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Registro Oficial No.

35 , 28 de Septiembre 2009

Normativa: Vigente

Última Reforma: 

­ 13­V­2008 (Resolución No. 248­2007, Tercera Sala de lo Penal de la Corte Suprema
de Justicia, R.O. 35, 28-IX-2009)
­ TENENCIA Y POSESIÓN ILÍCITA DE ESTUPEFACIENTES: Legalidad de la prueba, ineficacia
probatoria, posesión ilícita

“VISTOS: PRIMERO: JURISDICCIÓN Y COMPETENCIA.- Esta Tercera Sala Penal tiene


jurisdicción y competencia para conocer y resolver el presente juicio, de
conformidad con lo que establece la Primera Disposición General de la Ley
Reformatoria a la Ley Orgánica de la Función Judicial, publicada en el Registro
Oficial No. 26 del jueves 26 de mayo del 2005, así como en virtud de la designación
efectuada por el Pleno de la Corte Suprema de Justicia el 21 de noviembre del 2006 y
23 de abril del 2008 y la designación realizada por el Presidente de la Corte
Suprema de Justicia por oficio No. 2471-SP-CSJ, respectivamente.

SEGUNDO: VALIDEZ PROCESAL.­ Examinado el procedimiento de la presente acción, no se


advierte vicio u omisión de solemnidad sustancial que pudiera acarrear su nulidad;
por lo que este Tribunal declara la validez de esta causa.

TERCERO: ANTECEDENTES PROCESALES.- Pedro Silverio de la Cruz Aquino, interpuso


oportunamente el recurso de casación de la sentencia pronunciada por la Sala Penal
de la Corte Superior de Justicia de Machala el 15 de febrero del 2007, a las 14h55,
que confirma el fallo condenatorio dictado el 25 de octubre del 2006, a las 08h45
por el Tribunal Primero de lo Penal de El Oro, que impone al recurrente la pena de
OCHO AÑOS de reclusión mayor ordinaria y multa de sesenta salarios mínimos vitales
generales, en calidad de autor del delito que tipifica y sanciona el Art. 62 de la
Ley de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, esto es por tenencia y posesión
ilícitas de cocaína y marihuana.­ Los antecedentes fácticos que se relatan permiten
conocer que la Policía Nacional realizó un operativo de allanamiento judicialmente
autorizado el 24 de febrero del 2006, a las 21h00 al domicilio de José Nicolás
Ramírez Tircio, ubicado en Puerto Bolívar, calles General Córdova y Junín, barrio
Espíritu Santo, donde aparte de Ramírez se encontraba Pedro Silverio de la Cruz y
otro, encontrando en dicho lugar drogas; que al ser revisado el hoy recurrente se
descubrió en los bolsillos de su bermuda color café un terrón en estado sólido
posiblemente droga y 29 sobres de base de cocaína; en total a los dos sentenciados
se les aprehendió 158 sobres con 58.6 gramos de peso bruto y 21.1 gramos peso neto
de base de cocaína; y 210 gramos de marihuana, peso bruto, que representa 169,6
gramos de peso neto.­ Interpuesto el recurso de casación y concedido por la Sala
Penal de la Corte Superior de Machala, el proceso previo sorteo correspondió a esta
Sala, la que por consiguiente es competente para resolver la impugnación.

CUARTO: FUNDAMENTACIÓN DEL RECURSO.­ Dando cumpliendo a lo dispuesto por el Art. 354


del Código de Procedimiento Penal, Pedro Silverio de la Cruz Aquino ha fundamentado
oportunamente su recurso de casación, argumentando que no existe ningún delito y que
el Tribunal Primero de lo Penal de EL Oro le ha imputado la infracción prevista en
el Art. 62 de la Ley de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, violando así la
ley, porque no se puede condenar al consumidor. Agrega que el perito médico del
CONSEP Dr. Santa Cruz que le practicó el examen psicosomático le encasilló como
‘abusador de las sustancias’ lo que es un reconocimiento de su estado de consumidor
de drogas, por lo que los juzgadores también violaron el Art. 114 de la ley ibídem,

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que preceptúa que los narcodependientes o consumidores de sustancias estupefacientes
o psicotrópicas deben ser considerados enfermos por lo que se les someterá a
tratamiento médico de rehabilitación.­ Señala que dada su condición de consumidor
debe merecer el amparo del Estado al tenor de lo que declara el Art. 43 inciso
tercero de la Constitución Política de la República, que le debe prodigar un
tratamiento para su recuperación, mas no ser condenado a sanción penal.­ Alega que
en la sentencia los jueces han violado los Arts. 79, 80, 83, 84, 85, 86, 87, 88 y
304­A del Código de Procedimiento Penal, por lo que solicita corregir las
violaciones cometidas por los juzgadores en la sentencia condenatoria.

QUINTO: DICTAMEN FISCAL.- El señor Ministro Fiscal General del Estado en respuesta


al traslado que se le corrió con el escrito de fundamentación, cumpliendo lo
preceptuado por el Art. 355 de Código de Procedimiento Penal, manifiesta en su
dictamen que se encuentra legalmente comprobada la infracción prevista en el Art. 62
de la Ley de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, así como la responsabilidad
penal del recurrente, en cuyos vestidos se le encontró droga, por lo que resulta
acertado el fallo condenatorio pronunciado por los jueces, por lo que concluye que
la sentencia ‘se ajusta a los condicionantes normativos previstos en los Arts. 250,
252, 304­A, 309 y 312 inciso primero del Código de Procedimiento Penal’ y no
encuentra que el Tribunal Juzgador haya violado la ley, contraviniendo expresamente
su texto, mediante falsa aplicación e errónea interpretación de la norma legal, por
lo que solicita se declare la improcedencia del recurso.

SEXTO: ANÁLISIS DE LA SALA Y RESOLUCIÓN.­ Luego de examinar el contenido del fallo


condenatorio con el objeto de descubrir si los juzgadores han contravenido la ley, o
han hecho una falsa aplicación de ella o la han interpretado erróneamente, la Sala
concluye: 1).- Se ha impugnado la sentencia porque en ella se ha violado el Art. 62
de la Ley codificada de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, para lo cual
aduce que es un consumidor de drogas y bajo este supuesto deviene en enfermo sujeto
a tratamiento de rehabilitación.­ Al respecto, en las partes considerativas de los
fallos impugnados aparece que en el operativo efectuado por la Policía al domicilio
de Nicolás Ramírez Tircio se ‘aprehendió a los dos acusados y a otra persona, donde
se incautó 60 gramos de cocaína y 210 gramos de marihuana’, inclusive, se hace
referencia que cuando los agentes policiales hicieron ‘el respectivo cacheo al
ciudadano Pedro Silverio de la Cruz Aquino el suboficial Carlos Villegas, le ha
encontrado en su bolsillo izquierdo anterior de la bermuda que vestía un terrón en
estado sólido, presumiblemente droga, continuando con el cacheo se ha encontrado una
funda color blanco transparente conteniendo en su interior 24 sobres en papel de
revista…. y un pequeño paquete conteniendo 5 sobres más, con una sustancia en polvo
color blanquecino posiblemente droga….’.­ Estos hechos que sustentan el fallo y se
respaldan con la declaración juramentada del perito químico Ing. Gonzalo Almeida
Murillo, y con los testimonios de los testigos de cargo Subteniente de Policía Diego
Genovez Madrid, Suboficial Carlos Ramón Villegas, y Sargento Marco Antonio Quezada
Ponce, que allanaron el domicilio donde estaban reunidos el recurrente, José Nicolás
Ramírez y otro y localizaron la droga, corroboran de manera plena, la existencia de
la infracción de tenencia y posesión ilícitas de cocaína y marihuana en cantidades
excesivas para el uso personal inmediato, como lo atestigua la Ing. Norma Esperanza
Carrión Aguilar que a nombre del CONSEP exhibió la cocaína base con el peso neto de
21.1 gramos y 169.6 gramos peso neto de marihuana, que fueron aprehendidas al
impugnante y a Ramírez, estableciéndose pericialmente que se trataba de base de
cocaína y marihuana, imputándoles a estos dos ciudadanos la calidad de autores del
delito previsto en el Art. 62 de la Ley de Sustancias Estupefacientes y
Psicotrópicas, por lo que existiendo plena certeza del ilícito y la culpabilidad,
con el respaldo del Art. 304­A del Código de Procedimiento Penal, los juzgadores
dictaron el fallo de condena.­ En síntesis, la cuantificación de la sustancia
ilícita aprehendida al recurrente impide considerarle como fármaco­dependiente
absoluto, ya que el peso neto de las drogas le ubican en la escala delictiva de

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tenedor y poseedor ilícito de sustancias prohibidas sujetas a fiscalización del
CONSEP.­ Sobre esta base legal y fáctica resulta inaceptable considerar al
recurrente como enfermo, sujeto a las garantías del Art. 43 de la Constitución
Política de la República.­ 2).- El recurrente alude también a la violación del Art.
114 de la Ley de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, cita incorrecta porque
esa norma legal trata de los ‘casos de fuero’.­ 3).- Las demás violaciones de la ley
en la sentencia que el recurrente estima han cometido los juzgadores se contraen a
las disposiciones siguientes: Art. 79 del Código de Procedimiento Penal, que trata
de las pruebas que deben producirse en el juicio; Art. 80 ibídem relativa a la
ineficacia probatoria cuando se vulnere una garantía constitucional; Art. 83
referente a la legalidad de la prueba; Art. 84 que determina el objeto de la prueba;
Art. 85 señala la finalidad de la prueba; Art. 86 relacionada con la apreciación de
la prueba siguiendo las reglas de la sana crítica; Arts. 87 y 88 de las presunciones
y de la presunción del nexo causal entre la infracción y los responsables sobre la
base de los indicios. Como se observa, el recurrente sólo se contrae a enunciar de
manera llana y simple esas normas legales, sin precisar con los argumentos
pertinentes de qué manera han podido influir esas supuestas violaciones legales en
la sentencia impugnada; estas omisiones enervan la pertinencia del recurso de
casación y le vuelven inadmisible.­ Por estas motivaciones, ADMINISTRANDO JUSTICIA
EN NOMBRE DE LA REPÚBLICA Y POR AUTORIDAD DE LA LEY, la Sala estima que es
improcedente el recurso de casación y dispone devolver el proceso al Tribunal de
origen para la ejecución de la sentencia.­ Notifíquese, publíquese y devuélvase.”

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