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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular para la Educación

Universidad Nacional Experimental de los Llanos Occidentales

“Ezequiel Zamora”

Actividad y Función administrativa

Abg: Bachilleres:

Ana Pineda Karla Soto C.I.: 28200325

Arianna Ortega C.I.:28.427.441

Silvia Rivero C.I. 27081794

Maria Rivero C.I. 30219406

Mariana Rivas C.I. 30636948

Guanare-Portuguesa
Para iniciar, se define a la Actividad Administrativa como aquella en la cual el
Estado satisface intereses colectivos o individuales en forma directa o inmediata.
Es una Actividad típicamente instrumental de la Administración Pública, es una
forma de comunicación. Vinculación de la legalidad formal, de forma imperativa, es
decir, el Acto administrativo debe ser conforme a la ley, la Administración Pública
siempre debe actuar conforme a lo que dice la ley, sin contrariedad. Por lo tanto,
es todo Acto jurídico dictado por la Administración y sometido al Derecho
Administrativo.

Así mismo, la Función Administrativa del estado es aquella que provee a la


satisfacción de las necesidades colectivas, y permanente y actúa sobre el
presente. Entonces, el estado ejerce la función Administrativa como gestor de
interés Público, a través de la cual las personas jurídicas estatales entran en
relación con las particulares, como sujeto de derecho. Todos los órganos del
estado puede cumplir la función Administrativa, como por ejemplo la Asamblea
Nacional al autorizar diversos órganos o Actos ejecutivos al dictar los Actos
relativos a su personal.

Por consiguiente, un régimen jurídico es el conjunto de pautas legales a través de


las cuales se organiza una actividad. Y estas pautas son concretan en normas
jurídicas, que son todas aquellas leyes o reglamentos que se fundamentan en el
poder del estado y que se basan en un determinado procedimiento. La finalidad
general de la norma jurídica es regular algún aspecto de la vida (la actividad
empresarial, las relaciones de pareja o la asociación de individuos).

En concordancia, la actividad administrativa en Venezuela y, de acuerdo a lo


establecido en el artículo 30 de la Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos, se rige por los principios de economía, eficacia, celeridad e
imparcialidad.

De este modo, el Principio de Legalidad o de la simplicidad se expresa en el


artículo 12 de la LOAP y dispone que la simplificación de los trámites
administrativos será tarea permanente de los órganos y entes de la Administración
Pública, así como la supresión de los que fueren innecesarios, todo de
conformidad con los principios y normas que establezca la ley correspondiente.

En el mismo orden de ideas, este principio tiene el objeto de racionalizar los


trámites que realizan los particulares ante la Administración Pública, mejorar la
eficiencia, pertinencia y utilidad, a fin de lograr mayor celeridad y funcionalidad en
las mismas; reducir los gastos operativos; obtener ahorros presupuestarios; cubrir
insuficiencias de carácter fiscal y mejorar las relaciones de la Administración
Pública con los ciudadanos.
Propiamente dicho, se refiere únicamente a un tipo de Estado concreto, el Estado
de régimen administrativo cuya configuración corresponde al modelo doctrinal y
organizativo de la revolución francesa y sus epígonos -bonapartismo, restauración
y liberalismo- caracterizado por la concurrencia de cuatro notas distintivas Emerge
una nueva rama del Derecho Público, el Derecho Administrativo, precisamente
para regular la administración pública, o dicho con mayor exactitud, para hacer
jurídicamente correctas las actividades funcionales de la administración.

Así que, el derecho administrativo está montado sobre el principio de legalidad, de


manera que puede hablarse de tal derecho administrativo cuando los órganos del
Estado que conforman la Administración Pública están sometidos al derecho, y
particularmente al derecho desarrollado para normar sus actuaciones.

Sumado a esto, se considera que la seguridad jurídica requiere que las


actuaciones de los poderes públicos estén sometidas al principio de legalidad. El
principio se considera a veces como la "regla de oro" del derecho público, y es una
condición necesaria para afirmar que un Estado es un Estado de derecho, pues en
el poder tiene su fundamento y límite en las normas jurídicas. En íntima conexión
con este principio, la institución de la reserva de Ley obliga a regular la materia
concreta con normas que posean rango de ley, particularmente aquellas materias
que tienen que ver la intervención del poder público en la esfera de derechos del
individuo. Por lo tanto, son materias basadas al reglamento y a la normativa
emanada por el poder ejecutivo. La reserva de ley, al resguardar la afectación de
derechos al Poder legislativo, refleja la doctrina liberal de la separación de
poderes.

Al mismo tiempo, una de las teorías de los Poderes discrecionales nos explica
que, según Michoud: “Hay poder discrecional siempre que una autoridad actúe
libremente, sin que su conducta le sea dictada de antemano por una regla de
derecho.“ Así que, el poder ejecutivo ejerce poderes discrecionales y esta
determinación no puede ser sometida a ningún control jurisdiccional. Se dice
también que existe un Poder Reglado siempre que, frente a ciertas circunstancias
de hecho, la autoridad está obligada a tomar una decisión, señalada por la Ley, sin
libertad para escoger entre varias posibles soluciones, pudiendo decirse que en
tales casos que la conducta le está dictada de antemano por el derecho. Como
resultado tenemos que el poder discrecional debe emanar del propio
ordenamiento jurídico, de la regla expresa de la Ley, y no de la ausencia de la
norma aplicable.

Ahora bien, la teoría sobre los actos de gobierno, tuvo su origen en Francia, en la
jurisprudencia del Consejo del Estado. Aquí el principio de legalidad sufre otra
importante restricción y es que ciertos actos cumplidos por las autoridades
administrativas denominados actos de gobierno, no son susceptibles de ningún
recurso ante los tribunales, ni para obtener su anulación, ni para pedir la
indemnización de los daños y perjuicios causados por tales actos administrados.

También, Jéze afirma que no se puede encontrar en la naturaleza jurídica de esos


actos la justificación de haberlos sustraídos a todo control jurisdiccional; que las
razones de este régimen excepcional son únicamente razones de oportunidad
política. En contra parte, Berthélemy niega la existencia de los actos de gobierno.

Otro punto importante a resaltar es sobre la Policía Administrativa y es la forma de


la actividad de policía, que se desempeña por las autoridades del orden
administrativo, cuando desarrollan el poder de limitación de la actividad de los
gobernados en procura del mantenimiento del orden público, distinguiéndola de la
actividad que desempeñan ciertas autoridades cuando realizan funciones para
colaborar con las autoridades de la jurisdicción penal y que denomina policía
judicial.

De ahí que, la policía se caracteriza por su finalidad, que es la conservación o


mantenimiento del orden público. Entendiéndose, que orden público es la
existencia dentro de la comunidad de las condiciones necesarias para el desarrollo
normal de la vida en sociedad y las condiciones mínimas necesarias son la
salubridad, la tranquilidad y la seguridad pública, las cuales son los elementos que
garantiza la policía administrativa. Agregándose conciertas dudas a estos
elementos la moralidad.

Puesto que, por actividad de fomento se entiende aquella modalidad de


intervención administrativa consistente en dirigir la acción de los particulares hacia
fines de interés general mediante el otorgamiento de incentivos diversos. En
ocasiones, es la actividad administrativa, destinada a la satisfacción de una
necesidad pública y a alcanzar un fin de utilidad general, se realiza sin merma de
la libertad de los administrados que, estimulados por la Administración, cooperan
voluntariamente en la satisfacción de la necesidad pública.

Luego, la actividad administrativa de la gestión económica consiste en la


participación del Estado u órganos del Estado con diversas actividades que tienen
un interés comercial. Y está regulado constitucionalmente ya que permite crear
actividades descentralizadas. 

Para finalizar, tenemos que la función administrativa es la actividad que


normalmente corresponde al Poder Ejecutivo, se realiza bajo el orden jurídico y
limita sus efectos a los actos jurídicos concretos o particulares y a los actos
materiales, que tienen por finalidad la prestación de un servicio público o la
realización de las demás actividades que le corresponden a sus relaciones con
otros entes públicos o con los particulares, regulados por el interés general y bajo
un régimen de policía o control.

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