realista del periodo de entreguerras. El presente artículo recoge los
rasgos principales del realismo mágico pictórico según lo define Roh en su libro Realismo mágico:
post expresionismo: problemas de la pintura europea más reciente.
ABSTRACT:
The term magic realism, usually asociated to literature, was first used by Franz Roh, german
art-critic, to define the realist painting realized in Europe between two World Wars. At 1925
Roh published his book "Magic Realism: Post-Expressionism". This article resume the charac-
teristics of this movement as described by Roh.
PALABRAS CLAVE:
realismo mágico, post expresionismo, nueva objetividad, Franz Roh, Otto Dix, Henri Rousseau.
KEY WORDS:
Magic realism, Post-expressionism, New Objectivity, Franz Roh, Otto Dix, Henri Rousseau.
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El historiador del presente —reconoce vias las semejanzas entre las visiones de
Roh— no puede sustraerse por entero a ambos críticos, éstas no impiden estable-
los movimientos de su tiempo, le es más cer una distinción entre el realismo mági-
difícil componer una imagen completa y co y la nueva objetividad —como vere-
objetiva de los hechos. Muchos contem- mos más adelante—.
poráneos se equivocan en sus juicios,
Ciertamente, el propósito que nos mueve
basta recordar las críticas con las que
en este artículo es el de conocer aquella
fueron recibidas las primeras vanguardias.
tendencia artística que Franz Roh deno-
Aun reconociendo las limitaciones de su
mina realismo mágico, sin que el peculiar
propia observación, el crítico cree hallarse
destino del término desvíe en exceso
ante “un cambio radical que, cuando
nuestra atención. Realismo mágico, la
pueda contemplarse desde lejos, parecerá
pintura última, el nuevo arte, post expre-
tan esencial como aquel que aconteció
sionismo 726 , todos estos nombres son
entre el impresionismo y el expresionis-
utilizados por Roh para referirse a un
mo” (Roh, p. 15).
mismo arte. El crítico aborda el problema
Ahora, casi un siglo después de que Roh con un sentido histórico, es decir, “me-
escribiera estas líneas, somos nosotros los diante la observación exactísima de toda
que contemplamos de lejos su realismo la vida que fluye por delante del observa-
mágico. Quizá, a nuestro autor le sor- dor, una organización serena e intuitiva,
prendería descubrir que el título de su realizada conforme a una valoración largo
libro ha cruzado fronteras, tanto geográ- tiempo mantenida” (Roh, p. 18). El fruto
ficas como de disciplinas artísticas. Hoy más valioso de esta observación y valora-
día asociamos el realismo mágico casi ción es el libro y no su título, que podría
exclusivamente a la literatura hispanoa- haber sido otro, como el propio autor
mericana. Ya en 1948, veinte años des- reconoce en una nota:
pués de la publicación del libro de Roh, el
No doy valor especial al título del realis-
escritor venezolano Arturo Uslar Pietri mo mágico. Como la obra tenía que llevar
escribe en Letras y hombres de Venezuela, un nombre significativo, y la palabra post
que el planteamiento de lo humano como expresionismo solo dice abolengo y rela-
misterio podría denominarse, a falta de ción cronológica, he añadido el primer tí-
otras palabras, un realismo mágico. 725 A tulo bastante después de haber escrito la
obra (Roh, p. 11).
partir de entonces el término cobra fama
y difusión, y se establece con firmeza
dentro del mundo literario.
2. DEL EXPRESIONISMO AL POST
En el ámbito de las artes plásticas, el rea-
EXPRESIONISMO
lismo mágico parece confundirse con la
nueva objetividad. Neue Sachlichkeit fue el
La palabra “post expresionismo”727, como
título que llevó la exposición celebrada en
el propio Roh reconoce, no es suficiente
1925 en Mannheim. El comisario de esta
exposición, Gustav Friedrich Hartlaub
726 Aunque el término se encuentra con frecuencia
(1884-1963), contó con la colaboración escrito con guion (post-expresionismo) o en una
del propio Franz Roh, y si bien son ob- sola palabra (postexpresionismo), hemos optado
por la variante “post expresionismo” utilizada en
Citado por J. A. Cascón Becerra en “Realismo
725 la edición de Realismo mágico… que citamos.
mágico. Historia e intrahistoria en el cine iberoa- 727 Acuñado por Franz Roh, el término fue ense-
mericano”, Trocadero (18) 2006, 113-126. guida asumido por otros críticos. Ya en 1926,
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para definir el arte que nos ocupa. No ción. La pincelada suelta, nerviosa, que
obstante, para comprender mejor esta arrastra capas gruesas de pintura, es ahora
nueva fase, conviene que esbocemos al- vehículo expresivo. La intensidad de la
gunos rasgos del expresionismo al que experiencia vivida por el artista encuentra
sucede. Nos situamos a principios del su expresión en las líneas quebradas, cur-
siglo XX. Las artes plásticas están atrave- vas y angulosas. La esquematización de
sando un periodo de cambio y experi- las formas imprime a la obra un carácter
mentación significativos, iniciado ya por angustioso y agresivo.
los impresionistas. El lenguaje de las pri-
La filosofía nihilista de Friedrich Nietzs-
meras vanguardias —el fovismo y el ex-
che deja su impronta en los pintores ex-
presionismo— desafía las tradicionales
presionistas. Otto Dix (1891-1969), que
leyes de representación.
participó en la Primera Guerra Mundial
La invención de la fotografía tiene su en calidad de soldado, se llevó al frente
impacto en el desarrollo de las artes plás- La gaya ciencia de Nietzsche, junto con la
ticas. En el siglo XX, cuando se alcanza Biblia. Las mismas lecturas acompañaron
una calidad de imagen fotográfica difícil a Max Beckmann (1884-1950). 728 Dix
de competir, la pintura queda, de algún pudo haber descubierto en Nietzsche que
modo, liberada de la necesidad de ser la vida del hombre es ante todo lucha,
estrictamente realista. No obstante, esta pero la propia guerra debió de causar el
nueva técnica de reproducción no pudo mayor impacto en el artista.
ser el único detonante del cambio.
Como un cronista meticuloso, Otto Dix
Los inicios del siglo XX quedaron mar- representó los horrores de la guerra en
cados por la crisis de la Primera Guerra una serie de dibujos realizados en las pau-
Mundial. El desastre, anunciado ya desde sas de los combates. Constituyen la obra
finales del XIX, trae consigo cambios propiamente expresionista del artista. Más
bruscos no sólo en el modo de vivir, po- tarde Dix diría que el deseo de vivir per-
niendo fin al orden anterior; el modo de sonalmente todos los abismos insonda-
pensar, de percibir la vida, también se ve bles de la vida le llevó a alistarse volunta-
afectado. Con un número tan elevado de riamente como soldado.729 Dix nos mues-
muertes, la vida humana parece perder tra a las víctimas, su dolor y su desespera-
todo el valor. La crisis conlleva cierta ción, elaborando un testimonio gráfico
relajación de la moral, de las costumbres del desastre que está presenciando. Pero
y la aparición de nuevas modas. el artista no es un mero espectador: expe-
rimenta en su propia carne todos los
El expresionismo refleja de forma vehe-
acontecimientos, su propio rostro lleva
mente y crítica la atmósfera de angustia
impresa la huella de la guerra.
vital que se respira en Europa en ese
momento. Para lograrlo, se experimenta Otto Dix recurre en numerosas ocasiones
con los materiales y procedimientos, al género de autorretrato. En la obra
abandonando su uso tradicional academi- Selbstbildnis als Soldat (Autorretrato como
cista. El pintor ya no busca crear una
imagen perfectamente homogénea, elimi-
nando toda huella de su propia interven-
728 Cfr. N. Wolf, U. Grosenick (ed.), Expresionismo,
Wilhelm Worringer (1881-1965) adopta el tér- Hong Kong – Köln et al., 2008, 36.
mino Postexpresionismo como objeto de un ensayo. 729 Ibid.
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naturaleza. Las primeras vanguardias pu- placer más intenso. El realismo es ahora
sieron fin a esta sumisión y la pintura una opción libremente escogida, lejos de
cobró voz propia. No es de extrañar que aquella actitud intuitiva que estuvo vincu-
la vuelta al realismo sea considerada por lada a los últimos realismos del arte euro-
los contemporáneos un paso hacia atrás. peo anterior a las Vanguardias. El mundo
Pero nuestro crítico está convencido de objetivo cuya existencia se aceptaba antes
que la objetividad recuperada constituye como evidente, por vez primera se hace
una ganancia. La pintura expresionista “problema” en este realismo intenciona-
tendía a ocuparse menos del objeto que do. La actitud del nuevo arte es la de una
representaba que del efecto que producía. “sosegada admiración ante la magia del
No obstante, nuestra experiencia ante la ser, ante el descubrimiento de que las
realidad es muy compleja. Contemplando cosas tienen ya sus figuras propias” (Roh,
un objeto tan sencillo como, por ejemplo, p. 42). El realismo mágico es, por tanto,
una manzana, recibimos todo un abanico algo más que una objetividad formal; se
de sensaciones: su color, su forma, el trata de un sentir más agudo de la propia
recuerdo del olfato y del paladar. Dete- existencia.
nernos en un solo aspecto, descartando
Tras el paso por la abstracción, la pintura
los demás, sería una osada simplificación.
ya no tiene que retratar y copiar el mundo
El expresionismo, según Roh, procedía
existente. El artista objetivo edifica y
de esta manera cuando se dejaba cautivar
construye un mundo nuevo. Así, el pintor
exclusivamente por las formas o por los
Georg Schrimpf (1889-1938) realizó sus
colores, privando al espectador de “la
paisajes siempre dentro del estudio, traba-
integridad seductora del fenómeno obje-
jando sin modelo ni bosquejo previo. Un
tivo” (Roh, p. 40).
paisaje creado de esta manera nos impre-
La pintura se ha liberado, en efecto, de la siona como algo corriente y familiar, al
necesidad de ser objetiva. Pero gracias a mismo tiempo que nos muestra un mun-
esta liberación, lo objetivo vuelve a ser su do mágico. Y es lo que Roh quiso decir-
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Henri Rousseau, La gitana dormida, 1897. Óleo sobre lienzo. Museo de Arte Moderno de Nueva York.
nos con la palabra mágico: “que el misterio rigor miniaturesco. El mismo afán de preci-
no desciende al mundo representado, sión y afinamiento se observa en la obra
sino que se esconde y palpita tras él” del ya mencionado Otto Dix. Franz Roh
(Roh, p. 11). señala que “la pintura última quiere ofre-
cernos la imagen de lo absolutamente
Lejos de ser un retroceso, la vuelta a la
acabado y completo, de lo conformado
objetividad —así entendida— enriquece a
minuciosamente, oponiéndola a la vida
la pintura y abre infinitud de caminos
eternamente fragmentaria, hecha de hara-
nuevos para los creadores. Mientras que
pos” (Roh, p. 74).
un arte dedicado solamente a copiar la
naturaleza no sería capaz de competir (ya La sensibilidad para lo diminuto encuen-
en los tiempos de Roh) con esa máquina tra su expresión máxima en los pintores
maravillosa que es la cámara fotográfica. que Roh denomina la escuela de Rous-
seau. Henri Rousseau (1844-1910), pintor
3.2. RIGOR MINIATURESCO
francés autodidacta, desarrolló un estilo
propio, identificado normalmente como
La devoción por el objeto se manifiesta
el arte naíf. Admirador de su obra, Franz
en el realismo mágico casi siempre en
Roh incluye en el libro una descripción
forma de miniatura. No se trata, sin em-
detallada de La gitana dormida (1897). La
bargo, de una reducción drástica del ta-
atención minuciosa a los detalles y la uni-
maño de la obra, sino de la miniatura
formidad de grandes superficies bruñidas
intrínseca, que puede cubrir también cua-
y recortadas, conviven armoniosamente
dros de grandes dimensiones.
en este famoso lienzo. Cabe mencionar
Así ocurre, por ejemplo, en Kakteenstilleben también León hambriento atacando a un antí-
mit Semaphoren II (Bodegón con cactus y semá- lope (1905) y ¡Sorprendido! Tempestad en la
foros II, 1928) de Georg Scholz (1890- selva (1891), como ejemplos claros del
1945). El pintor coloca varios cactus de- estilo propio del pintor.
lante de una ventana abierta. Las formas
La devota minuciosidad de Rousseau fue
peculiares de las plantas y las agujas que
abrazada por otros pintores, entre ellos
las cubren aparecen dibujadas con un
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Walter Spies (1895-1942), alemán, oriun- paisaje, y ni siquiera los colores —ocres y
do de Rusia, influenciado también por amarillos— permiten que entremos en
Chagall. El grupo de los seguidores de calor. En la lejanía advertimos una nube-
Rousseau es, a los ojos de Franz Roh, una cilla expulsada por el tren que pasa a toda
de las ramas más importantes del post velocidad. Pero su movimiento queda
expresionismo, y el propio Rousseau, absorbido por la quietud absoluta de la
poco menos que el padre del realismo escena, su ruido es acallado por el total
mágico. silencio.
“Toda expresión, toda belleza residen
3.3. ANTIDINAMISMO. aquí, precisamente en este frío poder de
LA VIDA COMO PETRIFICACIÓN la inmovilidad”, afirma Roh, subrayando
otra característica del nuevo arte: su anti-
Acudamos ahora al paisaje de Giorgio de dinamismo. Ciertamente, toda obra pictó-
Chirico (1888-1978) titulado Las delicias rica intenta retener de algún modo el ins-
del poeta (1913). Nos encontramos en una
plaza iluminada por la luz del atardecer.
Un edificio sobrio con arquería regular
limita la plaza a nuestra izquierda. Otro,
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abierta sobre un pedazo de realidad” sa. 732 Sabemos, no obstante, que las dis-
(Roh, p. 43). crepancias entre Franz Roh y Gustav
Friedrich Hartlaub fueron tales, que su
4. REALISMO MÁGICO Y relación se interrumpió incluso antes de
NUEVA OBJETIVIDAD que se inaugurara la exposición. 733
Con todas las características que hemos La muestra, con el subtítulo Pintura alema-
mencionado, el contraste entre el nuevo na desde el expresionismo, reunió ciento vein-
realismo de los años veinte y el arte ex- ticuatro obras de treinta y dos artistas
presionista se hace muy visible. Franz alemanes. 734 La selección de Roh, en
Roh no fue el único que se fijó entonces cambio, incluye también a post expresio-
en esta tendencia. En 1925 —el mismo nistas italianos (Carrá, De Chirico, Seve-
año en el que Roh publicaba su libro— rini y otros), franceses (Derain, Kisling,
Gustav Friedrich Hartlaub, director de la Metzinger y H. Rousseau) y españoles
Kunsthalle de Mannheim, reunió a varios (Miró, Picasso y Togores).
representantes del nuevo realismo en una Los artistas de la nueva objetividad culti-
exposición titulada Neue Sachlichkait varon esencialmente el retrato, al tiempo
(Nueva objetividad). que analizaron la sociedad contemporá-
En su libro sobre el Realismo Mágico, nea con crueldad y pesimismo. El propio
Franz Roh incluye la lista de artistas post Roh reconoce que George Grosz (1893-
expresionistas, que facilitó al doctor 1959) y Otto Dix, representantes máxi-
Hartlaub de cara a la exposición que éste mos de la Neue Sachlichkait, “pretenden
estaba preparando. Habiendo llegado a presentarnos con la mayor crudeza el
conclusiones semejantes de forma inde- aspecto horrible del mundo hasta en sus
pendiente, los dos críticos mantuvieron poros” (Roh, p. 72). La fuerte crítica so-
durante un tiempo un intercambio episto- cial despojada de toda magia es, tal vez, el
lar y, en efecto, la opinión de Roh tuvo su punto que separa la selección de Hartlaub
peso en la selección de las obras para la de la de Roh.
exposición de la nueva objetividad.731 Observemos una obra de Christian Schad
El término nueva objetividad, empleado (1894-1982), pintor alemán asociado al
también por Roh en su ensayo, se ha movimiento de la nueva objetividad. El
aceptado universalmente y se utiliza ahora retrato de Dr. Haustein (1928)735 es un óleo
para definir la figuración post expresio- sobre lienzo que forma parte de la colec-
nista. El realismo mágico pasó a asociarse ción del Museo Thyssen-Bornemisza. En
casi exclusivamente con el mundo litera- 732 Cfr. S. Marchán Fiz, “El postexpresionismo y
rio. Algunos autores consideran que los la nueva objetividad en Alemania (1920-1929)” en
términos nueva objetividad y realismo Idem, Summa Artis. Historia general del arte. Vol.
XXXIX. Las Vanguardias históricas y sus sombras
mágico, aun resaltando aspectos diferen- (1917-1930), Madrid 2011.
tes, significan en realidad la misma co- 733 Cfr. M. Fath, op. cit.
734 Cfr. S. Marchán Fiz, op. cit., 406.
735 Durante los meses de octubre y noviembre de
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este retrato de medio cuerpo aparece ante Hemos observado en los apartados ante-
nosotros un hombre de mediana edad, riores cómo Franz Roh defiende el nuevo
formalmente vestido. Sobre el traje negro arte ante las críticas de los contemporá-
destaca el cuello blanco de la camisa y sus neos. Al realismo mágico se le reprocha
blancos puños. La figura del retratado se prácticamente todo: su recuperada objeti-
desplaza ligeramente hacia abajo, deján- vidad, la frialdad de sus composiciones,
donos ver en la pared de fondo una mis- su supuesta falta de originalidad.
teriosa sombra. No cabe duda de que el
Parece que, cuando una tendencia artísti-
doctor Haustein no es el dueño de la
ca entronca con otra anterior, supone
sombra, ya que ésta muestra un perfil más
para el desarrollo del arte un paso atrás.
bien femenino y una mano que sostiene
Semejante conclusión es fruto de una
un cigarrillo.
visión lineal de la historia. La concepción
A pesar de la calma aparente del persona- de Roh difiere de esta visión: para nues-
je principal, sus manos expresan una gran tro crítico la historia del arte dibuja una
tensión: con los codos apoyados, el doc- gran espiral. De este modo, encontramos
tor junta las manos, aprieta los dedos y se a menudo arcos de evolución que corres-
retuerce la muñeca. Sus ojos, grandes y ponden a otros anteriores. Este fenó-
muy oscuros, fijan la mirada en el espec- meno es el que Roh denomina renacimien-
tador. El pintor exagera ligeramente los tos o reinserciones.
rasgos del retratado, sin que por ello se
La pintura post expresionista que nos
pierda el parecido (se conserva una foto-
ocupa correspondería precisamente a un
grafía del doctor). Con gran precisión
momento de renacimiento. El nuevo
técnica, Schad capta hasta los detalles más
realismo vuelve sus ojos hacia aquellos
minuciosos: los cuadros de la corbata, el
estilos pasados, que se distinguen por su
cabello del retratado, las venas de su
estatismo, rigor objetivo, atención a la
mano derecha en tensión.
perspectiva. Como apuntábamos más
arriba, todas estas características se hallan
Frente a la frialdad casi apática de algunas
en la pintura del Quattrocento. La preci-
obras del realismo mágico, esta pieza de
sión en el dibujo y la geometría de los
Schad provoca en el espectador cierta
espacios de Vittore Carpaccio (1465-
sensación de inquietud y angustia, que
1525/26) lo convierte en modelo vivo
aumenta si descubrimos la historia del
para los nuevos realistas. Rafael Sanzio
retratado. La misteriosa sombra que pesa
(1483-1520), Piero della Francesca (1416-
sobre la cabeza del Dr. Haustein pertene-
1492), Andrea Mantegna (1431-1506),
ce a su amante. El descubrimiento de esta
Konrad Witz (1400/10-1445/46) son
infidelidad llevó a la esposa del doctor al
otras posibles influencias recogidas por
suicidio, y él mismo se quitó la vida con
Roh.
cianuro al ser detenido por la Gestapo en
1933.736 Antes que el alto Renacimiento, pudo
influir el clasicismo de 1800 y la escuela
“nazarena”737, al encontrarse en los auto-
5. RENACIMIENTOS res como Jacques-Louis David (1748-
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