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Actualidad de la posición de Wilhelm Wundt

respecto al problema mente-cuerpo

Saulo de Freitas Araujo

El problema mente-cuerpo es un tema central y constante no solo en la historia de


la psicología sino de todas las ciencias que se ocupan de los llamados procesos
mentales. Gracias a los progresos ocurridos en las neurociencias en las últimas
décadas, ha aparecido una tendencia a resolver ese problema por medio de la
investigación cerebral. El presente artículo intenta demostrar que: (a) esta
tendencia contemporánea revela un tipo de materialismo ingenuo, que se asemeja
mucho al “materialismo vulgar” del siglo XIX, y (b) que la posición defendida por
Wilhelm Wundt está en abierta oposición a toda forma de materialismo. Se
concluye que Wundt ofrece una alternativa menos ingenua y por tanto más
plausible.
Wundt / Problema mente-cuerpo

Current validity of Wilhelm Wundt’s position on the body-mind problem


The body-mind problem has been a central and permanent problem not only in the
history of psychology but in all the sciences that deal with so-called mental
processes. With progress in the neurosciences in the past decades, there is a
contemporary trend towards the solution of the problem through brain research.
The aim of this study is demonstrate that: (a) the current trend shows a form of
naïve materialism, similar to 19th century, “naïve materialism”; and (b) Wilhelm
Wundt’s antimaterialist position offers an alternative to naïve materialism which
shows to be more plausible.
Wundt / Mind-body problem

* Traducido del alemán por Ramón León, versión autorizada por el autor.

Persona 10, 2007, 99-108


de Freitas

El tema de la presente comunicación se carrera en materia de exploración del


refiere a un problema central no solo en cerebro está motivada por un evidente
la historia de la filosofía occidental optimismo, que apunta a la posibilidad
sino también de la psicología y de to- de que en un futuro no muy lejano se
das aquellas ciencias que estudian los pueda encontrar la solución definitiva a
llamados estados y fenómenos menta- muchas preguntas que se refieren a la
les. En ese sentido, puede afirmarse naturaleza humana. Basta recordar el
que se trata de un problema que tam- entusiasmo con el cual, tanto en Esta-
bién está presente en la historia de la dos Unidos como en casi todas las
psiquiatría. Nos referimos al sempiter- comunidades científicas del mundo, se
no problema cuerpo-alma o, para celebró el inicio de la “década del cere-
expresarnos en términos más moder- bro” (1990-1999), y se avizoraron sus
nos, a las relaciones entre el cerebro y consecuencias para la psicología y la
la mente. psiquiatría.
El artículo está orientado hacia dos En el interior de esta ola de optimis-
aspectos: primero, el autor intenta de- mo y de entusiasmo hemos podido ver
mostrar que los nuevos ensayos por el surgimiento de muchos ensayos de
resolver este problema a través de los solución de problemas filosóficos y
progresos empíricos de las neurocien- psicológicos por medio de las neuro-
cias evidencian una suerte de materia- ciencias.
lismo ingenuo, muy semejante al Tomemos como ejemplo ilustrativo
“materialismo vulgar” del siglo XIX. a Michael Gazzaniga, uno de los repre-
En segundo lugar, el autor anota que la sentantes más conocidos de las neuro-
solución propuesta por Wilhelm Wundt ciencias y entusiasta representante de
está en oposición a esta tendencia la búsqueda de solución de problemas
materialista actual, y que tomando en filosóficos y psicológicos a partir de
cuenta el estado y las condiciones de los hallazgos de estas.
nuestro conocimiento científico, puede En dos libros realmente polémicos
ser considerada como sostenible. De –The mind´s past (1998) y The ethical
ahí su actualidad en este contexto. brain (2005)– Gazzaniga propone no
En los últimos treinta años hemos solo el fin de la psicología sino también
sido testigos de un notorio y permanen- de la filosofía, en la medida en que afir-
te progreso de las neurociencias. En ma que hay una determinación cerebral
diversos lugares, tanto dentro de las para las conductas éticas y para la reli-
universidades como fuera de ellas, se giosidad. Vale la pena reproducir un
establecen nuevos centros de estudio, breve pasaje de su último libro, en el
cuyo principal objetivo es la investiga- cual explica cómo es que el cerebro da
ción de los procesos cerebrales. Esta lugar a nuestras creencias:

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En líneas generales, y este es mi punto Precisamente, es en la filosofía


de vista acerca de la esencia de las cre-
donde se trata de ofrecer la base más
encias, nuestra especie reacciona de
manera instintiva a acontecimientos, y fundada para este optimismo episte-
esa reacción es interpretada en un siste- mológico. Desde comienzos de la
ma especializado del cerebro humano. década de 1980 los representantes de la
De esta interpretación surge la creencia
en reglas, con las cuales se debe vivir. corriente neurocientífica tienen a su
Algunas veces tienen un carácter ético, disposición uno de los programas ma-
en otras ocasiones son de naturaleza terialistas más radicales en la filosofía:
práctica (…). Ahora ya sabemos que el
el materialismo eliminativo, de Paul
hemisferio izquierdo –aquel que depen-
de de los inputs del medio exterior– ela- Churchland (1981, 1993, 1999). Se
bora esas creencias (Gazzaniga, 2005: trata aquí solo de una parte específica
146). de un amplio proyecto de reformula-
ción de la filosofía, que consiste en el
Uno de los problemas principales
intento de resolver el problema cere-
en los intentos de las neurociencias por
bro-mente a través de resultados empí-
explicar los fenómenos culturales y
ricos de las neurociencias. El siguiente
psicológicos radica en los escasos y por
pasaje es significativo:
lo general poco claros datos empíricos,
lo cual lleva a la formulación de me- El materialismo eliminativo es la tesis
de que nuestra concepción de sentido
táforas de la naturaleza más diversa, y
común de los fenómenos psicológicos
a su vez conduce a los materialistas consiste en una teoría completamente
más radicales a formular afirmaciones falsa, una teoría tan defectuosa en su
idealistas, como que “el hemisferio ori- base que tanto sus principios como tam-
bién su ontología posiblemente pueden
gina e interpreta creencias”.1 Los ver-
ser reemplazados (no solo reducidos)
bos “crear” e “interpretar” tienen un por las neurociencias (Churchland,
sentido en el lenguaje a través de atri- 1981: 206).
buciones que hacemos a otras perso-
nas, pero nunca a partes del cerebro. Se Una de las dificultades fundamenta-
trata, por tanto, de una seudo- les de esta tendencia conceptual con-
explicación, que en modo alguno res- temporánea es el profundo abismo
ponde a la pregunta de base del proble- entre los datos empíricos de los que se
ma y cuya función es eminentemente dispone y las ambiciosas “teorías” que
retórica. se formulan a partir de estos, lo que

1 Esto sería equivalente por ejemplo a la expresión “la materia piensa”. Debo agradecer al filósofo Bento Prado
Jr., que haya llamado mi atención sobre el hecho de que todo materialismo radical en última instancia termina
en un idealismo extremo.

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de Freitas

obliga a sus representantes a apostar Klimke, 1909; Meyer, 1856), cuyos


por un futuro casi mítico de la ciencia, principales representantes fueron Karl
lo cual ofrece al mismo tiempo una Vogt (1817-1895), Jacob Moleschott
suerte de protección contra las críticas (1822-1893) y Ludwig Büchner (1824-
que hacen referencia a la deficiente 1899) (Büchner, 1855; Moleschott,
base empírica de esas teorías. 1852; Vogt, 1847, 1855).
Además, la idea de la eliminación o En ambos casos se trata de elevar el
reducción del lenguaje psicológico cerebro al nivel de un objeto pri-
conduce a una paradoja, que el autor, vilegiado de investigación, con lo cual
en otra parte, ha denominado “parado- la mente solo sería una “secreción” de
ja de la eliminación”. Esto es, en la la actividad cerebral. Sin embargo,
medida en que los informes subjetivos dada la carencia de los datos empíricos
no pueden ser superados por las neuro- que constituyan la prueba de esta
ciencias cognitivas, el desarrollo de teoría, proceden a postergarla para un
una terminología neurocientífica que futuro aún impreciso.3 Esto ocurre
reemplace los términos psicológicos como si todo el periodo de la historia
tradicionales solo sería posible por me- de la filosofía de la segunda mitad del
dio de la aplicación de la misma folk siglo XVIII hasta el fin del siglo XIX
psychology que pretende eliminar pudiera ser colocado entre paréntesis,
(Araujo, 2001, 2003).2 con lo cual este nuevo amanecer mate-
Si observamos esta nueva ola de rialista fuera algo realmente nuevo, ori-
entusiasmo acerca del progreso em- ginal. Se trata, sin embargo, solo de un
pírico de las neurociencias, hay que nuevo ropaje para viejas esperanzas,
reconocer una interesante faceta, que como lo evidencia el siguiente pasaje
es la de una llamativa semejanza en al- tomado de una obra de Vogt:
gunos aspectos con tempranas formas Todo científico, pienso yo, siguiendo el
curso de su pensamiento, debe haber
del materialismo (Lange, 1902). Basta
llegado al parecer de que todas aquellas
aquí recordar el llamado “materialismo capacidades que nosotros agrupamos
vulgar” del siglo XIX (Gregory, 1977; bajo el nombre de actividades del alma,

2 No es el propósito del autor llevar a cabo un análisis detenido del materialismo eliminativo. En el trabajo pre-
viamente citado (Araujo, 2003) ha presentado sus principales argumentos de manera detenida, y destacado los
obstáculos y las contradicciones existentes dentro del programa de Churchland.
3 Esta estrategia vinculada a una extrema confianza en el progreso de la ciencia existe en ambas formas del mate-
rialismo. No solo pertenece a la retórica y al estilo panfletario, a través del cual los materialistas atacan a sus
oponentes –idealistas en general en el pasado, y “mentalistas” de la más variada especie en nuestros días– sino
que también nos permite observar el nivel de superficialidad y hasta de ingenuidad de estas suposiciones.

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son solo funciones de la sustancia cere- Wundt considera como punto de


bral, o, para expresarme de un modo un
partida un hecho central de nuestras
poco grueso, que los pensamientos es-
tán en la misma relación con el cerebro experiencias habituales. Si bien estas
como la bilis lo está con el hígado o la son en sí una unidad, su conocimiento
orina con los riñones (Vogt, 1847: 17). se presenta en dos formas separadas:
como experiencia interna y como expe-
¿Pero qué significa este “eterno
riencia externa. Mientras que la pri-
retorno” del materialismo? Podríamos,
mera se refiere a las características del
por ejemplo, ver en él algo así como
sujeto que conoce, la segunda trata de
una forma de ingenuidad teórica, que
los objetos del mundo exterior. Ocurre
proviene del descuido o de la absoluta
entonces que una diferencia importante
ignorancia de la historia de la filosofía
está en la base de ambas, esto es, que
y de la ciencia. Nos parece, empero,
aquella está dada en forma inmediata
más interesante apuntar a la posibilidad
mientras que la otra lo está en forma
de que no se trate de un problema em-
mediata. En otras palabras, mi acceso a
pírico sino de un problema teórico-
mis ideas, imaginaciones y sentimien-
conceptual, que se adelante a la inter-
tos (el mundo subjetivo) es directo,
pretación de cualquier experiencia. En
mientras que mi aprehensión de los
ese sentido, queremos presentar el
objetos (el mundo objetivo) es indirec-
aporte de Wilhelm Wundt a la solución
to, en tanto que depende de mis propias
del problema cerebro-mente (Wundt,
características subjetivas (percepción,
1880, 1889, 1894, 1895).
atención, etcétera). Ahora bien, esa di-
La posición defendida por Wundt es
ferencia entre nuestras condiciones de
antagónica del materialismo del siglo
conocimiento trae dos formas distintas
XIX, y, en lo que concierne a las seme-
de conocimiento empírico: una referida
janzas entre ambas, también al materia-
a la mente y la otra a la naturaleza.
lismo actual. De acuerdo con su punto
Como puede verse, se trata solo de
de vista, el problema mente-cuerpo es
diferentes perspectivas o puntos de
sobre todo un problema de naturaleza
vista desde los cuales se analiza la
epistemológica –en tanto nos remite a
misma experiencia (Wundt, 1889).
nuestras condiciones de conocimiento–
que no se puede resolver a través de Volvamos ahora al problema mente-
ningún paso dado en la investigación cerebro. El problema aparece pre-
neurofisiológica. El proyecto para la cisamente porque nosotros, en vista de
comprensión de su resolución está, por las diferencias entre las perspectivas de
tanto, en su teoría del conocimiento, conocimiento, somos incapaces de
cuyas líneas principales debemos pri- ofrecer una explicación suficiente para
mero entender. la frecuentemente observada relación
entre los dos tipos de fenómenos que

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corresponden a las dos perspectivas an- dad psicofísica, según la cual el cere-
tes señaladas, como en el caso de los bro puede ser visto como causa de la
movimientos voluntarios. ¿Cómo ex- mente:
plicamos que mi voluntad, que es una Sobre todas las cosas debemos aquí vol-
actividad mental, puede generar el ver a aquel punto de vista filosófico, el
movimiento de mi brazo derecho, sin cual se encuentra en la base de las expli-
caciones fisiológicas sobre el objeto,
que estemos obligados a quebrar el aquel punto de vista, por cierto, de que
principio de conservación de la ener- se trata de las relaciones causales habi-
gía? Wundt entiende entonces el pro- tuales, en las cuales el proceso cerebral
debe ser considerado como la causa y
blema en esta forma, lo cual significa
las ideas como su efecto (…) Una con-
que lo ve como un problema vinculado secuencia tal es solo posible en sentido
a las interrelaciones psicofísicas dadas verdadero en sucesos que son los mis-
en la experiencia. mos (Wundt, 1880: 171).

El primer elemento para la solución La renuncia a la hipótesis causal


del problema supone el paso de un significa, al mismo tiempo, la renuncia
conocimiento ingenuo a uno crítico, a la suposición de que el conocimiento
que incluya el análisis científico de neurofisiológico puede reemplazar al
nuestra experiencia. Pero la aparición psicológico y ofrecer una explicación
de las ciencias refleja aquellas diferen- suficiente de los fenómenos mentales.
cias entre nuestras condiciones de co- De acuerdo con el propio Wundt:
nocimiento, en la medida en que ellas
Si los mecanismos de los procesos cere-
tratan las experiencias internas (tal el brales a los cuales está vinculada la acti-
caso de la psicología y de las llamadas vidad mental se nos presentaran de un
ciencias del espíritu) o externas (en el modo claro ante nuestros ojos, entonces
sería siempre solo un vínculo sumamen-
caso de las ciencias naturales). El pro-
te complejo de movimientos molecula-
blema adopta entonces una nueva res. Sin embargo, sobre lo que signifi-
forma: ¿será posible que el conoci- can los acontecimientos psicológicos no
miento ganado sobre el cerebro, que es sabríamos absolutamente nada (Wundt,
1889: 583).
solo un objeto de la experiencia exter-
na, pueda ser puesto en relación con el Al segundo factor se le puede lla-
conocimiento sobre nuestras activida- mar positivo. Se trata del reemplazo de
des mentales, las cuales solo se pueden la hipótesis de la causalidad psicofísica
dar en la experiencia interna? a través de la suposición de una simple
La solución propuesta por Wundt coexistencia entre los fenómenos men-
incluye al mismo tiempo dos momen- tales y cerebrales, que se da en la mis-
tos. El primero se puede llamar el fac- ma experiencia. Cualquier suposición
tor negativo, porque consiste en renun- metafísica sería entonces absolutamen-
ciar a la tradicional idea de la causali-

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te prescindible. El postulado del para- La psicología tiene como su objeto la


lelismo psicofísico expresa esto, según experiencia inmediata, entonces ella
puede también hallar sus principios
Wundt: explicativos solo en esa experiencia.
En realidad el paralelismo empirista no Ella tiene por esto en primer lugar que
tiene que ver en sí ni con Spinoza ni con interpretar lo psíquico desde lo psíquico
la metafísica, sino que trata solamente y no lo psíquico desde lo físico. […] De
de la suposición o, como quizás sería esta manera es el paralelismo psicofísi-
mejor expresarse, de la constatación de co en absoluto un principio básico de la
una correspondencia entre las partes psicología sino, de acuerdo con su más
físicas y psíquicas de la experiencia, apropiado carácter, solo un simple prin-
donde ella sea fácticamente demostra- cipio de ayuda, por medio del cual
ble … (Wundt, 1894: 44-45). conocimientos fisiológicos de la psico-
logía así como también a la inversa, lo
Solo en este sentido empírico o psicológico de la fisiología dentro de las
fronteras se pone al servicio por medio
heurístico debemos entender el para- de la diversidad de las consideraciones
lelismo psicofísico en Wundt. Este es (Wundt, 1895: 143).
sobre todo una consecuencia directa de
sus principios epistemológicos de base, Se debe tener presente también que
en la medida en que remite a las bases no se trata, en caso alguno, de negar la
originarias de la experiencia. Ahora investigación neurocientífica –como
bien, no se trata de alguna tesis metafí- algunos trabajos de Wundt mismo lo
sica, ni de una idea de alguna sustancia demuestran (Wundt, 1874; Ziche,
escondida detrás de los fenómenos, en 1999)– sino solo de evitar determina-
el sentido de Spinoza o de Leibniz. das ingenuidades o confusiones teóri-
Más bien, este postulado es un princi- cas, las cuales al final terminan dañan-
pio heurístico para la investigación de do la propia investigación científica.
la experiencia habitual. Con otras pala- En pocas palabras: las investigaciones
bras: el paralelismo psicofísico de de la psicología y de las ciencias natu-
Wundt es solo un principio surgido de rales se complementan unas a otras y
la experiencia, pero que al mismo tiem- deben permanecer así, dado que ambas
po tiene implicancias epistemológicas provienen de dos perspectivas comple-
y metodológicas, en tanto que cumple tamente diferentes del conocimiento
una doble función: expresa la imposi- empírico. Estos conocimientos refleja-
bilidad de la derivación (Nicht- rán siempre las limitaciones propias de
Ableitbarkeit) de lo mental (la expe- cada una de las perspectivas, de modo
riencia interna) y asegura la autonomía tal que es imposible separarlos uno del
de la psicología con respecto a la fisio- otro. En última instancia, esto pertene-
logía. El siguiente pasaje puede leerse ce a las limitaciones de la actividad
como una ilustración de estos dos científica, la cual no puede superar el
aspectos: ámbito de la experiencia. La única

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posibilidad de superar esas limitacio- derivar (Nicht-Ableitberkeit) de nuestra


nes de cada una de las ciencias es vol- experiencia subjetiva y en la crítica de
viendo a la metafísica. Solo ella tiene la simple ilusión de que el principio de
como objetivo el resumir el co- nuestra experiencia puede ser plena-
nocimiento empírico a una totalidad mente tratado por las neurociencias.6
carente de contradicciones y como últi- En vista de las limitaciones insupera-
ma consecuencia elaborar una visión bles a las cuales se enfrentan las neuro-
del mundo y de la vida (Wundt, 1885, ciencias, Wundt nos parece muy cuida-
1914).4 doso y por lo tanto más moderno que
De lo arriba señalado se deja inter- “los materialistas vulgares” del inicio
pretar el “eterno retorno” del materialis- del siglo XXI.
mo como una repetición de una falla
REFERENCIAS
epistemológica. En efecto, en caso de
que nosotros no consideremos las carac-
terísticas propias de nuestro conoci- Araujo, S. F. (2001). A ciência cogniti-
miento empírico, nos desorientaremos va e o problema da folk psychology.
siempre en confusiones conceptuales, Temas em Psicologia da SBP, 9(1):
las cuales son semejantes a aquellas a 45-53.
las que Wittgenstein, al final de su
Araujo, S. F. (2003). Psicologia e neu-
“Philosophische Untersuchungen”, hace
rociência. Juiz de Fora: Ed. UFJF.
referencia (1952).5
Para terminar esta presentación Büchner, L. (1855). Kraft und Stoff.
deseamos tomar el tema de la ac- En: D. Wittich (Hrsg.). Schriften
tualidad de Wundt. De lo dicho arriba zumkleinbürgerlichen Materialis-
podemos afirmar que ella consiste en el mus in Deutschland. Berlín:
reconocimiento de la imposibilidad de Akademie-Verlag, vol. 2.

4 En el plano metafísico el principio del paralelismo psicofísico según Wundt ganaría otra significación, diferen-
te de la presentada aquí. Teniendo en cuenta que una presentación de este punto va más allá de los fines del pre-
sente artículo, queremos solamente anotar esto.
5 En un sentido se puede afirmar que la expresión “confusión conceptual” es demasiado amplia, en la medida en
que toda la filosofía de Wittgenstein consiste en aclarar “confusiones conceptuales”. De otro lado, esta expre-
sión gana en todo contexto un significado específico, como en el caso de la psicología, que es el que aquí nos
interesa. El autor expresa su agradecimiento al filósofo Joao Vergílio Gallerani Cutre, por haberle aclarado esos
dos planos dentro de la filosofía de Wittgenstein.
6 En la discusión contemporánea en torno a la filosofía de la mente, hallamos una amplia literatura sobre la dife-
rencia entre la así llamada perspectiva en primera persona y la perspectiva en la tercera persona. Partiendo de
la nicht-Ableitbarkeit de ambas algunos autores han intentado demostrar la imposibilidad de las actuales ten-
dencias materialistas (Nagel, 1974; Jackson, 1982, 1986). Si bien no hemos hallado ninguna mención de Wundt,
aparece aquí con claridad la semejanza de los argumentos.

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