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DISCURSO

DIA DEL HIMNO NACIONAL, NATALICIO DE FRAY MAMERTO


ESQUIU Y PROMESA A LA CONSTITUCION NACIONAL Y PROVINCIAL
Junto con la Bandera Nacional, la escarapela Argentina y el Escudo
Nacional, nuestro Himno Nacional integran el conjunto de símbolos patrios
con el que nos sentimos identificados y unidos como argentinos.

El pueblo argentino se reconoce en ellos y por eso su importancia en tiempos


de crisis de nuestra identidad nacional como la que se vive en estos días en
que no existe ningún referente digno de ser imitado ni siquiera tenido en
cuenta como tal.

Cuando somos testigos en actos escolares en conmemoraciones públicas, en


eventos deportivos, en los cuales se escucha el Himno Nacional Argentino y
se hacen presente, la Bandera Nacional, que muchos asistentes no cantan la
canción patria o lo hacen sin ganas…

Cuando en presencia de nuestra enseña Nacional, mientras entonamos el


Himno Nacional, hay personas que se ríen, conversan entre si y se comportan
sin ubicación alguna, nos duele sensibiliza a todos los que amamos a nuestro
país y a los símbolos que nos representa.

No debemos olvidarnos que somos ciudadanos argentinos, no simplemente


habitantes. Y como ciudadanos, tenemos derechos y responsabilidades.

Es nuestra responsabilidad sentir y mostrar respeto al cantar el Himno


Nacional Argentino.

¡No tengamos vergüenza ni renunciemos a nuestra identidad nacional!


Al cantarlo en posición de firme con fervor, al recibir y despedir
respetuosamente a la Bandera Nacional, al colocar en nuestro pecho la
Escarapela Argentina , al recitar la oración a la Bandera, manifestemos, con
sano orgullo: soy Argentino soy Argentino y honremos aquellos patriotas,
que dieron su vida por la libertad y soberanía de nuestro país.

Con el debido respeto a nuestro Himno Nacional y a los de más símbolos


patrios, también nos honramos nosotros mismos. Nos enriquecemos como
seres humanos y como ciudadanos Argentinos.

Por ello cada vez que escuchemos los acordes de nuestra canción patria,
alcemos nuestras voces para cantar, con el corazón pleno de emoción y
contribuyamos así, con este pequeño y gran gesto, a la unión de todos los
argentinos en una sola alma Argentina.

Además este es un día de doble celebración porque en 1826 en un día 11 de


Mayo nació Mamerto de la Asunción Esquiú, quien se convertiría por mérito
propio , por dedicación, por devoción cristiana y por coraje, en el fray
Mamerto Esquiú que supo participar activo y fervorosamente no solo en la
vida religiosa de la provincia y de la región sino también tuvo su notable
intervención en la vida política en ocasiones como aquella de la jura de la
constitución nacional en Catamarca donde con total convicción se
pronunciara en favor de la misma diciendo:

“Obedeced, señores, sin sumisión no hay ley; sin ley no hay patria, no hay
verdadera libertad, existen solo paciones, desorden, anarquía, disolución,
guerra…….”

No pudo terminar la frase, porque el auditorio lo apabullo con un cerrado


aplauso, la primera resistencia a la constitución en el interior había sido
vencida, y Catamarca juro la constitución hasta el último de sus funcionarios
y personas notables.

Su sermón alcanzo trascendencia nacional y fue copiado en la prensa de


todas las provincias. La resistencia que se le podría haber hecho a la
constitución en otras provincias quedo vencida por la elocuencia de un fraile
desconocido de una provincia pequeña.

Es por eso que el 11 de Mayo de cada año se celebra el día de la Promesa de


Lealtad a la Constitución Nacional y Provincial por alumnos de 6°.

Para lograr que los alumnos reflexionen críticamente sobre los conceptos de
Democracia, Libertad Igualdad, Solidaridad, Participación y ciudadanía, con
particular atención en los derechos y deberes reconocidos en la constitución
nacional y provincial es fundamental que los estudiantes, conozcan,
comprendan, lean, analicen y manipulen la constitución.

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