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πρώτη ἣν ἤκουσα ὡς σάλπιγγος λαλούσης μετ’ ἐμοῦ λέγων· ἀνάβα ὧδε, καὶ
δείξω σοι ἃ δεῖ γενέσθαι μετὰ ταῦτα
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Cf. Samuel P ÉREZ MILLOS, Comentario exegético al texto griego del Nuevo Testamento: Apocalipsis, 342-
343; Robert H. MOUNSE , Comentario al libro del Apocalipsis, 178.
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El auditorio, que no ve en realidad, puede ver escuchando las palabras,
atendiendo a las palabras con las cuales el visionario presenta la
prospectiva divina.
1Καὶ ἐγένετο ἐν τῷ τριακοστῷ ἔτει ἐν τῷ τετάρτῳ μηνὶ πέμπτῃ τοῦ μηνὸς καὶ
ἐγὼ ἤμην ἐν μέσῳ τῆς αἰχμαλωσίας ἐπὶ τοῦ ποταμοῦ τοῦ Χοβαρ, καὶ
ἠνοίχθησαν οἱ οὐρανοί, καὶ εἶδον ὁράσεις θεοῦ·
También en Hch 7, 56
ἰδοὺ θεωρῶ τοὺς οὐρανοὺς διηνοιγμένους καὶ τὸν υἱὸν τοῦ ἀνθρώπου ἐκ
δεξιῶν ἑστῶτα τοῦ θεοῦ.
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καὶ ἡ φωνὴ ἡ πρώτη ἣν ἤκουσα ὡς/la primera voz que escuché. Juan
reconoce la voz, se trata de la voz anterior, la voz de Jesús mismo.
3
2οἶδα ἄνθρωπον ἐν Χριστῷ πρὸ ἐτῶν δεκατεσσάρων, εἴτε ἐν σώματι οὐκ οἶδα,
εἴτε ἐκτὸς τοῦ σώματος οὐκ οἶδα, ὁ θεὸς οἶδεν, ἁρπαγέντα τὸν τοιοῦτον ἕως
τρίτου οὐρανοῦ. 3καὶ οἶδα τὸν τοιοῦτον ἄνθρωπον, εἴτε ἐν σώματι εἴτε χωρὶς
τοῦ σώματος οὐκ οἶδα, ὁ θεὸς οἶδεν, 4ὅτι ἡρπάγη εἰς τὸν παράδεισον καὶ
ἤκουσεν ἄρρητα ῥήματα ἃ οὐκ ἐξὸν ἀνθρώπῳ λαλῆσαι.
Es posible que Pablo aluda a una experiencia personal en tercera persona, pero
respecto al texto en cuestión de Ap se presentan dos diferencias. 1. Pablo
afirma que fue arrebatado al tercer cielo, pero sin saber precisar la traslación.
2. Lo que Pablo escucha no le es permitido conocerlo porque eran ἄρρητα
ῥήματα que no se pueden hablar. Mientras que a Juan le será mostrado algo
que luego él debe manifestar. Más adelante Juan podrá decir en qué consistió
este subir al cielo.
4
2Εὐθέως ἐγενόμην ἐν πνεύματι, καὶ ἰδοὺ θρόνος ἔκειτο ἐν τῷ οὐρανῷ, καὶ
ἐπὶ τὸν θρόνον καθήμενος
Según la forma del texto griego, la afirmación indica un estado al que Juan
llega, indicativo al mismo tiempo del estado profeta y de su estado personal.
En tal caso, la afirmación fui en espíritu podría interpretarse como el estado
final, es decir, la condición particular o la posición desde la que ya se
encuentra Juan tras haber ejecutado el mandato de subir. Pero también, como
la actuación del Espíritu sobre el espíritu del profeta que lo habilita para
recibir las cosas de Dios, en el caso de Juan, cuanto le será mostrado.
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En Daniel 7,9
3καὶ ὁ καθήμενος ὅμοιος ὁράσει λίθῳ ἰάσπιδι καὶ σαρδίῳ, καὶ ἶρις κυκλόθεν
τοῦ θρόνου ὅμοιος ὁράσει σμαραγδίνῳ.
Pero, ¿juan vio el aspecto como de las dos piedras unidas o contempla
colores particulares? Es posible que la descripción apunte a la
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conjunción de estas dos piedras preciosas, ya que aparece un solo
sustantivo que rige a las dos. En todo caso, lo importante no es si se
trata de colores particulares o de la conjunción de los mismos; Juan
simplemente utiliza el fulgor que despiden estas dos piedras ante la luz
para describir la gloria que salía del que estaba sentado en el trono.
καὶ ἶρις κυκλόθεν τοῦ θρόνου ὅμοιος ὁράσει σμαραγδίνῳ. Del trono
se pasa al entorno. Juan ve alrededor del trono como un halo semejante
e aspecto al arco iris.
4Καὶ κυκλόθεν τοῦ θρόνου θρόνους εἴκοσι τέσσαρες, καὶ ἐπὶ τοὺς θρόνους
εἴκοσι τέσσαρας πρεσβυτέρους καθημένους περιβεβλημένους ἐν ἱματίοις
λευκοῖς καὶ ἐπὶ τὰς κεφαλὰς αὐτῶν στεφάνους χρυσοῦς.
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Καὶ κυκλόθεν τοῦ θρόνου θρόνους εἴκοσι τέσσαρες, καὶ ἐπὶ τοὺς
θρόνους εἴκοσι τέσσαρας πρεσβυτέρους καθημένους. Y alrededor del
trono veinticuatro tronos, y sobre los tronos veinticuatro ancianos
(presbíteros) sentados.
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los doce apóstoles – sin embargo esto parece muy poco probable puesto
que su canto de alabanza (5:9-10) les diferencia sin lugar a dudas de
aquellos que fueron comprados por la sangre de Cristo (¡una evidente
alusión a la iglesia!).
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5Καὶ ἐκ τοῦ θρόνου ἐκπορεύονται ἀστραπαὶ καὶ φωναὶ καὶ βρονταί, καὶ ἑπτὰ
λαμπάδες πυρὸς καιόμεναι ἐνώπιον τοῦ θρόνου, ἅ εἰσιν τὰ ἑπτὰ πνεύματα τοῦ
θεοῦ- Y del trono salen relámpagos y voces y truenos, y siete lámparas de
fuego ardiendo delante del trono, las cuales son los siete espíritus de Dios.
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El verbo puede significar también encender. Si es este el significado, la
forma indicaría que se trata de una antorcha recientemente encendida, y
que permanece tal, con la misma continuidad.
ἅ εἰσιν τὰ ἑπτὰ πνεύματα τοῦ θεοῦ. La perfección y plenitud de Dios,
de su espíritu, es decir de su modo de entrar en contacto con la historia.
6καὶ ἐνώπιον τοῦ θρόνου ὡς θάλασσα ὑαλίνη ὁμοία κρυστάλλῳ. Καὶ ἐν μέσῳ
τοῦ θρόνου καὶ κύκλῳ τοῦ θρόνου τέσσαρα ζῷα γέμοντα ὀφθαλμῶν
ἔμπροσθεν καὶ ὄπισθεν. Y delante del trono como un mar hialino semejante a
un cristal. Y en medio del trono y en torno al trono, cuatro seres vivientes
llenos de ojos delante y detrás.
6. Καὶ ἐν μέσῳ τοῦ θρόνου καὶ κύκλῳ τοῦ θρόνου τέσσαρα ζῷα. 7καὶ τὸ ζῷον
τὸ πρῶτον ὅμοιον λέοντι καὶ τὸ δεύτερον ζῷον ὅμοιον μόσχῳ καὶ τὸ τρίτον
ζῷον ἔχων τὸ πρόσωπον ὡς ἀνθρώπου καὶ τὸ τέταρτον ζῷον ὅμοιον ἀετῷ
πετομένῳ.
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Καὶ ἐν μέσῳ τοῦ θρόνου καὶ κύκλῳ τοῦ θρόνου τέσσαρα ζῷα. Además
de los veinticuatro ancianos, «en medio del trono y alrededor del trono,
se encuentran cuatro vivientes».
La traducción con el término «bestias», es un tanto desafortunada
puesto que ζῷον se utiliza en el libro de Apocalipsis exclusivamente en
referencia a estos cuatro seres vivientes. El término es el término
genérico para animal, y también quiere decir «ser vivo». Mientras que
θερίον, «bestia», es el término para los animales que aparecen en el
libro, especialmente –no exclusivamente- para los personajes bestiales
de los capítulos 13 y 17.
La ubicación exacta que denota la expresión «en medio del trono» es un
tanto incierta, pero al parecer significa «en las inmediaciones». Así pues
éstos rodean el trono como los miembros de un círculo íntimo.24 Esta
posición es apropiada para la función que desarrollan como dirigentes
de la adoración.
Se ha discutido mucho sobre el significado de los cuatro vivientes. La
visión parece tener un modelo bíblico, relacionado con los querubines
de Ezequiel 1, la visión del carro, aunque existen varias diferencias
importantes de observar. En Ezequiel, cada uno de los cuatro tiene
cuatro caras (vv. 6, 10), cuatro alas (v. 6) en lugar de las seis que se
describen en Apo 4:8, y los aros de las ruedas con que se relacionan (no
sus cuerpos como en Apo 4:6) están llenos de ojos (Ez 1:18). Los cuatro
seres vivientes de Apocalipsis recuerdan también a los serafines de
Isaías 6:2-3 que elevaban sus voces en alabanza: «Santo, santo, santo es
el Señor Todopoderoso» (cf. las seis alas del v. 2 con Apo 4:8). Este
puede ser un buen ejemplo de la libertad del autor de Apo para
transformar las imágenes de las fuentes que utiliza, mezclarlas entre sí,
y crear de este modo una nueva iconografía.
Sin llegar a una definición sobre la identidad concreta de estos
vivientes, no cabe duda que por su proximidad al trono son seres
creados para un ministerio de servicio a Dios, directamente en relación
y con los más elevados seres creados por él.
La magnitud de estos seres es presentada con una descripción que
supera los límites: llenos de ojos delante y detrás. Esta descripción
presentada por el visionario parece superar los confines de la
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comprensión. Sin embargo, es preciso tener en cuenta que estamos
delante de una descripción que no solo tiene que ver con la esfera
divina, sino con la prospectiva divina desde la cual se encuentra el
visionario. El hecho de estar cubiertos de ojos podría referir a la alta
capacidad de discernimiento que tienen estos seres que se encuentran
frente al trono, es decir partícipes de la omniciencia divina. Además, se
trata de cuatro vivientes. El 4 es el número de la tierra. Si la escena
completa remite al juicio y soberanía de Dios; estos elementos indican
que el juicio de Dios tiene una dirección: la tierra. La posición y
ministerio e los cuatro seres vivientes les permiten estar próximos a
quien es el Dios vivo y verdadero.
Los cuatro vivientes pueden interpretarse como símbolo del dinamismo.
De nuevo, más que imagen concreta del algo específico, estos
personajes como otros del libro son figura. En este caso, del dinamismo
que partiendo del nivel divino se dirige a la historia humana y, después,
partiendo de la historia humana torna al nivel divino. Por tanto, los
cuatro vivientes –4 es un simbolismo cósmico, es el número de la tierra-
son reflejo del dinamismo que pone en comunicación a Dios con la
historia humana, y toda esta comunicación plagada de la plenitud del
Espíritu.
Sea en su posición estática como en su ejercicio de alabanza, aparecen
los dos polos: del cielo a la tierra y de la tierra al cielo. Pero es curioso
que estos personajes desaparecen. En la descripción de la nueva
Jerusalén en el capítulo 21, no se les recuerda ni se vuelve a referir algo
de ellos, como los 24 ancianos. Seguramente porque lo que el visionario
está diciendo, es que en la Jerusalén nueva, expresión del eón futuro,
cuando todo será transformado, este doble movimiento será superado.
En la convivencia paritaria y pacífica entre Dio y el hombre será
superado la distinción entre trascendencia e inmanencia.
Estos vivientes, en este sentido, son reflejo e imagen de los canales a
través de los cuales se da ese doble movimiento. No son ángeles, y no
son tampoco personajes determinables. Incluso pueden ser considerados
tales, pero teniendo en cuenta con reflejo de los canales de
comunicación entre la esfera divina y la historia humana.
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Otra interpretación posible a partir de su número: 4 es un número
cósmico, el número de la tierra. Y ellos son presentados como vivientes.
Al principio del libro, Jesús aparece como el viviente. Por tanto, estos
cuatro personajes son figura de la vida ligada a la vida de Dios. El
discurso de Dios o sobre Dios, no puede tener lugar sin su ligamen a la
existencia y a la historia humanas.
8καὶ τὰ τέσσαρα ζῷα, ἓν καθ’ ἓν αὐτῶν ἔχων ἀνὰ πτέρυγας ἕξ, κυκλόθεν καὶ
ἔσωθεν γέμουσιν ὀφθαλμῶν, καὶ ἀνάπαυσιν οὐκ ἔχουσιν ἡμέρας καὶ νυκτὸς
λέγοντες·
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