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UNIVERSIDAD DE Al.

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PETER DRONKE
111
Letras e Ideas
Colección dirigida por
FRANCISCO Rico

LA LÍRICA
EN LA EDAD MEDIA

EDITORIAL ARIEL, S. A.
DARCELONA
SUMAR IO

Prefacio 11
Título original: 15
Tbe Medieval Lyric
1 Introducción: Intérpretes e interpretación
(1) Los viajes de los intérpretes 21
Traducción de (2) La categoría social del compositor y del intér-
jOSEP M . P t1JOI. pre te 23
1.' edición: enero 1978
(3) La interpretación 27
(Editorial Seix llarral, S. A., Darct:lona) (4) El repertorio del intérprete 29
l.• edición en Editorial Ariel 2 El desarrollo de la lírica religiosa 39
(col. Letras e Ideas): (1) Los comienzos 39
octubre 1995 (2) Las primitivas secuencias 47
~ 1968 y 1978: Peter Dronkc
(3) El siglo XI 54
(4) La Francia del siglo XII 63
Derechos exclusivos de edición en castellano (5) Italia y los franciscanos 70
reservados para todo el mundo (6) La primitiva lírica inglesa 77
y propiedad de la traducción: (7 ) España y Portugal 87
Q 1995: Editorial Ariel, S. A.
C6rcega, 270 - 08008 13arcelona
(8) Alemania y los Países Bajos 92
3 "Cantigas de amigo" 107
ISDN: 84-344-8390-4
4 Las transformaciones de la lírica amorosa medieval 137
Depósito legal: 13. 37.921 - 1995
(1) Guillermo de Poitiers y Kürnberger 137
Impreso en España (2) Trovadores y trouveres 150
(3) Minnesang 165
Ninguna p arte de esta publicación, incluido el cliseño de Ja cubie11a, puede ser 177
reproducida, almacenada o tr:insm itida en maner-.i alguna ni por ningún medio,
(4) Una lírica latina
ya sea el éctrico, q uímico, mecánico, óptico, de grabación o de fotocopia, sin (5) Canciones amorosas inglesas y gallegas 182.
permiso previo del editor. (6) De los sicilianos a Dante 191
5 El alba 213
6 Canciones de danza 239
7 La lírica del realismo 267
Apéndice 299
Melodías 301
Bibliografía selecta .311
Agradezco a las siguientes entidades el per-
(1) General .311
miso para la reproducción de transcripck>-
(2) Poemas y autores .316
nes modernas de melodías medievales: a la
Suplemento bibliográfico 3.33
Diputación Provincial de Barcelona por las
Referencias de los textos citados .345
del P. Higinio Angles, a Ugo Guanda (Par-
1ndice alfa bético 355 ma) por las de Giuseppe Vecchi, a Oxford
University Press por las de Anselm Hughes,
y a Arno Volk Verlag (Colonia) por las de
Heinrich Husmann.
106 LA LÍRICA EN LA EDAD MEDIA

nodia. Una tal distinción hubiera carecido de sentido medio


siglo antes. A partir de aquí, las obras creadoras en la lírica
religiosa se producen, casi sin excepción, en la tradición poéti-
ca, y no en la hímnica, en los modos subjetivos y místicos, no "CANTIGAS DE AMIGO"
en los objetivos.

Los restos más antiguos de la lírica romance fueron descu-


biertos en 1948 en unas circunstancias notables. Fue entonces
cuando un orientalista, Samuel Stern, trabajando sobre los poe-
mas estróficos árabes y hebreos de la España musulmana de
los siglos XI y xu, pudo demostrar que muchos de aquellos
poemas terminaban con unos versos en el dialecto románico
de la región. Se había hecho costumbre terminar los panegíri-
cos y canciones de amor redactados según las reglas de la retó-
rica en las sofisticadas cortes de Al-Andalús con unos versos
especialmente apropiados para la muchacha que los interpreta-
ba. La mayor parte de ellos consisten en una canción amorosa
femenina, que contrasta con el resto del poema por lo simple
y directo de su construcción, a veces lleno de coquetería e in-
sinuaciones.
El poeta árabe o hebreo tomaba tales poemillas como pun-
to de partida. A menudo incluso echaba mano de una cancion-
cilla muy conocida. Ilustraremos la técnica de estos poemas por
vía de ejemplo. El poeta árabe al-Tutilí (m. en 1126) construyó
una canción amorosa en torno a los siguientes versos en ro-
mance: 1

1 Texto y traducción de don Emilio García G6mez (Las ;archas


romances de la serie árabe en su marco, edición en caracteres latinos,
107
108 LA LÍRICA EN LA EDAD MEDIA "Cantigas de 11migo11 109
me-w l-!Jabib enfermo {fe mew 'amar. llo. La última estrofa terminaba con el poemilla prestado (la
¿ké no a d'eitiir? jarcha o versos de salida):
¿non fes a mibe ke J'a {fe no legar?
es decir: Lií budda li min-hu, 'ala kulli hal:
maula" ta~anna wa-~afá wa-staial.
Mi amigo está enfermo de mi amor. ¿OSmo no ha de estarlo? ¿No ves Giidara-ni rahna 'asan wa-'tiliíl,
que a mf no se ha de acercar? tumma Jadii baina l-hawa wa-d-da/4l:
'ine-w l-pabib enfermo de mew 'amar
Adaptó el metro y la rima de este poemilla para su estribillo ¿ké no a d'dtar?
úabe: ¿non fes a mibe ke J'a {fe no legar?
Dam'un s4füpun wa-4ulú'un pirar: El alma me abrasa, mas me hace Que no podré, no, de su amor prescindir,
ma'un wa-nar, [llorar. por más que en daíianne no ceje y huir,
ma jtama'a illii li-'amrin kub~r. ¡Fuego, agua! Par por más que me fuerce de pena a gemir,
de cosas es 6te que es raro juntar. y aun cuando coqueto persista en decir:
me-w 1-hablb enfermo de mew 'amar
Este estribillo, a su vez, da el modelo de la segunda parte de · ¿ké no a d'cltir?
cada estrofa del nuevo poema. Por ejemplo: ¿non fes a mibc ke §'a Qe no legar?
Hakkamtu maul4" jara fi pukmi-hi. Mientras la moaxaja estaba hecha en árabe o hebreo clási-
Akni bi-hi, la mufsipan bi-smi-hi. cos, la jarcha estaba siempre en vulgar, en árabe o en romance
¡Wa-'jllb li-'infafi, 'ala ;ulmi-hi,
wa-s'al-hu 'an wasli wa- an sarmi-hi! entremezclado de árabe, como era corriente en el habla coti-
Alwa bi-h~i 0 an hawÍ}" wd.;tibar, diana de las zonas mozárabes.
fú'11 n-ni/ilr, Las jarchas hispánicas muestran una gran variedad de ex-
wa-kullu 'unsin b1l~hu bi-1-iiyiír. presión y calidades. A un extremo hay, poéticamente, las ex-
A quien es tirano me di por señor. clamaciones y las quejas, aparentemente sin artificio, de una
Su nombre no digo: lo impide mi honor. muchacha enamorada:
tMira si aoy justo, pese a su terror!
Pregúntale por su desdén y mi amor.
Llevose mi dicha, que me iba a matar Que faray, Mamma? ¿Qué haré, madre? ¡Mi amigo
sin reparar Meu 'l-habib est' ad ya1111! (14) está a la puerta!
y no más amigo tras 6 he de hallar.
Que farayu, o que serad de mibi, ¿Qué haré, o qué seú de mf,
Un poema de este tipo, llamado moaxaja, consistía en unas habibi? amigo? ¡No te apartes de mil
cinco estrofas, cada una de las cuales iba seguida por el estribi- Non te tolgu de mibi! (16]
Aman, aman, ya 'l-malih, gare ¡Piedad, piedad, el hermoso!
versión española en calco dtmico y estudio de 43 mouajas anda- por que lu queris, bi 'll4h, mat11reJ Dime ¿por qué quieres, por Dios,
luzas [Madrid: Sociedad de Estudios y Publicaciones, 1965; Barce- (26) matarme?
lona: Seix Barral, 19752 )). Los números que siguen entre corchetes Como si filyol' lllyenu, Como si fueras un eztraflo, ya no
a las demás jarchas se refieren a las ediciones de Samud Stem y non mu·adormís a meu senu. (7) dormirú más en mi pecho.
Klaus Heger (véase la Bibliografía). En la edid6n inglesa, el autor,
siguiendo el ms. de Ibn al-Jatib (Stern, p. 61) para la primera jar- Estos cortos pocmillas, ¿son ·acaso restos de poemas mú
cha citada, ha sugerido una transliteraci6n y una interpretación di- largos perdidos? No necesariamente: como Joseph B6dier lo
versa de los dos últimos versos. TRAD. demostró refiriéndose a los refrains franceses medievales, a me-
110 LA LÍRICA EN LA EDAD MEDIA "Cantigas de amigo" 111
nudo de parecida extensión y propósito, el contexto requerido Tan t'amaray, iJJa con ¡Tanto te amaré, sólo con que
al-llll'ti juntes mi ajorca del tobillo con mis
por los tales poemillas parece más bien una danza que un poe- an tagma' halhali ma' pendientes!
ma más largo: podían muy bien construirla a base de repeti- qurti!, [29]
ciones, instrumentación y mimo, o bien, en una danza esceni-
ficada más larga, cada jarcha o re/rain podía ser el punto cen- Es especialmente en las canciones que la muchacha dirige
tral de una escena (cf. más abajo, pp. 254-256). a su confidente, su madre, donde puede verse hasta qué punto
A otro extremo hay, entre las jarchas, algunas piezas maes- de complicación podían llegar sus sentimientos:
tras de la lírica, canciones en las que las penas de una mucha- Non quero tener al-'iqd, ya mamma, No quiero ponerme ningún co-
cha enamorada se describen tan conmovedora e imaginativa- a mano hulla /i. 1 llar, madre, me basta el vestido.
mente como lo han sido antes y después: Cuell' albo verad /ora meu sidi, Mi señor verá mi cuello blanco y
non querid al-huli. [ 11] no querrá joyas.
Garid vos, ay yermanellas, ¡Decidme, ay, hermanillas, c6mo
com contenir a meu male! contener mi dolor! Sin mi amigo A un tiempo orgullo y modestia, sumisión y determinación.
Sin al-habib non vivireyu, no viviré, volaré a buscarlo. Ti/éase ésta otra:
advolarey demandare. [4]
Alsa-me min hali, Sácame de este apuro, estoy de-
No es cuestión, aquí, de hablar de fragmentos: la autonomía mon hali qad bare! sesperada. ¿Qué haré, madre? El
Que faray, ya 'ummi? halcón va a atacar.
poética de la cuarteta es evidente. Faneq bad levare! [27]
Mientras solamente un reducido número de jarchas consi-
guen una fuerza de pasión semejante, la ingenuidad con que la la imagen del último verso (de ser cierta una lectura tan atrac-
muchacha canta sus sentimientos es una característica de casi tiva) sugiere maravillosamente la indecisión de la muchacha
todas ellas. Más que una amada es una amante activa. Así, im- entre el deseo y el miedo frente al amor, atraída y aterrada a
portuna a su amado: la vez.
Meu sidi lbrahim, Dueño mío lbrahim, oh hombre Las cincuenta y nueve jarchas descubiertas hasta ahora*
ya tu omne dolge, dulce, vente a mí de noche. Si no, proceden de moaxajas compuestas entre los años 1000 y 1150.
vent' a mib si no quieres, iréme a ti-¡dime Habiendo sido introducida la moaxaja como género literario en
de nohte! adónde!-a verte.
la España musulmana por los alrededores del año 900, no hay
In non, si no queris,
razón alguna que sugiera que las cancioncillas romances cono-
yireym' a lib.
Gar me a ob
legarte! [22] 2 El hecho de que la mayor parte de las palabras de esta jar-
A veces ella le aborrece: cha sean árabes no justifica, en mi opinión, que algunos eruditos
concluyan que cualquier detalle lascivo es esencialmente árabe y
Y a rabb, com vivireyu ¡Ay Señor! ¿Cómo podré vivir extraño a los poemillas en romance.
con este '1-halaq, con este marrullero? ¡Ay de quien 8 La interpretación de este verso no es segura.
ya man qabl an yusallim antes de saludar ya amenaza con
yuhaddid bi 'l-firaq! [6] irse! * Para las jarchas descubiertas después de la edición de Gar-
cía Gómez, véase J. M. Solá-Solé, Se/arad, XXIX (1969), 13-21;
Otras veces aguijonea su deseo con la sugerencia de una nueva S. G. Armistead, Hispanic Review, XXXVIII (1970), 24.3-50;
forma de hacer el amor: J. T. Monroe, ibid., XXIX (1971), .314-5.
112 LA LfRlCA EN LA EDAD MEDIA "Cantigas de amigo" 113

cidas por los primeros compositores de moaxajas fueran por V enerus11 opio le ut eum bene ames
aquellos tiempos ninguna novedad. Es muy significativo que Venerusa, le ruego que le quieras bien.
los concilios de la Iglesia protesten desde el siglo VI hasta el IX
no s6lo contra el hecho de cantar canciones amorosas o lasci- ¿Es la súplica de una mujer a su rival que le ha quitado a
vas sino también, espcclficamente, contra las canciones de mu- su amante? También en una pared de Pompeya se encuentran
chachas (puellarum cantica). Las jarchas pueden ayudarnos algo algunos versos fragmentarios de una poesía que, aunque for-
a comprender c6mo debía de ser el panorama de la primitiva malmente toscos, demuestran un ingenio fresco y vibrante:
canci6n europea. Aun admitiendo que ciertas evoluciones for- Amoris ignes si sentires, mulio,
males dentro de la poesía árabe allanaran el camino de las moa- M4gi[s] properares, ut videres Venerern.
xajas, fue sin duda alguna la viva y floreciente lírica estr6fica Diligo iuvenem venustum; rogo punge iamus,
romance lo que condujo principalmente a la innovaci6n de la Bibisti, iamus, prende lora et excute,
Pompeios defer, ubi dulcis est amor.
poesía estr6fica en árabe, y más tarde en hebreo. Meus es ...
Así, las jarchas representan algunas veces y reB.ejan un tipo
Mulero, si hubieras sentido el fuego del amor
de canci6n tradicional o popular, no confinada a una élite culta avanzarías más de prisa para ver a Venus. '
o aristocrática, tal como debía ser cantada desde sus orígenes Amo a~ hermoso joven. Te ruego que le des a las espuelas.
en los distintos patois romances. Los temas que rccojen son ele- Has bebido, espolea, dale a las riendas y al látigo
Biijame a Pompeya, donde cstli mi dulce amor. ·
mentales, y, como Theodor Frings demostr6 en su brillante Eres mío...
conferencia en la Academia Alemana en 1949, se encuentran en
Asimismo, muchos poetas y poetisas de la Europa medie-
las canciones de cualquier época y de cualquier pueblo. Los te-
val echaron mano de los temas antiguos y universales de las can·
mas y el tono de las jarchas hispánicas se encuentran ya en
dones amorosas femeninas, e inspirándose en ellas compusie-
unas colecciones de canciones amorosas egipcias de finales del
ron nuevos poemas de una variedad fascinadora. En el año 789,
segundo milenio antes de Cristo y en canciones chinas contem-
Carlomagno public6 una capitular ordenando que "ninguna
poráneas a Safo. En Pompeya, entre los antiguos gralfiti, hay
algunos descarnados mensajes amorosos, algunos de los cuales a~adesa ºSC: abandonar el convento sin nuestro permiso, ni per-
mita que runguna de sus monjas lo haga ... y bajo ningún con-
parecen reflejar un punto de vista femenino:
cepto les deje escribir winileodas o enviarlos fuera del conven-
Romula bic cum Stapbylo moratur to". Los winileodas (literalmente, "canciones [cantigas] de
Rómula huelga aquí con Estáfilo amigo") de aquella época no se nos han conservado, pero hay
una canci6n germánica en particular, conservada en un manus-
Serell4 IsúUru futúlil ~ito del siglo x, que puede darnos algún atisbo de lo que pu-
Serena se csti hartando de Isidoro. dieron ser. Se trata del poema conocido por el nombre de Wulf
¿Qué es lo que empujaba a aquellos escritorzuelos? ¿Que-
y Eadwacer, pieza maestra de la poesía anglosajona:
~Wi hacer un alarde amoroso o burlarse de él? ¿Fueron escri- Leodum is minum swylce hirn mon lac gife;
tos por R6mula y Serena en persona o (cosa más vcrosfmil, si willa'O by bine apecgan, gif he on preat cyrne'<J.
Ungelic is us.
lo comparamos con la actualidad) por amigos que quedan mor- Wul/ is on iege, ic on operre.
tificarlas o provocarlas? Otro de los mensajes parece algo mú Fll!st is P11:t eglond, fenne biworpen.
serio y emotivo: Sindon w.rlreowe weras fuer on ige;
114 LA LfRICA EN LA EDAD MEDIA .., "Cantigas de amigo" 115
i
'I
1
wil/a"tJ hy bine apecgan, gi/ he on Preat cyme<J. .• da como las ramas de un árbol, la imagen que Chaucer desarro-
Ungeliu is us. llarla completamente en T roilus and Criseyde}, y lo odioso (la5)
Wulfes ic mines widlastum wenum dogode;
Ponne hil Wlfl!S renig weder ond ic reotugu slt!I, de las siempre inminentes despedidas y peligros. Finalmente,
Ponne mee se beaducafa bogum bilegde, en la explosión de la mujer contra su marido se descubre la
wtJes me wyn to pon, wtJes me hwlt!Pre eac la<J. dramlitica conclusión: Wulf ha vuelto para poner a salvo a su
Wulf, min Wulf, wena me Pine hijo (temiendo quid que Eadwaccr lo matara al conocer su
seoce gedydon, Pine seldcymas,
murnende mod, nales meteliste. paternidad). Tan pronto como Wulf está fuera de alcance, su
Gehyrest pu, Eadwacer? Uncerne earne hwelp amante se lo cuenta desafiadoramcnte a su marido, casi con un
bite<J W ulf to wuda. humor grotesco en la manera de aludir al nombre de Wulf,
PtJet mon eape toslitea PtJette ntJe/re gesomnad wtJes, cuando habla de "nuestra camada" (uncerne hwelp). En los
uncer giedd geador. dos últimos versos la amargura mezclada de ironía que notába-
Para mi pueblo será como un don. ¡Cómo le recibirán si se llega entre mos al principio vuelve por un momento, pero solamente para
ellos! Nuestro destino está deshecho. resolverse en el profundo y resplandeciente "nuestra canción
Wulf está en una isla y yo en otra, la isla es una fortaleza rodeada de
pantanos. Hombres malvados hay en aquella isla. ¡Cómo le recibirán si se
a una", símbolo de la unidad de los amantes, que vehicula la
llega entre ellos! Nuestro desúno está deshecho. apasionada convicción en aquella unidad incluso en el momento
Suspiré por mi Wulf en sus lejanos viajes. Cuando llegaron las llu- en que la mujer piensa en la separación.•
vias, me senté aquí y lloré; cuando las ramas de su cuerpo me abrazaron,
senú alegría y también dolor. De principios del siglo XI, contemporáneamente a las pri-
Wulf, mi Wulf, estoy enferma de quererte, por lo escaso de tus veni- meras jarchas, conservamos un winileod latino de gran belleza
das, la pena de mi corazón, no el hambre en que vivo. y sensibilidad, que se halla en el manuscrito de los Carmina
¿Oyes, Eadwacer? Wulf lleva nuestra camada al bosque. ¡Qué fácil es
separar lo que nunca estuvo unido, nuestra canción a una! Cantabrigiensia ( cf. más arriba, p. 34):
Levis txsurgit Zephirus El céfiro ligero se levanta y el
Aunque desconocemos muchos puntos de detalle del poe- et Sol procedit tepidus: tibio sol avanza: ya la tierra abre
ma, sus notas dominantes (el vehemente anhelo de la mujer iam Tt"a sinus operit, su seno, y rebosa con su dulzura.
por su amante, Wulf, el temor por su suerte y el desprecio por dulcore SUó difluit.
su marido Eadwacer}, son inequívocas. Wulf, en sus largos via- Ver purpuratum exiit, Sale la purpúrea primavera, lle-
jes, ha sido puesto fuera de la ley (su nombre le conviene per- ornatus suos induit, vando sus galas; salpica la tierra de
aspergit terram floribus, fiores, y los árboles de los bosques
fectamente, siendo el lobo [ wolf] el proscrito por excelencia),

i
ligna silvarum frondibus. de fronda.
y vuelve en secreto a la isla hostil donde espera su amada, sa-
biendo que está en peligro de muerte si alguien lo encuentra. Struunt lustra quadruptdts Preparan sus madrigueras los cua-
ti dulces nidos volucres: drúpedos y las dulces aves sus ni-
En el preludio del poema (dos versos del cual se repiten inttr ligna florenti4 dos; entre los árboles en flor cantan
como un estribillo irregular), la mujer habla de su peligro con sua decontant gaudia. su gozo.
una sombría ironía. Luego viene una estrofa que esboza con- Quod oculis dum video Y cuando lo contemplo con mis
cisamente el escenario narrativo, con la técnica alusiva carac- ti auribus dum audio, ojos y lo oigo oon mis oídos, ¡ay!,
terística de la poesía germánica, reflejada a veces tanto en los htu, pro tantis gaudiis por tan grandes gozos, me lleno de
tantis inflor suspiriis. otros tantos suspiros.
poemas amorosos alemanes como en los ingleses de la Edad Me-
dia. Después sigue el winileod en esencia, con la intensidad de 4 La palabra gesomnad úene, además, el significado de "com-
su alegría (la imagen latente del amante entrelazando a su ama- puesto" refiriéndose a una canción.
116 LA LÍRICA EN LA EDAD MEDIA "Cantigas de amigo" 117

Cum mihi sola sedeo Sentada sola aquí y empalidecien- de su soledad. Soledad es conocer todo aquello, pero no por
et, bec revolvet1s, palleo, do al pensar e.a esto, si acaso lo- s{ misma; abarcarlo con todos los sentidos y ser totalmente in-
si forte caput sublevo vanto la cabeza, ni olgo ni veo.
capaz de oír o ver nada al mismo tiempo. La paradoja se ex-
nec audio nec video.
presa con una simplicidad que es dramáticamente perfecta, el
Tu saltim, veris gratia, Tú por lo menos, por amor de efecto es descubrir esta elemental contradicción por uno mis-
exaudi, et considera la primavera, óyeme y piensa en
las bojas, las flores y las hierbas, mo por vez primera, descubrirlo lentamente, paso a paso, en
frondes, flores et gramina,
nam mea languet an;ma. pues languidece mi alma. medio de momentos de angustia y estupefacción.
·¡
Sin embargo, el poema rebasa los límites de la meditación,
A su manera, este poema, lo mismo que Wulf y Eaáwacer, representando algo más que un estado mental y sensitivo. Con
es una creación esencialmente dramática. Es profundamente una maestría brillantemente intuitiva, el clímax del poema se
personal, pero en el terreno de la lírica ello no impli~ (~r retrasa hasta el principio de la última estrofa: de repente nos
lo menos no necesariamente) la revelación de una experiencia damos cuenta de que la triste meditación no se reducía a una
privada, sino más bien la realización de una persona, es decir, mera autocomplacencia, sino que estaba dedicada a otra per-
la consecución de una cierta objetividad dramática. Si los ele- sona para provocarle un cambio en su pensamiento y en su co-
mentos personales fueran aquí únicamente subjetivos, el resul- razón. No dice "por amor de mí", sino "por amor de la prima-
tado sería menos un producto artístico que un estorbo: la au- vera"; no dice "piensa en mí", sino •piensa en la primavera
tenticidad reside no tanto en "el espontáneo desbordamiento de que te rodea". Sutil y humildemente dice: •Si eres capaz de
una poderosa sensibilidad" (que puede estar presente o no), experimentar la alegría y el amor, las hojas y las flores te ins-
como en la fuerza de su proyección imaginativa. pirarán todas las reflexiones que yo me h~ hecho. ¿Y no te in-
Al principio hay una cierta "distanciación" de efecto en la ducirán a corresponder a ellas, a dar la respuesta que yo no
manera de presentar la primavera. Hay un cambio de dicción puedo dar sin que tú me la hayas dado?". En una única cuar-
notable entre las tres primeras estrofas y el resto del poema, teta el poema cambia de curso: la mujer transforma su lamento
cosa que "suena" muy bien dramáticamente: la primavera se nos en una llamada al amor; sus sencillas palabras de despedida
presenta mediante una serie de personificaciones, pues para la retratan toda su delicadeza y lo complicado de sus sugerencias
mujer que está hablando la primavera es en aquel momento algo y la pasión que late en ellas.
que sabe que existe, pero que no puede sentir. También el len- Las primitivas canciones amorosas femeninas germánicas
guaje literario, por lo remoto de su impresión, apunta a lo que medievales, aun con toda au simplicidad, se hallan engastadas
la mujer quiere expresar: la suavidad y la tibieza del céfiro y en un contexto culto. Al final de una carta de una muchacha
del sol la radiante y sensual generosidad de la tierra, la sensa- escrita en latín y dirigida a un clerc, y en la que parecen fun-
ción d; dar y recibir belleza que implica el porte de la prima- dirse inextricablemente un ideal literario y ciceroniano de amis-
vera (pienso de nuevo en otra .figura femenina, la Primavera de tad con coquetería y con una ardiente afección, carta que fue
Botticelli). Aunque la escena es vista con ojos fríos y distancia- ~opiada como modelo estilístico en un manuscrito bávaro de
dos hay una alegria latente en ella, una alegría a la que puede los alrededores de 1160, encontramos los siguientes versos en
acc;derse por vía de participación: la mujer la ve en las criatu- alemán:
ras que pueden "domesticar" las flores y los árboles, llevarlos
a su casa, algo que sea verdaderamente suyo. D4 bist mln, ich hin din: Tú eres mfo y yo soy tuya: de-
Son tales pensamientos lo que revela a la mujer el alcance des solt tllJ iewis si,,. bes saberlo perfectamente. Estás en-
118 LA LÍRICA EN LA EDAD MEDIA "Cantigas de amigo" 119

da bist beslouen cerrado en mi corazón; se ha perdi- algo más larga pero similar, de Meinloh von Sevelingen, uno de
in mlnt:m bt:rXt:n: do la. llavccita: siempre tcndrú que los mís tempranos Minnesinger del siglo XII que conocemos por
permanecer en a.
verlorn ist dar. slüuelin: su nombre:
dt2 muost immer drinne sin.
Mil' erwelten mlniu ougen einen kindeschen man.
Aquella culta dama, ¿improvisó los versos o citó un wini- úz nldent 1111der frouwen: ich b4n in anders niht get4n,
leod popular? Probablemente nunca lo sabremos. En los Car- wan obe icb h4n gedienet daz ich diu liebeste bin.
mina Burana tampoco podemos saber si los impresionantes ver- dtu an wil ich kben min herze und a/len den sin.
sos que siguen: swelhiu sinen willen hie bevor h4t get4n,
oerMs si in von schulden,
Gruonet der walt allenthalben. Por todas partes verdea el bos- der wil ich nu niht wízen, sihe ichs unfroellchen st4n.
w4 ist mtn gesell alsó langeí' que. ¿Dónde está mi amado, tanto Mis ojos han escogido un hombre que es casi un niño. Otras mujeres
der ist geriten binnen. rato? Se ha ido a caballo. ¡Ay!,
están celosas aunque no les hice daño, sólo que he merecido ser su ama-
¿quién me amará?
owt! wer sol mich minnení' da. A él quiero dedicar mi corazón y mi voluntad. La mujer que hizo de
su voluntad hasta que fui suya, si ella le abandonó por su culpa, no se lo
son el original de los versos en latín que van junto con ellos o rcp~ aunque la vea desconsolada.

una recreación posterior de éstos, o si (como me siento incli- Meinloh acertó a recrear las fases y los cambios tempera-
nado a creer) un único poeta, al componer para un auditorio mentales de su pensamiento, desde la autojustificación ligera
vario de jóvenes clercs que sabían el latín y de muchachas que ..
l,
y falsamente inocente hasta los momentos de ardor y serena
lo desconocían, los compuso a la vez conjuntamente, planeán- !
aquiescencia, pasando por el enojo, que recobra su compostura
dolos como un todo. tramando sardónicamente una situación imaginaria. En media
Entre los winileodas alemanes, los hay compuestos en una docena de versos, Meinloh consigue una situación dramática
forma estrófica que tiene ciertas afinidades con las cuartetas del de una notable riqueza, y logra producir la ilusión de hacernos
Nibelungenlied y con algunos cantares tradicionales alemanes: creer que estamos contemplando las elucubraciones de un es-
Mich dunket niht só guotes noch só l<>besam píritu femenino más que oyéndole hacer un discurso.
só diu liehte róse und diu minne mines man. En las canciones amorosas femeninas francesas de la Edad
diu kleinen vogellln Media, por el contrario, los elementos narrativos externos son
diu singent in dem walde: dést menegem berzen liep. más característicos y tienden a jugar un papel más importante
mirn kome min holder geselle, in hán der sumerwünne niet.
que los momentos de autorrevelación:
Nada tan bueno conozco ni tan digno de honor como la rosa esplen-
dente y el amor de mi amado. Los paj~ill~s cantan en ~ bosque: m~ Siet soi be/e Aye as piez sa male maistre,
de un corazón se llena de alegría; pero s1 m1 amado no viene, no tcndre sor ses genouls un paile d'Engleterre;
alcgrfa en el verano. a un fil [fin] i f et coustures belles.
he he! amors d'autre país,
La deliciosa ingenuidad de estos versos, ¿es espontánea e ::::on cuer avez et lie et souspris.
inconsciente o se muestra su autor algo solapado y bastante ar-
Aval la face li courent chaudes lermes,
caizante como para conseguir darles un aire "tradicional"? De q'el est batue et au main et au vesprt,
nuevo no podemos hacer otra cosa que imaginarlo. En cual- par ce qu'el aime soudoier d'autre terre.
quier caso es fácil de ver la distancia que media entre estos he he! amors d'autre país,
versos y las sutiles canciones femeninas, en una forma estrófica mon cucr avez et lie et souspris.
120 LA LÍRICA EN LA EDAD MEDIA "Cantigas de amigo" 121
La bella Aya está sentada a los pies de. su ~rversa ama, sobre sus mundo viejo y rígido que no se permite comprender a la ju-
rodillas una tela de seda inglesa; con un preaoso hilo hace bellas costuras.
¡Ah, ah!, amor de otro país, mi coraz6n bab6.s sorprendido y atado. ventud, la alegría y el amor, aunque, desde luego, los castigos
que determina no pueden sofocarlos.
Cara abajo le corren lágrimas ~entes, porque le pegan dfa y noche!
pues ama a un soldado de otra uerra. ¡Ah, ah!, amor de otro paú, tru Alguna de las contribuciones más individuales de la tradi-
corazón habéis sorprendido y atado. ción francesa hay que buscarlas en las llamadas chansons de
toile, en las cuales se desarrolla una romántica narración más
Los versos que sirven de estribillo son la canción de Aya, prolija, en gran parte desde el punto de vista femenino. Tales
su winileod. Pero aquí (en contraste, por ejemplo, con el la- canciones encierran un buen número de problemas: ¿hasta qué
mento de la mujer en Wulf y Eadwacer) no constituyen la mé- punto son realmente las canciones, o el tipo de canciones, que
dula de la composición, sino que más bien dan énfasis a la las doncellas cantaban cuando tejfan? ¿Se trata de composicio-
situación objetiva. Como en los winileodas de todas partes, nes antiguas o tardías, arcaicas o arcaizantes, tradicionales o li-
las doncellas y las casadas de las canciones francesas conocen . terarias? El examen de una de sus muestras puede indicarnos al-
las penas del amor, pero su sufrimiento se exterioriza muy a gunas respuestas posibles.
menudo; mientras en las canciones españolas y gallegas la ma-
dre de la muchacha se evoca con simpatía, como la persona en Be/e Y olan:r. en ses chambres seoit,
d'un boen sami:r. une robe cosoit,
quien pueden confiarse sus ardientes sentimientos que de otro a son ami Jramettre la voloit.
modo la misma muchacha hubiera podido ocultarse ella misma, en sospirant ceste chancon chantoit
en las canciones francesas la madre es cruel, averigua los sen- "dex, tant est douz li nons d'amors:
timientos de la muchacha y la castiga (siempre sin resultado, ja n'en cuidai sentir dolors.
desde luego). Así, en un motete para tres voces del siglo XIII, Beis douz amis, or vos voi/ envoier
muy sofisticado musicalmente, que recoge un motivo tradi- une robe par mout grant amistie.
cional: por deu vos pri, de moi aiez pitie".
ne poi ester, a la te"e s'assiet.
Be/e Aie/is par matin se leva, La bella Aíelis se levantó por la A ces paro/es et a ceste raison
en un pre juer ala mañana y se fue a un prado a sola-
zarse, por diversión y por deleite.
/i siens amis entra en la maison.
par deport et par doucour; cele lo vit, si bassa lo menton,
lor /i menbre d'une amour Entonces se acordó de un amor por
el que hacía largo tiempo que se ne pot parler, ne /i dist o ne non.
le'enprise a, si grant pitcha. abrasaba, y exclamó entre suspiros:
en souspirant s'escria "Dios, qué vida más dolorosa· llevo, "Ma douce dame, mis m'avn en ob/i:'
"dieus, con vi/ a gran doulour pues me pegan día y noche por cau- cele l'entent, se /i geta un ris,
qant on mi bat nuit et jour sa de quien es dueño de mi cora· en sospirant ses beis bra:r. /i tendi;
pour ce/i qui mon cuer a. z6n; pero cuanto más me pegue mi tant doucement a acoler l'a pris.
mais com plus mi hatera madre, tanto más me hará pensar
en cometer una locura.• "Beis dou:r. amis, ne vos sai losengier,
ma mere, plus me /era mais de fin cuer vos aim et senz trechier.
penser /olour". qant vos plaira, si me po"ez baisier,
entre voz braz me voil aler couchier."
De una manera semejante, en las canciones de malmaridada
Li siens amis entre ses braz la prent,
francesas la muchacha es golpeada invariablemente por el ma- en un biau lit s'asient seulement:
rido celoso y toma la venganza buscándose un amante. El ma- be/e Yolan:r. lo baise estroitement,
rido, como la madre, se considera como perteneciente a aquel • tor francois en mi lo lit /'estent.
122 LA LÍRICA EN LA EDAD MEDIA "Cantigas de amigo" 123
La bella Yolanda estaba sentada en sus habitaciones, cosía un vestido En la canción de la bella Yolanda, ciertos elementos son tra-
de una rica tela y quería mandarlo a su amigo. Suspirando cantaba esta dicionales. En primer lugar, el estribillo (que se repite al final
canción: •Dios, tan dulce es el nombre de amor: nunca c:rd que por 8
sufriera dolor•. de cada estrofa), con su insistencia en el tan antiguo tema de la
"Hermoso, dulce amigo, ahora os quiero enviar un vestido por mi inseparabilidad de la alegría y el dolor en materia amorosa: en
muy gran amor. Por Dios os lo ruego, tened piedad de mt.• No pudo
tenerse en pie, se 'sentó en el suelo. la lírica francesa medieval hay docenas de estribillos que po-
En estas palabras y en estas razones su amigo entr6 en la casa. Ella drían perfectamente intercambiarse con él. También son tradi-
lo vio, y bajó la cabeza, no pudo hablar, no le dijo "sf" ni "no". cionales un cierto número de frases que se repiten a lo largo
"Mi dulce dama, vos me habéis olvidado.• Ella le oyó y le echó una
sonrisa; suspirando le tendió sus bellos brazos y empezó a besarlo muy del poema: en sospirant, beis douz amis, entre voz braz; para
dulcemente. quien esté familiarizado con la poesía francesa medieval, la mi-
•Hermoso, dulce amigo, no os puedo mentir, sino que os amo con tad de los versos de la canci6n le parecerán formularios. Lo que
un amor perfecto y sin traición. Cuando gustéis, me podréis besar. Entre
vuestros brazos quiero ir a donnir." es distintivo es su deliberada simplicidad y su consciente inge-
Su amigo la toma entre sus brazos y se sientan solos en un hermoso nuidad. El poeta consigue un efecto sencillo y lacónico con un
lecho: la bella Yolanda lo besa estrechándolo, y lo tiende en medio de
la cama, a la francesa. derroche de asíndeton:
La escena se presenta, aquí como en otras canciones de este ne pot ester, a la terre s'assiet ...
grupo, de una manera fuertemente romántica. La bella Erem- cele lo vil, si bassa lo menton,
ne pot parler, ne li dist o ne non.
bors contemplando la procesi6n de cortesanos desde su venta-
na, la bella Aiglentine cosiendo en la cámara real, la bella Yza- Hace gala de un fino sentido de la economía dramática en el
bel en su alta torre, asomándose por las almenas; en todas único verso que deja al amante:
ellas, las escenas iniciales tienen algo de peliculero. Esto, sin "Ma douce dame, mis m'avet. en obli."
embargo, no puede darnos de por s{ ninguna indicaci6n segura
acerca de la fecha o la etapa literaria en que se desarrollaron Canaliza claramente la desbordada confusi6n de los sentimien-
tales canciones: en mi opini6n, un mundo tan escapista hu- tos de Yolanda con el quiasmo
biera podido ser muy del agrado de mujeres y hombres tanto de , \ cele l'entent, se li ge ta un ris,
los siglos XI y XII (y aun antes} como del siglo XIII. Por otra ~ en sospirant ses beis bra:r. li tendi.
parte, la franqueza con que las muchachas protagonistas hablan
La juvenil espontaneidad con que Yolanda entrega su cuerpo
de sus apasionados sentimientos no implica, como pensaba una
contrasta con la adulta agudeza del verso final, en el cual el
generaci6n de eruditos más antigua, que tales canciones fueran
poeta hace su propio comentario.
reliquias de un mundo arcaico, "pre-cortesano".ª No solamente
Todo ello puede ser arte intuitivo más que técnica artifi-
nos es imposible rastrear los primeros refinamientos de la cor-
cial o culta. El poeta puede muy bien no haber oído nunca ha-
tesía hasta una determinada fecha y lugar, sino que hemos de
blar de asíndeton ni de quiasmos: el mismo San Agustín, crean-
tener en cuenta la coexistencia, en la mayor parte de tiempos
do los fundamentos de la ret6rica cristiana, admitía: "Hemos
y lugares, de canciones en que el amor se expresa de maneras
diferentes. ·• conocido a muchos que, sin educación ret6rica, han dado es·
tilísticamente más de sí que otros que lo habían aprendido
s No precisamente, tal como sugiere Faral con toda seriedad, todo" (De doctrina christiana, IV, 3 }. Y si hay sofisticaci6n en
porque fueran demasiado obscenas como para ser cantadas por mu- la ingenua inmediatez, puede muy bien ser congénita en un
chachas o entre ellas. poeta dotado. Ni tiene por qué ser conscientemente arcaizante
124 LA LÍRICA EN LA EDAD MEDIA "Cantigas de amigo" 12.S
ni tardía: es una vena característica especialmente de la lfrica o questa ria vicina,
francesa, de la cual he sugerido algunos indicios ya en la com- morta áistrulla m'hai.
posición ·francesa más antigua, del siglo IX (cf. mis arriba1 -Marítato non sentelo, -Tu marido no lo oye, porque
ch'el este addormentato, está adormilado, y las vecinas duer-
pp. 48-49). e le vicine dormeno: men: ya ha pasado el primer sue-
Las chansons de toile crean un mundo reservado, patente- primo sonno e passato. ño. Si pasara la guardia serla ¡re-
so y atado. -Y tú, ¿por qu te
mente romántico, pero un mundo cuyo atractivo, en mi opi- Se la scurta passassenci, quedas?
nión, rompió la mayor parte de las diferencias de medio y seria stretto e ligato.
-E tu perchi ci stai?
pudo muy bien haber durado mucho más de lo que indican
-Che la scurta passassenci, -Si pasara la guardia, válganos
los testimonios conservados. Las particularidades, tácitas o ex- o vergine Maria, Santa María, nos cortarían a todos
presas, del mundo de la bella Yolanda se ponen acusadamente tutti a pezri tagliassenci a pedazos en medio de la calle.
en relieve si lo comparamos con una canción siciliana del si- en mev:o della vial -Pero no delante de mi casa, que
me darían a mí la culpa. ¿Y por
glo XIII, que de un modo superficial parecería muy comparable -Ma non dinanzi a casama, qué no te vas?
a ella: una canción amorosa que toma cuerpo en una situación ch'io biasmata seria.
E percM non te n'vai?
narrativa, una canción en la que los amantes se encuentran y
en la que la mujer desempeña también el papel principal. Aquí, Las mujeres de las chansons de toile que languidecen por
sin embargo, todo es específico, contemporáneo y lamentable- su amado son pecadoras empedernidas: su amor es una actitud
mente real: · inmutable, no están asustadas de sus mals mariz, ni el miedo
las hace sentirse nunca inseguras de su amor. En el poema si-
-Uvati dalla porta: :__Quítate de la puerta: ¡Mísera
Lusa, ch'or foss'io morla de mí, ojalá me hubiera muerto el ciliano el miedo de la dama está agudamente canalizado por sus
lo giorno ch'i' t'amai! día en que te amé! autoacusaciones y sus reproches a su amante, dramático escape
Uvati dalla porta, "Quítate de la puerta, sigue tu de sus momentos de pánico. Hay una ironía que le pasa des-
vatten alla tua vía,· camino; que para ti podría estar apercibida a ella misma en los versos
cM per te seria morta, muerta y no te preocuparía. ¡Vete,
e non le ne encresceria villano, vete por cortesía, oh, vete Partí, valletto, partiti
Partí, valletto, pm.titi ahora mismo! per la tua cortesía ...
per la tua cortesía: "' V alletto (a menos que se entienda puramente como una expre-
deh, vattene oramai.
sión insultante) implica una distinción clasista entre los dos (él
-Madonna, ste parmde -Señora, estas palabras, por pertenece a la "clase baja", ella es la esposa de un respetable
per dio non me le dire. Dios no me las digas. Sabes que
Sai che non venni a casata no be venido a tu casa para irme burgués), y aunque le llama valletto, le implora, con una es-
per volermene gire. otra vez. Vamos, hermosa, ábreme pecie de compasivo desdeño, "por cortesía". Él contesta in-
y déjame entrar: después haré lo
Uvati, bella, ed aprimí, que mandes. sensiblemente, recogiendo irónicamente quizá el valletto en el
e Lzsciami trasire: cortés "poi me comanderai". La atmósfera urbana, la opresiva
poi me comanderai.
proximidad de las casas vecinas son evocadas en su interven-
-Se me donassi Trapano, -Aunque me dieran Trapano, y ción siguiente, sintiendo que la mala vecina pueda oírle: es mu-
Palermo con Messina, Palermo con Mes.ina, no te abriré
la puerta, aunque me hicieras rei- cho más vivo e intenso que los convencionales y vagos "calum-
la mia porta non t'apriro,
se me fes si regina. na. Si lo oye mi marido o esta mala niadores" y "espías" de tantas canciones amorosas medievales.
Se lo sente marítamo vecina, me veo muerta y enterrada. Lo creciente de la urgencia se canaliza en la manera en que ella
126 LA LÍRICA EN LA EDAD MEDIA "Cantigas de amigo" 127
corta sus parlamentos, irrumpiendo en las estrofas de él en lu- Sedúz-m'eu na ermida de San Simi6n
e cerctJron-m'í as ondas que grandes son:
gar de contestar en una estrofa suya. El sentimiento de peligro eu atendend'o meu amigo,
alcania su clímax con la mención de la guardia de noche (fan- eu atendend'o meu amigo!
tasmagórico eco del Cantar de los cantares, cf. más arriba, .,.
Estand-0 na ermida ant'o altar
p. 99). Por primera vez también él, que hace tanto rato que ella cercaron-m'í as ondas grandts do mar:
lo tiene afuera, siente pánico. Pero en aquel momento ella no eu atendend'o meu amigo,
puede tan siquiera pensar en él, sino en sí misma y su buena eu atendend'o meu amigo.'
fama, que se vería comprometida con la desagradable y violenta E cercaron-m'i as ondas que grandes son,
escena al exterior de su casa. El poema termina en el momento non e'i barqueiro, nen remador,
en que el terror ha magnificado la realidad hasta la pesadilla. eu atendend'o meu amigo,
La andadura dramática del conjunto, el hiriente sentido de la eu atendend'o meu amigo!
realidad que llega desde los matices de detalle hasta la obsesiva E cercaron-m'í as ondas do alto mar,
fantasía del final, nos revelan cuán lejos estamos de los confi- non e'í barqueiro, nen sei remar,
nes del mundo de la bella Yolanda. eu atendend'o meu amigo,
La eclosión más abundante de canciones femeninas de la eu atendend'o meu amigo!
Europa medieval tuvo lugar en el Portugal del siglo XIII. Allí, Non e'í barqueiro, nen remador,
tanto el poeta cortesano como el jogral componían cantigas de mo"erei tremosa no mar maior:
amigo que, cuantitativamente, se acercan y, cualitativamente, eu atendend'o meu amigo,
eu atendend'o meu amigo!
sobrepasan a sus demás composiciones líricas amorosas, las can-
tigas de amor. De nuevo se transforman las canciones y los te- Non e'í barqueiro, nen sti remar,
mas tradicionales. El poeta reduce sus convenciones de mate- morrerei tremosa no alto mar:
eu atendend'o meu amigo,
ria y forma más que en ningún otro sitio en Europa, pero den- eu atendend'o meu amigo!
tro de estos límites muestra una gran artiíiciosidad, explotando
los recursos del paralelismo y el estribillo con una sutileza com- Estaba yo sentada en la ermita de San Simc6n y me rodearon las olas
qu~ grandes son; esperando a mi amigo, esperando a mi amigo. '
parable a la de Y eats en sus canciones con estribillo de sus
últimos años. Las limitaciones formales se corresponden aquí Estando en la ~ta? ante el altar, me ;t<><l~n las olas grandes del
mar; esperando a mi amigo, esperando a .nu amigo.
con las de contenido: mientras el uso riguroso de esquemas re- 1
Rodeáronme las olas, qué grandes son: no tengo barquero ni remador·

petitivos permite pocos escarceos narrativos o psicológicos, esta l esperando a mi amigo, esperando a mi amigo. '
técnica puede reflejar perfectamente una progresiva intensidad Rodeáronme las olas altas del mar, no tengo barquero ni sé remar·
de pasión, volviendo cada variación más vehementemente al esperando a mi amigo, esperando a mi amigo. '
pensamiento original, o también expresar un arrobamiento oní- No ten~ bar9uero ni remador, .moriré hermosa en el mar mayor; es-
perando a .nu amigo, esperando a nu amigo.
rico o amoroso en que cada verso arrulla el espíritu en una
~o t~ngo barquero nis~ rell;lllr, moriré hermosa en alta mar; esperando
única visión. a mi arrugo, esperando a m1 amigo.
La cantiga que parece acercarse más a una inspiración dra-
mática es una de Meendinho, un jogral de Vigo quizá, del cual La intensidad y el inexorable movimiento están a un tiem-
no conocemos más que la única pieza conservada bajo su po reco~idos en una simple imagen, una imagen más amplia
nombre: que la vida, dentro de la cual las posibilidades dramáticas (su
128 LA LÍRICA 2N LA EDAD MEDIA "Cantigas de amigo" 129
amante, ¿la ha abandonado?, ¿ha muerto en el mar?; la capilla ¡OSmo permanezco solitaria en Vigo y ninguna guarda conmigo tr<1i-
¿será tragada por la marca?) se mantienen en tensi6n, ~o de- go! Y voy enamorada_
liberadamente no son desarrolladas. Pero lo que predomma no ¡Y ninguna guarda tengo conmigo, excepto mis ojos, que lloran con-
migo! Y voy enamorada.
son las asociaciones narrativas, sino más bien las simbólicas in-
¡Y ninguna guarda conmigo traigo, excepto mis ojos, que lloran am-
teriores: la visi6n de la ola que se acerca hace sentirse a la bos! Y voy enamorada.
muchacha engolfada en la grandeza de una posible desilusi6n;
el mar es el tiempo, esperar sin resultado; el mar es la sc- Martín Códax coloca implícitamente a su dama en un am-
paraci6n. biente más cortés, donde el secreto es importante y el amor
Hay un cierto dramatismo de tipo diferente en las fugaces está siempre amenazado por los amigos de los escándalos y los
transiciones de una cantiga de Martín C6dax (para la melodía, espías, cuyas caricaturas (el lauzenjador y el gardador en pro-
d. el Apéndice), uno de los poetas más antiguos y más co- venzal y el nammam y el raqib en árabe) son tan conocidas en
nocidos de Galicia, que escribi6 bajo el patronazgo de Fer- la lírica amorosa medieval tanto de Oriente como de Occiden-
nando III de Castilla: te. El poeta consigue el efecto deseado primero sin ninguna
imagen, solamente mediante las modulaciones, la soledad-la
Ay Deus, se sab'ora meu amigo invitación provocativa-, el dolor. A cada uno de ellos se le
com'eu senneira estou en Vigo! concede un par de estrofas, mas el arte, aquí como en toda can-
E vou namorada!
tiga de amigo, consiste en hacer que las relaciones formales en-
Ay Deus, se sab'ora meu amado tre estrofas sean más que formales, en hacerlas multidimensio-
com'eu en Vigo senneyra manno! nales con el significado. 'Estar solo' puede significar a la vez
E vou namorada!
soledad y accesibilidad; pero hay espías mucho más molestos
Com'eu senneira estou en Vigo que los del mundo exterior. Sus ojos espían para él, y lloran
e nullas gardas non ei conmigo!
E vou namorada! porque él no está ahí; el momento de la intriga amorosa no
puede hacerse permanente, y siempre la devolverá a su soledad.
Com'eu senneira en Vigo manno Incluso aunque el mundo externo no lo vea, ella verá siempre
e nullas gardas migo non trayo!
E oou namorada! lo que hizo y sufrirá por ello. Todo esto puede estar latente en
el tierno y doliente final.
E nullas gardas non ei conmigo La mayor parte de las cantigas de amigo, sin embargo, son
ergas meus olios que choran migo!
E vou namorada! canciones de un único impulso y de una única imagen; veamos,
por ejemplo, la breve pero mágica cantiga de Pedro Meogo:
E nullas gardas migo non trayo
ergas meus o/los que choran ambos! Ai cervas do monte, vin vos preguntar:
E oou namorada! foi-s'o meu amigu' e, se alá tardar,
que farei, ve/idas?
¡Ay Dios, si supiera ahora mi amigo cómo estoy yo sola en Vigo!
Y voy enamorada. Ai cervas do monte, vin vo-lo dir.er:
¡Ay Dios, si supiera ahora mi amado cómo en Vigo solitaria perma- foi-s'o meu amigu' e que"ia saber,
nezco! Y voy enamorada. que farei, ve/idas?
¡OSmo estoy solitaria en Vigo y ninguna guarda tengo conmigo! ¡Ay ciervas dd monte!, vine a preguntaros: se fue mi amigo, y si se"
Y voy enamorada. entretiene allí, ¿qué haré, hermosas?
130 LA LfRICA EN LA EDAD MEDIA "Cantigas de amigo" 131
¡Ay ciervas del monte!, vine a declroslo: se fue mi amigo, y querda por lhi fazer prar.er; si hoy va allí una hermosa, yo seré
saber, ¿qué he de hacer, hermosas? se oj'i· úa vai una de: dlas, bien lo sé.
En muchas canciones gallegas, las cervas son las simbólicas
fremosa, eu serei
a üa, ben o sei.
confidentes de la muchacha enamorada, encarnando lo que su
propia naturaleza tiene de dmido y de ardiente.6 Cuando pre- El poeta, Martín Padrozelos, juega aquí levemente con el
gunta a las ciervas está cuestionando la veracidad de sus pro- motivo de la peregrinación, uno de los temas más comunes en
pios sentimientos. También en otras cantigas, cuando pregunta la lírica gallega. Es fácil dejarse seducir por el ingenio y el en-
al mar noticias de su amado, el mar personifica el carácter de canto de una tal canción: cuando una muchacha pide permiso
su amor, la serenidad y el alboroto, los peligros, los pensamien- a sus padres anunciándoles lo que piensa hacer, cuando amaña
tos en la muerte de su amado y en su regreso sano y salvo. la verdad con sus trapacerías y sólo deja a su madre estar en
Con todo, tales preguntas no constituyen únicamente una in- el secreto, todo parece tan familiar, tan fácil de escribir, que
trospección; son también impulsos hacia el exterior, una olea~a uno puede olvidar el arte profesional que se necesita para crear
de simpatía por todo lo bello y lo salvaje que hay sobre la tie- algo tan espontáneo.
rra, como si el amor que la muchacha siente en su interior hu- Las canciones de los poetas gallegos representan, con su
biera exaltado todos sus sentidos. ternura, su carácter juguetón, su intensidad y la pura belleza de
Aunque los límites de las cantigas de amigo gallegas sean su canto, la cima de una larga tradición poética. Las canciones
manifiestamente reducidos, no se debe olvidar que entre ellas más hermosas son, en su mayor parte, las más sencillas, aque-
hay algunas de un delicioso humor: llas en las que el poeta ha puesto toda su concentración y todo
Por Dios, no os pese, madre y su arte al servicio de unos modos antiguos y tradicionales.
Por Deus que vos non pb,
mía madr'e mía senhor, señora mía, que yo vaya a San Sal- Para terminar este capítulo quisiera traer a colación dos
d'ir a Sam Salvador, vador, porque si hoy van allí tres composiciones que en cierto modo se apartan de las que hemos
hermosas, yo seré una de ellas, bien
ca, se oi'i van tres lo sé. estudiado hasta aquf y que coronan tradiciones poéticas de tipo
fremosas, eu serei muy diferente. Ambas ilustran un tipo de lírica en el que las
a üa, ben o sei.
Para hacer oración quiero hoy ir mujeres toman como punto de partida el lenguaje poético y las
Por fazer ora,on,
quer' o¡'eu alá ir, allí, y, a no decir mentira, si allí convenciones de la lírica amorosa aristocrática y masculina,
hay dos hermosas, yo seré una de pero mezclando con ellos aquel lenguaje de las pasiones más
e, por vos non mentir, ellas, bien lo sé.
se oi'i duas son abiertamente físico que caracteriza los winileodas más antiguos
fremosas, eu serei conservados. Podemos comprobarlo en las poesías de cuatro
a üa, ben o sei.
Está aW mi amigo, ay madre, y poetisas cuyos nombres se nos han conservado junto con los de
I é meu amig', ai
madr', e i.Jo-ei veer, he de ir a verle, para complacerle¡ los cuatrocientos y pico de trovadores provenzales, la más co-
nocida de las cuales es Beatritz, la condesa de Dia. Beatritz com-
puso en la forma esencialmente cortesana de la canso con co-
G Tales asociacio~es me parecen más inmediatamente intere-
santes para las canciones del siglo XIII que las reminiscencias fol- blas unissonans (con las rimas idénticas en todas las estrofas),
klóricas de mimos eróticos paganos o de ritos llenos de simbolismos un tipo en el que el lenguaje del amor raramente traspasaba
cérvidos, aunque ambos pueden estar en la base de las cantigas ga· los límites de lo que podía cantarse sin censura en los mejores
llegas de ciervos. círculos. Beatritz hace gala de su hábil manejo del lenguaje es-
LA LÍRICA EN LA EDAD MEDIA
.,
1
'J
1 ;•
"Cantigas de amigo" 133
132
tilizado, pero una y otra vez lo viola con una sobrecogedora deseo físico aún más específica y desnudamente. No vive en el
infortupío de una malmaridada, no da muestras de timidez ni de
libertad:
disimulo: "en loe del marrit" es conciso y llanamente práctico,
Estat ai en greu cossirier He estado en gran cuita a causa y los dos últimos versos alcanzan el clímax de una abierta
de un caballero que he tenido, y
per un cavallier qu'ai agut, quiero que se sepa para siempre provocación sexual. Con su animosa fusi6n de los mundos de
e voill sia totz temps saubut cuán de sobras le he amado. Ahora la canso y del winileod, Beatritz de Dia cre6 una lírica con
cum ieu l'ai amat a sobrier. v~ que me h~ traiciona~o porque
Ara vei qu'ieu sui trabida, un efecto poético muy suyo, a un tiempo emotivo y atrevido.
no le di (a uempo] 1Il1 amor, .Y
quar ieu non li donei m'amor; por esto he estado en gran congo¡a Una canci6n femenina francesa 7 por el amado que ha par-
don ai estat en grant e"º' en cama y cuando estoy vestida. tido para la cruzada (cf. más abajo, pp. 160 y ss.) nos revela
en leit e q11an sui vestida. un atrevimiento de tipo diferente, un atrevimiento que condu-
Ya quisiera tener a mi caballero ce a una sublime ternura:
Ben volria mon cavallier
tener un ser en mos bratz nut, una noche desnudo en mis brazos,
pues se tendrfa por dichoso con Jberusalem, grant damage me fais,
qu'el s'en tengra per errebut que le sirviera de almohada, pues qui m'as tolu ce que ie plus amoie.
sol c'al ltii fesses coseillier; me place más Floris que Bla?cafior. Sacbiez Je voir ne vos amerai maiz,
quar plus m'en sui abellida Mi corazón le entrego y m1 amor, quar c'est la rienz dont f ai plus male ioie,
non f is Floris de Blancaflor. mi juicio, mis ojos y mi vida. et bien souvent en souspir et pantais,
Mon cor eu l'autrei e m'amor, si qu'a bien pou que ver Deu ne m'irais,
mon sen, mos oillz e ma vida. qui m'a osté de grant ioie ou ¡'estoie.
Beis amics, avinens e bos, Gentil amigo, amable y bueno, Biaut dous amis, con po"oiz endurer
¿cuándo os tendré en mi poder?
quora·us tenrai en mon poder, ¡Ojalá pudiese dormir con vos un~
la grant painne por moi en mer salee,
e que ¡agues ab vos un ser, noche y daros un beso amoroso. quant rienz qui soit ne po"oit deviser
e que·us des un bais amaros. Sabed que tendría gran deseo de la grant dolor qui m'est el cuer entree?
Sapchatz gran talen n'auria teneros en lugar de mi marido i:on Quan me membre del douz viaire cler
que·us tengues en loe del marrit tal que os hubieseis ~_mpromeudo que soloie baisier et acoler,
ab so que m'aguessez plevit a hacer lo que yo qu1S1era. granz merveille est que ie ne sui dervee.
de far tot so qu'ieu volria.

El final de la primera estrofa contrasta aquí con la d~fni?a? 7 No se conoce con seguridad la fecha y el origen de dicha
del lamento inicial. La frase "tener ... en mos bratz nut , top1- canción. Solamente se nos ha conservado en un manuscrito tardío
co de la lírica trovadoresca como expresi6n del deseo sexual del siglo xm (el Chansonnier du Roi): en el texto se atribuye a
en el hombre, puesta en labios de una muj~r nos desafí~ con Gautier d'Espinau, pero en el índice se adjudica su paternidad
a Jehan de Nuevile, aunque todo el mundo está de acuerdo en
una fuerza inesperada, casi como una sacudida. Con ~l v1vo Y
que ambas atribuciones son improbables. Creo muy posible que
llano "luí fesses coseillier", la poetisa abandona cas1 comple- su autor fuera una mujer. La cuestión de si el poema está com-
tamente el lenguaje cortesano por un momento, para volver a pleto o no es igualmente difícil de solucionar. Bédier argumentó
él en la alusi6n a la legendaria pareja de amantes de los '?mans de modo convincente que, por razones técnicas, la canción es frag-
medievales, Flores y Blancaflor. La segunda estrofa termma en mentaria. A mi parecer la canción está perfectamente, y añadirle
un tono sumiso de suma simplicidad. De nuevo, con el "Bels más estrofas (una después de la primera y dos después de la ter-
amics, avinens ~ bos", Beatritz se acerca al lenguaje amoroso cera, según Bédier) no haría más que estropearla. ¿Es éste un juicio
convencional de los trovadores, pero la estrofa final retrata su puramente subjetivo y anacrónico?
1.34 LA LÍRICA EN LA EDAD MEDIA

Si m'aist Dex, ne puis pas eschaper;


morir m'estuet, teus ese ma destinee,
si sai de voir que qui muert por amer
tru.sques a Deu n'a pas c'une jornee.
' "Cantigas de amigo"

un momento de ternura totalmente humana. Mientras la con-


desa de Día imaginaba únicamente su propio placer sensual,
1.35

esta mujer, hablando de un amor compartido hasta el final, ima-


Lasse, mieuz vueil en tel jornee entrer gina el dolor de su amado por la pérdida y lo siente aún mú
que je puisse mon douz ami trover,
que je ne vueill ci remaindre esguaree.
.''· agudamente que el suyo propio. Piensa en su rostro, c6mo acos-
tumbraba a iluminarse en su presencia, y en c6mo debe pa.rccer
JerusaUn, gran daño me hacéis, porque me habéis quitado lo que yo su cara ahora, en mer salee (detrás del significado objetivo del
más amaba. Sabed que en verdad ya no os amaré más, pues es la cosa que viaje marítimo de los cruzados, parecen latir ciertas asociacio-
me da más pesar, y muy a menudo suspiro por ello y gimo, de tal ma- nes con un mar •amargado por la sal del llanto"). La última
nera que casi me lleno de ira contra Dios, que me ha sacado de la alegría
en que estaba. estrofa, en la que sus pensamientos se dirigen de nuevo a su
Hermoso, dulce amigo, ¿cómo podréis soportar tan gran pena por m1 interior, describe el deseo t6pico de terminar un amor desgra-
en el mar salado, cuando nada existente podría describir el gran dolor ciado con la muerte, dándole una incomparable profundidad de
que ha entrado en mi corazón? Cuando me acuerdo del dulce, claro ros-
tro, que solfa besar y acariciar, gran maravilla es que no enloquezca. significación: el dios que al principio parecía un duro rival es
As{ Dios me ayude, no puedo escapar; debo morir, tal es mi destino, en último extremo suficientemente grande como para hacerse
en verdad sé que quien muere de amor no necesita más que un día para
llegar a Dios. ¡Mísera! Prefiero en tal día entrar en que pueda a mi dul- cargo incluso de un ilimitado amor humano. La amante de las
ce amigo encontrar, que quedarme aquí a solas. cantigas de amigo asume aquí la categoría de las ideales heroí-
nas rilkeanas del anhelo amoroso: "se lamentan ... se lanzan en
La dicci6n no tiene la originalidad ni el alcance de la de pos del amado ... y ante ellas está s6lo Dios".
Beatritz de Día: algunas frases ("la grant dolor qui m'est el cuer
entree", "morir m'estuet, teus est ma destinee") pertenecen a
la refinada koin¿ de las quejas amorosas de los trouv~res. In-
cluso mediante este lenguaje, con todas sus limitaciones, el amor
de una mujer se canaliza con una pureza y una totalidad que
aventaja a las demás canciones que hemos estudiado, en una J..
dimensi6n que amplía los lúnites de las cantigas de amigo y
con una punta de convención en el lenguaje la hace quizá
más emotiva, como si ejercitara todos los medios de expresi6n
que le eran conocidos. Vemos estos detalles desde la prime-
ra imprecaci6n de la mujer contra Jerusalén y contra Dios: para
ella el amor humano tiene una grandeza y una significación tal
que las más sagradas nociones del cristianismo pueden apenas
competir con él. En la medida en que los derechos de Dios han
desbaratado los derechos humanos de su inmenso anhelo, se
siente impulsada a gritar, como Eloísa en sus cartas: "O si fas
est dicere, crudelem mihi per omnia Deum! ".
Mientras la primera y la tercera estrofa nos muestran el
amor humano tomando el cielo por medida, la segunda es

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