IDEAS / 2015

Noviembre de 2015
CICLO FORMATIVO
PROYECTOS 16. Noviembre de 2015. ISSN 0123-918X

IDEAS / 2015 - CICLO FORMATIVO

Camilo Villate
Arquitecto y magíster en tecnologías de la cons-
trucción de la Universidad Nacional de Colom-
bia; especialista internacional en construcción,
administración y estructuras de la Universidad
El ciclo formativo, que hace parte de la estructura del currículo de tres ci- Politécnica de Valencia; ha sido profesor de cá-
clos, es, junto con el básico, durante los primeros cinco semestres de la tedra de la Universidad Nacional de Colombia y
carrera, los encargados de suministrar a los estudiantes los saberes dis- actualmente se desempeña como director y pro-
fesor asociado del Departamento de Arquitectu-
ciplinares de la arquitectura en lo que consideramos es el núcleo prin- ra de la Universidad de los Andes; además hace
cipal de la carrera. Los cursos abordan los conocimientos clave de la parte del grupo de investigación Arquitectura y
Sostenibilidad (ARS) del mismo departamento.
disciplina a partir de cuatro áreas temáticas: historia, teoría y crítica; pro-
Departamento de Arquitectura, Universidad de los Andes

yectos; ciudad, y técnica.

Carolina Rodríguez
Arquitecta, Universidad Nacional de Colombia
(2000). Doctora en Arquitectura, Nottingham
Trent University (2006). Profesora asistente del
http://arquitectura.uniandes.edu.co

Departamento de Arquitectura de la Universi-

dad de los Andes.

Roberto Londoño

PROYECTOS 16
ISSN 0123-918X

Arquitecto, Universidad de los Andes (1988).

Màster Història. Art, Arquitectura, Ciutat, Univer-
sidad Politécnica de Catalunya (1993). Doctora-
Universidad de los Andes do en Arquitectura, Universidad de Buenos Aires
Departamento de Arquitectura (2013). Profesor asistente del Departamento de
Arquitectura de la Universidad de los Andes.
Carrera 1a núm. 18A-12
ISSN 0123-918X

Tel. +(571) 339 4949, ext. 2485

Catalina Villabona
Bogotá, Colombia
Arquitecta (2012), Universidad de los Andes.
http://arquitectura.uniandes.edu.co
Maestría en Arquitectura, Universidad de los
pubdisarq@uniandes.edu.co Andes (en curso). Asistente de proyectos de In-
Ediciones Uniandes vestigación, Universidad de los Andes. Coordi-
http://ediciones.uniandes.edu.co nadora Editorial Revista Proyectos, Universidad
de los Andes.
infeduni@uniandes.edu.co

Cara_proyectos16.indd 1 3/12/15 16:15

 IDEAS / 2015
CICLO FORMATIVO
PROYECTOS 16. Noviembre de 2015. ISSN 0123-918X
Pablo Navas Sanz de Santamaría
Rector Universidad de los Andes

Alberto Miani
Decano Facultad de Arquitectura y Diseño

Camilo Villate
Director Departamento de Arquitectura

Hernando Barragán, Annelie Franke,

Ana Margarita González, Maarten Goossens,
Alberto Miani, Adriana Páramo, Camilo Villate
Comité editorial Facultad de Arquitectura y Diseño

Maarten Goossens
Coordinador de publicaciones Departamento de Arquitectura

PROYECTOS es una revista publicada dos veces al año por

el Departamento de Arquitectura de la Universidad de los
Andes con el fin de difundir las experiencias de enseñanza,
aprendizaje y producción de conocimiento que se realizan a
su interior. Está dirigida a estudiantes, profesionales y otros
interesados en temas de arquitectura y ciudad.
 IDEAS / 2015
CICLO FORMATIVO
PROYECTOS 16. Noviembre de 2015. ISSN 0123-918X
PROYECTOS 16. Ideas
Noviembre de 2015

Carolina Rodríguez
Roberto Londoño
Directores Revista Proyectos

Catalina Villabona
Coordinación editorial

Ella Suárez
Corrección de estilo

Taller de Medios, Facultad de Arquitectura y Diseño

Universidad de los Andes
Adriana Páramo y Angélica Ramos
Diseño y diagramación

“Circunstancias” por Gabriela Ortiz

Imagen de carátula

Legis
Impresión

PROYECTOS
ISSN 0123-918X
$20.000 (Colombia)
Universidad de los Andes
Departamento de Arquitectura
Carrera 1.ª # 18A-12
Tel. +(571) 339 4949, ext. 2485
Bogotá, Colombia
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pubdisarq@uniandes.edu.co
Ediciones Uniandes
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Distribución y ventas
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La Librería de la U
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Librerías afiliadas a la red de distribución de Siglo
del Hombre Editores
Escala Ltda.
http://www.revistaescala.com

Se autoriza la reproducción total o parcial de la obra para fines educativos

siempre y cuando se cite la fuente.
 Contenido

Editorial
Camilo Villate 7

Profesores en el Ciclo Formativo 9

Programa académico 10

ÁREA DE HISTORIA, TEORÍA Y CRÍTICA 13

Y, ¿cómo comenzó todo? Antecedentes del área

de Historia, Teoría y Crítica 14
Fabio Restrepo Hernández

Arquetipos en Arquitectura 24
Fabio Restrepo Hernández

Arquitectura Clásica 35
Juan Pablo Aschner Rosselli

Arquitectura Moderna 40
María Cecilia O’Byrne

ÁREA DE TÉCNICA 47

Estrategias de enseñanza para integrar

el pensamiento técnico en el desarrollo proyectual 50
Carolina Rodríguez y Rafael Villazón

Sistemas de Soporte 55
Nicolás Parra

Sistemas de Construcción y Estimación 57

Carolina Rodríguez

Sistemas de Habitabilidad 65
Rafael Villazón
ÁREA DE CIUDAD 77

¿Área de Ciudad? 78
Camilo Salazar

Paisaje Urbano 92
Claudia Mejía

Proyecto Urbano 96
Isabel Arteaga

Teorías Urbanas 101

Camilo Salazar

ÁREA DE PROYECTOS 105

Área de Proyectos 106

Sobre el área de proyectos 106
Rafael Villazón

Autocrítica. Proyectar arquitectura a partir

de la técnica, el habitar o el lugar 110
Marc Jané, Camilo Villate y Claudio Rossi

Taller de Proyecto Habitar 118

Marc Jané

Taller de Tectónica 128

Camilo Villate

Taller de Proyecto Lugar 138

Claudio Rossi
 Área de
HISTORIA, TEORÍA
Y CRÍTICA
Arquetipos en Arquitectura

Fabio Restrepo Hernández

Doctorado a nivel europeo en Projectes Arquitectònics, Universidad Politécnica de
Cataluña, España, 2011. Premio extraordinario de Tesis Doctoral, 2013. Diploma de
Estudios Avanzados en Proyectos Arquitectónicos, Universidad Politécnica de Cataluña,
2003. Magíster en Historia y Teoría de la Arquitectura, Universidad Nacional de Colombia,
1996. Arquitecto, Universidad de los Andes, Colombia, 1986. Profesor asociado del
Departamento de Arquitectura Universidad de los Andes. Forma parte del grupo de
investigación ACE (Arquitectura, Ciudad y Educación).

Figura 1. Tesis doctoral Ceci est mon testament: Marc-Antoine Laugier, Fabio Restrepo Hernández, Universidad Politécnica de Catalu-
ña, Barcelona, España, 2011

La arquitectura ha sido la gran escritura de la humanidad.

Víctor Hugo

Lo que ha sido básico uniandino (CBU) tipo A y también

El curso de Arquetipos en Arquitectura se
dictó por primera vez en 1997, y desde en-
tonces los contenidos han variado infinidad
de veces, aunque confío en que un miste-
rioso hilo de Ariadna no deja de tejerlos y
mantenerlos siempre unidos. En 1999, fue
beneficiado con una beca del Ministerio de
Cultura, y en el 2002 fue seleccionado para
la XVIII Bienal Colombiana de Arquitectura.
Se ha dictado también como curso del ciclo
como curso de formación docente y de ex-
tensión. Fue el lugar donde maduró la tesis
doctoral, Ceci est mon testament: Marc-Anto-
ine Laugier, que recibió en el 2013 el Pre-
mio Extraordinario de Tesis Doctorales, por
parte de la Universidad Politécnica de Ca-
taluña. El curso no ha dejado de ser fuente
de nuevas investigaciones, cuyo horizonte
actual se ubica entre el origen de la escri-
tura y los primeros trazos del arte parietal
y rupestre.

[ 24 ]  PROYECTOS 16 Noviembre de 2015. ISSN 0123-918X. Bogotá

Figura 2. Programas del curso Arquetipos en Arquitectura, Facultad de Arquitectura y Diseño, Universidad de los Andes, Bogotá, Colombia
Un paso adelante, dos atrás
Preguntarse por el origen de la arquitectura
podría parecer una actividad ociosa. Con se-
guridad, todos nosotros tenemos una idea
común al respecto, lo que le da la legitimidad
suficiente para sobrevivir a través del tiempo.
En líneas generales, imaginamos lo siguiente:
La arquitectura comenzó hace mucho tiempo,
cuando un bicho a mitad de camino entre el
hombre y el mono, harto de mojarse y ante el
terror que le producía el estruendo de rayos
y truenos, se las ingenió para levantar una
cubierta que lo protegiera. Esta ocurrencia
desató su ingenio, y el hombre ya no pudo
detenerse en la fabricación de herramientas
y organizaciones complejas. Ello originó lo
que hoy conocemos como civilización.
Nuestro relato semeja una línea más o me-
nos recta jalonada por la idea del progreso.
El curso podría entonces limitarse a dispo-
ner —como si de un herbario se tratara—,
las diferentes muestras arquitectónicas de
dicho progreso en las diferentes culturas del
planeta. Pero al hacer esto no reparamos en
una consideración previa que, sin embargo,
plantea reflexiones profundas e inquietan-
tes. No podemos olvidar la estrecha relación
existente entre la naturaleza de algo y el re-
lato de su origen. Así, definir los principios
de la arquitectura pasa por la narración de
sus comienzos en el tiempo. Y esta relación
actúa, además, en ambos sentidos. Un deter-
minado relato de origen conlleva una defini-
ción de la arquitectura. En nuestro caso, del
relato de origen mencionado podemos infe-
rir las siguientes consideraciones:
1. El origen de la arquitectura es algo ar-
quitectónico.
2. La arquitectura imita la naturaleza.
3. La arquitectura es producto del instinto.
4. La razón de ser de la arquitectura es bus-
car protección.
5. El origen de la arquitectura está en la fa-
bricación de un refugio.
Ciclo Formativo IDEAS / 2015  [ 25 ]
Sin embargo, durante el curso, además de
“nuestra” versión del origen, se estudian re-
latos de culturas no occidentales, y culturas
orales, lo que nos obliga a plantear pregun-
tas como:
1. ¿Tendrán la arquitectura y las demás
prácticas artísticas un origen común?
2. ¿Las artes en general imitan la naturale-
za o el concepto de naturaleza será pro-
ducto de ellas?
3. ¿La arquitectura responde al instinto o
es un producto de la técnica y de la me-
moria de los hombres?
4. Y ¿si los primeros gestos de la arquitec-
tura no estuvieran vinculados a la bús-
queda de refugio y la supervivencia?
5. Y ¿si el origen no fuera una cabaña, sino
un templo?
Plantear estas preguntas implica poner en
riesgo los cimientos en que descansan nues-
Figura 3. Artesanía y souvenir turístico
[ 26 ]  PROYECTOS 16 Noviembre de 2015. ISSN 0123-918X. Bogotá
tras convicciones que a lo largo del tiempo
se han ido sedimentando y adquiriendo el
valor de verdades incontrovertibles. Y correr
este riesgo es el propósito del curso Arqueti-
pos en Arquitectura.
El callejón sin salida
Nada más placentero en la infancia que des-
baratar un juguete aún sin estrenar. La des-
trucción tiene como objetivo identificar cada
una de las piezas que lo componen y los me-
canismos que lo ponen en movimiento. En
este caso, nuestro juguete será el relato de
origen, y las piezas que lo componen son
dos famosos textos que sintetizan nuestras
creencias en torno a la arquitectura: Los diez
libros de arquitectura, de Vitruvio,1 y el Ensa-
yo de arquitectura de Marc-Antoine Laugier.2
1 Marco Vitruvio Polión, Los diez libros de arquitectura (Ma-
drid: Akal, 2001).
2 Marc-Antoine Laugier, Ensayo sobre la arquitectura (Madrid:
Akal, 1999).
Una lectura cuidadosa de los fragmentos
que hacen referencia al origen permitirá en-
tender los mecanismos que subyacen bajo
nuestras creencias y quizás, para nuestra
sorpresa, descubriremos que esta idea está
firmemente sustentada en dos mitos que
perduran hasta nuestros días: el mito del
buen salvaje y el mito de la cabaña primitiva.
Ambos inauguran lo que conocemos como la
Modernidad, con todas sus bondades; pero
también con las sombras de su lado oscu-
ro —como bien lo advertía Goya— cuando
afirmaba que “el sueño de la razón produce
monstruos”. No olvidemos que detrás de la
bucólica escena de un hombre en armonía
con la naturaleza se esconde la construcción
de la “identidad” de un hombre nuevo que
da lugar a la sociedad soñada, que muchas
veces aniquila al semejante. Desde entonces
nos acompaña el interrogante por la natura-
leza (y el origen) de los hombres, no solo de
aquellos que habitan el continente euro-
peo, sino los descritos en tantas crónicas de Figura 4. Los sueños de la razón, impresos y digitales
viajeros unas veces como “salvajes”, otras
como “primitivos”, o bien como “bárbaros”, y
con ello se justificó de paso la continuación
de la esclavitud, el racismo y las empresas
coloniales que diezmaron todas aquellas
culturas ubicadas en ultramar.
Y veremos simultáneamente cómo detrás
de la idílica cabaña de madera, copia de las
acciones de Robinson Crusoe mientras con-
quista su isla, duerme agazapada la eterna
idea del Partenón y el mundo griego, como
modelo de toda perfección. Estas ideas es-
tán en la base de nuestra modernidad: la
búsqueda de la igualdad, la libertad y la fra-
ternidad (formas concretas de la verdad, el
bien y la belleza).

El guiño vitruviano
Durante la segunda mitad del siglo XVIII y
parte del XIX, los hombres buscaron reconci-
liar la imagen del buen salvaje, que habitaba
los lugares más remotos del planeta, con la Figura 5. Obsequio de mi sobrina Gabriela

Ciclo Formativo IDEAS / 2015  [ 27 ]

del hombre primitivo, que habría surgido en
los tiempos más remotos de la historia, sin
olvidar, por supuesto, la larga tradición del
mítico Adán y su compañera Eva. Los hom-
bres escarban la tierra en busca de fósiles,
y comienza la loca carrera tras el “eslabón
perdido”. Para comprender la dimensión de
este delirio basta recordar el escándalo de
Piltdown3 o leer la deliciosa novela de sir Ar-
thur Conan Doyle, El mundo perdido.4
Sin embargo, la definición de lo propiamente
humano no pasa por la organización lineal de
la escala natural y el hallazgo de un esqueleto
mitad simio, mitad humano. Charles Darwin5
ofrece las bases para demoler este último re-
ducto teleológico y comprender finalmente
que desde África fueron muchas las especies
humanas que surgieron para al final solo so-
brevivir una de ellas, el Homo sapiens.
La pregunta inevitable es entonces: ¿qué le
permitió sobrevivir al Homo sapiens?, o lo
que es lo mismo, ¿de qué facultad, habilidad
o técnica carecían nuestros “primos” para
continuar habitando con nosotros este mun-
do? No cabe duda de que frente a la com-
prensión de la naturaleza de lo humano, es
mucho más agudo Vitruvio que, dieciocho
siglos después, el abate Laugier. Mientras
que para Vitruvio, además del fuego en me-
dio de una colectividad y bajo la estructura
simbólica del lenguaje, lo propio del hom-
bre sería “a diferencia de los otros anima-
les, el no caminar inclinados a la tierra, sino
rectos y elevados para ver la magnificencia
del cielo y astros”,6 para Laugier, bastaría la
existencia de un hombre solitario pero has-
tiado y “dispuesto a suplir con su industria
las desatenciones y negligencias de la na-
turaleza” para poner remedio construyendo
una cabaña de madera.
3 “El hombre de Piltdown” (2003, http://tu.tv/videos/el-
hombre-de-piltdown).
4 Arthur Conan Doyle, El mundo perdido (Madrid: Alianza,
2001).
5 Charles Darwin, El origen del hombre (Bogotá: Panamerica-
na, 2009).
6 Las cursivas son del autor.
[ 28 ]  PROYECTOS 16 Noviembre de 2015. ISSN 0123-918X. Bogotá
De la mano de dos importantes paleoan-
tropólogos, André Leroi-Gourhan7 e Yves
Coppens,8 nos olvidaremos del eslabón per-
dido e intentaremos precisar lo singular del
Homo sapiens, como paso previo y necesario
para interrogarnos sobre la naturaleza de la
arquitectura. Este paso que obliga a abando-
nar la hipótesis del instinto como motor del
surgimiento de la cultura.
El intento por definir la naturaleza de ese
hombre, nos lleva a indagar sobre la singu-
laridad de lo humano desde diferentes sa-
beres. Consideraciones como el bipedismo,
la liberación de la mano, el aumento de la
masa cerebral, la manufactura de herramien-
tas, el comportamiento social y la capacidad
de hablar abren un panorama en torno a la
naturaleza de la especie y sus relaciones con
el mundo natural. Pero más allá de la evo-
lución biológica, es sobre todo la técnica
(instrumental y como soporte de la memoria
colectiva) lo que garantiza la transmisión y
acumulación de los saberes de una genera-
ción a otra, que da lugar a la cultura.
Hacer el decir y decir el hacer
El hombre de Neanderthal compartió las mis-
mas zonas geográficas con el Homo sapiens
durante miles de años. Él también enterraba
sus muertos, y seguramente era un cazador
más hábil debido a su adaptación a las con-
diciones del medio; sin embargo, terminó
por extinguirse... Desde entonces, el Sapiens
está solo en el mundo. Después de décadas
de maltrato, la mala fama del Neanderthal
ha comenzado a ser rectificada por la so-
ciedad científica, pese al cliché instaurado
por la industria cinematográfica que insiste
en mostrarlo como bisagra entre el hombre
y el mono.
7 André Leroi-Gourhan, El gesto y la palabra, 2 vols. (Caracas:
Universidad Central, 1971).
8 Yves Coppens, La rodilla de Lucy (Barcelona: Tusquets,
2005).
 y el canto, la pintura corporal, el tatuaje, la
máscara, el tejido, y luego la cerámica y la ar-
quitectura. Así lo relata el filósofo Jean-Luc
Nancy en su texto Las musas:
En esa mostración, todo se da de una vez: la
sociedad de los semejantes, la inquietante
familiaridad del animal, el sujeto surgido de
su muerte, el sentido suspendido, la eviden-
cia oscura. Todo se da con ese paso de manos
que traza el contorno de una presencia extra-
Figura 6. Versiones del hombre de Neanderthal ña, directamente sobre una pared, una corte-
za o una piel (con él, casi con el mismo gesto,
podría haberla aplastado, sofocado). También
Lo llamativo del asunto es que mientras fue, tal vez, un canto. Es preciso escuchar al
el Neanderthal lucha por perfeccionar sus primer cantante acompañar al primer pintor.10
técnicas de supervivencia, el Homo sapiens,
El Homo sapiens llena el mundo de rayas y
en medio de las enormes dificultades que
trazos, gestos del cuerpo y de la voz, la mano
enfrenta, dedica parte fundamental de su
hace visible lo que la voz dice, y la voz hace
tiempo a una actividad insólita: se arrastra
audible lo que la mano garabatea.
distancias enormes en la profunda oscuri-
dad de las cuevas y en medio de las sombras
en movimiento reflejadas por la luz del fue-
go (y que prefiguran imágenes latentes en
la superficie de la piedra) intenta en un acto
desesperado darles cuerpo para poder nom-
brarlas: la mano dibuja lo que la boca nom-
bra y, a su vez, la boca dice, canta o recita
lo que la mano dibuja; mientras los cuerpos
se mueven rítmicamente haciendo sonar el
soplo en la flauta y la percusión en piedras
y conchas. Mano y boca cooperan de forma
coordinada para crear a una distancia inicua
el mundo que desde entonces el hombre
habita. No es que el hombre dibuje al ani-
mal, sino que una vez dibujado, el animal
se hace visible y nombrable. Esto es lo que
contemplamos en las cuevas de Chauvet9 y
de Lascaux. Con el tiempo, la boca somete
la mano y origina la escritura, por un lado, y
la pintura, por el otro. Una vez el trazo haya
domesticado el mundo, el hombre inventa
soportes para sacar a la luz el mundo crea- Figura 7. Mano inscrita en el asfalto. Parque Nacional, Bogotá,
do: el gesto corporal de la danza, la música Colombia

9 “Cave of Forgotten Dreams”, 2010. Sobre la cueva de

Chauvet, Werner Herzog, http://documentary.es/3975- 10 Jean-Luc Nancy, Las musas (Buenos Aires: Amorrortu,
cave-of-forgotten-dreams-vose. 2008).

Ciclo Formativo IDEAS / 2015  [ 29 ]

Antes el mundo no existía
“Antes el mundo no existía” es el título de
un texto escrito por un indígena desâna, To-
laman, donde relata los mitos de su pueblo
sobre el origen del mundo.11 Los eventos
gestuales originan el mundo ordenado del
que dan testimonio los relatos cosmogóni-
cos de toda cultura (incluida la occidental):
el paso del caos a un determinado orden, el
cosmos. La indeterminación y el caos que
describe, por ejemplo, Ovidio en la Metamor-
fosis12 se transforma en orden cuando el cie-
lo se separa de la tierra. Esta distancia será
medida por los hombres, pero también se le
dará medida y, a su vez, los hombres serán
Figura 8. Dibujos de Lúcia Maria dos Santos, Río de Janeiro, Brasil
11 Umúsin Panlon Kumu y Tolaman Kenhíri, Antes o mundo
não existia (São Paulo: Livraria Cultura Editora, 1980).
12 Ovidio, Metamorfosis (Madrid: Espasa Calpe, 2006).
[ 30 ]  PROYECTOS 16 Noviembre de 2015. ISSN 0123-918X. Bogotá
medidos con respecto a ella. De esto hablan
algunos poemas de Friedrich Hölderlin.
Estas distancias entre el cielo, la tierra, los
divinos y los mortales —diría Heidegger13—
son medidas constantemente en la danza, la
música, los cantos; son la materialización de
los mitos, lo que propiamente llamamos ritos.
La escritura del cuerpo y la voz
Los ritos demarcan el tiempo y el lugar de
hombres con respecto a su propio límite ha-
bitado por lo divino. Así, solo podemos ha-
blar de lo profano con respecto a lo sagrado.
Y el tiempo de lo sagrado será la fiesta y su
espacio el templo, que se hacen presentes
13 Martin Heidegger, Conferencias y artículos (Barcelona:
Odós, 1994).
en el ritual y dan constantemente sentido al
habitar del hombre.
De la construcción de estas dimensiones tra-
ta la arquitectura, y allí encontramos pistas
sobre su origen. Y es este el origen común
de las artes, porque dar cuerpo a estas me-
didas es el objeto del arte. Por esto, para
hablar de arquitectura es necesario referir-
se a la importancia de la polea en el arte de
tejer de los dogon, o al papel custodio de
las máscaras de Kodiak, o la estaca utiliza-
da por el pueblo mnong en Vietnam para el
sacrificio del búfalo, o a las danzas de Xipe
Totec en México.14
Figura 9. Tejido africano. Obsequio de Mamadou, Barcelona
Entre torres y laberintos
Todos estos acontecimientos rituales ad-
quieren una forma arquitectónica o, si se
prefiere, arquetípica: la torre y el laberinto.
Hay dos elementos esenciales en todo ritual:
compartir el alimento y danzar. El sacrificio
del animal y la distribución de cada parte
son los gestos que componen el sacrificio:
sacer facere. El humo que se eleva al cielo
articula los cuatro elementos que componen
el mundo (cielo, tierra, divinos y mortales).
El lugar del fuego señala el centro al partir
del cual se ordena el caos; es el punto de
referencia del rito fundacional. Este punto
14 Ludovic Segarra, Arts du mythe, 4 vols. (París: Arte Editions,
2011).
queda señalado por el fuego, pero también
en múltiples procesos analógicos, es el axis
mundi, la escalera, la torre. Y el límite del es-
pacio de lo humano se traza sobre la tierra
a partir de un arado, pero también a partir
de los gestos corporales de la danza, como
la danza de Teseo cuando da muerte al mi-
notauro. La danza dibuja lo que la memoria
recuerda al ritmo de la música. Los danzan-
tes llevan máscaras que, a su vez, reprodu-
cen ese mismo límite convocando animales
y muertos al convite. La torre y el laberinto
son construcciones arquitectónicas que alu-
den a los eventos fundamentales: el sacrifi-
cio y la memoria, raíces simbólicas de toda
práctica artística.
Figura 10. Souvenir y reliquia de la playa
De vuelta a casa
Esta experiencia cosmológica hace parte del
legado cultural de los hombres a lo largo del
tiempo. Y podemos corroborarlo en otro di-
bujo, en apariencia similar al dibujo inicial
del origen. Se trata del dibujo infantil. Un
análisis en detalle del dibujo revelará que
finalmente se trata de la representación del
asombro que produce este habitar en medio
y en correspondencia con la tierra, el cielo y
lo divino. Por ello, en ningún dibujo infantil
faltará el humo que sale por la chimenea, y
el camino sinuoso que llega hasta la puerta
del hogar.
Ciclo Formativo IDEAS / 2015  [ 31 ]

Figura 11. Dibujo de Yuri. Obsequio de Sabina Velandia
Oralidad y escritura
En el curso se privilegia la actividad colec-
tiva aunque la metodología permite evaluar
de forma individual a cada estudiante. Los
estudiantes exploran técnicas audiovisua-
les, y deben argumentar oralmente ante sus
compañeros las diferentes interpretaciones
producidas durante la investigación reali-
zada. En los debates de los estudiantes se
presta especial atención a las recomenda-
ciones de Immanuel Kant:15 ellos deben es-
tar en capacidad de exponer de forma clara
y precisa sus argumentos, deben afinar su
capacidad para ponerse en el lugar del otro
y comprender sus argumentos y, finalmente,
deben estar dispuestos a cambiar su punto
de vista si las razones del otro están mejor
fundamentadas.
Los trabajos que los estudiantes realizan
varían cada semestre. En algunas ocasiones
nos hemos concentrado en la literatura, en
15 Kant Immanuel, ¿Qué es la Ilustración? (Madrid: Alianza,
2004).
[ 32 ]  PROYECTOS 16 Noviembre de 2015. ISSN 0123-918X. Bogotá
particular en las obras sobre Robinson Cru-
soe, de Daniel Defoe,16 y Michel Tournier,17
o bien en películas que tratan sobre los te-
mas expuestos, o bien en el estudio de las
prácticas artísticas de diferentes culturas.
En ocasiones nos hemos dedicado exclusi-
vamente a textos especializados, a su tra-
ducción e ilustración.
Figura 12. Versiones literarias de Robinson Crusoe
Cuentos para antes de dormir
Cuando estaba finalizando la escritura de la
tesis doctoral, apareció un personaje fantás-
tico. Había estudiado Filosofía en la universi-
dad, y una de sus actividades profesionales
era la corrección de estilo. En una conver-
sación me comentó que sus planes a futuro
eran viajar a Siberia; estaba interesado en
chamanismo y culturas ancestrales. Dejé de
verlo durante mucho tiempo y hace poco
me contactó de nuevo. Desde entonces ha
ido cuatro veces a Siberia, aprendió a tocar
los instrumentos musicales de los lugares
que visitó y a interpretar el khoomei. Ahora
su nombre es Ikaro Valderrama.18 Después
de escuchar su historia y oírlo cantar y tocar
el khomus o el topshur, estoy convencido de
16 Daniel Defoe, Robinson Crusoe (Barcelona: Debolsillo,
2004).
17 Michel Tournier, Viernes o los limbos del Pacífico (Madrid:
Alfaguara, 1999).
18 Ikaro Valderrama (https://www.youtube.com/watch?v=-
ALJz_OTZbY).
Figura 13. Bibliografía del curso Arquetipos en Arquitectura

la necesidad de volver a involucrar la arqui- me queda más remedio que pedirles com-
tectura con las demás prácticas artísticas prensión e indulgencia.
(a no confundir con los discursos estéticos
No puedo dejar de mencionar y agradecer al
que abundan hoy en nuestro mundo). Esta
amigo y maestro Ferrán Lobo, que siempre
debe ser la finalidad del curso. Quizás por
estuvo atento a indicar el camino en este
ello la bibliografía se empeña en ofrecer no
laberinto de hipótesis sobre la arquitectura.
solo textos propios de arquitectura e invitar
Él no se encuentra ya con nosotros, pero
al estudiante a recuperar el placer por la li-
confío en no estar traicionando la ruta con-
teratura, la poesía, el cine… Soy consciente
fiada en largas conversaciones sobre estos y
de que para aquellos que confunden la au-
otros asuntos.
tonomía disciplinar con el enclaustramien-
to temático, esta debe ser una bibliografía
herética y que causa profundo escozor; no Referencias

Arquitectura
Rudolfsky, Bernard. Architecture without ar-
chitects, Albuquerque, University of New
Mexico, 1987.
Rykwer, Joseph. La casa de Adán en el paraíso,
Barcelona, Gustavo Gili, 1974 y
Valery, Paul. Eupalinos o el arquitecto, Ma-
drid, Visor, 2001.

Otras disciplinas

Figura 14. Ferrán Lobo Serra mientras dictaba las Lecciones de Coppens, Yves & Picq, Pascal. Los orígenes de
Estética en la Universidad de los Andes, Bogotá, 2005 la Humanidad, Madrid, Espasa, 2004.

Ciclo Formativo IDEAS / 2015  [ 33 ]

Leroi-Gourhan, André. El gesto y la pala-
bra (2 Vols.), Caracas, Universidad Central,
1971.
Vernant, Jean-Pierre. Mito y pensamiento en
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Literatura
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Filmografía
Babette’s feast. Dirigida por Gabriel Axel, San-
ta Monica, Calif.: MGM Home Entertainment,
2001. Realizada originalmente en 1987.
Dersu Uzala. Dirigida por Akira Kurosawa.
Moskva, RUSCICO, 2001. Realizada origi-
nalmente como película cinematográfica en
1975.
Suna no onna = Woman in the dunes. Diri-
gida por Hiroshi Teshigahara, Chatswork,
CA: Image Entertainment, Milestone Film &
Video, 1999. Basada en la novela de Kobo
Abe. Realizada originalmente como película
cinematográfica en 1964.