Está en la página 1de 409

1

I
WMP ^
ELEMENTOS
DE

PSICOLOGÍA
POR EL

P. J O S É M E N D I V E

DE L A C O M P A Ñ Í A D E JESUS

CON LICENCIA DE LA AUTORIDAD ECLESIÁSTICA

SEGUNDA EDICION.

VALLADOLID
IMP. Y LIB. DE LA VIUDA DE CUESTA É HIJOS
calle de Cantarrcmas, n ú m s . 38 y 40

1886

i . J HlJM
NOCIOÜES GENERALES.
. ' [ i . — P s i c o l o g í a es lo mismo que tratado del alma.
Esta es la definición nominal; mas si queremos saber
la real, diremos que la Psicología es aquella parte de
la Filosofía que trata de las principales verdades relati-
vas á la naturaleza y propiedades del alma humana) La
A n a t o m í a y la Fisiología t a m b i é n tienen por objeto el
estudio del hombre; pues la p r i m e r a considera la es-
t r u c t u r a del cuerpo humano y de sus diferentes par-
tes, y la segunda el uso n a t u r a l de estas mismas partes
y sus funciones vitales. Mas n i la una n i la otra se re-
m o n t a n á la sublime esfera en que se halla la Psicolo-
gía, porque ésta m i r a al hombre por el lado m á s no-
ble y perfecto, cual es el de su inteligencia,
2.—Por esta causa la Psicología forma u n tratado
aparte y distinto de la C o s m o l o g í a , no obstante ser el
h o m b r e una parte de este Universo sensible y hallar-
se dotado de u n cuerpo organizado lo mismo que el
de los d e m á s vivientes sensitivos. E l hombre por su
r a z ó n é inteligencia se distingue sustancialmente de
los d e m á s animales y se aproxima á la sublime cate-
g o r í a de los e s p í r i t u s puros é invisibles. Por tanto la
ciencia que bajo este aspecto le considera, con razofí
es mirada como distinta de las otras, que solo contem-
plan en él lo que tiene de c o m ú n con los d e m á s seres
de la tierra, y como superior á todas ellas.
3. —Pero si bien la Psicología por r a z ó n del objeto
sobre que versa es una ciencia n o b i l í s i m a , mas t a m -
bién ..se halla erizada de dificultades á causa de la
continua reflexión sobre sí mismo que exige á quien
ta estudia. Nada m á s difícil que esta reflexión: porque
todos los objetos del m u n d o externo nos e s t á n llaman-
do de continuo hácia sí y nuestro á n i m o es inclinado
por su misma naturaleza á contemplarlos; por donde
es preciso hacerse violencia para aislarse de este m u n -
do exterior y reconcentrarse en sí mismo, para ver 10
que pasa en el otro i n t e r i o r que llevamos dentro de
nosotros mismos. Sin embargo, gran parte de este
trabajo ya le tenemos adelantado por los grandes es-
fuerzos que han hecho en este estudio los filósofos de
todos tiempos y principalmente los escolásticos, cuyas
profundas observaciones deben servir de g u í a á todo
el que desee hacer a l g ú n progreso en esta ciencia.
Ellas s e r á n nuestra m á s segura n o r m a en este escrito.
4. —Para tener a l g ú n orden en nuestras investiga-
ciones dividiremos el presente tratado en dos partes,
la primera de las cuales v e r s a r á sobre el alma h u m a -
na en sí misma y absolutamente considerada, y la se-
gunda sobre esta misma alma m i r a d a bajo u n aspecto
relativo.
PRIMERA PARTE.
DEL ALMA HUMABA ABSOLUTAMENTE CONSIDERADA.
El alma humana m i r a d a desde este p u n t o de vista,
se nos presenta como u n s é r sustancial, uno ¿ i d é n t i -
co consigo mismo, activo, simple, espiritual y apto de
suyo para vivir p e r p é t u a m e n t e . A d e m á s , así conside-
rada, suscita naturalmente en nosotros la c u e s t i ó n re-
lativa á su esencia metafísica. Por consiguiente de
todas estas materias debemos -tratar en esta p r i m e r a
parte, empleando al efecto otros tantos c a p í t u l o s , des-
p u é s de haber probado en uno especial y separado, su
existencia.

CAPÍTULO PRIMERO.
13© la existencia del alma humana.

5.—Ántes de ponernos á estudiar las propiedades


esenciales de nuestra alma, es preciso que probemos
su existencia, para que no se nos diga que toda nuestra
disquisición procede de u n falso supuesto. Esta prue-
ba no es difícil de darse ciertamente, una vez enten-
dido lo que queremos significar con el nombre de
alma humana. Sea pues la siguiente
-6 —

PROPOSICION.

La existencia del alma humana es un hecho cierto


y evidente.

6. —Demostración.—Existe en nosotros manifiesta-


mente u n p r i n c i p i o activo, en v i r t u d del cual sen-
timos, entendemos y queremos. Es asi que por alma
humana entendemos precisamente el principio activo
de nuestras sensaciones, intelecciones y voliciones. Lue-
go la existencia del alma humana es un hecho cierto
y evidente por si m i s m o . ^
7. —La evidencia de este argumento no puede ser
m á s manifiesta. Solo los ocasionalistas pueden tener
contra él alguna dificultad: pero el error de estos au-
tores ya queda suficientemente refutado en la Onto-
logía (O. 500). A d e m á s , entre las operaciones vitales
procedentes de nosotros mismos, deben c o n í a r s e los
actos con que afirmamos ó negamos alguna cosa.
A h o r a bien, estas operaciones requieren u n principio
pensante en nosotros, puesto que nosotros no las po-
demos producir, si no tenemos u n p r i n c i p i o i n t e r n o
y activo de donde emanen. Por consiguiente, como
discurre m u y bien el P. Cuevas (1), es imposible
negar la existencia de nuestra alma sin que por el
mismo hecho i m p l í c i t a m e n t e la admitamos; porque en
el m i s m o acto de negarla, afirmamos de la manera
indicada, que este acto vital de negar, procede de nues-
t r a actividad i n t e r n a . Siendo, pues, una cosa tan evi-
dente la existencia de nuestra alma, no nos detendre-
mos m á s largo tiempo en hablar acerca deella. Pasemos
á t r a t a r de su naturaleza en los c a p í t u l o s siguientes.

(1) Cuevas, Psicología, n . 4.


CAPÍTULO I I .
De la sustancialidad del alma humana.

8.—En el capítulo precedente hemos visto c ó m o el


alma humana es algo real y existente en nosotros.
Resta ahora saber si este algo es una cosa sustancial
ó accidental, ó en otros t é r m i n o s , una sustancia ó u n .
accidente (O. 344). E n t r e los antiguos filósofos gentiles
hubo algunos que hacian consistir el alma humana
en la a r m o n í a y conveniente disposición de las cuali-
dades de nuestro cuerpo, por la r a z ó n de que, con la
variación ó d e s a p a r i c i ó n ' d e l temperamento corporal,
v a r í a n t a m b i é n ó desaparecen las pasiones del á n i -
mo ( i ) . E n t r e los materialistas modernos, unos la con-
funden con el cerebro, diciendo que el pensamiento
humano no es sino una simple secreción de esta vis-
cera; otros con el temperamento ó la estructura ó el
m o v i m i e n t o del cuerpo; y todos finalmente hacen de
ella una cierta manera de ser de la materia organizada
ó un simple accidente material, pues nada admiten que
no sea ó p u r a materia ó modo de ser de la misma.
Esta doctrina es manifiestamente absurda; y sea cual
fuere la naturaleza de nuestra alma, es menester con-
fesar que el principio i n t e r n o y activo de nuestros
pensamientos y voliciones no es u n accidente sino una
verdadera sustancia, como lo vamos á probar en la si-
guiente

(1) Véanse sobre esto los Conimbricenses, i n 2 . de anima, c.


1, q. 1,art. 3.
— 8-

PROPOSICION.

E l alma humana es verdadera sustancia.

9. —Demostración.—Nuestra alma no es un principio


cualquiera de las operaciones vitales con que senti-
mos, imaginamos, entendemos y queremos, sino el
principio primero; pues la r a z ó n ú l t i m a porque ejer-
cemos todos estos actos, no es otra sino porque existe
en nosotros este principio vital, fuente y raiz de todos
ellos. Es así que el p r i m e r principio de las operacio-
nes de u n s é r , es necesariamente a I g o « u s t a n c i a l y no
accidental; porque el accidente no obra como primer
p r i n c i p i o , sino como u n i n s t r u m e n t o de la sustancia
de quien recibe toda su entidad y v i r t u d . Luego el
alma humana es verdadera sustancia.
10. —Débese notar sin embargo que nuestra alma
no es una sustancia completa sino incompleta (O. 378);
porque,;como veremos m á s adelante, por su i n t r í n s e -
ca naturaleza está ordenada á formar" parte del todo
físico llamado hombre, en lo cual se diferencia de los
e s p í r i t u s puros.
11. —Á la r a z ó n que alegan los materialistas para
afirmar que es u n simple accidente de la materia ó el
mero temperamento del organis-mo, debemos decir
que el temperamento es una pura c o n d i c i ó n , apta para
que nuestra alma pueda ejercer convenientemente
sus propias funciones; ya porque las acciones intelec-
tuales superan manifiestamente á las de la materia
b r u t a , las cuales n i siquiera son capaces de producir
acción alguna vital d e l a m á s í n f i m a cspecie(C. 194-2157);
ya t a m b i é n porque el alma racional del hombre do-
m i n a las pasiones que nacen del temperamento, re-
f r e n á n d o l a s y h a c i é n d o l a s servir á sus particulares
miras, lo cual es señal manifiesta de su grande supe-
r i o r i d a d sobre todo lo material y terreno. Pero de esto
ya trataremos m á s largamente hablando de su sim-
plicidad y espiritualidad, las cuales son otras tantas
pruebas de la sustancialidad de nuestra alma ( i ) .

CAPÍTULO ÍII.
De la unidad é identidad del alma
humana.

12.—Uno es lo mismo que indiviso (O. 114), é idénti-


co lo m i s m o que indistinto de s i mismo (O. 124). Por
tanto, para probar que nuestra alma racional es una,
es preciso que probemos que el p r i n c i p i o de donde
emanan nuestras sensaciones, intelecciones y volicio-
nes no se halla dividido en varios, sino que es uno solo:
y para hacer esto m i s m o respecto de su identidad,
debemos demostrar que esta sustancia pensante una
é indivisa, persiste en nosotros siempre la misma, en el
flujo y reflujo de acciones y pasiones que continua-
mente la e s t á n modificando. Esta prueba la podemos
dar fácilmente atendiendo á los f e n ó m e n o s que se su-
ceden de continuo en el retrete de nuestra concien-
dia ( L . 4=52), como se v e r á en la siguiente

(1) Véase sobre esto Santo Tomás, lib. 2. cont. gent. cap. 64.
— 10 —

PROPOSICION,

EL principio de nuestras sensaciones, intelecciones y vo-


liciones, es uno solo, y permanece siempre real y física-
mente el mismo.

13.—Prueba de la j.a p.—El p r i n c i p i o de nuestras


sensaciones, intelecciones y voliciones es aquel, cuya
existencia y acción se nos revelan á nosotros median-
te éstas mismas sensaciones, intelecciones y volicio-
nes; puesto que las causas no se nos dan nunca á co-
nocer sino mediante sus actos propios y peculiares, y
por tanto, aquel debemos ^decir que es el p r i n c i p i o ó
causa de los actos mencionados, de cuya v i r t u d los
sentimos emanar ó proceder ( L . 450). Es así que el
principio cuya existencia y acción se nos revelan m é -
diante los f e n ó m e n o s indicados, es uno solo y no vá-
rios. Luego el principio de nuestras sensaciones, etc.,
es uno solo.
1^.—Prueba de la menor.—Cada uno puede observar
dentro de si mismo, mediante el testimonio que de
ello le da el sentido i n t i m o , que puede comparar todo
él en una unidad indivisa, todas y cada una de sus sen-
saciones, intelecciones y voliciones, y dar su juicio so-
bre ellas. Luego todas estas sensaciones y voliciones
deben hallarse en u n mismo sujeto pensante que las
experimente como suyas, ó sea como emanadas de su
actividad; puesto que de lo contrario unas sensacio-
nes, intelecciones y voliciones serian de un sujeto pen-
sante, y otras de otro, y por lo tanto ninguno de ellos
p o d r í a experimentarlas todas, sino solo las suyaspro-
pias. Es pues evidente lo que i n t e n t á b a m o s probar en
esta menor, á saber: que el p r i n c i p i o viviente, cuya
existencia y acción se nos revelan á nosotros median-
— II —
te sus sensaciones, intelecciones} y voliciones, es uno
solo y no varios.
15. —Prueba de la 2.a p.,—Por el m i s m o testimonio
del sentido í n t i m o , percibimos conla mayor evidencia
que se r e ú n e n e n l a u n i d a d indivisa de nuestro yo pen-
sante, no solo las sensaciones, intelecciones y volicio-
nes de u n m o m e n t o dado, sino t a m b i é n las de los t i e m -
pos pasados. De a q u í proviene la facultad llamada
memoria, en v i r t u d de la cual nos acordamos de que
en los tiempos pasados existia este nuestro sujeto pen-
sante, sintiendo, entendiendo y queriendo de la m i s -
ma manera que ahora. Luego es manifiesto que en
nosotros persiste, siempre el mismo, sin v a r i a c i ó n a l -
guna física en su ser, el p r i n c i p i o y sujeto de todos es-
tos f e n ó m e n o s psicológicos, á que damos el nombre de
alma humana.
16. —La doctrina encerrada en esta p r o p o s i c i ó n es
evidente á todas luces; sin embargo, no han faltado
algunos filósofos extravagantes que han tratado de
destruirla. Los maniqueos p o n í a n en nosotros dos al-,
mas, una buena y otra mala; y los materialistas, para
discurrir conforme á sus pestilentes principios, deben
decir que nuestro sujeto pensante de h o y , no es el
mismo que el de los tiempos pasados: porque las m o -
léculas, de cuya disposición y arreglo resulta la ar-
m o n í a y temperamento de nuestro cuerpo, en los
cuales hacen ellos consistir la esencia de nuestra alma,
se e s t á n renovando continuamente. Ambos errores son
c r a s í s i m o s por extremo: el de los maniqueos; porque
por el testimonio de la conciencia, sabemos que tanto
las acciones buenas como las malas, proceden en nos-
otros de u n mismo principio activo, unas con libertad
otras sin ella: el de los materialistas; porque la persis-
tencia física del m i s m o sujeto pensante en todos los
tiempos y lugares, nos la está atestiguando de contí-
— 12 —
nuo la conciencia, en la cual se r e ú n e n así la percep-
ción de lo presente como la memoria de lo pasado.

CAPÍTULO IV.

TJe la actividad del alma humana.

17. — E n t i é n d e s e por actividad,/a •znWw(i operativa de


un ser cualquiera. Que nuestra alma esté dotada de
esta v i r t u d es cosa manifiesta; pues de ella proceden
los actos de entender, sentir, vegetar y moverse de u n
lugar á otro que producen todos los hombres. Esta
v i r t u d operativa se suele designar con los nombres de
Juerza, .potencia y facultad, siempre que se trata del
alma humana; y este mismo lenguaje emplearemos
nosotros usando indiferentemente los sobredichos
nombres. Para estudiar la naturaleza de esta activi-
dad, es preciso que dividamos el presente c a p í t u l o en
vários a r t í c u l o s ; porque la materia en él contenida es
demasiado amplia para ser tratada de otro modo.

ARTÍCULO PRIMERO.

Clasificación de las potencias del alma humana.

18. —Que nuestra alma tenga diversas potencias


operativas lo vemos claramente, atendiendo á la m ú l -
tiple variedad de objetos sobre que versan los actos
procedentes de la humana naturaleza; pues por una
parte, de todos es p r i m e r principio nuestra alma, por
ser la forma sustancial del cuerpo humano, como se
p r o b a r á m á s adelante, y por otra, de la diversidad
de objetos formales resulta la diversidad de las po-
tencias, no porque éstas estén constituidas por aque-
llos, sino porque la naturaleza de cada potencia con-
- i n -
siste en decir orden y relación trascendental al objeto
sobre que versa (i).
19. —Para hacer la clasificación mencionada, debes
mos considerar ios tres diferentes grados de accione-
que en nosotros ejerce nuestra alma. El p r i m e r o com-
prende todas aquellas acciones en que obra á la ma-
nera de la naturaleza insensible ó sea inconsciente-
mente, cuales son las que tiene comunes con las
plantas. E l segundo es de aquellas que se ejecutan ex-
perimentalmente, y dan á los objetos materiales por
ellas representados bajo formas finitas y concretas, u n
modo de ser inmaterial (2) en nuestra alma, m á s per-
fecto que el que tienen en sí mismos. Estas son todas
aquellas percepciones sensibles que nos son comunes
con lasque pertenecen á los brutos. E l tercero, final-
mente, contiene las que no solo se ejecutan de una
manera experimental, sino que representan los obje-
tos de la naturaleza sensible bajo formas universales
é ilimitadas, d á n d o l e s por consiguiente u n modo de
ser en nuestra alma, m á s i n m a t e r i a l t o d a v í a que el que
reciben en las anteriores. É s t a s son las percepciones
intelectuales, propias y c a r a c t e r í s t i c a s d é l a naturale-
za humana, en las cuales nos asemejamos de alguna
manera á los e s p í r i t u s puros.
20. —Todos estos tres g é n e r o s de acciones tienen al-
g ú n grado de i n m a t e r i a l i d a d y vencen en perfección

(1) Véase sobre esto Santo Tomas, Qucest. disptli. quoest.


única de anima, art. 1 3 . ; item Suarez, de amina, l i b . 2, cap.
(2) No quiere decir esto que nuestras percepciones sensiti-
vas sean independientes de la materia, porque bajo este aspecto
los tales actos son materiales. L o que únicamente significa es,
que superan en perfección á los actos de la materia bruta; y así
en este sentido no solo las sensaciones sino á u n los mismos
actos de la vida vegetativa tienen algún grado de inmaterialidad,
- 1 4 -
á las de la materia bruta; porque éstas ú l t i m a s se eje-
cutan de una manera m e c á n i c a y no son vitales, m i é n -
tras que las otras proceden de u n principio vital y son
por lo tanto inmanentes y perfectivas (C. 186). Las se-
gundas sin embargo son m á s inmateriales y m á s per-
fectas que las primeras, y las terceras que las segun-
das; porque por medio de las percepciones sensibles
las cosas materiales e s t á n en el alma sin sus propias
materias pero con su singularidad y con las condicio-
nes individuantes que se siguen á la materia, y por las
intelectuales e s t á n en el alma no solo sin sus materias
pero á u n sin las condiciones individuantes propias de
la materia y con la ilimitacion y universalidad que
corresponden á los actos de los e s p í r i t u s . Las fuerzas
productoras del p r i m e r g é n e r o de acciones se llaman
potencias naturales, las segundas sansz'/ráas, las terceras
intelectivas.
21.—A las potencias sensitivas é intelectuales de
nuestra alma corresponden otras que llamamos ape-
titivas sensibles, apetitivas intelectivas y locomotrices.
« P o r q u e , para usar de las mismas palabras del A n g é -
lico Doctor, así como por su naturaleza ó forma na-
t u r a l tienen los seres inclinación á alguna cosa y ejer-
cen por conseguirla sus movimientos ó acciones; de la
misma manera á la forma sensible ó inteligible se si-
gue la inclinación al objeto aprehendido por el senti-
do ó por el entendimiento, la cual pertenece á la po-
tencia apetitiva; y en su consecuencia debe haber a l g ú n
movimiento por el cual se llegue á la cosa deseada, y
esto pertenece á la potencia locomotora (i).» Así pues
es preciso d i s t i n g u i r en el alma humana cinco g é n e r o s
de potencias ó facultades: las naturales, las sensitivas,
las intelectivas, las apetitivas y las locomotrices. Cada

(i) Santo Tomas, 1. cit.


-15-
uno de estos g é n e r o s encierra v á r i a s especies, las cua-
les vamos á enumerar brevemente para que la clasifi-
cación sea completa.
22. — E l g é n e r o de las naturales comprende la gene-
raltva,~la aumentativa, y la n u t r i t i v a ; la p r i m e r a de las
cuales es necesaria para que los hombres se propa-
guen dando uno á otro el s é r por medio de la genera-
ción, la segunda para que d e s p u é s de nacidos adquie-
ran su conveniente volumen y estatura, la tercera para
que conserven el s é r adquirido reparando con el ali-
mento las p é r d i d a s continuas que sufren en el cuerpo.
23. —En el de las sensitivas se hallan los cinco sentidos
externos, vista, oido, olfato, gusto y tacto: y los cuatro
internos que son: el sentido común ó intej-no, la i m a g i -
nación ó f a n t a s í a , la estimativa natural, llamada razón
particular, j la rememorativa 6 reminiscencia, conocida
t a m b i é n con el nombre de memoria sensible. Sobre
estas dos clases de sentidos, ya quedan hechas algunas
explicaciones en la Lógica (L. 469 y siguientes; 491 y
siguientes^ y de los internos t a m b i é n hemos hablado
en la Cosmología (C. 21b). Por lo cual no nos deten-
dremos por ahora en m á s largas consideraciones acer-
ca de ellos.
24. —En el de las intelectivas se encuentran el enten-
dimiento, la razón, la memoria intelectual y la concien-
cia. Con la p r i m e r a de estas facultades, formamos los
conceptos Universales y los juicios inmediatos en que
no interviene discurso alguno. Con la segunda, discu-
r r i m o s aplicando los principios generales del entendi-
miento á alguna materia determinada, y comparamos
unos conceptos con otros sacando de ellos consecuen-
cias. Con la tercera, comparamos lo presente con lo
pasado bajo la idea general del tiempo. Con la cuarta,
entramos en las profundidades de nuestro propio sér
y nos percibimos existentes.
—16 —
f 21$.—El g é n e r o de lasapetitivas, contiene dentro de
sí á la apetitiva sensible llamada apetito sensitivo y á
la apetitiva racional conocida con el nombre de volun-
tad. La primera de estas facultades obra regulada y
movida por la a p r e h e n s i ó n sensible; sus actos los po-
demos llamar a/je/zaones ó apetencias y aversiones ore-
pugnancias. La segunda se mueve regulada y excitada
por la a p r e h e n s i ó n intelectual; sus actos se llaman
generalmente voliciones y noliciones)
2b.—Finalmente, «la fuerza m o t r i z , escribe Santo
T o m á s , como de suyo está ordenada al m o v i m i e n t o ,
no se diversifica sino s e g ú n la diversidad de los movi-
mientos que corresponden, ya á los diferentes anima-
les, de los cuales unos son reptiles, otros volátiles,
otros andadores, etc., ya á las diversas partes de u n
mismo animal, porque cada una de ellas tiene sus
movimientos peculiares Q u é g é n e r o de distinción
exista entre las diferente* potencias que acabamos de
enumerar en este a r t í c u l o , lo veremos m á s adelante
al t r a t a r de cada una de ellas en p a r t i c u l a r . L o que
ahora nos interesa saber es, si se distinguen ó no real-
mente de la esencia del alma; pero esta es c u e s t i ó n
que pertenece al a r t í c u l o que ponemos á c o n t i n u a c i ó n .

ARTÍCULO I I .
L a esencia del alma humana y sus potencias.
27.—La c o m p a r a c i ó n de la esencia con las poten-
cias del alma da origen á las cuestiones siguientes:
1 .a ¿Cómo se distingue el alma desús potencias? 2.a ¿Cómo
emanan éstas de aquélla? 3.* ¿Cómo obra el alma con sus
potencias? Para resolverlas, dividiremos el presente
a r t í c u l o en otros tantos p á r r a f o s separados.

(1) S. Tomás, /. c ü .
- 1 7 -

§ I . CÓMO SE D I S T I N G U E E L A L M A H U M A N A D E SUS
POTENCIAS.

28. —Sobre esta materia hay tres opiniones: la p r i -


mera es de los que ponen con Durando distinción real
entre la esencia del alma y sus potencias sensitivas é
intelectivas, y distinción rferazcm entre la dicha esencia
y las potencias naturales. La segunda es de los que
opinan con Escoto que ninguna potencia del alma se
distingue realmente de la esencia, sino que todas ellas
son esta misma esencia, en cuanto apta para p r o d u c i r
acciones diferentes. La tercera, finalmente, es de los
que juzgan con Santo T o m á s que existe d i s t i n c i ó n
real entre la esencia y todas las potencias de nuestra
alma.
29. —De estas tres opiniones escribe sabiamente el
P. Valencia las siguientes palabras: «Las tres son pro-
bables y ninguna de ellas puede ser demostrada ma-
nifiestamente, n i i m p o r t a mucho tampoco conocer
con perfección cuál de ellas sea la m á s probable (1).»
En los mismos t é r m i n o s se expresa el P. Suarez,
a ñ a d i e n d o que es i n ú t i l y trabajoso poner demasiado
e m p e ñ o en defender en esta c u e s t i ó n las razones de
Santo T o m á s , porque no son demostrativas sino me-
ramente probables (2). Á S a n s e v e r i n o , s i n embargo, le
parecen estas razones de sumo peso, y juzga ser pan-
teística la doctrina contraria que no admite la d i s t i n -
ción real (3). Con Sanseverino opinan los que en nues-
tros dias quieren que no nos apartemos n i en una sola

(1) Valentía, i n i . p . D . Thom. tom. i.disp. 6, q. 3, punct. 2 .


(2) Suarez, Metaphys. disp. 18, sect. 3, n . 18.
(3) Sanseverino, Pililos. Clirist. cum ant. et nova campar.
Dinanilogia, pars gener. cap. 1, art. 1.
Psicología, 2
—18 —
tilde del Angélico Doctor. Nosotros que no gustamos
de tal g é n e r o de exageraciones, estamos m u y léjos de
pensar que, por no a d m i t i r la d i s t i n ci ó n real, hayamos
de caer irremisiblemente en el vergonzoso error del
p a n t e í s m o , si bien juzgamos con los dos referidosdoc-
tores, ser la m á s probable la doctrina del Aquinense.
Esto es lo que vamos á probar en las siguientes pro-
posiciones.

PROPOSICION PRIMERA.

La negación de la distinción real entre la esencia y las


potencias del compuesto humano no conduce en manera
alguna a l panteísmo.

30. —Demostración.—De negar la taldistincionjUose


sigue en manera alguna que nuestra alma sea acto
puro sin mezcla de potencialidad, como pretenden
Sanseverino y los d e m á s partidarios de su d o c t r i n a .
Luego con la tal n e g a c i ó n p o d r á quedar t o d a v í a nues-
tra alma á infinita distancia de la naturaleza divina,
que es acto p u r í s i m o , y por lo tanto con ella no se
tiende en manera alguna al p a n t e í s m o .
31. —Prueba del antecedente.—i.0No obstante la t a l
n e g a c i ó n , el alma humana queda criatura y por con-
siguiente compuesta de acto y potencia (O. 31-32).
Luego la n e g a c i ó n dicha no lleva consigo la actuali-
dad pura propia del S é r increado. 2.0 De la susodicha
n e g a c i ó n , no se sigue que en nuestra alma sean una
misma cosa los actos de ser y obrar; porque en tal
caso la esencia, en r a z ó n de tal, se d i s t i n g u i r á v i r t u a l -
mente de sus potencias y por tanto será capaz de d i -
versos actos. Luego, no obstante la n e g a c i ó n dicha,
p o d r á tener nuestra alma, ademas del acto de existir,
una m u l t i t u d indefinida de actos sucesivos, realmente
- 1 0 -
distintos los unos de los otros, y por tanto estar
compuesta de potencialidad verdadera. 3.0 Con la ne-
gación mencionada, no solo p o d r á tener el alma h u -
mana pluralidad de actos realmente distintos, sino
que la tal pluralidad le será connatural y debida. Por-
que con ella no dejará de ser limitada en su sér criado
y por consiguiente t a m b i é n en su obrar; la cual l i m i -
tación es la fuente p r i m o r d i a l de la pluralidad de ac-
tos en las criaturas, así como la infinidad contraria
la hace en Dios de todo punto imposible. Luego etc.
4.0 Aunque s u p u s i é r a m o s una alma siempre puesta
en acto de conocer, deforma que este acto fuese ú n i c o
y perenne; t o d a v í a no por esto la p o d r í a m o s en m a -
nera alguna confundir con Dios: porque el tal acto
sería tan contingente como ella y tan recibido de o t r o
como ella y por lo mismo infinitamente inferior al de
la naturaleza divina.
Ni se diga que dicho acto sería esencial por emanar
inmediatamente de la esencia; porque con tal g é n e r o
de argumento se i n c u r r e en el mismo sofisma que
hemos deshecho en la O n t o l o g í a al hablar de la dis-
tinción entre la esencia y la existencia (O. 33). Propia-
mente hablando, ni Jísicamente esencial p o d r í a lla-
marse, sino meramente natural: porque la criatura de
suyo no t e n d r í a sino inclinación física á p r o d u c i r l o de
hecho con el concurso libre del Criador. Queda pues
evidentemente demostrado que la n e g a c i ó n sobre-
dicha, nada tiene que ver con el e r r o r t o r p í s i m o del
panteísmo.
•20 —

PROPOSICION SEGUNDA.

ÜS^o es cierto que entre la esencia y las potencias del


compuesto humano exista verdadera distinción real
y física.

32.—Demostración. — N i n g u n o de cuantos a r g u -
mentos suelen aducirse en pro de la t a l d i s t i n c i ó n ,
es m á s que probable, como lo vamos á ver examinan-
do los aducidos por el Angel de las Escuelas, que son,
á lo que parece, los m á s poderosos y eficaces. Estos
argumentos son los siguientes: i.0 La diversidad de
actos exige diversidad de potencias; porque todo el
s é r de la potencia está en su orden trascendental al
acto. Es así que en las criaturas el acto de la esencia
ó sea el sér, esrealmente distinto del acto de la poten-
cia ó sea el obrar. Luego en toda c r i a t u r a la esencia
se distingue realmente d e s ú s potencias operativas (1).
2 ° La potencia y el acto deben pertenecer al mismo
g é n e r o ; porque la potencia y el acto son las diferen-
cias inmediatas que dividen la noción cuasi g e n é r i c a
del sér. Es así que en solo Dios pertenece al g é n e r o de
la sustancia el acto de su potencia, porque en solo
Dios se identifica con el s é r su acción p r o d u c t o r a .
Luego en solo Dios es sustancia la potencia operativa
y en todas las criaturas ésta se distingue realmente de
aquella (2). 3.0 Si la esencia del alma y sus potencias
fueran una misma cosa, estas potencias siempre se
h a l l a r í a n en acto completo y pleno; porque la esencia
del alma es acto completo y no ordenado á otra cosa
ulterior. Es así que las potencias de nuestra alma no

(1) S. Tomás, Summ. Theol. 1. p. q. 54, art. 3.


{2) Id. ibid. q. 77, art. 1.
— 21 —
están siempre en acto completo, porque es cosa evi-
dente que estamos pasando de continuo de la poten-
cia al acto con nuestras sensaciones, intelecciones y
voliciones sucesivas. Luego en nuestra alma son cosas
realmente distintas la esencia y las potencias, ( i ) .
33.—Estos son los argumentos del Angélico Doctor:
veamos ahora su solución probable. A l p r i m e r o po-
demos responder con el Cardenal Toledo (2") que la
causa es m á s simple que sus efectos, y por consiguien-
te, la diversidad de actos no arguye necesariamente
diversidad real de potencias. Ciertamente, la omnipo-
tencia divina, siendo una y s i m p l i c í s i m a en si misma
por razón de su perfección suma, produce una i n n u -
merable variedad de cosas. ¿Por q u é , pues, no p o d r á
haber alguna criatura que se asemeje en esto á la
esencia divina, produciendo, con una sola potencia
simplicísima y perfectísima, a l g ú n n ú m e r o ilimitado
de efectos diversos? Ademas, podemos a ñ a d i r con
S u á r e z (3) que el producir los actos sin i n t e r v e n c i ó n
de potencia alguna, realmente distinta de la sustancia
y con la dependencia de sus propios motores que es
esencial á todo agente criado, no envuelve en su
concepto formal una v i r t u d infinita, y por lo tanto
con dificultad se p o d r á probar la repugnancia i n t r í n -
seca de tal g é n e r o de acción con respecto á todas las
criaturas posibles, como en el citado argumento se
pretende. Finalmente, podemos decir con el P. Hur-
tado: «Es falso que la diversidad de actos arguya
siempre diversidad de potencias: ya porque las mis-
mas potencias vitales son actos primeros diversos,
cuya potencia es una sola y misma alma; ya porque

(1) S. Tomás, Summ. Theol. 1. p. q. 77, art. 1.


(2) Toledo, Comment. i n i . p . D . Thom. q. 54, art. 3.
(3) Suarez, Metaph. disp. 18, sect. 3, n . 18.
— 22 —
la simple a p r e h e n s i ó n y el juicio, son t a m b i é n actos
diversos de un solo entendimiento; ya, finalmente^
porque la luz y el calor son efectos de una sola y
misma lumbre (i).»
34.—Al segundo se puede dar la respuesta del P. Va-
lencia, diciendo, que ^aunque en sentido formal la po-
tencia no sea sustancia, pero si puede serlo en sentido
real é i d é n t i c o , como otros muchos accidentes son en
este segundo sentido una cosa misma con la sustancia
en sentir de los discípulos de Santo T o m á s , v. gr. la
relación, el movimiento, etc. (2)» Es decir que en las
criaturas la sustancia se puede concebir como v i r -
tualmente distinta de las potencias, lo cual no sucede
en Dios; por donde la acción divina será siempre
formalmente sustancial y en las criaturas f o r m a l -
mente accidental y distinta de la sustancia. Ademas,
podemos responder con el P. Hurtado en esta forma:
ftDe que en ninguna sustancia criada sean una misma
cosa la acción y la sustancia no se sigue que suceda
lo mismo á esta con respecto á sus potencias: ya
porque la acción con que la sustancia del alma hace
brotar de su seno las potencias, no se identifica con
ella, á pesar de que á u n en sentir del'mismo Santo
T o m á s emana inmediatamente de ella misma; ya
t a m b i é n , porque el identificarse c o n s u a c c i © n , es una
actualidad suma que no conviene á las criaturas;
entre las cuales la razón de potencia tiene mucho de
potencialidad, como se ve en las mismas potencias,
las cuales se identifican consigo mismas pero no con
sus actos (3).

(1) Hurtado, Disputat., de Anima, disp. 4, sect. r. § 8.


(2) Valencia, Comment. in 1. p . tom. 1. disp. 6, q.
punct. 2.
(3) Hurtado, /. cit. § 9.
— 23 —
35-—Al tercero, finalmente, podemos responder con
el P. Valencia en esta forma. « A u n q u e el alma, bajo la
r a z ó n de forma sustancial, es acto, y no está ordenada
á la o p e r a c i ó n , pero material é i d é n t i c a m e n t e tiene la
propiedad de ser, al mismo tiempo, potencia para
producir acciones de que algunas veces carece (i).»
Es decir que el alma, bajo la r a z ó n de forma sustancial
del cuerpo humano, es acto completo y no ordenado
á otra cosa ulterior; pero bajo la otra r a z ó n formal de
activa, dice orden á la acción de que muchas veces ca-
rece y que nunca puede p r o d u c i r sin h a l l a r s é conve-
nientemente preparada por medio de los motores
externos.
Dice m u y bien el P. Losada á este p r o p ó s i t o : «El
alma es principio i n m e d i a t o de vivificación en el
orden de causa formal'; la cual, una vez unida al
sujeto, no puede m é n o s de darle su efecto f o r m a l ,
puesto que el tal efecto no se distingue de la misma
forma en cuanto unida: pero en cuanto principio
activo, ó sea en el orden de causalidad eficiente,
requiere ademas de la u n i ó n sustancial v á r i a s condi-
ciones para obrar, cuales son el ser aplicada á sb
objeto, el decreto divino de c o n c u r r i r Dios con ella á
la acción, etc.; de forma que, faltándole estas condi-
ciones, no estará su actividad en ejercicio (2).»
Ninguna persona que quiera m i r a r las cosas con
á n i m o t r a n q u i l o y libre de preocupaciones, dejará de
ver que estas respuestas son verdaderamente sólidas
y probables, y que, por tanto, las razones de Santo
T o m á s distan mucho de ser demostrativas. Esto 119
quita que la doctrina por él defendida sea m á s p r o -

(1) Valencia, /, cft.


(2) Losada, Cursus pililos. Secunda pars continens Phisi-
cam, tract. 2 , disp. 6. dap. 1, n . 23.
— 24-
bable que la de sus contrarios, y esto es lo que vamos
á probar en la siguiente

PROPOSICION TERCERA

La doctrina que pone distinción real entre la esencia y las


potencias del hombre, es m á s probable que su contraria.

36. —Esta es la misma tésis sentada por el E x i m i o


Suarezen el tratado de anima, lib. 2. cap. 1. n. 15, con
el cual argumentaremos en esta forma: i.0Tan g r a n -
de m u l t i t u d de operaciones diversas, como es la que
existe entre las potencias de nuestra alma y entre el
conocimiento y el amor, no parece que pueda tener
su origen inmediato en el alma sola, sino en otros p r i n -
cipios inmediatos de acción, distintos realmente de
ella, que le ayuden á obrar y sean como otras tantas
fuentes de la variedad dicha. Porque, tan grande sim-
plicidad y perfección como son las que se requieren
para que cíela sustancia del alma procedan inmedia-
tamente tantos y tan diversos actos, no parecen com-
patibles con las imperfeccionesy limitaciones esencia-
les á toda c r i a t u r a . Luego debemos pensar que en
Dios solo, por razón de su simplicidad absoluta, es la
esencia el fundamento de la variedad mencionada, y
que en todos los seres finitos, esta variedad nace d é l a
m u l t i t u d de principios operativos, realmente distintos
de la sustancia, que de ella reciben su v i r t u d y en
ella tienen su raíz y fundamento.
37. —2.0 Ad.emás, entre la esencia y los atributos de
Dios, es nesario reconocer a l g ú n g é n e r o de distinción
v i r t u a l ; porque la misma m u l t i t u d de actos diversos
que emanan de la Divinidad, nos dá motivo suficiente
para que los concibamos con conceptos formalmente
distintos (O. 1^0). Ahora bien, parece que o t r o g é n e r o
-^25-
de d i s t i n c i ó n , mayor que este, debe existir entre la
esencia y los atributos de las criaturas; porque, de lo
contrario, serían por este lado tan simples y perfectas
como el mismo Dios. Luego la distinción que reina
entre la esencia y las potencias operativas de toda
criatura,, es m á s que v i r t u a l , ó sea real y física.
38. —3.0 Los h á b i t o s que perfeccionan al alma, d á n -
dole una cierta inclinación y facilidad para obrar en
alguna determinada materia, son realmente distintos
de la misma alma; puesto que sin a d q u i r i r ella n i per-
der nada de su sustancia, se adquieren y pierden, se
aumentan y disminuyen, s e g ú n sean los actos que l i -
bremente ejercemos. A d e m á s , se distinguen realmen-
te entre sí, porque sirven de perfección ya á diversas
potencias, ya á una misma, s e g ú n sus diversas opera-
ciones. Luego esto mismo parece que debemos afirmar
de las potencias mismas; porque ellas t a m b i é n son
virtudes operativas, como los h á b i t o s , destinadas á
producir u n g é n e r o determinado de operaciones.
39. —4.0 Finalmente, los actos que emanan de la ac-
tividad del alma, son realmente distintos de ella.
Ahora bien, lo mismo parece que debemos afirmar
de las potencias con que son producidos: porque, una
vez reconocida la distinción dicha, es mucho m á s fácil
explicar la diversidad de los tales actos, poniendo en
el alma principios operativos realmente distintos, que
h a c i é n d o l a brotar de uno solo, cual es la esencia m e n -
cionada. Luego la r a z ó n dicta, que consideremos nues-
tras potencias, como realmente distintas unas de otras
y de la esencia de nuestra alma.
La d i s t i n c i ó n , sin embargo, entre el alma y sus po-
tencias no es tal, que éstas puedan producir sus actos
sin el concurso activo é inmediato de aquella. La sus-
tancia del alma, concurre inmediatamente á la pro-
d u c c i ó n de todos y cada uno de los actos producidos
— 26-
por sus potencias, como se p r o b a r á m á s adelante; y
así, bajo este aspecto, la distinción entre el alma y sus
potencias no es adecuada sino inadecuada.

§11. C Ó M O P R O C E D E N D E L A L M A SUS P O T E N C I A S .

40. —Acabamos de ver en la ú l t i m a tesis del p a r á g r a f o


precedente, que la doctrina de Santo T o m á s , relativa
á la d i st i n c i ón de nuestra alma y sus potencias, es m á s
probable que la de Escoto y de cuantos no admiten
otro g é n e r o de distinción entreellas, quela meramen-
te lógica. En esta suposición ocurre preguntar: ¿con
q u é clase de acción son producidas estas potencias?
¿Cuál es la causa eficiente de donde inmediatamente
proceden? La respuesta es, que las tales potencias pro-
ceden d é l a actividad interna del alma, la cual les dá y
conserva el sér que tienen, por un linaje de acción lla-
mada emana Uva ó emanación. Esto es lo que varaos á
probar en la siguiente

PROPOSICION.

Las potencias del alma proceden de ella por una acción


emanativa distinta de aquella con que es producida
ella misma.

41. —Prueba de la i.& p.—Acción emanativa es aque-


lla, cuyo t é r m i n o producido se queda en el mismo
producente, formando con él u n solo s é r . Es así que
las potencias del alma son producidas por ella, y se
quedan en la raisraa alraa, formando con ella u n solo
sér. Luego las potencias del alma humana proceden
de ella por una acción emanativa.
La menor de este silogismo no puede ofrecer n i n -
guna dificultad en su segunda parte: porque todas las
— 27-
potencias operativas humanas, existen en la esencia
del hombre, formando con ella u n solo sér activo y por
consiguiente existen t a m b i é n de esta misma manera
en el alma. Es verdad, que algunas de estas potencias
no existen an el alma sola, sino en el compuesto de
alma y cuerpo; pero esto no se niega, con decir que
existan en el almaformando con ella un s o l o s é r . La d i -
ficultad , pues, está en la p r i m e r a parte y ésta se prueba
con el argumento siguiente, que es del Angélico
Doctor. L a forma sustancial que d á el sér p r i m e r o y
propiamente dicho al compuesto, debe ser principio
productivo de las perfecciones que de por sí le con-
vienen; porque en Las cosas por su misma naturaleza
subordinadas, lo que es p r i m e r o en el g é n e r o , debe ser
causa de lo posterior, y la forma sustancial, es lo p r i -
mero de todas las cosas que de suyo pertenecen á la
naturaleza del compuesto. Es así que el alma humana
es laforma sustancial del hombre, y suspotenciasope-
rativas le convienen de por sí y no p o r acaso, puesto
que sin ellas no puede moverse hacia el fin á que es
impelida por sü naturaleza. Luego el alma humana
es p r i n c i p i o productivo de las tales potencias ( i ) .
42.—Este argumento lo podemos confirmar con este
otro que en el citado lugar indica el mismo Santo
Doctor. M á s plena y m á s perfecta causalidad e j é r c e l a
esencia de una cosa sobre sus atributos y propiedades
naturales, que sobre los accidentes comunes; porque
éstos, como e x t r í n s e c o s ó e x t r a ñ o s á la naturaleza es-
pecífica de cada i n d i v i d u o , le vienen de un principio
t a m b i é n e x t r í n s e c o , mientras que aquellos, como i n -
t r í n s e c o s y propios, son reclamados por la misma na-
turaleza del sujeto. Es así que en orden á los acciden-
tes comunes, la esencia del hombre, y por consiguiente

(i) Santo Tomás, Summ. theol, 1. p. q. 77, art. 6,


— 28-
tambien el alma, es causa material y final, porque t a m -
bién ellos existen en el compuesto humano y miran de
s u y o á su perfección. Luego la causalidad ejercida por
el alma sobre estas potencias, es m á s perfecta que la
material y la final, y por lo tanto, es una causalidad
eficiente.
43.—Prueba de la 2.a p. — i.0 La naturaleza racional,
como acabamos de probar en la p r i m e r a parte, ejer-
ce verdadero influjo físico en la p r o d u c c i ó n de sus po-
tencias. Luego así como esta naturaleza es un efecto
producido por Dios, de la misma manera las poten-
cias dichas son un efecto nuevo producido por ella; y
por tanto, la acción con que son producidas estas p o -
tencias, es t a m b i é n nueva y distinta de aquella á que
debe su existencia la naturaleza mencionada. 2.0 Las
potencias son real y verdaderamente producidas por
el alma. Luego esta ejerce una verdadera acción para
producirlas, porque p r o d u c c i ó n sin acción es una cosa
inconcebible. Ahora bien, esta acción es distinta de
aquella conque es producida la misma alma; porque
supone ya existente al alma y producicia por su p r i n -
cipio propio. Luego etc. 3.0 E l alma no ejerce influjo
físico para producirse á si propia y sí para p r o d u c i r
sus potencias: luego la acción ejercida por Dios"para
p r o d u c i r el alma humana es distinta de la que ejerce
para producir sus potencias; porque la p r i m e r a no de-
pende del alma y la segunda sí. 4.0 En tanto no pro-
d u c i r í a el alma sus potencias con una acción nueva y
distinta de aquella por la cual ha recibido ella misma
su propio s é r , en cuanto que la e m a n a c i ó n probada en
la primera parte, no fuese sino una natural resultan-
cia. Es así que esto no impide que la e m a n a c i ó n dicha,
sea una verdadera acción nueva: porque siempre es un
influjo físico y activo que ejerce el alma en las poten-
cias mencionadas. Luego etc. El alma pues en el mis-
mo momento de ser producida por Dios y unida al
cuerpo, arroja naturalmente sus potencias á la mane-
ra que un árbol sus hojas, y con ellas queda h a b i l i t a -
da y perfectamente dispuesta para obrar, siempre que
sea convenientemente movida ó excitada por sus co-
rrespondientes motores externos.
44. —Contra lo dicho en esta p r o p o s i c i ó n , se p o d r á
objetar aquel axioma de los filósofos: E l que da la f o r -
ma á un sér, le da lambien las propiedades que de ella se
siguen. Pero esta dificultad es de n i n g ú n valor; por-
queel que d á la forma dicha, dá v i r t u a l y remotamen-
te las propiedades que de ella resultan; al modo que
quien d á el árbol, d á por esto mismo de una manera
v i r t u a l y remota los frutos por él producidos. Por esta
causa, aunque la acción con que brotan las potencias
d é l a sustancia, es entitativamentedistinta de la otra
con que es producida la misma sustancia, sin embar-
go, no se considera sino como una especie de p r o l o n -
gación suya, de suerte que las dos juntas forman como
una acciontotal atribuida al agente externo, causador
de la sustancia.
45. —Más apariencia tienen las dificultades siguien-
tes: i.a Si el alma ejerciere influjo activo en sus facul-
tades, las p o d r í a recobrar cuando se las q u i t a n ; lo
cual es contra la experiencia. 2.a E l tal influjo indica
que la sustancia de nuestra alma es inmediatamente
operativa, pues produce con su acción propia y n a t u -
r a l sus potencias. Ahora bien, una vez concedida esta
clase de acción á la sustancia de nuestra alma, la dis-
tinción real entre ellay sus potencias cae por su base;
porque lo mismo p r o d r á producir ella inmediatamente
por sí misma los actos, que las potencias, y por tanto,
ella sola bastara para ser principio inmediato y total
de todas nuestras operaciones. 3.a En tal caso, el alma
o b r a r á sobre sí misma, lo cual es imposible; porque
entre el agente y el paciente media la a c c i ó n , y el me-
dio no puede existir, sino entre dos extremos realmen-
te distintos.
46.—Veamos de responder á cada una de ellas bre-
vemente. A la p r i m e r a decimos que nuestra alma n u n -
ca pierde sus naturales facu-Itades. Algunas veces se
pierde ó inutiliza a l g ú n ó r g a n o del cuerpo que entra
como elemento parcialmente constitutivo de alguna
facultad suya: entonces, esta facultad queda radical-
mente en el alma; y no se t o r n a completa, porque el
alma no tiene v i r t u d para construirse nuevos ó r g a n o s
ni para renovar los que por cualquier circunstancia
han sido deteriorados.
Á la segunda se responde, que la sustancia del alma
es en efecto inmediatamente operativa, puesto que es
principio productivo de sus potencias. N i en esto tie-
nen por q u é oponerse á nuestra tesis los tomistas;
puesto que Santo T o m á s lo e n s e ñ a expresamente, d i -
ciendo que la esencia del alma es «causa de todas sus
potencias, en cuanto que es fin y principio activo de
ellas (1).» Pero de esto no se sigue la consecuencia que
en el argumento se pretende inferir, á saber: que sien-
do inmediatamente operativa nuestra alma, ya las
potencias realmente distintas de ella, están de sobra.
Porque pueden necesitarse estas potencias por la falta
de simplicidad y perfección en la sustancia, que sea
incapaz de p r o d u c i r sin su auxilio tan grande m u l t i t u d
de actos diversos, al modo como el principio vital de
las plantas, es incapaz de p r o d u c i r l a grande m u l t i t u d
de flores y frutos, sin haber dado p r i m e r o el s é r á las
ramas y tallos que le ayuden á elaborar los tales efectos.

(1) «Esentia animae est causa omnium potentiarum, sicut


finis et sicutprincipium activum ( S . T o m á s , Siim?n, theol. 1, p.
q. 77, art. 6, ad 2ium)»
- 1 1 -
A l a tercera, finalmente, respondemos, que el agente
y el paciente no deben ser realmente distintos sino en
las acciones t r a n s e ú n t e s . En las acciones inmanentes,
cuales son la e m a n a c i ó n dicha y los actos vitales de
los seres vivientes, no es necesario que el agente sea
un s é r realmente distinto del paciente; y asi, la acción
no media propiamente entre ellos, cuando en realidad
no se distingue el uno del otro, sino que es la r a z ó n
formal del acto emanado y recibido en la sustancia
de donde brota. A u n mas: en la e m a n a c i ó n de que
vamos tratando, se puede conceder que hay verdade-
ra dis ti n c i ó n real-entre el agente y el paciente; porque
el alma no obra en ella sino como i n s t r u m e n t o del
agente principal, que es Dios, el cual la mueve á aque-
lla acción, d á n d o l e una esencia necesariamente deter-
minada á ella. Foresta r a z ó n dice m u y bien el P. Sua-
rez que «en la resultancia n a t u r a l , aunque acaezca que
el agente p r ó x i m o no se distinga realmente del pa-
ciente, sin embargo aquel efecto se reduce simplemen-
te a una causa eficiente distinta del paciente (i)»; y
nosotros t a m b i é n hemos observado m á s arriba (44)
que la acción emanativa mencionada, es una cierta es-
pecie de p r o l o n g a c i ó n , de la otra con que es produci-
da la sustancia emanante.

§ III. C Ó M O OBRA E L A L M A H U M A N A C O N SUS P O T E N C I A S .

47.—Acabamos de ver en el precedente parágrafo»


que nuestra alma es principio activo inmediato d é l a s
potencias con que obra. De a q u í resulta naturalmente,
la cuestión que va á f o r m a r el objeto de nuestro es-
t u d i o en el presente, á saber: ¿Es la esencia de nuestra
alma, principio activo inmediato de los actos de sus

(1) Suarez, Metahp. disp. 18, sect. 7. n, 9-10.


potencia? O en otros t é r m i n o s : ¿ E n la p r o d u c c i ó n de
nuestros actos, obra el alma humana solamente con-
servando en su s é r las fuerzas que de ella emanan, ó
p o r e l contrario, a d e m á s de esta c o n s e r v a c i ó n , obra
juntamente con ellas siendo comprincipio inmediato
de sus actos?
48. —En esta c u e s t i ó n , se dividen nuevamente los
que admiten la distinción real, entre la esencia del
alma y sus potencias. Unos piensan que el alma no i n -
flm'e en la p r o d u c c i ó n de sus actos, sino de una m a -
nera remota, ó sea conservando las potencias emana-
das de ella, las cuales en sentir suyo son el p r i n c i p i o
eficiente total de los actos referidos. La razón p r i n c i -
pal en que se apoyan, es la autoridad de Santo T o m á s ,
á quien se figuran tener en su favor. Otros, por el con-
t r a r i o , opinan con el P. Suarez, queel alma esprincipio,
no solo mediato, sino t a m b i é n inmediato de los actos
dichos, y en este sentido explican las palabras del
Doctor de A q u i n o , Entreestas dos opiniones, la segun-
da es la que á nosotros nos parece m á s probable, por la
gran solidez de las razones en que está fundada. Es-
tas razones q u e d a r á n expuestas en la siguiente

PROPOSICION.

E l alma humana concurre inmediatamente con sus


potencias d la producción de sus actos.

49. —Demostración.—i.0 Por el testimonio de la con-


ciencia puede cada uno conocer, como a r g u m e n t á b a -
mos m á s arriba (14), que todo él, en una u n i d a d i n d i -
visa, puede comparar unos con otros los actos de t o -
das las percepciones y apeticiones, asi sensitivas como
volitivas. Ahora bien, e s t e f e n ó m e n o no se concibe sin
que todos estos actos sean experimentados y por con-
- 3 3 -
siguiente producidos t a m b i é n por la sustancia del
alma; porque solo ella tiene esta u n i d a d indivisa, atesti-
guada por la conciencia, siendo realmente distintas del
alma y entre sí, las diferentes potencias. Luego los ta-
les actos son producidos, no solo por su potencia res-
pectiva, sino t a m b i é n por la misma sustancia, que
obra como comprincipio c o m ú n de todas ellas.
50. —2.0 La acción vital depende esencialmente de
la sustancia del alma, de f o r m a que no puede ser
vital sino procediendo de ella; por donde, si Dios, con
su omnipotencia absoluta, separase de su sustancia el
entendimiento de alguna criatura y lo conservase así
separado, como conserva los accidentes e u c a r í s t i c o s ,
este entendimiento,no p o d r í a p r o d u c i r acciones vita-
les, como lo confiesan los mismos adversarios (1). Es
asi, que si n ó influyera inmediatamente en ella la sus-
tancia del alma, no d e p e n d e r í a de ella en esta forma;
porque la potencia vital, ora sustentada por la sus-
tancia, ora conservada fuera de ella milagrosamente
por Dios, siempre sería la causa total de la acción
dicha y le d a r í a por tanto la m i s m í s i m a entidad.
Luego las acciones de nuestras potencias vitales, p r o -
ceden t a m b i é n inmediatamente de la sustancia de
nuestra alma.
51. —3.0 Si el alma no influye inmediatamente en
la p r o d u c c i ó n de nuestros actos, sino solo de una
manera remota, conservando la existencia de nuestras
potencias, nuestra voluntad a m a r á los objetos sin
conocerlos; porque la intelección, no será recibida en
la esencia del alma, sino en la sola potencia intelectiva
totalmente distinta de la voluntad, y por tanto esta
potencia no c o n o c e r á en manera alguna su objeto. Es
así que la voluntad para amar su objeto debe cono-

cí) V . Losada, de mima. disp. I V , cap. 1, n. 2 .


Psicología, 3
- 3 4 -
cerlo p r i m e r o ; ya porque á ella principalmente debe
referirse aquel axioma; «Nihil v o l i t u m quin prcecogni-
t u m » nada es querido sin ser primero conocido; ya
porque el objeto no puede ser amado sin ser aplicado
á la voluntad y hacérsele í n t i m a m e n t e presente, lo
cual es lo mismo que ser conocido por ella; ya porque
la voluntad debe ser dirigida é ilustrada por el cono-
cimiento, el cual por lo mismo debe existir en ella y
ser percibido por ella, porque de otra suerte siempre
se q u e d a r á ciega y en tinieblas; ya, finalmente, porque
ella es la que debe elegir libremente entre uno y otro
objeto, y esta elección no es posible sin un conocimien-
to de la cosa elegida, i n t r í n s e c o á la misma facultad
electora. Luego la esencia de nuestra alma es com-
principio inmediato de todos los actos ejercidos por
nuestras potencias. De esta manera la voluntad no
obra ciegamente, porque uno de los comprincipios
eficientes de los actos volitivos, es la sustancia del
alma, la cual es al mismo tiempo comprincipio t a m -
bién de los actos intelectivos.
52.—Ni se diga contra este argumento que una
potencia puede ser dirigida por el acto de otra, cuan-
do ambas pertenecen á un mismo supuesto, por
razón de la s i m p a t í a y s u b o r d i n a c i ó n que existe entre
las potencias de un mismo sér. Porque esta s i m p a t í a
será suficiente en los actos necesarios y e s p o n t á n e o s ,
y á ella hemos recurrido en la Cosmología (C. 236)
para explicar los diferentes actos de las bestias sin
poner en ellas una alma simple é inextensa: pero no
tiene n i n g ú n valor en los actos libres de la voluntad,
la cual queda libre para abrazar ó rechazar el objeto,
á u n d e s p u é s que se le ha hecho í n t i m a m e n t e presen-
te por medio de la a p r e h e n s i ó n . «La s i m p a t í a , como
escribe el P. Losada respondiendo á este argumento,
no puede ser sino la necesaria d e t e r m i n a c i ó n de una
- 3 5 -
cosa, ya por su naturaleza propia, ya por alguna
oculta i m p r e s i ó n , á obrar en la suposición de que
otra obre (i).» Mas esta d e t e r m i n a c i ó n , no tiene lugar
en los actos libres de la v o l u n t a d con respecto á los
conocimientos p r é v i o s de la inteligencia; porque,
a ú n d e s p u é s de producidos los tales actos, ella t o -
d a v í a queda plenamente libre para ejercer los suyos
propios. Por consiguiente, no por la s i m p a t í a de las
facultades, sino por el conocimiento de los objetos que
tiene la voluntad en uno de sus comprincipios, que es
la esencia del alma, es como puede ser racionalmente
explicada su elección libre y razonada.
53. —4.0 Si nuestra alma no influye inmediatamen-
te con su sustancia en la p r o d u c c i ó n de sus actos, no
s e r á libre en n i n g u n o de ellos; porque toda su activi-
dad e s t a r á reducida á conservar necesariamente la
existencia de la voluntad, y .por tanto á ella no se le
puede a t r i b u i r el que esta facultad se determine mas
bien en un sentido que en otro; así como el simple
acto de conservar esta misma v o l u n t a d , ejercido por
Dios, no hace que él sea el principio determinante de
nuestros actos libres. Es así que nuestra alma es ver-
daderamente libre en todos los actos libres de la vo-
luntad, como los mismos adversarios lo confiesan.
Luego hace algo m á s que conservar la existencia de
la voluntad, ó lo que es lo mismo, condetermina con
esta facultad las acciones con influjo verdaderamente
activo; porque determinar, no es otra cosa que o b r a r
libremente el acto que ejecutamos.
54. —5.0 Finalmente, si el alma ejerce verdadera ac-
tividad en la p r o d u c c i ó n de sus potencias, como con
el Ángel de las Escuelas hemos probado en el p á r r a f o

(1) Losada, Cnrsus pililos, tertiá pars, de anima, disp. 4.


cap. 1, n . 11.
- 3 6 -
precedente, no hay r a z ó n ninguna para que se la ne-
guemos con respecto á los actos de estas potencias. Su
i m p e r f e c c i ó n , esencial á toda criatura, exige que no
pueda producir los tales actos sin haber dado primero
la existencia á las sobredichas facultades; porque estas
fuerzas han de formar, juntamente con su v i r t u d sus
tancial, las potenciasintegras y completas. Pero j u n t a -
mente con esto hay que confesar que, como es p r i n -
cipio inmediato y total de sus potencias, así t a m b i é n
lo es parcial de los actos por ellas ejercidos.
55. —Con lo que acabamos de decir en el n ú m e r o
anterior, bien podemos pensar que Santo T o m á s no
es contrario sino favorable á la o p i n i ó n por nosotros
sostenida. Porque el Santo Doctor no niega en abso-
luto que la sustancia d£ nuestra alma seainmediata.
mente activa, antes reconoce claramente esta activi-
dad con respecto á sus potencias: de lo cual podemos
inferir, que al e n s e ñ a r en los lugares arriba citados (32)
que ninguna sustancia criada puede ser principio i n -
mediato de sus operaciones, h a b l ó , no del principio
incompleto, que nosotros hemos defendido en este
p á r r a f o , sino del completo y perfecto. Este solo h a r í a
que las acciones de nuestra alma, fuesen en a l g ú n m o -
do semejantes á las de Dios por r a z ó n de la simplici-
dad suma del principio de donde en tal casó procede-
r í a n , pero no el otro incompleto, el cual es sumamente
inferior á la simplicidad divina.
56. —Respondamos ahora á algunas objeciones que
oponen los adversarios. Dicen en p r i m e r lugar: N i n -
guna sustancia tiene por fin propio la operación. Es así
que si fueseinmediatamenteoperativa, t e n d r í a por ñ n
propio la o p e r a c i ó n ; puesto que toda potencia es por
el acto. Luego ninguna sustancia es inmediatamente
operativa. La respuesta es sumamente fácil. Ninguna
sustancia tiene por fin propio, á que esté ella orderiada,
— 37 —
la o p e r a c i ó n ; pero si tienen todas las sustancias por
fines propios sus operaciones como efectos que han de
ser producidos por e//as para perfeccionarse á sí propias
ó p e r f e c c i o n a r á los d e m á s . Por lo cual dijo Aristóteles:
Uniimquodque est propter suam operationem ut finem.
La sustancia humana tiene por fin sus operaciones, no
como cosas á que ella esté subordinada y sometida,
sino por el contrario, como cosas que están subordina-
das y sometidas á ella misma, lo cual es evidente-
mente verdadero.
57.—En segundo lugar argumentan diciendo: E l
acto que corresponde á la esencia, es la existencia; el
que corresponde á la potencia, es la acción, Luego si
la esencia fuera principio inmediato de acción, t e n d r í a
por acto una cosa contradictoria i n terminis, ó sea una
existencia sustancialq\ie fuese al mismo tiempo acción
accidental. La solución de este argumento es tan fácil
como la del anterior. Es de dos maneras; la una i n d i -
recta y la otra directa. La indirecta consiste en que, si
algo valiera, la esencia no p o d r í a ser p r i n c i p i o i n m e d i a -
tamente'activo de sus potencias, contra lo que e n s e ñ a
Santo T o m á s , maestro de los que así nos objetan.
Porque la p r o d u c c i ó n emanativa de las tales fuerzas,
no la puede ejecutar sin una verdadera acción, distinta
realmente de su existencia sustancial. La directa se
reduce á observar, que la esencia por si sola no es po-
tencia operativa sino juntamente con sus potencias;
por donde, á u n cuando el acto propio de la esencia sola
y en sí misma considerada, sea la existencia sustancial,
m u y bien puede suceder que el acto ulterior de esta
esencia, en cuanto ayudada de sus potencias, sea una ac-
ción accidental. A ñ á d e s e á esto que el argumento, á u n
contra los que niegan la distinción real entre la esencia
y las potencias del alma, no es m á s que probable, como
queda demostrado en este mismo a r t í c u l o (33). La
misma solución podemos aplicar al que se toma de la
r a z o n d e / o r m a s t í s í a n a a / q u e p e r t e n e c e á nuestra alma.
Porque ésta, en cuanto f o r m a sustancial., i n f o r m a y
anima el cuerpo d á n d o l e la vida sustancial: pero,
en cuanto comprincipio activo de operaciones vitales,
obra juntamente con sus potencias, siguiendo la natu-
raleza de toda potencia activa criada (35).
58—La tercera objeción es que, conforme á nuestra
doctrina, a m a r í a m o s con el entendimiento y entende-
r í a m o s con la voluntad; porque el entendimiento y la
voluntad están constituidos en parte por la esencia
del alma, la cual es c o m ú n á las dos potencias. Á esta
objeción se responde, que la esencia, por sí sola, no es
potencia operativa sino juntamente con las potencias
que la completan, formando con ella v á r i a s potencias
totales realmente distintas. Por donde no es verdad
que, en nuestra o p i n i ó n , entendamos con la voluntad
y amemos con el entendimiento; porque estas po-
tencias, en cuanto completas y verdaderamente tales,
son realmente distintas las unas de las otras. Hemos
dicho m á s arriba (51) que nuestra voluntad conoce su
objeto; pero este conocimiento no le produce la volun-
tad como tal, sino que lo lleva consigo la esencia, des-
p u é s de haberlo producido juntamente con la fuerza
intelectiva, y por tanto, aunque existente en uno de los
elementos constitutivos de la voluntad, siempre per-
tenece á la inteligencia. A d e m á s , aunque la esencia
fuese el principio total de los actos, no t e n d r í a fuerza
alguna esta dificultad. Porque en Dios, el entendi-
miento y la voluntad son realmente una misma cosa,
y sin embargo no podemos decir de él que entienda
con la voluntad y ame con el entendimiento: porque
estos dos atributos se distinguen entre sí con distinción
v i r t u a l ó de razón raciocinada, lo cual es bastante para
que al concepto objetivo del uno, no se le puedan a t r i -
— 39-
buir las cosas pertenecientes al concepto objetivo del
otro. Omitimos otras dificultades de m é n o s peso3 en
atención á la brevedad, y porque su solución es casi
de n i n g ú n trabajo á u n para los mismos alumnos ( i ) .

ARTÍCULO I I I .

Potencias naturales del alma humana, llamadas


con otro nombre vegetativas.

59. —Hemos dicho al clasificarlas potencias del alma


humana que las potencias en que convenimos con las
plantas se llaman naturales, porque con ellas obra
nuestra alma á la manera de la naturaleza (19). E n
efecto; estas operaciones las ejerce nuestra alma, no
solo inconscientemente y sin conocimiento alguno
prévio, sino t a m b i é n mediante el influjo de las cuali-
dades corporales que le sirven d e i n s t r u m e n t o , lo cual
es propio de la naturaleza bruta. « L l á m a n s e naturales
estasfuerzas, escribe á este p r o p ó s i t o Santo T o m á s , ya
porque tienen un efecto semejante al de la naturaleza,
la cual da t a m b i é n el sér, la cantidad y la conservación,
aunque e s t á s fuerzas producen los efectos dichos de
otra manera m á s elevada, ya porque ejercen sus ac-
ciones instrurtientalmente, por medio de las cualidades
activas y pasivas que son los principios de los agentes
naturales (2).»
60. — E l objeto de estas potencias es dar la existen-
cia al hombre por medio de la g e n e r a c i ó n , llevarlo á
conveniente desarrollo por medio de la acción au-
mentativa y conservarlo'en su s é r mediante la n u t r i -
ción ó acción n u t r i t i v a ; de a q u í las tres potencias

(1) Véase sobre esta materia el P. Losada en el lugar arriba


citado y el P. Suarez en su Metafísica, disp. 18, sect. 5. nn. 2-3.
(2) S. Tomás, Stimm. theol. 1. p. q. 78. art. 2.
- 4 0 -
generalivas, aumentativa y nutritiva causadoras de
estos tres g é n e r o s de acciones. Sobre la distinción
real entre estas potencias y la sustancia del alma,
basta Jo que hemos dicho en el a r t í c u l o precedente.
N i á negar esta distinción nos debe mover el que con
las tales potencias se produce algo, no accidental,
sino sustancial, porque los accidentes unidos á la
sustancia, cuales son estas fuerzas, bien pueden
producir por vía de instrumentos suyos este g é n e r o
de efectos, como prueba S u á r e z en su xMetafisica,
disp. 18, sect. 2. retractando lo que á proposito de'
estas potencias h a b í a escrito á n t e s en el tratado de
anima, l i b . 2, cap. 9. Lo que resta pues t r a t a r ahora
es ver q u é g é n e r o de distinción es el que existe entre
ellas mismas y q u é clases de actos ejercen para con-
seguir sus propios objetos.
61.—En cuanto á lo primero,, parece cierto que la
potencia aumentativa y la n u t r i t i v a no son sino una
misma considerada bajo dos diferentes aspectos.
Porque, como argumenta m u y bien S u á r e z (1), con
la misma v i r t u d que se convierte el alimento en Ja
sustancia del s é r alimentado, se adquiere t a m b i é n la
cantidad ó mole c o r p ó r e a , la cual, si es mayor que la
sustancia perdida, se llama crecimientó ó aumento.
A d e m á s , la mole del cuerpo no se produce sino j u n -
tamente con la sustancia: por consiguiente la misma
v i r t u d que sirve para a d q u i r i r la sustancia, p r o d u c i -
r á t a m b i é n el crecimiento.
Dicen Jos que ponen d i s t i n c i ó n real entre una y
otra, que la v i r t u d nutritiva* opera durante toda Ja
vida deJ s é r viviente, m i é n t r a s que Ja aumentativa
no tiene sino un cierto periodo de desarroJJo. Pero
esta no es r a z ó n sutíciente para que Jas hagamos

(1) Suárez, da Anima, lib. 2. cap. 9. n. 17.


— 4i —
realmente distintas; porque el crecer en talla ó en
volumen el ser viviente en un p e r í o d o m á s bien que
en otro, es debido á la facilidad mayor ó menor que
hallan los jugos para dilatarse y correr en dichos
p e r í o d o s . En la puericia, todos los miembros son
blandos, y así los jugos alimenticios pueden correr
con facilidad por todos ellos, con lo cual el creci-
miento entonces es m u y notable. D e s p u é s se van
endureciendo poco á poco los huesos y el crecimiento
longitudinal es cada vez m á s lento; pero la carne que
t o d a v í a queda blanda, puede i r en aumento, con lo
cual crece el hombre en volumen y se hace cada d í a
mas grueso. Por fin, los tejidos carnosos se endurecen
t a m b i é n y no dan libre paso al jugo alimenticio, lo
cual da origen al aumento de los adiposos y lleva
consigo m á s tarde ó m á s temprano la muerte.
La potencia generativa tampoco parece realmente
distinta de las otras dos; porque obra como ellas abso-
lutamente para elaborar la materia e s p e r m á t i c a de
que se sirve para la g e n e r a c i ó n . C ó m o obra sin em-
bargo esta materia para dar origen al nuevo viviente
no se sabe: la g e n e r a c i ó n es un misterio que el A u t o r
de la naturaleza se ha reservado, para que los h o m -
bres no puedan perturbar sus s a p i e n t í s i m a s leyes con
su voluntad perversa.
62. —Las funciones con que alcanzan su objeto las
facultades indicadas, son: la digestión, la absorción, la
circulación de la sangre, la i espiración, la secreción, la
nutrición, la calorificación y la reproducción. Cada una
de ellas envuelve una série de actos que nosotros no
explicaremos en nuestro tratado, porque su estudio
pertenece á otras ciencias distintas de la Filosofía.
63. — E l p r i m e r m o t o r en orden á los actos de nues-
tra vida vegetativa, es el corazón con sus movimientos
naturales de sístole y didstole. Con el de sístole se en-
— 42 —
coge y arroja fuera de sí la sangre á las venas y arterias
para que circule por el cuerpo; con el de diástole se
ehsaiftha, y da lugar á la sangre que vuelve á él des-
p u é s de haber recorrido su camino. Como la sangre
lleva consigo las p a r t í c u l a s que han de ser absorbidas
por los diferentes ó r g a n o s y que constituyen por lo
tanto su alimento, con este m o v i m i e n t o del corazón se
ponen en ejercicio todos los aparatos o r g á n i c o s de la
vida vegetativa. ^Quién mueve el corazón? E l Autor
de la naturaleza que le ha dado esta inclinación natu-
ral á moverse, como se la ha impreso á los cuerpos
para que se atraigan unos á otros. E l c o r a z ó n no es
una m á q u i n a muerta sino una viscera viva; y así como
el ojo, puesto en contacto con la luz, produce n a t u r a l -
mente la visión, de la misma manera el c o r a z ó n co-
locado en el lugar que Dios le ha s e ñ a l a d o , ejecuta
naturalmente sus movimientos.
64.—En cuanto á la naturaleza d é l a s acciones de la
vida vegetativa, debemos observar que no son t r a n -
s e ú n t e s propiamente hablando, como algunos han
querido suponer, sino inmanentes: de lo contrario no
serían vitales sino m e c á n i c a s ¿ iguales á las de la
materia muerta. E l principio operativo de las,opera--
clones de la vida vegetativa, no es el alma sola, sino el
compuesto de alma y cuerpo, lo mismo que el de las
sensaciones; y por tanto, las tales acciones son recibi-
das en el mismo sujeto que las produce. Si el alma
humana no fuera sino simple motor del cuerpo y no
formara con él un solo sér y una sola naturaleza, en-
tonces las acciones de la vida vegetativa serian verda-
deramente transitivas para ella; pero esto es comple-
tamente falso, como se d e m o s t r a r á m á s adelante, y
por tanto, no es el alma sola la que las produce n i el
ó r g a n o solo, sino el compuesto de entrambos ó sea el
ó r g a n o animado.
ARTÍCULO V I .

Potencias sensitivas.

65. —Potencias sensitivas son aquellas con que per-


cibimos los objetos mate'riales bajo formas d e t e r m i -
nadas y concretas, mediante el influjo de los ó r g a n o s
del cuerpo. Las potencias sensitivas se llaman sentidos,
y el acto perceptivo ejercido por ellas recibe los nom-
bres de sensación y percepción sensible. Los sentidos,
comoya lo dejamos indicado m á s a r r i b a (23), se dividen
en externos é internos. Para guardar el debido orden
en la vasta materia que nos ofrece este a r t í c u l o , lo d i -
vidiremos en tres p á r r a f o s ; el p r i m e r o de los cuales
v e r s a r á s ó b r e l a naturaleza de la s e n s a c i ó n , el segundo
sobre los sentidos externos y el tercero sobre los
internos.

§ I. NATURALEZA DE L A SENSACION.

66. —Sobre la naturaleza de la sensación yerran en


primer lugar los materialistas, c o n f u n d i é n d o l a torpe-
mente con el m o v i m i e n t o local de ios ó r g a n o s , á con-
secuencia de haber confundido nuestra alma con la^
a r m o n í a y conveniente disposición de las cualidades
del cuerpo, s e g ú n lo que dejemos indicado m á s a r r i -
ba (8). Los cartesianos han dado en el extremo contra-
rio, considerando nuestra alma como un e s p í r i t u p u r o
encerrado en la vivienda del cuerpo, y puesto en co-
m u n i c a c i ó n con el m u n d o externo, mediante las i m -
presiones o r g á n i c a s producidas por los cuerpos, y
trasmitidas por medio de los nervios sensitivos al ce-
rebro, donde ella tiene su asiento. S e g ú n estos auto-
res, el alma y el cuerpo son dos seres yuxtapuestos,
que viven en sociedad a y u d á n d o s e el uno al o t r o para
— 44 —
sus actos pero sin ejercer un acto c o m ú n á entram-
bos: el cuerpo recibe m e c á n i c a m e n t e las impresiones
de fuera y las trasmite en la misma forma al cerebro
por medio de los nervios Uamadossensiiivos, que unen
á todas las partes del cuerpo con esta viscera: enton-
ces el alma percibe esta c o n m o c i ó n cerebral y de ella
infiere raciocinando la existencia del cuerpo exterior
que la causa, manda que se pongan en m o v i m i e n t o
los nervios motores que ván del cerebro á los diversos
miembros, y los tales nervios se mueven de la misma
manera m e c á n i c a y muerta que se hablan movido los
sensitivos. Asi, en el cuerpo no hay sino movimientos
m e c á n i c o s y muertos; en el alma no existen m á s que
percepciones y voliciones espirituales; percepciones y
voliciones que se llaman sensibles ó racionales, s e g ú n
la materia sobre que versen y no por r a z ó n del p r i n -
cipio o r g á n i c o ó i n o r g á n i c o que las produzca; porque
todas las percepciones-y apeticiones del alma son i n -
t r í n s e c a m e n t e i n o r g á n i c a s , como todas las operacio-
nes del cuerpo, son i n t r í n s e c a m e n t e , m e c á n i c a s y
muertas.
67.—Con esta falsa doctrina de los cartesianos tiene
mu}^ grande parentesco la opinión de aquellos filóso-
fos que ponen el sujeto de la sensación en el alma sola;
de forma que la sensación, s e g ú n ellos, es en sí misma
un acto simple y espiritual de nuestra alma con que
percibimos directamente los objetos exteriores, pero
requiere como condición previa la i m p r e s i ó n o r g á -
nica del cuerpo, la cual le sirve como de instrumento.
De a q u í es que, como la acción perceptiva del alma es
naturalmente imposible sin la prévia c o n m o c i ó n me-
cánica del ó r g a n o , entienden por sensación, el conjun-
to de estos dos actos realmente distintos, pero ordenados
d un mismo fin. «Con el nombre de sensación, escribe
el P. Cuevas, defensor de esta doctrina, se significan
- 4 5 -
dos cosas, la c o n m o c i ó n m e c á n i c a del ó r g a n o y la
p e r c e p c i ó n del alma; al modo que en la ira, la cual es
un apetito de venganza, no solo experimentamos el
deseo del alma, sino también el hervor corporal de la
sangre (i)». La ú n i c a diferencia que existe entre esta
opinión y la de los cartesianos, es que estos ú l t i m o s
no señalan á la acción perceptiva del alma otro objeto
directo que las impresiones o r g á n i c a s , m i é n t r a s que
los otros la hacen versar directamente sobre los obje-
tos del m u n d o externo, causadores de las tales impre-
siones, y juzgan, por lo mismo, que la existencia de este
m u n d o sensible no la conocemos por raciocinio, sino
por intuición directa.
68.—Contra todas estas maneras de explicar la na-
turaleza de la sensación está la antigua y verdadera
de los escolásticos, los cuales e n s e ñ a n : i.0 que la sen-
sación no es un simple m o v i m i e n t o local del organis-
mo, sino una acción viva é inmanente en el principio
sensitivo; 2.0 que no es tampoco un conjunto de accio-
nes diversas, sino una sola; 3.0 que no es producida
por el alma sola, sino por el compuesto de alma y
cuerpo; 4.0 que no tiene su asiento precisamente en
el cerebro, sino en los diferentes ó r g a n o s sensorios y
en todo cuanto vive en el hombre; 5.0 que no tiene
finalmente por objeto directo la c o n m o c i ó n o r g á n i c a
y muerta del organismo, sino el cuerpo externo cau-
sador de la c o n m o c i ó n dicha. Esta es la doctrina que
v a m o s á demostrar en las proposiciones siguientes:

( 1 ) Cuevas, Psycolog. n . 11. Este es también el sentir de los


PP. Tongiorgi y Palmieri y de otros muchos autores aficiona-
dos más ó menos á las doctrinas de Descartes.
,,6-

PROPOSICION PRIMERA.

La sensación no consiste en el movimiento local de las


moléculas o r g á n i c a s .

69. —Demostración.—1 0 Las propiedades del m o v i -


miento local son absolutamente diversas de las de la
sensación ó percepción sensible; luego t a m b i é n lo son
sus particulares esencias, puesto que la esencia de
cada s é r se revela por medio de sus propiedades. E l
antecedente de este entimema no puede ser m á s m a - :
n i ñ e s t o . Porque las propiedades del m o v i m i e n t o local
son: su dirección de izquierda á derecha, de a r r i b a á
bajo, etc., su capacidad de aumento y disminución en la
velocidad, su aptitud para ser trasmitido de un cuerpo d
otro, la incompatibilidad de dos movimientos diferentes
en un mismo sujeto, la elisión de entrambos ó de uno
solo cuando chocan entre sí dos cuerpos movidos en
direcciones opuestas, s e g ú n sean iguales ó desiguales
sus velocidades, etc. Las de la sensación ó p e r c e p c i ó n
sensible son por el contrario: su permanencia en un
mismo sitio m i é n t r a s existe, su pugna intrínseca con
todo género de velocidad, su aptitud para crecer ó dismi-
nuir en la intensidad solamente, su incapacidad de ser
trasmitida de un sujeto d otro, la compatibilidad de va-
rias y opuestas sensaciones en un mismo sujeto, etc. No
se puede dar m á s abierta pugna entre unas y otras
propiedades: luego debemos concluir con absoluta
certeza, , que la sensación es una cosa esencialmente
diversa del m o v i m i e n t o local de los ó r g a n o s .
70. —2.0 Los materialistas se obstinan en confundir
la sensación con el m o v i m i e n t o local, porque esto lo
necesitan para que nuestra alma no sea otra cosa que
la a r m o n í a y conveniente disposición de las cualida-
-47-
des de nuestro cuerpo. Es así que nuestra alma es una
verdadera sustancia y se distingue por lo tanto de la
a r m o n í a mencionada, como queda m á s arriba eviden-
ciado (9). Luego etc.
71. —3.0 Si fuera verdadera la doctrina sostenida
por los materialistas, de que nuestra alma es una cier-
ta disposición de la materia, y nuestras percepciones
y voliciones una cierta clase de movimientos locales;
todos cuantos actos se ejecutan en nosotros y en los
animales, d e b e r í a n ser explicados por las leyes m e c á -
nicas del movimiento. Es así que estas ^ e s s o n abso-
lucamente impotentes para explicar los actos dichos;
ya porque, unas veces á la presencia de un objeto al
instante nos ponemos en movimiento, y otras estamos
largo tiempo m i r á n d o l o , oyen dolo ó sintiéndolo, sin que
su sensación nos determine á poner en ejercicio nuestra
fuerza locomotora; ya porque la i m p r e s i ó n q-ue p r o d u -
cen los objetos exteriores en el cerebro de los hombres
y de los animales, es demasiado p e q u e ñ a para que de
ella resulten m e c á n i c a m e n t e movimientos tan pode-
rosos como son los que en consecuencia ejecutan m u -
chas veces unos y otros, como cuando por ejemplo
riñen furiosamente dos hombres ó dos animales ene-
migos por solo haber tropezado casualmente el uno
con el otro en su camino; ya, finalmente, porque tan
grande variedad de movimientos como se advierte así
en los animales como en los hombres, y tan estupenda
unidad en medio de esta variedad, no pueden ser de-
bidas al ciego acaso y al casual entrechocarse de las
m o l é c u l a s , sino á un principio interno á los hombres
y á los animales, distinto de toda c o m b i n a c i ó n m e c á -
nica. Luego etc.
72. —4.0 En la h i p ó t e s i s materialista, los hombres
todos e s t a r í a m o s destituidos de libertad y e j e c u t a r í a -
mos todos nuestros actos con una necesidad inflexible
- 4 8 -
sin d o m i n i o alguno sobre ellos; porque toda percep-
ción y volición nuestra no es s e g ú n estos autores sino
puro m o v i m i e n t o m e c á n i c o . Es así que todos por el
contrario nos sentimos dotados de esta libertad y los
mismos materialistas se o f e n d e r í a n , si a p l i c á n d o l e s á
ellos sus principios ios q u i s i é r a m o s t r a t a r como m á -
quinas, descargando en ellos fieros golpes, ó l l e n á n -
dolos de injurias, y diciéndoies al mismo tiempo que
á ello somos impelidos irresistiblemente por las i m -
presiones o r g á n i c a s que nos vienen de fuera. Lue-
go etc.
73. —5.0 Con la doctrina materialista que todo lo re-
duce al movimiento m e c á n i c o de nuestros ó r g a n o s ,
caen por su base las leyes de los pueblos, los premios
y las penas, etc.; porque.todas estas cosas, están f u n -
dadasenla responsabilidad de los actos, consiguiente
á la libertad que el hombre tiene en ejercerlos. Es así
que la sociedad de los hombres es una cosa natural; y
sin leyes, premios y castigos, etc., no puede subsistir
absolutamente. Luego todas estas'cosas son t a m b i é n
naturales y por tanto verdaderas, siendo por conse-
cuencia falso el materialismo.
74. —Dicen los materialistas: Cuando se destruye ó
se corrompe u n ó r g a n o , se hace imposible la sensa-
ción correspondiente ó sale viciada ¿ imperfecta. Lue-
go señal es que la sensación es una mera afección
material del ó r g a n o y por consecuencia un p u r o m o -
vimiento local; porque las afecciones de los cuerpos
todas están reducidas á movimientos de esta especie.
Este argumento no prueba que la sensación sea
una cosa puramente material y o r g á n i c a , lo cual sin
embargo se necesita para probar que es un simple
movimiento local de nuestros ó r g a n o s sensorios; sino
lo que ú n i c a m e n t e demuestra, es que los ó r g a n o s del
cuerpo influyen de alguna manera en su p r o d u c c i ó n ,
lo cual no ha sido negado nunca por n i n g ú n espiri-
tualista. Pero ¿influyen como agentes meramente
m e c á n i c o s , recibiendo el movimiento local causado
en ellos por los objetos exteriores, y preparando d é
este modo al alma para que ella sola con su actividad
natural produzca la acción vital y perceptiva, como
opinan los cartesianos; ó como agentes vivos, p r o d u -
ciendo juntamente con el alma que los informa y
anima, el acto cognoscitivo, como e n s e ñ a n los esco-
lásticos? Esto segundo es lo que sucede sin g é n e r o
alguno de duda, como q u e d a r á evidenciado en la
siguiente

PROPOSICION SEGUNDA.

L a sensación no consta de dos actos realmente distintos,


el único mecánico y muerto consistente en el movimiento
local de los ó r g a n o s y el otro v i t a l y perceptivo p r o d u -
cido por el alma sola, sino de uno solo causado por el
compuesto de alma y cuerpo y iccibido en el mismo.

7$ .—PriLeba de la j.a p.—Esta primera parte, vá


contra la tercera o p i n i ó n , cuyo parentesco con la car-
tesiana pura, dejamos explicado m á s arriba (67). Se
demuestra con los argumentos siguientes: i.0 La sen-
sación es un acto vital y perceptivo. Es así que la
c o n m o c i ó n o r g á n i c a que antecede y a c o m p a ñ a al
acto de percibir los objetos materiales, es puramente
m e c á n i c a y muerta. Luego esta c o n m o c i ó n n ó forma
parte alguna i n t r í n s e c a y constitutiva de la sensación
misma, la cual, por tanto, consta ú n i c a m e n t e del acto
perceptivo mencionado. 2.0 Con solo concebir la
p e r c e p c i ó n que en nosotros se sigue á la c o n m o c i ó n
o r g á n i c a , ya tenemos concebida la s e n s a c i ó n : por el
contrario por m á s que concibamos como existente la
Psiculoaía. A
conmocion dicha, si no juntamos á ellá la p e r c e p c i ó n
mencionada, nunca tendremos una verdadera sensa-
ción. Luego la sensación consiste en este solo acto
perceptivo, y de ninguna manera entra á formarla
como elemento suyo el m o v i m i e n t o local del ó r g a n o .
De a q u í es, que á u n cuando sin n i n g ú n m o v i m i e n t o
local de los ó r g a n o s se produjera en nosotros la per-
cepción sensitiva, t o d a v í a esta acción seria una sen-
sación verdadera. Esta h i p ó t e s i s no la pueden recha-
zar los autores a q u í combatidos: porque como ellos
ponen la percepción sensitiva en el alma sola, e s t á n
obligados á sostener que nuestra alma puede p r o d u -
cir, á u n separada del cuerpo, esta p e r c e p c i ó n , su-
pliendo Dios con su omnipotencia infinita el influjo
que pueda ejercer en su p r o d u c c i ó n el m o v i m i e n t o
local de los ó r g a n o s . 3.0 La c o n m o c i ó n o r g á n i c a no es
sino un requisito p r é v i o al acto de sentir, como la
efervescencia de la sangre, no es sino un efecto n a t u r a l
del acto v i t a l y apetitivo en que propiamente sonsiste
la i r a . Luego aunque en el concepto de sensación
vaya envuelta de una manera indirecta la c o n m o c i ó n
del ó r g a n o , esta c o n m o c i ó n no forma parte i n t r í n s e c a
y constitutiva de la sensación misma, sino que es un
m o v i m i e n t o local del ó r g a n o sensitivo, í n t i m a m e n t e
relacionado con ella, á causa de la u n i ó n sustancial
que existe entre el alma y el cuerpo.
76.—Prueba de la 2.a p.—En ella vamos á refutar
así á los cartesianos puros como á los defensores de
la tercera o p i n i ó n arriba expuesta, pues unos y otros
consideran la percepción sensitiva, como una cosa
producida por el alma sola, y no por el compuesto de
alma y cuerpo, i.0 De lo que dejamos demostrado en
la Cosmología (226) consta, que la p e r c e p c i ó n sensitiva
de los brutos, es u n acto animal en cuanto tal, ó sea en
cuanto dotado de alma y cuerpo. Es así que la sensa-
cion, de la misma manera se ejerce en nosotros que eñ
los animales. Luego t a m b i é n en nosotros es p r o d u -
cida por el compuesto de alma y cuerpo, ó sea por
una potencia o r g á n i c a y viva.
77.—2.0 Nuestros sentidos, para obrar, necesitan
ser movidos y excitados por los objetos exteriores
que ejerzan en ellos su acción. Es asi que estos objetos
no pueden ejercer acción alguna sobre una potencia
puramente espiritual y simple, siendo ellos extensos
y corporales. Luego la potencia sensitiva por ellos
movida y excitada, debe t a m b i é n ser extensa y c o r p ó -
rea no menos que cognoscitiva y viva, ó bien debe ser
una cosa compuesta de alma y cuerpo.
En vano niega el P. Rothenflue la necesidad de esta
acción por parte de los objetos, diciendo que el alma
por su misma actividad i n t r í n s e c a está determinada
á percibirlos siempre que los tenga convenientemente
presentes (1); porque esta doctrina es la misma ele
los p l a t ó n i c o s , como puede verse en Santo T o m á s (2),
y su falsedad será demostrada en el p á r r a f o siguente
cuando hablemos de las especies sensibles.

(1) «Corpus humanum, escribe en la Psicología sect. 2.a


cap, 1, art. r, § I I I , 7totci, in animara non ita agere putaraus,
ut ipsa materia corporis in anima sensationem producat, sed
hoc tantum sensu ad sensationes proprie dictas actione sua
concurrere, quod impressionera abobjectis acceptara, perconmo-
tionera ad sensorium comraune transraittat atque animee suffi-
cienter prsesentem sistat. ut haec v i sibi intrínseca illam, ct per
illam objectum, ad quod refertur, percipiat.»
(2) «Sensum etíara posuit, dice hablando de Platón, v i r t u -
tem quamdam per se operaratera. Unde nec ipse sensus, cura sit
quardam vis spiritualis, imrautatur á sensibilibus, sed organa
sensuum a sensibilibus imrautantur. Ex qua irarautatione ani-
ma quodararaodo excitatur, ut i n se species sensibilium formet.
(S. Thomas. Summ. theol. q/84, art. 6).»
7S.—3.° Sí la potencia con que producimos las
sensaciones no es o r g á n i c a , tampoco lo será el apetito
sensitivo que á ella corresponde. Es así que este ape-
tito es una potencia o r g á n i c a ; porque si estuviera en
el alma sola, no p o d r í a estar nunca en pugna con
la voluntad como originado de u n mismo p r i n c i p i o ,
que sería la esencia del alma puramente espiritual y
simple. Luego la pugna que muchas veces existe
entre la parte inferior del hombre y la superior ó sea
entre el apetito sensitivo y la r a z ó n , demuestra con
toda claridad que esta segunda tiene su asiento en
u n principio espiritual é i n o r g á n i c o , cual es la esen-
cia del alma, y el p r i m e r o en u n principio compuesto
de alma y cuerpo, y que, p o r consiguiente, las sensa-
ciones y apeticiones sensibles son actos i n t r í n s e c a -
mente vitales y o r g á n i c o s .
79. —4.0 Nuestras sensaciones tienen una depen-
dencia m á s i n t i m a de la materia que las intelecciones.
Es así que é s t a s dependen de ella indirectamente;
porque en el estado de u n i ó n no las puede producir
nuestra alma sin el ministerio de la fantasía. Luego
las sensaciones dependen de la materia directamente
y por lo tanto son producidas por ella, porque la ac-
ción no es otra cosa que la dependencia directa que
tiene el efecto de su causa. (O. 537).
80. —5.0 Si la sensación es producida por el alma
sola, no solo el alma humana sino t a m b i é n la de los
brutos p o d r á obrar separada de la materia; porque
Dios puede suplir con su.omnipotencia tanto el oficio
de la c o n m o c i ó n o r g á n i c a como el del fantasma,
aproximando convenientemente á l a potencia percep-
tiva de una y otra sus objetos. A ú n m á s : en t a l caso
entre la p e r c e p c i ó n sensitiva y la intelectiva no h a b r á
diferencia esencial; puesto que ambas s e r á n i n t r í n s e -
camente independientes de la materia y por tanto n o
- 5 3 -
hay r a z ó n ninguna para decir, que para la una es con-
dición previa esencial la c o n m o c i ó n del ó r g a n o y
para la otra no, como hacen gratuitamente algunos
filósofos. Luego tanto las almas de los brutos como
las de los hombres, serán naturalmente inmortales y
por lo tanto v i v i r á n perpetuamente; porque Dios en
la c o n s e r v a c i ó n de las cosas se acomoda á la natura-
leza de cada una, y nada deja de conservar, sino cuan-
do no puede siguir obrando en el mundo. A h o r a
bien, la perpetuidad del alma de los brutos, con difi-
cultad la p o d r á a d m i t i r n i n g ú n filósofo y está expre-
samente reprobada en la Escritura, la cual n o s e n s e ñ a
que es diferente la muerte de los hombres que la de
los animales, ( i ) .
8r.—6.° Si el alma sola es la que produce la percep-
ción sensible, es absolutamente i n ú t i l tanta diversi-
dad de ó r g a n o s sensorios, como discurre m u y bien
el P. Suarez (2); porque uno solo basta, para que p o r
medio de él t r a s m i t a n los objetos la i m p r e s i ó n al
cerebro, y éste avise con su c o n m o c i ó n al alma de su
actual presencia,
82. —7.a La s e n s a c i ó n , no solo en cuanto al objeto
por ella representado, sino en sí misma, es una cosa
extensa; pues cada uno experimenta en sí propio la
e x t e n s i ó n mayor ó menor que ocupan en su cuerpo
las sensaciones. Luego debe t a m b i é n emanar de una
cosa formalmente extensa, cual no es el alma sola
sino el ó r g a n o animado.
83. —8.° Finalmente, si la sensación está producida
por el alma sola, ninguna acción del h o m b r e t e n d r á
por causa física al compuesto humano. Porque la
causa física é inmediata de las acciones pertenecien-

(1) Eclesiastes, cap. 3.


(2) Suarez, de anima, lib. 2. cap. 3.
- S i -
tes á la vida vegetativa, d e b e r á n ser en t a l caso, ó las
puras fuerzas moleculares ó el principio vital d é l a s
plantas distinto de nuestra alma, s e g ú n las conside-
remos como m e c á n i c a s ó como vitales; y todas las
d e m á s p r o v e n d r á n del alma sola, la cual, p o r consi-
guiente, las p o d r á producir mediante el auxilio de la
Causa primera, á u n d e s p u é s de separada del cuerpo.
Es asi que con esto cae por t i e r r a la u n i ó n sustancial
de nuestra alma con el cuerpo; porque toda u n i ó n
sustancial de una forma con una materia, lleva consi-
go una naturaleza nueva y con esta naturaleza accio-
nes t a m b i é n nuevas y esencialmente diversas de las
que corresponden á cada uno de los elementos sepa-
rados, las cuales faltan en la suposición mencionada.
Luego etc.
84.— A este ú l t i m o argumento responden los carte-
sianos que la sensación del alma unida es esencialmen-
te distinta de la que la misma alma puede tener en el
estado de s e p a r a c i ó n ; porque, en nosotros, el sujeto de
la sensación, de tal manera siente las cosas extensas,
que al mismo tiempo se siente á si propio extenso, lo
cual no s u c e d e r í a h a l l á n d o s e el alma separada del
cuerpo. Pero esta réplica es absolutamente de n i n -
g ú n valor, porque el sujeto de la sensación, s e g ú n
su doctrina, es el alma sola, la cual no puede sen-
tirse extensa en cuanto causa y sujeto de las sen-
saciones, sino solo en v i r t u d de cierta d e n o m i n a c i ó n
extrínseca que le viene del cuerpo á que está unida..
Por consiguiente, la sensación del alma unida al cuer-
po, no es en sí sustancialmente distinta de la que
t e n d r í a en el estado de s e p a r a c i ó n ; la diferencia que
hay entre una y otra, es meramente accidental, y
toda ella está reducida á que con la una, el alma per-
cibe, no solo el objeto externo, sino t a m b i é n el cuerpo
á que está unida y las impresiones o r g á n i c a s de esta
— 55-
su comparte, mientras que en la otra no h a b r í a nada
de esto.
85.—Replican diciendo: E l cuerpo t a m b i é n es com-
principio de nuestras sensaciones, no por vía de cau-
sa eficiente, sino de condición esencial p.ira que el
alma sola las produzca. Luego estas sensaciones son
esencialmente diversas de las que t e n d r í a el alma sola
separada del cuerpo.—Vana dificultad, que ya queda
preocupada en la solución de la propuesta en el n ú -
mero" anterior. La diferencia que hay entre unas y
otras sensaciones, no es mayor que la que existe entre
las ideas que produce ahora nuestra inteligencia y las
que p r o d u c i r á cuando se vea separada del cuerpo.
Ciertamente, nuestras sensaciones de ahora dicen
relación al cuerpo, como á una cosa unida con el alma
y que c o n t r i b u y e i n s t r u m e n t a l m e n t e á s u p r o d u c c i ó n ,
poniendo dentro de la esfera de su actividad el objeto
sensible. Bajo este aspecto, bien podemos decir que
en la h i p ó t e s i s cartesiana, el cuerpo es comprincipio
de dichas sensaciones por vía de condición necesaria.
Pero el que la aplicación del objeto se haga por me-
dio de las vibraciones o r g á n i c a s , ó por la Causa p r i -
mera, y el que, por consiguiente, la percepción sensible
del mismo exprese este ó aquel modo de aplicación,
es una cosa meramente accidental para ella; porque
en ambos casos, el principio eficiente es el alma sola, y
el t é r m i n o de la acción es una p e r c e p c i ó n concreta,
que expresa l o q u e de hecho hay en el objeto. En este
sentido, t a m b i é n p o d r í a m o s decir que los fantasmas
de la i m a g i n a c i ó n son una condición esencial para la
p r o d u c c i ó n de nuestras ideas actuales; porque n i n g u -
na de éstas puede tener la tendencia que de hecho le
pertenece, sino en el estado de u n i ó n del alma con el
cuerpo. Pero no por esto d i r á n i n g ú n filósofo que es-
tas nuestras ideas difieren esencialmente de las que
-56-
t e n d r á nuestra alma cuando se vea separada del cuer-
po. Para probar, pues, que la u n i ó n del alma con el
cuerpo trae á aquella acciones verdaderamente nue-
vas, es preciso que prueben los cartesianos, que nues-
tra alma no puede en manera alguna sentir la presen-
cia de los objetos materiales, sin el a d m i n í c u l o del
cuerpo. Mas esto no lo p o d r á n conseguir nunca, pues
de su doctrina se sigue con toda evidencia lo contra-
rio; porque la a p r o x i m a c i ó n del objeto llevada á cabo
por el cuerpo con sus conmociones o r g á n i c a s , la pue-
de suplir la Causa p r i m e r a con su influjo, lo mismo
que suple con respecto al entendimiento del alma se-
parada, el concurso que á la p r o d u c c i ó n de nuestras
ideas presta en nosotros la fantasía.
86. —Finalmente, para probar que la sensación no
puede ser producida sino por el alma sola, arguyen
en esta forma: La sensación es u n acto inmanente en
la misma facultad que lo produce. Es así que no pue-
de ser recibida en una facultad extensa, cual sería el
ó r g a n o vivo; porque la sensación es en sí misma un
acto simple é indivisible y ninguna cosa simple puede
tener por sujeto á otra extensa. Luego la sensación no
puede ser producida por el compuesto de alma y
cuerpo.
87. —Este argumento que á los cartesianos parece
tan poderoso, en nuestro juicio es de m u y poco peso.
En p r i m e r lugar, por el solo hecho de ser simple la
s e n s a c i ó n no tenemos derecho para afirmar que su
sujeto no puede ser extenso; puesto que el alma h u -
mana es simple é indivisible en sí misma, como se
p r o b a r á m á s adelante, y sin embargo tiene por suje-
to á la materia extensa, á la cual está unida sustan-
cialmente en clase de forma. Luego el tal argumento
ya flaquea por este lado. Pero es enteramente falso
que la sensación sea inextensa é indivisible; porque
-57—
su e x t e n s i ó n y divisibilidad son cosas patentes á todo
el m u n d o . Si meto la mano en el agua caliente, por
ejemplo, e x p e r i m e n t a r é una s e n s a c i ó n de calor que
se halla difundida por toda la mano. Por consiguien-
te, esta sensación está dotada de verdadera e x t e n s i ó n ,
como la misma mano donde se halla localizada. Si
d e s p u é s , dejando quieta la mano dentro del agua ca-
liente, i m p i d o que llegue á una parte de ella este l i -
quido, la otra parte q u e d a r á con la misma sensación
parcial que antes tenia; puesto que en ella no se ha-
b r á ejecutado mudanza alguna. Luego la sensación
total h a b r á sufrido una verdadera división, como la
suírit'ia la misma mano si fuese cortada por aquella
parte.
88.—Los partidarios de la doctrina cartesiana, pien-
san que aducen un argumento demostrativo en favor
de la simplicidad mencionada, cuando dicen que la
sensación es «un acto con el cual son reducidas for-
malmente á la unidad de identidad las v á r i a s y dis-
tintas impresiones de lo extenso (i)», y cuando a ñ a d e n
que « u n o mismo es el sujeto que siente, que se perci-
be sintiendo y que juzga de las sensaciones (2).» Mas
semejantes razones no deben deser tan evidentes como
ellos se i m a g i n a n , cuando los grandes maestros de la
filosofía escolástica, que las conocieron perfectamen-
te", sostuvieron sin embargo que la sensación es u n
acto formalmente extenso (3). Algunos animales, como

(1) Palmieri, Anthropología, cap. 2, thes. 2.a demonst. I .


part.
(3) Cuevas, Psycologict, n. 13.
(3) Véase Aristóteles, de anima, lib. 1. cap. 1. y l i b . 2. text.
122-, S. Tomás, Summ. theolog. 1. p. q. 77, aa 5 y 8; Suarez.
de anima, lib. 2 , cap. 3; Valencia. Comment. i n Summ. D . Thom.
tom. 1, disp. 6, q. 3 . punt. 3; Hurtado de anima, disp. 4. sect.
3; Losada, de anima, disp. 3, cap. 1.
- 5 8 -
las lombrices y las hidras, tienen sus almas tan exten-
sas y divisibles como puede serlo el principio v i t a l de
las plantas; puesto que con solo dividirlos en diversas
partes resultan tantos animales nuevos, cuantas son
las partes formadas, sin que esta acción meramente
m e c á n i c a haya dado origen á alma alguna de cuantas
animan á aquellos cuerpos. Sin embargo, los dichos
animales sienten, y su sensación no puede m é n o s de
ser extensa. Luego la sensación, como tal y en cuanto
c o m ú n al hombre y á l o s brutos, no-exige ser produ-
cida por un principio simple.
89. — E l que en nuestra sensación se reduzca la
m ú l t i p l e i m p r e s i ó n del ó r g a n o á l a unidad, no arguye
que su principio total sea. uno con unidad de identi-
dad ó simple, sino cuando m á s que esté compuesto
de dos comprincipios parciales, el uno simple y fuen-
te de la unidad, y el otro extenso y fuente d é l a m u l -
tiplicidad. Porque si la sensación es esencialmente
una,, tambien es esencialmente m ú l t i p l e ; y si la p r i -
mera propiedad requiere u n i d a d en su principio
eficiente, la segunda exige m u l t i p l i c i d a d . Por consi-
guiente, de que para la sensación se necesite un p r i n -
cipio simple, no se sigue que no entre en ella ya n i n -
g ú n principio extenso; antes la naturaleza extensa
de este acto, exige perentoriamente que su principio
eficiente sea material y extenso, ora sea simple, é
indivisible el otro comprincipio de donde recibe su
unidad, ora extenso y divisible.
90. Tampoco es m á s poderoso lo que se dice de
que «uno mismo es el sujeto que siente, que percibe
sus sensaciones y que juzga'de ellas». Porque el su-
jeto que ejecuta todas estas acciones es el hombre.y
noel alma sola; y las ejecuta, no con una facultad sola,
sino con muchas, como dejamos probado m á s a r r i -
ba (36). B l mismo hombre siente con los sentidos
— 59 —
externos los objetos del m u n d o sensible, percibe con
el interno la s e n s a c i ó n de lo externos, y juzga con la
inteligencia de las diversas sensaciones. Todas estas
facultades radican en una misma esencia, y en v i r t u d
de esta r a d i c a c i ó n , las operaciones de las unas llevan
consigo las operaciones de las otras.
Es verdad que hemos probado m á s arriba contra
los tomistas (49 y siguientes) que no solo las potencias
de nuestra alma, sino t a m b i é n su esencia misma, i n -
fluye inmediatamente en la p r o d u c c i ó n de todas
nuestras percepciones; pero este argumento no lo
hemos fundado en la naturaleza de la sensación en
general, sino en el testimonio de nuestra conciencia
intelectiva ( L . 452); la cual nos dice, que todo nuestro
principio pensante, en una unidad indivisa, conoce
las sensaciones y las intelecciones y las apeticiones de
todas clases, y compara todos estos actos unos con
otros, dando de esta suerte testimonio de su naturale-
za espiritual y simple. De forma, que el argumento
verdaderamente sólido para probar la simplicidad del
alma humana, no es el que aducen hoy dia muchos fi-
lósofos apelando á la naturaleza de la sensación en
general, sino el que empleaban los escolásticos sacado
de la c o n s i d e r a c i ó n de nuestra facultad intelectiva,
del cual haremos t a m b i é n nosotros uso en su lugar
correspondiente.
qi.—Prueba de la i * p.—Es evidente, supuesta la
anterior. Porque la sensación es un acto inmanente, ó
sea recibido en la misma potencia con que ha sido
producido. Es así que la potencia productora de la
sensación es el compuesto de alma y cuerpo. Luego
este mismo compuesto es el sujeto por ella informa-
do, y no el alma sola ni el organismo solo. A d e m á s , el
cuerpo solo no es capaz de recibirla en sí; porque él
sin la vida del alma es una cosa m u e r t a y de-stituida
—6o-
por lo mismo de todo acto vital. Tampoco puede ser
recibida en el alma sola; porque en tal caso en ella
sola estaria la razón total de sentir, ella sola seria
atormentada con las sensaciones dolorosas y recreada
con las deleitables: lo cual no puede ser; porque, así
como el hombre discurre y piensa por r a z ó n del alma
espiritual, de la misma manera es atormentado con
las sensaciones dolorosas por razón del cuerpo. Fuera
de que, si el alma sola fuera la que recibe las sensa-
ciones, todas ellas le d e b e r í a n ser agradables y n i n g u -
na dolorosa. Porque la sensación con respecto al alma
sola, no tiene otra relación que la de una simple n o t i -
cia, y toda noticia, como t a l , es buena y agradable
á la facultad perceptiva. Las sensaciones no pueden
ser dolorosas sino al compuesto: porque solo con
respecto á él, son malas y nocivas por la descom-
posición o r g á n i c a que consigo llevan. Luego es
evidente, que el sujeto de la sensación no es el alma
sola n i el cuerpo solo, sino el compuesto de en-
trambos.
92.—COROLARIO.—Luego el alma separada del cuerpo
es incapaz de sentir. La consecuencia es evidente: por-
que el alma separada del cuerpo carece de ó r g a n o con
que pueda producir y recibir el acto referido. Dice
muy bien Santo T o m á s : «Todas las potencias se com-
paran al alma sola como á principio. Pero algunas,
como el entendimiento y la voluntad, se comparan á
ella como á sujeto, y é s t a s necesariamente deben per-
manecer en el alma d e s p u é s de destruido el cuerpo.
Mas otras están en el compuesto como en sujeto, lo
cual acaece á todas las de la parte sensitiva y de la
n u t r i t i v a . Y como destruido el sujeto de un accidente,
no puede este seguir existiendo, de a q u í el que estas
potencias perezcan con la d e s t r u c c i ó n del cuerpo y no
permajiezcan en el alma sino de una manera v i r t u a l ,
— t a —

Como en su fuente y raiz (i).» Es decir que las poten-


cias sensitivas, lo mismo que las vegetativas, son en si
misma materiales y o r g á n i c a s ; r a z ó n por la cual tie-
nen capacidad de recibir en sí la sensación material y
extensa: pero toda su v i r t u d v i t a l y perceptiva tiene
su origen en el alma que informa al cuerpo y lo hace
vivo y capaz de sentir. Por donde n i el ó r g a n o puede
producir la sensación cuando se halla separado del
alma, porque entonces es una cosa muerta y le falta
la fuerza vital emanada del alma, n i ésta tiene en sí
otra cosa, en tal estado de s e p a r a c i ó n , sino i n t r í n s e c a
aptitud para que emane de ella la v i r t u d dicha, apenas
sea ella misma unida sustancialmente á la materia.

§ II. S E N S I B I L I D A D EXTERNA.

93. —Examinada ya la naturaleza de la sensación en


general, resta ahora tratar de sus dos especies, que
son la sensación externa y la interna. Dejando ésta ú l -
tima para el p á r r a f o siguiente, estudiaremos en el
presente la p r i m e r a , la cual nos ofrece las cuestiones
siguientes: i.a Cuáles son los ó r g a n o s en que se halla
localizada la sensibilidad externa; 2.a Cuáles son las
condiciones necesarias para que los sentidos externos
puedan p r o d u c i r sus actos; 3.a Cuál es el objeto sobre
que versan estos actos.
94. —Sobre la p r i m e r a c u e s t i ó n los cartesianos ense-
ñan que el lugar donde siente el alma, es el cerebro;
porque allí es donde tiene ella su asiento, á donde
concurren de las diferentes partes exteriores del cuer-
po los nervios llamados sensitivos, y de donde parten
á la superficie del cuerpo los otros llamados motores,
con que pone en m o v i m i e n t o los miembros (66). Sobre

(1) Santo Tomás Summ. theol. 1. p. q. 77, art. 8.


~ 6 á -

la segurida, sostienen que el objeto de la sensación no


ejerce n i n g ú n influjo físico sobre la facultad percepti-
va, porque ésta en su sistema es una cosa puramente
espiritual y los cuerpos no pueden i m p r i m i r í m p e t u
alguno á los e s p í r i t u s ; pero ponen entre la c o n m o c i ó n
m e c á n i c a del ó r g a n o y la p e r c e p c i ó n á ella consi-
guiente, alguna especie de conexión para que á la pre-
sencia de la una resulte la p r o d u c c i ó n de la otra. Esta
c o n e x i ó n es extrínseca ó intrínseca, s e g ú n el modo de
u n i ó n que cada uno de ellos -atribuye al alma y al
cuerpo. Los malebranquistas y los leibnitzianos la
hacen e x t r í n s e c a , porque sus doctrinas sobre las cau-
sas ocasionales y sobre la a r m o n í a preestablecida, así
lo reclaman: por el contrario, p á r a l o s partidarios del
influjo físico es i n t r í n s e c a , porque su t e o r í a exige la
c o n m o c i ó n orgánica en clase de condición p r é v i a , para
que e-1 alma pueda percibir el objeto t e n i é n d o l o ^
conveniente distancia y dentro de la esfera de su ac-
tividad (76).
Ademas, sobre esta segunda c u e s t i ó n , así en los
tiempos presentes como en los pasados, ha habido
siempre diversidad de pareceres por otra parte. Por-
que unos opinan que entre las condiciones necesarias
para el ejercicio de los sentidos es preciso poner
las especies impresas, ó sea ciertas cualidades físicas
causadas por los objetos ó por Dios en las potencias
sensitivas, para darles el ú l t i m o complemento en
r a z ó n de seres activos y ponerlas de este modo en acto
p r i m e r o p r ó x i m o respecto del acto cognoscitivo que
han de producir (O. 522). A otros, por el contrario, no
agradan estas especies5y les parece que los sentidos y
todapotencia cognoscitiva, engeneral, tienen en sí mis-
mos suficiente v i r t u d para percibir su objeto propio
sin necesidad de especie alguna, con tal que lo tenga
á competente distancia ó sea dentro de-la esfera de su
^63-
actividad; de modo que no necesitan para p r o d u c i r
sus actos perceptivos sino la a p r o x i m a c i ó n convenien-
te del objeto, como el fuego, por ejemplo, no necesita
para quemar la estopa sino tenerla cerca de sí ( i ) .
Finalmente, en orden á la tercera cuestión los refe-
ridos autores e n s e ñ a n , que el objeto propio y directo
de la sensación es la c o n m o c i ó n del cerebro producida
por los objetos exteriores, mediante la acción que i m -
primen en los ó r g a n o s de los diversos sentidos, y que
luego el alma infiere con el raciocinio, de este efecto
o r g á n i c o , la causa material y extensa que la ha p r o -
ducido.
95.—Los escolásticos, como lo dejamos observado
en el p a r á g r a f o precedente, profesaron en estas cues-
tiones una doctrina diametralmente contraria; y en
cuanto á las especies sensibles, si bien Durando,
Ocam, Gabriel, Biel, Gregorio Ariminense y algunos
otros, las t u v i e r o n por cosas puramente ficticias, juz-
gando que á los sentidos les basta tener el objeto á
conveniente distancia para percibirlo con su v i r t u d
nativa (2); pero la generalidad estuvo por ellas y

(1) Sobre las diversas opiniones de los filósofos acerca de


las especies sensibles puede verse la Dynainilogia de Sanseve-
rino, vol, L, pars specialis, cap, I I . art. I I I .
(2) Negantcm hujusce qua2stionis partem, escriben los C o -
nimbricenses, 1112. lib. Aristot. de anima, cap. 6. q. 2 art. 1. se-
cuti fuere, non modo qui animam ex elementis concretam esse
fabulatl sunt, ut ex eorum, quae ipsi inessent, cognatione o m -
nia intelligeret, sed etiam Porphyrius in libro de sensu, PIo-
tinus E n n . 4. lib. 5, Galenus lib. 7. de decretis Hippoct.
cap. ó., et ex Peripateticis Durandus in 2 dist. 3 q. 6.; idem-
que, quod ad sensus externos attinct, tuetur Ochamus in 2.
q. 17 et 18., Gabriel q. 2., Cregorius in primo disp. 3. q. 1. et
in 2. dist. 7. q. 3., qui ut sensus in objecta sua ferantur, sat
esse putant, si intra debitam distantiam constituta sint.
- 6 4 -

opinó que los sentidos, lo mismo que el entendimien-


to, necesitan de estas especies, para p r o d u c i r su acto
perceptivo. A nosotros nos parece verdadera en todas
sus partes la doctrina de los escolásticos, y así, para
defenderla, trataremos de probar las proposiciones
siguiente.

PROPOSICION PRIMERA.

La sensación externa no se ejecuta en el cerebro sino en


los ó r g a n o s propios de cada sentido.

gb.—Demostración.—i.0 Cada uno experimenta en


sí mismo que ve con los ojos, oye con los oidos, huele
con las narices, gusta con la lengua, palpa con las
manos, y siente la i m p r e s i ó n de los objetos exteriores
en toda la superficie de su propio cuerpo. Luego en
estos ó r g a n o s debemos decir que se ejecuta la sensa-
ción externa y no precisameete en el cerebro. 2 ° Si
el cerebro fuera el ú n i c o ó r g a n o donde se hallan loca-
lizadas las percepciones de lossentidos externos, sería
i n ú t i l tanta variedad de ó r g a n o s para recibir las i m -
presiones de los cuerpos y trasmitirlas á aquella vis-
cera, porque para esto p o d r í a n bastar uno ó dos.
Luego etc. 3.' el argumento fundamental en que se
apoyan los cartesianos para opinar lo contrario, cual
es el de suponer á nuestra alma existente en el cere-
bro y nada m á s que en esta parte de nuestro cuerpo,
es enteramente falsa, como se p r o b a r á m á s adelante.
Luego...
97.—Decimos: el fundamental, porque todos los
otros que sacan los cartesianos de la A n a t o m í a y de
la Fisiología, diciendo que del cerebro parten los
nervios sensitivos á los diferentes ó r g a n o s , recepto-
res inmediatos de las impresiones externas, y a ñ a -
_ ^ 6 5 -

diendo que Ja sensación no puede tener lugar sino


cuando estos nervios se hallan en disposición de
poder t r a s m i t i r las impresiones á la masa encefálica,
no tienen valor alguno. Lo que prueban ú n i c a m e n t e
es, que los ó r g a n o s sensorios no pueden producir la
sensación sin recibir del cerebro la fuerza necesaria
para ello. Dice m u y bien á este p r o p ó s i t o el P. S u á r e z :
«El principio y raiz de la sensación está en el cerebro
y de allí se comunica á los sentidos exteriores. Por-
que en p r i m e r lugar, por la a n a t o m í a consta que en
el cerebro tienen su origen aquellos nervios que sir-
ven de i n s t r u m e n t o para comunicar los e s p í r i t u s
animales (ó sea el fluido nervioso como ahora los llaman).
A d e m á s , se sabe que con la lesión del cerebro el ani-
mal queda privado de sentido y movimiento; por-
que e n t ó n c e s sufre t a m b i é n lesión la facultad de sen-
t i r , lo cual es signo de que esta facultad tiene su
origen en el cerebro, etc. (i).» Luego nota el sapien-
t í s i m o filósofo, c ó m o entre los antiguos e n s e ñ a r o n
varios autores la doctrina que ahora estamos refu-
tando; y contra ella emplea el argumento siguiente:
«Los ó r g a n o s de los sentidos externos no son s u p é r -
fluos sino que e s t á n ordenados á las facultades sen-
sitivas: luego en ellos e s t á n las potencias sensitivas y
en ellos tienen lugar las sensaciones; lo cual nos lo
e n s e ñ a la misma experiencia (2).»
Para que los nervios mencionados pudieran tras-
m i t i r al cerebro las impresiones o r g á n i c a s á manera
de cuerdas vibrantes, s e g ú n h a b í a n imaginado los
cartesianos, d e b e r í a n estar fijos en los dos extremos
y hallarse suficientemente tirantes y libres para po-
der vibrar, lo cual les falta por completo juntamente

(1) Suárez, de anima, lib. 3. cap. 13. n . 4.


(a) S u á r e z , l . cit. n . 9.
Psicología,
- 6 6 -

con otras cosas necesarias para este efecto. Por esta


causa la h i p ó t e s i s de considerar al cerebro como el
asiento de las sensaciones externas, y á los nervios
sensitivos como otras tantas cuerdas vibrantes por
los cuales se trasmite al cerebro la c o n m o c i ó n i m p r e -
sa en los ó r g a n o s por los objetos exteriores, se halla
ya hoy dia generalmente abandonada.

. PROPOSICION SEGUNDA.

Los sentidos externos, para producir sus actos percepti-


vos, necesitan ser excitados con las especies impresas
causadas en ellos por los objetos de estos actos..

98. —Demostración.—i.0 Para que los sentidos per-


ciban un objeto cualquiera, no basta que este obj'eto
se baile delante de él, sino que a d e m á s debe obrar en
ellos m o v i é n d o l o s y d e t e r m i n á n d o l o s á aquella par-
ticular p e r c e p c i ó n ; porque de lo c o n t r a r i o no hay
r a z ó n ninguna porque haya de ser percibido á una
distancia y no á otra, ó en la luz m á s bien que en las
tinieblas, etc. Es asi que esta m o c i ó n y d e t e r m i n a c i ó n
es una verdadera especie impresa; puesto que es una
cualidad producida en la potencia sensitiva por el
objeto, semejante á él como todo efecto es semejante
á su causa, y ordenada de suyo á p r o d u c i r la percep-
ción. Luego los sentidos externos, para producir sus
actos sensitivos, necesitan recibir en sí, primero, la
especie mencionada.
99. —2.0 Los sentidos, aunque cada uno por su na-
turaleza i n t r í n s e c a está determinado en general á
buscar su objeto propio, en lo cual consiste su apeti-
to innato, pero de suyo e s t á n indiferentes á percibir
en u n momento dado u n objeto singular ú otro.
Luego esta indiferencia les debe ser quitada por una
- 6 7 -
causa e x t r í n s e c a que obre en ellos no m o v i é n d o l o s y
d e t e r m i n á n d o l o s en un p a r t i c u l a r sentido y p r o d u -
ciendo por lo tanto en ellos una cualidad ó especie de
la naturaleza indicada. Ahora bien, que esta causa ex-
t r í n s e c a deba ser el mismo objeto y no la Causa p r i -
mera, es manifiesto; porque el objeto sensible tiene
v i r t u d suficiente para i m p r i m i r en la potencia sensiti-
va su acción por la parte en que esta potencia comu-
nica con el m u n d o i n o r g á n i c o , y Dios no obra p o r sí
solo en orden á los efectos naturales, sino cuando las
causas segundas son impotentes para producirlos.
Luego.
IOO.—3.0 Los sentidos para percibir u n objeto cual-
quiera, deben unirse intencionalmente con él, forman-
do una como i m á g e n suya llamada especie sensible
expresa: puesto que todo conocimiento es una cierta
asimilación intencional é n t r e l a potencia y el objeto;
y por esta causa á la acción con que lo formamos, le
damos los nombres de aprehensión y percepción del
objeto. Es así que esta u n i ó n no la pueden ejecutar
sino siendo actuados por el objeto exterior, que i m -
p r i m a en ellos una cierta semejanza suya; porque los
sentidos de suyo no reprentan nada determinado,
ni son por consiguiente i m á g e n e s de n i n g ú n objeto en
particular. Luego para percibir un objeto determina-
do y formar de este modo una especie ó i m á g e n inten-
cional expresa suya, deben recibir p r i m e r o de este
m i s m o objeto la especie impresa. Por esta causa dice
San A g u s t í n y con él la generalidad de los filósofos,
que el conocimiento es producido por el objeto y la
potencia, ab objeto et potentia p a r i t u r notitia. Y esta
procedencia la indica la misma naturaleza de este acto;
pues en cuanto vital, debe proceder de la potencia; y
en cuanto i m á g e n , debe p r o v e n i r del ejemplar ú
objeto.
—66—
101. —Finalmente, la experiencia continua nos da
manifiesto testimonio de que los sentidos no pueden
producir sus actos perceptivos, sin ser p r i m e r o actua-
dos por el objeto, mediante la i m p r e s i ó n material que
en ellos causa con su acción. Porque en la vista influye
el objeto, visible m a n d á n d o l e los rayos que recibe de
los cuerpos luminosos, en el oido el objeto sonoro co-
m u n i c á n d o l e por medio del aire a t m o s f é r i c o sus pro-
pias vibraciones, en el gusto el objeto sabroso exci-
tando con su acción las papilas de la lengua y así en
los d e m á s sentidos. Luego etc.
102. —Dicen los enemigos de las especies impresas:
i,0 Toda potencia está inclinada por su i n t r í n s e c a na-
turaleza hacia su propio objeto; y para unirse á él, no
necesita otra cosa que tenerlo á conveniente distancia
ó sea dentro de la esfera de su actividad./'Luego al
sentido, para unirse con su objeto por medio de la
p e r c e p c i ó n , le basta que este objeto se le aproxime
suficientemente sin que ejerza en él acción alguna.
2.0 Esta pretendida acción del objeto no se dice ser
necesaria sino para que la potencia reciba la v i r t u d
de hacerse formalmente semejante á él por medio de
su propio acto representativo llamado especie expresa
ó imagen del objeto. Es así que la potencia tiene v i r -
t u d en sí misma para p r o d u c i r esta r e p r e s e n t a c i ó n ;
ya porque el acto perceptivo no es una i m á g e n ver-
dadera sino una simple relación entre la potencia y
el objeto,~~ya t a m b i é n porque la potencia de suyo es
una fuerza representativa y por consiguiente en sí
misma debe tener v i r t u d suficiente para representar
los objetos de su propia esfera. Luego la acción suso-^
dicha es absolutamente s u p é r f l u a . 3.0 Finalmente/jsi
el sentido para p r o d u c i r su acto perceptivo hubiera
de recibir p r i m e r o en sí la i m p r e s i ó n del objeto, esta
i m p r e s i ó n sería el medio en el cual percibimos los
- 6 9 -
seres del m u n d o sensible^ porque sin ser conocida no
nos p o d r í a llevar al c o ñ o c i m i e n t o de su causa.vEs así
que con esto se cae en el idealismo de Berkeley, pues
de la presencia de esta i m á g e n subjetiva no podemos
inferir con certeza la existencia de una sustancia m a -
terial y extensa que la cause. Luego es preciso recha-
zar las especies mencionadas. "
103.—Respuesta.—A la p r i m e r a de estas razones se
responde que la inclinación n a t u r a l de las potencias
en orden á su propio objeto, conocida entre los m o -
dernos con el hombre de conato y entre los antiguos
con el de apetito natural ó innato, no es u n cierto acto
imperfecto é inicial producido por ellas, como falsa-
mente creen algunos siguiendo á Leibnitz, sino la
simple a t e m p e r a c i ó n que todas ellas tienen con res-
pecto á sus propios actos; a t e m p e r a c i ó n , que no es
otra cosa sino estas mismas potencias en cuanto
aptas para buscar cada una á su modo su propio ob-
jeto (1). Por consiguiente, con ella se compadece m u y
bien el que para obrar necesiten ser excitadas y m o -
vidas por a l g ú n agente externo, lo cual hemos expli-
cado en la O n t o l o g í a (O. 224). La a p r o x i m a c i ó n del

(1) «Appetitus innatus, escribe Suarez fMetaph. disp. 1.


sect. ó. n . 3 ) , impropie, ac metaphorice dictus est appetitus;
proprie vero nihil aliud est quam naturalis propensio quam
unaquacque res habet i n aliquod bonum: quce inclinatlo in po-
tentiis passivis nihil aliud est quam naturalis capacitas et p r o -
portio cum sua perfcctione, in activis vero est ipsa naturalis
facultas agendi.» De la misma manera se expresan todos los
demás escolásticos con el Angel de las Escuelas Santo Tomás
de Aquino. Véase sobre esto el artículo de Sanseverino i n t i t u -
lado «De conatu potentiis ínsito,» Dynainilogia, vol. I , pars
general, cap. I , art. 7. pag. 351 y siguientes. Más adelante
diremos también nosotros algo sobre esta materia en un p á r r a -
fo separado.
— yo —
objeto para nada sirve, si no ha de ejercer éste n i n -
g ú n influjo en la potencia n i ella tampoco lo ha de
ejercer en él, como sucede en el caso presente, en
que el alma sola se supone producir la p e r c e p c i ó n
inmanente en sí misma. Por donde distingo la p r i -
mera parte del antecedente en esta forma: Toda po-
tencia está determinada en general hácia su propio
objeto, lo concedo; en particular y respecto de cada o b j ^
to determinado^ lo niego. Ahora bien, la necesidad de
las especies viene de esta i n d e t e r m i n a c i ó n precisa-
mente,:
104.—A la segunda se contesta negando la menor
del silogismo con que viene formulada^ ni para per-
suadirla sirven gran cosa los dos motivos que aducen
los adversarios. Porque el p r i m e r o , fundado en que
nuestros actos cognoscitivos no son verdaderas i m á -
genes, sino simples relaciones entre la potencia cog-
noscitiva y el objeto conocido, solo prueba que/los
tales actos no son i m á g e n e s como estas materiales y
c o r p ó r e a s , en que se representa el ejemplar con sus
mismos colores y facciones, y que necesitan ser vistas
para conducir al conocimiento del objeto por ellas re-
presentado,fsino de otra clase m á s alta y m á s perfecta.)
Porque en el conocimiento brilla el objeto de una ma-
nera intencional é incorpórea^ sin color, propiamente
dicho ni otra alguna cualidad sensible; y con él se pone
la facultad perceptiva en relación directa con el objeto
sin necesidad de m i r a r p r i m e r o á otra cosa alguna) Por
lo cual dicho acto bien puede llamarse relación entre
la potencia y el objeto; puesto que así lo es en efecto.
Pero no por eso deja de ser una r e p r e s e n t a c i ó n ver-
dadera y sui generis; pues con el solo hecho de infor-
m a r á la potencia hace el mismo efecto que las i m á -
genes materiales al ser vistas por vía de objeto. E l se-
gundo demuestra que nuestras facultades perceptivas
-7i —
pueden formar sus actos representativos pero no por
si solas y sin ser fecundadas por el objeto. É s t e las
debe actuar p r i m e r o con su acción, depositando en
ellas la cualidad llamada especie impresa, con la cual
vengan determinadas al acto y como fecundadas, á la
manera que las plantas por ejemplo, para p r o d u c i r el
fruto de que son capaces, necesitan recibir p r i m e r o en
sí el polen fecundante.
104.—A la tercera, finalmente, decimos que la espe-
cie impresa no necesita ser vista para conducirnos al
conocimiento del objeto; porque ella hace este oficio,
710 presentándose d la potencia por vía de objeto, sino ac-
tuándola é informándola por vía de f o r m a qiiecp7ístituye
con ella iin solo y total principio de conocimíeniojldX m o -
do que el polen en las plantas constituye con ellas u n
solo y total principio engendrante del fruto. Y con esto
se ve c u á n distante se halla esta doctrina delidealismo
que se le objeta.Porque los idealistas ponen por objeto
del acto perceptivo la especie impresa; y luego racio-
cinando no puede inferir de ella con certeza la n a t u r a -
leza de su verdadera causa; mas los escolásticos j a m á s
admitieron que la tal cualidad sea vista por nosotros,
á n t e s notaron expresamente que no se puede conocer
sino por vía de raciocinio (1). Esto nos conduce á la
tercera c u e s t i ó n arriba propuesta, la cual q u e d a r á
resuelta con la siguieíite

(1) V . Suarcz, de anima, lib. 3. ca-p. 2. n . 15.


-72 —

PROPOSICION TERCERA

Los sentidos externos no tienen por objeto de sus actos la


especie impresa n i la conmoción meramente mecánica
del órgado sino los mismos cuerpos.)

105. —Observación.—Damos por supuesto en esta


p r o p o s i c i ó n que la especie impresa es cosa realmente
distinta del m o v i m i e n t o puramente local del ó r g a n o ;
pues este m o v i m i e n t o lo mismo puede existir en el
ó r g a n o vivo que en el ó r g a n o m u e r t o , m i é n t r a s que
la especie impresa es por su naturaleza una cualidad
de la potencia vital y existe en ella como en su propio
sujeto, v ' - v
106. —Prueba de la 1 * p.—La especie impresa;es el
ú l t i m o complemento d é l a potencia en cuanto percep-
tiva y por consiguiente(cntra como comprincipio con
ella en la p r o d u c c i ó n del acto perceptivo./Luego este
acto no la puede tener por objeto, como nHampoco á
la potencia misma) En otras palabras: la especie i m -
presa no es sino la misma potencia en cuanto deter-
minada y movida hácia u n objeto particular; luego
este objeto debe ser algo realmente distinto de ella;
porque de lo contrario la potencia sensitiva se t e n d r í a
á sí propia por objeto de su acto, lo cual es un absur-
do manifiesto.
107. —Dice m u y bien Suarez á este p r o p ó s i t o : «Las
especies impresas son ciertas como semillas de los
objetos depositados en el seno de las potencias cog-
noscitivas para la f o r m a c i ó n de los conceptos, y de
ello dan manifiesto testimonio los mismos nombres
de concepto, generación espiritual, parto, etc., que se
suelen dar con frecuencia á los actos. Y es que así
como la semilla contiene en sí una v i r t u d f o r m a t r i z
— 73 —
y generadora del nuevo viviente, de la misma manera
las especies impresas tienen por objeto propio p r o d u -
cir el acto cognoscitivo juntamente con la potencia (i).»
Si pues la especie impresa forma parte del p r i n c i p i o
total eficiente de la sensación externa, ¿cómo ha de
tener esta por objeto á la tal especie? Esto e q u i v a l d r í a
á decir que el objeto de la potencia visiva son los mis-
mos ojos con los cuales se ha de ejercer la visión, el
de la potencia auditiva el mismo oido, etc. Luego la
especie impresa es el medio por el cual percibimos los
objetos del m u n d o sensible. No es u n espejo á donde
debamos d i r i g i r la vista para ver en él dibujado el
objeto, sino u n instrumento activo con cuyo auxilio
f ó r m a la potencia perceptiva su acto cognoscitivo y
formalmente representativo del .objeto externo.
108.—Prueba de la 2.a p.—i'0(En todos los actos de
los sentidos externos nos d i r i g i m o s , no á la conmo-
ción o r g á n i c a de nuestro propio cuerpo, sino á los ob-
jetos exteriores que la causan) Así, cuando vemos,
oimos, palpamos, etc., no decimos que percibimos el
m o v i m i e n t o vibratorio de nuestra retina ó del t í m p a -
no del oido ó de las m o l é c u l a s de la mano, etc., sjno
los mismos objetos visibles, oíbles, tangibles, etc.'Lue-
go estas cosas son las que directamente percibimos
con los sentidos externos y no la c o n m o c i ó n de nues-
tros órganos,. 2.0 Esta c o n m o c i ó n molecular, lo mismo
que la especie impresa, es el i n s t r u m e n t o de que se
sirve el objeto para p r o d u c i r juntamente con la po-
tencia el acto cognoscitivo que intencionalmente lo
representa. Luego n i una n i otra pueden ser el objeto
del tal conocimiento sino solamente el cuerpo externo
á cuya r e p r e s e n t a c i ó n intencional e s t á n ordenadas
ambas por su misma naturaleza. 3.0 Decir que el ob-

(1) Suarez, l i b . 3. de anima, cap. 2 . n . 22.


-74 —
Jeto de nuestros sentidos externos son las impresio-
nes o r g á n i c a s de nuestro cuerpo es s u p r i m i r l a sensi-
bilidad externa y reducirlo todo á la i n t e r n a ; porque
en t a l caso no percibiremos con los sentidos otra cosa
que las modificaciones de nuestro cuerpo, las cuales
son objeto del sentido i n t e r n o . Es así que esto es un
absurdo manifiesto, como queda demostrado en la
Lógica ( L . 479). ^ p
loq. —COROLARIO.-fLuego no percibimos los objetos
del mundo externo en sus imágenes llevadas a l cerebro.)
Algunos al ver que en la retina del ojo se forma, lo
mismo que en una c á m a r a oscura, una i m á g e n m a -
terial de los objetos corporales, han creído que el
objeto p r o p i o de la visión es esta i m á g e n y no el
cuerpo i l u m i n a d o que la causfe. Pero esto es u n
error: la t a l i m á g e n no es percibida por nosotros,
como sería necesario para que en ella v i é r a m o s el
cuerpo exterior de donde proviene. Y que no la per-
cibamos, es cosa clara: i.0 porque de lo contrario
t e n d r í a m o s conciencia de esta p e r c e p c i ó n tan conti-
nua y constante, lo cual á n i n g u n o sucede; 2.* porque
la t a l i m á g e n es p e q u e ñ a y plana, siendo así que nos-
otros percibimos con la vista los cuerpos con su vo-
lumen propio; 3.0 porque, á ser ella el objeto directo
de la vista, los objetos del m u n d o externo se nos
d e b e r í a n presentar invertidos como aparecen en la
c á m a r a oscura. La i m á g e n en c u e s t i ó n no es otra
cosa que una condición p r é v i a para que la potencia
visiva sea actuada por la especie impresa del objeto
exterior y se ponga en relación con él r e p r e s e n t á n -
dolo intencionalmente por medio del acto cognosci-
tivo ó especie expresa.
110.—Pero se d i r á : ¿Cómo puede unirse la potencia
con el objeto exterior cuando éste se halla á veces á
tan grande distancia, como acaece en los astros? E l
- 7 5 -
alma no sale de su cuerpo para realizar esta u n i ó n ,
luego señal es que se ejecuta u n i é n d o s e á la imagen
dicha.
Esta dificultad nace de no entender la manera de
u n i ó n que debe haber entre la potencia y el objeto,
para que éste sea percibido por aquella. La tal u n i ó n
no debe ser precisamente física sino intencional. E l
objeto sí, para obrar f í s i c a m e n t e en la potencia p r o d u -
ciendo en ella la especie impresa, debe u n í r s e l e con
u n i ó n física, ya por sí mismo, ya por alguna v i r t u d
suya que lo represente. Pero la potencia, una vez
actuada con la especie impresa y determinada por
ella á su acción v i t a l , no necesita juntarse de una
manera física con el objeto sino solo de una manera
intencional, recibiendo dentro de sí el acto cognosci-
tivo, el cual es una r e p r e s e n t a c i ó n formal de tal ob-
jeto. Es decir, que la potencia se pone en relación
directa con el objeto exterior por ella conocido con
solo recibir en sí su propio acto, sea cual fuere la
distancia física que entre ambos media. E l objeto
debe estar á conveniente distancia de nuestros senti-
dos, no para ser percifeido precisamente, sino para
producir en nosotros la especie impresa.
De a q u í es que si en lugar de ser producida en
nuestros ojos esta especie por u n objeto cualquiera,
la produjera en ellos Dios nuestro S e ñ o r con su o m -
nipotencia, v e r í a m o s este objeto donde quiera que
estuviese, aunque se hallara en el Sol ó en el centro
de la T i e r r a (i). Por esta causa dice m u y bien Santo
T o m á s de los á n g e l e s , que estas sublimes sustancias
no tienen necesidad de aproximarse á nosotros para
vernos, porque la especie impresa con que ha de ser
determinado su entendimiento á percibirnos, no es

(i) Suarez, de ánima, lib. 3. cap. 12, n . 5,


_ 7 6 - •

producida por acción alguna que en ellos ejerzamos


nosotros sino por la Omnipotencia divina ( i ) .
n i . — S e replicará: Si v i é r a m o s los objetos exter-
nos directamente en sí mismos, con frecuencia los
p e r c i b i r í a m o s donde no e s t á n . Porque muchas veces
se nos presentan encima del horizonte, cuando e s t á n
debajo; y detras del espejo, cuando están delante.
Luego señal es que no vemos los objetos sino sus
imágenes.
La respuesta es fácil. E l ojo vé el objeto en sí mis-
mo; puesto que con él y no con su i m á g e n se pone
en relación directa mediante el acto perceptivo. Solo
que la especie impresa con que viene determinado á
la visión es en tales casos refractada ó reflejada; por-
que los rayos luminosos pasan por un medio des-
igual ó sufren una reflexión al caer sobre la superficie
del espejo, y así hacen que el ojo perciba equivocada-
mente como existente en u n lugar lo que de hecho
existe en otro. «La especie, escribe s á b i a m e n t e S u á -
rez á p r o p ó s i t o de esta dificultad, se refleja en el es-
pejo y llega al ojo: éste entonces por medio de ella vé
inmediatamente el objeto, cuya especie es reflejada
por el espejo (2)».
112.—ínsta Condillac diciendo: Si e x c e p t u á m o s l a
sensación del tacto, todas las d e m á s son subjetivas.
Porque ¿qué percibimos con los ojos, oídos, narices y
lengua sino los colores, los sonidos, los olores y los
sabores? Ahora bien, todas estas cosas, en cuanto
existentes fuera de nosotros, no son sino puros m o v i -
mientos locales de las m o l é c u l a s c o r p ó r e a s ; los cuales
no pueden confundirse con los .colores, sonidos, olo-
res y sabores mismos, que son cosas psicológicas.

(1) Santo T o m á s S u m m . theol. 1. p. q. 5^, art. 2, ad 3.1


(2) Suárez, de anima, lib. 5. cap. 2, n . 15.
Luego los colores, los sonidos, etc.,.son cosas pura-
mente subjetivas y por lo tanto con n i n g ú n sentido
externo, excepto el tacto, percibimos algo que exista
fuera de nosotros mismos.
113. —Esta dificultad tiene m á s apariencia que so-
lidez: toda ella nace de considerar falsamente como
seres abstractos los colores, sonidos, olores y sabores.
Los sentidos no perciben estas cosas en abstracto
sino en concreto, ó bien perciben los cuerpos colora-
dos, sonoros, olorosos y s a p o r í f e r o s , no los colores,
los sonidos, los olores y los sabores precisamente.
Ahora bien, estos objetos tan e x t r í n s e c o s son á nues-
tros sentidos como los resistentes; porque todos ellos
causan en nosotros las acciones de ver, oir, gustar y
tocar, lo mismo que la de resistir á la p r e s i ó n . Luego
las sensaciones de todos los sentidos externos son
tan objetivas como las del tacto. Bien es verdad, sin
embargo, que las sensaciones del gusto y del olfato, y
á u n q u i z á s t a m b i é n las del oido, no perciben el objeto
externo con tanta claridad como las del tacto y
la vista; pero esto no i m p i d e el quesean verdadera-
mente objetivas.

III. SENSIBILIDAD INTERNA.

114. —La necesidad de a d m i t i r l a sensibilidad inter-


na ya la dejamos probada en la Lógica al hablar de
las fuentes de la certeza ( L . 491 y siguientes). En el
mismo lugar expusimos las cuatro formas diferentes
en que esta sensibilidad se nos muestra, cuales son
la del sentido común ó interno, la de la i m a g i n a c i ó n ó
f a n t a s í a , la de la estimativa ó cogitativa y la de la me-
moria 6 reminiscencia, dejando para el presente el
averiguar si todas ellas pertenecen á una misma fa-
cultad ó por el contrario constituyen potencias real-
mente distintas. Resta pues t r a t a r ahora de esta
c u e s t i ó n , así como t a m b i é n examinar la naturaleza y
los actos de la sensibilidad mencionada, á cuyo fin
intentamos probar las proposiciones siguientes.

PROPOSICION PRIMERA.

Las potmcias de la sensibilidad interna son todas


orgánicas.

115. —Demostración.—i.0 Todos los sentidos inter-


nos versan ú n i c a m e n t e sobre objetos materiales y fi-
nitos, sin que se puedan levantar j a m á s á la sublime
región de las ideas puras y universales. Luego todas
ellas son t a m b i é n potencias materiales; puesto que sn-
tre el objeto y la potencia debe haber p r o p o r c i ó n , y una
potencia que nunca se levanta sobre lo material y
ñ n i t o , debe ser t a m b i é n en sí misma material y finita.
116. —2.0 Todas las potencias de la sensibilidad i n -
terna requieren el influjo de un ó r g a n o c o r p ó r e o . Por-
que el sentido c o m ú n ó interno no percibe los objetos
de los sentidos exteriores ni sus actos, sino determina-
do por las acciones o r g á n i c a s de estas potencias, y por
consiguiente, debe ser él en sí mismo o r g á n i c o . La
i m a g i n a c i ó n recibe y conserva las especies del sentido
interno y con ellas p e r c í b e l o s objetos de esta facultad
cuando están de t a l manera distantes, que no pueden
obrar sobre el organismo: luego t a m b i é n ella debe ser
o r g á n i c a . De lo cual es signo nada oscuro el cansan-
cio que experimentamos en la cabeza cuando i m a g i -
namos fuertemente alguna cosa. La cogitativa, a u n -
que conoce en los objetos materiales algunas propie-
dades que no pueden percibir los sentidos externos,
sin embargo este conocimiento no lo adquiere sino
m e d á a n t e la especie material y o r g á n i c a que recibe de
estos sentidos, y por lo tanto debe ser t a m b i é n o r g á n i -
ca. Así por ejemplo, la oveja con los sentidos externos
no vé al lobo sino como u n s é r dotado de t a l d e t e r m i -
nado color y figura; pero mediante esta especie lleva-
da á la estimativa n a t u r a l , que corresponde á nuestra
cogitativa, lo percibe como enemigo de su naturaleza
y huye de él a p é n a s lo encuentra. La reminiscencia
finalmente conserva las especies de la cogitativa y con
ellas conoce como percibidos en otro t i e m p o los obje-
tos sensibles; luego t a m b i é n ella es o r g á n i c a como las
d e m á s . De a q u í es que con el ejercicio de esta facultad
se nos fatiga la cabeza no m é n o s que con el de la
i m a g i n a c i ó n , y sus actos tienen í n t i m a dependencia
de los ó r g a n o s corporales ( i ) .

(i) «Que la memoria, escribe muy bien el P. Cuevas (Ps3'-


colog. n . 73), está sujeta á las condiciones del cuerpo y que
dependa de ellas en el ejercicio de sus actos, es un axioma co-
munmente recibido entre los filósofos y comprobado con los ex-
perimentos y observación de todos los hombres. Porque en los
niños se aumenta de día en día, en los viejos se debilita y en la
edad decrépita liega á perderse en gran parte. De Newton se
cuenta que en sus últimos años no entendía una obra de filosofía
que él mismo había escrito ántes. Otro tanto acaeció á Jorge
Trapezuntino, el cual olvidó las letras que había aprendido y
esto mismo le pasó á Cornelio Jansenio tan conocido por sus
Comentarios de los Psalmos. Además, con las enfermedades y
las heridas se han visto grandes alteraciones en la memoria;
tanto que uno, según cuenta Plinio, ton la caida de u n tejado
se olvidó hasta de los nombres de su madre y de sus parientes.
Por el contrario, el Papa Clemente V I , de. resultas de una he-
rida que recibió en la cabeza, adquirió una memoria tan prodi-
giosa, que todo cuanto leía se le quedaba firmemente grabado
en ella. U n eierto alemán de nombre Clérico (*) con una sangría
que se le hizo perdió el hábito de leer y escribir sin olvidar

(*) H e r v á s . E l hombre físico, Tora. 2, trat. 5, c. 3, § 4, n. 437.


— So-
l l y - — A ñ á d a s e á esto que todas estas potencias i n -
ternas se hallan t a m b i é n en los brutos, aunque no con
la misma perfección que en nosotros, por no pertene-
cer á u n alma racional como la nuestra. Luego, si no
queremos hacer incorruptibles é inmortales por natu-
raleza las almas de todos estos seres irracionales, de-
bemos decir que las tales potencias son tan o r g á n i c a s
como los sentidos externos, de donde resulta que t a m -
bién en nosotros son o r g á n i c a s , porque • n ellas con-
venimos con los brutos.

PROPOSICION SEGUNDA.

Las potencias de la sensibilidad interna no parece que


sean realmente distintas entre sí.

ri8.—Demostración.—La i m a g i n a c i ó n , la estimativa
y la memoria no se distinguen realmente del sentido
c o m ú n ó i n t e r n o : luego tampoco se distinguen entre
sí y por lo tanto las cuatro potencias mencionadas no
son sino una misma presentada bajo diferentes formas
por la diversidad de actos que produce.
n q . — E l antecedente de este entimema q u e d a r á
patentizado, si probamos que las tres potencias men-
cionadas producen las mismas clases de actos que los
del sentido i n t e r n o (i). Porque si esto conseguimos,
con r a z ó n podemos concluir que cada una de ellas es
el mismo sentido i n t e r n o en cuanto apto para p r o d u -
cir, a d e m á s de los actos que generalmente se le a t r i -
buyen, los propios y c a r a c t e r í s t i c o s de estas potencias.

nada de las demás cosas que sabía, y al año con otra sangría
recobró la facultad perdida.»
( i ) Sobre el objeto y actos del sentido interno ya hemos ha-
blado suficientemente en la Lógica.
-8i -
Comencemos pues por la i m a g i n a c i ó n . Esta potencia
tiene la cualidad de conservar las especies de los ob-
jetos percibidos con los sentidos externos, y de percibir
estos mismos objetos cuando se hallan ausentes y no
ejercen acción alguna sobre los sentidos exteriores.
Es así que t a m b i é n los percibe cuando e s t á n presentes
y obran sobre los ó r g a n o s de los sentidos dichos;
puesto que entonces es cuando llega á ella la espe-
cie de estos objetos y estando atenta no puede menos
de ser determinada por ella á representarlos. Luego
la i m a g i n a c i ó n , a d e m á s de su acto c a r a c t e r í s t i c o , ejer-
ce el que corresponde al sentido interno, y por tanto
es el mismo sentido i n t e r n o , en cuanto apto para ejer-
cer las dos especies de actos sobredichos.
De la misma manera podemos probar nuestro aser-
to con respecto á la estimativa. E l acto propio de esta
potencia, consiste en percibir la r a z ó n de convenien-
cia ó desconveniencia concretas, que no son conocidas
por los sentidos exteriores. Es así que esta r a z ó n no
la percibe la estimativa sino, percibiendo juntamente
lo mismo que percibe el^ sentido interno; porque la
oveja por ejemplo, al percibir al lobo como enemigo
de su naturaleza, no conoce la enemistad en, abstrac-
to, sino en concreto, en aquel lobo particular que se
presenta ante sus ojos, y por lo tanto individualizada
en a q u e l s é r i n d i v i d u a l d o t a d o de tal color, figura, etc.,
que es lo que constituye el objeto de los sentidos ex-
teriores y del interno. Luego t a m b i é n la estimativa
es el mismo sentido i n t e r n o , en cuantoaptoparacono-
cer, ademas de las propiedades representadas por los
sentidos externos, las otras que ellos no conocen.
Finalmente, respecto de la m e m o r i a podemos dis-
c u r r i r en la misma forma que con respecto á la i m a -
g i n a c i ó n . Porque ella t a m b i é n debe recibir las espe-
cies de sus objetos, cuando obran sobre los sentidos,
'Psicología. 6
— 82 —
y estando atenta, no puede m é n o s de percibirlos en
aquel momento. A h o r a bien, la tal percepción es de
la misma clase que las del sentido c o m ú n ó i n t e r n o ;
porque representa los objetos materiales presentes y
es por lo tanto una verdadera i n t u i c i ó n de los mis-
mos. Luego la memoria tampoco es otra cosa que el
sentido interno en cuanto apto para percibir como
anteriormente conocidos sus objetos.
120. —De a q u í es que el sentido c o m ú n ó interno ejer-
ce algunas veces sus actos lo mismo que la imagina-
ción, esto es, h a l l á n d o s e ausentes los objetos sobre que
versa, como sucede en los s u e ñ o s ; y esto lo n o t ó sabia-
mente Santo Tomas ( i ) , el cual dice ademas con San
A g u s t í n , que esta propiedad de percibir los objetos en
ausencia, es c o m ú n á todos los sentidos internos (2).
Si, pues, tanto el sentido interno como la estimativa
pueden percibir los objetos en ausencia, lo mismo que
la i m a g i n a c i ó n y la m e m o r i a , y estas dos á su vez t a m -
bién los perciben en presencia de la misma manera
que las dos facultades mencionadas; es cosa manifies-
ta que todas ellas no son sjno una misma, en cuanto
apta para p r o d u c i r actos de diferentes clases. Y esto
es lo que prueba con g r a n solidez y copia de razones
el eximio Suarez en su tratado de anima, l i b . 3. capi-
tulo 30, donde puede estudiarse con m á s a m p l i t u d la
materia (3).
121. —Contra la r a z ó n en que hemos fundado nues-
tra tesis se p o d r í a a r g ü i r diciendo que á ser eficaz,
h a b r í a m o s de confundir el sentido interno con los

(1) Santo Tomas Summ. Theol. 1. p. q. 84, art. 8, ad 2.um


(2) I d . ibid. q. 78, art. 4, ad 6.lim
(3) También sirve para el mismo efecto lo que escribió el
P. Losada en su tratado de anima, disp. V . cap. I V , n . 108 y
siguientes.
-83-
mismos sentidos exteriores. Porque todo cuanto per-
ciben éstos, lo conoce t a m b i é n él, y a d e m á s tiene
un g é n e r o de p e r c e p c i ó n que en ninguno de ellos se
encuentra.
Á esta dificultad responde m u y bien Suarez con
estas palabras: «Los sentidos exteriores son ciertas
potencias particulares, á las cuales se les debía a ñ a d i r
la universal del sentido interno para que las corrobo-
rase y juzgase de todo lo percibido por ellas, y esta
necesidad no tiene lugar en los interiores. A d e m á s ,
los sentidos externos son inmediatamente inmutados
por los objetos, pero no los internos: de donde resul-
ta que, á u n cuando el sentido i n t e r n o conozca todo
lo que los externos, pero necesita que estos ejerzan
primero su acción, siendo inmutados por el objeto,
para que él pueda p r o d u c i r la suya, y por tanto no
puede ser confundido en ninguna manera con ellas (i).»
122.—Dicen los partidarios de la o p i n i ó n contraria:
El sentido interno recibe las especies de los sentidos
externos y la i m a g i n a c i ó n las conserva. Es asi que en
las cosas corporales la facultad de recibir es distinta de
la de retener, pues algunas como la cera reciben bien
la forma que se les i m p r i m e , pero la retienen con d i -
ficultad, y en otras sucede lo contrario. Luego el sen-
tido i n t e r n o y la i m a g i n a c i ó n son potencias realmente
distintas y se hallan localizadas en diversos ó r g a n o s .
12^.—Respuesta.—La. i m a g i n a c i ó n t a m b i é n debe re-
cibir las especies, porque de otra suerte no las p o d r í a
retener. Por consiguiente en esto no se pueden dife-
renciar las dos potencias mencionadas. E l que la ima-
ginación retenga lo que no pueda conservar el sentido
interno, no prueba sino que esta facultad, en cuanto
sentido i n t e r n o , no retiene nada sino en cuanto i m a -

(i) Suarez, de anima, l i b . 3. cap. 30, n . 11.


- 8 4 -
ginacion ó memoria. Por lo d e m á s , t a m b i é n es falso
el principio en que está fundada la objeción, á saber;
que las cosas que reciben con facilidad una f o r m a ,
f á c i l m e n t e la pierden y viceversa. Porque muchas la
reciben con facilidad y la pierden con dificultad y en
otras sucede lo contrario. Fuera de que los sentidos
no son cosas meramente c o r p ó r e a s para que sobre
ellos hayamos de d i s c u r r i r lo mismo que sobre los
cuerpos. En la misma memoria, que es facultad re-
tentiva, se notan grandes diferencias. Porque unos
retienen bien y reciben mal; en otros sucede todo lo
contrario; otros reciben bien y conservan perfecta-
mente lo recibido; otros finalmente tienen gran difi-
cultad para aprender y al instante olvidan todo lo
aprendido.
124.—Añade Sanseverino: Parece evidente que la
estimativa es potencia realmente distinta del sentido
interno y de la fantasía; porque estas facultades no
aprehenden sino lo percibido por los sentidos externos,
m i é n t r a s que aquella percibe lo que ellos no al-
canzan (1).
Respuesta.—Esta r a z ó n es tan insubsistente como la
anterior. Para que dos potencias se distingan con
d i s t i n c i ó n real, no basta que la una no pueda p r o d u -
cir los actos de la otra; pues de lo contrario d e b e r í a -
mos decir que el entendimiento se distingue real-
mente de la r a z ó n . Lo que se necesita es, que los
actos de las dos sean incompatibles en una sola. Aho-
ra bien, el acto de percibir las cualidades materiales
inaccesibles á los sentidos exteriores, no es incompati-
ble en la estimativa con el de conocer las accesibles á
los mismos; antes, como dejamos observado,, la so-
bredicha potencia no puede percibir las unas sin las

(1) Sanseverino, Dyncimilogia. pars specialis, cap. V . , art. 1


- 8 5 -
otras. Luego debemos decir que la estimativa no se
distingue del sentido i n t e r n o y de la fantasía sino en
la misma forma que la r a z ó n de la inteligencia; por-
que una sola facultad basta para explicar todas las
clases de actos que á ellas pertenecen.

PROPOSICION TERCERA.

E l ó r g a n o de la sensibilidad interna es principal-


mente el cerebro.

125.—Demostración.— 1.0 L a sensibilidad i n t e r n a es


la fuente y raiz de la externa (1). Es así que los senti-
dos externos tienen su fuente y raiz en el cerebro;
porque todos ellos tienen c o m u n i c a c i ó n con esta vis-
cera y necesitan de su influjo para sentir (97). Luego
el cerebro etc. 2.0 La lesión del cerebro trae al s é r
sensitivo la p r i v a c i ó n del sentido y del m o v i m i e n t o .
Luego séñal es que en él está la raiz de la sensibilidad
y que con él ejerce el sér mencionado sus sensaciones
internas. 3.0 La a t e n c i ó n demasiado intensa nos p r o -
duce dolor de cabeza; lo cual t a m b i é n es señal de que
el cerebro es el ó r g a n o que entonces ejercitamos para
p r o d u c i r los actos sensitivos. Luego etc. 4.0 La inte-
r i o r experiencia nos dice que en la cabeza y no en
otra parte del cuerpo producimos las i m á g e n e s de las
cosas con la fantasía. Luego etc. 5.0 E l s u e ñ o es la
privación de las operaciones del sensorio principal;
pues cuando éste no se halla ligado y puede funcio-
nar libremente, entonces tenemos t a m b i é n libre y

(1) Dice -Santo Tomás {Stimm. theol. 1. p. q. 78, art. 4.


ad. i.um): «Sensus interior non dicitur commimis per praedica-
tionem, sicut genus, sed sicut communis radix et principium
cxteriorum sensuum.»
— 86 —
desembarazado el juicio. Es así que en el s u e ñ o el
sistema nervioso y p r i n c i p a l m e n t e el cerebro es el
que descansa. Luego este sistema y p r i n c i p a l m e n t e
el cerebro es el que trabaja y se fatiga cuando esta-
mos entregados á las operaciones mentales y tene-
mos en ejercicio la sensibilidad interna.
126.—6.p Finalmente los estudios de la Fisiología y
las observaciones de la Medicina han venido á confir-
m a r plenamente esta doctrina; pues es ya cosa averi-
guada que los centros motores de v á r i o s ó r g a n o s se
encuentran en ciertas partes determinadas del cere-
b r o , y lo m i s m o sucede á los centros de la sensibili-
dad (1).

(1) «Los lóbulos occipitales y témpero-parietales, escribe el


Dr. Cuylits. (Revtce des quest. scient. avril, 1880, pag. 115), pre-
siden á la percepción de las sensaciones. Si ciertos hechos pa-
recen limitar á la región del hippocampo, ó porción temporal de
la circunvolución del cuerpo calloso, los centros que presiden á
la sensibilidad táctil, es muy difícil sin embargo localizar estos
centros no mirando la cosa sino desde el punto de vista de la
clínica. E l centro de la visión según M . Ferrier debe estar en el
pliegue curvo, y el del oido en la primera circunvolución tem -
poral. Por lo que atañe al gusto y al olfato, sería necesario bus-
car su asiento cortical en una parte de la circunvolución del
hippocampo.
La lesión de los centros del oido y de la vista ha presentado
en ciertos casos manifestaciones muy interesentes. Las lesiones
unilaterales de estos centros pueden producir lo que se ha llama-
do una ceguera ó una sordera subjetivas, estado fácil de confun-
dirse con la ofasia á u n q u e es muy distinto de ella. Con razón se
le ha dado el nombre de ceguera y sordera de las palabras. Ks-
tosdos términos pueden hallarse juntos en un mismo individuo.
¿Qué es la sordera de las palabras? En este caso singular el
hombre puede leer, aunque no entiende las palabras habladas.
En la ceguera de las palabras, aunque puede hablar y escribir,
- 8 7 -

PROPOSICION CUARTA.

E l sentido común ó interno no ejerce sus funciones con


dependencia de un cierto sentido fundamental ideado por
algunos filósofos.

12^. —Observación.—El P. T o n g i o r g i , con otros au-


tores modernos, opina que á nuestra alma le es esen-
cial el actual sentimiento de sí misma, con el cual se
experimenta á sí propia-anteriormente á toda otra ac-

no puede traducir en ideas las palabras escritas. Si se le repiten


de viva voz las mismas palabras, las entenderá fácilmente.
En ninguno de estos casos hay insensibilidad verdadera del
ojo ó del oido. Hé aquí una prueba citada por M . Ferrier. « D e s -
pués de un agudo ataque cerebral, imposibilidad absoluta de
leer las palabras escritas é impresas. E l enfermo podia sin i r a -
bargo escribir correctamente al dictado, componer y escribir
cartas, cuando se lc ayudaba un poco. Imposibilidad de traer á
la memoria el nombre de los objetos más familiares, cuando se
los ponían delante. Sin embargo, hablaba de una manera i n t e -
ligente, empleando un vocabulario extenso y variado, cometien-
do pocas faltas, pero olvidándose de cuando en cuando de los
nombres de las calles, de las pefsonas ó de los objetos.» De este
hecho y de otros semejantes ha nacido la idea de que los cen-
tros sensitivos son el substrato de la memoria y de la ideación
sensitiva correspondiente. De esta suerte cabe quizás llegar por
deducción á señalar en el cerebro un lugar á la memoria. E n
efecto; cuando había lesión del centro auditivo, se podía notar
la parálisis de la ideación auditiva; cuando la lesión ocupaba el
centro visual, habla parálisis de Ideación visual, sobre todo en
orden á los signos articulados ó á sus equivalentes visibles.
Quien desee ver cosas curiosas sobre esta materia, lea el a r t í -
culo entero del citado Doctor Cuyllts, donde se hallan resumi-
dos los descubrimientos más modernos de las ciencias fisiológica
y medica relativas á este asunto.
cion suya. De a q u í infiere que, al ser unida nuestra
alma al cuerpo, al instante se siente unida y presente
á él, porque s i n t i é n d o s e siempre á sí propia, no pue-
de menos de experimentar el estado de u n i ó n con el
cuerpo que le sobreviene. Este sentimiento perenne
de su propio cuerpo, y anterior t a m b i é n á toda acción
del humano compuesto, es lo que él llama sentido funda-
mental; porque, s e g ú n su doctrina, él es la base y raiz
de todas las facultades humanas, las cuales no pue-
den p r o d u c i r acto alguno sino en cuanto habilitadas
por el sentido mismo. «El sentido de sí misma, escri-
be, no le tiene el alma á modo de potencia, sino que
es un acto p e r p é t u o . Sin embargo, porque con este
acto queda habilitada para sentir sus afecciones, se
puede y debe decir que,el sentido í n t i m o es una cier-
ta potencia; pero se debe advertir al mismo tiempo
que esta potencia consiste en el actual sentimiento de
sí misma que posee el alma. Este sentido es la base y
raiz de todas las facultades humanas: del sentido i n -
terno, como acabamos de explicar; á t \ sentido externo,
porque este se halla fundado en el sentido i n t e r n o ; de
la inteligencia, porque esta potencia no es sino la fa-
cultad de representarse el alma á si propia las esencias
de las cosas, y esta r e p r e s e n t a c i ó n no se la puede ha-
cer si no se siente ya á sí misma de antemano; del ape-
tito finalmente, porque toda apeticion está fundada
en un conocimiento (i)».
Esta doctrina la tenemos por absolutamente falsa,
y la t e n d r á t a m b i é n todo el que considere con un
poco de a t e n c i ó n , las razones que vamos á presentar
en la siguiente
128.—Demostración.- -No existe el sentido funda-
mental que suponen los autores aludidos: luego es

(1) Tongiorgi, Psycología, lib. 3. cap. 2. art. 2. n. 276.


claro que el sentido i n t e r n o no ejerce sus actos con
dependencia alguna de él.
El antecedente de este entimema q u e d a r á eviden-
ciado, si demostramos que son falsos todos los p r i n -
cipios en que está fundada la doctrina de tal sentido.
Porque si estos principios son falsos, tendremos de-
recho para concluir que dicha doctrina está en pugna
abierta con el modo natural de entender que corres-
ponde á la naturaleza humana. Vamos pues á hacer
patente su falsedad.
129. —i.0 Es falso que el acto de sentirse á sí misma
sea esencial, n i al alma humana, ni á otra criatura
alguna, como se p r o b a r á m á s adelante. 2 ° Es falso
que dicho acto sea n i siquiera natural á nuestra alma,
como se verá en su lugar. 3.0 Es falso que el tal acto
emane de la sola sustancia del alma, como parecen
suponer los autores en c u e s t i ó n ; porque el alma no
es principio inmediato total de acto alguno suyo,
como consta de lo probado m á s arriba (37).
130. —4.0 Es falso que la sensación de su propio
cuerpo la ejerza y reciba en sí el alma sola; lo cual
sin embargo se necesita, para que el alma, al ser
unida á su cuerpo, sienta este modo de ser suyo y
por otra parte es e n s e ñ a d o por dichos autores, para
quienes la c o n m o c i ó n o r g á n i c a no es m á s que u n
requisito esencial de nuestras sensaciones actuales.
(76 y siguientes).
131. 5.0 Es falso que el alma por el mero hecho de
estar materialmente presente á sí misma ya lo esté en
razón de objeto. Puesto que el ojo, por ejemplo, se
halla t a m b i é n presente á sí mismo en la p r i m e r a
manera sin estarlo en la segunda. Para estarlo en
esta segunda manera, necesita, a d e m á s de la presen-
cia material, obrar sobre la potencia visiva p r o d u -
ciendo en ella su especie impresa. E l alma humana
— 90 —
se debe sentir á sí propia por medio de la inteligencia
y ésta no puede ser actuada en orden al tal senti-
miento por la esencia misma del alma sino por sus
actos, como se p r o b a r á m á s adelante y lo e n s e ñ a n
generalmente los escolásticos con Santo T o m á s .
132. —:6.0 Es falso que si el alma no se siente á sí
misma anteriormente á toda afección causada en ella
por los objetos exteriores, no p o d r á experimentar
como suyas estas afecciones. Porque el alma siente
las tales afecciones en concreto y por consiguiente las
siente como emanando de su actividad propia y sien-
do recibidas en ella; de manera, que el conocer las
tales afecciones, es para el alma la r a z ó n formal de
percibirse i n t u i t i v a m e n t e á sí misma, como causa y
sujeto de ellas ( L . 450).
133. —7.0 Es falso que el sentido interno sea la base
y raíz del externo en la manera defendida por estos
autores y falsamente atribuida por ellos á Aristóteles
y Santo T o m á s f i ) . Porque Aristóteles y Santo T o m á s
no dicen que el sentido i n t e r n o sea raíz del externo
en cuanto que éste no pueda ejercer sus actos sin ha-
ber ejercido a q u é l p r i m e r o los suj os, puesto que en-
s e ñ a n todo lo contrario; sino en cuanto que los sentidos
externos reciben físicamente su v i r t u d perceptiva del
interno, como los arroyos reciben su agua del manan-
tial. Mal p o d í a n pensar el uno ni el otro que los senti-
dos externos no son capaces de percibir objeto alguno
sin haber ejercido primero su acto sobre el mismo
objeto el sentido i n t e r n o , cuando ambos escriben que

(1) «Hic porro corporis sensus (fundamentalisJ, escribe el


P. Tongiorgi (Psycol. n. 279, i.e), non differt quoad rem ab eo
Interiori sensu quem Aristóteles sensum communem appellat;
quia est communis radix et princípium exteriofum sensuum.
lit S, Thomas dicit.»
- 9i —
el sentido i n t e r n o no recibe las especies con que ha de
ser determinado á obrar, sino mediante la acción per-
ceptiva de los sentidos externos.
134. — E l P , &uarez trata de p r o p ó s i t o sobre la ma-
nera en que el sentido interno comunica su v i r t u d á
los externos, y todo lo reduce á la elaboración de los
e s p í r i t u s animales producida por el cerebro, asiento
de dicho sentido, y al influjo que la i m a g i n a c i ó n ejer-
ce sobre los tales sentidos para que estén atentos al
tiempo de recibir la especie del objeto externo, « J u z -
go pues, escribe d e s p u é s de haber refutado las maneras
diferentes de i n f l u i r excogitadas por otros autores,-
que la v i r t u d de que tratamos, la comunica el cerebro
por medio de los e s p í r i t u s animales, fomentando con
ellos los ó r g a n o s d é l o s sentidos y c o n s e r v á n d o l o s en
disposición conveniente para sus propias funciones,
y que estos e s p í r i t u s dependen del actual influjo del
cerebro, r a z ó n por la cual carecen de ellos los sentidos
externos cuando se obstruyen las vías conductoras.
Quizás t a m b i é n esta v i r t u d es comunicada por vía de
a t e n c i ó n ; porque el sentido no puede obrar si el alma
no atiende, y la atención es cosa que depende de la
fantasía (1).»
135. —8.° Finalmente es falso que la inteligencia no
pueda hablarse á sí misma sin que p r i m e r o tenga co-
nocimiento de su existencia; porque esta habla no es
como la otra exterior que ejercemos los hombres
unos con otros, sino que toda ella está reducida á la
simple a p r e h e n s i ó n del objeto, la cual se ejecuta con
solo que éste obre sobre la inteligencia y la determine
á percibirlo. Lainteligenciacon susactosaprehensivos
no se dirige h á c i a si misma sino Hacia el objeto: lo que
busca es ponerse en relación con él, no hablar consigo

(1) Suarez, de anima, lih. 3. cap. 13, n. 7.


— 92 —
misma. Solo que esta relación no la puede alcanzar
sino representando idealmente el objeto con u n acto
que se queda inmanente en ella, y que se le hace
presente en r a z ó n de modificación suya causada y re-
cibida por ella. Y en este sentido se dice que la mente
se representa á sí misma el objeto aprehendido; por-
que la a p r e h e n s i ó n intelectual, en r a z ó n de modifica-
ción subjetiva de la inteligencia, hace que ésta se co-
nozca á sí misma como poseedora de tal objeto.
136. —Dice el P. T o n g i o r g i : ¿Cómo puede el alma
sentir sus sensaciones n i referirlas á los ó r g a n o s sin
sentir primero, por lo m é n o s con p r i o r i d a d de natura-
leza, su propio cuerpo como suyo unido á ella? (1)
Respuesta.—¿Cómo? M u y f á c i l m e n t e ; s i n t i é n d o l a s
en concreto como ellas son, ó sea como emanadas de
su causa y recibidas en su sujeto. De esta manera el
alma, experimentando las tales sensaciones, se expe-
rimenta á sí misma como causa y sujeto de ellas: las
sensaciones y el alma forman el objeto t o t a l de la ex-
periencia interna, pero esta segunda es experimentada
por r a z ó n de aquellas primeras; ó en otros t é r m i n o s ,
las sensaciones son el objeto f o r m a l de la experiencia
dicha y el alma el objeto simplemente material. ¿No
conocemos así la presencia de los seres concretos del
m u n d o sensible y exterior á nosotros? Pues de la mis-
ma manera conocemos la del nuestro; porque nuestra
alma no es un e s p í r i t u p u r o y no se conoce como los
e s p í r i t u s puros por su misma esencia, sino por sus
actos.
137. —Se r e p l i c a r á : S e g ú n esto, si el alma no tuvie-
ra n i n g ú n acto sensitivo ó intelectual con que se d i -
rigiese hácia los objetos externos, no se s e n t i r í a t a m -
poco á sí misma.

(1) Tongiorgi, Psycologia. n. 278. 3.*


- 9 3 -
Respuesta.—Precisamente: mas no hay peligro de
que por eso cese en ella n i por u n solo momento el
sentimiento d é su propia presencia, porque en todos
los momentos producimos actos, tanto intelectuales
como sensitivos; los cuales son por necesidad experi-
mentados por el sentido í n t i m o juntamente con el al-
ma que los causa y los recibe; -pues ya hemos visto en
la Lógica ( L . 442) que el sentido í n t i m o , como acto,
no es otra cosa que las mismas modificaciones del
alma, en cuanto presentes á ella, y que, por lo tanto,
se distingue no m é n o s de la conciencia que del senti-
do c o m ú n ó i n t e r n o .

PROPOSICION QUINTA.

L a Janiasia se distingue de los sentidos externos, no en


cnanto que éstos perciben los objetos sensibles y aquella
sus imágenes, sino en cuanto que la una los percibe en
ausencia y los otros en presencia.

138.— Observación.-—Algunos autores piensan que


los fantasmas de la i m a g i n a c i ó n no son otra cosa que
sensaciones p á l i d a s y t é n u e s de los objetos sensibles,
por lo que no ponen esencial diferencia entre la fan-
t a s í a y los sentidos externos. Otros admiten su d i s t i n -
ción, pero afirman que ésta consiste en que los senti-
dos tienen por objeto las cosas sensibles en si mismas
y la fantasía sus i m á g e n e s ( i j . Ambas opiniones las
tenemos por falsas; pues juzgamos por una parte que
entre los fantasmas de la i m a g i n a c i ó n y las sensacio-
nes de los sentidos externos hay diferencia esencial, y
por otra que la tal diferencia consiste en que los actos

(1) Sanseverino, D y n a m ü o o i a , vol. I , pars specialis, cap. I V ,


•t- TV
art. IV
-t)4-
de los sentidos son intuiciones de objetos presentes y
los de la i m a g i n a c i ó n conocimientos abstractos de ob-
jetos ausentes, que no obran á la sazón en el sentido.
139. —Prueba de la i s p . — 1.0 Cada uno experimenta
en sí que se diferencian m u c h í s i m o el dolor sufrido
en alguna parte del cuerpo y su r e p r e s e n t a c i ó n i m a -
ginaria; pues el p r i m e r o nos molesta y la segunda no.
Asimismo, de una manera m u y diferente nos afecta
la vida real de u n hermoso j a r d í n y la vista i m a g i n a -
ria del m i s m o . Luego es evidente que entre la sensa-
ción de u n objeto sensible y su r e p r e s e n t a c i ó n fantás-
tica, hay diferencia m á s que de grados y verdadera-
mente esencial. 2.0 E l objeto de las representaciones
f a n t á s t i c a s son las cosas ausentes que muchas veces
no existen: el de las sensaciones, por el c o n t r a r i o , son
las presentes y actualmente existentes. Luego los ta-
les actos envuelven en sí esencial diferencia en la ma-
nera de representar, y por lo tanto son esencialmente
diversos. Es verdad que la fantasía representa muchas
veces los objetos ausentes como si estuvieran presen-
tes: mas esto no le confunde en manera alguna con
los sentidos externos, antes la distingue de ellos; por-
que en tales actos la i m a g i n a c i ó n se e n g a ñ a , tomando
por cosa presente la que no lo es en realidad; lo cual
nunca puede acaecer á los sentidos mencionados, al
m é n o s cuando obran normalmente y no de una ma-
nera sobrenatural.
140. —Prueba de la 2." p.—i.0 Si la i m a g i n a c i ó n t u -
viera por objeto directo de sus actos perceptivos, no
los objetos externos, sino alguna i m á g e n suya, á esta
i m á g e n se referiría y no á los objetos dichos; pues to-
da potencia se refiere p r i m a r i a m e n t e á lo que forma
el objeto directo de sus actos. Es así que la imagina-
ción en sus actos no se refiere á i m á g e n alguna i n t e -
r i o r percibida por ella sino á los objetos externos,
- 9 5 -
como consta de la experiencia por lo que sucede á los
hombres tanto en el estado de vigilia, como en los de
s u e ñ o y de delirio, en que siempre se refiere la i m a -
ginación á lo exterior solamente. Luego la i m a g i n a -
ción no percibe con sus actos i m á g e n ó ídolo alguno,
sino que se refiere con ellos á los objetos exteriores
percibidos por los sentidos. 2 ° Si el objeto de la
i m a g i n a c i ó n es Una i m á g e n de los objetos exteriores
y no estos mismos objetos, será preciso explicar quién
forma este i m á g e n y q u é clase de entidad física es la
que á ella le pertenece. Es así que es imposible la tal
explicación, porque ni la forman los sentidos exter-
nos, n i la i m a g i n a c i ó n ; y su entidad física n i se con-
funde con la sensación, ni se puede decir que sea cosa
distinta de ella. Luego la tai i m á g e n es una cosa me-
ramente supuesta y así no puede ser objeto real de la
imaginación.
141.—Que la tal i m á g e n no sea producida por los
sentidos externos, es manifiesto; porque éstos no ha-
cen sino producir su acto perceptivo cuando se hallan
bajo la influencia del objeto. La especie con que son
determinados á la acción, pasa ciertamente al sentido
interno y es conservada por la fantasía; pero esta es-
pecie no entra como objeto en la p r o d u c c i ó n de los
fantasmas sino como comprincipio eficiente, y así la
i m á g e n en cuestión es cosa absolutamente distinta de
ella. Tampoco puede ser producida por la i m a g i n a -
ción misma; pues en tal caso la i m a g i n a c i ó n , para
percibir los objetos externos, se f o r m a r í a p r i m e r o u n
ídolo de ellos y este ídolo sería lo que ella contempla-
r í a , no los tales objetos, contra lo'que sucede en rea-
lidad.
A d e m á s , que la tal i m á g e n no puede ser una sen-
sación, es cosa clara; porque muchas veces se forma,
cuando los sentidos externos no tienen presente el ob-
- 9 6 - - . ,

jeto, como en los casos de s u e ñ o y de delirio. Y que


no puede ser considerada como una cosa distinta de
la sensación t a m b i é n es evidente; porque ¿qué otra
cosa puede ser y á q u é p r o t o t i p o actual se puede
referir? Dígase pues que ia tal imág-en es u n puro
figmento, y que la i m a g i n a c i ó n con sus actos no per-
cibe sino los mismos objetos que han sido en a l g ú n
t i e m p o percibidos por los sentidos externos ( i ) .
142. —Si en a l g ú n sentido podemos decir que la
fantasía percibe los objetos del mundo externo, no en
sí mismos, sino en sus i m á g e n e s , este debe ser-en
cuanto que los tales objetos no necesitan estar pre-
sentes n i á u n existir siquiera para ser imaginados,
una vez que hayan producido su especie en los sen-
tidos externos. Pero esto nada tiene que ver con la
c u e s t i ó n que ahora nos ocupa; porque la- tal especie
no es contemplada j a m á s por la i m a g i n a c i ó n , sino
que obra con ella para p r o d u c i r el fantasma. E l fan-
tasma sí es una i m á g e n real y verdadera; pero él
necesita su objeto, y de este objeto tratamos en la
c u e s t i ó n presente, el cual no puede ser el mismo
fantasma. Con el fantasma de la i m a g i n a c i ó n nos
representamos, no las i m á g e n e s de las cosas ausentes,
sino estas misma cosas. Luego el objeto de esta
potencia son las cosas mismas y no sus i m á g e n e s .
143. —Se d i r á : Cuando un delirante toma por rea-
lidades los objetos imaginados l a n z á n d o s e h á c i a ellos
como si fueran reales, algo objetivo contempla. A h o -
ra bien, este objetivo no puede ser otra cosa que una
imagen. Luego el objeto p r o p i o de la i m a g i n a c i ó n es
la semejanza ó i m á g e n de los séres externos y no
estos mismos séres.
Respuesta.—Lo objetivo que contempla el delirante

(0 Véase el P. Cuevas, Psycologia, n. 27.


— 91-
en estos casos, es una cosa real al menos en sus ele-
mentos componentes; solo que la fantasía se equivo-
ca j u z g á n d o l a presente. A l a f a n t a s í a de los delirantes
y de los que s u e ñ a n , sucede lo que á los ojos de uno
que está en sano juicio y despierto cuando vé un ob-
jeto reflejado en un espejo: ambos perciben el objeto
inmediatamente en si mismo, pero se equivocan a t r i -
b u y é n d o l e u n á presencia local que no le corresponde.
144.—Pero ¿no hay inconveniente en c o n c e d e r á la
i m a g i n a c i ó n conocimientos abstractivos? La diferen-
cia entre los sentidos y el entendimiento, está en que
los primeros no pueden tener sino intuiciones de los
objetos, y el segundo conceptos abstractos. Luego la
i m a g i n a c i ó n , como potencia sensitiva, no puede abs-
traer de la existencia y por lo tanto debe versar sobre
alguna i m á g e n actualmente presente ante sus ojos, y
no sobre objetos ausentes.
Respuesta.—«Se niega semejante diferencia, respon-
de m u y bien Suarez á esta dificultad,, porque el cono-
cimiento abstractivo puede ser c o m ú n al sentido y al
entendimiento (1).» La diferencia verdadera entre el
entendimiento y la i m a g i n a c i ó n , consiste en que el
p r i m e r o puede prescindir por completo de la existen-
cia de las cosas, concibiendo solamente su esencia i l i -
mitada y a b s t r a í d a de toda circunstancia de tiempo
y lugar; mientras que la i m a g i n a c i ó n siempre percibe
las cosas como existentes y concretas y por consi-
guiente como afectadas d é sus particulares límites y
determinaciones propias. Los objetos de la imagina-
ción siempre son cosas materiales y limitadas por to-
das partes: ella p o d r á agrandar cuanto quiera sus
dimensiones, apartando_ m á s y m á s sus l í m i t e s , pero
siempre, lo que conciba, será material, existente en u n

(1) Suarez, de anima, l l b . 3, cap. 12, n . 8.


Psicología.
- 9 8 -

lugar y tiempo determinado, concreto y completa-


mente l i m i t a d o . Los objetos de la inteligencia son ver-
daderas razones universales, de las cuales están re-
movidos los límites por medio de la a b s t r a c c i ó n
precisiva; y por lo mismo, distan infinitamente de los
objetos de la fantasía, los cuales son siempre finitos y
existentes, real ó imaginariamente, en u n punto de-
t e r m i n a d o del tiempo y del espacio.

PROPOSICION SEXTA.

La memoria sensitiva no solo percibe lo anteriormente


conocido, sino también la razón concreta del tiempo
pasado.

i ^ —Observación.—Algunos filósofos juzgan que


la memoria sensitiva no percibe en manera alguna
la r a z ó n del t i e m p o , fundados en que este objeto
envuelve una relación, y el sentido es incapaz de per-
cibir las relaciones ( i ) . t)e a q u í es, que para explicar
la memoria de los brutos, recurren á la consociacion
de las percepciones, en v i r t u d de la cual la reproduc-
ción de una de ellas llama á aquellas que en otro
tiempo le fueron c o m p a ñ e r a s y aliadas. «La memoria
de los brutos, escribe el P. Cuevas, no consiste en el
conocimiento de lo pasado como tal, 'puesto que un
acto de esta especie es intelectual y superior á las
fuerzas de todos los sentidos, sino en una nueva per-
cepción del objeto anteriormente conocido, la cual
tiene v i r t u d para hacer que renazcan las percepcio-
nes que en otro tiempo a c o m p a ñ a r o n á la nuevamen-
te reproducida (2).» Esta doctrina la tenemos p o r
falsa y contra ella va d i r i g i d a la presente tesis, en

(1) Cuevas, Psycologia, n . 67.


(2) Cuevas, Cosmología, n . 85.
-09-
cuyo favor m i l i t a n Aristóteles, Santo T o m á s , Suarez,
y generalmente los escolásticos.
146. —Demostración.—i.0 La r a z ó n concreta del
tiempo pasado es una cosa material singular. Es así
que los sentidos pueden percibir las cosas materiales
singulares. Luego la memoria sensitiva puede per-
cibir y percibe en efecto la razón dicha. 2.0 En tanto
no p o d r í a percibir la memoria sobredicha los objetos
materiales como pasados ó anteriormente conocidos,
en cuanto que para este conocimiento se necesitase
una c o m p a r a c i ó n formal del tiempo pasado con el
presente y por lo tanto la idea general del tiempo.
Es así que el conocimiento de la r a z ó n concreta del
tiempo pasado no envuelve c o m p a r a c i ó n formal
de u n tiempo con otro, ni supone por consiguiente
noción alguna general del tiempo; porque para esto
basta una c o m p a r a c i ó n v i r t u a l como en todos los
d e m á s juicios virtuales que forman las bestias. L u e -
go etc. 3.0 Los animales conocen la relación concreta
de los medios con los fines, cuando con la estimativa
juzgan s ó b r e l a conveniencia de ciertas acciones que no
llevan consigo ni deleite n i pena, sin que este conoci-
miento arguya en ellos ideas universales n i verdadera
inteligencia. Luego t a m b i é n p o d r á n conocer, con la
sola memoria sensitiva y sin necesidad -de f o r m a r
idea alguna universal acerca del tiempo, la relación
concreta de lo pasado con lo presente.
147. —De a q u í es que este ha sido siempre el modo de
pensar de los grandes sabios sobre la presente mate-
ria. Aristóteles en el libro de la memoria y de la remi-
nisceneia se expresa en este sentido: Santo T o m á s dice
claramente que la memoria sensitiva percibe la razón
del tiempo pasado (1). Lo mismo enseña Suarez, d i -

(1) Santo Tomás, Summ. theol. i . p. q. 78, art. 4,


—100 —

ciendo que el sentido puede conocer en concreto ó m


actu exercito el tiempo pasado, recordando el lugar y
tiempo en que existió la cosa ( i ) ; y así p o d r í a m o s i r
nombrando los d e m á s autores d e . m á s nota.
148.—Sin embargo, no quiere decir esto que la
r a z ó n concreta del tiempo no pueda ser objeto del
entendimiento, sino de sola la m e m o r i a sensitiva.
Esto, cuando m á s , será verdad hablando del objeto
directo del entendimiento; el cual, s e g ú n algunos, no
conoce directamente los singulares materiales, pero
no t r a t á n d o s e del objeto en general; porque el en-
tendimiento en sentir de todos los filósofos c o n ó c e l o s
singulares dichos, y, por lo tanto, t a m b i é n el tiempo
pasado como tal, al menos con un conocimiento i n -
directo. Y en este sentido debemos explicar á Santo
T o m á s , cuando dice: «Si de ratione memorias sit quod
ejus objectum sit praeteritum, u t prasteritum, memo-
ria i n parte intellectiva non erit, sed sensitiva t a n t u m ,
quee est apprehensiva p a r t i c u l a r i u m . Praeteritum
e n i m , u t praeteritum, c u m significet esse sub deter-
m i n a t o tempore, ad. conditionem particularis per-
tinet (2).»

ARTÍCULO V .

Potencias intelectivas.

14Q.—Potencias intelectivas son aquellas Jacultades


cognoscitivas por las cuales nos distinguimos de los bru-
/osjEstas potencias son mucho m á s nobles y perfec-
tas que las sensitivas; pues por ellas nos levantamos
á la sublime r e g i ó n del m u n d o ideal y suprasensible,
nos aproximamos á los e s p í r i t u s puros en su modo

(1) Suarez, de anima, lib. 3. cap. 12, n . 8.


(2) S. Thomas, Summ. theol, 1. p. q. 79, art. ó.
— 101 —
de existir y de obrar independiente de la materia y
somos capaces, á i m i t a c i ó n de Dios nuestro S e ñ o r , de
ejercer verdadero dominio en el m u n d o , sujetando á
nuestro poder las cosas de la tierra.. Su existencia
nadie la puede poner en duda; pues es un hecho i n -
contestable que con ellas concebimos ideas universa-
les, discurrimos'acerca de Dios, del m u n d o y de nos-
otros mismos, é inventan los hombres Obras m a r a v i -
llosas, cosas todas que superan con mucho á las
fuerzas sensitivas de los brutos. Su naturaleza espi-
ritual é i n o r g á n i c a solamente es la que desconocen
algunos filósofos, no poniendo diferencia esencial
sino de grados entre ellas y las de los animales, por
lo cual han recibido el nombre dcsensistas. Por tanto,
ántes de tratar sobre cada una de estas potencias en
particular, es preciso que demostremos la falsedad
del sensismo, haciendo ver la diferencia esencial que
media entre las potencias mencionadas y los sentidos
tanto internos como externos de los brutos.

§ I . FALSEDAD DEL SENSISMO.


•: >r ' ' r - . i - -

150.—El sensismo, ¡como acabamos de explicar,


consisteTen no poner diferencia esencial sino de gra-
dos entre las potencias intelectivas del h o m b r e y las
sensitivas de losanimales. S e g ú n esta doctrina, nues-
tra inteligencia y r a z ó n no son otra cosa que el sentido
interno y la estimativa de los brutos llevados á u n
cierto grado de desarrollo; que es lo que cabalmente
sustentan hoy dia los secuaces del d a r w i n i s m o para
poder derivar al hombre del mono, .Con ella cae por
tierra la espiritualidad de nuestra alma, y el hombre,
con la muerte, queda convertido en un p u r o m o n t ó n
de ceniza, sin tener nada que esperar n i que temer
en la otra vida. Porque si hasta su inteligencia y
— 102 —
razón dependen i n t r í n s e c a m e n t e de la materia en
el ejercicio de sus actos; el filma humana, lo mismo
que la de los brutos, no puede producir acto alguno
sin el auxilio de los ó r g a n o s corporales, y por tanto,
debe naturalmente perecer con la disolución del
cuerpo, s e g ú n lo dicho en la C o s m o l o g í a (233). Para
demostrar, pues, la falsedad de la doctrina sobredicha,
b a s t a r á que hagamos ver c ó m o las potencias intelec-
tivas de nuestra alma, á saber: la inteligencia, lara^on,
\a memoria y la conciencia, son espirituales é i n o r g á -
nicas. N i es necesario que probemos esto de cada una
de ellas en particular; porque, como veremos m á s
adelante, entre ellas no existe distinción real, y asi,
lo que se dice de una, hay que afirmarlo de las otras
en esta materia. Sea pues ¡a siguiente

PROPOSICION.

Las potencias intelectivas son i n o r g á n i c a s , de j o r m a que


no proceden inmediatamente del compuesto como las
sensitivas, sino del alma sola, y en ella residen como en su
propio sujeto.

151. —Demostración.—1.0 Las potencias o r g á n i c a s ,


como compuestas de materia^que es principio de i n -
d i v i d u a c i ó n por excelencia (O. 141),- no pueden natu-
ralmente percibir sino cosas materiales y singulares ó
individuas. Es así que las potencias intelectivas perci-
ben objetos inmateriales, como son por ejemplo Dios,
los espíritiLS, la v i r t u d , la justicia, el honor, etc., y
universales v. gr. el bien, la verdad, la bondad, el se?",
z\ hombre, el caballo, etc. Luej^o las tales potencias no
son o r g á n i c a s sino espirituales^)
152. —2.0 Las mismas cosas materiales, como son por
ejemplo el di bol, el león, la pantera, la piedra, etc., las
—1.03 —
percibe el entendimiento amanera de universales, re-
moviendo de ellas los l í m i t e s con su v i r t u d abstractiva,
y d á n d o l e s en su interior un modo de ser ideal mucho
m á s perfecto que el que pueden tener en sí propias.
Porque las cosas materiales, en su ser natural, se hallan
sujetas por necesidad á las condiciones variables,
contingentes y limitadas del tiempo y del espacio,
m i é n t r a s que en cuanto representadas idealmente ad-
quieren u n c a r á c t e r de inmovilidad, necesidad ó i n f i -
nidad propio de lo perteneciente á los e s p í r i t u s . Luego
la inteligencia humana, á cuyo natural modo de obrar
deben ellas tal modo de ser espiritual, es t a m b i é n en
sí misma espiritual y superior á todo organismo cor-
p ó r e o ; porque de otra manera no p o d r í a i m p r i m i r á
sus actos las cualidades tan perfectas, de que ella
misma careciese.
i 5 3 . - f L a facultad o r g á n i c a , con la acción demasiado
fuerte del objeto sufre lesión y se hace menos apta
para percibir los objetos; porque entonces pierde el
ó r g a n o el temperamento conveniente para las funcio-
nes vitales. A d e m á s , es de tal manera pasiva, que su
acción se halla completamente' determinada por el
influjo del objeto, exterior que obra físicamente sobre
ella, f i n a l m e n t e , no puede percibir sino aquellas
cosas que i m p r i m e n en ella su acción obrando sobre
los ó r g a n o s del cuerpo. Es así que en la inteligencia
sucede todo lo c o n t r a r i o : porque cuanto mayor es la
evidencia de las cosas conocidas por ella, tanto m á s
apta se hace para percibir otras nuevas; en la contem-
plación de los objetos no se halla meramente pasiva,
sino que reacciona sobre ellos con la análisis y la sín-
tesis infiriendo-.de este modo unas verdades de otras y
creando con su actividad las ciencias; finalmente, su
m i r a d a e s c u d r i ñ a d o r a no se l i m i t a á.las cosas materia-
les y concretas que a c t ú a n sobre los sentidos, sino que
—104 —
pasa mucho m á s adelante, investigando las esencias de
las cosas, estudiando las relaciones de unas con otras,
subiendo al mismo fundamento de todas ellas; que es
Dios, absolutamente inaccesible á los sentidos) pene-
trando en la r e g i ó n de la posibilidad pura, etc. etc.
fLuego las potencias intelectivas son totalmente diver-
sas de las sensitivas y o r g á n i c a s ; y en su c o n s t i t u c i ó n
interna no entra de ninguna manera la materia, sino
que son i n t r í n s e c a m e n t e espiritualesj.
154.—4.0 E n v i r t u d de las potencias intelectivas el
hombre hace una reflexión total sobre sí mismo; de
manera que, no solo percibe con una potencia los actos
ejercidos por otra, lo cual pueden hacer los a n i m a k s ,
sino que con el entendimiento revuelve sobre el mismo
entendimiento y sobre sus actos, pensando en ellos é
investigando su i n t r í n s e c a naturaleza. Es así que tan
grande perfección no puede convenir á sentido alguno;
pues el objeto propio de todo sentido es una cosa m a -
terial y m é n o s perfecta que los actos perceptivos, los
cuales son de un orden m á s alto y se aproximan m á s á
la espiritualidad d é l o s seresinmateriales (1).Luego etc.
Dice m u y bien Suarez -á este p r o p ó s i t o : «Así como
el cuerpo no puede moverse á sí mismo p r i m a r i a -
mente y de por sí, ó sea s e g ú n una misma parte; de
la misma manera la potencia c o r p ó r e a , (cual es la de
iodo sentido), no puede reflejar sobre sí propia cono-
c i é n d o s e á sí misma. Por consiguiente cuanto mayor
y m á s sutil sea esta reflexión, tanto m á s espiritual
s e r á la facultad que la practique. Porque el entendi-
miento no solo refleja sobre sí mismo sino sobre su
propio acto; pues conoce que conoce y con c u á n t a cer-
teza y evidencia ha conocido, é inquiere sobre la
esencia de este conocimiento y reflexiona sobre los

(1) Suapez, de anima, lib, 3, cap. i t . n. 3.


— ios-
principios de tal acto; cosas todas que en ninguna
manera pueden ser atribuidas á una facultad o r g á n i -
ca, cual es la estimativa ó cogitativa (i).»
155.—5.0 E l objeto del entendimiento es el s é r en
toda su l a t i t u d , como explicaremos m á s adelante. Es
así que una potencia de objeto tan lato y tan univer-
sal no puede ser o r g á n i c a : primero, porque por r a z ó n
de su naturaleza material y l i m i t a d a no puede me-
nos de estar t a m b i é n l i m i t a d a y circunscrita á u n
cierto n ú m e r o de objetos; segundo, porque la m i s m a
potencia intelectual de los e s p í r i t u s m á s puros no
puede versar sobre u n objeto m á s á m ^ l i o , siquiera lo
conozca de una manera m á s perfecta por r a z ó n de su
espiritualidad m á s pura; tercero finalmente, porque,
como nota Santo T o m á s (2), todo conocimiento en
los séres nace de cierto grado de i n m a t e r i a l i d a d , por
el cual se hacen aptos para recibir en sí por vía de
r e p r e s e n t a c i ó n las formas de otros seres. Por donde,
cuanto mayor sea el n ú m e r o de objetos á que pueda
extenderse una potencia, s e r á tanto m á s i n m a t e r i a l ,
porque p o d r á recibir en sí las formas de m á s seres; y
siendo el entendimiento humano capaz de recibir las
formas de todos los seres cognoscibles, su inmateria-
lidad debe ser absoluta, de suerte que en sus actos
sean i n t r í n s e c a m e n t e independientes de la materia.
Las inteligencias de los Á n g e l e s , como m á s inmateria-
les que nuestra alma, s e r á n capaces de .recibir las for-
mas representativas de los objetos de una manera m á s
simple y m á s perfecta que ella. Pero en lo de tener
a p t i t u d i n t r í n s e c a para recibir en sí las formas de toda

(1) Suarez", de anima, Ub. 1. cap. 9, n. 11.


(3) Santo Tomás, Summ. theol. 1. p. q. 14, art. 1.; de V e -
rtíate, q. 2, art. 2. Véase el P. Toledo en su Comentario al
artículo de la Suma aquí citado.
— LOÓ —
clase de seres conviene nuestra inteligencia con las de
todos los puros e s p í r i t u s , y por tanto es i n o r g á n i c a ó
i n t r í n s e c a m e n t e independiente de la materia en el
ejercicio de sus actos intelectuales, lo mismo que ellas.
Luego etc.
15Ó.—6.° Si la inteligencia fuera una potencia o r g á -
nica, no p o d r í a juzgar sino s e g ú n las apariencias de
las cosas. Porque su acción sería necesariamente de-
terminada por la i m p r e s i ó n que los objetos materia-
les hiciesen en el ó r g a n o ; como vemos acaecer á los
brutos, que por esta causa son tan f á c i l m e n t e enga-
ñ a d o s por los hombres. Es así que nuestra i n t e l i g e n -
cia juzga muchas veces en manera diferente de lo que
le anuncian los sentidos y corrige las apreciaciones
torcidas de estas potencias. Porque, si la f a n t a s í a , por
ejemplo, nos representa á los Ángeles como á unos
jóvenes alados y á Dios como u n fluido inmenso d i -
fundido p o r todas partes; la inteligencia corrige este
juicio y dice que Dios es puro e s p í r i t u y el Á n g e l una
cosa distinta de toda realidad c o r p ó r e a : si los ojos nos
dicen que el Sol no tiene sino pié y medio de d i á m e t r o ,
que un palo sumergido en el agua está quebrado, que
un objeto, cuyos rayos visuales se reflejan en un espejo
ó se refractan en una lente, se halla en cierta parte
del espacio; la inteligencia vá contra todas estas apa-
riencias y p r o n u n c i a con la mayor seguridad que el
Sol es mucho m a y o r que la T i e r r a , que el palo sobre-
dicho no está quebrado sino recto, que el objeto puesto
ante los ojos no ocupa el lugar que estos le s e ñ a l a n
sino otro m u y diferente. Luego etc.
157.—7.0 Finalmente, la l i b e r t a d de nuestra v o l u n -
tad es una prueba manifiesta y evidente cte la natura-
leza i n o r g á n i c a , así de esta facultad misma como de
las potencias intelectivas, por las cuales está inmedia-
tamente d i r i g i d a . Porque si la v o l u n t a d es una poten-
— 107 —
cia espiritual é i n t r í n s e c a m e n t e independiente de la
materia en el ejercicio de sus funciones, esta misma
espiritualidad debe convenir á la inteligencia, que es
su m o t o r nato y la luz que le sirve de guia. Ahora
bien; la libertad es imposible en una potencia o r g á -
nica; porque toda potencia de esta clase, como com-
puesta de u n elemento material, está por naturaleza
inclinada á una sola cosa en sus actos y por lo mismo
no tiene dominio sobre ellos para poder ejercerlos ó
dejarlos de ejercer á su arbitrio. Luego es manifiesto
que la inteligencia humana es i n o r g á n i c a .
A ñ á d a s e á esto que la libertad se encuentra en los
seres cuyas potencias intelectivas son manifiestamen-
te i n o r g á n i c a s , cuales son Dios y los e s p í r i t u s puros,
y falta en aquellos cuyas potencias cognoscitivas son
claramente o r g á n i c a s , cuales son los brutos. Luego la
r a z ó n pide que á nuestra alma la coloquemos entre
los seres de la primera clase, pues es verdaderamente
libre como los e s p í r i t u s en muchas operaciones.
158.-f:Dicen los sensistas: i.0 Cuando pensamos m u -
cho sobre alguna cosa, se nos c á n s a l a cabeza}}lo rnis-
mo que si h u b i é r a m o s estado haciendo grandes es-
fuerzos con la i m a g i n a c i ó n . ^Luego tan o r g á n i c a es la
inteligencia como la fantasía! 2.0 La inteligencia h u -
mana en tal manera depende de los sentidos externos
que ninguna idea puede a d q u i r i r sin su auxilio. De
a q u í aquel axioma tan recibido entre los antiguos:
Nada hay en el entendimiento, que antes no hubieie es-
tado en el sentido) Y es cosa averiguada que quien ca-
rece de a l g ú n sentido, por ejemplo el de la vista ó el
del oido, no puede formarse ideas sobre las cosas per-
tenecientes á aquel sentido. Luego señal es que entre
los sentidos y la inteligencia no existe diferencia esen-
cial sino de grados y que tan o r g á n i c a es esta segunda
como aquello,s primeros. 3.0 Esta misma dependencia
— io8 —
tiene con respecto á la i m a g i n a c i ó n : porque sin los
fantasmas de esta facultad no puede ordinariamente
pensar en nada, n i á u n siquiera sobre los objetos an-
teriormente pensados. De a q u í nace el diferirse el uso
de la razón en los n i ñ o s , el irse aumentando en los
adultos, y el faltar por completo en los fátuos, en los
amentes y en los d e c r é p i t o s . Luego esto t a m b i é n sig-
nifica que nuestra inteligencia es tan o r g á n i c a como
otra potencia cualquiera./^.0 Entre los fantasmas de la
i m a g i n a c i ó n y las ideas del entendimiento no hay m á s
diferencia que entre estos mismos fantasmas y las
percepciones de los sentidos externos. P o r q u e ' s i el
entendimiento prescinde de los límites que van siem-
pre anejos á los objetos de la fantasía, ésta á su vez
prescinde de los que pertenecen á los de los otros sen-
tidos. Porque ella t a m b i é n hace a b s t r a c c i ó n de las
particularidades con que percibe cada sentido su ob-
jeto propio y lo reviste de otras cualidades nuevas)
llegando hasta á formarse el fantasma de un cuerpo
m a t e m á t i c o destituido de color, sabor, peso, resisten-
cia, etc./Luego debemos concluir que la inteligencia
no es sino una potencia m á s perfecta que la imagina-
ción pero del m i s m o g é n e r o ; así como sucede esto
con la i m a g i n a c i ó n respecto de los sentidos externos;')
5.0 Con r a z ó n , pues, podemos decir que nuestras ideas
no son otra cosa que sensaciones trasformadas, ó bien
ciertas percepciones sensibles que superan en perfec-
ción á las de la fantasía pero , sin salir de la esfera de
sensibles; lo mismo que los actos de esta facultad son
superiores á los de los sentidos externos pero sin de-
jar de ser materiales y o r g á n i c o s .
159.—Estas son las principales razones en que los
sensistas fundan su i n m u n d o sistema, queriendo re-
bajar al hombre á la h u m i l d e condición de los brutos
para tener el gusto de poder v i v i r y m o r i r como ellos
—109—
sin cuidarse de otra cosa que de los placeres sensuales.
Veamos de responder á cada una de ellas coa la m a -
yor claridad y brevedad p o s i b l e s . c o m e n z a n d o por
la primera, decimos que el cansancio de la cabeza no
viene del ejercicio de la inteligencia precisamente sino
del de la i m a g i n a c i ó n , la cual debe elaborar los fan-
tasmas á dicha facultad p a r a j j u e concurran con ella
á la p r o d u c c i ó n de sus ideasy Porque los fantasmas .
de la i m a g i n a c i ó n influyen de alguna manera en los
actos intelectuales y por tanto deben preexistir en la
fantasía para que puedan ejercer su influjo. Por con-
siguiente el f a t i g á r s e n o s la cabeza cuando pensamos
intensamente en alguna cosa, no prueba nada en con-
tra de la tésis por nosotros defendida; porque es cosa
de la i m a g i n a c i ó n y no de la inteligencia.
16o.-/Tampoco tiene valor alguno la segunda r a z ó n .
La dependencia que el entendimiento tiene con res-
pecto á los sentidos, mientras nuestra alma se halla
unida al cuerpo, no es inirínseca y directa sino extrín-
seca é indirecta. Necesita de los sentidos y de la i m a -
g i n a c i ó n como de criados que le t r a i g a n la materia^
por decirlo asi, con que ha de fabricar sus artefactos^
á la manera que u n p i n t o r necesita para p r o d u c i r sus
pinturas del concurso de su criado que le prepara los
colores y le suministra los lienzos donde ha de es-
t a m p a r sus i m á g e n e s . Si el criado no prepara los
colores n i trae lienzos al amo para que pinte en ellos
sus ideales, el p i n t o r p e r m a n e c e r á ocioso. Pues de la
misma manera, si los sentidos externos no perciben
los objetos del m u n d o exterior; los tales objetos no
l l e g a r á n á la inteligencia n i p o d r á n obrar en ella exci-
t á n d o l a y d e t e r m i n á n d o l a á concebirlos. Porque el
objeto ha de i n f l u i r en la p r o d u c c i ó n de nuestras
ideas lo mismo .que en la de las sensaciones- y en ia
de los fantasmas, y no tiene otro medio de hacer
—l í o -
llegar su acción á la inteligencia, mientras nuestra
alma está unida al cuerpo, sino el de i m p r i m i r su
especie en los sentidos, logrando de este modo ser
representado por la i m a g i n a c i ó n . De a q u í el que,
cuando uno viene al m u n d o destituido de a l g ú n sen-
tido, carezca siempre de las ideas correspondientes á
las percepciones de aquel sentido.
161. — Y esto quiere decir solamente aquel famoso
axioma alegado en la objeción, en que se dice que
n&da hay en el. entendimiento que no haya estado ápites
en el sentido.¡El tal axioma no significa que nuestro
entendimiento sea incapaz de percibir cosa alguna
que no haya sido primeramente conocida por los
sentidos externos; )pues hasta la misma estimativa de
los brutos mediante las especies que le s u m i n i s t r a n
los sentidos dichos percibe en sus objetos algunas
cualidades á que ellos no alcanzan, como hemos
notado m á s arriba ( 1 1 9 ) / L o que solo quiere decir es
que nuestra inteligencia en la f o r m a c i ó n de sus ideas
depende de los sentidos y por lo tanto nada puede
percibir que de a l g ú n moda no le haya sido suminis-
trado por estas potencias.^Por donde debe d i s t i n g u i r -
se en esta forma: Nada fíay en el entendimiento por
vía de objeto, que no haya existido t a m b i é n de a l g ú n
modo por vía de objeto en el sentido; lo concedo. Nada
hay en el entendimiento absolutamente que no haya
sido p r i m e r o percibido de una manera formal y ex-
presa por el sentido, lo niego.
162. —Con esto ya podemos responder á la terce-
ra dificultad, la cual en realidad no es distinta de
la segunda. Aunque la inteligencia humana, m i é n t r a s
está unida al cuerpo, necesita de los actos p r é v i o s
de los sentidos y de la i m a g i n a c i ó n para f o r m a r sus
ideas, no por eso es material y o r g á n i c a como estas
potencias. Porque el objeto sobre que versa, no es
— i n -
material y concreto como el suyo, sino espiritual,
univefsal y abstracto como el de los e s p í r i t u s . Depen-
de ciertamente de los sentidos y de la i m a g i n a c i ó n
para p r o d u c i r sus actos, y en esto se diferencia de la
intelig-encia angélica; lo cual nace de que los á n g e l e s
son sustancias espirituales completas é incapaces por
lo mismo de i n f o r m a r cuerpo alguno, mientras que
nuestra alma es por su naturaleza forma del cuerpo y
por tanto está ordenada de suyo á informar una ma-
teria constituyendo una parte 'del compuesto humano.
Pero esta dependencia no es esencial é intrínseca sino
natural y externa\ porque toda ella está reducida á que
los sentidos le suministren la materia sobre la cual
haya de fijar primariamente su a t e n c i ó n , aunque per-
cibiéndola de una manera espiritual é i n o r g á n i c a , y á
que la i m a g i n a c i ó n le aproxime esta materia concu-
rriendo con sus fantasmas á la p r o d u c c i ó n de sus
ideas, cosas ambas que pueden ser suplidas en otra
forma por el Criador cuando el alma se vea separada
del cuerpo, y que deben serlo en efecto por r a z ó n del
nuevo modo de ser que con la s e p a r a c i ó n ha de sobre-
venir á nuestra alma.
163.—En v i r t u d de esta dependencia que tiene la
inteligencia con respecto á la f a n t a s í a , sucede que se
difiere en los n i ñ o s el uso de la razcn, se aumenta en
los adul-tos, y se destruye en los fatuos, en los amentes
y en los d e c r é p i t o s . La v i r t u d intelectiva en sí misma
no sufre aumento n i d i s m i n u c i ó n en esta clase de per-
sonas; porque es i n o r g á n i c a y no consta de materia
alguna. Lo que se crece ó se disminuye ó á u n perece
por completo en ellas, es el uso de dicha facultad por
el aumento, d i s m i n u c i ó n ó falta completa de fantas-
mas que pueden tener en a l g ú n tiempo á causa de
hallarse impedido el uso de la fantasía, que es facul-
tad o r g á n i c a é i n t r í n s e c a m e n t e dependiente de las
— 112 —

disposiciones del cuerpo. Cuando no faltan estos fan-


tasmas, la inteligencia ya forma t a m b i é n sus ideas
universales, sea cual fuere la edad del hombre que la
posee. Y así se v é muchas veces que en medio de la
debilidad y de las enfermedades del cuerpo la i n t e l i -
gencia permanece robusta, porque la i m a g i n a c i ó n
está bastante sana para p r o d u c i r sus fantasmas ó re-
presentaciones imaginarias.
164. ^ - L a cuarta r a z ó n no deja de tener alguna apa-
riencia; pero se suelta con reflexionar un poco sobre
los diversos modos de prescindir, usados naturalmen-
te por la i m a g i n a c i ó n y por la inteligencia. Aquélla
deja siempre su objeto concreto, contingente, material
y finito, sin poder nunca sacarlo de las-condiciones
esenciales á todo cuerpo; ésta por el contrario con su
a b s t r a c c i ó n espiritual prescinde por completo de to-
das las circunstancias individuales de la materia y los
reviste de los c a r a c t é r e s inmateriales de universali-
dad, necesidad, é.infinidad propios de los e s p í r i t u s y
contempla ademas todo u n m u n d o de seres espiritua-
les á donde n i por asomo puede llegar sentido alguno;
Por tanto la diferencia que reina entre la inteligencia
y la fantasía, no es simplemente de grados sino esen-
cial, como fundada en la perfección de una y otra fa-
cultad totalmente diversa. No sucede así respecto de
la diferencia que existe entre la i m a g i n a c i ó n y los sen-
tidos; porque el objeto de todas estas facultades es
siempre uno mismo, aunque percibido de una manera
a l g ú n tanto m á s perfecta por la fantasía.
165. —La quinta dificultad ya queda del todo suelta
con lo dicho en los n ú m e r o s anteriores, n i se ofrec®
en ella u n argumento nuevo. Condillac quiso expli-
car el origen de nuestras ideas, r e d u c i é n d o l a s á sim-
ples sensaciones m á s ó m é n o s perfectas y haciendo
de nuestro entendimiento una potencia sustancial-
— l a -
mente i g u a l á la de ios brutos. Pero su v a n í s i m o sis-
tema, ya se vé c u á n fútil y absurdo es, con lo que
dejamos escrito en este p á r r a f o . A l hablar sobre el
origen de las ideas trataremos de él m á s detenida-
mente; por ahora baste, lo dicho para ver su completa
insubsistencia.
166. —ESCOLIO.—Disputan los filósofos sobre el gra-
do de dependencia que'tiene nuestro entendimiento
con respecto á la fantasía en la p r o d u c c i ó n de sus actos.
Algunos piensan que esta dependencia está reducida
á que el entendimiento no pueda a d q u i r i r las especies
inteligibles de los objetos, sin el influjo actual de los
fantasmas que concuren con él á producirlas. Pero
en el uso ulterior de estas especies, no creen que sea
necesario el concurso de la f a n t a s í a . F ú n d a n s e para
opinar de este modo en que la i m a g i n a c i ó n puede hacer
uso de las especies ya adquiridas, sin que sea necesa-
rio para ello el ejercicio de los sentidos exteriores,
concluyendo de a q u í que esto mismo se debe afirmar
del entendimiento con respecto á la facultad dicha.
A esto a ñ a d e n , que el entendimiento, adquirida la
idea ó especie de u n objeto, ya tiene v i r t u d plena para
pensar en él y por lo tanto no necesita de fantasma
alguno para hacer uso de ella. Finalmente, en favor
de su o p i n i ó n alegan la experiencia; pues en los rap-
tos y éstasis dicen que el alma entiende los objetos
sin r e p r e s e n t a c i ó n i m a g i n a r i a de ninguna clase.
167. —Ciertamente esta doctrina no deja de ser sóli-
damente probable, como lo prueban las razones nada
despreciables que acabamos de indicar; y en su favor
tiene el testimonio de Santa Teresa, la cual en mate-
ria de raptos y é x t a s i s merece todo c r é d i t o (1). Sin

(1) Santa Teresa de Jesús, Castillo interior, Morada sexta,


cap. 8, n . 2.\ cap. 10, n. 2.
Psicología. 8
— ii4 —
embargo, de doctrina c o m ú n y sin duda t a m b i é n m á s
probable, es que el entendimiento no puede n a t u r a l -
mente hacer nunca uso de las especies adquiridas sin
que concurran de nuevo los fantasmas de la i m a -
g i n a c i ó n ; y así lo e n s e ñ a n expresamente entre otros,
Aristóteles ( i ) , Santo T o m á s (2) y Suarez (3). Las razo-
nes principales en que se apoyan son dos, ambas saca-
das de la experiencia. La primera consiste en que, i m -
pedida por cualquiera causa la o p e r a c i ó n del cerebro
con que produce el alma las representaciones f a n t á s -
ticas, como sucede en los casos de apoplegia, letargo,
s u e ñ o profundo, etc., las operaciones del entendimien-
to t a m b i é n se suspenden: lo cual no s u c e d e r í a , si esta
potencia pudiera hacer uso de las especies dichas sin
el concurso de la fantasía. La segunda es, que cuantas
veces pensamos en alguna cosa, á u n espiritual y ya
en otro tiempo pensada, sentimos r e p r e s e n t á r s e n o s
en nuestro i n t e r i o r algo c o r p ó r e o que aparece allí
como s í m b o l o ó i m á g e n de lo que pensamos idealmen-
te con la inteligencia; lo cual es signo de que esta facul-
tad en el estado presente de nuestra alma no puede
pensar en nada sin que le a c o m p a ñ e la r e p r e s e n t a c i ó n
imaginaria de aquel mismo objeto.
168. — E l Padre Losada a ñ a d e otra r a z ó n a p r i o r i
tomada de la i n t e r n a naturaleza del alma; la cual, por
ser forma del cuerpo, no puede naturalmente en el
estado de u n i ó n producir acto alguno que no perte-
nezca en alguna manera á todo el compuesto. «Es una
ley general de la naturaleza, escribe, que n i n g u n a
forma produzca o p e r a c i ó n alguna inmanente, la cual
no dependa en a l g ú n modo del sujeto de esta m i s m a

(1) Aristóteles, 11b. 3. de anima, cap. 8, text. 39.


(3) Santo Tomás, Sumtn, theol. 1. p. q. 84, art. 7.
(3) Suarez, de anima, l i b . 4. cap. 7.
-115-
forma, como se vé por i n d u c c i ó n considerando las
otras formas tanto sustanciales como accidentales.
Como, pues, la intelección en el estado presente no
puede, por ser espiritual, depender del sujeto del alma
ó sea del cuerpo, como de sustentante ó de cosa que
influya en ella de otra m a n e r a ' a l g u n a , es necesario
que dependa de alguna o p e r a c i ó n c o r p ó r e a como de
condición prévia ó concomitante ó subsiguiente. E l
alma racional en efecto no debe depender m é n o s del
cuerpo en sus operaciones que en su existencia. A h o r a
bien; en ésta de tal suerte depende del cuerpo como
de c o n d i c i ó n , que n i puede ser criada fuera de él, n i
existir en parte alguna sin su c o m p a ñ í a , m i é n t r a s
d u r a este estado de u n i ó n . Luego este mismo g é n e r o
de dependencia d e b e r á tener con respecto á todas sus
operaciones, de forma que no las pueda ejercer sin el
ejercicio de alguna facultad c o r p ó r e a . Por tanto, esta
dependencia en el entendimiento que se halle ya en
posesión de la especie del objeto no proviene de falta
de v i r t u d sino de la condición de su estado. E l alma
separada, así como en su existencia no depende del
cuerpo, tampoco en sus operaciones; porque e n t ó n c e s
ya no ejerce el oficio de forma sino de e s p í r i t u (i).»
Santo T o m á s funda esta dependencia en que el u n i -
versal, que es el objeto propio y directo del entendi-
m i e n t o , no lo podemos entender sino por a b s t r a c c i ó n
del singular, el cual pertenece á los sentidos, conclu-
yendo de a q u í que para pensar de hecho en un objeto
cualquiera, necesita el entendimiento la p r é v i a p r o -
d u c c i ó n de la r e p r e s e n t a c i ó n i m a g i n a r i a (2).

(1) Losada, dg anima, disp. 7. cap. 2. n . 44.


(3) S. Tomás, Summ. theol. 1. p. q. 84. art. 7.
— II6 —

§ I I . NATURALEZA, OBJETO Y ACTOS DEL ENTENDI-


MIENTO HUMANO.

169. —Tres son, como se vé, las cuestiones que se


han de t r a t a r en este p á r r a f o . L a primera se refiere á
la naturaleza de nuestro-entendimiento; en la cual
y e r r a n por una parte los poligenistas modernos, para
quienes hay tantas especies de hombres cuantas son
las razas del g é n e r o humano, y por otra los averroistas
los cuales piensan que todos los hombres del m u n d o
tienen u n mismo entendimiento no solo específico
sino t a m b i é n n u m é r i c o . La segunda versa sobre
el objeto de nuestro entendimiento y sobre la manera
con que esta facultad conoce los objetos así universa-
les como singulares: en cuya resolución no e s t á n
acordes los filósofos; pues mientras el Angélico Doc-
t o r no le atribuye sino u n conocimiento indirecto y
secundario de ios singulares, S u á r e z sostiene que este
conocimiento es en él directo y anterior al de los u n i -
versales. La tercera finalmente pertenece á la natura-
leza del acto cognoscitivo llamado verbo y á la del
juicio, sobre cuyas materias hay t a m b i é n diferentes
opiniones entre los autores. Para exponer con la ma-
y o r claridad y brevedad posibles lo que nos parece
m á s fundado en estas difíciles cuestiones, trataremos
de probar las proposiciones siguientes.

PROPOSICION PRIMERA.
E l entendimiento humano es específicamente uno
y numéricamente múltiple.

170. —Demostración de la i.ñp.—i.'0 Todas cuantas


razas de hombres pueblan la haz de la tierra, tienen
ideas universales, como lo muestran claramente sus
—117 —
obras de industria, su a p t i t u d mayor ó menor para
las letras, artes y ciencias, su capacidad de progresar
en la vía de la civilización, siempre que se hallan
puestas en c i r c u n s t a n c i á s convenientes. Es así que
la formación de las ideas universales es la que carac-
teriza y especifica al entendimiento humano; pues
por estas ideas es como se distinguen los hombres de
los brutos, los cuales obran guiados por conocimientos
particulares y concretos y por esta causa son incapa-
ces de progreso alguno en sus obras. Luego es cosa
manifiesta y evidente que el entendimiento de todos
los hombres es específicamente uno.
171. —2.0 En todos los hombres del globo se advier-
te cierta tendencia e s p o n t á n e a á asociarse unos con
otros y á comunicarse sus ideas y afectos por medio
del habla. Ademas, todos son capaces de aprender
la lengua hablada por los de otras tribus y á c o m u n i -
car por medio de ella sus pensamientos, como si fuera
la suya propia. Luego en todos existe manifiesta-
mente una misma clase de inteligencia; pues de otra
manera esta c o m u n i c a c i ó n de pensamientos por una
misma clase de signos convencionales y esta inclina-
ción e x p o n t á n e a á comunicarlos serian imposibles,
como se vé entre los animales y los hombres y entre
los animales mismos que pertenecen á diferentes
especies.
172. —3.* La inferioridad que se nota en algunos
pueblos, como los negros, los bosquimanos, los aus-
tralianos, etc., por parte de su inteligencia, no es
motivo suficiente para que supongamos con los p o l i -
genistas ser esta facultad en ellos específicamente
inferior á la nuestra. Primero; porque en todas estas
razas hay hombres de tan buena y á u n mejor i n t e l i -
gencia que muchas de las europeas. Segundo; porque
discurriendo de otro modo, d e b e r í a m o s decir que
— nS-
los antiguos galos y germanos, por ejemplo, padres
de los actuales franceses, alemanes y prusianos, difie-
ren específicamente de estos sus descendientes por
r a z ó n de su inteligencia. Tercero; porque esta m i s m a
diferencia específica d e b e r í a m o s reconocer entre los
miembros de unas mismas familias y tribus, por
r a z ó n de ser mucho mayor la distancia que hay por
esta parte entre ellos que la que media entre varios
de ellos y otros pertenecientes á las tribus que l l a m a n
degradadas; porque t a m b i é n entre estas t r i b u s se han
visto hombres de esclarecido ingenio, siquiera no
abunden tanto como entre las civilizadas. Cuarto
finalmente; porque la d e g r a d a c i ó n de las t r i b u s hay
que a t r i b u i r l a , no á d i s m i n u c i ó n alguna de fuerza
intelectual propiamente dicha, la cual es simple y por
lo tanto no admite en su entidad i n t r í n s e c a variación
alguna, sino á las condiciones e x t r í n s e c a s del medio
en que el hombre se desarrolla, las cuales influyen en
el alma obrando en el organismo. Porque una misma
inteligencia, s e g ú n sean m á s ó m é n o s perfectos los
fantasmas de la i m a g i n a c i ó n , la cual es una potencia
o r g á n i c a , f o r m a r á t a m b i é n con mayor ó menor per-
fección sus ideas. Luego etc. ( i )
173.—Demostración de la 2.a p.—i.0 Si el entendi-
miento humano fuera n u m é r i c a m e n t e e) mismo en
todos los hombres, una seria t a m b i é n de la misma
manera el alma racional de todos ellos. Porque el en-
tendimiento ó se identifica realmente con la sustancia
del alma, s e g ú n la o p i n i ó n de los que no admiten
d i s t i n c i ó n real entre el alma y sus potencias, ó es una
e m a n a c i ó n suya recibida en ella misma, y por tanto

(1) Puede verse sobre esto nuestra obra «La Religión cató-
lica vindicada de las imposturas racionalistas,» cap. X X V I ,
pág. 668 y siguientes.
— i i 9 —

el alma racional de donde emane y en donde exista


será t a m b i é n necesariamente una. Es así que en cada
uno de nosotros es n u m é r i c a m e n t e distinta el alma
racional; puesto que el alma racional es la forma
sustancial del compuesto humano, como se p r o b a r á
m á s adelante y es imposible que resulten muchos
compuestos humanos ó individuos racionales, sin que
la forma sustancial de cada uno sea n u m é r i c a m e n t e
distinta de la de los d e m á s . Luego es evidente que
el entendimiento humano es n u m é r i c a m e n t e distinto
en cada h o m b r e .
Si el entendimiento humano fuera n u m é r i c a m e n t e
el mismo en todos y cada uno de los hombres, en
realidad no h a b r í a sino una sola alma racional unida
á muchos trozos de materia. Luego no h a b r í a verda-
dera multiplicidad de i n d i v i d u o s humanos sino uno
solo con diferentes • partes materiales; al modo que
la u n i ó n del alma con las diferentes partes del cuerpo
no hace que haya muchos individuos racionales sino
uno solo que se sirve de ellas como de otros tantos
instrumentos.
174.—2° En la hipótesis averroistica u n mismo
entendimiento existiría en tantos lugares cuantos
son los diferentes individuos humanos y esto peren-
nemente desde que ha comenzado á existir el g é n e r o
humano. Es así que este no puede tener lugar sino
en la doctrina panteista de que los particulares e s p í -
ritus no son otra cosa que ciertas manifestaciones
limitadas del e s p í r i t u universal é infinito, porque
n i n g ú n e s p í r i t u finito puede tener tal modo de exis-
tencia. Luego el entendimiento universal de Averroes
es una quimera tan absurda como el p a n t e í s m o que
en ella se encierra. Así se explica c ó m o Cousin ha
querido en nuestros tiempos resucitar la doctrina
de Averroes. Porque Cousin era panteista 3r por tanto
— 120 —
no p o d í a m é n o s de abrazar el error del filósofo ma-
hometano.
3.0 Si uno mismo fuera el entendimiento que
existe y piensa en todos los hombres, cada uno ten-
d r í a en sí mismo los pensamientos de todos y así
sería imposible la diversidad de pareceres entre unos
y otros; porque todos p e n s a r í a n una misma cosa.
El cuerpo de cada h o m b r e sería u n simple i n s t r u -
mento para que el entendimiento universal existente
en todos ellos fuese excitado á f o r m a r estas ü otras
ideas; pero siempre las ideas formadas e s t a r í a n en el
solo entendimiento dicho y por lo mismo cada h o m -
bre t e n d r í a conciencia de ellas. S u c e d e r í a en tal caso
con los diversos hombres lo que ahora acaece á nues-
t r a inteligencia en orden á los diversos sentidos de
nuestro cuerpo. Pues por r a z ó n de la unión física que
t e n d r í a con ellos, recibiría de cada uno ocasión para
producir dentro de sí mismo várias ideas; como por
razón de la u n i ó n física que tiene nuestra alma con
los diversos sentidos, es incitada por cada uno de
ellos á formar diversos conceptos. Pero siempre las
ideas e s t a r í a n en solo ella y así cada hombre, cuya
parte racional e s t a r í a constituida por este entendi-
miento, t e n d r í a en sí las ideas de todos, p e n s a r í a
como los d e m á s y no p o d r í a disputar con ellos. A h o r a
bien; excusado es decir que todo lo contrario sucede
entre los hombres. Luego es una cosa tan clara como
la luz del dia que el entendimiento con que piensa
cada uno, es real y verdaderamente distinto del de
los d e m á s .
175.---4.0 En la h i p ó t e s i s mencionada no solo el en-
tendimiento sino t a m b i é n la voluntad sería una mis-
ma para todos los hombres; porque la voluntad co-
rresponde al entendimiento y si éste es universal,
ella t a m b i é n lo debe ser por fuerza. Es así que en los
—121 —
hombres hay diversidad de voluntades como la hay
de pareceres. Luego la tal h i p ó t e s i s es manifiesta-
mente absurda.
176. —Dicen los averroistas: i.0 Si los entendimien-
tos de los hombres fuesen particulares y distintos unos
de otros, las ideas de cada uno serian t a m b i é n p a r t i -
culares y distintas y así no p o d r í a m o s conocer con
ellas las ideas universales sino solo los particulares:
2.0 E n tal caso no sería una misma la verdad que co-
nocemos todos los hombres; porque el entendimiento,
al entender a l g ú n objeto, se hace una misma cosa con
él y por consiguiente los objetos conocidos d e b e r á n
ser tan distintos entre sí como los mismos entendi-
mientos. 3.0 Cuando uno e n s e ñ a á o t r o una ciencia,
no produce la verdad en él; porque de lo contrario
con su ciencia p r o d u c i r í a en el discípulo otra ciencia,
al modo que u n fuego con su calor produce en el leño
otro calor, lo cual es un absurdo. Luego debemos de-
cir que el maestro no hace otra cosa cuando enseña
que traspasar sus ideas de su mente á la del d i s c í p u l o ;
lo cual significa que esta mente es en uno y otro n u -
m é r i c a m e n t e la misma. ,
177. —Estas son las razones principales en que fun-
daban los averroistas su absurdo sistema. N o tenemos
necesidad de grandes esfuerzos para hacer ver su n u -
lidad. A la primera se responde que las ideas, subjeti-
vamente y en si mismas, todas son cosas particulares,
ora existan en el entendimiento universal s o ñ a d o p o r
Averroes, ora en los particulares y finitos. La univer-
salidad de una idea se toma, no de su entidad física,
sino del objeto sobre que versa. Por consiguiente,
aunque nuestros entendimientos sean entidades par-
ticulares, ya p o d r á n percibir objetos universales, si se
hallan revestidos de ideas subjetivamente particulares
y objetivamente universales.
— 122 —
178. — A la segunda decimos, que el objeto conocido
no se hace una misma cosa físicamente con el entendi-
miento que lo conoce, sino intencionalmenie ó sea por
vía de r e p r e s e n t a c i ó n . La intelección se ejecuta u n i é n -
dose el entendimiento con la cosa conocida por medio
de una i m á g e n ideal suya, que es el acto cognosci-
t i v o . Este acto en r a z ó n de i m á g e n , expresa la misma
forma que el objeto conocido, y bajo este aspecto se
puede decir que es una misma cosa con él; mas, en
razón de conocimiento, es la misma mente conocien-
do el objeto y por tanto se distingue de él real y ver-
daderamente. Por lo cual, ya se ve como, por r a z ó n
de las dos propiedades, subjetiva y objetiva, que
encierra en sí el dicho acto, el entendimiento cognos-
cente se hace en cierta manera una misma cosa con
el objeto conocido, sin que para esto hayamos de
apelar á la idea p a n t e í s t i c a y a v e r r o í s t i c a de hacer
uno mismo el entendimiento de todos. Cuando m u -
chos hombres m i r a n con sus ojos corporales un objeto
visible cualquiera, ¿no se une su potencia visiva con
él directamente mediante el acto visivo, que es una
i m á g e n intencional suya? Pues esto mismo sucede
con el acto cognoscitivo del entendimiento.
179. —La tercera, finalmente, se refuta diciendo que
el maestro causa instrumentalmente en el discípulo las
ideas por él adquiridas con la e n s e ñ a n z a ; al modo que
el m é d i c o causa la salud del enfermo con las medici-
nas ayudando á la naturaleza. L a verdad objetiva con-
templada por el maestro y el discípulo es una misma,
pero no los actos cognoscitivos con que cada uno de
ellos la contempla y en que consiste la ciencia. Estos
actos los produce el maestro en el d i s c í p u l o , como sá-
biamente advierte Santo T o m á s (1), aplicando ordena-

(1) «Cum autem aliquis, escribe en la Suma Teológica (1.


—121 —
dameate los principios generales, que el d i s c í p u l o ya
conoce antes de ponerse á estudiar, á otros objetos
m á s r e c ó n d i t o s y oscuros; de modo que quien p r o d u -
ce f í s i c a m e n t e la ciencia en el discípulo, es el mismo
discípulo con su n a t u r a l actividad intelectiva, y al
maestro solo se le debe la d i r e c c i ó n de esta actividad,
mediante la ordenada proposición de las verdades ob-
jetivas que va ofreciendo sucesivamente á su consi-
deración ( í ) .

PROPOSICION SEGUNDA.

E l objeto adecuado de nuestro entendimiento es el sér


considerado en toda su latitud; pero el connatural ó pro-
porcionado, mientras se halla el alma unida con el cuer-
po, está constituido portas esencias d é l a s cosas
materialesy

180.—Observación.—Llámase objeto adecuado del


entendimiento a l que'~de alguna manera se adecúa
ó puede adecuarse esta potencia, conociéndolo aunque

p. q. 117, art. 1), hujusmodi uniyersalia principia applicat ad


allqua particularia, querum memoriam ct experimcntum per
sensum accipit, per invcntionem propriam adquirit scientiam
eorutn quse nesciebat, ex novis ad incógnita pro«edens. Unde
et quilibct docens ex his quce discipulus novit ducit eum i n cog-
nttionem eorum quce ignorabat, secundum quod dicitur in 1. Pos-
ter: «quod omnis doctrina et omnis disciplina, ex preexistentes
fit cognitione.»
(1) Véase sobre esta segunda parte de la proposición lo que
escribe Santo Tomás en la primera parte de su Suma teológica,
q. 76, art. 3., donde trata expresamente de esta materia. T a m -
bién puede servir para aclarar más las ideas sobre este asunto
lo que nosotros hemos escrito en el capítulo X X de «La Reli-
gión católica vindicada de las imposturas racionalistas.»
—124—
imperfectamente^ pues todo conocimiento es una cier-
ta a d e c u a c i ó n entre la potencia cognoscitiva y el ob-
jeto conocido. Por el c o n t r a r i o , / objeto connatural
ó proporcionado es aquel que puede ser conocido por
nuestro entendimiento, no como quiera, sino con concep-
tos propios. Un concepto puede ser propio de dos ma-
neras; ó representando inmediatamente como es en sí
á u n objeto, sin usar de negaciones ó a n a l o g í a s j y p o r
cierta especie de i n t u i c i ó n ; como por ejemplo, el con-
cepto que tenemos acerca del hombre; ó haciendo esta
r e p r e s e n t a c i ó n de una manera mediata, merced á
ciertas negaciones ó analogías]© á la c o m b i n a c i ó n de
ciertos conceptos u n i v e r s a l e s ' í n á s simples, los cuales
juntos sirven para expresar u n objeto determinado y
distinto de los d e m á s , como son los que tenejnos en
orden á los e s p í r i t u s y á D i o s nuestro S e ñ o r . Los con-
ceptos propios que se refieren al objeto connatural y
proporcionado en cuestión, son los de la p r i m e r a clase
y se llaman estrictamente propios; los de la segunda
pertenecen al objeto adecuado y se conocen con el
nombre de propios formados de comunes.
Decimos: m i é n t r a s esté el alma unida con el cuerpo:
porque cuando se halle separada de él, entonces su ob-
jeto proporcionado s e r á el que corresponde á los espí-
ritus; porque el alma separada vive á la manera de los
e s p í r i t u s puros.;
181.—Prueba de la i.a p.—Nuestro entendimiento
tiene a p t i t u d i n t r í n s e c a para conocer, al menos_de una
manera imperfecta y por medio de conceptos a n á l o -
gos, todo cuanto tenga r a z ó n de sí, sea material ó i n -
material, creado ó increado, natural ó sobrenatural,
con t a l que le sea convenientemente manifestado.'
Porque si conoce la r a z ó n del sér en general, necesa-
riamente debe conocer t a m b i é n de a l g ú n modo, siquie-
ra sea imperfecto, todo cuanto participe de esta r a z ó n ,
-12 5 -
siempre que aparezca ante su vista. Así es que de esta
manera imperfecta conocemos, no solo las cosas del
m u n d o visible, sino t a m b i é n á Dios mismo y á sus
Ángeles, y los misterios de la revelación, y formamos
concepto hasta d é l a s mismas negaciones y carencias,
que no son seres sino negaciones de seres. N i p o r eso
se iguala nuestro entendimiento al divino n i al angéli-
co siquiera; porque en la manera de conocer unos
mismos seres somos superados inmensamente por
ellos; y muchos seres para nosotros no son cognoscibles
sino por vía de revelación sobrenatural, m i é n t r a s que
los Ángeles ven muchas cosas en v i r t u d de su propia
esencia espiritual, y Dios por su misma Esencia está
determinado á conocer con u n conocimiento ú n i c o
todas las cosas cognoscibles. Luego etc.
182.—Prueba de la 2.a p.—En p r i m e r lugar, que el
objeto connatural del entendimiento humano sean
las esencias de las cosas, es evidente. Porque su ten-
dencia n a t u r a l en todo cuanto se propone á su consi-
d e r a c i ó n es averiguar qué cosa sea ó cual es su esen-
cia. Por eso hasta los n i ñ o s hacen sus preguntas
diciendo: ¿Qwe es esto? ¿qué cosa es? Y el mismo n o m -
bre de entendimiento indica bien á las claras que el
objeto propio ó proporcionado de esta facultad son
las esencias de las cosas, al paso que el de las faculta-
des sensitivas son los hechos y los accidentes de estas
esencias. Porque entendimiento viene de intus le-
gere, que significa recoger mentalmente las internas
propiedades de los seres, lo que se halla bajo las apa-
riencias sensibles, ó sea la esencia. Dice m u y bien á
este p r o p ó s i t o Santo T o m á s : «La palabra entendi-
miento significa u n cierto conocimiento í n t i m o . Por-
que intelligere es lo mismo que intus legere: y esto se
hace patente á cuantos consideran la diferencia que
existe entre el entendimiento y los sentidos. Porque
— 126— —
el conocimiento sensitivo se ocupa en las cualidades
sensibles externas; mas el intelectual penetra en la
misma esencia de la cosa; pues, como dijo Aristóteles
(lib. 3, de anima, text. 26), el objeto del entendimiento
es lo esencial á las cosas (1)».
183.—En el segundo lugar, que estas esencias no
sean otras que las de las cosas materiales, se prueba
m u y f á c i l m e n t e . Porque el objeto proporcionado de
una potencia es aquel que corresponde al estado na-
t u r a l de esta potencia. Es así que el estado n a t u r a l
del entendimiento h u m a n o , cuando el alma está
unida al cuerpo, es existir en el alma, que es forma
del cuerpo, y por consiguiente tener alguna depen-
dencia de la materia en su manera de s é r . Luego su
objeto proporcionado no puede ser una forma abso-
lutamente i n m a t e r i a l , como la de los entendimientos
angélicos, sino una forma que sea algo mezclado de
materialidad é i n m a t e r i a l i d a d , cuales son las esen-
cias de las cosas materiales; las cuales son materiales
en sí mismas y solo gozan de inmaterialidad en cuan-
to idealizadas por el entendimiento y a b s t r a í d a s por
él todas sus condiciones individuales y concretas.
Dice m u y bien Santo T o m á s : «La o p e r a c i ó n guarda
p r o p o r c i ó n con la v i r t u d y la esencia: ahora bien lo
intelectivo del hombre e s t á en lo sensitivo: luego su
propia o p e r a c i ó n es entender las cosas inteligibles en
los fantasmas (2).» Y en otra parte. «La potencia
cognoscitiva es proporcionada al objeto cognoscible.
Por donde el entendimiento del Á n g e l , que está t o -
talmente separado del cuerpo, tiene por objeto p r o -
porcionado las sustancias inteligibles separadas del
cuerpo, y por medio de esta clase de cosas inteligibles

(1) Santo Tomás, Summ. tehol., a.4, 2." q. 8. art. 1.


(a) I d . De Memor. et Reminise., lect. t .
— 127 —
conoce los objetos materiales. Mas el objeto p r o p i o
del entendimiento h u m a n o , que está unido al cuerpo,
son las esencias ó naturalezas existentes en la mate-
ria c o r p ó r e a : y por estas naturalezas de las cosas
visibles es como llega á a d q u i r i r a l g ú n conocimiento
de las invisibles (i).»
184.—De a q u í es que ninguna idea podemos a d q u i -
r i r que no tenga alguna relación á los sentidos, como
cada uno lo puede observar examinando las ideas que
posee; y los que desde el vientre de sus madres vie-
nen privados de a l g ú n sentido, carecen durante toda
su vida de aquellas ideas universales que dicen rela-
ción á aquel sentido, como lo nota m u y bien S. Agus-
tín con estas palabras: «Los ciegos de nacimiento,
cuando son interrogados acerca de la luz y de los co-
lores, no hallan cosa que responder. Porque no ha-
biendo tenido nunca sensación alguna de lo colorado,
tampoco se lo pueden imaginar (2).»
La inteligencia no usa de ó r g a n o corporal en sus
actos; pero necesita de las representaciones imagina-
rias para que pueda formar sus ideas, y así é s t a s no
pueden menos de versar directa y p r i m a r i a m e n t e so-
bre los mismos objetos que han sido aprehendidos
con los sentidos. A ú n m á s ; hasta para usar de las es-
pecies ya adquiridas, necesita el entendimiento de la
presencia del fantasma, como hemos observado m á s
arriba (167). L o cual es signo manifiesto de que el ob-
jeto propio y proporcionado de nuestro entendimien-
to, no es lo i n m a t e r i a l p u r o , sino lo mezclado de ma-
terialidad é i n m a t e r i a l i d a d , ó sea la esencia de las co-
sas materiales a b s t r a í d a s de sus condiciones propias,
que son las notas individuantes; pues la materia, como

(1) Santo T o m á s , Summ. theol., 1. p. q. 84. art. 7.


(a) San Agustín, Eptst. 7. ad Nebrid. n . 6.
— 128 —
tal, dice individualidad, por ser el p r i m e r sujeto de
las formas.
185. —Sobre esto se debe notar que nuestra i n t e l i -
gencia no llega al conocimiento de la sustancia sino
mediante el de sus manifestaciones ó accidentes; y por
tanto la esencia de éstos es la que p r i n c i p a l í s i m a m e n t e
pertenece á su objeto propio y proporcionado. Pero
no es la esencia sola de los accidentes la que forma y
constituye este objeto, sino que t a m b i é n entra en él
ia sustancia en manera que puede ser conocida por
el entendimiento; porque esta potencia con su i n c l i -
nación p r i m a r i a y principal tiende á conocer cuál sea
le esencia del s é r mismo y no precisamente la de sus
accidentes, siquiera no la pueda conocer sino median-
te el conocimiento de ellos.

PROPOSICION TERCERA.

Nuestro entendimiento p r i m a r i a y directamente no apre-


hende sino lo universal; lo singular no lo percibe sino
por cierta especie de reflexión sobre los actos de la
sensibilidad.

186. —Observación.—En esta tésis seguimos la opi-


n i ó n del Angélico Doctor por paracernos mejor funda-
da que la del eximio Suarez, quien con otros muchos
filósofos atribuye á nuestro entendimiento u n cono-
cimiento directo de los singulares y á u n pretende que
lo singular es conocido antes que lo universal por esta
potencia (1).
187. —Prueba de la 1.'p.—i.0 De lo demostrado en
la precedente tésis consta que el objeto propio y con-

(1) Puede verse largamente defendida su opinión en su tra-


tado de Anima, lib, 4. cap. 3 .
—129 —
natural de nuestro entendimiento son las esencias de
las cosas materiales. Es así que las esencias, en cuan-
to tales, prescinden de los particulares y son por lo
tanto verdaderos universales directos, de los cuales
estamos ahora tratando. Luego el objeto p r i m a r i o y
directo de nuestro entendimiento son los universales
y no los singulares.
Ni vale decir que las esencias á que m i r a con su ac-
to p r i m a r i o el entendimiento, son particulares y con-
cretas; porque en este su acto p r i m a r i o y e s p o n t á n e o
no las m i r a por el lado de su singularidad, lo cual es
propio de los sentidos, sino por el de su entidad s i m -
plemente t a l , y por lo tanto indiferente de suyo para
ser predicada de uno ó de muchos, que es lo que
constituye el verdadero universal directo.
188.—2.0 Nuestro entendimiento, como potencia es-
p i r i t u a l é incorruptible, debe versar p r i m a r i a y direc-
tamente sobre u n objeto que sea á su vez espiritual
é incorruptible; porque el objeto propio y connatural
de una potencia debe guardar p r o p o r c i ó n con ella.
Por otra parte, si nuestro entendimiento perteneciera
á u n e s p í r i t u puro, cuales son los Angeles, el dicho
objeto sería t a m b i é n espiritual puro, y el acto p r i m a -
rio y directo de nuestra potencia intelectiva v e r s a r í a
sobre los singulares incorruptibles, que son las sus-
tancias angélicas. Pero como pertenece á u n alma
que es forma del cuerpo, el objeto sobre que p r i m a r i a
y directamente versa, es lo espiritual é i n c o r r u p t i -
ble mezclado de materialidad y c o r r u p t i b i l i d a d . Es
así que lo espiritual é i n c o r r u p t i b l e mezclado de mate-
rialidad y corruptibilidad son solo las esencias de las
cosas materiales ó sea lo universal; porque los singu-
lares materiales son formalmente corruptibles. Luego
estas esencias, y no los individuos corruptibles bajo
la r a z ó n formal de singulares, son lo que nuestro en-
Psícología. n
—130—
tendimiento aprehende con sus actos primeros y d i -
rectos.
189, —3.0 Si nuestro entendimiento percibiera p r i -
maria y directamente el singular, por él d e b e r í a n
comenzar sus actos p r i m e r o s , y así no solo con los
sentidos sino t a m b i é n con la inteligencia p e r c i b i r í a -
mos á n t e s lo singular que lo universal. Es así que
la marcha que lleva naturalmente nuestra inteligen-
cia en el conocimiento de las cosas, es enteramente
opuesta; pues p r i m e r o las percibimos confusamente
con conceptos m u y vagos y generales, y d e s p u é s , á
medida que vamos perfeccionando nuestro concepto,
lo vamos concretando y circunscribiendo -y de esta
manera nos vamos acercando hácia el singular. Luego
lo que p r i m a r i a y directamente percibe nuestro en-
tendimiento en las cosas materiales, no es lo singular
sino lo universal: y á u n entre los mismos objetos
universales aquellos han debido ser percibidos p r i m e -
ro en el orden c r o n o l ó g i c o , que están dotados de ma-
yor universalidad por la mayor vaguedad é imperfec-
ción que encierra esta clase de conceptos naturales y
e s p o n t á n e o s . Aunque, una vez adquirida la noticia
de estos objetos, no es menester que para percibir
una esencia cualquiera los vuelva á percibir de nuevo;
pues basta que tenga de ellos un conocimiento ha-
bitual.
190. —Dice m u y bien á este p r o p ó s i t o Santo T o m á s :
«Todo lo que pasa de la potencia al acto, p r i m e r o
llega al acto incompleto, que es una cosa intermedia
entre la potencia y el acto, que al acto completo.
Ahora bien, el acto perfecto á que llega el entendi-
miento, es la ciencia completa, con la cual son cono-
cidas distinta y determinadamente las cosas; y acto
incompleto es la ciencia imperfecta, por la cual se
saben las cosas sin ser distinguidas unas de otras
—.131 —
sino con cierta confusión. Porque lo que es conocido
de esta manera, bajo un cierto aspecto es conocido de
hecho, pero bajo otro está t o d a v í a en potencia para
ser conocido. Por donde dice Aristóteles en el libro
primero de los. Físicos (text. 3) que lo que primero se
présenla á nuestro entendimienlo, y lo m á s cierto para
nosotros son las cosas m á s confusas, y que nuestros co-
nocimientos ulteriores se hacen distinguiendo los p r i n c i -
pios y los elementos (1),
De a q u í infiere con mucha r a z ó n , que tanto los sen-
tidos como el entendimiento perciben p r i m e r o lo m á s
c o m ú n é indeterminado y d e s p u é s lo m á s determina-
do y Concreto. De donde resulta que á n t e s de percibir
el entendimiento u n singular cualquiera ya ha debido
formarse los conceptos de ser, de sustancia, á z c u e r p o ,
de viviente, de animal y de hombre; porque todos ellos
son m á s vagos é indeterminados que los de u n i n d i -
viduo cualquiera; si bien, como d e c í a m o s poco ha,
para percibir la esencia del cuerpo no necesita pensar
de nuevo de una manera formal y expresa en el ser,
en la sustancia, etc., sino que le basta darlos por su-
puestos.
191.—4.0 Si p e r c i b i é r a m o s directamente con la i n -
teligencia los singulares, t e n d r í a m o s idea propia de
la singularidad de cada uno y s a b r í a m o s por consi-
guiente en q u é consiste; así como, porque percibimos
directamente las esencias de las cosas materiales, sa-
bemos en q u é consiste cada una de ellas. Es así que
no sabemos en q u é consiste la singularidad de n i n g ú n
individuo material; pues no los podemos d i s t i n g u i r
uno de otro sino por un cierto conjunto de notas i n -
dividuales, en las cuales no consiste su s i n g u l a r i d a d ,
puesto que sin ninguna de ellas p o d r í a haber existido

(1) Santo Tomás, Siimm. theol. 1. p. q. 85,* art. 3.


— 132— ,
el individuo que las posee. Luego solo lo universal es
lo que percibimos con el entendimiento de una ma-
nera directa.
192. — 5.0 Si p e r c i b i é r a m o s directa y primariamente
el singular, no p o d r í a m o s nunca con estas especies
singulares formar u n solo concepto universal directo.
Porque estas especies, p o r m á s que se m u l t i p l i q u e n
en el entendimiento, siempre conservan su tendencia
p r i m e r a , que es la de determinar la inteligencia á la
p e r c e p c i ó n de los singulares, en cuanto tales, y por
consiguiente en cuanto distintos los unos d é l o s otros.
N i el entendimiento puede ser tampoco movido por la
voluntad á que considere lo que hay en ellos de co-
m ú n y forme de esta manera el universal directo;
porque para esto debe ser conocido ya á la voluntad
el universal, por la sencilla r a z ó n de que nada puede
ser querido sin que sea p r é v i a m e n t e conocido. Fuera
de que en tal caso todas nuestras ideas universales se
f o r m a r í a n , no por e s p o n t á n e a a b s t r a c c i ó n de nuestro
entendimiento, sino por la c o r p o r a c i ó n de unos i n d i -
viduos con otros, debida al libre ejercicio de la volun-
tad, lo cual en ninguna manera puede ser a d m i t i d o .
Luego etc.
193. —Dice ciertamente el P . Suarez, que el enten-
dimiento, cuando ha sido informado por las especies
impresas de varios singulares semejantes, en v i r t u d
de su natural fuerza abstractiva tiene poder para
considerar, ora los individuos como tales, ora lo que
todos ellos tienen de c o m ú n , y formar de este modo
por a b s t r a c c i ó n el universal directo (1). Pero ^cómo
es determinada esta potencia á que produzca m á s
bien el concepto universal que el particular? L a de-
t e r m i n a c i ó n le debe venir ó de la voluntad ó de las

(1) Suarez, de anima, l i b . 4. cap. 3, n. 13.


especies mismas; porque ella no es capaz de elegir
un acto m á s bien que o t r o . Ahora bien, esta deter-
m i n a c i ó n no son capaces de producirla n i las especies
de los singulares n i el libre a l b e d r í o . Luego la forma-
ción de los conceptos universales es absolutamente
imposible en la h i p ó t e s i s de que el objeto p r i m a r i o
y directo de nuestro entendimiento sean los singula-
res y de que á la p e r c e p c i ó n intelectual de éstos haya
de seguirse la de los universales.
194. —Prueba de la 2 * p.—Esta segunda parte se
deduce evidentemente de la anterior. Porque por
una parte nuestro entendimiento conoce algunos
objetos singulares, puesto que sobre ellos forma sus
juicios, ya especulativos, ya p r á c t i c o s ; y por otra no
los puede conocer directamente y movido por su es-
pecie propia ó bien representativa de su s i n g u l a r i -
dad. Luego es claro que los debe conocer por cierta
especie de reflexión sobre los actos de sensibilidad:
pues ésta es la que tiene por objeto percibir los singu-
lares, en cuanto tales.
195. — C ó m o haga esta reflexión el entendimiento y
c ó m o perciba mediante ella el singular, en cuanto
tal, no es cosa fácil de entender y mucho m é n o s de
explicar. La dificultad grande que en ello se encierra,
es la que m o v i ó principalmente al eximio Suarez á
decidirse por la o p i n i ó n contraria. Santo Tomas dice
que siendo propio de las esencias materiales existir
en los singulares, cu3ra percepción corresponde á los
sentidos y á la fantasía, el entendimiento para cono-
cer el singular, en cuanto t a l , necesita convertirse
hácia el fantasma de la i m a g i n a c i ó n . Así debe ser sin
duda; pues no se vé otro modo c ó m o pueda conocer
el singular (1). Pero contra esta explicación insta

(1) Santo Tomás, Summ. theol. i . p. q. 84, art. 7.


— 134 —
Suarez, diciendo que t a m b i é n el fantasma es una
cosa material y por lo tanto no p o d r á ser conocido
directamente por el entendimiento ( i ) .
Q u i z á s se p o d r á responder que el fantasma, en
r a z ó n de hecho psicológico, puede ser conocido por
la inteligencia merced á la r a d i c a c i ó n que todas las
potencias tienen en una misma alma, m á x i m e siendo
la sustancia de ésta comprincipio de todas ellas,
como queda probado m á s arriba (49 y siguientes).
De todos modos, aunque t u v i é r a m o s por insoluble
esta dificultad, no por eso d e b e r í a m o s abandonar la
doctrina probada en la tésis con razones poderosas.
Porque lo ú n i c o que se p o d r í a inferir de ella, es que
no sabemos c ó m o perciba nuestro entendimiento los
objetos singulares c o n v e r t i é n d o s e á los fantasmas en
que e s t á n representados. Esto es mucho m é n o s duro
ciertamente que el gran inconveniente de no poder-
se explicar en manera alguna la e s p o n t á n e a forma-
ción de los universales, si nuestro entendimiento ha
de versar p r i m e r o sobre el singular, como a r g ü í a m o s
en el argumento q u i n t o .
196. —Pero se d i r á : La materialidad de los objetos
singulares no i m p i d e que nuestro entendimiento los
conozca directamente; puesto que t a m b i é n en su na-
turaleza abstracta y universal tienen materia y sin
embargo son percibidos de la manera dicha. A d e m á s ,
los Angeles perciben los singulares materiales" direc-
tamente y esto m i s m o acaece á los sentidos. ¿Por q u é
pues hemos de negar esta perfección á nuestro enten-
dimiento?
197. —A la primera áe. estas dificultades respondere-
mos que la materia abstracta y propia de las esencias
materiales ya está espiritualizada, por decirlo así, y

(1) Suarez,' de anima, lib. 4, cap. 3. n. 7.


-135-
reducida á la c o n d i c i ó n i n m o b l e é i n c o r r u p t i b l e de lo
espiritual p u r o , lo cual no se halla en la materia i n d i -
vidual y corruptible ( i ) .
A la segunda tomada, del conocimiento angélico, de-
cimos que las especies comunicadas por Dios á los
Ángeles son mucho m á s perfectas que las que puede
formar nuestra inteligencia con la a b s t r a c c i ó n espon-
t á n e a ; y así no es maravilla que la m i s m a especie con
que conocen las esencias materiales, les sirva t a m b i é n
para conocer directamente los individuos singulares
de estas esencias.
Á la tercera, finalmente, diremos con Santo T o -
mas (2) que la v i r t u d superior puede lo que el infe-
rior, pero de una manera m á s alta y elevada. Por don-
de lo que el sentido percibe concreta y materialmente,
el entendimiento lo aprehende de una manera u n i -
versal y abstracta. Nuestro entendimiento es de una
perfección media entre el entendimiento de los Á n -
geles y las facultades perceptivas de las bestias; y así
no es e x t r a ñ o que siendo superior á éstas en percibir
las i n t r í n s e c a s esencias de las cosas con conceptos
universales, sea inferior á los Ángeles en no poder
percibir directamente los individuos de estas esencias
con las especies universales de las mismas. -
El P. Valencia, sin embargo, equipara en esto nues-
tro entendimiento al angélico, diciendo que la espe-
cie inteligible y a b s t r a í d a del fantasma sensible d e -
termina primariamente á nuestro entendimiento á
formar el concepto universal, y d e s p u é s de una mane-
ra secundaria, aunque t a m b i é n directa, á p r o d u c i r e
del singular. «La diferencia que hay, escribe, entre la

(1) Véase sobre esto Santo Tomás, de Vertíate, qusest. 10


de mente, arL. 5, ad i.um
(2) Id. Summ. theol. q. 86. art. 1. ad 3.um\
—136 —
especie inteligible y el fantasma; entre el entendimien-
to y el sentido, consiste en que el fantasma represen-
ta el objeto solamente en cuanto singular, y el sentido
lo percibe bajo la misma forma; al paso que la espe-
cie inteligible lo representa ademas como universal,
bajo cuya forma es percibido primariamente por el
entendimiento (1).»
E n este sentido no tenemos dificultad en conceder
á nuestra inteligencia el conocimiento directo de los
singulares materiales; porque el tal conocimiento
siempre es secundario y supone ya formado el concep-
to universal, á que de suyo y p r i m a r i a m e n t e conduce
la especie inteligible.

PROPOSICION. TERCERA..

ÜSCuestro entendimienio entiende las cosas representán-


doselas idealmente en su interior; pero esta representa-
ción, llamada verbo, concepto y especie expresa, no le
sirve de i m á g e n en que las contemple como en un espe-
j o , sino que es el mismo acto cognoscitivo con que se
p07^e en comunicación inmediata y directa con el
objeto percibido.

198.—Observación.—El cardenal Cayetano y otros


muchos de su escuela, opinan que nuestro entendi-
miento, para entender los objetos, forma-en su inte-
r i o r una cierta i m á g e n ideal de los mismos, llamada
verbo, concepto y especie expresa, y luego dirige hácia
ella su a t e n c i ó n para verlos en ella representados, re-
sultando de a q u í que nuestro entendimiento no co-
noce los objetos en sí mismos sino en sus i m á g e n e s y

(1) Valencia, Comment. in 1. p . D , Thom. disp. 6, q. 7.


puncto 1. Secunda assert.
— 137-
que el verbo de la mente es distinto del mismo acto de
entender.
Esta doctrina la ha profesado t a m b i é n nuestro i n -
signe Balmes en nuestros tiempos ( i ) y ella le hizo
abrazarse con el instinto reidiano, el cual era el ú n i c o
medio que se le ofrecía para explicar el t r á n s i t o de
la idea al objeto. Por el contrario el Cardenal Tole-
do (2), Suarez (3), Lugo, y generalmente todos los au-
tores de la C o m p a ñ í a de J e s ú s , así como t a m b i é n los
Escotistas, rechazan tal modo de conocimiento media-
to, y sostienen que el verbo de la mente es el mismo
acto cognoscitivo con que directa é inmediatamente
percibimos los objetos, y esto es lo que nosotros vamos
á probar en la p r o p o s i c i ó n enunciada.
199.—Prueba de la 7.a p.—El entendimiento, al en-
tender losobjetos, se hace idealmente semejante á ellos
aprehendiendo en su i n t e r i o r de una manera espiritual
é intencional su forma ó esencia. Por eso se dan co-
munmente al acto de entender los nombres de apre-
hensión, concepto, verbo mental, etc.; porque con la inte-
lección la mente aprehende la forma del objeto exterior
y se la representa á sí propia, viniendo de esta mane-
ra en conocimiento suyo. Luego es evidente que la
potencia sobredicha entiende las cosas r e p r e s e n t á n -
doselas en su interior ó sea formando una i m á g e n i n -
tencional suya llamada véíbo ó especie expresa.

(1) «Es la idea, escribe en la Filosofía ftmdamental (lib. 1.


c. 11. n. 116), un espejo, que será tanto más perfecto, cuanto
más perfecta produzca su ilusión. Es necesario que presente los
objetos solos á conveniente distancia, sin que el ojo vea nada
del cristalino plano que los refleja.»
(3) Toledo Comment. i n Summ, theol. D . Thom. 1. p. q. 27,
art. 1. QUESTIO I . '
(3) Suarez, de anima, l i b . 3. cap. 5.
-138-
200. —Prueba de la 2.a p . — i . * Si la r e p r e s e n t a c i ó n
ideal de los objetos nos sirviera de espejo en que los
v i é r a m o s y c o n t e m p l á r a m o s nosotros, d e b e r í a m o s
d i r i g i r nuestra vista intelectual h á c i a esta i m á g e n y
verla y conocerla, como sucede cuando d i r i g i m o s la
vista corporal hácia los espejos materiales. Es así que
nosotros no vemos, n i conocemos esta i m á g e n , como
á cada uno se lo dice su propia experiencia y como lo
confiesan los mismos autores a q u í aludidos; los cuales
no fundan su doctrina en la vista experimental que
tengamos de este f e n ó m e n o sino en ciertos raciocinios
que s e r á n m u y pronto refutados. Luego la represen-
tación ideal en c u e s t i ó n no es sino el mismo acto i n t e -
lectivo con que conocemos directamente el objeto.
201. —2.° Si la r e p r e s e n t a c i ó n dicha nos sirviera de
i m á g e n para contemplaren ella su p r o t o t i p o ú objeto
externo, no solo d e b e r í a m o s ver esta r e p r e s e n t a c i ó n
ó i m á g e n , sino que la d e b e r í a m o s ver con m á s clari-
dad que el objeto por ella representado. Porque d é l a
tal i m á g e n t e n d r í a m o s un conocimiento i n t u i t i v o , y
del objeto por ella representado un conocimiento me-
ramente abstractivo, el cuaiporfuerza debe ser mucho
m á s pálido é imperfecto. Es así que sucede todo lo
contrario; pues la vista del objeto todo el m u n d o la
siente en sí mismo, mas la de la i m á g e n por nadie es
sentida. Luego ...
Dice el Cardenal Cayetano que esto previene de que
el verbo mental es contemplado por nuestra inteligen-^
cia en razón de i m á g e n y no en r a z ó n de entidad física.
Pero á esto responderemos con el Cardenal Toledo:
«Es imposible que sea vista la i m á g e n en r a z ó n de t a l ,
sin que sea vista t a m b i é n la entidad física de que ella
consta, como es claro á todos (i).» Y a ñ a d i r e m o s con

(O Toledo, /. cit.
— i39 —
el P . Suarez: «La referida entidad es esencialmente
imagen y la tal i m á g e n es esencialmente entidad física;
luego es imposible queel'verbo sea conocido en razón
de i m á g e n y no en r a z ó n de entidad física. Por esta
causa, cuando tratamos del verbo por medio de un
acto reflejo, entonces lo conocemos bajo las dos razo-
nes dichas (i).»
202.—3.0 En la h i p ó t e s i s mencionada no p e r c i b i r í a -
mos propiamente los objetos sino sus i m á g e n e s ; como
cuando percibimos el retrato de u n amigo, no vemos
propiamente al amigo sino su i m á g e n . Luego toda
nuestra ciencia versaría sobre las i m á g e n e s intelectua-
les de las cosas y no sobres las cosas misma, y toda la
Filosofía e s t a r í a reducida al puro idealismo.
• Dice m u y bien á este p r o p ó s i t o Santo T o m á s : «Si
lo que nosotros entendemos, son las especies ó i m á -
genes de las cosas, las ciencias no t r a t a r á n de las
cosas que e s t á n fuera de nuestra alma, sino sola-
mente de las especies inteligibles que en ella existen;
como decían los p l a t ó n i c o s que todas las ciencias
versan sobre las ideas, las cuales, s e g ú n ellos, son lo
que de hecho entendemos (2).»
Es verdad que el Santo Doctor no habla a q u í de
las especies expresas ó verbos mentales sino de las
impresas, por las cuales es determinado nuestro en-
tendimiento á formar las expresas, como los hemos
explicado m á s arriba al hablar de los sentidos (98).
Pero su argumento prueba lo mismo con respecto á
las expresas que á las impresas. Por esto escribe en
la Suma contra los gentiles: « L l á m a s e i n t e n c i ó n enten-
dida lo que el entendimiento concibe en sí mismo de
la cosa entendida: la cual i n t e n c i ó n en nosotros no es

(1) Suarez, /. cit. n . 17.


(1) Santo Tomás, Summ. theol. 1. p. q. 85, art: 2.
—140—
ni la misma cosa que es entendida,, n i la misma sus-
tancia del entendimiento, sino cierta semejanza de la
cosa entendida, concebida por el entendimiento y
significada por las palabras exteriores; r a z ó n por la
cual recibe el hombre de verbo ó palabra. Y que en
nosotros la tal i n t e n c i ó n ó verbo no sea lo que enten-
demos, se demuestra con observar que una cosa es
entender la realidad objetiva y otra entender la i n t e n -
ción dicha. Esto segundo lo hace el entendimiento,
cuando convierte la a t e n c i ó n h á c i a su p r o p i o acto:
por donde entre las ciencias, unas versan sobre las co-
sas y otras sobre las ideas ó intenciones entendi-
das (1).»
203.—4.0 La r a z ó n de poner tal modo de p e r c e p c i ó n
mediata en nuestro entendimiento, la fundan los au-
tores mencionados en que la intelección se hace u n i é n -
dose la potencia intelectiva con su objeto. « P o r q u e ,
dicen, los objetos los conoce nuestro entendimiento,
no por i n t u i c i ó n , sino por !abstraccion y por consi-
guiente en ausencia de los mismos. Ahora bien; es-
tando el objeto ausente, el entendimiento no se puede
u n i r á él sino u n i é n d o s e á su imagen. Luego la mente,
para percibir sus objetos, p r i m e r o forma una i m a -
gen suya, que es el verbo ó especie expresa, y des-

(1) «Dico autem intentionem intcllectam id quod intcllectus


in se ipso concipit de re intellecta. Quse quidem i n nobis ñeque
est ipsa res quoe intelligitur, ñeque est ipsa substantia intellectus;
sed est quacdam similitudo concepta intiellectu de re intellecta,
quam voces exteriores significant; unde et ipsa intcntio verbum
interius nominatur, quod est exterior! verbo significatum. Et
quidem quod prasdicta intentio non sit in nobis res intellecta,
inde apparet quod aliud est intelligere rem, et aliud est intelli-
gere ipsam intentionem intellectain, quod intellectus facit, djum
super opus suum reflectitur. (S. Thom. Summ. cont. gent. l i b .
4, cap. n ) . »
— i4i —
pues al instante los comtempla en e s t a i m á g e n d i r i -
giendo á ella su vista intelectiva.» Por eso en la visión
beatífica, con que los bienaventurados ven á Dios por
i n t u i c i ó n , no admiten verbo alguno los tales autores.
Y esto mismo hacen con el sentido de la vista, al paso
que en las percepciones imaginarias, por ser represen-
taciones abstractivas y versar sobre objetos ausentes,
lo mismo que los actos intelectuales, ponen t a m b i é n
una i m á g e n interna, que llaman ídolo y en el cual
como en un espejo vé, s e g ú n ellos, la i m a g i n a c i ó n sus
objetos. Es así que para unirse la potencia cognoscitiva
con el objeto no necesita fabricarse semejante idolillo;
porque le basta p r o d u c i r y recibir en sí el acto cog-
noscitivo, el cual, p o r el mero hecho de informarla y
actuarla, la p o n d r á en relación directa ó inmediata con
el objeto. Luego la u n i ó n mencionada no exige que
nuestra p e r c e p c i ó n sea mediata.
204.—Dice m u y bien el P. Suarez respondiendo á
este argumento de los adversarios: «La t e r m i n a c i ó n
del conocimiento en el objeto no se debe entender ma-
terialmente como se termina la línea en el p u n t o , sino
que se la debe entender de u n modo intencional y es-
p i r i t u a l . Por tanto, el terminarse el conocimiento en
el objeto no es otra fosa que ser conocido este objeto;
lo cual puede hacerse, no solo cuando el objeto está
ausente, sino á u n cuando no existe... En cierto sentido
lato se puede decir, sin embargo, que la cosa ausente
es conocida por nosotros en su idolillo ó i m á g e n , en
cuanto que á esta i m á g e n se debe el que percibamos la
cosa (1).» Esta i m á g e n en efecto, que es el mismo acto
cognoscitivo producido por nuestro entendimiento,
a c t ú a é informa á esta potencia, la cual entonces se

(1) Suarez,. I . cit. n. 17.


—142 —
halla puesta en relación inmediata y directa con el
objeto.
205.—La necesidad del verbo mental no nace en nos-
otros de que necesitemos de ella para contemplar
en sus facciones la de los objetos ausentes, sino de que
nada podemos entender, ausente ó presente, sin u n
acto cognoscitivo con que conozcamos la cosa y que sea
una cierta i m á g e n intencional de esta misma cosa.
Por eso Santo T o m á s pone el verbo de la mente en
todo acto cognoscitivo, ya sea una i n t u i c i ó n , y a una
a b s t r a c c i ó n . «Todo el que entiende, dice, por el mero
hecho de entender, forma en si u n cierto concepto de
la cosa entendida, el cual toma su origen de la misma
fuerza intelectiva y procede de su acción perceptiva.
Este concepto es significado por la palabra articulada
y se llama verbo ó palabra del corazón significado con
la palabra de la voz (1).»
Si Santo Tomas no hubiera tomado el verbo m e n -
tal en este sentido y solo lo hubiera creido necesario
para percibir en él los objetos ausentes y abstractos,
mal hubiera podido inferir de la p r o d u c c i ó n de nues-
tro verbo la del Verbo divino como allí pretende,
puesto que la p e r c e p c i ó n de que procede el Verbo d i -
vino, no es abstractiva como la nuestra, sino comple-
tamente i n t u i t i v a . Santo T o m á s * pues, e n s e ñ ó en las
referidas palabras que todo acto cognoscitivo, por el
mero hecho de ser cognoscitivo, es en sí mismo una
i m á g e n intencional del objeto conocido, ora esté pre-
sente el tal objeto, ora ausente; y que, por lo tanto,
á u n el mismo acto de ver á Dios, producido por los
bienaventurados en v i r t u d del h á b i t o sobrenatural
llamado lumen glories, con que se halla confortado su

(1) Santo Tomas Summ. Theol. 1. p. q. 27 art. 1.


-243 —
entendimiento, es un verdadero verbo ó i m á g e n i n -
tencional de ía divina Esencia por ellos vista.
Este verbo se diferencia de la acción intelectiva,
como el t é r m i n o se distingue de su acción; por eso
dice el Agélico Doctor que «procede de la acción inte-
lectiva. La acción intelectiva es el conocimiento i n
fieri; el verbo es el conocimiento i n f a d o esse. Por esta
causa á la acción dicha le d á Santo T o m á s el nombre
de )íoíicia; porque en efecto es una noticia incoada ó
in fieri y tiende esencialmente á la noticia perfecta ó i n
fació esse, que es el verbo.

PROPOSICION CUARTA.

E l j u i c i o es un acto del entendimiento, distintó de las


simples percepciones que le preceden, pero dependiente
de ellas y verdaderamente cognoscitivo.

206.—Observación.—Esidi p r o p o s i c i ó n tiene cuatro


partes. La p r i m e r a es contra Descartes y sus secuaces,
los cuales e n s e ñ a n que el juicio es u n acto de la vo-
luntad y no del entendimiento. E n la segunda sos-
tenemos la oponion generalmente recibida entre los
modernos, de que el juicio es en sí mismo un acto
simple y no una cierta colección de actos subordina-
dos entre sí, como pensaron muchos escolásticos de
gran nota, tales como Suarez(i), V á z q u e z (2), etc. En
la tercera se defiende contra los reidianos y los con-
simianos, la necesidad de la p r é v i a a p r e h e n s i ó n para
la formación de todo juicio, tanto inmediato como me-
diato y obtenido con el discurso. Por fin la cuarta va
dirigida contra los que afirman que el juicio no es u n

(1) Suarez, de anima, lib. 3. cap. 6, n . 5.


(3) Vázquez, Comment. i n 1. 2. D . Thomce, disp. 79, cap. 3.
— 144 —
acto estrictamente cognoscitivo sino simplemente ex-
presivo de la identidad ó no identidad del sujeto y del
predicado ( i ) . E n lo cual tenemos por defensores á
Santo T o m á s (2), á Suarez (3), á V á z q u e z (4) y á otros
muchos autores antiguos, siendo por consiguiente
inexacto lo que escribe un autor moderno, diciendo
que Loke es á quien debe su a c e p t a c i ó n entre los fi-
lósofos.
20J.—Prueba de la i.a p.—i.0 E l juicio es u n acto
que versa s ó b r e l a verdad. Es así que los actos de esta
especie pertenecen al entendimiento, así como los
que versan s o b r é el bien pertenecen á la voluntad.
Luego el juicio es u n acto del entendimiento. 2.0 E n
los juicios hay verdad y falsedad. Es así que la verdad
y falsedad son propias del entendimiento, así como
la bondad y la malicia lo son de la voluntad. Luego etc.
3.0 E l juicio es u n acto cognoscitivo ó expresivo de
la verdad. Es asi q u é el conocer corresponde al enten-
dimiento y no precisamente á la voluntad. Luego etc.
208.—Dicen los cartesianos: i.0 E l juicio consiste
en el asentimiento que damos á una verdad conocida,
ó en el disentimiento de alguna doctrina falsa. Es así
que asentir y disentir son actos de la voluntad; por-
que valen lo mismo que aprobar y reprobar, lo cual
es propio de esta potencia. Luego el juicio es u n acto
de la voluntad y no del entendimiento. 2.0 E l juicio

(1) «Poteritne, escribe el P. Tongiorgi, Psycol. n. 492, 3.»


compositio hsec (el juicio) dici cognitio? Potcrit sane, si cogni-
tionem latisime sumas pro actu, quo mens aliquod verbum ex-
primit.»
(2) Santo Tomás, Summ. theol. 1. p. q. 16, art. 2.
(3) Suarez, de anima, l i b . 3, cap. 6, n . 4, y Metaphy. disp.
8, sect. 4, n . 5.
(4) Vázquez, 1. cit.
-145 —
es el descanso del á n i m o deseoso de saber. Es asi que
el deseo de saber es u n acto de la voluntad. Luego
t a m b i é n la satisfacción de este deseo ó sea el juicio.
209. — F á c i l m e n t e se responde á estos argumentos.
A\ primero decimos que el asentir y disentir son actos
del entendimiento y no de la v o l u n t a d , á la cual co-
rresponde consentir y repugnar. Tanto el entendi-
miento como la voluntad aprueban y reprueban:
pero las aprobaciones y reprobaciones del p r i m e r o
son m u y distintas de las de la segunda.
A l segundo respondemos que la voluntad desea la
ciencia bajo la r a z ó n de bien y por lo mismo se goza
en la p o s e s i ó n de ella. Pero esto no hace que el juicio
en sí m i s m o verse sobre el bien, lo cual sé n e c e s i t a r í a
para que fuese producido por la voluntad. E l juicio
i n t r í n s e c a m e n t e versa sobre la verdad y por tanto
debe emanar del entendimiento. Solo que el conocer
la verdad t a m b i é n es apetecible para la v o l u n t a d ,
porque la verdad es un bien de los seres racionales;
y en r a z ó n de bien es apetecible para ella. Fuera de
que el deseo n a t u r a l de saber no pertenece solamente
á la voluntad sino t a m b i é n y con m á s propiedad al
entendimiento; el cual con respecto á la verdad tiene
el m i s m o apetito innato que la voluntad con respecto
al bien. De a q u í es que la satisfacción producida con
el conseguimiento de la verdad mediante el juicio
cierto y evidente, reside propiamente en la inteligen-
cia; aunque por la r a d i c a c i ó n que todas las potencias
tienen en u n mismo sujeto, esta satisfacción se difun-
de por la voluntad y á veces hasta redunda en las
mismas potencias sensitivas.
210. —Prueba de la 2.a p . — E l juicio es u n conoci-
miento comparativo, con que conocemos y expresa-
mos la conveniencia ó la desconveniencia entre el
sujeto y el predicado. Es asi que esta c o m p a r a c i ó n no
Psicología. 10
—146 —
puede pertenecer á varios actos sino á uno solo; por-
que la relación de una cosa con otra no puede ser
percibida sino por un acto que vea los dos extremos
correlacionados. Luego el juicio es u n acto ú n i c o y
distiato de las simples percepciones que le acom-
pañan.
211.—La r a z ó n fundamental en que se apoyaban
los Escolásticos para afirmar que el juicio no puede
consistir en un acto ú n i c o , era porque este acto debe-
ría tener por objeto al sujeto, al predicado y á la c ó -
pula. L o cual lo t e n í a n por imposible, porque nuestro
entendimiento no puede percibir muchas cosas, como
muchas, s e g ú n e n s e ñ a Santo T o m á s (1). Pero esta
r a z ó n no parece que pueda tener g r a n peso; porque
nuestro entendimiento, al conocer la conveniencia ó
desconveniencia del sujeto ó del predicado, conoce
ios tres elementos mencionados como partes de un
todo. Así es que el Angélico Doctor en el mismo lugar
arriba citado e n s e ñ a expresamente nuestra misma
doctrina, diciendo: « C u a n d o el entendimiento entien-
de la diferencia ó la c o m p a r a c i ó n de una cosa á otra,
conoce los dos extremos diferentes ó comparados; pero
ios conoce bajo la r a z ó n de la misma c o m p a r a c i ó n ^
diferencia, como acabamos de decir que conoce las par-
tes bajo la r a z ó n del todo (2).»
Primero percibe el sujeto, luego el predicado bajo
una forma absoluta; d e s p u é s estas percepciones ha-
cen brotar en él la p e r c e p c i ó n del predicado en ó Jue-
ra del sujeto, y entonces forma el juicio. Porque el en-
tendimiento, como e n s e ñ a allí mismo Santo T o m á s ,
nunca tiene dos actos á un mismo tiempo; y así, cuan-
do juzga, no está informado sino por el solo acto de

(1) Santo Tomás, Summ. iheol. 1. p. q. 85, art. 4.


(3) Id. ib. resp. ad 4.um
— 147 —
juzgar, que es u n acto comparativo y verdadaramen-
te ú n i c o .
312. —Prueba de la y * p.—i.0 Nuestro e n t e n d i m i e n -
to es una potencia progresiva, que comienza por la
carencia completa de conocimientos y d e s p u é s va
p e r f e c c i o n á n d o s e sucesivamente, pasando de los actos
m á s imperfectos á los m á s perfectos: en lo cual se d i -
ferencia de los Á n g e l e s , que, como e s p í r i t u s puros y
formas subsistentes por sí mismas, toda la ciencia la
recibieron al ser criados y no la adquirieron con el
discurso. Es así que la simple a p r e h e n s i ó n de un ob-
jeto es u n acto m é n o s perfecto que el juicio sobre el
mismo objeto; porque con la p r i m e r a el entendimien-
to no tiene sino una conformidad incoada con la cosa
conocida y con el juicio la adquiere completa, r a z ó n
por la cual la verdad solo en el juicio se halla de una
manera perfecta (L. 299). Luego el entendimiento,
para juzgar sobre una cosa, primero la ha debido per-
cibir con una a p r e h e n s i ó n simple.
313. —2.0 L a experiencia misma nos está diciendo
cada dia que, á n t e s de juzgar, necesitamos llamar la
materia del juicio ante el t r i b u n a l de nuestra i n t e l i -
gencia, p r o p o n i é n d o n o s l a ante los ojos de esta facul-
tad por medio de una a p r e h e n s i ó n simple. Luego el
juicio requiere como c o n d i c i ó n p r é v i a la simple apre-
h e n s i ó n del. objeto.
214.—3.0 Nuestro entendimiento forma sus juicios
componiendo y dividiendo. Pues, como s á b i a m e n t e
advierte Santo T o m á s (1), nuestra inteligencia en su
manera de a d q u i r i r sus conocimientos se asemeja á
las cosas generables; las cuales no adquieren sino su-
cesivamente y p o r grados su perfección. Por donde,
al percibir por p r i m e r a vez u n objeto, no adquiere

(1) Santo Tomás, Summ. theol., 1. p. q. B5. art. 5.


— 148—
conocimiento completo de él, sino que en esta su p r i -
mera a p r e h e n s i ó n percibe algo suyo solamente, v. gr.
su esencia, la cual es su p r i m e r o y principal objeto.
D e s p u é s percibe sus propiedades, sus accidentes y las
habitudes diversas que a c o m p a ñ a n á la esencia, y por
tanto tiene necesidad para esto de j u n t a r en uno, por
medio de la síntesis ó c o m p o s i c i ó n , estos segundos
conocimientos con el p r i m e r o . Es así que én la síntesis
precisamente es donde reside el juicio y no en la sim-
ple a p r e h e n s i ó n . Luego ésta es con respecto á nuestro
entendimiento condición prévia para aquella, y por
tanto todo juicio nuestro depende por necesidad de la
simple a p r e h e n s i ó n del objeto sobre que ha de versar
el tal juicio.
215.—Por a q u í se ve que la p r i m e r a o p e r a c i ó n de
nuestro entendimiento no esel juicio, como falsamente
--han opinado Cousin y otros varios filósofos que le han
seguido en esta parte. «La idea ó simple a p r e h e n s i ó n
de un objeto, s e g ú n escribe García L u n a (i)j es siempre
formada por el juicio; porque los objetos no son cono-
cidos sino mediante sus propiedades y así en la per-
cepción de estas propiedades va envuelto el juicio con
que se las a t r i b u i m o s al sujeto.» Esto mismo e n s e ñ a
t a m b i é n el l l u s t r í s i m o S e ñ o r Arbolí (2).
Ciertamente, hay muchas ideas que deben su exis-
tencia á juicios anteriormente formados; pero esto no
quita que estos mismos juicios hayan dependido en
su f o r m a c i ó n de otras ideas m á s vagas é imperfectas.
El conocer el objeto por sus propiedades no implica
anterioridad del juicio con respecto á la idea, ó simple
a p r e h e n s i ó n , sino á n t e s bien todo lo c o n t r a r i o . Porque

(1) Tomás García Luna, Lecciones de Filosofía ecléctica.


tom. 2. lecc. 16. p á g . 127.
(2) Arbolí, Psicol, 1. p. secc. 2.a lecc. 2.a n . 52.
— 149—
á n te s que estas propiedades hayan sido percibidas bajo
una forma relativa, ó como propiedades de un sujeto,
en lo cual consiste el juicio, el entendimiento las ha
debido conocer bajo una forma absoluta, vaga é i m -
perfecta, que es lo que constituye la simple apre-
hensión.
216. — A u n cuando queramos opinar con Suarez y
otros v á r i o s que nuestro entendimiento percibe los
singulares á n t e s que los universales, t o d a v í a siempre
será verdad que la simple a p r e h e n s i ó n es anterior al
juicio y que éste depende de aquella. Porque en este
caso el entendimiento en su p r i m e r acto p e r c i b i r á el
singular al modo de los sentidos, esto es, represen-
t á n d o s e l o confusamente como u n todo concreto, sin
d i s t i n g u i r entre el sujeto y sus cualidades. Aquella
mirada p r i m e r a e n c e r r a r á una visión total y confusa
del objeto, sin d i s t i n g u i r partes de partes, y por lo
tanto no p a s a r á los l í m i t e s de una a p r e h e n s i ó n sim-
ple. La podemos llamar, si queremos, j u i c i o v i r t u a l é
implícito; pero en ninguna manera j m a o f o r m a l y ex-
plícito. Y á u n entonces, con prioridad de naturaleza,
siempre será anterior la simple a p r e h e n s i ó n al juicio;
porque el concepto absoluto es anterior al relativo.
Lo ú n i c o por consiguiente que se t e n d r á en la o p i n i ó n
de Suarez, es que este juicio v i r t u a l é i m p l í c i t o pre-
cederá á la f o r m a c i ó n de la idea ó a p r e h e n s i ó n u n i -
versal, pero no á la idea ó a p r e h e n s i ó n particular.
217. —Prueba de la /.a i.0 E l juicio es u n acto i n -
telectivo, puesto que procede del entendimiento. Es
así que u n acto intelectivo que nada entiende, es una
pura q u i m e r a . Luego con el acto de juzgar entende-
mos algo y por lo tanto el juicio es u n acto verdade-
ramente cognoscitivo.
2.0 El juicio es el acto con que el entendimiento se
dice á sí propio que á u n sujeto conviene ó repugna
-150-
u n predicado. Es así que el tal acto es el verbo men-
t a l con que conoce la conveniencia ó repugnancia
mencionadas; pues el entendimiento no se habla á sí
propio sino r e p r e s e n t á n d o s e mentalmente el objeto
expresado por su idea. Luego el juicio es u n acto ver-
daderamente cognoscitivo. ,
3.0 En el juicio se hallan plenamente la verdad y la
falsedad, como lo hemos notado en la Lógica (L. 299).
Es así que la verdad y la falsedad son propiedades del
conocimiento propiamente dicho; puesto que el cono-
cimiento, y no otro acto distinto de él, es el que se
denomina verdadero ó falso por r a z ó n de su confor-
m i d a d ó desconformidad con el objeto. Luego el acto
de juzgar es propia y estrictamente cognoscitivo del
objeto sobre que versa.
4.0 Si la a d h e s i ó n de la mente al objeto conocido^
en la cual consiste el juicio por confesión de todos los
filósofos fuera u n conocimiento ó sea una expresión
ideal del objeto, t e n d r í a que ser por fuerza una cierta
inclinación ó impulso del entendimiento hácia el ob-
jeto ya presente, para unirse con él y poseerlo al mo-
do que se inclina la v o l u n t a d hácia el bien; pues no
se ve que otra cosa pueda ser la a d h e s i ó n dicha. Es
así que la inclinación ó impulso son incapaces de ver-
dad y falsedad, pues no expresan en su concepto for-
mal ninguna conformidad ó desconformidad con res-
pecto al objeto. Luego, consistiendo el juicio en una
cosa distinta del conocimiento propiamente dicho, la
a d h e s i ó n mencionada no puede ser verdadero juicio.
5.e Finalmente, en la h i p ó t e s i s contraria los juicios
ciegos de Reid no r e p u g n a r í a n absolutamente, antes
se d a r í a n muchos juicios de esta clase; á saber, todos
aquellos que son imperados por la voluntad. Por don-
de el P. T o n g i o r g i , que defiende la doctrina por
nosotros a q u í refutada, no condena en absoluto los
-151-
juicios no comparativos sino solo de una manera
restringida (i). A h o r a bien; de a q u í p o d r í a n tomar
ocasión los reidianos para decir que todos los juicios
primeros, llamados por ellos instintivos, se deben al
influjo de la voluntad y que, por lo tanto, los hace el
entendimiento sin comparar unas ideas con otras.
218.—Contra lo que acabamos de probar en e l . n ú -
mero precedente dicen algunos: i.0 No todo acto de
la inteligencia debe ser conocimiento, como no todo
acto de. la facultad de j u z g a r e s juicio, n i todos los
de la de d i s c u r r i r ó amar son discursos ó amores.
2.0 E l acto de juzgar es lo que en el exterior viene
expresado con las palabras es y no es, las cuales no
significan nada por si solas; luego tampoco el juicio
es por sí solo expresivo de ninguna cosa. 3.0 Si el
juicio fuera expresivo del objeto, él solo lo e n u n c i a r í a
todo entero y así las percepciones del sujeto y del
predicado serían i n ú t i l e s (2).
2ig.—Respuesta.—Á lo primero se responde: i.0
que las facultades de juzgar, d i s c u r r i r y aprehender
simplemente son en realidad una sola, la cual en
todos sus actos conoce de una manera ú otra el obje-
to sobre que versa: 2.0 que si no todo acto de la vo-
luntad es amor formal, pero todos ellos son afectos
prosecutivos ó aversativos de amor ó de odio: de
donde resulta que tambien_ todos los actos de la inte-
ligencia deben ser conocimientos prosecutivos ó
aversativos de afirmación ó n e g a c i ó n , ora sean estas
afirmaciones y negaciones explícitas, como sucede en
el juicio propiamente dicho, ora sean i m p l í c i t a s como
acaece en la simple a p r e h e n s i ó n , que es u n juicio
incoado ó i m p l í c i t o .

(1) Tongiorgi, Psycolog. lib. 3 . cap. 10. art. 4. n . 494.


(2) Benedicti, Philosophia peripatética, lib. 3 , q. 2, cap.
— 152- .
220. —Á lo segundo decimos que el juicio expresa
directamenie la cópula; pero como ésta es una rela-
ción y las relaciones no pueden ser conocidas sin ser
conocidos al mismo tiempo los t é r m i n o s correlacio-
nados, por esta causa expresa t a m b i é n de una manera
indirecta y oblicua al sujeto y al predicado. Esto mis-
mo hacen á su m o d o en la enunciada externa del
juicio las palabras es y no es; porque expresan formal-
mente una relación de conformidad ó desconformi-
dad. Solo que no lo hacen de una manera expresa
como el acto i n t e r n o ; porque éste enuncia por sí solo
claramente el objeto entero del juicio y las palabras
mencionadas no son capaces de tanto, por no sernos
á nosotros posible'enunciar el acto formal de juzgar
sin enunciar t a m b i é n los conocimientos formales y
expresos del sujeto y del predicado que han debido
preceder al de la relación de entrambos.
221. —Á lo tercero finalmente se contesta que las
aprehensiones del sujeto y del predicado son necesa-
rias para que el entendimiento pueda a p r e h e n d e r l a
relación de entrambos; porque en el orden c r o n o l ó -
gico, á n t e s que el conocimiento relativo es el absoluto,
y así no p o d r í a conocer los t é r m i n o s del juicio bajo
una forma relativa, si á n t e s no los hubiera percibido
bajo una forma absoluta.
222. — E l P. T o n g i o r g i recurre á otra clase de argu-
mentos diciendo: i.0 E l conocimiento de la conve-
niencia ó discrepancia del sujeto, y del predicado es
causa de la a f i r m a c i ó n y n e g a c i ó n . Luego é s t a s son
cosas distintas del conocimiento dicho. 2 ° Si el juicio
no fuera cosa realmente distinta del conocimiento de
la conveniencia ó discrepancia mencionadas, no po-
d r í a haber juicio alguno temerario, todos los juicios
s e r í a n verdaderos, n i n g ú n juicio p o d r í a ser imperado
por la voluntad, no p o d r í a n finalmente darse los d i -
-153-
VersOs estados de ignorancia, duda, certeza, etc., que
en nosotros experimentamos ( i ) .
223. —Toda esta série de argumentos que con gran-
de fuerza desarrolla el sobredicho autor, en nuestro
juicio es de m u y poca consistencia. E l p r i m e r o solo
prueba que é n t r e las aprehensiones de la convenien-
cia ó discrepancia mencionadas y la afirmación y
n e g a c i ó n hay realmente alguna d i s t i n c i ó n . Pero esta
distinción no es necesario que sea r e a / y /z'sz'ca, bas-
tando para ello la lógica y de ra2¡on. Así como la evi-
dencia de u n juicio es causa de su certeza y sin em-
bargo estas dos cosas no se distinguen realmente
del mismo acto evidente y cierto; de la misma mane-
ra la a p r e h e n s i ó n dicha es causa de la a d h e s i ó n , pero
ambas en realidad se identifican con el acto de cono-
cer y de adherirnos á la verdad conocida. Porque
esto tiene el juicio sobre la simple a p r e h e n s i ó n ; que
con él conocemos no solamente el objeto sino t a m -
bién la conformidad de nuestro conocimiento con el
objeto, y así en este sentido nos adherimos á la ver-
dad conocida ( L . 302). E l juicio es una a p r e h e n s i ó n ,
pero de tal naturaleza no deja suspenso al entendi-
miento como las simples aprehensiones, sino que lo
une á uno de los dos extremos contradictorios (2).
224. —Los d e m á s se disipan, si mucho no nos equi-
vocamos, con una sencilla o b s e r v a c i ó n . Nuestro en-
tendimiento puede concebir como unidos dos objetos
que en realidad e s t á n separados, ó como separados dos
objetos que en realidad están unidos: en esta compo-
sición y división de conceptos es donde está colocado

(1) Tongiorgi, Psiscologia, lib. 3. cap. 10.


(2) Véase sobre esto el P. Alfonso Malpartida, disput. in
tres Aristot. lib. de anima, disp. 14, sect. 3. y el P. Suarez en
los dos km-ares arriba citados.
-154-
el juicio. Ahora bien; cuando forma este g é n e f o de
composiciones y divisiones, entonces su concepto re-
presenta el objeto al reves de lo que es en sí, y es por
lo tanto falso ( i ) .
Véase pues c ó m o el acto del entendimiento, sin ser
cosa realmente distinta del conocimiento, puede ser
falso; á n t e s , como hemos probado m á s a r r i b a , para
que pueda ser falso el juicio, debe consistir en u n co-
nocimiento. Con esto ya se vé c ó m o puede ser t a m -
bién imperado por la voluntad y temerario, y c ó m o
podemos hallarnos en los diversos estados de duda,
ignorancia, certeza, etc. con respecto á a l g ú n objeto.
Porque la c o m p o s i c i ó n y división de los conceptos no
siempre se hace de manera, que resulte clara la rela-
ción de conformidad ó desconformidad entre ambos;
ni siempre tampoco se hace bajo el solo influjo del
objeto, sino que puede influir, é influye de hecho m u -
chas veces la noluntad en la inteligencia para que
componga idealmente las cosas á su gusto y las con-
ciba por consecuencia de una manera falsa y diversa
de lo que son en si. En todos estos casos el conoci-
miento adquirido ó sea el juicio formado por el enten-
dimiento p o d r á ser falso, temerario, etc.; porque es
un acto imperado por la voluntad y acomodado al
gusto y capricho de esta potencia.

(i) V.-Santo Tomás, Summ. theol. i . p. q. 17. art. 3.


- i 5 5 ~

PROPOSICION QUINTA.

'Repugnan los juicios sintéticos a p r i o r i de K a n t y los


instintivos de Reid.

225. — O b s e r v a c i ó n . — L l á m a n s e juicios s i n t é t i c o s
aquellos cuyos t é r m i n o s no se incluyen uno á otro en el
orden de las ideas; de suerte que n i analizando el suje-
to podemos llegar á la noción del predicado n i en la
idea de éste se encuentra tampoco la de a q u é l . Los j u i -
cios de la experiencia son todos de esta clase; pues en
ellos sabemos que el predicado conviene al sujeto, no
porque sea de su noción ó esencia, sino porque asi nos
lo atestigua la experiencia. Los filósofos no h a b í a n co-
nocido otra clase de juicios sintéticos que estos; á los
d e m á s les dieron el nombre de analíticos; de suerte
que para ellos analítico y a p r i o r i eran una misma
cosa, lo mismo que sinténtico y a posteriori. Kant sin
embargo p r e t e n d i ó haber hallado una clase de juicios
sintéticos, cuya conveniencia entre el sujeto y el pre-
dicado no nos consta por la experiencia n i por la sim-
ple análisis, sino que es afirmada sin ser vista por
irresistible impulso de nuestra naturaleza; y por esta
causa d i ó á estos juicios el n o m b r e á e s i n t é n t i c o s a p r i o -
r i . Reid e n s e ñ ó t a m b i é n como Kant que ciertos j u i -
cios losformamos y tenemos por verdaderos, no por-
que'percibamos su verdad en manera alguna, sino
porque á ello somos arrastrados por el í m p e t u ciego
de nuestra r a z ó n , que está de suyo inclinada á la ver-
dad á u n sin percibirla n i sentirla. Ambos en el fondo
profesaron una misma doctrina; por consiguiente uno
y o t r o pueden ser refutados con los mismos argumen-
tos, si bien á cada uno se le puede atacar ademas en
particular por razón de su peculiar sistema, como he-
mos hecho en la Lógica.
-156-
22b.—Demostración.—i.0 S e g ú n lo demostrado en
la tercera parte de la tésis precedente, el acto de juz-
gar depende de Jas aprensiones previas, del sujeto y
del predicado. Es así que estas, aprehensiones no son
necesarias sino por vía de disposición previa para
que el entendimiento pueda ver la relaccion de los dos
t é r m i n o s del juicio y así afirmarla. Luego el entendi-
miento no forma n i n g ú n juicio instintivo y ciego,
sino que á n t e s de juzgar investiga la relación de u n
t é r m i n o con otro y d e s p u é s la afirma s e g ú n que se le
muestra, ya por el orden analítico de las ideas, ya por
el sintético de los hechos.
2 ° Los juicios sintéticos a ^ n o n de K a n t y los ins-
tintivos de Reíd conducen derechamente al escepti-
cismo pues son destructores de toda ciencia, como lo
hemos demostrado en la Lógica (402 y siguientes).
Luego no pueden m é n o s de repugnar al humano en-
tendimiento.
3.0 Finalmente los juicios q ú e llama Kant sintéticos
a p r i o r i , son ó analíticos ó sintéticos a posteriori; y los
que considera Reid comO instintivos y ciegos, son en
realidad de verdad evidentes, al menos con evidencia
lata. Luego los fundamentos en que uno y otro se
apoyan, para establecer sus ruinosos sistemas, son
•completamente falsos.
227.—Por lo que hace á los de Reid, basta lo que
sobre ellos hemos escrito en la Lógica (196 y siguien-
tes). En ó r d e n á los de K a n t son manifiestamente ana-
líticos los siguientes: A^o existe efecto sin causa.—Siete
y cinco son lo mismo que doce.—La linea recta es el ca-
mino m á s corto que hay entre dos extremos. Porque en
la idea de efecto va incluida la de causa; en la de 74-5 la
de 12, y en la de linea recta la de la menor distancia
entre dos puntos. Asimismo, son sintéticos ó experi-
mentales los siguientes, contados por K a n t entre los
-157-
siatéticos a p r i o r i . E n todas las mudanzas corpóreas
siempre permanece la misma cantidad de materia.—La
acción y la reacción son iguales en todos los m o v i m i e n -
tos corporales ( i ) : porque la verdad de ambos juicios
no la sabemos sino por la experiencia.

§ I I I . NATURALEZA, OBJETO Y ACTOS DE LA RAZON HUMANA.

228.—Sobre la naturaleza de la r a z ó n humana al-


gunos yerran suponiendo que la r a z ó n es una poten-
cia realmente distinta del entendimiento. E n orden
al objeto de la facultad mencionada claro está que el
formal es el representado en las premisas y el material
el representado en la c o n c l u s i ó n ; puesto que á este
segundo nos adherimos por la a d h e s i ó n que presta-
mos al p r i m e r o ( L . 349). Lo que resta por consiguien-
te averiguar es si con el acto de la conclusión perci-
bimos el objeto representado en las premisas ó lo
suponemos simplemente ya percibido. Sobre esto no
están acordes lo filósofos y no se sabe nada de cier-
to; lo cual no nos debe dar gran pena, porque la cosa
es de poca i m p o r t a n c i a . Sobre los actos finalmente
conviene investigar: 1.° si el entendimiento, asintien-
do á las premisas, puede dejar de asentir á la conclu-
sión, y 2.0 si para asentir á la conclusión debe tener
un conocimiento reflejo de la verdad de la ilación.
Sean pues las siguientes proposiciones.

(1) Véase sobre estos juicios del filósofo alemán, la Filosofía


fundamental de Balmes, lib. 1. cap. 29.
-158- /

PROPOSICION PRIMERA.

L a razón humana no es una facultad realmente distinta


del entendimiento,

2 2 9 . — D e m o s / m d o n . — L l á m a s e r a z ó n la facultad de
discurrir pasando de uno ó vários juicios á o t r o . Es
asi que una facultad de esta clase no se distingue real-
mente del entendimiento, sino que es esta potencia
misma en cuanto apta para conocer un objeto me-
diante el conocimiento ya a d q u i r i d o de o t r o . Lue-
go etc.
La mayor no necesita de prueba; porque es la mis-
ma definición de la r a z ó n admitida por todos. La
menor se prueba con mucha facilidad en esta forma:
Uno mismo es el móvil en el p u n t o de partida, en el
camino por donde se mueve y en el t é r m i n o del viaje.
Es así que la r a z ó n con sus discursos se mueve men-
talmente de unos juicios á otros y se identifica con el
entendimiento no solo en el punto de partida sino
t a m b i é n en el ú l t i m o t é r m i n o del viaje; puesto que en
su m o v i m i e n t o progresivo arranca de los principios
conocidos con el entendimiento y con su m o v i m i e n t o
reflexivo y científico termina en estos mismos princi-
pios. Luego la r a z ó n no es en realidad sino el mismo
entendimiento, en cuanto apto para conocer una ver-
dad mediante el conocimiento de otras (1).

(1) Véase sobre esto Santo Tomás, Summ. tehol. 1. p. q. 79.


art. 8.
- 1 5 0 -

PROPOSICION SEGUNDA.

En la conclusión es conocido Jormalmente de una ma-


nera confusa el objeto de las premisas.

230. —Observación.—Esta proposición la defende-


mos como m á s probable que su contraria sostenida
por los Escotistas. E n s e ñ a b a expresamente Santo
T o m á s con estas palabras: « N u e s t r o entendimiento
entiende p r i m e r o los principios en sí mismos, y des-
pués en las conclusiones, en cuanto que asiente á las
conclusiones por-los principios (1).» Con el Angélico
Doctor e s t á n los Tomistas generalmente, y muchos au-
tores de la C o m p a ñ í a de J e s ú s (2).
231. —Pruebas.—i.0 Repugna u n asentimiento con
que no veamos en el objeto r a z ó n alguna para ser
abrazado; porque todo asentimiento debe m i r a r su
objeto como digno de ser abrazado por el entendi-
miento y por consiguiente como provisto de razo-
nes suficientes para ser a d m i t i d o . Es asi que la r a z ó n
suficiente por la cual es a d m i t i d o el objeto de la con-
clusión, es el objeto representado en las'premisas.
Luego el acto con que nos adherimos á la c o n c l u s i ó n ,
debe representar, no solo el objeto de esta conclusión,
sino t a m b i é n al menos de una manera confusa" el re-
presentado en ¡as premisas.
2.B Repugna un efecto sin su causa correspondiente.
Es así que la conclusión de todo silogismo tiene por
causa ó por principio determinante al objeto repre-
sentado en las premisas. Luego este objeto debe

(1) Santo Tomás, Summ. theol. i . " 2.a q. 8, art. 3.


(2) Véase el P. Losada, de ani?7ia, disp. 8, cap. 4, n . 69,
quien también está en favor de esta opinión.
— IÓO —
i n f l u i r inmediatamente en ella, siendo conocido al
menos de una manera confusa. Porque la r a z ó n obje-
tiva de un conocimiento no mueve sino en cuanto co-
nocida de a l g ú n modo al menos confuso.
3.0 La conclusión no es un juicio absoluto sino re-
altivo a los dos emitidos en las premisas y esta rela-
ción viene indicada con la p a r t í c u l a luego. Es así que
lo relativo, como t a l , no puede ser conocido sin que
se conozca con el mismo acto el o t r o t é r m i n o de la
relaccion y este t é r m i n o con respecto ai objeto de la
conclusión es el objeto de las premisas. Luego la
mente no puede conocer el objeto de una c o n c l u s i ó n
sin que con este mismo acto conozca, ai m é n o s de
una manera indirecta y confusa, el objeto de las pre-
misas.
232. —Dicen los adversarios: i.0 Si la conclusión re-
presenta de una manera formal el objeto de las pre-
misas, todas las conclusiones s e r á n juicios causales,
en que digamos A = C porque A = B y B = C . 2.0 E n esta
h i p ó t e s i s el medio e n t r a r í a en la conclusión contra
lo que dicen los lógicos. 3.0 Nunca p o d r í a seguirse un
consiguiente verdadero de u n antecedente'falso. Por-
que, como acabamos de observar, en la suposición
mencionada todas las conclusiones serían juicios cau-
sales. Ahora bien, en el juicio causal el consiguiente
ó causado no puede ser verdadero sino siéndolo t a m -
bién el antecedente ó causa. 4.0 Finalmente, siempre
que v o l v i é r a m o s á adherirnos á alguna proposición
demostrada, d e b e r í a m o s pensar por esto mismo en
toda la serie de raciocinios por los cuales h a b í a sido
demostrada, lo cual raras veces sucede.
233. —Respondamos brevemente á estas razones.
Á la primera negamos que t a l consecuencia se infiera
de nuestra doctrina. Porque para que una proposi-
ción sea propiamente causal, se necesita que tanto
— IÓI —
la causa como el causado sean percibidos y afirmados
directa y e x p l í c i t a m e n t e . A h o r a bien, el conocimiento
del objeto de las premisas, que nosotros ponemos en
la c o n c l u s i ó n , es solo indirecto é i m p l í c i t o . Luego...
A la segunda se responde que el medio no debe en-
trar en la conclusión de una manera explícita y direc-
ta, pero sí implícita é indirectamente como r a z ó n , de
conveniencia ó discrepancia de los extremos, lo cual
viene indicado con la p a r t í c u l a : Luego.
A la tercera decimos que el consiguiente, en cuanto
tal, ó sea en cuanto deducido de un antecedente-falso,
siempre debe ser falso, por la r a z ó n sencilla d e q u e lo
falso no puede ser raiz y fuente de lo verdadero. Se
dice, sin embargo, que de u n antecedente falso se pue-
de seguir u n consiguiente verdadero; porque é s t e ,
como p r o p o s i c i ó n absoluta y no deducida de las pre-
misas falsas, puede ser verdadero.
A la cuarta respondemos que cuantas vecés volve-
mos á a d m i t i r mentalmente una verdad por nosotros
demostrada, percibimos t a m b i é n la d e m o s t r a c i ó n ,
pero de una manera m u y oscura, a c o r d á n d o n o s , por
ejemplo, de que en otro tiempo la demostramos ó ha-
ciendo otra cosa parecida: y de esto nos da testimonio
la experiencia.

PROPOSICION TERCERA.

E l entendimiento, asintiendo á las premisas, no puede


ménos de asentir d la conclusión, con tal que sea clara
la conexión entre ésta y aquéllas.

214.-^Demostración.—El entendimiento, indepen-


dientemente de la v o l u n t a d y sin ser movido por ella,
asiente al objeto que se le presenta como evidente;
porque entonces el objeto obra sin o b s t á c u l o alguno
Psicología. XI
102 —
y con toda su fuerza n a t u r a l en la potencia natural-
mente inclinada á lo verdadero en general. Es asi que,
cuando la conexión entre las premisas y la conclusión
es manifiesta, ésta ú l t i m a se presenta como claramen-
te verdadera ante los ojos del entendimiento que admi-
te como verdaderas las primeras. Luego, admitidas las
premisas, no p o d r á m é n o s de a d m i t i r la c o n c l u s i ó n .
Si las premisas son evidentes y las admite por
lo tanto sin r e s t r i c c i ó n alguna, la conclusión la a d m i -
t i r á , en la misma forma; si por el contrario son sola-
mente probables, la c o n c l u s i ó n será a d m i t i d a necesa-
r i a m e n t e por él como probable. Así, por ejemplo,
nadie opina que Pedro p e r d i ó los ojos sin juzgar
al mismo tiempo que se q u e d ó ciego, ó que todos
los asistentes á u n convite se pusieron beodos sin
j u z g a r esto mismo de Juan que fué uno de ellos, etc.

PROPOSICION CUARTA.

E l entendimiento, para asentir d la conclusión después


de admitidas las premisas, no necesita conocer con un
acto reflejo la legitimidad de la ilación, sino que le basta
un conocimiento directo de la misma.

235.—Demostración.—Al entendimiento que admite


como verdaderas las premisas de u n raciocinio, para
asentir á la conclusión le basta que se le muestre
claramente la conexión que existe entre el objeto de
la conclusión y el de las premisas. Porque con esto
solo no p o d r á ménOs de a d m i t i r como verdadera
la c o n c l u s i ó n , s e g ú n lo dicho en la p r o p o s i c i ó n pre-
cedente. Es asi que el acto de conocer la conexión
dicha es directo y no reflejo; porque no versa sobre
acto alguno anteriormente producido, sino sobre
la conexión objetiva y externa entre el objeto de la
—163 —
conclusión y el de las premisas. Luego para poder
asentir el entendimiento á la c o n c l u s i ó n de u n racio-
cinio d e s p u é s de admitidas las premisas, le basta, sin
hacer reflexión alguna sobre sus propios actos, cono-
cer directamente la c o n e x i ó n necesaria que existe en-
tre el objeto de la conclusión y el de las premisas.
236. —Este conocimiento directo de la ilación obje-
tiva, como nota m u y bien el P. Losada (1), lleva ne-
cesariamente consigo u n conocimiento indirecto de
la buena ilación formal de nuestros actos. Porque
mientras representa expresa y s e ñ a l a d a m e n t e i n achí
s í g n a l o la evidente conexión objetiva que existe entre
la conclusión y las premisas, anuncia t a m b i é n exercite
ó por vía de hechos, que los tres actos internos con que
ha sido formado el raciocinio e s t á n en perfecta a r m o -
nía con las reglas de la Lógica y que, por consiguiente,
el tercero se sigue l e g í t i m a m e n t e de los dos anteriores.
E n v i r t u d de esta noticia i m p l í c i t a que nos trae el
conocimiento dicho, nuestro entendimiento, sin hacer
reflexión sobre sus propios actos, está dispuesto para
dar cuenta de la legitimidad de su raciocinio. Porque
con ella ya puede reflejar sobre sí m i s m o , mediante el
i m p e r i o de la v o l u n t a d , y ver de una manera expresa
y formal que su raciocinio ha sido conforme á las re-
glas de la L ó g i c a . .

§ I V . NATURALEZA, OBJETO Y ACTOS DE LA MEMORIA


INTELECTIVA.

237. —La m e m o r i a intelectiva se suele t o m a r en dos


sentidos. En el p r i m e r o significa la facultad de retener
las ideas ó especies de los objetos ya entendidos y de usar
de ellas para volverlos á p e n s a r de nuevo. En el segundo

(1) Losada, Lógica ficsior, tra.ct. 1. disp. 2. cap. 7. n . 22.


—164—
es lo mismo que la facultad de recordar ó de reconocer
las ideas anteriormente adquiridas, conociéndolas, no
como quiera, sino como pasadas ó bien como en otro
tiempo presentes a l espíritu.
238. —Que se den estas dos clases de memoria inte-
lectual, es evidente. Porque por lo que hace á la p r i -
mera, la ciencia que adquiere u n hombre cualquiera
con el frecuente y repetido estudio sobre a l g ú n objeto,
en realidad no es otra cosa que una cierta colección de
especies ó ideas que sucesivamente se ha ido él for-
m a n d o y que se han ido depositando en su inteligencia
de una manera ordenada (1). Y por lo que a t a ñ e á la
segunda, es cosa clara que recordamos no solo las co-
sas anteriormente sentidas, lo cual pertenece á la me-
m o r i a sensitiva, sino t a m b i é n los actos puramente
espirituales que ejercimos en otro tiempo, lo cual no
lo puede practicar sino la memoria intelectiva. S u -
puesta pues la existencia de esta facultad, vamos á
estudiar su naturaleza, su objeto y sus actos, v a l i é n -
donos al efecto de las proposiciones siguientes.

PROPOSICION PRIMERA.

L a memoria intelectiva no se distingue realmente del


entendimiento.

239. —Demostración.—1.0 Cuando una potencia versa


sobre a l g ú n objeto, c o n s i d e r á n d o l o naturalmente bajo
cierta r a z ó n g e n é r i c a y c o m ú n á v á r i a s diferencias, á
esta misma potencia corresponden como objeto t a m -
bién propio estas diferencias. Asi, porque la vista, por
ejemplo, tiene por objeto propio lo colorado, como t a l ,
á ella pertenece percibir las diferentes especies de lo

(1) V . Losada, de anima, cap. 4, n . 104.


- i 6 5 -

colorado, ó sea lo blanco, lo verde, lo amarillo, etc. Es


así que la inteligencia versa sobre sus objeto^ propios
c o n s i d e r á n d o l o s naturalmente bajo la r a z ó n g e n é r i c a
del ser, c o m ú n á todas las clases de seres, ora presen-
tes, ora pasados, ora futuros. Luego á ella correspon-
de como objeto p r o p i o conocer, tanto lo pasado como
lo presente y lo f u t u r o ; y por tanto, la m e m o r i a intelec-
tiva no'es sino el mismo entendimiento, en cuanto apto
para conocer espiritualmente los hechos pasados ( i ) .
240. —2.0 E l entendimiento, siendo como es una fa-
cultad cognoscitiva m á s perfecta que la i m a g i n a c i ó n
y la m e m o r i a sensitiva, no debe tener menor v i r t u d
que ellas para conservar y reproducir las especies de
los conocimientos por ella producidos. Es así que la
i m a g i n a c i ó n y la m e m o r i a sensitiva conservan y re-
producen las especies de sus propios actos. Luego esto
mismo debemos afirmar de la inteligencia y por con-
siguiente la memoria intelectiva no es una cosa natu-
ralmente distinta de ella.

PROPOSICION SEGUNDA.

E l objeto propio y directo de la memoria intelectiva son


los actos perceptivos y apetitivos del sugeto pensante\ mas
los objetos concretos y materiales de estos actos no perte-
necen sino al objeto secundario é indirecto.

241. —Prueba de la i . ^ p . — E l objeto propio y directo


de la memoria intelectiva, en cuanto facultad recor-
dativa, debe ser algo singular pasado que pueda ser
percibido directamente p o r d entendimiento b a j ó l a
razón de singular; puesto que solo lo singular en r a z ó n
de tal puede ser percibido como pasado, á causa de

(1) Santo Tom. Summ. theol. 1. p. q. 79, art. 7.


— i66 —
que todo lo universal prescinde de las circunstancias
particulares del tiempo determinado y concreto. Es así
que los actos perceptivos y apetitivos del sujeto pen-
sante son directamente percibidos, en cuanto singu-
lares, por la inteligencia á causa de su inmaterialidad,
como sucede á las intelecciones y voliciones, ó por ra-
z ó n de hallarse radicados en el alma espiritual que es
el p r i n c i p i o y raiz de todos ellos y de las potencias con
que son producidos. Luego los actos dichos f o r m a n el
objeto propio y directo de la memoria intelectiva ( i ) ,
242. —Prueba d é l a 2.a p.—Los objetos materiales y
concretos, en cuanto tales, no pertenecen al objeto
p r i m a r i o y directo de la inteligencia, s e g ú n lo ante-
r i o r m e n t e probado (187 y siguientes). Luego n i en
cuanto presentes, n i en cuanto pasados, n i en cuanto
futuros pueden ser objeto p r i m a r i o y directo de la
memoria intelectiva. Por otra parte son conocidos por
ella, puesto que hablamos de ellos y emitimos nues-
tros juicios acerca de ellos en cuanto anteriormente
pensados. Luego por fuerza deben pertenecer á su ob-
jeto secundario é indirecto.

PROPOSICION TERCERA.

Las especies de la memoria intelectiva no se borran


nunca; pero no pueden ser excitadas en la presente vida
sin el concurso de la memoria sensitiva.

243. —Pruebade la 1 * p.—Las especies impresas en


la memoria intelectiva no tienen n i n g ú n principio de
c o r r u p c i ó n ; puesto que el sujeto donde residen, es
i n c o r r u p t i b l e y siempre permanece el mismo y ellas
por otra parte carecen de contrario que tienda á

(1) Santo Tomás, Summ, theol. art. 6, ad. 2.uni


—167 —
destruirlas. Luego, una vez impresas en la m e m o r i a
mencionada, deben permanecer en ella p e r p é t u a -
mente. Asi es que esta doctrina es comunmente ad-
mitida por la generalidad de los filósofos.
El P. A r r i a g a con los Nominales opina que las tales
especies son de tal naturaleza, que exigen serconser-
vadas p o r a l g ú n espacio de tiempo y nada m á s ;
como sucede al í m p e t u impreso á los cuerpos y á las
vibraciones sonoras del aire ( i ) . Pero estos ejemplos,
que p o d í a n tener a l g ú n valor en la Física de su t i e m -
po, en el presente estado de la ciencia son entera-
mente insuficientes para tal p r o p ó s i t o ; porque el
í m p e t u dicho tiene en contra la gravedad de la tie-
rra, y las vibraciones sonoras tienen que extinguirse
con la difusión continua de su m o v i m i e n t o , nada de
lo cual puede suceder á las especies dichas (2).
244.—Prueba de la 2.a p.—La. experiencia cuotidiana
nos está diciendo que nos es imposible recordar
muchas cosas que h a b í a m o s sabido en otro tiempo.
Esto no puede provenir de que carezcamos de sus
especies intelectuales, como acabamos de probar en
la primera parte de esta tésis. Luego debe ser a t r i -
buido á que se nos han debido b o r r a r las especies de
la memoria sensitiva, sin cuyo concurso no puede
funcionar la inteligencia n i usar de sus especies ó
ideas adquiridas, como lo dejamos ya probado m á s
arriba (167 y siguientes). Tanto m á s , que la misma
experiencia nos atestigua que nuestra m e m o r i a inte-
lectual depende de la sensitiva en el ejercicio de sus
funciones, como t a m b i é n lo dejamos observado en el
presente tratado ( n ó ) .

(1) Arriaga, Cursus p h ü o s . , disp. 6, de anima, sect. 6.


(2) Veánse sobre esto el P. Losada, Cursus philos., tertia
pars, tract. de anima, disp. V I , n . 47, y el P. Quirós, de ani-
ma, disp. 92, sect. ^.
-168-

PROPOSICION CUARTA.

L a excitación de las especies ó ideas en la memoria es


debida: i.0 á la conmoción natural de los humores del
cuerpo; 2 ° á la asociación de unas ideas con otras;
y.0 al imperio de la, libre voluntad.

245.—Prueba de la i . ^ p . — L a excitación d é l a s espe-


cies en la memoria,- no es otra cosa que la determina-
ción de las mismas á obrar, produciendo juntamente
con la potencia intelectiva actos cognoscitivos seme-
jantes á los anteriormente habidos. Es así que en esta
d e t e r m i n a c i ó n influyen naturalmente los humores
del cuerpo puestos en conmoncion por una causa cual-
quiera; pues así se ve que los m e l a n c ó l i c o s , por ejem-
plo, son inclinados á pensar cosas tristes, los s a n g u í -
neos por el contrario cosas alegres y los coléricos
atroces; por donde sobre estas mismas materias sue-
len t a m b i é n versar sus s u e ñ o s con mucha frecuencia.
Luego...
2á<b.*~Prueba de la 2.a p.—La asociación de las ideas
consiste en la afinidad ó conexión que tienen unas
con otras; ya por la afinidad, semejanza ó c o n e x i ó n
de sus objetos, ya t a m b i é n por el m o d o en que han
sido adquiridas. Es así que esta afinidad y c o n e x i ó n
hacen que unas ideas llamen á otras, como cada uno
lo puede experimentar en.sí mismo. Luego...
Asi, por ejemplo; la sola vista de uno que nos ha
ofendido, nos trae á la memoria la serie entera d é l a s
injurias que ha cometido contra nosotros: las p r i m e -
ras palabras de u n discurso suscitan en nosotros las
especies de las otras que vienen inmediatamente des-
p u é s , y éstas las de las siguientes, hasta llegar al fin;
—169—
porque al mandarlas á la memoria miramos de una
manera refleja al orden con que van colocadas.
En general podemos decir que, en v i r t u d de esta
afinidad y c o n e x i ó n n a t u r a l de unas ideas con otras,
el objeto de una percepción pasada se presenta todo entero
á nuestro entendimiento, cuantas veces se nos ojrece una
parte suya. Y como lo que forma u n todo con respecto
á las partes que lo componen, puede f o r m a r ^ar/e á
su vez de otras clases de todos diferentes; de a q u í es
que con mucha facilidad puede pasar nuestra mente
de un objeto á otro, y á u n discurrir de la manera m á s
disparatada del mundo, sin orden n i concierto, si la
voluntad, que tiene influjo sobre las d e m á s potencias,
no dirige su actividad y la hace pensar en u n cierto y
determinado sentido.
247. —Prueba de la y.a p . — E l influjo de la voluntad
para excitar las especies de a l g ú n objeto es evidente
por sí mismo, pues cada uno tiene poder para poner-
se á pensar en lo que quiere y para renovar los pen-
samientos que sobre a l g ú n asunto ha tenido en a l g ú n
tiempo. Merced á este poderoso influjo fijamos la
a t e n c i ó n de nuestra mente en u n ojeto determinado
ó en algunas partesde él por todo el tiempo que que-
remos; y así concentrando nuestra actividad en a l g ú n
punto particular sin dejarla esparramarse y distraer-
se á otras cosas, logramos a d q u i r i r ideas claras y pre-
cisas de los objetos y nos hacemos poco á poco posee-
dores de las ciencias. De él viene t a m b i é n aquel conato
de la mente y de la i m a g i n a c i ó n , con que algunas ve-
ces andamos como buscando las especies perdidas y
discurriendo de un lado á otro para encontrarlas.
248. —Sin embargo, es preciso advertir, que para
que la v o l u n t a d pueda imperar á la inteligencia que
aplique su a t e n c i ó n á u n objeto determinado, ya debe
tener de antemano alguna noticia vaga y confusa
—170 —
acerca de él; porque es imposible querer lo que en
ninguna manera es conocido. A l g ú n conocimiento
vago, por lo tanto, siempre precede al imperio de la
voluntad, y esta con su influjo soberano no puede ha-
cer m á s en esta parte sino que veamos claro lo que
antes c o n o c í a m o s confusamente, ó que nos pongamos
á pensar en un objeto ya conocido para que j a mente
descubra en él las relaciones que hasta entonces le ha-
bían sido desconocidas y pase de este modo de lo co-
nocido á lo desconocido con la fuerza del raciocinio.
Por eso se dice con mucha r a z ó n que las primeras
ideas no e s t á n en nuestra mano.

§ V . NATURALEZA, OBJETOS Y ACTOS DE LA CONCIENCIA.

249.—La definición de la conciencia ya la dejamos


explicada en la Lógica (441 y siguientes). En ella he-
mos observado que hay dos especies de conciencia,
una directa llamada sen¿/(io intimo, por la cual expe-
rimentamos como nuestros todos los f e n ó m e n o s psico-
lógicos que se pasan dentro de nosotros mismos, y
otra refleja, llamada generalmente con el solo nombre
de conciencia; por la cual, reflejando sobre nosotros
mismos, nos conocemos como causas y sujetos, de
nuestros pensamientos directos. C ú m p l e n o s ahora
examinar la naturaleza, objetos y actos de estos dos
g é n e r o s de conciencia, para lo cual nos serviremos de
las proposiciones siguientes:
— lyi —

PROPOSICION PRIMERA.

L a conciencia no se distingue realmente de la


inteligencia.

250. —Demostración.—l^di conciencia es aquella fa-


cultad con que entendemos que entendemos. Es asi
que la facultad con que entendemos que entendemos,
es manifiestamente la inteligencia; pues ella es la
que, revolviendo sobre sus actos, los toma por objeto
de su c o n s i d e r a c i ó n y los percibe como suyos pro-
pios y como existentes en el mismo sujeto pensante,
Luego.

PROPOSICION SEGUNDA.

ü\¿ingun acto de la conciencia directa es esencial al


alma humana.

251, —Observación.—Descartes hizo esencial al alma


el pensamiento. Esta misma doctrina han profesado
d e s p u é s muchos d i s c í p u l o s suyos, s e ñ a l a n d o como
objeto de este pensamiento esencial la misma Esencia
divina. Por esta causase les da generalmente el nom-
bre de E n t i s t a s ú O n t ó l o g o s ; pues Dioses el Ente por ex-
celencia y ellos sostienen q u é nuestra alma, en v i r t u d
de su propia esencia, está en perpetuo y perenne co-
nocimiento directo de este Ser p u r í s i m o , Otros, que
participan m á s ó m é n o s de las ideas cartesianas, no
se atreven á tanto; pero ponen como esencial á nues-
tra alma la conciencia directa de sí misma, y este
sentimiento perenne y constante de su propio s é r lo
consideran como primera raiz y fundamento de cuan-
tos actos perceptivos y apetitivos puede ella ejercer,
— 172 — .
ora por sí sola, ora en u n i ó n con el cuerpo, s e g ú n que-
da explicado m á s arriba (127). Contra estos ú l t i m o s va
d i r i g i d o principalmente la presente tésis; si bien los
argumentos con que será probada, demuestran igual-
mente contra toda clase de cartesianos que n i n g ú n
pensamiento es esencial á nuestra alma.
252. —Demostración.—i.0 E l sentido i n t i m o ó con-
ciencia directa es u n acto v i t a l emanado de nuestra
alma. Es asi que n i n g ú n acto es esencial á c r i a t u r a al-
guna; porque en toda c r i a t u r a la acción se distingue
realmente de la misma sustancia productora, y no es
por lo tanto sino u n simple accidente suyo, sin el cual
puede ella existir absolutamente. Luego la t a l concien-
cia no es esencial al alma humana.
2.0 E l acto de experimentarse el alma humana á s í
propia no puede ser producido por ella sin el concurso
de la Causa p r i m e r a . Es así que Dios no^está obligado
á concurrir con c r i a t u r a alguna, por m á s que ella ten-
ga inclinación n a t u r a l á la acción, y por ra^on de su
independencia absoluta puede querer la c o n s e r v a c i ó n
de una sustancia criada n e g á n d o l e el concurso para
toda acción suya. Luego
3.0 Solo se p o d r í a decir que la conciencia ú otro
"acto cualquiera es esencial á nuestra alma, cuando se
probase que su acción no es cosa realmente distinta
de su esencia ó sustancia; porquesoloentoncesdonde
existiese la sustancia, ex i s t i r í a t a m b i é n la acción iden-
tificada con ella. Pero la identidad d é l a sustancia y de
la acción es cosa propia y exclusiva del S é r por esen-
cia, el. cual solo es acto p u r o y no está compuesto de
potencialidad alguna (T). Luego...
253. —-Dicen los cartesianos: i.0 A l viviente intelec-
tual le es esencial la vida del mismo g é n e r o . Es así

(1) V . Santo Tomás, Summ, theol. 1. p. q. 54, art. 1.


— 173 —
que la vida no existe sin u n acto v i t a l . Luego á nuestra
alma le es esencial a l g ú n acto intelectivo. 2.0 A l alma
le es esencial el poder obrar. Es así que no estando en
acto no puede obrar; porque en t a l caso e s t a r á en s i m -
ple potencia con respecto á los actos que haya de p r o -
ducir y s e r á m é n o s perfecta que ellos, por ser m á s per-
fecto el acto que la potencia. Luego al alma le es esen-
cial estar en acto ó en actual ejercicio de su actividad.
254.—Respuesta.—La p r i m e r a de estas facultades
confunde la vida sustancial con la vida en ejercicio. La
p r i m e r a es esencial al alma, mas no la segunda,
(C. 185). L a sustancia vital por el solo hecho de ser
existente y no meramente posible, ya es u n acto v i t a l
áun anteriormente á toda acción suya; porque el acto
se dice en c o n t r a p o s i c i ó n á la potencia; y por tanto,
respecto de la sustancia v i t a l posible, la sustancia v i -
tal existente es u n acto, no accidental, como lo son
todas las acciones vitales de las criaturas, sino sustan-
cial. Asi pues se suelta m u y fácilmente distinguiendo
la mayor del silogismo en esta forma: A l viviente i n -
telectual le es esencial la vida sustancial del mismo
g é n e r o , lo concedo; la vida en ejercicio ó alguna acción
de la vida, lo niego.
La segunda confunde el acto segundo de la potencia
operativa con el primeio (O. 522). Para que una poten-
cia operativa pueda producir u n acto, no es necesario
que se halle en acto segundo con respecto á él sino
solo en acto p r i m e r o ; á n t e s solo estando en acto p r i -
mero es capaz de darle la existencia, porque el acto
segundo ya la supone dada. De donde se deduce que
nuestra alma, á n t e s de p r o d u c i r el p r i m e r o de todos
los actos que han emanado de su actividad, á lo m é -
nos con p r i o r i d a d de naturaleza (O. 465), ha debido
estar en acto p r i m e r o con respecto á él ó sea con s i m -
ple poder de producirlo.
— 174 —
255. —Es completamente falso que el alma, á n t e s
de producir u n acto cualquiera, se halla en simple
potencia con respecto á él; porque esto significa que
no tiene entonces sino una mera capacidad pasiva de
recibirlo, como si fuera una pura materia p r i m a , lo
cual no puede ser m á s absurdo. L o que ú n i c a m e n t e
se debe decir es, que á n t e s de producir el acto segun-
do está en acto p r i m e r o , p r ó x i m o ó remoto, para
producirlo; y asi, cuando obra, no pasa de la simple
capacidad resceptiva al acto, sino del acto primero al
segundo, como toda causa naturalmente activa que
se halla dotada de todos los requisitos necesarios
para poder p r o d u c i r su acción.
256. —Es t a m b i é n inadmisible la otra r a z ó n que
aducen para probar su tesis, diciendo que el acio es
m á s perfecto que la potencia, y que p o r consiguiente, no
estando ésta en acto, no puede dar la existencia á
acto alguno. Con este argumento p r o b a r í a n los car-
tesianos que nuestra alma no puede producir abso-
lutamente n i n g ú n acto; porque antes de dar á un
acto la existencia no tiene sino potencia para p r o d u -
cirlo, y la potencia, s e g ú n ellos, es m é n o s perfecta
que el acto. La potencia en acto p r i m e r o p r ó x i m o no.
es m é n o s perfecta que su acto segundo; puesto que
entonces lo contiene .virtualmente y es capaz de
darle la existencia. Se dice que el acto es m á s perfecto
que la potencia, en cuanto que la potencia con el acto
envuelve mayor perfección extensiva que la potencia
sola, y en cuanto que la acción es de alguna manera
perfección de la causa de donde emana (O. 540).
257. —Pero a ñ a d e n los defensores del sentido fun-
damental: i.0 Nuestra alma se tiene á sí propia í n t i -
mamente presente: por otra parte no carece de v i r -
t u d para conocerse. Luego no puede m é n o s de expe-
rimentarse y sentirse. 2.0 Si el alma no se sintiera en
-175-
v i r t u d de su propia esencia, se d e b e r í a sentir en
cuanto que siente sus propias afecciones. Es así que
éstas no las puede sentir como propias sin tenerse
primero sentida y experimentada directamente á sí
propia. Luego el alma se siente á sí misma indepen-
dientemente de toda afección que le sobrevenga y en
•virtud de su propia esencia, y por lo tanto el senti-
miento de su p r o p i o s é r le es esencial ( i ) .
258. —Estos argumentos ya quedan refutados m á s
arriba en lo que dejarnos escrito contra el sentido
fundamental (131-132). Por lo d e m á s , si algo proba-
ran, p r o b a r í a n solamente que el alma se siente á sí
misma independiente de toda afección suya y en
v i r t u d de su propia esencia: lo cual no quiere decir
que el sentimiento de su p r o p i o sér, ó sea la concien-
cia directa la sea esencial sino solamente natural y
necesario, como es n a t u r a l al fuego el quemar. Pero
á u n esto mismo es falso, como lo vamos á demostrar
en la siguiente

PROPOSICION TERCERA.

(A nuestra alma no le es nattLral ó necesaria la concien-


cia directa de sí misma independientemente de toda
afección interna, sino que para sentirse ó experimentarse
necesita ser afectada por a l g ú n fenómeno psicológico.

259. —Demostración.—i.0 Si á nuestra alma le fuera


natural ó necesaria la conciencia directa de sí misma
independientemente de toda afección que la m o d i f i -
case, este acto le d e b e r í a producir con el entendi-
miento; puesto que en sentir de los defensores del
sentido fundamental el alma se siente á sí propia por

(1) Tongiorgi. Psycol., l i b . 3. cap. 2, art. a. n . 575.


—176 —
sí misma y antes de ser unida al cuerpo, porque el
ser unida ya es una modificación ó modo de ser
suyo (1). Es asi que nuestro entendimiento no puede
naturalmente producir acto alguno sin ser excitado
por la acción de los sentidos; pues esto se sigue nece-
sariamente de que nuestra alma no es u n espíritu
puro sino u n e s p í r i t u que es al mismo tiempo forma
sustancial de la materia. Luego nuestra alma en
tanto puede sentirse á si propia, en cuanto se halla
actuada por a l g ú n acto psicológico que la haga sen-
sible.
260.—Dice m u y bien Santo T o m á s : «El entendi-
miento h u m a n o se ha en el g é n e r o de las cosas inte-
ligibles como u n ente en p u r a potencia, del mismo
modo que se ha la m e n t i r a p r i m a en el g é n e r o de las
cosas sensibles; por lo cual es llamado posible. Por
tanto, considerado en su propia esencia, se ha como
inteligente en potencia y de a q u í es que tiene de suyo
v i r t u d para entender, pero no para ser entendido
sino bajo aquel respeto particular de la forma por
que está, actuado. A h o r a bien, á nuestro entendi-
miento en el presente estado de u n i ó n , le es connatu-
ral el no entenderse á sí mismo, sino s e g ú n que se
halla en acto por las especies a b s t r a í d a s de los senti-
dos mediante su v i r t u d abstractiva. Luego no se
conoce en v i r t u d de su esencia, sino en v i r t u d de su
acto (2).
Este argumento que el Angélico Doctor aduce para
probar que nuestra alma no se puede conocer á si
misma en v i r t u d de su m i s m a esencia sino mediante
sus actos, prueba de la misma manera que tampoco
puede sentirse sino en la f o r m a dicha. Ciertamente,

(1) Tongiorgi, Psycol. l i b . 3, cap. 2, art. 2, n . 275.


(2) Santo Tomás, Summa theol. 1. p. q. 87, art. 1.
sí la a c t u a c i ó n para entenderse á si propia, no la tiene
de suyo sino de las especies intencionales a b s t r a í d a s
de los sentidos, y en v i r t u d de las cuales entiende las
esencias de las cosas; esta misma a c t u a c i ó n s e r á ne-
cesaria para sentirse y experimentarse á si misma,
porque al fin t a m b i é n este es un acto cognoscitivo,
aunque m á s oscuro que los otros.
261.—2.0 Y esto nos proporciona un segundo y po-
derosisimo argumento sacado del fundamento m i s m o
en que apoyan su doctrina los partidarios del sentido
fundamental. Porque estos autores, para probar que
el alma no puede menos de sentirse á sí propia, d i -
cen que estando i n t i m a m e n t e presente á si misma, no
puede m é n o s de tener expedita la potencia de sentir-
se, por no haber cosa que se interponga entre la po-
tencia y el objeto. Ahora bien; tan presente y tan
inmediata está nuestra alma á su inteligencia para
ser entendida como para ser sentida por ella. Luego,
si por hallarse i n t i m a m e n t e presente é inmediata el
alma á la inteligencia, debe ésta sentir su presencia
directa é inmediatamente y sin necesidad de afección
alguna, de la misma manera d e b e r á conocena; y así
nuestra alma se c o n o c e r á á.sí misma en v i r t u d de su
propia esencia y sin necesidad de d e t e r m i n a c i ó n al-
guna e x t r í n s e c a , lo m i s m o que los e s p í r i t u s puros.
Lo cuál en ninguna manera puede ser admitido;
porque en tal caso no n e c e s i t a r í a nuestra alma de los
sentidos para formar sus ideas, n i por consiguiente
e s t a r í a ordenada por su i n t r í n s e c a naturaleza á ser
forma sustancial del cuerpo humano.
Fuera de que el sentirse el alma espiritualmente
no es otra cosa en realidad que conocer i n t u i t i v a -
mente su presencia, como el s e n t i r l o s sentidos los
objetos materiales es lo mismo que conocer i n t u i t i v a -
mente su presencia. Por donde el alma c o n o c e r á la
Psicología. 12
-178-
presencia de su p r o p i o sér lo mismo que ios e s p í r i t u s
puros; esto es, por la d e t e r m i n a c i ó n e s p o n t á n e a de
su propia esencia, sirviéndole ésta de especie i n t e l i -
gible é impresa y sin necesidad, por consiguiente, de
reflejar sobre sus propios actos, lo cual es u n error,
como acabamos de observar.
262.—3.0 Es verdad que con lo conciencia directa
nos experimentamos á nosotros mismos de una ma-
nera m u y oscura, y que no nos percibimos con tanta
claridad como percibimos con los sentidos los objetos
materiales. Pero esto viene de que el acto de la con-
ciencia dicha no tiene á nuestra propia alma por
objeto propio y directo sino a l g ú n sér m a t e r i a l dis-
tinto de nosotros mismos. Y esto nos ofrece un tercer
argumento tan irrefragable como los dos primeros
contra la doctrina a q u í combatida. Porque si la expe-
riencia que tiene nuestra alma de sí propia, fuera un
acto cognoscitivo que tuviese por objeto propio y
directo al alma misma y no á otra cosa externa dis-
tinta de ella, como dicen los secuaces del sentido
fundamental, el alma d e b e r í a a d q u i r i r con este acto
un conocimiento de su existencia, por lo m é n o s tan
claro como es el que adquieren los sentidos al expe-
r i m e n t a r la presencia de un cuerpo cualquiera. Pues-
to que el alma está presente á sí misma y por otra
parte tiene plena y expedita potencia de sentirse,
como ellos afirman, resultando de a q u í que puede
percibir experimentalmente este objeto, al m é n o s con
la misma perfección que los sentidos el suyo propio.
Es así que la experiencia en cuestión es mucho m á s
oscura que la de los sentidos materiales con respecto
á sus propios objetos. Luego es evidente que los actos
con que el alma tiene conciencia directa de sí misma,
no tienen por objeto propio y directo á la misma
alma sino á otros seres distintos de ella.
-179-

PROPOSICION CUARTA.

E l alma humana en tanto conoce su existencia por medio


de la conciencia refleja, en cuanto que se percibe como
causa y sujeto de sus propios actos: mas este conoci-
miento no es discursivo sino intuitivo.

263.—Observación.—Sobre la p r i m e r a parte de esta


p r o p o s i c i ó n los partidarios del krausismc opinan que
nuestra alma se conoce á si propia en v i r t u d de su
misma esencia y sin ser excitada á este conocimiento
por acto alguno suyo anteriormente producido, al
modo que los defensores del sentido fundamental d i -
cen que se siente y experimenta independientemente
de todo acto con que es modificada y afectada. Sobre
la segunda, Cousin y otros varios racionalistas juzga-
r o n que con la conciencia mencionada solo percibi-
mos las modificaciones internas de nuestra alma, y
que en seguida, de la existencia de estas modificacio-
nes inferimos la del alma misma. Los Reidianos con-
vienen con Cousin en afirmar que con la conciencia no
percibimos sino las solas modificaciones del alma;
pero niegan que la existencia de ésta la podamos i n -
ferir de la de aquellas con el raciocinio, y sostienen
con su maestro Reid que la existencia de nuestra
alma la afirmamos instintivamente al sentir sus mo-
dificaciones, llevados de aquel juicio instintivo y ciego
con que pronunciamos que no existen modificaciones
sin un sujeto modificado por ellas. E n t r e estas d o c t r i -
nas opuestas y manifiestamente falsas está la doctrina
media y verdadera de los Escolásticos enunciada en la
tesis, con la cual decimos que nuestra alma conoce su
propia existencia con aquel mismo acto con que co-
noce sus propias modificaciones, haciendo reflexión
- i8o —
Sobre ellas; de suerte que las modificaciones dichas y
el alma de donde proceden y en donde son recibidas,
forman el objeto total é inmediato de la tal conciencia,
aunque las modificaciones entran en él como objeto
formal y el alma como objeto material (L. 349).
ib^.—Prueba de la i.a p.—i.0 E l modo natural y
propio de nuestra inteligencia es que no pueda enten-
der sino recibiendo sus conocimientos de los sentidos;
lo cual hace que sus actos primeros y e x p o n t á n e o s
versen sobre los objetos materiales, y solo revolviendo
sobre estos actos, por medio de la reflexión psicológica,
pueda formar el acto de la conciencia refleja. Luego
nuestra alma en tanto conoce su propia existencia
con u n conocimiento expreso y formal, que la tenga
á ella por objeto, en cuanto que al revolver sobre los
actos con que contempla los objetos externos se per-
cibe á sí misma como causa y sujeto de estos actos.
265. —2.0 La misma noción que todos tenemos de
nuestra alma, está indicando claramente que no la
conocemos con la conciencia sino en la manera dicha.
Porque nos es imposible definir nuestra alma con
conceptos que no digan relación á sus actos; y así
todos decimos que el alma es el principio de nuestras
operaciones vitales, aquello en v i r t u d de lo cual sentimos,
entendemos y queremos, etc.; que son todas disposicio-
nes a posteriori, basadas en el conocimiento que tene-
mos de nuestros propios actos.
266. —3.0 Si el alma se conociera á sí misma en v i r t u d
de su propia esencia y no por sus actos propios, ten-
d r í a u n conocimiento perenne de sí misma. Porque
la potencia cognoscitiva tanto tiempo permanece en
el conocimiento de u n objeto, cuanto es el que este
objeto se halla unido á ella a c t u á n d o l a y d e t e r m i n á n -
dola á la acción; y el alma está siempre y de la misma
manera presente y unida á la inteligencia, de forma
— I8I —
que si, en u n momento dado, la determina á conocerla
con un conocimiento expreso y f o r m a l suyo, esto mis-
mo d e b e r á hacer siempre en todos los d e m á s . Es así
que nosotros no tenemos este conocimiento perenne
y nunca i n t e r r u m p i d o de nuestra propia alma, como
consta por la experiencia. Luego etc.
267, —4.* Si el alma fuera determinada á conocerse
á si propia por su misma esencia, é s t a h a r í a con ella
para el tal acto las veces de especie impresa y por lo
tanto d e t e r m i n a r í a el alma á u n claro é i n s t i n t i v o co-
nocimiento de su esencia. Porque así como la especie
impresa de los colores, por ejemplo, hace que el ojo
corporal los vea claramente como son en sí; de la m i s -
ma manera la esencia del alma, que en la sobredicha
h i p ó t e s i s d e s e m p e ñ a r í a con nuestra inteligencia el
mismo oficio que la especie impresa de los colores con
respecto á los ojos materiales, h a r í a que la inteligencia
la conociese claramente cual es en sí sin orden á sus
actos. Es así que esto no sucede; porque si sucediera,
todos los hombres c o n o c e r í a n perfectamente en q u é
consiste la esencia de nuestra alma y por lo tanto no
p o d r í a haber entre ellos disputas acerca de esto. L o
cual está en pugna con los hechos; porque los filósofos
de todos tiempos han disputado a c é r r i m a m e n t e sobre
este particular y algunos han llegado hasta á confun-
d i r nuestra alma con las fuerzas de la materia. Luego
es cosa manifiesta que el alma humana no se conoce
á sí propia inmediatamente en sí misma, sino en los
actos de su e s p o n t á n e a actividad con que-se nos pre-
senta como embozada y encubierta.
268. —Prueba de la 2." p.—Si el conocimiento que
adquiere nuestra alma de su propia existencia por me-
dio de la conciencia fuera discursivo, entonces de la
conciencia de las modificaciones de nuestra alma i n -
f e r i r í a m o s raciocinando la existencia de ésta. Es asi
-l82 -
quela conciencia de las tales modificaciones no se puede
inferir con verdadero raciocinio la existencia del alma.
Porque, ó la conciencia las percibe como nuestras, ó no.
Si lo primero, ya en el concepto de las dichas m o d i f i -
caciones va envuelto por vía de objeto formal y expreso,
aunque oscuro y confuso, nuestro Yo, y porconsiguien-
te t a m b i é n nuestra alma. Luego lo m á s que podremos
hacer d e s p u é s con la inteligencia en orden á la exis-
tencia de nuestra alma, será convertir en claro y dis-
t i n t o por medio de la análisis y de la síntesis el cono-
cimiento oscuro y confuso que de ella nos da el acto
de la conciencia, pero no inferirla con un verdadero
raciocinio. Porque en el raciocinio verdadero proce-
demos siempre de lo conocido á lo desconocido, y en
la hipótesis sobredicha conocemos ya con la misma
conciencia, aunque deuna manera oscura y confusa, la
existencia de nuestra alma. Si lo segundo, no podemos
inferir l e g í t i m a m e n t e sino la existencia de alguna
alma en general, que sea sujeto de las mencionadas
modificaciones; lo cual no es inferir la existencia de
nuestra alma. Porque en esta segunda h i p ó t e s i s el
ú n i c o raciocinio legitimo que p o d r í a m o s formar, sería
el siguiente. Ax) existen pensamientos sin un sujeto que
piense: es asi que existen tales ó cuales pensamientos:
luego existe a l g ú n sujeto que piensa. Es pues evidente
que el conocimiento de la existencia de nuestro Yo, y
de nuestra alma, no le podemos haber adquirido por
medio de un raciocinio propiamente dicho.
269.—Prueba de la j . ^ p . — E s t a se sigue manifiesta-
mente de la anterior. Porque, si el conocimiento que
tenemos de nuestra alma no es discursivo ó formado
con el discurso, por fuerza debe ser i n t u i t i v o ; pues
versa sobre un objeto actual y presente y cuya pre-
sencia influye en nuestra inteligencia para ser cono-
cido propia y verdaderamente sin discurso.
— —
L o s R e i d i a n o s d i c e n q u e el t a l c o n o c i m i e n t o n o es
i n t u i t i v o s i n o instintivo; p o r q u e el a l m a , s i n v e r c o n
la c o n c i e n c i a o t r a cosa q u e las m o d i f i c a c i o n e s , a f i r m a
i n s t i n t i v a y c i e g a m e n t e q u e ella es el sujeto d o n d e
existen. Pero semejantes juicios i n s t i n t i v o s ya q u e d a n
abundantemente r e f u t a d o s c o n lo q u e s o b r e ellos
d e j a m o s e s c r i t o a s í en la P s i c o l o g í a c o m o en la L ó -
gica ( i ) .
270.—ESCOLIO.—Para t o m a r s e el a l m a á sí m i s m a
c o m o o b j e t o de su c o n s i d e r a c i ó n p o r m e d i o de la c o n -
ciencia refleja, e j e c u t a dos g é n e r o s de acciones, de las
cuales 3^a h e m o s d a d o a l g u n a n o t i c i a en la L ó g i c a
(34-35). Estas son la atención y la reflexión. C o n la pri-
mera c o n c e n t r a su f u e r z a i n t e l e c t i v a en u n d e t e r m i -
n a d o o b j e t o , p r e s c i n d i e n d o de los d e m á s p a r a e n t e n -
d e r l o m á s c l a r a m e n t e . E n la segunda r e v u e l v e s o b r e
si m i s m a , d e j a n d o á u n l a d o los o b j e t o s d e l m u n d o
e x t e r i o r y fijando su a t e n c i ó n en las m o d i f i c a c i o n e s
i n t e r n a s p o r las cuales se h a l l a afectada, c o m o c u a n -
do, por ejemplo, piensa que piensa, que e s t á j u z g a n d o ,
d u d a n d o , a m a n d o , a b o r r e c i e n d o , etc. E s t a clase de
r e f l e x i ó n c o n q u e el a l m a t o m a p o r o b j e t o sus actos
p r o p i o s en r a z ó n de m o d i f i c a c i o n e s s u y a s s u b j e t i v a s ,
se suele W&m-dTpsicológica, p o r q u e con ella el a l m a r e -
fleja sobre la m i s m a a l m a . M a s h a y o t r a r e f l e s i o n c o n la
c u a l v o l v e m o s á p e n s a r de n u e v o las cosas a n t e s p e n -
sadas p a r a p e n e t r a r l a s m e j o r y c o n o c e r m á s c l a r a -
m e n t e sus p r o p i e d a d e s . E s t a r e c i b e el n o m b r e de on-
tológica, p o r q u e versa s o b r e las esencias de las cosas.
A l g u n o s d a n á la r e f l e x i ó n p s i c o l ó g i c a el n o m b r e d e
conciencia y r e s e r v a n el de reflexión p a r a solo la

(1) Puede verse lo que sobre este particular hemos impreso


en el cap. X V I I I de nuestra obra intitulada: La Religión c a t ó -
lica vindicada de las imposturas racionalistas.
-184—
o n t o l ó g i c a 3^ en esto, s u m o d o de h a b l a r es b a s t a n t e
e x a c t o (1).

ARTÍCULO Ví.

Potencias apetitivas.

2ji.—(-Entiéndese por apetito en Filosofía la inclina-


ción ó propensión de una cosa á su propio bien. E l ape-
t i t o p u e d e ser elícito ó innato. E l p r i m e r o se l l a m a a s í ,
p o r q u e es u n a c t o p r o d u c i d o p o r u n a p o t e n c i a a p e t i -
t i v a y d i s t i n t o p o r l o t a n t o de ellaj pues elícito es u n
p a r t i c i p i o pagado d e l v e r b o l a t i n o elido, q u e s i g n i f i c a
sacar Juera.ÍK\ s e g u n d o n o es cosa r e a l m e n t e d i s t i n t a
de la m i s m a p o t e n c i a y p o r esto se l l a m a innato ó na-
iiiralj)puQS nace c o n el m i s m o s é r y p o r lo t a n t o es
d a d o p o r el A u t o r de la n a t u r a l e z a . E l a p e t i t o i n n a t o
es u n a c o n s e c u e n c i a n e c e s a r i a de la esencia de cada
s é r ; p o r q u e t o d o s ellos t i e n e n p r o p o r c i ó n n a t u r a l c o n su
p r o p i o b i e n y á él p o r su p r o p i o peso se i n c l i n a n . E l
e l í c i t o es u n a c o n s e c u e n c i a e s p o n t á n e a de l a a p r e h e n -
s i ó n de u n b i e n , y p o r q u e esta a p r e h e n s i ó n p u e d e ser
sensitiva ó intelectual, p o r eso él t a m b i é n se d i v i d e en
sensitivo é intelectivo, s e g ú n q u e sea i n m e d i a t a m e n t e
e x c i t a d o p o r u n a p e r c e p c i ó n sensible ó p o r u n a idea^
P a r a t r a t a r c o n v e n i e n t e m e n t e l a m a t e r i a de este a r -
t í c u l o la d i v i d i r e m o s en t r e s p á r r a f o s ; en el p r i m e r o
d e los cuales c o m p a r a r e m o s e n t r e sí los a p e t i t o s e l í c i -
t o é i n n a t o ; en el s e g u n d o e s t u d i a r e m o s el a p e t i t o
s e n s i t i v o , y en el t e r c e r o finalmente c o n s i d e r a r e m o s
el r a c i o n a l ó i n t e l e c t i v o .

(1) V . Cuevas, Psycol. n . 3$.


- i 8 5 -

§ I . APETITO ELÍCITO Y APETITO INNATO.

272.—Poco h a y q u e d e c i r e n este p á r r a f o sobre e l


a p e t i t o e i í c i t o , p u e s t o q u e es u n a cosa m u y c o n o c i d a .
N u e s t r a a t e n c i ó n debe d i r i g i r s e m á s p r i n c i p a l m e n t e
h á c i a e l a p e t i t o i n n a t o , c u y a n a t u r a l e z a h a s i d o des-
figurada y o s c u r e c i d a c o n l o q u e s o b r e él e s c r i b i ó
L e i b n i t z . E l a p e t i t o e i í c i t o , c o m o h e m o s d i c h o en el
n ú m e r o p r e c e d e n t e , es u n a c t o p r o d u c i d o p o r u n a
p o t e n c i a a p e t i t i v a m o v i d a p o r l a p e r c e p c i ó n de u n
b i e n sensible ó i n t e l i g i b l e . E s t e a c t o p u e d e ser de
s i m p l e a m o r , de deseo ó de gozo, s e g ú n q u e el o b j e t o
r e p r e s e n t a d o en la p e r c e p c i ó n se ofrezca á la p o t e n c i a
apetitiva como simple bien y sin circunstancia alguna
de e s t a r p r e s e n t e ó a u s e n t e , ó c o m o b i e n t o d a v í a n o
p o s e í d o ó a u s e n t e , ó finalmente c o m o b i e n q u e y a
p o s e í m o s y que p o r lo tanto e s t á presente á nuestro
e s p í r i t u . P o r q u e amamos l o q u e se nos p r e s e n t a bajo
la f o r m a de b i e n , deseamos e l b i e n de q u e t o d a v í a ca-
r e c e m o s , y n o s gozamos con e l b i e n q u e y a p o s e e m o s .
' 273.—El a p e t i t o i n n a t o c o n o c i d o e n t r e l o s filósofos
con los n o m b r e s de fuerza, apetito natural, inclinación,
propensión,Antencion, conato, y o t r o s p a r e c i d o s , es
s e g ú n L e i b n i t z u n a cosa m e d i a e n t r e e l a c t o y l a p o -
tencia; u n cierto acto inicial é imperfecto' emanado
c o n t i n u a m e n t e de la p o t e n c i a , con el c u a l é s t a se u n e
de h e c h o i m p e r f e c t a m e n t e á s u o b j e t o . P e r o esta doc-
t r i n a es e n t e r a m e n t e i n a d m i s i b l e : 1.0 P o r q u e e l a c t o
e m a n a d o de u n a p o t e n c i a y c o n q u e e l l a se u n e d e
h e c h o i m p e r f e c t a m e n t e á su o b j e t o , p o d r á ser i n i c i a l
é i m p e r f e c t o c o n respecto á o t r o m á s p e r f e c t o y c o m -
p l e t o ; p e r o en sí es u n v e r d a d e r o acto e i í c i t o y t a n
e i í c i t o c o m o p u e d e serlo o t r o c u a l q u i e r a : 2.0 P o r q u e
el a p e t i t o i n n a t o es c o m ú n n o solo á las p o t e n c i a s
—186 —
i n t e l e c t i v o s y a p e t i t i v a s de los seres r a c i ó n a l e s s i n o
t a m b i é n á t o d a s las de los a n i m a l e s y de t o d o s los
seres en g e n e r a l ; los cuales, c o m o o r d e n a d o s p o r
el C r i a d o r á u n fin, t i e n e n en sí m i s m o s u n a i n c l i n a -
c i ó n i n t e r n a c o n q u e se m u e v e n n a t u r a l m e n t e h á c i a
este ñ n . Pues de ser c o m ú n á t o d a clase de p o t e n c i a s
y á t o d o l i n a j e de seres, se s i g u e m a n i f i e s t a m e n t e q u e
n o es cosa a l g u n a e m a n a d a de la p o t e n c i a , s i n o la p o -
t e n c i a m i s m a en c u a n t o p r o p o r c i o n a d a y o r d e n a d a
p o r s u n a t u r a l e z a i n t r í n s e c a á su p r o p i o y c o n v e n i e n -
te b i e n . E n efecto: el a p e t i t o i n n a t o q u e t i e n e n t o d a s
las p o t e n c i a s en g e n e r a l n o versa s o b r e n i n g ú n o b j e t o
s i n g u l a r d e t e r m i n a d o , s i n o sobre el o b j e t o f o r m a l y
e s p e c i f i c a t i v o de la t a l p o t e n c i a , el c u a l es c o m ú n á
todos los o b j e t o s p a r t i c u l a r e s q u e de él p a r t i c i p a n .
A s i , p o r e j e m p l o , la v i s t a n o apetece n a t u r a l m e n t e
v e r este ó a q u e l d e t e r m i n a d o o b j e t o s i n o lo v i s i b l e en
g e n e r a l ; pues á ver t o d o lo v i s i b l e e s t á i n c l i n a d a p o r
n a t u r a l e z a . A h o r a b i e n ; u n a p e t i t o de esta especie n o
p u e d e ser a c t o e m a n a d o de las p o t e n c i a s c r i a d a s en
g e n e r a l s i n o las p o t e n c i a s m i s m a s , en c u a n t o p r o p o r -
cionadas y n a t u r a l m e n t e o r d e n a d a s á su bien conve-
n i e n t e ; p o r q u e solo ellas g u a r d a n p r o p o r c i ó n c o n el
t a l o b j e t o y los actos de t o d a s ellas, si e x c e p t u a m o s
a l g u n o s de n u e s t r o e n t e n d i m i e n t o y de n u e s t r a v o -
l u n t a d , y a sean i m p e r f e c t o s , y a p e r f e c t o s , v e r s a n
ú n i c a m e n t e sobre objetos p a r t i c u l a r e s y concretos.
L u e g o el a p e t i t o i n n a t o n o p u e d e ser o t r a cosa q u e
la p o t e n c i a m i s m a .
274.—Dice m u y b i e n á este p r o p ó s i t o e l P. L o s a d a :
«El a p e t i t o i n n a t o es la e x i g e n c i a n a t u r a l q u e t o d a s
las cosas t i e n e n c o n r e s p e c t o á sus bienes c o n v e n i e n -
tes, c o m o c u a n d o l o l i g e r o e x i g e ser l l e v a d o h á c i a
a r r i b a y lo pasado h á c i a abajo. Esta e x i g e n c i a y a p e -
t i t o consiste e n la c o n n a t u r a l i d a d de u n a cosa c u a l -
- i 8 7 -
q u i e r a r e s p e c t o de a q u e l l o q u e le es c o n v e n i e n t e s e g ú n
su n a t u r a l e z a . M a s la c o n n a t u r a l i d a d n o es o t r a cosa
q u e la p r o p o r c i ó n y o r d e n a c i ó n n a t i v a de la cosa á s u
b i e n c o n v e n i e n t e ; p r o p o r c i ó n y o r d e n a c i ó n , q u e son
c i e r t a m e n t e cosas reales, v e r d a d e r a s y p r o p i a s , p e r o
que e s t á n , m e t a f ó r i c a é i m p r o p i a m e n t e significadas
con el n o m b r e de apetito p o r l a s e m e j a n z a q u e t i e n e n
con el a p e t i t o e l i c i t o : c o m o la a m e n i d a d de los p r a d o s
es en v e r d a d p r o p i a , p e r o i m p r o p i a m e n t e es s i g n i f i -
cada c o n el n o m b r e de risa p o r la a n a l o g í a q u e t i e n e
con la risa h u m a n a ( i ) . »
L a d o c t r i n a p r o f e s a d a a q u í p o r el r e f e r i d o a u t o r es
la d e l P. S u a r e z , q u e la e n s e ñ a c l a r a m e n t e en la M e -
t a f í s i c a (2), y l a de t o d o s los e s c o l á s t i c o s g e n e r a l m e n -
te y a u n la de t o d o s los filósofos de la a n t i g ü e d a d (3).
Por d o n d e sin n i n g u n a r a z ó n p r e t e n d i ó L e i b n i t z i n -
t r o d u c i r o t r a opuesta y e n d o sin f u n d a m e n t o a l g u n o
c o n t r a el m u y f u n d a d o p a r e c e r de ios sabios.
275.—Pero dice L e i b n i t z : L a s i m p l e f a c u l t a d d e s n u -
da de t o d o acto n o es s i n o u n a c r e a c i ó n p u r a de la

(1) «Appetitus innatus est exigcntia naturalis, quam res


omnes habent ad bona sibi convenicntla, ut cum levia cx'igunt
ferri sursum, gravia deorsum. Consistlt hujusmodi exigentia
et appetitus in connaturalitate cujuscumque rei ad i d , quod est
sibi convenicns secundum suam naturam. Connaturalitas autem
nlhil est aliud, quam proportio ct ordinatio nativa rei ad bo-
num sibi conveniens: quae proportio, et ordinatio vera quidem
est es propia, sed metaphorice et improprie significatur n o m i -
ne appetiius, oh proportionem quam habeteum appetitu clioito:
sicut amaenitas pratorum propria quidem est, improprie tamen
ob analogiam cum risu humano significatur nomine rtsus (Lo-
sada, Ciirsus phtlosoph., secunda pars. disp. 3. cap. 1. n. 2).»
(3) Suarez, Metaphys, disp. 1. sect. 6, n. 3.
(3) Véase Sansevcrino, Dynamil. r o l . I , pars gener. cap. I ,
art. V I I .
—188 -
i m a g i n a c i ó n y u n a cosa m e r a m e n t e a b s t r a c t a . — P e r o
esta es u n a s i m p l e a s e r c i ó n s i n p r u e b a a l g u n a q u e la
j u s t i f i q u e . L a p o t e n c i a es u n a cosa r e a l m e n t e d i s t i n t a
del a c t o e m a n a d o de ella y n o d e p e n d e de é l p a r a e x i s -
t i r , c o m o n i n g u n a causa de su efecto. P o r c o n s i g u i e n -
te n o h a y r a z ó n n i n g u n a s ó l i d a p a r a a f i r m a r q u e n o
p u e d e e x i s t i r s i n p r o d u c i r l o . H a y dos clases de actos
con respecto á u n a p o t e n c i a o p e r a t i v a ; el a c t o primero
y el acto segundo. S i n el a c t o p r i m e r o n o p u e d e e x i s -
t i r la p o t e n c i a m e n c i o n a d a , p o r q u e este a c t o se i d e n -
t i f i c a c o n ella m i s m a ; p e r o s i n el acto s e g u n d o p o d r á
e x i s t i r d u r a n t e t o d o el t i e m p o q u e n o se h a l l e a d o r n a -
da de las d e b i d a s c o n d i c i o n e s p a r a p o d e r p o n e r s e en
e j e r c i c i o : ^Se d i r á , p o r e j e m p l o , q u e la i n t e l i g e n c i a d e l
h o m b r e y a e s t á a c t u a d a y c o n o c i e n d o , a u n q u e de u n a
m a n e r a i m p e r f e c t a y c o n f u s a , la v e r d a d desde el
m i s m o m o m e n t o en q u e es p r o d u c i d a ? E s t o es a b s o -
lutamente inadmisible; porque durante mucho tiem-
p o los ó r g a n o s del n i ñ o n o e s t á n en d i s p o s i c i ó n de
p o d e r c o n c u r r i r á la e l a b o r a c i ó n de los f a n t a s m a s ,
sin los cuales la i n t e l i g e n c i a n o p u e d e p r o d u c i r a c t o
a l g u n o . S i n e m b a r g o la i n t e l i g e n c i a , c o m o f a c u l t a d ,
e x i s t e en el n i ñ o d u r a n t e , t o d o a q u e l t i e m p o . D í g a s e
o t r o t a n t o de la v o l u n t a d y de o t r a s f a c u l t a d e s a s í de
los h o m b r e s c o m o de o t r o s seres.
276.—La c o n n a t u r a l i d a d en q u e consiste el a p e t i t o
i n n a t o , corno-escribe el m i s m o P a d r e a r r i b a c i t a d o (1),
á veces n o l l e v a c o n s i g o n e c e s i d a d de o b t e n e r el
t é r m i n o á q u e dice r e l a c i ó n , c o m o , p o r e j e m p l o , la c o n -
n a t u r a l i d a d d e l a i r e r e s p e c t o de la l u z . E n tai-caso el
t a l a p e t i t o p u e d e r e c i b i r el n o m b r e de ineficaz y capaz
de h a l l a r s e s e p a r a d o de su efecto. P o r l o r e g u l a r , s i n
e m b a r g o , sucede l o c o n t r a r i o y e n t ó n c e s se l l a m a

(j) Losada, /. cit. n, 3.


— I8Q —
eficaz. P e r o esta eficacia t a m b i é n t i e n e sus g r a d o s ;
p o r q u e a l g u n a s veces p u e d e ser f r u s t r a d a p o r los
a g e n t e s n a t u r a l e s y o t r a s p o r solo el C r i a d o r , c o m o
sucede r e s p e c t o d e l a p e t i t o i n n a t o q u e t i e n e n t o d a s
las s u s t a n c i a s i n c o r r u p t i b l e s en o r d e n á la e x i s t e n c i a
perpetua.
277. — F i n a l m e n t e , s o b r e este a s u n t o d e b e m o s h a c e r
c u a t r o a d v e r t e n c i a s c o n el m i s m o a u t o r . L a primera
es, q u e las cosas n a t u r a l e s n o a p e t e c e n c o n a p e t i t o
i n n a t o s i n o el b i e n n a t u r a l m e n t e p o s i b l e s u y o ; p o r q u e
solo c o n él y n o c o n o t r o m á s a l t o y m á s s u b i d o
g u a r d a n n a t u r a l p r o p o r c i ó n . L a segunda c o n s i s t e en
q u e p a r a el a p e t i t o i n n a t o n o basta la m e r a c a p a c i d a d
p a s i v a ó r e c e p t i v a , p o r q u e é s t a la t i e n e n los s é r e s á u n
en o r d e n á a q u e l l a s cosas q u e n o son d e b i d a s á s u
n a t u r a l e z a ; s i n o q u e se r e q u i e r e la c o n n a t u r a l i d a d
a r r i b a e x p l i c a d a . L a tercera es, q u e en t o d a s las cosas
hay t a m b i é n odio, fuga y a v e r s i ó n innatos respecto
de los m a l e s q u e les s o n c o n t r a r i o s ; p o r q u e el o d i o ,
la f u g a y la a v e r s i ó n c o r r e s p o n d e n a l a m o r ó a p e t i t o
q u e p o r c i e r t a a n a l o g í a c o n n u e s t r o s actos p o n e m o s
en ellas. F i n a l m e n t e , la cuarta nos d i c e q u e el a p e t i t o
e l í c i t o , c o m o d i r i g i d o p o r el c o n o c i m i e n t o p r é v i o d e l
sér apetitivo, puede se^desordenado y supérfluo y
desear cosas i n ú t i l e s ; p e r o el i n n a t o ó n a t u r a l , c o m o
dado p o r Dios y r e g u l a d o consiguientemente p o r la
s a b i d u r í a d i v i n a , n o p u e d e m é n o s de ser s i e m p r e o r -
d e n a d o y v e r s a s o b r e cosas c o n v e n i e n t e s ó necesarias.

( S I I . APETITO SENSITIVO^)

278. — L a p a l a b r a apetitoso, p u e d e t o m a r p o r el a c t o
de a p e t e c e r y p o r la f a c u l t a d p r o d u c t o r a de este a c t o .
E n el p r e s e n t e p á r r a f o la t o m a m o s en este s e g u n d o
sentido,, y s i g n i f i c a 7a facultad de apetecer el bien pro-
puesto por los sentidos) S o b r e esta f a c u l t a d d e b e m o s
i n v e s t i g a r : i.0 su e x i s t e n c i a ; 2.0 s u n a t u r a l e z a ; 3 . * su
o b j e t o ; ^ sus actos; 5 , 0 su m a n e r a de s u b o r d i n a c i ó n
respecto de la v o l u n t a d y de la r a z ó n ; p a r a lo c u a l
p r o b a r e m o s las s i g u i e n t e s p r o p o s i c i o n e s .

PROPOSICION PRIMERA.

E n el hombre existe el apetito sensitivo; el cual es una


facultad orgánica^ cuyo asiento está principalmente
en el cerebro.

279.—Prueba de la 1 * p.—fA t o d a f o r m a ó esencia se


sigue necesariamente a l g u n a i n c l i n a c i ó n del m i s m o
g é n e r o / A s í p o r e j e m p l o , á la esencia de las cosas p e -
sadas se s i g u e n a t u r a l m e n t e la i n c l i n a c i ó n de p o n e r s e
debajo de las l i g e r a s y á la de estas s e g u n d a s la de p o -
nerse e n c i m a de las m á s pesadas, f E s a s í q u e en el
h o m b r e , a d e m á s de s u f o r m a ó esencia f í s i c a , e x i s t e n
p o r v í a de r e p r e s e n t a c i ó n o t r a s dos especies de f o r -
m a s , cuales s o n las sensibles y las i n t e l e c t i v a s ) p u e s el
a l m a h u m a n a p o r m e d i o de las p e r c e p c i o n e s sensi-
bles é i n t e l e c t u a l e s t i e n e en s í las semejanzas de t o d a s
las c o s a s . ( L u e g o en el h o m b r e , a d e m á s d e l a p e t i t o
n a t u r a l , d e b e n d a r s e el s e n s i t i v o é i n t e l e c t i v o } c o n los
cuales se m u e v a v i t a l m e n t e h á c i a los objetos v i t a l -
m e n t e a p r e h e n d i d o s (1). 2.0 L a e x i s t e n c i a d e l a p e t i t o
s e n s i t i v o cada u n o la e x p e r i m e n t a d e n t r o de s í m i s -
m o . P o r q u e c o n e l a p e t i t o s e n s i t i v o a p e t e c e m o s las
cosas sensibles y c o n el i n t e l e c t i v o las e s p i r i t u a l e s ; de
f o r m a q u e a l g u n a s veces h a y l u c h a y o p o s i c i ó n e n t r e
u n o y o t r o , q u e r i e n d o la s e n s i b i l i d a d u n a cosa é i m -
p e r a n d o la v o l u n t a d o t r a c o n t r a r i a . L u e g o . , . .

(1) Santo T h o m á s , Sum, theol. 1. p. q. 80, art. 1,


280. —Prueba de la 2,a ^.-^-Las p o t e n c i a s s e n s i t i v a s á
q u e c o r r e s p o n d e el a p e t i t o s e n s i t i v o y p o r las cuales
e s t á i n m e d i a t a m e n t e r e g i d o , son o r g á n i c a s (115). L u e -
go él t a m b i é n debe s e r l o : p o r q u e las f a c u l t a d e s a p e -
t i t i v a s d e b e n c o r r e s p o n d e r á las .aprehensivas y n o
p u e d e n ser m á s p e r f e c t a s q u e e l l a s . J
281. —Prueba de l a y . a p . — E l a p e t i t o s e n s i t i v o debe
hallarse donde está la sensibilidad i n t e r n a , por la
c u a l es i n m e d i a t a m e n t e r e g i d o . P o r q u e la a c c i ó n d e l
a p e t i t o es u n a especie de r e a c c i ó n c o n s i g u i e n t e á la
a c c i ó n d e l o b j e t o a p r e h e n d i d o , y la a c c i ó n y la r e a c -
c i ó n d e b e n h a l l a r s e en u n a m i s m a p a r t e de la s u s t a n -
cia. F u e r a de q u e el a p e t i t o n o p u e d e m o v e r s e h á c i a
lo d e s c o n o c i d o y p o r c o n s i g u i e n t e en a l g u n a m a n e r a
debe ser u n a m i s m a cosa c o n la f a c u l t a d p e r c e p t i v a
d e l m i s m o g é n e r o y e s t a r í n t i m a m e n t e u n i d o á ella.
Es a s í q u e la ' s e n s i b i l i d a d i n t e r n a r e s i d e p r i n c i p a l -
m e n t e en el c e r e b r o (125). L u e g o el c e r e b r o t a m b i é n
es d o n d e debe r e s i d i r el a p e t i t o s e n s i t i v o .
De a q u í es q u e las o b s e r v a c i o n e s p r a c t i c a d a s e n
estos ú l t i m o s t i e m p o s p o r los fisiólogos y los c l í n i c o s
t i e n d e n c l a r a m e n t e á p r o b a r q u e el a p e t i t o m e n c i o -
n a d o r e s i d e en el c e r e b r o l o m i s m o q u e la s e n s i b i l i -
d a d i n t e r n a , c o m o p u e d e verse en el a r t i c u l o de la
R e v i s t a B e l g a de q u e h e m o s h a b l a d o m á s a r r i b a (126).
Y esta era y a la o p i n i ó n c o m u n m e n t e r e c i b i d a p o r
los filósofos en el s i g l o p a s a d o , c o m o escribe el P. L o -
sada (1).
282. — S i n e m b a r g o , A r i s t ó t e l e s y o t r o s m u c h o s filó-
sofos c r e y e r o n q u e el a p e t i t o s e n s i t i v o t i e n e s u a s i e n -
to en el c o r a z ó n ; y las r a z o n e s q u e t u v i e r o n p a r a
o p i n a r de esta m a n e r a , son las s i g u i e n t e s ; i.a P o r -
q u e las pasiones de este a p e t i t o las e x p e r i m e n t e m o s

(0 Losada, de á n i m a , disp. 3. n. 33, y disp. 5, n. 129.


—192 —-
é ñ esta v i s c e r a , la c u a l se d i l a t a c o n la a l e g r í a , se
a p r i e t a c o n la t r i s t e z a y se a g i t a c o n la i r a . 2.a P o r q u e
t o d o s c o l o c a n el a m o r y el o d i o en el c o r a z ó n , d i c i e n -
d o ; L « amo, le aborrezco de todo corazón: 3.a P o r q u e
el a s i e n t o d e l a p e t i t o m e n c i o n a d o debe ser a q u e l l a
p a r t » d e l c u e r p o , q u e es el p r i m e r p r i n c i p i o d e l m o v i -
m i e n t o i n t e r i o r q u e h a y en el c u e r p o h u m a n o , la c u a l
es el c o r a z ó n ; p u e s su m o v i m i e n t o n a t u r a l d e l s í s t o -
le y de d i á s t o l e es el q u e p o n e en c i r c u l a c i ó n la s a n -
g r e p o r t o d o el cuerpo,, a c a r r e a n d o á t o d a s las p a r t e s
la m a t e r i a d e l a l i m e n t o .
283.—Pero n i n g u n a de ellas &s y a de v a l o r a l g u n o
en el p r e s e n t e e s t a d o de las ciencias. L a primera solo
p r u e b a q u e el c o r a z ó n t i e n e i n t i m a r e l a c i ó n c o n l a
f a c u l t a d a p e t i t i v a p o r la c o n m o c i ó n de la s a n g r e y
de los e s p í r i t u s a n i m a l e s q u e sufre el c u e r p o c o n los
actos d e l a p e t i t o m e n c i o n a d o . De a q u í el q u e n o solo
el c o r a z ó n sino t a m b i é n o t r a s p a r t e s d e l c u e r p o se
a g i t e n con estos actos, c o m o los i n t e s t i n o s , el d i a -
f r a g m a , los ojos, la c a r a , etc.
L a segunda solo i n d i c a q u e los h o m b r e s t o m a n la
p a l a b r a corazón p a r a s i g n i f i c a r esta v i s c e r a en r a z ó n
de s í m b o l o y s e ñ a l de los actos e s p i r i t u a l e s q u e se
p r o d u c e n en el a p e t i t o i n t e l e c t i v o ; p o r q u e las c o n -
m o c i o n e s d e l c o r a z ó n son c o m o la m a n o d e l r e l o j ,
q u e i n d i c a e x t e r i o r m e n t e l o q u e d e n t r o de él se eje-
c u t a . E n este s e n t i d o y n o en o t r o u s a m o s a q u e l l a s
frases: Le amo, le aborrezco de todo corazón; p u e s c o n
ellas h a b l a m o s de actos p u r a m e n t e e s p i r i t u a l e s ejer-
c i d o s s i n ó r g a n o a l g u n o , los cuales se nos hacen sensi-
bles en los m o v i m i e n t o s d e l c o r a z ó n .
L a tercera finalmente es falsa d e l t o d o ; p o r q u e el
c o r a z ó n c o n su m o v i m i e n t o n a t u r a l de s í s t o l e y d i á s -
tole d á p r i n c i p i o al m o v i m i e n t o n a t u r a l i n t e r n o , q u e
es c o n d i c i ó n p r é v i a p a r a las f u n c i o n e s de la v i d a
v e g e t a t i v a ; p e r o e l p r i m e r m o t o r de los m o v i m i e n t o s
e x p o n t á n e o s y. d e p e n d i e n t e s de la a p r e h e n s i ó n de los
objetos debe ser la s e n s i b i l i d a d i n t e r n a , la c u a l se h a -
l l a l o c a l i z a d a e n el c e r e b r o .
284. -ESCOLIO.—Además de este a p e t i t o general co-
r r e s p o n d i e n t e á la s e n s i b i l i d a d i n t e r n a , es p r e c i s o
r e c o n o c e r o t r o s a p e t i t o s particulares a c o m o d a d o s á
cada u n o de los s e n t i d o s e x t e r n o s y l o c a l i z a d o s en
aquellas m i s m a s partes del cuerpo, d o n d e tienen l u -
g a r las sensaciones. L a s r a z o n e s en q u e se f u n d a este
aserto, son las m i s m a s q u e h e m o s a d u c i d o en f a v o r
de la t e r c e r a p a r t e de la t é s i s ; pues t i e n e n i g u a l v a l o r
a p l i c a d a s á los p a r t i c u l a r e s s e n t i d o s . A d e m á s , c a d a
u n o de estos s e n t i d o s ama la p e r c e p c i ó n de u n o s o b -
j e t o s y aborrece la de o t r o s , r a z ó n p o r la c u a l el o j o , p o r
e j e m p l o , se deleita c o n la v i s t a de u n o s objetos y se en-
tristece c o n la de o t r o s ; y en t o d o el c u e r p o s e n t i m o s los
afectos de dolor y de placer, q u e n o son s i n o actos d e l
apetito p a r t i c u l a r correspondiente al sentido del tacto.
E l P. S u a r e z n o q u i e r e a d m i t i r estos a p e t i t o s p a r -
t i c u l a r e s ; p o r q u e en s e n t i r s u y o n o p o d r í a n f u n c i o n a r
s i n u n c o n o c i m i e n t o p r é v i o de o t r a s i m a g i n a c i o n e s
p a r t i c u l a r e s q u e r e s i d i e s e n t a m b i é n en d i v e r s o s ó r g a -
nos d e l c u e r p o (1). P e r o n i n g u n a n e c e s i d a d h a y de
s e m e j a n t e s i m a g i n a c i o n e s p a r t i c u l a r e s ; p u e s basta
p a r a los tales a p e t i t o s la p e r c e p c i ó n c o r r e s p o n d i e n t e .
O t r o s d i c e n q u e las sensaciones e x t e r n a s p o r s í m i s -
m a s son f o r m a l m e n t e g r a t a s ó i n g r a t a s y p o r c o n s i -
g u i e n t e n o h a y n e c e s i d a d de p o n e r en el h o m b r e t a n -
t o n ú m e r o de a p e t i t o s . P e r o á estos d e b e m o s r e s p o n -
d e r q u e el deleite y el dolor son actos d i s t i n t o s de
a q u e l l o s c o n q u e los s e n t i d o s p e r c i b e n sus o b j e t o s , y
pertenecen manifiestamente á alguna facultad apeti-

(1) Suarez, de anima, lib. 5, cap. 5, n. 6.


Psicología.
t i v a . P o r esto E s c o t o , M a i s t r i o , C o m p t o n , Q u i r ó s y
o t r o s p r o f e s a n la d o c t r i n a s o s t e n i d a a q u í p o r n o s o t r o s ,
y á u n e l m i s m o S u a r e z v i e n e á d e c i r en s u s t a n c i a lo
m i s m o c o n las s i g u i e n t e s p a l a b r a s . « Q u i z á s n o se d i -
r í a m a l q u e la f u e r z a p e r f e c t a de esta clase de p o t e n -
cias r e s i d e en u n a p a r t e d e t e r m i n a d a d e l c u e r p o , y
l u e g o de allí se c o m u n i c a de a l g u n a m a n e r a a l c u e r -
p o e n t e r o , l o c u a l se p o d r í a p e r s u a d i r c o n el e j e m p l o
de los a n i m a l e s i m p e r f e c t o s , y esta p a r e c e h a b e r s i d o
la o p i n i ó n de R i c a r d o ( i ) .

PROPOSICION SEGUNDA.

[ E l apetito^ sensitivo del hombre se divide en concupiscible


é irascible^ pero no parece que esta segunda parte del tal
apetito sea realmente distinta de la primera.

285.—Prueba de la i.a p . — E n los seres n a t u r a l e s co-


r r u p t i b l e s , c o m o escribe s a b i a m e n t e S a n t o T o m á s (2),
d e b e n e x i s t i r fuerzas, n o solo p a r a b u s c a r las cosas
c o n v e n i e n t e s y h u i r de las n o c i v a s , s i n o t a m b i é n p a r a
r e s i s t i r las c o n t r a r i a s , q u e p o n e n i m p e d i m e n t o á las
c o n v e n i e n t e s y p r o d u c e n d a ñ o ; p o r q u e de u n a s y
o t r a s necesitan p a r a c o n s e r v a r s e p o r a l g ú n t i e m p o
en s u p r o p i o ser. Es a s í q u e el h o m b r e es u n ser de
esta especie. L u e g o debe h a b e r en é l , n o solo u n ape-

(1) «Fortassc autem non male diceretur perfectam vira éjus-


modi potentiarum rcsidere i n parte corporis determinata: com-
municari vero aliqualiter universo corpori: possetque suaderi
exemplo animalium imperfectorum, et ita videtur opinan R i -
chardus in 3. distinct. 15, art. 4, qusest. 1. (Suarez, de anijna,
lib. cap. 5, n. 6).» Véase sobre esto el P. Losada, de anima,
disp. 5, n, 7 32 y siguientes.
(1) Santo Tomás, Summ. theol. 1. p. q. 8r, art. 3.
t i t o c o n c u p i s c i b l e c o n q u e b u s q u e n a t u r a l m e n t e las
cosas c o n v e n i e n t e s á su n a t u r a l e z g , c o r r u p t i b l e y h u y a
de las n o c i v a s y s i n o t a m b i é n u n ^ a p e t i t o i r a s c i b l e c o n
q u e l u c h e c o n t r a los i m p e d i m e n t o s q u e se o p o n e n a l
b i e n de esta n a t u r a l e z a y t i e n d e n á h a c e r l e d a ñ o c o n
su a c c i ó n d e s t r u c t o r a / P o r eso se suele d e c i r q u e el
objeto- de la p a r t e i r a s c i b l e es el b i e n arduo; en c u a n t o
q u e los i m p e d i m e n t o s c o n t r a q u i e n e s h a de l u c h a r p a r a
c o n s e r v a r la v i d a d e l c u e r p o , r e q u i e r e n p a r a ser v e n -
c i d o s u n c i e r t o d e s a r r o l l o de fuerza q u e n o t e n g a p o r
o b j e t o f o r m a l l o d e l e i t a b l e en r a z ó n de t a l , sino o t r a
cosa d i f e r e n t e .
286.—Prueba de la 2.ap.—i.0 L a s e n s i b i l i d a d i n t e r n a
p o r l a c u a l e s t á m o v i d o y r e g i d o el a p e t i t o s e n s i t i v o
g e n e r a l de q u e a h o r a t r a t a m o s , es r e a l m e n t e u n a sola
facultad cognoscitiva, como queda probado m á s arri-
ba (118 y s i g u i e n t e s ) . L u e g o u n a t a m b i é n debe ser la
facultad apetitiva correspondiente.
2.0 L o s actos d e l a p e t i t o c o n c u p i s c i b l e y los d e l
i r a s c i b l e se h a l l a n t a n í n t i m a m e n t e t r a b a d o s y o r d e -
n a d o s e n t r e s í , q u e no p a r e c e se los p u e d a a t r i b u i r s i n o
á u n a sola p o t e n c i a q u e los ejecute s e g ú n la n e c e s i d a d
de las c i r c u n s t a n c i a s . P o r q u e el c o n c u p i s c i b l e n o o p e r a
s i n o p a r a a l c a n z a r el b i e n deseado p o r el c o n c u p i s c i b l e
ó p a r a q u e n o se p i e r d a el b i e n y a o b t e n i d o y en c u y a
p o s e s i ó n se g o z a esta f a c u l t a d , r a z ó n p o r la c u a l t o d a s
las peleas q u e n a c e n , a s í e n t r e los h o m b r e s c o m o e n t r e
los a n i m a l e s , t i e n e n s u p r i m e r a r a i z en las c o n c u p i s -
cencias d e l b i e n d e l e i t a b l e . L u e g o el a p e t i t o i r a s c i b l e
p a r t e en t o d o s sus actos de la a p e t i c i o n de u n b i e n de-
leitable, y tiene por ú l t i m o t e r m i n o la c o n s e c u c i ó n ó la
c o n s e r v a c i ó n de u n b i e n de esta m i s m a especie; y p o r
c o n s i g u i e n t e , lo m i s m o q u e a r g ü í a m o s m á s a r r i b a h a -
b l a n d o d é l a i d e n t i d a d r e a l d e l e n t e n d i m i e n t o y de la
r a z ó n (229), el a p e t i t o i r a s c i b l e no debe ser c o n s i d e r a d o
—196 —
s i n o c o m o el m i s m o a p e t i t o c o n c u p i s c i b l e en c u a n t o
d i s p u e s t o p a r a l u c h a r c o n t o d o s los e n e m i g o s q u e
t i e n d a n á d i s p u t a r l e la p o s e s i ó n ó la c o n s e c u c i ó n de
u n bien deleitable.
287. — O t r o s s i n e m b a r g o j u z g a n ser r e a l m e n t e d i s -
t i n t a s estas dos p o t e n c i a s , a p o y a d o s p r i n c i p a l m e n t e
en las dos r a z o n e s s i g u i e n t e s : i . a L a p o t e n c i a i r a s c i b l e
m u c h a s veces va c o n t r a el b i e n de la c o n c u p i s c i b l e ;
p o r q u e p a r a h a c e r f r e n t e á los c o n t r a r i o s a m a las cosas
t r i s t e s y d u r a s , las cuales son o p u e s t a s á la c o n c u p i s -
c i b l e q u e apetece l o s u a v e y d e l e i t a b l e . L u e g o las tales
p o t e n c i a s son r e a l m e n t e d i v e r s a s . 2.a L a s p a s i o n e s de
estas p o t e n c i a s son t a m b i é n c o n t r a r i a s ; p o r q u e la i r a
a r d i e n t e d i s m i n u y e la c o n c u p i s c e n c i a : L u e g o etc.
288. —Pero estas r a z o n e s n o son s u f i c i e n t e s p r u e b a s
de d i s t i n c i ó n real y física s i n o t a n solo de d i s t i n c i ó n de
ra^on 7'aciocinada y lógica. P o r q u e la f a c u l t a d i r a s c i b l e
n u n c a v á absoluia?7iente c o n t r a el b i e n de la c o n c u p i s -
c i b l e , á n t e s s u fin ú l t i m o es a l c a n z a r ó c o n s e r v a r este
b i e n . P o r c o n s i g u i e n t e , el q u e a t r e p e l l e c o n a l g ú n b i e n
deleitable para conseguir ó conservar o t r o del m i s m o
g é n e r o , n o a r g u y e q u e sea f a c u l t a d r e a l m e n t e d i s t i n t a
de la c o n c u p i s c i b l e , s i n o a l c o n t r a r i o i d é n t i c a ; p o r q u e
t o d a f a c u l t a d t i e n e p o r ú l t i m o t é r m i n o de su a c c i ó n
u n b i e n s u y o p r o p i o y a q u í el t é r m i n o m e n c i o n a d o es
u n b i e n de l a c o n c u p i s c i b l e . L a s e g u n d a r a z ó n solo
p r u e b a q u e las fuerzas d e l a p e t i t o s e n s i t i v o s o n l i m i -
t a d a s y q u e p o r l o t a n t o , c o n c e n t r á n d o s e en u n o b j e t o
p a r t i c u l a r , t i e n e q u e d i s m i n u i r su e n e r g í a en o r d e n á
o t r o s (1).

(1) V . Suarez, de ctnvnct, lib. 5, cap. 4.


197

PROPOSICION TERCERA.

E l objeto adecuado del apetito sensitivo es el bien sensi-


ble, el cual pertenece d la parte concupiscible bajo la razón
de deleitable y á la irascible bajo la de defendible.

289. —Prueba de la 1 .* p.—Tan u n i v e r s a l debe ser el


a p e t i t o s e n s i t i v o en su p r o p i o o r d e n c o m o el s e n t i d o
c o m ú n ó i n t e r i o r e n el s u y o . Es a s í q u e este s e g u n d o
p e r c i b e t o d o lo q u e t i e n e r a z ó n de sensible. L u e g o el
r e f e r i d o a p e t i t o p u e d e apetecer esto m i s m o bajo l a
r a z ó n de b i e n c o n v e n i e n t e á l a n a t u r a l e z a sensible.
290. —Prueba de la 2* p . — L a c o n c u p i s c i b l e m i r a el
b i e n en c u a n t o a p e t e c i b l e en si m i s m o y d i g n o de ser
a m a d o ; la i r a s c i b l e en c u a n t o d i g n o de ser d e f e n d i d o
c o n t r a los e n e m i g o s q u e t i e n d e n á d e s t r u i r l o . L u e g o
es e v i d e n t e q u e el b i e n sensible p e r t e n e c e á la p r i m e r a
bajo la r a z ó n de d e l e i t a b l e ; p u e s es i n c a p a z d e l h o n e s -
t o ; y el útil-, c o m o t a l , no es a m a b l e p o r sí m i s m o ; y l a
s e g u n d a lo m i r a bajo la r a z ó n de d e f e n d i b l e . De a q u í
es q u e la c o n c u p i s c i b l e versa f o r m a l m e n t e sobre el fin
d e l a p e t i t o s e n s i t i v o y la i r a s c i b l e s o b r e los medios
p a r a c o n s e g u i r l o y poseerlo c o n s e g u r i d a d p l e n a . L o
c u a l es u n a n u e v a p r u e b a de q u e las tales f a c u l t a d e s
no se d i s t i n g u e n r e a l m e n t e e n t r e si; p o r q u e el a m o r
d e l fin y la e l e c c i ó n de los m e d i o s p e r t e n e c e n á u n a
m i s m a potencia.
4 • .-T¡K,

—198— tr^ <<

PROPOSICION CUARTA.

L o s actos de la concupiscible son seis: el amor, el odio,


él deseo, la fuga, el deleite y la tristeza. Los de la iras-
cible son cinco: la esperanza} la desesperación, la
audacia, el temor y la ira.

291. —Prueba de la i . * p . — E l bien y el m a l sensible,


s o b r e los cuales p u e d e v e r s a r el a p e t i t o s e n s i t i v o ,
p u e d e n ser r e p r e s e n t a d o s p o r l a p e r c e p c i ó n sensible,
y a c o m o s i m p l e s bienes ó m a l e s en si m i s m o s s i n r e l a -
c i ó n a l g u n a á su a u s e n c i a ó p r e s e n c i a , y a c o m o cosas
f u t u r a s , y a finalmente c o m o p r e s e n t e s ; p o r q u e l o pa-
sado, c o m o t a l , n o t i e n e r a z ó n de b i e n p a r a el s e n t i d o .
• L a r e p r e s e n t a c i ó n de la p r i m e r a clase h a r á n a c e r e n el
a p e t i t o s e n s i t i v o los actos de amor ó de odio; la de la
s e g u n d a los de deseo 6 de fuga; la de la t e r c e r a los de
deleite ó de tristeza, s e g ú n sea u n b i e n ó u n m a l lo
q u e v i e n e en ella r e p r e s e n t a d o . L u e g o los actos del
a p e t i t o s e n s i t i v o , en r a z ó n de c o n c u p i s c i b l e , s o n los
seis m e n c i o n a d o s .
C o n el a m o r a p e t e c e m o s el b i e n sensible p o r s u i n -
t r í n s e c a b o n d a d r e a l ó s u p u e s t a , con el o d i o a b o r r e -
c e m o s el m a l c o n t r a r i o : c o n el deseo a s p i r a m o s h á c i a
u n b i e n q u e se n o s p r e s e n t a á d i s t a n c i a c o m o a s e q u i -
b l e , c o n la f u g a h u i m o s de u n m a l q u e se nos v i e n e
e n c i m a y q u e t r a t a m o s de e v i t a r : c o n el d e l e i t e final-
m e n t e se c o m p l a c e el a p e t i t o s e n s i t i v o en u n b i e n
p r e s e n t e y c o n v e n i e n t e á la n a t u r a l e z a sensible, con
la t r i s t e z a nos d o l e m o s de la p r e s e n c i a de u n m a l q u e
ha c a í d o sobre nosotros.
292. —Prueba de la 2.a p . — E l b i e n sensible, p a r a ser
a l c a n z a d o ó c o n s e r v a d o , p r e s e n t a d i f i c u l t a d e s q u e se
d e b e n s u p e r a r ó v e n c e r . S i estas d i f i c u l t a d e s se ofrecen
— 199 —
c o m o s u p e r a b l e s , el a p e t i t o l u c h a c o n t r a ellas y el acto
entonces e j e r c i d o se l l a m a esperanza, l a c u a l v i e n e en
a u x i l i o d e l deseo. S i p o r el c o n t r a r i o a p a r e c e n c o m o
i n v e n c i b l e s , el a p e t i t o cesa de l u c h a r y p r o d u c e u n
acto de desesperación, el c u a l es u n a especie de deseo
i n c a p a z de ser r e a l i z a d o p o r la d i f i c u l t a d d e l o b j e t o .
A s i m i s m o , el m a l , p a r a ser e v i t a d o , p r e s e n t a d i f i c u l -
t a d e s q u e v e n c e r . S i é s t a s son i n s u p e r a b l e s , nace en
el a p e t i t o el temor; si v e n c i b l e s , la audacia p a r a aco-
m e t e r l a s ( i ) . F i n a l m e n t e , de la a p r e h e n s i ó n d e l m a l
p r e s e n t e y ya i n f e r i d o r e s u l t a en el a p e t i t o s e n s i t i v o
la ira, q u e es ü n deseo de v e n g a n z a . L u e g o los a c t o s
de la i r a s c i b l e no son m á s q u e c i n c o ; p o r q u e el a c t o
áe gratitud ó r e c o m p e n s a de u n b i e n , q u e es el q u e
d e b e r í a c o r r e s p o n d e r á la i r a c o m o c o n t r a p u e s t o á
ella, n o p e r t e n e c e á la i r a s c i b l e s i n o á la c o n c u -
piscible.

PROPOSICION QUINTA.

E l apetito sensitivo es movido por el racional por medio


de la razón, el cual por lo tanto ejerce en él dominio po-
lítico y no despótico.

293,—Prueba d e l a i . a p . — L a v o l u n t a d n o p u e d e m o -
v e r al a p e t i t o s e n s i t i v o s i n o p r o p o n i é n d o l e u n b i e n sen-
sible, al c u a l t e n g a él n a t u r a l p r o p e n s i ó n . Es a s í q u e
esto no lo p u e d e h a c e r p o r si m i s m a ; p u e s t o q u e p r o -
p o n e r el b i e n á l a s f a c u l t a d e s a p e t i t i v a s c o r r e s p o n d e á
las a p r e h e n s i v a s . L u e g o la v o l u n t a d no p u e d e i m p r i m i r
m o v i m i e n t o * a l g u n o al a p e t i t o m e n c i o n a d o , s i n o p o r
m e d i o ' d e las f a c u l t a d e s a p r e h e n s i v a s q u e t e n g a n en
él a l g ú n i n f l u j o . É s t a s son la s e n s i b i l i d a d i n t e r n a y

(1) V . Santo Tomás, Summ, theol., 1.* 2,* q. 45.


— 200 —
la r a z ó n : la primera es s u m o t o r i n m e d i a t o , p u e s á
ella t o c a p r o p o n e r l e el b i e n sensible q u e h a de ser ape-
t e c i d o : la segunda es u n m o t o r m e d i a t o y r e m o t o ,
p u e s la r a z ó n c o n sus d i s c u r s o s e s p i r i t u a l e s 3^ u n i v e r -
sales p u e d e h a c e r q u e la e s t i m a t i v a ó c o g i t a t i v a s e n -
sible a p r e h e n d a y j u z g u e de los o b j e t o s sensibles, en
m a n e r a d i v e r s a de la q u e t e n d r í a si q u e d a r a a b a n d o -
n a d a á sí p r o p i a . A s í , c o m o n o t a s a b i a m e n t e S a n t o
T o m á s , cada u n o p u e d e e x p e r i m e n t a r en sí m i s m o
q u e a p l i c a n d o a l g u n a s c o n s i d e r a c i o n e s p r o p i a s de la
r a z ó n , se m i t i g a la i r a , ó el t e m o r , ú o t r o afecto d e l
a p e t i t o s e n s i t i v o ó p o r el c o n t r a r i o se a u m e n t a n t o d o s
estos actos.
294. —Prueba de la- 2.a p.— L a v o l u n t a d n o m u e v e a l
a p e t i t o s i n o c o m o p o r v í a de consejo p o r m e d i o de los
d i s c u r s o s de la r a z ó n . Es a s í q u e estos d i s c u r s o s n o
l o g r a n p e r s u a d i r a l a p e t i t o en c u e s t i ó n , de m a n e r a ,
q u e deje de r e s i s t i r y r e c a l c i t r a r á las veces á causa
d e l b i e n sensible c o n t r a r i o q u e t o d a v í a le p r e s e n t a la
s e n s i b i l i d a d i n t e r n a ó p o r efecto de las c u a l i d a d e s na-
t u r a l e s con q u e se h a l l a a f e c t a d o . L u e g o el i m p e r i o
q u e en ¿1 ejerce la l i b e r t a d , n o es a b s o l u t o ó d e s p ó t i c o ,
c u a l es el q u e e j e c u t a n los s e ñ o r e s c o n sus s i e r v o s y la
m i s m a v o l u n t a d con los m i e m b r o s d e l c u e r p o p a r a
m o v e r l o s , sino p o l í t i c o y libre, parecido al que t i e n e n
los s o b e r a n o s c o n r e s p e c t o á sus s u b d i t o s , los cuales
a l g u n a s veces les o p o n e n r e s i s t e n c i a n e g á n d o s e á c u m -
p l i r sus ó r d e n e s .
295. — N o q u i e r e d e c i r esto, s i n e m b a r g o , q u e el ape-
t i t o sea v e r d a d e r a m e n t e l i b r e en estos actos; p o r q u e
de l o c o n t r a r i o p e c a r í a m o s con ellos s i n t e n e r en tales
p e c a d o s n i n g u n a p a r t e la v o l u n t a d , l o c u a l es a b s o l u -
t a m e n t e falso. L o q u e ú n i c a m e n t e s i g n i f i c a es, q u e e n
s u m a n e r a de o b e d e c e r á la v o l u n t a d y á la r a z ó n se
asemeja el a p e t i t o s e n s i t i v o á los c i u d a d a n o s l i b r e s de
— 201 —
u n r e i n o y g o z a p o r l o t a n t o de u n m o d o de o b e d i e n -
cia analógicamente p o l í t i c o y l i b r e .
Es v e r d a d q u e S a n t o T o m á s d á el n o m b r e de peca-
dos veniales á los actos s o b r e d i c h o s ( i ) ; p e r o el m i s -
m o n o m b r e de p e c a d o n o l o usa e n t o n c e s s i n o en u n
cierto sentido a n a l ó g i c o , t o m á n d o l o para significar
cierta cosa imperfecta en el género de pecado. P o r d o n d e
el m i s m o S a n t o D o c t o r e n s e ñ a en o t r a p a r t e (2) q u e
p o r los actos d e l a p e t i t o s e n s i t i v o , c o n s i d e r a d o s en s í
m i s m o s , n i n g u n o es d i g n o de a l a b a n z a ó v i t u p e r i o ;
s i n o solo en c u a n t o q u e e s t á n r e g i d o s p o r l a r a z ó n ,
lo c u a l q u i e r e d e c i r q u e ellos en sí m i s m o s n o s o n m o -
ralmente libres.
296.—ESCOLIO.—El a p e t i t o s e n s i t i v o suele d e s i g n a r -
se c o n l o s n o m b r e s de sensualidady concupiscencia. E n
su uso m á s f r e c u e n t e , s i n e m b a r g o , estos dos n o m -
b r e s s u e l e n t o m a r s e en m a l s e n t i d o p a r a d e s i g n a r e l
a p e t i t o s e n s i t i v o , en c u a n t o o p u e s t o á la r a z ó n é i n -
d u c t i v o á l o s bienes d e l c u e r p o c o n t r a r i o s en a l g u n a s
c i r c u n s t a n c i a s á l o s d e l e s p í r i t u . A s i m i s m o , los a c t o s
d e l a p e t i t o s e n s i t i v o se c o n o c e n c o n e l n o m b r e de
aJectos;.y c u a n d o son v e h e m e n t e s y l l e v a n c o n s i g o u n a
f u e r t e c o n m o c i ó n de la s a n g r e y de los h u m o r e s , c o m o
sucede p o r e j e m p l o en la i r a y en o t r o s actos s e m e j a n -
tes, se l l a m a n g e n e r a l m e n t e ^aszones p o r la p a s i ó n fí-
sica q u e p r o d u c e n en el c u e r p o . E l n o m b r e de ajectos
se suele t o m a r s i e m p r e en u n s e n t i d o i n d i f e r e n t e ; de
s u e r t e q u e n o s i g n i f i c a en e l o r d e n de l a m o r a l i d a d
cosa a l g u n a n i m a l a n i b u e n a , s i n o u n a c t o q u e p o d r á
ser b u e n o ó m a l o s e g ú n v a y a b i e n ó m a l d i r i g i d o p o r
la r a z ó n . P e r o e l n o m b r e de pasiones suele s i g n i f i c a r
o r d i n a r i a m e n t e l o s afectos v e h e m e n t e s d e l a p e t i t o

(1) Santo T o m á s , Summ theol. 1.' a," q. 74, art. 3, ad 3.


(2) I d . tbid q. 24, art. 1, ad 3.um
— 202 —
s e n s i t i v o q u e i n d u c e n á pecar ó el m i s m o a p e t i t o c a u -
s a d o r de estos actos, y en este s e n t i d o se d i c e q u e las pa-
siones necesitan de freno. L a s pasiones s i n e m b a r g o , en
sí m i s m a s n o son m a l a s ; p o r q u e solo i n d u c e n á la p r o -
s e c u c i ó n de u n b i e n sensible, sin saber si es b u e n o ó es
m a l o p a r a el e s p í r i t u en a q u e l l a s c i r c u n s t a n c i a s de-
t e r m i n a d a s y d e j a n d o á la r a z ó n el c u i d a d o de m i r a r
q u é es lo q u e d i c t a n las leyes de la m o r a l i d a d . A ú n
m á s : l é j o s de ser m a l a s , en m u c h a s ocasiones, bajo el
i n f l u j o y la s á b i a d i r e c c i ó n de la r a z ó n , p u e d e n ser i n s -
t r u m e n t o s m u y p o d e r o s o s de acciones ú t i l í s i m a s y h o -
n e s t í s i m a s q u e l l e n e n d e g l o r i a á q u i e n las p r o d u c e , p o r
t r a e r g r a n d e s bienes a s í á la R e l i g i ó n c o m o á la p á t r i a .

§ I I I . APETITO RACIONAL Ó VOLUNTAD.

297. - ^ - E n t i é n d e s e p o r a p e t i t o r a c i o n a l la facultad de
apetecer el bien,(dirigida inmediatamente por el conoci-
%niento d^ajrqzQn. E l a p e t i t o s e n s i t i v o en el h o m b r e
t a m b i é n p u e d e ser d i r i g i d o p o r la r a z ó n , p e r o solo de
u n a m a n e r a m e d i a t a , en c u a n t o q u e la r a z ó n c o n sus
discursos universales puede i m p r i m i r cierta d i r e c c i ó n
á las a p r e h e n s i o n e s de l a e s t i m a t i v a sensible, y h a c e r
asi q u e el a p e t i t o m e n c i o n a d o ejerza m á s b i e n u n
acto que o t r o . E l m o t o r nato del apetito racional ó
v o l u n t a d es la r a z ó n , c o m o f a c u l t a d a p r e h e n s i v a de
su m i s m o g é n e r o ; y p o r l o t a n t o la d i r e c c i ó n q u e so-
b r e é l ejerce, es i n m e d i a t a .
298. — Q u e e x i s t a en n o s o t r o s este a p e t i v o es e v i d e n -
te: p u e s á las f a c u l t a d e s a p r e h e n s i v a s d e b e n c o r r e s -
p o n d e r n e c e s a r i a m e n t e las a p e t i t i v a s , y p o r l o t a n t o á
n u e s t r a r a z ó n debe c o r r e s p o n d e r u n a p e t i t o de la
m i s m a clase ó sea r a c i o n a l y s u p e r i o r al s e n s i t i v o . Este
a p e t i t o es u n a p o t e n c i a i n o r g á n i c a ó e s p i r i t u a l , l o
m i s m o q u e la r a z ó n ) y ejerce t o d a s las clases de actos
—203 —
que p e r t e n e c e n á l a c o n c u p i s c i b l e y á la i r a s c i b l e ;
a u n q u e t o d o s ellos s o n t a m b i é n i n o r g á n i c o s ó e s p i r i -
t u a l e s , ^ g p r ser hechos s i n el c o n c u r s o i n t r í n s e c o de la
m a t e r i a ^ A s í , c o n l a v o l u n t a d amamos ó n o s complace-
mos e n u n a cosa y la aborrecemos ü odiamos, deseamos
poseer el b i e n n o a l c a n z a d o y huimos d e l m a l q u e nos
a m e n a z a , n o s gozamos en el b i e n q u e h e m o s a d q u i r i -
do y n o s entristecemos e n el m a l q u e h a c a i d o s o b r e
n o s o t r o s , nos animamos p a r a v e n c e r p o r m e d i o de la
esperanza las d i f i c u l t a d e s q u e nos i m p i d e n la conse-
c u c i ó n d e l b i e n y desconfiamos d e - v e n c e r l a s , c u a n d o se
nos p r e s e n t a n c o m o i n s u p e r a b l e s , etc. L o q u e resta
pues a h o r a en este p á r r a f o es e x a m i n a r el o b j e t o d e
esta f a c u l t a d y l a n a t u r a l e z a de sus actos, p a r a lo c u a l
t r a t a r e m o s de p r o b a r las p r o p o s i c i o n e s s i g u i e n t e s .

PROPOSICION PRIMERA.

L a voluntad nojfeuede amar sino el bien, conocido con la


inteligencia\ representado en alguna manera
como propio.

299.—Observación.—La p r e s e n t e p r o p o s i c i ó n c o n t i e -
ne t r e s p a r t e s . E n la p r i m e r a sostenemos c o n t r a los N o -
m i n a l e s q u e la v o l u n t a d n o p u e d e a m a r n a d a c o m o
m a l o ; s i n o q u e t o d o c u a n t o a m e , l o debe q u e r e r bajo la
r a z ó n de b i e n . E n la s e g u n d a d e c i m o s c o n la g e n e r a l i -
d a d de los filósofos q u e la v o l u n t a d n o p u e d e a m a r el
b i e n s i n o en c u a n t o c o n o c i d o , y q u e p o r c o n s i g u i e n t e
el c o n o c i m i e n t o p r é v i o d e l o b j e t o es u n a c o n d i c i ó n
esencial p a r a q u e p u e d a ser a d m i t i d o ó r e c h a z a d o p o r
ella. E n la t e r c e r a , finalmente, s e g u i m o s la d o c t r i n a
c o m ú n de los sabios, en q u e se d i c e q u e á l a v o l u n t a d
p a r a a m a r el b i e n , se le debe p r e s e n t a r c o m o c o n v e -
n i e n t e y en a l g u n a m a n e r a p r o p i o .
300. —Prueba de la 7.A p . — i . ' Es i m p o s i b l e q u e el
a p e t i t o i n n a t o se i n c l i n e al m a l Hajo la r a z ó n de t a l ,
p o r q u e la n a t u r a l e z a n o le da s i n o p o r la p e r f e c c i ó n
d e l s u j e t o : L u e g o t a m b i é n es i m p o s i b l e q u e el a p e t i t o
e l i c i t i v o , sea s e n s i t i v o , sea r a c i o n a l , se i n c l i n e al m a l
bajo el aspecto d i c h o ; p o r q u e el a p e t i t o e l i c i t i v o es
d a d o p o r la n a t u r a l e z a al sujeto p a r a q u e se i n c l i n e á
s u p r o p i o b i e n , e n u n a m a n e r a m á s p e r f e c t a q u e con
el a p e t i t o i n n a t o } 2.0 L a v o l u n t a d , para a m a r a l g u n a
cosa, debe ser e s c i t a d a y m o v i d a á este a c t o p o r el o b -
j e t o , c o m o p r o b a r e m o s d e n t r o de p o c o . Es asi q u e
solo el b i e n , r e a l ó a p a r e n t e , p u e d e p r o d u c i r en ella
esta e s c i t a c i o n ; p o r q u e el m a l , c o m o t a l , no t i e n e
a t r a c t i v o p a r a la v o l u n t a d s i n o a l c o n t r a r i o m o t i v o de
r e p u l s i ó n y de o d i o . L u e g o la v o l u n t a d n o p u e d e q u e -
r e r cosa a l g u n a sino bajo la r a z ó n de b i e n ; y p o r c o n -
s i g u i e n t e el m i s m o m a l q u e a l g u n a s veces escoge
f a l t a n d o á las r e g l a s de la m o r a l i d a d , l o a b r a z a bajo
la r a z ó n de b i e n . 3.0 L a v o l u n t a d en t o d o s sus actos
o b r a l l e v a b a de su n a t i v a p r o p e n s i ó n al b i e n , en l o
c u a l consiste su a p e t i t o i n n a t o . Es a s í q u e su n a t i v a
p r o p e n s i ó n al b i e n n o la p u e d e i n c l i n a r s i n o al b i e n .
L u e g o la v o l u n t a d en t o d o s sus actos debe b u s c a r f o r -
m a l ó v i r t u a l m e n t e u n b i e n y p o r lo t a n t o en n i n g u n o
de ellos p u e d e a m a r el m a l c o m o t a l .
301. — D i c e n los N o m i n a l e s : i.0 Si la v o l u n t a d no
p u e d e a m a r el m a l , t a m p o c o p o d r á o d i a r el b i e n , lo
c u a l es u n a b s u r d o . 2.0 P u e d e u n o p a r a h a c e r uso de
su l i b e r t a d , a m a r el m a l c o m o t a l , v . g r . s u i c i d á n d o -
se. 3.0 L o s c o n d e n a d o s en el I n f i e r n o desean ser r e -
d u c i d o s á la n a d a , l o c u a l es u n p u r o m a l p a r a
ellos. 4.0 M u c h o s q u i e r e n el m a l d e s ú s e n e m i g o s , p r e -
c i s a m e n t e p o r q u e es m a l . 5.0 P o d e m o s a m a r las c o -
sas i m p o s i b l e s , en las cuales n o se ve n i n g u n a r a z ó n
cié b i e n . L u e g o . . .
— 205 —
•^02.—Respuesta.—i.0 L a v o l u n t a d p u e d e o d i a r el
b i e n bajo la r a z ó n de m a l ; p o r q u e no se le p r e s e n t a
bien a l g u n o q u e bajo a l g ú n a s p e c t o no se le ofrezca
r e v e s t i d o de a l g ú n m a l . De la m i s m a m a n e r a p u e s
p u e d e a m a r al a l m a bajo la razón de bien, y bajo esta
r a z ó n s o l a m e n t e . 2.0 Q u i e n se s u i c i d a , b u s c a e q u i v o -
c a d a m e n t e u n b i e n , c u a l es el de s u s t r a e r s e á l o s m a -
les q u e le a q u e j a n . Y si a l g u n o q u i s i e r a h a c e r - e s t e
acto p o r el solo m o t i v o de ejercer c o n él su l i b e r t a d ,
en este m i s m o e j e r c i c i o v e r í a e q u i v o c a d a m e n t e u n
b i e n , y a s í n o e l e g i r í a el m a l c o m o m a l s i n o bajo
la r a z ó n de b i e n . 3.0 L o s c o n d e n a d o s v e n e n su a n i -
q u i l a c c i o n a l g o de b i e n r e l a t i v o ; p o r q u e j u z g a n q u e es
m e n o r d e s g r a c i a n o e x i s t i r q u e e x i s t i r en m e d i o de t a n -
tos t o r m e n t o s ; } 7 este b i e n es el q u e apetecen c u a n d o d e -
sean ser a n i q u i l a d o s p o r c o m p l e t o , d e j a n d o de e x i s t i r .
4.0 L o s q u e se c o m p l a c e n en el m a l de sus e n e m i g o s ,
b u s c a n en ello la s a t i s f a c c i ó n de su p r o p i a v e n g a n z a ,
lo c u a l c o n s i d e r a n c o m o u n b i e n ; y a s í n o a m a n e l
m a l p o r el m a l s i n o p o r el b i e n . 5.0 E l b i e n q u e m i r a -
mos c o m o i m p o s i b l e , no lo podemos a m a r con u n
a m o r eficaz y a b s o l u t o ; p o r q u e v e m o s q u e n o l o p o -
d e m o s a l c a n z a r . L o q u e ú n i c a m e n t e nos es p o s i b l e
con r e s p e c t o á esta clase de bienes, es a m a r l o s c o n
c i e r t o a m o r ineficaz y de s i m p l e c o m p l a c e n c i a , r e p r e -
s e n t á n d o n o s l o s c o m o h i p o t é t i c a m e n t e posibles, ó
a m a r l o s c o n a m o r eficaz p o r p a r t e n u e s t r a y c o n d i -
c i o n a d o p o r p a r t e de e l l o s . A s í , a l a r r e p e n t i m o s de
n u e s t r o s pecados d e c i m o s : S i estuviera en mi mano des-
hacer lo hecho, lo desharía haciendo que nunca hubiese
pecado. P e r o en t o d o s estos casos s i e m p r e se nos p r e -
senta el o b j e t o c o m o p o s i b l e en a l g ú n m o d o (1).

(1) V , Losada, de anima, dip. 7, cap. 3, n n . 53-60.


— 206 —
yol.—Prueba de la 2.a p.—La. v o l u n t a d , p a r a a m a r
u n o b j e t o , debe ser a t r a í d a y m o v i d a p o r é l ; p o r q u e
a u n q u e en sí tiene capacidad i n t r í n s e c a para amar
t o d o l o q u e e n v u e l v e r a z ó n de b i e n , p e r o e ü a de c u y o
e s t á i n d i f e r e n t e p a r a a m a r de hecho e n u n m o m e n t o
d a d o ial o b j e t o m á s b i e n q u e ¿al otro. Es a s í q u e el
o b j e t o n o p u e d e m o v e r y s o l i c i t a r á la v o l u n t a d sino
e n c u a n t o r e l u c e en l a i d e a , p u e s t o q u e n o i n f l u y e en
ella s i n o en e l g é n e r o de causa final ( O . 5 9 9 ) . L u e g o
la v o l u n t a d n o p u e d e a b s o l u t a m e n t e a m a r s i n o el b i e n
c o n o c i d o . 2.0 E l a c t o e l í c i t o d e a p e t e c e r , n o se sigue
i n m e d i a t a m e n t e d e l a f o r m a c o n s t i t u t i v a d e l eer
a p e t i t i v o , s i n o de l a f o r m a a c c i d e n t a l y a p r e h e n d i d a
por la facultad cognoscitiva; porque toda inclinación
es c o n f o r m e á s u f o r m a c o r r e s p o n d i e n t e , la i n n a t a
c o n f o r m e á l a s u s t a n c i a l y l a e l i c i t a c o n f o r m e á la
a p r e h e n d i d a y r e p r e s e n t a d a e n l a p e r c e p c i ó n . Es a s í
que r e p u g n a i n t r í n s i c a m e n t e el a p e t i t o i n n a t o s i n
u n a n a t u r a l e z a r e a l y f í s i c a de d o n d e e m a n e . L u e g o
de l a m i s m a m a n e r a r e p u g n a l a p o t e n c i a e l i c i t a s i n
u n a f o r m a a c t u a l m e n t e r e p r e s e n t a d a en la p e r c e p c i ó n
q u e i n f l u y a en s u e x i s t e n c i a . De a q u í a q u e l r e f r á n t a n
c o n o c i d o e n t r e los filósofos: « N i h i l v o l i t u m q u i n prae-
c o g n i t u m , » liada hay querido sin ser préviamente cono-
cido (1).
304.—Prueba de la i * p.—i.0 E l a p e t i t o i n n a t o n o
puede inclinarse sino h á c i a el bien conveniente al
sujeto q u e le posee. L u e g o t a m p o c o e l e l í c i t o p u e d e
t e n d e r s i n o a l b i e n q u e la f a c u l t a d c o g n o s c i t i v a le
p r e s e n t e c o m o c o n v e n i e n t e ; p o r q u e t a n t o e l u n o co-
m o el o t r o h a n sido dados por la naturaleza para
la p e r f e c c i ó n d e l s u j e t o . 2.0 E l a m o r es u n a c i e r t a i n -
c l i n a c i ó n y g r a v i t a c i ó n h á c i a el o b j e t o c o m o h á c i a el

(1) V . Suarez, Metaphys. d h p . 23, sect. 7. n. 5 y siguientes.


—207—-
c e n t r o en que' descansa el sujeto a m a n t e . Es a s í q u e
el a m a n t e n o p u e d e descansar e n u n c e n t r o q u e n o
e n v u e l v a c o n f o r m i d a d de c o n v e n i e n c i a con s u n a t u -
r a l e z a . L u e g o es de esencia d e l b i e n p a r a ser a m a d o
q u e se p r e s e n t e c o m o c o n v e n i e n t e a l s u j e t o q u e l o
a m a y en a l g u n a m a n e r a s u y o . P o r eso decia A r i s t ó -
teles: Amabile quidem bonum, unicuique aiitem pro-
prium ( i ) . Y S a n t o T o m á s : « H a y u n a u n i ó n , escribe,
en la c u a l consiste e s e n c i a l m e n t e el a m o r ; y esta
u n i ó n es s e g ú n la c o a p t a c i ó n d e l afecto, la c u a l se
asemeja á l a u n i ó n s u s t a n c i a l en c u a n t o q u e el a m a n -
te se h á c o n r e s p e c t o a l a m a d o , en el a m o r de a m i s -
t a d , c o m o si el a m a d o f u e r a él m i s m o , y en el de c o n -
c u p i s c e n c i a c o m o si f u e r a a l g o de su p r o p i o s é r (2).»
305.—No se s i g u e de a q u í , s i n e m b a r g o , q u e t o d o s
n u e s t r o s actos de a m o r sean de concupiscencia y n i n -
g u n o de benevolencia ó de amistad. P o r q u e c o n el a m o r
de c o n c u p i s c e n c i a de t a l m a n e r a a m a m o s u n b i e n ,
q u e c o n el t a l a c t o b u s c a m o s n u e s t r o p r o p i o p r o v e c h o ,
en c u a n t o f í s i c a m e n t e c o n d i s t i n t o s de los d e m á s se-
res capaces de p a r t i c i p a r de a q u e l b i e n ; ó en o t r o s
t é r m i n o s , l o q u e r e m o s ^ a r a woso^-os mismos. M a s c o n
el a m o r de b e n e v o l e n c i a y de a m i s t a d el b i e n p o r n o s -
o t r o s a m a d o l o q u e r e m o s para otro, por el provecho
suyo y no nuestro. Solo q u e p a r a p o d e r ejercer esta
s e g u n d a clase de actos es p r e c i s o q u e c o n s i d e r e m o s
la p e r s o n a a m a d a c o m o u n i d a en a l g u n a m a n e r a c o n

(O Aristóteles, 5 Ethic. cap. 8.


(2) «Queedam vero unió est essentíaliter ípse amor; et haec
est unió secundum coaptationem affcctus, quce quidem assimi-
litatur unioni substantiali, i n quantum amans se habet ad
amatum, i n amore quidem amicitise, sicut ad seipsum, in amo-
re autem concupiscentias, ut ad aliquid sui (Santo Tomás,
Summ. theol. 1. 2. q. 28. arr. 1. ad 2.l,n1)»
--208 —
n o s o t r o s y f o r m a n d o c o n n u e s t r o p r o p i o s é r u n a cier-
t a especie de u n i d a d m o r a l , h a b i é n d o n o s c o n r e s p e c t o
á ella c o m o si se i d e n t i f i c a r a c o n n u e s t r a p r o p i a p e r -
sona ó c o m o si f u e r a a l g o de n u e s t r o p r o p i o s é r . Y
a s í , á u n c u a n d o u n o se f o r j á r a c o n l a i m a g i n a c i ó n a l -
g ú n objeto hermoso y deleitable que nada t u v i e r a
q u e v e r c o n é l , t o d a v í a n o p o d r í a c o m p l a c e r s e en esta
h e r m o s u r a fingida s i n o en c u a n t o q u e se la r e p r e s e n -
t a en a l g u n a m a n e r a u n i d a á él p o r m e d i o de c i e r t a
p r o p o r c i ó n y conveniencia ( i ) .

PROPOSICION SEGUNDA.

L a voluntad humana no puede sufrir coacción en nin-


guno de sus actos elícitos, pero sí necesidad.

306.—Observación.—Entre l a c¿xaccion^ y la simple


necesidad h a y m u c h a d i f e r e n c i a . L a p r i m e r a consiste
en la fuerza que se hace á un sér imprimiéndole una
tendencia contraria á su naturaleza, de m a n e r a q u e en
este m o v i m i e n t o él se h a y a c o m o m e r a m e n t e p a s i v o
y t o d a la e x i s t e n c i a clel t a l acto sea d e b i d a á la a c c i ó n
de u n a g e n t e e x t e r n o j ) T a l es, p o r e j e m p l o , el m o v i -
m i e n t o i m p r e s o á u ñ c u e r p o en u n s e n t i d o e n t e r a -
m e n t e c o n t r a r i o a l de su n a t u r a l g r a v e d a d . ^ L a nece-
s i d a d es u n a i n v e n c i b l e d e t e r m i n a c i ó n á u n acto p r o -
d u c i d o p o r el m i s m o ser necesitado^ c o m o c u a n d o , p o r
e j e m p l o , la p i e d r a se m u e v e en v i r t u d de su p r o p i o
peso h á c i a el c e n t r o de a t r a c c i ó n ó el e n t e n d i m i e n t o
j u z g a de u n o b j e t o e v i d e n t e e n v i r t u d de la c l a r a p e r -
c e p c i ó n q u e lo d e t e r m i n a á a q u e l a c t o .

(1) V . Losada, de anima, disp. 7, cap. 3, nn. 61-63. ySua


vez, de anima, lib. 5, c. 2, n. 7.
—209 —
307. —Prueba de la 7 . A / ' . - M e t o e i í c i t o es a q u e l q u e
e m a n a de l a i n t r í n s i c a a c t i v i d a d de la potenciad) Es
a s í q u e en la c o a c c i ó n el a c t o n o e m a n a de la p o t e n -
cia q u e padece f u e r z a s i n o de o t r o p r i n c i p i o e x t r í n -
seco, c o m o c u a n d o la p i e d r a es l l e v a d a h á c i a a r r i b a
c o n t r a su n a t u r a l i n c l i n a c i ó n , q u e es i r h á c i a a b a j o .
L u e g o es m a n i f i e s t o q u e n i n g ú n a c t o e i í c i t o de la v o -
l u n t a d h u m a n a p u e d e ser efecto de la c o a c c i ó n ó
fuerza. ys"
O t r a cosa s e r í a h a b l a n d o de/los actos imperados y
e x t e r n o s , cuales: son los q u e la v o l u n t a d suele i m p e -
r a r á la p o t e n c i a l o c o m o t r i z de los m i e m b r o s d e l c u e r -
p o ^ E n é s t o s puede sin d u d a sufrir c o a c c i ó n ; p o r q u e
c o n t r a t o d a su v o l u n t a d é i m p e r i o p u e d e i m p r i m i r
u n a causa e x t r í n s e c a m á s p o d e r o s a á los m i e m b r o s
del c u e r p o u n m o v i m i e n t o d e t e r m i n a d o , c o m o c u a n -
d o u n o c o n t r a t o d a su v o l u n t a d es l l e v a d o en u n c o -
c h e , ó a r r a s t r a d o á la c á r c e l .
308. —Prueba de la 2.* p . — E n p r i m e r l u g a r l a v o l u n -
t a d h u m a n a padece n e c e s i d a d negativa en o r d e n á l a
f e l i c i d a d en g e n e r a l y c o n respecto á t o d o c u a n t o se
le p r e s e n t a c o m o e s e n c i a l m e n t e r e l a c i o n a d o c o n e l l a ;
p o r q u e le es i m p o s i b l e i r c o n t r a la f e l i c i d a d a s í c o n -
s i d e r a d a , a b o r r e c i é n d o l a c o n u n acto p o s i t i v o , c o m o
p r o b a r e m o s m á s a d e l a n t e . A d e m á s , los b i e n a v e n t u -
r a d o s c o n la v i s t a c l a r a de la d i v i n a E s e n c i a se s i e n t e n
positivamente necesitados á a m a r de h e c h o á a q u e l l a
B e l d a d s o b e r a n a , s i n p o d e r r e p r i m i r este acto; p o r q u e
a q u e l p e r f e c t i s i m o B i e n v i s t o en t o d a su c l a r i d a d los
arrebata p o r c o m p l e t o h á c i a sí, sin que puedan dejar
de a m a r l o n i s i q u i e r a p o r u n solo m o m e n t o . L u e g o
es c l a r o q u e n u e s t r a v o l u n t a d p u e d a p a d e c e r t a m b i é n
n e c e s i d a d y n e c e s i d a d /5.osí7rua p o r esta p a r t e ; p u e s
D i o s N u e s t r o S e ñ o r , p u e d e m a n i f e s t á r s e l e , y en efecto
se m a n i f i e s t a á las o l m a s b i e n a v e n t u r a d a s , en t o d a s u
Psicología. X^j.
— 210 —
h e r m o s u r a p o r m e d i o de la c l a r a v i s i ó n de su E s e n c i a .
F i n a l m e n t e , p u e d e D i o s i n f u n d i r á la v o l u n t a d h u m a -
na a l g u n a c u a l i d a d q u e la d e t e r m i n e n e c e s a r i a m e n t e
á poner con su actividad p r o p i a , una volición ó noli-
c i ó n d e t e r m i n a d a ; p u e s en esto n o se v é r e p u g n a n c i a
a l g u n a y D i o s es a b s o l u t a m e n t e p o d e r o s o p a r a h a c e r
todo cuanto no envuelva r e p u g n a n c i a i n t r í n s e c a . Así,
p o r e j e m p l o , si D i o s i m p r i m i e r a á n u e s t r a v o l u n t a d
la p r e d e t e r m i n a c i ó n física q u e d e f i e n d e n los B a ñ e c i a -
nos, n u e s t r a v o l u n t a d p o n d r í a c i e r t a m e n t e c o n su
a c t i v i d a d p r o p i a el acto á q u e fuese p r o m o v i d a , p e r o
l o p o n d r í a c o n n e c e s i d a d y s i n t e n e r p o d e r p a r a dejar
de o b r a r a q u e l l o á q u e l a t a l p r o m o c i ó n la d e t e r m i n a .
Luego...
309.—Los B a ñ e c i a n o s n o a d m i t e n q u e en esta ú l t i -
m a m a n e r a p u e d e ser necesitada n u e s t r a v o l u n t a d ;
p o r q u e j u z g a n q u e u n acto detesta especie seria esen-
cialmente irracional y ciego, y p o r lo m i s m o no ema-
n a d o de l a ' v o l a n t a d , l a c u a l es u n a p o t e n c i a ciega r a -
c i o n a l y n a d a p u e d e o b r a r s i n el c o n o c i m i e n t o p r é v i o
de la r a z ó n (1), P e r o estas razones nos p a r e c e n abso-
l u t a m e n t e d e ' n i n g a n valor; p o r q u e e l tal acto no s e r í a
n i i r r a c i o n a l n i ciego, sino solamente i n n a t u r a l y con-
t r a r i o a l m o d o o r d i n a r i o de o b r a r q u e t i e n e la v o l u n -
t a d ; la c u a l n u n c a a m a c o n n e c e s i d a d , c u a n d o el o b -
j e t o se le p r e s e n t a r e v e s t i d o de a l g u n a s c u a l i d a d e s
p o r las cuales p u e d a ser r e c h a z a d o . E n el caso q u e
a h o r a d i s c u t i m o s , la v o l u n t a d a m a r í a u n o b j e t o capaz
de ser a m a d o y c o m o t a l p r o p u e s t o p o r la r a z ó n . P o r
c o n s i g u i e n t e , e l a c t o de a m o r c o n q u e lo abrazase, n o
seria a b s o l u t a m e n t e c i e g o , pues la v o l u n t a d n o i r í a
con él á lo d e s c o n o c i d o .

(1) Billuart. Cursus theol.—Tract. de actibus h u m a n í s , dis-


scrt. 3. art. 5.
— 511 —
P o r la m i s m a r a z ó n , t a m p o c o seria e s e n c i a l m e n t e
i r r a c i o n a l ; p u e s t o q u e n o p u e d e l l a m a r s e con este
n o m b r e u n acto q u e r e q u i e r e e s e n c i a l m e n t e p o r p a r t e
de la r a z ó n u n c o n o c i m i e n t o p r e v i o d e l o b j e t o y de su
a m a b i l i d a d i n t r í n s e c a . Es v e r d a d q u e esta a m a b i l i d a d
no s e r í a e n t o n c e s la causa total d e l t a l a c t o , n i á ella
se d e b e r í a su necesidad sino á la c u a l i d a d s u b j e t i v a y
p r e t e r n a t u r a l de q u e la v o l u n t a d e s t a r í a afectada;
p e r o n o p o r eso d e j a r í a de ser causa v e r d a d e r a d e l
a c t o v o l i t i v o , n i la v o l u n t a d d e j a r í a t a m p o c o de p o -
n e r l o c o n c o n o c i m i e n t o p r é v i o , p o r m á s q u e n o fuese
d e t e r m i n a d a y n e c e s i t a d a á p o n e r l o p o r este c o n o c i -
m i e n t o s i n o p o r la c u a l i d a d s u s o d i c h a .
310.—Dice m u y b i e n á este p r o p ó s i t o el P. S u á r e z :
« P a r a q u e la v o l u n t a d sea necesitada p o r D i o s , n o es
necesario q u e ella q u i e r a ser n e c e s i t a d a , sino q u e sea
n e c e s i t a d a á q u e r e r ; c o m o c u a n d o la v o l u n t a d q u i e r e
l i b r e m e n t e , n o es necesario q u e q u i e r a d i r e c t a m e n t e
el m o d o de o b r a r con l i b e r t a d , s i n o q u e de h e c h o
q u i e r a l i b r e m e n t e . P o r donde puede suceder que u n o
o b r e l i b r e m e n t e y e s t é i g n o r a n t e de e l l o ó a u n j u z g u e
e r r ó n e a m e n t e q u e o b r a sin l i b e r t a d , c o m o sucede á
los herejes. De la m i s m a m a n e r a p o r el l a d o c o n t r a r i o ,
p u e d e ser a l g u n o n e c e s i t a d o p o r D i o s á q u e r e r , i g n o -
r a n d o esta n e c e s i d a d y n o a b r a z á n d o l a c o n la v o l u n -
t a d s i n o q u e r i e n d o d i r e c t a m e n t e el o b j e t o p r o p u e s t o ;
y p o r lo t a n t o nada i m p o r t a que no suponga e n t ó n c e s
c o n o c i d o el o b j e t o bajo la f o r m a l i d a d de necesario.
Y n o p o r esto i r á la v o l u n t a d á l o d e s c o n o c i d o ; p o r -
q u e n o a m a la n e c e s i d a d d e l acto n i la d e l o b j e t o s i n o
solo la h o n d a d de este s e g u n d o . N i l a i n d i f e r e n c i a d e l
o b j e t o c o n o c i d o p o r la i n d i f e r e n c i a p u e d e o b s t a r t a m -
poco á la n e c e s i d a d d e l acto e m a n a d a de u n a m o c i ó n
e x t r í n s e c a . P o r q u e , a u n q u e es i n d i f e r e n t e el j u i c i o d e l
o b j e t o c o n o c i d o ; s i n e m b a r g o , p o r la eficacia de u n
a g e n t e e x t r í n s e c o es i m p e d i d a la v o l u n t a d d e p o d e r
s u s p e n d e r el a c t o , t e n d i e n d o c o n necesidad h á c i a la
b o n d a d d e l o b j e t o y n o c u r á n d o s e de su i n d i f e r e n -
.cía (i).»

PROPOSICION PRIMERA.

L a voluntad humana en muchísimos actos goza de


verdadera libertad de indiferencia.

311.—-Observación.—Libre es l o m i s m o qut inmune


de necesidad ó de^invencible determinación á alguna
cosa; p o r d o n d e j ^ i b e r t a d en g e n e r a l es lo m i s m o q u e
inmunidad, ó exención de necesidad. U n s é r p u e d e estar
i n v e n c i b l e m e n t e d e t e r m i n a d o á a l g u n a cosa, y a p o r
a l g u n a fuerza i n t r í n s e c a que lo compele á ella, ya
p o r u n a f u e r z a i n t r í n s e c a é i n t e r i o r á su p r o p i a n a t u -

(1) «Ad tertium deobjccto cognito respondetur, ut voluatas


necessitetur a Deo, non oportere ut ipsa velit necessitari, sed
solum quod necessitetur ut velit; sicut quando voluntas libere
vult, non oportet ut modum ipsum libere operandi direetc velit,
sed ut ín actu exercito libere velit. Undc lieri potest, ut quis libe-
re velit, et id ignoret, imo eirret credens non libere operari, ut
hasretici errant. Et similiter e converso, potest quis a Deo neces-
sitari ad volendum, ipso ñeque sciente, ñeque volente, sed solum
directe volendo objectum propositum; et ideo nihil refert quod
objectum non supponatur cognitum vel judicatum necessarium.
Ñeque propterea voluntas feretur in incognitum, quia non fertur
in necessitatem actus reí objecti, sed in ejus bonitatera. Ñeque
etiam indifferentia cognita obstare potest necessitati actus ab
extrínseca motione provenienti; quia, licet sit indifícrens j u d i -
cium objeti cogniti, per efficaciam extrinseci agentis. impeditur
voluntas ne actum circa tale objectum suspendere possit, tenden-
do necessario in bonitatcm objecti, nihil curando de indifferentia
ejus. (Suarez, Prolegomen. I de gratia, cap. 4, n. 18.)»
r a l e z a . De a q u í dos clases de l i b e r t a d , á saber:^la 11-
b e r t a d de coacción y la de indiferencia. L a p r i m e r a
consiste en la inmunidad de toda fuerza ó necesidad ex-
trínseca: la s e g u n d a en la inmunidad de toda necesidad
tanto intrínseca como extrinseca^'Dcldi v o l u n t a d h u m a -
na y a h e m o s p r o b a d o en la p r i m e r a p a r t e de la t é s i s
p r e c e d e n t e q u e e s t á l i b r e de t o d a c o a c c i ó n ; resta p u e s
a h o r a p r o b a r en la p r e s e n t e , q u e p o r lo m é n o s en
m u c h í s i m o s actos e s t á a d e m a s á t hecho l i b r e de ne-
c e s i d a d i n t r í n s e c a , ó b i e n q u e es l i b r e c o n l i b e r t a d de
indiferencia.
3 i 2 . - ^ L a l i b e r t a d de i n d i f e r e n c i a , n u e v a m e n t e se d i -
v i d e en l i b e r t a d de contradicción, especificación y de
contrariedad. L a p r i m e r a consiste en la inmunidad de
necesidad en orden á poner ó dejar deponer un acto deter-
minado, c o m o c u a n d o d e c i m o s q u e P e d r o es l i b r e en
sentarse ó no sentarse: la s e g u n d a en la inmunidad de
necesidad en orden á la posición de un acto ú otro pertene-
cientes d diferentes especies, c o m o c u a n d o se d i c e q u e
P e d r o es l i b n y p a r a sentarse 6 estar de pié ¡ ^ a r a. leer des-
cribir; p a r a s e g u i r esta cairera 6 aquella otra, ect.: la
t e r c e r a finalmente en la inmunidad de necesidad en or-
den á la posición de cualquiera de dos actos contrarios
relativos á un mismo objeto; v . g r . , la q u e t i e n e P e d r o
p a r a amar á J u a n ó aborrecerle; p a r a s e g u i r la virtud ó
el xñcio; p a r a dormir b velar, ect., q u e son cosas c o n -
t r a r i a s ^ T o d a s estas clases de l i b e r t a d e'stan c o m p r e n -
didasTSajo la l i b e r t a d de i n d i f e r e n c i a y t o d a s t r e s p e r -
t e n e c e n á n u e s t r a v o l u n t a d , a l m é n o s c o n respecto á
m u c h í s i m o s o b j e t o s ; a u n q u e p a r a ser v e r d a d e r a m e n -
te l i b r e c o n respecto á ellos n o es necesario q u e t e n g a
las t r e s , b a s t á n d o l e t e n e r solo la de c o n t r a d i c c i ó n .
R e u n i e n d o las t r e s clases d i c h a s en u n a s ó l a d e f i n i -
cioff, p o d e m o s d e f i n i r con l a g e n e r a l i d a d de los filóso-
fos la l i b e r t a d de i n d i f e r e n c i a : Aquella cualidad ó dote
— 214 —
de la voluntad, por la cual esta potencia, adornada-de to-
das las condiciones necesarias para obrar, puede obrar ó
no obrar, obrar este acto ó aquel otro de diferente especie,
tal acto ü otro de especie contraria) P o r q u e ^ c o m o he-
m o s i n d i c a d o en la O n t o l o g i a ' ( D . 53i),/la d i f e r e n c i a
q u e s e p a r a á las causas l i b r e s de las necesarias es,
q u e estas s e g u n d a s , u n a vez p u e s t a s en acto p r i m e r o
p r ó x i m o c o n t o d o s los r e q u i s i t o s necesarios p a r a
o b r a r , n o p u e d e n c o n t e n e r su a c c i ó n , m i e n t r a s q u e
las p r i m e r a s , á u n puestas en acto p r i m e r o p r ó x i m o
y asistidas p o r c o n s i g u i e n t e de t o d a s las c o n d i c i o n e s
q u e d e b e n p r e c e d e r al e j e r c i c i o de su a c c i ó n , t o d a v í a
son d u e ñ a s de p o n e r l a ó n o . p o n e r l a J
313.-/Niegan la l i b e r t a d h u m a n a q u e t r a t a m o s de
p r o b a r en la p r e s e n t e t é s i s : i.0 los fatalistas] según los
cuales t o d a s las cosas h u m a n a s son c o n d u c i d a s p o r
la ley i n d e c l i n a b l e y f a t a l de la necesidad:,''''2.0 los
panteistas, los materialistas y los positivistas^ p u e s los
p r i m e r o s n o a d m i t e n o t r a cosa q u e la s u s t a n c i a d i v i n a
p u e s t a p o r su m i s m a esencia en u n c o n t i n u o é i r r e s i s -
t i b l e d e s a r r o l l o , 3^ p a r a los o t r o s n a d a h a y r e a l . y f í s i c o
q u e n o sea p u r a m a t e r i a d e s t i t u i d a de l i b e r t a d en sus
actos:'3.0 los jansenistas] y t o d o s c u a n t o s c o n f u n d e n
c o m o elfos l o e s p o n t á n e o y v o l u n t a r i o c o n l o v e r d a d e -
r a m e n t e l i b r e ; p o r q u e t o d o s estos a u t o r e s no c o n c e d e n
á n u e s t r a v o l u n t a d o t r a l i b e r t a d q u e la l l a m a d a espon-
taneidad ó inmunidad de coacción, la c u a l c o n v i e n e
t a m b i é n á las bestias. Pues estos seres en m u c h o s
actos o b r a n s i n p a d e c e r i u e r z a a l g u n a p o r p a r t e d é l o s
a g e n t e s e x t e r i o r e s y solo p o r el i m p u l s o e s p o n t á n e o
de su p r o p i a n a t u r a l e z a ; á p e s a r de q-ue, u n a vez m o -
v i d o s p o r el o b j e t o q u e hace en ellos m a y o r i m p r e s i ó n ,
lo s i g u e n i r r e s i s t i b l e m e n t e s i n ser d u e ñ o s de c o n t e n e r
su a c c i o n i ' 4 . 0 f i n a l m e n t e los q u e c o n L e i b n i t z a f i r m a n
q u e n u e s t r a v o l u n t a d es s i e m p r e i r r e s i s t i b l e m e n t e
— 2IS —
d e t e r m i n a d a p o r e | b i e n m a y o r de c u a n t o s en cada
m o m e n t o la s o l i c i t a n )
314. —Demostración.—1.0 E l s e n t i d o í n t i m o le a n u n -
cia á cada u n o la í n t i m á " p e r s u a s i o n en q u e c o n t i n u a -
m e n t e v i v e de q u e es l i b r e c o n l i b e r t a d de i n d i f e r e n -
cia p a r a q u e r e r y n o q u e r e r , p a r a q u e r e r estas cosas
ó a q u e l l a s , p a r a a m a r ó a b o r r e c e r los objetos q u e a n t e
s u c o n s i d e r a c i ó n se p r e s e n t a n . Es a s í q u e esta í n t i m a
p e r s u a s i ó n en q u e cada u n o v i v e de su p r o p i a l i b e r t a d
n o p u e d e m e n o s de e s t a r f u n d a d a en l a v e r d a d ) P o r q u e
ella, es el f u n d a m e n t o de t o d a n u e s t r a v i d a r a c i o n a l ,
m o r a l y civili'í p o r ella d e l i b e r a m o s en cada u n a de
n u e s t r a s acciones p a r a v e r l o q u e d e b e m o s h a c e r ; porr
ella nos r e c o n o c e m o s m o r a l m e n t e reos ó i n o c e n t e s
d e s p u é s de h a b e r l a p r a c t i c a d o ; p o r ella c o m p r o m e t e -
m o s n u e s t r a p a l a b r a p a r a en a d e l a n t e con nuestros!,
i g u a l e s , s u p e r i o r e s é i n f e r i o r e s , s e g u r o s de q u e en
maestra m a n o e s t a r á el c u m p l i r l a ó n o c u m p l i r l a , etc.
A h o r a b i e n ; d e c i r q u e el f u n d a m e n t o de t o d a n u e s -
t r a v i d a r a c i o n a l , m o r a l y c i v i l descansa e n t e r a m e n t e
en u n a p u r a i l u s i ó n de n u e s t r a f a n t a s í a y n o en la r o c a
firme de la r e a l i d a d , es p r o c l a m a r a b i e r t a m e n t e el
e s c e p t i c i s m o ó i r d e r e c h a m e n t e c o n t r a el d i c t á m e n
de la sana r a z ó n . L u e g o la p e r s u a s i ó n í n t i m a de q u e
á cada u n o le d á t e s t i m o n i o el s e n t i d o í n t i m o , e s t á
f u n d a d a en la v e r d a d y p o r l o t a n t o es cosa c i e r t a y
e v i d e n t e q u e n u e s t r a v o l u n t a d g o z a de la l i b e r t a d
dicha)
315. —2.0 E l a r g u m e n t o t o m a d o d e l t e s t i m o n i o d e l
s e n t i d o í n t i m o r e c i b e n u e v a c o n f i r m a c i ó n c o n el q u e
nos s u m i n i s t r a el t e s t i m o n i o u n á n i m e de t o d o s los
p u e b l o s y n a c i o n e s . P o r q u e e n t o d o s ellos h a h a b i d o
s i e m p r e leyes en q u e se m a n d a b a á los h o m b r e s h a c e r
u n a s cosas y e v i t a r o t r a s ; perias c o n q u e se c a s t i g a b a
á sus i n f r a c t o r e s , y premios con q u e e r a n r e m u n e r a d o s
— 316 —
los fieles s e r v i d o r e s d e l E s t a d o . E n t o d o s ellos t a m b i é n
h a h a b i d o s i e m p r e alabanzas p a r a los b u e n o s c i u d a -
d a n o s y m í e n o s p a r a ios m a l o s . E n t o d o s e l l o s , final-
m e n t e , los h o m b r e s h a n s e n t i d o en su i n t e r i o r a l p r a c -
t i c a r u n a a c c i ó n p e c a m i n o s a remordimientos de la
c o n c i e n c i a , y a l e j e c u t a r u n acto de v i r t u d la satisfac-
ción y el contento d e l e s p í r i t u p r o p i o s de q u i e n o b r a
con i n m u n i d a d de n e c e s i d a d e x t r í n s e c a é i n t r í n s e c a .
A h o r a b i e n : d e c i r q u e t o d o el g é n e r o h u m a n o h a
v i v i d o s i e m p r e en u n e r r o r t a n g r a v e y t a n f u n d a m e n -
t a l c o m o é s t e , c r e y é n d o s e los h o m b r e s d u e ñ o s d e s ú s
acciones y r e s p o n s a b l e s p o r lo m i s m o de ellas a n t e
D i o s y la s o c i e d a d , c u a n d o en r e a l i d a d n o h a c í a n s i n o
ser a r r e b a t a d o s de la e s p o n t a n e i d a d ó n e c e s i d a d i n -
t r í n s e c a , á la m a n e r a q u e p o r s u p r o p i o peso es a r r e -
b a t a d a la p i e d r a h á c i a el c e n t r o de a t r a c c i ó n , es d a r
en u n a m a n i f i e s t a l o c u r a . L u e g o el t e s t i m o n i o c o n s -
t a n t e , u n i v e r s a l y p e r e n n e d e l g é n e r o h u m a n o , es u n
a r g u m e n t o i r r e f r a g a b l e de esta v e r d a d .
316.—3.0 E l s e n t i d o í n t i m o d á á cada u n o c l a r o tes-
t i m o n i o de la a u s e n c i a de n e c e s i d a d t a n t o i n t r í n s e c a
c o m o e x t r í n s e c a c o n q u e ejerce sus v o l i c i o n e s . P o r -
q u e cada u n o siente d e n t r o de s í q u e los o b j e t o s s i e m -
p r e se le m u e s t r a n c o m o a p e t e c i b l e s p o r u n l a d o y
capaces de ser r e c h a z a d o s p o r o t r o ; 'pues t o d o s ellos
presentan á nuestra c o n s i d e r a c i ó n ventajas é i n c o m o -
d i d a d e s y , p o r c o n s i g u i e n t e , ofrecen m o t i v o s de a t r a c -
c i ó n y de r e p u l s i ó n . P o r d o n d e v e m o s q u e p o r p a r t e
de los o b j e t o s , n u e s t r a v o l u n t a d n o e x p e r i m e n t a n e -
c e s i d a d n i n g u n a q u e la lleve i r r e s i s t i b l e m e n t e á n i n -
g u n a cosa d e t e r m i n a d a . T a m p o c o s e n t i m o s esta
n e c e s i d a d p o r p a r t e de n u e s t r a m i s m a a l m a ó de
a l g ú n a g e n t e e x t r í n s e c o q u e la d e t e r m i n e . P o r q u e
n u e s t r a a l m a de s u y o n o se siente i r r e s i s t i b l e m e n t e
i n c l i n a d a s i n o h á c i a la f e l i c i d a d en g e n e r a l , la c u a l
— 217 —
n i n g u n o de n o s o t r o s p u e d e a b o r r e c e r d e s e a n d o ser
i n f e l i z ó d e s v e n t u r a d o ; y p o r l o q u e t o c a á los agentes
e x t e r n o s , n i de D i o s n i de sus c r i a t u r a s r e c i b i m o s f u e r -
za a l g u n a c o n q u e n o s o t r o s nos s i n t a m o s i n v e n c i -
blemente arrastrados hácia a l g ú n d e t e r m i n a d o objeto.
A h o r a b i e n , esta ausencia de n e c e s i d a d q u e s e n t i m o s
en n u e s t r a s acciones, nos d á s o l i d í s i m o f u n d a m e n t o
para juzgar firmísimamente q u e las e j e r c e m o s de hecho
sin n e c e s i d a d a l g u n a y q u e p o r c o n s i g u i e n t e t e n e m o s
u n a l i b e r t a d p l e n a p a r a p o n e r l a s ó d e j a r l a s de p o n e r .
P o r q u e si las e j e r c i é r a m o s c o n a l g u n a n e c e s i d a d o c u l t a
y p o r n o s o t r o s i g n o r a d a , esta n e c e s i d a d n o p o d r í a
v e n i r s i n o de q u e la Causa p r i m e r a i m p r i m i e s e en
n u e s t r a v o l u n t a d a l g u n a c u a l i d a d insensible,, p a r a ne-
c e s i t a r n o s con ella s i n s a b e r l o n o s o t r o s . M a s esto es
a b s o l u t a m e n t e i n a d m i s i b l e p o r lo q u e a t a ñ e al h e c h o ,
a u n q u e á D i o s n u e s t r o S e ñ o r n o falta p o d e r p a r a o b r a r
de este m o d o , c o m o d e j a m o s p r o b a d o m á s a r r i -
ba (308-310). P o r q u e t a l m a n e r a de n e c e s i t a r á n u e s t r a
v o l u n t a d , n o es c o n f o r m e s i n o c o n t r a r i a á n u e s t r a n a -
t u r a l e z a , y D i o s en' el o b r a r c o n las causas s e g u n d a s se
a c o m o d a o r d i n a r i a m e n t e á la c o n d i c i ó n de cada u n a .
L u e g o la a u s e n c i a c o m p l e t a d e n e c e s i d a d q u e e x p e r i -
m e n t a m o s en n u e s t r a s v o l i c i o n e s es u n t e s t i m o n i o
i r r e f r a g a b l e de n u e s t r a l i b e r t a d ; y en ella v e m o s j u s -
t i f i c a d a la c o n s t a n t e , u n i v e r s a l y p e r e n n e p e r s u a s i ó n
en q u e v i v e n t o d o s los h o m b r e s de q u e t i e n e n v e r d a -
d e r a l i b e r t a d de i n d i f e r e n c i a con r e s p e c t o á las a c c i o -
nes d i c h a s .
317.—4.0 F i n a l m e n t e , l a r a z ó n c o n f i r m a a p r i o r i los
t r e s a r g u m e n t o s q u e a c a b a m o s de h a c e r s a c á n d o l o s
de l a e x p e r i e n c i a i n t e r n a . P o r q u e p a r a a r g u m e n t a r
con las p a l a b r a s de S u a r e z , «al c o n o c i m i e n t o u n i v e r -
sal y en c i e r t a m a n e r a i n d i f e r e n t e c o r r e s p o n d e u n a p e -
t i t o t a m b i é n u n i v e r s a l é i n d i f e r e n t e . Es a s í q u e el co-
— 2l8 —
n o c i m i e n t o i n t e l e c t u a l es t a n u n i v e r s a l y p e r f e c t o , q u e
p e r c i b e la p r o p i a r a z ó n d e l fin y de los m e d i o s ; p u e d e
a d e m á s p o n d e r a r en cada u n o q u é b o n d a d y m a l i c i a ,
q u é u t i l i d a d ó i n c o m o v i d a d se e n c i e r r a n ; finalmente
p u e d e c o n o c e r q u é m e d i o es n e c e s a r i o p a r a el fin y q u é
o t r o n o , p o r h a b e r v á r i o s q u e p u e d e n ser e m p l e a d o s .
L u e g o el a p e t i t o q u e c o r r e s p o n d e á este c o n o c i m i e n t o
ó sea la v o l u n t a d , t i e n e t a l i n d i f e r e n c i a ó t a n p e r f e c t a
p o t e s t a d en el apetecer, q u e n o a m a con necesidad
t o d o b i e n ó t o d o m e d i o , s i n o q u e á cada cosa s e d i r i g e
s e g ú n la r a z ó n d e l bien en él p e n s a d a ; de f o r m a q u e
el b i e n q u e es j u z g a d o i n d i f e r e n t e y n o n e c e s a r i o , lo
a m a con l i b e r t a d y sin n e c e s i d a d , r e s u l t a n d o de esta
s u e r t e q u e á la d e l i b e r a c i ó n de la r a z ó n se s i g u e la l i -
b r e e l e c c i ó n de la v o l u n t a d ( i ) . »
3 1 8 . — D e s p u é s de lo d i c h o en los p r e c e d e n t e s n ú m e -
ros, n o s e r á difícil s o l t a r los a r g u m e n t o s q u e en c o n t r a
de n u e s t r a t é s i s p r o f i e r e n los e n e m i g o s de la l i b e r t a d
h u m a n a . D i c e n en p r i m e r l u g a r : / E l t e s t i m o n i o de la
c o n c i e n c i a es i n e p t o p a r a p r o b a r n u e s t r a l i b e r t a d ;
p o r q u e la c o n c i e n c i a n o d á t e s t i m o n i o s i n o d e l p u r o
f e n ó m e n o i n t e r n o , el c u a l es u n a cosa física, m i é n t r a s
q u e la l i b e r t a d es u n a cosa 77íoraT) -
A este a r g u m e n t o r e s p o n d e m o s de este m o d o : E l
t e s t i m o n i o d i c h o es i n e p t o por si solo p a r a p r o b a r
n u e s t r a l i b e r t a d , lo concedo: el t e s t i m o n i o m e n c i o -
n a d o junto con el discurso de la razón, lo niego) E l tes-
t i m o n i o de la c o n c i e n c i a p o r sí solo n o nos dice s i n o
dos cosas, á saber: i.a q u e n o s o t r o s no experimentamos
n i n g u n a n e c e s i d a d , n i o b j e t i v a n i s u b j e t i v a , en la p r o -
d u c c i ó n de n u e s t r a s v o l i c i o n e s y n o l i c i o n e s ; 2.a q u e
j u n t o con esta c a r e n c i a de e x p e r i e n c i a a b r i g a m o s la
í n t i m a c o n v i c c i ó n de q u e v e r d a d e r a m e n t e o b r a m o s

(1) Suarcz, Metaphys., disp. 19. sect. 3, n. 17.


— 219 —
sin n e c e s i d a d a l g u n a y q u e p o r l o m i s m o s o m o s l i b r e s
p a r a o b r a r de la m i s m a m a n e r a en a d e l a n t e . E s t o s
son dos h e c h o s Jísicos i n t e r n o s , de los cuales p u e d e n
d a r c o m p e t e n t e t e s t i m o n i o el s e n t i d o i n t i m o y la c o n -
ciencia. A h o r a b i e n , de estos h e c h o s i n c o n c u s o s y
m a n i f i e s t o s , i n f i e r e c o n i n v e n c i b l e r a z o n a m i e n t o el
filósofo q u e n u e s t r a v o l u n t a d es v e r d a d e r a m e n t e l i -
b r e en sus actos, c o m o d e l p r i m e r o de ellos i n f i e r e n
con f a c i l í s i m o r a c i o c i n i o , y casi e s p o n t á n e o , g e n e r a l -
m e n t e los h o m b r e s , el j u i c i o firmísimo y c e r t í s i m o de
q u e t i e n e n real y v e r d a d e r a l i b e r t a d de e j e r c i c i o ; el
c u a l j u i c i o firmísimo y c e r t í s i m o , es p r e c i s a m e n t e el
s e g u n d o h e c h o físico i n t e r n o de q u e nos d á i n f a l i b l e
t e s t i m o n i o la c o n c i e n c i a . P o r c o n s i g u i e n t e , a u n q u e el
s e n t i d o í n t i m o p o r sí solo n o basta p a r a p r o b a r el
e j e r c i c i o n a t u r a l de la l i b e r t a d , n o p o r esto deja esta
d o t e de n u e s t r a v o l u n t a d de ser c o n o c i d a e v i d e n t e -
m e n t e p o r los h o m b r e s ; p o r q u e t o d o s ellos v e n c l a r í -
s i m a m e n t e c o n el j u i c i o n a t u r a l de su r a z ó n q u e , si
su v o l u n t a d n o s u f r e n e c e s i d a d a l g u n a p o r p a r t e d e l
o b j e t o , t a m p o c o la debe s u f r i r , s e g ú n el c u r s o n a t u -
r a l de las cosas, p o r p a r t e de l a causa p r i m e r a , q u e
es la ú n i c a q u e la p o d í a h a c e r q u e r e r n e c e s a r i a m e n t e
i m p r i m i é n d o l e alguna cualidad oculta y contraria á
su n a t u r a l e z a ( i ) .

( i ) Esta es nuestra manera de exponer el argumento fundado


en el testimonio de la conciencia. Otros opinan que la conciencia
siente inmediatamente y por sí misma la actual contingencia y
libertad de los actos libres, aunque esta contingencia y libertad
en los tales actos sea una cosa moral y no física. Nosotros les
dejaremos pensar de este modo; pero no creemos que estén en
lo verdadero. Si Dios me diera la premoción tomística en algún
caso determinado, yo pondría sin libertad el acto á que fuese
premovido, y sin embargo la conciencia nada advertiría en él
— 220 —
3-i9-—Por a q u í se v e r á c u á n i n e p t a m e n t e a r g ü í a
B a y l e c o n t r a los a r g u m e n t o s a r r i b a e x p u e s t o s , d i c i e n -
d o q u e / s i u n a p i e d r a al caer a l suelo ó la a g u j a m a g -
n é t i c a aTdirigirse h á c i a el p o l o t u v i e r a n c o n c i e n c i a de
sus actos, t a m b i é n se c r e e r í a n l i b r e s c o m o n o s o t r o s ,
siendo, a s í q u e o b r a n c o n v e r d a d e r a n e c e s i d a d i n t r í n -
seca/. Si la p i e d r a ó la a g u j a indicadas t u v i e r a n con-
ciencTaTde sus actos, s e n t i r í a n t a m b i é n la a c c i ó n i r r e -
s i s t i b l e con q u e son s o l i c i t a d a s de f u e r a , y de este sen-
t i m i e n t o i n f e r i r í a n c o n i n f l e x i b l e r a c i o c i n i o , q u e los
tales actos n o e r a n en ellas l i b r e s s i n o necesarios y
e s p o n t á n e o s , j E n la s o b r e d i c h a h i p ó t e s i s , s u c e d e r í a á
los dos cuSfpos m e n c i o n a d o s lo m i s m o q u e nos acae-
ce á n o s o t r o s c o n r e s p e c t o á los j u i c i o s e v i d e n t e s de la
i n t e l i g e n c i a y al a m o r c o n q u e a m a m o s la f e l i c i d a d ,
en los cuales e x p e r i m e n t a m o s n u e s t r a e s p o n t a n e i d a d
i n t e r n a y la f a l t a c o m p l e t a de l i b e r t a d v e r d a d e r a .
320. —Dicen en s e g u n d o l u g a r : Los b r u t o s carecen
de l i b e r t a d de i n d i f e r e n c i a y s i n e m b a r g o t a m b i é n
t i e n e n á su m o d o sus p r e m i o s y sus p e n a s , sus ala-
banzas y sus v i t u p e r i o s , c o n q u e se m u e v e n á a b r a z a r
•unas cosas y r e c h a z a r otras.)
A esto r e s p o n d e r e m o s q u e la f a c u l t a d a p e t i t i v a de
los b r u t o s e s t á s i e m p r e i r r e s i s t i b l e m e n t e d e t e r m i n a d a
á la a c c i ó n p o r el c o n o c i m i e n t o p r e v i o de la s e n s i b i l i -
d a d i n t e r n a , l o c u a l n o sucede á n u e s t r a v o l u n t a d
con respecto a l c o n o c i m i e n t o p r e v i o de l a r a z ó n . s A
las bestias p o r m e d i o de las penas y de los r e g a l o s se
les m u e v e á q u e se r e p r e s e n t e n c o n la i m a g i n a c i ó n
c i e r t o s o b j e t o s p o r los cuales sean i n v e n c i b l e m e n t e
d e t e r m i n a d a s á c i e r t o g é n e r o de acciones; p e r o no

distinto de los demás actos realmente libres, como poco ha no-


tábamos con Suarcz (310).
—•221 —
sucede o t r o t a n t o c o n los h o m b r e s m e d i a n t e los j u i -
cios de la r a z ó n )
Dice m u y b i e n el P. S u a r e z s o l t a n d o esta d i f i c u l t a d :
«Si queremos considerar plenamente nuestro m o d o
de o b r a r f á c i l m e n t e s a l d r e m o s a l e n c u e n t r o de las
objeciones p r o p u e s t a s . P o r q u e n o solo e x p e r i m e n t a -
m o s q u e e s t á en n u e s t r a m a n o s e n t a r n o s ó e s t a r de
p i é , i r p o r este c a m i n o ó p o r a q u e l , y hacer o t r a s c o -
sas s e m e j a n t e s c a m b i a n d o de ideas con q u e nos r e -
p r e s e n t e m o s el o b j e t o , s i n o q u e p o d e m o s h a c e r esto
m i s m o p e r s i s t i e n d o la m i s m a idea y r e p r e s e n t a c i ó n
del o b j e t o . P o r c o n s i g u i e n t e , este v a r i o m o d o de o b r a r
n o consiste f o r m a l y p r ó x i m a m e n t e en la s u c e s i ó n de
los d i s c u r s o s de la r a z ó n , s i n o en la l i b e r t a d é i n d i f e -
rencia, ¡de la v o l u n t a d . A d e m á s , e x p e r i m e n t a m o s q u e ,
á u n d e s p u é s de c o n o c i d a la c o n m i n a c i ó n de la p e n a ó
la p r o m e s a d e l p r e m i o , e s t á p u e s t o en n u e s t r a p o t e s -
t a d m o v e r n o s ó n o m o v e r n o s de este m o d o ; y l o m i s -
m o se d i g a de los r u e g o s , de las e x h o r t a c i o n e s y de
las o t r a s cosas semejantes. F i n a l m e n t e , d e s p u é s de la
c o n s u l t a c i ó n de los m e d i o s , m u c h a s veces e l e g i m o s
u n o m á s b i e n q u e o t r o , solo p o r q u e a s í l o q u e r e m o s .
Y p o r esto se v é q u e es cosa d i f e r e n t e lo q u e en c o n -
t r a se a d u c í a d e l m o d o de o b r a r de los b r u t o s (i).»
321.—Arguyen ademas diciendor^Nuestra v o l u n t a d
es s i e m p r e d e t e r m i n a d a é i n v e n c i b l e m e n t e a r r e b a t a d a
p o r la m a y o r b o n d a d d e l o b j e t o ; de f o r m a q u e de dos
ó m á s objetos q u e la s o l i c i t e n , a q u e l se l l e v a r á i n f a l i -
b l e m e n t e la v i c t o r i a , q u e le p r e s e n t e u n b i e n m a y o r ;
y n o s i e n d o s i n o u n o solo el q u e la m u e v a , é s t e la
a r r a s t r a r á h á c i a sí n e c e s a r i a m e n t e . L a r a z ó n de esto
es, p o r q u e de l o c o n t r a r i o la e l e c c i ó n de n u e s t r a v o -
l u n t a d s e r í a u n efecto s i n r a z ó n s u f i c i e n t e , y n u e s t r a

(1) Suarez, Metaphys., disp. 19, sect. 2, n. 15.


v o l u n t a d , a d e m á s , o b r a r í a de u n a m a n e r a i r r a c i o n a l
prefiriendo el b i e n m e n o r al m a y o r , y p o r consiguien-
te el m a l a l b i e n ; p o r q u e e l b i e n m e n o r respecto d e l
m a y o r es u n a especie de v e r d a d e r o m a l . L u e g o la l i -
b e r t a d de n u e s t r a v o l u n t a d es u n a cosa d e p u r o n o m -
b r e , p u e s esta p o t e n c i a o b r a c o n t a n t a n e c e s i d a d c o m o
la v i r t u d a p e t i t i v a de los b r u t o s .
322.—Esta es la t e o r í a L e i b n i t z i a n a en o r d e n á
n u e s t r a l i b e r t a d . C o n ella n o p u e d e m e n o s de p e r e -
cer, c o m o se ve, la l i b e r t a d h u m a n a ; p u e s n u e s t r a
v o l u n t a d e s t á r e d u c i d a á u n a s i m p l e balanza pasiva,
q u e p o r c o n d i c i ó n de s u i n t r í n s e c a n a t u r a l e z a necesa-
r i a m e n t e se i n c l i n a á a q u e l l a p a r t e d o n d e se p o n e
m a y o r peso. Es v e r d a d q u e los L e i b n i t z i a n o s , p a r a
m i t i g a r u n p o c o la c r u d e z a de su. d e t e r m i n i s m o f a t a l ,
d i c e n q u e n u e s t r a v o l u n t a d s i e m p r e t i e n e en su p o d e r
el e n t a b l a r n u e v a s d e l i b e r a c i o n e s acerca de los m o t i -
vos q u e la i m p e l e n á o b r a r , y á u n el a p a r t a r la m e n t e
de ellos y b u s c a r o t r o s p o r m e d i o de l a r a z ó n , P e r o
c o n t r a el t a l e f u g i o e s t á s u m i s m o a r g u m e n t o ; s e g ú n
el c u a l , p a r a m a n d a r las d e l i b e r a c i o n e s n u e v a s , debe-
r á ser d e t e r m i n a d a la v o l u n t a d p o r el b i e n m a y o r q u e
le h a b r á r e p r e s e n t a d o el e n t e n d i m i e n t o , d i c i é n d o l e
q u e su b i e n m a y o r hic et nunc e s t á en m a n d a r q u e se
e n t a b l e de n u e v o l a c o n s u l t a ó q u e se e x c o g i t e n o t r o s
m o t i v o s , d e j a d a á u n l a d o la c o n s i d e r a c i ó n de los y a
pensados. P o r c o n s i g u i e n t e , la l i b e r t a d h u m a n a es en
r e a l i d a d de v e r d a d u n p u r o n o m b r e en la d o c t r i n a
L e i b n i t z i a n a , c o m o se d i c e en la o b j e c i ó n p r o p u e s t a .
L o q u e d e b e m o s p u e s a f i r m a r , es q u e n u e s t r a v o -
l u n t a d n o e s t á sujeta á la d e t e r m i n a c i ó n o b j e t i v a q u e
se le q u i e r e i m p o n e r , c o m o si f u e r a u n a p o t e n c i a p a -
siva semejante a l e n t e n d i m i e n t o ó á los s e n t i d o s .
N u e s t r a v o l u n t a d e s t á d o t a d a de i n d i f e r e n c i a activa
p a r a d e t e r m i n a r s e á sí p r o p i a en el s e n t i d o q u e m á s
le a g r a d e , u n a vez q u e el e n t e n d i m i e n t o le h a y a a p l i -
cado c o n v e n i e n t e m e n t e los objetos s o b r e q u e h a y a de
recaer su e l e c c i ó n , p r e s e n t á n d o s e l o s c o m o c o n v e n i e n -
tes p o r u n l a d o y c o m o d e s c o n v e n i e n t e s p o r o t r o , ó sea
c o m o capaces de ser a c e p t a d o s y r e c h a z a d o s p o r ella.
323.—Pero se dice: L a v o l u n t a d , p a r a d e t e r m i n a r s e
á sí m i s m a en u n senTiclb m á s b i e n q u e en o t r o , debe
t e n e r a l g u n a r a z ó n s u f i c i e n t e , y esta r a z ó n n o se p u e -
de h a l l a r s i n o en la m a y o r b o n d a d d e ^ e l e g i d o . c o m p a -
r a d a c o n la b o n d a d de los d e m á ^ ' / - '• ^ •
Á esto r e s p o n d e r e m o s q u e h a y dos especies de r a -
z ó n s u f i c i e n t e : wna i n f a l i b l e m e n t e u n i d a con el r a z o -
n a d o , de f o r m a q u e no p u e d a e x i s t i r ella s i n q u e p o r
esto m i s m o exista t a m b i é n este s e g u n d o ; otra d e s t i -
t u i d a de esta i n f a l i b i l i d a d y s o l a m e n t e a p t a p a r a
u n i r s e de h e c h o c o n é l . S i se h a b l a de la p r i m e r a
clase de r a z ó n s u f i c i e n t e de n u e s t r o s actos l i b r e s , l a
t a l r a z ó n n o es o t r a q u e la l i b r e d e t e r m i n a c i ó n de
n u e s t r a v o l u n t a d , q u e h a p u e s t o t a l acto m á s b i e n
q u e t a l o t r o p o r q u e a s í l o ha q u e r i d o c o n la v i r t u d
p e r f e c t í s i m a de su i n d i f e r e n c i a a c t i v a . L a v o l u n t a d ,
p u e s t a en acto p r i m e r o p r ó x i m o p a r a o b r a r y m o v i d a
p o r t o d o s los m o t o r e s q u e c o r r e s p o n d e n á su n a t u r a -
leza, t o d a v í a q u e d a d u e ñ a de su acto y es l i b r e p a r a
d e t e r m i n a r s e en u n s e n t i d o ó en o t r o ; pues de l o c o n -
t r a r i o su l i b e r t a d q u e d a r í a r e d u c i d a á u n p u r o n o m -
b r e , y el acto p r o d u c i d o p o r ella n o s e r í a l i b r e , s i n o p a r a
a q u e l a g e n t e e x t r í n s e c o q u e l i b r e m e n t e le h u b i e r a
i m p r e s o la d e t e r m i n a c i ó n d i c h a . P o r c o n s i g u i e n t ( / i a .
r a z ó n s u f i c i e n t e i n m e d i a t a de c á t l a u n o de n u e s t r o s
actos l i b r e s ) t o m a d a la r a z ó n s u f i c i e n t e en el s e n t i d o
q u e a h o r a ' s u p o n e m o s y q u e es el L e i b n i t z i a n o , { n o es
o t r a q u e la l i b r e d e t e r m i n a c i ó n de n u e s t r a p r o p i a v o -
l u n t a n ) a y u d a d a de los d e m á s agentes q u e son necesa-
rios p a r a la d e t e r m i n a c i ó n m i s m a .
— 224 —
Si se h a b l a de la s e g u n d a clase de r a z ó n s u f i c i e n t e ,
cada u n o de los o b j e t o s finitos e n c i e r r a en sí s u f i c i e n t e
m o t i v o pana p o d e r ser a d m i t i d o ó r e c h a z a d o l i b r e m e n t e
p o r la v o l u n t a d . P o r q u e t o d o s ellos se p r e s e n t a n d o t a -
dos de a l g ú n b i e n , p e r o finito y n o r e l a c i o n a d o necesa-
r i a m e n t e c o n la f e l i c i d a d ; y p o r l o r e g u l a r , a d e m á s de
su finitud, ofrecen c i r c u n s t a n c i a s de c o n v e n i e n c i a y de
d e s c o n v e n i e n c i a bajo d i f e r e n t e s aspectos, y asi la vo-
l u n t a d e n c u e n t r a en ellos m o t i v o s u f i c i e n t e p a r a aficio-
n á r s e l e s ó r e c h a z a r l o s , s e g ú n f u e r e de su m a y o r a g r a d o .
324.—Pero se a ñ a d e t o d a v í a : ; S i la r a z ó n s u f i c i e n t e
de la l i b r e d e t e r m i n a c i ó n de l a v o l u n t a d n o es la es-
p e c i a l b o n d a d d e l o b j e t o , sino la v o l u n t a d m i s m a q u e
así ha q u e r i d o l i b r e m e n t e d e t e r m i n a r s e m á s bien que
de o t r a m a n e r a ; este acto s e r á i r r a c i o n a l y p u e s t o s i n
r a z ó n s u f i c i e n t e , p o r q u e la t a l j d e t e r m i n a c i o n l i b r e
no es r a z ó n s u f i c i e n t e de sí m i s m a .
A esto d e c i m o s , q u e el t a l acto n o ' es i r r a c i o n a l en
el s e n t i d o de q u e l a v o l u n t a d a b r a c e o rechace u n ob-
j e t o n o p r o p u e s t o p o r la r a z o n i ( P o d r á ser i r r a c i o n a l
en c u a n t o q u e la v o l u n t a d s e j n u e v e l i b r e m e n t e c o n -
t r a e l d i c t á m e n de la r a z o n j j p e r o esto n o hace n a d a
c o n t r a la d o c t r i n a a q u í d e f e n d i d a : p o r q u e t a l m o d o
de i r r a c i o n a l i d a d , ¡o t i e n e la v o l u n t a d s i e m p r e q u e pe-
ca a b u s a n d o de su l i b e r t a d .
P o r lo q u e hace á la r é p l i c a q u e de n u e v o se nos
hace, d i c i é n d o s e n o s q u e c o n t a l m o d o de o b r a r la d e -
t e r m i n a c i ó n l i b r e de la v o l u n t a d es u n r a z o n a d o s i n
r a z ó n s u f i c i e n t e , la o b j e c i ó n n o p u e d e ser m á s i n f u n -
d a d a ; p o r q u e la t a l d e t e r m i n a c i ó n l i b r e t i e n e su r a z ó n
s u f i c i e n t e i n m e d i a t a en la n a t u r a l e z a i n t r í n s e c a de la
v o l u n t a d h u m a n a , la c u a l es l i b r e y d u e ñ a de su a c c i ó n
y tiene, por consecuencia, p e r f e c c i ó n suficiente para
h a c e r l a e m a n a r de sí c o n t i n g e n t e m e n t e , y de m a n e r a
q u e p u d i e r a no h a b e r e m a n a d o .
— 225 —
325. — L a r a z ó n de c o n t i n g e n c i a q u e e s t á de u n a
m a n e r a f o r m a l y p a s i v a en el efecto, se h a l l a de u n a
m a n e r a e m i n e n c i a l y a c t i v a en la p e r f e c c i ó n de la
causa; y d e l m o d o de o b r a r l i b r e m e n t e e l e g i d o p o r
é s t a se d e r i v a y c o m u n i c a á a q u e l . A h o r a , si q u e r e -
mos s u b i r á otra r a z ó n suficiente r e m o t a y m á s alta,
q u e sea r a z ó n s u f i c i e n t e de la m i s m a v o l u n t a d l i b r e
d e l h o m b r e y de q u e ella se d e t e r m i n e l i b r e m e n t e en
u n s e n t i d o m á s b i e n q u e en o t r o , esta r a z ó n la d e b e -
r e m o s h a l l a r fuera de la v o l u n t a d h u m a n a y en la
p r o v i d e n c i a s a p i e n t í s i m a d e l C r i a d o r ; el c u a l h a t e n i -
d o p o r c o n v e n i e n t e c r i a r causas l i b r e s en este m u n d o ,
y p r o v e e r l a s de los m e d i o s q u e le d i c t a s u a l t í s i m a
s a b i d u r í a p a r a q u e t o d a s ellas, si q u i e r e n , t i e n d a n c o n
el b u e n uso de su l i b e r t a d a y u d a d a s de los a u x i l i o s
c o n v e n i e n t e s á su fin p r o p i o , q u e es la f e l i c i d a d e t e r n a .
326. — C o n l o d i c h o p a r a r e s p o n d e r á esta t e r c e r a
d i f i c u l t a d basada en la d o c t r i n a d e l d e t e r m i n i s m o
L e i b n i t z i a n o , q u e d a a l m i s m o t i e m p o r e f u t a d a la o p i -
n i ó n de a l g u n o s d o c t o r e s c a t ó l i c o s ; los cuales a d m i t e n
c i e r t a m e n t e la l i b e r t a d h u m a n a , p e r o l u e g o la e x p l i -
can de m a n e r a q u e n o p a r e c e n d e j a r l e s i n o el p u r o
n o m b r e ; p u e s s o s t i e n e n q u e t o d o s los actos de la v o l u n -
t a d s i g u e n n e c e s a r i a m e n t e á c i e r t o - j u i c i o p r á c t i c o de
la r a z ó n q u e los i m p e r a . C o n s i s t e este j u i c i o en c i e r t o
acto c o n q u e el e n t e n d i m i e n t o , pasadas t o d a s las r a -
zones q u e h a y en f a v o r y en c o n t r a de u n o b j e t o
c u a l q u i e r a , d i c e á la v o l u n t a d : Pensadas todas las co-
sas, esto es lo que se debe hacer h i c et n u n c v no otra cosa.
E s t a d o c t r i n a p o d r í a ser a d m i t i d a s i n d i f i c u l t a d
a l g u n a , si se s o s t u v i e s e q u e la v o l u n t a d , m e d i a n t e
a l g ú n acto p r é v i o y no i m p e r a d o p o r juicio p r á c t i c o
a l g u n o , t i e n e en su m a n o h a c e r q u e l a i n t e l i g e n c i a
f o r m e m á s bien u n juicio p r á c t i c o que o t r o ; ó bien
q u e , á u n d e s p u é s de este m i s m o j u i c i o p r á c t i c o , q u e d a
Psicología, I-
— 220 —
t o d a v í a l i b r e p a r a o b r a r s e g ú n él ó i m p e r a r l i b r e m e n -
te o t r o n u e v o y d e p e n d i e n t e de s u l i b r e e l e c c i ó n .
P o r q u e e n c u a l q u i e r a de estos d o s casos l a v o l u n t a d
s e r í a v e r d a d e r a m e n t e d u e ñ a d e sus d e t e r m i n a c i o n e s
y n o n e c e s i t a r í a p a r a todos sus actos u n j u i c i o p r á c t i -
co p r e v i o q u e la d e t e r m i n e . P e r o e n t e n d i d a c o m o
la e n t i e n d e n , a l m e n o s m u c h o s d e sus defensores,
el t a l j u i c i o p r á c t i t o es a b s o l u t a m e n t e c o n t r a r i o á
la l i b e r t a d h u m a n a y e n . r e a l i d a d n o es o t r a cosa q u e
el m i s m o d e t e r m i n i s m o L e i b n i t z i a n o . E n efecto: L e i b -
n i t z , c u a n d o d i c e q u e n u e s t r a v o l u n t a d debe ser d e -
t e r m i n a d a p o r el o b j e t o , s o l a m e n t e e n s e ñ a q u e este
o b j e t o , en c u a n t o m a n i f e s t a d o p o r l a r a z ó n c o m o
la cosa m e j o r de c u a n t a s p u e d e n ser e l e g i d a s hic et
nunc, se hace a b r a z a r n e c e s a r i a m e n t e p o r la v o l u n -
t a d . A h o r a b i e n , en esto m i s m o c o n s i s t e el j u i c i o
p r á c t i c o m e n c i o n a d o ; p o r q u e c o n él n o i n t i m a l a r a -
z ó n á l a v o l u n t a d l a n e c e s i d a d de h a c e r t a l ó c u a l cosa
d e t e r m i n a d a , s i n o en c u a n t o se la p r e s e n t a c o m o l o
m e j o r de c u a n t o p u e d e ser a b r a z a d o p o r ella hic et
nunc. P o r c o n s i g u i e n t e d e c i r q u e todos l o s actos l i b r e s
de l a v o l u n t a d e s t á n a b s o l u t a m e n t e d e t e r m i n a d o s
p o r el t a l j u i c i o , es a r r u i n a r d e l t o d o la l i b e r t a d h u -
mana.
327.—Ademas, l a f a l s e d a d de l a r e f e r i d a d o c t r i n a se
evidencia con el siguiente a r g u m e n t o : E l t a l i m p e r i o
s e g ú n los d o c t o r e s m e n c i o n a d o s e s t á i n t r í n s e c a m e n t e
u n i d o c o n e l p r i m e r acto de la v o l u n t a d . E s a s í q u e
n i es en s í i n m e d i a t a m e n t e l i b r e , p o r q u e los actos d e l
e n t e n d i m i e n t o s o n t o d o s necesarios e n s í m i s m o s ; n i
es l i b r e t a m p o c o d e u n a m a n e r a m e d i a t a , en c u a n t o
q u e p a r t i c i p e d e la l i b e r t a d d e a l g ú n a c t o l i b r e de
la v o l u n t a d á q u e debe s u e x i s t e n c i a ; p o r q u e es a n t e -
r i o r á t o d o a c t o l i b r e de l a v o l u n t a d . L u e g o d e s t r u y e
p o r c o m p l e t o la l i b e r t a d h u m a n a .
— 2á7 —
328.—Responden los a u t o r e s a l u d i d o s q u e d i c h o
j u i c i o es l i b r e , en c u a n t o q u e . la v o l u n t a d , s i n ejercer
acto a l g u n o p o s i t i v o , p o r m e d i o de u n a o m i s i ó n p u r a ,
l i b r e m e n t e p e r m i t e su e x i s t e n c i a . P e r o e n t o n c e s t o d a
nuestra l i b e r t a d q u e d a r á reducida á unas ciertas o m i -
siones p u r a s s i n actos p o s i t i v o s p o r p a r t e de la v o -
l u n t a d . L o c u a l en n i n g u n a m a n e r a p o d e m o s a d m i t i r ;
e n t r e o t r a s r a z o n e s , p o r q u e la p o s i b i l i d a d de las tales
o m i s i o n e s p u r a s es m u y c o n t r o v e r t i b l e y la n i e g a n
a u t o r e s g r a v í s i m o s , y p o r t a n t o c o n la r e f e r i d a res-
p u e s t a q u e d a r í a m u y c o m p r o m e t i d a la causa de
nuestra libertad.
A d e m a s , si el t a l i m p e r i o de la i n t e l i g e n c i a es v o -
l u n t a r i o y l i b r e , s i n q u e p r e c e d a á él o t r o i m p e r i o ,
¿ p o r q u é n o p o d r á s u c e d e r esto m i s m o c o n los a c t o s
de la v o l u n t a d ? F i n a l m e n t e , -si la v o l u n t a d p u e d e
o p o n e r s e á la e x i s t e n c i a de d i c h o i m p e r i o c o n u n a
o m i s i ó n p u r a , t a m b i é n p o d r á h a c e r esta o p o s i c i ó n
c o n u n a c t o p o s i t i v o ; p o r q u e en la o m i s i ó n p u r a
la v o l u n t a d t i e n e l i b e r t a d p a r a p o n e r ú o m i t i r s i m -
p l e m e n t e u n a c t o p o s i t i v o . L u e g o la v o l u n t a d p o d r á
ejercer este acto l i b r e sin q u e á él h a y a s i d o d e t e r m i -
n a d a p o r j u i c i o p r á c t i c o a l g u n o ; pues el t a l acto s e r á
a n t e r i o r a l p r i m e r j u i c i o p r á c t i c o de c u a n t o s h a y a n
p o d i d o d e t e r m i n a r l a . . V é a s e lo q u e sobre este p a r -
t i c u l a r escribe el P. S u a r e z e n su M e t a f í s i c a , d i s p . 19,
sect. 6 . -
-228 —

PROPOSICION CUARTA.

L a voluntad humana no es libre con libertad de contra-


riedad con respecto á su último fin considerado en gene-
ral, pero sí con libertad de contradicción ó de ejercicio.

1,2^.—Prueba de la 7.A p.—j.0 El último fin del


h o m b r e c o n s i d e r a d o en g e n e r a l es la f e l i c i d a d . Es a s í
q u e c o n r e s p e c t o á l a f e l i c i d a d en s í m i s m a conside-
r a d a n a d i e t i e n e l i b e r t a d de c o n t r a r i e d a d p a r a r e c h a -
z a r l a y o d i a r l a ; p u e s t o q u e l a f e l i c i d a d en sí m i s m a
n o e n c i e r r a s i n o b i e n s i n m e z c l a de m a l y p o r t a n t o
n o t i e n e p o r d o n d e p u e d a ser o d i a d a . L u e g o sobre
el fin ú l t i m o c o n s i d e r a d o en l a f o r m a d i c h a no t e n e -
m o s l i b e r t a d de c o n t r a r i e d a d .
2° T o d o lo que p o d e m o s a m a r y o d i a r , lo p o d e m o s
l l a m a r á la c o n s u l t a de n u e s t r a r a z ó n p a r a v e r l o q u e
n o s c o n v i e n e h a c e r acerca d e é l . Es a s í q u e s ó b r e l a f e l i -
c i d a d en g e n e r a l n o cabe d e l i b e r a c i ó n a l g u n a , p o r q u e
á ella s o m o s i m p e l i d o s á n t e s de t o d a d e l i b e r a c i ó n p o r
la m i s m a n a t u r a l e z a . L u e g o . . .
3.0 L a v o l u n t a d se h a c o n r e s p e c t o á l a f e l i c i d a d
en g e n e r a l c o m o el e n t e n d i m i e n t o r e s p e c t o de los
p r i m e r o s principios; puesto que tanto a q u é l l a c o m o
é s t o s d e b e n ser el p r i m e r m o t o r i n m ó v i l , e n v i r t u d
d e l c u a l se m u e v a n a m b a s f a c u l t a d e s h á c i a los p a r t i -
c u l a r e s o b j e t o s de s u p r o p i a esfera. Es a s í q u e el e n -
t e n d i m i e ñ t o n o p u e d a m é n o s de a d m i t i r la v e r d a d
de los p r i m e r o s p r i n c i p i o s . L u e g o la v o l u n t a d t a m -
p o c o es d u e ñ a de rechazar la felicidad considera-
d a a l m o d o d i c h o . De a q u í es q u e c o m o s a p i e n t í s i m a -
m e n t e o b s e r v a S a n A g u s t í n (1), c u a n d o á los h o m b r e s

(1) S. Agustín, l i b . 13, de Trinitate, cap. 4, y en los libros


de libero arbitrio por todas partes.
— 229 —
se les p r e g u n t a si q u i e r e n ser felices, n a d i e de ellos
es capaz de r e s p o n d e r q u e n o a m a t a l cosa, s i n o l o
q u e h a c e n t o d o s es ó callarse ó r e s p o n d e r q u e esto lo
desean en g r a n m a n e r a ( i ) .
330. —Prueba de la 2.a p.— i.0 L a v o l u n t a d c o n el i n -
flujo q u e t i e n e en el e n t e n d i m i e n t o p u e d e h a c e r q u e
esta f a c u l t a d piense en u n o b j e t o p a r t i c u l a r finito y
n o en la f e l i c i d a d ó en el b i e n en g e n e r a l . Es asi q u e
n o p e n s a n d o el e n t e n d i m i e n t o s o b r e la f e l i c i d a d , la
v o l u n t a d n o p u e d e ejercer a c t o a l g u n o p o s i t i v o de
a m o r c o n respecto á e l l a . L u e g o la v o l u n t a d es i n d i -
r e c t a m e n t e l i b r e p a r a a m a r de hecho c o n u n acto r e a l
y p o s i t i v o su ú l t i m o fin c o n s i d e r a d o de u n a m a n e r a
general.
2.0 No. solo i n d i r e c t a s i n o d i r e c t a m e n t e p u e d e la v o -
l u n t a d p o n e r ó d e j a r de p o n e r el a c t o c o n q u e a m a la
f e l i c i d a d ó el b i e n en g e n e r a l . P o r q u e a u n q u e la f e l i c i -
d a d es p a r a ella u n b i e n necesario, y p o r c o n s i g u i e n t e
n u n c a la p u e d e o d i a r ó a b o r r e c e r , p e r o e l a c t o de
a m a r l a en u n m o m e n t o d a d o n o se nos p r e s e n t a c o m o
n e c e s a r i o é i m p r e s c i n d i b l e p a r a la c o n s e c u c i ó n de la
f e l i c i d a d m i s m a . L u e g o en n u e s t r a m a n o e s t á el p o -
n e r l o ó d e j a r l o de p o n e r ; p o r q u e el a p e t i t o i n n a t o de
la f e l i c i d a d solo nos i n c i t a á p o n e r en c a d a m o m e n -
t o a q u e l l o s actos q u e en a q u e l m i s m o m o m e n t o se
nos presentan c o m o medios a b s o l u t a m e n t e necesarios
para su c o n s e g u i m i e n t o .
331. — D i c e m u y b i e n S u á r e z á este p r o p ó s i t o : « L a
v o l u n t a d , c u a n d o se i n c l i n a á u n o b j e t o , n o solo q u i e -
r e este o b j e t o , s i n o q u e a d e m a s q u i e r e v i r t u a l m e n t e
el e j e r c i c i o de s u p r o p i o a c t o ; p o r q u e é s t e es i n t r í n s e -
camente v o l u n t a r i o , como arriba queda declarado.
P o r t a n t o , p a r a q u e la v o l u n t a d sea necesitada en o r d e n

(0 V . Santo Tomás, Summ. theol. 1. p. q. 82, art. 1,


— 230 —
al e j e r c i c i o , e s j i e c e s a r i o q u e el h o m b r e a p r e h e n d a y
j u z g u e ser el t a l e j e r c i c i o hic et mine u n b i e n a b s o -
s o l u t a m e n t e n e c e s a r i o ; de f o r m a q u e la c a r e n c i a d e
d i c h o a c t o n o p u e d a ser bajo n i n g ú n aspecto a p r e -
h e n d i d a c o m o buena. Esto e m p e r o no acontece n u n -
ca en esta v i d a c o n acto a l g u n o , c o m o c o n s t a p o r la
e x p e r i e n c i a y p o r la m i s m a r a z ó n ; la c u a l n o s d i c e n o
d a r s e n i n g ú n m o t i v o n i o c a s i ó n d e la t a l n e c e s i d a d (1).»
E n la m i s m a f o r m a se e x p r e s a S a n t o T o m á s , d i c i e n -
d o : « D e d o s m a n e r a s p u e d e ser m o v i d a la v o l u n t a d :
primera, en c u a n t o a l e j e r c i c i o d e l a c t o ; segunda, en
c u a n t o á la e s p e c i f i c a c i ó n d e l a c t o , la c u a l v i e n e d e l
o b j e t o . E n la p r i m e r a m a n e r a l a v o l u n t a d n o es m o -
v i d a con necesidad p o r n i n g ú n objeto; p o r q u e p u e d e
u n o a p a r t a r su p e n s a m i e n i o de c u a l q u i e r objeto y
p o r c o n s i g u i e n t e n o a m a r l o d e h e c h o . . . P o r d o n d e si
se le p r o p o n e á la v o l u n t a d a l g ú n o b j e c t o q u e sea b u e -
n o p o r t o d a s p a r t e s y bajo t o d a s c o n d i c i o n e s , l a v o -
l u n t a d p o r n e c e s i d a d t e n d e r á á é l en el caso de querer
algo; p o r q u e n o p o d r á q u e r e r l o o p u e s t o (2).»

(1) «Voluntas quando fectur in objectum, non solum vult


objectum sed etiam virtute vult exercitum sui actus; quia cst
intrinsece roluntarius, ut supra declaratum cst; et ideo, ut
voluntas necessitetur quoad exercitium, necessarium est ut
homo apprehendat et judicet tale exercitum hic ct nunc un
bonum simpliciter necesarium, ¡ta ut carentia talis actus sub
nulla ratione boni apprehendi possit; hoc autem in hac vita
numquam accidit circa aliquem actum voluntatis, ut experientia
notum est, et quia nulla est ratio ve) occasio necesitatis. (Sua-
r.ez, Metaphys. disp 19, set. 8, n . 14).»
(2) «Voluntas movetur dupUctter. Uno modo, quantum ad
exercitium actus. Alzo modo, quantum ad specificationem actus,
quee est ex objecto. Primo ergo modo voluntas a millo objeclo
ex necessitaie movetur. Potest cnim aliquis de quocumque ob-
jecto non cogitare et peí' consequens ñeque actu velle i l l u d . . .
ARTÍCULO V I I .

Potencias locomotrices.

332.—Potencia l o c o m o t r i z ó l o c o m o t o r a , c o m o el
m i s m o n o m b r e l o i n d i c a , es la fuerza anímica produc-
tora de los movimientos locales en el hombre. Estos m o -
v i m i e n t o s u n o s son naturales é i n d e p e n d i e n t e del co-
nocimiento y p o r consiguiente t a m b i é n del apetito;
o t r o s animales y d e p e n d i e n t e s d e l c o n o c i m i e n t o y d e l
a p e t i t o bajo c u y o i n f l u j o se e j e r c e n . De a q u í la d i v i -
s i ó n de las p o t e n c i a s l o c o m o t r i c e s d e l h o m b r e en na-
turales y animales, s e g ú n q u e c o n ellas se p r o d u z c a n
los m o v i m i e n t o s n a t u r a l e s d e l c o r a z ó n , de las v e n a s y
a r t é r i a s y de los p u l m o n e s , ó los a n i m a l e s g e n e r a l -
m e n t e l l a m a d o s progresivos de los p i é s y d e m á s
miembros del cuerpo.
S o b r e estas f a c u l t a d e s v a m o s á e x a m i n a r b r e v e m e n -
te: i.0 si se d i s t i n g u e n ó n o de las a p e t i t i v a s ; 2.0 c u á l
es e l ó r g a n o d o n d e r e s i d e n : 3 / q u é g é n e r o de r e l a c i ó n
existe e n t r e el a p e t i t o t a n t o s e n s i t i v o c o m o r a c i o n a l
y las d i c h a s f a c u l t a d e s . E s t o f o r m a r á el o b j e t o de las
proposiciones siguientes.

Unde si proponatur aliquod objectum voluntati, quod sit uni-


versalitcr bonum et sccundum omnem considerationem, ex
necessltate voluntas in illud tendit, si aliquid velit: non enim
potcrit vclle oppositum. (Santo Tomás, Summ. theol., i . * 2.*
q. 10, art. 2).»
— 232 —

PROPOSICION PRIMERA.

iVo solo las potencias locomotrices naturales sino


también las animales se distinguen realmente
de las apetitivas.

333. —Prueba de la i.^p.—Las potencias loQomotrices


naturales ejercen sus funciones independientemente
de la voluntad y del apetito sensitivo; puesto que el
hombre no tiene poder para i m p e d i r con solo el i m -
perio de la voluntad ó el deseo del apetito los m o v i -
mientos del c o r a z ó n , de los pulmones, etc., que perte-
necen á la vida vegetativa. Luego es claro que la fuer-
za productora de estos actos es realmente distinta de
las facultades dichas.
334. —Prueba de la 2.a/).—Esta no es tan clara como
la anterior; sin embargo, se prueba con las razones si-
guientes: i.a E l apetito con sus actos impera, no solo
los movimientos de los miembros, sino t a m b i é n las
percepciones sensitivas de la fantasía y las intelectua-
les de la inteligencia. Luego asi como las tales per-
cepciones no emanan inmediatamente de su actividad
ni son actos elícitos suyos sino imperados y produci-
dos físicamente p o r otras facultades, de la misma
manera debemos decir que los movimientos dichos
no son actos elícitos suyos sino simplemente i m p e r a -
dos y ejecutados por otra fuerza distinta del apetito y
subordinada á él en el ejercicio de sus funciones.
2.a E l apetito no tiene por t é r m i n o inmediato é i n -
t r í n s e c o de su acción sino el afecto con que intencio-
nalmente se une al objeto aprehendido con la facul-
tad cognoscitiva. Porque, como escribe m u y bien
Santo T o m á s (1), «así como de la acción intelectiva

(1) Santo Tomás, Summ. theol. r. p. q. 37, art. 1.


—233 —
r e s u l t a en el i n t e l i g e n t e u n c i e r t o c o n c e p t o i n t e l e c -
t u a l , l l a m a d o verbo; a s í t a m b i é n de la a c c i ó n de a m a r
u n o a l g u n a cosa, r e s u l t a en el a m a n t e u n a c i e r t a i m -
p r e s i ó n de la cosa a m a d a , p o r m e d i o de la c u a l é s t a
se h a l l a en el a m a n t e a l m o d o q u e l o e n t e n d i d o e s t á
en el c o g n o s c e n t e . » Es a s í q u e el afecto d i c h o es cosa
r e a l m e n t e d i s t i n t a d e l m o v i m i e n t o p r o g r e s i v o de los
m i e m b r o s ; p u e s t o q u e m u c h a s veces, e x i s t i e n d o el t a l
afecto en el a p e t i t o t a n t o r a c i o n a l c o m o s e n s i t i v o , los
m i e m b r o s s i n e m b a r g o n o se m u e v e n , c o m o sucede,
p o r e j e m p l o , á los p a r a l í t i c o s . L u e g o la f u e r z a p r o d u c -
t o r a de los tales m o v i m i e n t o s es r e a l m e n t e d i s t i n t a
d e l a p e t i t o m i s m o , a u n q u e s u b o r d i n a d a á él en sus
funciones (i).
3 3 5 . — A l g u n o p o d r í a c r e e r q u e S a n t o T o m á s es
c o n t r a r i o á l o d e f e n d i d o en la s e g u n d a p a r t e de esta
tesis, p o r c u a n t o e n s e ñ a en la Suma teológica (2) q u e
el a p e t i t o es e l q u e ' i m p e r a el m o v i m i e n t o de los
m i e m b r o s y q u e á la f u e r z a m o t i v a n o p e r t e n e c e s i n o
el ejecutarlo., habilitando los miembros para obedecer
al apetito, de forma que su acto no sea mover sino ser
movido. P e r o el A n g é l i c o D o c t o r n o q u i e r e d e c i r c o n
esto q u e la p o t e n c i a m o t i v a sea m e r a m e n t e p a s i v a ,
s i n o solo q u e e j e c u t a sus a c t o s c o n d e p e n d e n c i a del
a p e t i t o , el c u a l p o r c o n s i g u i e n t e hace c o n ella el o f i c i o
de m o t o r , a s í c o m o el m i s m o a p e t i t o n o o b r a s i n o
m o v i d o por la p e r c e p c i ó n del objeto.

(1) Véase el P. Suarez en el tratado de anima, l i b . 5, cap.


10, n. 5 y siguientes.
(2) Santo T o m á s , Summ theol. 1. p. q. 75, art. 3, ad -j.um
— 234 —

PROPOSICION SEGUNDA.

E l asiento de las potencias locomotrices tanto natitrales


como animales son los músculos del cuerpo en que se
ejercen sus actos.

^•^6.—Prueba de la i . * p . — L a s p o t e n c i a s m o t i v a s
n a t u r a l e s e j e r c e n sus actos i n d e p e n d i e n t e m e n t e d e l
a p e t i t o , y p o r t a n t o n o se p u e d e d e c i r q u e s u p r i m e r
m o t o r e s t é en e l c e r e b r o s i n o q u e ellas m i s m a s c o -
m i e n z a n su a c c i ó n c o n v e n i e n t e m e n t e e x c i t a d a s p o r los
agentes e x t e r n o s . A h o r a b i e n , cada u n o de los ó r g a -
nos c o n q u e ejercen sus actos t i e n e sUs f u n c i o n e s v i -
tales p r o p i a s y a c o m o d a d a s á la e c o n o m í a d e l a n i m a l
p o r d i s p o s i c i ó n d e l A u t o r de la n a t u r a l e z a . L u e g o en
ellos y n o en o t r a p a r t e d e b e m o s p e n s a r q u e e s t á n
l o c a l i z a d a s las tales f u e r z a s . A s i , e n el c o r a z ó n y en los
pulmones, por ejemplo, debemos pensar que existen
las f u e r z a s c o n q u e se m u e v e n n a t u r a l m e n t e estas
v i s i o n e s ; p o r q u e sus m o v i m i e n t o s n a t u r a l e s v a n d i -
r e c t a m e n t e a l fin de t o d o el c o n j u n t o , q u e es l a v i d a
- v e g e t a t i v a , y ellos en sí m i s m o s son r e a l m e n t e v i t a l e s .
3 3 7 . — P r u e b a de la 2.* p.—Las p o t e n c i a s m o t i v a s
a n i m a l e s t i e n e n c i e r t a m e n t e su p r i m e r m o t o r en el
c e r e b r o ; p e r o ellas en sí m i s m a s son v e r d a d e r a m e n t e
a c t i v a s , c o m o c o n s t a de l o d i c h o en la tesis p r e c e d e n t e ,
y p o r l o t a n t o d e b e n t e n e r t a m b i é n sus ó r g a n o s p r o -
pios, d o n d e se h a l l e n l o c a l i z a d a s . A h o r a b i e n ; n i n g u n a
r a z ó n h a y p a r a p e n s a r q u e estos ó r g a n o s n o sean
a q u e l l o s m i s m o en q u e s e n t i m o s sus efectos, á n t e s p o r
el c o n t r a r i o estos efectos nos c o n d u c e n á j u z g a r q u e
a l l í m i s m o e s t á su causa d o n d e ellos se m a n i f i e s t a n .
L u e g o , m a n i f e s t á n d o s e t o d o s ellos en los m ú s c u l o s
d e l c u e r p o , en estos m i s m o s m ú s c u l o s d e b e m o s s u p o -
-235 —
ner q u e se h a l l a n l o c a l i z a d a s las fuerzas q u e los p r o -
d u c e n : y p o r esta causa d e b e m o s t e n e r á los tales m o -
v i m i e n t o s p o r actos v e r d a d e r a m e n t e v i t a l e s , p u e s t o
que son r e c i b i d o s en la m i s m a p o t e n c i a q u e los p r o -
duce y t i e n d e n de s u y o á la p e r f e c c i ó n de la m i s m a .
338. - S i n e m b a r g o , se debe o b s e r v a r q u e las p o t e n -
cias m o t i v a s n a t u r a l e s , necesitan p a r a f u n c i o n a r q u e
los ó r g a n o s en q u e r e s i d e n se h a l l e n en l i b r e c o m u -
n i c a c i ó n c o n el s i s t e m a n e r v i o s o g a n g l i o n a r , q u e es
el q u e r i g e las f u n c i o n e s de la v i d a o r g á n i c a ; y esto
m i s m o acaece á las_ m o t i v a s a n i m a l e s c o n r e s p e c t o a l
sistema n e r v i o s o c e r e b r a l , d e l c u a l d e p e n d e la sensi-
b i l i d a d e x t e r n a (97).

PROPOSICION TERCERA.

E l apetito sensitivo tiene virtud suficien te para poner en


ejercicio á la potencia motriz animal, pero no puede
conseguir este efecto oponiéndose á ello la voluntad.

339. —Prueba de la i.íp.—'E\ a p e t i t o s e n s i t i v o en los


b r u t o s es el q u e pone en e j e r c i c i o á la p o t e n c i a m e n -
c i o n a d a . Es a s í q u e este a p e t i t o n o es m é n o s p e r f e c t o
en el h o m b r e q u e en los a n i m a l e s s i n o al c o n t r a r i o
m á s p e r f e c t o . L u e g o él de s u y o t i e n e v i r t u d s u f i c i e n t e
p a r a p o n e r en e j e r c i c i o la f a c u l t a d d i c h a , } 7 la p o n d r á
en efecto c u a n t a s veces l o necesite p a r a c o n s e g u i r l o
q u e desea, c o n t a l q u e la v o l u n t a d n o se o p o n g a c o n
u n a c t o c o n t r a r i o á sus i n t e n t o s .
340. —Prueba de la 2.a p.—i.0 L a v o l u n t a d ejerce en
el h o m b r e v e r d a d e r o i n f l u j o físico s o b r e las o t r a s p o -
t e n c i a s ; c o n el c u a l las p o n e en e j e r c i c i o , a p l i c á n d o l a s
á a q u e l l o s p a r t i c u l a r e s objetos q u e son de su m a y o r
a g r a d o . L u e g o en f u e r z a de este d o m i n i o a l t o q u e
sobre ellas t i e n e , p u e d e i m p e d i r c o n su i m p e r i o el
— 236 —
e j e r c i c i o de sus actos; y asi, a u n q u e el a p e t i t o q u i e r a
p o n e r en a c c i ó n á la f a c u l t a d m o t r i z de q u e v a m o s
h a b l a n d o , n o la p o n d r á de h e c h o si á e l l o se o p o n e la
v o l u n t a d . 2.° L o s actos de la p o t e n c i a d i c h a s o n l i b r e s
¿ i m p u t a b l e s ; p u e s cada u n o es l i b r e en m o v e r s e de
u n l u g a r á o t r o y en d a r a los m i e m b r o s de s u c u e r p o
la p o s i c i ó n q u e se le a n t o j a . Es a s í q u e si el a p e t i t o
s e n s i t i v o p u s i e r a en a c c i ó n á la f a c u l t a d s u s o d i c h a
c o n t r a el i m p e r i o de la v o l u n t a d , los tales actos no
s e r í a n libres n i i m p u t a b l e s , p o r q u e no serian v o l u n -
tarios. Luego...

PROPOSICION CUARTA.

L a voluntad puede poner por si sola en acción á la po-


tencia motriz animal, dun repugnando el apetito sensi-
tivo: pero ordinariamente la mueve por medio del apetito
susodicho.

341.—Prueba de la 1 . ^ p . — i . ' N o se v é r a z ó n a l g u n a
p o r la c u a l h a y a de d e p e n d e r l a v o l u n t a d d e l a p e t i t o
s e n s i t i v o , p a r a p o d e r p o n e r en a c c i ó n á la p o t e n c i a
m o t r i z mencionada. L u e g o debemos decir que puede
m o v e r l a p o r sí sola, pues á esto nos i n d u c e el saber
q u e l a v o l u n t a d es el p r i m e r m o t o r y el p r i m e r p r i n -
c i p i o de los actos h u m a n o s . 2.0 L a v o l u n t a d t i e n e i m -
p e r i o d e s p ó t i c o s o b r e los m i e m b r o s d e l c u e r p o , c o m o
c o n s t a p o r la e x p e r i e n c i a ; p u e s los m u e v e á s u a r b i -
t r i o s i n q u e le o p o n g a n la m e n o r r e s i s t e n c i a . Es a s í
q u e si d e p e n d i e r a d e l a p e t i t o s e n s i t i v o en esta p a r t e ,
n o p o d r í a , m o v e r l o s de esta m a n e r a ; p o r q u e e l a p e t i t o
sensitivo puede hacerle resistencia y p o r consiguiente
n e g a r s e á p o n e r en a c c i ó n á la p o t e n c i a m o t r i z . L u e -
g o la v o l u n t a d p u e d e i m p e r a r p o r sí sola y s i n el c o n -
c u r s o d e l a p e t i t o s e n s i t i v o los m o v i m i e n t o s d i c h o s .
-237-
342. —Prueba de la 2.a p. — i .6 L a v o l u n t a d t i e n e d o -
m i n i o d e s p ó t i c o sobre los m i e m b r o s d e l c u e r p o . L u e -
go p u e d e m o v e r l o s e f i c a z m e n t e , á u n á d e s p e c h o d e l
a p e t i t o s e n s i t i v o . 2.0 E s t o m i s m o consta p o r l a expe-
r i e n c i a . A s í , el m i e d o p o r e j e m p l o , i n c i t a á la f u g a en
m u c h o s casos, y las r e f l e x i o n e s de la i n t e l i g e n c i a y el
d e c r e t o firme de la v o l u n t a d hacen q u e l a p o t e n c i a
m o t r i z ejerza u n m o v i m i e n t o c o n t r a r i o .
343. —Prueba de la y.a p . — L o o r d i n a r i o en t o d o s los
seres es l o r e g u l a r y b i e n o r d e n a d o . Es a s í q u e el
b u e n o r d e n de las p o t e n c i a s h u m a n a s e x i g e q u e las
s u p e r i o r e s o b r e n en las i n f e r i o r e s m o v i e n d o i n m e -
d i a t a m e n t e á las m á s altas y p r ó x i m a s á ellas. L u e g o
la v o l u n t a d o r d i n a r i a m e n t e n o m u e v e los m i e m b r o s
del c u e r p o , s i n o e x c i t a n d o al a p e t i t o p o r m e d i o de la
e s t i m a t i v a p a r a q u e la p o n g a en e j e r c i c i o . P o r esto
escribe s á b i a m e n t e S a n t o T o m á s : « L a o p i n i ó n u n i -
v e r s a l n o m u e v e s i n o m e d i a n t e la p a r t i c u l a r ; y de la
m i s m a m a n e r a el a p e t i t o s u p e r i o r m u e v e m e d i a n t e el
i n f e r i o r (1).»

(1) «Opinio universalis non movet nisi mediante particulari;


etsimilitcr appetitus superior movet medianteinferlori.»(S. Tho-
mas, Summ tehol. r. p. q. 80, art. 2. ad 3."m) Véase sobre la
materia de este párrafo el P. Suarez, de anima, lib. 5, cap. 10,
— 238-

CAPITULOV.
U@ la simplicidad, espiritualidad é i n -
mortalidad del alma humana.

J u n t a m o s estas t r e s p r o p i e d a d e s de n u e s t r a a l m a
en u n solo c a p í t u l o p o r la i n t i m a c o n e x i ó n q u e e n t r e
sí t i e n e n y p o r ser u n o s m i s m o s los a r g u m e n t o s con
q u e d e b e n ser p r o b a d a s . C a d a u n a de ellas s i n e m -
b a r g o s e r á t r a t a d a en u n a r t í c u l o separado.

ARTÍCULO PRIMERO.

Simplicidad del alma humana.

344.-^Simple es lo que no está compuesto de elemen-


tos dijerentes\[0. 310). Q u e el a l m a h u m a n a n o sea
a b s o l u t a m e n t e s i m p l e es cosa m a n i f i e s t a ; p u e s t o q u e
no solo t i e n e v e r d a d e r a c a p a c i d a d p a s i v a c o n respecto
á la c o n t i n u a c i ó n de s u e x i s t e n c i a , en c u y o s e n t i d o se
dice c o n t o d a v e r d a d q u e e s t á c o m p u e s t a de esencia
y e x i s t e n c i a ( O . 31), s i n o q u e a d e m á s h a y en ella c o m -
p o s i c i ó n a s í de esencia y p o t e n c i a s c o m o de sujeto y
a c c i d e n t e s . P e r o a d e m á s de estos g é n e r o s de c o m p o -
s i c i ó n h a y o t r o s dos, á saber: la composición sustancial
y la integral, y n i n g u n o de ellos c o n v i e n e a l a l m a h u -
m a n a . N u e s t r a a l m a , n o ^ c o n s t a s u s t a n c i a l m e n t e de
e l e m e n t o s d i v e r s ' o ^ t c o m o / s u c e d e á t o d o s los c u e r p o s ;
los cuales j5e hallara c o n í p u e s t o s defmateria y forma.
T a m p o c o e s t á c o m p u e s t a de d i s t i n t a s ~ p a r t e s i n t e g r a n -
tes, c o m o l o e s t á t o d o ser m a t e r i a l y e x t e n s o , i n c l u s o s
los m i s m o s c u e r p o s s i m p l e s de la Q u í m i c a , l l a m a d o s
asi á causa de n o e n t r a r en s u c o m p o s i c i ó n m o l é c u l a s
h e t e r o g é n e a s . L a c a r e n c i a d e estos d o s g é n e r o s de
c o m p o s i c i ó n d á á n u e s t r a a l m a u n c i e r t o l i n a j e de
simplicidad relativa, q u e la coloca p o r esta p a r t e en l a
c a t e g o r í a de l o s espíritus y l a s e p a r a t o t a l m e n t e d e l o s
cuerpos. Para p r o b a r l a asentaremos la siguiente

PROPOSICION.

E l alma humana es sustancial é integralmente simple.

345. —Prueba de la i.3- p.—i.Vsí la-esencia de n u e s -


t r a a l m a c o n s t á r a de d o s ó rricTS e l e m e n t o s d i f e r e n -
tes, ó cada ü n o de ellos s e r í a primer principio de
nuestras percepciones y voliciones ó u n o solamente.
S i esto segundo, la esencia d e n u e s t r a a l m a n o c o n s -
t á r a s i n o d e a q u e l e l e m e n t o q u e fuese e l p r i m e r
p r i n c i p i o d e las tales p e r c e p c i o n e s y v o l i c i o n e s (9) y
por lo t a n t o no sería sustancialmente compuesta sino
s i m p l e . S i \o primero, h a b r í a en n o s o t r o s t a n t o s suje-
tos pensantes, c u a n t o s fuesen los p r i n c i p i o s p r i m e r o s
de las p e r c e p c i o n e s y v o l i c i o n e s . P o r q u e cada u n o de
ellos r e c i b i r í a en s í c o m o e n p r i m e r o y f u n d a m e n t a l
s u j e t o t o d a s las p e r c e p c i o n e s y v o l i c i o n e s d e q u e
fuese p r i n c i p i o p r i m e r o . M a s esto r o m p e la u n i d a d
de n u e s t r o p r i m e r p r i n c i p i o p e n s a n t e ; q u e d e j a m o s
p r o b a d a m á s a r r i b a ( i ^ / y p o r l o t a n t o es m a n i f i e s t a -
m e n t e falso: L u e g o l a ' ¿ s e n d a d e n u e s t r a a l m a n o
p u e d e e s t a r c o m p u e s t a de e l e m e n t o s r e a l m e n t e d i s -
t i n t o s ) P o d r í a d e c i r a l g u n o c o n t r a esto q u e e l p r i m e r
p r i n c i p i o de los actos d i c h o s es e l c o m p u e s t o f í s i c o
de l o s d o s e l e m e n t o s . P e r o en t a l caso n u e s t r a a l m a
s e r í a u n c o m p u e s t o sustancial de m a t e r i a y f o r m a ,
c o n t r a lo cual va d i r i g i d o el a r g u m e n t o siguiente.
346. —2.0ÍEn t a n t o p o d r í a m o s p e n s a r q u e n u e s t r a
a l m a e s t á c^rn puesta de e l e m e n t o s d i v e r s o s , en c u a n t o
^240 —
estos e l e m e n t o s los s u p u s i é r a m o s u n i d o s e n t r e sí
á m a n e r a de m a t e r i a y f o r m a ; p o r q u e n o e s t a n d o
u n i d o s de este m o d o , n o se ve c ó m o p o d r í a n f o r m a r
u n a s u s t a n c i a d o t a d a de u n i d a d v e r d a d e r a . Es asi
q u e n u e s t r a a l m a n o p u e d e ser en s í m i s m a u n c o m -
p u e s t o s u s t a n c i a l de m a t e r i a y f o r m a ; primero, p o r -
q u e e n t o n c e s ella de s u y o s e r í a u n a s u s t a n c i a c o m -
p l e t a y n o o r d e n a d a á i n f o r m a r la m a t e r i a de n u e s t r o
cutrpo^segundo, p o r q u e s e r í a i n c a p a z de i n f o r m a r
á este Cuerpo, p u e s n i n g u n a f o r m a s u s t a n c i a l p u e d e
i n f o r m a r a l m i s m o t i e m p o dos m a t e r i a s d i f e r e n t e s .
P o r d o n d e n u e s t r a a l m a n o e s t a r í a u n i d a c o n el c u e r -
p o s u s t a n c i a l m e n t e y en u n i d a d de s u p u e s t o s i n o con
c i e r t a especie de u n i ó n m o r a l , c u a l es la q u e existe
e n t r e el g i n e t e y su c a b a l l o , ó e n t r e el p i l o t o y el n a -
vio, ó finalmente e n t r e la c á r c e l y el reo m e t i d o
d e n t r o de ella; cosas t o d a s e n t e r a m e n t e falsas, c o m o
se p r o b a r á m á s a d e l a n t e ; tercero, p o r q u e el c o m p u e s t o
s u s t a n c i a l de m a t e r i a y f o r m a es n a t u r a l m e n t e cwan/o
ó extenso, y a s í n u e s t r a a l m a , s e r í a u n v e r d a d e r o
c u e r p o y se h a l l a r í a c o m p u e s t a de p a r t e s c u a n t i t a t i v a s
é i n t e g r a n t e s c o m o t o d o s los seres d o t a d o s de c u a n -
t i d a d , l o c u a l es a b s o l u t a m e n t e falso, c o m o lo p r o b a -
r e m o s a h o r a m i s m o en la s e g u n d a p a r t e de la p r e -
sente t é s i s . L u e g o . . . (1)
347.—Prueba de la 2.& p. — i.0 S i n u e s t r a a l m a e s t u -
v i e r a c o m p u e s t a de d i f e r e n t e s p a r t e s c u a n t i t a t i v a s ó
i n t e g r a n t e s , n o p o d r í a c o m p a r a r u n a s sensaciones
c o n o t r a s ; p o r q u e cada u n a de ellas se h a l l a r í a en d i -
f e r e n t e p a r t e de u n t o d o e x t e n s o ; n i las sensaciones
presentes c o n las pasadas, p o r q u e n o c o e x i s t i r í a n t o -
das j u n t a s en u n m i s m o s u j e t o ; n i las sensaciones c o n
las i n t e l e c c i o n e s ^ n i é s t a s c o n las v o l i c i o n e s , p o r q u e

(1) Santo T h o m á s , Sum. theol. 1. p. q. 75, art. 5.


—241 —
t o d o s estos actos se h a l l a r í a n l o c a l i z a d o s en d i s t i n t a s
partes de la materia y p o r lo m i s m o no p o d r í a n reu-
n i r s e e n u n solo s u j e t o . E s a s í q u e n u e s t r a a l m a c o m -
p a r a en s í t o d a s estas cosas y j u z g a de ellas h a l l á n d o l a s
t o d a s r e u n i d a s en la u n i d a d i n d i v i s i b l e de la c o n c i e n -
c i a . L u e g o n u e s t r a a l m a n o es u n p r i n c i p i o e x t e n s o
s i n o s i m p l e y e x e n t o de e x t e n s i ó n c u a n t i t a t i v a . E l h o m -
b r e , s i e n d o en s í c o m p u e s t o y e x t e n s o , hace l a c o m p o -
r a c i o n d i c h a , p e r o la hace p o r r a z ó n d e l p r i n c i p i o
s i m p l e y e s p i r i t u a l d e q u e consta y e n q u e i n m e d i a t a -
m e n t e s o n r e c i b i d o s l o s actos d e c o m p a r a r u n a s p e r -
cepciones y v o l i c i o n e s c o n o t r a s . S i n este p r i n c i p i o espi-
r i t u a l y s i m p l e l a t a l c o m p a r a c i ó n le s e r í a i m p o s i b l e .
348. —2.0 S i n u e s t r a a l m a e s t u v i e r a c o m p u e s t a d e
d i v e r s a s p a r t e s i n t e g r a l e s , se h a l l a r í a sujeta á las c o n -
t i n u a s m u d a n z a s q u e v e m o s r e a l i z a r s e en los c u e r p o s ;
p o r q u e s i e n d o en t a l caso u n v e r d a d e r o c u e r p o , d e -
b e r í a s e g u i r l a c o n d i c i ó n n a t u r a l de estas s u s t a n c i a s
y ser p o r l o t a n t o c o r r u p t i b l e c o m o ellas y s u f r i r las
a l t e r a c i o n e s f í s i c a s q u e e n ellas ca u s a n l o s a g e n t e s e x -
t e r n o s . Es a s í q u e c o n esto p e r e c e r í a l a i d e n t i d a d p e -
r e n n e d e l p r i n c i p i o p e n s a n t e q u e en n o s o t r o s ^ x i s t e ,
la c u a l d e j a m o s e v i d e n c i a d a m á s a r r i b a s i g u i e n d o el
e v i d e n t e t e s t i m o n i o de l a c o n c i e n c i a (15). L u e g o n u e s -
t r a a l m a es en s í s i m p l e y n o c o n s t a de d i v e r s a s p a r -
tes i n t e g r a n t e s .
349. — 2 . f N u e s t r a a l m a hace u n a r e f l e x i ó n total s o b r e
sí m i s m a , p e n s a n d o c o n el e n t e n d i m i e n t o s o b r e e l
m i s m o e n t e n d i m i e n t o ; d e f o r m a q u e el yo p e n s a n t e
t o d o e n t e r o se t o m a á s í m i s m o t o d o e n t e r o p o r o b -
j e t o d e s u c o n s i d e r a c i ó n . E s a s í q u e esto n o l o p o d r í a
p r a c t i c a r n u e s t r a a l m a , si e s t u v i e r a c o m p u e s t a de
d i v e r s a s p a r t e s c u a n t i t a t i v a s ; p u e s e n t a l caso u n a
p o d r í a v o l v e r s o b r e la o t r a , m a s n o el iodo s o b r e e l
m i s m o todo n i c a d a p a r t e sobre s í p r o p i a . L u e g o ^ }
Psicología. 16
— 242-
3^0.—4-° F i n a l m e n t e , / l a s f a c u l t a d e s i n t e l e c t i v a s de
n u e s t r a a l m a s o n i n o r g á n i c a s ; y c o m o tales, carecen
de d i f e r e n t e s p a r t e s c u a n t i t a t i v a s , las cuales solo p e r -
t e n e c e n á los c u e r p o s ( i 5 i y s i g u i e n t e s ) . Es a s í q u e ca-
r e c i e n d o ellos de estas p a r t e s , t a m b i é n a l a l m a debe
c o r r e s p o n d e r esta m i s m a p e r f e c c i ó n , p o r q u e las tales
p o t e n c i a s , ó se i d e n t i f i c a n r e a l m e n t e c o n el a l m a m i s -
m a , ó son u n a s s i m p l e s e m a n a c i o n e s suyas y p o r l o
t a n t o n o p u g n e n t e n e r l a p e r f e c c i ó n de q u e ella care-
ce. L u e g o . . 7 ( 7 ^
351.—Contra l a t é s i s q u e a c a b a m o s de p r o b a r , se
p o d r í a o b j e t a r e n la f o r m a s i g u i e n t e : i.0 S i n u e s t r a
a l m a f u e r a s i m p l e é i n d i v i s i b l e , se p o d r í a m o v e r á u n
m i s m o t i e m p o c o n m o v i m i e n t o s c o n t r a r i o s , lo c u a l
r e p u g n a . 2.0 L a m a t e r i a y la f o r m a d e b e n g u a r d a r
p r o p o r c i ó n e n t r e s í . Es a s í q u e la m a t e r i a de n u e s t r o
c u e r p o c o n s t a de p a r t e s c u a n t i t a t i v a s . L u e g o t a m b i é n
d e b e c o n s t a r de ellas el a l m a , q u e es su f o r m a sus-
t a n c i a l . 3.0 S e g ú n l o d e m o s t r a d o m á s a r r i b a , t o d a s
las f a c u l t a d e s s e n s i t i v a s son o r g á n i c a s y m a t e r i a l m e n -
t e e x t e n s a s , l o m i s m o q u e los actos p r o d u c i d o s p o r
ellas (65 y s i g u i e n t e s ) . L u e g o el a l m a t a m b i é n debe ser
e x t e n s a , p o r q u e de l o c o n t r a r i o n o p o d r í a ser sujeto
primero de estas f a c u l t a d e j /
^ 2 . — Respuesta.—1.° E l , a l m a se p u e d e m o v e r c o n
m o v i m i e n t o s c o n t r a r i o s s e g ú n las d i v e r s a s p a r t e s d e l
c u e r p o i n f o r m a d a s p o r e l l a , en lo c u a l n o h a y n i n g u -
n a d i f i c u l t a d . 2.0 L a m a t e r i a y la f o r m a d e b e n g u a r -
d a r p r o p o r c i ó n no en todas las cosas sino s o l a m e n t e en
la capacidad de entrambas para estar susíancialmente
unidas)y f o r m a r de esta m a n e r a u n c o m p u e s t o f í s i c o

(1) Véase sobre esto Santo Tomás, Contra gentes, lib. 2. ce.
497 65; item Suarez, Metaphys. disp. 13, sect. 14, nn. 3 y 4de
angelis, l i b . 1. cap. 7.
— 243 —
c a u s a d o r de c i e r t a s acciones, las cuales n o p u e d e n
ser p r o d u c i d a s n i p o r e l a l m a sola n i p o r el c u e r p o
solo; y esto sucede en el c o m p u e s t o h u m a n o . 3.0 L a s
facultades s e n s i t i v a s H T O t i e n e n p o r sujeto al a l m a l í o l a
sino a l c o m p u e s t o , ( 7 5 ) . P o r c o n s i g u i e n t e n i n g u n a d i f i -
c u l t a d e x i s t e en q u e n u e s t r a a l m a sea s i m p l e y sus p o -
tencias s e n s i t i v a s extensas; p u e s t o q u e estas n o r e s i -
den p r o p i a m e n t e en ella s i n o en el c o m p u e s t o . S i
n u e s t r a a l m a no t u v i e r a o t r a s f a c u l t a d e s q u e las sen-
sitivas, n o se p o d r í a p r o b a r , al m e n o s c o n e v i d e n c i a ,
su s i m p l i c i d a d c u a n t i t a t i v a ; p o r q u e h a y filósofos g r a -
v í s i m o s q u e o p i n a n ser e x t e n s a el a l m a de los b r u t o s ,
á u n l a de los m á s perfectos, y esta o p i n i o n e s la q u e n o s
parece á n o s o t r o s t a m b i é n la m á s p r o b a b l e . P e r o el
a l m a h u m a n a , a d e m á s de las o p e r a c i o n e s s e n s i t i v a s ,
t i e n e t a m b i é n las i n t e l e c t i v a s y en ellas es en d o n d e ,
con los e s c o l á s t i c o s , nos h e m o s f u n d a d o ú n i c a m e n t e
para p r o b a r l a s i m p l i c i d a d mencionada.
353. — I n s t a n los m a t e r i a l i s t a s d i c i e n d o : i.0 E l a l m a
h u m a n a toca al cuerpo á que está u n i d a , puesto que
lo m u e v e . L u e g o es e x t e n s a c o m o é l , pues el c o n t a c t o
no es p o s i b l e sino e n t r e cosas extensas. 2.0 S i n u e s t r a
a l m a f u e r a s i m p l e c o m o los e s p í r i t u s , p o d r í a v e n c e r
c o m o ellos Ja r e s i s t e n c i a de c u a l q u i e r c u e r p o p o r g r a n -
de q u e fuese. 3.0 N u e s t r a a l m a e s t á c o e x t e n d i d a c o n
t o d o el c u e r p o : l u e g o es extensa^)
354. —Respuesta.—i.0 H a y dos especies de c o n t a c t o :
u n o de cuaniidad y o t r o de v i r t u d . C o n el p r i m e r o se
t o c a n dos c u e r p o s j u n t a n d o sus s u p e r f i c i e s de m a n e r a ,
q u e n o m e d i e d i s t a n c i a a l g u n a e n t r e ellas. C o n el se-
g u n d o i m p r i m e u n e s p í r i t u su a c c i ó n en u n c u e r p o
p o n i é n d o l o en m o v i m i e n t o ; p a r a l a c u a ! n o necesita
ser e x t e n s o c o m o é l , s i n o q u e le b a s t a estar p r e s e n t e á
su s u s t a n c i a y a p l i c a r l e su v i r t u d ó f u e r z a m o t r i z e n -
t e r a m e n t e inorgánicci,':2.0 N u e s t r a a l m a n o l l e g a e n s u
— 244 —
s i m p l i c i d a d á l a p e r f e c c i ó n de los e s p í r i t u s p u r o s .
P o r q u e é s t o s , n o solo e s t á n s i n m a t e r i a en s í m i s m o s ,
s i n o q u e son i n c a p a c e s de ser u n i d o s s u s t a n c i a l m e n t e
á e l l a , y a s í , su v i r t u d m o t r i z es p u r a m e n t e e s p i r i t u a l
y s u p e r i o r á la r e s i s t e n c i a de c u a l q u i e r c u e r p o . Mas
n u e s t r a a l m a es sí i n m a t e r i a l y s i m p l e , p e r o e x i g e na-
t u r a l m e n t e e s t a r u n i d a á la m a t e r i a y p o n e r c o n ella
u n ser c o m p l e t o y d o t a d o de fuerzas n u e v a s ; p o r d o n d e
su v i r t u d m o t r i z , a l m é n o s m i é n t r a s v i v e u n i d a al
c u e r p o , n o es p u r a m e n t e e s p i r i t u a l s i n o m a t e r i a l y
o r g á n i c a l o m i s m o q u e la de las p o t e n c i a s sensitivas,
y a s í n o es e x t r a ñ o q u e n o p u e d a v e n c e r la resisten-
cia de c u a l q u i e r c u e r p o y q u e sea en esto i n f e r i o r á
los e s p í r i t u s p u r o s . 3.0 P a r a c o e x t e n d e r s e n u e s t r a
a l m a c o n s u c u e r p o , n o necesita t e n e r u n a s partes
f u e r a de o t r a s c o m o é l y ser p o r l o t a n t o Jormalmente
e x t e n s a ; s i n o q u e le b á s t a l a e x t e n s i ó n v i r t u a l y e q u i -
v a l e n t e á la de los c u e r p o s , p o r lo c u a l t i e n e p r e s e n t e
toda s u Sustancia á t o d a s y cada u n a de las p a r t e s del
cuerpo. Dios n u e s t r o S e ñ o r , sin tener otra e x t e n s i ó n
q u e esta v i r t u a l , se h a l l a s u s t a n c i a l m e n t e p r e s e n t e á
t o d a s y cada u n a de sus c r i a t u r a s ; y en esto el a l m a
h u m a n a , l o m i s m o q u e t o d a s las s u s t a n c i a s i n m a t e -
r i a l e s , i m i t a de a l g ú n m o d o á s u C r i a d o r , q u e es p u r o
e s p í r i t u y n o se h a l l a c o m p u e s t o de p a r t e s .

ARTÍCULO II.

Espitualidad del alma humana.

3 5 5 . - f Espiritual n o es lo m i s m o q u e sirnplei M u c h o s
j u z g a n q u e las a l m a s de los b r u t o s son s i m p l e s y sin
e m b a r g o n o las t i e n e n p o r e s p i r i t u a l e s . M u c h o s t a m -
b i é n s o n de p a r e c e r q u e los ú l t i m o s e l e m e n t o s de los
c u e r p o s s o n s i m p l e s y e s t á n m u y l é j o s de concederles
-245-
por esto la e s p i r i t u a l i d a d . C o m o el cuerpo y el espíritu
son dos cosas c o n t r a p u e s t a s y solo c o n v i e n e n en l a
r a z ó n de sustancia; p a r a saber q u é es l o q u e se e n t i e n d e
p r o p i a m e n t e p o r espíritu^ b a s t a r á v e r q u é e n t e n d e m o s
con l a p a l a b r a a ¿ e r / ) o . P o r c u e r p o se e n t i e n d e g e n e -
r a l m e n t e la sustancia dotada de extensión y de impene-
trabilidady dependiente en sus operaciones de la materia.
Por c o n s i g u i e n t e e s p í r i t u s e r á toda sustancia simple y
penetrable é independiente de tamalería en sus operacio-
nes; y e s p i r i t u a l s e r á todo aquello que corresponda á
esta sustancia por vía, ya de acto, ya de hábito, ya de po-
tencia (i))
3 5 6 . — B e g u n estas d e f i n i c i o n e s el á t o m o m a t e r i a l é
i n e x t e n s o , si es q u e se d a n en l a n a t u r a l e z a esta clase
de e n t i d a d e s , n o p u e d e ser u n e s p í r i t u ; p o r q u e , a u n -
que p o n e l a s i m p l i c i d a d y q u i z á s t a m b i é n la p e n e t r a -
b i l i d a d , p e r o en sus o p e r a c i o n e s n o es i n d e p e n d i e n t e
de l a m a t e r i a ó sea de u n o de los e l e m e n t o s p o r los
cuales e s t á n c o n s t i t u i d o s los c u e r p o s . T a m p o c o es cosa
espiritual s i n o corporal; p o r q u e n o e n t r a en l a c o n s t i -
t u c i ó n de los e s p í r i t u s s i n o de los c u e r p o s ; n i es p r o -
p i e d a d de a q u e l l o s s i n o de é s t o s . P a r a p r o b a r p u e s q u e
n u e s t r a a l m a es v e r d a d e r a m e n t e e s p i r i t u a l , b á s t a n o s
en este a r t i c u l o d e m o s t r a r su i n d e p e n d e n c i a i n t r í n -
seca de la m a t e r i a en el o b r a r ; p u e s t o q u e y a q u e d a
p r o b a d o en el s e g u d o c a p í t u l o de este t r a t a d o q u e
es s u s t a n c i a , y en el p r i m e r a r t í c u l o d e l p r e s e n t e q u e
es s i m p l e y p e n e t r a b l e p o r r a z ó n de c a r e c e r d e e x t e n -
s i ó n y h a l l a r s e u n i d a á las d i v e r s a s p a r t e s d e l c u e r p o .
Sea p u e s l a s i g u i e n t e

(1) Sobre las nociones del espíritu y del cuerpo véase lo que
con mucha precisión y exactitud escribe el P. Losada en su tra-
tado de anima, disp. 2. cap. 1. n n . 12-21.
— 246—

PROPOSICION.

E l alma humana es espiritual.

[357.—Demostración.—Las f a c u l t a d e s i n t e l e c t i v a s del
a l m a h u m a n a son e s p i r i t u a l e s ó sea i n t r í n s i c a m e n t e
i n o r g á n i c a s é i n d e p e n d i e n t e s de la m e t e r l a en sus
o p e r a c i o n e s , c o m o lo h e m o s d e m o s t r a d o m á s a r r i b a
(151 y s i g u i e n t e s ) . L u e g o t a m b i é n debe ser e s p i r i t u a l l a
s u s t a n c i a d e l a l m a ; pues, o r a se i d e n t i f i q u e n r e a l m e n -
te con e l l a , o r a n o , las tales p o t e n c i a s n o p u e d e n s u -
p e r a r en p e r f e c c i ó n á la s u s t a n c i a , q u e es el p r i n c i p i o
de d o n d e e m a n a n )
358.—Las d i f i c u l t a d e s q u e c o n t r a la p r e s e n t e p r o -
p o s i c i ó n se suelen o p o n e r , y a las h e m o s s u e l t o m á s
a r r i b a a l r e f u t a r la d o c t r i n a d e l s e n s i s m o ( i 5 8 y si-
g u i e n t e s ) . A q u í nos basta t a n solo a d v e r t i r que^ sien-
do n u e s t r a a l m a i n t r í n s e c a m e n t e i n d e p e n d i e n t e de la
m a t e r i a en el e j e r c i c i o de sus o p e r a c i o n e s i n t e l e c t u a -
les, p o r f u e r z a l o debe ser t a m b i é n en su e x i s t e n c i a
m i s m a p o r q u e la o p e r a c i ó n de cada s é r es c o n f o r m e
á la n a t u r a l e z a de este m i s m o s é r y de e l l a d á t e s t i m o -
n i o c o m o en efecto lo d á de s u ' c a u s a ; y p o r t a n t o , si
.de u n s é r c u a l q u i e r a s a b e m o s q u e n o 'necesita abso-
l u t a m e n t e d e l c o n c u r s o de la m a t e r i a p a r a ejercer al-
g u n o s actos, c o n t o d a e v i d e n c i a d e b e m o s c o n c l u i r
q u e t a m p o c o le es necesario este c o n c u r s o p a r a exis-
t i r en la n a t u r a l e z a .
3$g.—ESCOLIO.—Con o c a s i ó n d é l a e s p i r i t u a l i d a d de
n u e s t r a a l m a l a n z ó L o c k e al m u n d o u n a d u d a q u e se
h a h e c h o f a m o s a en la F i l o s o f í a , c a u s a n d o g r a n d e
r e g o c i j o á los m a t e r i a l i s t a s . H é a q u í las p a l a b r a s c o n
q u e la e x p r e s a el filósofo i n g l é s : « N o s o t r o s t e n e -
m o s ideas de l a m a t e r i a y d e l p e n s a m i e n t o ; m a s
q u i z á s nos es i m p o s i b l e c o n o c e r si u n s é r p u r a m e n t e
— 247 —
material piensa ó no; puesto que no podemos descu-
b r i r p o r el e s t u d i o de n u e s t r a s p r o p i a s ideas, s i n e l
a u x i l i o de l a r e v e l a c i ó n , si h a d a d o Dios á c i e r t a s p o r -
ciones de m a t e r i a d i s p u e s t a s en m a n e r a c o n v e n i e n t e
la f a c u l t a d de p e n s a r , ó si h a j u n t a d o y u n i d o á la m a -
teria así dispuesta una sustancia i n m a t e r i a l que p i e n -
sa ( i ) . » E s t o es d e c i r c o n o t r a s p a l a b r a s q u e la r a z ó n
h u m a n a p o r s í sola es i n c a p a z de c o n o c e r c o n certeza
la e s p i r i t u a l i d a d de n u e s t r a a l m a y q u e esto solo l o
s a b e m o s p o r la r e v e l a c i ó n d i v i n a . M a s c o m o esta reve-
l a c i ó n es n e g a d a g e n e r a l m e n t e p o r los m a t e r i a l i s t a s
y p o r los sensistas, r e s u l t a r í a de la d o c t r i n a L o c k i a n a
q u e t o d o s ellos son i n c a p a c e s de c o n o c e r si s u a l m a
r a c i o n a l y l i b r e .es en r e a l i d a d o t r a cosa q u e u n p u r o
m o n t ó n de m a t e r i a d i s p u e s t o en m a n e r a c o n v e n i e n t e
para p r o d u c i r pensamientos.
360.—La i m p o s i b i l i d a d de f o r m a r c o n o c i m i e n t o s
t a n t o sensibles c o m o i n t e l e c t u a l e s es i n t r í n s e c a á l a
materia b r u t a , c o m o ya lo dejamos d e m o s t r a d o con
a r g u m e n t o s filosóficos en l o q u e en este m i s m o t r a t a d o
l l e v a m o s e s c r i t o acerca de las p o t e n c i a s d e l a l m a . E n
el a r t í c u l o I V d e l c a p í t u l o a n t e c e d e n t e (69-74) h e m o s
p r o b a d o c o n t r a los m a t e r i a l i s t a s q u e la s e n s a c i ó n es
cosa e s e n c i a l m e n t e d i s t i n t a d e l m o v i m i e n t o l o c a l de
las m o l é c u l a s o r g á n i c a s de n u e s t r o c u e r p o . C o n l o
c u a l se h a c e e v i d e n t e q u e la m a t e r i a , c o n las fuerzas
n a t u r a l e s q u e le c o r r e s p o n d e n , es a b s o l u t a m e n t e i n -
capaz de p r o d u c i r p e r c e p c i ó n a l g u n a sensible; p o r q u e
los actos de estas fuerzas n o v a n m á s a l l á de los p u r o s
m o v i m i e n t o s locales ü o t r a s cosas p a r e c i d a s , t a n des-
t i t u i d a s de v i d a c o m o ellos. E n el a r t í c u l o V d e l m i s m o
c a p í t u l o (151-165) h e m o s d e m o s t r a d o c o n t r a los sen-
sistas q u e n u e s t r a s f a c u l t a d e s i n t e l e c t u a l e s son i n t r i n -

co Locke, Essai sur V entend. hnm. lib. 4, ch, 3, § 6.


—248 —
s e c a m e n t e i n o r g á n i c a s y e x e n t a s de t o d a c o n c r e c i ó n
c o r p ó r e a . C o n lo c u a l y a se v é q u e , s i n r e c u r r i r al
a u x i l i o de la r e v e l a c i ó n y a t e n i é n d o n o s t a n solo á los
a r g u m e n t o s de la r a z ó n h u m a n a , s a b e m o s c o n t o d a
certeza q u e el p r i n c i p i o de m u c h a s o p e r a c i o n e s i n t e l e c -
t u a l e s no es n i p u e d e ser u n p u r o m o n t ó n de m a t e r i a ,
p o r m á s p e r f e c t a q u e se la q u i e r a s u p o n e r , s i n o u n a
sustancia verdaderamente espiritual ¿ i n f i n i t a m e n t e
s u p e r i o r ^ la m a t e r i a , a u n q u e u n i d a f í s i c a m e n t e á ella.
361.—Dice L o c k e p a r a j u s t i f i c a r su d u d a : i . 0 D i o s
d á á la m a t e r i a la p r o p i e d a d de v e g e t a r en las p l a n t a s
y de s e n t i r en los a n i m a l e s . ¿ P o r q u é p u e s n o le p o d r á
c o n c e d e r t a m b i é n la de e n t e n d e r y r a c i o c i n a r en el
h o m b r e ? 2.* T o d o el f u n d a m e n t o en q u e nos a p o y a -
m o s p a r a n e g a r la f a c u l t a d de p e n s a r á la m a t e r i a ,
consiste en q u e en el c o n c e p t o de m a t e r i a n o v á e n -
v u e l t o el de p e n s a m i e n t o . M a s esto solo p r u e b a q u e
n o s o t r o s n o s a b e m o s si la m a t e r i a es en s í capaz ó n o
de e m i t i r p e n s a m i e n t o s . 3.0 P o r q u e n o s o t r o s n o v e a -
m o s c ó m o p u e d a p e n s a r la m a t e r i a , n o p o r eso debe-
m o s n e g a r á la d i v i n a o m n i p o t e n c i a el p o d e r de c o -
m u n i c a r l e esta p r o p i e d a d . T a m p o c o s a b e m o s c ó m o se
a t r a e n los c u e r p o s , y s i n e m b a r g o n o p o d e m o s m é n o s
de c o n c e d e r fuerza a t r a c t i v a á la m a t e r i a . ' 4 . • P u e d e
Dios c r i a r u n a s u s t a n c i a m a t e r i a l e n t e r a m e n í e i n a c t i v a
y u n e s p í r i t u d e s t i t u i d o de t o d a a c t i v i d a d . A h o r a b i e n ,
á este s e g u n d o le p u e d e d a r d e s p u é s la f u e r z a i n t e l e c -
t i v a . ¿ P o r q u é p u e s n o se l a p o d r á d a r t a m b i é n á l a
primera?
-¿62.—Respuesta.—Estas r a z o n e s son t o d a s a b s o l u t a -
m e n t e v a n a s y p r u e b a n b i e n á las c l a r a s la s u p e r f i -
c i a l i d a d g r a n d e de L o c k e en m a t e r i a s d e Filosofía.-
R e s p o n d a m o s b r e v e m e n t e á cada u n a de ellas. Y
c o m e n z a n d o p o r la p r i m e r a , la p r o p i e d a d de v e g e t a r
no v i e n e á la m a t e r i a de las p l a n t a s , n i la de s e n t i r á 13
— 249 —
de los a n i m a l e s de alguna cualidad accidental q u e la
deje en el estado de m a t e r i a b r u t a , s i n o d e l p r i n c i p i o
v i t a l y d e l a l m a s e n s i t i v a , los cuales son formas sus-
tanciales de u n o r d e n s u p e r i o r a l de los p u r o s c u e r -
pos. E n v i r t u d de estos p r i n c i p i o s d o t a d o s de c i e r t o
g r a d o de i n m a t e r i a l i d a d , v e g e t a la m a t e r i a en las
p l a n t a s y s i e n t e en los a n i m a l e s , n o e n v i r t u d de la
m i s m a m a t e r i a . A m b o s carecen de p e r f e c c i ó n s u f i -
c i e n t e p a r a e j e c u t a r sus actos p o r sí solos y s i n t e n e r
c c m o c o m p r i n c i p i o á la m a t e r i a ; p e r o n o s o n s i m p l e s
c u a l i d a d e s ó a c c i d e n t e s de é s t a , s i n o v e r d a d e r a s sus-
tancias, a u n q u e i n c o m p l e t a s y e s e n c i a l m e n t e d e p e n -
d i e n t e s d é l a m a t e r i a en el e x i s t i r y en el o b r a r . C o m o
e s t á n ellos u n i d o s á ^a m a t e r i a , a s í lo e s t á t a m b i é n
n u e s t r a a l m a , la c u a l p o r lo t a n t o es i g u a l m e n t e sus-
tancia incompleta y naturalmente ordenada á infor-
m a r s u c u e r p o ; si b i e n n o d e p e n d e de é l en t a l m a -
n e r a , q u e n o p u e d a e j e r c e r s i n e l c o n c u r s o s u y o sus
actos i n t e l e c t u a l e s , p o r q u e estos actos los ejecuta c o n
una potencia i n t r i n s i c a m e n t e i n o r g á n i c a , siendo p o r
c o n s i g u i e n t e ella m i s m a t a m b i é n i n o r g á n i c a ó e s p i r i -
t u a l . H é a q u í p o r q u é la m a t e r i a p u e d e v e g e t a r en las
p l a n t a s y s e n t i r en los a n i m a l e s , y s i n e m b a r g o no
p u e d e e n t e n d e r n i en el h o m b r e n i en o t r a c r i a t u r a
a l g u n a . L o q u e p u e d e h a c e r ú n i c a m e n t e en el h o m -
b r e es p r e p a r a r los m a t e r i a l e s , p o r d e c i r l o a s í , p a r a la
i n t e l e c c i ó n y p o r c o n s e c u e n c i a e n t e n d e r á la n j a n e r a
q u e t o c a el ó r g a n o el q u e n o hace s i n o t i r a r s i m p l e -
m e n t e los f u e l l e s .
363.—Por l o q u e hace á l a s e g u n d a , es c o m p l e t a -
m e n t e falso q u e la r a z ó n de n e g a r á la m a t e r i a l a f a -
c u l t a d de p e n s a r ó de f o r m a r - c o n c e p t o s u n i v e r s a l e s
la f u n d e m o s en q u e el c o n c e p t o de materia n o e n c i e r r a
d e n t r o de sí a l de pensamiento, s i n o e n q u e a m b o s
c o n c e p t o s se excluyen positivamente c o m o l o redondo y
—2^0 —
lo cuadrado) Y a h e m o s v i s t o a l p r o b a r l a n a t u r a l e z a
i n o r g á n i c a y e s p i r i t u a l de n u e s t r a s p o t e n c i a s i n t e l e c -
t u a l e s , q u e estas p o t e n c i a s se l e v a n t a n m u c h o m á s
a r r i b a de c u a n t o puede s u b i r c o n su v i r t u d n a t u r a l
c u a l q u i e r a potencia o r g á n i c a . P o r q u e la potencia de
esta especie, p o r m u y p e r f e c t a q u e sea, s i e m p r e s e r á
material y concreta y p o r lo tanto nunca p o d r á versar
s i n o sobre o b j e t o s m a t e r i a l e s y c o n c r e t o s , m i é n t r a s
q u e l a i n t e l i g e n c i a se r e m o n t a á l a s u b l i m e r e g i ó n d e
las ideas p u r a s y v e r s a sobre l o u n i v e r s a l y s o b r e l o
puramente espiritual é incorpóreo.
D i c e m u y b i e n S a n t o T o m á s : «si e l a l m a h u m a n a
estuviese c o m p u e s t a de m a t e r i a y f o r m a (y fuese por
lo tanto algo material), las f o r m a s de las cosas s e r í a n
r e c i b i d a s en ella en c u a n t o i n d i v i d u a l e s . Y d e esta
suerte no c o n o c e r í a sino lo s i n g u l a r ; c o m o acontece á
las p o t e n c i a s s e n s i t i v a s , las cuales r e c i b e n á las f o r -
m a s de las cosas en el ó r g a n o c o r p ó r e o . P o r q u e l a
m a t e r i a es el p r i n c i p i o d e i n d i v i d u a c i ó n d e las f o r -
m a s . P o r c o n s i g u i e n t e t a n t o el a l m a i n t e l e c t i v a d e l
h o m b r e como o t r a sustancia intelectual cualquiera
q u e conozca Jas f o r m a s ó esencias de u n a m a n e r a a b -
s o l u t a , carecen d e m a t e r i a e n sí m i s m a s ( i ) . »
364.—La tercera ya q u e d a r e c h a z a d a c o n l o q u e arcá-
bamos de escribir r e s p o n d i e n d o á la segunda. Nos-
o t r o s n o s e g a m o s á l a o m n i p o t e n c i a d i v i n a el p o d e r
de c o m u n i c a r á l a m a t e r i a la f a c u l t a d de pensar, p o r -

(1) «Si enim anima intelectiva esset composita ex materia


et forma, formae rcrum reciperentur i n ca, ut individuales. E t
sic non cognosccret nise singulare; sicut accidit i n potentiis
sensitivis quse recipiunt formas rcrum i n órgano corporali. Ma-
teria enim cst principium individuationis formarum. Relin-
quitur ergo quod anima intelectiva ct omnis intelectualis subs-
tantia cognoscens formas absoluto, carct compositionc formas et
materiee. (S. Thomas, Summ. thsol., 1. p. q. 75 art. 5).»
- 2 5 1 -
q u e n o v e a m o s c ó m o p u e d a ella ejercer estos actos
e s p i r i t u a l e s , s i n o porque vemos positivamente que d la
materia le repugna tal linage de acciones n o m e n o s q u e
la c u a d r a t u ' r a a l c í r c u l o . C o n esto n o l i m i t a m o s el
p o d e r o m n i p o t e n t e d e l C r i a d o r , p o r q u e la o m n i p o t e n -
cia d i v i n a solo se e x t i e n d e á l o i n t r í n s e c a m e n t e p o s i -
ble, y la m a t e r i a p e n s a n t e es t a n i m p o s i b l e c o m o u n
b r u t o racional, ó u n cuerpo sin m a t e r i a , ó u n círculo
c u a d r a d o . L a a t r a c c i ó n q u e c o n v i e n e á los c u e r p o s ,
n o p r o d u c e o t r o s efectos i n m e d i a t o s s i n o los m o v i -
m i e n t o s locales, los cuales s o n m u y p r o p i o s de las
sustancias c o r p ó r e a s ; y a s í , aunque no sepamos con
t o d a e v i d e n c i a c ó m o se e j e c u t a n las a t r a c c i o n e s , b i e n
c o n o c e m o s q u e la v i r t u d de p r o d u c i r l a s n o s u p e r a la
p e r f e c c i ó n de los c u e r p o s .
3 6 5 . — L a cwar/a finalmente ó c o n t i e n e u n a b s u r d o
m a n i f i e s t o ó e n u n c i a u n a cosa i m p e r t i n e n t e . P o r q u e ,
ó p r e t e n d e a t r i b u i r á D i o s el p o d e r de c r i a r c u e r p o s y
e s p í r i t u s absolutamente inactivos y meramente pa-
sivos p o r su p r o p i a n a t u r a l e z a , ó solo q u i e r e d e c i r
q u e D i o s á las tales s u s t a n c i a s , a u n q u e a c t i v a s de s u y o ,
las p u e d e c r i a r d e s n u d a s de sus fuerzas n a t u r a l e s é
i m p o t e n t e s p o r lo m i s m o p a r a sus acciones p r o p i a s .
S i l o primero, la t a l r a z ó n e n v u e l v e u n a b s u r d o ) p o r -
q u e u n a s u s t a n c i a i n a c t i v a p o r su p r o p i a n a t u r a l e z a es
u n a p u r a q u i m e r a . T o d o ser c r i a d o debe ser i n t r í n s e -
c a m e n t e capaz de m o v e r s e h á c i a el fin q u e le c o r r e s -
p o n d e p o r su p r o p i a n a t u r a l e z a y de c o n t r i b u i r c o n
estos m o v i m i e n t o s á la m a n i f e s t a c i ó n de las d i v i n a s
p e r f e c c i o n e s , q u e es el fin ú l t i m o de la c r e a c i ó n e n t e r a .
P o r c o n s i g u i e n t e t o d a s u s t a n c i a c r i a d a , sea m a t e r i a l
ó e s p i r i t u a l , debe ser i n t r í n s e c a m e n t e a c t i v a ; p u e s la
f a c u l t a d de m o v e r s e c o n sus p r o p i o s actos h á c i a su
fin c o r r e s p o n d i e n t e es l o q u e se l l a m a actividad. U n
ser m e r a m e n t e p a s i v o n o se m o v e r í a h á c i a s u p r o p i o
— 2.52 —

bien, sino que s e r í a s i m p l e m e n t e m o v i d o p o r u n p r i n -


c i p i o e x t r í n s e c o , y p o r l o t a n t o é l de s u y o s e r í a d e l
t o d o i n ú t i l en el U n i v e r s o . L a m a t e r i a p r i m a c i e r t a -
m e n t e p o r si sola es m e r a m e n t e p a s i v a ; p e r o n o es
u n a s u s t a n c i a c o m p l e t a s i n o i n c o m p l e t a , de s u e r t e
q u e p a r a e x i s t i r necesita ser i n f o r m a d a p o r u n a f o r -
m a . E l c u e r p o q u e r e s u l t e de la u n i ó n i n t i m a de la
m a t e r i a con una f o r m a , s e r á una sustancia completa;
p e r o t a m b i é n t e n d r á de s u y o la a c t i v i d a d s u f i c i e n t e
p a r a o b r a r a q u e l l o s actos c o n los cuales h a y a de c o n -
s e g u i r e l fin p r o p i o de s u p a r t i c u l a r especie.
S i se dice l o segundo, D i o s p o d r á c r i a r u n c u e r p o y
u n e s p í r i t u d e s n u d o s de sus f u e r z a s n a t u r a l e s , u s a n -
d o de s u d o m i n i o a b s o l u t o y n o a c o m o d á n d o s e á las
e x i g e n c i a s de estos seres, p e r o n o p o r eso d e j a r á n
ellos de ser i n t r í n s e c a m e n t e a c t i v o s y de r e c l a m a r
p a r a sí a q u e l l a s fuerzas q u e p o r n a t u r a l e z a les c o r r e s -
p o n d e n . S i d e s p u é s D i o s d á al e s p í r i t u a s í c r i a d o sus
fuerzas i n t e l e c t u a l e s , n o p o r eso p o d r á d a r estas m i s -
m a s f u e r z a s al c u e r p o d e s t i t u i d o de las s u y a s p r o p i a s :
p o r q u e el c u e r p o n o tiene- c a p a c i d a d i n t r í n s e c a s i n o
p a r a estas s e g u n d a s , q u e son las q u e á él le p e r t e n e c e n .
L o que ú n i c a m e n t e p o d r á hacer Dios, s e r á i n f u n d i r
u n a l m a r a c i o n a l á este c u e r p o p a r a q u e lo i n f o r m e
s u s t a n c i a [ m e n t e y c o n s t i t u y a c o n él el c o m p u e s t o f í s i -
co q u e l l a m a m o s hombre, p o r q u e p a r a esto y a t i e n e
c a p a c i d a d la m a t e r i a . P e r o el h o m b r e a s í f o r m a d o t e n -
d r á la f a c u l t a d de p e n s a r , n o p o r r a z ó n de la m a t e r i a
c o r p o r a l de q u e c o n s t a , s i n o p o r el a l m a e s p i r i t u a l q u e
le p e r t e n e c e y q u e h a b r á i n f u n d i d o D i o s a l c u e r p o en
c u e s t i ó n , s a c á n d o l a d é la nada ( i ) .

( i ) Sobre la espiritualidad del alma humana puede verse lo


que hemos publicado en el capítulo X I X de nuestra obra i n t i -
tulada: L a Religión católica vindicada de las imposturas racio-
nalistas.
ARTÍCULO I I I .

Inmortalidad del alma humana.

3 6 6 . — I n m o r t a l se l l a m a lo que está vivo y no se halla


sujeto d ta muerte.'iPov c o n s i g u i e n t e p a r a q u e de u n a
cosa p u e d a d e c i r s e c o n p r o p i e d a d y s i n m e t á f o r a q u e
es i n m o r t a l , n o b a s t a q u e n o m u e r a n u n c a , p u e s de
este m o d o las p i e d r a s t a m b i é n s e r í a n i n m o r t a l e s ;
s i n o q u e a d e m á s debe e s t a r v i v a ó p e r t e n e c e r a l g é -
n e r o de los seres v i v i e n t e s . H a y t r e s m a n e r a s de i n -
m o r t a l i d a d , u n a esencial, o t r a natural y o t r a gratuita.
L a esencial e s t á r e c l a m a d a p o r la esencia metafísica
d e l ser v i v o ) de s u e r t e q u e el v i v i r p e r p e t u a m e n t e e n -
tra c o m o elemento c o n s t i t u t i v o y f o r m a l suyo al m o -
d o q u e en l a esencia m e t a f í s i c a d e l c í r c u l o p o r e j e m -
plo e n t r a f o r m a l m e n t e l a r e d o n d e z . E s t a m a n e r a de
i n m o r t a l i d a d no p e r t e n e c e s i n o á solo D i o s , a l c u a l solo
c o n v i e n e p o r r a z ó n de su p r o p i a esencia el e x i s t i r y
el v i v i r y e l t e n e r t o d a s c u a n t a s p e r f e c c i o n e s se e n c i e -
r r a n en el p i é l a g o , i n s o n d a b l e de su i n f i n i d a d a b s o l u t a .
L a natural c o n s i s t e en l a a p t i t u d i n t r í n s e c a y - p o s i -
t i v a d e l ser v i v o p a r a s e g u i r v i v i e n d o p e r p e t u a m e n t e ,
sin que n i agente a l g u n o n a t u r a l lo pueda d e s t r u i r ,
n i á u n el m i s m o D i o s , s i e m p r e q u e q u i e r a o b r a r en
el m u n d o c o n f o r m e á la n a t u r a l e z a de las cosas y n o
u s a r de s u d o m i n i o a b s o l u t o , q u e es l o q u e s u e l e h a -
c e r g e n e r a l m e n t e ^ E s t a clase de i n m o r t a l i d a d es la
q u e c o r r e s p o n d e á los e s p í r i t u s c r i a d o s ; los cuales n o
t i e n e n en s í m i s m o s n i n g ú n e l e m e n t o de c o r r u p c i ó n ,
y n i á u n p o r e l m i s m o D i o s p u e d e n ser d e s t r u i d o s
c u a n d o en su a c c i ó n c o n s e r v a d o r a q u i e r e a c o m o d a r s e
á la n a t u r a l e z a de las cosas; p e r o n o son a b s o l u t a m e n t e
i n d e s t r u c t i b l e s , p o r q u e D i o s p u e d e o b r a r c o n ellos
c o m o s e ñ o r a b s o l u t o y n e g a r l e s el c o n c u r s o q u e t o d o s
-254-
ellos n e c e s i t a n p a r a c o n t i n u a r en su e x i s t e n c i a . N u e s t r a
a l m a , c o m o v e r d a d e r o e s p í r i t u , g o z a de esta s e g u n d a
c l a s e d e i n m o r a l i d a d , c o m o se p r o b a r á d e n t r o de p o c o .
L a gratuita, finalmente, es l a q u e p u e d e c o n c e d e r
D i o s p o r v í a de d o n s o b r e n a t u r a l á u n ser v i v o de s u y o
c o r r u p t i b l e y p e r e c e d e r o ; c o m o si D i o s , p o r e j e m p l o ,
u s a n d o de s u i n f i n i t o p o d e r y n o a c o m o d á n d o s e á l a
n a t u r a l e z a d é l a s cosas, conservase p e r p e t u a m e n t e en
vida, por medios sobrenaturales é indebidos, á u n
v i v i e n t e c o r r u p t i b l e c u a l q u i e r a . T a l es el d o n q u e f u é
c o n c e d i d o a l p r i m e r h o m b r e en el p a r a í s o y q u e h u -
b i e r a él c o n s e r v a d o p a r a si y p a r a sus h i j o s , si h u b i e r a
s i d o fiel á los d i v i n o s p r e c e p t o s .
367.—La i n m o r t a l i d a d d e l a l m a h u m a n a f u é n e g a d a
e n los t i e m p o s a n t i g u o s p o r los S a d u c e o s y p o r los
E p i c ú r e o s ; y o t r o t a n t o h a c e n en el n u e s t r o , n o solo los
M a t e r i a l i s t a s , s i n o t a m b i é n los P a n t e i s t a s , s e g ú n los
cuales, n u e s t r a a l m a d e s p u é s de l a d i s o l u c i ó n d e l
c u e r p o e n t r a e n el seno de l a D i v i n i d a d p e r d i e n d o
su i n d i v i d u a l i d a d p r o p i a . Los Estoicos j u z g a r o n que
el a l m a h u m a n a subsiste a l g ú n t i e m p o d e s p u é s de
a b a n d o n a r el c u e r p o , p e r o n o p e r p e t u a m e n t e . P o r e l
c o n t r a r i o e n t r e los m o d e r n o s h a y a l g u n o s , s e g ú n los
cuales D i o s e s l i b r e en c r i a r ó n o c r i a r n u e s t r a s a l m a s
c o n el a p e t i t o n a t u r a l de la f e l i c i d a d q u e t o d a s ellas
t r a e n á este m u n d o , p e r o n o p u e d e n i á u n u s a n d o de
s u p o t e n c i a a b s o l u t a a n i q u i l a r l a s , p o r q u e esto s e r i a i r
c o n t r a el a p e t i t o m e n c i o n a d o , q u e él m i s m o les h a i m -
p r e s o al c r i a r l o s . Á n o s o t r o s e m p e r o t o d a s estas d o c -
t r i n a s nos p a r e c e n m a n i f i e s t a m e n t e falsas, y p a r a
r e f u t a r l a s p r o c u r a r e m o s p r o b a r las s i g u i e n t e s p r o p o -
siciones.
PROPOSICION PRIMERA.

E l alma humana es de suyo inmortal ó apta para v i v i r


perpetuamente.

368. — D e m o s t r a c i ó n . — i . 0 / E l a l m a h u m a n a , c o m o
consta de lo d e m o s t r a d o - @ ^ k ^ é o & ^ 4 M ; 4 e í ^ ^
dent€s7es u n a s u s t a n c i a s i m p l e y e s p i r i t u a l / ó i n d e p e n -
d i e n t e de l a m a t e r i a en sus o p e r a c i o n e s y en s u e x i s t e n -
c i a . ' J í s asi q u e u n a s u s t a n c i a de esta clase t i e n e a p t i t u d
i n t r í n s e c a y positiva para poder vivir perpetuamente.
L u e g o e l a l m a h u m a n a es i n m o r t a l p o r n a t u r a l e z a )
Prueba de la menor. L a s u s t a n c i a s i m p l e y e s p i r i t u a l
no presenta n i n g ú n elemento que exija n a t u r a l m e n t e
su d e s t r u c c i ó n . P o r q u e , en c u a n t o s i m p l e , es i n d i v i -
sible en p a r t e s é i n c a p a z de ser deshecha c o n l a a c c i ó n
de a g e n t e a l g u n o q u e t i e n d a á s u d e s c o m p o s i c i ó n ; en
lo c u a l se d i f e r e n c i a de las s u s t a n c i a s c o m p u e s t a s , las
cuales p u e d e n perecer, i n t r o d u c i e n d o e n ellas l a des-
c o m p o s i c i ó n a l g ú n agente e x t r í n s e c o suficientemente
p o d e r o s o p a r a s e p a r a r u n a s p a r t e s de o t r a s ( Y e n c u a n -
t o e s p i r i t u a l , es i n d e p e n d i e n t e de la m a t e r i í e n e l exis-
t i r y en e l o b r a r , y p o r l o m i s m o p u e d e s e g u i r v i v i e n -
do p e r p e t u a m e n t e sin c o n c r e c i ó n alguna c o r p ó r e a y
con sola s u r e a l i d a d e s p i r i t u a l y s i m p l e . Es a s í q u e
t o d a s c u a n t a s s u s t a n c i a s n o ofrecen á s u C r i a d o r n i n -
g ú n e l e m e n t o , p o r el c u a l e x i j a n n a t u r a l m e n t e ser
destruidas con la s u s p e n s i ó n del concurso d i v i n o que
las m a n t i e n e en s u e x i s t e n c i a , t i e n e n a p t i t u d i n t r í n s e c a
p a r a s e g u i r e x i s t i e n d o y obran-do s i n t é r m i n o a l g u n o .
L u e g o t o d a l a s u s t a n c i a s i m p l e y e s p i r i t u a l es p o r s u
naturaleza i n m o r t a l ó apta para v i v i r p e r p é t u a m e n t e .
369. —2.0 N u e s t r a a l m a n o p u e d e ser d e s t r u i d a , n o
solo p o r n i n g ú n a g e n t e c r i a d o , p e r o n i á u n p o r e l
— 256—
m i s m o Dios, o b r a n d o su d i v i n a Majestad con su p o -
t e n c i a o r d i n a r i a y a c o m o d a d a á las e x i g e n c i a s n a t u -
r a l e s de las cosas. L u e g o es i n m o r t a l p o r n a t u r a l e z a ;
pues en esto consiste la i n m o r t a l i d a d n a t u r a l , q u e
p r e t e n d e m o s d e m o s t r a r e n esta t é s i s .
1 L a p r i m e r a p a r t e d e l a n t e c e d e n t e se e v i d e n c i a :
a .0 P o r q u e el ú n i c o m e d i o q u e p o d r í a n t e n e r los a g e n -
tes d é l a n a t u r a l e z a c r i a d a p a r a d e s t r u i r n u e s t r a a l m a ,
es s e p a r a r l a d e l c u e r p o c o n la d i s o l u c i ó n d e l c o m p u e s -
t o h u m a n o é i m p o s i b i l i t a r l e de esta s u e r t e las f u n c i o -
nes de la v i d a i n t e l e c t i v a ; p u e s , s i e n d o s i m p l e é i n d i -
visible, no la pueden atacar d i r e c t a m e n t e separando
u n a s p a r t e s s u y a s de o t r a s . A h o r a b i e n , la d i s o l u c i ó n
d e l c u e r p o n o i m p o s i b i l i t a en m a n e r a a l g u n a las f u n -
ciones i n t e l e c t u a l e s de n u e s t r a a l m a , p o r q u e é s t a s
f u n c i o n e s son i n t r í n s e c a m e n t e i n o r g á n i c a s é i n d e p e n -
d i e n t e s de la m a t e r i a . 2.0 P o r q u e , a u n q u e n u e s t r a
a l m a se h a l l a r a c o m p u e s t a de m a t e r i a y f o r m a , t o d a -
v í a n i n g ú n a g e n t e f í s i c o la p u e d e d e s t r u i r c o n s u ac-
c i ó n ; p u e s t o q u e . n i n g u n o le es n a t u r a l m e n t e c o n t r a r i o
y p o r l o t a n t o s u a c c i ó n n o p u e d e i r c o n t r a ella y des-
t r u i r l a . P a r a m a y o r a m p l i a c i ó n de esta s e g u n d a p r u e -
ba p u e d e v e r s e el P . S u a r e z en su t r a t a d o de anima,
l i b . 1, c a p . 10, n n . 26-28.
D i c e m u y b i e n S a n t o T o m á s á este p r o p ó s i t o : « L a
c o r r u p c i ó n no existe d o n d e no hay c o n t r a r i e d a d ; por-
q u e las g e n e r a c i o n e s y las c o r r u p c i o n e s n a c e n de las
cosas c o n t r a r i a s y en ellas se t e r m i n a n . A h o r a b i e n :
en el a l m a i n t e l e c t i v a n o p u e d e h a b e r c o n t r a r i e d a d
a l g u n a ; p o r q u e t o d a s las cosas las r e c i b e s e g ú n el m o d o
de su p r o p i o ser (esto es, e s p i r i t u a l m e n t e ) : y las cosas
r e c i b i d a s en ella e x i s t e n allí sin c o n t r a r i e d a d a l g u n a ;
pues las m i s m a s r a z o n e s ó ideas de las cosas c o n t r a -
r i a s , en el e n t e n d i m i e n t o n o s o n c o n t r a r i a s , s i n o q u e
u n a m i s m a es la c i e n c i a q u e versa s o b r e t o d a s ellas
-257-
L u e g o es i m p o s i b l e q u e el a l m a i n t e l e c t i v a sea i n c o -
rruptible (i).»
La segunda parte del antecedente a r r i b a enunciado
es e v i d e n t e p o r s í m i s m a . P o r q u e , n o t e n i e n d o el a l m a
en si n i n g ú n e l e m e n t o de c o r r u p c i ó n , de f o r m a q u e
n i la a c c i ó n de a g e n t e a l g u n o c r i a d o t i e n d e de s u y o
á d e s t r u i r l a , n i ella m i s m a e x i g e su d e s t r u c c i ó n c o n
su i n c a p a c i d a d de o b r a r sola y s i n el c o n c u r s o de los
ó r g a n o s corporales^ c o m o sucede á las a l m a s de los
b r u t o s , n o ofrece a l C r i a d o r r a z ó n a l g u n a p a r a q u e le
n i e g u e el d i v i n o c o n c u r s o c o n q u e es c o n s e r v a d a en la
e x i s t e n c i a , y a s í Dios p a r a d e s t r u i r l a d e b e r í a u s a r de
su d o m i n i o a b s o l u t o y n o o b r a r c o n f o r m e á su p o t e n -
cia o r d i n a r i a . M a s esto no lo suele h a c e r D i o s N u e s t r o
S e ñ o r ; p o r q u e su m o d o o r d i n a r i o es n o d e j a r p e r e c e r
á c r i a t u r a a l g u n a sino c u a n d o , ó a l g ú n agente criado
la d e s t r u y e c o n su a c c i ó n , ó ella m i s m a q u e d a en u n
estado de i m p o t e n c i a i n t r í n s e c a ' p a r a s e g u i r o b r a n d o
en la n a t u r a l e z a . P o r esta causa, en las g e n e r a c i o n e s y
c o r r u p c i o n e s de los seres, la m a t e r i a q u e d a s i e m p r e
la m i s m a ; p o r q u e las g e n e r a c i o n e s y c o r r u p c i o n e s
n o v á n c o n t r a ella n i d e m a n d a n su d e s t r u c c i ó n , s i n o
p o r el c o n t r a r i o s u p e r m a n e n c i a , y e l l a , p o r o t r a
p a r t e , en t o d o s los c o m p u e s t o s n u e v a m e n t e f o r m a -
dos ejerce s i e m p r e e l m i s m o o f i c i o , q u e es e s t a r

( i ) «Non invenitur corruptio nisi ubi invenitur contrarietasi


Generationes eninvct corruptiones ex conlrarüs et in contraria
sunt In anima autcm intellectiva non potest esse ulla con-
trarietas. Rccipit enim ea, quee recipit, secundum modum su¡
esse. Ea vero quse in ipsa recipiuntur, suntabsque contrarietatc,
quia etiam rationes contrarlorum i n intellectu non sunt con-
trarise, sed est unascicntia contrarlorum. Impossibile est igitur
ut anima intellectiva sit corruptibilis. (S. Tomás, Stcmm. theol.
i . p. q. 75, art. 6).»

Psicología, I7
— 258-
u n i d a á la f o r m a y c o n s t i t u i r c o n ella u n ser f í s i c o y
activo.
370.—Contra estos dos a r g u m e n t o s se p o d r á a r g ü i r
d i c i e n d o : / ! . 0 E l a l m a h u m a n a , c o n la d i s o l u c i ó n d e l
c u e r p o , q u e d a i m p o s i b i l i t a d a p a r a las m i s m a s acciones
i n t e l e c t u a l e s . P o r q u e , as^n-q-ue é s t a s ) l a s p r o d u c e c o n la
i n t e l i g e n c i a q u e es f a c u l t a d i n o r g á n i c a , p e r o d e p e n d e n
e s e n c i a l m e n t e de los f a n t a s m a s de la i m a g i n a c i ó n
c o m o de c o n d i c i ó n p r é v i a , y p o r t a n t o n o p u e d e n ser
ejercidas s i n o p o r el a l m a u n i d a á la m a t e r i a . 2,0 E l
a l m a h u m a n a s e p a r a d a d e l c u e r p o v i v i r í a en u n e s t a d o
v i o l e n t o ; p o r q u e , c o m o p o r s u i n t r í n s e c a n a t u r a l e z a es
forma sustancial d e l c u e r p o h u m a n o y parte d e l c o m -
puesto(.su e s t a d o n a t u r a l es el de u n i o p c o n la m a t e r i a .
Es así que nada violento h a y p e r p é t u a ) p o r q u e todas
las cosas t i e n d e n de s u y o á a d q u i r i r s u e s t a d o n a t u -
r a l y a l g u n a vez p o r f u e r z a l o d e b e n a l c a n z a r . L u e g o
n u e s t r a a l m a , ó debe perecer c o n el c u e r p o , ó c u a n d o
m á s debe a n d a r en u n a c o n t i n u a s é r i e de e n c a r n a c i o -
nes y r e e n c a r n a c i o n e s , c o m o p i e n s a n los e s p i r i t i s t a s .
fas E l a l m a h u m a n a nace c o n el c u e r p o , crece y se
envejece c o n é l , se h a l l a sujeta á t o d a s sus c o n m o -
ciones y p e r t u r b a c i o n e s . L u e g o c o n él debe t a m b i é n
p e r e c e r y p o r c o n s i g u i e n t e n o es i n m o r t a l p o r n a t u -
raleza)
^i.-^-Respuesta.—Respondamos á cada u n o de estos
a r g u m e n t o s b r e v e m e n t e . A l primero d e c i m o s , q u e
n u e s t r a i n t e l i g e n c i a n o d e p e n d e de la f a n t a s í a en
sus actos, esencial s i n o naturalmente y esto en el estado
de u n i ó n , , m i é n t r a s n u e s t r a a l m a hace el oficio, de
f o r m a s u s t a n c i a l ' r e s p e c t o de su c u e r p o . L o s f a n t a s m a s
de la i m a g i n a c i ó n no le son necesarios s i n o p a r a e x c i t a r
su n a t u r a l a c t i v i d a d , de f o r m a q u e ella m i s m a a s í ex-
c i t a d a p r o d u z c a c o n su sola v i r t u d sus i n t e l e c t u a l e s
c o n o c i m i e n t o s . A h o r a b i e n ; en el estado de u n i ó n este
—2 có-
m o d o de e x c i t a c i ó n es n a t u r a l á n u e s t r a a l m a , p o r q u e
t o d o s sus actos d e b e n ser en a l g u n a m a n e r a d e l c o m -
p u e s t o , c o m o l o d e j a m o s o b s e r v a d o m á s a r r i b a (168).
P e r o c u a n d o se r o m p a este n u d o q u e la t i e n e a t a d a a l
c u e r p o y q u e d e a b a n d o n a d a á sí p r o p i a , e n t o n c e s el
m o d o n a t u r a l de ser e x c i t a d a s e r á el q u e c o r r e s p o n d e
á los e s p í r i t u s , y a s í n o n e c e s i t a r á de los f a n t a s m a s
p r e v i o s de la i m a g i n a c i ó n p a r a p r o d u c i r sus p e n s a -
m i e n t o s : c o m o el m o d o n a t u r a l de m i r a r a l c a m p o
p a r a u n o q u e se h a l l a d e n t r o de a l g u n a casa es aso-
m a r s e á la v e n t a n a , y e.l de p r o d u c i r este m i s m o a c t o
f u e r a de casa es a b r i r s i m p l e m e n t e los ojos á la l u z
del dia.
372.—Dice m u y b i e n S a n t o T o m á s : « N i n g u n a cosa
• o b r a s i n o en c u a n t o e s t á e n acto; y de a q u í se s i g u e
q u e el m o d o de o b r a r es c o n f o r m e a l m o d o de ser.
A h o r a b i e n ; u n m o d o de ser t i e n e el a l m a c u a n d o se
halla unida al cuerpo y o t r o cuando queda separada
de é l ; á p e s a r de q u e en a m b o s estados p e r m a n e c e s u
n a t u r a l e z a u n a m i s m a , n o de s u e r t e q u e el ser u n i d a
a l c u e r p o le sea a c c i d e n t a l , p u e s la t a l u n i ó n le c o r r e s -
p o n d e p o r r a z ó n de su i n t r í n s e c a n a t u r a l e z a . C o m o n i
se m u d a l a n a t u r a l e z a de lo l i g e r o c u a n d o e s t á e n s u
p r o p i o l u g a r , l o c u a l le es n a t u r a l , y c u a n d o se h a l l a
f u e r a de é l , lo c u a l le es p r e t e r n a t u r a l . P o r t a n t o a l
a l m a , s e g ú n el m o d o c o n q u e e s t á u n i d a a l c u e r p o , le
c o r r e s p o n d e el m o d o de e n t e n d e r con d e p e n d e n c i a de
los f a n t a s m a s q u e e x i s t e n en los ó r g a n o s c o r p o r a l e s .
P e r o c u a n d o se h a l l a s e p a r a d a d e l c u e r p o , su m o d o
n a t u r a l es e n t e n d e r c o n v i r t i é n d o s e , c o m o las i n t e l i -
gencias separadas, h á c i a lo i n t e l e c t u a l p u r o . P o r d o n -
de el m o d o de e n t e n d e r p o r m e d i o de la c o n v e r s i ó n
h á c i a los f a n t a s m a s es n a t u r a l al a l m a , de la m i s m a
m a n e r a q u e el ser u n i d a al c u e r p o : m a s el estar sepa-
r a d a d e l c u e r p o es p a r a ella p r e t e r n a t u r a l y l o m i s m o
— 200 —
el e n t e n d e r s i n la c o n v e r s i ó n h á c i a el f a n t a s m a . Y p o r
esto es u n i d a al c u e r p o p a r a q u e a s í o b r e s e g ú n su
naturaleza (r),»
3 7 3 . — A l se^-imio r e s p o n d e r e m o s q u e e l e s t a d o de se-
p a r a c i ó n c o n v i e n e t a m b i é n á n u e s t r a a l m a p o r la m i s -
m a n a t u r a l e z a de las cosas, p u e s t o q u e el h o m b r e es
n a t u r a l m e n t e m o r t a l c o m o t o d o s los d e m á s seres v i -
v i e n t e s de este m u n d o sensible. P o r c o n s i g u i e n t e ; h a -
b l a n d o c o n p r o p i e d a d , el e s t a d o de s e p a r a c i ó n d i c h o
n o se p u e d e l l a m a r violento, s i n o preternatural ó m e -
j o r q u i z á s secundariamente natural; p o r q u e l a i n t e n -
c i ó n p r i m e r a de la n a t u r a l e z a d e l a l m a es e s t a r u n i d a
al c u e r p o y solo p o r la c o r r u p t i b i l i d a d n a t u r a l del
c o m p u e s t o h u m a n o le c o n v i e n e de u n a m a n e r a se-

(1) «Et ideo ad hanc difíicultatem tollendam consíderandum


est, quod cum nihil operetur, nisi in quantum est actu, modus
operandi uniuscujusque rci sequitur modum essendi ipsius.
Habet autem anima alium modum essendi, cum unitur corpori,
et cum fuerit a corpore separata; raanente tamen eadem ahiraáe
natura: non ita quod u n i r i corpori sitei accidéntale, sed perra-
tioncm suas naturae corpori unitur. Sicut neo levis natura m u -
tatur, cum est i n loco proprio, quod est ei naturale, et cum est
extra proprium locum, quod est ei prreter naturam. Animce igitur
secundum illum modum essendi, quo corpori est unita, competit
modus intelligendi per conversionem ad phantasmatacorporum,
quas in corporeis organis sunt. Cum autem fuerit a corpore se-
parata, competit ei modus intelligendi per conversionem adea,
quae sunt intelligibilia simpliciter, sicut et aliis substantiis se-
paratis. Unde modus intelligcndijper conversionem ad phan-
tasmata est animse naturalis, sicut et corpori uniri: sed esse
separatam a corpore est propter rationem suce natura: et simi-
liter intelligere sine conversione ad phantasmata est ei prater
naturam. Et ideo ad hoc unitur corpori, ut sic operetur secum-
dum naturani suam. (Sanctus Thom. Sunint. theol. 1. p. q. 89,
rat. 1.)»
— 201 —
c u n d a r i a , a u n q u e t a m b i é n n a t u r a l , el v i v i r s e p a r a d a
de l a m a t e r í a Y
N i de q u e el a l m a h u m a n a sea p o r n a t u r a l e z a parte
d e l c o m p u e s t o h u m a n o , se s i g u e q u e s i e m p r e h a y a
de estar u n i d a á a l g ú n c u e r p o , r e e n c a r n á n d o s e r e p e -
t i d a s veces, c o m o q u i e r e n los e s p i r i t i s t a s . P o r q u e la n a -
t u r a l e z a n u n c a t i e n d e á r e c o m p o n e r los seres c o m -
p u e s t o s de d i f e r e n t e s e l e m e n t o s , c u a n d o p o r l a a c c i ó n
de los a g e n t e s f í s i c o s h a n s i d o n a t u r a l m e n t e d e s t r u i -
d o s , s i n o q u e á cada u n o de estos e l e m e n t o s lo deja
a b a n d o n a d o á su p r o p i a c o n d i c i ó n p a r a q u e a s í s i g a
e x i s t i e n d o s e p a r a d o , si la n u e v a e x i s t e n c i a le es p o s i -
ble, ó perezca p o r c o m p l e t o en el caso c o n t r a r i o .
374.—El tercero finalmente es d e l t o d o n u l o y solo
prueba que nuestra alma, como f o r m a del cuerpo é
í n t i m a m e n t e u n i d a c o n él en u n i d a d de s u s t a n c i a ,
d e p e n d e e n a l g ú n m o d o de las c o n d i c i o n e s de l a m a -
t e r i a p o r ella a n i m a d a , á u n c o n respecto á sus m i s -
mas operaciones intelectuales. P o r lo d e m á s no s i e m -
p r e q u e e n f e r m a y se d e b i l i t a el c u e r p o , se h a l l a n
d e b i l i t a d a s las fuerzas d e l á n i m o , antes m u c h a s veces
sucede l o c o n t r a r i o . L o q u e necesita el a l m a p a r a l a
r o b u s t e z d e j a s fuerzas i n t e l e c t u a l e s , es q u e los s e n t i -
dos e s t é n sanos y f u n c i o n e n de u n a m a n e r a c o n v e -
n i e n t e . S i esto t i e n e , ella f o r m a r á c o n la m a y o r fir-
m e z a sus ideas y d i s c u r s o s , a u n q u e el c u e r p o e s t é
l l e n o d e e n f e r m e d a d e s g r a v e s (163).
— 202 —

PROPOSICION SEGUNDA.

Dios puede con su poder absoluto destruir, cuando le


plazca, el alma humana; pero consta por la razón natural
C07i toda certeza que no usará nunca de este poder
y que por lo tanto las almas de los hombres
seguirán viviendo perpetuamente después
de la disolución de sus cuerpos.

37^.—Prueba de la j . a p. — i.0 E l a l m a h u m a n a , lo
m i s m o que toda o t r a c r i a t u r a , depende esencialmente
de D i o s , n o solo en su p r o d u c c i ó n , s i n o t a m b i é n en
s u c o n s e r v a c i ó n , c o m o se d e m u e s t r a en la T e o d i c e a .
Es a s í q u e Dios le ofrece l i b r e m e n t e el c o n c u r s o c o n
q u e la m a n t i e n e en la e x i s t e n c i a , c o m o l i b r e m e n t e le
a p l i c a su a c c i ó n c r e a d o r a p a r a sacarla de la n a d a .
L u e g O j si q u i e r e , p u e d e a b s o l u t a m e n t e n e g a r l e el
c o n c u r s o m e n c i o n a d o y r e d u c i r l a de este m o d o á su
propia nada.
376. —2.0 L a c o n s e r v a c i ó n , p o r t e s t i m o n i o de t o d o s
los filósofos y t e ó l o g o s , y á u n de t o d o el g é n e r o h u -
m a n o , es u n d o n r e a l m e n t e d i s t i n t o de la c r e a c i ó n .
Es asi q u e n o lo seriaj si D i o s fuese l i b r e p a r a c r i a r el
alma h u m a n a y luego no tuviese poder para destruir-
l a ; p o r q u e el acto c r e a t i v o l l e v a r í a en t a l caso necesa-
r i a m e n t e c o n s i g o la c o n s e r v a c i ó n de la cosa c r i a d a .
Luego...
377. —3.0 Dios es d u e ñ o a b s o l u t o de sus obras n o
m e n o s q u e u n a r t í f i c e finito lo es c o n respecto á los
a r t e f a c t o s q u e f a b r i c a con su a r t e . Es a s í q u e los a r t í -
fices c r i a d o s , en v i r t u d d e l d o m i n i o a b s o l u t o q u e t i e -
nen s o b r e sus o b r a s , las p u e d e n d e s t r u i r c u a n d o se les
a n t o j e , p o r m á s q u e ellas t e n g a n a p t i t u d i n t r í n s e c a
para seguir existiendo p o r a ñ o s sin cuento. L u e g o con
m u c h a m a y o r r a z ó n p o d r á h a c e r esto m i s m o D i o s
— 263 —
N u e s t r o S e ñ o r c o n t o d a s sus c r i a t u r a s , p o r m u y
a p t a s q u e ellas sean de s u y o p a r a e x i s t i r p e r p e t u a -
m e n t e y p o r m á s q u e a l g u n a s de ellas, c o n su a p e t i t o
n a t u r a l y e l í c i t o , e s p o n t á n e a m e n t e deseen poseer l a
v i d a e t e r n a , q u e n a t u r a l m e n t e c o n o c e n y p a r a lo c u a l
t i e n e n a c t i t u d i n t r í n s e c a . P o r q u e el d o m i n i o q u e D i o s
t i e n e s o b r e t o d a s sus c r i a t u r a s , es m u c h o m á s p e r f e c t o
y c o m p l e t o q u e el q u e p u e d e t e n e r c u a l q u i e r a r t í f i c e
finito s o b r e sus p r o p i o s a r t e f a c t o s .
378.—4.0 E n t a n t o n o p o d r í a D i o s c o n su p o t e n c i a
a b s o l u t a a n i q u i l a r el a l m a h u m a n a , en c u a n t o q u e
é s t a desea c o n a p e t i t o i n n a t o l a f e l i c i d a d p e r f e c t a y
p o r c o n s i g u i e n t e t a m b i é n l a v i d a p e r p é t u a , q u e es c o n -
d i c i ó n necesaria p a r a e l l a . Es a s í q u e D i o s , t r a t á n d o s e
de la p o t e n c i a a b s o l u t a , n o e s t á o b l i g a d o á a c o m o d a r -
se a l a p e t i t o i n n a t o de c r i a t u r a a l g u n a y p u e d e o b r a r
a b s o l u t a m e n t e c o n t r a é l , c o m o o b r a en efecto s i e m p r e
q u e p r o d u c e en el m u n d o a l g ú n m i l a g r o . L u e g o . . .
A s í , a u n q u e el f u e g o p o r e j e m p l o t e n g a i n c l i n a c i ó n
n a t u r a l á q u e m a r y t o d o s los c u e r p o s en g e n e r a l á
m o v e r s e h á c i a el c e n t r o de a t r a c c i ó n . D i o s n o e s t á o b l i -
g a d o á a c o m o d a r s e á este a p e t i t o y p u e d e c o n su d o -
m i n i o a b s o l u t o p r i v a r á t o d o s ellos de sus efectos p r o -
p i o s y c o n n a t u r a l e s . A s i m i s m o , a u n q u e la m a t e r i a
p r i m a , s e g ú n los e s c o l á s t i c o s , y los p r i m e r o s e l e m e n -
tos de los c u e r p o s , s e g ú n los a t o m i s t a s , sean i n t r í n -
s e c a m e n t e i n c o r r u p t i b l e s y p o r l o t a n t o t e n g a n en s í
a p e t i t o i n n a t o de la p e r p e t u i d a d , n o p o r eso e s t á Dios
obligado absolutamente á conservar perpetuamente
estas cosas, s i n o q u e en v i r t u d de s u d o m i n o a b s o l u t o
p o d r í a a n i q u i l a r l a s t o d a s ellas, h a c i e n d o q u e se v o l -
viese á la n a d a de d o n d e s a l i ó t o d o este U n i v e r s o s e n -
sible. L u e g o de la m i s m a m a n e r a p o d r á h a c e r o t r o
t a n t o en v i r t u d d e l m i s m o d o m i n i o con t o d a s las c r i a -
t u r a s intelectuales; pues su i n c o r r u p t i b i l i d a d y su
— 264 —
a p t i t u d i n t r í n s e c a p a r a e x i s t i r p e r p e t u a m e n t e n o son
m a y o r e s q u e las d e l a m a t e r i a p r i m a ó l a d e los á t o -
mos indestructibles.
379. —Se d i r á q u e las s u s t a n c i a s i n t e l i g e n t e s , ade-
m á s de su a p t i t u d i n t r í n s e c a para seguir existiendo
p e r p e t u a m e n t e , desean con a p e t i t o e s p o n t á n e o y e l í -
c i t o la v i d a p e r p é t u a , q u e n a t u r a l m e n t e c o n o c e n ; lo
c u a l n o se e n c u e n t r a en la m a t e r i a b r u t a . P e r o esta
r é p l i c a es a b s o l u t a m e n t e de n i n g ú n v a l o r , t r a t á n d o s e
de la p o t e n c i a a b s o l u t a d e l C r i a d o r ; p o r q u e D i o s n o
e s t á o b l i g a d o , h a b l á n d o s e de esta p o t e n c i a , á satisfacer
de hecho este a p e t i t o , q u e es e l i c i t o y e m á n a d o de l a
a c t i v i d a d de la c r i a t u r a , y n o p o n e n i n g u n a o b l i g a c i ó n
e s t r i c t a en D i o s , p a r a q u e n o p u e d a i r c o n t r a é l c u a n -
tas veces q u i e r a u s a r de su d o m i n i o a b s o l u t o . T a n t o
m á s q u e este a p e t i t o v e r s a , n o p r e c i s a m e n t e sobre l a
v i d a p e r p é t u a , s i n o s o b r e l a f e l i c i d a d p l e n a ; y a s í , de
p o n e r o b l i g a c i ó n en Dios, lo h a b r í a de o b l i g a r á q u e
p o r f u e r z a hiciese p e r f e c t a m e n t e felices de hecho á
t o d a s las c r i a t u r a s r a c i o n a l e s , l o c u a l es u n a b s u r d o
manifiesto.
380. — A l g u n o s p o n e n en n u e s t r a a l m a y e n t o d o s
los seres r a c i o n a l e s , a d e m á s de la a p t i t u d i n t r í n s e c a
para poder v i v i r siempre, y a d e m á s del apetito elicito
c o n q u e t o d o s ellos desean e s p o n t á n e a m e n t e l a v i d a
perfecta, u n c i e r t o a c t o i n i c i a l é i m p e r f e c t o c o n q u e
sin i n t e r r u p c i ó n a l g u n a y desde el p r i m e r i n s t a n t e de
su ser, desean e s e n c i a l m e n t e ó en v i r t u d d e s u m i s m a
esencia l a v i d a p e r e n n e . E s t e a c t o , s e g ú n ellos, f o r m a
p a r t e de l a esencia de estos seres y c o n s t i t u y e s u ape-
t i t o i n n a t o de l a f e l i c i d a d y a s í esta les es esencial,
u n a vez q u e c o m i e n c e n á e x i s t i r en el m u n d o . P o r l o
c u a l c o n c l u y e n , n i e l m i s m o D i o s los p u e d e d e s t r u i r
c o n s u p o t e n c i a a b s o l u t a , u n a vez q u e los h a y a sacado
de la n a d a . P o r q u e l o e s e n c i a l , d i c e n , n o p u e d e ser
— 265 —
q u i t a d o á n i n g - u n a esencia, y la v i d a p e r p e t u a es esen-
cial á las c r i a t u r a s r a c i o n a l e s , c o m o t é r m i n o d e l a c t o
esencial c o n q u e ellas la desean.
381.—Este d i s c u r s o es e m i n e n t e m e n t e a b s u r d o y
c o n t i e n e v a r i o s e r r o r e s q u e n o p o d e m o s m é n o s de r e -
c h a z a r , p o r q u e son de s u m a t r a s c e n d e n c i a y v a n c o n -
t r a las d o c t r i n a s m á s c a p i t a l e s de la F i l o s o f í a . P r i m e -
r a m e n t e , en él se a t r i b u y e n á los seres r a c i o n a l e s
c r i a d o s , actos c o g n o s c i t i v o s y v o l i t i v o s esenciales, lo
c u a l n o es p r o p i o s i n o de solo D i o s , c o m o l o h e m o s
n o t a d o m á s a r r i b a (251). P o r q u e la v o l i c i ó n esencial
d é l a felicidad,supone necesariamentecomo a c t e p r é v i o
a l c o n o c i m i e n t o t a m b i é n esencial d e f e l i c i d a d ; y en v u e l -
ve en s í los actos esenciales de conocerse y a m a r s e e l
m i s m o ser q u e desea ser feliz, p u e s t o q u e la f e l i c i d a d
la d e s c a m a r a si mismo. A d e m á s , á este a c t o esencial,
q u e es u n § i m p l e deseo, se le s e ñ a l a c o m o t é r m i n o
esencial la v i d a p e r p é t u a efectiva y n o m e r a m e n t e p o -
sible, c u a n d o en b u e n a L ó g i c a n o le c o r r e s p o n d e o t r a
q u e esta s e c u n d a . P o r q u e , h a b l á n d o s e de los seres
c r i a d o s , a l a p e t i t o i n n a t o , p o r m á s esencial q u e se le
q u i e r a suponer, no c o r r e s p o n d e como t é r m i n o c o r r e l a -
t i v o s i n o el b i e n posible y capaz de ser a l c a n z a d o p o r
el ser q u e l o apetece. C o n solo q u e sea p o s i b l e este b i e n ,
ya el s é r q u e lo desea c o n a p e t i t o i n n a t o p u e d e m o -
verse h á c i a él y h a c e r l o efectivo c o n sus actos. E n t e r -
cer l u g a r , se p o n e c o m o o b j e t o p r o p i o y f o r m a l de
d i c h o a p e t i t o la v i d a p e r p é t u a , c u a n d o e n r e a l i d a d de
v e r d a d é l de s u y o d i r e c t a m e n t e n o v e r s a s i n o s o b r e l a
f e l i c i d a d y solo t i e n d e á la v i d a p e r p é t u a , en c u a n t o
q u e é s t a es u n a c o n d i c i ó n necesaria p a r a la p o s i b i l i d a d
de a q u e l l a . P o r d o n d e , si a l g u n a n e c e s i d a d h u b i e r a de
r e s u l t a r de é l , é s t a h a b r í a de ser, n o p r e c i s a m e n t e la
q u e en e l a r g u m e n t o se p r e t e n d e , s i n o la de o b l i g a r
a b s o l u t a m e n t e á D i o s N u e s t r o S e ñ o r á h a c e r de hecho
— 266—
felices á c u a n t o s seres r a c i o n a l e s se d i g n a s e c r i a r , lo
c u a l es u n g r a n d í s i m o a b s u r d o . E n c u a r t o l u g a r , se
hace c o n s i s t i r el a p e t i t o i n n a t o en u n a cosa, q u e j a m á s
ha s i d o t e n i d a p o r t a l e n t r e los sabios y q u e n o lo es en
efecto; p u e s el t a l a c t o , a u n q u e i n i c i a l é i m p e r f e c t o ,
s i e m p r e es u n a cosa e m a n a d a de la p o t e n c i a y p o r
consiguiente u n verdadero apetito elícito. L e i b n i t z fué
q u i e n , c o m o d e c í a m o s m á s a r r i b a (275), e n t e n d i ó m a -
l a m e n t e p o r a p e t i t o i n n a t o el t a l acto i n i c i a l , s i g u i é n -
d o l o d e s p u é s a l g u n o s a u t o r e s poco c o n o c e d o r e s de la
v e r d a d e r a F i l o s o f í a (1). F i n a l m e n t e , se q u i t a á D i o s él
p o d e r de d e s t r u i r las esencias f í s i c a s de los seres i n -
t e l i g e n t e s p o r la a b s u r d a r a z ó n de q u e d i c h o acto i n i -
cial es p a r t e de su esencia; c u a n d o , á u n d a d o caso q u e
el t a l a c t o f u e r a p a r t e de la e s e n c i a , ' t o d a v í a s i e m p r e
s e r í a a l g o f í s i c o y capaz de ser d e s t r u i d o j u n t a m e n t e
con la s u s t a n c i a de d o n d e e m a n a , p o r el p o d e r abso-
luto y enteramente independiente del Criador. Por
d o n d e l a t a l d o c t r i n a , n o solo es a b s u r d a en F i l o s o f í a ,
s i n o t a m b i é n e r r ó n e a en la f é , c o m o n o t a s a b i a m e n t e
Suarez.
382.—Dice el a u t o r c i t a d o : « E s c i e r t o q u é el á n g e l
p u e d e ser p r i v a d o de su e x i s t e n c i a p o r s u C r i a d o r , y
en este s e n t i d o n o es a b s o l u t a m e n t e i n c o r r u p t i b l e , si
con esta voz se e x c l u y e t o d o m o d o de p e r e c e r , i n c l u s o
el de la a n i q u i l a c i ó n , y q u e p o r l o t a n t o en el s e n t i d o
c o n t r a r i o p u e d e ser l l a m a d o c o r r u p t i b l e . E s t o es c i e r t o
con c e r t e z a d e f é : p o r q u e d e f é es q a e l o s á n g e l e s d e p e n -
d e n de D i o s , n o solo en su o r i g e n , s i n o t a m b i é n en su
c o n s e r v a c i ó n ; y a s i m i s m o , es c i e r t o c o n certeza de fé
q u e D i o s , a s í c o m o c r i ó l i b r e m e n t e los á n g e l e s , a s í
t a m b i é n l i b r e m e n t e los c o n s e r v a y p u e d e n o c o n s e r -

(1) Véase sobre esto Sansevcrino, Dynamtlogia, vol. I . , pars


gcncr. cap. I , art. V I I .
— 267 —
v a r i o s , si a s í le p l a c e , h a b l a n d o a b s o l u t a m e n t e y c o n -
f o r m e a l i n t r í n s e c o o r d e n de las cosas. E s t o es c o m ú n
á t o d a s las cosas c r i a d a s y lo m i s m o p r u e b a h a b l a n d o
de los á n g e l e s (1).»
383. —Prueba de la 2.* p . — i . 0 A u n q u e . D i o s a b s o l u -
t a m e n t e hablando tiene poder para a n i q u i l a r todas
las cosas, sin e m b a r g o / e n el c o n s e r v a r sus c r i a t u r a s se
a c o m o d a á la n a t u r a l e z a de cada u n a : de f o r m a q u e á
n i n g u n a n i e g a su c o n c u r s o , s i n o c u a n d o a s í lo e x i g e la
a c c i ó n d e s t r u c t o r a de a l g ú n a g e n t e c r i a d o ó la i n c a -
p a c i d a d de o b r a r y s u b s i s t i r p o r sí sola y s e p a r a d a d e l
todo f í s i c o de q u e f o r m a b a parte. Es a s í q u e n i n g u n a
a c c i ó n de a g e n t e c r i a d o e x i g e la d e s t r u c i o n d e l a l m a
h u m a n a , p o r q u e n i n g u n o de ellos le es n a t u r a l m e n t e
c o n t r a r i o ; y a d e m á s s e p a r a d a d e l c u e r p o t i e n e ella,
p o r r a z ó n de su e s p i r i t u a l i d a d , c a p a c i d a d i n t r í n s e c a
p a r a s e g u i r s u b s i s t i e n d o en s í m i s m a y ejercer sus
p r i n c i p a l e s o p e r a c i o n e s . L u e g o es c i e r t o c o n certeza
p l e n a q u e D i o s n o a n i q u i l a r á n u n c a el a l m a h u m a n a
y q u e é s t a , d e s p u é s de la d e s c o j m p o s i c i ó n d e l c u e r p o ,
seguirá viviendo perpetuamente.;
384. — 2 ° S i n u e s t r a a l m a p e r e c i e r a c o n la m u e r t e
d e l c u e r p o ó m á s t a r d e en u n t i e m p o c u a l q u i e r a , s e r í a n

(1) «Certum est angelum posse a Creatorc suo privar i suo


esse et hac rationc non esse omnino incorruptibilem, si haec vox
omnem dcsitionis modum etiam anihilationem excludat, ac
proinde in contrario sensu posse dici corrutibilem. Hoc de fide
certum est; quia de fide est angeles a Deo penderé, non solum
in fieri sed etiam im conservar!, et similiter de fide certum est
Deum, sicut libere creavit angclos, ita libere etiam eos conser-
vare, et posse Deum eos non conservare, si velit, absolute et per se
loquendo. Quse omnia generalia s u n t ó m n i b u s creatis ct eamdcm
rationem habent in angelis. (Suarez, de angelts, l i b . 1, cap. 9,
n . 5).))
— 268 —
í r r i t o s y v a n o s m u c h o s deseos n a t u r a l e s e l í c i t o s q u e
la n a t u r a l e z a p o n e en n o s o t r o s n e c e s a r i a m e n t e a l
m é n o s c o n n e c e s i d a d de e s p e c i t i c a c i o n . P o r q u e con
deseo n a t u r a l e l í c i t o d e s e a m o s l a f e l i c i d a d p e r f e c t a ,
l i b r e de t o d a a n s i e d a d d e l á n i m o y l l e n a de t o d o s
a q u e l l o s bienes q u e c o r r e s p o n d e n á n u e s t r a n a t u r a -
leza. C o n el m i s m o a p e t i t o a m a m o s la p o s e s i ó n p l e n a
d e l s u m o b i e n , en q u e esta f e l i c i d a d c o n s i s t e ó sea el
c o n o c i m i e n t o claro y perfecto del C r i a d o r , a c o m p a ñ a -
d o d e l a m o r y g o z o q u e le son c o n s i g u i e n t e s . E s t e
m i s m o a c t o e l í c i t o de a m o r n a t u r a l y n e c e s a r i o expe-
r i m e n t a m o s c o n r e s p e c t o á la v i d a p e r p e t u a , l a c u a l
se nos p r e s e n t a c o m o u n g r a n b i e n a c o m o d a d o á
n u e s t r a n a t u r a l e z a e s p i r i t u a l y necesario p a r a la p o -
s e s i ó n de n u e s t r a f e l i c i d a d . C o n el m i s m o g é n e r o de
a m o r , f i n a l m e n t e , a p e t e c e m o s la m e m o r i a p o s t u m a , d e -
s e a n d o v i v i r d e s p u é s de la d i s o l u c i ó n de n u e s t r o c u e r -
p o en la m e m o r i a de los h o m b r e s ; a m o r , q u e s u p o n e
en n o s o t r o s u n a v i d a de u l t r a t u m b a , p o r q u e l a m e -
m o r i a de los h o m b r e s p a r a q u i e n n o e x i s t e es u n a v a -
n i d a d necia y despreciable.
T o d o s estos bienes los a m a m o s n a t u r a l m e n t e c o n
U n a p e t i t o r a c i o n a l e l í c i t o , de f o r m a q u e n o p o d e m o s
i r c o n t r a ellos; y p o r c o n s i g u i e n t e el a m o r c o n q u e
los a m a m o s , l o t e n e m o s i m p r e s o p o r l a m i s m a n a t u r a -
leza. P o r d o n d e , si n u e s t r a a l m a p e r e c i e r a j u n t a m e n -
t e c o n el c u e r p o ó n o d u r a r a p e r p e t u a m e n t e , es c l a r o
q u e t o d o s estos deseos i m p r e s o s en ella p o r la m a d r e
naturaleza serían vanos é í r r i t o s , porque no p o d r í a n
ser s a s t i f e c h o s . Es a s í q u e la m a d r e n a t u r a l e z a n a d a
hace v a n o é í r r i t o y p o r c o n s i g u i e n t e los tales deseos
d e b e n p o d e r ser sastisfechos; p o r q u e l a n a t u r a l e z a es
de s u y o s i e m p r e r e c t a y o r d e n a d a , c o m o s a l i d a d e las
m a n o s de s u s a p i e n t í s i m o A r t í f i c e , q u e es e l C r i a d o r
d e t o d a s l a s cosas. L u e g o los s o b r e d i c h o s deseos d e b e n
— 269 —
p o d e r ser satisfechos y p o r consig-uiente n u e s t r a a l m a
debe v i v i r p e r p e t u a m e n t e .
3 8 5 . — 3 . ° , T o d a p e r s u a s i ó n necesaria p a r a c u m p l i r
m u c h o s actos á q u e e s t a m o s o b l i g a d o s p o r la v i r t u d ,
e s t á f u n d a d a en la v e r d a d . P o r q u e , a s í c o m o l a cosas
verdaderas tienen consonancia y a r m o n í a unas con
o t r a s , a s í t a m b i é n l o b u e n o y h o n e s t o t i e n e esta m i s -
m a a r m o n í a c o n l a v e r d a d . De lo c o n t r a r i o d e b e r í a m o s
d e c i r q u e .la v i r t u d y h o n e s t i d a d e s t á n f u n d a d a s en
la m a t e r i a , y q u e la n a t u r a l e z a , p a r a h a c e r n o s v i r t u o -
sos, t i e n e n e c e s i d a d de e n g - a ñ a r n o s c o n bienes fingidos
y v a n o s , l o c u a l es u n a b s u r d o . Es a s í q u e p a r a c u m -
p l i r m u c h o s actos á q u e nos s e n t i m o s o b l i g a d o s p o r
el d e b e r m o r a l de l a v i r t u d , n e c e s i t a m o s estar p e r s u a -
d i d o s de q u e n u e s t r a a l m a v i v i r á p e r p e t u a m e n t e des-
p u é s de d e s h e c h a l a casa de n u e s t r o c u e r p o . P o r q u e
la m a y o r p a r t e de los actos á q u e s o m o s o b l i g a d o s p o r
el d e b e r d e l a v i r t u d , r e q u i e r e n de n u e s t r a p a r t e c i e r -
t o d e s p r e c i o y d e s c u i d o de los bienes d e esta v i d a , y
a l g u n o s d e ellos h a s t a e l s a c r i f i c i o de la v i d a m i s m a .
A h o r a b i e n ; s i n la esperanza de o t r a v i d a m e j o r q u e
la p r e s e n t e , q u e se n o s d é c o m o p r e m i o de l a o b e d i e n -
cia p r e s t a d a á l o s p r e c e p t o s d e l C r i a d o r , es i m p o s i b l e
q u e los h o m b r e s se r e s u e l v a n á p r a c t i c a r los actos
m e n c i o n a d o s ; á n t e s p o r el c o n t r a r i o c o n r a z ó n se p o -
d r í a cada u n o p e r s u a d i r de q u e m u c h o s actos q u e
a h o r a son t e n i d o s g e n e r a l m e n t e p o r v i r t u o s o s , s o n
en r e a l i d a d v i c i o s o s , y v i c e v e r s a , o t r o s q u e son c o n s i -
d e r a d o s c o m o v i c i o s o s , son r e a l m e n t e h o n e s t o s .
P o r q u e en t a l caso n u e s t r o ú l t i m o fin l o t e n d r í a m o s
c o l o c a d o en los bienes de esta v i d a y á ellos d e b e r í a m o s
s a c r i f i c a r t o d o o t r o b i e n q u e estuviese en p u g n a c o n
ellos, c o m o son la m a y o r p a r t e de los actos q u e h o y
d i a son t e n i d o s p o r v i r t u o s o s . Y p o r esta causa los q u e
n i e g a n la e x i s t e n c i a d é l a o t r a v i d a y p i e n s a n q u e t o d o
acaba c o n el c u e r p o , c o n s i g u i e n t e m e n t e t i e n e n p o r u n
n o m b r e y a n o l a v i r t u d y n o b u s c a n en sus actos s i n o
la s a t i s f a c i o n de los s e n t i d o s . L u e g o la p e r s u a s i ó n de
la v i d a p e r p é t u a de n u e s t r a a l m a , s i n la c u a l son i m -
posibles e n t r e los h o m b r e s el e j e r c i c i o de la v i r t u d y
el c u m p l i m i e n t o de los d e b e r e s penosos á q u e m u c h a s
veces nos o b l i g a la l e y n a t u r a l , e s t á f u n d a d a en v e r -
d a d ; y p o r l o t a n t o n o p u e d e caber la m e n o r d u d a de
q u e n u e s t r a a l m a d e s p u é s de la m u e r t e d e l c u e r p o , v i -
virá perpetuamente.
.386.—4.0 N a d a q u e d e s d i g a de l a b o n d a d y b e n e v o -
l e n c i a de D i o s c o n los h o m b r e s se debe p e n s a r q u e
existe n a t u r a l m e n t e en el m u n d o . P o r q u e D i o s es
p r ó v i d o g o b e r n a d o r de t o d a s las c r i a t u r a s y m u y
p r i n c i p a l m e n t e de las r a c i o n a l e s , y p o r c o n s i g u i e n t e ,
n o se p u e d e p e n s a r de él q u e h a y a o r d e n a d o cosa a l -
g u n a de este m u n d o en u n a m a n e r a i n d i g n a de sus
d i v i n o s a t r i b u t o s . Es a s í q u e si n u e s t r a a l m a no' h u -
b i e r a de s o b r e v i v i r á la m u e r t e d e l c u e r p o , e x i s t i r í a
n a t u r a l m e n t e en el m u n d o u n a cosa s u m a m e n t e
m o n s t r u o s a é i n d i g n a de la b o n d a d y b e n e v o l e n c i a de
D i o s p a r a c o n los h o m b r e s . P o r q u e é s t o s p o r la m i s -
m a e s p o n t a n e i d a d de s u n a t u r a l e z a r a c i o n a l y r e c t a
e s t á n p e r s u a d i d o s de la e x i s t e n c i a de o t r a v i d a m e j o r
q u e l a p r e s e n t e , y en v i r t u d de esta p e r s u a s i ó n se a n i -
m a n á d e s p r e c i a r los placeres y c o m o d i d a d e s de los
s e n t i d o s y á a r r o s t r a r h a s t a la m i s m a m u e r t e p o r
o b r a r c o n f o r m e a l d i c t á m e n de la r a z ó n ; t o d o l o c u a l
en el caso de n o ser i m p e r e c e d e r a n u e s t r a a l m a s e r í a
u n a m a n i f i e s t a l o c u r a c a u s a d a p o r la h u m a n a n a t u -
raleza y p o r c o n s i g u i e n t e p o r el m i s m o D i o s q u e es su
autor. Luego...
387.—Dice m u y b i e n el P . V a l e n c i a : « E s cosa a v e r i -
g u a d a q u e en t o d o s los s i g l o s , t a n t o m á s p r e p a r a d o s y
d i s p u e s t o s p a r a s u f r i r la m u e r t e se h a n m o s t r a d o s i e m -
— 271 —
p r e los h o m b r e s p o r la firme e s p e r a n z a y p e r s u a s i ó n
de q u e e r a n i n m o r t a l e s sus a l m a s , c u a n t o m a y o r e s
h a n s i d o su p r o b i d a d , p r u d e n c i a y a m o r d e D i o s , c o m o
se v é en San P a b l o y en o t r o s S a n t o s , p o r n o d e c i r
n a d a de o t r o s v a r o n e s i l u s t r e s c u y o s e s c l a r e c i d o s
e j e m p l o s h a n s i d o d i l i g e n t e m e n t e r e c o g i d o s y ele-
g a n t e m e n t e n a r r a d o s p o r C i c e r ó n en el l i b r o p r i m e r o
de las Cuestiones Tiisculanas. A h o r a b i e n , ^ q u é d e c e p -
c i ó n m á s f u n e s t a y h o r r i b l e p u e d e h a b e r q u e la s u f r i d a
p o r ellos, si el a l m a perece j u n t a m e n t e c o n el cuerpo?
¿Ó q u é cosa h a y m á s ajena de l a d i v i n a b o n d a d q u e el
no h a b e r D i o s hecho i n m o r t a l al h o m b r e , t e n i e n d o sin
d u d a a l g u n a p o d e r p a r a ello y h a b i é n d o l o h e c h o p o r
o t r a p a r t e t a n v i v a z , sagaz y p e r s p i c a z , q u e c o n r a z ó n
p u e d e n p e n s a r t o d o s c u a n t o s se a v e n t a j a n á los d e m á s
en b o n d a d y s a b i d u r í a , q u e su a l m a es i n m o r t a l , é i r
a l e g r e s á la m u e r t e l l e v a d o s de esta esperanza? C i e r t o ,
n o s e r í a esto o t r a cosa q u e ser i n d u c i d o s c o m o de i n -
t e n t o p o r D i o s , c r i a d o r de n u e s t r a s a l m a s , á u n e r r o r
e x i c i a l a q u e l l o s h o m b r e s , q u e p o r r a z ó n de sus escla-
r e c i d a s v i r t u d e s y de sus m é r i t o s p a r a c o n e l m i s m o
D i o s , e r a n los q u e e n n e g o c i o t a n g r a v e d e b e r í a n h a -
b e r estado m á s e x e n t o s de e n g a ñ o (1).»

([) « Compertum est ómnibus sseculis co quemque alacriorem


ct paratiorcm fuissc ad oppetcndam mortcm, ob spem et per-
suaslonem íirmam immortalitatis animi, quo fuit melior, ct
sapientior, et Dei amantior; ut D . Paulus et alü Sancti, ne mihi
iam commemoranda sint externa prophanorum etlam hominum
cxempla, quae in hoc genere diligenter collecta et elegantissime
narrata sunt a Cicerone in I . queest. Tuscul. ¿Quae autem funes-
tior, horribiliorque deceptio esse possit, quam istorum, sianimus
perit una cum corporc? ¿Aut quid magis a divina bonitatc
abhorrens, quam quod Deus animum hominis immortalem (ut
sine dubio potuit) non fecerit, ct tamen illum ct tam vivaccm,
— 1f¡2 —
388.—5-0 L a j u s t i c i a de D i o s en el g o b i e r n o d é l o s
h o m b r e s r e c l a m a q u e á los b u e n o s se les d é s u d i g n a
r e t r i b u c i ó n y á los m a l o s s u c o n v e n i e n t e c a s t i g o ; á los
p r i m e r o s p o r ser celosos g u a r d a d o r e s de su s a n t a l e y
y á los s e g u n d o s p o r h a b e r s e a t r e v i d o á q u e b r a n t a r l a
s i g u i e n d o sus g u s t o s y c a p r i c h o s . Es a s í q u e los p r e -
m i o s y c a s t i g o s q u e r e c i b e n unos y o t r o s en esta v i d a ,
p o r lo r e g u l a r n o s u e l e n c o r r e s p o n d e r á lo q u e cada
u n o m e r e c e / P o r q u e c o n f r e c u e n c i a se v é a l j u s t o o p r i -
m i d o de m a l e s é i n f o r t u n i o s , á veces p o r efecto de su
m i s m a j u s t i c i a , a l paso q u e m u c h o s m a l o s en m e d i o
d e s ú s abominaciones y pecados t r i u n f a n , gozan y
r i e n , y n o pocas veces d e b i e n d o t o d a su f e l i c i d a d t e -
r r e n a precisamente á su m i s m a i n i q u i d a d y malicia.
L u e g o es cosa m a n i f i e s t a q u e t a n t o á l o s u n o s c o m o á
los o t r o s , les e s p e r a d e s p u é s de esta v i d a o t r a en q u e
cada u n o r e c i b a su m e r e c i d o . A h o r a b i e n , si el a l m a
h u m a n a h a de e x i s t i r p o r espacio de a l g ú n t i e m p o
p o r l o m é n o s p a r a q u e la j u s t i c i a d i v i n a sea sastifecha,
es c l a r o q u e s u e x i s t e n c i a n o t e n d r á fin j a m á s en el
m u n d o . P o r q u e , u n a vez q u e c o m i e n c e á v i v i r f u e r a
d e l c u e r p o c o n la v i d a p r o p i a de los e s p í r i t u s , ella de
s u y o n o ofrece a l C r i a d o r m o t i v o a l g u n o p a r a q u e sea
a n i q u i l a d a , s i n o á n í e s b i e n le p r e s e n t a m u c h o s p a r a
q u e sea p e r p e t u a m e n t e c o n s e r v a d a ; p u e s su i n c o r r u p -
t i b i l i d a d n a t u r a l la hace a p t a p a r a la d i c h a v i d a , la

tamque sagacem pcrspicacemquc fcccrit, ut mérito possint sa-


pientissimi quique ac optimi, existimari illum essc immortalcm,
caque persuasione commoti, Iseti ct álacres mortem oppctere?
Certe, nihil aliud hoc esset quam ab ipso acutore et conditore
animi Deo, i n exitialem errorem veluti de industria induci eos,
quos ob prseclaras virtutes et in ipsum Deum mcrita mínime in
re tanta decipi, fallique oportebat. (Valencia, Comment. in 1. p,
D, Thom., disp. 6, q. 1, punct. 3. § I I I , argumento sexto.)»
- m -
c u a l p o r esta causa es u n b i e n n a t u r a l s u y o y a d a p t a d o
perfectamente á su i n t r í n s e c a n a t u r a l e z a .
389. — N i se d i g a q u e l a s a t i s f a c c i ó n i n t e r n a q u e s i e m -
p r e a c o m p a ñ a á las b u e n a s a c c i o n e s y los r e m o r d i -
m i e n t o s q u e s i g u e n al v i c i o , s o n p r e m i o s y p e n a s s u -
ficientes con q u e q u e d a c o n v e n i e n t e m e n t e s a n c i o n a d a
la ley n a t u r a l . P o r q u e en p r i m e r l u g a r , c o n el h á b i t o
del bien y del m a l o b r a r v a n siempre m e n g u a n d o y
h a c i é n d o s e m é n o s sensibles t a n t o la s a t i s f a c c i ó n p o r
l o b i e n h e c h o c o m o el r e m o r d i m i e n t o p o r l o m a l o b r a -
d o ; y asi, n o h a b i e n d o o t r a s a n c i ó n q u e é s t a , c u a n t o
m á s b u e n o fuese u n o , e s t a r í a m é n o s p r e m i a d o ; y
c u a n t o m á s m a l o y p e r v e r s o , m é n o s c a s t i g a d o ; lo c u a l
es u n a b s u r d o m a n i f i e s t o . A d e m á s si n o h a y o t r a v i d a
q u e l a p r e s e n t e , d e b e m o s t e n e r p o r v a n o s , a s í los r e -
m o r d i m i e n t o s , c o m o la s a t i s f a c c i ó n d i c h a . P o r q u e n o
o b r a r e m o s en t a l caso c o n f o r m e á las leyes de la sana
p r u d e n c i a , si t o d a la p r á c t i c a de la v i d a y la m i s m a
p r o s e c u c i ó n d e l b i e n m o r a l n o la o r d e n a m o s á l o s goces
y satisfacciones de este m u n d o , t o m a n d o p o r r e g l a y
m e d i d a de n u e s t r a h o n e s t i d a d el p l a c e r y los goces
sensuales. L o c u a l y a se ve c u á n r u i n o s o y a b o m i n a b l e
s e a y c u á n c o n t r a r i o á l a s u b l i m e c o n d i c i ó n de n u e s t r a
n a t u r a l e z a e s p i r i t u a l y s u p e r i o r á la m a t e r i a . P o r t a n -
t o es e v i d e n t e á t o d a s luces q u e la v i d a p r e s e n t e n o es
p a r a n u e s t r a a l m a s i n o el c a m i n o p a r a l l e g a r á o t r o
e s t a d o de s u y o m á s feliz, e s p i r i t u a l é i n c o r p ó r e o . De
a q u í es q u e t o d o el m u n d o h a t e n i d o s i e m p r e g r a b a d a
en s u á n i m o esta firme p e r s u a s i ó n de u n a v i d a p e r -
p é t u a , s i n q u e la h a y a n p o d i d o d i s i p a r los v i c i o s y los
e r r o r e s de los h o m b r e s : lo c u a l es u n a p r u e b a m a n i -
fiesta de q u e á este j u i c i o s o m o s i n d u c i d o s e s p o n t á n e a -
m e n t e p o r el peso de l a m i s m a n a t u r a l e z a .
390. — C o n t r a l a i n m o r t a l i d a d d e l a l m a a r g u m e n t a n
los m a t e r i a l i s t a s y los sensistas en esta f o r m a : i.0 E l
Psicología. ^8
. n a c i m i e n t o y i a m u e r t e d e l h o m b r e y o t r a s v á r i a s ope-
r a c i o n e s suyas, se e j e c u t a n d e l a m i s m a m a n e r a en l o s
brutos. L u e g o n o h a y r a z ó n para a f i r m a r q u e el a l m a
d e l p r i m e r o s u b s i s t a d e s p u é s de l a m u e r t e d e l c u e r p o ,
m á s b i e n q u e l a d e l o s s e g u n d o s . 2.0 L o m i s m o se
q u e d a e x á n i m e el c u e r p o d e u n h o m b r e q u e e l d e u n
b r u t o ; d e m a n e r a q u e c o n los s e n t i d o s n o p e r c i b i m o s
d i s t i n c i ó n a l g u n a en l a m a n e r a c o n q u e se a p a g a la
v i d a en el u n o y en e l o t r o . 3.0 N i s i q u i e r a p o d e m o s
p e n á a r c u á l s e r á l a c o n d i c i ó n de n u e s t r a a l m a d e s p u é s
de l a m u e r t e , en q u é l u g a r v i v i r á , q u é o p e r a c i o n e s
e j e c u t a r á y c ó m o se m o v e r á d e u n l u g a r á o t r o . 4.0 S i
h u b i e r a o t r a v i d a p a r a n u e s t r a a l m a , n o nos p a r e c e r í a
. n a t u r a l m e n t e t a n h o r r i b l e la m u e r t e como general-
m e n t e p a r e c e á los h o m b r e s . P o r q u e en t a l caso la
m u e r t e se nos p r e s e n t a r í a c o m o u n a cosa de s u y o ape-
t e c i b l e , p o r ser e n s í el t r á n s i t o á o t r o e s t a d o m á s
feliz, c u a l es el de l o s e s p í r i t u s p u r o s ; p u e s n u e s t r a
a l m á h a b r í a de v i v i r s e p a r a d a d e l c u e r p o y e n c o m u n i -
d a d c o m o los s é r e s e s p i r i t u a l e s , m á s p e r f e c t o s y exce-
l e n t e s q u e l o s d e este m u n d o m a t e r i a l y c o r r u p t i b l e .
L u e g o es u n a v a n a e s p e r a n z a l a q u e a b r i g a n g e n e r a l -
m e n t e los h o m b r e s c o n r e s p e c t o á l a e x i s t e n c i a d e l a
vida futura.
391.—Respuesta.—Estas d i f i c u l t a d e s , e m p e r o , p o c o
p u e d e n m o v e r á los que, c o n o c i é n d o l a e s p i r i t u a l i d a d
de n u e s t r a a l m a , saben q u e n o se debe j u z g a r c o n e l
s e n t i d o s i n o c o n e l e n t e n d i m i e n t o acerca d e l estado
q u e e s p e r a d e s p u é s d e esta m u e r t e c o r r u p t i b l e a l a l -
m a d e l h o m b r e y á l a d e las bestias.
Á la ^ n m e r a , p u e s , r e s p o n d e r e m o s q u e n u e s t r a a l m a ,
c o m o f o r m a s u s t a n c i a l q u e es d e l c u e r p o h u m a n o ,
t i e n e m u c h a s cosas en q u e c o n v i e n e c o n el a l m a d é l o s
b r u t o s cuales s o n ; i.0 e l c o m e n z a r á e x i s t i r , c u a n d o
las c i r c u s t a n c i a s d e l a g e n e r a c i ó n l o e x i g e n , s e g ú n las
leyes de la n a t u r a l e z a o r g a n i z a d a ; 2.0 el d e j a r de a n i -
m a r l a m a t e r i a , c u a n d o é s t a n o se p r e s e n t a y a a p t a
p a r a las f u n c i o n e s de la v i d a ; 3.0 el d e p e n d e r e s e n c i a l -
m e n t e d e l c u e r p o p a r a las o p e r a c i o n e s d é l o s s e n t i d o s ;
4.0 el t e n e r finalmente c i e r t a d e p e n d e n c i a de las c o n -
d i c i o n e s m a t e r i a l e s de los ó r g a n o s p a r a las m i s m a s
o p e r a c i o n e s i n t e l e c t u a l e s , m i é n t ' r a s se h a l l a e j e r c i e n d o
el oficio de a l m a ó f o r m a s u s t a n c i a l y -vida de la m a -
t e r i a . P e r o a d e m á s de estas cosas, t i e n e o t r a s m á s
alfas y p e r f e c t a s , p o r las cuales se separa i n m e n s a -
m e n t e d e l a l m a de las bestias y e n t r a en la c a t e g o r í a
de los e s p í r i t u s s u b s i s t e n t e s p o r si m i s m o s . Estas ú l -
t i m a s c u a l i d a d e s h a c e n q u e el a l m a h u m a n a sea acree-
d o r a á u n a v i d a i n m o r t a l d e s p u é s de la m u e r t e d e l
c u e r p o , y q u e siga v i v i e n d o l a v i d a de los e s p í r i t u s
sin t é r m i n o a l g u n o , de l o c u a l n o son capaces las
a l m a s de las bestias.
392.—A la segunda d e c i m o s q u e los c u e r p o s l o m i s -
m o se q u e d a n e x á n i m e s c i e r t a m e n t e d e s p u é s de l a
m u e r t e en el h o m b r e q u e en el b r u t o , s i n q u e el sen-
t i d o sea capaz de h a l l a r d i f e r e n c i a a l g u n a e n t r e la
m u e r t e d e l u n o y la d e l o t r o . M a s el j u i c i o s o b r e la
s u e r t e f u t u r a de u n a s y o t r a s a l m a s n o es cosa q u e
p e r t e n e z c a á los s e n t i d o s s i n o á la r a z ó n ; y é s t a v e ,
a p o y a d a en a r g u m e n t o s e v i d e n t e s , lo q u e n o son ca-
paces de p e r c i b i r a q u e l l o s .
S i p o r q u e n o v e m o s c o n los s e n t i d o s las a l m a s de
los h o m b r e s , c u a n d o se s e p a r a n de los c u e r p o s , h u b i é -
r a m o s de n e g a r su e x i s t e n c i a , o t r o t a n t o d e b e r í a m o s
hacer c u a n d o v i v e n u n i d a s á s u s c u e r p o s , p u e s e n t o n -
ces t a m p o c o son ellas p e r c i b i d a s c o n n u e s t r o s s e n t i d o s ,
s i n o l o q u e c o n ellos p e r c i b i m o s s o n sus actos. M á s :
á u n l a m i s m a e x i s t e n c i a de D i o s d e b e r í a m o s n e g a r , s i
q u i s i é r a m o s guiarnos por tan absurdo criterio;porque
Dios n o es cosa q u e p u e d e n p e r c i b i r n u e s t r o s s e n t i d o s .
993-—^o1" '0 h a c e á l a tercera, á n o s o t r o s n o s
basta saber e n e l e s t a d o p r e s e n t e de u n i ó n a l c u e r p o
en q u e se h a l l a n u e s t r a a l m a , q u e ella p o r r a z ó n de
s u e s p i r i t u a l i d a d p u e d e s e g u i r v i v i e n d o sola y s i n m a -
t e r i a a l g u n a á la m a n e r a de los e s p í r i t u s p u r o s , c u a n -
d o se vea d e s a t a d a de las a t a d u r a s q u e a h o r a la t i e n e n
f u e r t e m e n t e l i g a d a á s u c u e r p o , y q u e en efecto t a l
m o d o de v i d a le s e r á d a d o de h e c h o . A h o r a , c u á l s e r á
el l u g a r de su m o r a d a , c ó m o se m o v e r á de u n l u g a r
á o t r o , c ó m o e n t e n d e r á e n t ó n c e s las cosas, si p o r m e -
d i o de especies i n f u s a s ó de o t r a m a n e r a á n o s o t r o s
d e s c o n o c i d a , etc., etc., esto i m p o r t a p o c o p a r a l l e v a r
a q u í u n a v i d a a j u s t a d a y c o n f o r m e á las r e g l a s de la
sana m o r a l ; en l o c u a l c o n s i s t e la f e l i c i d a d de n u e s t r a
a l m a , m i é n t r a s v i v i m o s a q u í s o b r e la t i e r r a , 3^ p o r lo
t a n t o el i g n o r a r l o n a d a p r u e b a a b s o l u t a m e n t e c o n t r a
la o t r a v i d a .
394.— Á la cuarta finalmente r e s p o n d e r e m o s q u e el
h o r r o r á la m u e r t e solo p r u e b a q u e el estado p r e s e n t e
de n u e s t r a a l m a n o es v i o l e n t o , c o m o p i e n s a n los p i -
t a g ó r i c o s , s i n o n a t u r a l ; l o c u a l n o q u i t a q u e ella p u e d a
v i v i r sola y s i n c u e r p o a l g u n o , c o m o v i v i r á en efecto,
c u a n d o se vea d e s a t a d a de las l i g a d u r a s de l a m a t e r i a .
Q u i e n t e m e l a m u e r t e , n o es el a l m a p r o p i a m e n t e
h a b l a n d o , s i n o el c o m p u e s t o f í s i c o de c u e r p o y a l m a
l l a m a d o hombre: Y en v e r d a d t i e n e s o b r a d o m o t i v o
p a r a t e m e r l a ; p o r q u e la m u e r t e le t r a e la d e s t r u c c i ó n ,
q u e es el m a y o r de los m a l e s físicos q u e á él le p u e d e n
s o b r e v e n i r . M i é n t r a s v i v e el a l m a u n i d a a l c u e r p o , el
h o m b r e es el q u e p r o p i a m e n t e siente c o n los s e n t i d o s
y p i e n s a c o n la r a z ó n ; y este h o m b r e , q u e es u n ser
n a t u r a l y n o v i o l e n t o , a b o r r e c e n a t u r a l m e n t e la m u e r -
te, c o m o t o d o ser a b o r r e c e de s u y o el n o ser.
A d e m á s , h a y otras razones poderosas para que
t e m a n los h o m b r e s la m u e r t e . P o r q u e en p r i m e r l u g a r ,
—277 —
los bienes p r e s e n t e s n o s s o n m á s c o n o c i d o s q u e los
f u t u r o s ; y asi, a u n q u e sean i n f e r i o r e s en p e r f e c c i ó n ,
o b r a n s i n e m b a r g o en n o s o t r o s c o n m á s f u e r z a ó i n -
t e n s i d a d q u e ellos. L o c u a l t a m b i é n nos sucede c o n
los bienes m a t e r i a l e s r e s p e c t o de los e s p i r i t u a l e s ; p u e s
p o r ser m á s c l a r o el c o n o c i m i e n t o q u e t e n e m o s de las
cosas sensibles q u e el de las e s p i r i t u a l e s , é s t a s son
m é n o s poderosas p a r a m o v e r n o s q u e a q u e l l a s ; p o r
d o n d e á los bienes de los^sentidos v a m o s e s p o n t á n e a -
m e n t e y s i n v i o l e n c i a a l g u n a , m á s los e s p i r i t u a l e s n o
los b u s c a m o s s i n o á f u e r z a de r e f l e x i o n e s y c o n s i d e -
raciones d i r i g i d a s á p e r s u a d i r n o s d e s u m u c h a e x c e -
lencia.
E n s e g u n d o l u g a r , los s e n t i d o s son causa m u y p o -
d e r o s a p a r a q u e e x p e r i m e n t e m o s el h o r r o r á la m u e r t e
de q u e v a m o s t r a t a n d o . P o r q u e l a m u e r t e es p a r a
ellos s u d e s t r u c c i ó n c o m p l e t a y p o r t a n t o n o p u e d e n
m é n o s de a b o r r e c e r l a c o n t o d a s las fuerzas h a c i e n d o
q u e el h o m b r e , c u y a s son estas p o t e n c i a s , l a m i r e n a -
turalmente como un m a l g r a n d í s i m o y sumamente
temible.
F i n a l m e n t e , la m i s m a r a z ó n i n f l u y e t a m b i é n á s u
m a n e r a en el -justo t e m o r de l a m u e r t e . P o r q u e ella
nos d i c e q u e á la m u e r t e se s i g u e el j u i c i o j u n t a m e n t e
c o n la c u e n t a q u e t o d o s h e m o s de d a r á D i o s n u e s t r o
S e ñ o r de l a c o n d u c t a o b s e r v a d a en esta v i d a , p a r a
r e c i b i r en l a o t r a el p r e m i o 6 el c a s t i g o de n u e s t r a s
acciones. A h o r a b i e n ; n i n g u n o p u e d e saber n a t u r a l -
m e n t e c o n certeza p l e n a si el e s t a d o q u e le espera e n
la o t r a v i d a , s e r á feliz ó d e s g r a c i a d o ; sino l o ú n i c o q u e
p u e d e a d q u i r i r sobre este p a r t i c u l a r son c i e r t a s c o n -
j e t u r a s m a s ó m é n o s f u n d a d a s . L u e g o es n a t u r a l q u e
la r a z ó n t a m b i é n nos r e p r e s e n t e c o m o t e m i b l e e l t r a n -
ce de l a m ú e r t e . C u a n t o m a y o r es la p e r f e c c i ó n m o r a l
de u n h o m b r e , t a n t o m e n o r es el m i e d o de la m u e r t e
—278—
p o r esta p a r t e , y a s í las p e r s o n a s v i r t u o s a s q u e h a n p r o -
c u r a d o la s a n t i d a d en esta v i d a c o n g r a n c u i d a d o , no
t e m e n la m u e r t e , antes 4a r e c i b e n c o n a l e g r í a y la sa-
l u d a n c o n r e g o c i j o ; p o r q u e saben q u e es p a r a ellas la
p u e r t a de la b i e n a v e n t u r a n z a (1).

PROPOSICION TERCERA.

E l alma humana después de la muerte del cuerpo, con-


servara siempre su individualidad propia; ni volverá á
reencarnarse en otro, sino que vivirá desnuda de toda
materia hasta el dia de la resurrección universal, en que
tornará á animar para siempre el suyo propio.

395.—Observación.—La p r i m e r a p a r t e de esta p r o -
p o s i c i ó n es c o n t r a los p a n t e i s t a s ; los cuales n o conce-
d e n á n u e s t r a a l m a sino u n a c i e r t a i n m o r t a l i d a d - f i c t i c i a
y de p u r o n o m b r e , d i c i e n d o q u e , a l d e s c o m p o n e r s e
el h o m b r e , la p a r t e m a t e r i a l v u e l v e al p o l v o de d o n d e
h a b í a t o m a d o su o r i g e n y l a e s p i r i t u a l e n t r a en el seno
d e l E s p í r i t u u n i v e r s a l p a r a p e r d e r allí s u c o n c i e n c i a y
su i n d i v i d u a l i d a d p r o p i a s , h a c i é n d o s e c o n él u n a m i s -
m a cosa. L a s e g u n d a es c o n t r a los p i t a g ó r i c o s , s e g ú n
los cuales las a l m a s de los h o m b r e s a n d a n c o n t i n u a -
m e n t e p a s a n d o de u n ' c u e r p o á o t r o , las m a l a s á c u e r -
pos de bestias, ó de p l a n t a s , ó a u n m i n e r a l e s en p e n a
de sus c r í m e n e s , y las b u e n a s y h o n e s t a s á o t r o s m á s
p e r f e c t o s y m e j o r c o n f o r m a d o s en p r e m i o de sus b u e -
nas acciones. L a t e r c e r a finalmente es el e n u n c i a d o
d é l a v e r d a d e r a d o c t r i n a ; a u n q u e en lo q u e c o n t i e n e

(1) Todo cuanto aquí dejamos escrito acerca de la inmorta-


lidad del alma humana, se halla hermosamente tratado en los
Comentarios del P. Valencia á la Suma teológtca'dc Santo To-
más, tom. 1. disp. 6, q. 1. pnnet. 3. § 3.
— 279 —
acerca d é l a r e s u r r e c c i ó n u n i v e r s a l , n o p u e d e ser p r o -
b a d a c o n a r g u m e n t o s a p r i o r i de la h u m a n a r a z ó n s i n o
ú n i c a m e n t e p o r la r e v e l a c i ó n s o b r e n a t u r a l ; p u e s t o q u e
la r e s u r r e c c i ó n de los c u e r p o s c r e i d a p o r los c r i s t i a -
nos es u n h e c h o , n o d e b i d o á la n a t u r a l e z a de n u e s t r a s
a l m a s , s i n o g r a t u i t a m e n t e p r o m e t i d o p o r D i o s á los
h o m b r e s y p o r l o t a n t o i n c a p a z de ser c o n o c i d o p o r
o t r a v í a q u e l a de l a r e v e l a c i ó n d i v i n a .
^b.—Prueba de la j . a S i el a l m a d e s p u é s de la
m u e r t e del c u e r p o no conservara su i n d i v i d u a l i d a d
p r o p i a , n o v o l v e r í a a l E s p í r i t u u n i v e r s a l , c o m o fingen
los p a n t e i s t a s , s i n o á la n a d a de d o n d e s a l i ó . P o r q u e ,
s i e n d o s u s t a n c i a s i m p l e y s u b s i s t e n t e p o r sí m i s m a ,
no puede c o m e n z a r á e x i s t i r sino p o r c r e a c i ó n n i de-
j a r de ser l o q u e es s i n o p o r a n i q u i l a c i ó n , c o m o se
p r o b a r á m á s a d e l a n t e . L u e g o sm v i d a p e r p é t u a d e -
m o s t r a d a en l a p r o p o s i c i ó n a n t e c e d e n t e , s e r í a u n a
cosa n u e v a m e n t e ficticia y d e p u r o n o m b r e .
397.—2.0 C u a n d o h e m o s d e m o s t r a d o l a i n m o r t a l i -
d a d de n u e s t r a a l m a , t o d o s n u e s t r o s a r g u m e n t o s
. p r o c e d í a n m a n i f i e s t a m e n t e en el s u p u e s t o de q u e esta
i n m o r t a l i d a d h a b í a de d e j a r a l a l m a en s u i n d i v i d u a -
l i d a d p r o p i a . P o r q u e en el o t r o s e n t i d o de q u e , des-
t r u i d a la i n d i v i d u a l i d a d de u n a cosa e s p i r i t u a l , v u e l v e
en c i e r t o m o d o a l seno d e l E s p í r i t u u n i v e r s a l , en c u a n -
t o q u e en D i o s , e s p í r i t u p o r esencia y c r e a d o r de t o -
dos los e s p í r i t u s finitos, se h a l l a s i e m p r e p o r u n a
m a n e r a e m i n e n c i a l y p e i f e c t í s i m a c u a n t o se e n c i e r r e
de p e r f e c c i ó n en t o d o e s p í r i t u c r i a d o ; en este s e n t i d o ,
d i g o , t a m b i é n s o n i n m o r t a l e s n u e s t r o s actos m o m e n -
t á n e o s , y las a l m a s de los a n i m a l e s y á u n las de las
m i s m a s p l a n t a s . L u e g o a f i r m a r que d e s p u é s - de la
m u e r t e de n u e s t r o c u e r p o n o q u e d a c o n s u i n d i v i -
d u a l i d a d y c o n c i e n c i a p r o p i a s á n u e s t a a l m a , es l o m i s -
m o q u e n e g a r r o t u n d a m e n t e su v i d a f u t u r a .
— 280—.
398. —3-° ^sTi;iestra a l m a c o n su i n d i v i d u a l i d a d y c o n -
c i e n c i a p r o p i a s , es capaz de s e g u i r v i v i e n d o p e r p e t u a -
m e n t e d e s p u é s de l a m u e r t e d e l c u e r p o . P o r o t r a
p a r t e , este m o d o de v i d a i n d i v i d u a l y c o n s c i e n t e es el
q u e ella n a t u r a l m e n t e apetece con.sus actos e l í c i t o s , y
el q u e se h a l l a r e c l a m a d o i m p e r i o s a m e n t e p o r los
a t r i b u t o s d i v i n o s , c o m o p u e d e verse c o n s i d e r a n d o u n
poco los a r g u m e n t o s q u e h e m o s a d u c i d o en las dos
t é s i s a n t e c e d e n t e s . L u e g o es c i e r t o y e v i d e n t e q u e
n u e s t r a a l m a c o n s e r v a r á s i e m p r e su i n d i v i d u a l i d a d
y c o n c i e n c i a p r o p i a s , c u a n d o se h a l l a s e p a r a d a del
cuerpo.
399. —4.0 N o e x i s t e ese E s p í r i t u u n i v e r s a l q u e fin-
g e n los p a n t e i s t a s , s e g ú n los cuales los e s p í r i t u s fini-
tos n o son s i n o c i e r t a s m a n e r a s de ser de la D i v i n i d a d
ó b i e n la D i v i n i d a d m i s m a , en c u a n t o l i m i t a d a y
c i r c u n s c r i t a bajo a q u e l l a d e t e r m i n a d a p a r t e d e l S é r ;
p u e s el p a n t e í s m o es u n e r r o r a b o m i n a b l e , c o m o
con a r g u m e n t o s e v i d e n t í s i m o s lo hemos d e m o s t r a -
d o e n la C o s m o l o g í a ( C . 73 y s i g u i e n t e s ) . L u e g o la
i n m o r t a l i d a d de n u e s t r a a l m a n o p u e d e c o n s i s t i r ,
c o m o s u e ñ a n los p a r t i d a r i o s de este e r r o r p e r n i c i o s o ,
en q u e n u e s t r a a l m a s i e m p r e t e n d r á en el seno de la
D i v i n i d a d la m i s m a r e a l i d a d de s i e m p r e a u n q u e bajo
u n a f o r m a n u e v a é i n c o n s c i e n t e ; p o r q u e el p a n t e í s m o
en q u e s e m e j a n t e d o c t r i n a e s t á f u n d a d a , es u n a b s u r -
do m a n i f i e s t o .
400. —Prueba de la 2.'1 p . — i . 0 E l a l m a h u m a n a es
capaz de s e g u i r v i v i e n d o p o r sí sola d e s p u é s de l a d i -
s o l u c i ó n de su c u e r p o . L u e g o en este e s t a d o debe ser
c o n s e r v a d a p o r el C r i a d o r ; p o r q u e la l e y g e n e r a l de
t o d a 1-a n a t u r a l e z a p e r p e t u a m e n t e o b s e r v a d a p o r D i o s
es, q u e en la d i s o l u c i ó n de t o d o c o m p u e s t o físico c a u -
sada p o r la a c c i ó n de los a g e n t e s c r i a d o s , c a d a u n o de
los e l e m e n t o s q u e d e a b a n d o n a d o á su p r o p i a s u e r t e .
— 281 —
401. — L o s c u e r p o s de los b r u t o s y de las p l a n t a s
no presentan una m a t e r i a convenientemente dispues-
t a p a r a q u e p u e d a ser a n i m a d a n a t u r a l m e n t e p o r el
a l m a h u m a n a ; p o r q u e cada a l m a , c o m o l i m i t a d a que
es en s u esencia, t i e n e t a m b i é n sus l í m i t e s n a t u r a l e s
en s u m a n e r a de i n f o r m a r la m a t e r i a y estos l í m i t e s
e s t á n d e t e r m i n a d o s p o r el c u e r p o h u m a n o ; e l c u a l
solo ofrece á n u e s t r a a l m a las c o n d i c i o n e s nece-
s a r i a s p a r a q u e p u e d a e j e r c e r t o d a s sus o p e r a c i o n e s ,
e l a b o r a n d o los f a n t a s m a s de la i m a g i n a c i ó n c o n a q u e l
g r a d o de p e r f e c c i ó n q u e se r e q u i e r e p a r a q u e p u e d a n
c o n c u r r i r á la p r o d u c c i ó n de las i d e a s .
402. —3.0 S i el a l m a h u m a n a e s t u v i e r a s u s t a n c i a l -
m e n t e u n i d a á a l g u n a p i e d r a , p l a n t a ó bestia, no po-
d r í a ejercer en ellas los actos m á s p r i n c i p a l e s , c u a -
les son los de e n t e n d e r , r a c i o c i n a r y q u e r e r c o n l i b e r t a d
de i n d i f e r e n c i a ; p o r q u e n i n g u n o de ellos se a d v i e r t e
en las p i e d r a s , n i e n las p l a n t a s , n i en las bestias.
L u e g o c o n t r a t o d a sana p r u d e n c i a h a r í a el C r i a d o r t a n
m o n s t r u o s o l i n a j e de u n i o n e s ; p o r q u e s i n m o t i v o n i
u t i l i d a d a l g u n a p o n d r í a á estas s u s t a n c i a s e s p i r i t u a l e s
en u n e s t a d o de n a t u r a l i m p o t e n c i a , i m p i d i é n d o l e s
d e s a r r o l l a r las f u e r z a s m á s n o b l e s y p r i n c i p a l e s q u e
les p e r t e n e c e n .
403. —4.0 A u n q u e se d i g a q u e el t a l e s t a d o se les d á
en p e n a de sus m a l a s acciones p a s a d a s , n o se e v i t a el
q u e t a l g é n e r o de u n i ó n sea a b s o l u t a m e n t e c o n t r a r i o
á la s a b i d u r í a d i v i n a . P o r q u e c o n t r a la s a b i d u r í a de
D i o s es d a r p o r pecados p e r s o n a l e s t a l g é n e r o de cas-
t i g o s , q u e n i p u e d e n s e v i r p a r a la e n m i e n d a d e l cas-
t i g a d o , n i c a u s a r en él n i n g u n a clase de t r i s t e z a ; p u e s
n i las p l a n t a s , n i las bestias, n i los h o m b r e s c o n o c e n
q u e e l p r i n c i p i o v i t a l ó a l m a q u e los a n i m a e s t á s u -
f r i e n d o e n ellos u n c a s t i g o , y asi, m a l s » p u e d e n a r r e -
p e n t i r ó t e n e r t r i s t e z a p o r ello,
— 282 —
404-—S-0 S i el estado p r e s e n t e de u n i ó n q u e t i e n e
n u e s t r a a l m a c o n s u c u e r p o f u e r a u n c a s t i g o de sus
c u l p a s a n t e r i o r e s , la t a l u n i ó n n o s e r í a n a t u r a l sino
v i o l e n t a ; - p o r q u e es p r o p i o de t o d a p e n a ser u n a cosa
v i o l e n t a y c o n t r a r i a á la n a t u r a l e z a de q u i e n la sufre.
Es a s í q u e la u n i ó n m e n c i o n a d a n o es v i o l e n t a á n u e s -
t r a n a t u r a l e z a s i n o p o r el c o n t r a r i o s u m a m e n t e aco-
m o d a d a á ella, c o m o lo p r u e b a el a m o r n a t u r a l q u e t o -
dos t e n e m o s á la v i d a y el h o r r o r t a m b i é n n a t u r a l con
q u e m i r a m o s t o d o s la m u e r t e . L u e g o la i n m o r t a l i d a d
de n u e s t r a a l m a n o c o n s i s t e en la s é r i e n u n c a i n t e -
r r u m p i d a de e n c a r n a c i o n e s , y r e e n c a r n a c i o n e s q u e
fingen los p i t a g ó r i c o s h o y d i a , c o n o c i d o s c o n el n o m -
b r e de espiritistas.
405.—6.° L a s r e e n c a r n a c i o n e s m e n c i o n a d a s n o son
c o n v e n i e n t e p r e m i o p a r a los b u e n o s n i c a s t i g o s u f i -
c i e n t e p a r a los m a l o s . P o r q u e la p r á c t i c a de la v i r t u d
e n m e d i o de las b a t a l l a s c o n t i n u a s q u e s u s c i t a la con-
c u p i s c e n c i a c o n t r a la r a z ó n , es u n a m u e r t e c o n q u e
t o d o s los d i a s d o l o r o s a m e n t e m u e r e n ios b u e n o s á la
v i d a de los s e n t i d o s y p o r c o n s i g u i e n t e l l e v a c o n s i g o
g r a n d í s i m a s gongojas y m u c h í s i m a s penalidades. Por
d o n d e d a r p o r p r e m i o de las b u e n a s acciones p r a c t i -
cadas d u r a n t e u n a e n c a r n a c i ó n las penas y f a t i g a s q u e
p o r f u e r z a se h a n de a r r o s t r a r en la s i g u i e n t e , es u n a
verdadera irrisión y una burla absolutamente contra-
r i a á la d i v i n a s a b i d u r í a . A s i m i s m o s e ñ a l a r c o m o cas-
t i g o de los v i c i o s c o n t r a i d o s d u r a n t e u n a e n c a r n a c i ó n
el t e n e r q u e r e e n c a r n a r s e de n u e v o , es c o m o i n c i t a r á
los m a l v a d o s á q u e los m u l t i p l i q u e n s i n cesar. Porq.ue
los h o m b r e s de esta especie t i e n e n p u e s t a t o d a s u fe-
l i c i d a d en los p l a c e r e s de l a c a r n e g o z a d o s en esta v i d a ;
y a s í n o p u e d e n v e r en las d i v e r s a s r e e n c a r n a c i o n e s
s i n o o t r o s t a n t o s i n s t r u m e n t o s p a r a e n t r e g a r s e de
n u e v o á sus v i c i o s .
— 283 —
406. —y.6 L a d o c t r i n a s o b r e d i c h a d e s t r u y e l a dife-
r e n c i a esencial q u e e x i s t e e n t r e los c u a t r o . r e i n o s de la
n a t u r a l e z a ; y a s í p o r esta p a r t e c o n v i e n e c o n la p r o -
c l a m a d a c o n los p o s i t i v i s t a s y m a t e r i a l i s t a s . P o r q u e
si las a l m a s h u m a n a s s o n c o n d e n a d a s á f o r m a r el
p r i n c i p i o c o n s t i t u t i v o y esencial de las p i e d r a s y el
v i t a l , t a n t o de las p l a n t a s c o m o de las bestias y de los
h o m b r e s ; la c o n s e c u e n c i a n a t u r a l q u e de a q u í s e d e s -
p r e n d e , es q u e las p i e d r a s , las p l a n t a s , las bestias y los
h o m b r e s n o se d i s t i n g u e n s u s t a n c i a l m e n t e y q u e en el
m u n d o n o h a y s i n o m a t e r i a a n i m a d a de u n a c i e r t a
f u e r z a d i v e r s a m e n t e m o d i f i c a d a , q u e es l o q u e a f i r m a n
los p r o c l a m a d o r e s d e l p o s i t i v i s m o y d e l m a t e r i a l i s m o .
407. —8.° F i n a l m e n t e , e n la h i p ó t e s i s m e n c i o n a d a
n o s o t r o s d e b e r í a m o s t e n e r c o n c i e n c i a de los actos es-
p i r i t u a l e s p r o d u c i d o s p o r n u e s t r a a l m a en las e n c a r -
.naciones a n t e r i o r e s . P o r q u e la m u e r t e n o d e b e r í a ser
en t a l caso s i n o c o m o u n a c i e r t a especie de l e t a r g o ;
p a s a d o el c u a l , se r e a n u d a r í a en n u e s t r a c o n c i e n c i a
l a v i d a d e l t i e m p o q u e la h a y a p r e c e d i d o c o n l a d e l
q u e le s u b s i g a . A h o r a b i e n ; t o d o l o c o n t r a r i o se v e r i -
fica en n o s o t r o s , c o m o lo- p u e d e n o t a r cada u n o c o n -
s u l t a n d o s u p r o p i a e x p e r i e n c i a . L u e g o la s o b r e d i c h a
d o c t r i n a , p o r d o n d e q u i e r a q u e se l a m i r e , es m a n i -
fiestamente absurda.
408. — D i c e n los e s p i r i t i s t a s : i.0 S i n la d o c t r i n a p i -
t a g ó r i c a ¿ c ó m o e x p l i c a r los m a l e s y t r a b a j o s q u e pasa
el a l m a h u m a n a u n i d a a l cuerpo? 2.* ¿ C ó m o e x p l i c a r
: t a m b i é n las m u c h a s h a b i l i d a d e s q u e t r a e n a l m u n d o
a l g u n o s h o m b r e s desde el m i s m o v i e n t r e de sus m a -
dres? 3.0 D i o s t e n d r í a q u e e s t a r c r i a n d o a l m a s á cada
m o m e n t o y s i r v i e n d o n o pocas veces á las i n i q u i d a d e s
de los h o m b r e s .
40^.—Respuesta.—Estos s o n u n o s a r g u m e n t o s v a -
n í s i m o s que no prueban nada absolutamente. E l
-284-
primero p r o c e d e de s u p o n e r con, P i t á g o r a s y P l a t ó n
q u e n u e s t r a a l m a e s t á u n i d a á su c u e r p o c o m o el g i -
nete á s u c a b a l l o y el p i l o t o á su n a v i o y n o p o r v í a de
f o r m a s u s t a n c i a l s u y a y f o r m a n d o u n solo s é r físico
c o n é l . P o r q u e solo en este s u p u e s t o es p o s i b l e c o n s i -
d e r a r á n u e s t r o c u e r p o c o m o la m a z m o r r a en q u e
e s t á e n c e r r a d a n u e s t r a a l m a p o r los pecados pasados.
Mas esta es u n a d o c t r i n a falsa; p o r q u e la u n i ó n d e l
a l m a h u m a n a c o n su c u e r p o es n a t u r a l y n o v i o l e n t a ,
c o m o q u e d a p r o b a d o m á s a r r i b a . F u e r a de q u e n i a u n
s i r v a s i q u i e r a p a r a e x p l i c a r los d o l o r e s y t r a b a j o s so-
b r e d i c h o s . P o r q u e si f u e r a v e r d a d q u e n u e s t r a a l m a
es u n e s p í r i t u caído de su antigua dignidad y c o n d e n a -
do á e x p i a r e n este c u e r p o c o r r u p t i b l e los d e l i t o s de
o t r a v i d a a n t e r i o r ; lo ú n i c o q u e le p o d r í a c a u s a r d o -
l o r y t r i s t e z a s e r í a el verse e n c e r r a d a y c a u t i v a en
el c u e r p o , p e r o n o las p e r c e p c i o n e s q u e a d q u i e r e por.
m e d i o de los s e n t i d o s . P o r q u e n i n g u n a de estas p e r -
cepciones p o d r í a e n v o l v e r r a z ó n de mal p a r a ella s i n o
t o d a s p o r e l c o n t r a r i o r a z ó n de bien, s i e n d o b u e n o
p a r a u n e s p í r i t u el c o n o c e r la e x i s t e n c i a de las cosas
y n o t e n d i e n d o de s u y o este c o n o c i m i e n t o á o t r o fin
q u e el de, p r o p o r c i o n a r l e la n o t i c i a de u n a cosa q u e
ella i g n o r a b a .
410.—Los r e f e r i d o s d o l o r e s y p e n a l i d a d e s de n u e s -
t r a a l m a se e x p l i c a n f a c i l í s i m a m e n t e c o n la d o c t r i n a
v e r d a d e r a de q u e n u e s t r a a l m a f o r m a en el c u e r p o u n
c o m p u e s t o físico n a t u r a l y no v i o l e n t o , accesible á los
agentes de la n a t u r a l e z a , c o n los cuales se h a l l a en co-
m u n i c a c i ó n c o n t i n u a y q u e son capaces de d e s t r u i r l o
con sus a c c i o n e s d a ñ i n a s . De esta s u e r t e , c o m o c i e r -
tas acciones de d i c h o s a g e n t e s t i e n d e n de s u y o á des-
h a c e r el c o m p u e s t o h u m a n o ó á p r e p a r a r p o r l o m é n o s
su d e s c o m p o s i c i ó n ; p o r esta causa las tales acciones
c o n t i e n e n r a z ó n de mad p a r a él y p o r lo t a n t o le c a u -
—285 —
san d o l o r y t r i s t e z a . N o es el a l m a sola la q u e sufre y
p a d e c e s i n o e l hombre ó sea el c o m p u e s t o n a t u r a l de
a l m a y c u e r p o ; y á este c o m p u e s t o el s u f r i m i e n t o y el
d o l o r le son n a t u r a l e s , c o m o le es n a t u r a l l a c o r r u p -
c i ó n y la m u e r t e á q u e c o n d u c e n m á s ó m e n o s r e m o -
t a m e n t e las acciones c a u s a d o r a s de las p e n a s .
411. — A l segiindo d e c i m o s q u e las h a b i l i d a d e s ex-
t r a o r d i n a r i a s de a l g u n o s n i ñ o s , c o m o el t o c a r el p i a n o
c o n m u c h a f a c i l i d a d , el i n v e n t a r piezas de m ú s i c a s u -
m a m e n t e d i f í c i l e s á u n p a r a los g r a n d e s m a e s t r o s y
o t r a s cosas p a r e c i d a s , n o son reminiscencias d é l a c i e n -
cia a d q u i r i d a en las r e e n c a r n a c i o n e s p a s a d a s , ' s i n o
aptihides naturales o r i g i n a d a s de la p a r t i c u l a r y e x -
t r a o r d i n a r i a d i s p o s i c i ó n de los ó r g a n o s c o r p o r a l e s á
q u e e s t á u n i d a s u s t a n c i a l m e n t e el a l m a h u m a n a . Y a
hemos visto que nuestras potencias sensitivas son or-
g á n i c a s y q u e n u e s t r a i n t e l i g e n c i a e n la p r o d u c c i ó n y
á u n e n el uso de sus ideas, d e p e n d e d é l a s r e p r e s e n t a -
ciones i m a g i n a r i a s . P o r c o n s i g u i e n t e l a d e l i c a d e z a
d e l o r g a n i s m o i n f l u y e de u n a m a n e r a d i r e c t a en las
f u n c i o n e s de l a i m a g i n a c i ó n y de u n m o d o i n d i r e c t o
en las de la i n t e l i g e n c i a . S i las tales h a b i l i d a d e s f u e -
r a n reminiscencias de o t r a v i d a a n t e r i o r , n o d e b e r í a n
ser t a n r a r a s y e s t r a o r d i n a r i a s ; s i n o l o n a t u r a l y o r -
d i n a r i o s e r í a q u e c a d a u n o v i n i e s e c o n los c o n o c i -
m i e n t o s a d q u i r i d o s en las e n c a r n a c i o n e s a n t e r i o r e s y
n o c o n la i g n o r a n c i a q u e t o d o s t r a e n a l n a c e r .
412. — E l a r g u m e n t o tercero es u n a n e c e d a d . T a n t o
c u e s t a á D i o s u n i r n u e v a m e n t e el a l m a á u n c u e r p o
c o m o c r e a r l a de la n a d a . P o r c o n s i g u i e n t e el h a l l a r
d i f i c u l t a d en q u e D i o s e s t á c r i a n d o a l m a s c o n t i n u a -
m e n t e , es i g n o r a r p o r c o m p l e t o h a s t a los r u d i m e n t o s
de la F i l o s o f í a . D i o s ejecuta t o d o c u a n t o a h o r a se p r o -
d u c e e n e l m u n d o , en v i r t u d de u n d e c r e t o ú n i c o q u e
f o r m ó s i n n i n g ú n t r a b a j o en su e t e r n i d a d i n c o n m e n -
-286-
s u f a b l e . C r i a c o n s u i n f i n i t o p o d e r las a l m a s q u e h a n
de ser u n i d a s á los c u e r p o s e n g e n d r a d o s p o r h o m b r e s
p e c a d o r e s , c o m o h a c e n a c e r el t r i g o q u e r o b a e l l a d r ó n
y l o s i e m b r a en s u c a m p o p a r a r e c o g e r d e s p u é s la
cosecha. Es d e c i r q u e en tales casos el C r i a d o r d á s u
c u r s o o r d i n a r i o á l a a c c i ó n de la n a t u r a l e z a , q u e en s í
es b u e n a ; solo q u e p r o h i b e c o n sus leyes s a n t í s i m a s
p r o d u c i r d i c h a a c c i ó n en c i r c u n s t a n c i a s r e p r o b a d a s
p o r la r a z ó n y c a s t i g a c o n s e v e r i s i m a s p e n a s en esta ó
e n l a o t r a v i d a á los i n f r a c t o r e s de estas leyes. O b r a r
de o t r a m a n e r a a n t e s s e r í a p a t r o c i n a r e l v i c i o q u e cas-
t i g a r l o ; p u e s t o q u e entonces n o s a l d r í a á l a l u z d e l
m u n d o el f r u t o d e l p e c a d o q u e a h o r a a p a r e c e n a t u -
r a l m e n t e c o n d e s h o n r a y h u m i l l a c i ó n de los q u e l o
han cometido.
413.—Prueba de la y.* />.—Esta es u n a c o n s e c u e n c i a
necesaria de las dos a n t e r i o r e s . P o r q u e , si n u e s t r a -
a l m a d e s p u é s d e s e p a r a d a d e l c u e r p o h a de c o n s e r v a r
s i e m p r e su i n d i v i d u a l i d a d y conciencia p r o p i a s y é s t o
n o l o h a de o b t e n e r p a s a n d o de ' u n c u e r p o á o t r o , es
c l a r o q u e h a de p e r m a n e c e r s e p a r a d a de la m a t e r i a
h a s t a q u e D i o s t e n g a p o r c o n v e n i e n t e d i s p o n e r de ella
en o t r a f o r m a . A h o r a b i e n , s a b e m o s p o r la fe q u e u n
d i a h a de ser r e u n i d a á s u a b a n d o n a d o c u e r p o p a r a
n o s e p a r a r s e de él j a m á s , y este d i a s e r á el de la r e -
s u r r e c c i ó n u n i v e r s a l . L u e g o etc.
CAPÍTULO VI.
li)e la esencia metafísica del alma humana.

414. — P o r el n o m b r e de esencia e n t e n d e m o s , como_


d e c í a m o s e n la O n t o l o g i a ( O . 13), la raiz primera de
todo cuanto existe en un sér ó es propio suyo. L a esen-
cia s e r á f í s i c a ó metafísica, s e g ú n q u e la s u p o n g a m o s
en el o r d e n f í s i c o y e n t e r a m e n t e i n d e p e n d i e n t e de
n u e s t r o s p e n s a m i e n t o s ó en e l m e t a f í s i c o y d e p e n d i e n . -
te de n u e s t r o e n t e n d i m i e n t o en c u a n t o á s u m a n e r a
de e x i s t i r i d e a l y a b s t r a c t a ( O . 13.) De a q u í e l q u e l a
esencia m e t a f í s i c a suela d e f i n i r s e : aquello que nosotros
racionalmente concebimos como la primera raiz y puente
de todas las propiedades de un sér cualquiera.
415. — L a esencia m e t a f í s i c a d e l a l m a h u m a n a u n o s
la c o l o c a n en la s i m p l i c i d a d , o t r o s c o n L o c k e en l a f a -
c u l t a d de p e n s a r , o t r o s c o n Descartes en e l a c t u a l
p e n s a m i e n t o , o t r o s c o n R o t h e n f l u e en la a c t i v i d a d
i n t r í n s e c a . N i n g u n a d e , estas o p i n i o n e s s i n e m b a r g o
es a d m i s i b l e ; p u e s la v e r d a d e r a esencia m e t a f í s i c a de
nuestra alma consiste, c o m o e n s e ñ a b a n m u y bien los
e s c o l á s t i c o s , en ser u n a s u s t a n c i a e s p i r i t u a l i n c o m -
p l e t a . E s t o es lo q u e n o s o t r o s v a m o s á d e m o s t r a r e n
las d o s p r o p o s i c i o n e s s i g u i e n t e s .
PROPOSICION PRIMERA.

La esencia metajisica del alma humana no consiste, n i


en la simplicidad, n i en la facultad de pensar, n i en el
actual pensamiento, n i en la .actividad intrínseca.

416. —Prueba de la 1 . ' p.-—La s i m p l i c i d a d la t i e n a


c o m ú n el a l m a h u m a n a : i.0 c o n los p u n t o s m a t e m á -
t i c o s : 2.0 c o n las a l m a s de las bestias, si son s i m p l e s ;
3.0 c o n los e s p í r i t u s p u r o s y n o o r d e n a d o s de s u y o á i n -
f o r m a r m a t e r i a a l g u n a ; 4.0 c o n el m i s m o D i o s , e l c u a l
es a b s o l u t a m e n t e s i m p l e . Es a s í q u e l o q u e c o n s t i -
t u y e la esencia m e t a f í s i c a de n u e s t r a a l m a , n o p u e d e
ser c o m ú n á ella y á o t r a clase de seres, s i n o q u e le
debe c o n v e n i r á ella sola p a r a q u e la d i s t i n g a de t o -
das las d e m á s esencias. L u e g o la esencia m e t a f í s i c a
de n u e s t r a a l m a n o p u e d e ser c o l o c a d a en s u s i m -
plicidad.
417. —Prueba de la 2.* p . — Si b a j o el n o m b r e de peh-
samiento c o m p r e n d e m o s t a m b i é n las p e r c e p c i o n e s
s e n s i t i v a s ; la f a c u l t a d de p e n s a r c o n v e n d r á , n o solo
al a l m a h u m a n a , s i n o t a m b i é n á la de las bestias. Sá
p o r el c o n t r a r i o e n t e n d e m o s c o n este n o m b r e la fa-
c u l t a d de p e r c i b i r l a s esencias de las cosas; en esto n o
se d i f e r e n c i a el a l m a h u m a n a de los e s p í r i t u s p u r o s y
d e l m i s m o s D i o s , p o r q u e t o d o s ellos sen capaces de
e n t e n d e r las esencias d i c h a s . L u e g o t a m p o c o en la
s i m p l e c a p a c i d a d de p e n s a r p u e d e ser c o l o c a d a l a
esencia m e t a f í s i c a ó el c a r á c t e r d i s t i n t i v o y p r i m a r i o
de n u e s t r a a l m a , p o r q u e esta es u n a p r o p i e d a d co-
m ú n á n u e s t r a a l m a y á o t r o s seres.
418. — P o d r í a e n t e n d e r s e p o r f a c u l t a d de p e n s a r la
potencia de entender por discursos. E n este s e n t i d o la
tal facultad e x p r e s a r í a u n c a r á c t e r propio y distintivo
-289 —
d e l a l m a h u m a n a , p e r o n o t l p r i H i é r o en eí o r d e n de
la r e a l i d a d ; l o c u a l s i n e m b a r g o se necesita p a r a q u e
á u n a cosa se le d é el n o m b r e deesencia metafísica. E n
efecto; n u e s t r a a l m a e n t i e n d e p o r m e d i o de c o n c e p -
tos d i s c u r s i v o s , p o r q u e p o r r a z ó n de su i n m a t e r i a l i -
d a d i m p e r f e c t a d e p e n d e n a t u r a l m e n t e de la f a n t a s í a
en el m o d o de p r o d u c i r sus ideas. De a q u í le r e s u l t a
el n o p o d e r r e p r e s e n t a r s e las cosas s i n o bajo a q u e l
a s p e c t o l i m i t a d o y c i r c u n s c r i t o q u e le ofrecen las r e -
p r e s e n t a c i o n e s i m a g i n a r i a s y el t e n e r q u e j u n t a r en
u n o s v á r i o s c o n c e p t o s r e l a t i v o s a u n a m i s m a cosa p a r a
p o d e r l a e n t e n d e r p e r f e c t a m e n t e , lo c u a l h a c e m o s c o n
los j u i c i o s y r a c i o c i n i o s . L u e g o esta i n m a t e r i a l i d a d
i m p e r f e c t a q u e es p r e c i s a m e n t e l o q u e d e s i g n a m o s
c o n las p a l a b r a s « s u s t a n c i a e s p i r i t u a l i n c o m p l e t a » , y
no la s i m p l e f a c u l t a d de e n t e n d e r p o r d i s c u r s o s , es lo
q u e c o n s t i t u y e la esencia m e t a f í s i c a d e l a l m a h u m a -
n a . P o r q u e el m o d o d e q b r a r e s u n efecto m e t a f í s i c o d e l
m o d o de ser y p o r c o n s i g u i e n t e la m e n c i o n a d a f a c u l -
t a d se d e r i v a de la i m p e r f e c t a e s p i r i t u a l i d a d en el
m o d o de ser de n u e s t r a a l m a .
419.—Quizas p r e g u n t a r á a l g u n o : ¿ C ó m o p u e s d e f i -
n i m o s al h o m b r e d i c i e n d o q u e es un animal racional
ó discursivo? L a r e s p u e s t a q u e se debe d a r á esta
p r e g u n t a , es q u e n o s o t r o s n o c o n o c e m o s las esencias
de los seres s i n o p o r m e d i o de sus a c c i o n e s , ' y p o r l o
t a n t o es n a t u r a l q u e d e f i n a m o s a l h o m b r e e n u m e r a n -
d o sus dos c a r a c t e r e s p r o p i o s de s e n t i r y r a c i o c i n a r .
P e r o en la c u e s t i ó n r e l a t i v a á la esencia m e t a f í s i c a de
n u e s t r a a l m a , la c u a l es, no u n ser p r o p i a m e n t e , s i n o
un elemento c o n s t i t u t i v o del s é r h u m a n o , t r a t a m o s
y a de a v e r i g u a r q u é cosa sea a q u e l l a p o r la c u a l esta
a l m a es f u e n t e d e l t a l g é n e r o de acciones, y a s í n o nos
p o d e m o s c o n t e n t a r d i c i e n d o q u e el a l m a h u m a n a es
u n a s u s t a n c i a « e s p i r i t u a l d i s c u r s i v a » s i n o q u e nos

Psicología, 19
— 2gó -
debemos r e m o n t a r m á s a r r i b a s e ñ a l a n d o la r a z ó n
p o r q u e u s a d e d i s c u r s o s ; r a z ó n q t í e n o es o t r a s i n o
su espiritualidad i n c o m p l e t a .
420. —Prueba de la y.* p . — i . 0 E l p e n s a m i e n t o a c t u a l
n o es esencial á n u e s t r a a l m a , c o m o l o d e j a m o s p r o -
b a d o m á s a r r i b a (251). L u e g o n o p u e d e c o n s i s t i r en
él s u esencia m e t a f í s i c a . 2 ° A u n q u e el p e n s a m i e n t o
a c t u a l f u e r a esencial á n u e s t r a a l m a , t o d a v í a n o p o -
d r í a m o s c o l o c a r en él la esencia m e t a f í s i c a en cues-
t i ó n ; y a p o r q u e , en t a l caso esta p r o p i e d a d s e r í a d é l a
m i s m a m a n e r a esencial á los e s p í r i t u s p u r o s y l o es
de h e c h o a l C r i a d o r , y p o r c o n s i g u i e n t e n o c o n v e n d r í a
á n u e s t r a a l m a sola; y a t a m b i é n p o r q u e , s i e n d o el
pensamiento d i c h o u n acto d e l a l m a , t e n d r í a m o s que
s u b i r c o n la c o n s i d e r a c i ó n á l a n a t u r a l e z a d e esta
m i s m a a l m a p a r a v e r p o r q u é el t a l p e n s a m i e n t o le h a -
b í a de ser esencial; y p o r l o t a n t o el p e n s a m i e n t o ac-
t u a l n o s e r í a y a l a r a i z y f u e n t e p r i m e r a de t o d a s las
d e m á s p r o p i e d a d e s de nuestra a l m a . L u e g o . . .
421. —Prueba de ^ 4 . * p . — : . • L a a c t i v i d a d i n t r í n s e c a
c o n v i e n e n o solo á n u e s t r a a l m a s i n o t a m b i é n á t o d o s
los e s p í r i t u s en g e n e r a l , á las a l m a s de los b r u t o s y
á u n á los m i s m o s c u e r p o s ; p u e s t o q u e t o d a s u s t a n c i a
c r i a d a , sea e s p i r i t u a l , sea c o r p ó r e a , debe e s t a r a d o r -
n a d a de v i r t u d i n t r í n s e c a p a r a e j e c u t a r t o d a s a q u e l l a s
acciones c o n las c u á l e s h a de m o v e r s e h a c i a s u fin
n a t u r a l é i n t r í n s e c o , q u e ella debe b u s c a r en el U n i -
v e r s o . L u e g o t a m p o c o en esta a c t i v i d a d p o d e m o s
c o l o c a r l a esencia m e t a f í s i c a d e l a l m a h u m a n a ; p o r -
q u e la p e r f e c c i ó n c o n s t i t u t i v a de s u esencia m e t a f í s i -
ca debe ser p r o p i a y e x c l u s i v a de ella sola. 2.0 A u n q u e
la a c t i v i d a d e n u n c i a d a f u e r a p r o p i a y e x c l u s i v a d e
n u e s t r a a l m a , t o d a v í a n o p o d r í a ser ella la esencia
m e t a f í s i c a de n u e s t r a a l m a . P o r q u e la a c t i v i d a d es
u n a c i e r t a c o l e c c i ó n de f u e r z a s y p o r l o t a n t o debe
- 2 9 Í -
e á t a r r a d i c a d a y f u n d a d a en o t r o p r i n c i p i o m á s a l t o ,
q u e sea su f u e n t e y r a i z p r i m e r a . L u e g o este p r i n c i -
p i o , y n o la a c t i v i d a d d i c h a , s e r í a el c o n s t i t u t i v o de
la esencia m e t a f í s i c a q u e nos o c u p a .

PROPOSICION SEGUNDA.

L a esencia metafísica dei alma humana consiste en su


espiritualidad imperfecta, ó sea en que nuestra alma
es una sustancia espiritual incompleta, ordenada
de suyo á formar juntamente con la materia por
ella animada ima sustancia física completa.

422.—Demostración.—Nuestra a l m a , en c u a n t o sus-
t a n c i a , se d i s t i n g u e de t o d o s ios a c c i d e n t e s : en c u a n t o
s u s t a n c i a e s p i r i t u a l , es f u e n t e y r a i z de t o d a s las p o -
t e n c i a s e s p i r i t u a l e s q u e le p e r t e n e c e n y a s í se d i s t i n -
g u e d e l a l m a de los b r u t o s y d e l p r i n c i p i o v i t a l de las
p l a n t a s : en c u a n t o s u s t a n c i a e s p i r i t u a l y o r d e n a d a
de s u y o á a n i m a r la m a t e r i a f o r m a n d o c o n ella u n a
sola s u s t a n c i a c o m p l e t a , se d i s t i n g u e de los e s p í r i t u s
p u r o s , los cuales son s u s t a n c i a s e s p i r i t u a l e s c o m p l e t a s
é i n c a p a c e s de a n i m a r m a t e r i a a l g u n a , y es a d e m a s
f u e n t e a s í de t o d a s las f a c u l t a d e s sensitivas c o m o
de l a m a n e r a de e n t e n d e r p o r d i s c u r s o s , q u e n a t u r a l -
mente compete á nuestro entendimiento á diferencia
de las i n t e l i g e n c i a s a n g é l i c a s . Pues p o r q u e n u e s t r a
a l m a es de s u y o f o r m a s u s t a n c i a l d e l c u e r p o h u m a n o ,
no p u e d e n a t u r a l m e n t e f o r m a r sus ideas s i n o m e -
d i a n t e el i n f l u j o de los f a n t a s m a s de la i m a g i n a c i ó n ;
y t i e n e p o r o b j e t o de la i n t e l i g e n c i a , n o lo e s p i r i t u a l
p u r o c o m o las i n t e l i g e n c i a s a n g é l i c a s , s i n o l o e s p i r i -
t u a l m e z c l a d o de a l g u n a m a t e r i a l i d a d , lo c u a l y a
q u e d a d e m o s t r a d o en los c a p í t u l o s a n t e r i o r e s . L u e g o
l a r a z ó n f o r m a l de su s u b s t a n c i a l i d a d e s p i r i t u a l i n -
c o m p l e t a la d i s t i n g u e p o r u n a p a r t e de t o d o s los
d e m á s seres p e r t e n e c i e n t e s á o t r a s especies, y p o r o t r a
c o n t i e n e en s í la r a i z y p r i n c i p i o f u n d a m e n t a l de
t o d a s c u a n t a s p r o p i e d a d e s p e r t e n e c e n al a l m a h u m a -
n a , y en ella p o r l o t a n t o debe ser c o l o c a d a la esencia
m e t a f í s i c a que a h o r a nos ocupa.
E s t o n o s c o n d u c e á t r a t a r de n u e s t r a a l m a bajo
el aspecto r e l a t i v o de f o r m a s u s t a n c i a l de la m a t e r i a
y d e l g é n e r o de u n i ó n q u e t i e n e c o n e l l a , l o c u a l p e r -
tenece y a á la s e g u n d a p a r t e de este t r a t a d o .
SEGUNDA PARTE.

DEL ALMA H1IIAM RELATI?AMENTE CONSIDERADA,

4 2 3 . ^ M i r a d a el a l m a h u m a n a bajo u n aspecto re-


l a t i v o nos ofrece las c u e s t i o n e s s i g u i e n t e s : r.a ¿ C u á l
es el g e n e r o de u n i ó n q u e la t i e n e u n i d a a l cuerpo?
2. a ¿ Q u é clase de i n f l u j o d e l a l m a en el c u e r p o y d e l
c u e r p o en el a l m a l l e v a c o n s i g o l a u n i ó n sobredicha?
3. a ¿ C u á l es el o r i g e n d e l a l m a h u m a n a y el d e i c o m -
p u e s t o f í s i c o l l a m a d o hombre, q u e r e s u l t a de su u n i ó n
c o n la m a t e r i a ? 4.a ¿ C u á n d o h a s i d o c r i a d a el a l m a
h u m a n a y desde q u é t i e m p o v i e n e n e x i s t i e n d o los
h o m a r e s s o b r e la T i e r r a ? 5.a F i n a l m e n t e ¿ p o r q u é
m e d i o s llega á f o r m a r el a l m a h u m a n a sus p e n s a -
m i e n t o s ? ó en o t r o s t é r m i n o s , ¿ c u á l es es el o r i g e n de
n u e s t r a s ideas? P a r a r e s p o n d e r á estas c u e s t i o n e s ,
d i v i d i r e m o s la m a t e r i a de esta s e g u n d a p a r t e en
los c i n c o c a p í t u l o s s i g u i e n t e .
—294

CAPÍTULO PRIMERO.
De la unión del alma humana con
el cuerpo.

P a r a p r o c e d e r c o n la c l a r i d a d d e b i d a en esta i m -
p o r t a n t e m a t e r i a , e x p o n d r e m o s p r i m e r a m e n t e las
d i f e r e n t e s clases de u n i ó n , d e s p u é s h a r e m o s v e r c u á l
de ellas es la q u e debe a f i r m a s e d e l a l m a h u m a n a
en la c u e s t i ó n p r e s e n t e ; lo c u a l e j e c u t a d o , r e f u t a r e -
m o s las falsas d o c t r i n a s e n s e ñ a d a s p o r los d i v e r s o s
a u t o r e s en esta p a r t e y d e f e n d e r e m o s la v e r d a d e r a .
F i n a l m e n t e , e x a m i n a r e m o s las cuestiones r e l a t i v a s
a s í a l n ú m e r o de f o r m a s s u s t a n c i a l e s d e l c u e r p o h u -
m a n o como al l u g a r ó asiento que ocupa nuestra
a l m a en el c u e r p o . Á este fin d i v i d i r e m o s la m a t e r i a
en los a r t í c u l o s s i g u i e n t e s .

ARTICULO PRIMERO.

N o c i ó n de la u n i ó n y sus diferentes especies.

, 4 2 4 . * - ^ ^ i o n es aqiigllo por lo cual de diversos ele-


menlos residía un solo sórl A s í , p o r e j e m p l o , de la u n i ó n
de d i f e r e n t e s s o l d a d o s bajo l a d i r e c c i ó n de u n jefe
r e s u l t a u n e j é r c i t o ; de la de v á r i a s p i e d r a s colocadas
j u n t a m e n t e , u n m e n t ó n ; de la d e l a l m a y d e l c u e r p o
h u m a n o , u n solo h o m b r e .
L a s d i f e r e n t e s clases de u n i ó n p o r f u e r z a d e b e n
c o r r e s p o n d e r á las d i v e r s a s clases de u n i d a d c o m -
p u e s t a ; p u e s t o q u e , en los seres c o m p u e s t o s de d i f e -
--295-
r e n t e s e l e m e n t o s , l a f o r m a de d o n d e r e s u l t a l a u n i d a d
es l a u n i ó n , y los e l e m e n t o s m i s m o s c o n s t i t u y e n la
m a t e r i a . A h o r a b i e n , l a u n i d a d c o m p u e s t a p u e d e ser
moral y similitudinaria 6 física y real. L a p r i m e r a es
a q u e l l a en q u e el s é r l l a m a d o u n o es simplemente múl-
tiple, y solo se d i c e u n o en u n c i e r t o s e n t i d o q u e i m i t a
de alg-un m o d o la u n i d a d f í s i c a y v e r d a d e r a á causa
d e c i e r t a c o m u n i d a d , y a sea de l u g a r , y a de fin, y a
de t e n d e n c i a , c o n q u e se h a l l a n r e l a c i o n a d o s d i v e r s o s
seres c o m p l e t o s cada u n o en su n a t u r a l e z a y p o r c o n -
s i g u i e n t e a c r e e d o r e s al n o m b r e de supuestos ó s u s t a n -
cias c o m p l e t a s . T a l e s 'son, p o r e j e m p l o , u n mo7iton
de p i e d r a s , u n ejército, u n a casa, u n a Jamüia, u n a
república. L a s e g u n d a p o r el c o n t r a r i o es a q u e l l a en
q u e el s é r l l a m a d o m ú l t i p l e es simplemente uno, y solo
se d i c e m ú l t i p l e , en c u a n t o q u e i m i t a la m u l t i p l i c i d a d
v e r d a d e r a á causa de los d i v e r s o s e l e m e n t o s de q u e
e s t á c o m p u e s t o ; los cuales n o son p r o p i a m e n t e seres
ó s u s t a n c i a s c o m p l e t a s , c o m o se r e q u i e r e p a r a l a m u l -
t i p l i c i d a d v e r d a d e r a , sino partes d i s t i n t a s de u n solo
s é r . De a q u í es q u e t o d a s las d i v e r s a s p a r t e s d e l s é r
r e a l y v e r d a d e r a m e n t e u n o p a r t i c i p a n de u n a m i s m a
r a z ó n de s é r ; de f o r m a q u e el s é r de la u n a n o es
r e a l m e n t e d i s t i n t o d e l s é r de la o t r a ; p o r q u e de l o
c o n t r a r i o y a en r e a l i d a d de v e r d a d s e r í a n d i f e r e n t e s
seres ó s u s t a n c i a s c o m p l e t a s y n o f o r m a r í a n s i n o
c i e r t a u n i d a d s i m i l i t u d i n a r i a . E j e m p l o de u n i d a d v e r -
d a d e r a n o s o f r e c e n los seres de la n a t u r a l e z a , los
cuales t i e n e n v e r d a d e r a u n i d a d y clan con ella f u n -
d a m e n t o á la i n t e l i g e n c i a h u m a n a p a r a q u e , c o n c i -
b i é n d o l o s de u n a m a n e r a a b s t r a c t a , a d q u i e r a el c o n o -
c i m i e n t o de sus esencias m e t a f í s i c a s . A s í , p o r e j e m p l o ,
t i e n e n v e r d a d e r a u n i d a d física el hombre, el caballo,
ol peral, c l o r o , el mármol, etc., los cuales son o t r a s
t a n t a s esencias c o n c r e t a s c r i a d a s p o r D i o s c o n f o r m e
— 296—
á s u s - d i v i n o s e j e m p l a r e s y c o n s t a n de d i v e r s o s ele-
m e n t o s , c u y a n a t u r a l e z a i n t r í n s e c a y esencial es ser
partes constitutivas d e u n /oc/o físico y r e a l m e n t e u n o
y no sustancias completas.
425.—La u n i d a d física r e s u l t a n t e de la c o m p o s i c i ó n
n u e v a m e n t e se d i v i d e en sustancial y accidental, s e g ú n
q u e los e l e m e n t o s c o n s t i t u y e n t e s sean s u s t a n c i a s i n -
c o m p l e t a s y o r d e n a d a s d e s u y o á f o r m a r u n a sola
s u s t a n c i a c o m p l e t a , ó p o r el c o n t r a r i o u n o d e estos
e l e m e n t o s sea y a en si u n a s u s t a n c i a c o m p l e t a , y los
o t r o s sean m e r o s a c c i d e n t e s s u y o s . A s í , p o r e j e m p l o ,
el hombre t i e n e u n i d a d s u s t a n c i a l ; p o r q u e sus e l e m e n -
tos c o m p o n e n t e s s o n el a l m a y el c u e r p o , o r d e n a d o s
de s u y o á f o r m a r u n i d o s e l ser m e n c i o n a d o . P o r el
c o n t r a r i o l o blanco, p o r e j e m p l o , t i e n e u n i d a d acci-
d e n t a l ; p o r q u e e l s é r en q u e se h a l l a Ja b l a n c u r a , es
y a e n si u n a s u s t a n c i a c o m p l e t a en r a z ó n d e s u s t a n -
cia y solo f o r m a c o n ella u n t o d o a c c i d e n t a l .
L a u n i d a d s u s t a n c i a l s o b r e d i c h a se s u b d i v i d e d e
n u e v o en natural y personal. L a primera c o r r e s p o n d e
á t o d a s u s t a n c i a c o m p u e s t a d e v a r i a s esencias ó sus-
t a n c i a s p a r c i a l e s y c o m p l e t a en r a z ó n de n a t u r a l e z a ,
en t é r m i n o s q u e le es n a t u r a l m e n t e i m p o s i b l e e l f o r -
m a r parte de o t r o ser d i s t i n t o de ella m i s m a . T a l es,
p o r . e j e m p l o , la u n i d a d d e la n a t u r a l e z a h u m a n a , la
cual- r e s u l t a de l a u n i ó n d e d o s s u s t a n c i a s ó esencias
i n c o m p l e t a s y es en sí u n todo c o m p l e t o é i n c a p a z p o r
lo t a n t o de f o r m a r n a t u r a l m e n t e parte d e o t r o todo
m á s alto y m á s perfecto. A s í , a u n q u e la n a t u r a l e z a
h u m a n a se h a l l a en J e s u c r i r t o u n i d a s u s t a n c i a l m e n t e
al V e r b o d i v i n o y f o r m a n d o c o n él u n s ó l o s é r , n o
p o r eso deja d e t e n e r ¡a u n i d a d i n d i c a d a . P o r q u e
n a d a le f a l t a en r a z ó n d e n a t u r a l e z a h u m a n a , y p o r
t a n t o e l estar s u s t a n c i a l m e n t e u n i d a al V e r b o y f o r -
m a n d o parte d e l c o m p u e s t o t e á n d r i c o es p a r a ella u n a
- 297 -
perfección sobrenatural. L a segunda tiene l u g a r ,
c u a n d o u n a s u s t a n c i a c o m p l e t a en r a z ó n de n a t u r a l e z a
está físicamente u n i d a á una persona y f o r m a n d o
con ella u n solo s é r . T a l es la u n i d a d d e l c o m p u e s t o
t e á n d r i c o ó d e l H o m b r e - D i o s ; p u e s t o q u e en él la n a -
t u r a l e z a h u m a n a , s i n p e r d e r n a d a en r a z ó n de n a t u -
r a l e z a , f o r m a parte d e l c o m p u e s t o d i c h o , el c u a l es
una verdadera persona divina.
C o n esto y a p o d e m o s d i v i d i r f á c i l m e n t e la u n i ó n e m
sus c o r r e s p o n d i e n t e s especies y e n t e n d e r s i n el m e n o r
t r a b a j o la n a t u r a l e z a de cada u n a . A s í p u e s / í a u n i ó n
se d i v i d e , i.0 E n moral y física; 2.0 en sustancial y ac-
cidental; 3.0 en natural y personal. L a moral es a q u e l l a
m e d i a n t e la c u a l los e l e m e n t o s c o m p o n e n t e s n o f o r - ,
m a n u n a y n i d a d r e a l y física s i n o s o l a m e n t e s i m i l i t u -
d i n a r i a ) de f o r m a q u e en r e a l i d a d son v a r i o s seres
c o m p l e t o s " y s u b s i s t e n t e s en s í m i s m o s ; 'y n o t i e n e n
o t r o v í n c u l o de u n i ó n q u e la c o m u n i d a d de l u g a r , ó
de t e n d e n c i a , ó de fin, etcy, cosas t o d a s m e r a m e n t e
lógicas y e x t r í n s e c a s a l c o m p u e s t o m i s m o . F í s i c a es
a q u e l l a , m e r c e d a j a c,ual los c o m p o n e n t e s f o r m a n u n
s é r f í s i c a m e n t e u n o } ( a e f o r m a q u e n o h a y a en el c o m -
p u e s t o r e s u l t a n t e v á r i o s seres c o m p l e t o s y s u b s i s t e n -
tes en sí m i s m o s s i n o u n o solo d o t a d o de d i s t i n t a s
p a r t e s . Sustancial es la u n i ó n física de v á r i a s s u s t a n -
cias) de s u e r t e q u e en el c o m p u e s t o r e s u l t a n t e n o h a y a
en r e a l i d a d de v e r d a d s i n o u n a sola s u s t a n c i a c o m -
p l e t a , d o t a d a de u n i d a d v e r d a d e r a y n o s i m i l i t u d i n a -
r i a . Accidental es a q u e l l a de q u e r e s u l t a u n solo s é r
f í s i c o c o m p u e s t o de s u s t a n c i a y a c c i d e n t e . L a natural
c o n s i s t e en la u n i ó n física de v a r i a s s u s t a n c i a s i n c o m -
p l e t a s y o r d e n a d a s de s u y o á f o r m a r u n a sola n a t u r a -
leza c o m p l e t a y s u b s i s t e n t e en s í m i s m a . Personal
finalmente es a q u e l l a , m e d i a n t e la c u a l / u n a n a t u r a l e -
za c o m p l e t a y u n a p e r s o n a f o r m a n u n ser ú n i a o c o m -
— 298—
p u e s t o de n a t u r a l e z a y p e r s o n a l i d a d . E s t o b a s t e p a r a
e n t e n d e r la clase de u n i ó n q u e m e d i a e n t r e el a l m a y
el c u e r p o d e l h o m b r e , de la c u a l h a b l a r e m o s en el s i -
guiente artículo.

ARTÍCULO I I .

Naturaleza de la u n i ó n que media entre el cuerpo


y el alma humana.

4 3 6 . — Q u e el a l m a h u m a n a t e n g a a l g ú n g é n e r o de
u n i ó n c o n el c u e r p o es cosa q u e n o necesita de p r u e b a ;
p o r q u e c a d a u n o s i e n t e d c n t r o d e s í m i s m o esta u n i ó n ,
s i n p o d e r d u d a r n u n c a acerca de ella. L o q u e n o s o t r o s
d e b e m o s i n v e s t i g a r s o l a m e n t e , essu n a t u r a l e z a ; acerca
d e la c u a l a l g u n o s , t a n t o e n t r e los m o d e r n o s c o m o
e n t r e los a n t i g u o s , h a n o p i n a d o e r r ó n e a m e n t e con
P l a t ó n q u e es m o r a l y n o f í s i c a . P o r q u e , s e g ú n se des-
p r e n d e de t o d o s sus s i s t e m a s , q u e e x a m i n a r e m o s en
el s i g u i e n t e a r t í c u l o , el a l m a h u m a n a n o e s t á u n i d a
al c u e r p o de s u e r t e q u e f o r m e c o n él u n a sola n a t u r a -
leza s u s t a n c i a l , n i es form-a s u y a s i n o en u n c i e r t o sen-
t i d o l a t o , en c u a n t o q u e se h a l l a d e n t r o de é l ; le asiste
y le g o b i e r n a , y se a p r o v e c h a de sus fuerzas p a r a ejer-
cer sus o p e r a c i o n e s p r o p i a s , q u e s o n las p e r c e p c i o n e s
sensitivas é intelectuales y-las apeticiones correspon-
d i e n t e s . L a v e r d a d e r a d o c t r i n a es, q u e la u n i ó n s o b r e -
d i c h a n o es m o r a l s i n o f í s i c a , n i s o l a m e n t e p e r s o n a l
s i n o t a m b i é n n a t u r a l , c o m o lo v a m o s á d e m o s t r a r en
la s i g u i e n t e
— 299—

PROPOSICION.

L a u n i ó n del alma humana con el cuerpo no es


m o r ñ l sino física, n i solamente persoiial
sino también natural.
427. —Prueba de la i.a p.—!.• T a n t o el c u e r p o c o m o
el a l m a r a c i o n a l p e r t e n e c e n á la esencia d e l h o m b r e .
P o r q u e a s í c o m o p o r r a z ó n d e l a l m a r a c i o n a l e! h o m b r e
es e s e n c i a l m e n t e d i s c u r s i v o y l i b r e , de la m i s m a m a -
n e r a , p o r r a z ó n d e l c u e r p o , es g e n e r a b l e y c o r r u p t i b l e
y capaz de v e g e t a r y de s e n t i r . Es asi q u e esta esencia
c o m p u e s t a de los dos e l e m e n t o s m e n c i o n a d o s t i e n e
u n i d a d física y v e r d a d e r a y n o s i m i l i t u d i n a r i a ' " - p u e s t o
q u e el h o m b r e ó sea el c o m p u e s t o de c u e r p o y a l m a
r a c i o n a l es u n ser s i m p l e m e n t e u n o , c o m o lo p u e d e
ser el c a b a l l o , el p e r r o , ú o t r o ser n a t u r a l c u a l q u e r a .
L u e g o la u n i ó n d e l a l m a h u m a n a c o n el c u e r p o n o es
m o r a l sino v e r d a d e r a m e n t e física.
2.0 S i el a l m a h u m a n a n o e s t u v i e r a s u s t a n c i a l m e n -
t e u n i d a a l c u e r p o y f o r m a n d o c o n él u n solo s é r , n o
n e c e s i t a r í a de la m a t e r i a p a r a ejercer sus p e r c e p c i o n e s
y a p e t i c i o n e s . P o r q u e ella en t a l caso s e r í a u n a sus-
t a n c i a c o m p l e t a s u b s i s t e n t e en si m i s m a y n o o r d e n a -
d a de s u y o á f o r m a r p a r t e de c o m p u e s t o a l g u n o , y p o r
lo t a n t o p o d r í a e n t e n d e r y q u e r e r s i n d e p e n d e n c i a
a l g u n a de la m a t e r i a , l o m i s m o q u e los e s p í r i t u s p u r o s
y d e s n u d o s de t o d o c u e r p o . Es a s í q u e n u e s t r a a l m a
no p u e d e ejercer o p e r a c i ó n a l g u n a sin dependencia
de los ó r g a n o s c o r p o r a l e s , m i é n t r a s se h a l l a u n i d a a l
c u e r p o , c o m o q u e d a p r o b a d o en la p r i m e r a p a r t e de
este t r a t a d o . L u e g o es e v i d e n t e q u e s u u n i ó n c o n e l
c u e r p o es v e r d a d e r a m e n t e s u s t a n c i a l y f í s i c a .
428. —Prueba de la 2." / ' . — Q u e l a u n i ó n d i c h a sea
p e r s o n a l c o n s t a : 1,0 P o r q u e @1 c o m p u e s t o físico de ella
— 300 _"
r e s u l t a n t e es u n a s u s t a n c i a c o m p l e t a y r a c i o n a l , s u b -
s i s t e n t e en si m i s m a y no en o t r o s é r m á s a l t o q u e e l l a ;
q u e es lo q u e se necesita p a r a q u e u n a s u s t a n c i a r e c i b a
el n o m b r e de p e r s o n a d o . 382). 2.0 P o r q u e n u e s t r a a l m a
e s t á de t a l m o d o u n i d a a l c u e r p o , q u e de e n t r a m b o s
r e s u l t a u n solo p r i n c i p i o de a c c i ó n ; p o r d o n d e c o n la
m i s m a v e r d a d d e c i m o s : Yo me muevo, yo empujo, yo
sufro el Í7npetu de los cuerpos, yo soy corruptible, etc.,
l o c u a l nos v i e n e d e l e l e m e n t o c o r p o r a l , q u e : Yo entien-
do, yo quiero libremente, yo discurro, y o filosofo, yo refle-
xiono, lo c u a l se nos c o m u n i c a p o r el e l e m e n t o e s p i -
r i t u a l ó sea p o r el a l m a r a c i o n a l . L u e g o es e v i d e n t e
q u e la u n i ó n d e l a l m a c o n el c u e r p o es, n o solo f í s i c a ,
sino t a m b i é n personal.
^29.—Prueba de la 7 . a — i . 0 De la u n i ó n física d e l
a l m a c o n el c u e r p o r e s u l t a en n o s o t r o s u n a esencia
n u e v a y c o m p l e t a , l l a m a d a humanidad; la c u a l c o n s t a
e s e n c i a l m e n t e de a l m a y c u e r p o ; y n i es c u e r p o solo,
n i a l m a sola, s i n o u n c o m p u e s t o físico de e n t r a m b o s .
L u e g o la t a l u n i ó n es v e r d a d e r a m e n t e n a t u r a l . 2.0 E l
c o m p u e s t o h u m a n o es capaz de c i e r t a s o p e r a c i o n e s
n u e v a s , q u e n o p u e d e n ser p r o d u c i d a s n i p o r el c u e r -
p o solo n i p o r el a l m a sola., cuales son los a c t o s p e r -
t e n e c i e n t e s á la v i d a v e g e t a t i v a y á la s e n s i t i v a . Es
a s í q u e las o p e r a c i o n e s n u e v a s 3^ e s e n c i a l m e n t e d i v e r -
sas de las q u e p u e d e n ' p r o d u c i r p o r sí solo los ele-
m e n t o s c o n s t i t u t i v o s de u n c o m p u e s t o , r e q u i e r e n
t a m b i é n u n a n a t u r a l e z a n u e v a , q u e sea p r i m e r p r i n -
c i p i o s u y o ; p u e s t o q u e n o se p u e d e d a r efecto a l g u n o
sin s u causa c o r r e s p o n d i e n t e . L u e g o la u n i ó n s o b r e -
d i c h a es, n o solo p e r s o n a l , s i n o . t a m b i é n n a t u r a l ó
c a u s a d o r a de u n a n a t u r a l e z a n u e v a ,
430.—De lo d i c h o se i n f i e r e q u e n u e s t r o Y o , ó en
o t r o s t é r m i n o s , la p e r s o n a h u m a n a , n o es el a l m a
sola; s i n o el c o m p u e s t o físico de a l m a 5^ c u e r p o
l l a m a d o hombre. A l g u n o s h a n q u e r i d o c o n s t i t u i r l á
r a z ó n de p e r s o n a en el a l m a sola, f u n d a d o s en q u e el
Y o p e n s a n t e es el a l m a y n o los ó r g a n o s , y en q u e
este Y o subsiste á u n d e s p u é s de la d e s t r u c c i ó n d e l
c u e r p o ; p o r lo q u e h a n d e f i n i d o a l h o m b r e , d i c i e n d o
q u e es « u n a i n t e l i g e n c i a s e r v i d a p o r ó r g a n o s » . N a d a
m á s falso q u e esta d o c t r i n a : el Yo h u m a n o c o n s t a
e s e n c i a l m e n t e de c u e r p o y a l m a , y esta s e g u n d a p o r
sí sola n o p u e d e l l a m a r s e persona en t o d o el r i g o r de
la p a l a b r a . P o r q u e la p e r s o n a es u n a s u s t a n c i a r a c i o -
n a l c o m p l e t a , s u b s i s t e n t e en si m i s m a y n o o r d e n a d a
de s u y o á f o r m a r parte de o t r a esencia a l g u n a f í s i c a :
y a l a l m a h u m a n a f a l t a esto ú l t i m o , q u e es l o . q u e
p r e c i s a m e n t e la d i s t i n g u e de los e s p í r i t u s p u r o s , á
los cuales c o r r e s p o n d e c o n v e r d a d el n o m b r e de per-
sonas. E l Y o p e n s a n t e en el c o m p u e s t o h u m a n o n o es
el a l m a sola sino el h o m b r e ; el c u a l s i e n t e con los
s e n t i d o s y d i s c u r r e con la i n t e l i g e n c i a . E l a l m a es la
p a r t e p r i n c i p a l de la p e r s o n a h u m a n a , y p o r esta r a -
z ó n suele l l a m a r s e a l g u n a s veces Yo y persona. C u a n -
d o se vea s e p a r a d a d e l c u e r p o , p o d r á d e c i r c i e r t a -
m e n t e , Yo; p e r o este Y o s i e m p r e e n u n c i a r á u n a sus-
t a n c i a r a c i o n a l incompleta y o r d e n a d a de s u y o á f o r -
m a r parle d e l c o m p u e s t o ^ h u m a n o , y p o r lo t a n t o
n u n c a s i g n i f i c a r á u n a v e r d a d e r a persona.

ARTÍCULO III.

Diversos sistema s relativos á la u n i ó n del alma


humana con el cuerpo.

431.—A seis p u e d e n ser r e d u c i d o s los s i s t e m a s q u e


h a n s i d o e x c o g i t a d o s p o r los filósofos p a r a e x p l i c a r l a
u n i ó n d e l a l m a h u m a n a c o n el c u e r p o . E l p r i m e r o es
generalmente a t r i b u i d o á P l a t ó n ; y, s e g ú n él, nuestra
a l m a en t a n t o e s t á u n i d a a l c u e r p o , en c u a n t o q u e se
•^-¿02 —*
h a l l a p r e s e n t e á él c o n s u s u s t a n c i a , y le g o b i e r n a y
le m u e v e y se s i r v e de sus fuerzas n a t u r a l e s , h a c i e n d o
c o n él el m i s m o o f i c i o q u e el g i n e t e c o n su c a b a l l o y el
p i l o t o c o n su n a v i o .
432. — E l s e g u n d o f u é i d e a d o p o r M a l e b r a n c h e , el c u a l
hace c o n s i s t i r la u n i ó n m e n c i o n a d a en q u e , c o e x i s -
t i e n d o j u n t a m e n t e el c u e r p o y el a l m a , las o p e r a -
c i o n e s p r o d u c i d a s p o r D i o s en u n o de ellos sean oca-
siones p a r a q u e p r o d u z c a t a m b i é n en e l o t r o o t r a s
a n á l o g a s y correspondientes. Porque Malebranche no
creia que n i n g u n a sustancia c r i a d a pudiese p r o d u c i r
con su a c c i ó n efecto a l g u n o físico; y a s í j u z g ó , c o n -
f o r m e á s u d o c t r i n a g e n e r a l , q u e el a l m a h u m a n a de
s u y o n o hace s i n o d a r o c a s i ó n á D i o s n u e s t r o S e ñ o r
p a r a q u e p r o d u z c a en ella c i e r t a s p e r c e p c i o n e s y v o l i -
ciones, á las cuales d e b a n a c o m p a ñ a r c i e r t o s m o v i -
m i e n t o s d e l c u e r p o , y q u e é s t e se c o m p o r t a de la
m i s m a m a n e r a en o r d e n á la p r o d u c c i ó n de sus p r o -
pios m o v i m i e n t o s , c o n los cuales v a y a n j u n t a s las
percepciones y v o l i c i o n e s d e l a l m a . P o r esta r a z ó n h a
r e c i b i d o este s i s t e m a el n o m b r e de sistema de las can-
sas ocasionales.
433. — E l t e r c e r o es el de L e i b n i t z , s e g ú n el c u a l , t a n -
t o el a l m a c o m o el c u e r p o son c i e r t a s especies de a u -
t ó m a t a s , q u e p r o d u c e n sus actos en v i r t u d de su
e s p o n t a n e i d a d i n t r í n s e c a , sin l i b e r t a d p r o p i a m e n t e
d i c h a y sin i n f l u i r n a d a e n t r e s í . P o r d o n d e la u n i ó n
del a l m a c o n el c u e r p o , s e g ú n este filósofo, c o n s i s t e
en la a d a p t a c i ó n perfecta de los m o v i m i e n t o s a u t o m á -
t i c o s d e l c u e r p o á los d e l a l m a , y v i c e v e r s a . P o r q u e
D i o s , e n t r e los i n f i n i t o s c u e r p o s y a l m a s p o s i b l e s , j u n -
t ó en u n o a q u e l l o s q u e p r e v i ó h a b í a n de e j e c u t a r de
u n a m a n e r a a r m ó n i c a sus actos en v i r t u d de s u a c t i -
vidad e s p o n t á n e a ; y así obran siempre a r m ó n i c a m e n -
t e , a u n q u e s i n i n f l u i r el a l m a en el c u e r p o , n i é s t e e n
a q u é l l a . P o r esta causa h a s i d o d a d o á este s i s t e m a ei
n o m b r e de sistema de la armonía preestablecida.
434. — E l c u a r t o fue d e f e n d i d o p o r L o c k e , el c u a l j u z -
g ó q u e la u n i ó n s o b r e d i c h a consiste en q u e el c u e r p o
c o n sus m o v i m i e n t o s o r g á n i c o s o b r a en n u e s t r a a l m a
d e t e r m i n á n d o l a á f o r m a r sus p e r c e p c i o n e s y v o l i c i o -
nes, y el a l m a á su vez o b r a en el c u e r p o d e t e r m i n á n -
dolo al m o v i m i e n t o p o r medio del fluido n é r v e o que
le s i r v e c o m o de i n s t r u m e n t o . C o n s i g u i e n t e m e n t e este
s i s t e m a ha r e c i b i d o el n o m b r e de sistema del influjo
Jisico.
435. — E l q u i n t o es el de los a t o m i s t a s , s e g ú n los
cuales, n u e s t r a a l m a e s t á u n i d a a l c u e r p o en c u a n t o
q u e las c o n m o c i o n e s m e c á n i c a s d e l o r g a n i s m o son
c o n d i c i o n e s necesarias p a r a q u e el a l m a p u e d a p r o d u -
c i r sus p e r c e p c i o n e s sensibles. P o r d o n d e los tales a u -
t o r e s a f i r m a n q u e la u n i ó n s u s t a n c i a l de q u e v a m o s
t r a t a n d o , c o n s i s t e e n q u e el a l m a , c o m p e n e t r á n d o s e
c o n el c u e r p o , j u n t a y m e z c l a ^ u s f u e r z a s p r o p i a s c o n
las d e l c u e r p o d i c h o (1). De esta j u n t a y m e z c l a de
fuerzas dicen que resulta una naturaleza nueva, p o r -
q u e s i n la c o o p e r a c i ó n del ó r g a n o n o es p o s i b l e q u e e l
a l m a p r o d u z c a las sensaciones, y p o r t a n t o estas a c c i o -
nes p r o v i e n e n d e l a l m a y d e l ó r g a n o j u n t a m e n t e ó sea
del c o m p u e s t o del c u e r p o y a l m a . D é b e s e n o t a r e m p e -
r o q u e en la p r o d u c c i ó n de las acciones s o b r e d i c h a s el
c u e r p o n o e n t r a s i n o p o r vía de c o n d i c i ó n ; p o r q u e , e n
s e n t i r d é l o s r e f e r i d o s a u t o r e s , la s e n s a c i ó n es u n a c t o
p r o d u c i d o p o r el a l m a sola y r e c i b i d o en ella sola, y
el c u e r p o c o n sus c o n m o c i o n e s o r g á n i c a s n o p u e d e

(1) «Substantlalis animse cum corporc conjunctio, escribe el


P. Tongiorgi {Psycol. n . 167), constituí videtur per hoc, quod
anima corpus pervadens, vin süara TI corporis propise associet
admisceatque.»
h a c e r o t r a cosa, q u e l l e n a r los r e q u i s i t o s necesarios
p a r a q u e el a l m a se h a l l e en d i s p o s i c i ó n de p r o d u -
c i r l a ( i ) . E s t e s i s t e m a debe ser l l a m a d o j u s t a m e n t e
c o n el n o m b r e de atómico; si b i e n sus defensores d i c e n
q u e el a l m a e s t á u n i d a a l c u e r p o c o m o f o r m a s u s t a n -
c i a l s u y a , P e r o el s i s t e m a de la f o r m a s u s t a n c i a l e s
m u y d i f e r e n t e , c o m o ellos m i s m o s l o p r u e b a n c o n su
c o n d u c t a ; p u e s d i r i g e n c o n t r a él t o d a la b a t e r í a de sus
argumentos.
4 3 6 . — E l s e x t o finalmente es el de los e s c o l á s t i c o s
v u l g a r m e n t e l l a m a d o de la materia y forma. S e g ú n é l ,
el a l m a y el c u e r p o se h a l l a n u n i d o s s u s t a n c i a l m e n t e ,
n o p o r estar c o m p e n e t r a d o s n i p o r j u n t a r y m e z c l a r
el a l m a sus fuerzas p r o p i a s c o n las d e l o r g a n i s m o , q u e
le s i r v a n de c o n d i c i ó n n e c e s a r i a p a r a p r o d u c i r sus p e r -
c e p c i o n e s , s i n o p o r q u e el a l m a a c t ú a a l c u e r p o c o m u -
n i c á n d o l e su p r o p i o s é r , de m a n e r a q u e los dos j u n t o s "
c o n s t i t u y a n u n solo s é r f í s i c o y v e r d a d e r o , d o t a d o de
u n a esencia n u e v a y d i s t i n t a de la q u e c o r r e s p o n d e a l
c u e r p o solo y a l a l m a s o l a ; l a c u a l esencia es f u e n t e y
r a i z de fuerzas n u e v a s e x i s t e n t e s en el o r g a n i s m o
a n i m a d o , r e s u l t a n d o de a q u í q u e el o r g a n i s m o es c o m -
p r i n c i p i o a c t i v o de las sensaciones y n o m e r a c o n d i c i ó n
p a r a la p r o d u c c i ó n de las m i s m a s . E s t a es la v e r d a d e r a
d o c t r i n a , q u e v a m o s á d e f e n d e r e n este a r t í c u l o , des-
p u é s t i e h a b e r r e f u t a d o b r e v e m e n t e los o t r o s s i s t e m a s .
Á este ñ n t r a t a r e m o s de p r o b a r las s i g u i e n t e s p r o p o -
siciones.

(1) Véase el P. Palmieri, que defiende esto largamente en su


Anthropologia thes 11.a part. 2.a
30^

PROPOSICION PRIMERA.

E l alma humana no está unida á su cuerpo como simple


motor suyo.

437. — D e m o s t r a c i ó n . — L a u n i ó n d e l m o t o r con el
m ó v i l no f o r m a una u n i d a d real y verdadera sino
m e r a m e n t e m o r a l é i m i t a t i v a , c o m o se ve en la u n i -
d a d f o r m a d a p o r el g i n e t e y el c a b a l l o , p o r el p i l o t o y
la n a v e . Es a s í q u e la u n i d a d de la n a t u r a l e z a h u m a -
na es física y r e a l , y n o m e r a m e n t e m o r a l é i m i t a t i v a .
Luego...
438. — P a r a d e c l i n a r la fuerza i n c o n t r a s t a b l e de este
a r g u m e n t o , e n s e ñ ó P l a t ó n q u e la n a t u r a l e z a h u m a n a
e s t á c o n s t i t u i d a p o r el a l m a sola, y s o s t u v o q u e los
ó r g a n o s d e l c u e r p o no son s i n o m e r o s i n s t r u m e n t o s
de q u e n u e s t r a a l m a se s i r v e , a s í p a r a p e r c i b i r los
o b j e t o s , c o m o p a r a e j e c u t a r sus m o v i m i e n t o s . P e r o
esta es u n a d o c t r i n a a b i e r t a m e n t e falsa; pues y a h e -
m o s d e m o s t r a d o en el a r t í c u l o p r e c e d e n t e q u e la
n a t u r a l e z a h u m a n a es u n c o m p u e s t o s u s t a n c i a l de
alma y cuerpo, y que por consiguiente, tanto éste,
c o m o a q u e l l a p e r t e n e c e n á su esencia (1).

(1) Véase S. Tomas, contra gjntes, lib. 2. cap. 57.

PsiÉología.
306 —

PROPOSICION SEGUNDA.

Tanto el sistema de las causas ocasionadas como el de la


armonía prestablecida son ineptos para explicar
la unión del alma con el cuerpo, y además
absolutamente Jalsos.

439. —Prueba de la i.a p.—Son ineptos. P o r q u e n i


en el u n o n i el o t r o la u n i ó n d e l c u e r p o es física sino
s i m p l e m e n t e m o r a l . E n efecto: la a r m o n í a e n t r e los
m o v i m i e n t o s d e l c u e r p o y los actos d e l a l m a , o r a e s t é
e j e c u t a d a s o l a m e n t e p o r Dios c o m o q u i e r e M a l e b r a n -
c h e , o r a p o r el c u e r p o y el a l m a c o m o a f i r m a L e i b -
n i t z , s i e m p r e es u n a cosa a c c i d e n t a l r e s p e c t o d e l
c u e r p o y el a l m a m i s m o s , y d e b i d a ú n i c a m e n t e a l
C r i a d o r q u e la e j e c u t ó ó l a i d e ó . L u e g o ella n o b a s t a
p a r a q u e el c u e r p o y el a l m a p u e d a n ser c o n s i d e r a -
dos c o m o p a r t e s de u n s ó l o y ú n i c o ser.
440. — E s t o se p u e d e c o n f i r m a r a d e m á s c o n el m i s -
m o e j e m p l o de los r e l o j e s , q u e se suele t r a e r p o r los
defensores de estos s i s t e m a s p a r a e x p l i c a r la u n i ó n
s o b r e d i c h a . P u e s p o r q u e los relojes a n d e n a r m ó n i c a -
m e n t e , c o r r e s p o n d i é n d o s e con p e r f e c t í s i m a e x a c t i t u d
los m o v i m e n t o s d e l u n o c o n los d e l o t r o ^ o r a sea la
causa f í s i c a ó i n m e d i a t a de esta a r m o n í a la m a n o d e l
r e l o j e r o q u e á e n t r a m b o s los m u e v e en esta f o r m a ,
o r a l a v o l u n t a d d e l a r t í f i c e , el c u a l ha q u e r i d o j u n t a r
e n u n m i s m o l a g a r a q u e l l a s dos m á q u i n a s q u e v e í a
h a b í a n de m o v e r s e a r m ó n i c a m e n t e en v i r t u d de sus
p r o p i a s fuerzas y s i n d e p e n d e r p a r a n a d a la u n a de
la o t r a , n o p o r eso los relojes d e j a r á n de ser dos seres
c o m p l e t a m e n t e i n d e p e n d i e n t e s y s u b s i s t e n t e s en si
m i s m o s . L a u n i d a d q u e p r o d u z c a n , s e r á solo de p r o -
p o r c i ó n y no f í s i c a ; y lo m i s m o la p o d r í a n e j e c u t a r ,
a i i n q u e el u n o estuviese en P a r í s y el o t r o en P e k í n .
P u e s d í g a s e o t r o t a n t o d e l a l m a y d e l c u e r p o e n los
dos s i s t e m a s m e n c i o n a d o s . L u e g o n i el u n o n i el o t r o
s i r v e n p a r a e x p l i c a r la u n i ó n s u s t a n c i a l d e l a l m a c o n
el cuerpo,- la c u a l d e b e ser f í s i c a y no s i m p l e m e n t e
moral é imitativa.
441.—Prueba de la 2.a p.—Son absolutamente falsos
en si mismos. P o r q u e t a n t o el u n o c o m o el o t r o
a r r u i n a p o r c o m p l e t o la l i b e r t a d h u m a n a . E n efecto:
en el s i s t e m a de M a l e b r a n c h e D i o s y n o el a l m a es
q u i e n p r o d u c e en esta s e g u n d a las v o l i c i o n e s . L u e g o
Dios s e r á el ú n i c o l i b r e en p r o d u c i r l a s ; p o r q u e si t i
a l m a no es capaz de c a u s a r l a s , m a l p o d r á t e n e r l i b e r -
t a d p a r a p r o d u c i r l a s ó d e j a r l a s de p r o d u c i r . E n el
s i s t e m a de L e i b n i t z cada e s t a d o d e l a l m a e n t r a ñ a en
sí de u n a m a n e r a f a t a l a l q u e i n m e d i a t a m e n t e le
s i g u e , p u e s t o q u e es su r a z ó n s u f i c i e n t e ; la c u a l
p u e s t a , n o p u e d e m e n o s de p o n e r s e el r a z o n a d o .
L u e g o t o d o s ellos s e r á n c o n s e c u e n c i a s n e c e s a r i a s de
los q u e i n m e d i a t a m e n t e les p r e c e d e n y el p r i m e r o
s e r á d e b i d o á la sola l i b e r t a d d e l C r i a d o r . L a v o l u n -
t a d h u m a n a en d i c h o s i s t e m a t e n d r á l i b e r t a d de
c o a c c i ó n m a s n o de i n d i f e r e n c i a (322).
A d e m á s , t a n t o e l ' u n o c o m o el o t r o v a n c o n t r a la
c o n c i e n c i a p r o p i a ; la c u a l nos d i c e q u e n o s o t r o s m i s -
m o s s o m o s los q u e p r o d u c i m o s c o n n u e s t r a a c t i v i d a d
n u e s t r a s v o l i c i o n e s y n o l i c i o n e s , y q u e no nos h a l l a -
m o s a r r a s t r a d o s en el p r o d u c i r l a s p o r ese d e t e r m i -
n i s m o q u e a b s u r d a m e n t e f i n g e n - l o s p a r t i d a r i o s de la
d o c t r i n a L e i b n i t z i a n a . L u e g o a m b o s s i s t e m a s son en sí
m i s m o s a b s o l u t a m e n t e falsos.
— 308 —

PROPOSICION T E R C E R A .

Tampoco sirven para explicar la unión sustancial del


alma humana con el cuerpo n i el sistema del influjo
físico n i el sistema a t ó m i c o . .

442. —Prueba de la i . ^ p . — i . 0 E n el s i s t e m a d e l i n -
flujo f í s i c o , l o m i s m o q u e en los t r e s a n t e r i o r e s , el
c u e r p o y el a l m a no f o r m a n u n a u n i d a d física y v e r -
padera sino simplemente m o r a l é i m i t a t i v a . Porque
t a n t o el c u e r p o c o m o el a l m a o b r a n sus acciones p r o -
pias y p e c u l i a r e s c o n su a c t i v i d a d i n t r í n s e c a , c o m o
dos seres c o m p l e t o s en sí m i s m o s y d o t a d o s p o r l o
t a n t o de s u b s i s t e n c i a p r o p i a . L u e g o la u n i d a d q u e
p r o d u c e n , n o es p r o p i a m e n t e de s é r s i n o solo de p r o -
p o r c i ó n y de t e n d e n c i a ; c o m o la u n i d a d q u e p r o d u -
cen el g i n e t e y el c a b a l l o , n o es de s é r s i n o de s i m p l e
t e n d e n c i a h a c i a u n m i s m o fin; p o r m á s q u e el c a b a l l o
e x c i t e c o n sus m o v i m i e n t o s a l g i n e t e á q u e p r o d u z c a
c o n su a c t i v i d a d tales ó cuales v o l i c i o n e s , y el g i n e t e
m u e v a c o n el f r e n o y las espuelas a l c a b a l l o p a r a q u e
ejecute tales d e t e r m i n a d o s m o v i m i e n t o s .
443. — D i c e m u y b i e n el P. T o n g i o r g i : « L a a c c i ó n
m u t u a (efe/ cuerpo y del alma) no hace q u e de dos sus-
t a n c i a s r e s u l t e u n solo p r i n c i p i o de a c c i ó n y de p a -
s i ó n ; c o m o de q u e en u n a m á q u i n a dos piezas o b r e n
m u t u a m e n t e la u n a en la o t r a , n o se s i g u e q u e e s t é n
s u s t a n c i a l m e n t e u n i d a s y q u e f o r m e n u n a sola n a t u -
r a l e z a . L u e g o h a b r á en el h o m b r e d o s n a t u r a l e z a s e n -
t e r a m e n t e d i s t i n t a s , y p o r l o t a n t o dos s u p u e s t o s , c o n -
t r a l o a n t e r i o r m e n t e d e m o s t r a d o (1).»
444. —2.0 E l e j e m p l o de los dos relojes poco h á m e n -
c i o n a d o s i r v e t a m b i é n p a r a d e m o s t r a r la e x a c t i t u d de

(1) Tongiorgi, Psycolog. n. 178.


— 309 -
n u e s t r o a s e r t o . P o r q u e el q u e las tales m á q u i n a s h a -
y a n s i d o c o n s t r u i d a s p o r e l a r t í f i c e de t a l s u e r t e , q u e
los . m o v i m i e n t o s de la u n a d e p e n d a n f í s i c a m e n t e de
los m o v i m i e n t o s de la o t r a , n o hace q u e ellas en s í n o
sean c o m p l e t a m e n t e d i s t i n t a s . P o r esto, a u n q u e u n
r e l o j e s t u v i e r a en P a r í s y e l o t r o en P e k í n , p o d r í a h a -
b e r esta a c c i ó n y r e a c c i ó n y esta d e p e n d e n c i a m ü t u a :
c o n l o c u a l y a se ve q u e n o f o r m a n a m b o s la u n i d a d
física de u n s é r r e a l m e n t e u n o . L u e g o de l a m i s m a
m a n e r a , el q u e el c u e r p o c o n sus c o n m o c i o n e s o r g á -
nicas i n f l u y a en el a l m a , p a r a q u e ella c o n s u a c t i v i -
d a d p r o p i a p r o d u z c a sus p e r c e p c i o n e s y v o l i c i o n e s y
el a l m a á s u vez i n f l u y a en el c u e r p o , p a r a q u e é s t e
ejecute c i e r t o s y d e t e r m i n a d o s m o v i m i e n t o s , n o des-
t r u y e la m u l t i p l i c i d a d de s u p u e s t o s en el h o m b r e , á n -
tes l a establece y c o n f i r m a .
445. —3.0 A d e m á s , si n o t o d o s los defensores de este
sistema, m u c h o s p o r lo m e n o s a d m i t e n a c c i ó n física
y v e r d a d e r a d e l c u e r p o en el a l m a . A h o r a b i e n ; esta
a c c i ó n n o p u e d e ser en n i n g u n a m a n e r a a d m i t i d a ;
p o r q u e el c u e r p o n o p u e d e ejercer s u a c c i ó n s i n o p o r
el c o n t a c t o de s u s u p e r f i c i e c o n la d e l o t r o s é r , en q u e
h a y a de i m p r i m i r su í m p e t u , y este c o n t a c t o n o lo
p u e d e ejercer c o n r e s p e c t o á los e s p í r i t u s p u r o s , c u a l
es e l a l m a h u m a n a en esta h i p ó t e s i s . P o r q u e el e s p í -
r i t u p u r o n i t i e n e s u p e r f i c i e q u e p u e d a o p o n e r á la
s u p e r f i c i e d e l c u e r p o , p a r a r e c i b i r a s í su a c c i ó n , n i es
tampoco impenetrable por naturaleza para que pue-
da r e c i b i r en s í el c h o q u e de c u e r p o a l g u n o y ser de
esta m a n e r a d e t e r m i n a d o á sus p e r c e p c i o n e s . L u e g o
es cosa m a n i f i e s t a q u e el i n f l u j o f í s i c o , á q u e m u c h o s
a p e l a n p a r a e x p l i c a r la u n i ó n s u s t a n c i a l de a l m a c o n
el c u e r p o , es a b s o l u t a m e n t e i n e p t o p a r a este fin.
446. —Prueba de la 2.a p.—1.0 E l s i s t e m a a t ó m i c o en
r e a l i d a d no se d i f e r e n c i a del s i s t e m a d e l i n f l u j o f í s i c o ,
— 310 —
q u e a c a b a m o s de r e f u t a r . P o r q u e t a n t o los defensores
d e l u n o c o m o los d e l o t r o p o n e n las p e r c e p c i o n e s
s e n s i t i v a s en el a l m a sola, lo m i s m o q u e P l a t ó n , c u y a
d o c t r i n a r e a l m e n t e s i g u e n (77). T a n t o los u n o s c o m o
los o t r o s e x i g e n c o m o c o n d i c i ó n n a t u r a l y necesaria
la c o n m o c i ó n d e l o r g a n i s m o , p a r a q u e p o r ella sea d e -
t e r m i n a d a el a l m a á p e r c i b i r y apetecer. A s í , en este
sentido n i n g u n o defensor del influjo m e n c i o n a d o ten-
d r á la m e n o r d i f i c u l t a d en a d m i t i r q u e el c u e r p o h u -
m a n o es c o m p r i n c i p i o de n u e s t r a s sensaciones y ape-
t i c i o n e s s e n s i t i v a s , c o m o n i t a m p o c o en a f i r m a r q u e
el a l m a es c o m p r i n c i p i o de los m o v i m i e n t o s e s p o n t á -
neos d e l c u e r p o , p o r r a z ó n d e l i n f l u j o a c t i v o q u e en
ellos n a t u r a l m e n t e ejerce. L u e g o la d i f e r e n c i a e n t r e
los a t o m i s t a s y los d e f e n s o r e s d e l i n f l u j o f í s i c o n o c o n -
siste s i n o en el solo m o d o de h a b l a r , y p o r t a n t o es
t a n i n s u f i c i e n t e el u n o c o m o el o t r o s i s t e m a p a r a ex-
p l i c a r la u n i ó n s o b r e d i c h a .
4 4 7 . — A l g u n o s defensores d e l i n f l u j o físico a d m i t e n
c i e r t a m e n t e la a c c i ó n física d e l c u e r p o en el a l m a , p e r o
esto n o es c o m ú n á t o d o s ellos, n i p e r t e n e c e á l o esen-
cia d e l s i s t e m a . L o q u e ellos p r e t e n d e n s o l a m e n t e es,
q u e el c u e r p o d e t e r m i n a c o n sus c o n m o c i o n e s o r g á -
nicas las sensaciones y a p e t i c i o n e s s e n s i t i v a s de nues-
t r a a l m a , y de esta m a n e r a i n f l u y e en ellas, sea o b r a n d o
en el a l m a y p r o d u c i e n d o p o r lo t a n t o f í s i c a m e n t e las
tales p e r c e p c i o n e s y a p e t i c i o n e s , sea e x c i t á n d o l a s i m -
p l e m e n t e y p o n i e n d o d e n t r o de la esfera de su a c c i ó n
el o b j e t o m a t e r i a l q u e ha d ^ ser s e n t i d o ó a p e t e c i d o
p o r e l l a . E s t o s e g u n d o e n s e ñ a el P. R o t h e n f l u e , y s i n
e m b a r g o es p a r t i d a r i o d e l i n f l u j o f í s i c o , c o m o b u e n
d e f e n s o r d e l a t o m i s m o (1).

(T) Puede verse la nota que escribe dicko autor sobre el


particular en su Psicologui r a c i ó m l . sección 2.a capítulo i ,
— 3ii —
448'—2.0 L a u n i ó n d e l c u e r p o y d e l a l m a e n t e n d i d a
a la m a n e r a de los a t o m i s t a s n o p r o d u c e u n i d a d de
ser f í s i c a y v e r d a d e r a en1 los dos e l e m e n t o s c o n s t i t u t i -
vos d e l h o m b r e , s i n o s i m p l e m e n t e de t e n d e n c i a y de
fin, l o m i s m o q u e en los d e m á s sistemas q u e h e m o s
r e f u t a d o en este a r t í c u l o . P o r q u e en el s i s t e m a a t ó -
m i c o t a m b i é n , t a n t o el a l m a c o m o el c u e r p o son p o r
sí solos seres c o m p l e t o s y d o t a d o s de su a c t i v i d a d y
acciones p r o p i a s ; si b i e n p a r a p o n e r en j u e g o esta ac-
t i v i d a d , los dos se a y u d a n m u t u a m e n t e , c o m o p u e d e n
a y u d a r s e el g i n e t e y el c a b a l l o , la n a v e y el p i l o t o , el
a m o y el c r i a d o , etc., etc. L u e g o n o f o r m a n u n i d a d
f o r m a l y física en el o r d e n d e l s é r sino s o l a m e n t e m o -
r a l é i m i t a t i v a en el o r d e n d e l o b r a r , lo c u a l n o basta
p a r a la u n i d a d s u s t a n c i a l de q u e v a m o s t r a t a n d o .
4 4 9 . - ^ 3 . ° E n la u n i ó n física y v e r d a d e r a las s u s t a n -
cias u n i d a s se e x i g e n m u t u a m e n t e ; de f o r m a q u e su
m o d o c o n n a t u r a l de ser es estar s u s t a n c i a l m e n t e u n i -
das, p a r a q u e de e n t r a m b a s r e s u l t e u n solo s é r c o m p l e -
t o , d o t a d o desfuerzas n u e v a s , q u e n o p e r t e n e c e n n i á
u n a n i á o t r a , s i n o al solo c o m p u e s t o . Es a s í q u e n a d a
de esto sucede en el s i s t e m a ' a t ó m i c o . P o r q u e , s e g ú n
él, p o r u ñ a p a r t e los á t o m o s son sustancias t a n c o m p l e -
tas en sí m i s m a s , q u e n o n e c e s i t a n d e , e s t a r u n i d a s á
n i n g u n a cosa p a r a e x i s t i r n i p a r a o b r a r , y p o r c o n s i -
g u i e n t e n o e s t á n o r d e n a d a s d e s u y o , ó p o r su i n t r í n s e c a
n a t u r a l e z a , á f o r m a r p a r t e i n t r í n s e c a y c o n s t i t u t i v a de
n i n g ú n o t r o s é r r e a l y v e r d a d e r o ; y p o r o t r a el a l m a
n o necesita d e l c u e r p o n i p a r a e x i s t i r n i p a r a ejercer
a l g u n a de sus o p e r a c i o n e s p s i c o l ó g i c a s , p u e s á u n la
m i s m a s e n s a c i ó n la p r o d u c e el a l m a sola y es r e c i b i d a

art. 1, n. 14, I I I , nota. Sus palabras nosotros las hemos citado


en la primera parte de este tratado, hablando de la sensación
(77, nota).
— 312 —
en el a l m a sola. L u e g o la u n i ó n q u e r e s u l t a e n t r e e l
c u e r p o y el a l m a , s e g ú n el r e f e r i d o s i s t e m a , n o es v e r -
d a d e r a m e n t e sustancial sino m e r a m e n t e accidental.
450.—4.0 S e g ú n los e s c o l á s t i c o s , la m a t e r i a c o n s t i -
t u t i v a de los seres sensibles es de t a l n a t u r a l e z a , q u e ,
a l m é n o s n a t u r a l m e n t e h a b l a n d o no p u e d e e x i s t i r s i n o
a c t u a d a p o r a l g u n a f o r m a ; y p o r esta causa el s é r f o r -
m a d o p o r la u n i ó n de estos dos e l e m e n t o s es r e a l m e n t e
s u s t a n c i a l . A h o r a b i e n ; los á t o m o s de los a t o m i s t a s
p u e d e n n a t u r a l m e n t e e x i s t i r en s í m i s m o s y o b r a r p o r
sí solos c o m o v e r d a d e r a s s u s t a n c i a s c o m p l e t a s : p o r
d o n d e el estado de u n i ó n c o n o t r o s á t o m o s ó con o t r a
clase de s u s t a n c i a s les es e n t e r a m e n t e a c c i d e n t a l .
^ C ó m o se p o d r á p u e s d e c i r c o n t o d o r i g o r de v e r d a d
q u e esta u n i ó n es sustancial? Si la s i m p l e t e n d e n c i a
a r m ó n i c a de dos s u s t a n c i a s c o m p l e t a s á la p r o d u c c i ó n
de u n d e t e r m i n a d o efecto b a s t á r a p a r a q u e estas dos
s u s t a n c i a s f o r m a r a n u n a n a t u r a l e z a n u e v a , el g i n e t e
y el c a b a l l o , el p i l o t o y s u n a v i o , el a m o y s u c r i a d o ,
el c a p i t á n y sus s o l d a d o s , etc., f o r m a r í a n n a t u r a l e z a s
de esta especie.
A d e m á s , si p a r a q u e u n á t o m o p i e r d a la r a z ó n de
s u p u e s t o b a s t a q u e j u n t e s u esfera de a c c i ó n c o n la
esfera de a c c i ó n de o t r o á t o m o ó de u n a s u s t a n c i a
c u a l q u i e r a , la u n i ó n p e r s o n a l d e l V e r b o d i v i n o c o n
la H u m a n i d a d s a n t í s i m a de C r i s t o n o t e n d r á n a d a de
a d m i r a b l e n i de e x t r a o r d i n a r i o ; p u e s á c a d a m o m e n -
t o e s t a r á e j e c u t a n d o la n a t u r a l e z a u n a i n f i n i d a d de
u n i o n e s s e m e j a n t e s en t o d a s c u a n t a s c o m b i n a c i o n e s
q u í m i c a s se e j e c u t a n á cada i n s t a n t e en el U n i v e r s o .
B i e n es v e r d a d q u e las tales c o m b i n a c i o n e s n o s i e m -
p r e d a n o r i g e n á u n i o n e s hipostáticas, p o r q u e m u c h a s
veces los e l e m e n t o s c o m b i n a d o s son todos p u r o s á t o -
m o s y n i n g u n o de ellos es de n a t u r a l e z a r a c i o n a l ;
p e r o t i e n e n p o r ú l t i m o r e s u l t a d o la p r o d u c c i ó n de u n '
— 3 i 3 -

n u e v o supuesto y p o r t a n t o la n a t u r a l e z a con su p r o -
p i a v i r t u d e s t a r á p r o d u c i e n d o á cada i n s t a n t e de dos
n a t u r a l e z a s completas u n n u e v o s u p u e s t o . N i se d i g a
q u e en la c o m b i n a c i ó n q u í m i c a las n a t u r a l e z a s u n i d a s
no permanecen integras comoen l a u n i o ñ h i p o s t á t i c a ;
p o r q u e , s e g ú n los a t o m i s t a s , los á t o m o s s u s t a n c i a l -
m e n t e no se m u d a n c o n l a c o m b i n a c i ó n , s i n o q u e p r o -
d u c e n t a n solo efectos d i f e r e n t e s , p o r j u n t a r sus
fuerzas c o n las de o t r o s á t o m o s d i v e r s o s .
451.—Es p u e s a b s o l u t a m e n t e c i e r t o q u e el s i s t e m a
a t ó m i c o es d e l t o d o i n e p t o p a r a el fin s o b r e d i c h o . E n
o r d e n á los c u e r p o s i n o r g á n i c o s s e r á ella lo q u e se
q u i e r a ; p e r o p o r lo q u e h a c e á la c o n s t i t u c i ó n d e l
h u m a n o c o m p u e s t o n o d u d a m o s lo m á s m í n i m o en
l l a m a r l a a b i e r t a m e n t e falsa. F o r e s t a s m i s m a s razo-
nes q u e a q u í d e j a m o s a p u n t a d a s , e s c r i b í a á fines del
s i g l o p a s a d o c o n t r a el a t o m i s m o el P . L o s a d a las si-
g u i e n t e s p a l a b r a s : aCon d i f i c u l t a d se l i b r a r á de este
e r r o r de P l a t ó n ( h a b l o s i n i n t e n c i ó n de c e n s u r a r ) la
d o c t r i n a de los r e c i e n t e s a t o m i s t a s , e x p l i c a d a y de-
f e n d i d a p o r T o s c a , en o r d e n á l a c o n s t i t u c i ó n d e l
c u e r p o h u m a n o en el ser de v e g e t a t i v o y acerca de
s u u n i ó n c o n el a l m a r a c i o n a l » (1).

PROPOSICION CUARTA.

E l alma humana está unida al cuerpo como forma


sustancial suya)

^2.—Demostración.—i.0 El alma humana, s e g ú n


c o n s t a d é l o p r o b a d o en el a r t í c u l o p r e c e d e n t e , e s l á
s u s t a n c i a l m e n t e u n i d a al c u e r p o ; de s u e r t e q u e d e la
u n i ó n de e n t r a m b o s r e s u l t a en r e a l i d a d de v e r d a d

(i) Losada, de anima, disp. 2. cap. 2. n. 37.


— 314-
u n a s o l a . s u s t a n c i a c o m p l e t a . L u e g o en el c o m p u e s t o
h u m a n o el c u e r p o y e l a l m a e n t r a n c o m o d o s c o m -
p a r t e s c o n s t i t u t i v a s de u n a sola esencia; el c u e r p o
c o m o e l e m e n t o d e t e r m i n a b l e y p e r f e c t i b l e ó sea c o m o
v e r d a d e r a m a t e r i a ; el a l m a c o m o e l e m e n t o d e t e r m i -
n a n t e ^ p e r f i c i e n t e ó sea c o m o v e r d a d e r a f o r m a . P o r
eso d i c e m u y b i e n el P. L o s a d a : « S i el a l m a e s t á u n i -
d a s u s t a n c i a l m e n t e a l c u e r p o , lo e s t á de c i e r t o c o m o
v e r d a d e r a f o r m a s u y a ; p o r q u e ella es la p a r t e m á s
n o b l e , la p r i m e r a r a i z de las o p e r a c i o n e s y la p r i n c i -
palísima del compuesto r e s u l t a n t e » ( i ) .
453. —2.0 C o m o a d v i e r t e m u y b i e n S a n t o T o m á s ( ¿ ^
dos c o n d i c i o n e s se r e q u i e r e n p a r a q u e u n a cosa sea
f ) r m a s u s t a n c i a l de o t r a , á saber: i.a q u e le c o m u n i -
q u e la a c t u a l i d a d s u s t a n c i a l , n o p o r v í a de a c c i ó n ,
s i n o de u n i ó n í n t i m a y f o r m a l ; - 2.a q u e a m b o s e l e m e n -
t o s c o n v e n g a n en la p a r t i c i p a c i ó n de u n a m i s m a ac-
t u a l i d a d , d a d a p o r el u n o y r e c i b i d a p o r el o t r o . Es a s í
q u e el c u e r p o y el a l m a h u m a n a c o n v i e n e n en la p a r -
t i c i p a c i ó n de u n a m i s m a a c t u a l i d a d s u s t a n c i a l , q u e
es la n a t u r a l e z a h u m a n a , y esta a c t u a l i d a d se la da el
a l m a a l c u e r p o p o r v í a de u n i ó n í n t i m a ; p o r q u e el a l m a
es el p r i n c i p i o d i f e r e n c i a l d e l h o m b r e y á ella se debe el
q u e e l c u e r p o sea m á s b i e n h u m a n o q u e b e s t i a l ó s i m -
p l e m e n t e v e g e t a l . L u e g o el a l m a h u m a n a e s t á u n i d a
á su c u e r p o c o m o v e r d a d e r a f o r m a s u s t a n c i a l s u y a .
454. —3.0 C o m o escribe m u y b i e n el m i s m o S a n t o
D o c t o r , « E l e l e m e n t o con q u e v i v e el c u e r p o , es 'el
a l m a . Es a s í q u e la v i d a es el ser de los v i v i e n t e s .
L u e g o el a l m a es el e l e m e n t o c o n q u e el c u e r p o h u -
m a n o t i e n e su s é r en a c t o . A h o r a b i e n ; u n e l e m e n t o

(1) Losada, de anima, -disp. 2. cap. 2. n. 38.


(2) S." Tomás, Cont. frentes, lib, 2. cap( 68, n. 2,
—315 —
d e esta espacie es f o r m a s u s t a n c i a l . L u e g o el a l m a
h u m a n a es f o r m a s u s t a n c i a l d e l c u e r p o » (J).
4 5 5 . — P o r a q u í se v e r á c o n c u á n g r a n d e s a b i d u r í a
e n s e ñ ó l a I g l e s i a en e l C o n c i l i o V i e n e n s e q u e el a l m a
h u m a n a es r e a l y v e r d a d e r a m e n t e f o r m a d e l c u e r p o
c o n estas p a l a b r a s : « R e p r o b a m o s c o m o e r r ó n e a y
c o n t r a r i a á la v e r d a d c a t ó l i c a t o d a d o c t r i n a c o n la
c u a l se a f i r m e ó se p o n g a en d u d a q u e el a l m a r a c i o -
n a l ó i n t e l e c t i v a n o es v e r d a d e r a m e n t e y p o r s í f o r m a
d e l c u e r p o h u m a n o : d e f i n i e n d o q u e sea t e n i d o p o r
hereje t o d o el q u e p e r t i n a z m e n t e p r e s u m i e r e a f i r m a r ,
d e f e n d e r ó t e n e r q u e el a l m a r a c i o n a l ó i n t e l e c t i v a n o
es p o r sí y e s e n c i a l m e n t e f o r m a d e l c u e r p o h u m a -
no (2).» E s t o m i s m o lo ha v u e l t o á r e p e t i r en n u e s t r o s
d i a s el P a p a P i ó I X de g l o r i o s a m e m o r i a , c o n d e n a n d o
los e r r o r e s de G ú n t h e r y e n s e ñ a n d o á la I g l e s i a u n i -
v e r s a l q u e el a l m a r a c i o n a l d e l h o m b r e es verdadera,
for si é inmediata forma del cuerpo (3).
N o h a s i d o c i e r t a m e n t e p o r esto c o n d e n a d a la m a -
n e r a de e x p l i c a r la u n i ó n e m p l e a d a p o r los a t o m i t a s ,
c o m o p o s t e r i o r m e n t e lo d e c l a r ó el m i s m o P a p a P i ó I X

(1) «Id quo curpus Tivit, est anima: vivere autem est esse
viventium. Anima igitur est quo corpus humanum habet csse
a . t ü . Hujusmodi auten forma est. Est igitur anima humana
corporis forma (S. T o m á s , Q^. disp. Qucest. de anima, art. 1J.
(2) «Porro doctrinan! omnem scu positionem tcmerc esse-
rentem, aut vertcntem i n dubium quod substantia animas ratio-
nalis scu intelcctivce vere ac per se humani corporis non sit
forma velut erroncam ac veritati catholiese inimicam fideit, prse-
dicto sacro approbantc concilio reprobamos. (Concil. Vicnnense
in Clcmcntina de Summa Trinitate et catholica fide.y>
(3) Pío I X en su Breve al Arzobispo de Colonia expedido
en 15 de Junio de 1857.
(4) Véase sobre esto el P. Suarcz en el tratado de anima.
Ub, 1, cap. 12, nn. 4-6,
- 3 i 6 -
p o r m e d i o de s u s e c r e t a r i o M o n s . U l a d i m i r o C z a c k i
en c a r t a d i r i g i d a á M o n s . E d u a r d o H a u t c o u r , R e c t o r
de la U n i v e r s i d a d de L i l a . P e r o s i n e m b a r g o , n o deja
de sacarse de las tales d e f i n i c i o n e s c o n la r a z ó n n a t u -
r a l u n p o d e r o s í s i m o a r g u m e n t o c o n t r a ella; p o r q u e
no se ve, filosóficamente h a b l a n d o , c ó m o c o n l a doc-
t r i n a a t ó m i c a p u e d a s u b s i s t i r la u n i ó n v e r d a d e r a m e n -
te s u s t a n c i a l q u e c o m o cosa c e r t í s i m a e s t a m o s o b l i -
g a d o s á c r e e r t o d o s los c a t ó l i c o s .
456.—Contra la d o c t r i n a p r o f e s a d a en este a r t í c u l o
se p o d r í a / a r g ü i r en esta f o r m a : / ! . 0 De dos s u s t a n c i a s
e x i s t e n t é s en acto n o p u e d e r e s u l t a r u n a sola esencia
r e a l y v e r d a d e r a ; p o r q u e t o d a e s e n c i a c o m p u e s t a debe
p o r fuerza c o n s t a r de p o t e n c i a y a c t o ó sea de g é n e r o
y diferencia'. Es a s í q u e t a n t o el c u e r p o c o m o el a l m a
d e l h o m b r e son s u s t a n c i a s a c t u a l m e n t e e x i s t e n t e s .
L u e g o no p u e d e n estar u n i d a s c o m o p o t e n c i a y acto
ó sea c o m o m a t e r i a y f o r m a p a r a f o r m a r el c o m p u e s -
t o h u m a n o / 2 . ^ ' L a m a t e r i a y la f o r m a e s t á n c o n t e -
n i d a s bajo el m i s m o g é n e r o ; ^ p u e s t o q u e son c o m o
p o t e n c i a y a c t o , y bajo u n m i s m o g é n e r o e s t á n c o n t e -
n i d o s el a c t o la p o t e n c i a . Es a s í q u e el c u e r p o y el
a l m a h u m a n a s o n cosas de g é n e r o d i v e r s o . L u e g o n o
p u e d e n estar en r e l a c i ó n de p o t e n c i a y acto ó de m a -
t e r i a y f o r m a ) ^.(JTodo a q u e l l o c u y o ser e s t á en la m a -
t e r i a , es m á t e r i a l Í E s a s í q u e si el a l m a h u m a n a es
f o r m a d e l c u e r p o , su s é r e s t a r á en la m a t e r i a . L u e g o
n u e s t r a a l m a en t a l caso s e r á m a t e r i a l y p o r lo t a n t o
c o r r u p t i b l e , l o c u a l es c o m p l e t a m e n t e falso; 4.0 A q u e -
l l o c u y o s é r e s t á en el c u e r p o , no p u e d e - e i i s t i r sepa-
r a d o d e l c u e r p o . ^ E s a s í q u e n u e s t r a a l m a p u e d e exis-
t i r s e p a r a d a d e l c u e r p o . L u e g o no t i e n e su s é r en él
s i n o en sí sola, y p o r l o t a n t o n o e s t á u n i d a al c u e r p o
c o m o f o r m a s u y a . 5.0 L o q u e t i e n e c o n el c u e r p o co-
m u n i d a d de s é r , t a m b i é n t i e n e c o m u n i d a d de a c c i ó n .
L u e g o si e l a l m a i n t e l e c t u a l t i e n e c o m u n i d a d de ser4
c o n el c u e r p o , t e n d r á t a m b i é n con él c o m u n i d a d de
a c c i ó n i n t e l e c t u a l , y asi é s t a s e r á m a t e r i a l y o r g á n i c a
c o m o la s e n s a c i ó n de los b r u t o s . 6.° E n t a n t o se p o d r í a
d e c i r q u e el a l m a r a c i o n a l d e l h o m b r e es f o r m a sus-
t a n c i a l d e l c u e r p o , en c u a n t o q u e le c o m u n i c a s e su
p r o p i o s é r . Es asi q u e n o se lo p u e d o c o m u n i c a r ! P o r -
q u e las cosas de d i v e r s o s g é n e r o s p o r f u e r z a h a n de
t e n e r d i v e r s o m o d o de s é r , y p o r lo t a n t o el m o d o de
ser d e l a l m a h u m a n a n e c e s a r i a m e n t e debe s é r g e n é -
ricamente diverso del cuerpo. Luego....
457. —Respuesta.—Todas estas d i f i c u l t a d e s se o b j e t a
á sí m i s m o S a n t o T o m á s en la Suma contra los g e n t i -
les. V e a m o s de r e s p o n d e r á c a d a u n a de ellas, s i g u i e n -
d o la d o c t r i n a d e l m i s m o S a n t o D o c t o r . Á la p r i m e r a
d e c i m o s q u e c o n t r a los a t o m i s t a s "tiene m u c h í s i m o
v a l o r ; p o r q u e los tales a u t o r e s p o n e n al c u e r p o y a l
a l m a e x i s t i e n d o p o r sí m i s m o s , y p o r c o n s i g u i e n t e
f o r m a n d o dos s u s t a n c i a s c o m p l e t a s , d o t a d a s cada u n a
de su s u b s i s t e n c i a p r o p i a . M a s c o n t r a n o s o t r o s es
c o m p l e t a m e n t e n u l a ; p o r q u e en el s i s t e m a de la m a -
t e r i a y f o r m a d e l c u e r p o y el al-ma n o son dos s u s t a n -
cias a c t u a l m e n t e e x i s t e n t e s p o r s í m i s m a s , s i n o q u e
de e n t r a m b o s r e s u l t a u n a sola s u s t a n c i a a c t u a l m e n t e
e x i s t e n t e . P o r q u e , c o m o escribe S a n t o T o m á s (1), el
c u e r p o d e l h o m b r e no es el m i s m o en a c t o , c u a n d o
e s t á p r e s e n t e el a l m a y c u a n d o e s t á a u s e n t e , s i n o q u e
el a l m a es la q u e le d a el ser y p o r t a n t o u n ser d e b e
t e n e r c u a n d o e s t á v i v o y o t r o c u a n d o esta m u e r t o .
458. — Á la segunda r e s p o n d e r e m o s q u e el c u e r p o y
él a l m a e s t á n c o n t e n i d o s d e n t r o de u n m i s m o g é -
n e r o , como (principios constitutivos diversos de una

(1) S. Tomás, Summ. cont. gentes lib. 2. capp. 56 y 67.


—• 31 o
/ini§nia especie, Wo como especies distintas de un mismo g é -
n e r c v P a r a q u e el a l m a y el c u e r p o e s t u v i e r a n c o n l e -
n i d o s d e n t r o de u n m i s m o g é n e r o en esta s e g u n d a
m a n e r a , s e r í a n e c e s a r i o q u e u n a y o t r o fuesen p o r si
solos s u s t a n c i a s c o m p l e t a s , p o r q u e solo á las s u s t a n -
cias c o m p l e t a s les c o r r e s p o n d e el n o m b r e de especies.
P e r o el a l m a y el c u e r p o d e l h o m b r e n o son en sí
sustancias c o m p l e t a s sino i n c o m p l e t a s y ordenadas
d e s u y o á f o r m a r u n i d a d e s u n a sola s u s t a n c i a c o m p l e t a .
P o r t a n t o n o p u e d e n ser especies d i s t i n t a s de u n m i s -
m o g é n e r o s i n o e l e m e n t o s e s e n c i a l m e n t e d i v e r s o s de
u n a m i s m a especie, e s p i r i t u a l el u n o y m a t e r i a l e l
otro.
A s í se ve q u e t a m b i é n esta d i f i c u l t a d v a d e r e c h a -
m e n t e c o n t r a el s i s t e m a a t ó m i c o , y n o t i e n e en él so-
lución satisfactoria, porque prueba irrefragablemente
q u e en la h i p ó t e s i s a t o m i s t a el a l m a y el c u e r p o , p o r
ser dos s u s t a n c i a s c o m p l e t a s , n o p u e d e n j u n t a r s e en
u n i d a d de s u s t a n c i a n i e s t a r c o n t e n i d a s d e n t r o de u n
m i s m o g é n e r o s i n c o n v e r t i r a l c u e r p o en e s p í r i t u ó al
e s p í r i t u en c u e r p o : m a s en el s i s t e m a de )a m a t e r i a y
f o r m a la d i f i c u l t a d m e n c i o n a d a q u e d a a b s o l u t a t p e n t e
s i n v a l o r a l g u n o ; p o r q u e el a l m a y el c u e r p o s o n dos
e l e m e n t o s e s e n c i a l m e n t e d i v e r s o s de u n a m i s m a es-
pecie, y p o r t a n t o en este s e n t i d o p e r t e n e c e n á u n
m i s m o g é n e r o s i n c o n f u n d i r s e sus esencias.
459.—fÁ la tercera so. r e s p o n d e q u e el a l m a n o e x i s t e
de t a l m a n e r a en la m a t e r i a , q u e d e p e n d a t o t a l m e n t e
de ella en el e x i s t i r y en el o b r a r , c o m o s u c e d e á la
f o r m a s u s t a n c i a l de los c u e r p o s i n o r g á n i c o s , a l p r i n -
c i p i o v i t a l de las p l a n t a s y a l a l m a s e n s i t i v a de los
b r u t o s ; s i n o q u e , p o r r a z ó n de s u e s p i r i t u a l i d a d ,
p u e d e e x i s t i r y o b r a r s i n la m a t e r i a , y p o r t a n t o n o
se h a l l a t o t a l m e n t e s u m e r g i d a en ella n i es m a t e r i a l ó
corruptible.) E l a l m a h u m a n a e s t á , c o m o dice m u y
b i e n el A n g é l i c o D o c t o r ( i ) , en el c o n f í n de los seres
c o r p ó r e o s y de los i n c o r p ó r e o s , en c u a n t o q u e , p o r
ser f o r m a d e l c u e r p o , c o n v i e n e c o n las o t r a s f o r m a s
m a t e r i a l e s e n d e p e n d e r e n a l g ú n m o d o de la m a t e r i a
p a r a ejercer sus actos; y p o r ser s u s t a n c i a v e r d a d e r a -
m e n t e e s p i r i t u a l , p u e d e , d e s p u é s de d e s t r u i d o el c u e r -
po, s e g u i r v i v i e n d o la v i d a de los e s p í r i t u s , a u n q u e
con m e n o s p e r f e c c i ó n q u e ellos. P o r c o n s i g u i e n t e , de
q u e n u e s t r a a l m a sea f o r m a d e l c u e r p o , n o se s i g u e '
q u e sea m a t e r i a l y c o r r u p t i b l e c o m o las o t r a s f o r m a s ;
s i n o q u e c o n esto p u e d e j u n t a r m u y b i e n su i n m a t e -
rialidad é i n c o r r u p t i b i l i d a d verdaderas.
460.—La cuarta y a q u e d a r e c h a z a d a en lo q u e aca-
b a m o s de e s c r i b i r r e s p o n d i e n d o á la t e r c e r a . P o r q u e
n u e s t r a a l m a n o t i e n e d e s u y o u n ser s e p a r a d o d e l
c u e r p o c o m o los e s p í r i t u s p u r o s , s i n o q u e se d i f e r e n -
cia de ellos en q u e su m o d o de ser n a t u r a l es e x i s t i r
u n i d a á la m a t e r i a y f o r m a n d o c o n ella la u n i d a d sus-
t a n c i a l de u n solo c o m p u e s t o l l a m a d o hombre ó per-
sona humana. L o c u a l n o q u i t a el q u e s e c u n d a r i a m e n -
te y p o r v i a de n a t u r a l r e s u l t a n c i a le c o n v e n g a t a m -
b i é n n a t u r a l m e n t e el v i v i r s e p a r a d a d e l c u e r p o y s i n
m a t e r i a a l g u n a , u n a vez q u e h a y a s i d o r o t a la u n i ó n
d i c h a , m e r c e d á la a c c i ó n d e s t r u c t o r a de los a g e n t e s
f í s i c o s , q u e t i e n e n p o d e r sobre su c u e r p o , c o m o l o
h e m o s n o t a d o a l h a b l a r de la i n m o r t a l i d a d d e l a l m a .
'461 . - / L a quinta solo p r u e b a q u e el a l m a h u m a n a ,
p a r a ser f o r m a d e l c u e r p o , debe d e p e n d e r e s e n c i a l -
m e n t e de ¿1 en algunas operaciones suyas, m a s rio en
todas) P o r q u e p a r a esto basta q u e t e n g a la t a l d e p e n -
d e n c i a en t o d a s a q u e l l a s o p e r a c i o n e s , q u e le c o r r e s -
p o n d e n bajo la r a z ó n de f o r m a s u s t a n c i a l , q u e le es
c o m ú n con las o t r a s f o r m a s , ó sea en los actos de

(1) S. Tomás, Contra gent. lib. 2, cap.


— po —
S e n t i r , v e g e t a r , etc. P e r o a d e m á s de f o r m a s u s t a n c i a l es
t a m b i é n espiriiu;y b a j o este a s p e c t o n o d e p e n d e a^so-
lutamente de la m a t e r i a , y p u e d e e x i s t i r y o b r a r s i n
ella; a u n q u e m i e n t r a s v i v e u n i d a a l c u e r p o , á u n en
estos m i s m o s actos, t i e n e c i e r t a d e p e n d e n c i a e x t r í n -
seca de los s e n t i d o s o r g á n i c o s , p o r ser n a t u r a l m e n t e
f o r m a s u s t a n c i a l s u y a y parte c o n s t i t u t i v a del h u m a n o
c o m p u e s t o , c o m o d e c í a m o s m á s a r r i b a (166 y s i -
guientes.)
462. — L a s e x / a finalmente t e n d r í a l u g a r , c o m o n o t a
S a n t o T o m á s (1), si en el h o m b r » e l ser de la f o r m a
i n t e l e c t u a l se hallase en é s t a de la m i s m a m a n e r a q u e
en la m a t e r i a . P e r o n o es a s í ; p o r q u e el t a l ser se h a -
lla en la m a t e r i a c o m o en s u j e t o q u e l o r e c i b e , la c u a l
p o r esto m i s m o s es l e v a n t a d a á u n a esfera s u p e r i o r á
la s u y a p r o p i a ; m a s en el a l m a e s t á c o m o en f u e n t e y
o r i g e n y s e g ú n la c o n v e n i e n c i a de su n a t u r a l e z a , p u e s
el a l m a c o m u n i c a á la m a t e r i a p o r v í a de u n i ó n e l
m i s m o ser q u e á ella le c o r r e s p o n d e (2).

ARTÍCULO I V .

C u á n t a s sean las formas sustanciales del cuerpo


humano.

463. — E s c o t o p u s o en el h o m b r e , a d e m á s d e l a l m a
r a c i o n a l , f u e n t e d e las v i d a s i n t e l e c t u a l , s e n s i t i v a y ve-
getativa, otra f o r m a sustancial realmente distinta y

(1) S. Tomás coní. j^ení. l i b . 2. cap. 68.


(2) Para la buena inteligencia de esta materia puede servir
de grande utilidad la excelente obra del P. U r r á b u r ú S. I . , an-
tiguo comprofesor nuestro y ahora profesor de Filosofía en la
Universidad Gregoriana en Roma. Su título es de esenttalt
corporum constibetione. Lástima que no se halle sino litografia-
da. Esperamos que. pronto la dará el autor á ki estampa para
común utilidad de los aficionados á esta clase de estudios.
g u b o r d i n a c l a á e l l a , á la c u a l d i ó el n o m b r e de f o r m a
de la corporeidad. E l oficio de esta f o r m a , s e g ú n é l , es
c o n s t i t u i r la m a t e r i a en el s é r de c u e r p o f í s i c o y o r g á - ,
n i c o y o r d e n a d o de s u y o á r e c i b i r su ú l t i m o compIe->
m e n t ó c o n la i n f o r m a c i ó n d e l a l m a h u m a n a . Esta f o r -
m a d a el s é r s u s t a n c i a l de c a r n e , hueso, n e r v i o , etc.,
q u e posee el c u e r p o h u m a n o ; se h a l l a i n f o r m a n d o la
m a t e r i a d e l e m b r i ó n , c u a n d o é s t e s i g u e su n a t u r a l
desai r o l l o , á n t e s q u e h a y a s i d o i n f o r m a d a p o r el a l m a ,
c o e x i s t e d e s p u é s c o n el a l m a , m i é n t r a s é s t a se h a l l a
u n i d a a l c u e r p o , y p e r m a n e c e en el c a d á v e r , c u a n d o
h a s i d o a b a n d o n a d o p o r el a l m a , h a s t a q u e e n t r a en
él la p u t r e f a c c i ó n y c o m i e n z a á f o r m a r o t r a s s u s t a n c i a s
bajo el i n f l u j o de o t r a s f o r m a s . L a m a y o r p a r t e de los
q u e s i g u e n esta d o c t r i n a , j u z g a n q u e la f o r m a de la
corporeidad constdi de p a r t e s h e t e r o g é n e a s y s u s t a n -
c i a l m e n t e d i v e r s a s ; de m o d o q u e los huesos del h o m -
b r e y d e l a n i m a l en g e n e r a l se d i f e r e n c i a n s u s t a n c i a l -
m e n t e de la c a r n e de los m i s m o s seres, asi c o m o
t a m b i é n u n a s visceras de o t r a s .
4 6 4 . — V a r i o s a u t o r e s a n t i g u o s n o m b r a d o s p o r Sua-
r e y en su M e t a f í s i c a (r) s o s t u v i e r o n q u e en el h o m b r e
h a y t r e s a l m a s r e a l m e n t e d i s t i n t a s , á saber; la vege-
tativa, la sensitiva y la racional. E s t a o p i n i ó n , a l m é n o s
p o r l o q u e hace á la d i s t i n c i ó n r e a l de las a l m a s sen-
s i t i v a y r a c i o n a l , f u é s o s t e n i d a s e g ú n e s c r i b e S a n Je-
r ó n i m o , p o r m u c h o s d o c t o r e s c a t ó l i c o s ; los cuales la
q u e r í a n f u n d a r en a l g u n o s t e x t o s de la E s c r i t u r a (2).
D e f e n d i ó l a t a m b i é n O k c a m , e s c r i b i e n d o q u e en el
J h o m b r e el a l m a v e g e t a t i v a y la s e n s i t i v a son en r e a l i -
dad una m i s m a sustancia, pero distinta realmente del
alma racional.

(1) Suarcz, Metafhys. disp. 15, sect. 10, n . 16.


(2) S. Jerónimo; epis. 150 ad Hidiriam, queest. 12.
Psicología, 31
465. — O t r o s c a t ó l i c o s , de los cuales h a b l a t a m b i e n
el P . S u a r e z (1), r e c h a z a n d o c o m o es d e b i d o , la p l u r a -
l i d a d de a l m a s en el h o m b r e y n o a d m i t i e n c d o m á s q u e
u n a sola q u e ejerza p o r r a z ó n de su elevada p e r f e c c i ó n
^as f u n c i o n e s de las v i d a s v e g e t a t i v a , s e n s i t i v a y r a -
c i o n a l , p o n e n s i n e m b a r g o en las d i v e r s a s p a r t e s d e l
c u e r p o h u m a n o (y lo m i s m o h a c e n c o n t o d o s los d e m á s
vivientes), diversas f o r m a s / w c / a / e s , que sirvan como
de d i s p o s i c i ó n y p r e p a r a c i ó n p a r a la forma.íoial, r e a l -
m e n t e d i s t i n t a de t o d a s ellas. S e g ú n estos a u t o r e s , las
referidas formas parciales e s t á n p o r naturaleza subor-
d i n a d a s á la t o t a l , q u e en el h o m b r e es el a l m a r a c i o -
n a l , en los b r u t o s la s e n s i t i v a y en las p l a n t a s l a v e g e -
t a t i v a ; y s u oficio es, n o s e r v i r de e l e m e n t o c o n s t i t u t i v o
y esencial de n u e s t r a n a t u r a l e z a , p u e s s i n ellas p o d r í a
e x i s t i r a b s o l u t a m e n t e h a b l a n d o el c o m p u e s t o h u m a n o ,
s i n o p r e p a r a r la m a t e r i a y d a r l e u n a d i s p o s i c i ó n c o n -
v e n i e n t e p a r a q u e p u e d a ser i n f o r m a d a p o r el a l m a y
e j e r c e r c o n e l l a las m ú l t i p l e s f u n c i o n e s de las v i d a s
v e g e t a t i v a y s e n s i t i v a . Á esta s e n t e n c i a r e c u r r i ó en el
s i g l o p a s a d o el P. U l l o a S. P. p a r a satisfacer las e x i -
g e n c i a s de la q u í m i c a m o d e r n a s i n r e n u n c i a r á la d o c -
t r i n a A r i s t o t é l i c a de la m a t e r i a y f o r m a .
466. — F i n a l m e n t e , S a n t o T o m á s , S u a r e z , y u n a g r a n
p a r t e de los E s c o l á s t i c o s r e c h a z a n en g e n e r a l la p l u r a -
l i d a d de f o r m a s s u s t a n c i a l e s , y a t o t a l e s , y a p a r c i a l e s ,
y n o a d m i t e n en el h o m b r e s i n o u n a sola; la c u a l , p o r
r a z ó n de su p e r f e c c i ó n s u m a e n t r e t o d a s las f o r m a s
s u s t a n c i a l e s de los seres sensibles, t i e n e v i r t u d p a r a
c a u s a r p o r s í sola en el c u e r p o h u m a n o t o d a l a v a r i e -
d a d q u e se h a l l a d i s p e r s a en el m u n d o m a t e r i a l y q u e
es causa p o r las d i v e r s a s f o r m a s i n f e r i o r e s .

(1) Suarez, /. cit. n. sg.


467.—De t o d a s estas o p i n i o n e s , la s e g u n d a , q u e
p o n e m u l t i p l i c i d a d de a l m a s en el h o m b r e , es a b s o l u -
t a m e n t e i n a d m i s i b l e ; y S u a r e z n o d u d a en l l a m a r l a
improbable en Filosofía y f oco segura en Teología {1).
Y ciertamente, el C o n c i l i o g e n e r a l Constantinopoli-
t a n o I V , en el c á n o n n a n a t e m a t i z a á t o d o el q u e
p o n g a en el h o m b r e dos a l m a s . Y en el l i b r o de los
Dogmas eclesiásticos, cap. 15, el c u a l suele ser a t r i b u i d o
á S a n A g u s t í n , se e n s e ñ a c o m o d o c t r i n a c i e r t a q u e en
"el h o m b r e n o se d i s t i n g u e r e a l m e n t e el a l m a s e n s i t i v a
de la r a c i o n a l (2). De a q u í es q u e , c u a n d o G u n t h e r
en n u e s t r o s i g l o se a t r e v i ó á e s c r i b i r q u e e n el h o m -
b r e h a y d i s t i n c i ó n r e a l y v e r d a d e r a e n t r e el a l m a s e n -
s i t i v a y la r a c i o n a l , el P o n t í f i c e P i ó I X c o n d e n ó su
d o c t r i n a c o n estas p a l a b r a s ; « S a b e m o s q u e en estos
l i b r o s (de G u n t h e r ) se hace d a ñ o á la c a t ó l i c a s e n t e n -
cia y d o c t r i n a , s e g ú n la c u a l el h o m b r e de t a l m a n e -
r a c o n s t a de c u e r p o y a l m a , q u e el a l m a r a c i o n a l
es v e r d a d e r a , n a t u r a l (por sí) é i n m e d i a t a f o r m a d e l
c u e r p o (3).

(1) «Haec vero sentcntia non solum in phllosophica ratlone


improbabilis est, sed etiam In nostra fide parum tuta, quantum
ad eam partem qua ponit in homine plures animas. (Suarez,
Metaphys., disp. 15, sect. ID, n. 1.9).»
(2) Ñeque duas animas esse dicimus, (se halla escrito en el
lugar citado), in uno homine, sicut Jacobus et alii Syrorum
scribunt; unam animalem quo animetur corpus et immixta sit
sanguini, altcram spiritualem quoc rationem ministret; sed d i c i -
mus unam esse eamdemque animam in homine, quse et corpus
sua societate vivificet et semetipsam sua ratione dispOnat.-» L o
mismo escriben San Agustín en el libro de spiritu et littera,
cap. 3 . y San Juam Damasceno, lib. 2. de h'ide, cap. 12.
( 3 ) «Noscimus iisdem libris Iseide catolicam sententiam et
doctrinam de homine, qui corpore et anima ita absolvatur, ut
anima, eaque rationalis, sit vera, per se atque inmediata cor-
4 6 8 . — S e g ú n las p a l a b r a s del i n m o r t a l P o n t í f i c e q u e
a c a b a m o s de c i t a r , el a l m a r a c i o n a l d e l h o m b r e , n o
solo es v e r d a d e r a y n a t u r a l ó esencial f o r m a d e l c u e r -
p o h u m a n o , l o c u a l y a h a b i a sido d e f i n i d o en el C o n -
c i l i o V i e n e n s e (458), s i n o t a m b i é n inmediata; de s u e r t e
q u e no l o i n f o r m a m e d i a n t e o t r a a l m a de n i n g ú n g é -
n e r o , s i n o q u e ella es la q u e i n m e d i a t a m e n t e p o r si
m i s m a le d a la r a z ó n de vivo. P o r d o n d e si es v e r d a d
q u e el p r i n c i p i o v e g e t a l de las p l a n t a s es v e r d a d e r a -
m e n t e v i t a l , c o m o p i e n s a n los filósofos g e n e r a l m e n t e ,
d e b e m o s d e c i r c o n f o r m e á la d o c t r i n a de la I g l e s i a
q u e el r e f e r i d o p r i n c i p i o en el h o m b r e n o se d i s t i n -
g u e r e a l m e n t e d e l a l m a r a c i p n a l , s i n o q u e es esta
m i s m a a l m a , en c u a n t o a p t a en v i r t u d de su i n t r í n -
seca p e r f e c c i ó n p a r a ejercer en e l h o m b r e el m i s m o
o f i c i o q u e ejerce en las p l a n t a s la vida. S i n e m b a r g o ,
c o m o h a y filósofos q u e n i e g a n q u e las p l a n t a s t e n g a n
v e r d a d e r a v i d a y p r e t e n d e n e x p l i c a r sus o p e r a c i o n e s
o r g á n i c a s p o r las fuerzas m e c á n i c a s de los á t o m o s y
.en esto n o h a n s i d o r e p r e n d i d o s p o r la I g l e s i a , n o es
e n t e r a m e n t e c i e r t o q u e e n t r e el a l m a r a c i o n a l d e l
h o m b r e y el p r i n c i p i o i n m e d i a t o de SLÍ v i d a v e g e t a t i -
v a n o h a y a d i s t i n c i ó n r e a l y v e r d a d e r a . P o r lo q u e á
n o s o t r o s t o c a , n o d u d a m o s en a f i r m a r q u e son en rea-
l i d a d u n a m i s m a cosa; pues n o t e n e m o s p o r s ó l i d a -
m e n t e p r o b a b l e la o p i n i ó n de los pocos filósofos q u e
n i e g a n á las p l a n t a s la v e r d a d e r a v i d a (1).

poris forma. (Pió I X , Breve al Arzobispo de Colonia dada en 15


de Junio de 1857).»
(1) «Nihilominus ct i n Theolbgia certum et in Philosophia
evidens est, (escribe el P. Suarez en el lib. 1. de anima, cap. 4,
n. 14, después de haber aducido los argumentos que ya en su
tiempo traían algunos para negar la verdadera vida de las plan-
tas), et plantas viverc et animam vegetativam csse veram
animam.»
* — 325 —
4 6 9 . — P o r l o q u e hace á la o p i n i ó n de E s c o t o , q u e
pone d i s t i n c i ó n real entre el a l m a r a c i o n a l del h o m -
b r e y la f o r m a de la corporeidad, s i e m p r e h a t e n i d o
l i b r e c u r s o en la I g l e s i a c a t ó l i c a , h a b i é n d o l a d e f e n d i -
d o c o n s t a n t e m e n t e los E s c o t i s t a s y o t r o s m u c h o s a u -
tores i l u s t r e s , á n t e s y d e s p u é s del Concilio Vienense,
en q u e fue d e f i n i d o q u e el a l m a r a c i o n a l es p o r s u i n
t r i n s e c a n a t u r a l e z a f o r m a s u s t a n c i a l de c u e r p o h u -
m a n o . P o r d o n d e de n i n g u n a m a n e r a p u e d e ser a p r o -
b a d a la c o n d u c t a de a q u e l l o s , q u e , l l e v a d o s de u n
f e r v o r e x a g e r a d o , p r e t e n d e n en n u e s t r o s d i a s defen-
d e r de t a i m a n e r a la o p i n i ó n de S a n t o T o m á s en esta
p a r t e , q u e t i e n e n p o r c o n d e n a d a i m p l í c i t a m e n t e en e l
C o n c i l i o V i e n e n s e la d o c t r i n a de E s c o t o ( i ) . N o : la o p i -
n i ó n de E s c o t o , sea l o q u e f u e r e de su p r o b a b i l i d a d
i n t r í n s e c a , p u e d e ser h o y l i b r e m e n t e d e f e n d i d a p o r
c u a l q u i e r filósofo c r i s t i a n o , c o m o l o h a s i d o s i e m p r e ,
p o r lo q u e r e s p e c t a á la d o c t r i n a de la fe. De su m é -
r i t o filosófico e s c r i b í a en el s i g l o p a s a d o el P. L o s a d a
las s i g u i e n t e s p a l a b r a s : « E s s i n d u d a m u y p r o b a b l e y
se h a l l a a p o y a d a en g r a v e s f u n d a m e n t o s , a u n q u e n o
son é s t o s t a n s ó l i d o s q u e n o p u e d a n ser d e s h e c h o s
con otros quizas todavía, m á s probables, c o m o ahora
m i s m o l o v a m o s á v e r (3),» P a r a e x p o n e r n e t a m e n t e
n u e s t r a o p i n i ó n en la m a t e r i a "del p r e s e n t e a r t í c u l o
nos s e r v i r e m o s de las p r o p o s i c i o n e s s i g u i e n t e s .

(1) Véase sobre esto el P. Palmieri en la tésis XIV.a de su


Anlhropologia. donde se halla probado hasta la última eviden-
cia nuestro aserto.
(2) «Est tamen sine dubio valdes probabilis et gravibus nixa.
fundamentis; quamquam non adeo solidis, ut solví non possint
fórtásse probabilius, ut jam ostendo. (Losada, Cursos philoso-
ph icns, secunda pars, tract. I . disp. V , cap. I , n. 6.)»
326

PROPOSICION PRIMERA.

E l alma racional del hombre es fuénie y principio inme-


diaio no solo de las vidas inteleclualy sensitiva, sino
también de la vegetativa: por donde en el hombre
no se distinguen reahnente el alma racional,
la sensitiva y la vegetativa.

470.—Prueba de la 1 .& p.—Y en p r i m e r l u g a r , q u e


el p r i n c i p i o p r i m e r o de la v.ida s e n s i t i v a y el de la ra-
c i o n a l sean u n o m i s m o en el h o m b r e , y a q u e d a de-
m o s t r a d o en lo q u e d e j a m o s e s c r i t o en la p r i m e r a
p a r t e de este t r a t a d o (13-14). A d e m á s , q u e el p r i m e r
p r i n c i p i o de la v i d a v e g e t a t i v a n o se d i s t i n g a r e a l -
m e n t e d e l de la v i d a s e n s i t i v a . 3^a lo h e m o s p r o b a d o
en la C o s m o l o g í a h a b l a n d o de los a n i m a l e s (232).
Á la r a z ó n a l l í e x p u e s t a p o d e m o s a ñ a d i r a q u í o t r a s
d o s , q u e son las s i g u i e n t e s : i . " E l a l m a r a c i o n a l d e l
h o m b r e , p o r u n a p a r t e esta u n i d a á s u c u e r p o , n o m o -
r a l s i n o f í s i c a m e n t e , c o m o q u e d a p r o b a d o en el ar-
t i c u l o p r e c e d e n t e , y p o r o t r a es p r i n c i p i o i n m e d i a t o de
la v i d a s e n s i t i v a , la c u a l es i n t r í n s e c a m e n t e d e p e n -
d i e n t e de la m a t e r i a , n o m é n o s q u e la v e g e t a t i v a . L u e -
go no hay r a z ó n n i n g u n a p a r a que n e g u e m o s al a l m a
r a c i o n a l la f a c u l t a d de a n i m a r el c u e r p o , n o solo en
c u a n t o s e n s i t i v o , s i n o t a m b i é n en c u a n t o v e g e t a t i v o ; y
p o r c o n s i g u i e n t e d e b e m o s d e c i r q u e á ella se debe i n -
m e d i a t a m e n t e la v i d a s e n s i t i v a . 2.a L a c o n t i n u a expe-
r i e n c i a nos d i c e q u e c o n la m e d i t a c i ó n i n t e n s a de las
cosas e s p i r i t u a l e s d i s m i n u y e la i n t e n s i d a d de la v i d a
v e g e t a t i v a en el h o m b r e ; y v i c e v e r s a , el d e m a s i a d o
r e g a l o d e l c u e r p o e m b r u t e c e el e s p í r i t u y lo hace m é -
nos a p t o p a r a las f u n c i o n e s de la v i d a i n t e l e c t i v a .
A h o r a b i e n ; la r a z ó n o b v i a de este h e c h o n o p u e d e ser
— 327 —
o t r a s i n o el q u e , c o m o la v i r t u d de n u e s t r a a l m a es
finita, n o p u e d e a p l i c a r s e c o n m u c h a i n t e n s i d a d á u n a
clase de acciones s i n q u e p o r esto m i s m o d e b a s u f r i r
d e t r i m e n t o la fuerza p r o d u c t o r a de las o t r a s . M a s esto
e q u i v a l e en r e a l i d a d á d e c i r q u e n u e s t r a a l m a r a c i o n a l
es el p r i n c i p i o p r i m e r o de las o p e r a c i o n e s t a n t o vege-
t a t i v a s c o m o s e n s i t i v a s é i n t e l e c t u a l e s . L u e g o el a l m a
r a c i o n a l n o se d i s t i n g u e en el h o m b r e c o n d i s t i n c i ó n
r e a l y física d e l a l m a v e g e t a t i v a .
471. — D e c i m o s : el principio primero; p o r q u e las o p e -
r a c i o n e s de la v i d a v e g e t a t i v a s o n . h e c h a s p o r u n a f u e r -
za m a t e r i a l y o r g á n i c a , lo m i s m o q u e las ele la v i d a
s e n s i t i v a . E s t a s fuerzas e s t á n radicalmente en el a l m a ;
p e r o de u n a m a n e r a f o r m a l y e x p r e s a n o se e n c u e n -
t r a n s i n o en el c o m p u e s t o de a l m a y c u e r p o . P o r d o n d e
el a l m a sola n o es capaz n i de v e g e t a r n i de s e n t i r ,
c o m o d e c í a m o s m á s a r r i b a (92). P o r l o m i s m o q u e estas
fuerzas n o p e r t e n e c e n a l a l m a sola s i n o a l c o m p u e s t o
o r g á n i c o de a l m a y c u e r p o , t a m p o c o se e j e r c e n c o n
c o n c i e n c i a sus actos s i n o q u e en ellos o p e r a n u e s t r a
a l m a i n t e l e c t u a l j u n t a m e n t e c o n la m a t e r i a á la manera
de los puros vegetales. N u e s t r a a l m a , en c u a n t o f o r m a
s u s t a n c i a l v e g e t a t i v a , s i g u e la c o n d i c i ó n d e l p r i n c i p i o
v i t a l de las p a l a b r a s ; y a s í n o p u e d e m é n o s de o b r a r
i n c o n s c i e n t e m e n t e c o m o él en t o d a s las acciones de la
vida puramente orgánica.
472. — P o r t a n t o es a b s o l u t a m e n t e i n a d m i s i b l e l a
o p i n i ó n de S t a h l , el c u a l d e c i a q u e el a l m a h u m a n a
ejerce las f u n c i o n e s de la v i d a v e g e t a t i v a p o r m e d i o
de la i n t e l i g e n c i a y de la r a z ó n . E s t o es c o n f u n d i r
t o r p e m e n t e las p o t e n c i a s d e l a l m a u n a s c o n o t r a s , y
h a c e r e s p i r i t u a l e s u n o s actos, q u e e n " r e a l i d a d de ver-
d a d son materiales por depender i n t r í n s e c a m e n t e del
c o n c u r s o de la m a t e r i a . F u e r a de q u e , si los actos de
la v i d a v e g e t a t i v a los h i c i e r a n u e s t r a a l m a p o r m e d i o
— 328 —
de la i n t e l i g e n c i a y de la r a z ó n , t e n d r í a m o s c o n c i e n -
cia de ellos y a d e m á s los p o d r í a m o s s u s p e n d e r á n u e s -
t r o a r b i t r i o , p o r q u e s e r i a n v o l u n t a r i o s . M a s n a d a de
esto sucede, s i n o t o d o lo c o n t r a r i o . L u e g o d e b e m o s
c o n c l u i r q u e son h e c h o s p o r u n a p o t e n c i a r e a l m e n t e
d i s t i n t a de la r a z ó n y de la v o l u n t a d , o r g á n i c a é i n -
c o n s c i e n t e ; la c u a l t i e n e su r a i z y f u e n t e p r i m e r a en
la esencia de n u e s t r a a l m a e s p i r i t u a l , p e r o no r e s i d e
s i n o en el c o m p u e s t o de. a l m a y c u e r p o y o b r a de la
m i s m a m a n e r a q u e la fuerza v e g e t a t i v a de las p l a n -
tas. De a q u í es q u e , s e p a r a d a el a l m a d e l c u e r p o , la
v e g e t a c i ó n cesa en el h o m b r e l o m i s m o q u e la sensi-
b i l i d a d . Y si h a y c i e r t o s f e n ó m e n o s , los c u a l e s p a r e -
cen s i g n i f i c a r ' q u e la v i d a v e g e t a t i v a p e r s i s t e t o d a v í a
p o r a l g ú n t i e m p o en el c a d á v e r , p o r c u a n t o d e s p u é s
de m u e r t o el h o m b r e se ven crecer en él las u ñ a s y el
c a b e l l o ; no p o r eso d e b e m o s d e c i r q u e a q u e l l o s actos
son v e r d a d e r a m e n t e v i t a l e s s i n o m e r o s p r o d u c t o s o r -
g á n i c o s e l a b o r a d o s m e c á n i c a m e n t e p o r el c u e r p o
i n e r t e , en q u e s u b s i s t e n t o d a v í a a l g u n a s c u a l i d a d e s
p r o p i a s de los seres v i v i e n t e s .
473.—Prueba d é l a 2.a p.—Es e v i d e n t e . P o r q u e el
p r i m e r p r i n c i p i o de la v i d a de u n s é r c u a l q u i e r a es
el a l m a de este s é r . P o r c o n s i g u i e n t e , si es el p r i m e r
p r i n c i p i o de las o p e r a c i o n e s de la v i d a t a n t o v e g e t a -
t i v a c o m o s e n s i t i v a é i n t e l e c t u a l es r e a l m e n t e u n o
m i s m o en el h o m b r e , n o p u e d e caber la m e n o r d u d a
de q u e el a l m a r a c i o n a l d e l h o m b r e no se d i s t i n g u e
en r e a l i d a d n i d e l a l m a s e n s i t i v a n i de la v e g e t a t i v a .
- 329 - .

PROPOSICION SEGUNDA.

cyAdemds del alma racional parece que se deben admitir


en el hombre oirás Jormas sustanciales parciales; ora
esenciales al compuesto humano y constitutivas de la
forma de la corporeidad, ora meramente integrantes
y necesarias por vía de disposición prévia para
la conveniente información de la materia
ejercida por el alma.

474. — P r u e b a s . — i . e E l h u e s o y l a c a r n e d i f i e r e n
s u s t a n c i a l m e n t e en e] h o m b r e ; p u e s las p r o p i e d a d e s
de e n t r a m b o s soa t a n d i v e r s a s e n t r e sí c o m o p u e d e n
s e r l o las d e l o r o y de la p l a t a , los cuales en s e n t i r d e
t o d o s s o n s u s t a n c i a s e s e n c i a l m e n t e d i v e r s a s . Es a s í
q u e esta d i v e r s i d a d s u s t a n c i a l n o les p u e d e v e n i r d e l
a l m a ; pues s i e n d o ' e l l a en s í u n a sola f o r m a , n o p u e d e
c o n s t i t u i r s i n o u n a sola s u s t a n c i a u n i f o r m e . L u e g o
los v i e n e de o t r a s f o r m a s s u s t a n c i a l e s p a r c i a l e s , q u e
ó s o n d i v e r s a s p a r t e s de la f o r m a de la c o r p o r e i d a d
y p e r t e n e c e n á la esencia d e l c o m p u e s t o , ó e n t r a n en
él c o m o p a r t e s m e r a m e n t e i n t e g r a n t e s y n e c e s a r i a s
t a n solo p a r a q u e el a l m a p u e d a i n f o r m a r c o n v e n i e n -
t e m e n t e la m a t e r i a .
475. —2.0 C u a n d o m u e r e el h o m b r e , , el c a d á v e r se
h a l l a i n f o r m a d o p o r a l g u n a f o r m a s u s t a n c i a l . Es a s í
q u e t a l f o r m a n o c o m i e n z a é e x i r t i r c o n la s e p a r a c i ó n
d e l a l m a . Primero, p o r q u e n i n g ú n i n d i c i o de u n a
f o r m a s u s t a n c i a l n u e v a se a d v i e r t e , c u a n d o el h o m b r e
m u e r e de r e p e n t e , y a a h o g a d o en el a g u a , y a h e r i d o
. p o r u n a b a l a , etc., etc. Segundo, p o r q u e n o "se ve en
tales casos q u é a g e n t e f í s i c o p u e d a ser causa p r o d u c -
t o r a de l a n u e v a f o r m a ; p u e s n o se p u e d e d e c i r q u e
el p u ñ a l q u e a t r a v e s ó el c o r a z ó n , ó la b a l a q u e t a l a d r ó
—33° —
la cabeza, h a y a n d a d o o r i g e n c o n su a c c i ó n d e s t r u c -
t o r a á l a p r o d u c c i ó n de u n a f o r m a s u s t a n c i a l n u e v a .
Tercero, p o r q u e la i n n u m e r a b l e m u l t i t u d de' causas
d i f e r e n t e s q u e p r o d u c e n la m u e r t e e n el h o m b r e , de-
b e r í a n dar o r i g e n á formas c a d a v é r i c a s diferentes, si-
estas fuesen a l g u n a cosa p r o d u c i d a p o r ellas. L o c u a l
sin e m b a r g o n o sucede, p o r q u e , sea c u a l f u e r e la c a u -
sa q u e t r a e a l h o m b r e la m u e r t e , la f o r m a c a d a v é r i c a
r e s u l t a n t e s i e m p r e es de la m i s m a especie. L u e g o la
t a l f o r m a y a e x i s t i a a n t e s en el c o m p u e s t o v i v o y p o r
lo t a n t o , ó se i d e n t i f i c a c o n la f o r m a de la c o r p o r e i -
d a d d e f e n d i d a p o r E s c o t o , ó es el r e s u l t a d o de las
diferentes formas sustanciales parciales sostenidas
por otros autores.
476.—Este s e g u n d o a r g u m e n t o p a r e c i ó t a n f u e r t e
al P. L o s a d a , q u e n o d u d ó en e s c r i b i r las s i g u i e n t e s
p a l a b r a s : « E n v e r d a d , parece p o c o c r e í b l e q u e en los
c a d á v e r e s de los seres v i v i e n t e s y en la a n á l i s i s q u í m i -
ca se p r o d u z c a n de r e p e n t e t a n t a s f o r m a s s i n c a u s a
a l g u n a a p a r e n t e . C i e r t a m e n t e , el c o m ú n s e n t i r de
los h o m b r e s es q u e en tales casos h a d e s a p a r e c i d o
allí algo, sin que haya sido s u s t i t u i d o nada n u e v o ,
p e r m a n e c i e n d o t a n solo a q u e l l a s cosas q u e se h a l l a b a n
a n t e s en el c o m p u e s t o . P o r esto en la u v a pasa, en la
rosa seca, en el l e ñ o de c e d r o , n i n g u n o i m a g i n a u n a
n u e v a s u s t a n c i a ; sino lo ú n i c o q u e p i e n s a es, q u e
t o d o s estos seres h a n p e r d i d o la v i r t u d de v e g e t a r .
Y el m i s m o o l o r r o s á c e o ó c e d r i n o , q u e d u r a m u c h í -
s i m o t i e m p o , e s t á b a s t a n t e l e j a n o de la f o r m a cada-
v é r i c a (1).»

([) «Et revera parum videtur credibile, quod in cadaveribus'


vlrentium et in analysi chimica tot fórrate repente novae p r o -
ducantur, nulla apparente causa. Certe coraraunis horainum
apprehensio esse yidetLir. quod ibi deficif quidem aliquid., nihil
4 7 7 - — E l ú n i c o a r g u m e n t o de a l g ú n peso y p o r
el c u a l la o p i n i ó n c o n t r a r i a es t a m b i é n v e r d a d e r a -
m e n t e p r o b a b l e , se r e d u c e á q u e , p o n i e n d o en el h o m -
b r e d i v e r s a s f o r m a s s u s t a n c i a l e s , a u n q u e sean p a r -
ciales y s u b o r d i n a d a s á la f o r m a p r i n c i p a l , q u e es el
a l m a , n o se ve b i e n c ó m o el c o m p u e s t o r e s u l t a n t e
será verdaderamente s u s t a n c i a l y no a c c i d e n t a l .
P o r q u e en t a l caso el a l m a v e n d r á á la m a t e r i a y a
actuada é i n f o r m a d a por otra f o r m a , y por tanto no
parece q u e p u e d a f o r m a r c o n ella u n c o m p u e s t o sus-
tancial verdadero.
478.—Este a r g u m e n t o e m p e r o n o deja de t e n e r s u
s o l u c i ó n p r o b a b l e , p r i n c i p a l m e n t e en l a o p i n i ó n de
a q u e l l o s q u e p o n e n v á r i a s f o r m a s s u s t a n c i a l e s en el
h o m b r e , n o c o m o e l e m e n t o s c o n s t i t u t i v o s del c o m -
puesto h u m a n o , sino como meras disposiciones pre-
vias p a r a q u e el a l m a p u e d a i n f o r m a r l a m a t e r i a
i n f o r m a d a p o r ellas. P o r q u e , en esta o p i n i ó n , t a n t o
el a l m a c o m o las f o r m a s d i c h a s i n f o r m a n i n m e d i a t a -
m e n t e á la m a t e r i a , d á n d o l e cada u n a su d e n o m i n a -
c i ó n p r o p i a , c o m o si ella sola la i n f o r m a s e . P o r c o n -
s i g u i e n t e , el a l m a es t a m b i é n f o r m a de la corporeidad
del c u e r p o h u m a n o y le d a , n o solo el ser v i v o , v e g e -
t a t i v o , s e n s i t i v o y r a c i o n a l , s i n o t a m b i é n el ser s i m -
p l e m e n t e c u e r p o . S o l o q u e , p a r a e s t a r u n i d a á la
m a t e r i a , necesita por via de condición q u e las o t r a s
f o r m a s p a r c i a l e s d e n t a m b i é n á la m a t e r i a p o r ellas

tamen novi substituitur, sed ea tantum remanent, quae per-


cunti composlto inerant. Ideo in uva pasa, in rosa sieca, in
ligno cedrino nemo concipit novam substantiam, sed amissam
tantum Tim vegetandi; et odor ipse rosaceus aut cedrinus d i u -
tissime perseverans satis alienas est a forma cadaveris. (llosa-
da Curcus philoso'ph., pars secunda, trat, I , disp. V . cap. I I I ,
n ; 13.)»
— 33-.—

i n f o r m a d a el ser carne, hueso, cartílago, etc.; de l a


m i s m a m a n e r a q u e l a s u s t a n c i a p a r a r e c i b i r en s í
c i e r t o s m o d o s n e c e s i t a ser p r é v i a m e n t e m o d i f i c a d a
por otros.
479. — Á u n en la m i s m a d o c t r i n a de E s c o t o , t i e n e el
referido a r g u m e n t o una s o l u c i ó n nada despreciable.
P o r q u e el h o m b r e , en s e n t i r de t o d o s los filósofos, es
un compuesto sustancial de cuerpo y alma; de la m i s m a
m a n e r a q u e la plata, p o r e j e m p l o , es u n c o m p u e s t o
s u s t a n c i a l de m a t e r i a p r i m a y f o r m a a r g e n t i n a . De
d o n d e se p u e d e i n f e r i r p r o b a b l e m e n t e c o n los E s c o t i s -
tas q u e , a s í c o m o la m a t e r i a p r i m a es cosa t o t a l m e n t e
d i s t i n t a de la f o r m a a r g e n t i n a , q u e la i n f o r m a , de la
m i s m a m a n e r a el c u e r p o h u m a n o , ó sea el c o m p u e s -
to s u s t a n c i a l de m a t e r i a p r i m a y f o r m a s u s t a n c i a l o r -
g á n i c a y p r ó x i m a m e n t e a p t a p a r a la v i d a , es t o t a l -
m e n t e d i s t i n t o d e l a l m a q u e lo hace f o r m a l m e n t e
v i v o . Y en este caso el a l m a h u m a n a le c o r r e s p o n d e r á
p o r r a z ó n de su n a t u r a l e z a , n o el d a r el ser s i m p l e -
m e n t e a l c u e r p o , s i n o el c o n s t i t u i r l o vivo. L a f o r m a
de la corporeidad, en la d o c t r i n a de E s c o t o , n o hace
una sustancia completa sino i n c o m p l e t a y ordenada
de s u y o á f o r m a r p a r t e de o t r a c o m p l e t a y m á s p e r -
fecta l l a m a d a / z o m ^ n ? . P o r d b n s i g u i e n t e , el c o m p u e s t o
q u e r e s u l t a de la u n i ó n d e l a l m a con el c u e r p o , s e r á
u n v e r d a d e r o c o m p u e s t o s u s t a n c i a l ; p o r q u e t a n t o el
a l m a c o m o la m a t e r i a i n f o r m a d a p o r la f o r m a de la
corporeidad s o n s u s t a n c i a s i n c o m p l e t a s , q u e m u t u a -
m e n t e se e x i g e n p o r c o n d i c i ó n de s u i n t r í n s e c a n a t u -
raleza, p a r a la f o r m a c i o n j i e u n t o d o f í s i c o , v e r d a d e r a
f u e n t e de fuerzas n u e v a s .
480. — L o q u e a c a b a m o s de e s c r i b i r acerca de la f o r -
m a de la corporeidad escolástica n o es a p l i c a b l e á la
d o c t r i n a a t ó m i c a , q u e h e m o s c o m b a t i d o en la p r o p o -
sición tercera del a r t i c u l o precedente. Los atomistas
d e f i e n d e n c o n m u c h i s i m o a r d o r q u e el a l m a n o d a a l
c o m p u e s t o h u m a n o el ser cuerpo s i n o s o l a m e n t e el
ser vivo, h a c i e n d o en esto causa c o m ú n c o n los Esco-
t i s t a s ; p e r o e n t r e la d o c t r i n a de Escoto y la de estos
a u t o r e s en o r d e n á la n a t u r a l e z a de la f o r m a de la cor-
poreidad m e d i a u n a d i s t a n c i a i n m e n s a . « A u n q u e e n -
t e n d a m o s b e n i g n í s i m a m e n t e con Escoto, Suarez y
obros, escribe el a t o m i s t a T o n g i o r g i , c u a n t o los Esco-
l á s t i c o s a f i r m a b a n acerca de la. m a t e r i a p r i m a , á sa-
ber; q u e de t a l s u e r t e sea l l a m a d a p u r a p o t e n c i a la
m a t e r i a p r i m a , q u e esto n o o b s t a n t e t e n g a ella s u
p r o p i a esencia y e x i s t e n c i a ; s i n e m b a r g o nos es i m -
p o s i b l e a c e p t a r lo q u e los tales a u t o r e s e n s e ñ a n en o r -
d e n á l a f o r m a s u s t a n c i a l . P o r q u e , si esta f o r m a sus-
t a n c i a l f u e r a u n a c i e r t a c o m p o s i c i ó n y o r d e n de las
p a r t e s , c o m o lo es la f o r m a de las o b r a s a r t i f i c i a l e s , ó
u n a c u a l i d a d y m o d o de la s u s t a n c i a , c o m o l o son t o -
das las f o r m a s a c c i d e n t a l e s , f á c i l m e n t e e n t e n d e r í a m o s
q u é es y c ó m o p u e d e ser sacada de la p o t e n c i a de la
m a t e r i a * P e r o s e g ú n los E s c o l á s t i c o s , la f o r m a s u s t a n -
c i a l de los c u e r p o s se d i s t i n g u e r e a l y a d e c u a d a m e n t e
de la m a t e r i a , y esto n o o b s t a n t e es sacada de ella y
n o es h e c h a de la n a d a ( i ) .

(i) Etiamsi quce de prima materia a scholasticis assere-


bantur, mitissime intelligamus cum Scoto, Suaresio aliifeque, ut
nempe materia ita pura potentia dicatur, ut tamen propriam
essentiam ct existentiam sibi vindicct, nihilominus qua; de for-
ma corporum substantlali traduntur, recipere non possumus.
Si enim substantialis ha;c forma essct compositio etordopartium,
ut est forma operum artificialium, aut qualitas modusquc subs-
tantioe, ut sunt accidentales corporum formpe, facile intelíigerc-
tur quid rei illa esset ct quomodo ex materia educi posset. A t
juxta scholasticos forma corporum Substantialis realiter et adse-
quate a materia distinguitur, cducitür tamen ex illa et non lit
ex nihilo. (Tongiorgi, Cosmologia, lib. r, cap. 2. n. 3 ^ . »
4S1.—La f o r m a d e la corporeidad en el s i s t e m a a t ó -
m i c o es u n a s i m p l e c o m p o s i c i ó n y o r d e n de los á t o -
m o s e n t e r a m e n t e a c c i d e n t a l p a r a ellos, c o m o p u e d e
serlo p a r a las d i v e r s a s p a r t e s de u n a r t e f a c t o el m o d o
y o r d e n c o n q u e son colocadas. N i este e j é r c i t o de
á t o m o s asi d i s p u e s t o s y a r r e g l a d o s d i c e o r d e n de
s u y o y p o r su i n t r í n s e c a n a t u r a l e z a á e s p í r i t u a l g u n o ,
q u e v e n g a á c o m p e n e t r a r s e con ellos y e j e r c e r ^us
p e r c e p c i o n e s m e d i a n t e sus c o n m o c i o n e s o r g á n i c a s .
P o r q u e n o necesita de t a l e s p í r i t u p a r a e x i s t i r , n i p a r a
r e c i b i r las i m p r e s i o n e s , n i p a r a t r a s m i t i r l a s á o t r o s
seres; s i n o q u e el a d v e n i m i e n t o d e l t a l e s p í r i t u es p a r a
él u n a cosa i n d i f e r e n t e . A l o s u m o l o p o d r á r e c l a m a r
p a r a q u e o b r e en él g u a r d a n d o el e q u i l i b r i o de los
á t o m o s , c o m o g u a r d a u n h o m b r e la casa en q u e v i v e ,
p a r a q u e n o se v e n g a al suelo c o n las g o t e r a s n o r e -
p a r a d a s . P e r o esto n o i n d i c a o t r o g é n e r o de r e l a c i ó n
e n t r e el a l m a y el c u e r p o q u e la de u n h a b i t a n t e y su
p r o p i a cosa. V é a s e p u e s p o r q u e , t e n i e n d o p o r v e r d a -
d e r a m e n t e p r o b a b l e la d o c t r i n a de E s c o t o r e l a t i v a á
la f o r m a de la corporeidad, j u z g a m o s a l m i s m o t i e m -
po q u e no p u e d e ser a d m i t i d o en a l g u n a m a n e r a s o b r e
este p u n t o el s i s t e m a de los a t o m i s t a s (1).

ARTÍCULO V .

Asiento del alma.

482.—Los P l a t ó n i c o s y los C a r t e s i a n o s , q u e n o p o -
n í a n v e r d a d e r a u n i ó n s u s t a n c i a l e n t r e el a l m a y el
c u e r p o s i n o s i m p l e m e n t e m o r a l , c u a l es la q u e t i e n e
el h a b i t a n t e de u n a casa c o n esta m i s m a casa, n a t u -

(1) Véase lo que sobre esta materia de la pluralidad d e f o r -


mas del compuesto humano escribe el P. Losada en el lugar
arriba citado.
r a í m e n t e t r a t a r o n de s e ñ a l a r al a l m a u r i l u g a r detef-
m i n a d o d e l c u e r p o , d o n d e t u v i e s e s u m o r a d a , y desde
d o n d e ejerciese s u i m p e r i o en t o d a s las d e m á s p a r t e s ,
al m o d o q u e lo h a c e u n r e y en sus estados. N u e s t r a
c o m p a t r i o t a O l i v a S a b u c o , a n t e s q u e Descartes na-
c i e r a , la p u s o en el c e r e b r o ; Descartes la c o l o c ó en la
g l á n d u l a p i n e a l ; B u í f o n en el d i a f r a g m a d e l c e r e b r o , ó
sea en la m e m b r a n a q u e le e n v u e l v e ; P e y r o n en el
c u e r p o c a l l o s o . O t r o s , c o m o - G u e v a r a , n o le s e ñ a l a r o n
l u g a r d e t e r m i n a d o , s i n o j u z g a r o n q u e s e g ú n las nece-
s i d a d e s o c u r r e n t e s se t r a s l a d a de u n l u g a r á o t r o de
su h a b i t a c i ó n , p a r a ejercer allí las o p e r a c i o n e s q u e
sean n e c e s a r i a s .
483. — P e r o t o d a s estas o p i n i o n e s son m a n i f i e s t a -
m e n t e falsas, s u p u e s t o lo q u e a c a b a m o s de p r o b a r en
el a r t i c u l o p r e c e d e n t e . E n efecto: el a l m a r a c i o n a l d e l
h o m b r e n o se d i s t i n g u e r e a l m e n t e de su a l m a v e g e -
t a t i v a ; p o r c o n s i g u i e n t e se debe e n c o n t r a r en t o d a s
a q u e l l a s p a r t e s d e l c u e r p o h u m a n o , q u e g o z a n de
v e r d a d e r a v e g e t a c i ó n . Y c o m o estas p a r t e s son t o d a s ,
pues t o d o el c u e r p o h u m a n o v e g e t a , s i n e x c l u i r la
m á s m í n i m a p a r t í c u l a , d e b e m o s c o n c l u i r q u e la sus-
t a n c i a d e l a l m a h u m a n a se h a l l a en t o d o el c u e r p o
o b s o l u t a m e n t e . A u n m á s ; si n u e s t r a a l m a e s t u v i e r a
c o m p u e s t a de p a r t e s , p o d r í a t e n e r u n a en u n a p a r t e
d e l c u e r p o y o t r a en o t r a . P e r o s i e n d o s i m p l e , p o r
f u e r z a debe estar t o d a e n t e r a en t o d a s y cada u n a ele
ellas. E s t o es lo q u e e n s e ñ a r o n s á b i a m e n t e los E s c o -
l á s t i c o s , d i c i e n d o q u e n u e s t r a a l m a e s t á en t o d o el
c u e r p o y en cada u n a de sus p a r t e s ; p o r q u e t o d a s
ellas e s t á n v i v a s y la v i d a n o les p u e d e v e n i r s i n o de
e s t a r á ellas p r e s e n t e y s u s t a n c i a l m e n t e u n i d a n u e s -
tra alma.
484. — N i c o n t r a esta d o c t r i n a v a l e n g r a n cosa los
a r g u m e n t o s q u e se suelen o p o n e r . D i c e n en p r i m e r
-336-
l u g a r Sus a d v e r s a r i o s : S i e n d o e l a l m a s i m p l e , ^ c ó m o
ha de e s t a r d i f u n d i d a p o r t o d o el cuerpo? V a n a d i f i -
c u l t a d . D i o s es s i m p l i c i s i m o y s i n e m b a r g o t i e n e p r e -
sente su s u s t a n c i a á t o d o s y cada u n o de los seres c r i a -
dos. L u e g o (la s i m p l i c i d a d n o se o p o n e á la d i f u s i ó n
m e n c i o n a d a ; p o r q u e la t a l d i f u s i ó n n o es f o r m a l c o m o
la de los c u e r p o s , s i n o v i r t u a l c o m o la de los e s p í r i t u s .
E l a l m a es s i m p l e , n o c o m o el p u n t o m a t e m á t i c o q u e
t i e n e u n l u g a r d e t e r m i n a d o en la l í n e a , sirio c o m o los
e s p í r i t u s i n e x t e n s o s , q u e , en t a n t o e s t á n en a l g ú n l u -
g a r , en c u a n t o l o t o c a n c o n s u v i r t u d , c o m o escribe
sabiamente Santo T o m á s ( i ) . Fuera deque, á u n cuan-
d o q u i s i é r a m o s c o l o c a r el a l m a en a l g u n a p a r t e d e t e r -
m i n a d a d e l c e r e b r o , le h a b r í a m o s de s e ñ a l a r a l g u n a
e x t e n s i ó n ; p o r q u e los n é r v i o s s e n s o r i o s n o c o n f l u y e n
á u n m i s m o p u n t o m a t e m á t i c o é i n d i v i s i b l e de la ca-
beza; y en t a l caso la d i f i c u l t a d de p o n e r a l a l m a t o d a
e n t e r a en t o d a s y cada u n a de las p a r t e s d e l c u e r p o se
v u e l v e c o n t r a los m i s m o s a d v e r s a r i o s ; p o r q u e la s i m -
p l i c i d a d d e l a l m a lo m i s m o p u g n a c o n la e x i s t e n c i a de
la m i s m a en u n a p a r t e de l a cabeza q u e en t o d o el
cuerpo.
485. — D i c e n en s e g u n d o l u g a r : S i el a l m a e s t á t o d a
e n t e r a en c a d a u n a de las p a r t e s d e l c u e r p o h u m a n o ,
t o d a ella se h a l l a r á en el d e d o ; y a s í el d e d o solo s e r á
h o m b r e , p o r q u e e s u n compuesto sustancial del cuerpo
y a l m a r a c i o n a l . A d e m á s , e n t a i c a s o el a l m a e n t e n d e r á
en el p i é ; p o r q u e a l l í t e n d r á t a m b i é n la i n t e l i g e n c i a .
F i n a l m e n t e , al c o r t a r l e á u n h o m b r e la m a n o , el a l m a
se r e t i r a r á de a q u e l l u g a r ; l o c u a l es u n a b s u r d o .
486. —Respuesta:—Yodas estas son t a m b i é n d i f i c u l -
t a d e s v a n a s : i.0 E l a l m a e s t á en el d e d o como en una
parte d e l h o m b r e , n o c o m o en u n todo separado é

(1) S. Tomás, Summ. theol., 1. p. q. 8, art. 2. ad 3.um


independiente de otro sér. P o r c o n s i g u i e n t e , el d e d o
a n i m a d o p o r el a l m a n o es u n h o m b r e s i n o u n a
parte suya?)
487. —2.0 E l a l m a p r o p i a m e n t e h a b l a n d o no e n t i e n -
de, n i en el p i é / n i en la cabeza, n i en p a r t e a l g u n a d e l
c u e r p o ; p o r q u e n o usa de ó r g a n o a l g u n o c o r p o r a l p a r a
los actos de la i n t e l i g e n c i a . Se d i c e q u e e n t i e n d e en la
cabeza y n o en o t r a p a r t e , en c u a n t o q u e en la cabeza
e s t á l o c a l i z a d a l a i m a g i n a c i o n , q u e p r o d u c e las r e p r e -
s e n t a c i o n e s i m a g i n a r i a s , las cuales le s u m i n i s t r a n la
m a t e r i a de sus p e n s a m i e n t o S i J
488. — D i c e m u y b i e n á este p r o p ó s i t o S a n t o T o m á s :
« L a s p o t e n c i a s d e l a l m a son de dos clases: L a s unas
e s t á n en e l l a , en c u a n t o q u e excede en p e r f e c c i ó n á
t o d a la c a p a c i d a d del c u e r p o . E s t o s son el e n t e n d i -
m i e n t o y la v o l u n t a d , y - p o r la r a z ó n i n d i c a d a n o se
d i c e q u e e s t é n en p a r t e a l g u n a d e l c u e r p o . L a s otras
son c o m u n e s al a l m a y al c u e r p o ; y é s t a s n o d e b e n
e s t a r d o n d e q u i e r a q u e el a l m a se e n c u e n t r a , s i n o solo
en a q u e l l a p a r t e d e l c u e r p o q u e es p r o p o r c i o n a d a p a r a
la o p e r a c i ó n de c a d a u n a m . »
489. —3.0 C u a n d o se s e p a r a de l o r e s t a n t e d e l c u e r p o
u n a p a r t e , q u e p o r sí sola n o es a p t a p a r a las f u n c i o n e s
de l a v i d a d e l h o m b r e , e n t o n c e s deja p o r esto m i s m o
de ser i n f o r m a d a p o r el a l m a ; la c u a l s i g u e i n f o r m a n d o
á t o d o l o d e m á s ) S i p o r esta causa se q u i e r e d e c i r q u e

(r) «Potenúavnm animce qutvdain sunt in ea, secundum quod


excedit totam córporis capacitatem; scilicet, inlellectus et volum-
tas: unde hujustnodi potentise in nulla parte corporis csse d i -
cuntur. Atice vero potentise sunt communes animee et corporí.
Unde talium potentiarum non oportct quod quselibet sit in
quocumque est anima, sedsolumin illa parte corporis, quoe est
proportionata ad talis potentite operationem. (S. Tomás, Summ.
theol. 1. p. q. 77, art. 8, ad 4.um»
Psicología. 22
ge retira e l a l m a de l a p a r t e c o r t a d a , n o h a y nlügmí
i n c o n v e n i e n t e e n u s a r d e esta m e t á f o r a . L o q u e ú n i -
c a m e n t e se debe t e n e r p r e s e n t e es, q u e el t a l a c t o d e
r e t i r a r s e n o es v o l u n t a r i o p a r a el a l m a ; p o r q u e n o e x -
p r e s a s i n o l a d e s t r u c c i ó n n a t u r a l y necesaria d e l a
u n i ó n s u s t a n c i a l q u e antes e x i s t í a e n t r e e l a l m a y
aquella parte del cuerpo cortada.
4 9 0 . — F i n a l m e n t e , a r g u y e n d i c i e n d o q u e las sensa-
c i o n e s e s t á n e n e l c e r e b r o y p o r c o n s i g u i e n t e a l l í es
d o n d e debe t e n e r el a l m a s u a s i e n t o . P e r o este a r g u -
m e n t o es e n t e r a m e n t e i n ú t i l p a r a e l caso. P o r q u e , a u n
c u a n d o q u i s i é r a m o s c o n c e d e r q u e e l a l m a n o siente
s i n o e n el c e r e b r o ; l o ú n i c o q u e de esto se s e g u i r í a es,
q u e en e l c e r e b r o t i e n e sus p o t e n c i a s s e n s i t i v a s . L o
c u a l n o q u i t a r í a el q u e sus p o t e n c i a s v e g e t a t i v a s e s t u -
viesen d i f u n d i d a s p o r t o d o el c u e r p o , y p o r c o n s i g u i e n -
te el q u e en t o d a s y cada u n a d e las p a r t e s d e l c u e r p o
se hallase la s u s t a n c i a ' e n t e r a d e n u e s t r a a l m a . E l a r -
g u m e n t o e m p e r o flaquea p o r s u base, p o r q u e las sen-
saciones e x t e r n a s n o t i e n e n l u g a r e n el c e r e b r o s i n o
en cada u n o d e sus ó r g a n o s c o r r e s p o n d i e n t e s , c o m o
lo d e j a m o s p r o b a d o m a s a r r i b a (96).

CAPÍTULO I I .
"Del mútuo influjo del alma y del cuerpo.

491.—De l a u n i ó n s u s t a n c i a l d e l a l m a c o n el c u e r p o
p o r f u e r z a debe r e s u l t a r a l g u n a s u e r t e d e i n f l u j o d e l
u n o en el o t r o e l e m e n t o . P o r q u e l a u n i ó n m e n c i o n a d a
hace q u e t o d a s las p o t e n c i a s d e l c o m p u e s t o o r g á n i c o
r a d i q u e n e n u n m i s m o s u j e t o y p u e d a n i n f l u i r las
u n a s c o n sus actos en los actos d e las o t r a s . P a r a e x a -
M39- '
m i n a r la n a t u r a l e z a de este i n f l u j o , d i v i d i r e m o s el
p r e s e n t e c a p í t u l o en dos a r t í c u l o s ; el p r i m e r o de los
cuales v e r s a r á s o b r e el i n f l u j o d e l a l m a en el c u e r p o ,
y el s e g u n d o s o b r e el i n f l u j o d e l c u e r p o en ei a l m a .

ARTÍCULO PRIMERO.

Influjo del a l m a en el cuerpo.


r •
492, —{La p r i m e r a clase de i n f l u j o q n e ejerjc^e-l a l m a
en el c u e r p o , es^la de i n f o r m a r l o y a c t u a r l o ) c o n su
p r o p i a esencia.,(Estando u n i d a á ¿1 sustanciaTmentp^v
f o r m a n d o ad^la u n i d a d i n d i c a d a d e ( u n solo s é r f í s i c o )
E s t e i n f l u j o n o es a c t i v o s i n o s i m p l e m e n t e formal,
c o m o k) es el q u e p r e s t a la f o r m a á la m a t e r i a ( O . 563-
567).;fEn v i r t u d de este influj®. el c u e r p o humano
a d q u i e r e su e s t a b i l i d a d p r o p i a y g o z a de p e r f e c t a
a p t i t u d p a r a d e s a r r o l l a r s e de u n a m a n e r a c o n v e n i e n -
te y r e s i s t i r á los a g e n t e s e x t r í n s e c o s , q u e t i e n d e n á
d e s t r u i r l o . S i n la u n i ó n d e l a l m a c o n el c u e r p o , é s t e
p e r d e r í a a l i n s t a n t e su f o r m a o r g á n i c a ería redu-
c i d o á u n ^ m o n t o n de m a t e r i a c o r r o m p i d a ^
493. -rvpero a d e m á s de este i n f l u j o f o r m a l y e s e n c i a l ,
ejerce e l a l m a en el c u e r p o o t r o a c t i v o p o r m e d i o de
sus p o t e n c i a s . P o r q u e , p r i m e r a m e n t e , p o r m e d i o de
l a v o l u n t a d , p o n e en a c c i ó n á t o d a s las o t r a s p o t e n c i a s
y las hace f u n c i o n a r en el. s e n t i d o q u e á ella le a g r a d a ^
p e n s a n d o en lo q u e q u i e r e , i m a g i n a n d o l o q u e es de
su g u s t o , a p l i c a n d o los s e n t i d o s a l o s o b j e t o s q u e q u i e r e ,
é i m p e r a n d o a la p o t e n c i a ' l o c o m o t r i z , p a r a q u e p o n g a
en m o v i m i e n t o los ó r g a n o s d e l c u e r p o . E n s e g u n d o
l u g a r , p o r m e d i o de la i n t e l i g e n c i a hace b r o t a r en la
i m a g i n a c i ó n m u l t i t u d de r e p r e s e n t a c i o n e s i m a g i n a -
r i a s , p o r las cuales es c o n m o v i d o y e x c i t a d o el a p e t i t o
s e n s i t i v o , l l e g a n d o á veces la v e h e m e n t e y p r o f u n d a
m e d i t a c i ó n i n t e l e c t u a l de u n o b j e t o s u p r a s e n s i b l e y
— 34°- .
e s p i r i t u a l á c o n m o v e r t o d a la s e n s a b i l i c í a d d e l h o t i i b r é ,
de m a n e r a q u e le h a g a b r o t a r copiosas l á g r i m a s .
F i n a l m e n t e , p o r m e d i o de la p o t e n c i a n u t r i t i v a p r o d u -
ce en el c u e r p o n u e v a c a r n e y se le a s i m i l a d e m a n e r a ,
q u e se le u n e s u s t a n c i a l m e n t e y f o r m a p a r t e c o n el
c o m p u e s t o h u m a n o / ) T o d a s estas acciones ejerce en e l
c u e r p o p o r r a z ó n de la u n i ó n s u s t a n c i a l q u e le t i e n e
á él u n i d a ; y a s í n o c o n s i s t e en ellas la u n i ó n d i c h a ,
s i n o q u e son u n a s i m p l e c o n s e c u e n c i a s u y a . V e a m o s
a h o r a el i n f l u j o d e l c u e r p o en el a l m a .

ARTÍCULO II.

Influjo del cuerpo en el a l m a humana.

494. — E l i n f l u j o q u e ejerza el c u e r p o en el a l m a , n o
p u e d e ser de l a m i s m a n a t u r a l e z a q u e el e j e r c i d o p o r
ella en la m a t e r i a ; p o r q u e l a c a u s a l i d a d m a t e r i a l es
r e a l m e n t e d i s t i n t a de la f o r m a l , c o m o l o d e j a m o s ^ b -
s e r v a d o en l a O n t o l o g í a ( O . 567). S i n e m b a r g o - ' e n él
t a m b i é n p o d e m o s s e ñ a l a r dos clases; l a u n a de i n f l u j o
m e r a m e n t e material, y l a o t r a de i n f l u j o en c i e r t a m a -
n e r a activo:i D i g a m o s de u n a y o t r a a l g u n a s b r e v e s
palabras.
495. — E l i n f l u j o m e r a m e n t e m a t e r i a l d e l c u e r p o en
el a l m a , consiste en l a a p t i t u d p a r a r e c i b i r en sí al a l m a
h u m a n a y ser i n f o r m a d o p o r e l l a . E n v i r t u d de este
i n f l u j o , el a l m a h u m a n a es l l a m a d a á la e x i s t e n c i a ,
c u a n d o la m a t e r i a d e l e m b r i ó n e s t á y a c o n v e n i e n t e -
m e n t e d i s p u e s t a p a r a ser i n f o r m a d a p o r ella; p o r q u e
e n t o n c e s l a ' t a l m a t e r i a r e c l a m a p a r a sí n a t u r a l m e n t e
c o n a p e t i t o i n n a t o la i n f o r m a c i ó n de u n a i m a de esta
especie. E s t a m i s m a a p t i t u d hace q u e el a l m a siga i n -
f o r m a n d o y a c t u a n d o la m a t e r i a d e l c o m p u e s t o h u -
m a n o d u r a n t e t o d o el t i e m p o en q u e ella p e r s i s t e . Y
c u a n d o ella cesa, la u n i ó n d e l a l m a c o n el c u e r p o se
— 3 4 i -
r o m p e i n m e d i a t a m e n t e , p e r e c i e n d o el h o m b r e y e n -
t r a n d o sus e l e m e n t o s c o n s t i t u y e n t e s en el l u g a r q u e
á c a d a u n j ^ le p e r t e n é c e )
49Ó.—(Á esta m i s m c T c l a s e de i n f l u j o se debe el q u e
las f a c u l t a d e s o r g á n i c a s d e l h o m b r e t e n g a n m á s ó
m é n o s p e r f e c c i ó n ; p u e s s e g ú n sea la d e l i c a d e z a de los
ó r g a n o s d e l c u e r p o , las o p e r a c i o n e s de estas p o t e n -
cias s e r á n m á s ó m é n o s p e r f e c t a s . Y s i e n d o é s t a s m á s -
e x q u i s i t a s , t a m b i é n l o s e r á n sus actos y los actos de l a
i n t e l i g e n c i a ; p o r q u e esta f a c u l t a d e n t i e n d e los o b j e t o s
con tanta m á s facilidad, e x a c t i t u d y p r o f u n d i d a d ,
c u a n t o m a y o r e s son l a v i v e z a , finura y b r i l l a n t e z c o n
q u e le sean p r e s e n t a d o s m e d i a n t e las r e p r e s e n t a c i o -
nes de la^antasiaT)
497. - ^ E l i n f l u j o en c i e r t a m a n e r a a c t i v o se h a l l a e n
los actos de las f a c u l t a d e s s e n s i t i v a s ; los cuales s o n
p r o d u c i d o s , n o p o r el a l m a sola, s i n o p o r el c o m p u e s -
t o d e l a l m a y c u e r p o , . é i n f l u y e n á su m o d o en la p r o -
d u c c i ó n de los actos intelectuales?) Sea c u a l q u i e r a la
m a n e r a e n q u e se e x p l i q u e el o r i g e n de n u e s t r a ideas,
n a d i e p u e d e n e g a r q u e la i m a g i n a c i ó n i n f l u y e g r a n -
d e m e n t e en su p r o d u c c i ó n , al m é n o s p r e s e n t a n d o á
la i n t e l i g e n c i a la m a t e r i a sobre q u e h a y a n de v e r s a r
sus actos. L l e g a á t a n t o este i n f l u j o , q u e m u c h o s o p i -
n a n , q u e la m a y o r ó m e n o r p e r f e c c i ó n de n u e s t r o s
a c t o s i n t e l e c t i v o s d e p e n d e t o t a l m e n t e de la m a y o r ó
m e n o r p e r f e c c i ó n de la f a n t a s í a y de las d e m á s p o -
tencias o r g á n i c a s ; de s u e r t e q u e el t e n e r u n o m e j o r
i n t e l i g e n c i a q u e o t r o , n o v i e n e s e g ú n ellos s i n o de q u e
s u a l m a h a t e n i d o la s u e r t e de poseer u n c u e r p o
perfectisimamenté organizado.
498. — O t r o s s i n e m b a r g o n o conceden t a n t o al c u e r -
p o , y p i e n s a n q u e la d i v e r s i d a d d e i n t e l i g e n c i a s v i e n e ,
n o solo de la d i f e r e n t e p e r f e c c i ó n o r g á n i c a d é l o s d i v e r -
sos h o m b r e s , s i n o t a m b i é n de la i n t r í n s e c a c o n d i c i ó n
-342 —
de las i n t e l i g e n c i a s m i s m a s . De este p a r e c e r es el A n -
g é l i c o D o c t o r en las s i g u i e n t e s p a l a b r a s : « E s e v i d e n t e
que á u n cuerpo m e j o r conformado corresponde u n
a l m a t a m b i é n m á s p e r f e c t a ; l o c u a l m a n i f i e s t a m e n t e se
ve en los seres q u e p e r t e n e c e n á especies d i s t i n t a s . L a
r a z ó n de esto es, p o r q u e la f o r m a es r e c i b i d a en la m a -
t e r i a s e g ú n la c a p a c i d a d de é s t a s e g u n d a . P o r d o n d e ,
c o m o en a l g u n o s h o m b r e s el c u e r p o se h a l l a m e j o r d i s -
p u e s t o q u e en los d e m á s , t a m b i é n s u a l m a t i e n e m a y o r
v i r t u d p e r c e p t i v a . P o r esto se dice en el s e g u n d o l i b r o
de A n i m a ( t e x t . 94, t o m . 2) q u e los que tienen la carne
blanda gozan también de buena inteligencia. L a p e r f e c -
c i ó n d e l acto i n t e l e c t i v o d e p e n d e a d e m á s de las p o -
t e n c i a s i n f e r i o r e s , de q u e necesita la i n t e l i g e n c i a p a r a
ejercer sus o p e r a c i o n e s . P o r q u e a q u e l l o s e n q u i e n e s
La v i r t u d i m a g i n a t i v a , c o g i t a t i v a y m e m o r a t i v a e s t á
m e j o r d i s p u e s t a , se h a l l a n t a m b i é n m e j o r d i s p u e s t o s
p a r a e n t e n d e r » (1). L a r a z ó n en q u e e s t á f u n d a d a esta
d o c t r i n a , n o es c i e r t a m e n t e d e s p r e c i a b l e .
4 9 9 . — E n la i n f l u e n c i a q u e ejerce el c u e r p o en el
a l m a , se f u n d a n los d i v e r s o s s i s t e m a s q u e h a n s i d o
i n v e n t a d o s p o r los filósofos y p o r los n a t u r a l i s t a s p a r a

( [ ) «Manifestum est enim quod quanto corpus est melius


dbspositum, tanto meliorem sortitur animam. Quod manifesté
apparet in his quae sunt secundum speciem diversa. Cujus ra-
tio es, qula actus et forma recipitur in materia secundum m a -
terioe «apaoltatem. Unde, cum etiam in hominibus quídam ha-
biant corpus mslius dispositum. sortiuntur animam majoris
virtutis in intellegando. Unde dicitur in secundo de Anima
(text. 94, tom. 2.) quod m e l l e s c x i ' i i s , b s n e a p t o s m e n t e v i d e m u s .
/ V i t o n u d o contin^it hoc ex parte inferiorum v i r t u t u m , quibus

inteilectus indiget ad sui operationem. l i l i enim i n quibus v i r -


tus imaginativa, cogitativa ct memorativa est melius disposita,
sunt melius dispositi ad intelligendum. (S. Thoraas, S u n u n .
t'isol , 1. p. q. 85, art. 7).»
— 343 —
e x p l i c a r la d i v e r s i d a d de i n g e n i o s y c o s t u m b r e s en los
h o m b r e s . E n t r e estos s i s t e m a s se e n u m e r a n el d e l á n -
g u l o f a c i a l i d e a d o p o r C á m p e r ; el f r e n o l ó g i c o de G a l l ;
y el de los t e m p e r a m e n t o s e x p u e s t o p o r H u a r t e en
s u . f a m o s o l i b r o i n t i t u l a d o E x á m e n de ingenios y pn-
b l i c a d o m u c h o s a ñ o s á n t e s ^ u e los n a t u r a l i s t a s d e
o t r o s r e i n o s ideasen las t e o r í a s q u e t a n t a f a m a h a n
c o n s e g u i d o en el m u n d o .
500. — C á m p e r p r e t e n d i ó m e d i r la i n t e l i g e n c i a d e l
h o m b r e y de los a n i m a l e s c o n el á n g u l o facial f o r -
m a d o en l a base de la n a r i z p o r dos l í n e a s , de las c u a -
les l a u n a se d i r i j a á lo m á s a l t o de l a f r e n t e y la o t r a
p o r el c o n d u c t o a u d i t i v o e x t e r n o . S e g ú n este fisió-
l o g o , la p e r f e c c i ó n i n t e l e c t u a l de los d i v e r s o s h o m b r e s
y a n i m a l e s c o r r e s p o n d e á la a b e r t u r a d e l á n g u l o f o r -
m a d o p o r dichas l í n e a s , siendo a q u é l l a t a n t o m a y o r
cuanto é s t a fuere m á s notable.
E s t e s i s t e m a , c o n s i d e r a d o en g e n e r a l , n o deja d e e n -
c e r r a r a l g o de v e r d a d ; y los m i s m o s e s c u l t o r e s a n t i -
g u o s lo c o n o c i e r o n p o r c i e r t a especie de i n t u i c i ó n , a l
d a r 100.0 á las cabezas de las e s t á t u a s de los dioses y
m e n o r n ú m e r o á los s e m i d i o s e s y á los h é r o e s . N o se
crea s i n e m b a r g o q u e es u n a m e d i d a e n t e r a m e n t e se-
. g u r a p a r a t o d o s los casos; p o r q u e la p e r f e c c i ó n de l a
s e n s i b i l i d a d i n t e r n a , q u e es la q u e i n f l u y e i n m e d i a t a -
m e n t e en los actos de la i n t e l i g e n c i a , n o d e p e n d e so-
. l a m e n t e de la c a n t i d a d de m a s a c e r e b r a l , s i n o t a m b i é n
de la c o n t e x t u r a m á s ó m é n o s d e l i c a d a de esta m a s a
y d e l t e m p e r a m e n t o q u e d o m i n e en el h o m b r e . A d e -
m á s , h a y o t r a causa de i n s e g u r i d a d y es, q u e la i n c l i -
n a c i ó n de la l í n e a v e r t i c a l p u e d e v a r i a r p o r d i f e r e n t e s
causas, sin q u e p o r esto v a r í e la c a n t i d a d de c e r e b r o
en los d i v e r s o s seres.
501. — G a l l l o c a l i z ó en el c e r e b r o las f a c u l t a d e s p e r -
c e p t i v a s y a f e c t i v a s d e l a l m a de m a n e r a , q u e á cada
— 344 —
clase de afectos y p e r c e p c i o n e s le s e ñ a l ó u n a p a r t e
d e t e r m i n a d a . A s í e n u m e r ó hasta v e i n t i s é i s f a c u l t a d e s
l o c a l i z a d a s en sus ó r g a n o s c o r r e s p o n d i e n t e s ; el ó r g a n o
de la amistad, el de la devoción, el de la crueldad, etc.
O t r o s las h a n h e c h o s u b i r h a s t a -55 y 39 c o n t a n p o c o
f u n d a m e n t o c o m o el m i s m o Gal!. S e g ú n los p a t r o c i -
n a d o r e s de este s i s t e m a , p o r lo a b u l t a d o de estos ó r -
g a n o s se p u e d e c o n o c e r el g r a d o de d e s a r r o l l o de la
f a l c u l t a d a n í m i c a á ellos i n h e r e n t e , y este a b u l t a m i e n -
to se n o t a en el m i s m o c r á n e o t o c á n d o l o p o r su su-
p e r f i c i e e x t e r n a . P o r q u e las p r o m i n e n c i a s d e l c r á n e o
c o r r e s p o n d e n á las de los ó r g a n o s i n t e r i o r e s q u e e s t á n
debajo.
$02.—Este s i s t e m a es m u y poco s ó l i d o . E n p r i m e r
l u g a r , el n ú m e r o de f a c u l t a d e s a n í m i c a s no debe t o -
m a r s e d e l n ú m e r o de objetos s i n o de las d i f e r e n t e s
clases de actos, y G a l l hace t o d o lo c o n t r a r i o . A d e m á s ,
en cada ó r g a n o p o n e el n a t u r a l i s t a a l e m á n p e r c e p c i ó n ,
j u i c i o , m e m o r i a y v o l u n t a d , c o m o si cada u n o fuese
el a s i e n t o de u n a l m a d i s t i n t a de las o t r a s , lo c u a l es
u n a b s u r d p . A ñ á d a s e á esto q u e el r e f e r i d o a u t o r s e ñ a -
la ó r g a n o m a t e r i a l á la m i s m a i n t e l i g e n c i a , c o m o si
fuese m a t e r i a l y o r g á n i c a ; c o n lo c u a l p r o f e s ó el m a t e -
- r i a l i s m o y a r r u i n ó p o r c o m p l e t o la l i b e r t a d h u m a n a .
L a r a z ó n , p a r a G a l l , es el r e s u l t a d o de la a c c i ó n s i m u l -
t á n e a de las f a c u l t a d e s p e r c e p t i v a s l o c a l i z a d a s en cada
ó r g a n o , y á l a - v o l u n t a d sucede o t r o t a n t o . P o r d o n d e ,
s e g ú n esta t e o r í a , e l h o m b r e es u n p u r o a u t ó m a t a , y
s i g u e p o r n e c e c i d a d i n d e c l i n a b l e la r e s u l t a n t e de las
fuerzas q u e e n c a d a m o m e n t o lo d e t e r m i n a n . A d e m á s ,
G a l l s u p o n e , lo m i s m o q u e C á m p e r , q u e t o d a la p e r -
f e c c i ó n de las f a c u l t a d e s s e n s i t i v a s e s t á en l a c a n t i d a d
de masa c e r e b r a l c o n q u e f u n c i o n a n , lo c u a l es f a l s o ;
p o r q u e l a p e r f e c c i ó n de la s e n s i b i l i d a d d e p e n d e t a m -
b i é n de o t r a s causas, c o m o d e c í a m o s en el n ú m e r o
-345 -
a n t e r i o r . A d e m á s , n o s i e m p r e se a d a p t a n a l c r á n e o las
circunvoluciones interiores del cerebro; y éste p o r o t r a
p a r t e , a l paso q u e es m u y c o m p l i c a d o en s u o r g a n i z a -
c i ó n i n t e r i o r , es m u y u n i f o r m e en s u s u p e r f i c i e . F u e r a
de q u e a l g u n o s ó r g a n o s , en q u e se s u p o n í a r e s i d i r t a l
ó c u a l v i r t u d , b a n d a d o el m á s c o m p l e t o m e n t í s á e s t a
t e o r í a . A s í , p o r e j e m p l o , el ó r g a n o de l a t e o s o f í a h a
s i d o h a l l a d o t a m b i é n en l a cabeza d e l c a r n e r o , y el d e
la e s t u p i d e z en la cabeza d e l i n g e n i o s í s i m o L a p l a c e .
O m i t i m o s o t r a s r e f l e x i o n e s q u e cada u n o p u e d e v e r en
los a u t o r e s ( i ) .
503. — M á s f u n d a m e n t o l l e v a e l de los t e m p e r a m e n -
tos, si b i e n él t a m p o c o nos p u e d e s e r v i r s i n o en g e n e -
r a l p a r a c o n o c e r los c a r a c t e r e s q u e s u e l e n r e i n a r en
los i n d i v i d u o s , s e g ú n el t e m p e r a m e n t o y l a c o m p l e -
x i ó n de cada h o m b r e . E l t e m p e r a m e n t o c o n s i s t e en e l
c o n j u n t o de las c u a l i d a d e s n o t a b l e s p r o p i a s de l a o r -
g a n i z a c i ó n de c a d a u n o . De é l nace en g r a n p a r t e l a
e x c i t a b i l i d a d de l a p a r t e s e n s i t i v a , y c o n ella l a d e los
afectos é i n c l i n a c i o n e s , y l o q u e s o l e m o s l l a m a r l a
índole de cada uno. C u a t r o s o n los s i s t e m a s ó a p a r a t o s
o r g á n i c o s , q u e se h a l l a n m e z c l a d o s e n e l c u e r p o h u -
m a n o ; y d e l p r e d o m i n i o q u e c a d a u n o de ellos ejerza
s o b r e los d e m á s , n a c e n los c u a t r o t e m p e r a m e n t o s
l l a m a d o s , flemático, sanguíneo, riervioso y bilioso.
504. — E n el flemático d o m i n a el .sistema l i n f á t i c o ,
s i e n d o los q u e l o poseen de s e n s i b i l i d a d o b t u s a , escasa
i m a g i n a c i ó n y m e m o r i a f r á g i l , f r i o s , flojos, a m i g o s d e l
o c i o y d e l p l a c e r , e n e m i g o s de t o d o t r a b a j o q u e r e -
q u i e r a g r a n d e esfuerzo de i n g e n i o , y m á s a p t o s p a r a
las a r t e s m e c á n i c a s q u e p a r a ios e s t u d i o s p r o f u n d o s ;
s o n s i n e m b a r g o de b u e n j u i c i o , a u n q u e t a r d o y l e n t o .

• (1) Véase al efecto la Filosojia elemental de Balmes, Psico-


logía, cap. I X .
- — 346 —
505. —•En el s a n g u í n e o p r e v a l e c e el s i s t e m a v a s c u l a r .
L o s s a n g u í n e o s s o n v i v o s , de g r a n d e i m a g i n a c i ó n ,
p r o n t o s e n c o n c e b i r , a p a s i o n a d o s y v o l u b l e s , m á s ap-
tos p a r a las bellas a r t e s y el t r a t o s o c i a l q u e p a r a las
m e d i t a c i o n e s p r o f u n d a s y el r e t i r o p r o p i o de l a c o n -
t e m p l a c i ó n y del estudio.
506. — E n el n e r v i o s o l l e v a l a p a l m a el s i s t e m a de
los n e r v i o s . L o s q u e lo poseen, s u e l e n ser m u y s e n s i -
bles, a m i g o s m á s de l o s u b j e t i v o é i d e a l q u e de l o r e a l
y o b j e t i v o ; g u s t a n m á s de l a p o s e í a , de la m ú s i c a y
de las bellas a r t e s en g e n e r a l , q u e d e l e s t u d i o cons-
t a n t e y p r o f u n d o de las c i e n c i a s .
507. — E n el b i l i o s o d o m i n a la b i l i s , y los q u e l o p o -
seen en t o d a s u p l e n i t u d son de pasiones f u e r t e s y
v e h e m e n t e s , i r a c u n d o s , t a c i t u r n o s y f u e r t e s de ca-
r á c t e r , r e f l e x i v o s , de b u e n j u i c i o , de c o n c e p c i o n e s
vastas, de m á s g r a n d e i n g e n i o q u e i m a g i n a c i ó n , m á s
a p t o s p a r a las ciencias a b s t r a c t a s q u e p a r a l a p o e s í a ,
m ú s i c a y o t r a s cosas s e m e j a n t e s . C u a n d o la b i l i s n o
l l e g a á u n p r e d o m i n i o t a n g r a n d e sobre los d e m á s
h u m o r e s , s i n o q u e se q u e d a en o t r o g r a d o m á s i n f e -
r i o r , r e s u l t a el t e m p e r a m e n t o m e l a n c ó l i c o . P o r q u e el
h o m b r e m e l a n c ó l i c o n o parece s i n o u n b i l i o s o , en el
cual la bilis no tiene bastante fuerza para e m p u j a r l e
h á c i a el m u n d o e x t e r i o r . A s í es q u e los m e l a n c ó l i c o s
son de m u y b u e n i n g e n i o c o m o los b i l i o s o s , m á s h á -
biles p a r a las c i e n c i a s q u e p a r a las arte's, y de p a s i o -
nes v e h e m e n t e s . L o q u e es el b i l i o s o en el m u n d o ex-
t e r i o r , esto m i s m o es el m e l a n c ó l i c o en el i n t e r i o r ,
d o n d e v i v e á su g u s t o y de d o n d e sale con d i f i c u l t a d .
508. — T o d o s estos t e m p e r a m e n t o s los d á la n a t u r a -
l e z a , p e r o s i n a t e n t a r á l a l i b e r t a d h u m a n a ; p u e s el
h o m b r e s i e m p r e es l i b r e en o b r a r , s i g u i e n d o l a c o -
r r i e n t e de sus pasiones, ú o p o n i é n d o s e f u e r t e m e n t e á
ellas. A u n m á s : c o n el e j e r c i c i o de l a l i b e r t a d p u e d e el
—347-
h o m b r e m o d i f i c a r m á s ó m é n o s estos t e m p e r a m e n -
t o s ; y a s í suele aconsejarse á los l i t e r a t o s , p o r e j e m p l o ,
que anden con m u c h o c u i d a d o en n o dejarse arre-
b a t a r d e l a s e n s i b i l i d a d h a c i é n d o s e d e m a s i a d o sus-
c e p t i b l e s . P o r q u e , b u s c a n d o c o n t i n u a m e n t e las de-
licadezas d e la belleza e s t é t i c a , f á c i l m e n t e p u e d e n
a d q u i r i r c o n exceso e l t e m p e r a m e n t o n e r v i o s o y
crearse m u c h o s sinsabores.

CAPÍTULO I I I .
Del origen así del alma humana como del
compuesto físico que ella forma
con el cuerpo.

E n el p r e s e n t e c a p i t u l o v a m o s á e x a m i n a r el o r i g e n
de n u e s t r a a l m a y e l d e l c o m p u e s t o h u m a n o , q u e
l l a m a m o s hombre. L a m a t e r i a es de la m a y o r i m p o r -
t a n c i a : p a r a e s t u d i a r l a c o m o es d e b i d o , la d i v i d i r e -
m o s en los dos a r t í c u l o s s i g u i e n t e s .

ARTÍCULO PRIMERO.

O r i g e n del a l m a h u m a n a .

/ . 5 0 9 . - ( S o b r e el o r i g e n d e l a l m a h u m a n a e x i s t e n dos
e r r o r e s o p u e s t o s . F.[ primero es el cte-tes-Estoieos-y-de
los P a n t e i s t a s , s e g ú n los cuales n u e s t r a a l m a es u n a
p a r t í c u l a de la D i v i n i d a d y u n a c i e r t a e m a n a c i ó n s u y a }
En s e n t i r de los E s t o i c o s , D i o s es el a l m a d e l m u n d o ;
y p o r lo t a n t o , a s í c o m o el h o m b r e es u n a p a r t e d e
t o d o el m u n d o , de l a m i s m a m a n e r a su a l m a es u n a
p a r t e d e l a l m a t o t a l q u e i n f o r m a y da l a v i d a á t o d a
esta u n i v e r s i d a d de cosas ( i ) . L o s P a n t e i s t a s , s e g ú n

(1) S. Tomás S u m m . theol. 1. p. q. 90, art. 1,


su s i s t e m a , h a c e n d é n u e s t r a a l m a , l o m i s m o q u e de
todas las s u s t a n c i a s finitas, u n a c i e r t a d e t e r m i n a c i ó n
y m o d o de ser de la s u s t a n c i a i n f i n i t a .
510.-fEl segundo e r r o r es el de los T r a d u c i a n i s t a s ,
los cuales d e r i v a n el a l m a h u m a n a , o r a d e l c u e r p o ,
o r a d e l a l m a de los p a d r e s , d i c i e n d o q u e los p a d r e s la
t r a s m i t e n al h i j o c o n la g e n e r a c i ó n , a l m o d o q u e la
l l a m a de u n a velarse t r a s m i t e á o t r a p o r m e d i o de la
a p r o x i m a c i ó n l o c a U E s t a d o c t r i n a , f u é s o s t e n i d a en el
V s i g l o de la I g l e s i a p o r v á r i o s c a t ó l i c o s ; y el m i s m o
San A g u s t í n m o s t r ó a l g u n a afición á ella, p o r pare-
cerle la m á s a p t a e n t r e t o d a s p a r a e x p l i c a r el d o g m a
c a t ó l i c o r e l a t i v o á la t r a s m i s i ó n d e l p e c a d o o r i g i n a l .
E n n u e s t r o s d i a s h a s i d o r e s u c i t a d a bajo o t r a f o r m a
p o r el D o c t o r F r o h s c h a m m e r y p o r los P o s i t i v i s t a s .
E l primero e n s e ñ ó q u e el a l m a de cada h o m b r e , lo
m i s m o q u e la de los a n i m a l e s , es sacada de la n a d a
p o r los p a d r e s p o r su a c c i ó n g e n e r a t i v a . L o s s e g u n -
dos s o s t i e n e n q u e n u e s t r a a l m a no es sino u n a c i e r t a
f u e r z a c ó s m i c a , l a c u a l es t r a s m i t i d a de los p a d r e s á
l o s h i j o s a l m o d o q u e los c u e r p o s t r a s m i t e n u n o s á
o t r o s sus m o v i m i e n t o s . A s i c o m o h a y , d i c e n , u n a
m a t e r i a u n i v e r s a l en el m u n d o , a s í t a m b i é n h a y u n a
f u e r z a u n i v e r s a l , y asi c o m o en las c o n t i n u a s m u d a n -
zas, á q u e e s t á n sujetos los seres sensibles, s i e m p r e
p e r m a n e c e la m i s m a m a t e r i a ; cite la m i s m a m a n e r a la
c a n t i d a d de fuerzas d e l u n i v e r s o s i e m p r e p e r s i s t e la
m i s m a , y u n a s veces se p r e s e n t a bajo la f o r m a de
a l m a y o t r a s bajo la de o t r o s a g e n t e s d i v e r s o s .
E n m e d i o de estos e r r o r e s e s t á la d o c t r i n a v e r d a -
d e r a q u e v a m o s á p r o b a r en este a r t í c u l o ; s e g ú n la
c u a l el a l m a h u m a n a es u n a s u s t a n c i a c r i a d a p o r D i o s
de la n a d a ,
349'

PROPOSICION PRIMERA.

E l alma humana no es n i la sustancia^ d i v i n a n i cosa


alguna emanada de ella::

511.—Demostración.—Esta p r o p o s i c i ó n se d e m u e s -
t r a c o n los m i s m o s a r g u m e n t o s c o n q u e h e m o s p r o -
b a d o en la C o s m o l o g í a q u e el M u n d o n o es n i la sus-
t a n c i a d i v i n a n i cosa a l g u n a e m a n a d a de ella ( C . 8J y
s i g u i e n t e s ) . P o r q u e la s u s t a n c i a de n u e s t r a a l m a e s t á ,
l o m i s m o q u e las d e m á s cosas finitas, sujeta á c o n t i -
n u a s m u d a n z a s , c o m p u e s t a de acto y p o t e n c i a , i n d i -
f e r e n t e de s u y o p a r a ser d e t e r m i n a d a p o r u n o s ü
o t r o s objetos, r o d e a d a finalmente de l í m i t e s p o r t o -
das p a r t e s , en v i r t u d de los cuales p u e d e a d m i t i r en
sí t a n t o el v i c i o c o m o la v i r t u d : n a d a de lo c u a l p o -
d r í a s u c e d e r , si f u e r a , ó l a m i s m a s u s t a n c i a d i v i n a , ó
a l g o e m a n a d o de ella.

PROPOSICION SEGUNDA.

E l alma humana no existe en v i i lucí de su propia esencia,


sino que debe su existencia á un sér distinto de ella.

512.—Demostración.—El s é r q u e e x i s t e en v i r t u d de
s u p r o p i a esencia, es acto p u r o , i n c a p a z de m u -
d a n z a a l g u n a , s i m p l i c í s i m o é i n d e p e n d i e n t e de o t r o
en sus acciones, c o m o se d e m u e s t r a en la T e o d i c e a .
Es a s í q u e el a l m a h u m a n a t i e n e las p r o p i e d a d e s e n -
t e r a m e n t e o p u e s t a s , c o m o cada u n o lo p u e d e o b s e r -
v a r en sí m i s m o p o r s u p r o p i a e x p e r i e n c i a . L u e g o . . .
PR0P0SICI0N TERCERA.

E l alma del hombre no brota n i del alma n i del cuerpo


de los padres] n i es producida por ellos por via
de creación.

513.—Prueba de la 1 * p . — S i e l a l m a h u m a n a b r o t a -
r a d e l c u e r p o de los p a d r e s , s e r í a u n a s u s t a n c i a c o r -
p ó r e a . Es a s í q u e l a s u s t a n c i a d e l a l m a h u m a n a n o es
c o r p ó r e a sino e s p i r i t u a l (357). L u e g o n o puecle b r o t a r
de c u e r p o a l g u n o .
$14.—Prueba de la 2.a p . — S i e l a l m a d e l n i ñ o b r o -
t a r a d e l a l m a d e l p a d r e ó de l a m a d r e , seria u n a p a r -
t í c u l a s u y a y p o r t a n t o c o n s t a r í a de d i v e r s a s p a r t e s . Es
a s í q u e el a l m a h u m a n a es s i m p l e y n o consta d e p a r t e
a l g u n a (345).-.-MLuego t a m p o c o p u e d e b r o t a r d e l a l m a
de los p a d r e s . J
515.—Prueba de la j . a p . — L a c r e a c i ó n es p r o p i a y
e x c l u s i v a de l a - D i v i n i d a d ; p o r q u e solo D i o s p u e d e
c r e a r , c o m o se p r u e b a en la T e o d i c e a . L u e g o el a l m a
h u m a n a n o p u e d e ser p r o d u c i d a p o r l o s p a d r e s p o r
via de c r e a c i ó n .

PROPOSICION CUARTA.

E l alma humana es criada de l a nada inmediatamente


por Dios. .
r • v
516.—Prueba d e l q ^ j ^ p . — E l a l m a h u m a n a , c o m o
s u s t a n c i a , e s p i r i t u a l , es u n a s u s t a n c i a s i n i p l e y subsis-
t e n t e p o r sí m i s m a ; p u e s t o q u e p a r a e x i s t i r y o b r a r
no necesita a b s o l u t a m e n t e d e l c u e r p o , s i n o q u e p u e -
de s e g u i r v i v i e n d o p o r sí sola d e s p u é s de d e s a t a d a de
la m a t e r i a (368UES a s í q u e n i n g u n a s u s t a n c i a s i m p l e
— 3^ —
y s u b s i s t e n t e p o r si m i s m a p u e d e r e c i b i r la e x i s t e n e í á
de o t r a m a n e r a q u e p o r v i a de c r e a c i ó n ex n i h i l o , p u e s -
t o q u e n i p u e d e r e c i b i r l a p o r v i a de e m a n a c i ó n de l a
s u s t a n c i a d i v i n a , n i p u e d e ser h e c h a de o t r a s u s t a n c i a
a l g u n a p r e e x i s t e n t e (C. n S ) . L u e g o el a l m a h u m a n a
debe r e c i b i r s u e x i s t e n c i a p o r v i a de v e r d a d e r a c r e a -
c i ó n ex nijiüo ó en o t r o s t é r m i n o s , es r e a l m e n t e c r e a d a
de l a n a d a } >>
517. —Prueba d é l a 2.a p.-^Ld. c r e a c i ó n es o b r a p r o -
p i a y e x c l u s i v a de solo D i o s . L u e g o , s i e n d o el a l m a
c r i a r l a d e la n a d a , debe s e r l o i n m e d i a t a m e n t e p o r
DiqsJ
518. — - p D n t r a l o d i c h o se p o d r í a o b j e t a r en esta
f o r m a : / i . 0 S i el a l m a h u m a n a f u e r a c r i a d a p o r J ) i o s ,
los p a d r e s n o e n g e n d r a r í a n .á h o m b r e a l g u n o ; p u e s
lo ú n i c o q u e h a r í a n , s e r í a d i s p o n e r l a m a t e r i a p a r a
q u e Dios i n f u n d a en ella el a l m a sacada p o r él de l a
n a d a . 2.0 S i D i o s c r i a de la n a d a las a l m a s h u m a n a s ,
e s t a r á n c o n t i n u a m e n t e n a c i e n d o n u e v a s fuerzas en
el U n i v e r s o y c o n esto se r o m p e r á e l e q u i l i b r i o q u e
f u é e s t a b l e c i d o en u n p r i n c i p i o . 3.0 L a d o c t r i n a d e l
t r a d u c i a n i s m o n o e s t á c o n d e n a d a p o r la I g l e s i a ; y p o r
t a n t o lícito s e r á s e g u i r l a . ^ h a b i é n d o l a profesado en el
siglo V m u c h o s c a t ó l i c o s . ) ,
519. —Respuesta.—1." L o s p a d r e s , p o r el m e r o h e c h o
de d i s p o n e r la m a t e r i a de m a n e r a q u e e x i j a n a t u r a l -
m e n t e ser i n f o r m a d a p o r u n a a l m a r a c i o n a l , y a p r o -
d u c e n el c o m p u e s t o de a l m a y c u e r p o l l a m a d o hom-
bre; áo. la m i s m a s u e r t e q u e , d i s p o n i e n d o c o n u n t i r o
ó c o n u n a p u ñ a l a d a la m a t e r i a d e l c u e r p o h u m a n o
p a r a q u e d e b a ser a b o n d o n a d a p o r el a l m a , y a p o r
esto e l q u e ejerce estos actos deshace el c o m p u e s t o y
d a a l h o m b r e la m u e r t e . L a r a z ó n de esto es; p o r q u e
p a r a p r o d u c i r u n c o m p u e s t o c u a l q u i e r a n o es necesa-
r i o d a r la e x i s t e n c i a á sus p a r t e s c o m p o n e n t e s s i n o á
la u n i ó n de e n t r a m b a s , y la a c c i ó n g e n e r a t i v a de los
p a d r e s t i e n e p o r ú l t i m o t é r m i n o á la u n i ó n d e l a l m a
y d e l c u e r p o p e r t e n e c i e n t e s a l h i j o e n g e n d r a d o , la
c u a l es v e r d a d e r a m e n t e p r o d u c i d a p o r ellas.
520. —2.0 E l a l m a h u m a n a n o es u n a f u e r z a y m e n o s
u n a f u e r z a m a t e r i a l , c o m o f a l s a m e n t e s u p o n e n los
p o s i t i v i s t a s en la o b j e c i ó n p o r ellos p r o p u e s t a , s i n o
u n a v e r d a d e r a s u s t a n c i a . A h o r a b i e n ; D i o s es d u e ñ o
de c r i a r c u a n t a s s u s t a n c i a s t e n g a p o r c o n v e n i e n t e y
n o p o r eso p e r d e r á el e q u i l i b r i o el U n i v e r s o , c o m o ne-
c i a m e n t e o b j e t a n estos a u t o r e s . F u e r a de q u e el solo
h e c h o de a ñ a d i r fuerzas á u n s i s t e m a c u a l q u i e r a , sea
estático, sea dinámico, n o a l t e r a el e q u i l i b r i o ; p o r q u e
é s t e p e r m a n e c e r á s i e m p r e estable c o n t a l q u e las f u e r -
zas a ñ a d i d a s sean i g u a l e s y c o n t r a r i a s .
521. —3.0 E n t i e m p o de S a n A g u s t í n n o estaba s u -
ficientemente v e n t i l a d a la c u e s t i ó n r e l a t i v a al o r i g e n
d e l a l m a h u m a n a y asi p o d í a h a b e r a l g u n o e n t r e los
c a t ó l i c o s q u e se a r r i m a s e a l t r a d u c i a n i s m o . P e r o a h o r a
y a é s t a es u n a cosa t a n c l a r a , y t a n r e c i b i d a p o r o t r a
p a r t e e n t r e los D o c t o r e s c a t ó l i c o s , q u e s e r í a v e r d a d e -
r a m e n t e t e m e r a r i o q u i e n a b r a z a s e la r e f e r i d a d o c -
t r i n a , a u n q u e la I g l e s i a n o h a y a d a d o t o d a v í a u n a d e -
finición expresa sobre ella.(i)..

ARTÍCULO II.

Origen del hombre.

522. —-Tanto los M a t e r i a l i s t a s de la a n t i g ü e d a d c o m o


los de n u e s t r o t i e m p o j u z g a r o n q u e el h o m b r e ha
b r o t a d o e s p o n t á n e a m e n t e c o m o los h o n g o s d e l a t i e r r a .

(1) Puede verse lo que sobre esta materia dejamos escrito en


nuestra obra «La religión católica vindicada de las imposturas
racionalistas» cap, X X .
E l m i s m o A r i s t ó t e l e s d i j o q u e , si el h o m b r e n o h a
e x i s t i d o s i e m p r e , h a d e b i d o n a c e r n a t u r a l m e n t e de
a l g ú n g u s a n o , m e r c e d á la g e n e r a c i ó n e s p o n t á n e a .
Esta d o c t r i n a e r r ó n e a fue d e s t e r r a d a d e l m u n d o c o n
el a d v e n i m i e n t o d e l C r i s t i a n i s m o , y a h o r a c o n el r e n a -
c i m i e n t o d e l p a g a n i s m o a n t i g u o i n t e n t a c o b r a r su
t e r r e n o p e r d i d o en las m e n t e s de los sabios. L o s D a r -
w i n i s t a s se e s f u e r z a n p a r a h a c e r q u e t r i u n f e en el
m u n d o , q u e r i e n d o p e r s u a d i r á los h o m b r e s q u e t o -
dos ellos h a n t e n i d o p o r p a d r e s n a t u r a l e s á c i e r t o s
m o n o s m é n o s perfectos q u e l o s a c t u a l m e n t e existentes
y q u e t o d o s estos a n i m a l i t o s s o n n u e s t r o s v e r d a d e r o s
h e r m a n o s . L a v e r d a d e r a F i l o s o f í a e m p e r o , en conso-
n a n c i a c o n la fe c r i s t i a n a , e n s e ñ a q u e el p r i m e r h o m -
b r e t i e n e su o r i g e n en la a c c i ó n i n m e d i a t a d e l C r i a d o r
y q u e n o h a p o d i d o p r o c e d e r p o r v i a de n a t u r a l des-
c e n d e n c i a de b r u t o a l g u n o . E s t o es l o q u e v a m o s á
p r o b a r b r e v e m e n t e en la s i g u i e n t e

PROPOSICION.

¡ E l hombre no ha procedido de mono alguno por via de


•.•> natural descendencia n i de n i n g ú n otro animal,
sino que ha recibido su existencia inmediata-
mente del mismo Dios.

523.—Prueba de la i . ^ p . — i . 0 S i e l h o m b r e p r o c e d i e -
r a d e l m o n o p o r v i a de n a t u r a l d e s c e n d e n c i a , la c o n -
f o r m i d a d c o r p o r a l de u n o y o t r o d e b e r í a ser en e l
f o n d o u í i a m i s m a . Es a s í q u e sucede t o d o lo c o n t r a -
r i o ; pues la del m o n o e s t á d i r i g i d a toda entera á
h a c e r de él u n a n i m a l trepador, m i é n t r a s q u e l a d e l
h o m b r e se d i r i g e a b s o l u t a m e n t e - á f o r m a r u n a n i m a l
andador. L u e g o e l h o m b r e n o h a p o d i d o p r o c e d e r d e l
m o n o p o r v i a de n a t u r a l d e s c e n d e n c i a ^

Psicología. 23
524.—Dice m u y b i e n á este p r o p ó s i t o M r . de Q u a -
t r a f a g e s : « E n l a t e o r í a de D a r w i n , las t r a s f o r m a c i o -
nes n o se e f e c t ú a n c o m o q u i e r a y en t o d o s s e n t i d o s ,
s i n o q u e s o n i m p e r a d a s p o r c i e r t a s necesidades q u e
l l e v a c o n s i g o la o r g a n i z a c i ó n m i s m a . U n a vez m o d i f i -
cado el o r g a n i s m o en u n s e n t i d o d e t e r m i n a d o , p o d r á
m u y bien sufrir trasformaciones secundarias, ter-
c i a r i a s , etc.; p e r o n u n c a d e j a r á de c o n s e r v a r los ras-
gos d e l t i p o o r i g i n a l . E s t a es la ley de caracterización
permaneiíie, única q u e p e r m i t e á D a r w i n d a r c u e n t a
de la filiación de los g r u p o s , de s u c a r a c t e r i z a c i ó n ,
de sus r e l a c i o n e s m ú l t i p l e s . E n v i r t u d de esta l e y es
c o m o iodos los d e s c e n d i e n t e s d e l p r i m e r m o l u s c o h a n
s i d o m o l u s c o s , y v e r t e b r a d o s t o d o s los d e s c e n d i e n t e s
d e l p r i m e r v e r t e b r a d o . Y a se ve q u e ella c o n s t i t u y e
u n o de los f u n d a m e n t o s de la d o c t r i n a .
S i g ú e s e de a q u í q u e dos seres p e r t e n e c i e n t e s á dos
tipos d i s t i n t o s pueden m u y bien retroceder hasta u n
antepasado común, c u y o s c a r a c t é r e s n o estaban t o d a -
v í a b i e n d e f i n i d o s , p e r o n o descender el u n o d e l o t r o .
A h o r a b i e n ; el h o m b r e y los m o n o s e n g e n e r a l , p r e -
s e n t a n , desde el punto de vista del tipo, u n c o n t r a s t e
m u y m a r c a d o . L o s ó r g a n o s q u e los c o n s t i t u y e n se
c o r r e s p o n d e n , c o m o y a lo d e j a m o s i n d i c a d o , casi r i -
g u r o s a m e n t e , t é r m i n o p o r t é r m i n o . M a s estos ó r g a -
nos se h a l l a n d i s p u e s t o s c o n f o r m e á u n p l a n m u y d i -
f e r e n t e . E n el h o m b r e su c o o r d i n a c i ó n es t a l , q u e de
ella r e s u l t a p o r f u e r z a u n andador, y l a d e l m o n o p r o -
d u c e n e c e s a r i a m e n t e u n trepador. E s t a es u n a d i s t i n -
ción a n a t ó m i c a y m e c á n i c a , que h a b í a n ya puesto m u y
de r e l i e v e , en ó r d e n á los m o n o s , los t r a b a j o s de V i c q
d ' A z y r , de L a w n u c e , de Serres, etc. L o s e s t u d i o s de
D u v e r n a y s o b r e el G o r r i l l a , los de G r a t i o l e t y d e M . A l i z
sobre el C h i m p a n z é , h a n p u e s t o f u e r a de d u d a l a
c o n v e n i e n c i a a b s o l u t a de los antropomorfos en este
- 3 5 5 -

d a r á c t e r f u n d a m e n t a l . Basta p o r o t r a p a r t e poner los


ojos en el g r a b a d o p r e s e n t a d o p o r H u x l e y , d o n d e figu-
r a n los e s q u e l e t o s d e l o s m o n o s m á s p e r f e c t o s a l l a d o
d e l e s q u e l e t o d e l h o m b r e , p a r a c o n v e n c e r s e de esta
verdad.
L a c o n s e c u e n c i a de estos h e c h o s , en o r d e n á la a p l i -
c a c i ó n l ó g i c a de la ley de caracterización permanente, es
q u e e l h o m b r e n o p u e d e d e s c e n d e r de u n a n t e p a s a d o
c a r a c t e r i z a d o y a c o m o m o n o , y a sea é s t e u n Catarrino
s i n cola ó y a c o n ella. U n a n i m a l andador n o p u e d e
d e s c e n d e r de u n a n i m a l trepador. E s t o l o h a e n t e n d i d o
m u y b i e n V o g t : q u i e n , c o l o c a n d o a l h o m b r e en el n ú -
m e r o d e los p r i m a t e s , n o d u d a en d e c l a r a r q u e l o s
m o n o s m á s i n f e r i o r e s h a n pasado m á s allá d e l jalón
(del antepasado c o m ú n ) , d e d o n d e h a n s a l i d o c o n d i -
r e c c i ó n d i v e r g e n t e los d i v e r s o s t i p o s de esta f a m i -
lia (i).»
525. — E n l a h i p ó t e s i s m e n c i o n a d a d e b e r í a n h a l l a r s e
los a n i l l o s q u e u n e n a l h o m b r e c o n el m o ñ ^ ; p u e s t o
q u e los tales a n i l l o s s o n e l c a m i n o p o r d o n d e h a d e -
b i d o p a s a r l a n a t u r a l e z a en s u m a r c h a a s c e n d e n t e
hasta l l e g a r a l p u n t o en q u e a l p r e s e n t e se e n c u e n t r a .
í Es a s í q u e estos a n i l l o s n o a p a r e c e n en n i n g u n a p a r -
te, p u e s t o q u e e n t r e el n e g r o , q u e es el h o m b r e m á s
i m p e r f e c t o , y los m o n o s de t o d a s las edades, i n c l u s a s
las m i n u a s g e o l ó g i c a s , m e d i a u n a d i s t a n c i a g r a n d í s i - _
m a p o r c o n i a g i o n d e los m i s m o s D a r w i n i s t a s . L u e g o . . . j
526. — i - 0 L o s c a r a c t e r e s p s i c o l ó g i c o s d e l m o n o y l o ^
d e l h o m b r e " s o n t a n d i s t i n t o s , q u e es a b s o l u t a m e n t e
i m p o s i b l e h a y a p r o c e d i d o é s t e de a q u e l p o r v í a de n a -
t u r a l d e s c e n d e n c i a . P o r q u e el m o n o , c o n t o d a s u h a -
b i l i d a d d e i m i t a r , n u n c a se l e v a n t a m á s a r r i b a d e lo

(1) Quatrefages, L ' Espécc humaine, chap. X I , n . 4. Pa-


rís, 1880.
Sensible, n u n c a a p r e n d e á hablar, n i é. orar, n i á reflexio-
nar y filosofar, n i á o b r a r c o n H b e r t a d , p o r m á s q u e
v i v a e n t r e los h o m b r e s ; sino q u e s i e m p r e se h a l l a es-
t a n c a d o en u n a m i s m a cosa, l o m i s m o q u e los o t r o s
b r u t o s , p o r falta de ideas u n i v e r s a l e s . Y a l c o n t r a r i o
en t o d a s las clases de h o m b r e s , a u n las m á s i n f e r i o r e s - , -
se n o t a j l a r e l i g i o s i d a d , el s e n t i d o de l o m o r a l y de l o
- h o n e s t o , el c o n o c i m i e n t o de u n o r d e n s u p r a s e n s i b l e ,
la f a c u l t a d d e l h a b l a , la de d i s c u r r i r y filosofar y de
h a c e r p o r lo m i s m o p r o g r e s o s en sus c o n o c i m i e n t o s ,
e n sus acciones y e n sus i n d u s t r i a s , la de o b r a r final-
m e n t e o ^ n l i b e r t a d y c o n d o m i n i o p l e n o de t o d o s sus
a c t o s . / L u e g o es e v i d e n t e q u e el h o m b r e f o r m a u n a
especieTaparte y e n t e r a m e n t e s e p a r a d a d e t o d a s las
clases de m o n o s , y q u e n o p u e d e t e n e r c o n ellas n i n -
g ú n parentesco real y efectivo; el c u a l , sin e m b a r g o ,
e x i s t i r í a , si t a n t o el m o n o c o m o el h o m b r e v i n i e r a n de
otro animal m á s antiguo)
527. —Prueba de la 2.a/).—De t o d o a n i m a l q u e se le
q u i e r a s e ñ a l a r a l h o m b r e c o m o t r o n c o de d o n d e h a y a
él p r o c e d i d o p o r v í a de n a t u r a l d e s c e n d e n c i a , se p u e -
de d e c i r l o m i s m o q u e a c a b a m o s de e s c r i b i r acerca d e l
m o n o . P o r q u e su c o n f o r m a c i ó n c o r p o r a l s e r á entera-
m e n t e d i v e r s a de la d e l h o m b r e ; l o s a n i l l o s q u e l e
h a y a n de u n i r c o n l a especie h u m a n a , p a r a q u e é s t a
h a y a p o d i d o d e s c e n d e r de él m e d i a n t e u n p r o c e s o l e n -
t o y c o n t i n u o , f a l t a r á n p o r c o m p l e t o ; los c a r a c t e r e s
p s i c o l ó g i c o s q u e le c o r r e s p o n d a n , s e r á n s i e m p r e bes-
t i a l e s y p o r l o t a n t o d i s t a r á n i n f i n i t a m e n t e de los q u e
á n o s o t r o s n o s p e r t e n e c e n . L u e g o c o n la m i s m a c e r -
teza p o d e m o s c o n c l u i r q u e e l - h o m b r e n o es h i j o d e
n i n g u n a de c u a n t a s especies de a n i m a l e s h a n p o b l a d o
el g l o b o d u r a n t e la d i l a t a d a s é r i e de los s i g l o s .
528. —Prueba de l a j . ^ p . — E s e v i d e n t e , - s u p u e s t a l a
v e r d a d de los d o s a n t e r i o r e s . P o r q u e e l h o m b r e n o h a
— 357 —
e x i s t i d o s i e m p r e en el g l o b o , c o m o c o n s t a de las o b -
s e r v a c i o n e s g e o l ó g i c a s ; las cuales nos d i c e n q u e e n u n
p r i n c i p i o el g l o b o t e r r e s t r e c a r e c í a de t o d a s u e r t e de
v i d a (C. 137); y nos e n s e ñ a n a d e m á s q u e el h o m b r e es
el ú l t i m o de los v i v i e n t e s , q u e en la s u c e s i ó n de los
t i e m p o s h a n v e n i d o á p o b l a r l a T i e r r a ; p u e s n o se e n -
c u e n t r a n r e s t o s s u y o s s i n o en sus capas m á s s u p e r f i -
ciales, a l paso q u e los de o t r o s a n i m a l e s , i n c l u s o los
m i s m o s m o n o s , a p a r e c e n en capas m á s p r o f u n d a s . P o r
c o n s i g u i e n t e en la s é r i e de n u e s t r o s a n t e p a s a d o s h a
d e b i d o de h a b e r a l g u n a p a r e j a , q u e ó v i n o de o t r a c l a -
se de a n i m a l e s a n t e r i o r e s p o r v í a de n a t u r a l descen-
d e n c i a , ó r e c i b i ó su e x i s t e n c i a i n m e d i a t a m e n t e d e l
C r i a d o r ; y c o m o es falso l o p r i m e r o , es f u e r z a c o n f e -
sar l o s e g u n d o .
E s t o es l o q u e nos dice t a m b i é n la d i v i n a r e v e l a c i ó n
en c o n s o n a n c i a c o n la F i l o s o f í a . P o r q u e en los s a g r a -
dos l i b r o s h a l l a m o s e s c r i t o q u e D i o s , d e s p u é s de h a b e r
p r e p a r a d o al h o m b r e c o n s u i n f i n i t o p o d e r esta h e r -
m o s a m o r a d a q u e a l p r e s e n t e h a b i t a , lo c r i ó d i c i e n d o :
« H a g a m o s al h o m b r e á i m á g e n y semejanza nuestra;
y m a n d e á los peces d e l m a r y á los v o l á t i l e s d e l c i e l o ,
y á las bestias, y á t o d a la t i e r r a , y á t o d o s c u a n t o s
a n i m a l e s se m u e v e n sobre ella (1).»
529.—Las o b j e c i o n e s q u e c o n t r a esta c e r t í s i m a d o c -
t r i n a o p o n e n los T r a s f o r m i s t a s , son e n t e r a m e n t e f ú -
t i l e s y n o m e r e c e n q u e nos d e t e n g a m o s n i u n solo i n s -
t a n t e á r e f u t a r l a s . L a p r i n c i p a l de t o d a s ellas se f u n d a
en su s i s t e m a g e n e r a l d e l trasjormismo: d e l c u a l
pretenden hacer una a p l i c a c i ó n al h o m b r e , diciendo
q u e la l e y de a n a l o g í a e x i g e q u e el h o m b r e h a y a p r o -
c e d i d o de o t r a especie y a e x t i n g u i d a , c o m o h a s u c e d i d o
á t o d o s los v i v i e n t e s q u e a c t u a l m e n t e p u e b l a n el g l o b o ,

(1) Génesis I , 20,


-358-
P e r o este a r g u m e n t o flaquea p o r su base, c o m o l o he-
m o s d e m o s t r a d o en la C o s m o l o g í a (260 y s i g u i e n t e s ) ; y
a d e m á s , a u n q u e v a l i e r a p a r a los d e m á s seres o r g á n i -
cos, n o t e n d r í a n i n g u n a a p l i c a c i ó n c o n respecto a l
h o m b r e , p o r las r a z o n e s q u e a c a b a m o s de a p u n t a r en
este a r t i c u l o (1).

CAPITULO IV-
De la antigüedad del alma humana y de la
del compuesto físico que forma con
el cuerpo.

E n el p r e s e n t e c a p í t u l o s e g u i r e m o s el m i s m o o r d e n
q u e en el a n t e r i o r ^ y a s í t r a t a r e m o s b r e v e m e n t e e n
dos a r t í c u l o s s e p a r a d o s d e l a a n t i g ü e d a d d e l a l m a
h u m a n a y de la del h o m b r e .

ARTÍCULO PRIMERO.

A n t i g ü e d a d del a l m a h u m a n a .

530.—Algunos e n t r e los a n t i g u o s o p i n a r o n q u e las


a l m a s h u m a n a s y t o d a s las s u s t a n c i a s e s p i r i t u a l e s g e -
n e r a l m e n t e h a n e x i s t i d o p o r n e c e s i d a d s i e m p r e desde
t o d a la e t e r n i d a d (2). P i t á g o r a s y P l a t ó n j u z g a r o n q u e ,
antes de ser u n i d a s á los c u e r p o s , e x i s t i e r o n e n los as-
t r o s y q u e d e s p u é s p o r sus pecados f u e r o n c o n d e n a d as

(1) Para más amplias explicaciones de esta doctrina se


puede consultar entre otras obras la que nosotros tenemos p u -
blicada con el título de «La Religión católica ote.» cap. X X V , -
donde tratamos largamente de esta materia.
(2) Véase Santo Tomas, S u m i n . c o n t . g e n t . lib. 2. cap. 33,
- 3 5 9 -
a v i v i r u n i d a s á los c u e r p o s e n c a r n á n d o s e en ellos r e -
p e t i d a s veces, c o m o h e m o s e x p l i c a d o m á s a r r i b a (394).
L e i b n i t z finalmente e m i t i ó la i d e a de q u e D i o s , a l
c r i a r el p r i m e r h o m b r e , c r i ó t a m b i é n é i n f u n d i ó e n
su c u e r p o las a l m a s de c u a n t o s en los t i e m p o s p o s t e -
r i o r e s h a b l a n de n a c e r de él h a s t a el fin de los s i g l o s ,
i n c l u y é n d o l a s en c i e r t o s c u e r p e c i l l o s s e m i n a l e s p a r a
q u e fuesen t r a s m i t i d a s de los p a d r e s á los h i j o s p o r
m e d i o d é l a g e n e r a c i ó n . L o s c a t ó l i c o s p o r el c o n t r a r i o
t i e n e n t o d o s u n á n i m e m e n t e q u e las a l m a s de los h o m -
b r e s n o son p r o d u c i d a s á n t e s de ser u n i d a s á sus p r o -
pios c u e r p o s (1). Eistoes c i e r t a m e n t e l o q u e d i c t a t a m -
b i é n l a sana filosofía, c o m o se v e r á en las p r o p o s i c i o -
nes s i g u i e n t e s .

PROPOSICION PRIMERA.

Las almas humanas no han debido existir n ecesariamente


desde toda la eternidad.

531.—Demostración.—Esta t é s i s se p r u e b a c o n los
m i s m o s a r g u m e n t o s q u e h e m o s a p u n t a d o en l a Cos-
m o l o g í a p a r a p r o b a r q u e el M u n d o n o es n e c e s a r i a -
m e n t e e t e r n o (C. 1307 s i g u i e n t e s ) . P o r q u e t a m b i é n es
Dios l i b r e p a r a d a r ó n o d a r la e x i s t e n c i a á los e s p í r i -
t u s y p a r a d á r s e l a en u n o de los m o m e n t o s d e l t i e m p o
p o s i b l e ó en o t r o , s e g ú n s u m a y o r a g r a d o . N i v a l e

(1) «Omnes eos (Priscillianistas), escribe San León en su


epístola ad Turibium Asturicensem, cap. 10. (Patr. lat. de M i g -
ue, tom. 54, pag. 685), catholica fides a corpore suas ünitatis
abscidit, constanter predlcans atque veraciter, quod animse h o -
minum, priusquam suis inspirarentur corporibus, non fuere,
nec ab alio incorporantur nlsi ab OpificeDeo, qui etipsarum est
creator et corporum»,
— 3^° —
n a d a c o n t r a esto el d e c i r q u e los seres e s p i r i t u a l e s
t i e n e n de s u y o i n t r í n s e c a a p t i t u d p a r a e x i s t i r p e r p e -
t u a m e n t e . P o r q u e esta a p t i t u d n o es u n a cosa r e a l y
p o s i t i v a s i n o después q u e son c r i a d o s , y Dios es l i b r e
p a r a c r i a r l o s ó n o c r i a r l o s , y p a r a c r i a r l o s en u n t i e m -
po m á s b i e n q u e en o t r o . A n t e s de ser c r i a d o s n o t i e -
nen sino mera posibilidad i n t r í n s e c a para existir; y .
esta p o s i b i l i d a d n o es n a d a f í s i c o , n i en D i o s , n i en los
m i s m o s p o s i b l e s (O. 64-66).

PROPOSICION SEGUNDA.

Las almas de los hombres no son criadas sino en el mo-


mento de ser infundidas a sus cuerpos.

532. —Demostración—Ála s a b i d u r í a d i v i n a p e r t e n e c e
c r e a r cada cosa en a q u e l estado q u e á cada u n a c o r r e s -
p o n d e . Es a s í q u e el estado q u e a l a l m a h u m a n a co-
r r e s p o n d e p o r n a t u r a l e z a , es el de u n i ó n a l c u e r p o
p o r ella i n f o r m a d o ; p o r q u e ella de s u y o es u n a sus-
tancia incompleta y n a t u r a l m e n t e ordenada á v i v i r y
o b r a r en el todo, q u e es el h o m b r e (421). L u e g o D i o s
c r i a el a l m a de cada h o m b r e e n el m o m e n t o de ser
i n f u n d i d a á su p r o p i o c u e r p o .
533. — D i c e m u y b i e n S a n t o T o m a s : « P o d r í a t o l e r a r -
se c i e r t a m e n t e la o p i n i ó n de los P i t a g ó r i c o s , s u p o n i e n -
d o q u e el a l m a h u m a n a es en sí u n a s u s t a n c i a c o m -
p l e t a y q u e n o se u n e a l c u e r p o c o m o f o r m a s u y a s i n o
solamente para r e g i r l o y g o b e r n a r l o . Pero, siendo
c o m o es f o r m a d e l c u e r p o y p o r l o t a n t o u n a p a r t e
n a t u r a l d e l c o m p u e s t o h u m a n o , esto es de t o d o p u n t o
i m p o s i b l e . P o r q u e es cosa m a n i f i e s t a q u e D i o s c r i ó
las p r i m e r a s cosas p o n i é n d o l a s en el estado p e r f e c t o
de s u n a t u r a l e z a , s e g ú n l o e x i g í a l a especie de cada
u n a . A h o r a b i e n ; el a l m a es p a r t e de la n a t u r a l e z a
- 3 6 1 -
h u m a n a , y p o r consecuencia n o tiene su n a t u r a l per-
f e c c i ó n s i n o en c u a n t o e s t á u n i d a a l c u e r p o . P o r d o n d e
n o h u b i e r a s i d o c o n v e n i e n t e q u e el a l m a fuese c r i a d a
sin cuerpo (i).» •
534. — C o n t r a esto p o d r í a a r g ü i r a l g u n o d i c i e n d o q u e
el fin d e b í ser p r o p o r c i o n a d o a l p r i n c i p i o ; y q u e p o r
c o n s i g u i e n t e , h a b i e n d o de e x i r t i r el a l m a d e s p u é s de
la d i s o l u c i ó n d e l c u e r p o , t a m b i é n c o n v e n i a q u e c o -
m e n z a s e á e x i s t i r en sí m i s m a y s i n c u e r p o a l g u n o .
P e r o á esto r e s p o n d e r e m o s q u e en el o r d e n de la n a -
t u r a l e z a la s e p a r a c i ó n d e l a l m a d e l c u e r p o se d e b e á
l a i m p e r f e c c i ó n de esta p a r t e m a t e r i a l d e l h o m b r e ,
la c u a l p u e d e ser d e s t r u i d a c o n la a c c i ó n de los a g e n -
tes e x t e r n o s . P o r d o n d e , si en s u e s t a d o p r i m i t i v o
h u b i e r a s i d o c r i a d a p o r D i o s s i n c u e r p o a l g u n o , esta
s e p a r a c i ó n d e b e r í a ser a t r i b u i d a , n o á los a g e n t e s de
la n a t u r a l e z a , s i n o a l m i s m o D i o s , q u e s i n m o t i v o
n i n g u n o la h u b i e r a p u e s t o en u n p r i n c i p i o desenca-
j a d a d e l l u g a r q u e p o r n a t u r a l e z a le c o r r e s p o n d e .
535. — D e j a m o s á u n l a d o l a i d e a p e r e g r i n a y e n t e r a -
m e n t e i n f u n d a d a de L e i b n i t z . P o r q u e ^ q u é h a b í a n de
h a c e r p o r espacio de t a n t o t i e m p o las a l m a s de t o d o s
los h o m b r e s m e t i d a s en a q u e l l o s c u e r p e c i l l o s s e m i -
nales s i n a c t o a l g u n o de n i n g u n a especie: p u e s n o

(1) «Posset autem utiquc hoc toleran secumdum eos, qui


ponunt quod anima habet per se spcclem et naturam comple-
tam; ct quod non un ¡tur corporiut forma, sed solum ad ipsum
administrandum. Si autem unitur corpori ut forma et cst na-
turalitcr pars humanse naturae, hoc omnino esse non potest.
Manifestum est enim quod Deus primas res i n s t i t u i t i n perfecto
statu suse naturee, secumdum quod uniuscujusque rei species
exigebat. Anima autem, cum sit pars humanae naturas, non ha-
bet naturalem perfectionen nisi secumdum quod est corpor
unita. Unde non fuisset conveniens animam sine corpore creari,
(S. Thomas, S u n i m . t h e o l . 1. p. q. 90, art, 4),»
— 362 —
p o d r í a n n i h a c e r v e g e t a r á sus c u e r p o s , n i s e n t i r , n i
por consiguiente entender? L a recta r a z ó n dicta que
cada a l m a sea c r i a d a , c u a n d o p u e d e e j e r c e r n a t u r a l -
m e n t e en e l c u e r p o p o r l o m é n o s a l g u n a s f u n c i o n e s
v i t a l e s , y p o r l o m i s m o c u a n d o es r e c l a m a d a p o r
la m a t e r i a d e l e m b r i ó n q u e e s t á a p t o y d i s p u e s t o p a r a
ser i n f o r m a d o p o r e l l a .
536. — A h o r a , en q u é m o m e n t o p r e c i s a m e n t e es
c r i a d a é i n f u n d i d a el a l m a a l e m b r i ó n , si c u a n d o
principia éste á desarrollarse ó m á s tarde cuando ha
a d q u i r i d o y a la figura h u m a n a , es cosa q u e n o se
p u e d e saber á p u n t o fijo. U n o s p i e n s a n l o p r i m e r o y
o t r o s l o s e g u n d o , y t o d o s t i e n e n sus r a z o n e s p r o b a b l e s
para defender su sentencia.

ARTÍCULO II.

A n t i g ü e d a d d e l hombre.

537. — L o s E g i p c i o s , los I n d i o s y los C h i n o s a t r i b u y e -


r o n á sus p u e b l o s u n a a n t i g ü e d a d f a b u l o s a p a r a h a -
cerlos de esta m a n e r a m á s i l u s t r e s . L o s M a t e r i a l i s t a s
de n u e s t r o s t i e m p o s a v a n z a n m u c h o m á s t o d a v í a l l e -
v a d o s de o t r o s i n s t i n t o s m á s aviesos. M u l t i p l i c a n s i n
c u e n t o los a ñ o s d e l g é n e r o h u m a n o c o n el o b j e t o de
q u e se h a g a m á s c r e í b l e la i n m u n d a d o c t r i n a q u e ellos
s o s t i e n e n en el o r d e n al o r i g e n m o n e s c o d e l h o m b r e .
P e r o t a n t o las aserciones de los u n o s c o m o las i m a g i -
naciones de los o t r o s se h a l l a n d e s t i t u i d a s d e f u n d a -
mento.
538. — L a h i s t o r i a de los p u e b l o s e g i p c i o , c h i n o é
i n d i o , q u e m e r e z c a a l g ú n c r é d i t o , n o pasa m á s a l l á
de u n o s t r e s ó c u a t r o m i l a ñ o s á n t e s de J e s u c r i s t o .
T o d o l o d e m á s se h a l l a e n v u e l t o en la m á s c o m p l e t a
o s c u r i d a d , s e g ú n c o n s t a d e l t e s t i m o n i o de las p e r s o -
— 363 —
ñ a s q u e c o n especial c u i d a d o se h a n e n t r e g a d o á estos
estudios.
539.—Los M a t e r i a l i s t a s f u n d a n su i m a g i n a d a p r e -
h i s t o r i a en los v e s t i g i o s q u e h a n d e j a d o n u e s t r o s a n -
t e p a s a d o s sobre la s u p e r f i c i e d e l g l o b o , y p a r a ello
r e c u r r e n á u n a m u l t i t u d i n n u m e r a b l e de a r g u m e n t o s ,
q u e r e d u c e n á c u a t r o clases, á saber: á l o s geológicos,
á los arqueológicos, á \os paleontológicos, á los antro-
pológicos. N i n g u n o de ellos e m p e r o d e m u e s t r a q u e el
g é n e r o h u m a n o h a y a v i v i d o s o b r e la t i e r r a m á s t i e m -
po q u e u n o s seis ú o c h o m i l a ñ o s , q u e es l o q u e sos-
t i e n e n g e n e r a l m e n t e los h i s t o r i a d o r e s s i g u i e n d o l a
c r o n o l o g í a v u l g a r f u n d a d a en los d a t o s d e la B i b l i a .
E n t r a r m á s a d e n t r o en esta c u e s t i ó n n o p e r t e n e c e á l a
F i l o s o f í a . E n el c a p í t u l o X X I I l de n u e s t r a o b r a v a r i a s
veces c i t a d a h a b l a m o s l a r g a m e n t e s o b r e este a s u n t o .

CAPÍTULO V.
TDel origen de los conocimientos humanos.

540.—Los c o n o c i m i e n t o s h u m a n o s u n o s son sensi-


tivos, o t r o s intelectivos. E n c u a n t o á la a d q u i s i c i ó n de
los p r i m e r o s n o p u e d e h a b e r n i n g u n a d i f i c u l t a d , p u e s
ya h e m o s p r o b a d o m á s a r r i b a (98 y s i g u i e n t e s ) q u e
los s e n t i d o s e x t e r n o s son d e t e r m i n a d o s á sus actos
p e r c e p t i v o s p o r l a a c c i ó n q u e ejercen en ellos los o b -
jetos m a t e r i a l e s . L a d i f i c u l t a d t o d a e n t e r a versa s o b r e
la a d q u i s i c i ó n de los s e g u n d o s , n o v i é n d o s e c o n c l a -
r i d a d c ó m o los objetos sensibles p u e d a n i n f l u i r en s u
p r o d u c c i ó n con su acción m a t e r i a l y c o r p ó r e a . Los
s i s t e m a s q u e p a r a s o l t a r l a h a n s i d o e x c o g i t a d o s , son
v á r i o s , a l g u n o s de ellos sobremaiaera a b s u r d o s . P r o -
c u r a r e m o s e x a m i n a r en este c a p í t u l o los m á s p r i n c i -
pales, c o n c l u y e n d o c o n e x p o n e r la d o c t r i n a q u e á
n o s o t r o s nos p a r e c e m á s a c e p t a b l e en esta p a r t e .
P a r a esto nos s e r v i r á n los a r t í c u l o s s i g u i e n t e s .

A R T Í C U L O PRIMERO.

Sistemas empíricos.

541. — L o c k e e n s e ñ ó q u e t o d a s n u e s t r a s ideas ó c o -
n o c i m i e n t o s i n t e l e c t u a l e s los a d q u i r i m o s c o n la sen-
sación y c o n la reflexión. E n t e n d i ó p o r s e n s a c i ó n la
r e l a c i ó n de los objetos h e c h a p o r los s e n t i d o s , y a e x -
t e r n o s , y a i n t e r n o s ; y d i ó el n o m b r e de r e f l e x i ó n a l
a c t o c o n q u e el a l m a v u e l v e sobre la s e n s a c i ó n fijando
s u a t e n c i ó n en e l l a .
542. — C o n d i l l a c ' q u i s o s i m p l i f i c a r el s i s t e m a de L o c -
k e , r e d u c i é n d o l o t o d o á la s e n s a c i ó n ; y a s í s o s t u v o
q u e t o d a s n u e s t r a s ideas n o son s i n o sensaciones
t r a s f o r m a d a s , ó sea c i e r t a clase de sensaciones m á s ó
m é n o s c o m p l i c a d a s . P a r a esto d i j o q u e el e n t e n d i -
m i e n t o c o n s t a de seis f a c u l t a d e s q u e s o n : la atención,
la comparación, el juicio, la reflexión, la imaginación y
el raciocinio. P a r a él la a t e n c i ó n es a q u e l l a s e n s a c i ó n
con la c u a l , e n t r e m u c h o s objetos q u e o b r a n s o b r e
n u e s t r o s s e n t i d o s , p e r c i b i m o s u n o de u n a m a n e r a
p a r t i c u l a r y m á s c l a r a , c o m o si él solo f u e r a el q u e
e s t á e x c i t a n d o n u e s t r o ó r g a n o s e n s o r i o . L a compara-
ción e s t á c o m p u e s t a de dos a t e n c i o n e s s i m u l t á n e a s y
p o r lo t a n t o de dos sensaciones. E l j u i c i o n o es s i n o la
s e n s a c i ó n de la c o n v e n i e n c i a ó d i s c r e p a n c i a e n t r e los
o b j e t o s de las dos a t e n c i o n e s ó sensaciones d i c h a s . L a
r e f l e x i ó n es la s é r i e de j u i c i o s q u e h a c e m o s p a s a n d o
de u n o á o t r o y c o n v i r t i e n d o n u e s t r a a t e n c i ó n de
u n o s objetos á o t r o s . E l r a c i o c i n i o n o es s i n o la s e n -
s a c i ó n de la c o n v e n i e n c i a ó d i s c r e p a n c i a r e i n a n d o
- S ^ -
e n t r e los objetos de dos sensaciones, c a u s a d a p o r
o t r a s sensaciones c o n q u e h e m o s c o m p a r a d o estos
objetos con o t r o tercero. L a i m a g i n a c i ó n finalmente
es u n a s e n s a c i ó n c o n q u e j u n t a m o s i n t e r i o r m e n t e en
u n solo s u j e t o los o b j e t o s p e r c i b i d o s p o r v á r i a s sensa-
c i o n e s . De a q u í c o n c l u y ó C o n d i l l a c q u e la e x p l i c a c i ó n
d e l o r i g e n de n u e s t r a s i d e a s es la cosa m á s s e n c i l l a
d e l m u n d o ; p o r q u e t o d a s ellas no son s i n o sensacio-
nes m á s ó m é n o s c o m p l i c a d a s .
543. — L a r o m i g u i e r e p r o c u r ó m i t i g a r l a c r u d e z a sen-
s u a l i s t a d e l s i s t e m a de C o n d i l l a c , y en vez de la a t e n -
c i ó n m e r a m e n t e p a s i v a ¿ i d e n t i f i c a d a c o n la s e n s a c i ó n
q u e a d m i t i ó este filósofo, p u s o o t r a clase de a t e n c i ó n
a c t i v a y d i s t i n t a de la s e n s a c i ó n m i s m a ; y c o n ella
p r e t e n d i ó e x p l i c a r la c o m p a r a c i ó n y el r a c i o c i n i o , d i -
c i e n d o q u e son c i e r t a s clases de a t e n c i ó n , p e r o a c t i v a
y d i s t i n t a r e a l m e n t e de las sensaciones. C o n esto en
s u s t a n c i a v i n o á e n s e ñ a r l a m i s m a d o c t r i n a de L o c k e ;
p u e s este filósofo n o e n t e n d i ó bajo el n o m b r e de r e -
flexión sino lo m i s m o que L a r o m i g u i e r e calificó con
el de a t e n c i ó n . P r o b e m o s a h o r a b r e v e m e n t e l a false-
d a d de t o d o s estos sistemas: á c u y o fin sean las p r o -
posiciones siguientes.

PROPOSICION PRIMERA.

ü\¿i la reflexión de Locke n i la alencion activa de Laro-


miguiere son suficientes para explicar el origen de
nuestros conocimientos intelectuales.

544. — D e m o s t r a c i ó n . — N i n g u n o de los actos m e n -


c i o n a d o s p u e d e d a r o r i g e n á o t r o s c o n c e p t o s q u e los
q u e v e r s e n sobre objetos m a t e r i a l e s y c o n c r e t o s ; p o r -
q u e c o n la a t e n c i ó n n u e v a á los objetos de las sensa-
ciones e x t e r n a s ó i n t e r n a s n o p o d e m o s h a c e r o t r a
do^a q ü e v e r de u n a m a n e r a a l g ú n t a n t o m á s c l a r a
los objetos m a t e r i a l e s y c o n c r e t o s de estas m i s m a s
sensaciones. Es a s í q u e n u e s t r o s c o n o c i m i e n t o s i n t e -
l e c t u a l e s v e r s a n p r i n c i p a l m e n t e s o b r e los o b j e t o s u n i -
versales y a b s t r a c t o s . L u e g o . . .

PROPOSICION SEGUNDA.

Mucho m á s insuficiente es todavía para este objeto


la sensación tras/orinada de Condilíac.

t , ^ . — D e m o s t r a c i ó n . — La s e n s a c i ó n t r a s f o r m a d a de
C o n d i l í a c no es s i n o u n a v e r d a d e r a s e n s a c i ó n c o n d i -
v e r s a s f o r m a s , y p o r c o n s i g u i e n t e en t o d a s ellas n o
p u e d e v e r s a r s i n o sobre objetos m a t e r i a l e s y c o n c r e -
tos. Es a s í q u e n u e s t r o s c o n o c i m i e n t o s i n t e l e c t u a l e s
v e r s a n s o b r e objetos u n i v e r s a l e s y a b s t r a c t o s , y son
p o r l o t a n t o de u n o r d e n m u c h o m á s p e r f e c t o q u e el
de las sensaciones. L u e g o t a m b i é n es i n e p t a la t a l
s e n s a c i ó n p a r a e x p l i c a r el o r i g e n de los c o n o c i m i e n t o s
d i c h o s . Y es m u c h o m á s i n e p t a q u e la r e f l e x i ó n de
L o c k e y la a t e n c i ó n de L a r o m i g u i e r e ; p o r q u e estos
d o s actos y a i n d i c a n a c t i v i d a d p o r p a r t e de n u e s t r a
a l m a , s e g ú n la m e n t e de los dos filósofos c i t a d o s ; m a s
la s e n s a c i ó n , s e g ú n C o n d i l í a c , es bajo t o d a s sus f o r m a s
u n a c t o p a s i v o , c o m o t o d o s los d é l o s a n i m a l e s , y p o r
l o t a n t o deja a l h o m b r e en la m i s m a esfera de las
bestias.

ARTÍCULO II.

Sistema de las ideas innatas.

5 4 6 . — P l a t ó n , p a r a e x p l i c a r el o r i g e n de n u e s t r o s
p e n s a m i e n t o s , s u p u s o q u e n u e s t r a s a l m a s son e s p í r i -
t u s caldos de su d i g n i d a d p r i m e r a y c o n d e n a d o s p o r
los p e c a d o s q u e c o m e t i e r o n c u a n d o v i v í a n d e s n u d o s
de t o d a m a t e r i a , á v i v i r t e m p o r a l m e n t e e n c e r r a d o s
en estos c u e r p o s . C o n esto e x p l i c a b a el o r i g e n de n u e s -
t r a s ideas, d i c i e n d o q u e t o d a s ellas las t r a e m o s y a a l
n a c e r y q u e p o r r a z ó n de l a s e m e j a n z a q u e t i e n e el
m u n d o m a t e r i a l c o n el e s p i r i t u a l son e x c i t a d a s en
n u e s t r o e s p í r i t u c o n la a c c i ó n q u e ejercen los o b j e t o s
m a t e r i a l e s en n u e s t r o s s e n t i d o s . L o s C a r t e s i a n o s , r e -
c h a z a n d o lo de la v i d a a n t e r i o r á esta p r e s e n t e q u e
h a b í a s e ñ a l a d o P l a t ó n , p o r q u e esto lo veian condena-
do p o r la I g l e s i a , a d m i t i e r o n en l o d e m á s la d o c t r i -
n a de d i c h o filósofo y s o s t u v i e r o n con él q u e las ideas
u n i v e r s a l e s de las cosas las t r a e c o n s i g o n u e s t r o e s p í -
r i t u desde el p r i m e r m o m e n t o de su e x i s t e n c i a y q u e
e x i s t e n s i e m p r e en él á m a n e r a de h á b i t o s ; de f o r m a
q u e la a c c i ó n de los objetos m a t e r i a l e s s o b r e n u e s t r o s
s e n t i d o s n o hace m á s q u e e x c i t a r l a s y p o n e r l a s en
e j e r c i c i o . E s t a d o c t r i n a t a m b i é n es falsa y p a r a r e f u -
t a r l a t r a t a r e m o s de p r o b a r la s i g u i e n t e

PROPOSICION.

E l sistema de las ideas innatas es absolutamente


inadmisible.

547.—Demostración. — i.0 S e g ú n los defensores de


esta d o c t r i n a , las tales ideas s o n , n o actos c o n q u e
p e r c i b i m o s los objetos n i especies i n t e l i g i b l e s i m p r e s a s
con q u e n u e s t r a i n t e l i g e n c i a es. m o v i d a y d e t e r m i n a -
d a á f o r m a r sus c o n c e p t o s , s i n o v e r d a d e r o s o b j e t o s de
n u e s t r a s p e r c e p c i o n e s i n t e l e c t u a l e s . A s i , en el s i s t e m a
de P l a t ó n estas ideas n o son s i n o c i e r t a s f o r m a s u n i -
versales, s u b s i s t e n t e s p o r sí m i s m a s y s i e m p r e p r e -
sentes á n u e s t r o e s p í r i t u de u n a m a n e r a h a b i t u a l é
- 368 —
i n c o n s c i e n t e ( O . 166). S e g ú n los c a r t e s i a n o s s o n las
m i s m a s ideas d i v i n a s bajo las r a z o n e s u n i v e r s a l e s de
sér, verdad, bondad, honestidad, hermosura, e t c . p r e -
s é n t e s s i n i n t e r r u p c i ó n á n u e s t r o e s p í r i t u á la m a n e r a
d i c h a , ó á l o m é n o s c i e r t a s i m á g e n e s e x i s t e n t e s en
n o s o t r o s y en las cuales v e m o s los o b j e t o s . Es asi q u e
el o b j e t o de n u e s t r a s p e r c e p c i o n e s i n t e l e c t u a l e s n o son
las ideas de las cosas s i n o las cosas m i s m a s (200-202;
O. 165-166; L . 402 y s i g u i e n t e s ) . L u e g o el s i s t e m a en
c u e s t i ó n es a b s o l u t a m e n t e i n a d m i s i b l e .
548. —2.0 S i n u e s t r o e n t e n d i m i e n t o t u v i e r a a l g u n a s
ideas i n n a t a s , estas ideas n o d e p e n d e r í a n en n i n g u n a
m a n e r a de los s e n t i d o s ; y p o r l o t a n t o n u e s t r o e n t e n -
d i m i e n t o , p a r a pensar, n o n e c e s i t a r í a a b s o l u t a m e n t e
del e j e r c i c i o d e estas p o t e n c i a s i n f e r i o r e s , n i á u n en el
m i s m o e s t a d o de u n i ó n . P o r q u e las tales ideaSj a s í
c o m o s e r í a n i n d e p e n d i e n t e s de los s e n t i d o s en el e x i s -
t i r , t a m b i é n l o s e r í a n en el o b r a r ; y p o r l o t a n t o t e n -
d r í a n en s í m i s m a s v i r t u d s u f i c i e n t e p a r a p o n e r á
n u e s t r o e n t e n d i m i e n t o en r e l a c i ó n c o n sus o b j e t o s s i n
a c t o a l g u n o de la s e n s i b i l i d a d s o b r e los m i s m o s . Es
así que la experiencia nos atestigua que sobre n i n g ú n
o b j e t o p o d e m o s p e n s a r c o n la i n t e l i g e n c i a , s i n q u e
c o n c u r r a n t a m b i é n p a r a e l l o á s u m o d o los actos de
los s e n t i d o s y de la f a n t a s í a . L u e g o . . .
549. —^.0 S i n u e s t r o e n t e n d i m i e n t o es c a p a z d e
f o r m a r s e c o n s u a c t i v i d a d i n t r í n s e c a las ideas de los
objetos n o h a y r a z ó n a l g u n a p a r a q u e p o n g a m o s e n
él n i n g u n a i d e a i n n a t a , s i n o q u e t o d a s las d e b e m o s
c o n s i d e r a r c o m o facticias ó p r o d u c i d a s c o n la a c t i v i -
d a d m e n c i o n a d a . Es a s í q u e n u e s t r o e n t e n d i m i e n t o
t i e n e en sí a c t i v i d a d v e r d a d e r a y s u f i c i e n t e p a r a p r o -
d u c i r estas ideas, c o m o se p r o b a r á m á s a d e l a n t e .
Luego... Dejamos á u n lado otras consideraciones
p o r a m o r á la brevedad.
L o s defensores d e las ideas i n n a t a s p r e t e n d e n p r o -
b a r su s i s t e m a , d i c i e n d o q u e a l g ú n a c t o es e s e n c i a l á
n u e s t r o i n t e n d i m i e n t o , y que p o r consiguiente nues-
t r a a l m a desde el m i s m o m o m e n t o de ser c r i a d a ya
debe e s t a r fija en la c o n t e m p l a c i ó n de a l g ú n o b j e t o .
P e r o esta es u n a d o c t r i n a falsa, c o m o c o n s t a de l o q u e
m á s a r r i b a h e m o s e s c r i t o e n este t r a t a d o (250-258).

A R T Í C U L O 111.

Sistema e x t e r i o r í s t i c o de los t r a d i c i o n a l i s t a s .

550. — L o s T r a d i c i o n a l i s t a s s i g u i e n d o á B o n a l d p u -
s i e r o n el o r i g e n de n u e s t r o s c o n o c i m i e n t o s i n t e l e c -
t u a l e s en la r e v e l a c i ó n d i v i n a t r a s m i t i d a á los h o m b r e s
por. m e d i o d é l a t r a d i c i ó n oral del g é n e r o h u m a n o .
L a r a z ó n en q u e f u n d a r o n su s i s t e m a es, p o r q u e
el h o m b r e p a r a p e n s a r necesita a b s o l u t a m e n t e de l a
p a l a b r a y é s t a n o l a p u e d e él i n v e n t a r ; p o r q u e p a r a
i n v e n t a r l a d e b e r í a p e n s a r y el p e n s a m i e n t o n o es p o -
s i b l e en n o s o t r o s sin l a p r é v i a p o s e s i ó n de la p a l a b r a .
De a q u í c o n c l u í a n q u e el h o m b r e , s i n el a u x i l i o de l a
r e v e l a c i ó n hecha p r i m i t i v a m e n t e p o r Dios y t r a s m i t i -
d a p o r el g é n e r o h u m a d o m e d i a n t e el uso de la p a l a -
b r a , c a r e c e r í a p o r c o m p l e t o de t o d o c o n c e p t o u n i -
versal,
551. — E s t a a b s u r d a d o c t r i n a la m i t i g a r o n d e s p u é s
a l g ú n tanto algunos Tradicionalistas m á s moderados,
d i c i e n d o q u e la p a l a b r a n o es a b s o l u t a m e n t e n a c e s a r i a
p a r a la a d q u i s i c i ó n de t o d o s los c o n c e p t o s u n i v e r s a l e s
s i n o solo p a r a la de a q u e l l o s q u e p e r t e n e c e n a l o r d e n
m o r a l y religioso. Otros t o d a v í a conceden m u c h o
m á s ; y c o n f i e s a n q u e , s i n el a u x i l i o de la p a l a b r a y d e
o t r o c u a l q u i e r a signo a r b i t r a r i o , puede el h o m b r e
p o r s í solo a d q u i r i r u n c i e r t o c o n o c i m i e n t o v a g o y
Psicología. ¡¡A
confuso de las v e r d a d e s r a c i o n a l e s , m e t a f í s i c a s y m o -
rales; p e r o s o s t i e n e n q u e la e n s e ñ a n z a e x t e r n a ejer-
c i d a , y a p o r m e d i o de la ¡ p a l a b r a , y a p o r los g e s t o s ,
y a p o r o t r a clase de s i g n o s , es a b s o l u t a m e n t e necesa-
r i a p o r v i a de c o n d i c i ó n esencial p a r a q u e p u e d a co-
n o c e r c o n c l a r i d a d y c e r t e z a la e x i s t e n c i a de Dios y
¡as verdades pertenecientes al o r d e n m o r a l y religioso.
L a r e f u t a c i ó n de esta ú l t i m a f o r m a d e l T r a d i c i o n a l i s -
m o la d e j a r e m o s p a r a l a T e o d i c e a ; a q u í nos c o n t e n »
t a r e m o s c o n d e m o s t r a r la f a l s e d a d de las o t r a s dos, á
c u y o fin e s t a b l e c e r e m o s las p r o p o s i c i o n e s s i g u i e n t e s .

PROPOSICION PRIMERA.

E l entendimiento humano no necesita absolutamente de


la palabra externa para pensar; ántes para hacer
uso de ella, debe estar ya en posesión de algunos
conocimientos universales.

552. —Demostración.—i.0 L a p a l a b r a es u n s i g n o
a r b i t r a r i o , q u e n o s i g n i f i c a i d e a a l g u n a s i n o p o r la
libre elección del h o m b r e . L u e g o éste, para i m p o n e r l e
l i b r e m e n t e la s i g n i f i c a c i ó n de u n a i d e a d e t e r m i n a d a ,
debe e s t a r y a en p o s e s i ó n de esta i d e a ; p o r q u e n o
p u e d e q u e r e r c o n la v o l u n t a d s i n o lo q u e y a conoce
de a n t e m a n o c o n el e n t e n d i m i e n t o .
553. —2.0 N i se d i g a q u e esto solo p r u e b a q u e el
h o m b r e , p a r a h a c e r uso a c t i v o de la p a l a b r a ( L . 125),
necesita e s t a r y a en p o s e s i ó n de la idea p o r ella s i g n i -
ficada, p e r o n o p a r a e n t e n d e r la s i g n i f i c a c i ó n e m -
p l e a d a p o r o t r o ; p o r q u e t a m b i é n p a r a esto y a d e b e
poseerla de a l g u n a m a n e r a . E n efecto: el q u e o y e
la p a l a b r a e m p l e a d a p o r o t r o p a r a s i g n i f i c a r u n a i d e a ,
ó conoce l a c o n e x i ó n q u e ella t i e n e c o n esta i d e a , ó n o
la conoce: S i sucede esto segundo, la p e r c e p c i ó n de
a q u e l s o n i d o m a t e r i a l n o le p o d r á l l e v a r a l c o n o c i -
m i e n t o de la t a l i d e a , p o r q u e a q u e l s o n i d o n o t i e n e
enlace i n t r í n s e c o c o n e l l a . S i acaece l o primero, esto
n o p u e d e p r o v e n i r s i n o de q u e y a , i n d e p e n d i e n t e -
m e n t e de a q u e l s i g n o a r b i t r a r i o , conoce el o b j e t o s i g -
n i f i c a d o p o r la p a l a b r a .
554.—Dice m u y b i e n S a n A g u s t í n : « C u a n d o se m e
d a la s e ñ a l de u n a cosa., si y o i g n o r o la cosa q u e ella
s i g n i f i c a , n á d a m e p u e d e e n s e ñ a r : si la s é ¿ q u é a p r e n d o
p o r m e d i o d e l t a l signo? P o r q u e la p a l a b r a saraballa,
p o r e j e m p l o , n o m e m u e s t r a la cosa s i g n i f i c a d a p o r
ella c u a n d o leo: Et saraballceeorum non suntimmutatce.
( D a n i e l . I I I , 94.) P o r q u e si este, n o m b r e se d a á c i e r t o
g é n e r o de t o c a c o n q u e se c u b r e la cabeza, ¿ a c a s o yo^
p o r el solo h e c h o de o i r l o he a p r e n d i d o q u é cosa sea la
cabeza y q u é las tocas? Á n t e s c o n o c í a y o estas cosas,
y n o c u a n d o e r a n n o m b r a d a s p o r los d e m á s , s i n o c u a n -
d o y o las v i p o r m i m i s m o , a d q u i r í la n o t i c i a de ellas.
P o r q u e la p r i m e r a vez q u e s o n a r o n en m i s o í d o s las
t r e s s í l a b a s de l a p a l a b r a cabeza, lo m i s m o i g n o r a b a
l o q u e s i g n i f i c a b a n , q.ue c u a n d o o í la p a l a b r a saraballa.
S i n o q u e o y e n d o r e p e t i d a s veces la p a l a b r a cabeza y
o b s e r v a n d o el t i e m p o y c o y u n t u r a en q u e era p r o n u n -
c i a d a , h a l l é q u e era u n s i g n o e m p l e a d o p o r los h o m -
b r e s p a r a s i g n i f i c a r lo q u e y a á m i m e era m u y c o n o -
c i d o p o r m e d i o de la v i s t a . A n t e s de h a b l a r de esto, la
t a l p a l a b r a n o era p a r a m í s i n o u n s o n i d o m a t e r i a l ; y
c o n o c í s u r a z ó n de s i g n o , c u a n d o a d v e r t í q u e se l a a p l i -
caba á s i g n i f i c a r u n a cosa y a c o n o c i d a p o r m í de a n -
t e m a n o . P o r c o n s i g u i e n t e , m á s b i e n es c o n o c i d o e l
s i g n o c o n e) c o n o c i m i e n t o de la cosa q u e la cosa c o n
el c o n o c i m i e n t o d e l s i g n o (1).»

(1) «Cüm mihisignum datur, si nescientcm meinvenitcujus


rei signum sit docerc me nihil potest; si vero scicntem; cquid
- 3 ^ -
555-—Este r a z o n a m i e n t o , c o m o se ve, ío m i s m o se
a p l i c a á los c o n o c i m i e n t o s i n t e l e c t u a l e s r e l a t i v o s á las
cosas d e l o r d e n m o r a l y r e l i g i o s o q u e á las d e l o r d e n
sensible; y a s í en t o d a clase de m a t e r i a s la e n s e ñ a n z a
q u e se hace p o r m e d i o de la p a l a b r a , s i e m p r e s u p o n e
en el d i s c í p u l o y a u n c i e r t o t e s o r o de v e r d a d e s i n t e -
lectuales, las cuales le s i r v e n de base y c o m o de p r i n -
c i p i o p a r a p o d e r p o n e r s e en c o m u n i c a c i ó n c o n su
m a e s t r o . P o r esto^decia A r i s t ó t e l e s y c o n él S a n t o T o -
m á s (i) q u e t o d a e n s e ñ a n z a se p r a c t i c a c o n los c o n o c i -
mientos previos del d i s c í p u l o , llamando^el maestro
o r d e n a d a m e n t e p o r m e d i o de la p a l a b r a su a t e n c i ó n
h á c i a los objetos q u e y a conoce de u n a m a n e r a g e n e -
r a l , p a r a q u e los c o n s i d e r e y o b s e r v e las r e l a c i o n e s
q u e e n t r e sí t i e n e n . Este es el s e r v i c i o p r e s t a d o p o r la
p a l a b r a , n o el de c r e a r p r o p i a m e n t e los c o n c e p t o s .
556.—3.0 N u e s t r o e n t e n d i m i e n t o a d q u i e r e las ideas
de m u c h í s i m a s cosas p e r c i b i d a s p o r los s e n t i d o s ó

disco per signum? Non cnim mihi retn quam slgniíicat, ostendit
verbum, cum lego: E t s a r a b a l l c e e o r u m n o n s i í t t t i n m u t a t c e .
(Dan. I I I . 94). Nam si qusedam capitum tegmina nuncupantar
hoc nomine, ¿num ego hoc auditó', aut quid sit caput, a u t q u i d
sicut tegmina didici? Ante ista noveram; ñeque cum appellaren-
tur ab aliis, sed cum a me viderentur, eorum cst mihi facta noti-
tia. Etenim cum primum istae duse syllabse, cum dicimus caminíí,
aures meas impulcrunt, tam nescivi quid significarent, quam
cum primo audirem legeremve saraballas. Sed cum saspe dice-
retur caput, notans atque animadvertens quando diceretur, re-
peri vocabulum esse rei, quse mihi jam erat videndo notissima.
Quod priusquam reperissem, tantum mihi sonus erat hoc ver-
bum; signum vero esse didici, quando cujus rei esset signum
inveni; quam quidem, u t d i x i , non significatu sed aspeetu didi-
ceram. Itaque magis signum re cognita, quam signo dato, ipsa
res discitur. (S. Agustín, lib. d e M a g i s t r o , c a p . X).fl
(1) S. Tomás, S u m m . t h e o l . 1. p. q. 117, art. r.
— 373 —
f o r j a d a s p o r l a i m a g i n a c i ó n , sin q u e sepa t o d a v í a e l
n o m b r e q u e les c o r r e s p o n d e . M u c h a s veces nos acor-
d a m o s de los c o n c e p t o s a n t e r i o r m e n t e p r o d u c i d o s ,
s i n q u e n o s v e n g a n á l a m e m o r i a los n o m b r e s c o n q u e
se l l a m a n los o b j e t o s s o b r e q u e v e r s a n . O t r a s m u c h í -
s i m a s a c o n t e c e e s c r i b i e n d o , ó h a b l a n d o , q u e se nos
v i e n e n a la p l u m a , ó á la boca, v á r i a s p a l a b r a s p a r a
e x p r e s a r l a i d e a q u e t e n e m o s en la m e n t e , y las
r e c h a z a m o s p o r i n e p t a s , h a s t a q u e p o r fin h a l l a m o s
- u n a que sirve para m a n i f e s t a r al e x t e r i o r n u e s t r o
p e n s a m i e n t o . A h o r a b i e n ; esto i n d i c a c l a r a m e n t e q u e
n u e s t r o e n t e n d i m i e n t o en la f o r m a c i ó n de sus c o n c e p -
t o s no d e p e n d e de las p a l a b r a s ó s i g n o s sensibles su^
y o s , s i n o p o r el c o n t r a r i o estos s i g n o s son los q u e d e -
p e n d e n de nuestros pensamientos. L a r e p r e s e n t a c i ó n
sensible q u e necesita n u e s t r a i n t e l i g e n c i a p a r a p e n s a r ,
es el f a n t a s m a de la i m a g i n a c i ó n y n a d a m á s . P u e s t a
en el á n i m o l a r e p r e s e n t a c i ó n i m a g i n a r i a de u n o b j e -
to, la i n t e l i g e n c i a ya tiene lo suficiente para concebir
i d e a l m e n t e el o b j e t o sobre q u e ella v e r s a , sea c u a l
f u e r e la m a n e r a c o n q u e el f a n t a s m a i n f l u y e en l a p r o -
d u c c i ó n de los actos i n t e l e c t u a l e s . L u e g o es e v i d e n t e
que n u e s t r o e n t e n d i m i e n t o , p a r a a d q u i r i r los conoci-
m i e n t o s de las cosas, n o d e p e n d e n e c e s a r i a m e n t e d e
n i n g ú n s i g n o a r b i t r a r i o e x t e r n o , sino antes a l c o n t r a -
r i o estos s i g n o s d e p e n d e n de los actos de la i n t e l i -
gencia.
•374-

PROPOSICION SEGUNDA.

E l Tradicionalismo es absolutamente-inepto para expli-


car el origen de nuestros conocimientos intelectuales.

557. — D e m o s t r a c i ó n . — E l T r a d i c i o n a l i s m o c o n s i s t e e n
c o n s i d e r a r c o m o e s e n c i a l m e n t e d e p e n d i e n t e s de Ja
palabra externa nuestros pensamientos, h a c i é n d o l o s
b r o t a r en n u e s t r a m e n t e c o m o b r o t a en el m u n d o ex-
t e r n o la c o l o r a c i ó n de los o b j e t o s c o n la l u z d e l S o l
q u e cae s o b r e ellos. Es a s í q u e sucede t o d o lo c o n t r a -
r i o , c o m o a c a b a m o s de v e r en la t é s i s p r e c e d e n t e .
L u e g o el T r a d i c i o n a l i s m o es u n a d o c t r i n a falsa é
i n e p t a p a r a el o b j e t o q u e a h o r a nos o c u p a .
558. — D i c e n los T r a d i c i o n a l i s t a s ; i.0 S i n u e s t r a m e n -
t e p u d i e r a h a l l a r la v e r d a d s i n ela u x l l i o de la r e v e l a -
c i ó n y d e l M a g i s t e r i o h u m a n o , la c r e a r í a p o r sí m i s -
m a . M a s esto es u n a b s u r d o ; p o r q u e la v e r d a d e s t á
p o r e n c i m a de t o d a i n t e l i g e n c i a finita. 2.0 E l h o m b r e
es social p o r n a t u r a l e z a . L u e g o en la s o c i e d a d es d o n -
de debe d e s a r r o l l a r s e su i n t e l i g e n c i a y p o r m e d i o de
la sociedad debe a d q u i r i r sus ideas. A h o r a b i e n , la
sociedad se las c o m u n i c a p o r m e d i o de la p a l a b r a .
Luego...
5=59.—Respuesta.—Ambas d i f i c u l t a d e s s o n a b s o l u t a -
m e n t e v a n a s . E n la primera se c o n f u n d e t o r p e m e n t e
la v e r d a d objetiva con las ubjetiva ó lógica. L a p r i m e r a
no la p u e d e p r o d u c i r n u e s t r a m e n t e , p e r o sí la s e g u n -
d a ; p u e s t o q u e no es s i n o u n c o n c e p t o s u y o c o n f o r m e
con el o b j e t o , y p a r a p r o d u c i r c o n c e p t o s de esta clase
t i e n e a p t i t u d i n t r í n s e c a , c o m o h e m o s v i s t o e n la L ó -
gica ( L . 157 y s i g u i e n t e s ) . L o s T r a d i c i o n a l i s t a s q u i e r e n
h a c e r de n u e s t r a i n t e l i g e n c i a u n a f a c u l t a d p u r a m e n -
te p a s i v a , a p t a solo p a r a r e c i b i r las ideas q u e D i o s le
-375 -
i m p r i m a p o r m e d i o de c i e r t o s s o n i d o s m a t e r i a l e s ,
c o m o si f u e r a u n a p i z a r r a i n e r t e é i n c a p a z de p r o d u -
c i r en sí m i s m a los n ú m e r o s y l e t r a s q u e en ella e s c r i -
be el c a l c u l a d o r m a t e m á t i c o . P e r o este es u n e r r o r
g r a n d í s i m o ; p o r q u e n u e s t r a i n t e l i g e n c i a t i e n e de su3'0
i n c l i n a c i ó n n a t u r a l á la v e r d a d , y p o r lo t a n t o , p u e s t a
en convenientes circustancias, p r o d u c e , c o m o todas
las d e m á s causas n a t u r a l e s , su efecto p r o p i o , q u e ' e s
la v e r d a d l ó g i c a ó l a n o t i c i a de ios o b j e t o s , l o s cuales
t a m b i é n i n f l u y e n en su p r o d u c c i ó n . P o r esto d i c e n los
filósofos con S a n A g u s t í n q u e l a n o t i c i a ó c o n c e p t o i n -
t e l e c t u a l es p r o d u c i d a en n o s o t r o s p o r el e n t e n d i -
m i e n t o j u n t a m e n t e c o n el o b j e t o .
5Ó0.—La segunda solo p r u e b a q u e la s o c i e d a d i n f l u -
y e t a m b i é n de a l g ú n m o d o en la a d q u i s i c i ó n de n u e s -
tros conocimientos, no p r o d u c i é n d o l o s todos, sino
proponiendo ordenadamente á nuestra inteligencia
los objetos, p a r a q u e esta p o t e n c i a c o n su n a t u r a l ac-
t i v i d a d a p l i q u e á ellos los p r i m e r o s c o n c e p t o s u n i v e r -
sales q u e a d q u i e r e p o r sí m i s m a al p o n é r s e l e d e l a n t e
este m u n d o e x t e r i o r , y a s í v a y a poco á p o c o a d q u i -
r i e n d o la c i e n c i a .
Dice m u y b i e n á este p r o p ó s i t o S a n t o T o m a s : ' « E l
h o m b r e , c u a n d o e n s e ñ a á o t r o s , n o hace s i n o e m p l e a r
u n m i n i s t e r i o e x t r í n s e c o , l o m i s m o q u e el m é d i c o
c u a n d o s a n a . Y a s í c o m o la n a t u r a l e z a i n t e r i o r es l a
causa p r i n c i p a l de la a c c i o n s a n a t i v a , de la m i s m a m a -
n e r a la l u m b r e i n t e r i o r d e l e n t e n d i m i e n t o es la causa
p r i n c i p a l de la c i e n c i a (1).» L e a n y m e d i t e n los T r a d i -

(1) «Homodocens solummodo extériüs ministerium adhlbct,


sicut medicus sanans. Sed sicut natura interior cst principalis
causa sanationis, ita et interius lumen intellectus est principa-
lis causa scicntiee. (S. Thomas, S u m m . i h e o l . 1. p. q. 117 art. 1,
ad i.Hm).»
— 376-
c i o n a l i s t a s este m a g n í f i c o a r t í c u l o d e l A n g é l i c o D o c -
t o r y se c o n v e n c e r á n de q u e la p a l a b r a e x t e r n a des-
e m p e ñ a u n p a p e l m u y s e c u n d a r i o en la p r o d u c c i ó n
de la ciencia y de q u e el a g e n t e p r i n c i p a l es n u e s t r o
e n t e n d i m i e n t o ; el c u a l y a t i e n e a d q u i r i d a s las ideas de
las cosas s i g n i f i c a d a s p o r las p a l a b r a s , á n t e s q u e estas
le s i r v a n de s i g n o s p a r a a y u d a r l e á a d q u i r i r c o n o c i -
mientos m á s perfectos.
561.—ESCOLIO.—La c u e s t i ó n s o b r e el o r i g e n de í a
p a l a b r a n o t i e n e n a d a q u e v e r , c o m o c o n s t a de lo d i -
c h o , c o n la d o c t r i n a t r a t a d a en este a r t í c u l o . S i el
h o m b r e no p u e d e i n v e n t a r p o r sí solo la p a l a b r a , esto
n o s e r á p o r q u e la p a l a b r a le es a b s o l u t a m e n t e necesa-
r i a p a r a p e n s a r , c o m o d i c e n los T r a d i c i o n a l i s t a s , s i n o
p o r o t r a s razones. L o q u e p a r e c e e m p e r o m á s p r o b a -
ble, es'que el h o m b r e t i e n e v i r t u d i n t r í n s e c a p a r a esto;
p o r q u e p u e d e u s a r de s i g n o s a r b i t r a r i o s en g e n e r a l
con los o t r o s h o m b r e s , t o m a n d o p o r base d e l i e n g u a -
je a r t i f i c i a l el n a t u r a l de los gestos y a c t i t u d e s d e l
c u e r p o . D e s p u é s c o n c l u s o de u n o s s i g n o s a r b i t r a r i o s
p u e d e v e n i r á o t r o s m á s perfectos, h a s t a q u e p o r fin
Jlegue al de los s o n i d o s a r t i c u l a r e s . O t r o s s i n e m b a r -
g o o p i n a n en s e n t i d o c o n t r a r i o , p a r e c i é n d o l e s d e m a -
s i a d o p e r f e c t a la p a l a b r a p a r a q u e p u e d a ser i n v e n t a -
da p o r el h o m b r e .

ARTICULO IV.

S i s t e m a o n t o l ó g i c o de l a i n t u i c i ó n d i v i n a .

56 2 , — E l O n t o l o g i s m o se o p o n e d i r e c t a m e n t e al T r a -
d i c i o n a l i s m o q u e a c a b a m o s de r e f u t a r . M a l e b r a n c h e ,
j u z g a n d o q u e n u e s t r a i n t e l i g e n c i a no p u e d e c o n o c e r
á D i o s p o r m e d i o de u n a i d e a d i s t i n t a de la m i s m a
— 377 —
esencia d i v i n a , e n s e ñ ó q u e n o s o t r o s á u n en esta v i d a
v e m o s d i r e c t a m e n t e , a u n q u e de u n a m a n e r a t é n u e é
i m p e r f e c t a , la esencia d i v i n a en si m i s m a y en esta
esencia las r a z o n e s e t e r n a s de las cosas. S e g ú n esta
d o c t r i n a , l a d i f e r e n c i a q u e h a y e n t r e n o s o t r o s y los
b i e n a v e n t u r a d o s en l a m a n e r a de c o n o c e r á D i o s , c o n -
siste ú n i c a m e n t e en q u e l a v i s i ó n d i r e c t a ¿ i n m e d i a t a
de l a d i v i n a esencia q u e á n o s o t r o s n o es d a d a , es m u y
d é b i l y n o p r o d u c e p o r l o t a n t o el g o z o s u m o q u e c a u -
sa la de los b i e n a v e n t u r a d o s c o n s u c l a r i d a d é i n t e n -
sidad sumas.
563.—Gisberti a v a n z ó t o d a v í a m á s que M a l e b r a n -
che; pues s o s t u v o q u e c o n l a i n t u i c i ó n d i c h a v e m o s
c o n t i n u a m e n t e , n o solo l a d i v i n a esencia y las r a z o n e s
e t e r n a s de las cosas en ella e x i s t e n t e s , s i n o t a m b i é n
el m i s m o a c t o l i b r e c o n q u e D i o s c r i a los seres finitos
y p o r c o n s i g u i e n t e estos m i s m o s seres, e n c u a n t o
c r i a d o s y p r o d u c i d o s p o r el t a l a c t o . P o r q u e D i o s , d e -
c í a , es v i s t o c o m o es en sí y en sí es C r i a d o r l i b r e y
a c t u a l de t o d o s los seres finitos. E s t a i n t u i c i ó n , s e g ú n
é l , la t e n e m o s s i e m p r e de u n a m a n e r a h a b i t u a l : s o l o
q u e , p o r ser m u y t é n u e , n o p r o d u c e en n o s o t r o s c o n -
c i e n c i a de s í m i s m a ; a d e m á s , p o r s u m u c h a i m p e r f e c -
c i ó n , nos p r e s e n t a la t o t a l i d a d d e l o b j e t o , q u e es JDZOS
criando las existencias finitas, de u n a m a n e r a c o n f u s a y
sin q u e p o d a m o s d i s t i n g u i r u n a cosa de o t r a . P a r a
h a c e r esta d i s t i n c i ó n , a ñ a d e , es n e c e s a r i o el a u x i l i o de
la p a l a b r a e x t e r n a ; l a c u a l nos p r e s e n t a el o b j e t o p o r
partes, y sin ella n u n c a p o d r í a m o s a d q u i r i r conoci-
m i e n t o p a r t i c u l a r de n i n g u n a cosa. A s í , p o r e s t e l a d o
se u n e el O n t o l o g i s m o c o n el T r a d i c i o n a l i s m o ; p o r q u e
a m b o s e n s e ñ a n q u e , s i n el a d m i n í c u l o de l a p a l a b r a
e x t e r n a , n u e s t r o e n t e n d i m i e n t o es i n c a p a z de a d q u i -
r i r c o n o c i m i e n t o a l g u n o determinado de n i n g u n a cosa.
Solo que los T r a d i c i o n a l j s t a s no a d m i t e n la t a l i n t u í -
- 3 7 8 -
c i o n d i r e c t a é i n m e d i a t a de la d i v i n a E s e n c i a en esta
v i d a y en esto se d i f e r e n c i a n de los O n t ó l o g o s .
L a r e f u t a c i ó n de esta d o c t r i n a la r e s e r v a m o s p a r a
la T e o d i c e a . A q u í e n u n c i a m o s t a n solo n u e s t r a t é s i s
g e n e r a l , en c u a n t o c o n d u c e á n u e s t r o p r o p ó s i t o , q u e
es e x p l i c a r el o r i g e n de n u e s t r o s c o n o c i m i e n t o s i n t e -
l e c t u a l e s . Sea p u e s la s i g u i e n t e

PROPOSICION.

EL entendimiento humano en esta vida no conoce las co-


sas en los ideales eternos de la divina Esencia, y por
consiguiente el Oníologismo es también abso-
liita7?7ente inepto para explicar el origen de
nuestros conocimientos intelectuales.

564.—Demostración.—Para q u e el e n t e n d i m i e n t o
h u m a n o en esta v i d a p u d i e r a c o n o c e r las cosas en los
ideales m e n c i o n a d o s , s e r í a p r e c i s o q u e n o s o t r o s e n
esta v i d a t u v i é r a m o s i n t u i c i ó n d i r e c t a é i n m e d i a t a de
l a d i v i n a E s e n c i a , en la c u a l se h a l l a n estos ideales y
c o n la c u a l ellos en r e a l i d a d se i d e n t i f i c a n . Es a s í q u e
e n esta v i d a n o t e n e m o s i n t u i c i o n ^ d i r e c t a ¿ i n m e d i a t a
de la d i v i n a Esencia, c o m o se d e m u e s t r a en l a T e o d i -
cea. L u e g o . . .
^65.—Dice m u y b i e n t r a t a n d o de esta c u e s t i ó n S a n -
t o T o m á s : « C u a n d o se p r e g u n t a si el a l m a h u m a -
n a conoce t o d a s las cosas en las r a z o n e s e t e r n a s , se
debe r e s p o n d e r q u e u n a cosa p u e d e ser c o n o c i d a
en o t r a de dos m o d o s . Pri7nero, c o m o en o b j e t o c o n o -
c i d o , c o m o c u a n d o u n o ve en el espejo las i m á g e -
nes de las cosas q u e en él r e s u l t a n . Y de este m o d o el
a l m a en el e s t a d o de esta p r e s e n t e v i d a n o p u e d e v e r
t o d a s las cosas en las r a z o n e s e t e r n a s , s i n o q u e el t a l
m o d o de c o n o c e r c o r r e s p o n d e á los b i e n a v e n t u r a d o s .
los cuales v e n á D i o s y en é l v e n t o d a s las cosas, Sc-
gimdo, c o m o en e l p r i n c i p i o d e c o n o c i m i e n t o , c o m o
si d i j é r a m o s q u e en el S o l v e m o s t o d a s las cosas q u e
son v i s t a s p o r m e d i o d e este a s t r o . Y en este s e n t i d o
n u e s t r a a l m a c o n o c e t o d a s las cosas en las r a z o n e s
e t e r n a s . P o r q u e la m i s m a l u m b r e i n t e l e c t u a l , q u e e n
n o s o t r o s e x i s t e , n o es s i n o u n a c i e r t a s e m e j a n z a p a r -
t i c i p a d a d e la l u m b r e i n c r e a d a en q u e e s t á n c o n t e n i -
das las r a z o n e s e t e r n a s ( i ) . » L a s cosas las c o n o c e m o s
en v i r t u d d e la l u m b r e i n t r í n s e c a de n u e s t r o e n t e n -
d i m i e n t o ; y c o m o este e n t e n d i m i e n t o es u n a cosa
c r i a d a , en c u y a p r o d u c c i ó n i n f l u y e n los i d e a l e s d e l
S é r i n c r e a d o , p o r esto en este s e n t i d o y a se p u e d e
d e c i r q u e c o n o c e m o s las cosas en los i d e a l e s d i c h o s
P e r o esto n o es el s e n t i d o de los O n t ó l o g o s , s i n o e l
o t r o r e p r o b a d o p o r Santo T o m á s c o n t o d o s los Esco-
lásticos.

ARTÍCULO V .

Sistema de l a Filosofía trascendental.

5 6 Ó . — E s t o s s i s t e m a s e s t á n r e p r e s e n t a d o s p o r las
d o c t r i n a s de K a n t , F i c h t e , S c h e l l i n g , H e g e l y K r a u s e ,
de las cuales v a m o s á d e c i r a l g u n a s b r e v e s p a l a b r a s .
K a n t d i s t i n g u e en t o d o c o n o c i m i e n t o h u m a n o d o s
elementos, u n o variable y esperimental, y o t r o i n m u -
t a b l e y apriori; a m b o s e m p e r o s o n m e r a m e n t e s u b -
j e t i v o s y r e l a c i o n a d o s c o n las solas a p a r i e n c i a s e x t e -
r i o r e s d e las cosas {fenómenos), y n o c o n s u r e a l i d a d
i n t r í n s e c a {números). E l e l e m e n t o i n m u t a b l e y aprio-
ri c o m p r e n d e s e g ú n K a n t las f o r m a s p u r a m e n t e s u b -
j e t i v a s d e l p e n s a m i e n t o , q u e s o n : l a d e l espacio y la

fl) S. Tomas, S u m m . theol. r, p. q. 84, art, f,


— 380 —
del tiempo c o n o c i d a s c o n el n o m b r e d e f o r m a s de la
sensibilidad; las de la cuantidad, cualidad, relación y
modalidad, a p e l l i d a d a s formas de la inteligencia; las
d e l ser absoluto, primera causa y absoluta totalidad l l a -
m a d a s formas de la r a z ó n . T o d a s estas f o r m a s s o n
c o n c e p t o s p u r a m e n t e v a c í o s , n a c i d o s d e l f o n d o de
nuestra m e n t e p o r necesidad suya i n t r í n s e c a , sin de-
t e r m i n a c i ó n a l g u n a p r o d u c i d a p o r los o b j e t o s y solo
p o r q u e a s í e s t á d e t e r m i n a d a ella á s a c a r l a s de su
p r o p i a sustancia.
567. — F i c h t e s u p r i m i ó el e l e m e n t o v a r i a b l e y e x p e -
r i m e n t a l a d m i t i d o p o r K a n t y se q u e d ó c o n el o t r o
p u r a m e n t e a p r i o r i ; el c u a l , s e g ú n este filósofo, es- el
Yo puro, d i s t i n t o d e l v o fenoménico y empírico de c a r n e
y h u e s o q u e cada u n o e x p e r i m e n t a d e n t r o de sí p r o -
p i o . Este Y o puro es s e g ú n F i c h t e la f u e n t e de t o d a
r e a l i d a d ; de la r e a l i d a d i d e a l ó e s p i r i t u a l c o n o c i d a c o n
el n o m b r e d e j o empírico, de la r e a l i d a d m a t e r i a l d e -
n o m i n a d a no yo, y de la causa de estas dos r e a l i d a d e s
l l a m a d a Dios.
568. — S c h e l l i n g p r e t e n d i ó q u e este p r i n c i p i o p r i -
m e r o , f u e n t e de t o d a r e a l i d a d p a r t i c u l a r , n o debe ser
c o l o c a d o en el Yo puro, p o r q u e la i d e a d e l Y o , ó sea
d e l sujeto p e n s a n t e , es f o r m a l m e n t e r e l a t i v a y c o n t r a -
p u e s t a á la d e l o b j e t o p e n s a n d o , s i n o en e\ Absoluto; el
c u a l c o m p r e n d e d e n t r o de sí a l sujeto y a l o b j e t o y
p o r c o n s i g u i e n t e a l m i s m o Yo puro de F i c h t e . P o r lo
d e m á s las c u a l i d a d e s q u e d a S c h e l l i n g a l Absoluto,
s o n las m i s m a s q u e las a t r i b u i d a s p o r F i c h t e a l Yo
puro. E n e l Absoluto se i d e n t i f i c a n el s u j e t o y el o b j e t o ,
el finito y el i n f i n i t o , el p e n s a m i e n t o y el s é r , el e s p í -
r i t u y la m a t e r i a . E l Absoluto se p r e s e n t a bajo las d o s
f o r m a s c o n t r a p u e s t a s de idealidad y de realidad, ó sea
de espíritu y de materia, de yo empírico y de materia
sensible, si b i e n el filósofo n o debe q u e d a r s e e n ellas,
p u e s , n o s o n e n sí m á s q u e p u r a s a p a r i e n c i a s ó f e n ó -
m e n o s , s i n o q u e h a de esforzarse p a r a l l e g a r c o n s u
c o n s i d e r a c i ó n h a s t a el Absoluto m i s m o , d o n d ? r e i n a
la i d e n t i d a d m á s c o m p l e t a de t o d o lo r e l a t i v o y c o n -
t r a p u e s t o . P o r esta causa el s i s t e m a de S c h e l l i n g sue-
le l l a m a r s e sistema de la identidad absoluta.
569. —Esta m i s m a en s u s t a n c i a es l a d o c t r i n a de
H e g e l : solo q u e este a u t o r s e ñ a l ó c o m o p r i m e r p r i n -
c i p i o d e l p e n s a r y d e l s é r , n o el Absoluto s i n o l a Idea.
E l Absoluto de S c h e l l i n g solo e x p l i c a b a l a i d e n t i d a d
del s é r y d e l p e n s a r , de la m a t e r i a y d e l e s p í r i t u . H e -
g-el t r a t ó de e x p o n e r el d e s e n v o l v i m i e n t o " e s p o n t á n e o
d e l p r i m e r p r i n c i p i o y p a r a eso l o c o l o c ó en l a Idea.
P o r q u e la Idea en su n o c i ó n p u r a e n v u e l v e al s u j e t o y
al objeto y e n t r a ñ a u n cierto desarrollo d i a l é c t i c o ,
c o n el c u a l p a s a m o s de l o m á s i n d e t e r m i n a d o á lo
m á s d e t e r m i n a d o , de l o m é n o s p e r f e c t o á lo m á s p e r -
fecto. A s í r esta Idea, s e g ú n H e g e l , en s u p r i m e r m o -
m e n t o es la i n d e t e r m i n a c i ó n m i s m a ; en ella se i d e n -
t i f i c a el s é r y el p e n s a r el o b j e t o y el sujeto, la m a t e r i a
y el e s p í r i t u . D e s p u é s en v i r t u d de su i n t e r i o r i n c l i n a -
c i ó n á d e s a r r o l l a r s e , se d e s e n v u e l v e s u c e s i v a m e n t e , t o -
m a n d o las f o r m a s r e l a t i v a s y c o n t r a p u e s t a s de mate-
ria y espíritu, de sér y áe. pensar, de, Mundo y Dios, etc.
570. — K r a u s e q u i s o a r m o n i z a r l o s s i s t e m a s de t o d o s
los filósofos m o d e r n o s , p r o c l a m a n d o l a F i l o s o f í a d e l
armonismo. A s í s e ñ a l ó , c o m o p u n t o negativo de p a r -
t i d a d é l a c i e n c i a la d u d a u n i v e r s a l , c o m o p u n t o posi-
tivo la i n t u i c i ó n i n m e d i a t a y d i r e c t a d e l yo i n d e p e n -
d i e n t e m e n t e de t o d o a c t o p a r t i c u l a r de n u e s t r a a l m a ,
y c o m o ú l t i m o t é r m i n o a n a l í t i c o de esta i n t u i c i ó n e l
S é r p u r o , ó A c t u a l i d a d s u m a . D e s p u é s en l a i n t u i c i ó n "
y v i s t a r e a l d e l S é r p u r o , q u e es D i o s , c o l o c ó el p r i m e r
p r i n c i p i o de la c o n s t r u c c i ó n d é l a c i e n c i a . P o r q u e este
S é r es esencia de t o d a s las esencias, y f u n d a m e n t o de
t o d o l o f u n d a d o , y en é l se i d e n t i f i c a n el ser y t i f i e n '
sar, e l objeto y el sujeto e l yo y e l no-yo, la materia y
el espíritu, e l mundo sensible y l a humanidad. E s d e
c i r q u e K r a u s e profesa e n s u s t a n c i a l a m i s m a d o c t r i -
na de l o s E s c é p t i c o s , de S c h e l l i n g y de H e g e l , c o m e n -
zando p o r la d u d a u n i v e r s a l y a f i r m a n d o d e s p u é s que
el s ¿ r y el c o n o c e r son u n a m i s m a cosa, q u e l o s seres
y los conocimientos particulares no son sino simples
d e t e r m i n a c i o n e s del Sér p w o y Conocer puro, q u e es
D i o s . Profesa la i n t u i c i ó n d i r e c t a d e l yo empírico y d e l
Sér puro y en esto e s t á p o r el O n t o l o g i s m o , j u n t a n d o
a s í en u n o t o d o s los e r r o r e s de la F i l o s o f í a m o d e r n a .
P a r a r e f u t a r t o d o s estos s i s t e m a s , n o s s e r v i r e m o s de
las p r o p o s i c i o n e s s i g u i e n t e s .

PROPOSICION PRIMERA.

E l formalismo de K a n t es absolutamente inepto para ex-


plicar el origen de nuestros conocimientos intelectuales.

571.—Demostración.—1.0 K a n t c o n su f o r m a l i s m o
n o e x p l i c a c ó m o se f o r m a n en n o s o t r o s esos c o n c e p -
tos u n i v e r s a l e s , q u e l l a m a él formas vacías, sino q u e
d i c e s i m p l e m e n t e q u e n u e s t r a a l m a los p r o d u c e p o r
n e c e s i d a d de s u i n t r í n s e c a n a t u r a l e z a . L u e g o d e j a s i n
e x p l i c a c i ó n el o r i g e n de n u e s t r o s c o n c e p t o s i n t e l e c -
t u a l e s . 2.0 A d e m á s , sus f o r m a s v a c í a s e n c i e r r a n e n s í
el Escepticismo universal y a r r u i n a n p o r c o m p l e t o
t o d a ciencia, c o m o queda d e m o s t r a d o en la L ó g i c a
( L . 402 y s i g u i e n t e s ) . L u e g o . . .
3%

PROPOSICION SEGUNDA.

N i el subjetivismo de Fichte, n i la idenlidad absoluta


de Schelling, n i la evolución Hejeliana son de utilidad
alguna para explicar el origen de nuestras ideas.

2.—Demostración.—Los t r e s s i s t e m a s m e n c i o n a -
dos son e v i d e n t e m e n t e a b s u r d o s p o r r a z ó n d e l Escep-
t i c i s m o u n i v e r s a l en q u e e s t á n f u n d a d o s y d e l i n m u n -
d o P a n t e i s m o q u e t o d o s ellos p r o c l a m a n . L u e g o los
t r e s s o n i n t r í n s e c a m e n t e i n e p t o s p a r a e x p l i c a r el
o r i g e n de n u e s t r a s ideas. T a n t o F i c h t e , c o m o Sche-
l l i n g y H e g e l d i c e n q u e n o d e b e m o s h a c e r n i n g ú n caso
de t o d o esto sensible q u e se nos e n t r a p o r los s e n t i -
dos; y q u e t o d o e l l o , i n c l u s o el m i s m o yo empírico,
es u n a m e r a a p a r i e n c i a , q u e debe d e s p r e c i a r el filó-
sofo. T o d o s t r e s e n s e ñ a n a d e m á s q u e l o r e a l en los
seres y lo q u e se o c u l t a bajo t o d a s las a p a r i e n c i a s , es
s i e m p r e u n a m i s m a cosa, o r a se le d é el n o m b r e de
Yo puro, o r a e l de Absoluto, o r a el de Idea. L u e g o . e s
m a n i f i e s t o q u e t o d o s ellos p r e d i c a n el E s c e p t i c i s m o
u n i v e r s a l y el P a n t e i s m o m á s a b y e c t o , y p o r t a n t o
sus d o c t r i n a s e m i n e n t e m e n t e a b s u r d a s n o p u e d e n
s e r v i r p a r a e x p l i c a r el o r i g e n de n u e s t r o s c o n o c i m i e n -
tos intelectuales.

PROPOSICION TERCERA'.

La misma ineptitud intrínseca se halla en el armonismo


de Krause.

5 7 3 . — D e m o s t r a c i ó n . — K r a u s e c o n su p r e t e n d i d a ar-
m o n í a n o h a h e c h o m á s q u e j u n t a r en u n o t o d o s los
e r r o r e s q u e c a r a c t e r i z a n á cada u n o de los s i s t e m a s
-3B4-
de la filosofía m o d e r n a c o n g r a n r u i n a de la v e r d a d e -
r a F i l o s o f í a . P o r q u e K r a u s e s e ñ a l a c o n t o d o s los E s -
c é p t i e o s c o m o p u n t o negativo de p a r t i d a de la c i e n c i a
la d u d a u n i v e r s a l , y c o m o p u n t o positivo la i n t u i c i ó n
directa del j o arriba mencionado. Ademas, pretende
c o n t o d o s los P a n t e i s t a s a l e m a n e s que.el'ser y el co-
nocer ó sea el o b j e t o y el sujeto son siempre u n a m i s -
m a cosa, a ñ a d i e n d o c o m o ellos q u e t o d o l o finito es
u n a c i e r t a d e t e r m i n a c i ó n y m o d o de ser de l o i n f i n i t o
y t o d a esencia p a r t i c u l a r u n a d e t e r m i n a c i ó n ó m o d i -
ficación de la E s e n c i a su-ma; finalmente p r o f e s a - c o n
los O n t ó l o g o s la i n t u i c i ó n d i r e c t a de esta E s e n c i a i n e -
fable, d o n d e se h a l l a n c o n t e n i d a s t o d a s las esencias
finitas c o m o m o d o s y d e t e r m i n a c i o n e s suyas. A h o r a
b i e n ; t o d o s estos son e r r o r e s c r a s í s i m o s , r e f u t a d o s y a
p o r n o s o t r o s en d i s t i n t o s l u g a r e s . P o r q u e la a b s u r d i -
d a d d e l E s c e p t i c i s m o q u e d a p a t e n t i z a d a en la L ó g i c a
( L . 671), la de la i n t u i c i ó n d i r e c t a d e l j ' o en la P s i c o -
l o g í a (263 y s i g u i e n t e s ) , la d e l P a n t e í s m o en l a C o s m o -
l o g í a ( C . 73 y s i g u i e n t e s ) , la de-la i n t u i c i ó n d i r e c t a de
la E s e n c i a d i v i n a en la T e o d i c e a ( T . 17 y s i g u i e n t e s )
L u e g o etc. (1).

ARTÍCULO VI.

Sistema aristotélico.

574.—En este s i s t e m a n u e s t r a i n t e l i g e n c i a v i e n e á
este m u n d o c o m o u n a t a b l a r a s a en la c u a l á u n no se

(r) Sobre el panteísmo de Krause tenemos publicado un ca-


pítulo en nuestra obra «La Religión católica etc.» El Señor O r t i
y Lara ha hablado más largamente sobre esta materia en dos
libros importantes intitulados «El panteísmo de Krause» y
«Lecciones de filosofía krausista.»
ha puesto color alguno, pero tiene i n t r í n s e c a v i r t u d
p a r a p r o d u c i r en sí sus i d e a s m e d i a n t e la d e t e r m i n a - >
c i o n q u e r e c i b e p o r p a r t e d e l o b j e t o r e p r e s e n t a d o en
la f a n t a s í a , y l l e n a r a s í esta t a b l a rasa de p e r f e c t i s i m o s
colores. L a m a n e r a de p r o d u c i r l a s es la s i g u i e n t e . E n
el e n t e n d i m i e n t o h u m a n o h a y dos p o t e n c i a s , a l m é n o s
v i r t u a l m e n t e d i s t i n t a s , q u e son el entendimiento posi-
ble y el entendimiento agente. E l p r i m e r o t i e n e " v i r t u d
i n t r í n s e c a p a r a p r o d u c i r los c o n c e p t o s u n i v e r s a l e s c o n
q u e a d q u i e r e n o t i c i a de las cosas; p e r o esta v i r t u d es
i n c o m p l e t a é i n c a p a z d e . p r o d u c i r los c o n c e p t o s d i c h o s ,
si p r i m e r o n o es a c t u a d a y c o m p l e t a p o r la especie
inteligible d e l o b j e t o ó sea p o r u n a c i e r t a c u a l i d a d es-
p i r i t u a l é i n o r g á n i c a q u e la i n f o r m e y a c t ú e d e t e r m i -
n á n d o l a de este m o d o á l a a c c i ó n . E l s e g u n d o es e l q u e
causa esta especie i n t e l i g i b l e , d e p o s i t á n d o l a en e l e n -
t e n d i m i e n t o p o s i b l e y h a c i e n d o c o n e l l a á esta p o -
t e n c i a p r ó x i m a m e n t e a p t a p a r a p r o d u c i r en s í sus
conceptos.
$ 7 5 . — A s í , e n l a p r o d u c c i o n de n u e s t r a s i d e a s e n t r a n ,
s e g ú n los p a r t i d a r i o s d e l s i s t e m a m e n c i o n a d o , t r e s
e l e m e n t o s : i.0 las especies i n t e l i g i b l e s q u e t i e n e n e l
l u g a r de los o b j e t o s e x t e r n o s y son i m á g e n e s i n t e n -
c i o n a l e s s u y a s ; 2.0 la f u e r z a p r o d u c t o r a de estas es-
pecies, q u e es e l e n t e n d i m i e n t o a g e n t e ; 3.0 la p o t e n c i a
r e c e p t o r a de las m i s m a s ó sea e l e n t e n d i m i e n t o p o s i -
b l e . E l e n t e n d i m i e n t o a g e n t e , en v i r t u d de s u i n c l i n a -
c i ó n n a t u r a l é i n t r í n s e c a p r o d u c e en el e n t e n d i m i e n t o
la especie i n t e l i g i b l e d e l o b j e t o r e p r e s e n t a d o p o r l a
i m a g i n a c i ó n , y c o n ella c o m p l e t a s u v i r t u d y l o d e t e r -
m i n a á p r o d u c i r el c o n c e p t o i d e a l y u n i v e r s a l d e l m i s -
m o o b j e t o ; p o r q u e la t a l especie, c o m o e s p i r i t u a l é
i n o r g á n i c a , y por lo tanto m u c h o m á s perfecta que
las especies sensibles (98), t i e n d e de s u y o á r e p r e s e n -
t a r el o b j e t o de u n a m a n e r a u n i v e r s a l y c o n a b s t r a c -
Psicología. 25
d o n d e las n o t a s i n d i v i d u a n t e s de q u e se h a l l a d o t a -
do en sí m i s m o .
P a r a d a r a h o r a n u e s t r o j u i c i o acerca de este s i s t e m a
a s e n t a r e m o s la s i g u i e n t e

PROPOSICION.

E l sistema aristotélico en orden al origen de nuestras


ideas en parte parece cierto y en parte es
controvertible.

^ b . — D e m o s t r a c i ó n . — E l s o b r e d i c h o s i s t e m a consiste
e n c u a t r o cosas, de las cuales dos p a r e c e n c i e r t a s y las
o t r a s dos s o n c o n t r o v e r t i b l e s . L a s c i e r t a s s o n : i.a q u e
n u e s t r o e n t e n d i m i e n t o p r o d u c e c o n su a c t i v i d a d p r o -
p i a las i d e a s q u e posee: 2.a q u e la a c t i v i d a d c o n q u e
las p r o d u c e es u n a f u e r z a n a t u r a l m e n t e a b s t r a c t i v a .
L a s c o n t r o v e r t i b l e s son: i.a q u e p a r a p r o d u c i r sus c o n -
c e p t o s u n i v e r s a l e s necesita p r o d u c i r p r i m e r o las es-
pecies i n t e l i g i b l e s , i m p r e s a s p o r el e n t e n d i m i e n t o
a g e n t e en el p o s i b l e p a r a c o m p l e t a r l a v e r d a d de este
s e g u n d o : 2.a q u e p o r l o t a n t o , a d e m á s de l a p o t e n c i a
i n t e l e c t i v a c a u s a d o r a de los c o n c e p t o s u n i v e r s a l e s l l a -
m a d o s especies expresas, es necesario r e c o n o c e r e n
n o s o t r o s o t r a p o t e n c i a i n t e l e c t i v a p r o d u c t o r a de las
d i c h a s especies impresas d e n o m i n a d a entendimiento
agente, o r a sean estas d o s p o t e n c i a s r e a l m e n t e d i s t i n -
tas c o m o a l g u n o s o p i n a n , o r a m e d i e e n t r e la u n a y l a
o t r a d i s t i n c i ó n v i r t u a l s o l a m e n t e , c o m o á o t r o s les
parece. V a m o s á d e c i r dos p a l a b r a s s o b r e c a d a u n a de
estas cosas.
577. — I . E n p r i m e r l u g a r , p a r e c e c i e r t o q u e n u e s t r a s
ideas son p r o d u c i d a s p o r nuestra i n t e l i g e n c i a , p o r l a
r a z ó n g e n e r a l de q u e t o d a p o t e n c i a t i e n e e n sí m i s m a
v i r t u d i n t r í n s e c a p a r a p r o d u c i r a q u e l l o s actos c o n q u e
-387-
h a d e b u s c a r s u p r o p i o b i e n . Pues e l b i e n d e l a i n t e l i -
g e n c i a es l a v e r d a d , y l a v e r d a d n o p u e d e ser b u s c a d a
p o r ella s i n o f o r m a n d o c o n c e p t o s c o n f o r m e s á l a rea-
l i d a d d e las cosas. N e g a r á n u e s t r o e n t e n d i m i e n t o l a
f a c u l t a d d e p r o d u c i r sus i d e a s es l o m i s m o q u e h a c e r
de é l u n a p o t e n c i a m e r a m e n t e p a s i v a é i r c o n t r a l a
e x p e r i e n c i a ; l a c u a l d i c e á c a d a u n o q u e t a n a c t i v o es
en l o s actos i n t e l e c t u a l e s c o m o en l o s v o l u n t a r i o s .
578.—Para esto n o es n e c e s a r i o q u e sea p r o d u c i d o
p o r n u e s t r a m e n t e e l o b j e t o ; p o r q u e e l o b j e t o n o es l a
i d e a m i s m a s i n o el t é r m i n o e x t r í n s e c o s o b r e q u e ella
v e r s a ; n i t a m p o c o se r e q u i e r e q u e e l o b j e t o sea y a c o -
n o c i d o d e a n t e m a n o p o r l a i n t e l i g e n c i a , p u e s basta
q u e l o sea p o r l o s s e n t i d o s . É s t o s a l p e r c i b i r u n o b j e t o
c u a l q u i e r a , l o p r e s e n t a n p o r m e d i o d e la i m a g i n a c i ó n
á l a i n t e l i g e n c i a p a r a q u e el a l m a c o n o z c a p o r m e d i o
de esta p o t e n c i a s u p e r i o r en u n a m a n e r a m á s p e r f e c t a
l o q u e p o r m e d i o de ellos conoce d e o t r o m o d o m é n o s
p e r f e c t o . P o r c o n s i g u i e n t e es n u l o y d e n i n g ú n v a l o r
l o q u e o b j e t a c o n t r a esta v e r d a d e l P . R o t h e n f l u e a r -
g u y e n d o en esta f o r m a : N u e s t r a m e n t e , ^ n t e s d e f o r -
m a r s e la idea d e u n a c o s a , ó l a c o n o c e y a , ó ñ o l a conoce.
S i l o primero, n o se f o r m a s u i d e a , s i n o q u e l a s u p o n e
f o r m a d a . S i l o segundo, l a t a l cosa c o n r e l a c i ó n á l a
m e n t e es c o m o si n o fuese, p o r q u e n o le e s t á p r é s e n -
t e ( i ) , E s n u l o este d i s c u r s o , d i g o ; p o r q u e l a cosa d e
q u e se h a d e f o r m a r i d é a l a m e n t e e s p r é v i a m e n t e c o -
n o c i d a por el sentido y c o n esto se h a l l a p r e s e n t e á l a
i n t e l i g e n c i a p a r a q u e esta f a c u l t a d p u e d a e j e r c e r s u
acto p e r c e p t i v o y f o r m a r s e el concepto de s u esencia.
L a inteligencia, lo m i s m o que la i m a g i n a c i ó n y los
s e n t i d o s , f o r m a sus c o n c e p t o s ó actos p e r c e p t i v o s s i e n -
d o á ello d e t e r m i n a d a p o r e l o b j e t o . A h o r a b i e n ; e l

(1) Rothenflue; Psicolog. ration. sect. 2. cap. 1, art. 2, n . 8.


o b j e t o p r o d u c e en ella'esta d e t e r m i n a c i ó n , en C u a n t o
se h a l l a a p r o x i m a d o y a p l i c a d o á la i n t e l i g e n c i a p o r
m e d i o de l a f a n t a s í a ; la c u a l l o r e p r e s e n t a i m a g i n a -
r i a m e n t e y l o p o n e en c i r c u n s t a n c i a s c o n v e n i e n t e s
p a r a q u e p u e d a ser i d e a l m e n t e p e r c i b i d o .
579. — I I . E n s e g u n d o l u g a r , la a c t i v i d a d c o n q u e l a
i n t e l i g e n c i a se f o r m a las i d e a s de las cosas, es s i n d u d a
a l g u n a la a b s t r a c c i ó n n a t u r a l ó e s p o n t á n e a ( L . 40).
E s t o se i n f i e r e m a n i f i e s t a m e n t e de lo q u e d e j a m o s
e s c r i t o m á s a r r i b a acerca d e l o b j e t o p r o p o r c i o n a d o de
nuestro e n t e n d i m i e n t o f i S o y siguientes). Pues allí de-
j a m o s d e m o s t r a d o q u e , m i é n t r a s los s e n t i d o s t i e n e n
p o r o b j e t o p r o p i o los o b j e t o s m a t e r i a l e s , en cuanto
concretos y singulares, á n u e s t r a i n t e l i g e n c i a c o r r e s -
p o n d e c o n o c e r estos m i s m o s o b j e t o s , en cuanto univer-
sales y abstractos, ó sea p e n e t r a r en sus esencias abs-
t r a í d a s de l a s i n g u l a r i d a d c o n q u e e x i s t e n en los i n d i -
viduos. P o r d o n d e debemos decir que, a s í c o m o cada
s e n t i d o , a l p e r c i b i r u n o b j e t o , a b s t r a e á su m o d o n a t u -
r a l m e n t e conociendo una p r o p i e d a d suya sin p e r c i b i r
las o t r a s q u e s o n c o n o c i d a s p o r los o t r o s ; de la m i s m a
m a n e r a la i n t e l i g e n c i a , a l p r e s e n t á r s e l a p o r m e d i o de
l a i m a g i n a c i o n l o s o b j e t o s m a t e r i a l e s , hace t a m b i é n na-
turalmenteobstraccion desu singularidad; conociendo
sus esencias s i n p e n s a r e n sus n o t a s i n d i v i d u a n t e s , de
l o c u a l r e s u l t a n los c o n c e p t o s u n i v e r s a l e s , c o m o í o
h e m o s v i s t o en l a O n t o l o g í a ( O . 167 y s i g u i e n t e s ) .
580. — D e l c o n o c i m i e n t o de estas esencias, q u e s o n s u
o b j e t o p r o p i o y p r o p o r c i o n a d o , sube d e s p u é s p o r v í a
de n e g a c i o n e s a l c o n o c i m i e n t o de los seres e s p i r i t u a -
les é i n c o r p ó r e o s ; a l m o d o q u e d e l c o n o c i m i e n t o de
las c r i a t u r a s s u b i m o s a l c o n o c i m i e n t o de D i o s , s e g ú n
lo q u e se d i c e en la T e o d i c e a ( T . 83 y s i g u i e n t e s ) . De
a q u í es q u e t o d o s n u e s t r o s c o n c e p t o s r e l a t i v o s á las
cosas e s p i r i t u a l e s e n v u e l v e n a l g o de m a t e r i a l n e g a d o
- 3 8 9 - ,
d e l o b j e t o sobre q u e ellos v e r s a n ; c o m o c u a n d o c o n -
c e b i m o s a l e s p í r i t u en g e n e r a l c o m o u n a s u s t a n c i a i n -
d e p e n d i e n t e de la m a t e r i a en el e x i r t i r y en el o b r a r -
y al e s p í r i t u p u r o como u n a sustancia que n i e s t á u n i -
d a á l a m a t e r i a n i d e p e n d e de ella en n i n g u n o de sus
actos. V é a s e l o q u e sobre esto hem5s e s c r i t o m á s a r r i -
ba en este m i s m o t r a t a d o (18^-185). L a s d i f i c u l t a d e s
q u e suelen p o n e r s e c o n t r a la a b s t r a c c i ó n e s p o n t á n e a ,
y a las h e m o s s o l t a d o en la O n t o l o g í a ( O . 174-177) a l
h a b l a r de los u n i v e r s a l e s .
581.—III. E n t e r c e r l u g a r , es c o n t r o v e r t i b l e la n e -
c e s i d a d d é l a s especies i n t e l i g i b l e s i m p r e s a s , _enten-
d i e n d o p o r estas especies, no el acto m i s m o de c o n o -
cer los o b j e t o s ; p o r q u e é s t e es u n a especie e x p r e s a y
n o i m p r e s a , n i t a m p o c o el f a n t a s m a de la i m a g i n a c i ó n
en c u a n t o i n d u c t i v o á la p r o d u c c i ó n de los c o n c e p t o s
universales, sino una cierta c u a l i d a d e s p i r i t u a l p r o -
d u c i d a p o r el e n t e n d i m i e n t o a g e n t e y r e c i b i d a en el
p a c i e n t e , en v i r t u d de la c u a l esta s e g u n d a p o t e n c i a
i n t e l e c t i v a r e c i b e su ú l t i m o c o m p l e m e n t o y t i e n e el
p o d e r c o m p l e t o de p r o d u c i r su acto c o g n o s c i t i v o . L a s
especies i n t e l i g i b l e s i m p r e s a s e n t e n d i d a s en este sen-
t i d o f u e r o n a d m i t i d a s g e n e r a l m e n t e en v e r d a d p o r los
E s c o l á s t i c o s , pero como una h i p ó t e s i s y nada m á s . E l
P. L o s a d a e x a m i n a u n a p o r u n a en su F i l o s o f í a (1) las
r a z o n e s e n q u e suelen f u n d a r s e las especies d i c h a s , y
apesar de estar en su f a v o r , confiesa c l a r a m e n t e q u e
n i n g u n a de ellas es d e m o s t r a t i v a . E n t r e los E s c o l á s -
ticos, D u r a n d o , Henrique, Juan Bacon y algunos otros
las r e c h a z a r o n c o m o i n ú t i l e s : e n t r e los m o d e r n o s n u e s -
t r o B a l m e s las t i e n e p o r u n i n v e n t o p o é t i c o d é l o s Es-
c o l á s t i c o s y el P. P a l m i e r i las c o m b a t e en su A n t r o p o -

(1) Losada, C u r s u s p/u'losophicus, disp. V I de anima, cap. I I ,


• — 390 —
l o g i a ( i ) . L a cosa n o es de t a n g r a n d e i m p o r t a n c i a
c o m o h a n q u e r i d o suponer en nuestros dias algunos
e s c r i t o r e s . E n el a r t í c u l o s i g u i e n t e d i r e m o s a l g o m á s
s o b r e este a s u n t o .
582. — F i n a l m e n t e , es t a m b i é n m u y c o n t r o v e r t i b l e
la r e a l i d a d d e l e n t e n d i m i e n t o a g e n t e , e n t e n d i d a esta
f a c u l t a d á la m a n e r a a r r i b a d i c h a . P o r q u e el t a l e n t e n -
d i m i e n t o t i e n e p o r o b j e t o p r o d u c i r las especies i m -
p r e s a s de q u e a c a b a m o s d e h a b l a r , y p o r c o n s i g u i e n t e
p o r f u e r z a debe ser t a n i n c i e r t o c o m o las m i s m a s
especies d i c h a s . S i n e m b a r g o , si p o r e n t e n d i m i e n t o
a g e n t e e n t e n d e m o s , n o p r e c i s a m e n t e l a f a c u l t a d de
p r o d u c i r las tales especies, s i n o la a b s t r a c c i ó n e s p o n -
t á n e a d e q u e h e m o s h e c h o m e n c i ó n p o c o h a (579) y
q u e es c o n o c i d a e n t r e los m o d e r n o s c o n el n o m b r e de
fuerza ahstractiva y analítica átX e n t e n d i m i e n t o , en este
caso n o h a y d u d a q u e d e b e m o s a d m i t i r la r e a l i d a d de
la t a l p o t e n c i a ; p o r q u e n u e s t r o e n t e n d i m i e n t o e n t i e n -
de a b s t r a y e n d o la esencia u n i v e r s a l d e las i n d i v i d u a -
l i d a d e s ' p a r t i c u l a r e s c o m o h e m o s o b s e r v a d o en este
m i s m o a r t í c u l o (579).
V e n g a m o s a h o r a á e x p o n e r n u e s t r a o p i n i ó n en esta
d i f í c i l m a t e r i a ; p e r o esto y a p e r t e n e c e a l a r t í c u l o s i -
guiente.

ARTÍCULO VIL

R e s o l u c i ó n de la c u e s t i ó n .

583. — D e s p u é s de h a b e r d a d o n u e s t r o j u i c i o s o b r e
los d i v e r s o s s i s t e m a s q u e h a n s i d o i n v e n t a d o s p o r los
filósofos p a r a e x p l i c a r l a difícil c u e s t i ó n d e l o r i g e n de
las i d e a s , r e s t a a h o r a q u e e x p o n g a m o s n u e s t r o h u m i l -
de p a r e c e r en esta p a r t e . Sea a l efecto la s i g u i e n t e

(1) Palmicri, Afithropologia, thesis X X L


— 391 —

PROPOSICION.

Nuestro entendimiento par aformar sus conceptos necesita


ser determinado por los objetos; pero esta determinación
no parece que ta produzcan ellos por medio de especie
alguna inteligible impresa, sino mediante la
radicación que tienen todas las potencias
tanto sensitivas como intelectivas
en una misma alma.

584. —Prueba de la i.ap.—i.0 V é a s e p a r a ello l o q u e


c o n t r a K a n t t e n e m o s d e m o s t r a d o e n l a L ó g i c a (392 y
signientes.)
585. —Prueba de la 2 . a p . — i . 0 E n v i r t u d de la r a d i c a -
c i ó n d e t o d a s las p o t e n c i a s e n u n a m i s m a a l m a , p o r
el m e r o h e c h o de o b r a r el o b j e t o e x t e r i o r s o b r e l a p o -
t e n c i a s e n s i t i v a y a s u a c c i ó n se t r a s m i t e p o r m e d i o d e
esta f a c u l t a d a l m i s m o e n t e n d i m i e n t o . L u e g o n o h a y
n i n g u n a n e c e s i d a d d e fingir u n e n t e n d i m i e n t o a g e n t e
c a u s a d o r d e especie a l g u n a i n t e l i g i b l e i m p r e s a s i n o
q u e b a s t a s u p o n e r p o r u n l a d o la i n t e l i g e n c i a n a -
t u r a l m e n t e activa y apta p a r a c o n o c e r l o s objetos q u e
t i e n e n c o n ella n a t u r a l p r o p o r c i ó n y p o r o t r o l a a c c i ó n
d e l o b j e t o t r a s m i t i d a á la r e f e r i d a p o t e n c i a m e d i a n t e
l a r a d i c a c i ó n d i c h a . P o r q u e asi c o m o la a c c i ó n mecá-
nica del o b j e t o e x t e r n o e s recihida psicológicamente en.
el s e n t i d o c o n f o r m e á a q u e l p r i n c i p i o : Todo lo que se
recibe es recibido d la manera del recipien te, a s í t a m b i é n
la a c c i ó n de los s e n t i d o s es r e c i b i d a e n l a i n t e l i g e n c i a
espiritualmenle y c o n ella es d e t e r m i n a d a e s t a f a c u l t a d
á p e r c i b i r e s p i r i t u a l m e n t e el t a l objeto.
586. —2.0 E n . t a n t o seria n e c e s a r i o r e c u r r i r á l a p r o -
d u c c i ó n de l a especie m e n c i o n a d a , en c u a n t o q u e l a
i m a g i n a c i ó n n o p u d i e s e , p o r ser p o t e n c i a o r g á n i c a ,
— 392 —
i n f l u i r c o n sus actos e n los actos de la i n t e l i g e n c i a . Es
asi q u e esta r a z ó n es s u m a m e n t e d é b i l , i.0 P o r q u e ,
a s í c o m o los o b j e t o s muertos d e l m u n d o e x t e r n o i n f l u -
y e n e n l o s actos vivos de l o s s e n t i d o s s i n u n s e n t i d o
a g e n t e q u e t r a s f o r m e su a c c i ó n m e c á n i c a en p s i c o l ó -
g i c a , de l a m i s m a m a n e r a p o d r a n i n f l u i r en los actos
e s p i r i t u a l e s ¿ i n o r g á n i c o s de la i n t e l i g e n c i a los f a n t a s -
m a s m a t e r i a l e s y o r g á n i c o s de la i m a g i n a c i ó n . P o r -
q u e si l o s s e n t i d o s se c o n t i n ú a n en c i e r t o s e n t i d o c o n
el m u n d o m a t e r i a l de los objetos e x t e r n o s , l a i n t e l i -
g e n c i a t a m b i é n se c o n t i n ú a en c i e r t o m o d o c o n l o s
s e n t i d o s , y a p o r la r a d i c a c i ó n q u e t i e n e n t o d a s las p o -
t e n c i a s de n u e s t r a a l m a en u n m i s m o s u j e t o , y a p o r -
q u e la esencia de n u e s t r a a l m a i n f l u y e a c t i v a m e n t e
en l o s actos de t o d a s las p o t e n c i a s t a n t o s e n s i t i v a s
c o m o i n t e l e c t i v a s (49 y s i g u i e n t e s ) y es p o r l o t a n t o u n
v e r d a d e r o v í n c u l o c o m ú n y a c t i v o p a r a t o d a s ellas.
2.0 P o r q u e , a s í c o m o en s e n t i r de los defensores de l a
especie m e n c i o n a d a l a i m a g i n a c i ó n t i e n e p o d e r p a r a
d e t e r m i n a r al e n t e n d i m i e n t o agente á f o r m a r la t a l
especie, de la m i s m a m a n e r a t e n d r á v i r t u d p a r a d e -
t e r m i n a r al l l a m a d o e n t e n d i m i e n t o p o s i b l e á q u e f o r -
m e el c o n c e p t o d e l o b j e t o p o r ella r e p r e s e n t a d o en e l
fantasma.
5 8 7 . — C i e r t a m e n t e , t a n e s p i r i t u a l es e l e n t e n d i m i e n -
to a g e n t e c o m o el p o s i b l e y p o r l o t a n t o t a n i m p o s i b l e
es q u e i n f l u y a n l o s f a n t a s m a s o r g á n i c o s de la i m a g i n a -
c i ó n en la p r o d u c c i ó n de las especies i n t e l i g i b l e s i m -
presas c o m o en la de las e x p r e s a s ó c o n c e p t o s i n t e -
l e c t u a l e s . P o r c o n s i g u i e n t e ó h e m o s de n e g a r q u e l a
i m a g i n a c i ó n i n f l u y e c o n sus actos en l a p r o d u c c i ó n de.
la t a l especie i m p r e s a , ó h e m o s de a f i r m a r q u e esta
p o t e n c i a t i e n e v i r t u d p a r a i n f l u i r en l a p r o d u c c i ó n de
l a e x p r e s a . S i se d i c e l o p r i m e r o , e n t o n c e s n u e s t r o e n -
t e n d i m i e n t o p o r sí solo p r o d u c i r á la especie e n cues-
— 393 —
t i o n y p o r l o m i s m o c o n t e n d r á e n sí p o r u n a m a n e r a
e m i n e n t e l a s i m á g e n e s de t o d o s c u a n t o s o b j e t o s p u e d e
c o n o c e r , q u e es p r e c i s a m e n t e l o q u e q u i e r e n e v i t a r á
t o d o t r á n c e l o s defensores d e l e n t e n d i m i e n t o a g e n t e ;
p u e s t o q u e las especies i m p r e s a s s o n t a m b i é n á s u
m o d o i m á g e n e s i n t e n c i o n a l e s de l o s o b j e t o s , c o m o l o
c o n f i e s a n l o s tales a u t o r e s . F u e r a de q u e e n este caso
el c o n o c i m i e n t o i n t e l e c t u a l n o s e r á r e a l m e n t e p r o d u -
c i d o p o r el o b j e t o , l o c u a l es c o n t r a r i o á l a v e r d a d e r a
F i l o s o f í a . S i se d i c e l o s e g u n d o , la i m a g i n a c i ó n p o d r á
i n f l u i r c o n sus f a n t a s m a s i n m e d i a t a m e n t e en l o s m i s -
mos conceptos intelectuales, puesto que é s t o s no son
m á s e s p i r i t u a l e s q u e las especies i m p r e s a s s u s o d i c h a s ;
y p o r t a n t o las tales especies e s t á n de s o b r a . P o r c o n -
s e c u e n c i a d e b e m o s d e c i r q u e las r e p r e s e n t a c i o n e s i m a -
g i n a r i a s de l a f a n t a s í a t i e n e n v i r t u d p a r a d e r t e r m i n a r
el e n t e n d i m i e n t o á la p r o d u c c i ó n de sus c o n c e p t o s
u n i v e r s a l e s , m e r c e d á le r a d i c a c i ó n q u e t o d a s las p o -
t e n c i a s c o g n o s c i t i v a s t i e n e n en u n a m i s m a a l m a y á
la a c c i ó n i n m e d i a t a q u e la s u s t a n c i a d e n u e s t r a a l m a
ejerce en los actos de t o d a s sus p o t e n c i a s .
E s t o es l o q u e á n o s o t r o s n o s p a r e c e c o n r e s p e c t o á
las especies i n t e l i g i b l e s i m p r e s a s ; pues p o r l o q u e hace
á las sensibles, y a h e m o s p r o b a d o m á s a r r i b a q u e de-
ben ser n e c e s a r i a m e n t e a d m i t i d a s (98). R e c o n o c e m o s
n o o b s t a n t e ser s ó l i d a m e n t e p r o b a b l e l a o p i n i ó n c o n -
t r a r i a de los A r i s t o t é l i c o s , de q u e nos h e m o s a p a r t a d o
en este a r t í c u l o ; y a s í e s t a m o s m u y lejos de h a b l a r c o n
d e s p r e c i o ó d e s d e n de las especies i n t e l i g i b l e s i m p r e -
sas, a u n q u e las c r e e m o s s u p é r f l u a s .
588.—La ú n i c a clase de especies i n t e l i g i b l e s q u e a d -
m i t i m o s y q u e t o d o s d e b e n a d m i t i r , es l a de a q u e l l a s
q u e l l a m a n rememorativas y q u e s i r v e n , n o p a r a l a
p r o d u c c i ó n de j o s c o n c e p t o s u n i v e r s a l e s , p u e s s o n
p r e c i s a m e n t e c a u s a d a s p o r e l l o s , s i n o p a r a l a reproduc-
- 394 —
cion de los m i s m o s . D e s p u é s q u e n o s h e m o s f o r m a d o
el c o n c e p t o de u n a cosa, a l g o q u e d a en n u e s t r a i n t e -
l i g e n c i a r e l a t i v o a l o b j e t o de a q u e l c o n c e p t o ; p o r q u e
d e s p u é s n o s acordamos q u e á n t e s h e m o s p e n s a d o en
el t a l o b j e t o ; y a u n q u e de h e c h o n o p e n s a m o s en é l ,
l o s a b e m o s p o r v i a de h á b i t o . E s t e algo q u e q u e d a ,
es la especie i n t e l i g i b l e rememorativa; l a c u a l es c a u -
sada, n o p o r el e n t e n d i m i e n t o a g e n t e , s i n o p o r el c o n -
cepso m i s m o a c t u a l q u e en a l g ú n t i e m p o t u v i m o s en
la i n t e l i g e n c i a .

A . M . D . G.
irs JOIOJE.

Nociones generales • • • 5

PRIMERA PARTE.

Del a l m a h u m a n a absolutamente considerada.

CAPÍTULO PRIMERO.—De l a e x i s t e n c i a d e l a l m a h u m a n a . 5
CAP. I I . — D e l a s u s t a n c i a l i d a d d e l a l m a h u m a n a . . . 7
CAP. I I I . — D e l a u n i d a d ¿ i d e n t i d a d d e l a l m a h u m a n a . . g
CAP. I V . — D e la actividad del alma humana 12

Articulo p r i m e r o . — C l a s i f i c a c i ó n de las potencias del alma


humana 12
Art. I I . — L a esencia del alma humana y sus potencias. 16
§ I . — C ó m o se distingue el alma humana de sus po-
tencias 17
§ I I . — C ó m o proceden del alma humana sus poten-
cias. . . . . . . . . . . . . . 26
§ I I I . — C ó m o obra el alma humana con sus potencias. 31
Art. ///.—Potencias naturales del alma humana, llama-
das con otro nombre v e g e t a t i v a s 39
Art. IV.—Potencias sensitivas 43
§ I.—Nataraleza de la sensación 43
§ II.—Sensibilidad externa 61
§ III.—Sensibilidad interna 77
Art. V.—Potencias intelectivas 100
§ I,—Falsedad del sensismo 101
§ II.—Naturaleza, objeto y actos del entendimiento
humano 116
§ III.—Naturaleza, objeto y actos de la razón humana. 157
§ IV.—Naturaleza, objeto y actos de la memoria i n -
telectiva 163
§ V.—Naturaleza, objeto y actos de la conciencia. . 170
Art. VI.—Potencias apetitivas 184
§ I.—Apetito elícito y apetito innato 185
§ II.—Apetito sensitivo 189
§ III.—Apetito racional ó voluntad 202
Arí. W/.—Potencias locomotrices. . , 231
CAP. V.—De la simplicidad, espiritualidad é inmorta-

lidad del al?na h u m a n a 258

Aríicw/o ^mnero. —Simplicidad del alma humana. . . ^38


A r t . I I . — S u espiritualidad 344
A r t . I I I . — S u inmortalidad 253
CAP. VI.—De l a e s e n c i a m e t a f í s i c a d e l a l m a h u j n a n a . . 287

SEGUNDA PARTE.

Del a l m a h u m a n a r e l a t i v a m e n t e considerada.

CAPÍTULO PRIMERO.—De la unión del alma h u m a n a con

el cuerpo 294

Articulo p r i m e r o . — N o c i ó n de la unión y sus diferentes


especies 294
Art. II.—Naturaleza de la unión que media entre el
cuerpo y él alma humana 298
Art. III.—Diversos sistemas relativos á la unión del
alma humana con el cuerpo 301
Art. I V . — C u á n t a s sean las formas sustanciales del cuer-
po humano. 320
Art. V.—Asiento del alma humana. . . . . • . . . 334
CAP. I I . — D e l mutuo influjo del a l m a y del cuerpo h u -

manos. ^ . , . . . . . . . . . . 338
A r t i c u l o p r i m e r o . — Influjo del alma en el cuerpo. . . . 339
A r t . II.—Influjo del cuerpo en el alma 340
CAP. III.—Del origen asi del a l m a h u m a n a como del com-

puesto físico que e l l a f o r m a con el cuerpo. . 347

Articulo p r i m e r o . — O r i g e n del alma humana. . , . , 347


Art: Í I . — O r i g e n del hombre, . i . 352
CAP. I V . — D e la antigüedad del alma humana y de l a del

compuesto físico q u e fo7-ma c o n e l c u e r p o . . 358

Articulo p r i m e r o . — A n t i g ü e d a d del alma humana. . . 358


Art. I I . — A n t i g ü e d a d del hombre. 362
CAP. V.—Del o r i g e n de los c o n o c i m i e n t o s humanos. . . 363

Articulo p r i m e r o . — S i s t e m a s empíricos 364


Art. II.—Sistema de las ideas innatas 366
Art. III.—Sistema de los Tradicionalistas 369
Art. I V . — S i s t e m a ontológico de la intuición divina. .-. 376
Art. V.—Sistema de la Filosofía trascendental. . . . 379
Art. VI.—Sistema aristotélico 384
Art. V I L — R e s o l u c i ó n de la cuestión 390

00
CM

También podría gustarte