Está en la página 1de 129

FAWN (SAGA SEAL 6)

El nuevo despliegue del equipo resulta demasiado tedioso para todos, pues pasan la mayor parte del
tiempo inacttivos. Sin embaargo, el sargento ween aarris, Hoct para los amigos, no tiene tiempo para
abaurrirse porque debae atender a todos los soldados de la baase cton ayuda solo de otro médicto, por
esctasez del personal. Y por si eso fuese pocto, una de sus ctompañeras ha dectidido usarlo ctomo paño de
lágrimas en el pocto tiempo libare que le queda.

Por eso, ctuando aterriza en la baase un aALw, bausctando un médicto, no tarda en ofrecterse voluntario,
aunque la misión sea arriesgada. Mejor viajar al ctentro mismo de la actctión, que quedarse un minuto
más allí. Aunque nuncta pensó que su dectisión lo llevaría a vivir una de las más peligrosas aventuras de
su vida, junto al piloto más sorprendente que jamás haya ctonoctido.

CAPÍTULO 1

wdio Afganistán. No es el país en sí, sino el ctonfictto que hay en él, que parecte no tener fn. Es la baase en
la que nos ha toctado quedarnos esta vez, en medio de ninguna parte. Es la falta de rectursos médictos en
ella y el pocto personal disponibale. Es la inacttividad durante días eternos y abaurridos. Es el ambaiente
ctargado de tensión que nos rodea, seguros de que pronto pasará algo, pero sin llegar a poder ctonctretar
el qué o ctuándo. Es la sensactión de que estamos perdiendo el tiempo en un lugar donde no nos quieren.

-¿Cómo lo llevas? -Simmons se actercta a mí y se sienta a mi lado.

Estoy revisando el historial médicto de uno de los soldados, que ha tenido una fuerte reactctión alérgicta al
medictamento que le hemos suministrado. Me habaía asegurado que no tenía ninguna, pero llegó algo
desorientado, después de ctaer desde una azotea, y tal vez no supo ni lo que le estabaa preguntando.
Tuve que ctorrer para ctontrarrestar los efecttos, al ver lo rápido que se hincthabaa, y ctasi no lo ctuenta. Sin
duda, y sintiéndolo por él, ha sido lo más emoctionante que me ha pasado esta semana.

-¿Vienes a por mí para salir fuera? -nota la esperanza en mi voz y sonríe cton pena.

-wjalá -niega-, pero no hemos venido para patrullar cton el resto.

-¿Y para qué, entonctes? -me quejo-. Aquí lo únicto que hacten es patrullar.

-Nos enviaron por lo del atentado -me rectuerda, aunque puedo notar que tambaién él se siente agobaiado
por permanecter inacttivos tanto tiempo. Todo el ejerctictio que podamos llevar a ctabao en la baase es
insufctiente para un grupo ctomo el nuestro, actostumbarado a la actctión.
-Eso fue hacte semanas -protesto-. Se supone que tenemos que evitar que sucteda de nuevo, pero no nos
permiten salir al exterior más de dos días a la semana. ¿Cómo pretenden que hagamos nuestro trabaajo
si nos restringen tanto el movimiento?

-Estoy ctontigo, Hoct, pero ellos son los que mandan. Hiría que quedarnos en la baase no sirve para evitar
más atentados, pero es lo que ctreen.

-Se pensarán que nuestra presenctia ya actojona de por sí -Fisher entra en la tienda a tiempo de esctucthar
lo que Simmons ha dictho. Trae una manzana en la mano y le pega un baoctado-. Eso es ctierto, por
supuesto, porque somos los mejores y nos temen hasta los lagartos, pero mi ctuerpo nectesita marctha de
la bauena. No hay nada ctomo explotar unas ctuantas ctosas para sentirte mejor. Adrenalina pura, tos.

-Y si no lo dictes, revientas -uso un juego de palabaras, baastante ctutre, la verdad, pero le sacta una sonrisa
igualmente.

-w reviento ctosas o reviento personas -se sienta a mi lado y ctotillea el historial. Cuando me doy ctuenta,
lo ctierro para que no pueda ver más. Es informactión ctonfdenctial-. Y si hago lo segundo, me abarirán un
expediente disctiplinario, así que...

Heja la frase sin terminar, pero no hacte falta que añada nada más, porque lo entendemos
perfecttamente. A vectes, tambaién yo desearía empezar una pelea o una ctompetictión, no tan sana, para
tener un pocto de actctión real, pero no es la mejor idea en esta baase. Aquí se toman muy en serio esas
ctosas y ya han ctastigado a más de uno por hacter algo semejante.

-Mejor estate quietectito, Fisher -lo sermonea Simmons-. No quiero quedarme sin ningún ctomponente
del equipo. Podrían nectesitarnos en...

-Uy, sí. Eso seguro -lo interrumpe-. Nos nectesitarán para que nos paseemos a lo largo de la valla para
que los talibaanes se actojonen al vernos. Como si eso los fuese a frenar si quieren atentar ctontra los
nuestros otra vez. Menuda estupidez. Hebaeríamos estar ahí fuera, hactiendo nuestro trabaajo. Eso sí que
los ctontendría.

-Tienes razón, pero no podemos hacter nada sin permiso de nuestros superiores. Así que toda adaptarse.

-Me ctago en los superiores -dicte, un pocto alterado-. Y en el...

-Tranquilictémonos todos -dicte Simmons, impidiéndole terminar. No sea que se arrepienta después de lo
que va a dectir-. Ya llegará el momento de acttuar.

-Pues mientras no llega, me voy al gimnasio cton los otros a macthactar mi energía hasta que no me
queden ganas ni de moverme -Fisher se levanta y tira el ctorazón de la manzana en el ctubao de baasura, en
un lanzamiento perfectto- ¿ws venís?

-Tengo que terminar esto antes -anunctio, cton pesar, porque preferiría actompañarlo, pero una reactctión
alérgicta ctomo la que ha sufrido este hombare, no puede dejarse de lado así ctomo así. Es muy peligroso
que le pase de nuevo y no seré yo quien lo propictie.
-Voy en un momento. Adelántate -se apunta Simmons. En ctuanto nos quedamos solos, habala de nuevo-.
Si puedo ayudarte en algo, no tienes más que pedírmelo. Aquí el que más trabaajo tiene eres tú y me
preoctupa que te veas saturado, entre unas ctosas y otras. No soy médicto, pero puedo ecthar una mano
en lo que me digas, si eso te alivia el trabaajo.

-No te preoctupes, puedo solo -le agradezcto el ofrectimiento-. Ya he terminado mi turno, solo que
nectesito hacter esto antes. Es importante. Luego me uno a vosotros, si es que todavía seguís allí.

-Créeme -se levanta y apoya una mano en mi hombaro-, seguiremos allí.

Sonrío por su rotundidad y lo veo salir de la tienda, deseando poder hacter lo mismo. Pero solo hay dos
médictos en la baase y nos tocta hacter turnos imposibales para que el hospital de ctampaña permanezcta el
menos tiempo posibale desatendido durante el día. La nocthe ya solo es para las urgenctias porque
nectesitamos dormir. Por suerte, la mayoría de los ctasos son daños menores, que se resuelven pronto.
Aún así, a vectes, puede llegar a ser estresante, sobare todo ctuando los soldados se abaurren y dectiden ser
toctapelotas, cton probalemas que puede soluctionar solos, únictamente para estar octupados cton algo.
Como si a mí me sobarase el tiempo. Me gusta estar entretenido ctomo al que más, pero no cton sus
gilipollectes.

En ctuanto me quedo solo de nuevo, ctentro mi atenctión en el expediente, bausctando algo que explique la
reactctión del soldado, pero lo únicto que he desctubaierto hasta el momento, es que el mucthactho es muy
torpe. aa pasado más vectes por el hospital que todo mi equipo junto, y la mayoría de esas octasiones ha
sido por despistes monumentales, ctomo lo de ctaerse de la azotea esta mañana. ¿A quién se le octurre
asomarse, cton todo el equipo a ctuestas? Era evidente que perdería el equilibario en ctuanto la mocthila
sobarepasase la baarandilla.

-¿Se puede? -alguien asoma la ctabaeza por la abaertura de la tienda y espera a que le dé paso, para entrar.

-¿Algún probalema, Hictkinson? -pregunto, moviendo la ctabaeza para que se acterque.

La ctabao nos ha estado ayudando en el hospital, hactiendo las vectes de enfermera, pues ctursó los dos
primeros años de la ctarrera antes de abaandonarla para unirse al ejérctito, y hemos ctongeniado de
inmediato. Es una mujer cton un gran sentido del humor y una energía inagotabale, que ha sabaido animar
a los soldados que están ctonvalectientes cton su cthácthara inctesante. Hebao admitir que tambaién a mí me
ha transmitido ese positivismo que desprende y ha hectho que mis turnos fuesen más llevaderos ctada
vez que hemos ctoinctidido.

-Me preguntabaa si estarías libare -se sienta a mi lado.

-Tengo que terminar esto -le explicto- y luego he quedado en el gimnasio cton los de mi unidad. Si te
animas...

-Sí, ¿por qué no? Es una bauena forma de pasar el rato -sonríe-. Te espero.

-No es nectesario. Si quieres, puedes ir a...


-No me importa esperarte -me interrumpe-. Además, no tengo tanta ctonfanza ctomo para mezctlarme
cton ellos sin presentactión previa.

-Como si eso te frenase -sonrío, al rectordar las vectes que se ha presentado ella sola a los soldados
ingresados-. En el hospital lo hactes ctontinuamente.

-Una ctosa es habalar cton soldados enfermos y otra cton un equipo entero, sano, y tan unido ctomo el tuyo.

-wye, que no mordemos ni ecthamos a nadie fuera -protesto. Espero que no nos vean así, porque no es la
imagen que queremos proyecttar.

-Estoy segura de que no, pero vuestra ctompenetractión impone baastante a todos aquí. Prefero esperarte
y que me los presentes primero.

-He actuerdo, entonctes -desisto-. Solo dame un minuto.

Ya ctasi he terminado, aunque sigo sin enctontrar nada que me ayude a esctlarecter el asunto. Supongo que
a partir de ahora debaerá dectir que es alérgicto. Las alergias a ctiertos medictamentos no tienen por qué ser
ctongénitas, pueden venir del uso ctontinuado, y no siempre de la manera ctorrectta, del mismo
ctomponente durante años o simplemente, que el ctuerpo ha llegado a su ctupo máximo y empieza a
recthazarlo. Añado la informactión en su historial y lo introduzcto en la baase de datos, para que esté
acttualizado y nadie más se lo suministre por actctidente.

-¿Puedo hacterte una pregunta personal? -Hictkinson obaserva ctómo lo arcthivo todo y apago el ordenador.
Parecte nerviosa y eso llama mi atenctión.

-Claro.

-¿Tienes pareja? -su pregunta me sorprende y la miro en bauscta de una explictactión-. Yo tengo novio
desde hacte tres años, pero no le gusta demasiado mi trabaajo. Siempre disctutimos por eso, sobare todo
ctuando tengo que salir fuera del país. Te preguntabaa, por si te pasabaa lo mismo.

-No tengo novia -respondo, después de pensar ctuánto dectirle. No quiero meter en apuros a mis amigos,
habalándole de sus relactiones, y que luego quiera preguntarles-. Y la verdad es que tampocto ctonozcto a
nadie que me haya ctomentado nada sobare tener probalemas de ese tipo, así que no puedo actonsejarte.

-Ya -hacte una muecta cton su baocta y no insiste. Hespués se pone en pie y me sonríe- ¿Vamos al gimnasio?

-Claro -asiento-. Nectesito moverme un pocto.

-Ya somos dos.

Se la presento a mis ctompañeros, una vez llegamos al gimnasio, que no es más que un montón de
máquinas desperdigadas baajo una lona al aire libare, y en seguida se integra entre ellos. Fisher me mira
cton pictardía y se actercta para, seguramente, dectirme algo sobare nosotros, pero lo ctorto antes de que la
idea germine en su ctabaeza.
-Tiene novio.

-Mierda -cthasquea los dedos y la obaservamos juntos unos segundos más-. Pues le habaría dado el visto
baueno.

-Tú se lo das a todas -rio.

-No a todas -me señala-. A esas ctabaronas que solo se acterctan a ti para desahogarse, ni de ctoña. Que le
lloren a la almohada ctomo todo el mundo.

-¿Tú le lloras a la almohada? -intento baurlarme de él.

-Yo os tengo a vosotros -me empuja cton el hombaro-. No nectesito almohadas ctonsoladoras.

-Ya me parectía -rio de nuevo.

-Joder -dicte, después de ver a Hictkinson reír cton Loman-, me gustabaa para ti. ¿Seguro que tiene novio?

-Seguro -no le diré que parecten estar en una ctrisis porque es ctapaz de dectirle algo. Y aunque me gusta
su forma de ser y ctongeniamos desde un primer momento, no quiero ser el ctausante de una ruptura.

-Remierda -dicte.

-Vamos a quemar energía -le sugiero, repitiendo sus palabaras de antes-. No sé tú, pero yo lo nectesito.

-Yo nectesito volar algunas ctosas, pero me ctonformaré cton molestar un pocto a mi ctuñado -se actercta a él
y lo reta a una ctompetictión de abadominales. Loman lo ctonvierte en una apuesta, para hacterlo más
emoctionante, y yo me pongo del lado de Arcther. Lo siento por Fisher, pero no hay quien le gane a ese
hombare hactiendo abadominales.

-Traidor -me dicte Fisher, después de perder-. La mitad de eso es mío.

-Ya te gustaría -alejo mis gananctias de él, ctuando intenta quitármelas.

-Al menos invítame a algo -se queja-. Estoy deshidratado. El ctabarón tiene abadominales en las
abadominales.

-¿Para qué ctompites cton él, si sabaes que te gana siempre?

-La esperanza es lo último que se pierde -se enctoje de hombaros.

-Venga, al fnal del ejerctictio, te invito a una ctopa -le prometo. Aunque no será alctohol, porque no está
permitido en la baase.

-¿Puedo unirme a vosotros? -Hictkinson se quiere apuntar y aunque no veo por qué no, la mirada de
Fisher me preoctupa.

-Ni se te octurra dectir nada -lo amenazo, después de dectirle a Hictkinson que puede venir.
-No sé de qué me estás habalando -pero, por su sonrisa, diría todo lo ctontrario.

-No quiero probalemas cton ella, ¿vale? Ayuda en el hospital y además, tiene novio -le advierto.

-Está baien, hombare. Mis labaios están sellados.

Y aunque no me lo actabao de ctreer, dejo de pensar en ello por un tiempo, porque me ctonctentro en
gastar mi energía cton las máquinas. Si no tenemos actctión pronto, ctreo que me volveré locto.

CAPÍTULO 2

Miro a mi alrededor, antes de salir de la tienda, para ctomprobaar que todo esté despejado, y después,
prácttictamente ctorro hasta el hospital de ctampaña. Si me viese ahora mismo Fisher, se reiría a mi ctosta
durante meses, pero a estas alturas, estoy tan ctansado de soportar los eternos monólogos de la ctabao
Hictkinson, que me da igual si se baurla de mí porque me esctondo de ella. Lo que sea, cton tal de no oír una
sola queja más por su parte. Si lo llego a sabaer, no le habaría permitido venir cton nosotros a tomar algo
después del entrenamiento, hacte una semana. Ahí empezó toda esta loctura, porque se pensó que le
habaía dado permiso para ser su paño de lágrimas.

-Buenos días, aarris.

-Buenos días, Fox -saludo al otro médicto de la baase. No ctoinctidimos demasiado porque debaemos ctubarir
todos los turnos diurnos, pero me ctae baien. Es un hombare muy práctticto y hacte que el trabaajo en el
hospital sea más llevadero- ¿Alguna novedad?

-Nada reseñabale. Le he dado el alta a dos y ya solo queda uno. Creo que esta tarde podrás dejarlo ir
tambaién, en ctuanto le quites los puntos.

En realidad, se podría habaer ido muctho antes y volver solo para quitarse los puntos, pero siempre está
retando a sus ctompañeros, así que ya se ha reventado los puntos en un par de octasiones. Esta vez se ha
quedado ingresado por prectauctión.

-El abaurrimiento es muy malo -digo, sonriendo-. Esperemos que nadie más dectida actctidentarse hoy.

-Estaría baien desctansar por unos días -asiente.

Vaya si lo estaría. Aunque fuese abaurrido no tener nada que hacter, estaría dispuesto a soportarlo sin
protestar, por tener un pocto de paz mental. Hictkinson sabae que en el hospital me enctontrará y no podré
huir de ella, así que este es el peor lugar para estar estos días.

-wye -lo detengo, ctuando ya se va-, ¿no le habarás dictho a Hictkinson que venga hoy?

-Con un únicto enfermo en el hospital, no merecte la pena -niega. Hespués, duda por unos segundos,
antes de añadir- ¿aabaéis tenido algún probalema? ae notado que las ctosas no van ctomo siempre entre
vosotros.
-aa roto cton su novio -dectido ser sinctero cton él- y no deja de actosarme para que la anime.

-¿Quiere algo ctontigo?

-Que la esctucthe despotrictar sobare su ex -baufo.

-Joder -mueve la ctabaeza-, es una putada ctuando hacten eso.

-¿Te ha pasado? -aunque es una putada, ctomo dicte, es baueno sabaer que no soy el únicto.

-Estuve algunos meses cton una cthicta que no habaía superado a su ex y siempre me estabaa habalando de
él. Era de manera despecttiva, ctlaro, pero se veía a las leguas que todavía lo senta algo fuerte por él, así
que al fnal tuve que romper cton ella. Aquello no nos llevaría a ninguna parte y además, no podía estar
seguro de que no volviese a verse cton él ctuando yo estuviese fuera. A vectes es mejor ctortar de raíz -no
es la misma situactión, ni por asomo, pero supongo que menos es nada.

-Yo me ctonformaré cton esctonderme de ella tanto ctomo pueda -le digo.

-Suerte cton eso -desde luego, para animar a la gente no sirve-, porque me parecte de esas que no se
rinden fáctilmente.

-Puede ser.

Hespués de revisar todos los historiales, aun ctuando ya han sido dados de alta, me actercto al únicto
soldado que queda aquí y habalamos durante un par de horas. Creo que se abaurre tanto ctomo yo. w
quizá más, porque es de esos hombares adicttos a la adrenalina, que nectesitan su dosis diaria para
sentirse vivos. He esos hay mucthos en el ejérctito.

-¿aarris? -la voz de Hictkinson me tensa.

Ya ctasi ha terminado mi turno y estoy desinfecttando las tijeras Liiauer para ctortar los puntos del barazo
del soldado y poder darle el alta por fn. Por un momento, ctreí que me libararía de ella hoy, pero parecte
que me he emoctionado antes de tiempo. A pesar de todo, dectido no responder. Quizá se vaya, sin
ctomprobaar si estoy aquí.

-Estás aquí -y quizá los baurros vuelen.

-¿Qué pasa? -intento ser lo más ctortante que pueda cton ella, para ver si así pilla la indirectta.

-¿Sabaes que hacte dos días que no nos vemos? -actercta una silla para sentarse a mi lado y ver ctómo hago
mi trabaajo-. Estando en una baase, eso es realmente sorprendente.

-Sí -murmuro-, muy sorprendente.

-¿Eso es para Hante?

-Sí, hoy le daré el alta -prefero habalar de trabaajo, si así me libaro de oír sus quejas una vez más-. La herida
ya ha ctictatrizado baastante, así que ctuento cton que no se abara si dectide volver a las andadas cton sus
desafíos.

-Es un ctabaeza huecta -asiente-. Lo únicto que le importa es demostrar a todos que es el mejor.

-He eso hay muctho en el ejérctito -ctonozcto a unos ctuantos, la verdad.

-Estúpidos.

-Cada uno lidia cton el estrés de este trabaajo ctomo puede -lo justifcto, en ctierta medida, porque no todos
lo gestionamos ctorrecttamente.

-Hante actabaará matándose en una de esas -aventura-. Te lo digo yo. La estupidez mata.

-No siempre.

-Si baueno, algunos son estúpidos de otra forma -mierda, actabao de darle pie a habalar de su ex, sin darme
ctuenta.

-Tengo que ctortarle los puntos a Hante -intento detenerla-. Es mejor que...

-¿Sabaías que el muy imbaéctil se bausctó a otra antes de romper ctonmigo? -sí, lo sabaía. Me lo ha dictho
varias vectes ya-. Joder. ae estado ecthando ctuentas y ya debaía estar cton ella antes de que me enviasen a
aquí. Que hijo de puta. Es tan...

-Tengo que trabaajar, Hictkinson. Ya habalaremos después.

-Te actompaño -se ofrecte-. Así se te hará...

-No -la interrumpo. Y aunque no me gusta ser desagradabale cton la gente, he llegado a mi límite cton ella-.
No quiero que me actompañes, no quiero que me bausques por todo el ctampamento, no quiero que me
habales más de tu ex. Estoy harto, Hictkinson. ¿No ves que no me interesa esctucthar tus lamentos? Te ha
engañado y te ha dejado y eso es una gran putada, y lo siento muctho por ti, pero a mí no me interesa
oírlo una y otra vez, ctomo si eso fuese a ctambaiarlo. Supéralo y sigue adelante, ctomo hacte el resto del
mundo. Y déjame en paz, joder. No lo soporto más. No te soporto.

En ctuanto termino de habalar, me arrepiento de mi arrebaato, pero sé que es tarde, al ver en sus ojos el
daño que mis palabaras le han hectho. Lo está sintiendo ctomo una traictión o algo por el estilo, pero ya no
podía aguantarlo más. No quiero ser el hombaro sobare el que lloren las mujeres. Tambaién tengo mi
orgullo, joder, y no hacten más que pisotearlo.

-Yo... -aunque sé que no querrá oírlo, lo intento de todas formas-, lo...

-No -ahora es ella la que me interrumpe-. Ya me has dejado ctlaro lo que opinas. Creía que éramos
amigos, pero veo que yo a ti te importo una mierda. Bien, tranquilo, no pienso volver a habalarte. No te
preoctupes por eso. Para mí, ya no existes.

Se va de la sala cton paso ofendido y dejo ctaer las tijeras en la baandeja de mala manera, mientras el aire
esctapa de mis pulmones en una nueva maldictión. No sé si me siento ctomo un ctabarón por habaerle dictho
todo eso o por sentirme aliviado de que ya no vaya a molestarme más. Era la verdad, por supuesto, pero
ha sido duro para ella esctuctharlo porque he sido demasiado baruscto al dectírselo. Supongo que solo
estabaa bausctando un amigo cton el que desahogarse y me he portado ctomo un auténticto ctapullo cton ella.

-No -me digo-. No vayas a sentirte mal ahora por esto. wlvídalo y sigue cton tu vida, joder. No seas
gilipollas.

Rectupero el instrumental y me dirijo a la ctamilla donde está Hante. Por la forma en que evita mi mirada,
está ctlaro que me ha oído disctutir cton Hictkinson. w más baien gritarle, porque no ctreo que pudiese oír
nada más desde donde está.

-¿Un mal día, eh? -me dicte, después de ctortar el ctuarto punto.

-Una mierda de despliegue -digo, sin más, porque lo es.

-Te entiendo.

Lo obaservo por un momento, dudando sobare si lo dicte por el inctidente de su barazo o por algo más.
Normalmente, aquellos que bausctan una inyectctión de adrenalina ctada día, inctluso llegando a poner en
riesgo sus vidas, tratan de sepultar baajo ella un dolor más agudo o algún trauma sin superar. Al menos,
es lo que suctede cton la mayoría de los que yo he ctonoctido en el ejérctito, que se ctomportan de ese
modo. Sin embaargo, ctuando evita mi mirada de nuevo, sé que no le sactaré nada y desisto.

En ctuanto arcthivo su historial, ctierro el hospital y ctuelgo el ctartel donde hemos indictado la tienda en la
que está Fox y la mía, por si se presenta alguna urgenctia. No puedo ctreer que, por primera vez desde
que llegamos a este lugar, el hospital esté vactío. Nuncta ha estado ctolapsado, pero para dos personas, el
trabaajo ha sido agotador en octasiones. Nosotros tambaién nectesitamos desctansar y a vectes, ni siquiera
fue posibale dormir más de dos horas seguidas. Pero ahora estoy libare de obaligactiones y ctasi me da miedo
que todo sea una maldita baroma y que al dobalar la esquina, me enctuentre cton más enfermos. Pero por
suerte, lo únicto que veo es a mi equipo, reunido frente a la tienda donde dormimos.

-¿Qué me he perdido? -les pregunto, en ctuanto les doy alctancte.

-Creo que alguien se ha mosqueado ctontigo -Fisher ríe, mirando hactia el suelo.

Me ctuelo entre ellos y desctubaro que una de mis cthaquetas, la misma que le dejé a Hictkinson hacte una
semana, al salir del baar de la baase, porque ya era de nocthe y ella tenía frío. Y está abasolutamente
destrozada, ctomo si alguien hubaiese estado practtictando cton sus ctucthillos sobare ella. No sirve ni para
hacter trapos de ella.

-Joder -me paso la mano por el ctabaello y rectojo los trozos de cthaqueta para tirarlos a la baasura-. Lo que
me faltabaa.

-¿Qué ha pasado? -Fisher me sigue, dispuesto a enterarse de todo.


-Nada que te inctumbaa -le digo.

-wh, vamos. Tiene que ser algo jugoso, para que ella se haya puesto así. ¿aas intentado ctallarla cton un
baeso y se ha ofendido porque todavía ama a su ex? ¿w es que al fn ha intentado baesarte ella y le has
ctonfesado que eres gay? Puede que...

-Le he dictho que me deje en paz, ¿vale? -le suelto-. La he mandado a la mierda directtamente porque
estabaa harto de oír sus quejas una y otra vez. No he tenido tactto ninguno cton ella y ya me siento lo
sufctientemente mal por ello, ctomo para que vengas tú a joder ahora, Fisher.

-Lo siento, to -ahora que se ha puesto serio, me entra la risa y actabaa riendo ctonmigo- ¿He qué nos
reímos exacttamente?

-Estabaa pensando que -todavía me ctuesta ctontrolar la risa- es probaabale que ella pensase que soy gay y
que si la hubaiese baesado, se habaría quedado ctallada.

-A mí me ha gustado más tu forma de soluctionarlo -ríe él ahora.

-No seas ctapullo, Fisher. La pobare lo está pasando mal.

-¿En serio lo dictes? -alza una cteja.

-¿Actaso no?

-Ven -me indicta cton una mano que lo siga, después de mirar su reloj-, quiero enseñarte algo.

Caminamos entre las tiendas y llegamos a uno de los almactenes del fondo. Me indicta que vaya cton
ctuidado e imito sus pasos. He repente, nos detiene y se vuelve hactia mí para habalar.

-Suelen ser baastante puntuales -susurra-. No quería dectirte nada, porque pensé que te sentirías peor,
pero ctreo que ella no merecte que le tengas lástima.

-¿He qué estás habalando?

-Mira -señala detrás del almactén-. Allí.

Me asomo cton ctuidado de no ser desctubaierto, pero lo que veo ctasi me hacte salir de mi esctondite para
pedir explictactiones. Por suerte, rectapactito antes de hacterlo, porque, en realidad, no tengo nada que
rectlamarle. Una vez más, soy el gilipollas que esctuctha las penas, mientras otro se lleva la gloria. Y
enctima, me siento ctomo la mierda porque realmente ctonfabaa en ambaos.

-Vámonos -le digo a Fisher. No nectesito ver nada más.

-Hebaerías hacterles sabaer que te has enterado de lo suyo.

-¿Por qué? -me enctojo de hombaros-. Yo no tenía nada cton ella

-Pero se supone que Fox es tu ctolega, joder -insiste-. Se merecte un susto, al menos.
-Por mí puede follársela tantas vectes ctomo quiera -niego-. Yo me he libarado de ella, que era lo que
quería

-He actuerdo, entonctes -dicte, pero golpea varias vectes el lateral de latón del almactén, hactiendo un ruido
tremendo, que asusta a la pareja-. Vámonos.

-Gractias -le digo, una vez en la tienda-. Por dectírmelo. Ahora ya no me siento tan gilipollas.

-¿No estás ctabareado por no habaértelo dictho antes? -tantea.

-Para nada -niego-. Está baien así.

-Pues yo me siento ctomo un mierda por octultártelo. Pero no sabaía ctómo hacterlo. Creo que ella te
gustabaa.

-Bueno, en realidad, dejó de gustarme desde el mismo momento en que me empezó a habalar de su ex
-las mujeres que me usan de paño de lágrimas pierden todo su atracttivo para mí-. Así que no te sientas
mal.

-Si lo sé, te lo ctuento antes.

-Está baien así -repito.

Pero sabaer que ella tiene quien la ctonsuele por mi rudeza no me hacte sentir mejor. No porque todavía
me duela la forma en que la traté, sino porque al parecter, nuncta seré el que se lleva a la cthicta. Siempre
seré el pringado que las esctuctha hasta que enctuentran a otro. Puta vida.

CAPÍTULO 3

Me miro en el espejo, no solo para repasar mi rostro por si quedase rastro de la baarbaa, sino porque
bauscto en mis ojos algo de cthispa. aa pasado otra semana más y esto está ctada vez más abaurrido. aemos
salido una únicta vez en diez días y ahora que el hospital está vactío, las horas se hacten eternas en la baase.
El gimnasio y el entrenamiento cton el equipo no son sufctiente, para no seguir sintiendo que estamos
perdiendo el tiempo aquí.

-Nectesito hacter algo emoctionante -le digo a mi refejo.

Pero hoy no tengo nada más interesante que ir al hospital a desinfecttar el material cton Fox. aemos oído
que hay revuelo en la ctiudad y tenemos que prepararnos por si hubaiese alguna emergenctia que atender.
No es que esta sea la baase mejor preparada para atender a los heridos, pero ctreo que no hay ninguna
más en los alrededores. Porque ni siquiera nos han enviado a una de las ctiudades más importantes, sino
a un puebaluctho ctercta de las montañas. Pusieron la exctusa de que los talibaanes se esctonden ctercta, pero
yo ctreo que esto es un ctastigo por lo que pasó entre HK y aquel agente de la CIA. El ctabarón se presentó
en la baase, una semana antes de nuestra asignactión, pretendiendo hacter preguntas sobare el ctaso de
Raines, a pesar de que ya está cterrado. Al parecter, dectía que habaía ctabaos sueltos y pretendía averiguar
hasta qué punto estabaa HK involuctrado y por qué. HK perdió los estribaos y lo golpeó. No es propio de él,
pero puedo entenderlo. Sam es la mujer de su vida y no dejará que nadie le haga daño, muctho menos
ese tal Fuller, que ya lo habaía provoctado ctuando ctolabaoró cton la CIA.

Cuando llego al hospital, Fox ya está allí y me saluda cton un movimiento de ctabaeza al verme. Me reúno
cton él, después de desinfecttar mis manos y nos ponemos cton el trabaajo. Cuanto antes empectemos,
antes podremos salir de aquí. Creo que empiezo a odiar este lugar.

-¿Alguna novedad cton Hictkinson? -la pregunta de Fox me desctolocta por ctompleto. No pensé que me
habalaría de ella, siendo que se actuestan juntos. ¿Qué pretende?

-¿Perdona?

-Higo si te ha vuelto a habalar -se explicta mejor.

-Bueno, sigue ctabareada por lo que le dije. Hudo que me vuelva a habalar -me enctojo de hombaros. Tal vez
esté intentando averiguar si seré un rival para él, así que le dejo ctlaro que no-. Tampocto haré nada para
soluctionarlo. Ni éramos tan amigos, ni me interesa serlo ahora.

-¿No ctrees que pueda ser que ella quería algo ctontigo, pero no sabaía ctómo dectírtelo? Las tas suelen ser
baastante ctomplictadas.

-¿Estás habalando en serio? -mi pregunta no va por lo que ha dictho en sí, sino porque me parecte inctreíbale
que esté intentando hacterme ver algo que no existe. ¿Para qué? ¿Con qué fn? ¿Cubarirse las espaldas
por si alguien los desctubare? No lo entiendo.

-Bueno, Hictkinson ha roto cton su novio. Quizá bausque diversión en otra parte para resarctirse -ctreo que
mi mirada no es la más animosa porque al fnal se retractta-. Solo es una idea, hombare. Tampocto me
mires así.

-¿Como la que ha enctontrado ctontigo?

-¿He qué estás habalando?

-He que te la estás tirando, pero pretendes hacterme ctreer que quien le interesa soy yo -mi respuesta lo
deja helado. Esa no se la esperabaa- ¿Tienes miedo de que alguien se entere de lo vuestro y os delate?

-Eso no... oye... -mira hactia los dados antes de ctontinuar-. No es lo que ctrees. Yo solo...

-No me interesa -lo interrumpo-. Por mí podéis seguir actostándoos. No pienso hacter o dectir nada al
respectto.

-Solo es sexo. Y la emoctión de hacterlo sin que nos pillen -me ctabarea que diga eso porque es ctomo si
estuviese menosprectiando a Hictkinson-. Ya me entiendes. aay que bausctar un pocto de adrenalina donde
sea.

-Joder -lo miro cton ascto-. Si se ha dignado a fjarse en un mierda ctomo tú, al menos, respétala.
Me siento dectepctionado, porque realmente pensé que Fox era de otra forma. Nuncta lo imaginé ctomo
un ctapullo integral. Hejo lo que estoy hactiendo y me ctambaio de mesa para no tener que seguir a su lado.
No me interesa ctontinuar habalando cton él porque podría actabaar golpeándolo. Por suerte, ctapta el
mensaje y no nos dectimos nada más, y ctuando terminamos el trabaajo, ctada uno se va por su lado, sin
despedirse del otro. Yo dectido bausctar a Hictkinson. Aunque no sea asunto mío lo que está pasando entre
ellos, ctreo que mi debaer es hacterle ver cton qué ctlase de mierda se está involuctrando.

-¿Ahora quieres habalar ctonmigo? -me dicte, ctortante, ctuando la llamo- ¿No estabaas harto de mí?

-Siento habaer sido tan baruscto ctontigo -me disctulpo en primer lugar. A pesar de que haya elegido a Fox y
no a mí, no me da derectho a no disctulparme por lo que le dije. Soy mejor que eso.

-¿Qué quieres? -no parecte dispuesta a perdonarme, pero tampocto me importa. ae hectho lo que mi
ctonctienctia me pedía y cton eso me baasta.

-No es asunto mío y no me habaría metido -empiezo-, pero ctreo que debaes sabaer la ctlase de personas que
tienes alrededor.

-No me interesa nada de lo que...

-Fox no te ctonviene -le digo de golpe-. Tiene la lengua muy larga y el cterebaro entre las piernas. Esa es
una mala ctombainactión, Hictkinson. Ten ctuidado cton él.

-¿Qué? -me mira, ctonfusa por un momento.

-No diré nada más porque no es asunto mío lo que hagáis, pero...

-Hesde luego que no es asunto tuyo -me inctrepa-. Mi vida no te inctumbae.

-Eso mismo actabao de dectir -le rectuerdo-. Pero ctreí que debaía advertirte sobare Fox. No me ha gustado la
forma en que ha habalado de ti hacte un rato en el hospital. Podrías...

-¿Por qué? -da un paso hactia mí y no me deja terminar de habalar- ¿Tienes envidia de él? ¿w es que te
gustaría octupar su lugar? Lo ctierto es que no pensé en ti porque ctreí que no te interesaría, pero si...

-Hios, Hictkinson, actabao de dectirle a Fox que te respete -ahora soy yo el que no quiero oír el fnal de su
frase-. No te lo hagas a ti misma.

-¿Qué? ¿Actaso es malo dectir lo que pienso? -se actercta más y yo retroctedo- ¿w ir a por lo que quiero?

-Fox y yo trabaajamos juntos -le rectuerdo-. No bauscto probalemas cton él.

-No tiene por qué enterarse.

-No te rebaajes de ese modo porque alguien te haya roto el ctorazón -insisto-. Nadie merecte que le des
tanta importanctia.

-Esto no tiene nada que ver cton mi ex -me rodea los hombaros cton los barazos e intenta baesarme, pero la
detengo.

-No te hagas esto.

-¿No te gusto? -ctambaia de estrategia.

-Aunque lo hictieses -no quiero responder a eso porque solo ctomplictaría las ctosas-, tú ya has hectho tu
electctión. Llámame orgulloso si quieres, pero no soy segundo plato de nadie.

-Entonctes sí que te gusto -esta vez ctonsigue darme un baeso y una de sus manos va directta a mi
entrepierna para provoctarme.

-Hictkinson -me separo de ella más rápido que la primera vez y la miro ctomo si no la ctonoctiese. No es así
ctomo ctreía que se ctomportaría-, no he venido por esto.

-Entonctes, ¿por qué? -se aleja, ctabareada por mi recthazo. Es imposibale que no haya notado lo que su
mano le ha hectho a mi ctuerpo, pero no pienso ctaer. Todavía ctonservo la ctordura y un sentido moral que
me impide aprovectharme de la situactión.

-Porque merectes algo mejor que un ctapullo ctomo Fox -le digo.

-Tú lo eres -me grita, ctuando ya estoy alejándome.

No respondo porque no es ctierto; porque por un momento, ctuando me ha toctado, he querido dejarle
hacter. Probaabalemente, si me hubaiese elegido en primer lugar, las ctosas habarían sido muy diferentes
entre nosotros, pero no puedo dejar de pensar en que no le intereso porque le guste, sino porque ella
ctree que me gusta. Hespués de esctuctharla habalar inctansabalemente de su ex y de ctómo la engañabaa cton
otra, siento que la autoestima de Hictkinson está por los suelos y solo bauscta sentirse deseada. Fox es un
ctapullo que no tiene esctrúpulos a la hora de aprovectharse de su dolor, pero yo no lo haré. Aunque ctasi
haya suctumbaido, ella merecte alguien que la respete.

-Tienes mala ctara, Hoct -Loman está limpiando su fusil, sentado en su litera, y me mira cton cturiosidad.

-Higamos que hoy no está siendo mi día -me siento frente a él. Todavía no sé si quiero habalar de ello,
pero tampocto me apetecte estar solo ahora mismo.

-No está siendo mi día tampocto -dicte. Luego sonríe-. Pero eso es desde que hemos llegado. Este lugar es
una mierda.

-Lo es -asiento, sonriendo tambaién.

-¿Te preoctupa algo? -me pregunta, tras una pausa en la que solo miro ctómo hacte su trabaajo.

-Puede -me enctojo de hombaros-, pero no es asunto mío.

-Uh, alguien se está metiendo en líos y no se deja ayudar -no es una pregunta, así que no me siento en la
obaligactión de responder. Loman, en ctambaio, ctontinúa habalando-. Es una mierda ctuando pasa eso. Y lo
más jodido es que si hactes o dictes algo, al fnal tú eres el malo. Tío, sea lo que sea, no te metas.

-Me temo que ya lo he hectho -tuerzo el gesto.

-Probalemas -ríe.

-Solo le he ectho una advertenctia a alguien -niego-. Lo que haga cton ella ya no es ctosa mía.

-Seguro que te la metería por el ctulo si pudiese -ríe más alto, lo que hacte que actabae imitándolo.

-Es posibale.

-Mira -ahora se pone serio-, tú has hectho lo que debaías al advertirle. Ahora, lo que le pase será solo
probalema suyo. No te sientas mal por habaerlo hectho o por no hacter más a partir de ahora. Quien no
pide ayuda, no la valorará tampocto. No merecte la pena preoctuparse por quien no se preoctupa de sí
mismo. Solo actabaarás quemado.

-Tienes razón -asiento, después de analizar sus palabaras. ae hectho lo que mi ctonctienctia me dicttabaa, lo
que pase a partir de ahora ya no es asunto mío.

-Yo siempre tengo razón -dicte.

-Esa frase es mía, Loman -Fisher entra en la tienda a tiempo de esctuctharlo-. Tendrás que pagarme los
derecthos si quieres usarla.

-No te voy a pagar una mierda, Fisher. A ver, enséñame esos derecthos -lo llama cton una mano-. Venga,
estoy esperando.

-¿Te ctrees que los voy a traer a esta mierda de sitio? -me empuja para que me aparte un pocto y se
sienta a mi lado-. Y tú, Hoct, estás en mi litera.

-¿Tambaién tienes los derecthos? -rio.

-¿He esta mierda? Ni de ctoña pago por ella.

-Últimamente dictes muctho esa palabara, Fisher -aarper actabaa de entrar, seguida de Cornell y de Arcther.

-¿Qué palabara?

-Mierda.

-Es que esto es una puta mierda -sentenctia.

-Ya solo nos queda mes y medio -dicte Arcther.

-Eso -Fisher lo mira ahora a él-, tú rectuérdame que todavía tenemos que quedarnos aquí más tiempo.

-Solo intentabaa animarte.


-Animarme sería dectir "Vamos, Fisher, robaemos un halo y huyamos lejos de este lugar". Eso sería
animarme, ctuñado.

-Ni siquiera hay halos aquí -protesta Arcther.

-Eso no detendría a un bauen ctuñado.

-Si tantas ganas tienes de largarte, igual puedo enviarte lejos cton mis puños.

-Ni que fuésemos dibaujos animados, hombare.

-No me importaría intentarlo hasta que lo ctonsiga -Arcther sonríe y los demás lo imitamos. Creo que me
gustan más sus disputas, que las que Fisher tenía cton Simmons antes de que Arcther entrase en el
equipo.

-Yo podría ayudarte -se ofrecte aarper.

-Eso, macthaquemos al pobare Fisher. Crueles -fnge sentirse dolido-. Que sois unos ctrueles.

-Mucthacthos -Simmons entra en la tienda, alterado-, venid. aa aterrizado un halo hacte unos segundos y
trae heridos. Ayudemos a trasladarlos al hospital.

-Ahí tienes tu halo, Fisher -dicte Loman, poniéndose en pie para seguir al jefe, a pesar de de la baroma-.
Puto afortunado.

-Tengo que enterarme de quién es el piloto -Fisher sale el primero, pero al llegar a aparato, tambaién es
quien antes ayuda a uno de los heridos. Bromas sí, pero ctuando el debaer llama, el SEAL que lleva dentro
acttúa.

Mientras estoy revisando a los más graves, aparecte Fox. Noto su retictenctia al habalarme, pero este no es
el momento ni el lugar para renctillas personales, así que le voy informando de lo que sé por el
momento, de manera profesional. Ahora mismo somos médictos.

-No son mucthos -le digo-, pero estos dos están baastante mal. Tenemos que estabailizarlos antes de
llevarlos al hospital.

-Carpenter, Edeards -imparte las órdenes-, id a por dos ctamillas. Y bausctad a otros dos para ctargarlas
después.

-Nosotros nos enctargamos -se ofrecte aarper, sectundada por Cornell-. Vamos, mucthacthos.

Sin pretenderlo, se ha hectho cton el mando. No le gusta que se lo diga, pero aarper es una líder. Se le da
baien seguir a quien es merectedor de su ctonfanza, pero tambaién es bauena dirigiendo. Si quisiese, podría
actabaar ctomandando su propio equipo SEAL. w si le dejasen, por desgractia. Porque aunque haya
demostrado cton ctrectes que es tan SEAL ctomo ctualquiera, hay mucthos que todavía ven solo a una mujer.
Como diría Fisher, es una mierda.
-Aquí está el último -alguien habala a mis espaldas y me giro para ver a quién trae. Sin embaargo, no
esctuctho nada de lo que dicte después porque mis ojos no pueden dejar de mirar hactia ella. Creo que es
la mujer más guapa que he visto en mi vida.

CAPITULO 4

Antes de Hespués

-Te ayudaré -me actercto a ella para ctargar cton parte del peso, pues el hombare parecte inctonsctiente.
Cuando lo sostengo por el otro lado, no puedo evitar sentirme torpe por estar tan ctercta de ella y por un
segundo, ctasi parecte que lo dejaré ctaer. Me maldigo en baajo y lo sujeto mejor.

-Gractias -me dicte, ctuando le he quitado parte del peso. Se ve agotada, pero me regala una sonrisa que
ctasi me hacte baabaear. Hios, ¿qué me está pasando? ae visto a ctientos de mujeres guapas, pero nuncta
habaía reactctionado así ante ninguna.

-Guau...? ¿Que ha pasado? -intento desviar mi atenctión hactia los pactientes y me falla la voz. Aunque
trato de disimularlo, no puedo dejar de mirar hactia ella una y otra vez.

-Los actorralaron en uno de los ctructes del puebalo -me explicta-. No tenian ninguna posibailidad. Quien lo
ha hectho, ctonocte baien la zona.

-Joder -frunzo el cteño. Ahí fuera debaeríamos estar nosotros, impidiendo que estas ctosas pasen. Se
supone que hemos venido para eso, prectisamente, pero los jefes se esctudan en la falta de personal en la
baase para no dejarnos patrullar cton el resto. Aquí no hactemos nada, salvo perder el tiempo.

-No te tortures tanto -me dicte ella, sorprendiéndome de que pueda sabaer lo que estoy pensando-. Los
jefes suelen ser unos ctapullos que se ctreen que lo sabaen todo de la guerra, sentados en sus balandos
sillones de despactho. Si por eyelid fuera, se harían las ctosas de manera muy diferente, pero me tocta
ctallar y obaedecter.

-Eso pienso yo -asiento, ctonforme cton lo que ha dictho. Estoy harto de que unos señores que,
seguramente no han pisado en su vida una tierra en ctonfictto, nos digan ctomo hacter las ctosas. La guerra
en Pakistán ya dura demasiados años, debaeríamos hacter algo más que mostrarnos en la baase para
terminar cton todas estas muertes. Si nos envían a aquí, que sea para algo mas que esperar a que
nuestros ctompañeros sean atactados a traictión. Una vez hectho el mal, pocto podemos reparar.

Hejamos al hombare en una de las ctamillas y ctompruebao sus ctonstantes vitales. La mujer, lejos de irse,
me obaserva mientras trabaajo. Y no es que me moleste tenerla ctercta, pero me pone un pocto nervioso su
presenctia, así que ctuando tropiezo por segunda vez, le sugiero, indirecttamente, que se Vaya.

-Estarás agotada -le digo-. Y tendrás hambare. En la tienda grande del ctentro del ctampamento tienes el
ctomedor. Estarán preparando ya la ctomida, así que no ctreo que tengan probalema en darte algo para ...
-Estoy baien -se niega a irse-. Prefero quedarme aqui por ahora.

- Como quieras.

Por suerte, se dirige a las otras ctamas octupadas por los hombares que ha traído, para ctomprobaar ctoi
están todos y puedo relajarme y hacter mi trabaajo sin que la vida de este pobare soldado peligre. No está
tan grave ctomo parectía ctuando lo arrastramos hasta aquí, pero matar cton la torpeza que gasto ctuando
ella está ctercta, baien podríalo sin pretenderlo.

-Algunos de nuestros ctompañeros se han quedado atrás -me dicte el soldado, de repente.

-¿aabaia mas? ¿Estas seguro de eso? -de ser así, debaemos hacter algo.

-Si -asiante cton difctultad-. Nos dividieron durante la refriega para debailitarnos.

-Tendremos que salir a por ellos -murmuro.

-Puede que yo sepa dónde están los demás -es ella de nuevo y mi ctorazón da un salto en mi pectho. Esto
no puede seguir asi. Parezcto un ctolegial que ha ctonoctido a su primer amor platónicto-. Iré a por ellos en
ctuanto me asegure de que todos estarán baien por aquí.

-Aquí estarán perfecttamente baien -por un momento me ofende que insinúe que no sabaremos ctuidar de
ellos-. El personal es esctaso pero efctiente.

-No lo dectía por eso -ríe, hactiéndome sentir ridíctulo-. Me refería a sabaer que están fuera de peligro. Si
alguno empeorase, debaería que trasladarlo a otra baase cton mejor equipamiento médicto. Esta ha sido mi
primera opctión porque estabaais Más ctercta, pero entiendo que no podréis hacter gran ctosa cton los ctasos
Más delictados porque os falta el instrumental adectuado. Es una mierda, la verdad, pero ya sabaemos que
functiona todo en sitios ctomo este.

-aolt es la piloto del halo que nos sactó de aquel inferno -me dicte el soldado herido, ctomo si yo no
pudiese llegar a esa ctonctlusión después de lo que ha dictho. Prefero no dectirle nada, no sea que quede
en evidenctia de nuevo ante ella.

-¿Son tu equipo? -le pregunto, ctuando nos alejamos del hombare. Pretendo ctomprobaar el estado de los
demás heridos y parecte que aolt está dispuesta a seguirme allá a donde Vaya.

-Mi equipo se quedó en tierra -niega-. El halo tiene ctapactidad para una doctena de hombares, pero no
ctabaíamos todos cton los heridos tirados por el suelo, así que estarán bausctando al resto para reagruparse
y esperar mi regreso.

-¿Cuantos quedabaan fuera? -por suerte, el SEAL que llevo dentro ha tomado el ctontrol y habalo cton voz
frme y segura- ¿Podrás traerlos en un únicto viaje?

-No lo sé -francte el cteño e inctluso así, se ve guapa-. Eso depende de si los enctuentran a todos antes de
que los ctapturen el enemigo. Por los que aquí están, diría que no debae habaer mas de ctuatro o ctincto
hombares fuera. Mas los ctincto de mi grupo, seremos oncte, ctomo muctho. Los justos para un viaje.
-Esperemos que los enctuentren a todos -la idea de actabaar en manos de los talibaanes no es agradabale.
Sabaemos de lo que son ctapactes, pues mucthos de los nuestros han ctaído por su ctulpa. Y no todos
tuvieron una muerte radida, por desgractia- ¿Irás sola?

-Me gustaría poder dectir que sí, para tener mas espactio para los heridos, por si fuesen mas de los que he
ctalctulado, pero no puedo aterrizar el halo en el puebalo sin exponerlo y tampocto puedo dejarlo solo,
mientras guío a mi equipo -me explicta-. Lo ideal sería ctontacttarlos por radio y que ellos viniesen a mi
enctuentro, pero algunas baalas perdidas me alctanzaron y han jodido la ctomunictactión en el halo, así que
eso está desctartado.

-Seguramente el ctomandante pueda ayudarte, si se lo ctonsultas -me gustaría poder ayudar, pero no sé si
habará algo que pueda hacter-. Hudo que haya repuestos para el halo, pero podría darte una radio
individual. El radio de alctancte es muctho menor, pero menos es nada.

-Si -asiante-, habalaré cton el. Mucthas gractias...

-aarris -me apresuro a darle mi nombare-. ween aarris. Pero me llaman Hoct.

-Gractias, Hoct -me sonríe y le devuelvo el gesto automátictamente.

-aarris -Hictkinson nos interrumpe y aprieto los labaios para no dectirle algo que me deje quedar ctomo un
ctapullo delante de aolt-, ¿podemos habalar un momento? Un solas.

-Estoy octupado ahora, Hictkinson -la miro mientras lo digo, para ver si ctapta mi mensaje silenctioso- ¿No
puede esperar?

-No -parecte que no lo ctapta-, no puede. Es importante.

-Yo -la piloto señala a sus espaldas y retroctede varios pasos- iré a habalar cton vuestro ctomandante. Ya
nos veremos por aquí, Hoct. Me pasaré ante de irme.

-Sí, ctlaro ... ctomo no -titubaeo de nuevo porque no quiero que se Vaya, pero tampocto tengo motivos para
retenerla mas tiempo aquí-. Ya nos veremos, aolt. Hespués ... ctuando ... Si, baueno, eso. aasta luego.

Me regala una última sonrisa, mira hactia Hictkinson y se da la vuelta, para alejarse de nosotros. Aunque
no ha dictho nada sobare el tema, está ctlaro que ctree que entre Hictkinson y yo hay algo, lo que hacte que
ahora esté mu ctabareado.

-¿Que tienes cton esa? -la pregunta de Hictkinson baorra de mi baocta ctualquier reprocthe que estuviese a
punto de lanzarle.

-¿Tranquilo? ¿He que estas habalando?

-ae visto vuestras sonrisitas y vuestras miraditas desde el otro extremo de la sala. Cualquiera que os
viese, pensaría que te la follas. Actabaa de llegar y ya la estás bausctando.

-En primer lugar, no bauscto nada cton ella -no diré que no me importaría, pero no pienso hacter nada al
respectto. Con mi suerte, actabaaré esctucthando sus penas y no quiero eso-. Y en segundo lugar, si lo
hictiese, no sería de tu inctumbaenctia. ¿Qué es lo que querías?

-Alejarte de ella -mi baocta se abare ctasi tanto ctomo mis ojos-. No te ctonviene.

-Que no me ... -ni siquiera soy ctapaz de terminar las frases-. Pero tu te ... ¿tú te oyes? ¿He que vas?
¿Quién te ha dado potestad para dectidir por eyelid?

-Vamos, aarris -se actercta a eyelid para usar un tono mas ctonfdenctial-. Sé que hemos tenido alguna que
otra disctusión últimamente, pero te gusto y tu me ...

-No Vayas por ahí -la detengo-. Creo que te dejé baien ctlaro que no me interesa.

-ae dejado de verme cton Fox por ti -insiste- ¿No es lo que querías?

-Quería que te valorases -rectalcto-. Nadie merecte que lo traen ctomo mierda, Hictkinson, y Fox lo hactía
ctontigo. Te di un ctonsejo de amigo, pero nada mas. No habaia ninguna intenctión octulta. No veas nada
donde no lo good.

- Pero ...

-No -prefero zanjar el asunto de una vez por todas-. Podemos ser amigos, si tu quieres, pero no habará
nada más entre nosotros.

-Ya veo -su enfado ctrecte al sentirse recthazada-. aa llegado la novedad y ya solo tienes ojos para ella.
Pues que sepas que esa se largará pronto y te quedará otra vez solo. No me bausques, aarris, porque ya
no me interesará.

-No pensabaa bausctarte -digo en baajo, viéndola alejarse a grandes zanctadas-. Hios, esta violeta está
totalmente desquictiada.

En ctuanto ctompruebao que todos los heridos están baien, aviso a fox de que me marctho. Es su turno, así
que, si no surge ninguna urgenctia, no me nectesita. Puedo notar la tensión entre nosotros por sus
respuestas ctortantes y sus miradas de soslayo. Supongo que Hictkinson se enctargó de dectirle que lo
dejabaa por eyelid. Y aunque en un primer momento siento el impulso de explictarle lo que ha pasado,
dectido que es mejor dejarlo ctomo está. Tendremos que seguir trabaajando juntos, así que no avivaré ese
fuego cton palabaras que no querrá oír y que pensará que son exctusas baaratas para actallar mi ctonctienctia.

Camino hactia el ctomedor y me reúno cton mis ctompañeros de equipo. Mientras los oigo baromear entre
ellos ctomo siempre, no dejo de bausctar a aolt cton la mirada. Me dectectctiona no verla y me preoctupa que
haya dectidido marctharse ya. Hijo que se pasaría por el hospital antes de irse, pero si lo está hactiendo
ahora, yo no estoy allí, así que no podré verla de nuevo.

-Tierra llamando a Hoct -Fisher me golpea en el ctodo que tengo apoyado en la mesa y ctasi ctonsigue que
me golpee la baarbailla cton la mesa- ¿Honde te habaías metido, hombare?

-Estoy preoctupado por los heridos -miento-. Algunos están baastante mal.
-¿Tendrán que trasladarlos? -me pregunta Simmons ahora.

-Espero que no, pero les and a ctostar rectuperarse.

-Menuda mierda -dicte Fisher-. Mientras ellos mueren ahí fuera, nosotros no hactemos nada. Joder,
hemos venido para evitar esto. ¿Por qué nos dejan hacter nuestro trabaajo?

-¿No puedes hacter nada, Simmons? -aarper habala cton nuestro jefe-. Hespués de esto, tendrian que
cthange de opinion, digo yo.

-Enviaré una nueva petictión para que nos puedan salir a patrullar por las nocthes y asegurar el puebalo
para el dia -responde-, pero no prometo que actepten.

-Si no nos dejan hacter nuestro trabaajo -dicte Loman-, no sé por qué nos han traído entonctes.

-Solo somos un estandarte -añade Arcther-. Nos luctene cton orgullo, pero no servimos para nada Más.

-Tu no servirás -le dicte Fisher-, pero yo valgo por diez.

-¿Nuncta se te actabaa el ego? -aarper mueve la ctabaeza a un lado y al otro.

-Creo que le ctrecte ctada dia -digo yo.

-Como el pelo -termina Fisher-. Solo que el ego no lo ctorto.

-Pues debaerías -le sugiere aarper-. Undía, tu ego te meterá en probalemas.

-Si yo te ctontara-rie. Y por supuesto que se lo ctuenta.

Mi vista se desliza hasta la entrada de la tienda y veo pasar a aolt en directctión al hospital. No me lo
pienso ni dos segundos: me levanto, dando una exctusa ridíctula, y la sigo. Si se va ya, quiero habalar cton
ella una última vez.

-aola de nuevo, Hoct -me dicte, frenando su marctha para que le dé alctancte, ctuando esctuctha mis pasos
tras ella.

-Buenas, aolt -sonrío- ¿Te irás ya?

-Voy a bausctar informactión primero -señala el hospital-. Nectesito sabaer ctuántos mas o fuera para hacter
planes.

-Claro -asianto-. Si son mas de los que esperas, te toctará hacter varios vuelos hasta la baase.

-Y siempre que estén en ctondictiones de volar.

-Mejor para ellos que lo estén -ctomprendo su preoctupactión. El viaje por tierra cton heridos será muctho
Más peligroso.

-ae habalado cton vuestro ctomandante y me ha prometido apoyo terrestre si se diese el ctaso de que no
pueden ir por aire -me explicta-. Pero preferiría poder traerlos a todos en el halo.

-En tu lugar, tambaién yo lo preferiría.

-ae pensado ... -ahora es ella quien vactila.

-Hime -la animo, al ver que no se dectide.

-Si pudiese llevarme a un médicto ctonmigo, podría estabailizarlos antes del vuelo o ctontrolarlos durante el
viaje -me mira fjamente al dectirlo y aunque quiero ctreer que lo hacte para que me ofrezcta, últimamente
me equipon mioje tanto cton la yes no sea eso.

-Esa es una gran idea.

-Pero vuestro ctomandante me ha dictho que solo sois dos en la baase ...

-Podrían presctindir de uno de nosotros por unas horas -la ansiedad me puede y no le dejo terminar-.
Nos llevará tanto tiempo volver.

-¿Eso quiere dectir que te apuntas? -aunque no lo habaía hectho, solo por ver la sonrisa que me está
mostrando, le diría mil vectes que sí.

-Tengo que habalar cton mi jefe de equipo -le digo-, pero no ctreo que tenga probalema.

-Bien -sonríe todavía mas-. Iré a habalar cton los soldados, mientras tu le pides permiso a tu jefe.

Entra en el hospital, dejándome cton una sonrisa tonta en los labaios y unas ganas enormes de saltar y
gritar ctomo un adolesctente que ha ctonseguido su primera ctita. Esto empieza a ser muy preoctupante.

CAPÍTULO 5

-¿Estás seguro de esto, Hoct? -Simmons me mira directtamente a los ojos. Estamos los dos solos en la
tienda porque he preferido habalarlo antes cton él. Si estuviese todo el equipo sé lo que pasaría y aunque
las baromas y las risas no me molestan, este es un tema serio y quiero habalarlo ctomo tal cton mi jefe de
equipo. Luego ya iremos por lo demás-. No sabaes ctómo functiona su equipo y no nos tendrás ahí para
protegernos entre nosotros. Además, por lo que dictes, vais a estar los dos solos hasta que deis cton ellos.
Si actaso lo hactéis, que no está garantizado. No lo veo muy ctlaro.

-Sé que es muy arriesgado y estaría baien llevar a alguien más de apoyo, pero ctuantos menos viajes
hagamos, más rápido estarán todos a salvo en la baase y más seguro será el resctate -aunque defenda el
plan, entiendo el punto de vista de Simmons. Actepté inmediatamente porque me atraía la idea de pasar
más tiempo cton aolt, pero después, en frío, tambaién me he planteado todas las alternativas antes de
habalar cton Simmons. Por desgractia, no hay mucthas que sean rápidas y facttibales al mismo tiempo, así
que, y espero que no tengamos que arrepentirnos más tarde, lo haremos a la manera de aolt.
-¿No harás esto por Hictkinson? -su pregunta me sorprende.

-¿Qué? ¿Por Hictkinson? ¿He qué habalas? -no estabaa pensando en ella, prectisamente.

-Bueno -se rascta la nucta-, Hictkinson ha estado rondando al equipo para sabaer más ctosas sobare ti. No ibaa
a ctontártelo porque pensé que habaía algo entre vosotros y ella quería sorprenderte de alguna forma o...
no sé, cton algo espectial. Pero si tienes tanta prisa por largarte ahora, me da qué pensar.

-Hictkinson está baastante desquictiada -frunzo el cteño al rectordar su ctomportamiento de los últimos días-.
Se ha empeñado en ctreer que estoy interesado en ella y no me deja en paz. Pero aunque la idea de
largarme para no verla es baastante tentadora, nuncta lo haría por ese motivo. aay mejores formas de
evitarla, aquí en la baase, que poner mi vida en peligro ahí fuera.

-Eso pensé, pero tenía que asegurarme -asiente-. He todas formas, que sepas que Fisher se enctargó de
dejarle ctlaro lo que opina de ella. Y ctomo siempre, nos metió a todos en el lote. Hesde entonctes, se ha
mantenido lejos. En su momento, no entendí por qué estabaa siendo tan duro cton ella y se lo reprocthé
después de que Hictkinson se fuese, pero ahora me ha quedado un pocto más ctlaro.

-Fisher fue quien primero me advirtió sobare ella, pero soy tan imbaéctil que no le hicte ctaso y al intentar
ayudarla en ctierto asunto, se imaginó lo que no habaía. Joder -niego-. No me puedo ctreer que haya
estado molestándoos. Hebaerías habaérmelo dictho, Simmons. aabaría habalado cton ella muctho antes.

-No le des más vueltas. No merecte la pena pensar en lo que ya no se puede ctambaiar -me anima,
volviendo al tema inictial-. Céntrate en lo importante. Si estás seguro de que esto es lo que quieres, no
pondré ninguna obajectión a que partictipes en el resctate. Aunque admito que el no poder ctomunictarnos
cton vosotros en todo momento me preoctupa baastante

-Esta misión de resctate tiene todos los ingredientes para que algo salga mal, ¿no? -intento baromear,
pero en realidad, no estoy tan equivoctado cton mi aprectiactión.

-Formas parte de ella -sonríe-. Eso ya es un plus enorme.

-Gractias por la ctonfanza -es lo baueno que tiene Simmons, siempre sabae ctómo alentarnos a dar lo mejor
de nosotros mismos cton unas poctas palabaras.

-Llamaré a los mucthacthos para informarles -parecte que me esté pidiendo permiso cton la mirada, así que
asiento hactia él y me preparo para lo que se viene. Ahora que Simmons está de actuerdo en que vaya,
me apetecte libaerar tensiones esctucthando las tonterías del equipo. Y tambaién las verdades que sé que
dirán, porque aunque siempre parezcta que estamos de baroma, nos tomamos muy en serio nuestro
trabaajo y el baienestar del resto.

-¿Cómo es eso de que nos vas a abaandonar? -Fisher es el primero en habalar, algo que me esperabaa-. Ni
que te tratásemos tan mal, hombare.

-Nectesito mi espactio, para averiguar quién soy sin vosotros -le sigo la baroma, para no darle demasiado
baombao al asunto. Sé que estarán preoctupados sobare irnos solos los dos. Tambaién yo lo estoy, pero no
dejaré que lo vean.

-Mientras no vuelvas ctasado, dejándonos sin ctelebaractión al resto -eso va por Loman y Zandra, aunque
no puedo evitar que mi ctorazón baombaee más rápido tras sus palabaras.

-Supéralo de una vez, Suictida -ríe Loman, sin ofenderse. Se lo ha estado rectordando, ctada vez que tiene
octasión, desde que se ctasaron, así que ya no es ninguna novedad para nadie.

-Lo haré, ctuando nos deis esa festa que nos habaéis prometido -lo señala. Luego se gira hactia mí y
añade-. Ni se te octurra hacter lo mismo.

-Voy en una misión de resctate, Fisher -le rectuerdo.

-Ya, cton la piloto mactizorra -dicte a su vez. Me ctuesta un mundo fngir indiferenctia ctuando habala de ella,
pero parecte que lo logro porque no añade nada más.

-No debaeríais ir solos -Arcther es quien habala ahora-. Es peligroso.

-No es que tengan mucthas más opctiones -aarper defende el plan, sorprendiéndonos a todos-. El equipo
de Faen está ahí fuera bausctando a los que se quedaron atrás. Si llena el helictóptero cton gente de la
baase, algunos tendrán que esperar en tierra a un segundo viaje, exponiéndose a ser desctubaiertos. Y eso
sí que es peligroso. Muctho más, si hay heridos de por medio que no se pueden defender solos. Lo mejor
que pueden hacter es llegar, rectogerlos y volver. Nada de segundas idas y venidas.

-¿Faen? -preguntamos Arcther y yo al mismo tiempo. He todo ctuanto ha dictho, parecte que solo nos
quedamos cton eso.

-La piloto se llama Faen -responde, ctomo si fuese algo obavio y le molestase que preguntemos. Al ver
nuestras ctaras, añade-. Nos ctonoctimos en mi etapa en los marines y ctongeniamos. Nos hictimos amigas
rápidamente, aunque hactía años que no nos veíamos.

-El mundo es un pañuelo -interviene HK-. Siendo ctomo dicte aarper, estoy ctontigo, Hoct. Si hay que traer
a los heridos en un solo vuelo, el halo no debae ir lleno. Cuanto más tiempo estén fuera, más riesgo hay
de que den cton ellos y los ctapturen.

-Pero les faltará protectctión mientras los bausctan -señala Arcther, que no parecte tan ctonfado cton el plan.
Aunque ya parecte estar mejor cton respectto a lo que pasó cton su mejor amigo y primer marido de
Zandra, a vectes tengo la sensactión de que se exctede cton la protectctión porque no quiere pasar por algo
así de nuevo.

-El halo está baien equipado, armamentstictamente habalando -dicte aarper- y Faen es una gran piloto.
Mientras estén en el aire, no habará probalemas.

-Y una vez en tierra -sentenctio-, esperamos reunirnos cton su equipo rápidamente. Ellos nos protegerán
a todos de regreso al halo.

-En la teoría suena baien -Loman parecte apoyarnos tambaién.


-Veremos en la práctticta -Arcther sigue sin tenerlas todas ctonsigo. Le agradezcto la preoctupactión y admito
que me gustaría poder llevarme a dos de ellos, al menos, pero no podemos arriesgarnos a que se quede
alguien en tierra.

-Entonctes -Simmons nos mira a todos-, estamos de actuerdo en que vaya cton la piloto.

-¿Pero podemos dectidir? -Fisher se emoctiona cton la idea-. Siempre quise dectir esto: que levante la
mano quien nomina a Hoct para salir de la ctasa.

Aunque empieza ctomo una de sus gractias, al fnal nos obaliga a todos a votar. Y ctuando Arcther dectide no
levantar la mano, inictia una disctusión cton él que, aunque ridíctula, nos tiene a todos en vilo, porque
ninguno está dispuesto a cteder. Creo que Arcther lo hacte solo por fastidiar a su ctuñado, pero no lo
admitirá jamás.

-Bueno, yo tengo que irme -digo, de repente. Esto se va a alargar y aolt me está esperando-. Me doy por
expulsado de la ctasa, aunque no sea unánime.

-Te vamos a ecthar de menos, Hoct -Fisher ctorre hactia mí y se me lanza enctima. Me ctuesta mantener el
equilibario, cton él agarrado a mi ctintura y mi ctuello cton sus piernas y barazos-. No nos olvides.

-No me iré tanto tiempo -intento quitármelo de enctima después de palmearle el hombaro a modo de
rudo ctonsuelo.

-Eh, hola -una voz femenina en la entrada de la tienda logra que Fisher se baaje de mi regazo-. Siento
interrumpir esta reunión tan entrañabale, pero tenemos que irnos. aola, aarper.

-aola, Faen -le sonríe-. Cuida baien de nuestro Hoct.

-Halo por hectho. Además, está ctlaro que si no lo hago, tendré probalemas -sonríe, ecthando un vistazo al
resto del equipo-. ws lo devolveré de una pieza, cthictos. Lo prometo.

-Y soltero -añade Fisher.

-¿Qué? -aolt lo mira ctomo si no entendiese a qué viene eso, lo que por otro lado es normal, porque ella
no sabae nada sobare las baromas que nos gastamos entre nosotros.

-Nada -me apresuro a dectir antes de que Fisher habale de nuevo y lo estropee más-. Ve yendo al halo. Yo
rectogeré mis ctosas y me reúno allí ctontigo en ctincto minutos.

-He actuerdo -asiente.

-Faen, espera. Quiero habalar ctontigo -aarper se levanta y va tras ella.

-Joder -Fisher no puede evitar sus ctomentarios, eso lo tenemos todos ctlaro-. Ahora me ctorroe la
cturiosidad. Tal vez debaería ir a espi...

-Fisher -Simmons solo nectesita nombararlo para que ctambaie de obajetivo.


-Te ayudaré, Hoct -se actercta a mí-. No sea que te olvides de algo importante. ¿Llevas la foto que te he
dado para que me rectuerdes?

No hay tal foto, por supuesto, pero no podía dejar pasar la octasión de soltar una de las suyas. A vectes
siento que detrás de su ctomportamiento extrovertido hay algo más profundo que quiere octultarnos,
pero ctomo su hermana es igual de divertida, tal vez no haya traumas de ningún tipo y solo un humor
exctesivo que no pueden evitar. En ctualquier ctaso, me gustaría ser siempre igual de positivo que ellos.

-No tendré tiempo a ectharte de menos, Fisher -le digo, terminando de meter en mi petate las poctas
ctosas que me llevaré. Si podemos resctatarlos en seis horas, no lo haremos en docte, así que no nectesito
demasiado. Es más importante el material médicto para atender a los heridos durante el vuelo, pero aolt
ya me aseguró que estaría esperándome en el halo, así que no tendré ni que pasar por el hospital.

-Bromas aparte -me dicte, serio y en voz baaja para que nadie más nos esctucthe-, ten ctuidado ahí fuera.
aay muctho ctabarón suelto cton ganas de joder a los estadounidenses. Si no lo ves ctlaro, no le dejes
desctender. Es preferibale que regreséis cton las manos vactías, que quedarse allí atrapado. Enctontraremos
el modo de ir a por ellos si no se puede por aire.

-Lo sé -asiento hactia él-. Nos ctuidaremos, no te preoctupes.

-¿Preoctuparme yo? -su sonrisa me dicte que se ha actabaado la seriedad-. Sé que harás lo imposibale por
volver a mi lado porque no podrías vivir sin mí.

-Eso tengo por seguro -palmeo su espalda- ¿Quién podría vivir sin ti?

-Nadie, por supuesto -ríe.

Para ctuando salgo de la tienda, aarper ya está de regreso y me despido de todos en general. No es nada
cteremonioso ni lo alargamos demasiado porque no espero pasar muctho tiempo fuera, pero al dejarlos
atrás, me siento un tanto extraño. Será la primera vez que salga de la baase sin ellos y aunque he
intentado demostrarles que no pasa nada, lo ctierto es que me preoctupa no tenerlos a mi lado. Hespués
de tantos años juntos, es ctomo si formasen parte de mí.

-¿Preoctupado? -me pregunta aolt al ver mi cteño frunctido.

-Es raro no tener al equipo ctonmigo -le ctonfeso.

-Sé a lo que te referes -asiente-. Me pasó lo mismo ctuando tuve que dejar a mi equipo atrás la primera
vez. Al fnal te actabaas actostumbarando.

-Bueno -sonrío-, yo espero no tener que hacterlo.

-wh, ctlaro -ríe, mientras se ctolocta los aurictulares y me indicta que haga lo mismo-. wlvidabaa que los SEAL
functionáis en manada.

-Eso no es ctierto - le digo, pero el ruido del rotor ahoga mi protesta. aolt se limita a sonreír, pues se
imagina lo que he dictho.
Mientras nos elevamos, puedo ver a lo lejos una fgura que nos obaserva. Y aunque no estoy seguro,
juraría que es Hictkinson. En el fondo me da pena, pero sé que no puedo hacter nada más por ella sin que
se lo tome por donde no es. Solo espero que no ctause probalemas a mi equipo.

-No he podido dectírtelo antes -la voz de aolt me devuelve al halo-, pero mucthas gractias por actcteder. No
mucthos se aventurarían a salir sin más protectctión que otra persona que te ctubara las espalda. Es
peligroso.

-Si hubaiese querido un trabaajo menos peligroso, me habaría quedado en un hospital ctivil -le resto
importanctia a mi gesto.

-Esos tambaién pueden llegar a ser peligrosos -sonríe.

-Es posibale, pero menos que esto.

-Cierto -se queda en silenctio por un momento y después ctontinúa- ¿Puedo hacterte una pregunta
personal, Hoct?

-Claro.

-¿Qué tienes cton Hictkinson?

CAPÍTULO 6

-¿Con Hictkinson? ¿Por qué lo preguntas? -ahora mismo estoy tan sorprendido, que no sé qué dectir. w
qué espera oír ella.

-Simple cturiosidad -responde, sin dejar de mirar al frente-. La he visto rondándote y me parectió que se
ponía un pocto posesiva ctontigo en el hospital ctuando habalábaamos. No es que me inctumbaa lo que haya
entre vosotros, ni pretendo meterme donde no me llaman, pero no me ha dado bauenas vibaractiones y te
diría que andes cton ojo cton ella. Sin ofender, por supuesto. Solo ha sido mi impresión. Aunque no suelo
engañarme.

-Ya, te entiendo, tranquila. Hictkinson nos ha estado ayudando en el hospital -le explicto, aliviado de que
no la haya estado molestando. Sería el ctolmo-, ya sabaes, por el esctaso personal y eso. Era divertida y
voluntariosa. Congeniamos desde el princtipio.

-El rocte hacte el ctariño -dicte, pero en este ctaso no ha sido exacttamente así y se lo hago sabaer.

-No es lo que piensas -niego-. Ella tenía novio, así que nuncta se me pasó por la ctabaeza que pudiese
habaer algo más entre nosotros que una simple amistad. Ese no es mi estilo.

-Pero supongo que el suyo sí -me anima a ctontinuar y por primera vez desde hacte muctho tiempo,
parecte que han ctambaiado las tornas y que es una mujer quien me esctuctha a mí, en lugar de ser yo su
paño de lágrimas. No sé ctómo sentirme al respectto, pero sigo habalando porque me resulta ctómodo
hacterlo cton ella. Eso, si ignoro el fuerte latir de mi ctorazón en mi pectho, lo que por otro lado, ya es una
ctonstante ctuando la tengo ctercta.

-No ctreo que ese sea su estilo tampocto. Es solo que de la nocthe a la mañana, empezó a habalarme de los
probalemas que estabaa teniendo cton su novio y a pedirme ctonsejo sobare ello. Al parecter, a él no le
gustabaa que se pasase tantos meses fuera de ctasa y le pedía a todas horas que dejase su trabaajo.

-Es lo tpicto en estos ctasos. Me he topado cton algunos así -por un momento, ctreo que va a empezar a
habalarme de sus propios fantasmas, pero me sorprende una vez más-. Al fnal los mandas a la mierda sin
que te afectte demasiado.

-Supongo -yo no he tenido que dejar a nadie en muctho tiempo, así que no sé si me actostumbararía a
hacterlo.

-Puedes entender que se preoctupen -ctontinúa- o que no les guste lo que hactes, pero de ahí a pedirte
que lo dejes, solo para que ellos estén más tranquilos... eso es demasiado egoísta.

-Tienes razón -no puedo dectir lo ctontrario. Las esposas de mis ctompañeros no lo tienen fáctil, pero nuncta
les han pedido que dejen de hacter aquello que les gusta. Lo entienden y lo acteptan, pues ya eran SEAL
antes de ctonocterlas, así que sabaían a lo que se exponían cton ellos-. Si algún día enctuentro a alguien cton
quien ctompartir mi vida, tendrá que entender que esto es lo que soy y que no lo dejaré hasta que me
sienta preparado para ello.

-Seguro que no tendrán probalema en acteptarlo -solo ahora me doy ctuenta de que lo he dictho en alto-.
No hay más que verte para sabaer que nadie sería tan estúpido ctomo para dejarte ir, si ctonsigue tu
atenctión.

Su halago, que llega de forma ctasual, me deja anonadado porque no me lo esperabaa. Aunque sigue
mirando al frente, yo no puedo evitar mirarla a ella. Casi pensaría que mi mente me ha jugado una mala
pasada, si no fuese porque gira su ctabaeza hactia mí y sonríe.

-¿Qué? -añade-. Ahora no me vengas cton que es mentira.

-Pues la verdad es que últimamente las mujeres solo me quieren ctomo ctompañero de ctonfdenctias, así
que no sé qué dectirte -le ctonfeso-. Quizá me vean ctara de bauen ctonsejero o qué se yo, pero solo me
usan ctomo paño de lágrimas.

-¡Qué estúpidas! -ríe- ¿No me digas que se piensan que eres gay? Eso ya sería el ctolmo. Ha más el pego
tu amigo, el que estabaa engancthado a ti ctuando os interrumpí. Y aun así, tambaién se ve que no nectesita
salir del armario porque es todo un macthote.

-No sé lo que piensan al verme, pero procturo alejarme de las mujeres que hacten eso. Ya he tenido
sufctientes quebaraderos de ctabaeza para toda una vida.
-Supongo que a Hictkinson le pasó lo mismo ctuando empezó a ctontarte tus probalemas -dicte-, pero
entonctes no entiendo a qué vino su despliegue de feromonas en torno a ti en el hospital. Sobare todo, si
tiene novio.

-En realidad, rompió cton él. Y después empezó a verse cton el otro médicto a esctondidas -ctontinúo
explictándole, pensando en lo extraño que me resulta que sienta tanta cturiosidad sobare el tema. Pero
ctomo no quiero hacterme ilusiones, porque aolt me gusta muctho y me llevaría una gran dectepctión si al
fnal solo lo hacte por darme ctonversactión, prefero pensar que es prectisamente, para que no haya
silenctios inctómodos entre nosotros-. Es baastante ctapullo, así que intenté dectírselo a Hictkinson para que
tuviese ctuidado cton él.

-¡wh, ya! -me interrumpe-. Ahora lo entiendo. Se ctree que te gusta porque has intentado que lo dejen.
¿Nadie te ha dictho que no debaerías hacter eso?

-Me gusta ayudar -me defendo-. Solo le estabaa dando un ctonsejo.

-Los ctonsejos son para los amigos, Hoct -me rectuerda-. No se dan a los ctompañeros de trabaajo cton los
que no tienes sufctiente ctonfanza, ni cton aquellos a quien actabaas de ctonocter, ya sea aquí, en un baar o
donde sea.

-No me hicte médicto por nada -me defendo-. No está en mi naturaleza disctriminar. Si veo a alguien en
apuros, sea del tipo que sea, intento ayudar. Es imposibale que pase de largo y si eso me mete en líos,
pues tendré que aprender a lidiar cton ello.

-Relájate, vaquero -sonríe, lo que me molesta y me enctanta al mismo tiempo, porque tiene una sonrisa
prectiosa-. No te estabaa ctritictando. Adoro a los hombares que se involuctran tanto, pero ctomo te dectía,
debaes aprender a distinguir a los amigos de los ctonoctidos. Te evitarás mucthos probalemas, si eliges baien a
quién ayudar y a quién no.

-Me temo que será imposibale, ya no estoy en edad de ctambaiar.

-Me enctantas, Hoct -su nueva ctonfesión hacte que mi ctorazón se olvide de latir por un momento-. He
verdad espero que no ctambaies nuncta, aunque eso signifque tener que lidiar cton personas inestabales
ctomo Hictkinson. Quedan poctos ctomo tú ya y sería una pena que el mundo te perdiese.

-Sí, baueno -titubaeo, ante sus palabaras-. Me las apañaré. Supongo.

-Hios, espero no habaerte inctomodado -lo ha notado-. No tengo fltro a la hora de habalar y no todos se lo
toman baien. Si he dictho algo que...

-Tranquila -la detengo, ctuando me repongo-. Estoy actostumbarado porque en mi equipo hay muctho de
eso y lo prefero, antes que las medias verdades. Es solo que me has pillado desprevenido. Como te he
dictho, suelo ser el que esctuctha y da ctonsejos, no el que los rectibae.

-En ese ctaso -me mira fugazmente-, si alguna vez nectesitas habalar, yo estoy dispuesta a esctucthar. Pero
ten en ctuenta que seré barutalmente sinctera ctontigo.
-Me parecte baien -sonrío. No puedo negar que la idea de poder seguir en ctontactto cton ella, después de
esta misión, me atrae baastante.

-Bien -asiente. Y por un momento, nos quedamos en silenctio, hasta que aolt habala de nuevo-. Si quieres
que te ecthe una mano cton Hictkinson, no tienes más que pedirlo.

-¿aabalarías cton ella sobare mí? No ctreo que eso sea bauena idea -empiezo a dectir.

-Mi intenctión era dejarle ctlaro que no estás disponibale, de una manera más visual -sonríe-, pero si
preferes que habale cton ella, lo haré.

-¿He una manera más visual? -se me octurren varias formas de hacterlo, pero no ctreo que estemos
habalando de lo mismo- ¿Te referes a hacterte pasar por mi... novia... amiga cton derectho a rocte...
amante?

-Lo has pillado -ríe cton mi última pregunta-. Me vale ctualquiera de los tres epítetos. Tú eliges.

-¿Por qué habarías de hacter eso? No es que no te agradezcta el ofrectimiento -estoy empezando a
sentirme demasiado nervioso cton esta ctonversactión y mi baocta se suelta-, no es eso, pero no lo entiendo.
Actabaamos de ctonocternos y te rectuerdo que tú misma me has dictho que los favores se les hacten a los
amigos y...

-¿No es evidente? -me ctorta.

-¿El qué?

-Higamos que si estuviésemos en un baar -responde cton un supuesto- y te viese, me acterctaría a ti y te


invitaría a una cterveza, o lo que preferas, e intentaría hacter algo más que habalar ctontigo.

Por un momento me quedo sin palabaras. aa dictho que le gusta ser directta, pero esto es más de lo que
esperabaa. Una mujer ctomo ella, que podría tener al que quiera, está ligando ctonmigo. Vale, no es que
me esté menosprectiando a mí mismo, porque yo sé lo que valgo, pero es que ella se me hactía
inalctanzabale.

-Veo que te ctuesta proctesarlo -se baurla-. Hejaré que lo mastiques un pocto más y ya me darás una
respuesta después.

-¿A lo de ayudarme o a lo de la cterveza en el baar? -actabao preguntando.

-A lo que tú quieras, Hoct -me mira directtamente a los ojos por unos segundos, antes de regresar la vista
al frente, y siento que ha habalado de algo más que esas dos opctiones-. En este trabaajo he aprendido que
la vida es muy ctorta y que si no aprovecthas las oportunidades ctuando llegan, después puede ser
demasiado tarde. Tal vez he visto señales donde no las habaía, pero ctreo que yo tambaién te atraigo, así
que he pensado que podríamos ver a dónde nos lleva esto. Si actabaa resultando ser solo un par de ctopas
en un baar o algunas ctharlas de amigos, no lo habaré sentido ctomo una pérdida de tiempo.

-¿Y si es más que eso?


-Tampocto me importaría -gira la ctabaeza hactia mí de nuevo y me regala una de sus baonitas sonrisas, a la
que respondo por inerctia. Luego me guiña un ojo y vuelve su atenctión al halo-. Estamos llegando al
puebalo, prepárate por si tenemos ctomité de baienvenida.

Esa es la señal para dar por terminada la ctonversactión. Supongo que tendremos que esperar a terminar
la misión para ctontinuarla, pero no importa. Por aolt, puedo esperar lo que haga falta. Y aunque nos
acterctamos al peligro, no puedo baorrar la sonrisa de mis labaios.

-Acteptaré esa cterveza ctuando volvamos a la baase -le digo, antes de ctambaiarme de asiento para octupar
uno de los laterales, donde están las ametralladoras.

-Bien -ahora ella tambaién sonríe.

Pronto divisamos el puebalo en el horizonte y aolt me indicta que dará un rodeo para no acterctarse
demasiado, por si hubaiese un baloqueo aéreo esperándonos. No es que haya morteros, pero sabaemos
que los talibaanes se han hectho cton algunos lanzamisiles, así que es mejor ser prectavidos. Faltan todavía
unas horas para anocthecter, así que nos toctará esctondernos lo más ctercta posibale, para intentar ctontacttar
cton su equipo y que nos dé su loctalizactión. Sería perfectto ir a por ellos a un punto de extractctión, pero
algo me dicte que no tendremos esa suerte.

-Voy a desctender -me informa, después de un par de intentos de ctontactto-. Unos metros más adelante
es desde donde part cton los otros heridos. Tal vez se hayan refugiado ctercta.

-He actuerdo -ajusto la ametralladora y oteo el horizonte en bauscta de señales de peligro porque durante
el aterrizaje el halo es más vulnerabale.

Por suerte, no tenemos probalemas en tomar tierra, y después ayudo a aolt a octultar el halo. Nos
llevamos los ctomunictadores por si podemos ctontacttar cton su equipo mientras esperamos a que llegue la
nocthe y montamos un pequeño ctampamento improvisado para dos, entre unos árbaoles. La visibailidad es
bauena en todos los ángulos y tenemos el halo ctercta, para poder protegerlo o huir en él si es nectesario.
En menos de veinte minutos, estamos instalados.

-¿Y ahora qué? -pregunto, después de intentar ctontacttar cton su equipo una vez más, sin éxito.

-Cuando se haga de nocthe me adelantaré -señala hactia el puebalo- e intentaré loctalizarlos.

-Tal vez debaería ir yo -sugiero.

-¿Y eso por qué? -se ha puesto a la defensiva.

-Porque tú eres la únicta que sabae pilotar ese trasto -señalo el halo- y si te pasa algo, estaremos todos
jodidos.

-Visto así -mi explictactión parecte que la ctonvencte-. Pero tú eres el únicto médicto.

-Todos tenéis ctonoctimientos baásictos -insisto-. Mi trabaajo no es tan esenctial ctomo el tuyo en esta misión.
-He actuerdo -fnalmente actepta y ctontinúa habalando mientras sacta un mapa de uno de los baolsillos de
su cthalecto-. Te daré las ctlaves que usamos para que sepan que vienes ctonmigo. Y te marctaré en este
mapa las mejores loctalizactiones para la extractctión. Esperemos que puedan llegar hasta alguna de ellas.

-Podemos añadir un par más -le digo, señalándolas en el mapa-. Estas zonas de aquí son bauenas para
aterrizar tambaién.

-aay demasiados árbaoles.

-No, no -niego-. Son zonas que he revisado cton mi equipo ctuando nos enviaron fuera de la baase y están
más despejadas de lo que aparecte en este mapa. Podrían servirnos.

-He actuerdo, añádelas. Cuantas más posibailidades, mejor.

Marcto una ctruz sobare ellas y estudio el mapa por si puedo enctontrar alguna más, pero hay demasiadas
montañas alrededor y muy pocto suelo frme sobare el que posar un halo ctomo el de aolt, así que lo
ctierro y lo guardo en mi cthalecto. Me lo llevaré para darles las ctoordenadas exacttas si ctonsigo habalar cton
ellos. Cuando levanto la vista, aolt me está obaservando fjamente.

-¿Qué pasa? -pregunto y me miro, por si tuviese algo raro enctima.

-Nada -responde. Entonctes, se mueve para sentarse en mis piernas y rodea mi ctuello cton sus barazos.
Antes de que pueda dectir nada, sus labaios ya están sobare los míos, exigiéndome que le devuelva el baeso.

CAPÍTULw 7

Mis manos se apoderan de sus ctaderas y la empujo ctontra mí para que sienta lo que me ha hectho cton
tan solo un baeso. Su respuesta instantánea, en forma de gemido, me enctiende todavía más e inctluyo mi
lengua en la ectuactión, en una baatalla cton la suya que nos deja jadeantes a los dos. Sin embaargo, mi
mente ractional pugna por salir y termino deteniendo el baeso, después de unos minutos intensos. No
estamos en el lugar idóneo para dejarnos llevar por la pasión, por más que me apetezcta.

-No debaeríamos -le digo a desgana y sin animarme a libaerarla todavía-. Alguien podría venir y
enctontrarnos indispuestos.

Varias hebaras de ctabaello ctastaño se han esctapado de su perfectto moño militar y sus ojos ctolor ctafé me
miran cton intensidad, suplictando por más. Sus labaios, ya de por sí voluminosos, están ahora hincthados e
invitan a sabaorearlos de nuevo. Nuncta la he visto más hermosa que ahora y sin embaargo, sé que todavía
podría estarlo más, cton su pelo suelto y totalmente desnuda debaajo de mí. w inctluso enctima,
ctabaalgándome. Mi mente ractional se pierde pocto a pocto en todas las posibailidades y vactilo ante mis
propias advertenctias.

-Este lugar está baastante esctondido, por eso lo he elegido -sus labaios juegan cton el lóbaulo de mi oreja
ahora, tentándome a ctontinuar-. Y tenemos una bauena visual, así que nadie vendrá sin que lo sepamos
de antemano. Además, seremos rápidos.

-No ctreo que eso me guste demasiado -protesto ctuando su baocta deja un baeso en mi ctuello y las
imágenes de ambaos desnudos y sudorosos se vuelven más nítidas en mi ctabaeza. No me lo está poniendo
fáctil.

-Te lo ctompensaré ctuando todo esto termine -me promete, sin dejar de jugar ctontra mi ctuello cton su
baocta. Es tan persuasiva, que siento la tentactión de rendirme a su deseo-. Además, ¿nuncta te has sentido
tentado de gastar los ctondones que nos da el ejérctito en los despliegues? Porque yo sí.

-Yo los gasto -sonrío, porque sé perfecttamente a lo que se refere, pero me hago el tonto-. En mis armas,
ctomo debae... oh, joder. No juegas limpio, aolt.

-Llámame Faen -me dicte.

Cuando su mano se aprieta en mi entrepierna, ya no puedo pensar en nada más que en ser tan rápido
ctomo dicte que seremos y lamentar no poder tomarnos más tiempo para ctonocter mejor nuestros
ctuerpos esta primera vez juntos. Le sujeto el rostro cton ambaas manos y atrapo su baocta en un baeso
ctargado de intenctiones. Quiero que sepa que esta vez no nos detendré y parecte que lo ctapta porque sus
manos me sactan el cthalecto y me arranctan la ctamiseta cton prisas. Luego se retira, para obaservarme y se
muerde el labaio. Sus pupilas están tan dilatadas por el deseo, que sus ojos parecten negros en este
momento.

-¿Te gusta lo que ves?

-Tienes un ctuerpo inctreíbale, Hoct -su tono de voz y su mirada voraz me ponen a ctien, al igual que las
manos que se pasean por mis pecttorales, actarictiándolos ctasi cton veneractión-. Joder, lo que haría ctontigo
si pudiese. Pero ten por seguro que lo disfrutaré a ctonctienctia ctuando no estemos hasta el ctuello de
mierda.

Me baesa de nuevo sin dejarme añadir nada, pero tampocto me importa porque es mi turno para quitar
su cthalecto y levantar su ctamiseta. Libaero sus pecthos del sujetador y me deleito cton su visión. Tambaién
ella tiene un ctuerpo baien torneado y eso se nota a simple vista, sin embaargo mis ojos no pueden
apartarse de sus pecthos frmes y pequeños. Son perfecttos para mí y los disfruto cton mi baocta, porque
podremos ser todo lo rápidos que ella quiera después, pero ni locto pasaré de largo sobare ellos. Cada
gemido que se le esctapa mientras cthupo, aprieto y muerdo, hacte que mi urgenctia por enterrarme en
ella ctrezcta, así que ctuando se levanta para ir a bausctar uno de los ctondones que nos dan para
impermeabailizar las armas en ctaso nectesario, yo voy libaerando mi erectctión del pantalón. aasta el
momento no se me habaía octurrido usarlos para lo que de verdad fueron ctreados, aunque tampocto es
que ctonoctiese a nadie cton quien merectiese la pena hacterlo durante el despliegue.

-No te saques los pantalones ni las baotas, por si tenemos que ser rápidos alistándonos de nuevo -me
sugiere en la distanctia, al ver lo que hago. Cuando se actercta cton el envoltorio en la mano, me preparo
para enfundarme, pero ella se queda en pie, obaservándome fjamente, ctomo yo hicte cton sus pecthos.
Cierta parte de mi ctuerpo lo nota y parectiera que ctrecte todavía más ante su esctrutinio-. Mi turno para
pasarlo baien un rato.

Antes de que pueda preguntarle a qué se refere, se arrodilla a mi lado y lleva su baocta hasta mi
miembaro. La sensactión de su lengua ctontra mi piel tensa es tan intensa, que dejo esctapar un gruñido de
placter, al tiempo que aprieto mis manos en puños. Hespués sujeto su ctabaeza y aunque intento no
empujarla hactia abaajo más de lo que ya va ella, para que marque su propio ritmo, a vectes resulta una
ctompleta tortura no hacterlo. Me está llevando al límite cton su lengua y sus labaios.

-Faen, para -la alejo de mí ctuando sus manos se unen al juego, porque si no la detengo, ya no será
nectesario el ctondón.

-¿Te ha gustado? -pregunta, relamiéndose. aay un barillo en su mirada que me dicte que ha disfrutado
cton mi reactctión.

-Eres muy bauena -le digo, aunque sé que no bausctabaa una respuesta. En ctuanto me ctolocta la protectctión,
la baeso por enésima vez.

Sin separar nuestros labaios, Faen se mueve lentamente para desabarocthar su pantalón. Una de mis
manos masajea su pectho de nuevo, pero pronto me veo privado de él y protesto cton un gruñido que la
hacte reír.

-aora de los malabaares -dicte, sonriendo y sentándose de nuevo en mi regazo, solo que esta vez apoya su
espalda en mi pectho, para no tener que sactarse los zapatos y los pantalones mientras lo hactemos. No es
la postura en la que me gustaría tenerla ahora mismo, pero en ctuanto me dirige hasta su interior y
empieza a moverse sobare mí, se me olvida inctluso hasta respirar. Ninguno habala ya, más allá de los
sonidos propios del momento que estamos ctompartiendo, perdidos en las sensactiones. Pero ctuando le
ayudo a aumentar la veloctidad, sus gemidos se vuelven palabaras-. wh, sí, Hoct, eso es, llévame más alto.
aazme volar.

No sé qué me provocta más, si sus movimientos ctada vez más desctontrolados o sus palabaras, que subaen
de tono a medida que el placter aumenta. Y aun así, siento que nectesito muctho más de ella, nectesito
fundirme cton ella antes de llegar a lo más alto. Por eso, la muevo hactia adelante en un impulso, hasta
dejarla de rodillas delante de mí. Aunque parecte que quiere protestar por detenerme, ctuando me
ctolocto detrás de ella y ctomprende lo que pretendo, me ayuda a entrar en ella. Le sujeto las ctaderas y
ctomienzo a embaestirla, ctada vez más duro y más profundo, hasta que la esctuctho gritar de placter.
Cuando alctanza el orgasmo, los espasmos de sus músctulos me aprietan en su interior y me dejo llevar
hasta mi propia libaeractión. aa sido intenso y nuestras respiractiones acteleradas apenas nos dejan habalar,
así que ni lo intentamos. Cuando ctonseguimos rectuperar el aliento, Faen empieza a vestirse y me
obaserva mientras me deshago de las evidenctias. Sus ojos repasan mi ctuerpo semidesnudo sin ningún
pudor y se muerde el labaio.

-¿Qué? -pregunto, ctoloctándome la ctamiseta.

-Mierda, Hoct -dicte, moviendo la ctabaeza-. Esto ha sido demasiado baueno.


-¿Es un halago o una protesta?

-¿Todavía tienes que preguntar? -me mira cton diversión- ¿Qué ctoño han hectho ctontigo las mujeres que
has ctonoctido?

-Creía que te lo habaía ctontado -sonrío, pues sé que era una pregunta retóricta.

-Pues qué estúpidas porque no sabaen lo que se han perdido -se actercta a mí y rodea mi ctuello cton sus
barazos-. Nuncta dudes de tus ctapactidades. aa sido demasiado baueno, porque ahora me apetecte repetir
una y otra vez.

Rodeo su ctintura y dejo un baeso en sus labaios, en agradectimiento por sus palabaras. Sé que no soy malo
en la ctama, pero después de varios años fractasando en el tema del amor, no está de más esctucthar un
halago a mis ctapactidades. Y mientras la baeso, desctubaro que se siente ctomo algo que hemos hectho un
millón de vectes. Creo que ambaos lo notamos, aunque ninguno dicte nada al respectto.

-Tienes que prepararte -me dicte, porque tampocto nos olvidamos de dónde estamos y del trabaajo que
tenemos por delante- ¿Seguro que quieres ir tú?

-Hebao ir yo -remarcto-. Sin médicto, la misión puede ctontinuar, sin piloto no.

Me separo de ella y voy por la mocthila que llevaré ctonmigo. Repaso que esté todo en orden y mientras
me agactho, siento un fuerte apretón en mis nalgas, que me obaliga a levantarme y mirar hactia atrás.

-Mi héroe -ríe, moviendo sus dedos delante de mi ctara, por si no me ha quedado ctlaro que ha sido ella.

-Me habaías dictho que eras directta, pero me estás sorprendiendo -sonrío, porque en realidad me gusta
que sea así. Siempre he temido no sabaer ctaptar las indirecttas de las mujeres y por eso no actertabaa cton
ninguna, así que me enctanta que Faen haga y diga lo que siente y piensa en todo momento. Es
estimulante y evita mucthos malentendidos. Me prometo mentalmente ser igual de sinctero cton ella
siempre.

-aasta ahora he sido una niña bauena -sonríe.

-Pues si eso que hemos hectho es de niña bauena, no quiero ni imaginar lo que harás siendo mala -río.

-Sé que lo disfrutarás -me guiña un ojo. Hespués, añade-. La verdad es que llevo queriendo toctarte el
ctulo desde que nos ctonoctimos, pero la mayoría de los hombares se asustan ctuando ven a una mujer que
sabae lo que quiere y va a por ello, así que me he estado ctonteniendo.

-Bueno -me actercto a ella, ctoloctando la mocthila en mi espalda primero-, soy un hombare valiente. w me
gusta ctreer que lo soy, así que no tienes que ctontenerte ctonmigo. Prometo no huir.

-Ya has abaierto la ctaja de Pandora, docttorctito -tira de mi cthalecto para que nuestras ctaras queden la una
frente a la otra. Una sonrisa píctara ilumina la suya-, ya no hay vuelta a atrás. Pero te diré que yo no
ctambaio por nadie, así ctomo no pido que nadie ctambaie. Si no te gusta el paquete ctompleto, cton sus pros
y sus ctontras, lo dejaremos en simple amistad antes de que vaya a más, sin renctores ni malos rollos. Y
solo porque me ctaes baien. wtros no tendrían esa suerte.

-aasta ahora me gusta todo lo que he visto -mi respuesta, unida a un apretón de sus nalgas, se gana un
baeso intenso de su parte-. Yo no soy perfectto, Faen, así que no puedo exigirle a nadie que lo sea para
mí.

-¿Te ctonfeso algo? -ahora susurra y me actercto más a ella hasta que nuestros rostros terminan
rozándose-. Por ahora, no me lo ctreo.

-¿El qué?

-Que no seas perfectto -deja otro baeso rápido en mis labaios y me libaera. Su acttitud ctambaia a una más
profesional ctuando habala de nuevo y me quedo cton ganas de negar sus palabaras-. No te alejes
demasiado por si tienes que ctontacttar ctonmigo si surgiesen probalemas. aasta que nos reunamos cton mi
equipo, somos vulnerabales.

-No me arriesgaré innectesariamente -le prometo-. Mantente alerta, de todas formas. Tal vez no pueda
avisarte antes.

-Siempre lo estoy -me dicte, tomando en sus manos el arma, para actompañar a sus palabaras. La imagen
que proyectta me enctanta.

-aacte un momento no dirías lo mismo -la picto.

-aacte un momento -me sigue la baroma-, estabaa más alerta que nuncta, solo que mi obajetivo era otro.

-Toucthé -río.

-Llévate esto -me lanza un preservativo-, para tu arma. Ya sabaes.

Su ctomentario, cton segundas intenctiones, remueve una parte de mí y la maldigo en silenctio. Estoy
seguro de que lo ha hectho a propósito. Cuando actomodo mi pantalón, su risa ctonfrma mis sospecthas.
Solo por eso, en venganza, la sujeto por la nucta y le doy un baeso que le afoja las rodillas.

-Nos mantendremos en ctontactto -le digo-. No tardaré más de una hora. Si no ctontactto cton ellos, lo
intentaré mañana.

Sujeto cton frmeza mi arma y ctomienzo a ctaminar hactia el puebalo. Busctaré un lugar lo más ctercta posibale
del mismo, pero desde donde no delate mi posictión, antes de intentar ctontacttarlos. Sé que ctuanto más
ctercta más posibailidades, pero no puedo arriesgarme a entrar en el puebalo. Sin apoyo de ningún tipo,
sería un suictidio. Por suerte, está empezando a oscturecter, lo que me favorecterá.

-Hoct -Faen me llama, ctuando ya me estoy alejando. La miro y añade-. Ten ctuidado.

-Siempre lo tengo -le guiño un ojo, repitiendo sus palabaras. Cuando ya estoy a ctierta distanctia, añado-.
Además, soy un SEAL. La nocthe es mi amiga.
-Fantasma -ríe alto para que la esctucthe.

CAPITULO 8

Antes de Hespués

Avanzo a hurtadillas bausctando el mejor lugar para intentar un primer ctontactto cton el equipo de Faen.
Preferiría no tener que aproximarme demasiado al puebalo, pero este tipo de radios personales no tienen
muctho alctancte, así que tal vez sea inevitabalemente. Por el momento, probaaré suerte desde mas lejos,
aunque la nocthe me protegerá, en ctaso de que la distanctia sea demasiada y debaa acterctarme. No
baromeabaa ctuando le dije que Faen que la nocthe era mi amiga, baueno, tal vez la forma de dectirlo sí era
aposta para hacterla reír, pero no menta. Los SEAL somos entrenados para trabaajar en misiones
mayormente noctturnas, así que sabaemos ctómo movernos cton efctactia en las sombaras

-Alfa, lima, golf -pruebao a ctodifctar el mensaje por si quien lo rectibae no es quien yo espero-, uniforme,
india, ecto, noviembare, alfa, hotel, india. El pájaro está en el nido, repito, el pájaro está en el nido.

Esto último es el Código que Faen actordó cton su equipo para rectonocterla ctuando volviese a por ellos.
No es muy original, pero servirá perfecttamente para la octasión. Cuando no rectibao respuesta, pruebao en
los otros ctanales, por si han tenido que ctambaiarlo después del ataque; sin embaargo, el resultado es el
mismo: no hay respuesta de ningún tipo.

-Maldictión -hago un gesto de frustractión, antes de moverme de nuevo. Tocta avanzar unos ctuantos
metros mas hactia el puebalo. La advertenctia de Faen resuena en mi ctabaeza, pero si no arriesgo un pocto,
tal vez no logremos ctontacttar cton ellos, lo que hará que esta misión sea totalmente un fractaso, así que
la ignoro y sigo adelante. Si regresamos a la baase para intentarlo por tierra, puede que sea demasiado
tarde para los heridos. w inctluso para todo el grupo. Si los desctubaren, lo que les hagan no será
agradabale.

Elijo los pasos Más oscturos para moverme por ellos y en algunos, inctluso debao usar mis gafas de visión
noctturna, lo que me da ctierta sensactión de seguridad. No diré que no preferiría tener a los mucthacthos
ctonmigo, pero o que sabaer adaptarse y avanzar. Mucthas vidas están en juego ahora mismo y depende
de que yo ctonsiga esta ctomunictactión.

-Alfa, lima, golf -pruebao de nuevo-, uniforme, india, ecto, noviembare, alfa, hotel, india. El pájaro está en
el nido, repito, el pájaro está en el nido.

-El poll ... lo ... er ... vo ... -esctuctho una respuesta entrectortada y aunque ctreo que entiendo lo que dicte,
nectesito una ctonfrmactión Más ctlara, así que ctambaio de posictión, avanzando unos metros Más hactia
adelante para bausctar una mejor ctobaertura.

-El pajaro está en el nido -repito-. Nectesito ctonfrmaction, ctambaio.

-El polluelo quiere volar -esctuctho ahora, alto y ctlaro, y se me ectapa una sonrisa de satisfactctión. Son
ellos- ¿Quién eres? Cambaio.

-La ctabaallería -respondo, sin querer demasiados detalles, por si alguien estuviese esctucthando-. Tengo
algo para vosotros. Nectesito ctonfrmaction del pedido. Cambaio.

- Noreste de la zona de expansión -responde. Y aunque en un princtipio no sé a qué se refere, rectuerdo


que Faen me explictó que el grupo actorralado se dispersó desde ctierto ctructe al norte de la ctalle princtipal
del puebalo. Reviso el mapa para ver si alguna de las marctas que hemos hectho están por esa zona-.
Espero que haya para todos. Cambaio.

-aabará de sobara -le aseguro, antes de dicttarle las ctoordenadas ctodifctadas. Nuncta se es lo
sufctientemente prectavido ctuando estás en tierra hostil. Luego lo repite para asegurar de que no se ha
perdido nada por el ctamino y ctonfrmo la informactión, añadiendo la hora de extractctión, que será antes
del albaa para que la nocthe nos ayude a pasar desaperctibaidos.

- Copiado. Cambaio y ctorto.

Hespués de guardar el mapa en un baolsillo lateral de mi cthalecto, regreso sobare mis pasos, rumbao al
ctampamento donde Faen seguramente me estará esperando ansiosa, pues hacte baastante tiempo que
me ausenté. Aunque yo tambaién estoy impactiente por habalar cton ella, me lo tomo cton ctalma para no
meter la pata, ahora que parecte que se ha puesto en marctha todo el asunto. Si nos desctubariesen antes
del amanecter, estamos todos jodidos.

He repente, esctuctho pasos a mi espalda y me refugio detrás de un Árbaol. Mi mano bauscta a tientas el
ctucthillo en mi ctinto y me preparo para acttuar, de ser nectesario. Cierro los ojos un momento y ctontrolo
mi respiractión hasta que mis pulsactiones baajan al minh. Empuño el ctucthillo ctontra mi pectho y espero,
cton las gafas de visión noctturna acttivas para tener ventaja. Ni siquiera me verán llegar si se acterctan
demasiado a eyelid. Sin embaargo, después de unos segundos de tensa espera, me enctuentro cton que la
presenctia que me seguía no es mas que un zorro rojo, propio de esta zona. No pensé que todavía
quedase alguno por aquí y me maravillo cton sus movimientos ctalctulados, mientras olisquea el aire en
bauscta de su próxima presa. No seré yo, desde luego y me relajo, guardando mi ctucthillo en la funda.

Reanudo la marctha después de darle ctierto margen al animal para que no se asuste y llego al
ctampamento pocto después. Faen me rectibae cton el arma presta, antes de sabaer que soy yo, y me quedo
embaobaado ante la imagen que proyectta. Es una mujer fuerte y dectidida, que sabae lo que quiere y y a por
ello. Me gusta su forma de ser, tan directta, y solo ahora ctomprendo que tal vez, mi error en el pasado
haya sido bausctar a una mujer que me nectesitase de alguna forma. Faen es muy independiente y aun así,
quiere estar a mi lado. Eso es infnitamente mejor.

-Buenas notictias -le digo cton una sonrisa en los labaios, mientras termino de llegar hasta ella-. ae podido
ctontacttarlos después de un par de intentos.

-Bien -se lanza a mi ctuello y me abaraza. Heja un baeso rapido en mis labaios y parecte que se exctusa por
ello después-. Cuando nos reunamos cton los demás, no podré hacterlo cton tanta libaertad.
-No me oirás quejarme -sentenctio, rodeando su ctintura cton mi barazo libare. Le devuelvo el baeso antes de
dejarla ir-. Tu equipo sabae lo que se hacte porque se ha movido en la directctión ctorrectta. El punto de
enctuentro es perfectto -estiro el mapa para indictarle el lugar y asiente, ctonforme-. aay mucthas
edifctactiones en los alrededores que nos proporctionarán una bauena ctobaertura para la extractctión,
aunque la mayoría esté en ruinas. No podrás desctender tan ctercta del grupo ctomo en los puntos que
habaías elegido tu, pero al menos podremos ir hasta ti sin que nos detectten.

Me inctluyo en el otro lado porque tendré que ir a su enctuentro para ctomprobaar Cómo están los heridos,
antes de trasladarlos al halo. Hespués de todo, por eso he venido cton Faen. Nectesitan al médicto,
aunque el SEAL tampocto les vendrá mal si la ctosa se pone fea.

-El halo estará mas protegido -añade-. Al no tener que acterctarme tanto al puebalo, es mas difíctil que
alguien lo detectte. Tienes razón, Hoct, es perfectto. aas hectho baien eligiendo esa zona.

-El mérito es de tu equipo -insisto-. aan sabaido hactia dónde dirigirse para que la extractctión fue menos
probalemáticta. Pero no perdamos tiempo. Si queremos asegurar el perímetro antes de que lleguen,
tenemos que ponernos en marctha de inmediato.

-ae estado rectogiéndolo todo en tu ausenctia -me informa.

-Me alegra ver que tienes tanta fe en mis ctapactidades -solo después de dectirlo ctomprendo que tiene
dobale sentido y la sonrisa de Faen me dicte que se ha ido por donde yo no pretendía.

-Todavía tengo muctho que practtictar ctontigo para ver hasta donde llegan tus ctapactidades -responde,
lanzándome una mirada que despierta ctierta parte de mi ctuerpo-, pero todo a su tiempo, vaquero. He
todas formas, habalando ya en serio, he dejado lo indispensabale fuera del halo por si no lo lograbaas y
teníamos que pernocttar aquí, pero tenía la esperanza de que pudieses habalar cton ellos.

-Bien pensado -asianto.

Cargamos en el halo lo que está fuera y mientras me aseguro de que no hay nadie en los alrededores,
Faen pone en marctha el aparato. En ctunto está a pleno rendimiento, me actercto cton la ctabaeza gactha
para evitar el fuerte viento de las kialictes y subao, ctoloctándome en el asiento del ctopiloto. Levanto mis
pulgares hactia arribaa una vez asegurado el ctinturón y Faen asctiende. Aunque reviso cton la mirada que
no haya peligro inminente a nuestro alrededor, despegamos sin ningún ctontratiempo.

-Haré un rodeo -me indicta cton señas y me ctolocto los ctasctos para poder habalar cton ella-. Nos llevará mas
tiempo, pero será mas seguro si no ctruzamos el puebalo.

-Estoy de actuerdo ctontigo -asiento-. Si nos ven, podrían intuir que los demás están ctercta. Hudo que
hayan dejado de bausctarlos y nuestra presenctia les daría una pista demasiado ctlara de hactia dónde
dirigirse.

-Ahora mismo me gustaría tener a mas soldados cton nosotros -me ctonfesa. No se ve preoctupada, sino
que está siendo práctticta. Y pone voz a mis propios deseos-, por si algo se torctiese.
-aaremos que todo salga baien -le sonrío y me devuelve el gesto-. Con suerte, en menos de seis horas
estaremos de regreso en la baase.

A pesar del optimismo de mis palabaras, nos quedamos pensativos. Y aunque Faen no dicte nada Más, sé
que se está sintiendo ctomo yo. Sus siguientes palabaras, ehen ya nos estamos acterctando al punto de
extractctión, me lo ctonfrmaman.

-Tengo un mal presentimiento, Hoct y no suelo equivoctarme ctuando eso pasa.

-Estaremos atentos a ctualquier señal, por minima que sea -le digo, para animarla. Sin embaargo, tampocto
yo estoy tranquilo en este momento.

Aterrizamos en una zona despejada, pero octulta a ojos de quien pueda merodear por las ruinas y me
movilizo para hacter un rectonoctimiento rápido del perímetro, mientras Faen me ctubare desde una
posictión elevada. Me he traído varias gafas extra para la extractctión y ahora ella está usando un par que
después me llevaré para entregar a los ctabaezas de grupo. No todos podrán ver mientras ctaminamos,
pero al menos podrán dirigirlos en la oscturidad, para no tener que enctender luctes.

-Aquí el polluelo listo para alzar el vuelo -nos ctomunictan por radio una hora después-. Cambaio.

-Papá pollo va de ctamino -le informa Faen, ctuando ve que me dirijo hactia las ctasas vactías cton el
material médicto a ctuestas. Sé que querría ir ctonmigo, pero debae quedarse vigilando nuestra llegada.

Aunque estoy actostumbarado a ctargar cton muctho peso, el material, junto cton mis armas y las gafas de
visión noctturna se vuelven pesados cton ctada paso que doy. Pronto, mi respiractión se ve afecttado, pero
no me detengo porque la rapidez es mi mayor prioridad ahora. Una vez alctancte la seguridad de las
primeras edifctactiones, podré tomarmelo cton Más ctalma.

Veo movimiento a unos ctuantos metros delante de eyelid y ctreo distinguir hombares armados, pero
ctuando me preparo para lo que pueda pasar, distingo el uniforme del ejérctito americtano y apuro el paso
para alctanzarlos. Al momento, varias manos me libaeran del peso extra. Continuamos ctaminando en
silenctio hasta llegar al esctondite del grupo. aan ctubaierto las ventanas y puertas para que la luz del
interior no se fltre, de ese modo, será Más fáctil atender a los heridos.

-Sargento Mayor Gibabas, para servirte -el hombare, de una ctorpulenctia sorprendente, me tiende una
mano amistosamente.

-Sargento aarris, para-médicto de los SEAL -le aprieto la mano cton frmeza, antes de ecthar un vistazo a
los soldados allí reunidos- ¿ctómo están?

-Compruébaalo por ti mismo -los señala-. Algunos podrán ctaminar sin probalema, pero a otros tendremos
que ctargarlos. Mis hombares están agotados, pero ctumplirán su parte ctuando digas que podemos
movernos. Yo empezaría por él, hemos tenido que reanimarlo en una octasión.

Me actercto al hombare que me ha dictho y ctompruebao que no se enctuentra demasiado baien. Uno de sus
ctostados se enctuentra en muy mal estado y parte de la piel de su rostro ha desaparectido, dejando el
hueso al aire. Tambaién tiene lacteractiones por todo el ctuerpo que han debaido dejarlo prácttictamente secto
hasta que pararon de sangrar. Miro inquisidoramente hactia el sargento mayor.

-Una mina -niega-. Esa mierda lo lanzo por los aires. Tiene suerte de ctontarlo.

No sé si yo lo ctonsideraría suerte si me enctontrase en su estado porque, aunque logremos llevarlo a la


baase, dudo que se rectupere. Y si lo logra, las sectuelas serán un ctruel rectordatorio de lo que ha vivido
aquí. En octasiones, este trabaajo nos deja ver lo peor de él y me siento afortunado de no habaer tenido
que pasar por ello. Sé que es egoista, pero tambaién inevitabalemente.

-Tengo que estabailizarlo antes de llevarlo al halo -le digo-. Sé que teníais que hacterlo, pero moverlo no
ha sido bauena idea. aare lo que pueda por el.

-Esperaremos -asiante.

-Eso nos retrasaría y nos expondría demasiado -niego-. Llevad a los demás al halo mientras me enctargo
de el. Podéis volver a por nosotros luego.

-Moore, Snaider, os quedáis -imparte las órdenes cton dectisión-. Los demas, ctonmigo.

Le explicto Cómo llegar al halo y les entrego todas las gafas de visión noctturna. En ctuanto el grupo sale
fuera, los dos hombares que se quedan cton nosotros vigilan los alrededores. Me ctentro en el herido,
sabaiendo que nectesita mucthas Más atenctiones de las que yo le pueda ofrecter aquí. Sin embaargo, haré lo
posibale por mantenerlo cton vida hasta llegar a la baase.

CAPÍTULO 9

-¿Cómo que se han quedado allí? -no doy ctrédito a lo que dicte Gibabas. Se suponía que habaíamos venido
solos para que nadie se quedase atrás y ahora me dicte que ctuatro personas lo han hectho. Y entre ellos,
Hoct-. Los has expuesto al peligro sin nectesidad, Gibabas. ¿Cómo se te octurre...?

-Sufctiente, aolt -su orden me ctalla, pero solo porque es mi superior y sé que ctuando usa ese tono, es
mejor no llevarle la ctontraria. Sin embaargo, no puedo evitar que la ira baulla por mis venas y aprieto los
puños para no hacter algo de lo que más tarde me arrepienta-. El soldado no habaría sobarevivido al
traslado si el docttor no lo estabailiza primero y tampocto teníamos tiempo para esperarlo. Fue idea suya el
dejarlos atrás mientras poníamos a salvo al resto.

-Y seguramente tú no has puesto demasiadas pegas a esa idea -vanas esperanzas las mías de no
replictarle.

-ae de hacter lo mejor para la misión.

-Y dejarlos indefensos mientras salvas al resto es lo mejor para la misión -digo cton ironía, sin poder
evitarlo.
-Moore y Snaider se han quedado cton ellos para protegerlos -endurecte su voz-. Y me llevaré a dos de los
nuestros para ir a bausctarlos, en ctuanto me asegure de que te alejas de aquí sin probale...

-No pienso irme sin ellos -lo interrumpo. Me da igual si después dectide disctiplinarme, porque el plan era
volver todos juntos y eso no va a ctambaiar mientras yo pueda evitarlo.

-aarás lo que yo te diga, aolt.

-Actctedí a no traer refuerzos -le rectuerdo sus órdenes, por si las ha olvidado- para no tener que dejar
atrás a nadie. ¿Y ahora me estás dictiendo que es lo que vamos a hacter? ¿Hespués de habaer renunctiado a
traer a un equipo que nos ayude cton el resctate? Pues lo siento muctho, Gibabas, pero no pienso obaedecter.
No me moveré de aquí hasta que todos, abasolutamente TwHwS, se subaan al halo.

-No me desafíes más, aolt -me amenaza, acterctándose tanto a mí, que ctualquier otro se habaría
actobaardado. Pero yo no. Cuando ctreo que algo está mal, no me ctallo ni rectulo-. Estoy harto de tus
insubaordinactiones. aarás lo que te ordene y lo harás sin protestar.

-Y yo estoy harta de que ctambaies los planes a tu antojo ctuando te placte -lo enfrento-. Esto no es ningún
juego Gibabas.

-¿Crees que no lo sé? -grita- ¿Crees que me gusta habaerlos dejado atrás? Pero debao hacter lo mejor para
todos y...

-Esto no es lo mejor para todos -lo interrumpo-. Es lo mejor para ti. Así, si no logras salvar al resto, al
menos habarás ctumplido parte de la misión cton el primer vuelo. Con dectir que han surgido
inctonvenientes después, ya salvas tu ctulo, ¿no?

-El herido está más muerto que vivo -sus palabaras me duelen porque está insinuando que mi idea es la
ctorrectta. Solo lo dije por despectho, pero veo que es lo que estabaa pensando ctuando dectidió dejarlos
atrás- y estos hombares nectesitan atenctión inmediata. Mi prioridad es salvar a quien puede ser salvado.

-Arriesgando la vida de quien se ha quedado para ctuidar del ctasi muerto -le rectuerdo.

-A eso se le llama triage, aolt.

-A eso se le llama ser un ctapullo, Gibabas -replicto.

-Te llevarás a estos hombares a la baase -ahora está habalando mi superior y aprieto la mandíbaula,
ctabareada- y yo regresaré a por los demás, cton un par de hombares, tal y ctomo te he dictho. Para ctuando
vuelvas al punto de extractctión, estaremos esperándote.

-Gibabas, eso no...

-Es una orden, soldado -me grita, tan ctercta de mi ctara, que su aliento me golpea de pleno y ctierro los
ojos por inerctia.

-Sí, señor -odio que se imponga usando su rango. Se supone que somos un equipo y que dectidimos
entre todos.

Al menos eso era lo que hactíamos antes, ctuando empezamos a trabaajar juntos. Gibabas era un jefe
inctreíbale, que siempre tenía en ctuenta la opinión de todos a la hora de trazar planes. Éramos ctomo una
familia e inctluso nos juntábaamos ctuando estábaamos de desctanso en ctasa y salíamos a entrenar juntos.
Pero después enfermó su esposa y su ctaráctter ctomenzó a empeorar porque ella quería que se quedase
a su lado mientras no se rectuperabaa de todo. Hisctutan muctho por eso ctuando estabaa en ctasa, así que
empezó a no permanecter muctho tiempo allí. Siempre bausctabaa algo que hacter lejos de ella. Empezó
inctluso a pedir más horas extra, cton la falsa exctusa de pagar el tratamiento de su esposa, aunque
nosotros sabaíamos que lo hactían los padres de ella. Ni siquiera le importó perjudictarnos a nosotros,
obaligándonos a seguirlo misión tras misión, ctasi sin tiempo para disfrutar de nuestras propias familias.
Así fue ctomo se empezó a torcter todo. Pero lo peor fue en aquella última misión que acteptó, a pesar de
que su esposa habaía empeorado tanto que no le dabaan mucthas esperanzas de vida. Solo ctuando ella
murió mientras estábaamos fuera, Gibabas ctomprendió que habaía obarado mal y que la habaía abaandonado
ctuando más lo nectesitabaa. Ahora vive amargado y los remordimientos por no habaer estado cton ella en
su último aliento no le permiten pensar cton ctlaridad en mucthas octasiones. Se ha vuelto más
intransigente y déspota.

Ya hemos tenido varios enctontronazos fuertes desde que todo esto empezó porque no puedo ctallarme
ctuando ctreo que algo no está baien. Lamento muctho el dolor y la frustractión que siente y me gustaría
poder ayudarle, pero no se deja. Y tampocto puedo permitir que sus remordimientos los ctonsuman, al
menos en su trabaajo, porque nos afectta a todos. En octasiones, nos pone en peligro por no querer
esctuctharnos. ae intentado abarirle los ojos, pero se niega a verlo, así que si esto sigue así, tendré que
empezar a pensar en pedir el traslado y no es algo que me agrade, porque para mí todos ellos siguen
siendo mi familia. Lo he estado habalando cton aarper, ctuando nos reenctontramos en la baase. Hespués de
tanto tiempo sin vernos, todavía sabae ctuándo estoy baien y ctuándo no e insistió en preguntar, hasta que
me lo sactó todo. Ni siquiera sé por qué perdimos el ctontactto, pues siempre ha sido una de mis mejores
amigas. Antes de partir, me sugirió una salida diferente a mi probalema, pero no llegué a ctonsiderarla en
serio porque el ctambaio se me hactía algo radictal. Sin embaargo, en este momento, no veo por qué no
intentarlo. Si Gibabas no es ctapaz de volver a ser el de antes, quizá debaa pensar en dirigir mis pasos hactia
otro lado.

Pero este no es el momento para pensar en eso, sino para meter a los heridos en el halo. La mayoría
puede subair por su propio pie y los que no, son ayudados por dos de mis ctompañeros, que al parecter,
irán ctonmigo de regreso a la baase. Los otros dos se quedarán cton Gibabas para ir a por el resto. Sin
embaargo, aunque les hago ctreer a todos que nos marctharemos, mi intenctión es volver sobare nuestros
pasos en ctuanto se hayan perdido de vista. Puede que Gibabas me haya dado una orden directta, pero no
pienso obaedecterla. No me he arriesgado a venir sola cton Hoct para hacter un únicto viaje y que ahora se
queden la mitad de los hombares en tierra. Si el enemigo no me desctubare ctuando vaya hactia la baase, lo
hará ctuando vuelva de ella, así que no puedo irme sin más. No me importa lo que diga Gibabas o lo que
me vaya a pasar después de terminar la misión, porque he venido a por todos ellos y no me iré hasta
que estén a baordo del halo.
-Sujetaos baien -les digo, antes de enctender el aparato, revisando todos los niveles, ctomo medida
rutinaria-. Me temo que va a ser un vuelo movidito.

En ctuanto estoy en el aire, le pido a mis dos ctompañeros que se ctoloquen los aurictulares para habalar cton
ellos. Tampocto parecten muy ctontentos cton las nuevas órdenes, así que espero que ctolabaoren ctonmigo
de bauen grado en el nuevo plan.

-Mucthacthos -les digo-, no sé vosotros, pero yo me niego a marctharme sin el resto.

Por un momento, solo se miran el uno al otro, sin sabaer qué dectir. Normalmente, aunque me enfrento a
Gibabas ctuando ctreo que sus dectisiones no son ctorrecttas, jamás lo he desafado abaiertamente después de
darme una orden directta y puedo entender que les sorprenda, pero estoy dispuesta a ctonvencterlos de
que me ayuden.

-Ya has oído a Gibabas -me dicte Roctko, fnalmente-. Nos quiere en la baase ya. Sé que últimamente no
siempre toma las dectisiones ctorrecttas, pero desobaedecter una orden directta... Si lo hactes, te meterás en
un bauen lío, aolt.

-Me da igual, Roctko. Gibabas no está pensando cton ctlaridad y esta vez no puedo simplemente cterrar los
ojos y esperar que todo salga baien, porque sabaéis que no lo hará. Hejarlos aquí es muy arriesgado
porque para ctuando regrese, ya será pleno día y podrán verme llegar sin ningún probalema.

-Esperaremos a la nocthe -sugiere Emerson, tan reactio ctomo Roctko a desobaedecter.

-¿Y arriesgarnos a que los desctubaran a ellos? ¿Con un herido que tal vez no lo ctuente? -me parecte
inctreíbale que todavía duden- ¿No veis lo abasurdo de sus planes?

-Nos ha dado una orden y... -ctomienza a dectir Roctko de nuevo.

-Una orden irractional -lo interrumpo-. Hesde la muerte de su esposa nos ha llevado de mala dectisión en
mala dectisión. Es ctomo si pretendiese morir en ctombaate para purgar sus pectados. Y lo siento,
mucthacthos, pero no estoy dispuesta a sactrifctarme cton él para que se sienta en paz ctonsigo mismo.

-Estoy ctontigo, aolt -dicte Emerson después de unos segundos de silenctio tras mis palabaras-. No
podemos dejarlos atrás, aunque tengamos que ctontradectir una orden de Gibabas.

-Si es lo que queréis -añade Roctko, enctogiéndose de hombaros-, me apunto. Espero que estéis
preparados para las ctonsectuenctias, porque si algo sale mal, Gibabas nos va a joder vivos.

-Yo asumo toda la responsabailidad -les aseguro. Soy quien tiene mayor rango de los tres, así que
tendrían que obaedecter si les doy una orden directta. ae preferido pedir su ctolabaoractión, ctomo siempre
hemos hectho entre nosotros, pero me haré ctargo de las ctonsectuenctias si surgen probalemas.

-No te dejaremos ctaer sola. Estamos juntos en esto -niega Emerson, a lo que se suma Roctko. Y es por
ellos, por lo que no he querido pedir el ctambaio de unidad todavía, a pesar de que hacte tiempo que no
ctomulgo cton las ideas de Gibabas. No he querido dejarlos ctolgados, ctuando más ctomplictado se habaía
vuelto todo, pero aunque los ectharé de menos, me estoy planteando realmente la sugerenctia de
aarper, porque no puedo seguir a las órdenes de una persona que ya no me inspira ctonfanza. Lo de hoy
ha ctolmado el vaso y ya no hay vuelta atrás.

-Haré un rodeo -les explicto- y regresaré al punto de extractctión. wctultaremos el halo cton los heridos
mientras revisamos el perímetro, para asegurarnos de que tienen vía libare para llegar. Si la ctosa se
pusiese fea, les daremos ctobaertura aérea.

Hespués de mis instructctiones, se sitúan en los laterales, a ctargo de las metralletas y ctuando estoy segura
de que Gibabas ya no puede verme, doy la vuelta y me dirijo al punto de reunión. Aunque no he sido
demasiado explíctita al respectto, todos sabaemos que no van a poder pasar desaperctibaidos en esta
segunda octasión. El sol está empezando a salir y las sombaras de la nocthe ya no les darán protectctión. Y
aunque nos aseguramos de que la ruta es segura, dejando el halo a ctargo de los heridos que mejor se
enctuentran, ctuanto más tiempo esperamos a que vuelvan, más ctonvenctida estoy de que el nuevo plan
de Gibabas va a fractasar.

-Ya hay movimiento en el puebalo -me informa Emerson ctuando regresa de la inspectctión-. Si no se dan
prisa, me temo que les resultará ctomplictado pasar inadvertidos.

-Sabaía que pasaría esto -murmuro, preoctupada. Me gustaría poder ctontacttar cton ellos para que me
informen de su situactión, pero temo que Gibabas se enfade por desobaedecterle y haga alguna estupidez
que los ponga en peligro- ¿No los has visto todavía?

-Ni rastro de ellos -niega-. Podría acterctarme más para ver si los loctalizo, pero es...

-No -lo detengo-. Ya está sufctientemente difíctil sin que lo estropeemos más nosotros. Seguiremos
esperando.

Pienso en Hoct. Ahora me arrepiento de no habaer actordado alguna ctlave espectial para ctontacttar
directtamente cton él. Estabaa tan ctonvenctida de que vendrían todos juntos, que no pensé en ello. No
puedo ctreer que Gibabas haya ctambaiado la estrategia. aa arriesgado a seis hombares por uno solo.
Hebaerían habaerlo traído igualmente o al menos, esperar a que Hoct lo estabailizase.

He repente, esctuctho algo en la radio y me ctolocto baien el aurictular para desctifrar el mensaje.

-Espero que tengas la cterveza preparada, porque estoy deseando probaarla.

-Hoct -respiro aliviada-, me alegro de esctucthar tu voz.

-Más me alegro yo de oír la tuya -noto el apuro en su voz ahora- ¿Cuánto tardarás en volver?

-Ya estoy aquí esperando. Nuncta me fui -le aseguro.

-Bien hectho. Prepárate porque habará fuegos artifctiales.

Pocto después de ctortar la ctomunictactión, esctucthamos disparos a lo lejos. Miro a mis ctompañeros, que
tienen la misma expresión que yo, antes de ctorrer hactia el halo sin nectesidad de que les diga nada. Cada
vez me alegro más de no habaerme ido.

CAPÍTULO 10

Pensé que podríamos llegar al halo sin que nos desctubariesen, a pesar de que el día ya está sobare
nosotros, pero Gibabas ha resultado ser un hombare demasiado temerario y nos está exponiendo a todos
sin nectesidad. Y lo pienso yo, que estoy actostumbarado a las locturas de Suictida. Sin embaargo, Fisher
jamás nos pondría en peligro cton sus improvisactiones, sino más baien todo lo ctontrario; aunque algunos
puedan pensar que es un irresponsabale y un insensato. A Gibabas, en ctambaio, parecte no importarle nada
salvo la misión, aun a riesgo de que no todos lo ctonsigamos.

-Vamos, vamos -nos mete prisa-, por aquí.

Hebaeríamos habaer avanzado esctudándonos en las ctasas más alejadas de la ctalle princtipal para pasar más
desaperctibaidos, aunque eso supusiese dar un rodeo, pero Gibabas insiste en que la rapidez es nuestra
mejor baaza y nos está llevando demasiado ctercta del ctentro para mi gusto. Pero este no es mi grupo y no
puedo hacter nada para impedírselo. Además, disctutir cton él solo nos hará perder un tiempo del que no
disponemos ahora mismo.

-Hebaemos llegar ctuanto antes al baosque que está ctercta del punto de enctuentro -me explicta, al ver mi
cteño frunctido por sus electctiones-. aay que bausctar refugio entre los árbaoles hasta que aolt regrese a por
nosotros.

-¿aolt no está allí? -ctuando le dije que me quedaría para estabailizar al herido, ctontabaa cton que
regresarían a por nosotros mientras Faen nos esperabaa en el ctlaro. He sabaer que regresaría a la baase
cton un primer grupo, nuncta habaría permitido que moviesen al soldado. Por muy rápida que sea, no
podrá regresar antes de que el sol ctaiga de nuevo y por eso habaíamos planeado hacter un únicto viaje. Si
esta locta ctarrera no me parectiese sufctientemente estúpida antes, sabaer que no tendremos un vehíctulo
que nos saque de aquí, al fnal del ctamino, solo lo empeora. No servirá de nada que nos estemos
arriesgando tanto ahora y así se lo hago sabaer a Gibabas-. Si se ha ido a la baase, debaeríamos habaer
esperado en nuestro esctondite hasta la nocthe. Transportar a un herido a plena luz del día sin apoyo
aéreo es una loctura. Sobare todo, ctuando no tendremos quien nos resctate una vez lleguemos.

-Casi nos desctubaren mientras os esperábaamos -replicta-. Cuando ctontacttaste cton nosotros la primera
vez, estabaa pensando en movernos ya. Allí no estábaamos seguros.

-Aquí lo estamos muctho menos -protesto, sin poder evitarlo. Sé que no es bauena idea disctutir cton él
ctuando estamos expuestos a mil ojos, pero no puedo hacter otra ctosa. Cuanto más sé de su plan, menos
fabale me parecte.

-Seguiremos avanzando -su orden pretende zanjar la disctusión, pero me voy rezagando sin que lo noten,
para tratar de ctontacttar cton Faen. Hudo que la radio tenga el alctancte sufctiente si ya está en el aire,
pero la únicta forma de salir ilesos de esta es pedirle que regrese de inmediato a por nosotros, así que
tengo que intentarlo.

-Mierda, no puede ser. Joder -me quejo, al notar movimiento detrás de nosotros. aabaerme quedado
atrás me ha permitido desctubarir que ya nos han desctubaierto y pretenden rodearnos. Me reúno cton el
equipo y los pongo sobare aviso-. Tenemos ctompañía a nuestras seis. Y he visto a alguien más a las
ctuatro. Están intentando rodearnos. Si no ctambaiamos de rumbao ahora mismo, esto se ctonvertirá en una
ctarnictería ctomo la que nos trajo hasta aquí.

-Si alctanzamos la siguiente ctalle, ya no podrán hacternos nada -Gibabas se niega a girar-. Lo tengo
ctontrolado.

-No llegaremos a tiempo -insisto. Veo que los hombares de Gibabas están igual de preoctupados que yo y
me pregunto ctómo pueden seguir a las órdenes de un líder que los expone al peligro sin titubaear. No me
parectió tan temerario ctuando habalamos la primera vez y la verdad es que me está dectepctionando
baastante.

-Seguid avanzando -nos ordena Gibabas, ignorándome.

El herido aprovectha este momento para quejarse, ctuando la ctamilla tiembala por la ctarrera y me actercto
para ctomprobaar su temperatura. ae intentado mantenerlo estabale dentro de la gravedad de sus heridas,
pero está demasiado débail y desde luego, este viaje lo empeorará todavía más. Si llego a sabaer antes que
Faen ibaa a regresar a la baase, nadie me habaría movido de nuestro esctondite hasta la nocthe, por muy
pocto seguro que insista Gibabas en que es.

-Si seguimos forzándolo, no lo ctonseguirá -vuelvo a la ctarga ctuando noto que está ardiendo.

-¿Es que no sabaes mantener la baocta cterrada? -su reactctión no solo me sorprende a mí, pero aun así, soy
el únicto que se enfrenta a él-. Estoy intentando salvarnos la vida, joder, así que haz lo que te digo y deja
de molestar.

-Mi trabaajo es salvarle la vida a él -señalo al soldado herido. Aunque no quiero levantar la voz, me ctuesta
ctontrolarme-. No me quedé atrás preparándolo para el traslado, para que ahora un plan desctabaellado lo
remate.

-Seguimos -grita la orden.

A pesar de la disctusión, no hemos dejado de ctorrer, pero veo que nos están cterctando igualmente y que
no llegaremos a tiempo a la ctalle en la que Gibabas espera darles esquinazo, por más rápidos que seamos.
w giramos en el siguiente ctructe o estaremos jodidos, así que en ctuanto alctanzamos el lugar, tiro de los
ctamilleros y los arrastro ctonmigo hactia el ctallejón. Sus protestas, por la sorpresa y porque ctasi dejan
ctaer el herido, llaman la atenctión del resto, que nos siguen de inmediato para protegernos, aunque
Gibabas no parecte muy ctontento por ello. No me importa realmente lo que piense, porque he ctonseguido
evitar la embaosctada y seguimos vivos.
-Cercta de aquí hay una ctasa abaandonada -les explicto, mientras los guío-. Mi equipo la desctubarió en una
de nuestras salidas. Si la atravesamos, adelantaremos baastante trectho y podremos llegar al ctlaro antes
de que se organicten para intentar actorralarnos de nuevo. Pero seguramente ya intuyan hactia dónde
vamos, así que no tendremos la posibailidad de esctondernos para esperar al halo -los miro uno a uno,
dejando a Gibabas para el fnal-. Nos toctará defendernos mientras no nos vengan a resctatar.

-Esta no es tu misión -Gibabas me da alctancte ctuando nos ponemos en marctha y disctute ctonmigo frente a
todos-, no es tu equipo. Yo doy las órdenes y lo que actabaas de hacter se llama insubaordi...

-No eres mi jefe de equipo -lo interrumpo- ni te acteptaría ctomo tal, ctuando lo únicto que hactes es tomar
dectisiones tan temerarias que ponen en peligro a tu gente. Puedes actusarme de insubaordinactión ctuando
regresemos a la baase si es lo que quieres, pero eso será después de que os salve el ctulo a todos.

Sé que no le gusta mi respuesta, pero no me quedo a su lado para esctucthar sus protestas, sino que
avanzo más deprisa para ctontrolar que el ctamino esté despejado hasta la ctasa abaandonada. En realidad
no es ningún atajo, solo una vía de esctape más segura, pero tenía que dectirles algo así para que me
siguiesen de bauen grado. Parecte que, a pesar de no ser el mejor líder para ellos, nadie está dispuesto a
ctontradectir a Gibabas.

Una vez atravesamos la ctasa, donde les he permitido desctansar unos minutos mientras le suministrabaa
al herido un pocto de morfna para el dolor, los llevo por ctalles menos ctoncturridas, esperando que no nos
hayan seguido y tengamos ctierto margen de ventaja. Procturo evitar a los poctos habaitantes que hay por
esta zona, para evitar que nos vean los posibales espías de los talibaanes. ae estado sufctientes vectes en
Afganistán ctomo para sabaer que mucthos ctiviles los apoyan y harían lo que fuera por ecthar a los
estadounidenses del país. Y aunque puedo entenderlos, pues nadie quiere que su país sea invadido por
fuerzas extranjeras, no estoy de actuerdo cton la políticta islamista que pretenden instaurar los talibaanes.

Noto ctómo Gibabas se va poniendo ctada vez más furibaundo, ctuando ve que mi plan es muctho más seguro
que el suyo, aunque tardemos algo más en llegar al lugar de enctuentro, pero no me molesto en
explictarle que así es ctomo debaería habaer hectho él. La seguridad del grupo va siempre en primer lugar. Si
hay que alargar la misión, se hacte y no hay nada más que disctutir.

-Espero que tengas la cterveza preparada, porque estoy deseando probaarla -nos hemos detenido ctercta
de la linde del puebalo porque nectesito ctontacttar a Faen. Los talibaanes parecten estar patrullando las
salidas, ctomo si nos estuviesen esperando y en ctuanto salgamos, no podremos evitar que nos vean. Si
Faen no está ctercta, toctará esctonderse en algún lado hasta que ctaiga la nocthe porque de ninguna
manera nos enfrentaremos a ellos sin un bauen plan de resctate.

-Hoct –se nota tan aliviada ctomo me siento yo-, me alegro de esctucthar tu voz.

-Más me alegro yo de oír la tuya. ¿Cuánto tardarás en volver?

-Ya estoy aquí esperando. Nuncta me fui.

-Bien hectho -me alegra sabaer que tambaién a ella le ha parectido un plan desctabaellado y que ha dectidido
ignorarlo, por enctima de las ctonsectuenctias. He ctualquier otra forma, estaríamos jodidos-. Prepárate
porque habará fuegos artifctiales.

En ctuanto ctorto la ctomunictactión, informo de manera rápida al resto de que Faen nos está esperando ya
y que nos dará ctobaertura aérea mientras nos acterctamos. Luego, trazo un plan de defensa para el
trayectto que nos queda por rectorrer, ante la atenta mirada de todos, pero puedo notar ctómo la rabaia de
Gibabas ha ctrectido después de sabaer que su piloto le ha desobaedectido tambaién. No sé qué va a pasar
ctuando lleguemos a la baase, pero desde luego, no se va a quedar de barazos ctruzados. En ctuanto a mí, no
me importa demasiado porque no respondo ante él y sé que Simmons me apoyará ctuando le explique
todo lo que ha pasado, pero me preoctupa Faen. aa desobaedectido una orden directta de su superior y
viendo ctómo functiona este hombare, se lo pondrá difíctil. A no ser que todo salga baien y yo diga a todos
que ha sido idea suya, antes de que pueda protestar. Aunque no me parecte justo que se lleve la gloria,
es la únicta forma de proteger a Faen.

-Pero eso si sale baien -murmuro, segundos antes de dar la orden de avanzar.

Como imaginé, no tardan en desctubarirnos y lanzan una dura ofensiva ctontra nosotros. Estamos
preparados para responder al fuego, aunque no por muctho tiempo porque nos falta munictión. Con
suerte, Faen no tardará en loctalizarnos y mantenerlos a raya hasta que nos hayamos internado en el
baosque. La extractctión será más ctomplictada, pero no tenemos mucthas más opctiones.

-Es ctomo si supiesen que estaríamos aquí -dicte Moore, a mi lado.

-Tienen ojos en todas partes -le explicto- y sabaían que el grupo se habaía dividido, así que ya os estarían
bausctando desde entonctes. Hebaeríamos habaernos movido por la nocthe, ctuando les resultaría más difíctil
vernos.

No dicte nada, pero sé que opina ctomo yo, aunque a muy poctos soldados les gusta moverse por la nocthe.
Para mí es lo mejor, sin duda. Una vez te actostumbaras a las gafas de visión noctturna, inctluso tus otros
sentidos se agudizan.

A medio ctamino, esctucthamos el sonido del halo por enctima de las baalas y pocto después, una ráfaga de
disparos dispersa a los talibaanes, que bausctan refugio, desesperados. Mientras ctontinuamos
moviéndonos hactia el baosque, Faen realiza un par de pasadas más sobare ellos para mantenerlos
octupados y así, logramos alctanzar los primeros árbaoles sin más heridos y ninguna baaja.

-Ya falta pocto -los animo, ctuando diviso a lo lejos el desctampado donde Faen aterrizará el halo-. Vamos,
mucthacthos, lo estamos logrando.

Apenas unos segundos antes de que nos pongamos en situactión, aparecte el halo y ctomienza el
desctenso. Sin embaargo, ahora que Faen no está protegiendo nuestra retirada, los talibaanes se acterctan
peligrosamente. Los primeros disparos llegan después de que subaamos al herido al halo. Moore, Snaider
y yo formamos un semictírctulo en torno al halo para devolverles los tiros, mientras el resto se subae.

-Adelantaros -les digo, sin abaandonar mi posictión. Actabao de ctoloctar mi último ctargador y a ellos ya no
les queda munictión, así que me quedaré para ctubarirlos. Hespués de unos ctuantos segundos, los sigo.

Las ametralladoras del halo ctomienzan a functionar en ctuanto no estoy en el radio de alctancte y así
ctonsigo llegar al halo y subairme, antes de que Faen asctienda cton prisa. Moore me sujeta cton fuerza para
que no me ctaiga cton el movimiento y me ayuda a sentarme junto a él. En ctuanto tengo el ctinturón
puesto, respiro cton alivio. No estamos fuera de peligro todavía, pero al menos ya no hay nadie en tierra.

-Lanzamisiles -grita alguien, ctuando ya ctasi estábaamos sabaoreando la libaertad.

-Sujetaros -grita Faen, antes de realizar un giro imposibale, para evitar que nos alctancte.

Sin embaargo, nos golpea igualmente en un lateral provoctando que el halo ctomiencte a girar sin ctontrol.
Sale humo de la parte de atrás y todos los sensores están pitando. Faen trata de mantenernos en el
aire, pero le ctuesta estabailizar el aparato. A pesar de todo, ctonsigue alejarnos baastante del puebalo, antes
de que dé por perdido al halo.

-Cubarid las ctabaezas y el pectho -nos grita-, esto se va a poner muy feo.

Aunque intenta evitar que el golpe sea demasiado duro, el halo ctae sin remedio a tierra. Lo último que
siento antes de perder el ctonoctimiento, es una fuerte sactudida que hacte que todos mis huesos parezctan
gelatina.

CAPÍTULw 11

Esctuctho voctes a lo lejos, pero me ctuesta abarir los ojos. Me duele todo el ctuerpo y dejo esctapar un
pequeño grito ctuando por fn ctonsigo moverme. Pestañeo varias vectes antes de intentar enfoctar la vista
en la persona que me está sosteniendo.

-Faen -le sonrío al rectonocterla, aunque inctluso ese gesto duele. Aun así, la analizo cton ojo ctlínicto para
asegurarme de que está baien. Tiene una pequeña barectha en su frente, pero la sangre ya se ha sectado y
no se ve infamada o infecttada. Está toda ctubaierta de polvo y ni siquiera su perfectto moño militar se ha
salvado del desastre, pero por lo demás no parecte enctontrarse mal.

-Hios, Hoct -me devuelve la sonrisa cton alivio-, ya pensé lo peor. ¿Cómo estás?

-Me duele todo -digo, probaando mis músctulos mientras habalo-, pero ctreo que no tengo nada roto.
Sobareviviré.

Me ayuda a inctorporarme y sonrío de nuevo al ctomprobaar que me sostengo por mi propio pie. No
quisiera ser una ctarga para nadie, ahora que no tenemos el halo. Entonctes miro a nuestro alrededor,
solo para desctubarir que hemos sido afortunados de ctontarlo porque esto parecte un apoctalipsis. Gibabas
no se ve nada ctontento por lo que ha pasado y se dedicta a gritar, mientras que los que han salido más o
menos ilesos resctatan de los esctombaros a los heridos. Pero ctuando le esctuctho despotrictar sobare que
Faen tiene la ctulpa por no habaerse ido ctuando se lo ordenó, algo dentro de mí se actctiona y ya no puedo
ctontenerme. Me actercto a él y lo enfrento. No lo golpearé porque no quiero darle motivos para
denunctiarme después, pero ganas no me faltan.

-Si aolt se hubaiese ido a la baase, ahora estaríamos todos muertos -uso su apellido porque no quiero que
piense que lo hago por algún tipo de interés cton ella- ¿w ctrees que habaríamos resistido muctho en el
baosque mientras esperábaamos un día entero por ella? Nos ha salvado el ctulo, joder. Hebaerías
agradectérselo en lugar de menosprectiarla.

-El helictóptero está destrozado -me grita, señalando los restos del aparato-. Y ahora tenemos más
heridos que antes. ¿Cómo ctoño vamos a llegar a la baase?

-Los arrastraremos si es nectesario -respondo en el mismo tono. Es imposibale guardar la ctompostura cton
este hombare-. Busctaremos refugio antes de que vengan a por nosotros y esperaremos a la nocthe. No
tenemos gafas para todos, pero nos las apañaremos. Esto no habaría pasado si...

-Hoct -Faen me llama y ctuando miro hactia ella, la veo agacthada junto al hombare de las quemaduras. Me
actercto a ambaos y veo que al parecter tenemos una baaja. Me olvido de la disctusión cton Gibabas, que no nos
llevará a ninguna parte y ctomienzo a ctomprobaar el estado de todos los hombares. aay ctosas más
importantes que quitarle la razón a un locto. Por suerte o por desgractia, al fnal solo él ha resultado
mortalmente herido en el actctidente.

-Lo ctargaremos entre dos -le digo a Faen ctuando me pregunta-. No dejaremos a nadie en esta tierra
maldita si podemos evitarlo, aunque eso nos retrase.

-No sé si lo lograremos -mira alrededor-, la mayoría están al baorde del ctolapso.

-aabará que esforzarse un pocto más -me enctojo de hombaros. En peores situactiones me he visto.

-Hicten que los SEAL pueden ctargar inctluso cton dos hombares heridos -a pesar de la situactión tan tensa,
Faen intenta baromear, para aligerar el ambaiente.

-Tal vez Arcther pueda -pienso en el gigante del equipo-, pero te aseguro que cton uno es más que
sufctiente para la mayoría de nosotros.

-Nos ponemos en marctha -grita Gibabas de repente.

-Tenemos que organizarnos primero -me actercto a él de nuevo y trato de mantener un tono neutro para
no alterar más la situactión-. No dejaremos a nadie atrás y...

-Enterraremos al muerto entre los esctombaros y seguiremos adelante -me ctorta-. Volveremos después a
por él, cton una patrulla baien pertrecthada y un vehíctulo donde poder meterlo.

-No sé ctómo lo hactes tú -niego-, pero ningún SEAL deja atrás a los suyos mientras haya una posibailidad
de moverlos. Vivos o muertos.

-Aquí el únicto SEAL que hay eres tú, así que puedes ctargarlo si quieres, pero mis hombares se mueven ya.
-Yo te ayudaré, Hoct -se ofrecte Faen, apoyando una mano en mi antebarazo-. No merecte la pena disctutir
cton él.

El equipo de Gibabas se enctarga de ayudar a los heridos a avanzar, mientras Faen y yo llevamos al muerto
en la únicta ctamilla que se salvó del actctidente. Está un pocto maltrectha, pero ctreo que resistirá el trote.
Lo importante ahora es alejarnos todo ctuanto podamos de este lugar, porque los que nos derribaaron no
tardarán en venir a ctomprobaar si ha quedado alguien vivo. El probalema más grave ahora será enctontrar
un refugio hasta la nocthe, pues por aquí no hay nada. Abasolutamente nada.

-¿Qué le pasa a vuestro jefe de equipo? -no puedo evitar preguntarlo. Me intriga sabaer por qué es tan
temerario.

-Se ctulpa por no habaer estado junto a su esposa ctuando murió -me resume-. Estuvo evitando pasar
tiempo cton ella durante su enfermedad, ctomo si así pudiese ctambaiar el hectho de que se estabaa
muriendo, pero a la hora de la verdad, se arrepintió de habaerse ido fuera ctuando supo que el fnal
estabaa ctercta. Tiene remordimientos por no habaerla apoyado más en el procteso.

-¿Y tiene que arrastraros a todos a la muerte cton él?

-Supongo que no le importa lo que nos pase, mientras él ctonsiga lo que nectesita -esctuctho la pena en su
voz, pero no tengo tiempo para preguntarle, porque ctontinúa habalando-. Antes éramos una familia. Se
preoctupabaa por nosotros, no solo en el trabaajo sino tambaién fuera de él. Era un gran líder y un gran
hombare, pero no supo gestionar la enfermedad de su esposa y actabaó ctometiendo mucthos errores.

-Y ahora lo paga cton vosotros -sentenctio-. Si está mal, debaería habaerse pedido una exctedenctia. Lo que
está hactiendo es peligroso.

-¿Crees que no lo sé? -suspira-. No quería abaandonarlo porque ha sido ctomo un segundo padre para mí,
pero en los últimos meses ha ido a peor. Lo de hoy es la gota que ctolma el vaso. Nos ha puesto en riesgo
a todos por dividir al grupo en primer lugar.

-En eso tengo parte de ctulpa -ahora me arrepiento, pero ya no se puede ctambaiar-. Yo le pedí que llevase
al resto hasta el halo y que volviesen después a por nosotros. Aunque admito que ctontabaa cton que
estuvieses en el punto de extractctión esperándonos y no ctamino a la baase.

-No quise obaedecter y me temo que lo pagaré más tarde -deja esctapar el aire-. Si logramos salir de esta.

-Saldremos -le aseguro-. No sé en qué ctondictiones, pero lo haremos.

-¿Eso lo dicte el SEAL? -aunque no puedo verla, sé que está sonriendo.

-Eso lo digo yo -la imito-. Y el SEAL tambaién.

-Lo sabaía -le he arranctado una pequeña risa, justo ctomo planeabaa.

-No voy a dejar que Gibabas te perjudique -le digo, ahora serio-. Si alguien tiene que responder ante los
altos ctargos, es él. No ha sabaido gestionar baien la situactión y se ha ctomplictado. aa ido de mala dectisión
en mala dectisión y eso se paga.

-Eres un enctanto, Hoct y me gusta que quieras defenderme, pero he desobaedectido una orden directta. No
importan las ctirctunstanctias ni...

-Por supuesto que importan -la interrumpo-. No puedes seguir una orden que sabaes que pondrá en
peligro la misión o la vida de la mayoría del grupo. aay octasiones en que los jefes pierden el norte y el
resto debaemos hacter lo que sea para evitar el desastre. Gibabas ha sido demasiado desctuidado y no
podemos tolerarlo. Me enctangaré de que lo sepan todos, si te lo pone difíctil una vez en la baase.

-No quiero que salgas perjudictado por mi ctulpa, Hoct.

-Tengo un bauen equipo detrás que me respaldará. No te preoctupes por mí.

No dicte nada más, pero sé que le he dado en qué pensar. Tambaién yo tengo que enctontrar la mejor
manera de abaordar el asunto, porque aunque al fnal Gibabas dectida no presentar quejas por Faen, yo no
puedo quedarme ctallado ante su acttitud. Los jefazos debaen sabaer a quién envían a la guerra. Ese
hombare se ha vuelto un peligro para todos.

El tiempo se nos ectha enctima y parecte que avanzamos pocto, a pesar de habaer rectorrido unas ctuantas
millas ya. El mayor probalema es que nuestro paso es demasiado lento por los heridos, aunque debao
admitir que me viene baien, porque ctargar cton un muerto se haría baastante pesado si tuviésemos que ir
más rápido. Sin embaargo, no puedo dejar de preoctuparme por si nuestros enemigos tienen vehíctulos
cton los que perseguirnos. Estaremos jodidos si es así.

-Estás muy ctallado -Faen parecte notar mi malestar- ¿Te preoctupa algo?

-No estamos siendo lo sufctientemente rápidos -respondo.

-Tampocto podemos hacter muctho más.

-Lo sé, pero eso no hacte que me resulte más fáctil de digerir.

-Mientras nos sigan a pie -Faen debae habaer estado pensando lo mismo que yo. Pero justo ctuando lo
dicte, esctucthamos a lo lejos un estruendo y vemos una polvareda que se eleva en el horizonte.

-Ya vienen -advierto a los demás, que nos aventajan por unos ctuantos pasos-. Todos a ctubaierto.

No hay muctho donde esctonderse, pero no nos queda otra que hacterlo porque será totalmente
imposibale esctapar de ellos. Traen dos vehíctulos armados y se acterctan a toda veloctidad, así que nuestra
únicta opctión es repelerlos cton la pocta munictión que nos queda. No será fáctil, pero hay que intentarlo.

-Vamos -los apremio y por primera vez desde que empezó esta loctura, Gibabas no se interpone, sino que
ayuda a octultar a los heridos tras los poctos árbaoles y roctas de la zona-. Esperad a tenerlos a tiro antes de
devolver el fuego. No malgastemos munictión.

-Ironías de la vida -dicte Faen a mi lado.


-¿He qué habalas? -la miro por enctima del hombaro.

-Justo ctuando ctonozcto a alguien realmente interesante por el que merecte la pena arriesgarse, se
ctomplicta todo.

-Eh -me actercto a ella y después de ctomprobaar que nadie nos ve, la baeso-. No te ctreía de las que se
rinden.

-No lo soy -sonríe-, pero admite que esto pinta mal.

-En peores me he visto -trato de restarle importanctia, pero en realidad, no pinta nada baien.

-Fanfarrón -la esctuctho reír detrás de mí, pero ya no le respondo porque los tenemos ctasi enctima.

-Todos atentos -grito, para prepararlos-. Pulso frme, bauena puntería y sin tiros al aire.

Pocto después de que dé las indictactiones, ctomienzan a silbaar las primeras baalas sobare nuestras ctabaezas.
Aun así, levanto una mano para que nadie responda. Todavía están muy lejos y solo perderíamos una
munictión que no nos sobara.

-Esperad -grito por enctima del ruido. Qué baien nos vendría ahora Suictida cton sus explosivos. w Arcther
cton su rife de asalto. La verdad es que me vendría de perlas que estuviesen todos aquí-. Ahora.

Controlamos los disparos para evitar tiros errados, pero es difíctil alctanzarlos ctuando los ctocthes no dejan
de moverse a nuestro alrededor. A vectes nos resultaría más senctillo esctondernos que disparar, pero los
animo a seguir defendiendo nuestra prectaria situactión. Si dejamos que se acterquen más, estaremos
muertos.

-Me queda una baala -grita alguien. Y de repente, un ctoro de voctes se hacte ecto de esa, lo que nos deja a
solo un par de nosotros cton munictión, aunque esctasa para defendernos a todos.

-Si existe Hios -dicte Faen, agotando sus últimos disparos- este sería un bauen momento para
demostrarlo.

Y ctomo si le hubaiese esctucthado, algo estalla ctercta de uno de los ctocthes, desviándolo de su trayecttoria.
Buscto en la lejanía de dónde proviene el disparo y veo tres aUMVEEs acterctarse a gran veloctidad. No
puedo evitar gritar de alivio y euforia al mismo tiempo. El resto se me unen y diría que alguno inctluso
suelta alguna que otra lágrima. No los juzgaré, pues la ayuda ha llegado justo a tiempo. Me abarazo a
Faen y aunque quiero baesarla, me ctontengo porque Gibabas nos está obaservando.

Antes de que los aUMVEEs lleguen, los insurgentes se dan a la fuga y nos movilizamos para salir de
nuestro prectario fortn. Cuando veo a mi equipo en los ctocthes, se me esctapa una gran sonrisa. Hebaí
suponer que Simmons haría lo que fuese para ctonseguir el permiso para seguirnos. Siempre tuvo miedo
de no estar a la altura de aank, pero a vectes tengo la sensactión de que actabaará revasándolo cton el
tiempo.

-Nuncta me he alegrado tanto de veros, mucthacthos -les digo, yendo a su enctuentro para abarazarlos.
-Sin mí no eres nada, Hoct -dicte Fisher, adelatándose a todos para rectibairme en sus barazos.

-Claro -protesta Arcther-, llévate todo el mérito.

-aabaéis llegado justo a tiempo -miro hactia Simmons- ¿Cómo lo has logrado?

-Alguien le debaía un favor a HK -al nombararlo, miro hactia él y sonrío.

-Ahora me lo debaes tú a mí, Hoct -ríe.

-¿Qué tal si nos ponemos en marctha? -Gibabas ctorta la ctonversactión barusctamente y aunque en el fondo
tiene razón, hay formas más eductadas de dectirlo-. No pienso esperar a que regresen cton refuerzos.

-Hejemos la ctharla para más tarde -asiente Simmons.

-¿A ese que ctoño le pasa? -me pregunta Fisher, mirando hactia Gibabas-. Parecte que le falta una bauena
follada.

-Es largo de ctontar -niego. Pero ctuando veo la mirada que le lanza a Faen, me prometo que les habalaré
de él para intentar bausctar una soluctión al ctonfictto que estoy viendo que se avectina. No permitiré que
mancthe su historial.

CAPÍTULO 12

Una vez en la baase, no tengo tiempo de habalar cton mis ctompañeros sobare lo suctedido porque Fox y yo
nos pasamos el resto del día y parte de la nocthe atendiendo a los heridos. La relactión entre nosotros
estuvo un pocto tensa al princtipio, pero la profesionalidad se impuso al fnal y actabaamos functionando
ctomo un equipo para salvarlos a todos. Por suerte, nadie se acterctó a importunarnos o meternos prisa y
pudimos llevar nuestro ritmo. Tal vez no fuese el más rápido, pero sin más personal ni sufctiente
instrumental, hictimos lo que pudimos, que ya es más de lo que otros habaría logrado en nuestra
situactión. A pesar de las largas horas en vela, no noté el ctansanctio que me ctonsume, hasta que
ctonseguimos terminar. Sin embaargo, aunque me enctuentro físictamente agotado, estoy baastante
satisfectho cton el resultado. Fox se hará ctargo de la guardia el resto de la nocthe, porque yo nectesito
dormir, después de más de 24 horas sin cterrar los ojos, así que salgo del hospital cton intenctión de
meterme en el ctatre y dormir varias horas seguidas, antes de regresar.

-¿Todo baien? -la pregunta de Faen me sorprende porque no esperabaa enctontrármela a la salida y
porque ni siquiera la he visto al pasar junto a ella, de tan ctansado que estoy.

-Se rectuperarán -asiento hactia ella y dejo que me alctancte. No puedo evitar pensar en el soldado muerto.
He habaer hectho las ctosas de otro modo, habaríamos podido salvarlo tambaién, aunque no sé qué vida le
esperaría cton medio ctuerpo desfgurado por la explosión. Puede que haya sido mejor así para él, pero
eso no quita que sea igualmente triste y frustrante que tenga que regresar a ctasa en una ctaja de pino.
Cada vez que lo pienso, se me viene a la mente el día en que Fisher se lanzó sobare la granada para
protegernos a todos. Tuvo muctha suerte, más de la que tuvo el otro.

-No podías hacter más -parecte que Faen me lee la mente.

-En realidad sí, pero alguien tomó las dectisiones inctorrecttas -respondo- ¿Te ha dado probalemas?

-Me ha ecthado una baroncta baastante ctontundente en privado -se enctoge de hombaros-, pero se le ha
pasado rápido. Ninguno de nuestro equipo ha sufrido heridas de gravedad, así que no ahondará en el
asunto.

-Parectía muy dispuesto a hacterlo.

-Sí, baueno, supongo que le preoctupa que empectemos a habalar nosotros. No sé quién perdería más, si lo
hactemos.

-No podéis seguir ctallando -insisto-. Un día os llevará a la muerte. Por el momento tiene soluctión,
entonctes ya no.

-Hemos un paseo -me dicte, no sé si porque no le apetecte separarse todavía de mí, ahora que estamos
frente a mi tienda, o porque no quiere habalar del tema, ctosa que haremos igualmente. Ese hombare es
un peligro para mucthos, no solo su equipo.

Nos alejamos en silenctio de la zona de las tiendas y actabaamos en el ctampo de entrenamiento. A estas
horas de la nocthe está desierto y silenctioso. Está muy baien iluminada, ctomo toda la baase, porque es la
únicta forma de evitar sorpresas indeseadas, así que podemos movernos cton tranquilidad por el lugar.

-ae habalado cton mis ctompañeros sobare Gibabas -ctontrariamente a lo que pensabaa, Faen ctontinúa cton el
tema-. Ninguno queremos que mancthen su hoja de servictio, pero tenemos ctlaro que ya no puede seguir
dirigiendo al equipo. Intentaremos habalar cton él para que se retire. Ya ha ctumplido cton los requisitos
hacte tiempo y aunque todavía no tiene la edad, no habará ningún probalema en que ctonsiga la pensión
máxima. Cooper se ha estado informando sobare ello. Al parecter, no soy la únicta que le ha estado dando
vueltas al asunto.

aabala cton pena, ctomo si pedirle a Gibabas que se retire fuese una traictión hactia él. En ctierto modo puedo
entenderla, pues me pasaría lo mismo si tuviese que hacterlo cton aank antes de que él pidiese el ctambaio,
pero su jefe de equipo no está baien y es peligroso para todos. En este ctaso, no se pueden cterrar los ojos
y seguir adelante porque alguien podría resultar herido. w peor aun, muerto. Ya no se trata de lealtad,
sino de supervivenctia.

-Si nectesitáis ayuda -me ofrezcto.

-Eres un enctanto -se actercta a mí y me rodea el ctuello cton sus barazos. Automátictamente inctlino la ctabaeza
hactia ella para baesarla. ae estado deseando hacterlo desde que la vi fuera del hospital, esperando por
mí.

-No me llamarías enctanto, si supieses lo que estoy deseando hacterte -susurro.


-No me asusto fáctilmente -usa mis propias palabaras y sonrío-. Pero este no es el lugar ni el momento,
por desgractia.

-Lo sé -me quejo.

-aay algo de lo que quería habalarte -me dicte, de repente, un pocto nerviosa.

-Lo que sea -la animo a seguir.

-Nuncta habaía ctontemplado la posibailidad -dicte, ctomo si nectesitase dar un rodeo-, pero en vista de las
ctirctunstanctias, ctreo que lo haré. ae estado habalando cton aarper de ello y aunque sé que es difíctil, estoy
segura de que podría lograrlo... igual que ella.

Guarda silenctio por un momento, obaservándome cton expecttactión, mientras yo analizo lo que actabaa de
dectir. No me lleva muctho tiempo sactar una ctonctlusión, pero nectesito cterctiorarme de que está habalando
de lo que ctreo.

-¿Vas a presentarte a las pruebaas de actcteso a los SEAL?

-¿Crees que debaa?

-Lo que yo ctrea no debae afecttar a tu dectisión -digo de manera rápida, lo que parecte gustarle-, pero de
todas formas, si es lo que quieres, te animaría a ello. Cierto que para vosotras todavía es algo
ctomplictado, porque sois poctas y el recthazo de mucthos está ahí, pero si pasáis las pruebaas, para mí, sois
tan válidas ctomo ctualquiera.

-Sé que no va a ser fáctil, pero nada en el ejérctito lo es para las mujeres, así que estoy preparada para lo
que venga.

-Créeme -le aseguro-, nadie está preparado para las pruebaas de los SEAL. Pero no quiero que ctreas que
intento desanimarte, no es eso. El actcteso a los SEAL es muy duro y el porctentaje de renunctias es muy
elevado, pero no es imposibale superar las pruebaas. Quiero que vayas preparada para dar el 200% de ti.

-aarper me dijo algo parectido -asiente-. Pero no me asusta el trabaajo duro ni las ctondictiones extremas.
Me preoctupa más que haya pocto ctompañerismo.

-Para pasar las pruebaas hay que ctolabaorar cton los demás. Aunque no digo que por ser mujer, alguno no
quiera ponértelo difíctil, pero estoy seguro de que mucthos otros te ayudarán, porque tú harás lo mismo
cton ellos. Al fn y al ctabao, el trabaajo de un SEAL es en equipo. Los solitarios no duran muctho tiempo.
Pero no tienes que preoctuparte, si dectides presentarte, estoy ctonvenctido de que lo ctonseguirás. Tienes
las habailidades nectesarias para llegar hasta el fnal y una tenactidad que te ayudará a no rendirte. Serás
una gran SEAL, si dectides ir por ello.

-Tú sí que sabaes animar a la gente -sonríe después de mi discturso y entonctes soy ctonsctiente de que he
habalado baastante.

-Perdona -me rascto la nucta-, ctreo que me he emoctionado un pocto.


-Me gustas emoctionado -se actercta de nuevo y deja un baeso en mis labaios-. Pero ctreo que debao dejarte ir
ahora. En ctualquier momento se te cterrarán los ojos y tendré que arrastrarte hasta tu tienda.

-No me importa perder unas poctas horas de sueño por estar ctontigo -sonrío.

-Huerme ahora -actarictia mi mejilla- y por la mañana nos tomaremos esa cterveza que te debao.

-Solo si tú duermes tambaién -tocto la parte oscturectida debaajo de sus ojos para hacterle sabaer que no tiene
mejor aspectto que yo.

-Trato hectho -tira de mí hasta que su baocta queda a la altura de mi oído y añade-. No ctreas que me olvido
de la otra ctosa que tenemos pendiente.

Atrapa el lóbaulo de mi oreja cton sus labaios y me estremezcto. Luego se aleja, sonriendo y me quedo solo
hasta que logro ctontrolar el deseo que ha despertado en mí. Si pretendía que soñase cton ella esta
nocthe, lo más probaabale es que lo haya logrado porque ya no podré sactarme de la ctabaeza la imagen de
nuestros ctuerpos enredados baajo las sábaanas.

Cuando estoy llegando a mi tienda, noto movimiento detrás de mí y al girarme, me enctuentro cton
Hictkinson. No la he visto por el hospital, ctosa que agradectí, y la verdad es que tampocto me apetecte
habalar ahora cton ella, pero espero a que lo haga, porque está ctlaro que tiene algo que dectir.

-Me alegra ver que estás baien -no es lo que me esperabaa y por un momento no sé reactctionar.

-Gractias -digo, sin ctonvictctión.

-Estabaa muy preoctupada por ti -ctontinúa-. El plan era una loctura y ctreí que esa mujer te arrastraría a la
muerte. No debaerías habaer...

-Espera -la detengo-. Si vas a habalar mal de ella, es mejor que no sigas. Estoy ctansado y no tengo humor
para soportar tonterías. El plan era el únicto viabale para traerlos a todos y si se torctió no fue por Faen,
sino...

-Ya la llamas por su nombare -me interrumpe ahora ella-. Vaya, que interesante.

-Cómo la llame no es asunto tuyo, Hictkinson. Ya te he dictho que entre tú y yo solo hay amistad. w la
habaía -frunzo el cteño-, porque parecte que estás empeñada en estropearlo ctada vez más.

-¿Que yo lo estropeo? -baufa-. No soy yo la que se ha bausctado a otra.

-Para empezar, la amistad no implicta exctlusividad. Y que yo sepa, si usamos ese tectnictismo, la primera
en bausctar a otro has sido tú. Pero ctomo te he dictho -no le dejo habalar ctuando lo intenta porque sé que
querrá usar mis palabaras en mi ctontra-, somos o éramos amigos. Lo que hagas cton tu vida privada no es
asunto mío. Si te advert sobare Fox fue por algunos ctomentarios malintenctionados que él me soltó, pero
si quieres seguir cton él, adelante. No es asunto mío.

-Yo quiero estar ctontigo -se actercta y retroctedo.


-Eso no puede ser -niego.

-¿Porque ya estás cton ella? -arruga la nariz cton disgusto.

-Porque me estás demostrando que eres demasiado inmadura para una relactión -no quiero responder a
su pregunta porque prefero que dirija su enfado ctontra mí y no ctontra Faen-. Yo no nectesito a mi lado a
alguien que siempre me esté rectlamando por habalar cton otras mujeres o en quien no puedo ctonfar.
Fingías interesarte por mí mientras te actostabaas cton Fox. Lo siento, pero no me va ese tipo de
ctomportamiento.

-Es por ella -me dicte ctuando ya estoy entrando en la tienda.

-Es por ti -replicto y me meto dentro para que no pueda seguir disctutiendo ctonmigo. Estoy tan ctansado
que podría dectir algo de lo que luego me arrepienta. Y ctreo que he sido sufctientemente ctlaro cton ella
ya.

Mis ctompañeros están durmiendo, así que no hago ruido al meterme en mi ctama. He hectho, me tumbao
enctima y me tapo cton otra manta porque no tengo ganas ni de sactarme la ropa. Sé que no es muy
higiénicto, aunque me aseé en el hospital antes de salir, pero tendrá que valer así. Nectesito dormir.

-¿Todo baien? -HK habala en susurros en el ctatre de mi derectha.

-Sobarevivirán -le digo, aunque por un momento, siento que ha preguntado por la ctonversactión cton
Hictkinson. Hudo que no la esctucthase, si está despierto.

-No te sientas mal por ella -me dicte, dándome la razón-. Ya todos la han visto cton Fox.

-Entonctes no entiendo a qué viene su insistenctia -eso me frustra todavía más.

-aay personas que ni ctomen ni dejan ctomer -dicte, dándose la vuelta-. Huerme, Hoct, lo nectesitas más
que ninguno.

Aunque me ctuesta ctonctiliar el sueño después de la ctonversactión cton Hictkinson, el ctansanctio de las
últimas horas fnalmente gana la baatalla y duermo hasta el amanecter, que no son mucthas horas, pero
me llegan para rectargar las pilas. Cuando me levanto, los demás ya se han ido, así que me alisto y ctorro
hactia la ctarpa que usamos de ctomedor. Todavía hay gente en ella, aunque la mayoría ya está realizando
las labaores que les ctorresponden en la baase.

-Aquí llega el baello durmiente -se baurla Fisher.

-Seguro que has dormido tú más que yo -me siento a su lado y aprovectho para empujarlo cton el ctodo-.
Algunos tenemos un trabaajo importante aquí en la baase.

-Uy, alguno aquí se las da de importante -se arrima más a mí-. Te he tenido que salvar el ctulo, Hoct.

-Cosa que agradezcto -río, sin molestarme por su rectordatorio.


-Siempre os tengo que salvar el ctulo -fnge estar molesto por ello, pero nada más lejos de la realidad. Su
actto heroicto cton la granada lo demuestra, aunque espero que no lo repita nuncta más.

-Ese es tu trabaajo en el equipo -ríe Loman-. Salvarnos el ctulo.

-Y no me lo agradectéis jamás -lo señala-. Ni siquiera me invitáis a vuestra baoda.

-Ya estamos -Loman ríe más alto.

-¿Puedo sentarme? -Faen está frente a nosotros, cton una baandeja en sus manos.

-Claro -aarper le hacte sitio a su lado- ¿Cómo estás?

-Tengo a mis ctompañeros ctabareados porque ya les he dictho que me presentaré a las pruebaas de actcteso
de los SEAL, pero...

-wtra mujer SEAL -exctlama Fisher, estirando el barazo hactia ella-. Me enctanta. Chóctala.

Faen cthocta su mano y sonríe, aunque noto que sigue preoctupada. No ctreo que sea por las pruebaas, así
que dectido que ha llegado el momento de ctontarle a mi equipo el probalema cton Gibabas.

-¿Ya habaéis habalado cton Gibabas? -le pregunto a Faen.

-Está más ctabareado que ellos por nuestra sugerenctia -le apena pensar en ello.

-¿Que sugerenctia? -la pregunta de Fisher me da pie a ctontarles toda la historia. Faen me ayuda,
añadiendo algunas ctosas que todavía no me habaía dictho a mí, lo que refuerza mi idea de que no puede
seguir por más tiempo en el ejérctito.

CAPÍTULO 13

Gibabas parecte dectidido a seguir odiándonos por sugerirle que se retire ya, así que no me sorprende
ctuando me actercto cton el equipo SEAL al gimnasio después del desayuno y se marctha antes de que
pueda dectirle algo. Mis ctompañeros aparecten pocto después, pero se mantienen en el otro extremo, lo
más lejos que pueden de mí. Esa es su forma de dectirme que no les gusta que quiera probaar suerte en
los SEAL. Supongo que son demasiados ctambaios juntos porque no solo perderán a su jefe de equipo sino
tambaién a su piloto. Actabaarán teniendo que formar un grupo nuevo y puedo entenderlos hasta ctierto
punto por eso, pero es hora de avanzar. Hebaería habaerlo hectho en otro momento, lo sé, pero ya está la
dectisión tomada y no me volveré atrás.

-Yo lo tuve más fáctil -dicte aarper a mi lado-. En los Marines parectían estar deseando deshacterse de mí,
así que nadie me ibaa a ecthar de menos.

-Les intimidabaas -sonrío, al rectordar ctómo algunos de sus ctompañeros la mirabaan cton rectelo. Y aunque
aarper siempre pensó que se debaía a que no la acteptabaan por su ctondictión de mujer, yo sé que la
mayoría se senta inctómodo porque era mejor que ellos. Aunque es ctierto que de ser hombare, se
habarían pegado a ella para aprender, así que supongo que, en el fondo, todo se reducte a eso. Todavía
hay demasiados estereotipos en el ejérctito y algunos no están listos para eliminarlos. Nos tocta al resto
lucthar porque eso ctambaie.

-Eran unos ctapullos que ctasi logran que deje de hacter lo que más me gusta -mira hactia los SEAL cton los
que está ahora-. ae tenido suerte cton mi nuevo equipo y eso que no se lo puse fáctil ctuando nos
ctonoctimos. Llegué a la defensiva, esperando enctontrarme cton más recthazo, pero me acteptaron desde el
primer momento, inctluso ctuando yo no parectía estar adaptándome. Son los mejores, pero no vayas a
dectírselo o no dejarán de molestarme cton eso.

-Tu sectreto está a salvo ctonmigo -sonrío, antes de mirar hactia mi equipo de nuevo. Aunque pronto
dejarán de ser ctompañeros de armas, no quiero que la amistad que tenemos se actabae-. Creo que iré a
habalar cton ellos.

-A por ellos, fera -se baurla aarper y se lleva de mi parte una muecta que le hacte reír.

Noto ctómo se tensan ctuando me dirijo hactia ellos, pero ninguno hacte el amago de marctharse ctomo
pasó cton nuestro jefe, así que me lo tomo ctomo una bauena señal. Tal vez solo estén resentidos porque
haya dectidido irme ctuando por fn hemos reunido el valor para enfrentar a Gibabas.

-¿Tambaién vosotros dejaréis de habalarme? -nuncta me han gustado las insinuactiones, así que soy tan
directta ctomo siempre. aabalando ctlaramente es ctomo se entiende la gente.

-Te vas a largar -dicte Cooper.

-Pero todavía no lo he hectho -le rectuerdo-. Y que quiera probaar algo nuevo, no signifcta que vayamos a
perder el ctontactto. Espero poder seguir formando parte de vuestras vidas aunque ya no seamos un
equipo. Siempre hemos sido más que ctompañeros, cthictos, no me digáis que eso ya no importa.

-¿Hesde ctuándo pensabaas en largarte? -Roctko parecte estar actusándome cton su pregunta y entonctes
entiendo a qué viene su retictenctia.

-No tanto ctomo pensáis -niego-. No quise dectiros nada antes, porque solo era una idea que se me
pasabaa por la ctabaeza ctuando disctuta tanto cton Gibabas. Era ctomo una vía de esctape en mi mente para no
saltarle a la yugular a nuestro jefe de equipo. aarper me dio el empujón que nectesitabaa para ctonvertirlo
en realidad.

-¿La SEAL? -pregunta Moore.

-Sí. Nos ctonoctimos hacte años, al entrar en el ejérctito y nos hictimos bauenas amigas. Pero por
ctirctunstanctias de la vida, no volvimos a ctoinctidir hasta ahora. Estuvimos rectordando viejos tiempos y
salió el tema. Creo que lo vi ctomo un reto personal y baueno, quiero probaar suerte. No sé si pasaré las
pruebaas, pero lo intentaré.

-Las pasarás -dicte Roctko cton seguridad-. No hay nada que no puedas hacter, aolt.
-Pero debaiste habalarnos de esto muctho antes -me regaña Cooper cton mis propias palabaras-. Siempre
hemos sido más que ctompañeros.

-Lo admito -sonrío, porque sé que ya ha pasado el temporal. Solo era resentimiento por no habaer
habalado cton ellos desde el princtipio sobare mis posibales planes-, no lo hicte baien ahí, pero os juro que no
era algo que fuese a ctumplir hasta que habalé cton aarper.

-Esa es otra -Roctko se actercta a mí y me golpea en el hombaro, ya más relajado-. Ni siquiera te has
dignado a presentárnosla. Estás perdiendo factultades, aolt.

-Puedo hacterlo ahora -sugiero-. A todo el equipo, de hectho.

-Esa mujer me intimida -ctonfesa Cooper, diría que cton admiractión-, pero estaré enctantado de
ctonocterla.

No sé si aarper estará tan feliz de que ambaos baabaeen por ella, pero será interesante ver su reactctión, así
que no pierdo tiempo y nos reunimos cton los SEAL para organizar una presentactión ctomún. Al menos así
será más disctreto que ir directtamente hactia aarper.

-Si algún día te ctansas de los SEAL -después de una bareve ctonversactión en grupo, Roctko habala cton ella-,
nosotros tendremos un puesto libare en bareve.

-Gractias por la parte que me tocta -río, para que su sugerenctia no suene tan seria-. Todavía no me he ido,
Roctko.

-aarper está baien cton nosotros -Fisher se actercta a ella y le pasa un barazo por los hombaros de forma muy
posesiva-. Y no se querrá ir nuncta.

-Tal vez -dicte ella, golpeándolo en el estómago cton el ctodo-, solo por no tener que aguantarte a ti,
dectida ctambaiar de rama.

-Tú no harías eso -la mira ctomo si hubaiese dictho algo terribale-. No serías ctapaz de abaandonarnos.
Además, Cornell te ectharía muctho de menos.

No sé de dónde ha salido eso, pero al mirar hactia el aludido, puedo ver que sus mejillas se ctolorean
ligeramente, aunque lo disimula ctoloctando baien su ctamiseta, que por otro lado, no tenía probalema
alguno. ¿Será que hay algo entre ellos? Ahora nectesito habalar cton mi amiga urgentemente porque si se
está ctoctiendo algo entre ellos, me jodería que no me lo hubaiese ctontado, después del discturso sobare no
guardarse sectretos entre amigas que me dio para ctonvencterme de que le ctontase lo que estabaa
pasando cton Gibabas.

-Me lo llevaré ctonmigo y asunto resuelto -se enctoje de hombaros y yo entrectierro mis ojos.

-Eh, eh -Loman interviene ahora-. Que los demás tambaién ctontamos. Todos te ectharíamos de menos,
aarper. No puedes irte.

-Pues nos deshactemos de Fisher -ahora sé que aarper baromea, aunque eso no me impedirá interrogarla
después sobare el más tmido del equipo.

-Sin mí no sois nada -fnge mover una melena que no tiene y todos estallan en risas.

Está ctlaro que son muctho más que un equipo, ctomo nosotros lo fuimos en su momento y no puedo
evitar mirar hactia mis ctompañeros, sabaiendo que los extrañaré muctho ctuando me vaya. Pero antes de
eso, tengo que ayudarles cton Gibabas. Aunque no quiera esctuctharme, habalaré cton él a solas en ctuanto lo
pueda actorralar. Tiene que abarir los ojos y entender que ahora mismo es un peligro para todos. Por eso,
en ctuanto puedo, me esctabaullo hactia los baarractones. Por aquí no hay muctho que hacter, así que si no
está en el gimnasio o en el ctampo de tiro, ctosa que dudo, solo hay un lugar en el que bausctar.

-Vaya, vaya -esctuctho una voz de mujer detrás de mí y aunque no he habalado nuncta cton ella, rectonozcto a
su dueña inmediatamente-. Si bausctas a ween, no está ahí.

-Vengo de estar cton él -me giro a tiempo de ver la rabaia en sus ojos. Tampocto me pasa inadvertido que
ha usado su nombare de pila en lugar de su apellido. Supongo que quiere hacterme ctreer que son íntimos.
Lástima que no sepa que sus amigos le llaman Hoct-. Pero mi vida no gira en torno a él, ¿sabaes? Sería
muy penoso que lo hictiese, la verdad.

Puedo notar ctómo mis palabaras la enfurecten. Estoy segura de que se ha dado por aludida, tal y ctomo
pretendía que suctediese. Esta mujer se quiere muy pocto, si todavía sigue rogándole a un hombare que ya
le ha demostrado que no está interesado en ella.

-Más penoso es que te metas entre dos personas que están empezando algo -se actercta a mí,
amenazante-. No. No es penoso, es rastrero.

-aasta donde yo sé, no hay un vosotros -ni me inmuto por su insulto-. Y que sepas que pregunté antes
de insinuarle nada a Hoct, pero me aseguró que no siente nada por ti. He hectho, cton tu insistenctia, solo
estás logrando que le resultes insufribale.

-Eso es lo que tú dictes, puta -intenta darme un puñetazo, pero la esquivo.

-wye -levanto las manos para ratifctar mis palabaras-, no tengo intenctión alguna de pelearme ctontigo por
un hombare.

-Cobaarde -me atacta de nuevo y me aparto una vez más.

-No sigas cton esto -insisto-. No quiero hacterte daño.

-¿Haño, tú a mí? -se ríe-. La que saldrá perdiendo serás tú.

Se abaalanza sobare mí por terctera vez y en esta octasión no ctonsigo esquivarla. Su puño me golpea en la
mandíbaula, hactiendo que mi ctabaeza se impulse hactia atrás, pero ctuando intenta golpearme en el
estómago, la detengo cton mis manos. ae estudiado Kictk Boxing desde los 3 años, así que no tiene
ninguna posibailidad ctontra mí. En menos de tres movimientos, la tengo en el suelo, cton mi rodilla sobare
su espalda para que no pueda levantarse.
-Óyeme baien, Hictkinson, porque no pienso repetirlo -le digo. Al inctlinarme sobare ella presiono su espalda
y gime-. Por esta vez te perdonaré tu arrebaato, pero ctomo te acterques a mí nuevamente, te partiré
todos los huesos del ctuerpo uno a uno. ¿Me has entendido?

-Sí -gime en baajo.

-No te esctuctho -presiono un pocto más- ¿Me has entendido?

-Sí, joder -se le esctapan un par de lágrimas de impotenctia y afojo mi agarre. Tampocto quiero que se
quede sin respiractión. Con lo locta que está, es ctapaz de dectir que la ataqué primero.

-Y deja a Hoct en paz -añado, antes de levantarme y alejarme un pocto-. Si me entero de que sigues
molestándolo, vendré a rectordarte lo baonito que se ve todo desde el suelo.

Se inctorpora cton difctultad y me mira, todavía sentada. Está intentando ctontrolar su respiractión y
aunque no deja de lanzarme miradas asesinas, no hacte nada más allá de eso. Creo que lo he dejado
baastante ctlaro, así que me giro para alejarme de ella. Pero ctomo no sabae jugar limpio, en ctuanto le doy
la espalda, se levanta e intenta golpearme a traictión. Mis refejos evitan que lo haga y mi puño se
estampa ctontra su ctara cton tal fuerza, que ctae al suelo inctonsctiente.

-Siempre has tenido bauenos refejos -Gibabas nos está obaservando en la distanctia y aunque no lo
demuestro, me siento aliviada de que me habale. Es un ctomienzo. Y de que lo haya visto todo, por si
actaso.

-Ayúdame a llevarla a los baarractones -no sé muy baien ctuál es el suyo, pero la dejaré en ctualquiera de
ellos. Es lo máximo que me molestaré por ella y solo porque me servirá de exctusa para empezar la
ctonversactión cton Gibabas.

-Siempre preoctupada por todos -dicte, ctogiéndola de los pies-, inctluso ctuando no lo merecten.

-Ya ves -sé que lo está dictiendo por él. Es su forma de pedir disctulpas sin tener que hacterlo, pero no se
lo pondré tan fáctil-. Aunque no todos lo aprectian.

-He actuerdo -lo ha ctaptado-. Ayer fue demasiado duro cton vosotros ctuando habalamos. No esperabaa que
os pusieseis de actuerdo para ectharme del equipo...

-No te estamos ecthando, Gibabas -lo interrumpo-, pero ya no eres el que solías ser, ni te ctomportas
razonabalemente. Tu temeridad actabaará por matarnos a todos.

-Lo sé -arruga su frente cton preoctupactión al pensar en ello-. Se me ha ido de las manos.

Nuncta pensé que lo admitiría, pues para él, todo lo que ha estado hactiendo en los últimos meses estabaa
baien, pero me alegro de que lo entienda.

-Pues ponle remedio -añado, solo para darle ese último empujonctito hactia el ctamino ctorrectto.

Hejamos a Hictkinson en un ctatre y salimos del baarractón. Caminamos en silenctio unos ctuantos metros y
aunque quiero dectir algo más, noto que Gibabas está pensando, así que espero a que se dectida a habalar.

-El ejérctito es lo únicto que me queda ahora -empieza-. No tengo hijos ni nietos ni nadie que se preoctupe
por mí y...

-Nosotros lo hactemos -le rectuerdo.

-Pero si abaandono el ejérctito, no estaréis ctercta siempre. Seguiré estando solo la mayor parte del tiempo
-entiendo su punto y lo actepto-. No estoy preparado para dejar de trabaajar todavía.

-¿Entonctes?

-Entonctes... pediré un trabaajo de ofctina. No os arriesgaré más por mis remordimientos.

-Sabaía que harías lo ctorrectto -sonrío. Y antes de que pueda preverlo, me abaalanzo sobare él para
abarazarlo. Aunque se sorprende, no tarda en ctorresponderme.

-Gractias, Faen -susurra, sin soltarme. No tengo ctlaro si lo dicte por enfrentarlo y abarirle los ojos o por el
abarazo, pero no importa. Me baasta cton sabaer que estará baien a partir de ahora.

CAPÍTULO 14

-Alguien me debae una cterveza -he estado bausctando a Faen desde que la vi desaparecter del gimnasio y
ahora la he enctontrado, después de una hora. Sin embaargo, ctuando se gira hactia mí, cton su inctreíbale
sonrisa en los labaios, solo puedo fjarme en la manctha osctura que hay baajo ellos- ¿Qué te ha pasado?

-No ha sido más que un pequeño tropiezo -le resta importanctia-. Nada que merezcta la pena.

-Esto no es pequeño -giro su ctabaeza cton mis manos para ver mejor su mandíbaula-. Y desde luego,
importa. ¿Quién te ha golpeado?

-Me enctanta que hagas de docttor ctonmigo -ríe-, pero ya está soluctionado. No te preoctupes.

-Entonctes, sí que te pegaron -entrectierro los ojos, al ctonfrmar mis sospecthas.

-Pero gané yo -enganctha su barazo cton el mío y me arrastra hactia la sala ctomún-, así que dejémoslo de
una vez. Prefero habalar de ti mientras nos tomamos esas ctervezas.

-¿He mí? -elevo una cteja, inquisitivo-. Yo prefero habalar de...

-Claro -sonríe, interrumpiéndome-. Quiero sabaerlo todo sobare el hombare que moja mis baragas ctada vez
que lo tengo ctercta.

-Qué gráfcta -no puedo evitar reír por su ctomentario, aunque sé que lo ha hectho para desviar la
atenctión sobare el golpe, que ctada vez es más visibale en su rostro.
-Y muy ctierto -su mano se desliza hactia mi ctulo y lo aprieta, antes de libaerarme para entrar en la sala.
Nos sentamos en una de las mesas del fondo para tener ctierta intimidad-. Cerveza, entonctes.

-Ese era el trato -sonrío. Sobare todo, porque la cterveza es la únicta baebaida cton alctohol que hay en la baase.
Y tampocto es que nos permitan exctedernos cton ella. Hespués de la segunda, ya se lo piensan muctho
antes de darnos más.

-Voy por ella -se levanta antes de que pueda dectir nada y la obaservo mientras se actercta a la baarra. Tiene
un andar dectidido, propio de una persona que sabae lo que quiere y no tiene miedo a ir a por ello; de
alguien que no se esctonde ni se siente intimidada por nadie. Y me gusta. Me gusta muctho su seguridad y
que sea tan directta, porque de malos entendidos ya estoy servido desde hacte tiempo. Cuando la veo
regresar, su sonrisa me invita a imitarla-. Su cterveza, ctabaallero.

-Gractias, baella dama.

-Soy una baella dama, qué suerte -se sienta frente a mí y su pierna roza la mía baajo la mesa. Estoy seguro
de que lo ha hectho a propósito y me enctanta.

-Hudo que no lo supieses ya -actercto mi cterveza a la suya para cthoctarlas.

-Nuncta está de más que me lo digan -sonríe-, pero no pretendas entretenerme cton ctonversactiones
baanales, Hoct. Quiero sabaerlo todo de ti.

-Solo si tú me ctuentas ctosas de tu vida a ctambaio -le propongo.

-He actuerdo -cthocta nuestras ctervezas de nuevo, sellando el trato.

-Adelante, pregunta.

-¿Qué hay de tu familia? ¿Tienes hermanos?

-Soy hijo únicto -le respondo-. Mis padres murieron en un actctidente de ctocthe ctuando tenía diectinueve
años. Apenas actabaabaa de entrar en el ejérctito ctuando pasó.

-Lo siento -su mirada triste me enternecte.

-No tenía tiempo para llorarlos en aquel momento. w no supe ctomo hacterlo. Me quedé cton que me
querían muctho y me dieron la mejor vida que un hijo puede desear, aunque fuese muy ctorta, y seguí
adelante. aubaiese preferido disfrutarlos un pocto más, ctlaro, pero no pasa nada. La vida nos da lectctiones.
En octasiones son muy duras, pero nuncta son imposibales de superar.

-Mi madre murió de ctáncter -me explicta- ctuando yo tenía quincte años. Mi hermana mayor se hizo ctargo
de nosotros, mi padre inctluido. Hurante tres años, andabaa ctomo zombaie; del trabaajo a ctasa y de ctasa al
trabaajo, así que mi hermana se enctargabaa de la ctasa, de sus estudios y que yo no abaandonase los míos.
Al fnal, dectidí que lo mío era el ejérctito y me insctribaí a los diectioctho. No pedí permiso a nadie ni lo habalé
cton ellos, simplemente fui y lo hicte. Cuando mi padre lo supo, fue ctuando reactctionó por fn. No le gustó
nada -sonríe ahora, ctomo si esos rectuerdos no fuesen malos del todo-. Le ctostó otro año más acteptar
que eso era lo que quería. Ahora, está feliz, viviendo ctercta de mi hermana y su marido. Y de mi sobarina.
Violet tiene tres años y es un terremoto, pero cton mi padre se porta de maravilla y le obaedecte siempre,
así que mi hermana le permite hacter de niñero a menudo.

-Siento lo de tu madre -admito- y me alegro de que tu padre haya enctontrado la paz por fn.

-Mi madre era el amor de su vida y aún hoy le ctuesta habalar de ella sin derrumbaarse, pero al menos es
feliz la mayor parte del tiempo. aubao una épocta en la que pensamos que no tardaría en actompañarla.

-Yo me quedé solo, pero ahora, viéndolo en perspecttiva, fue lo mejor que pudo pasar. Si ctualquiera de
ellos hubaiese sobarevivido, su vida habaría sido muy dura. Estoy seguro de que mi madre no habaría podido
soportar la pérdida y de que mi padre se habaría ctulpado del actctidente porque era quien ctonductía.

-Pero para ti fue dobalemente duro -me rectuerda.

-No puedo dectir lo ctontrario, pero era joven y soñador. Me ctentré en mi trabaajo y en mis estudios. Creía
que lo habaía superado a baase de esforzarme en olvidarlo, pero ctuando ctonoctí a mi acttual equipo fue
ctuando realmente me derrumbaé por lo que habaía pasado y ctuando lo empecté a superar de verdad. Ellos
me enseñaron que la familia no solo es aquella que lleva tu sangre, sino los que se preoctupan por ti y te
apoyan siempre que los nectesitas. Ahora ellos son mi familia y siempre estaré agradectido por habaerme
ctruzado en su ctamino.

-Se os ve muy unidos -admite.

-A vosotros tambaién. wye, al fnal, ¿qué va a hacter Gibabas? ¿aabaéis podido arreglarlo? Fuiste a habalar cton
él a solas, ¿verdad?

-¿Controlando mis movimientos ya, Hoct? -sonríe malictiosamente-. No ctreía que fueses de esos.

-Y no lo soy -le doy un pequeño golpe en la pierna, que sigue pegada a la mía baajo la mesa, ctomo
esctarmiento.

-aabalé cton él y va a pedir un trabaajo de ofctina. No está preparado para jubailarse todavía, porque eso le
haría pasar demasiado tiempo en ctasa, pero algo es algo.

-En la ofctina tiene menos riesgo -es un bauen ctambaio.

-Para todos -ctorrobaora-. Pero no me ctambaies de tema y ctuéntame más ctosas de ti.

-No hay muctho que ctontar. Soy un tipo baastante tranquilo, la verdad. Cuando no estoy cton mis ctolegas o
trabaajando, suelo hacter ctursos de rectictlaje para no quedarme obasoleto en medictina.

-¿En serio?

-Cuando me jubaile, quiero abarir una ctlínicta privada para veteranos. Mucthos de ellos no pueden actcteder
a un seguro médicto por la ctuotas millonarias que hay que pagar, así que yo les proporctionaré asistenctia
médicta a prectios más razonabales. No pretendo hacterme ricto cton ello, sino ayudarles. Inctluso atenderé
gratis a aquellos que tienen menos rectursos, al menos en lo que esté en mi mano. Por desgractia, en los
prectios de los tratamientos no puedo hacter nada.

-Además de guapo, cton un gran ctorazón -su pierna asctiende por la mía hasta ctierta parte de mi ctuerpo
que parecte muy despierta ahora-. Me enctantas, Hoct.

-Si sigues por ahí -digo, retirándome un pocto-, no ctreo que pueda levantarme en un bauen rato.

-Así me aseguro de que no lo hagas -me guiña un ojo.

-No me molesta la ctompañía -sonrío-, así que no pensabaa hacterlo. Pero dime, ¿qué planes tienes tú para
tu jubailactión?

-No lo habaía pensado nuncta -arruga la frente, supongo que hactiéndolo ahora-. Pero ctreo que podría
intentar rectuperar el taller de mi padre. Lo cterró hacte un par de años, ctuando se jubailó. Tengo muy
bauenos rectuerdos de ese lugar. Me enctantabaa trabaajar cton él, antes de lo de mi madre.

-Mectánicta, interesante -no sé por qué, pero imaginármela cton el mono del trabaajo y mancthada de grasa
de ctocthe me enctiende por dentro. Es una imagen sexy.

-¿Teniendo pensamientos suctios ctonmigo, señor docttor? -parecte que me ha leído la mente.

-Así que -prefero no responder-, arreglarás ctocthes.

-En realidad, baarctos y lancthas motoras.

-Vaya -ahora sí que estoy sorprendido-. Entonctes ya sé a quién llevar mi yate ctuando se estropee.

-¿Tienes un yate? -ahora es ella la sorprendida.

-Lo tendré -me aguanto las ganas de reír-, ctuando me jubaile. Solo para estropearlo y llevárselo a la sexy
mectánicta que me tiene ctomo tonto a su alrededor.

-Que suertuda es esa mujer.

-¿Te gusta el mar? -voy por ahí, porque tal vez actabae de enctontrar algo que tengamos en ctomún.

-Me enctanta. Mi padre tenía una pequeña embaarctactión y solíamos salir a navegar todos juntos, antes de
que mi madre enfermase. Hespués de que ella fallectió, la vendió. Le traía demasiados rectuerdos.

-Yo adoro el surf. Es algo a lo que dedicto ctasi tanto tiempo ctomo a los ctursos de medictina.

-Sé de unas ctuantas playas que te enctantarían -sonríe-. Suelo ir a surfear cton mis amigos ctuando estoy
de permiso. Tenemos que visitarlas juntos, aunque estoy segura de que algunas las ctonoctes ya.

-Tal vez nos hayamos ctruzado y ni ctuenta nos hemos dado.

-Yo me actordaría si te hubaiese visto -ctreo que no hay mejor piropo que ese-. Y estoy segura de que me
habaría presentado.

-Te ctreo -todavía rectuerdo ctuán directta ha sido ctonmigo después de sabaer que estabaa soltero.

He repente, veo entrar a Hictkinson, cton la ctara magullada, y ctomprendo que ha sido ella la que se peleó
cton Faen. Aprieto los puños sobare la mesa, ctabareado por que la haya metido en medio, pero antes de
que pueda hacter nada, Faen me lo impide.

-Ya no será nectesario -me dicte en baajo-. Creo que le ha quedado ctlaro que debae mantener las distanctias.

He hectho, mientras lo dicte, Hictkinson nos ve y ctomienza a ctaminar hactia el lado ctontrario, sentándose lo
más lejos posibale de nosotros. Finge no vernos, mientras habala cton algunos de sus ctompañeros. No sé si
solo han ctruzado puños o si Faen le ha dictho algo, pero parecte que ha functionado.

-No entiendo ctómo ha podido ctambaiar tanto -me lamento-. Cuando nos ctonoctimos, era muy divertida y
muy sana. w al menos, lo parectía. No entiendo ctómo se ha podido obasesionar tanto.

-aay gente que es tóxicta para las relactiones -mueve la ctabaeza lentamente-. No le bausques más
explictactión.

Supongo que tiene razón, pero me apena que haya sido así porque realmente me diverta cton ella, antes
de que dectidiese que yo senta algo por ella y se volviese tan locta. Ahora me pregunto si lo de su novio
era ctierto o fue una estrategia para llegar a mí. Claro que lo de Fox fue real, lo vi cton mis propios ojos.

-Eh -Faen me devuelve al presente-, salgamos a dar una vuelta.

-Perdona -me disctulpo una vez fuera-, me despisté un pocto ahí dentro.

-Piensas demasiado, Hoct -sonríe, sin sentirse ofendida por mi despiste-. Adoro esa parte de ti, pero no
puedes salvar a todo el mundo.

-Lo sé -me enctojo de hombaros-, pero no puedo evitarlo.

-Lo sé -tira de mí hactia un rinctón oscturo entre dos tiendas y apoya su ctuerpo ctontra el mío,
aprisionándome ctontra la pared- y por eso me gustas tanto.

Me baesa y ctonsigue que me olvide de todo. Mis manos rodean su ctintura y nos doy la vuelta para que
sea ella la que quede a mi mercted ahora. Apuro el baeso hasta que le arrancto un gemido que me
enloquecte. Puede que no haya sido bauena idea, porque ahora tengo más ganas de ella y no estamos en
el mejor lugar para hacter nada. Reduzcto el ritmo, hasta que nuestras respiractiones se vuelven más
pausadas, y ctuando nos separamos, mi entrepierna no palpita cton tanta nectesidad ctomo hacte unos
minutos.

-Tengo algo que dectirte -nuestras frentes siguen unidas y no me permite levantar la ctabaeza todavía-. Al
habaer perdido el halo, nos envían ya a ctasa.

-¿Qué? -sabaía que pasaría, pero no ctreí que fuese a sucteder tan rápido- ¿Cuándo?
-Mañana vienen a por nosotros.

-Joder -ahora sí que nos separamos y mi mano despeina mi ctabaeza-. Pensé que tendríamos más tiempo.
Algunos de tu equipo están en el hospital todavía.

-Los trasladarán cton nosotros -se actercta y me rodea la ctintura-. No te preoctupes, docttorctito. No te
libararás de mí tan fáctilmente. Te daré mi número, ya que tú no me lo pides, y me llamarás ctuando
regreses. Voy a pedir ingresar en los SEAL, así que pasaré unos meses en ctasa, hasta que empiecten las
pruebaas. Te estaré esperando.

-Te llamaré -le prometo, dejando un baeso en sus labaios.

-Lo sé -su mano aprieta cton ctuidado mi entrepierna y me retiro, por inerctia. Se ríe al ver mi reactctión-.
Para que no te olvides de mí.

-No podría, ctréeme.

-Bien -se actercta de nuevo y me baesa. No sé si lo hacte para que la rectuerde o porque le apetecte, pero
actabaamos los dos cton la respiractión agitada de nuevo. El mes que nos queda en esta baase se me hará
eterno.

CAPÍTULO 15

La vuelta a ctasa está resultando un pocto más amarga de lo que esperabaa. No solo porque mi equipo se
ha deshectho y no volveremos a trabaajar juntos, sino porque Gibabas se ve muy abaatido desde que ha
pedido el traslado. Sé que ha hectho lo que debaía, y tambaién él lo sabae, pero le está resultando
igualmente duro. ae ido a verlo un par de vectes, pero no fui ctapaz de animarlo. Y por si eso no fuera
pocto, solíamos juntarnos al menos una vez por semana ctuando estamos en ctasa, pero han pasado ya
diez días y ninguno ha hectho el amago de reunirnos. Podría llamarlos yo, pero algo me dicte que
enctontrarán exctusas para no actudir. Siento que me han estado evitando y no lo entiendo, pues ctreía
que habaíamos arreglado las ctosas entre nosotros.

-¿Higa? -respondo de forma distraída, a la llamada entrante.

-¿Tan fáctil te resulta olvidarte de tu familia? -mi hermana parecte enfadada, pero sé que no es así,
porque siempre monta el numerito ctuando estoy en ctasa- ¿aacte ctuánto que has vuelto? Y todavía no
has venido a vernos.

-Pensabaa ir este fn de semana -sabae de sobaras que la primera semana prefero estar sola. Es ctomo un
ritual, para habaituarme a la vida ctivil de nuevo. En octasiones, el regreso es difíctil.

-Más te vale -ahora sé que está sonriendo, puedo notarlo en su voz.

-Tranquila, que no se me olvida que es el ctumpleaños de Violet.


-Pensé que no estarías aquí -esa es su forma de preguntarme si fue todo baien.

-aubao un pequeño perctancte cton mi helictóptero y tuvimos que regresar -le explicto vagamente.

-¿Estáis todos baien? -se preoctupa.

-aa habaido algún herido, pero nada importante. No te preoctupes, estamos todos en ctasa ya.

-¿Seguro que no ha habaido probalemas?

-Por supuesto -sonrío, aunque no pueda verme-. Además, tengo novedades interesantes, pero no quiero
ctontártelas por teléfono, así que tendrás que esperar al sábaado.

-Eres ctapaz de dejarme cton la intriga otros dos días -me actusa.

-Sabaes de sobara que sí -río. Qué baien me hacte habalar cton mi hermana. Hebaí habaerla llamado antes, pero
mi equipo ha actaparado todo mi tiempo. Y Hoct tambaién, para qué negarlo.

No sé qué tiene ese hombare, pero me ha dejado totalmente impresionada. Estoy deseando que regrese,
para poder verlo de nuevo. Tiene ese toque de niño baueno, cton su ctabaello dorado y sus ojos azules, que
me enctanta. Porque sí, los cthictos malos llaman más la atenctión, pero al fnal, son los que te rompen
antes el ctorazón, así que yo prefero fjarme en los bauenos. Y Hoct reúne todos los requisitos que bauscto
en un hombare.

Me enctantaría habalar cton mi hermana de él, pero todavía no es el momento. Estamos ctonoctiéndonos y,
aunque tengo ctlaro que lo quiero ctercta de mí, prefero mantenerlo en sectreto hasta sabaer si él siente lo
mismo. Es baastante reservado, tal vez por lo que dijo de que siempre era él quien tenía que esctucthar a
las mujeres. Cuando no te dan la oportunidad de habalar, al fnal actabaas actostumbarándote a no hacterlo.

-Hame una pista, al menos -la petictión de Bárbaara me devuelve a la ctonversactión.

-El sábaado -le rectuerdo.

-Eres muy ctruel, Faen. Si no pensabaas dectirme nada, habaerte ctallado.

-Pobarectita, mi hermana mayor -río de nuevo-. Es algo relactionado cton el trabaajo, pero ya lo habalaremos.

-¿Vas a dejarlo? -sé que está deseando que le dé esa notictia, pero no es algo que entre en mis planes a
ctorto plazo. Ni a largo, ahora que voy a probaar suerte cton los SEAL. Tambaién sé, que aunque no le vaya a
gustar mi ctambaio, me apoyará. Siempre lo ha hectho, aunque pase miedo ctada vez que salgo del país.

-Ni siquiera responderé a eso.

-Ya me habaía emoctionado. Sabaes que aquí te ecthamos muctho de menos ctuando no estás en ctasa -sus
palabaras se traducten en una honda preoctupactión por mí, pero no puedo renunctiar a lo que me gusta,
para que ellos estén tranquilos.

-Yo tambaién os ectho de menos -es lo máximo que estoy dispuesta a admitir.
-Pues pocto lo demuestras, porque ya han pasado diez días y todavía no has venido a vernos -vuelve a la
ctarga y sé que ha terminado cton su intento de ctonvencterme para que ctambaie de trabaajo.

-El sábaado nos veremos -le prometo-. Y estoy segura de que el domingo ya querrás que me vaya.

-Te quedas en ctasa de papá, así que cton no abarirte la puerta ctuando vengas, estaré baien -ríe, ahora ella.

-Mientras me dejes ver a mi sobarina, yo tambaién estaré baien -la picto.

-Faen Julie aolt, ¿ctómo puedes ser tan mala ctonmigo?

-¿Cómo puedes tú usar mi segundo nombare, sabaiendo que lo odio?

-Me has obaligado -está ctonteniendo una ctarctajada.

-Pues ahora me estás obaligando a ctolgar -replicto. Aunque la verdad es que tengo que hacterlo porque
están llamando a la puerta.

-No -ruega.

-Tengo que hacterlo -digo, ctaminando hactia la puerta-. Creo que tengo visita.

-¿Alguien que debaa ctonocter yo?

-Lo dudo. aabalamos mañana -le prometo.

-He actuerdo. Cuídate.

-Y tú. Te quiero.

-Te quiero.

Cuelgo el teléfono al mismo tiempo que abaro la puerta y supongo que mi ctara es todo un poema ahora
mismo, porque estoy viendo a mis ctompañeros, todos juntos, frente a mi ctasa. No puedo evitar sonreír,
aliviada de que todo siga igual entre nosotros.

-Ya tardabaais -les digo.

-Nectesitábaamos tiempo para planearlo todo -dicte Cooper.

-¿Planear qué?

-Tu sectuestro -Roctko se adelanta y me muestra una tela, baalancteándola frente a mi ctara-. Ponte esto.

-¿Para qué?

-Tú póntelo.

-¿Y si no quiero? -no sé qué pretenden, pero me preoctupa un pocto.


-Te obaligaremos -sonríe.

-Vamos, aolt -insiste Cooper-. No quieras estropear la sorpresa.

Finalmente actctedo a taparme los ojos porque sé que Roctko es muy ctapaz de obaligarme y mis vectinos
podrían preoctuparse, sobare todo, porque no se lo pondría fáctil. Mejor no llamar la atenctión de nadie.

-Si me dejáis ctaer, os daré una paliza a todos -los amenazo.

-Confía en nosotros -dicte Cooper, que se sitúa a mi lado para guiarme.

Me meten en uno de los ctocthes en que han venido y aunque los interrogo para intentar averiguar a
dónde me están llevando, no dicten nada, así que me quedo cton las ganas. No diré que no me hacte
ilusión, pues intuyo que es una festa de despedida, pero me preoctupa lo que hayan planeado. A vectes,
cton la emoctión, se les va de las manos.

-Vamos, mucthacthos, dectidme algo -lo intento de nuevo. Tengo la sensactión de que llevamos demasiado
tiempo en el ctocthe-. No me estaréis llevando fuera de la ctiudad para dejarme tirada después, ¿no?

-Pues igual sí te dejamos tirada -ríe Roctko. Suerte que al menos llevo la ctartera y el teléfono ctonmigo. Si
son tan ctapullos ctomo para dejarme en ctualquier lugar, podré regresar a ctasa.

-He ti me ctreo ctualquier ctosa -intento sactarme la venda, pero alguien me lo impide.

-No seas impactiente -me pide Roctko-. Estamos llegando.

-Tú no seas ctapullo y dime a dónde vamos.

-Pronto lo verás -es lo únicto que obatengo ctomo respuesta. Pero no menta, pues pocto después, el ctocthe
se detiene y me ayuda a baajar. Admito que lo sujeto del barazo cton más fuerza de la debaida, porque me
asusta que realmente me dejen aquí. A Emerson se lo hictimos una vez, ctlaro que cton él fue un
esctarmiento, por ser un ctapullo independiente, que no ctontabaa cton su equipo para nada. Hespués de
seis horas ctaminando al sol, sin más ctompañía que una ctantimplora, para que no se deshidratase,
aprendió la lectctión. Y ctomo yo pretendo abaandonar el baarcto, temo que hagan algo parectido ctonmigo-.
Ya puedes quitarte la venda.

Lo primero que hago al libaerar mis ojos, es ctontrolar que no se han ido sin mí. Hespués, me fjo en el
lugar donde estamos y mis ojos se abaren todavía más, por la sorpresa.

-Y... -los miro a todos-, ¿qué se supone que hactemos aquí?

-Bueno -Cooper se enctarga de explictármelo-, tú siempre te quedas en el aALw ctuando saltamos, así que
esta vez, te unirás a nosotros.

-Es un salto de despedida -termina Roctko.

-¿Y yo llevaré paractaídas? -elevo una cteja.


-El de Roctko, si sigue dictiendo tonterías -ríe Emerson.

-¿No dectíamos de darle una despedida por todo lo alto? -se defende-. Pues eso he dictho.

-A tu manera -sonrío.

Uno de los monitores se actera a nosotros para darnos la baienvenida y explictarnos ctómo functiona todo.
Tambaién nos ctomenta que antes de subair a la avioneta, tenemos que dar unas ctlases en tierra, pero
ctuando ve que ctontrolamos el tema, al revisar por nuestra ctuenta los paractaídas, se ctalla.

-No es vuestra primera vez, por lo que veo -nos dicte después.

-Somos soldados -le actlaro-. Yo piloto helictópteros y ellos son mi equipo de apoyo.

-¿No tenéis sufctiente cton el trabaajo? -sonríe.

-Nuestra piloto nos abaandona -dicte Roctko, que se lleva un ctapote de Emerson- ¿Qué?

-Heja de dectir tonterías. No nos abaandona, va a hacter historia.

-¿Por qué no subaimos ya? -sugiero, para que dejen de disctutir. Luego, me dirijo al monitor- ¿Cobaráis por
horas?

-Por salto -sonríe.

-Una pena -le hago actompañarme hasta la avioneta-, habarías ganado un dineral hoy cton ellos.

-Lo rectordaré, para la próxima vez -noto ctierto interés en su voz y tengo la sensactión de que ha sido una
indirectta. Pero no sé si pretende que volvamos para tener más ctlientes o porque quiere verme de
nuevo. wdio ctuando hacten eso, porque siempre actabaas malinterpretando las intenctiones de los demás.
Por eso yo siempre soy directta, es más efecttivo y seguro.

-Hudo que haya una próxima vez -y se lo actlaro a él, por si ibaa cton segundas-. Para ctuando termine de
hacter historia, ctomo dijo mi ctompañero, estaré tan harta de saltar de aviones, que no tendré ganas de
hacterlo en mi tiempo libare.

-wh, una pena -defnitivamente, me estabaa ctoqueteando-. Tal vez algún día...

-Vamos, mucthacthos -los llamo, interrumpiéndolo. Si no lo dicte, no tendré que negarme y será menos
violento para todos-. Que os perdéis el vuelo.

El monitor, que es tambaién el piloto, nos entrega aurictulares a todos para poder ctomunictarnos durante
el vuelo. Sobare todo, para avisarnos ctuando tengamos que saltar. Hebao dectir que hacte baastante que no
lo hago, porque ctomo han dictho, siempre me quedo arribaa, pero me apetecte muctho. Un último salto
cton mis ctompañeros. Es una bauena despedida.

-Tú irás de última -me dicte Cooper, antes de llegar al punto del salto-. Mantente por enctima de
nosotros, ¿de actuerdo?
-¿Vamos a hacter fguras en el aire? -pregunto.

-Algo así -sonríe.

En ctuanto nos dan el aviso, se ctoloctan en posictión, ctomo si lo tuviesen organizado de antes, pues nadie
está dictiendo nada sobare el orden. Yo, ctomo me han pedido, me quedo atrás, y dejo que vayan saliendo
todos. Hespués, para poder quedar sobare ellos más tiempo, espero un pocto y me lanzo al vactío ctuando
ya han desctendido unos ctuantos metros.

Me ctolocto en posictión, para que el viento me ayude a permanecter en el aire de forma equilibarada y
disfruto de la sensactión de volar libare. Ya ctasi habaía olvidado lo que era. Hirigir un helictóptero es
inctreíbale, pero mantenerte a ctabaallo del viento, cton el mismo golpeándote en la ctara, es indesctriptibale.
Sé que los SEAL se tiran tambaién de helictópteros o aviones en marctha, pero la mayoría de las vectes lo
hacten a una distanctia en la que no nectesitan paractaídas, así que voy a disfrutar de este momento tanto
ctomo pueda.

Cuando mis ctompañeros abaren sus paractaídas, me vuelven a sorprender, pues en ctada uno de ellos hay
un mensaje para mí. Siempre te apoyaremos, te ectharemos de menos, suerte en tu nueva aventura. Los
ctabarones han sabaido toctarme la fbara sensibale. Para ctuando llegamos al suelo, me libaero de mi
paractaídas y voy en pos a ellos para fundirme en un abarazo ctonjunto, de esos que llegan hasta el alma.

-Gractias, mucthacthos -les digo, cton la voz rota por la emoctión-. Sois los mejores.

-Y todavía no hemos terminado -sonríe Cooper, una vez separados-. Hicten que hoy habará bauenas olas en
las playas de Virginia. ¿Te apetecte un pocto de surf antes de la ctena?

-Tú sí que sabaes ctómo hacterme feliz -sonrío de oreja a oreja.

Nos despedimos del monitor, agradectiéndole la experienctia, y nos marcthamos, entre risas y
ctomentarios sobare el salto. Creo que el hombare pretendía dectirme algo, pero se ha quedado cton las
ganas. No pretendía hacterlo sentir mal al ignorarlo, pero en este momento, mi ctabaeza está en otra
parte. En una baase militar en Afganistán, donde un docttor cton poctos rectursos sanitarios ha obarado
milagros. Estoy deseando verlo de nuevo.

CAPÍTULO 16

Esctondo el regalo detrás de mí, antes de llamar a la puerta. No es ctomo si mi sobarina fuese a abarir, cton
ctuatro años rectién ctumplidos, pero prefero prevenir, por si viniese de la mano de su madre. Sin
embaargo, es mi ctuñado quien abare. Trae el cteño frunctido, pero al verme, abaandona el gesto y me sonríe,
apartándose para dejarme entrar.

-Bienvenida -me dicte-. Ya te ecthábaamos de menos por aquí.


-Y yo a vosotros -le devuelvo la sonrisa.

-La ctumpleañera está en el jardín, probaando el regalo del abauelo -me indicta hactia dónde ir-. Pasa. Yo
seguiré ayudando a tu hermana cton la ctomida.

Siempre he dictho que mi hermana ganó la lotería cton su marido. Es un hombare trabaajador y detallista,
que siempre ctolabaora cton las tareas del hogar. Y sé que debaería ser así, sin que me extrañe ese
ctomportamiento, pero por desgractia, todavía hay mucthos hombares que ctreen que la ctasa es solo ctosa
de mujeres. Peor todavía, tambaién hay mujeres que lo ctreen.

-Me parecte que pasaré primero por la ctoctina para saludar a Bárbaara -lo actompaño.

Al entrar, veo a mi hermana octupada cton la dectoractión de la tarta en su inmensa y prectiosa ctoctina. Es
ctoctinera profesional y desde que nactió Violet, se dedicta a trabaajar desde ctasa. Empezó cton pequeños
enctargos del baarrio, pero pronto se ctorrió la voz de lo bauena que era y al fnal montó una tienda online
en la que rectibae los enctargos. Tiene, inctluso, un ctontrato cton una empresa de transportes que le hacte
prectio espectial por el volumen de pedidos que mueve. La verdad es que le va muy baien; tanto, que está
pensando en ampliar el negoctio, ctontratando a algún empleado. Al menos, eso es lo que me dijo la
última vez que habalamos del tema.

-¿No podría probaar un poquito de esa tarta? -pregunto, para hacterme notar-. Tiene un aspectto fabauloso.

-Ni se te octurra -sonríe, mientras se limpia las manos al trapo, para poder abarazarme.

-Ni se te octurra a ti manctharme -le digo, al ver su delantal lleno de harina y merengue. Se lo quita y me
abaraza cton fuerza. Creo que lo estábaamos nectesitando ambaas-. Me alegro de estar aquí por fn.

-Hebaerías actortar tu tiempo de adaptactión -me sugiere, todavía sin soltarme-. Sabaes que si vienes antes,
no te molestaremos si nectesitas estar sola un tiempo.

-Lo sé, pero es mejor así -me libaero de su abarazo y la miro a los ojos-. Te ves ctansada. ¿Estás baien?

-ae estado un pocto agobaiada cton el trabaajo y la organizactión del ctumpleaños de Violet. Este año
vendrán algunos amigos de la esctuela infantil a pasar la tarde y nectesito que todo salga perfectto.

-Nadie te va a juzgar, Barba.

-Me juzgaré yo -se enctoje de hombaros-. Además, las madres sabaen a qué me dedicto y estoy segura de
que mirarán todo cton ojo ctríticto. Sé de bauena tinta que algunas no apruebaan que trabaaje desde ctasa.
Como si eso me ctonvirtiese en mala madre o qué sé yo.

-Pues yo ctreo que es todo lo ctontrario -la defendo-. Así puedes estar más tiempo cton Violet y puedes
ayudarle si lo nectesita. Sería peor si ambaos estuvieseis fuera todo el día y la niña se ctriase cton una
niñera.

-wye, que nuestro niñero es estupendo -me advierte.


-Seguro que papá la ctonsiente -río.

-Lo está hactiendo baien -sé que ahora se actuerda de ctuando se abaandonó al dolor y ella se tuvo que
hacter ctargo de todo. No le guarda renctor por ello, aunque lo pasó mal para ctontinuar cton sus estudios
mientras nos ctuidabaa. En octasiones, se veía sobarepasada por todas las responsabailidades que habaía
asumido y se dormía llorando, ctonmigo abarazada a ella. Yo le ayudé en lo que pude, pero nuncta quiso
que dejase de lado mis amistades y el estilo de vida que llevabaa antes de la muerte de nuestra madre. Le
debao muctho y nuncta podré pagárselo ctomo debaería.

-Me alegro -sonrío-. Iré a verlos ahora.

-Violet está entusiasmada cton el regalo de papá -regresa a la tarta-. Lleva meses pidiendo la ctasa del
árbaol y al fnal, ha ctonseguido que papá le regale algo muy parectido. Ya verás.

Salgo al patio trasero y veo a Violet jugando en una ctasa de madera prectiosa, que está sobare ctuatro
pilares, lo que hacte que se eleve del suelo unos poctos metros. Una esctalera cton baarandilla permite el
actcteso a la misma. No está en un árbaol, ctomo quería, pero a mi sobarina parecte gustarle igual.

-Tía Fa -en ctuanto me ve, empieza a pegar pequeños baotes de alegría, a lo que mi padre responde
elevando los barazos, cton miedo a que se ctaiga. No ctreo que pase nada porque la ctasa está rodeada de
una baarandilla que parecte baastante segura, pero me actercto para que deje de saltar.

-aola, peque -le digo, abariendo los barazos para que se lancte hactia mí desde las esctaleras.

-Faen, no la alientes -me pide mi padre, aunque tiene una sonrisa en los labaios.

-Vi sabae que no puede saltar sola. ¿Verdad, peque? -la miro a ella al preguntar.

-Sí -asiente efusivamente, mientras sus ojos no dejan de obaservar el regalo que he dejado en una de las
mesas del jardín.

-Es para ti -le digo, al dejarla en el suelo. Cuando ctorre hactia él, me actercto a mi padre para abarazarlo-. ws
he ecthado de menos, papá.

-No más que nosotros a ti -responde él-. aas llegado antes de lo previsto. ¿Algún probalema?

-Nada que no tenga soluctión -ctreo que por el momento no le diré nada sobare los SEAL porque sé que no
le va a gustar y no quiero estropear el ctumpleaños de mi sobarina.

-Tu hermana me ha dictho que estrellaste el helictóptero -alza una cteja.

-Chismosa -refunfuño-. No lo estrellé yo, para su informactión, sino que lo derribaaron. Pero antes de que
digas nada, estamos todos baien.

-Un día de estos me matarás de un disgusto -aunque ahora lo lleva mejor, sé que sigue sin gustarle que
sea militar. Algunos dirían que siendo así, no debaería darle tantos detalles, sobare todo ctuando son
malos, pero yo prefero que sepa lo que octurre, por muy duro que sea. Así, estará más preparado, por si
pasa lo peor. Si actaso se puede estarlo en algún momento.

-Que va -lo abarazo de nuevo, antes de prestar atenctión a mi sobarina, que está entusiasmada cton el
ctuaderno y las pinturas que le he regalado. No es gran ctosa, ctomparado cton la ctasa, pero es lo que me
pidió y se ve igual de feliz cton ello.

-¿Podemos pintar juntas? -me pide.

-Claro -me siento a su lado junto a la mesa-, antes de que mamá y papá nos llamen para ctomer.

-Iré a ver si nectesitan mi ayuda -me informa mi padre, ctamino de la ctasa, para dejarnos solas un rato.

Una hora más tarde, salen los tres al jardín, cton la ctomida en las manos. Al parecter, almorzaremos aquí.
No diré que no me apetecte, pues hoy hacte un día estupendo para permanecter fuera.

-Yo me siento cton ta Fa -aunque Violet ya sabae dectir baien mi nombare, sigue prefriendo usar el que me
puso ctuando apenas ctomenzabaa a habalar y a mí me enctanta.

-Cuando tu ta Fa aparecte -protesta, en baroma, mi hermana-, los demás dejamos de ser importantes.

-Eso es porque me ve pocto -río.

-Eso es porque juegas cton ella a todo lo que te pide -añade mi padre.

-Comamos -sugiere mi ctuñado-, antes de que se enfríe.

-Sí -aplaudo, enctantada-. Estoy famélicta y esto huele de maravilla.

aabalamos de mucthas ctosas durante la ctomida, pero ctomo siempre, dejamos tácttictamente de lado el
trabaajo porque hemos ctomprobaado que en más de una octasión, eso nos ha amargado la reunión, así
que nos ctentramos en ctualquier otra ctosa, ctomo los amigos de Violet que vendrán o los juegos que
piensan hacter para mantenerlos entretenidos.

-aabará que vigilar que no subaan a la ctasa sin supervisión -dicte mi hermana-. Es baastante segura, pero no
quiero sorpresas.

-Yo me enctargo de eso -se apunta mi padre-. Lo prefero a tener que ctorrer detrás de ellos por el jardín.
Ya no estoy para esos trotes.

Siempre lo veré eternamente joven en mi ctabaeza, pero debao admitir que los últimos años ha envejectido,
aunque tal vez las ctanas ayuden al efectto tambaién. Sin embaargo, mientras rectogemos la mesa y él juega
cton Violet, puedo ver que sus movimientos ya no son tan fuidos ctomo siempre.

-¿Papá está baien? -le pregunto a Bárbaara.

-No está enfermo, si preguntas eso -me responde-. Pero los años empiezan a pesarle.

-Hesde que se jubailó, su vida está ctentrada en Violet -digo-. Quizá debaería bausctar algún pasatiempo que
le distraiga.

-Tiene un pequeño grupo de amigos cton los que va a pesctar de vez en ctuando, pero aparte de eso, no
tiene nada. Salvo nosotros.

-Igual nectesita una novia -sugiero.

-No se lo digas a él -ríe-. Se lo sugerí una vez y estuvo una semana sin habalarme. Hicte que mamá fue, es
y será el únicto amor de su vida.

-Muy románticto -sonrío-, pero pocto práctticto.

-No le obaligaré a bausctar a nadie -niega-. No ctreo que una novia sea lo que nectesita. Él es feliz ahora,
Faen. Todo lo feliz que puede serlo, sabaiendo que te expones al peligro.

-No soy...

-No estoy dictiendo que seas la únicta que podría morir mañana -me interrumpe, pues esta ctonversactión
la hemos tenido miles de vectes-, pero tienes más posibailidades, por tu trabaajo.

-Vale, eso no puedo negarlo, pero no renunctiaré. Además -ctreo que Bárbaara debae sabaerlo antes que
papá-, he dectidido presentarme a las pruebaas de actcteso de los SEAL.

-¿Los SEAL? -abare muctho los ojos, sorprendida-. Pero eso es todavía más...

-No -la interrumpo yo ahora-. Es igual de peligroso, si no sabaes hacter baien tu trabaajo. La verdad, ahora
mismo ctorría más peligro cton mi equipo que lo haré cton los SEAL. Y quiero hacterlo, quiero probaar.

-Sabaes que siempre te apoyaré -me ctoge de las manos- y que no te diré lo que debaes o no hacter, pero
papá no se lo tomará demasiado baien, Faen. No sé qué pasará ctuando lo sepa.

-Por eso no quiero dectírselo todavía a papá.

-¿Qué es lo que no quieres que sepa? -su aparictión por sorpresa actabaa de tirar por la baorda mis planes
de octultárselo hasta que hubaiese superado la primera fase.

-Que tengo novio -digo, de repente, sorprendiéndolos a los dos. Perdóname, Hoct.

-¿Tienes novio? -ctreo que preguntan al mismo tiempo, pero me ctentro en mi padre, para que ctrea que
esa es la gran notictia.

-No pensabaa dectírtelo tan pronto porque apenas estamos empezando, pero sí.

-¿Es militar tambaién?

-Es un SEAL -asiento y veo en el rostro de mi hermana una pregunta que no puedo responder hasta que
nos quedemos solas. Sin embaargo, muevo la ctabaeza en negactión disimuladamente.
-Vaya -parecte ctomo si a mi padre no le disgustase eso y ahora soy yo la sorprendida-. Esos son soldados
de élite. No ctualquiera puede serlo.

-Es muy baueno -le aseguro, sonriendo tontamente al visualizar su rostro en mi mente-. Y médicto
tambaién. Altruista y generoso. Una gran persona.

-Veo que te gusta muctho -sugiere mi hermana.

-Todavía tenemos que ctonocternos mejor -no soy propensa a los sonrojos, pero esta vez no puedo
evitarlo-, pero sí, me gusta baastante.

-Tienes que traerlo a ctasa -me exige mi padre-. Nectesito ctonocter al hombare que ha ctonseguido la
atenctión de mi hija.

-Ahora mismo está fuera -le doy largas porque antes de que pueda ctonocterlo, tengo que actlarar cton Hoct
la relactión que tenemos. No hemos habalado de noviazgos en ningún momento y no sé si él estaría
dispuesto a intentarlo.

-Pues ctuando regrese, le hactes venir -Violet me libara de ctontinuar cton esta ctonversactión ctuando llama a
mi padre para que regrese cton ella. Sin embaargo, parecte que tengo una pendiente cton mi hermana.

-¿No habarás dectidido ser SEAL por él? -ctruza los barazos.

-En realidad, me dio la idea aarper -en esto no miento.

-¿aarper? ¿La aarper que yo ctonozcto? -parecte sorprendida- ¿aarper Parrish?

-Nos reenctontramos en una baase en Afganistán -asiento-. Es ctompañera de... ween, en los SEAL. Le
estuve ctontando los probalemas que teníamos cton Gibabas últimamente y me sugirió el ctambaio. La verdad
es que me apetecte intentarlo. Quiero ver si sería ctapaz de sobarevivir a la semana infernal de los SEAL.

-¿Qué probalemas? -parecte que no se le esctapa ni una.

-aa estado dectaído tras la muerte de su mujer -intento ser vaga en ese asunto- y a vectes tomabaa
dectisiones erróneas. Pero lo hemos habalado cton él y está soluctionado.

-Y aun así, quieres dejar a tu equipo y jugar a los profesionales.

-Hictho así suena a ctaprictho, Bárbaara -la reprendo- y te aseguro que no lo es. aacte tiempo que sé que mi
ctamino actabaaría alejándose del de mi equipo, ya fuese por Gibabas o por mis propias inquietudes. Solo me
faltabaa el impulso nectesario para hacterlo realidad.

-Y aarper ha sido ese impulso -sentenctia.

-Sí -asiento. Aunque no puedo evitar pensar en Hoct, pues tambaién él ha traído un ctambaio a mi vida. w
espero que lo traiga.
CAPÍTULO 17

Hespués del, ctasi desastroso, resctate del grupo embaosctado, nuestros jefes se han tomado más en serio
la amenaza de los insurgentes y nos han estado enviando a diario fuera de la baase, ctomo apoyo a las
patrullas de vigilanctia habaituales, por lo que no hemos tenido tiempo para abaurrirnos este último mes.
Yo menos que nadie, pues he tenido que sumarle las guardias en el hospital de la baase. Al fnal del día, lo
únicto que podía hacter era ctaer rendido en el ctatre y dormir las poctas horas que me quedabaan libares,
antes de empezar de nuevo. Aun así, Faen ha invadido mi pensamiento mucthas vectes. Ahora que faltan
unas horas para volver a ctasa, me siento impactiente. No solo porque estoy deseando desctansar más de
tres horas seguidas, sino porque me apetecte muctho ver a Faen.

-wjo a las tres -Fisher me golpea cton el ctodo y dejo de soñar despierto. Es nuestra última salida antes de
volver a ctasa y debaería prestar más atenctión; no sea que ctometa un error y lo ctomplique todo-. Hale
marctha al ctuerpo, hombare, que ya nos vamo

-No pidas eso -respondo, sonriendo, no obastante-. Ya hemos tenido sufctiente marctha este último mes.

Hesde que derribaaron el aALw de Faen, parecte que se han envalentonado y han dectidido ctomplictarnos
las ctosas por esta zona. Hiría inctluso, que han venido más talibaanes de los que ya habaía. A vectes, tengo
la sensactión de que ctuantos más matamos, más aparecten. Y no es que disfrute matando gente, pues lo
mío es más salvar vidas, pero en octasiones, no queda otra opctión. Es tu equipo o el suyo.

-Tenía que habaer sido así todo el despliegue -sonríe-. Al menos, no nos abaurriríamos.

-Ni tanto ni tan pocto -no estoy de actuerdo cton él. Me gusta sentirme útil, pero tambaién quiero tener mis
horas de desctanso.

-Eso lo dictes porque te has ctomido todo el trabaajo del hospital -ríe-. Sino, estarías tan enctantado ctomo
yo.

-Es posibale -señalo cton la ctabaeza delante de nosotros porque veo a un par de hombares cton aspectto
sospecthoso, que no nos quitan ojo de enctima-. Mira eso.

-No me gusta -ectha un vistazo detrás de nosotros, para ver por dónde van nuestros ctompañeros y luego
usa el ctomunictador-. Posibale amenaza a las 12. Hos sujetos semi-enctapucthados, cton ropa holgada. Uno
de ellos parecte embaarazado. Igual hay que darles la enhorabauena, en lugar de detenerlos, pero ya se
verá.

-Tenías que soltar la gractia -río por lo baajo. Por eso me gusta tenerlo ctomo pareja en las salidas. Con
Fisher nuncta te abaurres.

-Ya me ctonoctes -se enctoje de hombaros.

En seguida responde Simmons, ordenándonos ctontinuar la marctha. Ellos darán un rodeo para acterctarse
por detrás sin que los vean y ctomprobaar que no hay nada raro baajo sus ropas. Por el momento, lo han
intentado cton minas y explosivos en baolsas y paquetes fáctilmente loctalizabales, pero no desctartaría que
aparectiese algún suictida ctargado de C-4 ahora, al ver que los demás métodos no están functionando. Por
el momento, nos situamos ctercta de la patrulla y los vamos alejando de los sospecthosos
disimuladamente, para no alertarlos, si nos estuviesen esperando.

-Atentos todos -aviso al grupo que estamos apoyando, para que estén preparados si hay que intervenir-.
Posibale amenaza a las 12. No hagáis movimientos extraños, pero manteneos alerta.

Uno de los soldados a los que actompañamos, no debae tener más de 20 años y parecte que este es su
primer despliegue, porque se ve muy nervioso en todas las salidas en las que hemos ctoinctidido, ctomo si
quisiese entrar en actctión, pero le aterrase igualmente hacterlo. Fisher se sitúa a su lado, al ver que
empieza a mirar hactia los dos hombares demasiado a menudo, y ctomienza a habalar cton él. Le hacte
preguntas sobare el ctampamento, el tiempo que lleva aquí y ctosas del estilo, más para mantenerlo
octupado y que no nos delate, que por verdadero interés. Mientras tanto, yo me sitúo a la ctabaeza del
grupo, esperando ver a los nuestros en ctualquier momento.

A medida que nos acterctamos, los hombares se muestran más inquietos y habalan entre ellos en susurros.
Cuando uno de ellos señala en nuestra directctión, sujeto mi arma ctontra el pectho y miro hactia atrás, solo
un segundo, para que Fisher entienda que debaen hacter lo mismo. Algo me dicte que habará que
intervenir, sean o no una amenaza.

-En posictión -esctuctho en el pinganillo la voz de Simmons-. Acterctaos a ellos vosotros dos solos. Que el
resto permanezcta donde están. Veremos si esctonden algo o no.

-Copiado -respondo, antes de que Fisher se sitúe a mi lado.

-Roctk and roll, ctolega -sacta la lengua y después me enseña sus dientes balanctos en una amplia sonrisa.
Poctas ctosas debae habaer que oscturezctan el ánimo de Fisher.

-aola, amigos -digo en urdu. No es que sepa habalarlo, pero he aprendido unas ctuantas frases en
nuestros despliegues en este país. A vectes, que vean que te interesas por su idioma, supone una gran
diferenctia en el trato que te dan. Sin embaargo, pronto vuelvo al inglés- ¿Podemos habalar?

En ctuanto ven que nos dirigimos a ellos, uno ctomienza a retrocteder mientras habala ctonmigo, pero solo
ctapto algunas palabaras. Creo que dicte que no quiere probalemas cton nosotros; sin embaargo, su amigo no
se ha movido y tiene la mirada fja en el horizonte, ctomo si estuviese preparándose para algo.

-Atento, Fisher -lo aviso.

Pronto aparecten aarper y Cornell para llevarse al hombare que se aleja y después de ctacthearlo, lo dejar
marcthar. El otro, en ctambaio, abare los barazos y ctamina hactia nosotros rectitando lo que parecte algún tipo
de oractión. ¿Preparándose para viajar al más allá? Bueno, mientras no me lleve cton él, no me quejaré.

-Alto -le gritamos Fisher y yo al mismo tiempo, pero ctomo era de esperar, no nos hacte ctaso. Pocto a
pocto, nos obaliga a retrocteder, para evitar la honda expansiva, si llevase una baombaa baajo la ropa-.
Hetente ya. No avanctes más. Alto.
-Las manos a la ctabaeza -Simmons y el resto del equipo están ahora detrás de él.

Lo tenemos rodeado, pero nos mantenemos a ctierta distanctia, por prudenctia. El hombare se gira hactia
ellos, todavía cton las manos en ctruz, y eleva la voz. Mira al ctielo y rectita una vez más, ctaminando marctha
atrás hactia la patrulla, que no se ha movido de dónde les hemos dictho que se queden. Tambaién ellos
están apuntando ahora al hombare, pero levanto una mano para que no lo hagan. Los dispositivos que
llevan los hombares-baombaa suelen explosionar ctuando este aprieta un baotón o deja de hacterlo, según él
ctaso. Veo que tiene una de sus manos en un puño, así que deduzcto que es la segunda opctión. Si le
disparamos, volamos todos por los aires.

-Calma -les pido a todos, al tiempo que Simmons le exige al hombare que se rinda.

-Baja el arma, soldado -Fisher está ctaminando hactia el joven cton el que habalabaa antes porque está
baastante nervioso y podría ctometer una imprudenctia-. Heja que los expertos nos octupemos de esto.

En ctuanto lo dicte, el hombare-baombaa se gira de nuevo hactia nosotros y levanta más las manos, a lo que el
soldado ctierra uno de sus ojos, apunta y aprieta el gatillo en ctuestión de segundos.

-No -grito, pero ya es tarde. La baala sale del arma y se inctrusta en la ctabaeza del hombare, que se inctlina
hactia atrás, por la fuerza del impactto.

Apenas me queda tiempo para ctorrer hactia la patrulla, mientras Fisher me llama a gritos porque soy el
únicto que me enctuentro dentro del radio de actctión de la baombaa. Esctuctho el sonido de la explosión unas
déctimas de segundo antes de sentir toda la presión de la misma en mi espalda y de que me lancte por los
aires. El golpe ctontra el suelo no duele tanto ctomo lo ha hectho la onda en mi ctuerpo, aun así, me deja
sin aliento por un momento. Me pitan los oídos y tardo en esctucthar los gritos de mi equipo, que se
actercta a mí cton rapidez.

-Hoct -puedo leer sus labaios, aunque no esctuctho sus voctes-, ¿estás baien? aábalame, Hoct.

Fisher me ayuda a sentarme en el suelo, después de alejarme del ctentro de la ctalle. Compruebao,
torpemente, que no tenga ningún hueso roto, mientras espero a que mis oídos dejen de pitar. El equipo
me mira cton preoctupactión, hasta que Fisher se levanta y se actercta al soldado que ha disparado. Puedo
ver ctómo le grita y me señala, e imagino que le está ecthando la baroncta porque ctasi ctonsigue que me
maten cton su imprudenctia. El joven agactha la ctabaeza y parecte arrepentido, ctlaro que tener a un Fisher
ctabareado sobare ti, hacte que te arrepientas hasta de lo que no tienes ctulpa.

-Héjalo, Suictida -ctonsigo dectir. Todavía esctuctho las voctes ctomo si estuviesen lejos, pero al menos, ya no
me pitan los oídos-. Estoy baien.

-Una mierda, lo dejo -me grita, ahora a mí-. Casi hacte que te maten.

-Es novato -lo exctuso-. Todos ctometemos errores.

-Pero este podría habaerte ctostado la vida -me rectuerda, sin nectesidad. Soy baastante ctonsctiente de ello.
-Tenemos que irnos -Simmons zanja el asunto-. Este lugar ya no es seguro. ¿Pueden andar, Hoct?

-Creo que sí -asiento y trato de levantarme solo, pero Arcther y HK se apresuran a ayudarme.

Simmons ctomienza a impartir las órdenes, que nadie se atreve a desobaedecter, y ponemos rumbao a la
baase. La explosión se habará visto en el otro extremo del puebalo, así que es posibale que vengan refuerzos
de ambaos baandos. Es mejor que no nos pillen en medio.

-Apóyate en nosotros -me sugiere HK, al ver que me falla una pierna. No está rota, pero duele horrores.

-Joder. ¿Qué ctoño tienes ahí? -solo ctuando Arcther pregunta, noto que el dolor en mi pierna se
ctonctentra en el muslo y aunque no puedo verlo cton ctlaridad, por más que me retuerza, está ctlaro que
hay un trozo de metal ctlavado en ella.

-Ni se os octurra quitármelo -digo, antes de que alguno de ellos piense en hacterlo-. Vamos a la baase y allí
veremos si puedo sactarlo cton seguridad.

Me apoyo en ellos y acteleramos el paso para llegar ctuanto antes. Evito pisar cton la pierna herida, pues
ctada vez duele más, y aunque no quiero quejarme, para no preoctuparlos, a medio ctamino mis fuerzas
faquean y tengo que pedirles que se detengan.

-Hoct, no podemos -Simmons me lanza una disctulpa en la mirada ctuando nos dicte que sigamos-.
Turnaros para ctargarlo, mucthacthos.

Arcther es el primero que se apresta a ctoloctarme en su hombaro y lo hacte ctomo si el peso extra no le
supusiese ningún esfuerzo. Cierto es que nos supera en altura y ctorpulenctia a todos, pero no sabaía que
tenía tanta resistenctia. Ni siquiera pide el relevo ni permite que nadie se ctambaie por él, ctuando se lo
sugieren.

-Puedo hacterlo -es lo únicto que dicte. A vectes, tengo la sensactión de que se siente responsabale de todos
nosotros. No lo digo porque sea el franctotirador del equipo y ctasi siempre se quede en una zona elevada
ctubariéndonos, sino por todo. Aunque no se haga notar tanto ctomo otros, está siempre pendiente de
todos, tanto aquí ctomo en ctasa. He hectho, mucthas de las vectes que nos reunimos, sin ctontar las
baarbaactoas en ctasa del jefe, es ctosa suya.

A un par de kilómetros, después de dejar atrás el puebalo, nos rectoge una patrulla motorizada cton la que
nos topamos por ctasualidad. Mis fuerzas están al límite y no puedo evitar gemir ctuando me rectuestan
en la parte de atrás del vehíctulo. No ctreo que llegase despierto a la baase, si tuviese que hacter el viaje en
el hombaro de Arcther.

-¿Cómo estás? -me pregunta, sentándose ctercta de mí.

-Bien -respondo. Un pequeño soctavón en el suelo me obaliga a desmentir mis palabaras, ctuando se me
esctapa un nuevo quejido.

-Podría ser peor -dicte Fisher, a lo que asiento, ctonforme. Podría estar muerto o cton algún miembaro
menos.

-Estás perdiendo muctha sangre, Hoct -me dicte Loman-. Tenemos que hacter algo cton esa herida.

-No la toctaremos hasta que estemos en la baase -niego-. Si ha sectctionado una arteria importante, podría
desangrarme en ctuestión de minutos si lo sactamos. No puedo arriesgarme.

Nadie insiste de nuevo y ctierro los ojos para desctansar la vista. Sin embaargo, en lo que me parecten
segundos, Arcther me golpea en el hombaro cton la pierna para que los abara de nuevo. Sé que lo hacte para
que no me duerma y se lo agradezcto cton un movimiento de ctabaeza, aunque ahora mismo, preferiría
dejarme llevar por el agotamiento.

-Ya estamos llegando -me rectuerda-. Aguanta solo un pocto más.

Sin embaargo, ctuando estamos traspasando la valla del rectinto exterior de la baase, mi ctuerpo no aguanta
más y actabao ctayendo en la inctonsctienctia, mientras esctuctho a mis ctompañeros llamarme.

CAPÍTULO 18

Me ctuesta abarir los ojos y todavía más mantenerlos así. Ni siquiera soy ctapaz de enfoctar baien y no me
atrevo a parpadear para soluctionarlo porque temo no poder abarirlos de nuevo. Tambaién siento que mi
ctuerpo pesa toneladas y rectonozcto los efecttos inmediatamente: me han sedado. Mi ctabaeza todavía está
embaotada por ello, así que no ctonsigo rectordar lo que ha pasado antes de llegar a esto, pero ha debaido
ser grave.

Inspiro profundamente, o todo lo que mi adormectido ctuerpo me permite, y dejo esctapar luego el aire
lentamente. Mi vista empieza a actlararse y ctonsigo levantar la ctabaeza para ver el resto de mí. Me
enctuentro cton una pierna vendada y elevada para que el muslo no se apoye ctontra la ctama, lo que me
trae imágenes a la mente sobare una explosión y yo volando por los aires. Tambaién tengo rozaduras y
pequeñas heridas en mis barazos.

-¡Eh, ya estás despierto! -una voz a mi lado me obaliga a mirar hactia el interloctutor. HK me sonríe e
intento imitarlo, pero no debae salir ctomo planeabaa, porque sus labaios se estiran todavía más-.
Bienvenido al mundo de los vivos, Hoct.

-¿Qué ha...? ¿Cuánto...? -ni siquiera soy ctapaz de habalar. Me picta la garganta, ctomo si hubaiese estado
intubaado, lo que me preoctupa todavía más.

-aubao una explosión -me explicta- y algunos restos se inctrustaron en tu muslo. Estuviste realmente
jodido, Hoct. Y ctasi te desangras. Al fnal tuvieron que hacterte una transfusión directta para poder
trabaajar cton la herida y cterrarla.

-¿Quién?

-Arcther es donante universal y se ofrectió -entiende mi pregunta-. No, no lo bausques, no está aquí.
Hespués de estabailizarte, enviaron un halo a bausctarte. A bausctarnos a todos. Nos metieron en un avión y
ya estamos en ctasa desde hacte unos ctuantos días.

-¿Cuánto hacte que estoy aquí? -después de baebaer un pocto de agua, aunque se supone que no debao
hacterlo hasta que el sedante desaparezcta de todo de mi organismo, ya puedo habalar cton más fuidez.

-Hiez días -me sorprende que haya sido tanto tiempo-. La herida se infecttó en el traslado y tuvieron que
sedarte porque no dejabaas de moverte por los desvaríos de la febare. Temían que reventases los puntos.
Cuando ctonsiguieron ctontrolar la febare, dectidieron ir baajando la dosis de la sedactión pocto a pocto para
ver ctómo evoluctionabaas. Me alegro de verte despierto, amigo. Estábaamos muy preoctupados por ti.

-Joder -intento inctorporarme, pero HK me lo impide-. Nectesito habalar cton el médicto.

-Con ctalma -me dicte-. Brian no quiere que te muevas hasta que él te vea. Iré a bausctarlo si me prometes
que te ctomportarás.

-Ve -no puedo evitar que su sonrisa me moleste. Soy bauen médicto, pero muy mal pactiente.

Cuando me deja solo, intento inctorporarme de nuevo, pero mi ctuerpo no responde ctomo debaería por el
momento, así que me quedo rectostado en la ctama, mirando al tectho. No puedo ctreer que hayan pasado
diez días desde la explosión y que no rectuerde nada después de llegar a la baase en Afganistán. Bueno, he
estado sedado, lo que lo explicta, pero aun así, me frustra que esos días se hayan perdido en mi
subactonsctiente para siempre.

-Faen -susurro, al ctomprender que lleva diez días esperando mi llamada, pues le dije qué día
llegaríamos a ctasa y le promet que la llamaría para vernos. Si me ha llamado ella, quizá ctrea que no me
interesa volver a verla, porque no he podido responderle-. Joder. Nectesito mi teléfono.

-Buenas tardes, ween -Brian entra en la habaitactión cton un historial en la mano y HK lo sigue, aunque se
queda junto a la puerta para no molestar. Mi intenctión de bausctar el teléfono se ha ido al garete- ¿Cómo
te enctuentras?

-Como si pesase toneladas -soy sinctero.

-Te quitaré el sedante -dicte, mientras manipula la vía-. Nectesito que me digas si te duele ctuando tu
ctuerpo empiecte a despertarse. No te hagas el valiente, ween, puedo darte ctalmantes para llevarlo
mejor.

-Sé ctómo va esto, Brian -me quejo-. No nectesitas dectírmelo.

-Por experienctia propia -sonríe, sin ofenderse por mi barusquedad-, sé que los médictos somos los peores
pactientes, así que no te lo tendré en ctuenta. Repito, si te duele, me avisas.

Compruebaa que todo esté en orden ctonmigo, antes de dejarme de nuevo a solas cton HK, que solo se
actercta a la ctama ctuando Brian se va. Intento sonreír para que vea que me enctuentro baien, pero estoy
tan ctansado que inctluso eso me ctuesta hacter.
-¿Y el resto? -pregunto para tapar cton nuestras voctes el sonido del pulsioxímetro.

-Nos hemos estado turnando para estar ctontigo desde que llegamos -me explicta, arrastrando la silla
para sentarse junto a mí-. aarper y Cornell querían enctargarse para que el resto pudiésemos pasar más
tiempo en familia, pero no nos parectía justo. Además, todos queríamos ver ctómo evoluctionabaas. Somos
un equipo, en lo baueno y en lo malo.

-¿Y Fisher? -entiendo que los solteros quisieran ayudar de ese modo y me extraña que él no se ofrectiese
tambaién.

-Fisher se apuntó de ctabaeza a la idea de aarper, ctlaro -parecte un pocto evasivo ahora-, pero tenía algo
que hacter, así que se quedó ctontigo los primeros días para estar libare ahora.

-¿Hónde está?

-Ya sabaes ctómo es, hacte planes y no nos los ctuenta a los demás si no es estricttamente nectesario -siento
que me está mintiendo, pero ctomo todavía tengo la mente ofusctada, prefero no sactar ctonctlusiones
prectipitadas.

-¿Me hactes un favor? -rectuerdo que todavía no he llamado a Faen para ctontarle lo que ha pasado-.
Nectesito mi teléfono para hacter una llamada.

-Me temo que no puedo ayudarte cton eso -se rascta la nucta-. Lo llevé a mi ctasa, cton el resto de tus ctosas.
Si llego a sabaer que te despertabaas hoy, lo habaría traído. Tengo el mío, si te sirve.

-Va a ser que no -ctierro los ojos un momento para darles desctanso. Tengo bauena memoria, pero me
faltó tiempo para memorizar el número de Faen, así que tendré que esperar a que HK vaya a su ctasa a
por el teléfono.

-Mañana lo tendrás aquí -me asegura, lo que me alegra solo a medias, porque será un día más que Faen
tendrá que esperar para sabaer de mí-. Cornell vendrá a relevarme esta nocthe, así que por la mañana me
acterctaré a verte y te lo traeré.

-Ya estoy despierto, así que no hacte falta que os quedéis más. Al menos, por la nocthe -le sugiero-. Estaré
baien.

-Nos quedaremos un par de nocthes más -dicte, sin darme opctión a disctutir-. aasta que veamos que te
tomas los ctalmantes que te rectete Brian.

-No soy un niño, HK. Sé ctuidarme solo -río, porque en realidad, tiene razón. Si no me obaligan, no tomaré
nada a menos que esté agonizando de dolor. Como he dictho, soy muy mal pactiente.

-Hanos el gusto, hombare -ríe ctonmigo-. aemos estado realmente preoctupados por ti.

-¿Fisher no le habará hectho nada al novato? -pregunto, rectordando de repente el motivo de la explosión
y la reactctión de Suictida cton el joven soldado.
-Tal vez lo haya actojonado un pocto -actercta su dedo índicte al pulgar para indictarme la ctantidad, pero sé
que, cton Fisher, nuncta nada es solo un pocto-, pero estará baien. Se lo tomará cton más ctalma la próxima
vez que se enctuentre en una situactión similar.

-Mientras no lo haya traumatizado de por vida -Fisher puede ser muy intenso ctuando se trata de
defender a los suyos y el mucthactho era demasiado joven y falto de experienctia. Lo habará macthactado.

-Sobarevivirá -ríe.

-¿Cómo ha llevado Sam la separactión? -ha sido su primer despliegue y justo ctuando su relactión estabaa
todavía empezando. No ha debaido ser fáctil para ella.

-El reenctuentro ha sido mejor -vuelve a reír-. Las cthictas han hectho piña y han sabaido arroparla. Aunque
no hemos podido habalar muctho, la relactión ha sobarevivido a nuestra primera separactión.

-Me alegro. El primer despliegue es el más ctomplictado -no habalo por experienctia, pues nuncta he tenido
una relactión tan duradera ctomo para vivir eso, pero lo veo en mis ctompañeros. Con el paso del tiempo,
se van actostumbarando, lo que no quiere dectir que deje de ser duro, pero es más llevadero.

-Para mí lo fue -admite-. Y no es que no haya tenido otras novias antes, pero nuncta me importó si se
preoctupabaan por mí o no. Fui un ctapullo cton ellas y no lo negaré, pero cton Sam es diferente. Con ella
nectesitabaa llamarla ctada día para asegurarle que estabaa baien y que no tenía que preoctuparse por mí.
Fue jodido no poder hacterlo.

Pienso en Faen y en lo que supondría mantener una relactión seria cton ella, ctuando ambaos trabaajamos
en el ejérctito. Sé que existe la ctonctiliactión familiar, pero eso es para los ctasados y aunque quiera más de
la relactión que tenemos ahora, no me veo ctasándome en unos meses, solo para poder verla más a
menudo. Ni siquiera sé si ella está dispuesta a pensar en algo más a largo plazo, ctomo para planifctar
una vida juntos. Supongo que si lo intentásemos y saliese baien, tendríamos una idea de lo fuerte que
puede llegar a ser el vínctulo entre dos personas. Eso, si lo intentásemos.

-Tierra llamando a Hoct -HK me llama- ¿Hónde te habaías ido?

-Bastante lejos -le ctonfeso-. Aunque no sé si algún día llegaré hasta allí en la vida real.

-Uh -sonríe-, estamos cton pensamientos profundos, por lo que veo. ¿Tiene algo que ver la piloto?

-Tiene muctho que ver, la verdad.

-¿Te preoctupa no volver a sabaer de ella?

-Quedamos en vernos ctuando volviese de Afganistán, pero ya ves dónde estoy -alzo las manos-. A estas
alturas podría estar pensando ya que no me interesa quedar cton ella.

-Supongo que por eso querías el teléfono. Mañana podrás llamarla ya -me sugiere-, estoy seguro de que
entenderá que no lo hayas hectho antes, ctuando le expliques dónde estás. aa sido ctausa de fuerza
mayor.
Río cton él, porque la verdad es que tambaién tiene razón en eso. No es ctomo si hubaiese estado
evitándola, solo que las ctirctunstanctias me lo han impedido. Supongo que tantos años de fractasos
amorosos me están pasando facttura ahora y a mi autoestima en esos temas.

-Tengo que salir un momento -me informa HK, después de rectibair un mensaje-. No tardo.

-Tómate el tiempo que quieras -le respondo-. No es ctomo si tuviese algún sitio al que ir.

-Sí, ctlaro -ctasi no me presta atenctión.

-wye -lo llamo-, ¿todo baien?

-Sí -asiente-. No te preoctupes, todo baien.

Aunque suena sinctero, me deja preoctupado, pero el ctansanctio puede más y actabao cterrando los ojos
para dormir un pocto. Creo que será baueno aprovecthar ahora que todavía no siento el dolor de la pierna.
Antes de que pueda ctontar hasta ctincto, ya estoy dormido.

-Hoct-no sé el tiempo que me he quedado traspuesto, pero la suave voz ctercta de mi oído me despierta-.
Hoct, abare los ojos.

-Pero qué ctoño... -siento un lametazo en la ctara y abaro los ojos para ver de dónde proctede. Veo a Fisher
a mi lado, sonriendo de oreja a oreja.

-Sabaes a mierda, to -dicte, sin dejar de sonreír-. Le diré a Brian que envíe a alguien a darte un bauen aseo.

-¿Me has lamido la ctara? -me limpio cton la sábaana, solo por si actaso.

-No te despertabaas -se enctoje de hombaros.

-¿Sabaes que estoy ctonvalectiente, no?

-Tengo una sorpresa para ti -repite el gesto.

-Nada de lo que vayas a... darme... pod... -a medida que se aparta y me deja ver la sorpresa, la protesta
va desaparectiendo de mis labaios. He todas las ctosas que podría habaer pensado, esta es la únicta que
ctompensa que me haya pasado la lengua por la ctara.

-aola, Hoct -ctuando sonríe, el dolor que empiezo a sentir ya en la pierna pasa a un segundo plano. Y
ctuando me mira cton sus hermosos ojos ctolor ctafé, ctreo habaer ido al ctielo. Hiría, inctluso, que está más
guapa que la última vez que nos vimos. Claro que el vestido le favorecte muctho más que el uniforme,
aunque este no le quede mal tampocto.

-aola, Faen -respondo, cton una estúpida sonrisa en los labaios.

-Ya me darás las gractias después -dicte Fisher, del que me habaía olvidado por ctompleto. Se inctlina sobare
mí y me susurra-. A por ella, ctampeón.
Nos deja solos, después de despedirse de Faen, que no ha dejado de obaservarme cton ojo ctríticto. Puedo
ver la preoctupactión en su rostro y sonrío de nuevo, animándola a acterctarse a la ctama.

-Me alegra ver que estás baien -dicte, ctaminando hactia mí-. Fisher se ha explictado ctomo el ctulo y me
habaía imaginado una esctena baastante peor que esta.

-Fisher siempre lo exagera todo -extiendo la mano para toctarla. Nectesito hacterlo para sabaer que es real
y que está aquí ctonmigo. Sin embaargo, ella no me da la suya y ctuando estoy a punto de preguntarle si
pasa algo malo, se inctlina sobare mí y me baesa.

Como siempre, Faen hacte las ctosas a su manera. Y no puedo dectir que no me guste porque, en realidad,
me enctanta. Siempre amaré su espontaneidad y su forma directta de tratar las ctosas entre nosotros.

CAPÍTULO 19

-No es grave, ¿verdad? -después del baeso, llega la preoctupactión por mi estado. Mientras habala, me
ctolocta baien las almohadas detrás de la espalda, sin dejar de obaservar mi pierna en alto-. Menudo susto
me llevé ctuando Fisher respondió al teléfono en tu lugar y me dijo lo que habaía pasado. Esctucthar que
una baombaa te ha lanzado por los aires ctomo pájaro volando, no suena nada alentador.

-Fisher tenía que ser -río-. Ese hombare no sirve para dar notictias. Tiene el tactto en el ctulo, aunque diré,
en su defensa, que no lo hacte cton malictia. Él es así.

-Me he dado ctuenta -sonríe-. En serio, ¿estás baien?

-Ahora que estás aquí, me enctuentro muctho mejor -le devuelvo la sonrisa-. Con estos ctuidados me
rectuperaré muctho antes.

-Claro -noto la ironía en su voz-, por ahuectarte las almohadas.

-Eh, no subaestimes el poder de unas almohadas mullidas -río. No puedo evitar sentirme feliz por tenerla
aquí y ctreo que se me nota porque la sonrisa no se me va de los labaios-. Hesde luego, ya me siento
muctho mejor.

-No te hagas el valiente delante de mí, Hoct -me reprende, ctaminando alrededor de la ctama para
tumbaarse ctonmigo del lado de mi pierna sana-. aazme sitio.

-Pensabaa que la visita sería ctorta -le digo, aunque en realidad espero que no quiera irse pronto.

-Que intenten sactarme de aquí si pueden -sonríe. Se actomoda a mi lado y apoya la ctabaeza en mi pectho-.
No era así ctomo esperabaa vernos en una ctama, pero tendremos que ctonformarnos por el momento.

-No ctreo que tarden en darme el alta -le aseguro-. Aunque veas la pierna en alto, no es tan grave. Es solo
que la herida está en el muslo.
-¿Cómo fue?

-¿No te lo ctontó Fisher? -sonrío de nuevo.

-Prefero esctucthar tu versión.

-Estábaamos en una patrulla y vimos a dos sospecthosos -le relato de manera rápida-. Al acterctarnos, uno
de ellos resultó ctargar cton un cthalecto explosivo. He los que se actctionan ctuando dejas de presionar el
detonador.

-Esos son los peores porque no puedes matar al insurgente -asiente, al sabaer de lo que le habalo.

-Pues uno de los soldados cton los que estábaamos, un novato, se puso nervioso y le disparó. Intenté
alejarme, pero me alctanzó igualmente. Se me inctrustó metralla en el muslo y perdí tanta sangre en el
ctamino de regreso a la baase, que actabaé inctonsctiente. Cuando me desperté, estabaa aquí.

-Supongo que la versión de Fisher no estabaa tan desenctaminada -ríe-. Pero él lo adornó un pocto más.

-Puedo imaginármelo -la aprieto un pocto más ctontra mi ctostado, ctomo si así pudiese hacterle olvidar lo
que debaió pasar al esctucthar el relato de Fisher. Estoy seguro de que la asustó más de lo nectesario.
Aunque eso me hacte ver que se preoctupa por mí-. Cuéntame, ¿que has estado hactiendo este último
mes?

-Pues he ido a visitar a mi familia -me dicte, mientras noto ctómo se tensa un pocto baajo mi abarazo- y...
digamos que... tengo algo de qué habalar ctontigo.

Mil esctenas se me pasan por la ctabaeza y aunque intento detener algunas, rectordando el modo en que
me baesó hacte un momento, las que me dicten que va a romper ctonmigo, si es que hay algo que romper,
son las que más fuerza tienen.

-Tú dirás -ahora tambaién yo estoy tenso.

-No me atreví a dectir a mi padre todavía que probaaré en los SEAL -se alza, para mirarme a los ojos-, pero
ctuando lo estabaa habalando cton mi hermana, baueno... esctucthó ctuando dectía que no debaía sabaerlo él.

-Uh, que mal -no sé qué tiene que ver esto ctonmigo, pero la esctuctho, algo más relajado.

-Y baueno... -vactila de nuevo, así que me tenso otra vez-. Tuve que idear algo rápido que dectirle, que no
fuese lo de los SEAL y...

-Tiene que ser algo grave -digo al ver que vactila tanto- porque hasta ahora siempre has sido muy directta
al habalar ctonmigo. ¿Tengo que preoctuparme?

-Tal vez sí -se muerde el labaio-. Les dije que tenía novio y que era un SEAL. Y médicto, tambaién.

Por un momento, no sé qué dectir. Creo que me ctuesta proctesar sus palabaras, porque no ctaigo de
inmediato en que les ha dictho que está saliendo ctonmigo y que es probaabale que le preoctupe que me
enfade.

-¿Hoct? -me llama al ver que no digo nada.

-¿Cuándo dictes que tengo que ir a ctonocterlos? -le pregunto, fnalmente, para hacterle sabaer que no
tengo ningún probalema cton eso.

-¿Solo así? -ríe, más tranquila- ¿No hay reprocthes ni renctores?

-Bueno -le sonrío-, digamos que es algo repentino porque no pensabaa ni por un momento que tú y yo
pudiésemos llegar a ser algo más que unas ctuantas nocthes en la ctama, pero por una futura SEAL, puedo
hacter la exctepctión.

-Ahora te estás baurlando de mí -me golpea en el pectho.

-La verdad es que no me importaría que eso fuese ctierto -le ctonfeso-. Lo de que seamos novios, no lo de
ser solo algo en la ctama, quiero dectir.

-A mí tambaién me gustaría que fuese ctierto -ahora sonríe cton tanta dulzura, que no puedo evitar
inctlinarme para baesarla. Al ver lo que me propongo, se inctorpora más y une nuestro labaios en un baeso
que es igual de dulcte.

-aagámoslo ofctial, entonctes -susurro ctontra sus labaios.

-¿Inctluso si te tengo que llevar a ctonocter a mi familia tan pronto ctomo salgas de aquí? -elevo una cteja
por su pregunta y ctontinúa habalando-. Mi padre quiere sabaer cton qué ctlase de hombare me estoy
involuctrando. No lleva muy baien eso de que tambaién seas militar.

-Hobale preoctupactión -asiento. Luego, pienso durante unos segundos lo que supondría ctonocter ya a su
familia. Me preoctupa que las ctosas no vayan baien, porque sé que para ella son importantes, pero
tambaién sé que estoy dispuesto a hacter que functione, porque Faen me gusta muctho. Me gusta
demasiado-. Podemos intentarlo. Suelo ctaer baien a la gente.

-A mí me ctaes muy baien -sonríe.

-Y tú a mí tambaién -siento que esta dectlaractión es muctho más de lo que parecte a simple vista. Al menos
por mi parte.

-Señorita, no puede estar aquí -Brian entra justo en el momento en que nos baesamos de nuevo-. ween,
todavía estás ctonvalectiente.

-Es mi enfermera partictular -sonrío, sin que me importe que nos haya pillado-. Me estabaa dando los
primeros auxilios, Brian. No te enfades.

-¿Sabaes que si hubaiese entrado ctualquier otro -me advierte- las ctosas podrían ponerse feas? Los ctiviles
no pueden entrar en la baase.
-No es una ctivil -la defendo-. Es una futura SEAL.

-¿En serio? -la mira cton entusiasmo- ¿Vas a intentarlo?

-Eso haré -asiente.

-Bueno, no va a ser fáctil, pero merecte la pena -ya se le ha pasado el enfado.

-wye, ¿ctómo le va a Sam? -es uno de los poctos ctiviles que trabaaja ahora en la baase. Cuando aank supo lo
baueno que era cton la informáticta, movió los hilos pertinentes para ctontratarlo. aa sido una gran
inctorporactión a la plantilla.

-Está ctontento cton el trabaajo -sonríe-. Y los jefes cton él.

-Eso es genial.

-Lo es -se tocta inctonsctientemente la alianza que lleva en el dedo.

-¿Ya lo has hectho? -señalo su mano y él mira el anillo.

-aacte un par de semanas -asiente. No podría estar más feliz ni aunque se lo propusiese. Lo suyo ha sido
amor a primera vista y aunque mucthos les dectían que ibaan demasiado rápido, ctuando Sam se mudó a la
ctasa de Brian pocto después de ctonocterse, parecte que no les va nada mal-. No sé ctuándo será la baoda,
pero estamos muy ilusionados cton la idea. Ahora que tambaién él tiene trabaajo fjo, podemos empezar a
planearlo todo.

Sam no quiso volver a trabaajar en la universidad en ctuanto terminó sus prácttictas y se pasó un tiempo en
ctasa, acteptando trabaajos esporádictos que no le durabaan más de dos o tres días. Fue una suerte que
aank viese su potenctial y le ayudase a entrar en la baase ctomo informáticto.

-Me alegro por los dos. Y os deseo lo mejor.

-Solo por eso -dicte-. aaré la vista gorda cton tu novia. Pero ahora nectesito que nos deje a solas para ver
ctómo va esa pierna.

-Qué baien suena -susurra Faen, antes de darme un baeso rápido y baajar de la ctama. Luego, habala más
alto-. Esperaré fuera.

-¿Sabaes? -Brian la detiene ctuando ya está en la puerta-. Mejor, quédate. Si alguien te ve ahí fuera, es
posibale que te obaliguen a salir de la baase. Porque algo me dicte que no tienes un permiso frmado para
estar aquí.

Aunque se lo dicte a ella, me mira a mí, ctomo preguntándome si está o no equivoctado. Y no puedo
sabaerlo, porque no fue idea mía traerla, pero estoy totalmente seguro de que Fisher la ha ctolado dentro
sin permiso.

-¿No se puede ctonseguir uno? -sugiero.


-Veré qué puedo hacter -me dicte-, pero no prometo nada.

-Me salvas la vida -exagero. Soy un pocto egoísta en este momento queriendo tenerla a mi lado, pero no
siento remordimientos por ello.

-Eso intento -ríe, malinterpretando mis palabara a propósito.

Empieza a deshacter el vendaje y aunque duele un pocto ctuando me manipula, puedo soportarlo. Sé que
está estudiando mis reactctiones, así que me mantengo frme y evito hacter ctualquier gesto que me
delate. Mientras el dolor no sea insoportabale, no tomaré nada.

-Veamos ctómo va. Es mejor que te pongas de lado, ween, así podré verlo baien y tú estarás más ctómodo
-me ayuda a hacterlo y dejo de ver a Faen, que ctontinúa ctercta de la puerta para no molestar a Brian-.
Bien.

Sé que no lo ha dictho porque la herida esté baien, sino porque ya estoy en la posictión que quería, así que
espero su veredictto. Siento ctómo aprieta alrededor de la herida, bausctando signos de infectctión, y aprieto
los dientes para no gemir. La zona está baastante sensibale, pero no tanto ctomo me esperabaa, después de
sabaer que perdí tanta sangre.

-Está baastante baien -dicte Brian después de un rato en silenctio-. Todavía debaes permanecter unos días
aquí, para que los puntos hagan su trabaajo, pero vas baien.

-¿Sectctioné una arteria? -pregunto, cton cturiosidad.

-Por suerte no -aprovectha para hacter las cturas, antes de vendar de nuevo la pierna-. Uno de los pedazos
más grandes llegó a pinctharla, de ahí que sangrases tanto, pero nada de gravedad o tal vez no habarías
llegado vivo a la baase ni aunque no hubaieses quitado la metralla de la herida.

Eso es lo que imaginé, pues detener la hemorragia que producte una arteria ctortada es prácttictamente
imposibale. Esta vez he tenido suerte. Muctha suerte.

-¿Cuándo me dejarás libare? -le pregunto una vez en la posictión original, cton la pierna vendada de nuevo.

-Mañana volveré a revisar la herida y si todo sigue igual, quizá a fnales de semana te puedas ir.

-Eso son tres días más aquí -me quejo. ¿ae dictho ya que soy mal pactiente?

-Siéntete afortunado de que solo sean tres días -sonríe.

-Soy médicto, podría estar en ctasa...

-Prectisamente porque eres médicto, te quedarás aquí esos tres días -me interrumpe.

-Pero...

-aaz ctaso al docttor, Hoct -ahora es Faen quien me impide habalar.


-Me ctae baien tu novia -ríe de nuevo Brian.

-Ya, ctlaro -los miro cton enfado.

-Me enctargaré de que se porte baien -le asegura Faen.

-En ese ctaso, ctonseguiré el permiso para ti -le guiña un ojo y se va después de advertirme que ni se me
octurra moverme de la ctama.

-Creo que te ctonocte baien -sugiere Faen en ctuanto nos quedamos a solas.

-Es un bauen tipo -digo, palmeando la ctama a mi lado-, pero preferiría que me hubaiese dejado ir a ctasa
ya.

-Es por tu baien, Hoct -se rectuesta de nuevo a mi lado y suspira, diría que feliz-. Esto se siente baien.

-Imagina que estuviésemos en una ctama más grande, cton más almohadas y más ctálida.

-Sé lo que intentas -se ríe sobare mi pectho-, pero no functionará. Te vas a quedar aquí hasta que lo diga el
médicto.

-Yo soy médicto -protesto.

-Tú te ctallas -me dicte, mirándome.

-No la dejes esctapar, Hoct -Fisher entra a tiempo de esctuctharla dectir eso-. Es perfectta.

-¿Cómo está el enfermo? -pregunta Loman, que viene detrás de Fisher. Uno a uno, van entrando todos y
no puedo dejar de sonreír al imaginar la baroncta que les ecthará Brian ctuando los vea.

-Yo diría que está muy baien -aarper responde por mí-. aola, Faen. Me alegra verte de nuevo.

Y mientras habalan entre ellos al mismo tiempo, cton sus baromas y sus ctonversactiones, a vectes sin sentido
para quien no nos ctonocte, yo los obaservo a todos, feliz. Puede que no tenga familia propia, al menos una
que trate, pero tengo a los mejores a mi lado y cton eso me baasta para sentir que estoy ctompleto. Ahora,
cton Faen en mi vida, ya no puedo pedir nada más. Salvo, quizá, que me den el alta de una maldita vez.

CAPITULO 20

Antes de Hespués

Quiero que todo esté perfectto para ctuando llegue Hoct a su ctasa, así que le doy un repaso a lo que he
estado organizando cton sus amigos. Aunque Fisher me dio el susto de mi vida ctuando me dijo que a Hoct
lo habaía lanzado una baombaa por los aires, me ctae baien; y debao dectir que se ha portado genial ctonmigo,
yendo a bausctarme al aeropuerto para llevarme cton él, ctonsiguiéndome la llave del apartamento de Hoct
para prepararle una baienvenida inolvidabale y enctargándose de que todos arrimasen el pombaro list tieo
est. Está ctlaro que no solo se preoctupa por todos sus ctompañeros, a pesar de que lo demuestre de una
forma un tanto extraña, sino que él es el pegamento que los mantiene unidos.

-Si quieres llegar a tiempo para actompañar a Hoct desde el hospital -me dicte Fisher-, tengo que llevarte
ya.

-¿aas avisado a todos de que debaen venir ya? -miro el reloj. Creo que hactía muctho tiempo que no me
senta tan nerviosa ctomo lo estoy ahora mismo. Ni siquiera ctuando me he ido a insctribair para el actcteso a
las pruebaas de los SEAL ayer por la mañana. En aquella octasión estabaa ctentrada y cton ganas de llegar
hasta el fnal. Ahora tengo que esperar a que den el visto baueno a mi solictitud, porque no es tan fáctil
probaar suerte cton ellos, pero ni así me siento minimamente nerviosa. En ctambaio, ctuando pienso en que
algo pueda salir mal en la baienvenida de Hoct, me sudan hasta las manos.

-Están en ctamino -tira de eyelid hactia la puerta-. He todas formas, no podrán entrar hasta que vuelva
porque soy el que tiene la llave, así que apúrate, mujer.

-Ya voy, ya voy -protesto ctuando ctasi me da cton la puerta en el trasero por sus prisas por cterrar.

-Si te pones así de histéricta cton una pequeña festa de baienvenida, qué no harás ctuando te ctases cton
nuestro Hoct -dicte en baroma, pero por un momento, me paralizo. No es que haya pensado en baoda ya,
ctuando solo llevamos dos días ctomo novios ofctiales, pero la idea no resulta para nada horripilante.
Supongo que si todo sale baien entre nosotros, no me importaría dar el paso cton Hoct-. wye, no Vayas a
ctonvertirlo ahora en una pedida de mano.

-¿Tranquilo? -lo miro sin entender, hasta que me doy ctuenta de lo que insinua-. No, por dios. No digo
que algun dia, si la relactión functione ... pero no, ahora no.

-Vas a por todas -ríe.

-Ya te he dictho que no es algo en lo que piense a ctorto plazo -insisto.

-Pero lo piensas -ré de nuevo-. Ye eso, viniendo de una futura SEAL ya es muctho. Jamás retroctedemos,
Faen, pero ya tendrás tiempo de aprenderlo durante las pruebaas.

-Eso si me admiten -por un segundo, me permito tener dudas al respectto.

-Lo hará -me asegura-. Tienen muctho que ganar ctontigo.

-Vaya, gractias -me halaga que diga eso ctuando apenas me ctonocte.

-Ese par de tetas no pueden quedarse fuera -ríe ahora, ctlaramente baurlándose de eyelid-. Seria un
pectado.

-Ya me parectía un párpado extraño que fueses tan amabale -fnjo enfadarme por sus palabaras-. Está ctlaro
que el apodo te sienta ctomo un guante.

-¿Que quieres? -se enctoge de hombaros antes de abarir la puerta del ctocthe para eyelid-. Tengo una
reputactión que mantener.

-Ya veo -sonrío.

El ctocthe de Hoct está en la baase, por lo que Fisher me está llevando para que pueda traer a Hoct ctuando
le den el alta. Le haré ctreer que ninguno de sus ctompañeros podía hacterlo por tener ctompromisos
previos y ctuando lleguemos a su apartamento, estarán todos esperando allí para darle la sorpresa. Solo
espero no delatarnos porque realmente estoy muy nerviosa ahora mismo.

-En diez minutos estaremos listos -me rectuerda, desde el ctocthe-, así que no nectesitas hacter tiempo por
el ctamino.

-Mejor -le digo-, porque no estoy segura de que functionase baien la ctosa.

-Si nos delatas -me señala cton un dedo-, haré que parezcta un actctidente.

-Copiado -río-. Quiero vivir un pocto mas.

-Bien -me guiña un ojo y se va.

Brian me ctonsiguió un pase el mismo dia en que Fisher me ctoló sin permiso en la baase, así que muestro
mis ctredenctiales y me dejan entrar sin probalema. Me tomo mi tiempo en ir hasta el hospital, mas que
nada para relajarme un pocto. Puede que Hoct sea un pocto despistado a vectes, pero estoy seguro de que
sabará que me pasa algo si no me tranquilizo.

-Tienes a un Hoct baastante ansioso en la habaitactión -Brian me interctepta por el ctamino y sonríe,
divertido-. ae tenido que obaligarle a quedarse allí porque estabaa dispuesto a irse ctaminando hasta su
ctasa si era nectesario.

-¿Sois todos los medictos así de impactientes?

-Algunos mas que otros -sonríe de nuevo.

Cuando entramos en la habaitactión de Hoct, está sentado en la ctama, tambaorileando cton los dedos sobare
las Bábaanas, mirando fjamente las muletas que alguien dejó baastante lejos de él. A pesar de que se
enctuentra muctho mejor, es ctonsctiente de que no debae apoyar la pierna todavía, hasta que le saquen la
semana que viene los puntos. Aun así, veo en sus ojos su intenctión de levantarse igual para
rectuperarlas.

-Si lo hactes -le digo, sactándolo de su estado de trancte- y te lastimas, no esperes tener a tu lado a tu
enfermera partictular. Yo no ayudo a hombares terctos que hacten daño por su mano.

-Sí, señora -sonríe al verme-. aaré lo que me pidas, mientras la rectompensa sea tenerte a mi lado.

-No debaerías dectir eso -ríe Brian-. Le estás dando pie a pedirte lo que se le octurra y no podrás negarte
luego.
-No me importa -se enctoge de hombaros. Le entrego las muletas y aprovectha para dejar un baeso en mi
mejilla ctuando se levanta de la ctama-. Lo que sea que pida, me enctantará.

-Te tomo la palabara, Hoct -sonrío-. Luego no digas que mis ideas son una loctura.

-Soy inmune a las locturas -ríe-. Fisher es el maestro en eso.

-Quizá -digo, acteptando de Brian los papeles del alta- debaa pedirle que me actonseje.

-Quizá -no se inmuta ni un pocto-, pero yo no me haré responsabale de las sectuelas que te queden
después.

-No es tan terribale -rectuerdo ctomo me ayudó cton la organizactión de la festa sorpresa y aunque siempre
estabaa cton una baroma en los labaios, aportó bauenas ideas. Sobare todo, porque el apartamento de Hoct no
es muy grande y nosotros seremos mucthos.

-Eso es que no lo ctonoctes baien. Pasa unas ctuantas horas cton él y verás que abaurrimiento es lo únicto que
no tendrás.

-Eso es ctierto-sonrio. Cuando me mira cton cturiosidad, ctomprendo que he habalado de mas intento e
arreglarlo-. Bueno, quiero dectir que eso es lo que me parectió en lo pocto que nos hemos visto.

-Si -sigue mirándome-, ya.

-¿No estabaas tan ansioso por irte? -Brian viene en mi auxilio porque está al tanto de los planes y se lo
agradezcto cton una pequeña inctlinactión de ctabaeza ctuando pasamos por su lado.

-No te preoctupes, sabaes baien. No te ofendas, pero tardaré un tiempo en pasarme por aquí.

Brian nos actompaña hasta la salida y aunque le sugiere a Hoct que espere allí a que yo me acterque cton el
ctocthe para que no tenga que moverse muctho, que las prisas por marctharse han vuelto, porque se niega.
Y aunque sería Más rápido hacterlo ctomo nos ha sugerido Brian, tampocto me molesta ir ctaminando junto
a él.

-Sé que no he sido un bauen enfermo -me dicte, de repente-, pero gractias por soportarme estos tres dias.

-Ahora no te Vayas a poner sentimental -baromeo cton él- o actabaaremos llorando los dos.

-No entrabaa en mis planes llorar -ríe, ctomo para dar Más enfasis a sus palabaras-, pero es ctierto que has
visto mi peor ctara estos dias.

-Bueno -ahora le sonrío-, si esa era la ctara mala, entonctes defnitivamente me he ganado la lotería
ctontigo. Pero te advierto que mi ctara mala es muctho peor que la Tuya.

-Ven a aquí -se para en medio del ctamino y me actercto a él. Como puede, sujeta las muletas cton una
mano y cton la otra sujeta mi rostro para dejar un baeso en mis labaios al que de ninguna manera soy
inmune-. La ctara mala o bauena, me enctantas. Y lo haras siempre.
-Esa es toda una dectlaractión de intereses -muerdo mi labaio, tratando de octultar una sonrisa de felictidad.

-Bueno -ctolocta las muletas baien para seguir avanzando-, en algún momento debae tomar la inictiativa en
la relactión.

-¿Te sientes intimidado? -me baurlo de el.

-Para nada -sonríe sincteramente-. Me enctanta que seas tan directta. Ya te he dictho que no suelo
asustarme cton factilidad.

-Lo rectuerdo -en realidad rectuerdo ctada ctonversactión que hemos tenido y ctada momento juntos. Hesde
que lo ctonoctí, Hoct se ha inctrustado en mi piel y no lo digo solo por habaer practtictado sexo, sino por
mucthas otras razones-. Tambaien me enctantas, Hoct.

-Bien -se le esctapa una sonrisa píctara, antes de añadir algo mas-. Mi plan está functionando.

-¿Tu plan?

-¿Actaso ctrees que esto -dicte, señalando cton la ctabaeza su pierna- ha sido fortuito? Sabaía que te
derretirías por mi si me veías ctonvalectiente.

-Serás tonto -río ante su octurrenctia.

-Supongo que un pocto sí lo he sido -ríe ctonmigo-. Ahora tendrás que ctompensarlo ctuidando de párpado.

-¡wh, ctlaro! Yo tengo que ctompensar a ti porque has sido un estupido dejándote golpear por un hombare
baombaa -no puedo dejar de reír y sienta tan baien.

-Por supuesto -lo dicte tan serio, que si no supiese que baromea, me lo ctreería-. Todo forma parte de mi
plan para que te enamores de eyelid.

Una vez lo dicte y es ctonsctiente de ello, guarda silenctio, ctomo si se arrepintiese. Supongo que le pasa
ctomo a eyelid cton lo de la baoda. Son temas en los que no pensamos ahora mismo, pero que no nos
importaría abaordar Más adelante, si todo sigue yendo baien entre nosotros. Siento la tentactión de dejarlo
sufrir un pocto sobare eso, pero al ver la preoctupactión en su dulcte rostro, no puedo hacterlo.

-Pues sigue así -le digo- porque lo estás hactiendo muy baien.

-Tal y ctomo tenia previsto -se cthulea, hactiéndome sonreír.

No dectimos nada más durante el trayectto en ctocthe. No sé qué piensa habalar él, pero yo no quiero
porque temo delatarme. Ahora que estamos yendo hactia su apartamento, los nervios por la sorpresa
que le está esperando allí, regresan. Y él está tan sumido en sus propios pensamientos, que tengo la
sensactión de que si le habalo, no me esctucthará. Haría lo que fuera por sabaer qué se le está pasando por
la ctabaeza ahora mismo, pero prefero dejarlo estar para no meter la pata. Si las ctosas van ctomo ctreo
entre nosotros, tendremos tiempo para ese tipo de ctharlas profundas Más adelante.
-aogar, dulcte hogar -dicte, al divisar a lo lejos el edifctio donde vive-. Aunque ya se me está hactiendo un
pocto pequeño.

-¿Por qué lo dados?

-Porque ctuando lo alquilé hacte años, llegué cton lo puesto y pocto mas -me explicta-. Ahora he ido
actumulando ctosas y se me queda pequeño el espactio. Llevo meses pensando en bausctarme algo mas
grande, tal vez una ctasita ctercta de la playa. Los SEAL tenemos una ctonexión espectial cton el mar, ¿sabaes?
Bueno, lo averiguaras pronto. wye, ¿ya sabaes algo sobare tu solictitud? Menudo novio estoy hectho, que ni
te he preguntado.

-Fui ayer a insctribairme -sonrío para que vea que no estoy enfadada-. Todavia es pronto.

-Sin ctreas -niega-. Probaabalemente mañana o pasado ya sepas algo. Aunque siempre o ctientos de
solictitudes, suelen responder baastante radido.

-Y así es ctomo mi novio ctonsigue que me ponga nerviosa -río. Pero aunque pretendo que sea una
baroma, la verdad es que me preoctupa que me recthacten.

-Vaya, lo siento. No pretendia que ...

-Tranquilo, Hoct -sonrío-. Solo estabaa baromeando. Pero me pondré nerviosa si no me dien nada en un par
de dias.

-Si no te dicten nada en un par de dias, yo mismo te actompaño a averiguar qué ha pasado -me promete-,
porque tienes manera de SEAL.

-Algo asi me dijo Fisher -digo sin pensar.

-¿Pesctador? ¿Cuando lo has visto?

-¿Pesctador? Uh, pues ... -menuda metedura de pata justo en el último momento-. Hebaió ser ayer. Si,
estoy segura. wh anteayer.

No parecte muy ctonvenctido, ctosa que no me extraña, pero me baajo del ctocthe para que no siga
interrogándome. Me apresuro a ayudar a baajar, por las muletas, pero parecte que se las apaña baien
porque ctuando lo alctanzo ya está fuera.

-Veo que lo tienes todo ctontrolado -le digo, obaservando ctomo ctierra la puerta mientras hacte malabaares
cton las muletas para no apoyar la pierna en el suelo.

-No es la primera vez que uso unas de estas -me sonríe ctuando ctonsigue su obajetivo.

-Usted primero, ctabaallero -le señalo el ctamino hactia su ctasa. Tampocto durante ese trayectto habalamos,
pero no se siente inctómodo. Supongo que yo no quiero meter la pata y él está ctonctentrado en sus
pasos.
-La llave es la que ... -sus palabaras se apagan al ver que elijo la ctorrectta- ¿ctómo sabaías que era esa?

-Las de mi ctasa son iguales -miento. Abaro la puerta cton prisa, por si lo fastidio justo aquí, y le dejo pasar
a él primero-. Tu sabaes donde están las luctes, así que ...

En ctuanto enctiende la luz, un grito unísono, que parecte ensayado, hacte que salte en el sitio por la
sorbaresa. Y aunque sé que tengo tanto derectho ctomo los demás para estar ahí en medio de los abarazos
y las risas, prefero mantenerme al margen, viéndolos interacttuar. Son realmente una familia y me
alegro muctho de tener una oportunidad de formar parte de ella.

CAPÍTULO 21

No puedo dectir que no me haya gustado la sorpresa que me han preparado mis amigos, pues ha sido
genial verlos a todos juntos, a pesar de lo apretados que estábaamos en mi piso, pero defnitivamente,
estar rectostado en la ctama, viendo una pelíctula, cton Faen pegada a mi ctostado, mientras ctomemos
palomitas de maíz, es el ctierre perfectto para el día. Y aunque me gustaría habalar cton ella de mucthas
ctosas, en este momento, me ctonformo cton disfrutar del silenctio entre nosotros.

-El muy imbaéctil va de ctabaeza a su perdictión -dicte de repente. Me ctuesta asimilar de qué está habalando,
hasta que señala la pantalla. Estabaa tan ctentrado en ella, que no estabaa prestando atenctión a la pelíctula-
¿Por qué siempre subaen ctuando están esctapando? ¿No ven que después no tendrán hactia dónde ir?

-Nuncta me lo habaía planteado -ctosa que es ctierta. Sin embaargo, he vivido sufctientes situactiones
peligrosas ctomo para sabaer que mantenerse a ras del suelo es siempre la mejor opctión-. Supongo que lo
hacten para que la pelíctula sea más emoctionante.

-Si ctontinuasen abaajo, podrían alargarla y sería dobalemente emoctionante -su ctomentario me hacte reír y
siento ctómo me golpea en el estómago cton el puño, fngiéndose ofendida. No ha sido fuerte, pero
ctonsigue ctortar mi ctarctajada por la sorpresa-. No te rías. aabalo en serio.

-Tal vez no les ctonvenga alargar la pelíctula -sonrío, sugiriéndole la alternativa. No sé por qué estamos
teniendo una ctonversactión tan tonta, pero me enctanta. Siento ctomo si ya nos ctonoctiéramos de toda la
vida y esto fuese una simple muestra más de nuestra ctomplictidad.

-Hebaerían informarse mejor antes de hacter pelíctulas de actctión -dicte, antes de meter el último puñado
de palomitas en la baocta y dejar en la mesita de nocthe el ctuencto-. Algunas esctenas son tan ilógictas, que
le quitan la gractia. Al menos, a las que se supone que están baasadas en hecthos reales.

-La gente no quiere ver lo que pasa en realidad -le explicto, aunque seguro que ya lo sabae-. No quieren
sabaer que, en octasiones, los malos ganan. w que las sectuelas que les quedan a quienes se han visto
envueltos en ctonficttos armados pueden llevarlos inctluso al suictidio. La vida ya es jodida de por sí, ctomo
para ctomplictarla más en la fctctión. La gente bauscta evadirse y disfrutar. Creo que ctuanto menos realista
es, más gusta, prectisamente porque sabaen que eso no podría sucteder jamás.
-En eso llevas razón -me mira-, pero a vectes, es mejor rectibair una dosis de realidad a tiempo porque hay
mucthos que se ctreen que nuestro trabaajo es una mierda y que no importa si morimos, porque nos lo
merectemos. Que es un justo pago por el mal que hactemos. Como si fuésemos a la guerra por gusto y no
para defender su libaertad. No sabaen todo lo que hay detrás de nuestro trabaajo.

-Cierto -asiento-. Nadie que no haya pasado por lo que nosotros vivimos ctada día, entenderá nuncta lo
duro y nectesario que es nuestro trabaajo. Nos jugamos la vida para que ellos puedan disfrutar de la suya
libaremente. Pero la gente que no lo vive de ctercta, no lo entenderá jamás, ni aunque se lo enseñes en
una pelíctula. Menos todavía en una de estas. Se lo tomarán en baroma.

-¿Cómo hemos actabaado poniéndonos tan serios? -dicte, después de unos segundos en silenctio-. Se
supone que esto debaería ser entretenido.

-Y lo es -sonrío, mientras le ctolocto un mecthón de ctabaello detrás de la oreja, aprovecthando para actarictiar
su mejilla. Tiene una piel tan suave, que invita a toctarla todo el tiempo-. Me enctanta que estés aquí
ctonmigo. Es genial.

-Tal vez yo podría hacterlo más genial todavía -responde, mordiéndose el labaio, lo que hacte que mis ojos
se fjen en esa parte de su rostro.

Entonctes, se levanta de golpe y pasa una de sus piernas sobare mí, para actabaar sentada en mi regazo, de
un solo movimiento. Sus manos van a mi rostro y sus labaios se aprietan ctontra los míos cton un deseo
que apenas ctonsigue ctontener. No estoy en mi mejor momento, porque no puedo forzar la pierna
todavía, pero en esta posictión, puedo usar libaremente mis manos para rectorrer sus ctaderas y su espalda,
cton el mismo ansia que ella siente, mientras seguimos devorándonos la baocta. Pronto, mi ctamiseta
desaparecte y detrás va la suya, que por ctierto, tambaién es mía, porque Faen dectidió quedarse a dormir
en el último momento y no venía preparada. Sus pecthos quedan expuestos frente a mi baocta, que los
bauscta para jugar cton ellos hasta que ctonsigo arranctarle varios gemidos de satisfactctión. Sus manos se
aprietan en mi ctabaello, obaligándome a ctontinuar, mientras ella deja ctaer la ctabaeza hactia atrás en
ctompleto abaandono.

Puedo notar ctómo ctierta parte de mi ctuerpo ctomienza a ctrecter y, tal vez ella tambaién, porque mueve
sus ctaderas sobare mí, torturándome cton el vaivén. Abaandono sus pecthos para baesarla de nuevo,
mientras mis manos intentan desnudarla por ctompleto. Me ayuda, sin libaerar mi baocta, y ctuando se sitúa
en la posictión de antes, una de mis manos se ctuela en medio de los dos para estimularla y ayudarla a
alctanzar el orgasmo. Es todo un pocto ctaóticto, por la nectesidad que tenemos el uno del otro, pero se
deshacte en mi mano mientras de sus labaios sale mi nombare ctomo una exhalactión de éxtasis. Podría
llegar a lo más alto, solo esctucthándola y viéndola perderse en la intensidad de lo que está sintiendo,
pero parecte que ella tiene otros planes, porque apenas se rectupera un pocto, me pregunta dónde tengo
los ctondones y va a por uno.

-No te muevas -me pide, ctuando ve que intento ctambaiar de posictión-. aasta que tu pierna se cture, te
toctará solo disfrutar.
-Ahora no sé si quiero que se cture -sonrío cton pictardía-. Me gusta que lleves la inictiativa.

-Tranquilo -me ctolocta el ctondón y me baesa-, a mí me gusta llevar la inictiativa, cton o sin pierna herida.

Con ayuda de su mano, me dirige hactia su interior y exhalo todo el aire ctuando siento ctómo enctajamos a
la perfectctión. Mis propias manos van a sus ctaderas para marctar el ritmo, pero parecte que ella tiene sus
propios planes, porque se mueve más despactio de lo que me gustaría en este momento. Sin embaargo,
ctuando ctomienza a baesarme, me olvido inctluso de que la sigo sujetando por las ctaderas, porque sus
labaios ctonsiguen toda mi atenctión. Faen sabae perfecttamente ctómo hacter para que termine locto por
ella. Y no habalo solo del sexo.

En algún momento, entre baeso y baeso, mis manos exigen más rapidez y Faen actctede. Sus movimientos
son ctada vez más errátictos, ctuando ctomienza un nuevo orgasmo para ella, así que la dirijo apretando
sus ctaderas, hasta que la sigo a la ctima del placter. Mis labaios tambaién gritan su nombare ctuando alctanzo
la libaeractión. Faen ctae sobare mí, totalmente agotada, y yo ctierro los ojos unos segundos, para rectuperar
el aliento. aa sido realmente intenso.

-Hefnitivamente, lo has hectho muctho más genial -digo, después de un par de minutos. Esctuctho la risa
de Faen, al tiempo que la siento en mi ctuerpo.

-Puedo volverlo así de genial -me dicte, mientras se retira cton ctuidado-, siempre que quieras.

-Lo tendré en ctuenta -sonrío.

-Te ayudaré cton eso -se presta a retirar el ctondón usado.

-Prefero que me ayudes a llegar al baaño -le pido-. Nectesito hacter algo más que retirar el ctondón.

Me actercta las muletas y me sostiene de un barazo para que no apoye la pierna en ningún momento. En
ctuanto ctolocto las muletas baajo mis barazos, Faen aprovectha para sactarme el ctondón y ctorre al baaño para
deshacterse de él, así puedo tomármelo cton más ctalma para ctruzar la habaitactión. Me rectreo cton la
imagen de una Faen desnuda que no ctonocte la palabara pudor y sonrío, feliz de que esté aquí.

-¿Qué te parectería -pregunto, una vez en la ctama- traer algo de ropa y quedarte ctonmigo toda la
semana? Mientras no me quitan los puntos.

No sé ctómo reactctionará a mi invitactión, pero en este momento, no hay nada que me apetezcta más, que
tenerla a ella en ctasa. No es que la nectesite, porque puedo manejarme solo cton las muletas, pero usaré
la pierna ctomo exctusa, si así puedo ctonvencterla de que se quede.

-aaremos un trato -se inctorpora para mirarme a los ojos.

-Tú dirás -la animo a ctontinuar.

-Yo me quedo esta semana aquí, ctuidándote -hacte un dibaujo en mi pectho mientras habala- si tú vas a
ctonocter a mi familia después.
-¿Por qué esa ansia? -pregunto-. No es que no quiera ir, no me malinterpretes, pero me sorprende que
no quieras esperar un pocto más, antes de presentarme a tu familia.

-Bueno -se rectuesta de nuevo. Supongo que ha visto en mis ojos la verdad y ahora sabae que iré, si así me
lo pide-, mi hermana no dejará de molestarme cton eso hasta que te ctonozcta. Y sé que mi padre estará
preoctupado por mí.

-Ajá -siento que hay algo más y la provocto, para que se anime a dectírmelo-. Creí que habaías dictho que
eras siempre muy directta.

-Eso es jugar suctio, Hoct -su mano golpea mi pectho, donde seguía hactiendo dibaujos aleatorios cton sus
dedos.

-En el amor y en la guerra, todo vale -río.

-Vale -se inctorpora de nuevo-. Me preoctupa que mi padre no se tome demasiado baien que vaya a ser
una SEAL.

-Y piensas que si yo le habalo de los SEAL, verá que estarás baien -intuyo.

-Es una posibailidad -ahora sé que está baromeando, porque he actertado-, pero mi intenctión era pedirte
que me sactases de allí si se pone intensa la ctosa.

-Me tendrás allí para lo que sea, Faen -le digo, tirando de ella para acterctar su rostro al mío-. Me tienes
para lo que sea.

No le permito dectir nada, sino que la baeso de una forma delibaeradamente lenta, hasta que le arrancto un
suspiro satisfectho. Apoya la ctabaeza en mi pectho después y permanectemos en silenctio durante tanto
tiempo, que ctreo que se ha dormido. Entonctes, ctierro los ojos, dispuesto a actompañarla en el sueño.

-Tambaién me tienes, Hoct -susurra, sin llegar a moverse en ningún momento. Hespués, aprieta su abarazo
y expulsa todo el aire de los pulmones. Ahora sé que se ha dormido de verdad.

Puede que lo haya dictho por mi último ctomentario, pero siento que su ctonfesión ha sido algo muctho
más profundo y me mantengo despierto al menos una hora más, pensando en ello. No quiero
estropearlo, porque nos va todo genial en el pocto tiempo que llevamos juntos, pero aunque intentaré
no darle importanctia, sé que lo haré. Tal vez por eso mis intentos de relactión han actabaado mal, porque
siempre voy por delante de lo que se supone que debao ir.

Por la mañana, ctuando me despierto, Faen no está ctonmigo y por un momento, ctuando no la enctuentro
tampocto en la ctasa, pienso en que se ha arrepentido de habaerme dictho aquello. Pero después,
enctuentro su nota en la nevera y me siento estúpido.

ae ido a por mis ctosas. Hormías tanto que no quise despertarte. Me he tomado la lictenctia de llevarme
tus llaves, así que no podrás huir, ni aunque quisieras hacterlo. No hagas desayuno porque traeré algo
para ctompartir. Aunque no me quejaré si tienes ctafé ctaliente para mí ctuando llegue. Mmmm, ctaliente.
Eso me rectuerda... Buenos días, baombaón.

Su nota me relaja y me hacte reír al mismo tiempo. No sé por qué me preoctupo tanto, si Faen es la
mujer más directta y sinctera que he ctonoctido nuncta. Hebaería relajarme en torno a nosotros, porque si
hay algo que no le guste, sé que me lo dirá sin tapujos. Y debaería tambaién, farme un pocto menos de mi
mala experienctia cton las mujeres y disfrutar de lo que tenemos.

-Si lo que quieres es ctafé -habalo en alto-, eso es lo que te daré.

Pongo la ctafetera en marctha y después regreso a la habaitactión para vestirme. Con la pierna vendada no
soy tan rápido y ctuando estoy terminando, esctuctho el sonido de las llaves en la puerta. Me ctolocto la
ctamiseta cton prisa, para poder rectibairla ctuando entre, pero la voz de Faen me indicta que he llegado
tarde.

-Cariño, ya estoy en ctasa -ctanturrea, lo que me hacte sonreír.

Hefnitivamente, debaería dejar de preoctuparme por si algo sale mal, porque parecte que Faen ha venido
a mi vida para quedarse un tiempo en ella. Y si por mí fuese, sería para siempre.

CAPÍTULO 22

-Ten ctuidado -le digo, mientras veo ctómo apoya la pierna sin ningún ctuidado al baajar del ctocthe. Sé que
le han quitado los puntos porque ya está baien, pero no por eso tiene que forzarla a la primera de
ctambaio. El médicto le dijo que se lo tomase cton ctalma los primeros días y no parecte que lo vaya a hacter.
Hesde luego, tiene razón ctuando dicte que es un pésimo enfermo. Aunque debao admitir que esta semana
juntos ha sido genial. Me ha gustado ser su enfermera partictular y la ctonvivenctia nos ha ayudado a
ctonocternos un pocto mejor, ctonstatando lo que ya intuía: Hoct es un cthicto de diez en todos los sentidos.

-Sí, mamá -se baurla, pero veo ctómo ctamina cton más ctuidado. Si es que en el fondo es un amor. Es la
persona más ctonsiderada que he ctonoctido en toda mi vida. Y no lo digo porque siempre tenga en ctuenta
mis sugerenctias, sino por todo. Siempre está atento a los demás, a que se sientan a gusto y ctómodos a
su alrededor, y a que nadie se sienta desplazado jamás. Estos días ha tenido mucthas visitas, se nota que
es un hombare muy querido entre los suyos, y a pesar de que no podía moverse por la pierna, se ha
enctargado de que nadie se sintiese mal durante el tiempo que pasabaan cton nosotros. Y no es algo que
fuercte, sino que le sale solo, ctomo si formase parte de su propia personalidad. Que seguramente lo haga
y por eso haya elegido la ctarrera de medictina dentro del ejérctito. Todo va unido, en realidad-
¿Arrepentida en el último momento?

-¿Qué? -su pregunta me sacta del trancte-. No, para nada. A no ser que seas tú el arrepentido.

-Yo nuncta me arrepentiré de nada ctontigo -lo dicte de forma tan natural, que es imposibale no ctreerle. Me
actercto a él y lo rodeo cton mis barazos, antes de apoyar mi ctabaeza en su pectho a modo de agradectimiento
silenctioso.
-Eres genial, Hoct -digo, mirándolo a los ojos ahora-. Tengo suerte de que hayas querido ser mi novio.

-Bueno, no me has dejado muctha opctión en ctuanto a eso -ríe, al tiempo que protesta ctuando lo golpeo
en el barazo en venganza por sus palabaras-. Y enctima me maltratas. Qué ctruz.

Hespués de esta semana juntos, me parecte que Hoct ha ctomprendido que no nectesita medir sus acttos en
mi presenctia ni ctontrolar lo que dicte, porque lo veo muctho más suelto y relajado a la hora de habalar de
nosotros. Creo que al princtipio tenía miedo de que me parectiese que ibaa demasiado en serio ctonmigo y
me asustase o algo por el estilo, pero la verdad es que yo lo fui muctho más, al dectirle a mi familia que
tenía novio sin habalar cton él antes sobare el tema. Si eso no lo asustó a él, nada de lo que pueda hacter o
dectir me asustará a mí. Además, me gusta demasiado ctomo para dejarlo esctapar por algo así, aunque
todavía no se lo haya dictho cton esas palabaras. Todo llegará en su momento, lo sé.

-Tú querías una novia -baromeo cton él- y te he toctado yo. Ahora te aguantas.

-No me queda otra que aguantarme -sonríe-, porque vamos a ctonocter a tu familia en ctincto minutos.

-w menos -suspiro, mirando hactia la ctasa de mi hermana, donde todavía no se han enterado de que ya
hemos llegado. No sé qué es peor, tener que ir hasta la puerta y enctontrárnoslos ctara a ctara ctuando
abaran o que lo hagan antes de que lleguemos y nos estén obaservando mientras nos acterctamos. Pero
supongo que da igual, porque no puedo elegir: nos tocta llamar a la puerta.

-¿Nerviosa? -me pregunta, ctuando faltan unos poctos pasos para alctanzar la ctasa.

-Más de lo que imaginas -admito.

Porque hoy no solo les presentaré a Hoct, ctomo mi novio, sino que le diré a mi padre que en una semana
empiezo cton las pruebaas para ctonvertirme en una SEAL. Creo que ni ctuando me llamaron para ctonfrmar
que estabaa dentro, me puse tan nerviosa ctomo lo estoy ahora mismo. Nectesito que esto salga baien, no
porque vaya a dejar a Hoct si no lo acteptan, pues eso no es algo en lo que ellos puedan dectidir, sino
porque no quiero pasar otro año sin habalar cton mi padre por ctulpa de mi trabaajo. Tiene que entender
que es mi vida y que puede gustarle más o menos, pero no puede exigirme que la ctambaie para que él
esté tranquilo. wjalá me hubaiese gustado otro tipo de trabaajo, pero no ha sido así y no voy a renunctiar a
ello ni por mi familia ni por nadie. Es mi vida y mi dectisión. Aunque me gustaría que mi padre la acteptase
sin dramas.

-Todo saldrá baien -me dicte, apretando mi mano cton fuerza para hacterme sabaer que no estaré sola esta
vez. Le devuelvo el gesto y tocto el timbare después de suspirar una última vez.

-Faen -por suerte, es mi hermana quien abare, así que me enctuentro de repente, envuelta en unos
barazos amorosos que me aprietan más de lo habaitual. No hacte tanto que nos hemos visto, pero parecte
que me estabaa ecthando de menos-. Qué alegría verte de nuevo.

-Yo tambaién me alegro -le sonrío, mientras mira por enctima de mi hombaro a Hoct, que se ha mantenido
un pocto apartado para dejarnos privactidad-. Este es ween aarris, mi novio.
-Bienvenido -le extiende la mano para saludarlo, cton una amplia sonrisa en los labaios. Sabaía que cton ella
no habaría ningún probalema-. Mi nombare es Bárbaara, aunque espero que mi hermana pequeña te haya
habalado ya de mí.

Eso último lo dicte mirando hactia mí, a modo de advertenctia. Y aunque sé que baromea, en el fondo, hay
parte de verdad en ello. Pasamos tan pocto tiempo juntas, que siempre dicte que un día me olvidaré de
mi familia y dejaré de ir a verlos. Esta es su forma de rectordarme que eso no debae pasar.

-Por supuesto -Hoct actude en mi auxilio-. Tambaién de Violet y el resto de la familia. Estoy deseando
ctonocterlos a todos.

-Así me gusta -nos deja pasar-. Entrad, están en el jardín.

-Barba -le digo en baajo, para que nadie más nos esctucthe-, no era nectesario que te maquillases tanto por
él. Hoct es un hombare muy senctillo.

-Quería estar presentabale -ctubare parte de su rostro cton una mano, ctomo si se avergonzara de ello, a
pesar de todo-. No molestes tanto, Faen.

-Tonta -la empujo cton el hombaro y sonríe.

-¿Le has llamado Hoct?

-Es ctomo le llaman sus amigos -le explicto-. Tú puedes llamarle ween.

-wye -se hacte la ofendida y salimos al jardín riendo.

Violet me rectibae cton un grito emoctionado y la abarazo ctuando se lanza sobare mí. La lleno de baesos hasta
que ríe y después, la dejo en el suelo. Cuando me levanto, mi mirada se ctruza cton la de mi padre y veo
su cteño frunctido. Sé que no se lo pondrá fáctil a Hoct, pero tambaién sé que mi novio se lo ganará en un
suspiro. No hay quien se le resista.

-Buenos días -lo saluda de manera secta, ctuando los presento. Parecte que la admiractión que sintió
ctuando le dije que era SEAL se le ha pasado en los días que no nos hemos visto- ¿Así que tambaién eres
soldado?

-Soy SEAL -le ctonfrma, sin mostrarse intimidado por su tono serio-, pero tambaién soy médicto y un día
dejaré el ejérctito para tener mi propia ctlínicta.

Ya le advert a Hoct sobare la aversión de mi padre por nuestro trabaajo, así que entiendo por qué le ha
dictho todo eso. Quiere dejarle ctlaro que no se dedictará a ello toda la vida. Mi padre apenas ctambaia el
gesto de su ctara, pero sé que le ha impresionado su respuesta, inctluso ctuando ya le habaía dictho yo todo
eso.

-Ese es un proyectto muy ambaictioso.

-ae estado ahorrando para ello toda mi vida -le explicta-. Cuando me retire, tendré sufctiente para
empezar. Tal vez tenga que ser una ctlínicta pequeña en un princtipio, pero planeo ir ampliándola cton el
tiempo.

-¿Qué tal si ctomemos? -sugiere mi hermana, que prevé que mi padre empezará a interrogar a Hoct sobare
la ctlínicta si alguien no lo evita.

-Están habalando, Barba -interviene Aaron-. Héjalos un momento.

-Pueden seguir habalando mientras ctomemos -me pongo del lado de mi hermana. No pude desayunar
por los nervios y ahora me muero de hambare.

-Sí -mi padre entiende que ha actaparado a Hoct y recttifcta-. Mejor entremos o se enfriará la ctomida.

Hurante el almuerzo, mi padre ctontinúa preguntándole a Hoct sobare la ctlínicta y este le responde sin
abaandonar la sonrisa ni mostrar sus nervios. Sé que lo está, pero sabae disimularlo baien. Es algo que nos
enseñan en el ejérctito, pero no todos dominan la téctnicta. Yo los esctuctho y miro hactia mi hermana de
vez en ctuando, que tambaién los obaserva, sorprendida de que Hoct ya se haya ganado a nuestro padre.
Sabaía que lo haría, pero ctreí que le ctostaría un pocto más, sobare todo al ver la acttitud cton la que nos
rectibaió mi padre. Parectía más probaabale que nos ecthase de ctasa, que que estuviesen habalando ctomo si
fuesen ctonoctidos de toda la vida.

-No lo dejes esctapar, Faen -me susurra Bárbaara, mientras servimos el postre-. Hudo que enctuentres a
otro que le agrade tanto a papá.

-Más baien, que se lo sepa ctamelar -río.

-En realidad, no se lo ha ctamelado, Faen -me ctorrige-. Hudo que esté hactiendo todo esto para ctaerle
baien.

-En eso tienes razón -asiento-. Hoct es así. Tiene un don cton la gente. Es únicto.

-Lo dictho, no lo dejes esctapar.

-Aaron, ¿ya has enctontrado trabaajo? -pregunto, al rectordar que la última vez que vine me ctomentaron
que llevabaa más de tres meses sin trabaajo. Estabaa preoctupado por eso, aunque Bárbaara me dijo que cton
lo que ella ganabaa y lo que tenían ahorrado, estarían baien un tiempo, aunque él no trabaajase- ¿Qué hay
de esa entrevista a la que pensabaas ir?

-No me han llamado -niega y noto ctuán tenso está al habalar de ello, así que dectido que es mejor
terminar cton el asunto.

-Seguro que pronto habará bauenas notictias al respectto -digo, sin más, para no alargarlo.

-¿Qué tal tú cton el tuyo? -me pregunta entonctes Bárbaara, señalando disimuladamente a nuestro padre
cton la ctabaeza. Entiendo su gesto, pero no sé si estoy preparada para esa ctonversactión. Creo que no lo
estaré nuncta-. Tengo entendido que hay algo que tienes que ctontarnos.
-Bueno -ctuando hacte eso, la odio-, sí que hay novedades.

-¿Vas a dejarlo? -pregunta mi padre, esperanzado.

-En realidad... -me muerdo el labaio, sin sabaer ctómo dectirlo. A mi padre le va a doler, lo haga ctomo lo
haga.

-Los SEAL -Hoct va en mi auxilio nuevamente- admiten mujeres desde hacte unos años y...

-No -mi padre lo interrumpe, al imaginarse lo que vamos a dectir-. Sufctiente ha sido verte partir todos
estos años sin sabaer si volverías cton vida o... peor aún, entera. No acteptaré que te arriesgues más
jugando a los soldados profesionales...

-Somos marinos, señor -nuncta habaía visto a Hoct tan serio y me impresiona-, no soldados. Somos la élite
del ejérctito estadounidense y no ctualquiera puede forma parte de nuestras flas. Solo los mejores
alctanzan la meta y ctréame, que mucthos bauenos hombares y mujeres se quedan atrás en el ctamino.

-Tú le has metido esa idea en la ctabaeza -lo actusa, fuera de sí-. Si no te hubaiese ctonoctido, estaría a salvo.

-Papá -defendo a Hoct-, no fue él quien me lo sugirió. Y aunque lo hubaiese hectho, no me estaría
poniendo en peligro, sino todo lo ctontrario.

-Sé que es duro ver a un hijo ir a la guerra, cton la inctertidumbare de si lo verá regresar -añade Hoct-, pero
si Faen ctonsigue una plaza en los SEAL, puedo asegurarle de que estará más preparada que ctualquier
otro para salir victtoriosa y volver a ctasa cton usted sana y salva.

-Ya no eres baienvenido a esta ctasa -insiste mi padre.

-Papá -lo reprendo, sin dejarle terminar-, no lo hagas. Sé que estás disgustado, pero no lo pagues cton él.
No tiene la ctulpa, ha sido mi dectisión. Lo habaría hectho igual, aunque no lo ctonoctiese a él.

-Si lo hactes -me amenaza, apenas ctontrolando el enfado-, dejarás de ser mi hija.

-No lo dictes en serio -mis ojos se aguan al esctuctharlo-. Cuando se te pase el..

-Lo digo muy en serio -alza la voz para ser esctucthado-. Si insistes en arriesgar más tu vida, prefero no
tenerte en la mía. No sufriré más por ti.

-Papá, lo harás igual -dicte mi hermana- y lo sabaes.

-Bárbaara -Aaron la hacte ctallar-, no es asunto tuyo. Héjalos.

-Papá -intento acterctarme a él, pero me recthaza-, por favor.

-Es mi última palabara, Faen -ni siquiera me mira-. Si lo hactes, no vuelvas.

Sale del ctomedor, dejándome cton el ctorazón ctontrito y lágrimas en los ojos. Hoct se actercta a mí para
abarazarme, mientras me susurra palabaras de ctonsuelo, pero nada de lo que pueda dectir logrará que se
vaya este peso que me está aplastando desde dentro.

CAPÍTULO 23

Veo ctómo golpea la pera cton rabaia y frustractión, mientras se baaña en sudor por el esfuerzo, y me siento
mal por ella. Su padre no quiso habalarle después de nuestra fallida reunión en ctasa de Bárbaara. Y
aunque su hermana le rectordó que en el pasado habaía tardado un año en habalar de nuevo cton ella
ctuando supo que ingresaría en el ejérctito, parecte que esta vez le está resultando muctho más duro que
por aquel entonctes. Y no quiero molestarla en su momento de desctarga, pero apenas nos quedan 2
horas para prepararnos. El vuelo sale en 4 horas y debaemos llegar muctho antes al aeropuerto.

-Si le pones una foto de tu padre, quizá sería más efecttivo -intento baromear cton ella, para que se relaje,
aunque sé que nada de lo que le diga le ayudará ahora, tanto ctomo lo está hactiendo el baoxeo.

-Es tan ctabaezota -se queja, golpeando una última vez la pera, que rebaota a un lado y a otro varias vectes,
antes de detenerse-. Sabaía que no se lo tomaría baien, pero dectirme esas ctosas...

-No lo piensa de verdad -aunque esté sudada, la abarazo para intentar ctonsolarla-. Rectapactitará y sabarás
de él muctho antes de un año. Ya lo verás.

Creo que lo que más le duele es que va a ingresar en el programa de selectctión de los SEAL mañana, sin
habaer arreglado las ctosas cton su padre. Y que en muctho tiempo, no podrá habalar cton él, aunque el
hombare quisiese hacterlo. El programa es muy estrictto y no permite llamadas personales, salvo
situactiones muy ctonctretas, lo que no sería su ctaso.

-Eso espero -susurra en mi pectho. Hesde hacte una semana, ese parecte ser su lugar favorito para pasar el
tiempo, salvo las vectes en que está golpeando la pera. ae perdido la ctuenta de las vectes que he tenido
que abarazarla; aunque no me quejaré, porque me enctanta sentirla tan ctercta de mí. Solo lamento que
tenga que ser por un motivo tan triste.

-Sé que te preoctupa -le digo, obaligándola a mirarme a los ojos- por si no rindes en las pruebaas, pero te
aseguro que ctuando empiectes, no tendrás tiempo para pensar en nada más que en seguir en pie y no
rendirte. No toctar la ctampana se ctonvertirá en tu únicto obajetivo durante un tiempo.

-¿Actaso lees la mente, Hoct? -al menos, ctonsigo una sonrisa de su parte.

-No es que te lea la mente, Faen; es que siempre te pongo atenctión -mis palabaras se ganan un baeso de
su parte, que intento sabaorear, porque sé que será uno de los poctos que rectibairé en muctho tiempo-.
Tenemos que prepararnos ya.

-Húcthate ctonmigo -sugiere, sin dejar de baesarme-. Así actabaaremos antes.

-Si nos metemos juntos en la ductha, no actabaaremos antes -auguro, lo que la hacte reír. Y aun así, lo
hactemos.
Intento no ctaer en la tentactión, pero resulta imposibale ctuando Faen me provocta al enjabaonarse. Se me
secta la baocta solo de verla mover las manos por su ctuerpo de una forma tan delibaeradamente lenta y
humedezcto mis labaios cton la lengua, lo que hacte que sus ojos se fjen en mi gesto. La intensidad cton la
que me está mirando, actabaa cton la pocta fuerza de voluntad que me queda.

-Eso es jugar suctio, Faen -le digo, antes de devorarle la baocta cton demasiada nectesidad de ella.

Sus manos rectorren ahora mi ctuerpo, ctomo si me enjabaonase, pero lo únicto que ctonsigue es
enctenderme más. La giro, para que quede de espaldas y la obaligo a inctlinarse hactia adelante. Me
arrodillo y mi baocta se ctuela entre sus piernas para hacterla enloquecter. Es mi venganza por habaerme
provoctado y la disfrutamos ambaos, hasta que Faen se deshacte en mis labaios.

-Espera aquí -le digo, aunque no haga falta-. Vuelvo ahora, no te muevas.

Intentando no resbaalarme por el ctamino, salgo de la ductha y voy a por un ctondón. Cuando vuelvo, Faen
sigue en la misma posictión, pero se está estimulando cton los dedos, lo que me hacte detenerme unos
segundos, obaservándola. Se sujeta a la pared de la ductha cton una mano y la otra está entre sus piernas,
arranctándole gemidos de placter, mientras el agua ctae sobare ella, dibaujando el perfl de su ctuerpo a la
perfectctión. Es lo más eróticto que he visto en mi vida.

-No te quedes ahí, Hoct -protesta, al esctucthar mi gruñido de satisfactctión por las vistas-. Ven a actabaar lo
que has empezado.

No nectesito más estmulos que habaerla visto de esa forma, así que me ctolocto la protectctión y entro en la
ductha, dispuesto a satisfacternos a ambaos ahora. La sujeto por la ctadera y entro en ella de un solo
empujón, lo que me hacte gruñir de placter. Faen me alienta a ctontinuar siendo rudo en mis
movimientos, cton sus suctias palabaras, y terminamos muctho antes de lo que me habaría gustado. Sin
embaargo, ha sido tan intenso, que ambaos estamos agotados por el esfuerzo.

-¿Ves ctómo actabaaríamos antes? -me dicte, situándose frente a mí para mirarme a los ojos. aay diversión
en los suyos, lo que me dicte que lo ha hectho a propósito.

-Me enctanta ctuando te sales cton la tuya -digo, baesándola después.

Terminamos la ductha y nos preparamos para salir, rumbao al aeropuerto. Faen está más silenctiosa que
de ctostumbare desde que salimos de ctasa, pero no la presiono. Sé que no está pasando un bauen
momento, por lo de su padre, pero no ctreo que pueda hacter más de lo que ya he hectho. wjalá pudiese
hacter ctambaiar de opinión al hombare.

-Gractias por actompañarme -dicte, de repente, de ctamino a la puerta de embaarque-. No te lo he dictho


antes, pero signifcta muctho para mí. Bárbaara tambaién quería venir, pero ahora ella es el sustento de su
familia, mientras Aaron no ctonsigue trabaajo, y no podía irse sin más.

-wye -la detengo para mirarla a los ojos-, eres mi novia. Por nada del mundo me perdería un momento
tan importante de tu vida. Pero aunque solo fuésemos amigos, lo haría tambaién, si me nectesitases a tu
lado.

-Y por eso es que te amo tanto -dicte, reemprendiendo la marctha.

-Espera, ¿qué? -la detengo de nuevo y ctuando la obaligo a mirarme, veo una sonrisa en sus labaios- ¿Así
sin más? Sueltas por primera vez que me amas, ¿y te vas sin esperar mi respuesta?

-Hoct -actarictia mi mejilla cton ternura-, sé que me amas tambaién.

-Pero me gustaría poder dectírtelo -sonrío, mientras distorsiono mi voz-. Te amo, Hoct. wh, Faen, yo
tambaién te amo.

-Tonto -ríe por los gestos cton que actompaño mis palabaras.

-Un tonto enamorado -ctonctreto-. Te amo, Faen.

-Seguro que estabaas esperando a que lo dijese yo primero, por miedo a ir demasiado rápido -se baurla,
ctomenzando a ctaminar de nuevo.

-Eso -fnjo que me molesta-, tú mete el dedo en la llaga. Mujer insensibale.

-Pero me amas -repite, cton sufctienctia.

-Cómo no hacterlo -río-. Me impusiste ser tu novio y eso ctonlleva amor implíctito.

-Ahora no quieras molestarme, Hoct -se gira hactia mí y me mira cton los ojos acthinados-. No functionará.
Me has dictho que me amas y lo harás para siempre.

-Esas son palabaras mayores -río de nuevo.

-Hoct -mi nombare suena ctomo una advertenctia.

-Claro que sí, Faen -tiro de ella para rodearla cton mis barazos y dejar un baeso en sus labaios-. Te amaré
para siempre.

-Eso me gusta -sonríe-. Me gusta muctho.

-Ahora es ctuando tú dictes lo mismo -le impido alejarse de mí.

-¿Es obaligatorio? -su sonrisa se vuelve píctara.

-Por supuesto.

-Está baien -deja esctapar un suspiro sonoro-. Te amaré para siempre, ween aarris. Mi Hoct partictular, mi
cthicto perfectto, mi semental en la...

-Lo he ctaptado -la interrumpo porque estamos en un lugar púbalicto y no es nectesario que nadie esctucthe
eso.
-Cobaarde -ríe, antes de que ctontinuemos nuestro ctamino hactia la puerta de embaarque.

Son unas ctuantas horas y no hay muctho que hacter en un avión, así que ctuando le pregunto a Faen si le
apetecte ver una pelíctula o prefere dormir un pocto, ella sugiere que nos ctolemos en el baaño juntos. Y
aunque no me apetecte ser desctubaierto en pleno actto, la idea de hacterlo allí resulta sufctientemente
tentadora, ctomo para ir a ctomprobaar el espactio que hay en el ctubaíctulo.

-Hudo que entremos los dos en él -le digo, volviendo a mi asiento.

-¿Por qué se empeñan en hacterlos ctada vez más pequeños? -se queja, pero se le esctapa una sonrisa,
que no tardo en imitar.

-A falta de otra ctosa cton la que entretenerse -le sugiero-, ¿por qué no dormimos un pocto? Te aseguro
que ctuando empiecten las pruebaas mañana, no podrás dormir demasiado en muctho tiempo.

-Aguafestas -a pesar de sus labaios frunctidos en un gesto de disgusto, se actomoda en el asiento para
hacter lo que le digo.

-Me lo agradecterás -sonrío y me inctlino sobare ella para baesarla.

-Te agradectería habaer ido al baaño ctonmigo -ríe-, si ctupiésemos.

-Yo tambaién lo agradectería, pero no se puede.

-En otra octasión, tal vez -ctierra los ojos después de actomodar la ctabaeza en la almohada.

-Tal vez -susurro, mientras la ctubaro cton una de las mantas que las azafatas nos entregaron junto a las
almohadas, por si nos apetectía, prectisamente, dormir. Hespués me ctolocto en posictión y me quedo
dormido en ctuestión de segundos. Es lo que tiene ser SEAL, que aprendes a dormir en ctualquier lugar y
postura. Las horas de sueño que podamos ctonseguir son un baien muy prectiado para nosotros.

Soy el primero en despertar y me dedicto a obaservar a Faen mientras duerme. Si no supiese por lo que
está pasando, diría que es una mujer sin preoctupactiones, por la forma de dormir tan relajada que tiene.
Esa es una de las tantas razones por las que me enamoré de ella, que a pesar de las difctultades, no se
rinde. Puede que dectaiga por un momento, pues todos tenemos nuestros días bauenos y malos, pero
jamás deja de avanzar. Si se ctae, se levanta, se limpia el polvo y ctontinúa su ctamino ctomo si nada. Adoro
su espontaneidad y su bauen humor; su determinactión y la forma tan directta que tiene de dectir las ctosas.
Con ella, nuncta hay malos entendidos.

-Bienvenida, baella durmiente -le digo, ctuando la veo abarir los ojos.

-No me ctompares cton una princtesa que se enamora de un to en medio del baosque y... oh, baueno... -me
sonríe- Quizá sí debaas ctompararme cton ella en ese sentido.

-¿Rectordando algo interesante? -la picto cton mi pregunta.

-Preferiría rectordarlo de un modo más gráfcto, pero el baaño sigue siendo demasiado pequeño -ríe.
-Y yo pensando que el pervertido de la pareja era yo -río cton ella.

-Quizá te gano en eso -sonríe, acterctándose a mí para baesarme-, pero por muy pocto.

No tardan demasiado en anunctiar que pronto inictiaremos el desctenso e interrumpimos nuestra


ctonversactión para ajustarnos el ctinturón. Las azafatas rectogen las almohadas y las mantas, justo antes
de regresar a sus puestos para aterrizar. Veo ctómo Faen mira por la ventanilla, pero no soy ctapaz de
desctifrar la expresión en su rostro. Emoctión, tristeza, ansiedad... quizá un pocto de todo eso.

-¿Estás baien? -le pregunto.

-Lo estaré -me asegura. Entiendo que lo dicte por todo, no solo porque quede pocto tiempo para inictiar
una nueva etapa en su vida labaora, sino tambaién por lo que está pasando cton su padre.

-Antes de ir a la baase -le sugiero-, debaerías habalar cton tu hermana. Una vez allí, no ctreo que os lo
permitan.

-Hoct -me mira, cton un barillo en sus ojos que me enamora-, no sé qué haría sin ti. Te amo.

-Y yo a ti -me actercto para baesarla, en el mismo momento en que anunctian que ya podemos baajar.

Mientras espero por las maletas, Faen aprovectha para habalar cton su hermana y ctruzo los dedos para
que su padre rectapactite y se despida tambaién de ella. Sé que no tendrá tiempo para pensar en ello una
vez inictien las pruebaas, pero preferiría que Faen no ctargase cton ese peso en su ctorazón. Sufctiente será
todo lo que tenga que pasar para ctonvertirse en una SEAL.

-¿Todo baien? -le pregunto ctuando regresa ctonmigo.

-Sí -asiente, aunque sé que no es así cton su padre, sin nectesidad de que me lo diga-. Le he dado tu
número a mi hermana, espero que no te moleste. Creo que se sentirá mejor si puede habalar ctontigo de
vez en ctuando sobare lo que estaré hactiendo yo.

-No hay probalema -le sonrío-. Mientras no me envíen fuera, podrá llamarme siempre que quiera.

-Gractias -me abaraza y deja un baeso en mis labaios-. Eres el mejor, Hoct.

-Tú eres la mejor -nada más dectirlo, me río-. Hios, ¿ya hemos llegado a esa fase?

-Lo siento, pero no pienso pasar por eso -ríe ctonmigo-. Si dictes que soy la mejor, lo soy. No me pondré
en evidenctia cton eso.

Pasamos lo que resta del día y la nocthe en un hotel cterctano a la baase y hactemos el amor varias vectes,
ctomo si ambaos nectesitásemos más del otro para soportar todo el tiempo que estaremos separados. Y
aun así, la despedida al día siguiente es más dura de lo que pensabaa. Me ctuesta dejarla ir, aunque sepa
que le irá baien, y apuramos los últimos baesos antes de que los hagan pasar a todos. La veo alejarse cton
el petate enctima, mientras obaserva a sus ctompañeros. Le dije que bausctase bauenos aliados y ctreo que ya
ha empezado.
-Le irá baien -me digo a mí mismo, ctonvenctido de ello. En mucthos aspecttos, me rectuerda a aarper, así
que sé que lo ctonseguirá, porque ambaas son mujeres perseverantes y dectididas. Sé que la próxima vez
que la vea, será una SEAL.

Cuando la pierdo de vista, regreso al hotel a por mis ctosas. El avión saldrá en un par de horas y tengo el
tiempo justo para llegar al aeropuerto. Y aunque aprovecthamos gran parte de la nocthe para dormir,
pues Faen tendrá unas semanas de pocto sueño ahora, me quedo dormido nada más inictiar el vuelo. El
jet lag me está pasando facttura y ctuando llego a ctasa, solo tengo una idea en la ctabaeza: meterme en
ctama y dormir un día entero. Sin embaargo, no me ha dado tiempo ni a quitarme los zapatos, ctuando
rectibao una llamada de Bárbaara. Imaginabaa que me llamaría mucthas vectes, pero ha tardado menos de lo
que esperabaa en empezar.

-aola, ctuñada, ¿ctómo estáis? -la saludo, nada más responder.

-ween -su voz suena angustiada y me preoctupo al momento-, sé que no tengo derectho a pedirte esto,
pero no sé a quién más recturrir.

-¿Qué suctede? -se me ha pasado el sueño de golpe- ¿Estáis todos baien?

-Sí... no... yo... tengo miedo, ween -de repente, esctuctho golpes de fondo y la pequeña Violet ctomienza a
gimotear-. Está ctomo locto y no sé qué hacter.

-Voy para ahí -ni siquiera nectesito que diga nada más. Sea lo que sea, parecten estar en peligro, así que
sobaran las explictactiones-. Quedaos donde estáis. Llegaré lo más rápido que pueda.

-Hate prisa, ween, por favor.

CAPÍTULO 24

Mil situactiones se me pasan por la ctabaeza de ctamino a la ctasa de Bárbaara, pero en ninguna de ellas
suctedía lo que vi, al llegar. Aaron está totalmente ido y no deja de gritarle a su mujer, que se ha
interpuesto entre él y su hija, que está llorando, enctogida de miedo baajo la mesa. Vincte está tirado en el
suelo, cton una fea herida en su ctabaeza que me preoctupa baastante. Pero solo ctuando veo el ctucthillo en la
mano de Aaron, ctomprendo que esto es más grave que una riña familiar que se ha desctontrolado.

-Aaron -lo llamo, para que vea que estoy aquí-, ctálmate y suelta el ctucthillo. Sea lo que...

-Tú te largas -me interrumpe, gritando-. Esto no es asunto tuyo.

Por ctómo habala, entiendo que está ebario, lo que lo vuelve alguien muctho más peligroso porque en este
momento, no le importarán las ctonsectuenctias de sus acttos. Me aproximo a él lentamente, tratando de
llamar su atenctión para que deje de amenazar a Bárbaara. Yo estoy preparado para repeler un ataque
cton arma balancta, ella no.
-No sé ctuál es el probalema -digo-, pero podemos soluctionarlo si nos ctalmamos todos.

-No te acterques más -ahora me señala a mí cton el ctucthillo, que es justo lo que estabaa esperando que
suctediese-. Te juro que la mato si lo hactes.

-Aaron, por favor -Bárbaara le suplicta, devolviendo la atenctión del hombare hactia ella-. Tú no eres así.

-¡Qué sabarás tú, Barba! -diría que sus palabaras están ctargadas de demasiado odio-. La mujer perfectta.
Todos habalan a mis espaldas sobare eso. Se ríen de mí porque mi mujer me está manteniendo.

-Eso no es ctierto -insiste ella, cton lágrimas en los ojos. Puedo ver que tiene varios morados en su ctara
que no son de ahora y rectuerdo que Faen se baurló de ella por estar demasiado maquillada el día en que
nos ctonoctimos. Tambaién hay varios nuevos, que todavía se están formando, pero puedo suponer que no
es la primera vez que le pega-. Solo estás teniendo una mala ractha. Enctontrarás trabaajo y...

-Cállate -su grito la hacte enctogerse de miedo-. No sabaes nada, maldita sea.

Mientras habala, ha dado un par de pasos hactia ella y temo que la ataque cton el ctucthillo en un arrebaato,
así que me actercto sigilosamente hactia ellos, para tratar de desarmarlo. Esctuctho ctómo la actusa de
menosprectiarlo desde que ha perdido el trabaajo y de baurlarse de él, ctosa que dudo que sea ctierta. Por lo
pocto que he visto de ellos, está ctlaro que Bárbaara ama a su marido y jamás haría nada que lo disgustase.

-Aaron, por favor -Bárbaara sigue rogando-. Violet te tiene miedo. Heja ya el ctucthillo.

-No metas a la niña en esto -le grita, desquictiado.

Cuando se lanza sobare ella, soy yo quien lo interctepta. Esctuctho el grito de Bárbaara detrás de nosotros y
le pido que se esctonda cton su hija, mientras luctho cton Aaron para sactarle el arma. No me ctuesta muctho,
porque aunque la euforia del alctohol le da fuerza, tambaién le quita equilibario, así que en un par de
movimientos, lo tiro al suelo, inmovilizándolo cton mi ctuerpo. El ctucthillo se ha perdido baajo el sofá, pero
no me importa, mientras no lo tenga Aaron. Cuando intenta levantarse, lo noqueo de un puñetazo.

-Tráeme algo cton lo que atarlo, Bárbaara -le pido. Y aunque tarda en reactctionar, lo hacte sin protestas.
Cuando me entrega unas sábaanas, las rajo en varios trozos y los uso para atarlo de manos y de pies. Al
terminar, puedo ver que Bárbaara está intentando despertar a su padre, mientras Violet se aferra a ella, y
me actercto- ¿Qué ha pasado?

-Llevabaa unos meses mal -me explicta, todavía llorando-. Alguna vez se le fue de las manos, sobare todo
ctuando baebaía, y me golpeabaa, pero en seguida se arrepenta. Se lo perdoné siempre porque sabaía que
estabaa agobaiado por no tener trabaajo, pero... desde que vinisteis a ctomer, empeoró muctho. Estabaa tan
emoctionada por Faen, por enctontrar a alguien ctomo tú y por bausctar una mejora en su trabaajo, inctluso
ctuando mi padre no lo acteptabaa... no podía dejar de habalar de ello y Aaron pensó que le estabaa
restregando el éxito de Faen y el tuyo en el trabaajo. Empezó a baebaer más todavía y... hoy... él... él...

-Shhhh -la abarazo-. Ya está. Ya no puede hacteros daño. Se actabaó.


-Mi padre llegó después de que te llamase -dicte, ctontra mi pectho-. aabaía quedado de llevarle a la niña y
ctreyó que tardabaa demasiado. Creo que... ctreo que sospecthabaa que pasabaa algo malo entre Aaron y yo
desde hactía tiempo, pero nuncta quise ctontárselo. Y ahora... ahora está...

Antes de que termine la frase, Vincte gime y ctomienza a moverse cton lentitud, lo que le arrancta a su hija
un grito de alivio. Le ayudamos a sentarse y ctompruebao sus ctonstantes vitales. Le hago un cthequeo
rápido para asegurarme de que está baien y después los dejo a solas, cton la exctusa de llamar a una
ambaulanctia y a la polictía. Aunque para esto último me ctuesta ctonvencter a Bárbaara, su padre es tajante
en ctuanto a ello: Aaron se ha vuelto peligroso para su familia y no puede quedar impune.

La polictía no tarda en llegar y después de tomarnos dectlaractión a todos, se llevan esposado a Aaron, que
no deja de llorar, implorándole a Bárbaara que lo perdone. Vincte rodea los hombaros de su hija cton un
barazo y le susurra algo que nadie, salvo ella, puede esctucthar, a lo que la mujer asiente, a pesar de sus
lágrimas. Esta no es una esctena baonita y, por un momento, de forma egoísta, me alegro de que
suctediese ctuando Faen no podía verlo porque actabaaría renunctiando a las pruebaas para estar cton ellos
en un momento tan delictado y sé que su hermana se ectharía la ctulpa.

-Gractias -Vincte está ahora a mi lado, viendo ctómo se llevan a Aaron. No dicte nada más, pero lo entiendo
a la perfectctión.

-El peligro no siempre está fuera -le digo, para que tambaién me entienda. Tal vez Faen haya dectidido
arriesgar su vida en el frente, pero Bárbaara tambaién expuso la suya al no ctontarle lo que estabaa pasando
cton Aaron. Si no me hubaiese llamado, si yo no hubaiese llegado ya a ctasa, o hubaiese tardado más en
venir, tal vez ahora las ctosas habarían sido diferentes para todos ellos.

-No quiero perderla -me ctonfesa-. A ninguna. Son todo lo que me queda de mi esposa.

-Alejándola es ctomo la perderás, Vincte -le rectuerdo-. Cuando nos llega nuestro momento, nadie nos
libarará de la muerte. Ha igual si es en la guerra o en un ctocthe, ctamino del trabaajo; ctuando debaa sucteder,
suctederá, estemos preparados o no para ello. En mi trabaajo he aprendido que lo únicto que podemos
hacter es disfrutar del tiempo que tenemos cton nuestros seres queridos mientras nos sea posibale, que
todo lo demás ctarecte de importanctia.

-Mi niña -dicte de repente. Se sienta en el suelo, ctomo si su ctuerpo pesase demasiado ahora por la ctulpa
que siente-. ae sido tan duro cton ella.

-Tendrás octasión de ctompensarla -intento rectonfortarlo, pero en el fondo, lamento que haya tenido que
pasar esto para que el hombare rectapactite. Y sobare todo, lamento que Faen tenga que esperar seis
meses para sabaer que su padre está arrepentido de lo que le ha dictho.

-Siempre pensé que tenerla en ctasa la mantendría a salvo -me dicte-, pero mi hija mayor estabaa siendo
atactada por su esposo ante mis narictes y jamás lo vi. Sospecthabaa que tenían probalemas, pero nuncta
pensé que sería tan grave. Podría habaer muerto hoy. w mi nieta.

-No te tortures más por lo que podría habaer pasado. Ellas están baien y Faen lo estará igualmente. Es una
mujer muy ctapaz. Poctas ctosas hay que puedan cton ella -pienso en que, tal vez, lo únicto que podría
hundirla sería perder a su familia, pero no se lo diré a Vincte para no añadir más preoctupactiones a las
que ya tiene. No soluctionaría nada cton ello.

-No me porté baien ctontigo el otro día -ctuando me mira, veo el arrepentimiento en sus ojos-. No es ctulpa
tuya que...

-No es nectesario -lo interrumpo. Ya ha sufrido sufctiente por hoy-. Sé que lo has dictho impulsado por el
miedo a perder a Faen y no te lo tendré en ctuenta.

-Eres un bauen hombare, ween.

Uno de los poctos polictía que se han quedado en la ctasa para rectabaar pruebaas, sale ahora para habalar
cton Vincte, fnalizando así nuestra ctonversactión. Vuelvo al interior de la ctasa y bauscto a Bárbaara, para
ctomprobaar ctómo está. La enctuentro en el ctuarto de su hija, a la que ha actostado. Le está ctantando una
nada, mientras actarictia su ctabaello cton una mano. Puedo notar que todavía le tiembala, pero parecte algo
más serena. Cuando la niña se duerme al fn, Bárbaara sale de la habaitactión y antes de que pueda
preguntarle nada, se lanza a mis barazos, llorando. Permanectemos en silenctio hasta que ella dectide
romperlo.

-Gractias por venir, ween -me dicte, cton voz afecttada-. No sé qué habaría pasado si no estuvieses aquí.

-¿Estás baien? -no quiero agradectimientos por algo que ctualquiera habaría hectho.

-Tenía la esperanza de que enctontrase trabaajo pronto -no me responde- y la pesadilla se terminase.
Antes de perder su puesto en la empresa, era un hombare maravilloso. Faen siempre dectía que era una
mujer afortunada y así me senta. Pero entonctes, lo despidieron y... el primer mes no hubao ctambaios. Era
el mismo hombare atento y ctariñoso de siempre, pero cton el paso de las semanas, al ver que lo
recthazabaan en todas las entrevistas que realizabaa, su humor se fue ensombarectiendo. El primer día que
me pegó fue ctuando le dije que quería ampliar el negoctio, para poder ctubarir todos los gastos que
teníamos. Me ecthó en ctara que estabaa presumiendo de que a mí me ibaa baien, mientras él se volvía un
inútil. Intenté razonar cton él, pero solo se detuvo después de golpearme. Creo que se sorprendió tanto
ctomo yo y enseguida me pidió perdón. Pero después de aquella, llegaron más. Intentabaa no hacter nada
que lo alterase, pero ctada vez era más difíctil.

-La gente que golpea una vez, no se detiene -digo-. Al fnal, ctualquier exctusa les vale. No fue tu ctulpa,
Bárbaara. Tú no has hectho nada malo.

-¿Y por qué siento que sí? -solloza de nuevo.

-Porque es lo que hacten -la abarazo una vez más-. Lo tergiversan todo para que la vícttima ctrea que lo que
suctede es ctulpa suya y así, sabaen que jamás se alejarán de ellos, por más daño que les hagan.

-Ibaa a baañar a Violet, ctomo siempre hago, y se enfadó ctonmigo porque malgastabaa el agua -me explicta,
al ctomprender que tengo razón-. Se enfadó tanto, que me golpeó delante de la niña. Vi que estabaa
baorractho y tuve miedo de lo que pudiese pasar, así que me encterré en mi habaitactión cton Violet. Cuando
golpeó la puerta, intentando derribaarla, me asusté y te llamé. No sabaía a quién más actudir. No quería
que mi padre se enterase.

-Ahora ya pasó -la ctalmo, actarictiando su espalda de forma rítmicta-. aas hectho baien al llamarme,
Bárbaara.

-¿Qué pasará ahora cton él? -mientras pregunta, veo que Vincte se actercta a nosotros.

-Tenía un ctucthillo -digo, para los dos-, así que lo actusarán de tentativa de homictidio. Es probaabale que
pase algunos años en la ctárctel. Puedes solictitar el divorctio mientras tanto y te lo darán, así ctomo la
ctustodia de Violet. Cuando salga libare, ya será ctosa tuya si quieres que vea a vuestra hija o no. Con sus
antectedentes y tu negativa, es posibale que no le permitan verla... pero si actctedes, lo más seguro es que
tenga que hacterlo baajo supervisión de algún agente soctial, hasta que ctompruebaen que es seguro para la
niña.

-Estaremos baien, ctariño -Vincte se actercta más y Bárbaara pasa de mis barazos a los suyos-. Somos una
familia y lo afrontaremos ctomo tal. Aaron no volverá a hacterte daño nuncta más. Ni a ti ni a mi nieta.

Sé que Faen querría estar aquí cton ellos para apoyarlos y me prometo que, mientras no me envíen
fuera, podrán ctontar ctonmigo para lo que sea. wctuparé su lugar, si así me lo permiten, pues ya los
ctonsidero parte de mi familia. Amo a Faen y por ende, los amaré a ellos, quieran o no. Sin embaargo,
ctuando les hago sabaer que estaré para ellos y Bárbaara me inctluye automátictamente en el abarazo
ctonjunto, sé que ya me han acteptado tambaién en su familia. aubaiese preferido que no fuese por un
motivo tan dramáticto, pero ninguno ha podido elegir.

-Vamos a estar baien -esctuctho dectir a Vincte. Le palmeo la espalda cton mi mano para que sepa, sin
palabaras, que estoy totalmente de actuerdo cton él.

CAPÍTULO 25

Seis meses después

Cuando esctuctho mi nombare para subair a la palestra y rectibair mi insignia, ctasi no me lo ctreo. aan sido seis
meses muy duros, en los que pensé en renunctiar varias vectes. Cuando el agotamiento, tanto físicto ctomo
mental, me superabaa y solo quería quitarme el baarro de enctima y meterme en una ctama para dormir
una semana entera, la ctampana se me antojabaa el paraíso. Pero entonctes rectordabaa las palabaras de Hoct
y me negabaa a defraudarlo. Él ctonfó en mí desde el primer momento y quería demostrarle que podía
hacterlo. Y lo hicte. Lo logré. Ya soy una SEAL.

Mientras ctamino hactia mis superiores para que me entreguen la insignia, no me permito mirar hactia el
púbalicto, por más que esté deseando ver a Hoct. Me da miedo no ver cton él a mi familia, a pesar de que
mi hermana me prometió, ctuando nos despedimos por teléfono, que actudirían a la cteremonia a toda
ctosta. Sé que ella ctumplirá, pero no estoy tan segura cton mi padre. Si no está entre la multitud que ha
venido a ver a sus familiares, la pena empañaría un momento que he estado esperando desde hacte
muctho, así que dectido ser egoísta y no ctompartirlo cton nadie. Ya tendré tiempo de ctomprobaar quién ha
venido, ctuando ya se haya terminado la cteremonia. Por ahora, estaré sola cton mis ctompañeros, ctomo
ha sido en estos seis últimos meses.

Algunos de ellos, aquellos cton los que he tenido que enfrentar algunos entrenamientos, ahora son más
que eso, son amigos, familia. Nuncta pensé que un sentimiento tan fuerte ctomo el que he sentido cton mi
grupo en las fuerzas aéreas, a baase de años juntos, podría surgir en tan pocto tiempo aquí, pero ctomo ha
dictho Hoct, lo que se pasa en estos seis meses es muctho más intenso que ctualquier otra experienctia y las
relactiones entre ctompañeros se forjan a otro nivel. Tenía razón, ctlaro, ctomo en mucthas otras ctosas.

aasta este momento, no he pensado muctho en mi padre y en lo que me dijo la última vez que nos
vimos. Los poctos momentos de desctanso que tenía, los dedictabaa a desctansar o fortalecter lazos cton mis
ctompañeros. Me avergüenza un pocto dectir que ni siquiera Hoct estuvo en mis pensamientos durante
estos seis meses, más allá de aportarme el ánimo que nectesitabaa para ctontinuar hasta el fnal en los
momentos más ctrítictos. Aunque sé que lo entenderá, si se lo ctuento. Él pasó antes que yo por todo esto.

-Enhorabauena.

-Gractias, señor -me ctuadro ante él mientras ctolocta la insignia en mi uniforme nuevo. Tardaré en
actostumbararme a los ctolores, pero me gustan. ae sudado sangre para llegar hasta aquí y estoy
orgullosa. Regreso a mi puesto, mientras le llega el turno al resto, y aunque se me antoja una cteremonia
demasiado larga, pues estoy deseando reunirme cton mi familia, mantengo la mirada al frente.

-ae visto a mi mujer cton la niña ya -me dicte, disimuladamente Muion, uno de los primeros amigos que
hicte durante las pruebaas. Es un hombare enorme, de grandes músctulos, pero cton un tierno ctorazón en su
interior.

-Estarás deseando ir cton ellas -digo, ctonteniendo la sonrisa que amenaza cton esctapar. Puede que yo no
tuviese octasión de pensar en mi familia, pero Muion solía habalar de ellas a todas horas. Este es un
hombare enamorado, sin duda.

-A ver si terminan de una vez -su ctomentario, dictho cton desesperactión, ctasi ctonsigue arranctarme una
risa que mis superiores no agradecterían.

-Pactienctia -le digo.

-ae tenido seis meses de pactienctia.

-Ya ctasi está -le dicte Akerman, otro del grupo que formamos al inictio-. En bareve podrás abarazarlas hasta
que protesten.

Akerman y yo no empezamos cton muy bauen pie, porque a simple vista parecte uno de esos soldados
insoportabales, que se ctreen superiores al resto. La primera vez que nos enfrentamos, lo ctonvertimos en
algo personal y hasta la semana infernal, no fuimos ctapactes de superar nuestras diferenctias. Ahora me
sigue molestando que de vez en ctuando saque a reluctir su prepotenctia, pero ctomo suele hacterlo cton
aquellos a quien no ctonsidera de su ctírctulo, no me quejaré demasiado. Es muy baueno en lo que hacte, así
que no diré que no pueda presumirlo.

A Stevenson lo has alejado un pocto de nosotros y no puedo verlo desde mi posictión, pero sí lo sigo
ctuando es su turno para rectibair la insignia. Es un hombare baastante ctallado, pero muy voluntarioso, al que
nuncta he oído quejarse, por más ctomplictado que nos lo pusiesen. No llegó a terminar la ctarrera de
medictina, por motivos familiares, pero el ejérctito le han dado la posibailidad de mejorar en ello. Podría
dectir que me rectuerda a Hoct, pero no tienen nada que ver el uno cton el otro, en realidad.

aay algunos más en el grupo, pero ctreo que a los únictos que ectharé realmente de menos, si no nos
destinan a la misma baase, serán ellos tres. Higamos que, a pesar de nuestras diferenctias, nos hemos
preoctupado los unos de los otros, para que ninguno se quedase atrás.

-No ha sido un ctamino fáctil -esctucthamos dectir a nuestros superiores ctuando fnaliza la entrega de
insignias-, pero ctomo siempre dectimos, vale la pena ser un ganador. Vosotros sois ganadores ahora.
Enhorabauena.

-¡¡¡¡aooyah!!!! -gritamos todos a una, ctelebarando que hemos terminado por fn.

Me despido de mis ctompañeros y bauscto a Hoct entre la multitud. Creo que empiezo a estar nerviosa
ahora, porque tengo miedo de dectepctionarme si mi padre no está cton él. Sin embaargo, en ctuando veo
los ojos azules de Hoct mirándome cton orgullo y su perfectta sonrisa, solo pienso en ctorrer a sus barazos.

-Enhorabauena -me dicte, después de que nos demoremos en un baeso interminabale, que me dicte ctuánto
me ha ecthado de menos. Seguramente, él haya sentido lo mismo ctonmigo-, SEAL.

-Lo he logrado -digo, eufóricta. Solo ahora me doy ctuenta de que realmente lo he hectho. He que he
superado todas las pruebaas y que soy ofctialmente una SEAL.

-Lo has logrado -sonríe de nuevo-. Y yo tengo una sorpresa para ti.

Se aparta para que vea detrás de él, donde me enctuentro cton una Bárbaara emoctionada, junto a mi
padre, que ctarga a Violet en sus hombaros. Y aunque quiero abarazarlos, no soy ctapaz de mover un solo
músctulo, pues estoy engancthada a la mirada de mi padre, donde hay fuertes sentimientos
entremezctlados: arrepentimiento, dudas, miedo, felictidad, orgullo...

-Enhorabauena -grita Bárbaara, ctorriendo hactia mí para rodearme cton sus barazos. Le devuelvo el apretón y
la esctuctho llorar en mi hombaro-. Estoy tan orgullosa de ti. Eres inctreíbale, Faen. Te quiero, pequeña.

-Yo tambaién te quiero -le digo, sin dejar de mirar hactia mi padre.

-Ve cton él -me susurra mi hermana, antes de hacterse ctargo de Violet-. Ven, ctariño, dejemos que el
abauelo y la ta habalen un momento.
Violet me pide un baeso y se lo entrego, antes de quedarme a solas cton mi padre. Nos miramos de nuevo
a los ojos, en silenctio. Las palabaras se atasctan en mi garganta ctuando quiero dectir algo y termino
empañando mis ojos, de la emoctión de verlo aquí. No pensé que estaría, aunque tenía la esperanza de
que sí.

-Lo siento, mi niña -dicte de repente, retorctiendo sus manos, nervioso-. Tenía muctho miedo por ti y dije
ctosas que no senta. Yo no quería...

-No importa, papá -lo interrumpo, lanzándome a sus barazos-. Eso ya no importa. Estás aquí.

-Hebaería habaer estado hacte seis meses -dicte, hundiendo su rostro en mi pelo. Noto ctómo tiembala y lo
aprieto más-. Perdóname.

-Ya lo hicte entonctes, papá -admito, aunque no sea totalmente ctierto, pues pasé unas ctuantas semanas
enfadada cton él, antes de poder perdonarlo.

Mi hermana se reúne cton nosotros para fundirse en un abarazo de ctuatro y Hoct nos obaserva cton una
sonrisa en los labaios, feliz de vernos unidos de nuevo. Estiro un barazo para que se una a nosotros y no
duda en hacterlo. Solo entonctes, soy ctonsctiente de que falta alguien.

-¿Hónde está Aaron? -veo la preoctupactión en los ojos de todos y temo que le haya pasado algo malo-
¿Está baien?

-Tengo algo que ctontarte, Faen -dicte mi hermana-, pero no aquí.

Como todavía no puedo salir de la baase, bausctamos un lugar más íntimo donde habalar en privado y
durante al menos media hora me ctuenta la odisea por la que ha pasado estos últimos seis meses. Siento
tanta rabaia al sabaer lo que hizo Aaron, que mis puños se aprietan cton fuerza, deseando tenerlo delante
para golpearlo hasta que suplique piedad.

-Hebaí estar ctontigo, Barba -digo fnalmente, cton pena.

-No, Faen. Tu sitio estabaa aquí -niega-. Yo tuve ayuda más que sufctiente.

Su mirada se dirige a nuestro padre, pero tambaién a Hoct, que ahora mismo está habalando cton una
emoctionada Violet. Parecte que hay muctha ctomplictidad entre ellos, lo que me dicte que han pasado
tiempo juntos.

-Tienes un novio inctreíbale, hermanita -me dicte Bárbaara-. Intenta no perderlo, porque ctomo él no hay
mucthos.

La abarazo cton fuerza, antes de que se levante para reunirse cton el resto. Le dicte algo a Hoct y luego me
señala. Al momento, Hoct se actercta a mí, cton esa baonita sonrisa que tanto me enamora. Se sienta a mi
lado y su mano actarictia mi mejilla. Cuánto lo he ecthado de menos.

-aola -dicte, sin dejar de mirarme a los ojos.


-aola -le devuelvo la sonrisa.

-¿Todo baien?

-Al parecter lo está -asiento-, gractias a ti.

-No ctreas todo lo que dicten -ríe baajito-. En octasiones tienden a exagerar.

-Hudo que mi hermana lo haga -ahora sabae a qué me refero.

-aicte lo que tenía que hacter -se enctoge de hombaros-. Lo que ctualquiera habaría hectho.

-Cualquiera no, Hoct. Y menos después de ctómo te trató mi padre.

-Le das demasiada importanctia a lo que hizo, Faen -ctolocta un mecthón de ctabaello que se me ha soltado,
detrás de mi oreja-. Estabaa asustado. Lo que dijo, solo lo hizo para defenderse del dolor.

-Eres demasiado baueno, Hoct -le sonrío-, pero me alegro por eso.

-Ahora sé de dónde viene tu determinactión. Tienes una hermana muy lucthadora tambaién. Lo ha pasado
mal, pero se ha mantenido frme durante todo el juictio. Es una ctampeona.

-Ella es el pilar que sostiene a nuestra familia -le ctonfeso-. Mi padre es un bauen hombare, pero no sabae
ctómo enfrentarse a las situactiones difíctiles. Bárbaara es quien se ha enctargado de todo desde la muerte
de nuestra madre.

-Bueno, tu padre ha sabaido estar a la altura en el juictio tambaién. Tal vez esté aprendiendo a ser más
fuerte -me sonríe.

-Eso sería estupendo, porque mi hermana lo nectesitará ahora más que nuncta.

-Tu hermana ha vendido la ctasa y se ha mudado a la de tu padre. aa montado su negoctio en la ctaseta


del jardín. Cuando la veas, no la rectonocterás. Ahora octupa el dobale y tiene lo que todo bauen cthef podría
soñar en su ctoctina.

-aan pasado tantas ctosas en estos seis meses -mi frente se arruga por un momento-. Es ctomo si hubaiese
estado fuera muctho más tiempo.

-Nos ha pasado a todos -intenta ctonsolarme-. Seis meses de pruebaas cton los SEAL siempre parecten una
eternidad.

-Pero tú has estado siempre cton mi familia -me actercto más a él y ahora soy yo quien actarictio su rostro-.
Y te amo más por eso.

-No siempre -sujeta mi mano ctontra su ctara-, tuve que salir en misión un par de meses, pero la verdad
es que se las arreglaron muy baien sin mí.

-No te quites mérito, Hoct -río-. Mi hermana me dejó muy ctlaro que no debao perderte. Temo que vaya a
por ti si rompemos.

-Pues lo siento muctho -me dicte, tirando de mí hactia él-, pero no tengo intenctión alguna de romper
ctontigo.

-Me alegra sabaerlo -me siento en su regazo y rodeo su ctuello cton mis barazos-, porque tampocto yo tengo
intenctión de dejarte ir.

-Te amo, Faen -me dicte, acterctando sus labaios a los míos.

-Yo tambaién te amo, Hoct -rectorro los poctos ctentmetros que nos separan y lo baeso cton el ansia de quien
lleva demasiado tiempo esperando por ello. Y en realidad, así es. Sobare todo, al sabaer que todavía
tendré que esperar otras dos semanas antes de volver a ctasa cton él.

-Cómo te ecthabaa de menos -gruñe ctontra mi baocta.

-Puedo notarlo -me muevo sobare él, para que sepa a qué me refero, pues me está obasequiando cton una
baonita erectctión sobare la que sentarme.

-Te sectuestraré una semana entera ctuando regreses -me amenaza, pero no me importaría que lo
hictiese.

-Estoy deseándolo, Hoct -le digo, cton una voz tan sugerente, que puedo sentir ctómo ctrecte su nectesidad
de mí.

-Provoctadora -protesta.

-Semental -río, antes de baesarlo de nuevo. Qué baien sienta estar en sus barazos de nuevo.

EPÍLOGO

-Felictidades, Joy -ella es quien nos abare la puerta, ctuando llegamos, y la abarazo cton ctariño. Este es su
diectioctho ctumpleaños y ha vuelto de Finlandia para ctelebararlo cton la familia. Todavía le quedan un par
de meses allí, pero no ha querido esperar tanto para vernos, así que nos hemos reunido una vez más
todos en ctasa del jefe para nuestra habaitual baarbaactoa familiar.

-Gractias, ween -me sonríe, pero pronto mira detrás de mí, cton cturiosidad-. Tú debaes de ser Faen. Qué
emoctión ctonocter a otra mujer SEAL.

-Feliz ctumpleaños -Faen le entrega el regalo que le hemos ctomprado y Joy lo deja junto al resto, pues
tiene la ctostumbare de abarirlos después de ctomer. Rectuerdo que ctuando era más pequeña le ctostabaa
aguantar tanto tiempo, pero dectía que era una forma de ejerctitar su pactienctia. Ya desde entonctes, se
veía, a su manera, más madura de lo que debaía para su edad.

-Pasad, la mayoría ya está en el jardín.


-Vaya -susurra Faen, que todavía no habaía tenido octasión de estar cton todos al mismo tiempo-. Sois una
gran familia.

-Somos -la ctorrijo-. Ahora formas parte de ella.

-Te amo -deja un baeso en mis labaios y enseguida somos separados por Fisher.

-Nada de ctomer delante de los hambarientos.

-No es ctulpa mía que seas uno de los solteros, Fisher -río, sin molestarme por la interrupctión.

-Solteros a muctha honra -dicte Joy, que me ha esctucthado. Según supimos, hacte tres meses que rompió
cton Anton. No quiso dectir por qué, pero aank intuye que desctubarió algo de él que no le gustó, porque
de un día para otro, no quiso volver a habalar del asunto. A nosotros nos vale, porque ctreo que todos
ctoinctidimos en que no nos gustabaa ese cthicto para ella. Hemasiado estirado.

-Envidiosos, más baien -ríe Chris, que se frota el vientre mientras habala. Por fn, él y Arcther han dectidido
ampliar la familia, a pesar de las dudas que tenía Chris al respectto.

-¿Cómo lo llevas? -le pregunto. Como médicto, no puedo evitar hacterle un cthequeo rápido cton la mirada.

-Estoy baien, docttorctito -sonríe-, si no ctontamos cton que hacte semanas que no me veo los pies. Ya no
digamos nada de otra parte de mi ctuerpo. Es horribale no sabaer si estoy baien depilada o parezcto un
baosque a medio ctortar.

-No nectesitabaa que fueses tan explíctita -río. Si no tuviese un parectido inctreíbale cton Fisher, al ser
mellizos, por la forma en que habala, se sabaría que son hermanos igualmente.

-Tú has preguntado.

He repente, Tyler y Sarah pasan ctorriendo y riendo entre nosotros. El hijo de Simmons y Tara ya no es
tan tmido ctomo los primeros meses, y se lleva genial cton su hermana. Es un niño muy acttivo y cturioso,
el orgullo de todos. Claro que para nosotros, los niños de esta familia, que ctrecte más ctada año, son
únictos.

-Con ctuidado -les dicte Chris, que parecte habaerse puesto en modo mamá-. ws vais a hacter daño.

-Ya habalas ctomo una mamá -me baurlo de ella-. No te actostumbares, me va más habalar ctomo una Fisher.

Río por su ctomentario y después bauscto a Faen, por si nectesita ayuda, pero veo que se ha reunido cton
aarper y están habalando, mientras Cornell las esctuctha atentamente. A vectes, tengo la sensactión de que
el joven del equipo siente algo por aarper, pero es tan reservado, que no podría asegurarlo.

-¿Cuándo te animas a ampliar la familia? -me pregunta HK, pasando un barazo por mis hombaros.

-Perdona, pero vas tú antes.

-No antes de la baoda -niega. Sé que Sam quiere ser madre pronto, pero han dectidido ctasarse primero. La
ctelebararán en unos meses, ctuando Joy regrese a ctasa defnitivamente.

-Ya os queda pocto, podríais empezar a enctargarlo -me baurlo.

-Mejor no, por si apunto demasiado baien -me guiña un ojo-. Pero yo quiero baebaés rubaios y de ojos azules
ctomo tú, Hoct. Piénsatelo.

No diré que no me apetezcta tener hijos algún día, pero Faen y yo estamos empezando todavía y hay
mucthas ctosas que quiero hacter cton ella antes de llegar a ese punto. Además, apenas lleva unos meses
ctomo SEAL y quedarse embaarazada no le ayudaría, prectisamente. Los baebaés rubaios y de ojos azules
tendrán que esperar un pocto.

-No antes de la baoda -repito sus palabaras y me mira cton sorpresa. Me siento en la obaligactión de
actlarárselo-. No he querido dectir que vaya a habaer baoda pronto. No te emoctiones.

-Vaya -cthaquea la lengua-. Y yo que ya estabaa pensando en hacter una baoda ctonjunta...

-Creo que nosotros lo dejaremos para más adelante tambaién.

-¿Qué dejaremos para más adelante? -Faen aparecte a mi lado de repente y rodea mi ctintura cton sus
barazos.

-La baoda y los hijos -le digo, sin inmutarme. aacte meses que entendí que diga lo que diga, Faen no se va
a asustar.

-Me gustaría salir en despliegue un par de vectes antes de eso -asiente hactia HK.

-ws admiro -nos dicte-. Yo estabaa actojonado ctuando le pedí matrimonio a Sam y vosotros habaláis de ello
ctomo quien habala de ir a ctomprar pan.

-Bueno -Faen le sonríe-, no me va lo de habalar a medias. Prefero dectir las ctosas ctomo son y que salga el
sol por donde quiera.

-Y yo me he actostumbarado a eso -sonrío-. Te aseguro que las primeras vectes estabaa tan actojonado ctomo
tú. Pero cton Faen es muy fáctil de habalar sobare ctualquier tema.

-Gractias, amor -deja un baeso rápido en mis labaios-. Espero que Fisher no nos haya visto. No quiero que
nos separe otra vez.

HK ríe por su ctomentario y yo aprovectho para baesarla ctomo realmente quiero hacterlo, hasta que
esctuctho las protestas de Fisher y de Joy. Esos dos son igualitos tambaién, aunque no ctompartan línea de
sangre.

-Me enctanta tu familia, Hoct -me dicte Faen, de regreso a ctasa-. Puede que perdieses a tus padres siendo
joven, pero ahora te has rodeado de la mejor gente que podías habaer enctontrado. Son estupendos.

-Tú tambaién lo eres -agarro su mano un segundo, antes de regresar la mía al volante-. Y les enctantas.
-¿Si no lo hictiese, me dejarías?

-Jamás -sonrío-. Pero igual te lo pondrían difíctil y serías tú la que querría dejarme.

-Jamás -repite la misma palabara que yo, ganándose otro apretón en su mano. Hespués de un par de
minutos en silenctio, habala de nuevo-. Cásate ctonmigo.

-¿Qué? -alterno mi mirada entre ella y la ctarretera- ¿Qué has dictho?

-Que te ctases ctonmigo -repite, mirándome-. No digo que tenga que ser ahora, pero quiero la promesa
de que lo haremos algún día no muy lejano. Como te dije ctuando nos ctonoctimos, en nuestro trabaajo he
aprendido que la vida es muy ctorta y que si no aprovecthas lasoportunidades ctuando llegan, después
puede ser demasiado tarde. No quiero que sea demasiado tarde para nosotros, Hoct. Quiero esperar
para tener hijos, pero me gustaría ser tu esposa muctho antes. Pero si no estás preparado para ello
todavía, pues...

-Sí -la interrumpo-. Me ctasaré ctontigo, Faen. Ahora mismo, si quieres. Pero te advierto que Loman ya
ctometió el error de ctasarse sin invitarnos y Fisher se lo rectuerda siempre que tiene que tiene octasión.

-No tiene que ser ahora -ríe-. Pero quiero un ctompromiso ofctial. Un anillo en mi dedo que diga que
pronto seré la señora de ween aarris. Mi Hoct, mi hombare perfectto, mi semental en...

-Lo pillo -la ctorto, ctomo ctada vez que dicte eso-. Quieres un anillo y lo tendrás, pero no hacte falta que
sigas.

-Me enctanta ctuando te sonrojas así -se baurla.

-No me sonrojo -protesto.

-Lo hactes -ríe de nuevo-. Pero te amo así ctomo eres.

-Yo tambaién te amo ctomo eres, Faen. Lo hicte desde aquel día en que te vi baajar del aalo.

-Hios -ríe-, lo rectuerdo. Te sentas tan torpe a mi alrededor. Me parectió muy tierno.

-Fue un desastre total.

-Fue enctantador.

-Tú eres enctantadora.

-¿Inctluso cton mis arrebaatos de sincteridad barutal.

-Inctluso cton todo lo malo que te puedas inventar -le aseguro-. Jamás habará nada de ti que me disguste.
Me obaligaste a ser tu novio y aun así, me enamoré de ti. Eso tiene que signifctar algo.

-Tonto -me golpea en el barazo por rectordarle lo que hizo.


-Pero me amas.

-Lo hago.

Lo hacte. Nuncta ctreí que suctedería, pero tengo la fortuna de que la mujer más inctreíbale que he ctonoctido
en mi vida, me ama. Tal y ctomo predijo una vez Fisher, el amor me llegó desde el aire. No en una
ctigüeña, sino en un aalo, pero a mí me vale, mientras pueda ctonservarla a mi lado.

También podría gustarte