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El cuerpo y el alma

A lo largo de la historia se ha venido desarrollando el campo médico, teniendo


sus inicios en la medicina que hoy por hoy se llamaría alternativa hasta llegar a la
medicina contemporánea que se basa principalmente en hechos lógicos y
demostrables o lo que se conoce como método científico. Si bien es cierto lo que
demuestra el método científico antes mencionado es muy poco cuestionable, pero
hay un lado de la medicina que, aunque sea poco acontecido en comparación a la
medicina comúnmente realizada también se lleva a cabo y sus bases van en
contra de toda metodología racional, y es la medicina que trasciende lo material
para de esta manera manejar los “tejidos” no materiales y que estos a su vez
interactúen sobre el ente material. En pocas palabras es una medicina que va en
contra de la idea planteada por René Descartes en el siglo XVII “el alma y el
cuerpo son entes distintos y el uno no tiene poder o efecto alguno sobre el otro”.

Para explicar la pequeña introducción que se dio en el párrafo anterior abrimos


con el caso de Albert Mason joven terapeuta británico quien en 1952 se
proporcionó un momento efímero de fama científica, pues se encontraba con un
caso de un chico de 15 años quien tenia un defecto congénito en la piel que la
hacia lucir como si fuesen verrugas, dicho chico ya había pasado por la mano de
varios médicos quienes usaron el mismo método que usaría el joven Albert Mason
“la hipnosis”, teniendo él la suerte de que sí funcionó su sesión y logró sanar el
chico. Casos como este son los que hacen tambalear el tan famoso método
científico y la idea planteada por Descartes. Llegados a este punto se busca tratar
de justificar de alguna manera el efecto que puede llegar a tener lo inmaterial
sobre lo material, y esto lo busca explicar Bruce Lipton en una breve explicación
sobre los organismos unicelulares y su paso a multicelulares explicándonos que “
los organismos unicelulares en sus inicios buscaban tener la mayor percepción
externa de nutrientes para lograr sobrevivir, en este afán de tener una mayor
percepción del exterior los lleva a agruparse en pequeñas colonias para aumentar
la capacidad de recepción de factores externos hasta llegar a no ser varios
organismos agrupados pero siendo individuales sino a convertirse e un solo
organismo multicelular capaz de recibir mejor los factores externos”. Esta analogía
se hace evidente en la vida cotidiana de la humanidad, pues el ser humano
cumple con esta misma regla de ser en comunidad para lograr progresar mejor.

Como conclusión se puede obtener que así como los factores externos no eran
perceptibles materialmente para los organismos unicelulares primitivos de igual
manera las fueron moldeando para de esta manera hacerlas agruparse en
colonias y después convertirse en organismos multicelulares, de igual manera
nuestra mente o nuestro ente no material llamado comúnmente “alma” también
puede llegar a generar cambios en nuestro ente físico-material si se le
proporcionan estímulos, dichos estímulos se logran por ejemplo con la hipnosis
que se trabajó en el caso de Albert Mason. De igual manera esto al ser un proceso
tan subjetivo y poco racional sigue siendo descartado por la comunidad científica.

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