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Tuvimos una charla con la Ing.

Margarita Benavente Yañez en la oficina de


los laboratorios de la Facultad de Ingeniería Química:

La UNAC se crea un 2 de setiembre del año 1966, en esos tiempos los ‘chalacos’
veían la necesidad de tener una universidad donde estudiar. En esa época surge
la necesidad de un grupo de ‘senadores’ creyeron que debía darse el caso, mas
no se contaba con un terreno; por lo tanto, se dio la Casona Rospigliosi, La Punta,
como un medio para que ahí pudiera estar la universidad en su etapa inicial. Del
año 1966 a 1968, pese a que el espacio era pequeño, los recursos e ingresos
eran bastante aceptables. Ya en el año 1968 surge el gobierno militar, entre el
año 1969 y 1970, logramos tener una embarcación, donado por el Ministerio de
Pesquería en aquel entonces. Si bien avanzábamos, también teníamos las trabas,
por ejemplo, hubo un terremoto que afectó a la universidad y los locales tuvieron
que ser separados en distintas zonas del Callao, uno de ellos en el colegio Lord
Cochrane por Colón, otro por Dos de Mayo, en lo que hoy en día es el Edificio de
los Pescadores, otro en Bolognesi, y así, a medida que pasaban los años, las
necesidades comenzaban a surgir.

Lo que es hoy en día la Ciudad Universitaria, era un terreno que fue casi donado
por los dueños, zona conocida como “Gran Chaparral”, debido a que había
establos, los estudiantes comenzaron a llevar las carpetas como un ‘desfile’ por
todo el Callao. Ellos les pidieron ayuda a las empresas, para así comenzar a
construir los primeros salones de estera, después se mejoraron, siendo más
conocidos como ‘Gallineros’. Todo esto hizo que el estudiante se vaya
identificando con su alma mater. A través de las luchas se lograron conquistas: la
creación del comedor de estudiantes y de algunos pabellones, esto gracias a los
recursos obtenidos a través del Ministerio de Economía y Finanzas.

Hemos tenido convenios, como por ejemplo el Convenio Húngaro, que nos brindó
módulos, que permitieron el desarrollo de la investigación, esto hizo notar a los
estudiantes un crecimiento no solo de la infraestructura sino académicamente
existió un salto cualitativo. Hubo otro convenio por parte de los alemanes, quienes
apostaron muchos recursos, sobre todo para la Facultad de Ingeniería Química en
Chucuito, que hoy en día es el laboratorio de la Facultad de Ingeniería Pesquería
y Alimentos. Ya nosotros logramos tener nuestro propio pabellón de laboratorios,
y al lado el laboratorio de operaciones unitarias. Surgió otro convenio, el convenio
suizo, quienes trajeron unos módulos capaces de generar recursos propios, esto
fue de mucha ayuda ya que permitió al alumno desarrollarse, fue una muy buena
etapa.

Lamentablemente, los años 90, fue una etapa muy difícil y, sobre todo, muy triste.
El terrorismo afectó de gran manera a la universidad, y consigo a la vida de los
estudiantes. En esa época existieron muchas muertes, desapariciones, exceso
de carcelería a trabajadores docentes y no docentes, ya que cada vez que
intervenía la Marina de Guerra, los estudiantes eran tirados al suelo sin importar si
eran hombres o mujeres, haciendo que se ensucien la ropa ya que algunas partes
del terreno todavía estaban sin construir y algunas zonas eran barro.

Todo esto generó un retroceso, haciendo que la universidad diera un paso al


costado. Hasta la fecha nuestro estudiante no logra dar ese salto de vida
estudiantil, el alumno llega deseoso de estudiar y desarrollarse como profesional,
pero no se siente identificado con su alma mater.

“Ellos vienen a la universidad, pero la universidad no pasa por ellos”. Este


problema es muy cuestionado por dicha docente de la institución, ya que es algo
que el estudiante anhela. Uno debe estudiar porque quiere hacerlo y se debe
sentir feliz con ello, no debe ser para nada forzado.

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