Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Articulo OrlandoINGMECANICA
Articulo OrlandoINGMECANICA
Articulo OrlandoINGMECANICA
AREA DE TECNOLOGÍA
COMPLEJO ACADEMICO “EL SABINO”
PUNTO FIJO – EDO. FALCON
PROF. ING. NANCY DURÁN
Lubricación industrial
Al no darse la suficiente importancia, muchas veces el personal que se dedica a esta labor viene
rebotada de otros departamentos, no está formado adecuadamente y en demasiadas ocasiones
incluso se llega a menospreciar su labor. Por otra parte en demasiadas ocasiones no se da
prioridad a los trabajos de engrase y otras veces se realiza cuando no hay otra cosa que hacer.
Falta de lubricación
Puede darse por una frecuencia de engrase inadecuada o por una cantidad de grasa inferior a la
necesaria. Puede que no se haya calculado correctamente la cantidad de lubricante o la
frecuencia, o bien puede ser que no se haya tenido en cuenta las condiciones de funcionamiento
reales del equipo.
Una cantidad inadecuada de grasa o aceite, bien sea por poca cantidad o por excesivo tiempo
entre engrases, provoca una deficiente capa de lubricación, provoca fricción entre las piezas
móviles, lo que puede generar un desgaste excesivo de las piezas o una disminución de la
capacidad lubricante.
Exceso de lubricación
En este caso nos encontraríamos en el caso opuesto, el sobreengrase, bien por un exceso de
cantidad de lubricante o bien por un tiempo demasiado próximo entre engrases. En este caso
tendríamos un sobrecalentamiento del equipo debido a una elevada temperatura de
funcionamiento, lo que puede provocar un desgaste prematuro o un mal funcionamiento.
Una causa del sobreengrase puede ser de nuevo un cálculo erróneo del periodo de engrase o de la
cantidad de lubricante a utilizar. Otra causa del sobreengrase suele ser el “echa más grasa, que no
falte, más vale que sobre”.
Contaminación
La contaminación puede darse por una manipulación inadecuada del lubricante, por una mala
práctica en el propio engrase o por un mal sellado del equipo ante unas condiciones ambientales
adversas (polvo, calor, frío, …). La contaminación puede por ser agua o un fluido de proceso, por
partículas o por otro lubricante. En cualquier caso, con la contaminación se ven afectadas las
propiedades del lubricante.
Lubricante inadecuado
Aunque a veces existe la creencia de que “cualquier grasa vale para todo”, esto no es así. Existen
distintos lubricantes para las diversas aplicaciones y condiciones existentes.
Por ejemplo, en el caso de un rodamiento sometido a altas cargas de funcionamiento y bajas rpm,
las propiedades de la grasa deben soportar dichas cargas. La cantidad tabién influye a la hora del
engrase, por lo que en eeste caso estaríamos hablando de rellenar el soporte de rodamientos al
70% de su capacidad.
Sin embargo, si el rodamiento es de un ventilador de alta velocidad, la grasa debería ser bastante
fluida y tener un factor de velocidad elevado, se comportaría casi como un aceite. En este caso el
soporte se podría rellenar a un 30% de su capacidad.
En todos estos casos las consecuencias son desgaste de piezas en los equipos y averías, en algunos
casos irreversibles y que pueden generar grandes pérdidas, no solo por el coste de la sustitución
del equipo, sino por las producidas por la pérdida de producción debido al elevado tiempo de
reparación de la avería.
Pero si realizamos una lubricación adecuada podemos evitar esos costes e incluso podemos lograr
grandes beneficios al disminuir el índice de averías aumentando así la disponibilidad para poder
aumentar la producción. La formación ayudará a tomar conciencia y realizar buenas prácticas a la
hora de realizar el engrase. También podemos aprovechar las posibilidades que nos ofrece la
lubricación para poder realizar tareas de mantenimiento predictivo.
Buenas prácticas
Buen almacenaje de los productos, identificándolos para evitar mezclas y usos erróneos.
Cerrar bien los envases para evitar la contaminación.
Mantener las condiciones ambientales, evitando la humedad y la condensación.
Equipos adecuados, bombas de engrase, de trasvase, …, y no utilizar un mismo equipo
para diversas aplicaciones o limpiarlo antes de cambiar de aplicación.
Limpiar antes y después los puntos de engrase, evitando así la contaminación.
Elección del tipo de lubricante, aplicaciones especiales necesitan lubricantes adecuados. A
veces es muy difícil unificar productos.
Equipos de filtración en modo riñón para disminuir niveles de contaminación,
complementando a los filtros en línea.
Equipos de descontaminación como purificadores centrífugos o de vacío, para evitar la
contaminación por agua.
Mantenimiento predictivo
También podemos utilizar la lubricación para conocer el estado de los equipos y anticiparnos así a
posibles averías. Con los análisis de aceite podemos mantener controlados los parámetros que nos
muestran tanto el estado del lubricante como el posible desgaste de los equipos. Algunos de estos
parámetros son: oxidación (envejecimiento), acidez, cantidad de aditivos, cantidad de agua (ppm),
cantidad de partículas (ISO o NAS).
Desde mi experiencia es una práctica que reporta grandes beneficios, por una parte ahorrando
cambios innecesarios de lubricante cuando su estado es óptimo y por otra ayudando a detectar
averías. Los equipos que se pueden controlar con análisis son principalmente centrales de
lubricación e hidráulica y grandes reductores, dependiendo de su criticidad en el proceso. La
frecuencia de la toma de muestras depende de los equipos y de su funcionamiento, en mi caso las
frecuencias oscilaban entre 2, 3 o 6 meses para las tomas de muestras.
Con el análisis de grasas vamos a ver las propiedades de la grasa y su desgaste. En mi caso, este
tipo de análisis apenas no los realizaba, aunque si que pueden servir tras una avería para
identificar sus causas.
En definitiva, las malas prácticas de lubricación pueden generar un coste que es evitable. Por otra
parte es necesaria la concienciación de la importancia de la lubricación, tanto en su incidencia en
el funcionamiento de los equipos como en su función predictiva para el control de los equipos y la
disminución de las averías. Por tanto es imprescindible invertir, tanto en formación como en
lubricantes adecuados, así como en equipos.
Es de vital importancia saber que ocurre al no realizar una buena lubricación o una
de manera errónea, pueden observarse fallas en el rendimiento, funcionamiento,
variación de temperatura y daños en la superficies de las piezas. Para un correcto
funcionamiento se deben tener claro variables como, la selección y la correcta
aplicación del lubricante, teniendo en cuenta las condiciones a la cual este se
encuentre, que posea los aditivos y la propiedades requeridas en su aplicación.