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PRIMER AÑO .

SOMOS CREADOS PARA SER LIBRES Y RESPONSABLES

EL HOMBRE Y LA VERDADERA LIBERTAD. -


La palabra “libertad” tiene una gran fuerza de convocación. Es una especie de talismán que
atrae a todos. Y, efectivamente, la libertad es el valor supremo de la persona humana.
Sin embargo, en ocasiones se utiliza esta palabra para designar comportamientos y actitudes
que nada tienen que ver con la autentica libertad, puesto que al hombre más capaz de
conocer la verdad y amar el bien, sino que le atan a una serie de factores que limitan su
libertad. La libertad no es un valor absoluto, al que cada uno puede darle el contenido que
quiere, justificando así cualquier conducta, la libertad consiste esencialmente en el poder
-que solamente tiene el hombre- de tender el bien voluntariamente por si mismo.

LA LIBERTAD, FRUTO DE LA VERDAD Y EL BIEN. -


Jesús nos dice: “Ustedes serán mis verdaderos discípulos si guardan mi palabra; entonces
conocerán la verdad y la verdad los hará libres”. (Juan 8,30-32)
La libertad es el fruto de conocer y aceptar la verdad y de decidir libremente el ejercicio
del bien. Por eso la verdadera libertad nos hace hombres auténticos, buenos, maduros,
responsables ante los hombres y ante Dios.
El rechazo de la verdad, del bien y la aceptación del error, el seguir el mal, nos esclaviza a tal
punto que ya no seremos capaces de “liberarnos” de ellas.
La libertad no se basta a sí misma, necesita un guía que es Cristo, ya que es el camino, la
verdad y la vida.

EL HOMBRE RESPONE LIBREMENTE AL PLAN DE DIOS. -


Dios nos crea libres para poder ser responsables a su plan de amor y felicidad. Es como
cuando practicamos algún deporte. Para poder destacar en el necesitamos entrenar, pero
cuanto más lo practicamos el entrenamiento se hace más fácil y, obviamente, también jugar.
Ya hemos dichos que la libertad nos trae una consecuencia inmediata que es la de ser
responsable, es decir, capaces de responder por nuestros actos.
El ser libres nos hace dueños y responsables de lo que hacemos o dejamos de hacer. Es
como si Dios nos pusiera en un camino que tiene miles de desvíos y peligros, pero Él no nos
deja solos, sino que nos entrega un mapa y pone señales en el camino. Pero el jamás nos
obliga a tomar una ruta u otra, sólo nos indica cuál es el mejor camino, depende de nuestra
decisión personal si queremos hacerle caso o preferimos ir por nuestro lado.
Dios respeta nuestras decisiones pero queda claro que nosotros somos los responsables y no
podemos echarle la culpa a nadie por nuestros actos.
La respuesta libre al plan de Dios nos convierte en los protagonistas principales de nuestras
propias vidas que nos lleva a nuestra propia felicidad.

CUESTIONARIO.-
Responde en tu cuaderno las siguientes preguntas:
1.- ¿Qué entendías antes de esta clase sobre la palabra libertad?
2.- ¿Qué concepto puedes dar ahora sobre la libertad?
3.- ¿La libertad, es fruto de qué?
4.- ¿Qué nos hace la verdadera libertad?
5.- ¿Por qué Dios nos crea libres?
6.- ¿Por qué Dios respeta nuestras decisiones y a dónde nos lleva?
7.- Realiza un dibujo o pega una figura que muestre la verdadera libertad y escribe un lema
debajo de tu figura o dibujo.

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